Sunteți pe pagina 1din 274

·--~ ·:-.

:~ \ : - ·;¿-- - -
..

'

CUADERNOSREPUBUCANOS

·:~ ">·

. 1

~'--

... .é J
• 1
--~·'
1,_

/
,/
CUADERNOS
REPUBLICANOS

Leandro Prieto Yegros


Director

Raúl González Fleytas


Jefe de Redacción

Raúl V. Noguera
Secretario de Redacción

Ismael Ortlz Barreto


Administrador

Dirección: Espafia 1.445 • Asunción, Paraguay

1/
¡_,.._

:.:, .

..
''l._:· .

. -·.
'· ~: . . f.

.•. ··,_. ~--· .. -


'.¡'

: .···~
IN DICE

Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

El Proceso Democrático Paraguayo 11

Doctrina de Ignacio A. Pan e


Referente a la Libertad de Prensa 35

Conferencia Dictada en Villarrica


Sobre Límites Paraguayo-Bolivianos 43

Ensayos Sobre las Causas de la


Anarqura Polrtica de 1904/1923 67

Ideas para una Actualización de la


Estrategia del Desarrollo Nacional 83

El Comunicador Social en la Adopción de la


Polrtica de Comunicación en América Latina 117

Mariscal Francisco Solano López,


Héroe Máximo del Paraguay . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137

Los Empréstitos del Paraguay 163

La Verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187

Historia de la Moneda Paraguaya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209

Mister Baker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257

___ //
i ."! (o__

.. '. ~-•.- ....

,_-;,
li,;:

:...:..·. : {'·

''
:-;::. ·....'.. :·- .·~ .':

:.,--..

;¡ . \. ·- . ·i;

"•.;: u:
. -:--;. ,;:·• .

,_--·l :.. -. ~- . :':·'


. ., . '.· ..
•. ; :. t ~ ._."" •

:.·

:.,-•,

~y;_ ....

\
EDITORIAL

Lector:
"CUADERNOS REPUBLICANOS" constituye el más serio y
sostenido esfuerzo realizado en los últimos tiempos para consoli-
dar y expandir el denso pensamiento nacionalista. Para el cumpli-
miento de tales propósitos fue indispensable el reconocimiento pro-
fundo de la génesis y evolución del pensar que corresponde a
nuestra condición de republicanos. El transitar ese pasado nos
brind6 el conocimiento de las falacias con ·zas que se estructura la
"historia de la mentira" con las cuides se ocultaron y aún hoy se
ocultan las expresiones más auténticas de la creatividad paragua·
ya y de su pensamiento dinamizador.
Qué otra cosa es la historia escrita e impuesta por los repre-
sentantes de intereses antinacionales? Cómo calificar a las versio-
nes que adulteran la verdad histórica con el claro afán de hacer
perder su autoestima a la nación paraguaya? Al denigrar nues-
tro origen hispano-guaraní, al desconocer o restar valor a to-
do testimonio de nuestra capacidad cultural, que ilustre nues-
tra concepción de la vida, que jerarquice el pensar nacional,

7
se pretende imponer un estado colectivo de postración cultural y
de vasallafe espiritual.
Contra ese propósito de supeditación el método indicado es el
de la definición clara del pensamiento paraguayo respecto de las
interrogantes de la existencia misma, tanto en el pasado, como en el
presente y en el porvenir. Seguridad y desarrollo, temas insoslaya-
bles en los tiempos que vivimos, reclaman ese fortalecimiento que
sólo será posible con el aporte de mentes capaces y elevadas. M e-
diocridad, nulidad e ineptitud son aliá~ de los factores que se
oponen al logro de los objetivos nacionales permanentes.
..No tenemos petróleo, pero tenemos ideas" afirman los fran-
ceses. Nosotros tenemos a Itaipú y esta majestuosa obra será pues-
ta al servicio de la Nación Paraguaya mediante la expansión y
consolidación de nuestro sistema de ideas que llamamos PENSA-
MIENTO PARAGUAYO, que es la fuente inagotable de toda la
vitalidad que constituirá la indestructible coraza contra la que se
estrellarán todas las agresiones que se planteen contra nuestra
Patria y nuestro sistema de vida democrático, 'Cristiano: y· occidental.
Consecuente con las ideas expuestas, CUADERNOS REPU-
BLICANOS entrega en este número, artículos que hacen referen-
cia,. al ·~Proceso Democrático Paraguayo"; n~estro concepto respec-
·to -~ la libertad de prensa,; lps. pensamifmtos ~oste.nidos en tiemp9s
.. ~e.:_d,iferencia de ,iímites ·qpñ BCJ.lima;. un e,1;;ayo 'sobre ·~caus~ de
__ la .. anarqqía ·política de l.9P4: - ~923"; el relato so.bre los escandalo-
.sos ~P,.éstiÚJs. de L.ondres; lJriTidamos nuevas ··ideas'. para la. ac-
.·tuali~c.ión de la estrategia para el '(Ie~arrollo nacional"; tema reZa-
o
. tivo .al. c0m.unic.a4or soaial y, 'la política de comunicación'' y. ot~os
•• '· • • • ·- -·. ···'' ' • • • • •

artículos que hace~ .. ck este t:femplf!-r una·vf!l1osa c~laboración pa-


. ra el. logro i;le. n~str.ps .aJtos_ u·, :nobles. ideales ruu;ionales.

Cordialmente

,·Leandi'o ·. Prletó ·Yegros


Directór
//
Dr. JUAN MANUEL FRUTOS

El Proceso
Democrático Paraguayo

I/
.... ··~
• =··....J

Conferencia pronunciada por el Vice-Presiden-
te de la H. Junta de Gobierno de la A.N.R. (Partido
Colorado), el Dr. Juan Manuel Frutos, en el acto or-
ganizado por los centros "Ignacio A. Pane" y "Bias
Garay", para ratificar la inquebrantable lealtad al
Líder Presidente Stroessner, como defensor intran-
sigente de la paz que vive la República. El acto se
llevó a cabo el 28 de marzo de 1984, en la casa de
los Colorados.

13

.. __¡}'
. --..· .. ( .. r.' .... ·•·•.. ~ _.;.i.~ .... ",....... .._..~ "->; J •
. ····~

\
:... ·.

EL PROCESO DEMOCRATICO PARAGUAYo·~


CARACTERISTICAS

Hablamos de un proceso democrático paraguayo, ·disün:.


to en el tiempo, en el espacio y en su esencia, para diferen-
ciarlo de otros procesos similares, que recién ahora se reini-
cian y-o pretenden iniciarse en los' países de América l..atina.
La democracia tiene sus altibajos en la Historia de nues-
t~os pueblos Latinoamericanos. Tal es .así qUe la Argentina,
después de superar la dictadura militar, inicia un alentador
r~gimen Democrático con las elecciones del año 1983. Brasil,
tambi_én se .encuentra en esta circunstancia. Chile y Uruguay;
proyectan y ven la .posibilidad de desembocar nuevamente én
la convivencia democrática pluripartidista.

En el Paraguay, desde la década. del 60, tenemos un nue-


vo proceso democrático. Después de . fracasar la vía de ~a
conspiración y de la subversión, se avinieron a las eleccionés
el Partido Liberal, en . 1963 .. Luego c·oncurren - para: las
elecciones de la Convención Nac'ionai'-Constituyénte, cuatro
partidos políticos, que son el Colorado,· Liberal, ·Radical y él
Partido Revolucionario Febrerista, que redac~arc;>n la Consti-
tución Político ·social de. 1967, que· constituye la. mayor . cqn,..
tribución histórica del Colorádis{Tlo para estructurar un Está..
do de Derech'o y democrático en nuestra Patria!!.

ELECCIONES PERIODICAS

En este proceso se · realizan con la periodicidad estab:leciO:.


da en fa Constitución {cada cinco años); elecciones Naciona-
les y Municipales para elegir, Presidenf~ de la República,
Miembros del Congreso Nacional, de las Juntas Municipales
y de las Juntas Electorales.
Jamás se realizaron tantas elecciones con la periodicidad
y presencia de Jos adversarios politicos, como las realizadas
en el Paraguay, en las décadas del 60, del 70 y en lo que va
del 80.
En el marco del proceso democrático paraguayo se eje-
cutaron profundas transformaciones de estructuras económi-
cas y sociales, para llegar a una etapa política superior, ope-
rándose asi una qemocracia de contenido social y económico
cada vez más profunda y perfeccionada.

ITINERARIO DE LA REVOLUCION

Esas profundas transformaciones estructurales en todos


los órdenes, jalonaron el itinerario de un proceso Revolucio-
nario. en la paz, que .en su primera etapa fue el de la Revolu-
ción Anhelada, luego se calificó como la Revolución Pacifica
d_el Coloradismo, con su lider el Presidente Stroessner. En su
terqera etap·a es. la Consolidación de las Bases de la Revolu-
ción Pacifica.
Tenemos asi un proceso democrático paraguayo (que su-
pera las nefastas consecuencias de la revuelta fratricida de
1947), con ~ás de 20 años de trayectoria desde la década del
60, con la participación de los Partidos Polfticos democráti-
cos del pafs, y el libre juego de todos los aspectos que hacen
a la democracia pluripartidista.
Hace pocos años, algunos dirigentes se abrieron de sus
respectivos partidos y con el Partido Revolucionario Febreris-
ta forman el llamado Acúerdo Nacional, con el .~.upuesto pro-
pósito de la "democratización del pafs". Carentes de apoyo
popular y de representatividad, estos grupos irregulares reco-
rren paises extranjeros en busca de apoyo y solidaridad ins-
pirados en la linea de! más rancio esplritu neolegionario e. in-
tervencionista. El Acuerdo Nacional tuvo y tiene su principal
vocero en ABC Color~

16
Cuadernos Republicanos

La falta de representatividad de los dirigentes del Parti-


do Revolucionario Febrerista, de la Democracia Cristiana, del
Partido Liberal, del Partido Liberal Radical, Partido Liberal
Auténtico y del Mopoco, que componen el acuerdo, a más
de constituir grupos irregulares, que no son partidos políti-
cos, carecen de una doctrina que los unifique, por lo que el
pueblo no tiene ninguna esperanza en este mal llamado acuer-
do nacional.

DEMOCRACIA POUTICA DE CONTENIDO


SOCIAL Y ECONOMICO
Sostenemos que en el Paraguay asistimos a una Demo-
cracia Política de profundo contenido social y económico.
Esta Democracia Integral, es el medio más adecuado para lo-
grar una más afectiva y perfeccionada vigencia de la liber-
tad; de una libertad basada en la Justicia Social, la Demo-
cracia pluripartidista y los Derechos Humanos en el Paraguay
y en el Continente Latinoamericano.
Nuestra Democracia Paraguaya se regula por las leyes
Nacionales y la Constitución Nacional que contempla, el Ca-
pitulo de los Derechos Políticos y un pluripartidismo exclu-
yente de toda doctrina que, busque destruir por cualquier
vfa, la genuina democracia paraguaya. Pregonamos y practi-
camos una Democracia sin comunismo con óptimos resulta-
dos en el Paraguay.
No admitimos ni permitiremos en nuestra Democracia, la
legalización de organizaciones totalitarias que niegan la esen-
cia misma de nuestra identidad Nacional y pregonan la des:..
trucción del SER NACIONAL PARAGUAYO!!!
Estamos estructurando una democracia pluripartidista en
que "se asegura al pueblo, cada vez más, una participación
creciente en los beneficios de la riqueza y la cultura. Nuestra
Democracia, garantiza la evolución hacia una sociedad más
justa, sin privilegiados ni clases explotadas, mediante un de-
sarrollo de base popular, inspirados en Principios de Jus-
ticia Social del coloradismo revolucionario!!

17
ASPECTOS DE LA DISTRIBUCION DE LA RIQUEZA
EN LA DEMOCRACIA COLORADA
La Reforma Agraria es uno de los signos más sensibles
de la Revolución Pacifica, por sus consecuencias en todos los
órdenes de la vida nacional. En efecto, la redistribución de la
tenencia de la tierra y la propietarización de la misma incidió
entre otros aspectos, en la distribución de la riqueza en be-
neficio de la mayorfa del pueblo.
Veamos en qué medida los beneficios de la riqueza lle-
gan al pueblo mediante la Reforma Agraria ejecutada desde
la década del 60 a lo que va de la década del 80.
a} La distribución de más de 9.500.000 hectáreas del terri-
torio nacional en los últimos 25 años, incidió en la redistribu-
ción de los sectores económicos de la estructura agropecua-
ria del pafs.
Al derrumbarse la estructura feudal de los latifundios que
monopolizaban la tenencia y propiedad de la tierra, se asiste
progresivamente a la democratización de la tierra, en bene-
ficio de centenares de miles de paraguayos. En efecto, exis-
ten en el Paraguay, 650.000 propiedades que · pagan Impues-
to Inmobiliario, para una población de 3.200.00 habitantes.
b) La distribución de millones de hectáreas y el aumen-
to de centenares de miles de propietarios inciden en la DEMO-
CRATIZACION DE LA RIQUEZA GANADERA, que deja de per-
tenecer a una minoría privilegiada, y beneficia cada vez más
al pueblo en los diversos renglones de la ganaderla. Tal es
asl que existen más de 150.000 pequeños, medianos y gran-
des propietarios de ganados vacunos, con boleta de marcas
inscriptos en la Dirección General de Registros Públicos· en
la Dirección de Marcas y Señales.
A los propietarios de ganado vacuno hay que sumar los
dueños de la ganaderla menor, sea porcino, lanar y caballar,
con lo que estimamos en más de 250.009 familias, dueñas de
la riqueza ganadera del pals. No es una ganadería oligárquica.
e) La riqueza forestal y yerbatera. Con la distribución de
la tierra, el contenido siguió al continente. Tal es asf que, la

18
Cuadernos Republicanos

riqueza forestal y yerbatera de los bosques de Alto Paraná,


Caaguazú, ltapúa, San Pedro, Alto Paraguay, etc., que perte-
necían a latifundistas oligárquicos, se transfirió al pueblo.
Existen más de medio millón de propietarios en el Paraguay,
repetimos, responsable y documentadamente, que existen ·más
de . 550.000 propietarios, de los cuales aproximadamente
300:000 son propietarios rurales.
d) La Riqueza de las Praderas. Otra riqueza esencial. de
un país agrícola y ganadero, constituyen las fértiles. praderas
naturales, que ·fueron distribuidas en millones de hectáreas,
principalmente en el Chaco Paraguayo y en algunos Departa:.
mentas de la Región Oriental.
e) El Agua. Asimismo, el agua de· lós ríos, arroyos, lagos
y lagunas, ·con su riqueza piscícola, también benefició al ·cam-
pesinado. Es conocida la tremenda riqueza piscícola y la va-
riedad de pescados, que sirven de fuente de alimentación a
todas las capas sociales.
Tenemos así que, con la distribución de la tierra a impul-
so de la Reforma Agraria, se procedió paralelamente a la dis-
tribución de las principales riquezas de un país agropecua-
rio_,_ ya que, la riqueza ganadera, forestal, yerbatera, de los
campos, beneficia sostenida y progresivamente a todas las
capas sociales y económicas del país, estructurándose una
sociedad más justa.
Sin ánimo de agotar el tema, hemos evidenciado algunos
aspectos que prueban que se cumple en nuestro proceso de-
mocrático el Principio Cardinal del Coloradismo que propug-
na que los beneficios de la riqueza lleguen al pueblo.

ALIADOS Y ADVERSARIOS DE LA
DEMOCRACIA PARAGUAYA

Todo régimen político tiene sus aliados y sus adversarios.


No existe democracia, por más perfeccionada que sea ella, que
no tenga su enemigo.

:19
. En el Paraguay, t~nemos adversarios y enemigos dentro y
fuera de la frontera paraguaya.
El principal y más calificado de los enemigos de nuestra
democracia, en el orden internacional, es el comunismo ex-
pansionista y apátrida de Rusia. Esa Rusia sanguinaria que a
sangre y fuego somete y atropella la dignidad de los pueblos
sin respetar los principios consagrados en el Derecho Inter-
nacional, ni la dignidad de las naciones. Los comunistas ja-
más se impusieron por el consenso del voto popular. No exis-
te pafs alguno donde el comunismo triunfó en elecciones.
Rusia es un imperialismo sanguinario y expansionista, cu-
ya diplomacia exterior aparentemente tiene mayores éxitos que
las democracias occidentales.
El imperialismo expansionista ruso aprovecha las liberta-
des y las reglas de juego de la Democracia para socavarla y
destruirla. Uno de esos medios es la Desinformación.

LA DESINFORMACION

Es la técnica comunista, montada por la KGB, para utili-


zar la información en provecho de una linea política.

La desinformación es una de las armas más perniciosas y


temibles de la politica expansionista rusa contra las democra-
cias occidentales. Su concepto se compone de tres elementos.
19) es una técnica comunista de la KGB, montada en 1968;·2-9)
utiliza la información que ofrecen las democracias; y 39) Utili-
za la información con una aparente imparcialidad, en provech()
de una linea política determinada.

CASOS DE DESINFORMACION

Un caso de desinformación es, sostener atrevidamente una


mentira, en la que no cree nadie, pero, que es sostenida en la
publicidad durante meses y años consecutivos, hasta llegar en
un momento a condicionar la mente, por una prédica sosteni--
da en el tiempo, hasta crear, primero, la duda y luego, creer

20
Cuadernos·· Republicanos

en el argumento falso que nadie crefa. Lo absurdo comienza a


parecer real.

En la guerra psicopolítica del comunismo expansionista,


caen prisioneros de la desinformación, no solamente el pue-
blo, sino también personalidaaes de envergadura, al extremo
de que un- ex-Presidente de los EE.UU. ha sido víctima de la
desir:'lformación. El Ex-Presidente Carter, reconoció estar des-
informado, después de la invasión rusa a Afganístán, Carter
descubrió tarde, la verdadera forma de actuar de Moscú. Có-
ino puede suceder que, hasta un titular de la Casa Blanca co-
meta un error tan perjudicial e irreparable para la causa de la
Democracia?
_ Relatan los autores del libro ICEBERG, que Carter come-
fió semejante érroi", "simplemente porque ha estado condicio.:
nado -por años y ·años de lectura de una prensa occidental, que
también ha sufrido la desinformación sistemática".

LIBERTAD DE PRENSA

· . Los colorados fuimos, somos y seremos, por convicción y


tradición partidarios de las libertades, y, principalmente somos
partidarios de la libertad de prensa y de todos los medios de
difusión social.
Somos partidarios de la libertad, no del libertinaje.
Som'OS' a:mantes de la paz y de la prédica pacifista. No de
la prédica de odio de clases y de la subversión guerrillera.
Consideramos que:
a) No son útifes a la democracia, quienes no están con ·los
Partidos_ Polrticos .
.b) Son Contrarios a la democracia, quienes están contra
los partidos polfticos y pretenden reemplazarlos como órga-
nos legales de la democracia paraguaya, por un. esquema de
un conglomerado empresarial - tecnócrata - militar, en abierta

21
contradicción de las leyes vigentes, como lo predicaba ABC
Color.

Son enemigos de la democracia quienes predican contra


las normas consagradas en la Constitución Nacionai, en el Ca-
pítuio que regula los Derechos Políticos.
No se puede arremeter contra expresas normas consthu-
cionales sin el riesgo de ubicarse en una postura subversiva y
atentatoria contra la democracia, la libertad y la p~z social.
Los colorados de militancia y tradición, acatamos los Prin-
cipios y la vigencia de la Libertad Política, Libertad de Traba-
jo, de conciencia, re·ligiosa y de todas las demás libertades
inherentes a la personalidad moral del hombre libre, al que
asignamos un valor substantivo.

Estas libertades esenciales en el libre juego de la Demo-


cracia deben estar ·~ubres de injerencias extrañas, libres de
las tácticas del comunismo expansionista", que es la expre-
sión contraria y opuesta- a ·fa vigencia de los valores que ha-
cen a la esencia del coloradismo nacionalista, republicano y
revolucionario!!!
Por nuestros Principios y Programas, el Estado interviene
legítimamente en la actividad económica y poHtica de la Na-
ción, en salvaguarda de los intereses generales del bien co-
mún, y fa defensa de nuestra democracia para que se conso-
lide libre de la polución marxista que repudiamo-s y rechaza-
mos con firmeza y valor de colorados bien .nacidos!!!

