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Metamorfosis de holometábola

La mayoría de insectos sufren un proceso de transformación a lo largo de su


desarrollo con el fin de alcanzar la fase adulta o imaginal (p.e. las mariposas). Este
proceso recibe el nombre de metamorfosis, aunque su naturaleza dista bastante
de la metamorfosis que realizan los anfibios. Ahora bien, ¿te has preguntado
alguna vez el porqué de esta transformación? ¿Cuál es el sentido y el origen de la
metamorfosis en los insectos?

Es el caso más radical de metamorfosis en los insectos y, probablemente, el más


conocido por todos. Uno de los ejemplos más típicos es el de los lepidópteros
(mariposas y polillas), pero también son holometábolos los coleópteros
(escarabajos), los himenópteros (abejas, avispas y hormigas) y los dípteros
(moscas y mosquitos).

En la metamorfosis compleja, completa u holometábola, los insectos eclosionan en


forma de larva, una fase muy prematura del organismo en desarrollo que dista
mucho morfológicamente de la fase adulta y que, como en el caso anterior, no
comparte hábitat ni alimento con los adultos. Estas larvas crecen, como las ninfas
en la metamorfosis hemimetábola, mediante mudas sucesivas hasta que alcanzan
el tamaño suficiente para sobrellevar el proceso de metamorfosis propiamente
dicho, momento en el que llevan a cabo su última muda.

Larva escarabeiforme (coleóptero) (“Curl grub” by Toby Hudson – Own work.


Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons).

Tras la última fase larvaria, la larva entra normalmente en un estadio de


inactividad, en el cual deja de alimentarse y permanece inmóvil; esta fase recibe el
nombre de estadio pupal (formando la pupa, o crisálida en el caso de las
mariposas). En ocasiones, al término de esta fase los organismos ya empiezan a
parecerse bastante al adulto debido a las reorganizaciones estructurales que
tienen lugar a nivel anatómico y a la aparición de nuevos órganos y tejidos.

Una vez finalizado el proceso de transformación, el organismo se reactiva y


adquiere definitivamente su forma adulta sexualmente madura y unas alas
plenamente formadas.

En resumen, el esquema de este proceso sería el siguiente:

Así como en los hemimetábolos la aparición de las alas es un proceso apreciable


a lo largo del desarrollo, en los holometábolos éstas se forman en el interior del
cuerpo y empiezan a ser visibles generalmente al final de la fase pupal. Es por
esto que reciben también el nombre de endopterigotos (del latín endo- = “dentro” +
pteron = “alas”).
Metamorfosis Hemimetábola

La metamorfosis holometábola es una novedad evolutiva que surgió hace


aproximadamente 345 Ma. En los insectos holometábolos, posterior a la eclosión
del huevo, el insecto pasa por un estado larval morfológicamente diferente al
adulto, experimentado mudas paulatinas a medida que se alimenta aumentando
de tamaño. Posteriormente el insecto pasa por un estado pupal, generalmente
quiescente, en el cual experimenta cambios morfológicos bruscos antes de pasar
al estado adulto alado y con aparato reproductor.

La metamorfosis de los insectos holometábolos son los más derivados en un


contexto evolutivo en una reciente propuesta filogenética, y se encuentran los
dípteros, lepidópteros, coleópteros, neurópteros e himenópteros.

El hemimetabolismo o paurometabolismo,1 también llamado metamorfosis


incompleta, es un término utilizado para describir el modo de desarrollo de ciertos
insectos que incluye únicamente tres fases: huevo, ninfa e imago o adulto. Este
tipo de metamorfosis implica cambios graduales y falta la etapa de pupa. La ninfa
a menudo se parece al adulto, como él tiene ojos compuestos y patas
desarrolladas; pero no tiene alas ni órganos sexuales maduros (funcionales), esto
último es diagnóstico. Una vez que el juvenil (la ninfa) muda a un estadio con
órganos sexuales, ya deja de mudar, es el último estadio y el adulto. Los insectos
que poseen este tipo de desarrollo se denominan hemimetábolos o
paurometábolos.

En la metamorfosis sencilla, simple o incompleta (paurometabolismo) el individuo


pasa por varias mudas hasta transformarse en individuo adulto sin pasar por una
etapa de inactividad y sin cesar de alimentarse. Los estadios juveniles o
inmaduros se asemejan al adulto fuera de que son más pequeños, carecen de
alas y no son maduros sexualmente. También pueden tener menor número de
segmentos corporales. Este tipo de metamorfosis se da en algunos insectos y
también en anélidos, equinodermos, moluscos y crustáceos. En este tipo de
metamorfosis las fases juveniles de insectos son llamadas ninfas. Son ejemplos
de esto las chinches y los saltamontes que se parecen a sus padres, pero son
más pequeños. En la última muda se terminan de desarrollar las alas, los genitales
externos (generalmente edeago en los machos y ovipositor en las hembras) y las
estructuras sexuales secundarias como tímpanos y órganos estridulatorios. La
anatomía interna sufre cambios relacionados con la vida adulta tales como la
elaboración de musculatura torácica necesaria para el vuelo, reorganización del
sistema nervioso para el control del vuelo y desarrollo de gónadas con sus
respectivos ductos y glándulas accesorias; los sistemas digestivo y excretor (tubos
de Malpighi) no sufren mayores cambios pues el adulto suele retener los mismos
hábitos alimenticios que la ninfa

