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Los fabricantes de baterías acostumbran distinguir entre las baterías destinadas al arranque,
ignición e iluminación de vehículos con motor a explosión (denominadas LSI, según sus siglas en
inglés) y las destinadas a otras aplicaciones, como telefonía y sistemas de comunicaciones en
general, servicios auxiliares de subestaciones transformadoras de energía, energía solar y eólica,
UPS, iluminación de emergencia y vehículos eléctricos, para mencionar las más frecuentes.
Todas las baterías que se destinan a estas otras aplicaciones se denominan “industriales”, Las
baterías industriales, a su vez, se dividen entre las de uso estacionario y las destinadas a tracción
eléctrica.
Una batería para uso estacionario es la que se mantiene permanentemente cargada mediante
un rectificador auto-regulado. Este rectificador puede, también, alimentar a un consumo, como
en el caso de las centrales telefónicas, o a otro equipo de conversión de energía, como en el
caso de las UPS (el equipo en cuestión es el inversor que alimenta al consumo). En los sistemas
de iluminación de emergencia, en cambio, el rectificador solo alimenta a la batería. En cualquier
caso, lo importante es que la batería se descarga con muy poca frecuencia y el rectificador debe
recargarla, luego de una descarga, y mantenerla perfectamente cargada, compensando la auto-
descarga interna.
Las baterías para aplicaciones estacionarias pueden ser de cualquier tecnología. No obstante,
en el caso de optarse por electrolito líquido, se recomienda que las rejillas sean con aleación de
plomo-calcio para que la reposición de agua destilada sea poco frecuente. Las placas pueden ser
tanto planas como tubulares. Sin embargo, dado que el uso estacionario supone una baja
frecuencia de descarga, las baterías de placas planas son las más convenientes por un tema de
costo. Y la combinación ideal sería placas planas y electrolito absorbido dado que el costo es
bajo y el mantenimiento muy reducido.
Las principales aplicaciones son: centrales telefónicas fijas, celdas de telefonía celular, servicios
auxiliares en subestaciones transformadoras, UPS (Sistemas ininterrumpidos de energía),
iluminación de emergencia, todas ellas de tipo estacionario y algunas de tracción eléctrica, como
sillas de ruedas y carros de golf.
Es una batería que ha sido diseñada para soportar un alto ciclado. Es decir una gran secuencia
de descargas, seguidas de las correspondientes recargas. Obsérvese que, una batería para uso
estacionario, tendrá conectado un cargador (que, a su vez estará conectado a la red pública de
alterna) por lo cual su descarga será muy baja. En cambio, una batería que alimenta un vehículo
eléctrico, como un auto-elevador eléctrico, todos los días tendrá un ciclo de descarga, mientras
la máquina se encuentra trabajando, a lo que seguirá una carga durante el tiempo en que el
operador descansa.
La capacidad de una batería es la cantidad de electricidad que puede proveer a una carga.
Depende, básicamente, de tres parámetros: régimen de descarga (o “velocidad” a la que la
descargamos), temperatura y tensión final. Capacidad nominal es la capacidad definida en
condiciones normalizadas de los tres parámetros básicos de los que ella depende. Estas
condiciones están establecidas en varias normas nacionales e internacionales, como las IEC,
IEEE, DIN, BS, JIS, etc. Por ejemplo, en la norma IEC 60896, las condiciones normalizadas que se
fijan para una batería estacionaria son las siguientes: descarga en 10h hasta 1,8 VPC (Volt por
celda) a una temperatura ambiente de 20ºC. En cambio en la norma IEEE 450, las condiciones
para el mismo producto son 8h hasta 1,75 VPC a 25ºC. En las baterías monoblock pequeñas,
como las NP de Yuasa o las CP de Vision, la descarga se normaliza para un tiempo más largo: 20h
Lo más frecuente es que la capacidad se mida en Ah, unidad que indica la cantidad de carga
eléctrica (el lector que recuerde la unidad de carga eléctrica, el Coulomb [Coul], mediante una
simple cuenta deducirá que 1 Ah = 3600 Coul). En los últimos años, sin embargo, cada vez más,
la capacidad de las baterías se especifica también en Wh (Watt x hora). Esto se debe a la
aparición de los equipos UPS, que mantienen en operación no interrumpida a equipos
informáticos. Dado que una UPS debe entregar una determinada potencia, es razonable que la
batería que la alimentará también se especifique de esa manera. Las descargas en Wh suelen
darse para tiempos inferiores a una hora (un valor típico es 15 minutos). La capacidad de una
batería ¿es la misma a cualquier régimen de descarga? De la misma manera que un automóvil,
con su carga de combustible completa, no recorre la misma distancia si el conductor maneja a
100 Km/h que si lo hace a 150 Km/h, la capacidad de una batería disminuye si la velocidad
(régimen de corriente de descarga) aumenta con respecto al valor nominal. Por ejemplo, una
batería de 100Ah de capacidad nominal (descarga a 5A durante 20h), tiene 90Ah cuando se la
descarga a 18A en 5h, y solo 64Ah cuando el régimen es de 64A durante 1h. Siempre se deben
consultar los datos del fabricante para saber la capacidad exacta que entregará el producto bajo
las condiciones de la aplicación.
Es aquella que ha sido especialmente diseñada para operar en ciclado de profundidad superior
a 50%. No se debe utilizar una batería de propósitos generales cuando los ciclos son profundos
(por ejemplo, en un carro de golf). Las baterías de ciclo profundo poseen placas reforzadas para
evitar su agotamiento prematuro y poder soportar mejor la exigencia del ciclado.