DEFENSA DE LA DEMOCRACIA Y LA LIBERTAD DE PRENSA

Uno de los factores principales que hacen a la esencia de


la democracia, es la Libertad de Prensa. Es uñ der~chÓ del ciu-
dadano y de las Instituciones.
El Art. 489 de la Constitución Nacional establece: "Que
todos ·Jos habitantes de la República tienen . derecho al libre
desenvolvimiento de su personalidad, sin otras limitaciones
que las .derivadas del derecho de terceros y del orden público
y social".

22
Cuadernos Republicanos

De ahf que, el Gobierno tiene la obligación, el imperioso


deber de adoptar las medidas en función de las disposiciones
constitucionales y legales, para la preservación del libre jue-
g~ de la democracia. Tal es así, que el Ministerio del Interior,
por Res~I!Jción NC? 227 dispuso la suspensión del matutino
ABC Color.

Resolución del Mlnlsterio del llderior


Esta Resolución, al decir del Director del Diario Hoy:
" ... NO ACALLO UNA PRENSA, SINO UNA .MALA CONDUC-
CION DE LA VERACIDAD INFORMATIVA". Esa Resolución del
Ministerio del Interior, tiene la solidaridad de los Organismos
de Base de la Asociación Nacional Republicana, en forma
consciente y libre. El pueblo está suficientemente. informado y
con la madurez cfvica necesaria para adoptar decisiones en
forma libre y consciente, ya que la medida se funda en dispo-
siciones constitucionales, para preservar la libertad, el orden,
la paz, la democrac·ia paraguaya sin comunismo ni idiotas
útifes.
Bien está que la juventud colorada de los Centros "Igna-
cio A. Pan e" y "Bias Garay", se pronunciert con decisión y va-
lor a favor de la medida adoptada en forma preventiva y de ex-
cepción. ··

LOS TRATADISTAS DE LA LIBERTAD Y


DEFENSA DEL ORDEN CONSTITUCIONAL

Veamos el parecer de algunos Constitucionalistas, en re-


l·acion a la defensa del orden Constitucional. El Dr. Segundo
Llñares ·auintana, en su TRATADO DE LA CIENCIA Y EL DE..
RECHO. CONSTITUCIONAL". Especial Tomo V. Capftulo .titu-
lado: "LIBERTAD Y DEFENSA DEL DERECHO CONSTITUCIO-
NAL",· expone cuanto sigue: "La vida del Estado, como la de
su creador beneficiario, el hombre, está sujeta a toda claSe de
vicisitudes felices unas, desgraciadas otras, que en casos no
comunes, llegan hasta poner en peligro la existencia misma
del Estado.
"Como advierte Rébora, el Estado se constituye y organi-
za para perdurar en tanto subsistan Jos factores determinantes
de su existencia, y mientras éstos mantengan entre si las re-
laciones y la proporción que la respectiva Constitución ha en-
tendido interpretar".
"COMPRENDASE ENTONCES QUE, ANTE CIRCUNSTAN-
CIAS EXTRAORDINARIAS QUE PERTURBEN O AMENACEN
LA VIDA DEL ESTADO, LAS AUTORIDADES DEBEN D-E HA-
LLARSE INVESTIDOS DE LOS PODERES ADECUADOS PA-
RA UNA EFICIENTE D.EFENSA DEL ORDEN CONSTITUCIO-
NA[, AUN CUANDO ELLO SE TRADUZCA EN UN DEC~IMIEN­
TO DE LAS GARANTIAS DE LA LIBERTAD INDIVIDUAL".
Es una nueva explicación del secular aforismo: "SALUS
POPUUS, SUPREMA LEX EST". "LA SALUD DEL PUEBLO ES
LEY SUPREMA" .
. Observa Giménel ..de Arrechaga, que el Estado de Dere-
cho no deb,e prevenir solamente el tratamiento de las situacio-
nes. normales, sino que también, necesariamente ha de trazar
normas para el ejercicio del poder público en aquellos casos
de mayor dramatismo en los cuales, los hechos o las coyun-
turas· potrticas .amenazan poner en peligro ta estabilidad de
todo el sistema Institucional.
Tal el pensamiento de reputados Constitucionalis!as de
irrevocable tendencia democrática, todos ellos coincidentes
en asegurar la continuidad juridica de la vida del Estado en
circunstancias excepcionales y ante el peligro de rebelión ..
Nuestra propia Constitución Nacional, prevé el caso en el
Art. 71Q, que eátablece:- "No se permitirá predicar odio· entre
los paraguayos; ni lucha de clases, ni tiacer la 'apolo·gra· Cief
criineii, <>. la violencia .. La critica de 'ras Leyes es libre, . pefo.
nadi.e. podrá proclamar l.a desobediencia a lo que ella~. dispo-
nen".
En todo proceso democrático, son · responsables de su
plena vigencia, los partidos. poUUcos intervinientes, cpmo · lo
expresa claramente el. sistema "pluripartidista". No ..,es sufi-
ciente que un Partido de Gobierno actúe con alto e~plrittt c:le-
Cuadernos Republicanos

mocrático, cuando en la oposición se recurre a grupos que ni


forman un Partido político, es decir, que actúan extralegalmen-
te y fuera de la Ley, con tácticas eminentemente subversivas.
Es entonces cuando ocurre "las vicisitudes", que obligan a
adoptar medidas de preservación del orden democrático y
especialmente de la paz pública.
Y es esa paz la que estamos dispuestos a preservar co-
mo la mejor garantía que el proceso democrático no será inte-
rrumpido por "los irregulares" de adentro o de afuera!!
¿Por qué la defensa de las libertades y de las lns:ti~ucio­
nes democráticas se prevé en las Leyes, en las Constitucio-
nes, en las Doctrinas del Derecho Constitucional y en los Con-
venios Internacionales?
Los Principios no pueden tener vigencia por su sola enun-
ciación. Hay que defenderlos por todos los medios.
Entre las Leyes recientes de los países democráticos ·en
los últimos tiempos, citemos los casos de la Argentina, de
España, de República Dominicana y mismo, de los EE.UU. de
América.
PROTECCION DEL ORDEN CONSTITUCIONAL
Y DE LA VIDA DEMOCRATICA

ARGENTINA

El Excmo. Señor Presidente de la Argentina, Dr. Raúl Al-


fonsin, tiene en trámite de Sanción Parlamentaria un Proyec-
to de Ley "PROTECCION DEL ORDEN CONSTITUCIONAL Y
DE LA VIDA DEMOCRATICA", que ya fuera aprobada en la
Cámara de Diputados.
El Gobierno de Alfonsin, democrático por donde se
lo mire, sin embargo se vió en la obligación de clausurar
una Empresa de difusión informativa internacional, de varios
años de existencia, denominada SAPORITI. El 16 de marzo de
1984, el Gobierno del Dr. Alfonsín, clausuró las actividades de
la Agencia SAPORITI, que tiene 80 años de existencia. Es
la Empresa más antigua en su género de América Latina. A
las 01.45 horas, del 16-111-84, policías uniformados desaloja-
ron de la Redacción al personal de: la Agencia, cesando las
actividades informativas de SAPORITI. La clausura de la A-
gencia de Noticias fue repudiada por las organizaciones sin-
dicales de prensa. La Agencia SAPORITI, dejp de informar.
El Diario CRONICA de Buenos Aires, dejó de aparecer,por
disposición de la Editorial SARMIENTO, que informó que "an-
te reiteradas medidas de fuerza y actos dañosos que causan
perjuicios económicos de todo tipo, la Empresa suspende al
personal gráfico y personal periodístico de todo tipo". Agen-
cia de Noticias y Diario se clausuran en la -Democracia Ar-
gentina.

ESPARA

El Gobierno de Felipe González aprobó un Anteproyecto


de .Ley Orgánica Antiterrorista, en que adopta medidas contra
las actuaciones de bandas armadas y elementos terroristas.
Por el Art. 1.1 la Ley alcanza a las personas relacionadas
con actividades terroristas, o con bandas que organicen, coo-
peren o inciten a la realización de las acciones terroristas, así
como a quienes hicieren su apología pública o encubriere a
los implicados en ella.
El lnc. j) afecta a quienes hacen "la apología pública,
oral o escrita, o por medio de la imprenta u otro procedimien-
to de difusión, de las conductas y actividades de las personas
·integradas a los cuerpos o bandas organizadas o armados de
finalidad terrorista o subversiva.

REPUBLICA DOMINICANA

El .Presidente Salvador Jorge Blanco, el 8 de Marzo ·de


1984, dlspuso el cierre de la Emisora ·independiente "RADI'O
CENTRAL", supuestamente por afectar la paz pública.

26
Cuadernos Republicanos

ESTADOS UNIDOS

La medida de precaución para preservar la vigencia de


la Democracia y de sus instituciones, no se limita sólo a las
medidas preventivas. Nadie puede dudar del ·Gobierno Demo-
crático ·de los EE.UU. de América, por haber intervenido con
el peso de sus fuerzas· armadas en Grenada, en el mes de -oc-
tubre de 1983, a fin de evitar que ese país caiga en la órbita
comunista.
Algunos criticaron al Presidente Reagan esa decisión, co-
mo una violaciór:l de Principios Internacionales. Otros aplau-
dimos esa valiente y decidida postura del Presidente Reagan,
que se ajusta a expresas disposiciones previstas en .la Carta
de la OEA para mantener la seguridad del mundo libre.
Al pasar una breve revista de las recientes leyes de la Ar-
gentina, de España, al cierre de Radioemisoras en República
Dominicana, y a la intervención de los EE.UU. en Grenada y
anteriormente en República Dominicana, no se pretenda que
la vigencia de la Libertad de prensa no tenga restricciones.
Como vemos, no es ajeno a la Democracia, adoptar me-
didas para preservar las libertades en todas sus malili1esta:cto-
.nes. La Ley y la Constitución limita el uso de la información
para garantizar el pleno ejercicio de los derechos individua-
les, como en la Constitución Española, Art. 189 y otros .con-
cordantes, como los Art!culos 709; 719; 729; 759 y 809, .q.ue
prevén LOS EFECTOS NEGATIVOS O EL MAL USO J~ELIC­
.TUOSO . DE LA INFORMACION.

ANTECEDENTES POLITICOS EN EL PARAGUAY

Como antecedente· de nuestro proceso polftico, mencio-


nemos esa etapa posterior a la dictadura del Gral. Morín~go,
en que se habló de una apertura democrática, y por falta de
decisión, de habilidad en la conducción de los intereses na-
cionales, no se pudo concretar. En aquella época, se predica-
ba "la villarroelización" de los hombres del gobierno, o sea,

'27
colgar de los faroles a los dirigentes políticos. _Lamentable-
mente, la esperanza de democratización de 1947, desembocó
en una revuelta fratricida, organizada y llevada a la práctica
por los liberales, febreristas y comunistas.
No olvidemos esto, queridos compañeros, y tengamos la
convicción de que con el Presidente Stroessner, y el Partido
Colorado, se tiene la decisión de preservar nuestra democra-
cia y no permitiremos que se repita un nuevo "1947".

ASPECTOS ESENCIALES DE LA DEMOCRACIA

La libertad de prensa y los otros medios de difusión so-


cial, son aspectos esenciales de la democracia.
Los principios pueden ser violados o defendidos. En nues-
tro concepto, cuando un periódico, como A.B.C. Color, se clau-
sura por predicar permanentemente en la linea de la desinfor-
mación, que es táctica del comunismo para destruir la demo-
cracia, no se viola principios, sino todo lo contrario, es defen-
der y pre·se·rvar la libertad de prensa! Los periódicos deben
ajustarse a las disposiciones constitucionales y legales que
regulan el Principio de la Libertad de Prensa. No se puede
pretender que se reanude la publicación a A.B.C. Color, sin
restricciones, como lo expresa un comunicado de la em-
bajada de los EE.UU. de América. Tal pretensión tiene visus
de injerencia en los problemas internos de una nación sobe-
rana. Al decir "injerencia" suavizamos el tono, porque tene-
mos duda de que pueda ser una intervención. Los periódicos
aparecen y se clausuran en el Paraguay conforme a Resolu-
ciones del Gobierno y de acuerdo a las disposiciones Cons-
titucionales y legales propias de un país soberano.

CARACTERISTICAS DEL PROCESO DEMOCRATICO


PARAGUAYO

El proceso democrático paraguayo se caracteriza por los


siguientes aspectos:

28
Cuadernos RepubliCanos

19) · Es una Democracia que se rige por las disposiciones de


la Constitución Nacional y de las Leyes pertinentes que
hacen a un Estado de Derecho.

29) Se inspira en la Doctrina de los Partidos polfticos reco-


nocidos legalmente.

39) EL PARLAMENTO es un sistema bicameral, integrado por


Representantes de los Partidos Pollticos electos en comi-
cios realizados en toda la República.

49) LAS ELECCIONES son convocadas con rigurosa PERlO·


DICIDAD, a tono con la divisa Republicana para tener un
gobierno del pueblo para el pueblo. El Poder Legislativo
es ejercido por un Congreso, compuesto de la Cámara de
Senadores y de Diputados.

59) Es una Democracia pluripartidista, a tono con el régimen


Republicano, Democrático y Representativo de Gobierno.

69) Es una Democracia Política de profundo contenido econó-


mico y social.

79) Es una Democracia sin comunismo, en que prohibe la


subordinación o alianza de lós Partidos Polfticos paragua-
yos, con· organizaciones similares de otros paises.

89) Es una Democracia que opera transformaciones estructu-


rales revolucionarias en beneficio del pueblo.

99) Es una Democracia· en que impera LA ·PAZ SOCIAL, y el


respeto a los derechos humanos, sin guerrilleros, sin se-
. cuestradores, sin asesinatos ni terroristas. No se conocen
escuadrones de la muerte ni paredones· ·de fusilarnientos,
ni campos de concentración,

Resaltamos estos aspectos, sin ánimo de agotar el tema,


ya que . es un proceso que se perfecciona .y es perfectible.
.

29

--------------
MENSAJE· FINAL

La juventud es el dinamo que mueve la historia . de los


Partidos PoHticos, pues de su acción idealista y vigorosa, en
gran medida depende las más grandes realizaciones en la
búsqueda de un porvenir mejor para la Patria.
La juventud tiene trascendencia de mañanas. Es anticipo
de porvenir con su pasión renovadora y militante. Y esa ju-
ventud es la que actúá valiente y decididamente en los cua-
dros de nuestra poderosa Asociación de Hombres. Libres, in-
terviniendo, inclusive, a través de sus Congresos, en las gran-
des decisiones partidarias y en los problemas nacionales.
Y es por esa juventud, que el Coloradismo tiene la· fiso-
nomla de un Partido polftico moderno y de extraordinaria di-
námica en la acción. La prueba la tenemos con los Centros de
Estudiantes "Ignacio A. Pane" y "Bias Garay", patrocinantes,
precisamente, de este acto que estamos celebrando.
Felic~ de los Partidos Potrticos que c·uentan en su senó
con una juventud como la nuestra, verdaderos portaestandar-
tes de la Revolución Pacifica que se viene operando para la
felicíaad de todos los paraguayos, con el liderazgo del Presi-
dente Stroessnerlll
Revolución en la Paz, que es la única fornia posible de
los cambios sociales y económicos, principalmente en . bene-
ficio del pu~blo paraguayo, hasta ayer el eterno olvidado por
las dictaduras oligárquicas que asolaron nuestra Patria.
Revolución en la libertad, que hoy pretenden traicionar
los contrarrevolucionarios de las carpas legionarias, parape-
tados detrás de un Diario pseudo independiente que, con la
fuerza. y resolución valiente que da la razón y la verdad de los
hechos, acaba de ser clausurado por tiempo indeterminado,
por nuestro Gobierno.
Y quiénes podrlan ser mejores testigos de esa Resolución
adoptada, que vosotros jóvenes compañeros colorados, que
con entusiasmo patriótico y nacionalista, .v~nls trabajando pa-
ra impulsar hacia renovados cambios para el desarrollo en la

30
Cuadernos Republicanos

paz creadora y en la libertad del glorioso pueblo Paraguayo!!


De ahf que nuestra postura de rechazo a la técnica de la
desinformación marxistizante y de la traición solapada y avie-
sa, os honra como un galardón que podéis lucir con orgullo
de autenticidad colorada y revolucionaria.
Jóvenes Compañeros Colorados: Que vuestro espfritu de
lucha no decaiga jamás!! Que siempre marchéis a la vanguar-
dia de los grandes acaeceres históricos que vienen protago-
nizando nuestro partido en favor de una Patria cada vez más
bella, en la libertad, en la paz, y en la Democracia Paraguaya.
forjada por los paraguayos y para los paraguayos, con el Dr.
Chaves en la Casa de los Colorados y el Presidente Stroessner
en el Palacio de López!!!

31
.· ..•.
!j

·r
IGNACIO A. PANE

Doctrina de
Ignacio A. Pane
referente a la
Libertad de Prensa

Ponemos a disposición de nuestros lectores la doc-
trina que vertebra nuestro modo de pensar respecto
a la libertad de prensa. Siendo integrantes de la
corriente histórica del Coloradismo, pensamos y
actuamos de conformidad a nuestros ideales y a
nuestros principios•

37
..
. ·... ,; ...
.~ ('~ :..-, ~: ~

. -:-.·

. ~- .- .

"La libre emisión .de ideas y pensamientos y. sü publica-


ción y propagación por medio de la· imprenta, es' considera-
da dentro de la. civilización contemporánea, como una: def·las
aplicaciones más importantes- de la libertad generaL· -· ·

"El verdadero control de las funcioneS .Qel gÓbíé:rnO está


en el ejercicio de los derechos políticos, y uno de esO~ gran-
des derechos es el de publicidad. que, soi¡~ario _con _lo.s' de-
más, defiende a los ofros. La libertad de la. emisión. de
ideas
y pensamientos por medio de la prensa, nQ es pu~s- uri prf:..
vilegio, sino una necesidad, tán 'indispensable ai ciudadáno
comp la libertad de :conciencia, de trabai?, ·de éomerci~·. -etc.

"Todas las libertades tienen -un I!inite: .eólo .llegan hasta


donde no perjudiquen los derechos de: tercer-o,· .¿por ··qué ha-
bía de hacerse de la libertad de prensa una excepcióri?,·Por
lo demás, reglamentar el ejercicio de una libertad no es cóar-
tarla sino hacer su ejercicio compatible con la justicia y los
derechos de tercero; no es restringir su uso legítimo sino im-
pedir su abuso. Poner trabas a un abuso no es derogar una
libertad. Abuso y libertad no son sinónimos. El ejercicio de
la libertad no ofende el derecho de nadie; el abuso daña el
derecho ajeno. No hay que confundir la libertad con la licen-
cia. Se puede censurar a un gobernante sin inferirles ofensas
mezquinas y mal intencionadas; puede emitirse juicio sobre
un grupo de ciudadanos, pero no incitar al odio o al despre-
cio entre los gremios sociales, y siempre tiene que ser muy
distinta ante la ley, ante la recta conciencia de la opinión pú-
blica, la situación del escritor serio que, con espíritu inde-
pendiente, habla a la razón y no a las pasiones, de la de aque-
llos otros que tienden a enardecer los ímpetus bravíos de los
hombres y arrojar entre ellos la chispa de la intranquilidad y
\a revuelta. Castigar la licencia de la prensa, dice Gladstone,
es mantener su libertad".
La doctrina colorada formulada por Pana no fue un fruto
del oportunismo. No se la enunció desde el gobierno, sino en
1906. en la hora más enconada de una larga batalla opositora.
En 1904 el Partido Liberal asume el poder y descarga
sus golpes contra una libertad de que hasta la vrspera hicie-
ra un uso ilimitado. En 1905, La Tarde y sus redactores cono-
'cet'l 4as primeras reacc'ion'es <iei nberafismo, y el Bño siguien-
1e, mediante una maniobra 'de T111tla ley, se em'bargan sus ta-
hres. En "1 006, sufren -chruSilTa 1.a Pa'trla, 'La Ley, Alón, 'Rojo y .
Azul y El 'Enano. en 1'911 corre idéntica suerte 'El Diario. Arite-
rior.mer.~te .fue empa&te.lado La Idea, -de OomcepciáB. En 1913
f.U$ .cl.a.usurado El Nacional; en 19~.So Genenal 'Cabalero; en
1925, el :ctwio .Pabria; en 192!9, la Qpini6n; en d:93t, iLa .Nación,
La Unión y el semanario 'Patria; en 1984. otr.a ·Vez ~&1 diario
.Patria ; .'1 .en 193~, desalojado del poder el über.alismo, :$US
®S wcer.os· ¡p·r:lnolpaJes.. El ÜIDeral y :La Tdb~ dejan de apa-
recer ,por dts.posición def gobie:mo teiDNJrista. En 11987 '8S da-u-
surada la revista Guarania y sus redactores van a parar en el
campo de ~oncentracil>n de la isla Peña Hermosa. Otra vez
duefio del gobierno, el Parlido 'Liberal acentúa su odio a la
prénsa nbre.

