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La otra forma del Estado “monstruo” que Nietzsche rechaza es la de las ideolo-
gías nacionalistas. Tanto el aparato institucional al que llamamos Estado como la
articulación geopolítica del territorio al que denominamos nación no son más que
construcciones convencionales que se basan en una determinada interpretación del
pasado pero con la que los nacionalistas pretenden reconstruir una comunidad imagi-
naria “natural” cuyos individuos formarían una unidad racial y lingüística. Nacionalis-
mo es esa voluntad reactiva de reconstruir como nación una mítica comunidad “en
sí”, pretendidamente “natural”, según el principio teorizado por Herder y Fichte de
que cada pueblo nace con el derecho inalienable a afirmar su singularidad específica.
Nietzsche no pierde ocasión de burlarse de esa exaltación, característica del romanti-
cismo, de los valores de autenticidad y originariedad de la nación-genio. Nietzsche no
ve en la manía nacionalista otra cosa que la reducción de los horizontes al localismo,
el enardecimiento de sentimientos que exacerban las diferencias y los antagonismo,
y el aprisionamiento de los individuos en un corsé. Por otra parte, el fervor
nacionalista crea entre los individuos diferencias absurdas que se sobreponen a sus
verdaderas diferencias de valor.
Nietzsche rechaza, pues, esta otra forma de fetichización y de idolatría del Esta-
do que plasma el concepto nacionalista del Estado-nación, y que representa, sobre
todo, la impermeabilidad de cada cultural nacional a las influencias procedentes de
otras, una anemia cultura que resulta de la incapacidad para asimilar y digerir otras
culturas, otras ideas y otras formas de vida. El nacionalismo es un violento estado de
emergencia y de asedio impuesto por una minoría a la mayoría. No es el interés de la
mayoría (es decir, del pueblo), es ante todo el interés de determinadas dinastías, y
luego el de determinadas clases del comercio y de la sociedad, lo que lo impulsa.
“Una vez reconocido esto, no debe uno temer proclamarse buen europeo y trabajar
activamente por la fusión de las naciones”.