Las altas temperaturas aceleran la corrosión de las rejillas y la degradación de los materiales
activos. A bajas temperaturas, la capacidad de entregar corriente disminuye pero la vida útil
aumenta. Esto se debe a que todos los procesos de corrosión interna se hacen más lentos. A la
inversa, si bien durarán menos tiempo, el rendimiento de las baterías se incrementa con las altas
temperaturas. Como regla general para la vida de las baterías, podemos decir que por cada 10ºC
de aumento de la temperatura ambiente por encima de la de referencia, la vida útil se reduce a
la mitad. Por ejemplo, una batería de cinco años de duración a 25ºC, solo durará 30 meses si la
temperatura en el ambiente es de 35ºC.
No existe una limitación desde el punto de vista teórico. Sin embargo, la práctica aconseja no
conectar más de cinco. Siempre se debe cuidar que la sección de los cables sea la misma, así
como también su recorrido. Cualquier diferencia en la resistencia óhmica, desde los bornes del
equipo hasta los de cada paralelo de baterías, hará que la corriente de descarga en cada uno de
ellos no sea la misma, como se pretende. De la misma manera, en el momento de la carga, se
debe cuidar que la resistencia entre el cargador y cada paralelo sea la misma. El número máximo
de cinco obedece a que la práctica demuestra que las condiciones anteriores no son fáciles de
lograr cuando el número es mayor.
En primer lugar, comencemos por aclarar qué entendemos por estos conceptos. Seleccionar la
batería industrial de plomo-ácido a utilizar en una aplicación implica elegir: el tipo de placa
(plana, tubular) y la construcción (electrolito líquido o inmovilizado). Dimensionar una batería
industrial de plomo-ácido a utilizar implica determinar: número de celdas y capacidad de las
mismas. Para seleccionar una batería industrial se debe conocer: a. la aplicación (estacionaria o
ciclado) b. ubicación física (espacio disponible, acceso al lugar) c. condiciones ambientales
(temperatura, ventilación) d. mantenimiento disponible (personal capacitado, distancia) e.
condiciones para la recarga. Para dimensionar una batería industrial se debe conocer: a. tensión
nominal y los límites de tensión admisible por parte del equipo o sistema a alimentar (por
ejemplo, 48VDC +/- 10%) b. corriente o potencia de descarga c. duración de la misma d.
temperatura promedio del lugar Se trata de uno de los temas claves en el trabajo con baterías.
Y, en este espacio, no podemos extendernos mucho más en el desarrollo del mismo. Pero lo
hemos tratado extensamente en artículos de nuestros newsletters. Sugerimos entonces una
consulta a ellos, para mayores detalles.
Las baterías de electrolito líquido se mantienen cargadas a una tensión denominada de flote o
mantenimiento y su valor depende de la densidad del electrolito. La mayoría de las baterías
estacionarias de electrolito líquido se mantienen a una tensión de 2,2VPC (Volt por celda). Luego
de una descarga, la tensión de carga debe aumentar hasta un valor comprendido entre 2,33 y
2,4VPC. Las baterías VRLA o de electrolito inmovilizado para uso estacionario se cargan con un
solo valor de tensión, normalmente, 2,27VPC. Cuando la aplicación es de ciclado, la carga se
puede realizar con las mismas tensiones ya mencionadas para baterías de electrolito líquido.
Para mayores detalles, recomendamos consultar el manual del producto. También el usuario
encontrará en nuestros newsletters un desarrollo muy detallado de este tema.
La respuesta más precisa sería “cuando se le devolvieron los Ah (o Wh) extraídos durante la
descarga más un porcentaje adicional que se relaciona con el rendimiento del producto”. Este
porcentaje oscila entre un 15% adicional para una batería de electrolito líquido y un 8% en el
caso de una sellada. Sin embargo, no es habitual poder medir los Ah. La regla práctica dice,
entonces, que la carga se debe considerar finalizada cuando la corriente de carga permanece
estable, sin disminuir, durante un lapso de tres horas. En las baterías de electrolito líquido se
puede medir su densidad y la misma también debe permanecer estable, sin aumentar, durante
el mismo lapso de tiempo. Otra regla práctica es considerar que la batería (si sus rejillas de placas
son de aleación de plomo-calcio) está cargada cuando la corriente es inferior al 0,5% de la
capacidad nominal. La tensión que se aplica a una batería sellada.
Hasta hace poco tiempo se consideraba que la tensión aplicada debía corregirse por
temperatura, utilizando un coeficiente que variaba entre –3 y –5 (la unidad es mV/ºC/celda). Sin
embargo, las baterías selladas de la actualidad tienen un desempeño que no lo requiere, si la
temperatura del ambiente está comprendida entre 15 y 30 ºC. Si su aplicación fuera a
temperaturas que se encuentran fuera de esta ventana, la recomendación es consultar con el
fabricante cuál es la corrección a aplicar.
Para descargas en tiempos superiores a 3h y hasta 20h, el valor más frecuente es de 1,75VPC.
En un monoblock de 12v esto implica 10,5V. Pero se debe consultar el manual del producto
porque puede ser un valor menor (por ejemplo 1,67VPC) si la descarga es en 15 minutos o de
1,9V si la descarga es en 100h.
Medir la tensión de vacío es una forma sencilla y práctica. La tensión, en baterías de plomo-
ácido, depende de la densidad del electrolito. La regla práctica dice que, si se conoce la densidad
del electrolito (expresada en Kg/l) sumando el coeficiente 0,845 obtendremos la tensión a
circuito abierto o en vacío (por celda) de esa batería. Veamos un ejemplo. La densidad del
electrolito de las baterías selladas es de 1,3 Kg/l. Por lo tanto, 1,3 + 0,845 = 2,145. Este será el
valor en Volt de la tensión a circuito abierto. Si la batería es un monoblock de 12V (6 celdas), la
tensión a circuito abierto que mediremos, cuando se encuentra bien cargada, será de 12,87V.