..
<1M)
1

1
PEDRO PABLO PEJ\IA

Conferencia dictada en
Villa-Rica sobre límites
Paraguayo - Boliviano
.·.'

..•. ..
•. ,.~ ....' .'
; '

·... ;..··
Al venir a Villa-Rica he realizado un antiguo deseo, cum-
ptierrdo una deuda de gratitud con los amigos polfti'cos y per-
sonales, de· la progresista y culta ciudad' gualreña.
Estos amigos habfan manifestadQ. el deseo de que les di-
jera algo sobre nuestro diferendo de fronteras con Bolivia,
quizá, en ·ra creencia de que, en razón de haber desempeña-
do la Pl·enrpotencia del Paraguay ante el' gobierno d'el pafs aer
aftlptano y cte haber hecho algunas pubficaciones sobre ra
materta en drarios y revistas de fa capital, pudrera yo estar ca-
lificado para emitir opinión al respecto. Precisamente; no ha-
ce mucho tiempo, el Partido Republicano, en nota oficrat. me
remitió un CUestionario, con doce preguntas,. que contempra-
ba, puede decirse, ros diversos y complejos aspectos der di-
ferendo Paraguayo-Boliviano.
Por ra:mr~es q,tJ& no vienen a~ easo .. no hablar p.e~o re-
mitir a las. a~Oiíidades partidafias las respuesU:ts q¡lde. me fta-
bfan¡ soHcitaqo. Aprovecho ahora 1~ ~nic:la9-,. ~- exteriiJ,..
dzar.. las _apr;ec~nes que., a mi j¡t¡Jieio. p:t:teCilanl Y! deben ser-
vi-r de- normas de. conducta, sea ell) eh ~r. se8l efl-la lla~a. a
ua. Partido polftic.o como el. nuestlro•. es. decir, partido de g~­
bierno, de sensatez, de ilustración, y de c~l'a visiófl de patrio-
tismo. la sus~ia de esta &<>nv.ers.aeión sefáft p.tJ~ la diJu~
ctd.ac.ión sintéttca, pero1 precisa yr clafa~ d& _las diversaa ~
tiones planteaaas en la citada enqJJete. Daremos . antes, lllm
rápido bosquejo una vista panorámica, desde 181 iniciación; C!le~
pleito en 1.863, planteada por el Plenipotenciario boliviano Dr.
Aniceto Arce ante el goDierno de los López, hasta él 12 de
Enero de 1.907, fecha de ra firma del Convenio actualmen-
te vigente, que establece ra lfnea de Statu-quo y ra zona der
sbttraje, como as* mismo, los medOs: de .las d'iffcuhades
J!)ellldremes.
Estudiaremos el pasado, relativamente reciente, el esta-
do actual, y el criterio de so·lución con que el Paraguay,
debe encarar el pleito. Es posible que, en la dilucidación de
ciertos puntos, mi opinión personal no coincida con la de al-
gunos publicistas, y hasta del gobierno mismo, en la suposi-
ción de que éste la tenga. La emito en mi condición de lo que
los Anglo-Sajones llaman the men of the street•
. ..
_.,._, ~qs .tre~ proy~to~ ·el~ tra,tados,. y ..nó .. tratados peljeccio-
nadós, que con·stituyen, pu9de. decirse, el, pasado protocoliza~
do del diferencio paraguayo-boliviano, son los conoc·idos con
los nombres de sus respectivos negociadores:
. ...
Qüijarro-Decoud, 1.879;, Acevai-Tamayo, 16 de Febrero.
d~ 1.~81; ..¡· Beoltez-lchazo, 3 de Agosto de 1.894,. ninguno
ct$ 'los· cuales, {elizmente, · ha mereciclo ni' siquiera la conside-
racJon .cl~l Congnaso Parag!,Jayo. Desde el incidente del lla-·
n1ado :Puerto ~iiéheco (B.N.) en 1.886 y el desahucio. del pro-
yec.tado. q0 rwenio. Benftez-lc~azo, Bolivia cambió su táctica
~,~ CaneiUerla, y empezó la .realización de ·la política más po-
sitiva ele ocupaciones Y. avanceS de la, margen izquierda del
Pilcomayo, en hi seguridad de que su~ usurpaciones en esta
zona, no serian descubiertas tan pronto, y no tendrfan el fi-
nal desastroso de sus tentativas sobre Bah la · Negra. En este
sentido, son reveladorea los términos de la nota del Ministe-
ri6 de Relaciones Exteriores de Bolivia, ·cte fecha 27 de Julio
de 1.896 a -su Legación en el Paraguay, con motivo de que las
Cámaras Paraguayas, por. Ley- del 19 de Mayo del mismo año,
hal:)fan ·autoriZa.do al Poder Ejecutivo para crear ·una Comisión
Cientffica . que. practica · el estudio de . exploraoión ·de los
tfmhes. entre ambos paises de acuerdo con sus títulos histó-
ricos· acto ''que itn.portaba, en el criterio boliviano, el aplaza-
miento Indefinido del Tratado lchazo-Benltez, del 23 de No-
viembre de 1~894;.'..
. B~ii'(ia. su.si>en~iÓ su repr&Sentaciór:t diplomética por m'ás
d~. c_h1co
~ . . .reanudarla·
años,' . para
; .. .: . . .
después,
,: ' :
con
. ' ~
'lá segunda· Mi-
.
si6n confidencial del Dr: Quijarro. en ·1.901. · ·
:.· .• •• • • . ,·· l"' • ... '.•' : • .

·· ... Mientras .las Can,ciUer:fas .y .Legaciones discutfan y. cruza-


ban correspondencias diplomáticas, el gobierno ... bolhtiano
.Cuadernos Republicanos

inauguró la política de avances, y avanzar cada vez ITI:ás a lo


largo del Pilcómayo y en el interior del territorio chaqueño
en la convi.cción de que la posesión y la ocupación. constituyen
uno de los tantos tltulos de propiedad, sobre todo, si ni siquie:-
ra una protesta ha habido de la parte interesada .. Tal es eL ori:-:-
gen y la historia de las series de fortines. militares bolivianos
escalonados a lo largo de la margen izquierda del Pilco111ayo,
y del circuito que rodea en la actualidad a Nanawa, asiento de
las Misiones Evangélicas que desde hace años funcionan en
el interior del Chaco, bajo el patrocinio del Gobierno Paragua-
yo..
La audacia boliviana ante las contemporarizaciones y de~
bilidades del Gobierno Paraguayo, no reconoce ya lfmites, y al
incidente trágico del fortfn "Sorpresa" en la cabecera del rfo
Confuso que costó la vida a un Oficial paragl.i~yo, asesinado
por fuerzas. regulares del Ejército de Bolivia, debemos esperar
nuevas y quizá más graves exteriorizaciones del engreimi.ef!tO
boliviano, hasta despertarnos de nu~stra pr()longada siesta. Qué
significa la frontera fluvial y terrestres? No na&·
··- . . .Qicen
~·. .. nada
.
el paso por nuestra misma capital de barcos bolivianos hacia
el Norte?. Nada tampoco, las manifestacioneS del pueblo, de
la juventud y de los leaders poHticos bolivianos que todos,
unánimemente aconsejan a acentuar y apresurar aún más la
ocupación efectiva del Chaco para después imponer las con•
diciones de un arreglo limftrofe?. Los acontecimientos hablan
ya con suficiente claridad y fuerza para que aquellos que se
obstinan en una inacción de optimismo ó en una· estudiada ac-
titud de criminal perversión del patriotismo .se rehusen .a oir
y a ver .. Si el gobierno no afirma su decisión. en. e~ cumpli-
miento de un deber de previsor patriotismo, largo .tiempo des-
cuidado, forzoso será reconocer que no mide en todo su alcan-
ce y significado sus tremendas responsabilidades históricas.
(Asf Jo advertía al gobierno,~ cuando desde .1.906 Clleo!a en ar-
tlculos y notas oficiales desde La Paz al gobierno paraguayo.
No sólo no he sido escuchado, sino que hasta mi protesta de
1.906 por la fundación de los primeros fortines bolivianos. de

47
Glaaehatla y Bal:bwién en el alto Pilcomayo fue dejado sin
efecto, por el Protocolo Soler-Pinilla de 1.907}.

'leamos cuáles sm esos fortines estab-lecidos por ~furia


a rai2 de mi prOtesta -de 1-.906 refativa a B'a~l'i\rián y G'uachalla,
dem\l!o def fef'rf.t{)'l'fo. parasuayo, ef último efe' los cuares esta-
ba JP ésfá ell él' meridiano &2Q5' de Greenwi'cl'r al' Oeste--. -·Seis
aoos cfespaés, af fil"fl'''Elr&e ell -llamade Protacofo- Ayala-Muffa
(5 de· Oetubre de 1;913), declaran® de m:revo ambas· partes
no haber mOOllfi.ca® se~s posesiones de aquella: fecha, e'f re-
presemante-- bormano, aseguraba una falsedad-, errl.'oiTCes de
dfifei·J: comprobaefól'l', pÚest& que- ya estabaff fundados- dos
ntte.'ffE)5 forUrrres, linares- y· Magariños. Ell er momento· misme

de estampar su firma en un Documento oficial en el cual de.


cJaraba na haber innovada- ni avanzado de sus posesiones de
1.9oi,. compLetaba el personal militar de dos nuevos fortines!
Las doblez_ atmará! La historia de las dos siUas del visitante
boliviano a Cllile.l.
la fófrl"tuula de- avaMar sin cfeteneFSe a averrguaT dere-
chos ('que ro hal'án Pa& Cancmerias en sus entretenimtentos
tnócoos}, la práctica bofMana con más actP\Iidadl e intensi-
dad' que ntanea.
A los. dos fortines mencionados, uno tras otro, se fueron
l.e..vantcmdo: otra Magariño&,, los dos Esteros y más -reciente-
mente.: Muf\oz, Saavedra, Tinfunque, Arce y Sorpresa; éste
última en la cabecera del ria Confuso, y los dos primeros no
ya. en las márgenes del Pilcomayo~ sino en la dire:cción del
paralelo 23930' ~ buscando la desembocadura del· río, casi
frente a V. Concepción .. Los tres últimos el añ.o pasado.
Comci)i se vé, Boftvia presctnde de= Ycis D~:scusiones di.plo-
máttcas, y· va deredl.c sob11e el terreno a realizar ~ pensam i.e!lr-
t& directrn: de sus es:l!adrstas. los. Pif!itla>.,. k>s. Saaved~ los Sa-
lamanca, tos: Bustamante, los Diez de Memna;. ~as Alvestagu:t.,
etc.
lEn- un: folleto· cfeo este último- dipfomátfeo que por Ufta Fro-
lllfa.., flas:cQSas,- flue haee> poco tiempo acreditado y recibido
p0r et G-obierno paraguayo, se tee las siguientes· sugesti'l'fas
ND!ess y shtesis de la pomica e&terior de Solivia en sus reJa-
ciones con el Paraguay: ••En 1.907 (después de estipular el
Statu-quo) se alzaron otros d'os fortines, uno err la tatitud 23C?
10', denominado Linares ó fntermedio; otro, situado sobre el
Chaja, en los comienzos def! Estero-Patiño, por ccya razón se
le llama Fortín Estero, en ta latnud austral de 24~~ Esta es la
posición más avanzada que- tenemos en la región del Gran
Chaco por el momento, (ef fotfeto es de 1913}-, porque et avan-
ce, callado. y lento, pero seguro, no ha cesa<! o ni un solo ins-
tante, y si en el corto tiempo de dos años, de 1905 a 1907, he--
mos logrado asentar la soberanía real y efectiva desde los 219
a los 249 1 se presume que será mucho más corto. el tiempo
necesario para llegar a los. 259, es. deck, hasta la eonfwen.cia
del Pilcomayo con el río Paraguay". Como se ve. no es sólo
en ciertos países de Europa que los Pactos Internacionales
s.e considera Cl!aiffon de Papier; También en m.restro Conti-
nente Sud. hay discípulos. y hasta maestros aprovea:hados en
la materia.

Paralelamente al establecimiento de forUnes mil.itares


clandestinos enclavados en territorio paraguayo., se suma
las concesiones a la compañía petrolífera Americana Reic-
mond Levering Company, de más. de un millón de hec-
táreas, hasta frente a nuestro Capital. Estas concesi.ones
aparte de sus fines económicos. tienen otros objetivos, el
de apropiarse la simpatía Norte Amér:ica, presunto Arbi-
tro, según la proposición del Embajador Día.z. de Medina.
Tal es, en sus lineamientos generales, el pasado y el
presente del diferendo boliviano-paraguayo en su doble as--
pecto diplomático y de ocupación m.aterlal de una parte consi-
derable de nuestro territorio chaqueño. Tal es el sombrío cua-
dro en el que no se sabe qué admirar más; sr la awdacia del
invasor. boliviano, o la pasividad o irn,conciencia erinmimlah de los
Poderes Pút:»icos en no darse por apereibidos anta semejame
ultraie a la. Soberanía de la Nación. Protesta. enérgi:ea de 1.906
por los primeros fortines boli~ianos de- oc:upaciárm tGIIl.SChaUa
y, BaUivián:), dejados, cobardem.ente, sin efecto, sei.s meses des,.
pués (Protccolo Soter-Pinilla Enero 7 de 1.907). Notas OfJciates

---~------
y Confidenciales de la Legación del Paraguay en La Paz en
los años de 1.906, 1.907, 1.908; artrcÚios de prensa, ("Los
principios.") en 1.913-14 con los llamativos títulos de "Nue-
vos Avances Bolivianos en el Chaco Paraguayo", y otros lla-
mados angustiosos del patriotismo herido, hecho a todos .los
gobiernos que se sucedieron en nuestro pais, principalmente,
desde los sucesos polfticos del 2 de Julio de 1.908, han caJ-
do en el vacio, recibiendo como respuesta la negación de. !os
avances bolivianos y el total desamparo de la defensa arma-
da de la Patria, por la inconciencia e incomprensión de los
llamados a ampararla. CRIMEN DE LESO PATRIOTISMO, CRI·
MEN DE LESA PATRIA!
Paso ahora a dilucidar las preguntas contenidas · en· el
Cuestionario de Partido Republicano a que he hecho ·men-
ción al princiipio de esta conferencia.

Este interrogatorio, requiere una exposición previa. .Se


ha dicho con justeza que .los pleitos de fronteras no tienen ni
pueden tener sino algunas de las siguientes soluciones: Arre-
glo directo, Arbitraje, o la Guerra. La primera solución, seria
evidentemente la mejor, si fuera posible, ya que no sólo es la
más económica, sino también la que no deja tras si, odios ni
rencores entre los pueblos vecinos.· Este medio de arreglo, pre.:
supone concesiones recrprocas, a menudo inconciliables con
las pretensiones o tesis extremas que suelen sostener los go-
biernos interesados en el curso de los debates de tftulos y de-
rechos históricos Es preciso tener presente estos hechos al
juzgar las respuestas a los diversos puntos del Cuestionario,
ya que el estadista responsable al defender los grandes inte-
reses confiados a su ilustración y patriotismo, debe saber
conciliarlos con las posibilidades prácticas.

Es precisamente esta dificultad el grave inconveniente de


la solución por arreglo directo, al lado sus ventajas incues-
tionables. El segundo medio, o sea, el Arbitraje, ofrece un ho·
rizonte más amplio, en el sentido de poder cada uno de los
contendientes disponer de la libertad necesaria para exponer
y. defender, antes el Juez Arbitro, sus puntos de vista extre-
mos. Asi, nosotros, fundados sobre tratados celebrados po~

50
Cuadernos Republicanos

España y Portugal sobre sus dominios en América y el Uti


possidetis Americano-de 1.810, podemos ftjar como limites del
Paraguay, al Norte, el marco del Y ... y el Rfo Blanco; al Sud,
los límites antiguos de las Misiones, y al Oeste, el meridiano
649 que nos separa de Bolivia. Tales, son los antiguos lfmites
coloniales de la Provincia del Paraguay, según mapas, libros,
cédulas reales, cartógrafos y Tratadistas de la época. La exhi-
bición de tales tftulos y documentos, permitidos en un juicio
arbitral, no serían indispensables en una solución diplomáti-
ca por arreglo directo, que significa, como he dicho, conce-
siones recíprocas y prescindencia de toda discusión de Títulos
y Derechos. Hechas estas aclaraciones, como anticipo a los
reparos que pudieran ser objeto algunas de las respuestas, van
a continuación mis contestaciones a las preguntas del Cue.
tionario Partidario.
l. Cuál es el Protocolo actualmente vigente?
El protocolo actualmente vigente, es el llamado Moreno
- Mujfa, por el cual se ha convenido entre ambos gobiernos,
prorrogar indefinidamente, o sea, hasta la solución final del di-
ferendo de límites, el Statu-Quo de que hablan los Protocolos
Soler- Pinilla y Ayala- Mujfa, en sus artículos 79 y 49 res-
pectivamente.
11 . Cuál es la línea del Statu-Quo - Está o no
trazada sobre .el terreno?
La línea del Statu-Quo es la señalada por el paralelo 199
30' que pasa a 12,5 leguas, arriba de Bahfa Negra, y tien~ co-
mo punto final en el interior del territorio chaqueño, el ¡;neri-
diano 61930', Oeste de Greenwich. Esta línea, no está ni ja-
más f1a estado, trazada sobre el terreno, a pesar de haber
propuesto hacerlo, alguna vez, el gobierno paraguayo al bo-
liviano. La dilucidación exacta de lo que debe entenderse por
la Línea del Statu-Quo, mereqe retener un momento nuestra
atención, dada su capital importancia. Un atento estudio del
Protocolo Soler- Pinilla, pone de resalto una grave falta de
concord~mcia entre las estipulaciones contenidas en los a:r-

51
tk:lil!tos 29'_ Y· 79, cuyo análisis o aplicación sobre el mapa, ha-
ce aparecer al Paraguay como sometiendo a arbitraje, territo-
rio de su posesión .. en el momento el& le. finna. del• citado Pro-
tocole, Para mayor clar•dad~ raada mejc;>r ~ue tr:alólSCribir et tex-
to original de ambos ar:ticuloe. Dice el Art. 29 l.o siguiente: "La
zona sometida a arbiltraie queda comprendida entre el· _parale-
lo 20930'. y la linea. que, en sus alegaciones., sostenga al
Norte el Paraguay, en el, i:nteri:or del territorio, entre los meri-
diar\9$ 61930' y 629 de Green:wiGh. El Art. 79 dice: "Mientras ~e
tramita el c.umpli~to de este Convenio, las Altas Partes
contratantes se compr.ometen, desd.e este momento, a no inno-
vaf ni avanzar las posesio.nes. que em. esta fecha existen"~ Aho-
l'a bten, el Parag~ay, en la citada fecha, (12 de Ener-o de 1-907),
poseia más· allá de Bahia Negra, 12,5 leguas arriba, es decir
un grado g&O$JF.áffco- más,, o sea, lilasia el paralelo 19930'. Mien-
uas tanto, según ~-desprende de la estipulación del Art. 29,
se somete a arbitraje Bahia Negra, con más de 1-12 grado aba-
jo, o sea,_ el paralelo 20930', que según el acuerdo de Buenos
Aires, seria la linea det Statu-Quo, cuando qu·e, en ·realfdad, el
paralelo 19930' er.a y es hoy mismo, la posesrón electiva del
Parag;uayt en e( momeftto de firmarse el compromi.so de no in-
novar ni avanzar sus posesiones ambas partes contratantes.