Metamorfosis ametabolos

La metamorfosis es un complejo proceso de transformación con el que los


insectos llegan a su competo desarrollo, aunque no todos están sujetos a ella. Los
juveniles no se diferencian de los adultos salvo por la madurez sexual y el tamaño.

Desarrollo

Los insectos ametábolos se corresponden con el grupo de los apterigotas. Estos


hexápodos, considerados como primitivos, son primariamente ápteros ( sin alas) y,
en su desarrollo postembrionario, los cambios que se aprecian son: Un desarrollo
progresivo de sus reproductores, realizándose en el imago la diferenciación
funcional de sus células sexuales. Este proceso se encuentra detenido durante los
primeros estados. Además se observa un aumento de su biomasa, y ligeras
variaciones en las proporciones relativas de sus partes. Por todo ello, podríamos
decir que este tipo de hexápodos carece de metamorfosis propiamente dicha.

Clasificación de los insectos ametábolos

Apterigógenos o Apterigotos
Agrupan a insectos primitivos carentes de alas, ametábolos, es decir, sin
metamorfosis o con desarrollo directo. Proturos, Dipluros, Tisanuros y Colémbolos.
Pterigógenos Son un grupo de insectos metábolos (típicamente alados, aunque
las alas pueden perderlas secundariamente). Están provistos de ojos compuestos,
antenas anilladas, aparato bucal variable, y abdomen generalmente con más de
once segmentos.

Proturos

Ejemplo de Proturo

Los Proturos son un orden de pequeños insectos apterigógenos ametábolos,


provistos de antenas, ojos compuestos, exoesqueleto blanquecino, y aparato
bucal picador. El abdomen está formado por 12 segmentos, de los cuales los
últimos cinco son retráctiles. La ausencia de alas les impide volar, motivo por el
que viven refugiados en lugares provistos de piedras, follaje, cortezas u hojarasca,
preferiblemente húmedos, allí donde puedan encontrar materia orgánica en
descomposición. Ejemplo del género Acerentomon.

Dipluros

Ejemplo de Dipluro

Los Dipluros son un orden de insectos apterigógenos ametábolos, carentes de


ojos y ocelos, con cercos, de cuerpo alargado que consta de once segmentos,
provistos de antenas pluriarticuladas. Están dotados de mandíbulas masticadoras
que se encuentran ocultas bajo un repliegue de los lados cefálicos. Viven entre las
partículas del suelo, en la hojarasca o bajo las piedras, siempre con un
determinado grado de humedad. La dieta es básicamente de vegetales, pero
también existen especies saprófagas y carnívoras.

Tisanuros

Ejemplo de Tisanuro. Pececillo de plata

Los Tisanuros son son un orden de insectos apterigógenos ametábolos, pequeños


o medianos, de largas antenas, frecuentemente aplanados y de configuración
alargada. Suelen poseer un exoesqueleto recubierto de escamas doradas o
plateadas. Se reproducen por huevos. Comprende dos familias: Lepismátidos y
Maquílidos. A este orden pertenece el género Lepisma o "pececillo de plata".

Colémbolos

Los Colémbolos son un orden de insectos apterigógenos ametábolos, de pequeño


tamaño, con órganos adhesivos y apéndices saltadores. Se caracterizan por la
ausencia de alas y por la presencia de la furca, consistente en un aparato situado
en el extremo del abdomen, que cuando es disparado como un resorte les permite
realizar grandes saltos. Habitan en los suelos, bajo la hojarasca y detritus. Son
casi cosmopolitas. A este orden pertenece el género Podura.

Metamorfosis Paurometabolos

Los jovenes son iguales a los adultos en cuanto a forma solo que no poseen alas.
los estados inmaduros reciben el nombre de ninfas, casi siempre tienen los
mismos habitos alimenticios de vida las ninfas y los adultos.

Los individuos adultos son alados y tanto las ninfas (estado juvenil) como los
adultos viven en el mismo hábitat y tienen la misma o similar hábito alimenticio. El
cambio principal es en el tamaño, desarrollo de las alas y madurez sexual. El
insecto palo, la mantis religiosa, chinches, grillos, chulupis (cucarachas),
saltamontes, etc., tienen este tipo de desarrollo.

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