La verdadera linea del Statu-Quo, ·és pues, el paralero 199


30', 12,5 leguas arriba de Bahia Negra, y no et paralelo 20930•,
abajo de Bahía Negra, como dispone el Art. 29 del Protocolo
Soler - Pinilla, según el cuaLr el Paraggay habria e011sentido
en someter a arbitraje a Bahia N'egr.a~ con. más de medio gra-
do arriba.

tnútil hacer remarcar toda la gravedad que sur.ge- .para


nos·otros de fa apfica'Ci-ón hecha sobre una Carta Geográfi'Ca
de las estipul'actones efe!' art. 29 cfef Protocofo- Sol'er-PinHI'a',
en contracftcción de lo que dispone et Art. 7fl- cter mfsmo a-
cuerdo, en lo atingente ar compromiso de no innovar nt avarr-
zar, desde ese momento; las posesfones que en esa fecha exis-
ten. Entiendo, que es la primera vez, que una eritrea razonada
del Convenio de f907, lfega a las concrusíones mencionadas y
que, en todo caso, no deben perderse de vista, cuando Jregue

52
la ,oportunidad de apl4car sobre el terreno las disposiciones
referentes a1 Sta1u-Quo vi{lente.
Se ha dicho por algunos publicistas, y hasta por ciertos
hombres del gobierno actua1, ·de cuya capacidad y sinceridad
no debo dudar, aunque inspirados por un evidente -error de
conceptos, de que, la protesta de la Legación del IParaguay
acreditada en La Paz, -de fecha 20 de Febrero de 1•906; servida
entonces por mt, mctraiimH:aba los dereoños de soberan~a -del
Páraguay, al exteRdeño5 a los paralelos ·y longitudes ,donde
Bolivia acababa de fundar Jos fortines de BaHivlán y Guadha-
lla, objeto de ·la pr-otesta. En primer lugar, la protesta 1ue orde-
nada por el gobierno paraguayo, a rafz de ser informado por
la Legación a mi cargo, en razón de considerar 'la ubicación
de esos fortines en territorio Paraguayo, como indudablemen-
te lo er.a antes deJ Protocolo del 12 de Enero de 1907, firma-
do un año después de la protesta. En ese Protocolo de Buenos
Aires, el mism;o gobierno protestante. a,parece .como r.enun-
ciand.o. a su soberanía sobre la zona de los citados fortines, ya
aue la Hnea del Statu-Quo estipulado, reconoc.Ta sobre ellos .la
soberanía boliviana, al ·fijar, para el Para,guay, corno JSnea del
Statuo-Quo, el meridiano 61930', en el interior del Chaco. El
texto de la .nota de protesta de la Legación, se halla pubU-ea-
do en el Tomo V de la obr.a del ex-Ministro boUviano Dr. Ricar-
do Mujía, titulada: Bolivia - Paraguay.
Por otra parte, la verdadera cuestión .pendiente entre Pa-
raguay y Bolivia no es la disputa o mejor derecho de una por-
ción de territorio imaginario~ que estuviese- limitado, al Sud,
por el par.alelo 20930'~ al Norte~ por una Hnea indeterminada,
hasta donde el Paraguay mantenga sus alegaciones; al Este,
por el meridiano 61930' Greenwich; y al Oeste, por el meridia-
no 629 del mismo. Esta cuestioncita, diríamos así, de Jínea de
Statu-Quo .Y de zona de arbitraje, se ha .injertado en el pJeito
principal, después de 1888, fecha en que el Plenipotenciario
botiviano·, en ocasión de los incidentes del llamado Puerto
Pacheco, (nuestra Bahía Negra), y de su pedido de pasaporte,
presentó e't memorandum conocido, y la respuesta del 3 de

53
Noviembre del· mismo año de nuestra Cancillerra. Nuestros
historiadores conocen bien el fondo y forma de la verdadera
cuestión paraguayo,..!><>liviana, planteada .en el citado memo-
randum, y la réplica decisiva de nuestro Ministerio de Relacio-
nes Exteriores.
. Según la argumentación del factum boliviano, Bolivia fun-
daba su derecho sobre todo el Chaco, alegando la potestad y
jurisdicción de la Audiencia de Charcas, y la célebre respues- ,
ta de nuestra Cancillerra, desconocra semejante título de domi-
nio, fundada en que Bolivia no se habfa constituido en Nación
independiente sobre la jurisdicción de aquella Audiencia, sino
sobre la potestad de las cinco Provincias del Alto•Perú, Ohar-
cas, La Paz, Cochabamba, Potosi y Santa Cruz; con los territo-
rios que cada una ocupaba, aumentaba más tarde, con Tarija,
Mojos y Chiquitos.

lil. CUál es la zona que debe ser SQmetlda al arbitraje?

Por el Protocolo actualmente vigente, llamado Moreno .....:...


Muj(a, ambos gobiernos han convenido prorrogar indefinlda-
mente el Statu-Quo arriba mencionado, y claro está, que sien-
do asr, la zona, objeto del arbitraje, será la que se convenga, al
Norte de la Unea del Statu-Quo actual, es decir, del paralelo
·19930', punto de partida fluvial y los meridianos 61930' y 629,
quedando una zona neutral de medio grado entre ambas na-
ciones, que era la misma que se sometra al arbitraje del Go-
bierno Argentino por el Convenio de 1907.

· IV. Como juez-árbitro,. los Estad()S Unidos, son o


no son aceptables, en los momentos actuales?

Si el Gobierno paraguayo lo ha aceptado ya; aunque sea


·en prin.cipio, según comunicado ·oficial hecho a la prensa en
su .oportunidad, a rarz de la proposición del gobierno bolivia-
·no, juzgo inoficioso cipi~ar al respecto, siendo natural y l.ógi-
co que el Juez indicado por la naturaleza de pleito fuese el
Monarca Español, antiguo soberano de la cosa. disputada.

54
Cuadernos Republicanos

V. En caso de arreglo directo, hasta dónde el


Paraguay puede hacer concesiones en el
interior del Chaco y en la orilla de su río?

En el __estado actual del diferendo paraguayo-boliviano.


una fórmula de avenimiento directo, significarfa recfprocas
concesiones, dentro de las pretensiones extremas sostenidas
en su debate por ambas partes; concesiones que, sean cuales
fueren, serán siempre juzgadas por el patriotismo, como lesio-
nantes del patrimonio nacional. Por eso considero, este punto
del cuestionario, como uno de los más delicados, porque re-
quiere para ser considerado últimamente, un criterio que pue-
da armonizar las exigencias de un patriotismo reflexivo y ,se-
reno con las altas conveniencias de la paz del continente. Si
alguna vez se me presenta una oportunidad que juzgue ade-
cuada, puntualizaré mi opinión con más detalles. (Con carác-
ter confidencial y reservado, la solución propuesta por el Pa-
raguay para un arreglo directo, se dará a conocer al contes-
tar la última pregunta del cuestionario de "Cuál será la con-
ducta que debe observar el Partido N. Republicano, y su cri-
terio definitivo al respecto").

VI. Cuál será la situación internacional ·del Paraguay


en caso de que a Bolivia se le conceda
. un . puerto sobre ·el río Paraguay?

Juzgo inoportuna esta pregunta, porque el Paraguay, al


encarar mañana nuevas negociaciones de solución de litigio,
por arreglo directo, no puede ni debe dar la imp1resión que
va al debate cpn propósito de ceder o de renunciar lo -que. le-
gftimamente le pertenece, a lo que ocupamos y siempre ha
formado parte integral de su territorio, a lo que ha dado en
llamarse, "jalones seculares de nuestra soberanfa". Natural-
mente, teóricamente considerada la interrogación, en la ex-
pectativa qontemplada, se traducirá hasta cierto punto, en una
mayor intensificación comercial é intercambio general de pro-
ductos entre ambos pueblos; y digo hasta. cierto punto, po·r-

"55
que, tanto la Argentina como el Brasil, sirviendo sus propios
intereses del presente y del porvenir, se han asegurado por
previsores tratados con Bolivia, actualmente vigentes. ~a sati-
da de Jos productos d&J Sud y Oriente ooUwianos haoia sus
respectivos fuertes, ambos sobr-e el r·f.o Paraguay, dejándonos
en realidad, en la retaguardia. En efecto, todos sabemos que
la Argentina construye activamente su "ferrocarril en ta fronte-
ra boliviana de 'Yacuiba, Embarcac~ión y Formosa, puerto Ar-
gentino sobre el río Paraguay, a poca distancia de la Asun-
ción. El mismo país, en condiciones estipuladas por el Trata-
do Paz--Carrillo, se compromete a construir la prolongación
del ferrocarril en territorio boliviano desde Yacuiba a Santa
Cruz. 1:1 Brasil, por· su parte, se interesa por la construcción
de una vía férrea desde -el río Paraguay (Puerto Esperanza) a
Santa Cruz de unos 660 ki'lómetros. Bolivia ocupa el centro
del continente Sud Amerlcano, rodeada de cinco naciones:
Argentina, Brasil, Chile, Perú y Paraguay. Es natural que una
posición geográfica tan particular, dé margen a una serie de
lfneas de caráct-er internacional y otras continental, de los cua-
Jes indicamos, un ligero resumen, de la que pudiera afectar-
nos más de cerca, en razón de vecindad fronteriza. Algunas
de estas lfneas no están terminadas, y otras, ni siquiera ini-
ciadas, y tardarán algún tiempo en realizarse, pero 'todas tie-
nen como complemento, trozos de navegación sobre el río
v
Paraguay, .no quepa duda, ,que flan de desempeñar :en un fu-
turo cercano un ·papel importante -en ~a ,polittca y economía
por más que hoy, algUflas .de ~las, puedan par-eoer simples
postulados geográficos. Este desvío de rutas comerciales na-
turales, es una de 1as tantas consecuencias de la prolonga-
ción ·indefinjda de la controversia Paraguayo-Boliviana.

v,JJ. Cuál es 'a ·solución que usted aconseja como paraguayo?

Esta preguma es un tanto ingenua o despreocupada, por-


que ya sabemos qué solución aconsejaría cualquier paragua-
yo., nacido solo a Jos impulsos del patriotismo. Quiero creer
que se refiere, como corolario ~o consecuencia anterior. En
ese sentido, la contestación dada, .invotucra la solución reque-
dda por las circunstancias.
Cuademos Rep:ublicallos

VIII. Cuáles son tos med"10s para reparar 1a Situación, creada


por Bolivia, después de haber firmado los protocolos?

Sea ~c11at fuere 'la seguridad que la opinión pública para-


guaya tiene respecto a los avances de fortines bolivianos a
este lado de la línea deJ Statu-Quo, como acto correcto de
gobierno, es indispensable la comprobacjón oficial de ta~es
hechos, para (ndicar los medios conductores a salvaguardar
la soberanía nacional lesionada, por una ocupación extranje-
ra del territorio de la República. De inmediato, una Comisión
mixta Paraguayo-Bonviana, acompañada o no de un observa-
dor extranjero, amigo de ambos, deberá comprobar sobre el
terreno la ubicación exacta de los fortines y posesiones boli-
vianos incursionados, fijándose precisamente sobre eJ lugar,
ia, hasta ahora, teórica línea del Statu-Quo. Como es natu-
ral, Bolivia, no puede negarse a esta ·investigación, -que ·no se-
ria sino la ejecución de un artículo estipulado en ·ei·Conven1o vi-
gente de 1907, y si por desgracia, la rehusase, serfa negada
ta oportunidad de dirig·irse el gobierno paraguayo a tos go-
biernos extranjeros amigos, principa~mente a los Sud-Ameri-
canos y a los Estados Unidos de América, poniendo a su co-
nocimiento tal situación, y aprovechando la ocasión ,para ha-
cerles llegar un Memorandum, relativo al origen y anteceden-
te del pleito, promovjdonos por Bolivia. Si del reconocimiento
hecho por la Comisión técnica expresada, resultasen com-
probados los avances bolivianos hechos en j-ll!.risdicción. juz-
gada paraguaya, por Ja línea del Statu-Quo., corresponderá al
gobierno boliviano dar excusa y satisfacción al Paraguay, re-
tirando inmediatamente de las zonas :indebidamente ocupadas
todos los signos y atributos de su soberanfa. Para mí, como
firmante de la protesta de 1906, por el establecimiento de Jos
fortines Ballivián y Guachalla, el reconocimiento de estos for-
tines dentro de .la .sober.anía .boliv.imra como dispone el Proto-
colo Soler-Pinilla de 1907, ha sido un .grae error del gabi-
nete paraguayo, ya que por dicha estipulación, la protesta
quedaba anulada •por el mismo gobiemo que la ordenó, pocos
meses antes. Desde :ese •momento, se produjo y fue acentuán-

5?
dose cada vez más después de los sucesos políticos del 2 de
Julio de 1908, el colapso de la diplomacia paraguaya, cuyas
graves consecuencias dirá un porvenir cercano.

IX. Debe el Paraguay entrar a tratar con Bolivia el asunto de


límites, antes de reparar la violación de su soberanía?

Si Bolivia hace una declaración oficial ratificando una


vez más la vigencia de la linea del Statu-Quo, y comprome-
tiéndose a reparar cualquier avance indebido, no habrá incon-
veniente en iniciar la nueva discusión de la cuestión. Si se
negara a hacerlo, será una nueva razón, suministrada por ella
misma, para obligarla a aceptar la investigación de la Comisión
mixta Paraguayo-Boliviana, a que he hecho referencia en la
pregunta y contestación VIII.

X. El Paraguay, debe armarse?


Esta pregunta y contestación motivadas, envuelven árduas
y comp1lejas cuestiones de carácter internacional, relaciona-
das, no sólo con el actual pleito de linderos con Bolivia, sino
también con el rol internacional que pudieran depararle las e-
ventualidades inciertas del porvenir continental.
Como respuesta a este interrogatorio me remito al artícu-
lo publicado en los "Anales del Gimnasio Paraguayo", corres-
pondiente al mes de Febrero de 1919, con el tftulo de "Mirajes
Internacionales", firmado por el pseudónimo Grottius. Nada
tengo que agregar ni quitar a los juicios vertidos entonces en
ese estudio sobre el particular, esperando que los hombres de
gobierno, los estu~iosos. y observadores de la situación inter-
nacional Sud-Americanos, encuentren en esas opiniones, mo-
tivos de patriótica meditación para las contingencias de un
porvenir político en cuanto se refiere a nuestra seguridad de
Nación libre y soberana.

XI . Ubicar la responsabilidad de los hechos por haber llegado


a este estado de cOsas

En general, la responsabilidad es colectiva, y eri prtmer


término, como es natural, de los Poderes Públicos, porque a

58
Cuadernos Republicanos

los disparatados proyectos de solución del pleito de 1879, 1887


y 1894, se han agregado en estos últimos quince años, moda-
lidades agravantes y depresivas de nuestra política exterior,
caracterizadas por la abulia y el compileto abandono del go-
bierno paraguayo, a pesar de insistentes y previsores llamados
de algunos patriotas de clara visión, abandono tanto más cul-
pable, cuanto más activas y patentes eran y son las maniobras
y actividades del adversario boliviano. Consciente o incons-
cientemente, nuestro gobierno no ha querido ver ni decir na-
da en este triste período de la vida diplomática del país, en-
gañado por un chisporroteo brillante de palabras, y sugestio-
nado por misteriosa ficción de omniciencia de sus gestores
espirituales. Si la obra hay que juzgar por los resultados, es
forzoso convenir que la gestión internacional del Partido Libe-
ral en el gobierno de la República, es un desastre. Es de en-
tera justicia en este sentido, y en lo referente al pleito bolivia-
no, hacer una honrosa excepción del gobierno de los cívicos.
Gobernar no es solo poblar y educar, es también, y prin-
cipalmente, prever.

XII. Criterio del Partido Republicano en el. .


asunto de límites con Bolivia

Soy de opinión que, siendo el Partido Republicano un


Partido de gobierno, debe modelar su criterio, sobre cuestio-
nes de esta naturaleza, aún desde la oposición, en un sen-
tido ecuánime y de posibilidades prácticas, dentro del más
puro patriotismo.
Si la solución ha de buscarse por medio de un arreglo
directo, el Paraguay, como límites extremos de sus conce-
ciones, puede proponer a Bolivia lo siguiente: ........... .
... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . • ................................... .
.

59
Debo terminar esta larga expos1c1on, resumiendo m1 JUI-
cio, asr en esta forma: Que se fije sobre el terreno, la hasta
ahora, teórica linea del Statu-Quo, estipulada .por el Convenio
vigente. La demarcación sobre el terreno de &a Hnea del Slatu·
Quo, se verificará ~or los perj.tas o Comisarjos demarcadores,
nombrados por cada una de las Altas Partes Contratantes, Jas
·cuales procederán a practicar la opera~ión de dernarcacfón a
la brevedad posible, después de canjeado el Protocolo, que :lo
autor:iza.
Si ocurrieran dificu1tades, y los peritos demarcadores, no
concordaran, las disidencias serán resueltas por un tercero,
nombrado de común acuerdo, por los dos gobiernos contra-
tantes. Dicho tercero, será nombrado, a más tardar, dentro de
tres meses de conocida la disidencia. Los demarcadores ·le-
vantarán un Acta de las operaciones que practiquen, debiendo
consignar en dicha acta, los puntos en que se hubieren susci-
tado la divergencia. Dichas Actas, una vez apro'badas por los
respectivos gobiernos, se considerarán firmes y válidas. Un
previo estudio de 1os accidentes naturales y permanentes del
terreno, en su configuración real, será revelada por los cono-
cimientos, revelamientos y cartografía, reahlzados por Jos de-
marcadores paraguayo-bolivianos y el personal técnico a sus
órdenes. Esta es la conducta que deben observar ambos go-
biernos en los actuales momentos difici'les de sus relaciones,
dando testimonio de respeto y acatamiento a un pacto vigente,
permitiendo al mismo tiempo, apaciguar la peligrosa exitación
de la opinión pública en ambos países, con motivo de los re-
cientes incidentes conocidos. Ab initio, no hay necesidades de
recurrir a los buenos oficios de un gobierno extranjero, de
buenas a primeras.
Señores: termino esta, para mí, agradable conversación,
parafraseando e'l concepto de una joven y destacada mentali-
dad de nuestro partido y de nuestra orientaoi·ón política, cuan-
do, en memorable ocasión, con motivo de ooa de tantas usur-
paciones de nuestro territorio por Bolivia, decía: "Hasta 1904
nuestras Legaciones y representaciones en el exterior estaban
desempeñadas por los ciudadanos de primera fila de nuestro
mundo intelectual. No se contemplaba Ja filiación poUtica del

60
Cuadernos Republicanos

ciudadano, sino su capacidad, su ciencia y su. talento, para


llenar los puestos. Después de esa fecha, nuestra representa-
ción exterior cayó en manos del sectarismo y de la mediocri-
dad presuntuosa hasta el extremo de considerarse como pa-
tr.imonio privado de un bombr.e, sus parientes y allegados, con
los kistes resultados que la Nación está experimentancl.o,. al
facilitar y consentir k:\ internación boliviana dentro de la sobe-
ranía nacional. Correspondió a un represenlante de la vieja
estirpe la nota más alta de la diplomacia paraguaya, en de-
fensa de nuestra integridad territorial, en ocasión de los pri-
meros pasos de los avances bolivianos en el Occidente de
nuestro Chaco, allá, por el año 1906. La protesta de esta fe-
cha de nuestra Legación en La Paz, por los primeros fortines,
Ballivián y Guachalla, fue el último acto det último represen-
tante del régimen caído en 1904; fue el punto terminal de una
diplomacia, y el punto de partida y de eclipse de la otra que
lo sucedió en et gobierno".
"El acuerdo de Buenos Aires, del 12 de Enero de 1907,
aun siendo el mejor de todos los Convenios anteriores, en
cuanto al limite de la zona incontrovertida. llevaba en s[ el pe-
cado original de consentir en forma transitoria, la ocupación
boliviana de nuestro territorio, contra el texto claro de la pm-
testa anterior de n·uestra Legación".
Otros hombres, otras métodos de gobierno, otras moda-
lidades, no conocidas hasta entonces del viejo patriotismo
paraguayo. Con razón, un alto Jefe Militar, hoy retirado del
servicio activo de las armas, pero no del servicio a la patria,
en otras esferas de su actividad, contaba en tono de decep-
ción y de ironía, una interrogante mía, en las siguientes tér-
minos: "El Fortín Aceval, ha sido fundado sobre el Pilcomayo
a 62 kilómetros de Asunción, en lfnea recta, y a 65 kil.ómetros
de ViUa Hayes, de cuya guar.nici.ón dependía. y a la que la li,..
gaba un camina carretera y telégrado, construídas por el hoy
General Schenone. Era el primera de una Hnea de fortines, que
el patriotismo de las hombres del 2 de Julia y del de sas su-
cesores en el gobierno, han hecho innecesarias, dejando nues-
tro Chaco .meridional a merced de nuestros vecinos bolivia-
nos". (Coronel Elfas Ayala).
Es de suponer que en breve los gobiernos paraguayo y
boliviano, reanuden sus negociaciones tendientes a encon"
tr·ar, esta vez, una solución definitiva a la controversia pen-
diente y al hacerlo, no deben perder de vista que un Convenio
vigente, estipula en sus artícuros 19 y 29 los mediC?s de
resolver el diferendo fronterizo: Arreglo directo y Arbitraje.
No habla de intervención de tercero, en 'forma de buenos· ofi-
cios, ú otra cualquier. Están pues, obligadas ambas partes
contratantes, a hacer toda clase de esfuerzos para llegar a un
arreglo amistoso en sus disputas, y tratar, en una forma sin-
cera, de liquidar las diferencias y conservar la amistB:d, por
medio de negociaciones mutuas y pacíficas.
Queda el otro medio, previsto por el Art. 29, el Arbitraje.
Presumo que por este medio, -las dificultades serán aún mayo-
res, para suministrar la base o fórmula precisa, objeto y su-
jeto del juicio arbitral. En caso de que no se pueda llegar a
det~rminar con precisión la Zona de territorio que se debe so-
meter al arbitraje, hay antecedentes en la historia diplomátic;:~.
de sugerir al arbitrio de constituir una Comisión Paraguayo-
boliviana, presidida por un tercer ne1,1tro, que puede ser un pe-
rito é internacionalista de nota.
Ambos gobiernos podrían mostrarse dispuestos a confiar
a la consideración de las comisiones mixtas, ;:¡suntos que no
presentarían al juicio. de un Arbitro Neutral, .Y mucho men~s al
de los llamados buenos oficios. En consecuencia, si los es-
fuerzos para _llegar al arbitraje fracasan, quedará siempre la
puerta entreabierta para que el problema pueda someterse a
la éonsideración de la Comisión mixta, representante de Jos
dos países interesados, y evitar en todo cáso, una situación,
siempre molesta y hasta peligrosa, de un punto muerto, de un
impasse, sin salida. Es posible que los gobiernos interesados
faciliten a dicha Comisión Mixta, la consideración de todas las
fases de cada cuestión que se suscite en el curso de su estu-:-
dio, y hasta pueden convenir en que los puntos de notas de sus
miembros, tendrán un carácter de algo más de una simple re-
comendación.

62
Cuadernos Republicanos

En realidad, en la situación actual del diferendo paragua-


yo-boliviano, es necesario sintetizar Y. concretar lo que se ha
hecho, y lo que se tiene el propósito· de hacer, para llegar a
un acuerdo sincero y cordial. Si no es posible ejecutar, ni el
Art. 19 ni el Art. 29 del protocolo v¡gente, es decir, si no se
puede resolver por arreglo directo, ni convenir la base del asun-
to que debe someterse al arbitraje directo, ni convenir la ba-
se del asunto que se debe agotar los medios conciliatorios,
echando manos del recurso al constituir una Comisión mixta
internacional, antes de que se acepte los buenos oficios de uno
o varios Estados mediadores (1). Si también esta Comisión fra-
casa, quedará siempre a mano la aceptación o el pedido de
los buenos oficios. Como se ve, la diplomacia, si hay un poco
de buena voluntad recíproca, no está desarmada para bus-
car y encontrar una solución equitativa al pleito, y asegurar
para un p10rvenir próximo una amistad de vecindad con el
país boliviano. Más aún, en el caso hipotético de que Boli-
via, al reanudarse las próximas negociaciones, solicitara,
buscar una solución directa, al margen de las estipulaciones
del Acuerdo de Buenos Aires de 1907, referentes a Hnea del
Statu-Quo, y zona de arbitraje, el gobierno paraguayo debe
estar prevenido para fijar rumbo a su actitud, ante emergen-
cia tal, no probable, pero tampoco imposible.
Suponiendo que tal sea el temperamento adoptado por
Bolivia al iniciarse las próximas negociaciones, como lo ha-
cen presentir los consejos y las conferencias de sus hombres
públicos y escritores, los representantes paraguayos conside·

(1) El caso de Colombia, Perú y Brasil, al aceptar las proposiciones formula-


das por Mr. Hughes, para resolver va,rias cuestiones de límites entre
aquellos países, representa una nueva manera, práctica y expedita, para re-
solver cuestiones de límites y zanjar dificultades de este género. Sin ne-
cesidad de constituir tribunal de arbitramiento, con su cortejo de abogados,
documentaciones reales y fantásticas, alegatos, réplicas y todo el dispendio-
so tren conocido, como ocasionado a demoras y rozamientos peligrosos, en
el caso de las tres Naciones amazónicas citadas, ha bastado un momento de
buena voluntad, y la autoridad moral de un estadista honrado, para poner
fin a una disputa que lleg6 a enconarse hasta adquirir caracteres de verda-
dero conflicto.

63
rarán esas. proporciones, y si hay lugar, presentarán sus con-
traposiciones. Si no llegaran a acordar bases aceptables a
ambas partes, el Paraguay habrfa. ag.otado. todos kls medios
conciliatorios, y se hallará plenamente justificada 9li1 reca-
brar su libertad de.· acción, y. de hacer de ella, el uso que le
aco.nsej_are eL patriotismo y la alti\!ez de que está Uena su
historia de. c.ien años de. Nación Ubre e i!illdepemcl!iente.
En defensa de la posesión tranquila y secular de la inte-
gridad de su patriotismo, es preferible hundirse en la nada,
que vivir sin dignidad y sin honor.

PEDRO PABLO PERA

Abril', 24 de 1927

64
Dr. JUSTO PASTOR BENITEZ

E·nsayo< sobre la.s


causas de la
Anarquia Política
de 1904-1923
. :-. ~ : ·. .... ; .....

··~{:· =~;.
...... :~~~ :: (~:..,.;·:..;.¡~ .... ,1 ,·

. ·:..:

't.~ _. ·, . ~ :-:
·;.· ... ,. .. .·'··~

~. : ¡. ·• •·'.
.,.. ~'
. •. :~.. ...... : ..

·~·
' .
•.
· .. '•

"CUADERNOS REPUBLICANOS" reproduce este tra-
bajo por su alto valor histórico y sociológico en el sen-
tido de caracterizar las causas de la anarquía reinan-
te en el Paraguay de aquellos tiempos. Fue publica-
do en el diario "El Liberal" los días 1 y 2 de junio
de 1927•

69
·_¡:

- .~;.- -... ,..

.-.1 . · ·

¡y,
... •,;
Se puede sostener la tesis de que la más grande calami-
dad social del Paraguay son las revoluciones.
Ellas empobrecen al pafs, alimentan la corriente de la emi-
gración, acostumbran a los partidos al régimen de la violen-
cia, impiden la realización de la democracia.
No es posible negar que algunas de ellas fueron motiva-
das por un deseo de rectificación, por el ansia de un mejor go-
bierno; y hasta alguna ha sido la apelación al derecho de re-
sistencia de que hablan los constitucionalistas. Pero todas han
sido perjudic"iales.
Para que la disquisición sea más concreta, podemos con-
siderar el período comprendido desde Agosto de 1904 hasta
nuestros dfas y buscar las causas de los movimientos armados
que han ensangrentado la República.
¿Causas económicas? Es impropio atribuir las revolucio-
nes a un deseo de reivindicación económica de pobres contra
ricos, de obreros contra capitalistas; ni al deseo de hacerse de
tierras, por ejemplo.
¿Causas religiosas? Tampoco. La mayorfa o casi unanimi-
dad de los habitantes de la República profesa el catolicismo.
No se conocen persecuciones a la Iglesia, ni el fanatismo que
ha dañado a otras naciones americanas.
¿Causas sociales? Entendemos que no. El Paraguay es un
pafs igualitario. En él no hay castas. No es diffci~ escalar las
posiciones sociales o las dignidades con algún esfuerzo. Hijos
del pueblo y de la clase humilde han sido la mayor parte de
los hombres que llegaron a las más encumbradas situaciones
polfticas, intelectuales y hasta económicas.
¿Causas históricas? No. Los partidos polfticos no conocen
raigambre histórica. Todos respetan el pasado y sólo difie..

71
ren los ciudadanos en la apreciación de hombres del pasado,
como Francia o Francisco Solano López.
¿Causas netamente políticas? Hé aquí un terreno ya más
escabroso. Generalizando se puede decir que los partidos no
tienen una diferenciación doctrinaria profunda. Representan
más bien tendencias, como en toda sociedad. Pero los idearios
son aún confusos. Para concretar: dentro del Partido Liberal,
en el gobierno, militan radicales reformistas, simplemente libe-
rales en economía,· y hasta conservadores. A pesar de un pro-
grama amplio y bien formulado, los proyectos defendidos o
prestigiados han sido, en la mayoría de los casos, inspiración
de alguno de sus hombres dirigentes.
La anterior negación no implica, a nuestro juicio, creer que
republicanos y liberales no difieran sino por aspectos perso-
na.les, como algunos sostienen. Existen entre ambas agrupa-
ciones diferencias de orientación y de temperamento, pero que
no hallan su base en la profesión de doctrinas económicas o
sociales fundamentalmente opuestas. En todo caso nunca po-
drían llegar a justificar la violencia, la separación que existe
entré hombres de esas filas, que los hacen enemigos en lugar
de convertirlos en simples adversarios que pugnan dentro del
marco de una democracia. En nuestro país existen, sin embar-
go, enemigos y no adversarios pollticos lastimosamente.
Es menester, pues, buscar las causas dentro de la psico-
logía. Sin dogmatismo ni pretensiones de cátedra, podemos en-
sayar una investigación a este respecto.
Nos parece que las revoluciones, más que en las cuestio-
nes poHticas, reconocen su causa en la anarquía espiritual.
La anarquía política, a su vez, es motivo y pretexto de la anar-
quía militar; Pero ésta es más bien un efecto que una causa.
¿C.ómo subsiste una sociedad? Una sociedad vive por la
primacía de Jos factores socializantes, de unión sobre Jos fac-
tores disociantes. Si fuera cierto aquello de homo hominis
lupus, la sociedad se disolvería. Pero en ella preponderan los
motivos económicos y sociales que nos obligan a unirnos. La
cooperación es superior a la. guerra. Sr no fuera así. viviríamos

72
cuadernos Republicanos

aún en grupillos o aisladamente. La imaginación del novelista


sería confirmada por Robinsones reales, auténticos.
Ampliemos la esfera de aplicación del razonamiento.
¿Cómo se mantiene la paz en una nación como los Esta-
dos Unidos? Allá también existen partidos, luchas; intrigas po-
Uticas, pasión, arnbicíón de poder y de mando. Sin embargo,
los estadounidenses no arman revoluciones al final de ·cada
período presidencial, ni su ejército se dedica a deponer man-
datarios. Es que en los Estados Unidos predominan los facto-
res de paz sobre los motivos de guerra. Son los intereses eco-
nómicos y sociales, la fradición de orden; la educación demo-
crática, la convicción de la esterilidad, de la violencia, las razo-
nes que les hacen preferir una agitada elección a una cruza-
da revolucionaria. Tal ocurre ya, también, en la Argentina.
Nosotros tenemos las mismas inst!tuciones republicanas
que ellos, los mismos resortes para resolver las crisis, goza-
mos de igual libertad en el texto y somos americanos como
ellos; pero hemos seguido, hasta hace poco, bajo el reinado
de las revoluciones. Aparte de la falta de educación democrá-
tica aún defjciente, existen en nuestro país factores que nos
llevan fatalmente a la anarquía: la convicción de que con la
violencia se corrigen los desaciertos, y la falta de factores de
comunidad de pensamiento y tradiciones que nos unan y pre-
ponderen sobre los motivos de anarquía e im;pidan que una di-
ficultad democrática se traduzca en una revolución o en un
golpe de estado.
Para evitar la guerra es necesario que entre los partido$
existan puentes espirituales, sagrarios de culto común. Es ne-
cesario que los factores socializantes predominen, preponde-
ren, triunfen de aquellos que nos conducen a emplear las ar-
mas para matar al enemigo en lugar de pro,curar convencer al
contender o vencer al adversario por la razón o por. el número.
Las revoluciones paraguayas no son sino consecuencias de la
anarquía de los espíritus. Antes de devastar los campo~ esa
guerra ha germinado y crecido en las alrnas empantanadas de.
odio. La paz tiene que comenzar en las conciencias. Si bien
es cierto que entre los partidos no existen diferencias prófun-
das, tampoco existe entre ellos nada de común, zonas neutras
en cuya altura se arríen las banderas de guerra. Ni el pasado
nos un~ por igual ni en el presente nos sentimos solidarios.
Cuando se piensa en la profunda anarquía espiritual que exis-
te, no sé explica cómo ha podido subsistir esta república. Sin
paradojas se puede sostener que· las revoluciones no han sido
todo lo numerosas que debían de ser, que no estallaron con la
frecuencia con que las hemos preparado en los espíritus más
que en los cuarteles.
Los amigos de la paz sostienen que uno de los procedi-
mientos para disminuir las guerras es evitar el armamentismo.
Igual se cree con respecto al hombre individualmente_ conside-
rado: Prohibir la portación de armas es evitar riñas. Pero es el
caso .que en el Paraguay no sólo riñen los ciudadanos arma-
dos, que son los militares, sino también los desarmados, que
son los civiles. Si se carec·e de armas· se las busca, se las fa-
brica y se las compra hasta con empréstitos aleatorios paga-
bles el día del triunfo, o con el aporte de los correligionarios,
que no pagan sus cuotas para sostener la vida administrativa
del partido, ni ayudan para fundar un diario, pero sí están pres-
tos a contribuir para organizar una cruzada. Luego, la causa
de la anarquía es psicológica, está en los espíritus.
No es que la polftica sea más rastrera que en otras partes,
ni los polfticos con menos idealidad que en otros países. Al
contrario, forzoso es reconocer la honestidad y sinceridad de
gran parte de los jefes de grupos polfticos. Es que no entran
en juego factores que contrapesen los motivos de separación
de odio, que graviten más que la inclinación a la violencia. Los
partidos, más que comités, son campamentos. Los hombres,
más que adversarios, enemigos que no discuten, ni se tratan y
hasta no se conocen. En esta situación, una chispa que pue-
de ser apagada con un soplo de boca provoca incendios. Una
miserable cuestión personal puede degenerar en revuelta co-
lectiva. Naturalmente que los republicanos atribuyen la anar-
quía a las persecuciones de los liberales· y los liberales a la
actuación anarquizante de los republicanos.

74
cuadernos Republicanos;

No faltan publicistas que han atribuido la anarqufa a la


no separación oportuna del Coronel Jara del Ministerio de
Guerra! Nos parece hasta infantil esta afirmación. Jara no fue
la anarquía sino uno de sus elementos. -Tan es asf que muerto
Jara no han concluido las revoluciones y, en cambio, han in-
tentado surgir nuevos Jaras. La influencia de un hombre, en el
bien y en el mal rara vez puede ser preponderantemente pri-
maria en una sociedad, salvo que sea un genio de la acción o
del pensamiento. Jara no lo era. Y hasta la actuación de los
genios se discute en Sociología atribuyéndoseles influencia
sólo cuando actúan como intérpretes de una tendencia, de una
corriente profunda de la colectividad. Según la peregrina tesis
enunciada más arriba, los únicos culpables de veinte años de
anarquía, en· los que actuaron todos los partidos y todos los
hombres poHticos paraguayos, serían Jara y Jos que se nega•
ron a separarlo del Ministerio de G¡uerra.
Las revoluciones, en definitiva, no reconocen otra causa
que la intolerancia polftica y espiritual. Con todo, .ellas han si-
do más bien el costo de nuestro progreso democrático. En
ellas nos hemos fogueado y Dios quiera que en ellas hubiéra-
mos podido purificarnos. La democracia, la libertad organiza-
da, no se dictan ni se consiguen por el simple ministerio de la
Constitución. Los pueblos alcanzan esas grandes conquistas
con grandes esfuerzos sostenidos. Nada más contrario, sin em-
bargo, a la democracia -etapa de la evolución_:_ que la revo-
lución. La revolución es la violencia, la democracia es el deba-
te, el control, el sufragio. Empero, no existe pueblo en la his-
toria, que no haya ensayado la conquista plena de sus liber-
tades con golpes de violencia. Y todos han sido aleccionados.
Es hora de que el Paraguay reconozca a su vez que por ese
camino sólo se llega a la ruina, a la pobreza y al deshonor.
La revolución se parece a la gripe. Es temible por las com-
plicaciones y porque casi siempre sus consecuencias son aún
peores que su acción directa. El mal inmediato que causan, la
destrucción de riqueza por ejemplo, puede repararse con un
poco de labor. No son Jos cien millones de pesos quemados en

75
pólvora el más grande daño que sufre el pars con la guerra
civil.. No. Son la secuela de odio, la desorganización
¡DOHtica y administrativa, la emigración que provoca, la desar-
ticulación del ejército y las fermentaciones sociales que pro-
duce, las consecuencias más funestas.
Cada revolución ahonda la separación de -la familia para-
~uaya; desarticula el régimen administrativo, arroja fuera de
las fronteras a miles de hombres jóvenes, destruye la discipli-
na y cohesión del ejército, y crea una fauna de políticos que
profesan la teoría del sacrificio y de la posesión del poder.
Expliquemos estas últimas expresiones: Por la primera,
los cargos públicos deben ser concedidos no a los más capa-
ces sino a los que han prestado servicios en la contienda. Se
lleva de juez a un valiente y al parlamento a ineptos conocidos
que han desplegado alguna actividad guerrera. Las jefaturas
de campaña se llenan con caudillos engrefdos y viciosos que
continúan la obra destructora de la contienda. Lo segundo es
peor: .El vence_dor de una contienda se cree senciUamente due-
ño y poseedor a justo trtulo del poder. Tan trascendental es
esta convicción que, hoy por hoy, los partidos no imaginan
otra forma de ganar el poder que el golpe de fuerza, fusil o
puñal en mano. Este sólo efecto desmoralizador es más perju-
dicial a una democracia naciente que el incendio del depósi-
to de frutos, avaluado en quince millones de pesos.
La guerra, además,- despierta los sentimientos primitivos
y hace flotar la resaca.
Existe entre el ejército y la política de un país una influen-
c!a de _acción y de reacción reciproca. Un pars de polftica co-
rrompida no pi.JéCie aspirar- a tener un ejército modelo; ni un
ejército sin cohesión puede servir de base a una democracia
estable. Ejército y partidos no son elementos contrarios, ne-
gativos, excluyentes. Son o debfan de ser más bien paralelos.
Asr _nuestra poHtica ha encontrado un medio más de anarqura
en et ejército sin disciplina, y los militares sin moral férrea ·han
encontrado en la .poHtica un campo de acción para ascender
y también para. . . perderse. Consecuencia natural de tan erra-
dos conceptos: algunos han preferido a los entorchados lim-

76'-
Cuadernos Republicanos

pios, al honesto servicio de la nación Jos encumbramientos pre-


carios de la política. Otros han empleado la capacidad adqu.i-:-
rida en el extranjero no para sumar sino para predominar y
excluir a los formados en distinta· escuela. El ideal de un país
nuevo deberla ser sintetizar las enseñanzas de todas las es-
cuelas, tendencias y doctrinas, y su adaptación a nuestro me-.
dio.
Lo contrario ha ocurrido. Los alumnos de una escuela
sienten la obligación de aplastar a Jos de otra. ·
Estos reaccionan. Y asr tuvimos, no una escuela de nobles
emulaciones, sino una guerra a muerte, exclusiva, extermina-
dora; puja en la cual el único perjudicado ha sido el país, in-.
moJado al capricho de hijos sin entrañas, de simuladores sin
preparación superior alguna.
Entre lf.. oposición y el gobierno existe una influencia de
acción y de r-eacción. Oposición corrompida, gobierno sin con-
trol; gobierno corrompido desmoraliza a la oposición o la pre-
cipita a la guerra.· La oposición republicana ·ha cometido el
error desde 1904 de practicar la única máxima de dividir ·para
subir. No ha sido fecunda esa política sino en males. Se há re-
nunciado al control con tal de fomentar divisiones.
Por su parte, los gobiernos no han querido reconocer que
las oposiciones deben ser legítimas para realizar su misión. Las
bastardas componendas sólo han servido para llevar al seno
del gobierno un motivo más de discordia. Se ha llegado al ex-
tremo de pensar que el gobierno debe ·elegir la persona de: los
opositores en el parlamento y no los partidos de. oposición por
propia determinación. Ese ensayo que se explica en época de
Egusquiza, y que causó la división del liberalismo, no tiene
justificación después de 1904 y fue un crimen después de 1912.

En las democracias organizadas sé estima indispensable


el control· de la oposición y nadie discute ni su legitiinidad ni
su utilidad. En Inglaterra se llega a hablar de ''la oposición de
Su Majestad''. Ella ayuda a gobernar; no .paraliza sino critica y

71''
empuja. En nuestro pafs no faltan polrticos cuya preocupación
es desmoralizar la oposición, ni tampoco quienes en el hecho
no aspiren con sincera ignorancia y maldad al gobierno uná-
nime. LA TEORIA DEL PROPIO CONTROL PRECONIZADA POR
ALGUNOS MIEMBROS DEl RADICALISMO, NOS HA CONDU-
CIDO A TRES DIVISIONES DEL PARTIDO LIBERAL. ¡Hermosa
consecuencia del auto control! Si las doctrinas polrticas se juz-
garan por sus consecuenc·ias, la que comentamos debfa ser
equiparada a un deli.to. La oposición no puede ser fabric~da
ni adulterada. No existe sino una. Y ~s la legftima y sincera,
de los que critican con nobleza y censuran con valor.

Antes que a causas económicas, religiosas o históricas,


la anarqufa que ha devorado tanto tiempo al Paraguay debe-
mos atribuirla A LA FALTA DE EDUCACION DEMOCRATICA
DEL PUEBLO, A LA CARENCIA DE UNA VIGILANTE OPINION
PÚBLICA, A LA RIVALIDAD PERSONAL DE VARIOS JEFES DE
PARTIDO, AL PERSONALISMO, A LAS AMBICIONES Y FALTA
DE CLARIVIDENCIA DE LOS DIRECTORES Y A LA ANARQUIA
~PIRITU.AL QUE REINA EN EL AMBIENTE. La eaucación po-
pular, la organización de los partidos nucleados en torno a
principios y no a personas, una opinión pública severa y un
ejército nacional, expurgado definitivamente de caudillismos e
influ~ncias. caprichosas, son hoy dfa los remedios indicados
por tan dolorosas lecciones. La intolerancia, el personalismo
y los resabios de un caudillismo retrógrado se oponen a la
evolución necesaria y urgente de la polftica paraguaya hacia
etapas de una más efectiva democracia. Nosotros no pedimos
milagros, no esperamos la llegada de ningún Mesfas ni de
apóstoles que nos rediman. Reclamamos, sf, una más exacta
visión, una conducta más leal, para mantener lo que aún nos
sobra de tanta dilapidación y para avanzar.
La Argentina y el Uruguay han alcanzado ya esa etapa en
que la violencia sinó imposible como medío dé dirimir la lu-
cha democrática, se hace difícil. Las Provincias Unidas del
Plata deben las condiciones de paz que han asegurado su pro-
greso a la clarividencia de su clase directora, factor esencial
de toda evolución. En 181 O sus destinos quedaron en manos
hábiles, fortuna que con alguna interrupción ha gozado siem-

78.
Cuadernos Republicanos

pre la Argentina. Nunca fué ella más rica en hombres que en


el período de Rosas, en que aparecen Urquiza, Mitre, Alberdi,
Sarmiento, Vélez Sarsfield, a los cuales sustituirían oportuna-
mente los Avellaneda, Roca, Pellegrini, Quintana, Sáenz Peña.
Tanto o más que otros factores ha contribuido a su engran-
decimiento la riqueza en hombres dirigentes, en cuya carencia
Gill Fortoul, encuentra la causa de la estagnación por varios
decenios de Venezuela.

Desde 1904 el Uruguay se orienta hacia una potrtica de


realizaciones que honra a la democracia americana. La paz ha
sido ganada tanto por la clara visión de los gobernantes que
han garantizado el camino de los atrios, como por los jefes de
la oposición que patrióticam:ente han arriado el gallardete de
guerra. En ninguna nación americana se puede ver, como en la
república oriental el ejemplo de un gobierno de participacio-
nes legítimas, en que la mayoría dirige pero la oposición co-
labora. El elemento individual se ha subordinado a las conve-
niencias colectivas y allí donde hay un riesgo, en vano ha de
buscarse la tentativa de arrastrar tras de sí la suerte de la na-
ción: corajudamente se afrontan las responsabilidades perso-
nales.
Otros países que no han sabido sacudir a tiempo las ré-
moras del caudillaje o del flajelo de la anarquía, sufren aún
en el continente la férula de los despotismos más o menos si-
mulados, o siguen en una guerra estéril que se proyecta co-
mo un estigma sobre el régimen republicano de América.

El Paraguay, que sabe sacudir las dictaduras y que ama


la democracia, debe seguir el ejemplo de la Argentina y del
Uruguay. Si no lo hace es por falta de decisión, coraje, de vo-
luntad para ahogar en germen los factores de la anarquía. Pa-
ra eso no es necesario matar hombres, sino purificar los espí-
ritus.
La anarquía que ha castigado al país desde 1904, es una
consecuencia de la anarquía de los espíritus, de la falta de so-

79
lidaridad y de pensamientos comunes entre los hombres de
dirección.
La generación que carga con las responsabilidades de la
polftica, desde 1904, ha sido una generación disgregada; sus
miembros ni sienten ni practican la solidaridad. Muchos de
ellos eminentes y patriotas, han· sido devorados por esa co-
rriente anárquíca que no pudieron o ·no supieron detener. Los
partidos rompen sus cuadros y buscan nuevas formas. Si es-
tas formas no conducen a la lucha pacffica, ni los hombres
de la nueva generación no practican una fuerte solidaridad, si
no se sienta entre los partidos un convenio tácito para evitar
violencias y no aparecen sentimientos colectivos de orden,
la anarquía recomenzará; la rojiza llamarada llegará al cielo y
reducirá nuestro país a pavesas. Una acción enérgica y pro-
funda que se dirija a llevar la paz a :los espfritus y a fomentar
factores de orden de parte del gobierno y de la oposición, tal
nos parece· el remedio. Todo lo demás no será sino tre-
gua, artificio, suspensión de hostilidades. Y el Paraguay nece-
sita de paz estable y duradera para progresar.

80
Dr. EPIFANIO SALCEDO CACERES

Ideas para una


Actualización de la
Estrategia del
Desarrollo Nacional

83
1. Introducción

La tradición moderna, que arranca del Renacimi-ento, de


la Reforma y del· Iluminismo del siglo XVIII, se apartó del pen-
samiento económico antiguo y medieval. Introdujo nuevos
conceptos científicos y de metodología científica, ideas de
libertad individual, de ·libertad de conciencia, de igualdad so-
cial y polí!tica, la substitución de status de clases por el con-
trato basado en la libre. determinación, corresponde al inicio
de un Humanismo expresado en la esperanza de lograr mejo-
res oportunidades económicas y sociales. Esta nueva corrien-
te del pensamiento ejerció acentuado influjo sobre la econo-
mía y sobre todo puso a prueba la consístencia científica y
metodológica de otras doctrinas imperántes en el pasado.
El intel'\lto de aplicar el método cientffico lio ha modifi-
cado el empleo de la economía como instrumento político.
Por el contrario, cuanto más avanzada la. ciencia tanto. má&
ajustada la poHtica fundada sobre eHa. En· consecuencia, las
doctrinas ec·onómicas todavía cambian en relación con · ei
cambio de las costumbres y de las necesidades, y todavía se
echa mano de ellas en las controversias poHticas y metodo-
lógicas.l
Es necesario admitir que no existe cosa tal como ta ·eco-
nomía en el vacío, si ha de tener significado, debe conside-
rarse a sus doctrinas en relación con un tipo específico . de
sociedad y en conexión con aspectos de la conducta social
que van más allá que el mero acto de ganarse la vida.
Los economistas aún deploran el . trabaJo degradante y
embrutecedor, censuran el despilfarro y la. i~eficiencia y a-

1 Soule, Jorge. Ideas de IÓs grandes Economistas.-


_Buenos Aires, 1982.
lientan la justicia distributiva dentro de un concepto ético y
moral'.
Dentro de este marco conceptual se postula generalmen-
te que la producción debe consagrarse al consumo y no a la
simple acumulación; que el dinero en sí mismo no constitu-
ye una riqueza sino el medio necesario para el intercambio
deseado.
La economla, para muchos ·economistas, sigue siendo la
ciencia social que estudia la forma en que una sociedad sa-
tisface las necesidades de su población mediante la utiliza-
ción de factores prodüctivos relativamente escasos. Final-
mente la economla no es un fin en si mismo. Es un medio del
cual se vale el hombre para lograr su bienestar. Bienestar
puede significar vivir y progresar. Para esto es necesario
consumir. Para consumir es necesario producir y para pro·
duc·ir es necesario trabajar, ahorrar e invertir bien.
El conocimiento adecuado y oportuno de los cambios
operados en la doctrina económica que constituye la orques··
tación de los temas fundamentales, permite comprender me-
jor los grandes problemas económicos modernos. En esta lí-
nea de pensamiento, se analizan la situación del capitalismo
versus socialismo en sus diferentes formas y grados, el esta-
do de bienestar, inflación, impuestos, precios, desocupación
y crisis, etc., que son problemas vigentes en todas! las eco-
nomías nacionales y que se proyectan a nivel internacional.
De acuerdo a la experiencia observada en la práctica
económica y cuando se aspira adquirir conocimientos siste-
máticos y fidedignos sobre la conducta humana, obstáculo
más grave aún es el hecho de que los hombres mismos mo-
difican continuamente sus esquemas de acción y de pensa-
miento. La transformación constante de la sociedad plantea,
de modo permanente, problemas a la ciencia de la economía
para describir los procesos de la conducta social con la pre-
cisión suficiente a fin de que revista utilidad en la elabora-
ción de las decisiones que influirán en el futuro.
Por otra parte, existen razones históricas y actuales que
justifican la necesidad de percibir una orientación definida
Cuadernos Republicanos

del fl!turo hacia el cual, se canalizará el esfuerzo de conse-


cusión de algún objetivo, sea éste, personal, familiar, institu-
cional, nacional o internacional. La definición de cualquier
objetivo debe fundamentarse en los principales intereses y
aspiraciones nacionales. Su propósito podría ser que la eco·
nomra se desarrolle en un contexto político-social adecuado
y que permita garantizar y dar respuestas a las necesidades
y requerimientos individuales y sociales.

De este modo, algunos imperativos actuales son por un


lado, la necesidad de visualizar el futuro y, por el otro la res-
ponsabilidad política que tienen los gobiernos de superar los
niveles de eficiencia actual del sistema económico para al-
canzar mejores condiciones de bienestar espiritual y material.
En consecuencia, se plantea, en el campo económico y a
nivet nacional, la necesidad de revitalizar y sistematizar or-
gánicamente la acción pública y privada.
Resulta evidente que una tarea analftica de la naturale-
za y amplitud ael tema que nos ocupa necesariamente con-
lleva implicaciones de orden político dado que, el plantea-
miento de una estrategia de desarrollo se halla implícitamen-
te inserta en la voluntariedad política del Gobierno· donde se
plantea y se define la posición del Estado en cuanto a su
participación, directa o indirecta, en la promoción o ejecu-
ción de polrticas vinculadas con el desarrollo de la economía.
Frente a una realidad como la que se describe, se ha de-
sarrollado constantemente en el mundo contemporáneo la
función de los Gobiernos como factores económicos, asu-
miendo en algunos casos amplios poderes de regulación so-
bre las prácticas económicas, y participando en ·otros, en la
generación de bienes y servicios, Las necesidades actuales.
en la mayoría de los pafses propugnan un movimiento hacia
la elección de una estrategia para la economía nacional en
su conjunto, y la formulación de planes de acción encamina-
dos a lograr los objetivos y las metas previstas en sus res-
pectivas políticas socio-económicas.

87
Es admitido en cualquier pais, que cuando se aspira al-
canzar determinados objetivos comunes de cierta importan-
cia se requiere movilizar todos los recur~s nacionales. Ideal-
mente no deberfan existir obstáculos insalvables que impidan
realizar o conseguir aquel fin mediante ·una combinación o
recombinación armónica de la acción del Gobierno, las em-
presas, las organizaciones agrarias y obreras, y las personas
c:fe los diversos estamentos de la sociedad. Sin embargo, aun-
que dificil, no es imposible. Armonizar intereses sociales en
la conducción y aceleraciÓn de un proceso, constituye el gran
escenario donde la planificación y la estrategia sirven de ins-
trumento para alcanzar las metas poHticas establecidas en
los objetivos nacionales de seguridad y desarrollo.

2. CONCEPTO Y DEFINICION DE LA ESTRATEGIA

"Entre la polftica y la realidad se abre el abismo de la


ignorancia y de la lógica de los hombres", explicaba el Prof.
J. GOTTMANN. Este pensamiento demuestra el contenido y
alcance de la problemática y de la dificultad con que se tro-
pieza para explicar la realidad polftica y social de una nación
en cada coyuntura ·histórica. Sin embargo, debe aceptarse
que la polftica y la estrategia se hallan rntimament~ ligadas
especialmente en el campo econ'ómico. Si se acepta el con-
cepto práctico (la praxis política) se considera a la política
como el arte de conquistar, mantener y ejercer el poder,
mientras que la estrategia se considera como una disciplina
científica que se ocupa de una racionalización de los medios
disponibles para alcanzar los objetivos perseguidos.
Si ádmitimos, en princ·ipio, que la poHtica nacional es el
arte de establecer los objetivos nacionales· mediante la inter-
pretación de los Intereses y Aspiraciones Nacion!es, a fin de
orientar la conquista y¡o preserVación de aquellos objetivos,
se puede concebir que la estrategia nacional de desarrollo
seria el arte de preparar y aplicar· ef Poder Económico Nacio-
nal para alcanzar y¡o mantener determinados objetivos fija-
dos por la PoHtica. De esta fórrna, la estrategia se convierte

88
Cuadernos Republicanos

en un instrumento de acción para conseguir un fin determi-


nado en la Política de Desarrollo. El arte de definir y aplicar
la Política apropiada para el fortalecimiento de la ec·onomra,
corresponde a una estrategia que necesariamente se halla li-
gada y encuadrada en un contexto más amplio de la Polltica
Nacional.
Para precisar el concepto de estrategia a ser utilizado
en este trabajo a fin de fundamentar e incorporar nuevos ele-
mentos de análisis, haremos referencia a dos conceptos de-
nominados "Procedimientos Normativos" y "Procedimientos
Estratégicos". 11
El Procedimiento Normativo define un curso del proceso
de desarrollo que comprende las acciones necesarias para
cumplir determh1ados objetivos fijados a priori, pero sin utili-
zar hasta sus últimas consecuencias el conocimiento de los
distintos factores que explican y determinan la conducta. En
este caso, el modelo no surge dialécticamente de la realidad,
sino que se deduce de la norma objetivo. Modelo y realidad
están en planos diferentes, sin posibilidad cierta de contacto,
separándolos la misma diferencia que existe entre comporta-
miento real y regla ideal, entre necesidad y posibilidad.

El Procedimiento Estratégico, en cambio, supone una res-


puesta del sistema ante alteraciones deliberadas o respuestas
que pueden orientarse hacia el cumplimiento de objetlvos
concientemente elegidos. La norma es aquí el punto hacia el
cual se pretende encauzar el comportamiento del sistema. La
trayectoria del proceso para alcanzar la norma no deriva de
ésta, sino de ajustes posibles y sucesivos en el comportamien-
to del sistema.
El Procedimiento Estratégico, lejos de superponerse a la
realidad, emerge de ella, es la misma realidad y a la vez se

1/ Matus, Carlos, Estrategia y Plan, ILPES.


Editorial Universitaria. Chile 1982.

89
distingue de ésta porque busca un medio de modificarla ba-
sándose en un conocimiento preciso de su
tUncionamierito.
La aplicación de un procedimiento normativo o estraté-
gico de desarrollo en un sentido amplio, puede dar como re-
sultado un modelo técnico-normativo que puede explicar en
forma coherente y detallada las medidas técnicamente nece-
sarias para cumplir con los objetivos propuestos; mientras que
un modelo técnico de comportamiento entraría dentro de un
procedimiento estratégico.
Dentro de este esquema de acciones y reacciones, metas
y requis.itos, aparecen rigurosamente explicados por un siste-
ma de comportamiento. En este caso, la política Económica
no será un sondeo intuitivo sobre la posibilidad de alcanzar
la norma, sino que resulta ligada lógicamente a las perturba-
ciones necesarias y suficientes para que la evolución real del
proceso altere su dirección y modifique su velocidad. 11
- : ,¡¡ 11
La síntesis entre el modelo Político normativo y el mode-
lo Político del comportamiento es el Plan PoHtico definido.
De la Slíntesis entre el Plan Económico y el Plan Político re~
sulta el concepto de estrategia analizando dentro de un enfo-
que sistémico. Finalmente, la estrategia viene a ser, un aná-
lisis y un propósito de futuro donde se integra lo económico
y polftic·o-social, mediante un modelo que responde y reaccio-
na como si fuera la misma realidad. La estrategia supone la
posibilidad de experimentar o ensayar las acciones y reaccio-
nes sociales por medio de la instrumentación de política via-
ble capaz de traducir en logros positivos la consecución de los
objetivos y metas perse·guidos.
La formación del concenso y la formación de la concien-
cia encuadrada dentro del concepto de racionalidad, consti-
tuye el esquema que debe determinar la viabilidad política y
económica de la estrategia.
Si aceptamos la definición popular de _la políti_ca C_9m.o.
"el arte de lo posible" "la expresión" "polfticamente imposi-

1/ Matus, Carlos. Obra citada.

90:
Cuadernos ·Republicanos

ble" parece implicar una absurda contradicción. 1/ En el ca-


so de Paraguay, la imposibilidad o falta de viabilidad polftica
no constituyó vallas insalvables para aplicar los Instrumentos
destinados a orientar y corregir los desequilibrios que son
inherentes al mismo proceso de cambio. Por esa razón, una
Política Económica prudente, sociológicamente beneficiosa,
moralmente desea61e, físicamente realizable y organizativa-
mente practicable, no ha tenido resistencia poHtica para su
puesta en vigencia. 21
El dilema que surge entre lo que es conveniente para
los intereses vitales de la sociedad y la no viabilidad política,
ha sido de escasa gravitación para impedir la preparación y
la aplicación de la estrategia encaminada a promover el de-
sarrollo nacional.

3. LA ESTRATEGIA ACTUAL Y SU VIGENCIA


• ··- .. 1

El peñil socio-económico del Paraguay al término de la


década del 80, puede considerarse totalmente diferente del
observado en los primeros estudios de diagnósticos efectua-
dos, a nivel nacional, al comienzo de la década del 60. El pro-
ceso se inició desde un nivel muy bajo. En la década del 50,
las fuerzas sociales, como afirmaba Max Weber, no estaban
organizadas y maduras para acelerar el proceso de crecimien-
to de la economía.
En términos generales, se puede afirmar que a pesar de
los cambios profundos operados en la estructura de Organi-
zación Económica y 'Social del pafs, continúan vigente los
Objetivos Nacionales del corto y largo plazo definidos hace
más de dos décadas.

l/ SCHOECK, HELMUT. What is meant by "Politica1ly Ymposible";


Año 1958.
2/ HUTT WILLIAM H. El economista y la Política. Editorial Uni6n.
Madrid - Espaful.

91
Este período histórico se caracteriza por una toma de
conciencia y una voluntad dirigida al dominio de las poten-
cialidades económicas nacionales. Se procura que el desarro-
llo sea un proceso de cambios sin alienaciones, sin desarrai- ·
gos, y conservando los alicientes sencillos y tradicionales
frente a las ingerencias de valores importados que promueven
el consumo superfluo y la creación de antagonismos de cla·
ses en la sociedad;

3.3. Período de la década 1950/60: Pacificación Política y


el ~'inpulso inicial al Desarrollo

. El pals tenía que restañar las heridas provocadas por una


revolución civil fratricida. La inseguridad, el desconcierto y la
tensión polltica era una constante que ejercía su hegemonía
en el escenario nacional y provocaba el éxodo de los para-
guayos hacia el exterior. Reemplazar el odio por la concordia
y la tragedia por la esperanza, exigía prioritariamente una Po-
lítica de Paz, de unión y de la promoción de los valores au-
ténticamente nacionales.
Lograda la pacificación del pals y restablecida la confian-
za en la capacidad y patriotismo del hombre paraguayo, se
infcia el proceso de organización y la puesta en marcha de
una serie de medidas de estabilización económica, especial-
mente para combatir la inflación, promover el ahorro y la in-
versión e inic·iar una etapa de reactivación económica median-
te el fomento de las exportaciones de origen agropecuario y
forestal.
Cabe destacar que, los primeros peldaños socio-econó-
• micos que sirvieron de punto de partida, fueron. demasiado
bajos. En este sentido no se puede olvidar que en la déca-
da del 50 la tasa de crecimiento promedio del Producto Na-
cional Bruto fue tan solo del 3,6% anual y el ingreso per cá-
pita se hallaba por debajo de los 150 dólares. El nivel prome-
dio del ahorro nacional era bajo y la inversión bruta interna no
alcanzaba el 10% del Ingreso Nacional. Asimismo las exporta-
ciones eran débiles por la limitada capacidad de producción

92"
Cuadern<ts Republicanos

de las actividaaes agropecuarias, industriales y el comercio


en general. En el campo social, se observaba bajo nivel de
escolaridad (2,7 grados promedio), alta tasa de mortalidad in-
fantil, bajo nivel nutricional (Desequilibrio y déficit) y la inca-
pacidac del sistema económico para ofrecer empleo produc-
tivo a la mayor parte de la población económicamente acti-
va (PEA) ..

3. 2. Período 1960/80: Se caracteriza por la Planificación y


el auge socio-económico.

No obstante, la difrcil situación económica general ob-


servada al comienzo de la década del 60, el Paraguay decidió
resueltamente trabajar por la conquista de un futuro mejor pa-
ra el pueblo y no adaptar la clásica actitud pasiva de someti-
mientos a las contingencias, que se hallan fuera de su con-
trol y en contra de los intereses vitales de la nación.
Los indicadores socio-económicos demostraron que el
Paraguay durante toda su vida independiente pasó por crisis
políticas recurrentes y dos guerras internacionles, con un de-
sarrollo socio-económico vegetativo que no ofrecía ninguna
posibilidad de lograr una transformación estructural acepta-
ble de su sistema productivo y una apertura más amplia ha-
cia el exterior para lograr la diversificación de los mercados
y el mejor aprovechamiento de su potencial económico.

De esa forma, nuestro país tomó la decisión política pa-


ra acelerar y robustecer el desarrollo económico de la nac·ión
como medio de lograr el desarrollo social.

El primer paso dado para asumir la dirección del proce-


so, y no someterse a él, fue la toma de conciencia acerca de
los problemas nacionales. La formación de esta conciencia
nacional tuvo un carácter creativo, y dinámico para convertir
la superación de los obstáculos que se oponen al desarrollo
económico, social y polrtico del país, en la conquista efecti-
va de los grandes objetivos de la sociedad paraguaya. /1
En este período el país ha alcanzado ·después de sacri-
ficios superlativos, la tranquilidad social; para mantenerla y
consolidarla se requiere continuidad para ampliar y profundi-
zar el bienestar popular. La paz social y la unión de todos los
paraguayos se asentaron fundamentalmente en la apertura de
mayores posibilidades/ de empleo e ingreso, más educac·ión,
salud y vivienda, mayores posibilidades de esparcimiento y
sobre todo una auténtica voluntad en la conquista de resulta-
dos socio-económicos inéditos en el pasado.
La década del 60 fue fructífera en preparar al país para
el gran salto. En efecto, durante el decenio de los 70, el país
disfrutó un período de crecimiento sin precedente. La tasa
anual media de crecimiento del PIB en el período de 1969/75
fue de 6,4% alcanzando una prodigiosa tasa de 10,'2% ;en
1975/81. En estos siete años, el PIB real total se duplicó,
mientras que el PIB per cápita y el consumo per cápita au-
mentaron en 51% y 33%, respectivamente. Los factores que
provocaron este proceso fueron básicamente la expansión de
la producción agrícola y de las exportaciones, la construc-
ción de la presa hidroeléctrica del ITAIPU conjuntamente con
Brasil, y en menor grado, los trabajos de preparación de la
planta hidroeléctrica de Yacyretá con la Argentina. 21
Los precios internacionales favorables del algodón y la
soja a mediados de los af'íos setenta sentaron la base para la
expansión subsiguiente de la producción y la exportación de
dichos productos. Entre 1976 y 1981 la producción de los. mis-
mos aumentó a una tasa anual de 24% y 25%, respectiva-
mente. La construcción de ltaipú y Yacyretá creó una deman-
da sustancial de bienes, servicios y mano de obra paragua-
yos.
La expansión de la demanda, empleo e ingreso directa-
mente relacionados con la construcción se extendió a toda la
1

1/ La Estrategia del Desarrollo Nacional. STP 1967.


2/ Memorandum Económico del Banco Mundial - Febrero de 1984.

94
Oua~ernos Republicanos

economía, elevando las expectativas de los inversionistas pa-


raguayos y extranjeros, y alentó considerables inversiones pri-
vadas en otros sectores.
La inversión bruta interna durante este período aumen-
tó a una tasa media anual del 18% y su participación en el
PIB aumentó del 24% al 29% (39% si se tiene en cuenta los
proyectos Binacionales). 11
Como se ha expresado, después de una década de cre-
cimiento rápido y sostenido, la economía paraguaya ha toma-
do un giro descendente a partir del año 1982.

3.3. Periodo 1981/84: Caracterizado por un Proceso Rece-


sivo Coyuntural

La economía nacional en este período ha perdido su di-


námica interna que contrasta con el comportamiiento regis-
trado en el periodo 1970/80.
Sería fácil admitir y· justificar un proceso de deterioro
paulatino de la economía en presencia de tantos factores ad-
versos de orden interno y externo que determinaron una dis-
minución sustancial en el ritmo de su crecimiento, la disminu•
ción de la inversión, el aumento de la desocupación y sobre
todo generando presiones sobre el equilibrio financiero inter-
no y externo reflejado en un acentuado déficit fiscal y la pér-
dida de la reserva monetaria internacional que reduce en for-
ma acelerada la capacidad de pago del país.
En 1982, el crecimiento económico del pals se detuvo
repentinamente. Luego de una desaceleración a finales de
1981, el PIB descendió en 1,7% en 1982 y se prevé que. en
1983 llegarla al 3% negativo. El valor agregado en los secto-
res agrícola e industrial disminuyó en alrededo~ del 3 y 5%,
respectivamente en 198~: El desempleo se elevó del 3% al

l/ Memorandum Econ6núco sobre Paraguay. Banco Mundial. Febrero 1984.

95
12%, y el sub-empleo empezó a aumentar en varios sectores
económicos. Paralelamente, la formación interna de capital
descendió en 13%, provocando _un desajuste en el funciona-
miento del sistema~

Varios factores contribuyeron a determinar la recesión de


la actividad económica, en su mayoría son factores exógenos.
A partir de 1981, la gran devaluación del peso argentino, y
posteriormente del cruzeiro brasileño, causaron un vuelco en
el sentido del comercio fronterizo. Por tanto, las exportaciones
del Paraguay a sus vecinos y el turismo de los países fronte-
rizos al Paraguay cesaron casi por completo.

A dicha situación se ha sumado la disminuc·ión de la de-


manda proveniente de los dos Proyectos Binacionales (ltaipú
- Yacyretá), que disminuyeron de 460 millones de dólares en
1981 a dólares 345 millones en 1982 y a dólares 225 millones
en 1983. Los factores externos mencionados han ejercido una
presión muy fuerte sobre la balanza de pago del país con pér-
dida persistente de la reserva monetaria internac_ional y sobre
la situación fiscal donde se ha registrado sustancialmente dis-
minuciones de ingresos corrientes del Gobierno, determinan-
do un progresivo déficit a partir de los años 198H83.

La presión externa manifestada más directamente a tra-


vés de la pérdida persistente en la relación de intercambio a
partir del año 1981/83 se puede apreciar en la disminución
persistente de los precios de los productos de exportación,
(algodón, soja, carnes, aceites, etc.). Dentro de este cuadro
debe inc·orporarse la progresiva sobre-evaluación del guaran1
que ha reducido la demanda de las exportaciones del Para-
guay, en contraste con el aumento de la demanda de importa-
ción. En consecuencia, el déficit en cuenta corriente y de ca-
pital de la balanza de pagos experimentó un aumento soste-
nido a partir del año 1981/83.

La tendencia actual es el aumento del déficit para lo cual


el Gobierno Nacional ha iniciado una etapa de revisión y ajus-
te de la Política Cambiaría para evitar la pérdida de la reser-
va en divisas y controlar el endeudamiento externo.

96.
cuadernos RepubUcanos

En relación a la situación fiscal, durante la década de los


70 se mantuvo una poHtica cautelosa, logrando relativo equi-
librio financiero interno y con algunos superavit en Cuenta Co-
rriente durante el período del año 1975/79. Pero a c·onsecuen-
cia del inicio de la recesión económica, los ingresos fiscales
tuvieron una reversión dramática a partir del período 1979/83,
provocando déficit sucesivos fundamentalmente en el Gobier-
no Central. Esta situación ha provocado un impacto negativo
en la inversión pública, donde más se ha sentido el efecto de
un desequilibrio de la situación fiscal.
A pesar del esfuerzo realizado, el crecimiento del gasto
público sigue siendo superior a las posibilidades de ingresos
del Gobierno. Las perspectivas de mejorar el ingreso tributa-
rio del Gobierno en el corto plazo aparentemente resulta diff..
cil en una coyuntura económica caracterizada por la depre-
sión.
Es dable de destacar que la presión tributaria, que ya era
baja en término promedio con relación a otros países de igual
nivel de desarrollo ha descendido en el período 1979/83. En
efecto, la contribución tributaria descendió del 9,2% del PIB
en 1979, a 8, t% en 1982 y 6,2% en 1983, considerada la más
baja de América Latina. Para 1983, el déficit global, pese a los
esfuerzos por reducir el gasto público se elevó en pn 3,7% del
PI B.
El análisis de la situación c·oyuntural tiene a su vez una
íntima relación con la situación estructural de la economra, el
cual permite ubicar la problemática económica en las siguien-
tes perspectivas de análisis para evaluar:
a) Que la situación de c·oyuntura actual, caracterizada por
una depresión de las actividades económicas .requieren
urgentes medidas de PoHtica Económica en et campo de
la PoHtica Cambiaría, Finanzas Públicas y el Programa de
Inversión Pública.
b> Que la situación estructural requiere soluciones de· más
largo plazo, por cuanto implica transformaciones estruc-

97
turales en el campo de la Reforma Agraria, la · Política
Tributaria, de la Polftica Agro-industrial, en la Política
Monetaria, cambiaria, bancaria y la Política educacional.
En la Política de Desarrollo Científico y Tecnológico, la
PoiM:ica de coyuntura· está dada por medidas que en el mo-
mento oportuno pueden contribuir al inicio de la reactivación
económica eliminando las trabas internas . que impiden el a-
prov.echamiento racional de las posibilidades del país.
Las Políticas ante~ mencionadas no pueden estar desvin-
culadas de la Política de largo plazo, dado que las medidas de
corto plazo que se toman en una época difícil, responden a
los obj_etivos de normalizacipn o logros de nuevos niveles de
eguilibri~ de la econ-omía en el me.diano y largo plazo. De es-
ta situación se infiere que la Política de coyuntura representa
Una etapa de ajuste que nece~ariamente debe hacerse para
proseguir· con la aplicación de la estrategia económica que
permitirá el logro de los objetivos perseguidos.
En el caso del Paraguay, y aunque no eorresponde en es-
te trabajo realizar un análisis más profundo en la situación
coyuntural de la economía, se debe ~:~.dmitir que e·s urgente co-
rregir los desequilibrios internos y externos. Se nece•sitan a-
justes adicionales con la cobertura ,apropiada y la intensidad
requerida para ·estimular la actividad agrícola-industrial, me-
jorar la balanza de p~gos, disminuir el déficit fiscal, mantener
niveles adecuados de la tasa de inflación, crear estímulo pa-
ra establecer la confianza y evitar la mala asignación de re~
cursos. La coherencia en la decisión y la aplicación de las me-
didas necesarias recomendadas serán decisivas p~ra salir d~
y
la e'fapa reéesivá crear. un nuevo horizonte pa~á _la. recupera-
ción económica. ·
.. --· ..,. ,..
~ -~

4 ··¡LA NUEVA ESTRATEGiA V LA CONSÓLIDACION DEL


DESARROLL:O

El proceso histórico de transformación socio-económica


observado en las últimas dos décadas, no ha,cambil;tdo los ob-

98
cuadernos Republlcailos

jetivos nacionales consagrados ·por el Gobierno en su . Potrtica


Nacional de Desarrollo. La Paz y el Bienestar Popular, la In·
legración Territorial y la Superación de la MediterTaneldad
son objetivos nacionales permanentes que han tenido plena
vigencia y, cad~ vez más justificada, en la· medida en que el
desarrollo del pars ha avanzado sostenidamente en los llltimos
años.
Si el propósito último es llegar a ofrecer al pueblo- para-
guayo un mayor bienestar material y espiritual a través del de-
sarrollo económico y social, necesariamente la estrategia de·
ac·ción y las distintas poHticas de consecución, deberá:n tomar
en consideración los siguientes principios básicos:

al Que el sec1or agropecuario y forestal continuará cum-


pliendo importante papel en la economra nacional.

bl Que el crecimiento hacia afuera (apertura de nuevos. mer-


cados) y el fomento de la Agro-industria, proseguirá de-
sempeñando importante papel en la estrategia de desa-
rrollo del pars.

el Que el Gobierno cumplirá importante papel en la promo-


ción del desarrollo a través de las inversiones públicas y
el apoyo a la empresa nacional para su expansión.

di Que la Filosofra PoUtica del Gobierno . Nacional· manten·


drá la tesis del desarrollo con estabilidad y un esfuerzc;».
tendiente en el largo pfazo a lograr un desarrollo más au-
tónomo y equitibrado;

el Que los resultados Clel esfuerzo social ser~ objeto de una


mejor distribución.

Los principios enunciados precedentemente se hallan en


relación directa con ciertas condiciones- del contexto; que per-
manecerán sin alteraciones la estabilid.ad política y la paz so•
cial como ·expresión tangible del· resultado del desarrollo so-
cio-económico alcanzado en ·las últimas dos décadas.
4. •. 1. Nivel de Aspiraciones y la Estrategia Hasta el Año 2000
Para responder al nivel de aspiraciones y logros de la so-
ciedad paraguaya hasta el año 2000, es necesario incorporar
algunos nuevos elementos que servirán de apoyo para rede·
finir el conteniao y alcance de los grandes objetivos naciona-
les.
La Consolidación de la Paz y el Bienestar Popular cons-
tituye la aspiración y el objetivo supremo sobre el cual se se-
guirá luchando para asegurar su consolidación.
La Integración Territorial y la SuperaC'ión de la Posición
Mediterránea deJ· país a través de las inversiones económicas
y sociales básicas que se han realizado en el pasado y los que
se seguirán realizando en el futuro, constituyen instrumentos
o medios utilizados para avanzar hacia la consolidación de la
paz, la libertad, y la democracia económica.
El C'oncepto del bienestar empleado en este trabajo es un
concepto que traspasó los Hmites de lo exclusivamente eco-
nómico, Incluyendo también el desarrollo social, basado en el
principio de la libertad individual, el' sistema democrático de
Gobierno y la participación del hombre como protagonista en
el proc·eso del desarrollo y de su resultado. ·
Una visión p-rospectiva de dos décadas por de·lante exige
articular· y aprovechar coherentemente todos los elementos y
factores de que dispone la nación para superar la recesión
económica actual y proyectar su acción hacia las conquistas
de las metas establecidas en los grandes objetivos naciona-
leS.
Para ese propósito y considerada las limitaciones propias
del pafs para lograr una transformación estructural a corto
plazo, es necesario destacar que existen nuevos erementos y
factores que pueden modificar la estrategia de acción económi-
ca del pafs a largo plazo.
En los últimos quince años se han identificado po~ibilí­
dalles concretas de acci'ón para el desarrollo. Dentro de este
C'ontexto de· desarrollo y de integración interna e virtud de la
capacidad nacional para liberarse de la Mediterraneidad de

100
Cuadernos Republicanos

una mayor apertura del país hacia el exterior, se ha detecta-


do lo siguiente:
a> Que la Política de integración interna siga respondiendo a
los ejes de desarrollo regional, particularmente en el Cha,.
co Paragu~yo.
b) Que la conquista del mercado interno a través del fortale-
cimiento de la Empresa Privada Nacional, constituye un
esfuerzo de alta ponderación en el contexto nacional.
e) Que la gran apertura del país hacia Latinoamérica, Esta-
dos Unidos y Europa, seguirá teniendo particular impor-
tancia para dar nuevamente el gran impulso al desarrollo
paraguayo.

4. 2 . Principales Problemas que se deben enfrentar

El país tiene todavía varias limitaciones de todo orden


para consolidar sus objetivos nacionales, entre las que se po-
drían mencionar son los siguientes:
a) El· estado recesivo en que ha caido la economía en los úl-
timos años (1981 /84).
b) Las dificultades con que aún tropiezan su salida al ext~
rior, dentro de América Latina y fuera de ella.
e) El relativo fracaso de la Integración Latinoamericana
ALALC y actualmente ALADI.
d) La recesión .Económica Mundial.
El país se halla en presencia de una circunstancia histó-
rica sin precedente. Luego de un auge y una holgura econó-
mica, se ha entrado en un proceso de deterioro paulatino, si-
tuación que obliga a tomar medidas de ajuste oportunas para
corregir las incidencias negativas de los factores internos y
externos que determinaron la disminución de la intensidad de
crecimiento hasta llegar a tasas negativas, desconocidas en el
pasado reciente.
Ante la situación descripta, la estrategia actual necesa-
riamente deberla ser estudiada y actualizada a la luz de los
problemas de corto plazo cuyas soluciones deben ser enca-
radas como medidas de urgencia que no deberfan ser poster-
gadas. El período de ajuste de la economía a un nuevo nivel
de equilibrio global, se halla inserto en las políticas básicas
que deben condicionar el proceso para lograr las transforma-
ciones estruc:¡turales en el mediano y largo plazo;

La reactivación económica del país depende en gran me-


dida de los cambios que pudieran operarse en el sector exter-
no y de la decisión del pafs para realizar el ajuste de una se-
rie de variables como el tipo de cambio 11, el control del défi-
cit fiscal; promover la inversión pública de acuerdo a las prio-
ridades establecidas y aumentar las exportaciones de produc-
tos agro-industriales para reactivar la economía actualmente
con capacidad ociosa y fortalecer la posición de la balanza de
pag.o del país.
Por otra parte, es cfable reconocer que las. diversas me-
didas utilizadas hasta el presente no han podido traducir, en
la medida deseada, las metas establecidas en Jos objetivos na-
cionales, a pesar de haberse duplicado el ingreso por habitan-
te en el período de 1960/84. El tiempo transcurrido no fue su-
ficiente para culminar una tarea gigantesca que continuará
hasta el año 2000, fecha en que se aspira duplicar el ingreso
actual.
En el orden interno salta a la vista la necesidad de com-
pletar la infraestructura básica de transportes y comunicacio-
nes para acelerar el desarrollo regional y su vincuiación más
fácil con los mercados de exportación. La expansión del uso
de tecnologfa agro-industrial más avanzada que permitirá el
aprovechamiento racional del potencial económico nacional
(mano de obra, energía, capital, organización empresarial y el
mercado interno), todavía carece de fuerzas dinámicas inter-

1/ Para el ajuste norn;¡almente se tiene en cuenta ·el tipo de paridad, con re-
lación al dólar americano. · ·
Cu~dernos Republicanos

nas· para avanzar en el campo de su especialización y desa-


rrollo.
Asimismo, la organización de un Estado moderno con ca-
pacidad operativa para la ejecución de la Potrtica Naci.onal·
en el campo económico, es un desafío permanente y una tarea
inacabada en la medida en que progresa -la sociedad ·paragua-
ya.
Impulsar el desarrollo en una constelación de factores
distintos y opuestos a los intereses nacionales, como .la rece-
sión económica mundial, cuyo drástico impacto determinó
inesperado desequilibrio interno, la inflación y el endeuda-
miento de los países limítrofes y la dura-posición de los Esta-
dos Unidos para mantener el déficit fiscal y el dólar sobre eva-
luado, exigirá la implantación de nuevas potrticas. de ajustes
para impulsar nuevamente el desarrollo nacional· y materializar
la aspiración de lograr mayor bienestar basado en una mejor
distribución del ingreso social.

5. LAS POLITICAS BASICAS DE CONSECUSION DE LOS


OBJETIVOS NACIONALES CONFORME A LA
ESTRATEGIA DEFINIDA

El futuro del Paraguay no debería supeditarse a .. las. expe-


riencias negativas del pasado, ni menos .a . las contingencias
i~previsibles del porvenir. Existe una respon·sabilidad política
que obliga ·asegurar mejores condiciones de vida y de seguri-
dad para toda la población. Partiendo de .esta premi~ funda-
mental y dadas las condiciones en qt.ie s~: desenvuelve. la eco-
nomía de mercado en nuestro país, salta:·a la 'vista la necesi..
dad de la participación del estado en la conducción del pro-
ceso.
El papel que deberá cumplir el Gobierno se orienta en la
línea de la promoción del desarrollo, potenciando a la emprS.:

1'03
sa nacional a través de las inversiones de infraestructura, la
éreación de instituciones técnicas y financieras cié· apoyo, y
garantizando la estabilidad de ·las medidas que afecten las in-
versiones nacionales y extranjeras.
De esta forma, las pol!ticas básicas requeridas para el
cumplimiento de los objetivos nacionales estratégicos traza-
dos, se basarla fundamentalmente, en las siguientes definicio-
nes básicas de PoHtica;
a> Proseguir con la promoción pública del desarrollo nacio-
nal mediante la puesta en marcha de grandes proyectos
desequilibrantes capaces de recuperar el auge económi-
co anterior y abrir un amplio campo de posibilidades y
motivaciones concretas para fortalecer la iniciativa del
empresariado nacional;
b> Mantener una posición clara y realista del país frente al
proceso de integración Latinoamericana, reconociendo
que los convenios sub-regionales de integración dentro
del marco de la ALADI, son caminos para lograr en el fu-
turo la integración de todos los pafses a un mercado co-
mún Latinoamericano;
e> Desarrollar nuevos mecanismos encaminados a promover
asociación del capital privado y público, para la ejecución
de grandes proyectos de alcance nacional y regional.
d> Desarrollar una política social ampliada que permita ma-
yor participación y equidad en la distribución del Ingreso
Social.
Partiendo det principio de que el desarrollo debe lograr-
se en un marco de equilibrio y estabilidad, el Paraguay debe-
rá proseguir c·on sus esfuerzos para consolidar la conquista
del objetivo nacional supremo basado en la estabilidad políti-
ca y el bienestar social.
Cuadernos Republicanos

6. LAS PRIORIDADES NACIONALES Y LAS. POLITICAS


BASICAS DE CONSECUSION

Los grandes objetivos nacional~s enunciados hace más


de dos décadas, no son objetivos fáciles ni de rápida obten-
ción. Por lo contrario, señala una orientación y un camino re-
corrido donde se ofrecieron muchos sacrificios y· muchas sa.;.
tisfacciones propias del progreso de un país en rápido p'roce-
so de transformación.
Los anhelos de consolidación de la paz, la tranquilidad
social y la unidad nacional, que son aspiraciones comunes de
nuestro pueblo, solo podrán ser logrados definitivamente con
participac'ión creadora e innovativa de toda la sociedad para-
guaya.
La estrategia para alcanzar la mayor equidad y _la _justicia
social, constituye un objetivo latente en el Paraguay actual.
Esta legítima aspiración humana de la mayoría de nu~tro púe-
blo, ha adquirido importancia creciente en la ·década de los
80, debido principalmente a la alta ponderación que las cues-
tiones sociales van adquiriendo en la evaluación de los resul-
tados de la PoHtica Nacional en el Campo Económ:ico.
La prosecución de la tarea actual sigue siendo compleja
porque se requiere incorporar elementos de análisis a la estra-
tegia actual y crear renovados instrumentos de Política Eco-
nómica, adecuándolos a los avances obtenidos.
El planteamiento de una acción estratégica determina ·la
necesidad de definir las áreas prioritarias donde deberán ser
aplicaaas las distintas medidas de política económica tales
como:
a> Area General: que comprende las grandes transformacio-
nes estructurales que serán perseguidas a traves de la
implantación de reformas sustantivas.
bl Area de Producción: que comprende las medidas de polí-
tica económica de corto y mediano plazo requeridas para

:tQ5
fomentar la producción agro-industrial y de servicios bá-
sicos.
e) Area Social: abarca todas las medidas fundamentales de
alta prioridad que deberán tomarse en consideración pa-
ra asegurar mayor equidad y bienestar social.
Dentro. del Area General, sin excluir otras, se han identi-
fícado la necesidad de:
Fo-rtalecer el sistema de planificación global, sectorial y
regional;
Revisar y ajustar la Ley NC? 550 de ~nversiones;
Continuar con la polftica de desconceiltración y deseen-
·. tralización del Gobierno (Educación, Salud, Administra-
ción Tributaria, etc.), intensificar el apoyo a la gestión de
·· las Municipalidades, y la creación de un Ministerio de Re-
cursos Naturales y Energfa; · ···
Reformar el Sistema Estadfstico Nacional;
Proseguir con la reforma agraria, la reform.a tributaria,· ti-
. nanciera y cambiaría;
Poner énfasis en el mejoramiento de la distribución del
. ingr.eso a través de la tributación aplicada al ingreso per-
sonal; · · · ·
- Proseguir con la infraestructura de transportes y comuni-
caciones, la electrificación .de las dos regiones del país
·(Oriental y Occidental), la reparación, ampliación y cons-
trucción de nuevos puertos terminales aéreas;.
Fortalecer y desarrollar empresas nacioflales, por ejem-
plo el Ferrocarril Central, la industria del cemento, la In-
dustria del acero, astilleros y otros;
Intensificar la investigación de los recursos naturales (*)
y e.J desarrono de la Ciencia y la Tecnologfa;

( * ) Hoy día se dispone de técnicas .muy avanzadas como la fmografía SA-


TELITARIA AUTOMATICA DIGITAL MULTIESPECTRAL CUAN-
. TIFICADA.

106
. cuaderoae .. Repu~licanos

Ampliar y fortalecer ef Servicio Exterior para fomentar las


exportaciones en el exterior;
-Dentro del Area _de Producción, se ha considerado;· prio-
ritario proseguir ei desarrollo del. paf$· dentro -de un .modelo
agro-industrial, cada vez más especializado, cuya dinámica
futura dependerá de tas siguientes medidas:
Fortalecimiento de la Empresa y .del Capital Nacional a
través de Leyes de promoción y desarrollo;
Crear programas· integrados para fortalecer los polos dé
desarrollo nacional en Pedro Juan Caballero - Canen-
diyú - Alto Para~á - ltapúa y ~haco;
·Incorporar la era del riego en la -agricultura, a través de
la implementación de · proyectos pilotos en . la - Región
Oriental;
Desarrollar el estudio y la construcci6n de un· distrito de
rjego en el Chaco para el. .aprovechamiento_ de IFlS aguas
del Rfo Paraguay y la _promoción del cultivo de la jojoba;
Favorecer la asociación de capitales ·públicos y privados
··. para ·el desarrollo de· industrias nuevas ·requeridas· para
satisfacer el mercado interno y el aumento de 1as expor-
. tat:iones del páfs; . ·· · · · ··
- Intensificar la transferencia de tecnologra para la intro-
. ducción de nuevos rubros como. el kaá heé~ el. tab.ac~ Bur:-
- .ley, menta, la jojoba y otros. pro.ductos· agrfcolae ..Qe ex-
portaciones;
Fomentar la mecanización de· ·la actividad .agropecuaria
y el desarrollo de industrias de transforniacf6n;·:
La formación, especialización y ·capaci~~n- de J~ recur-
sos humanos en ·relación con. la_ ~f;Tl~a: dél- mer-cado de
trabajo;
F~nalmente en el Area Social, se· plantea la n.ec.esldad fun-
damental de ir corrigiendo la situación soclát en la medi-
da en que se pro!;iuzqaunatransformación en la ~itu.ación
económica del pars. Además de considerar la necesidad
de mejorar la distribución del ingreso social: se requerirá
tomar las siguientes medidas:

· Establecér una Ley del· Servicio Civil para los Funciona-


~-:·: ·. · riós ;dát :SectOr- :PúbliCO YPrivBdo~ · · · ·· - - · -

Revisar y ajustar la. actual .Ley -,de ·Segurídad Social para


. ampJiar en su cobertura y adecuarla a las exigencias y
expectativas actuales;

:-- -Articu!ar el.sistema educativo del nivel primario, medio y


. superior en base a una organización educativa regional y
una orientación adecuada a la demanda social, -vincula-
da con la oferta educativa y los requerimientos del mer-
- cado de trabajo. Se deberá prestar especial énfásis al
desarrollo de la educación técnica y formación profesio-
nal del nivel medio y la formación de cientrficos y técni-
··' . cos ·de alto niver académico. y profesional; ·

.~ortalecer 'la regionalización d~ los Servicios . de Salud,


promover la integración de los Servicios Públicos ·y Pri-
vados, construir hoS:pdtales regionales dotados de sufí-
. clente personal, equipo y medicamento para descentrali-
zar las funciones de los servicios de Asunción y mejorar
la medicina preventiva y curativa, sobre todo en e1·· área
rural;

Desarrollar· programas de mejoramiento de la vivienda, a


·través del estrmlilo y fomento para el desarrollo de las in-
dustrias de construcciones, ofrecer m.ayotácceso y facili-
. ·. :·. dades. para el. financiamiento d~ntro .del Sistel'!la de:: Aho-
rro Y: .Pr~stamo para la Vivienda y el desarrollo de. proyec-
tos para la construcción de viviendas destinadas al estra-
~· to de la población urbana de menor nivel de ingreso. Pa-
.· :ra ·el Area Rural se deberá proseguir con ·el.pertéeciona-
miento del sistema constructivo conforme a :ras~: :Caracte-
. rrsticas socio-culturales, condiciones· ecológicas y posibi-
lidades de recursos existentes;
. Cuadernos Repul)llcan~s .

. Estimular otras formas de organización social como el de-


sarrollo del cooperativismo, las asociacione·s sin· fines de .
lucro, el desarrollo de los deportes, la recreacjón· y otros
programas destinados a la formación de los valores. au.:=
ténticamente nacionales y utilizando al máximo ·Jos me~ ·
dios de comunicación social. · ··

7 ANALISIS GLOBAL EN LA PERSPECTIVA REGIONAL

Partiendo del concepto de una .


estrategia espacia:!
. salee.;·
.
tiva, el Paraguay responde al Modelo de Desarrollo Déséquili- ·
brado, en et st¡l'ntido de privilegiar:. ciertas áreas _del: pais,r ,con
respecto a otras, para acelerar· el proceso de desarrollo nacio-_
nal y aprovechar al máximo los recursos naturales 11. El dese.•
quilibrio aún predominante entre las dos regiones naturales
del pars, la Oriental y la Occidef'!tal. o Chaco Paraguayo, cons-
tituy~ el gran desafío y su reducción se considera de alta prio-
ridad nacional.
La clasificación por áreas de las distintas medidas 'priori~
tarias recomendadas, demuestran los nuevos eh:~mentos de
juicio que deberán tenerse presente en la actualizapión de los
instrumentos de la estrategia nacional de desar.ro.llo. En efec!"'
to, para lograr una interpretación más_ acabada de la magn.i-
tud de Jos problemas de ajustes planteados cor¡ respe.cto al
desarroilo de la$ dos regiones, y una form~ de lograr más des•
taque en la presentación de cier:tasJ~9cione_s rnpyor rele-. 9e
vañcia que inducen a la integración nacional, se considera
conveniente presentar el resumen analíUco · dentro de una
perspectiva regional.
. ·.
•• o~._, . .:. : •.• •• - . •• •• -
. ' • -'
.
• 1 • 1'
.
' ~ -· _,
) ... - ..

l/ Monges, Fulvio. La Variable Especiai en el Prriceso de De:;arrolló: Ptimer ·


·Congreso NacionaL de. Economfa. Marzó 1984. Asunoi6n·- Paragmiy.
7: 1 . El Desarrollo del Chaco

El desarrono del Chaco, planteado dentro de un esquema


regional será el escenario de grandes transformaciones en la
década ·de los 90. Dentro de ese periodo se terminará el pa-
vimento de· la ruta Trarischaco hasta Gral. ·¡:u genio A Garay
y se construirán los caminos mejorados McaL Estigarribia -
Pozo Hondo, Mcal. Estigarribia ...:.... La Gerenza y Bahía· Negra.
El avance de la integración del Chaco con los paises li-
mítrofes (Argentina, ·Bolivia y Brasil), será fortalecido a través
de la construcción del puente sobre el Río Paraguay a la al-
tura de Conce.pción que vinculará a través de la ruta Concep-
ción - Pozo Colorado, Gral Díaz y Pozo Hondo con el norte
argentino. y Chile También se rehabilitará la ruta Chaco-! -
Gral. Bruguez - Esteban Martínez - Gral. Dtaz.
:. - .El .m-4>delo . de desarrOllo agro,-industrial1 aplicado en el
Ghaoo con buenos resultados permitirá inaugurar nuevas eras
con ta realización de grandes proyectos de riego para 1¡:¡ agri-
cultura intensiva. La utilización del agua del Rfo Paraguay pa-
ra el Des•rrollo Agropecuario y la e1ectrif~ac1ón de la Región
ccm .la energfa de ltaipú o de otras fuentes no convencionales,·
convertirá a la región del Chaco en un área de mayor aport-e
al. progreso y bienestar económico del pafs.

~ Por-,otra parte; se deberá rnsistir en- la Investigación de


tos recursos naturales del Chaco sobre todo en lo que con-
cierne a tos recursos de aguas y minerales. No debe descar-
tarse la posibilidad de encontrar petróleo o gas en el Chacó
o en su .defecto la construcción de un oleoducto que permita
sumintstrar al pafs. a través de la Argentina o Bolivia los pro-
ductos derivados del petróleo.
la -promoción del desarrollo del Chaco· deberá realizars~
en· base .a la creación de Úna Corporación _Fin~_Ac:i~r~ ~gion~l
con capac·idad suficiente para captar fondos nacionales e
in- '
ternacionales para la implementación de los Qi.ferentes progra~
mas y proyectos de desarrollo regional. A esta meqida de for-
talecimiento institucional, se debe acordar, tratamientos prefe- ·
Cuadernos ·Republicano•

renciales para las inversiones del Capital Nacional y Extran-


jero, a
través de diferentes tipos de estimu1os ·y concesiones·
de carácter impositivo, administrativo y financiero.
En síntesis, la estrategia del Desarrollo del Chaco estará
basada en la -modernización institucional, dotada. de mayor
capacidad técnica y financiera para concretar la era del- riego
en la agricultura y en la ganadería; la era de la electriffcación ·
del Chaco, la era de la jojobay la era del gran impulso· al de-·
sarrollo agro-industrial. :

7. 2. Desarrollo de la Región Oriental

En la Región Oriental, donde se desarrolla la rriayor par-


te de las actividades económ1cas y vive el 97% de la· pobla-
ción, la necesidad de infraestructura básica de transporte y:
comunicaciones, sigue siendo de alta prioridad y tiene plena
vigencia en la estrategia actual.
El Desarrollo y Mejoramiento de la Tecnología Agrope-
cuaria e Industrial, el mejoramiento del sfstema de comerciali-·
zación, la creación y fortalecimiento de empresas nacionales e
internacionales, vinculados a la producción agro-industrial, se·
halla aún muy condicionada por el Desarrollo de los Trans~
portes y Comunicaciones fáciles de los Centros de Producción
a los Centros de Comercialización o embarques para el Exte-
rior;

Para impulsar el desarrollo de las actividades socio..:eco-


nómicas, el programa de inversiones públic~s debe contem-.
piar la pavimentación de las rutas IV Pilar - San Juan Bau-
tista; la ruta V Concepción - Pedro Juan Caballero; la ruta
111 Cnel. Oviedo Yby Yaú; ruta X Mbutuy- Salto del Guairá-
Presidente Stroessner; la ruta San Juan Nepomuceno - Vi-
llarrica .:....... fiiumr y su empalme con la ruta Vll.

· El traf!sporte. por carret~ras .facilitará una mayor inte_gra-


ción :ecx'l'lóm-ica de las regiones y .eJ ~r~I1!SPQf1:-e por ferro9arr.fl
completará una dimensión internacional de las facilidades pa-
ra la exportación. El Gobierno deberá alentar la construcción
del ferrocarril de la soja y estudiar la rehabilitación del Ferro-
carril Central del Paraguay, a través del cual se deberá defi:·
nir un Centro de interconexiones de las redes principales del
ferrocarril y el transporte por carretera .
.. Proseguir con la potrtica de mayor utilización de los ríos
navegables del país, constituye aspecto relevante de la estra-
tegia del desarrollo.. Para ese propósito se desarrollará un
programa de construcción y equipamiento dé los puertos so-
bre los ríos Paran á y Paraguay.. La constr~;~cción de un nuevo
puerto en ltapirú, que será "un Puerto de Mar del Paraguay",
servirá como punto de convergencia de todo el flujo de mer-
cancía y servicio provenientes de las zonas aledañas a los ríos
Paraná y Paraguay.
El Puerto de Mar ltapirú, que tiene por su posición geo-
gráfica la posibilidad de recibir buques de mayor calado du-
rante .todo el año, deberá constituirse en una gran factoría
agro-industrial, destinada a la exportación. Para su mejor a-
provechamiento deberá contemplarse una exclusa para la na-
vegación dentro del Proyecto de Yacyretá, continuará el Pro-
yecto del dragado y mejoramiento para la navegación del río
Paraguay en todo su curso y la construcción de un empalme
de ruta asfaltada que unirá ltapirú con la ciudad de Pilar y San
Juan Bautista de las Misiones.
El transporte aéreo deberá continuar su expansión inter-
na e internacional. Para el efecto se proseguirá la construc.;..
ción y equipamiento de Aeropuertos Regionales, la renovación
y diversificación de la flota aérea nacional y la preparación
del personal técnico para el cumplim!iento ·de la .alta misión
que corresponde a este tipo de servicio, en un país medite- .
rráneo como el Paraguay.
El Desarrollo Agro-industrial requerirá un mejor aprove-
chamiento de los recursos del país. Para .lograr este propósi-
to el Estado seguirá cumpliendo un rol importante para mante-
ner· el desarrollo con estabilidad. En este sentido .se intensifi-
cará la investigación de los recursos naturales de todo el ·pars,
se desarrollará la ciencia y _la tecnol<?g~a aplicada al.. desarro-
llo. ~9ro-industrial y debería crearse un Ministerio de Recursos ..
Natúrales y Energ·ía: ' · · ·'
La utilización ·de la energía en el futuro. repre~enta un de-.:
saffo a la inteligencia y a la capacidad creadora de nuestro
pueblo.
y
El Plan Nacional de OesarroÍio d.etermin.ará definirá el ba-: ·
lance energético .del ·país y d~berá · proseguirse~ eón. la..:Patrfi~~
ca de electrificación de todo el. territ()rio nacional, la utiliza.:.·
ción de energía. en industria. electro-intensiva: . (aluminio, ce.-
mento, acero, petroquímica, papel y celulosa, etc.),· y la eie.c-·
trificación de los transportes públicos en la ciudad de AsUn-
ción.
Para asegurar el cumplimiento del objet.ivo d~ lograr ma;.: ·
yor bienestar social, el estado seguirá promoviendo la forma..;
ción y especialización de los Recursos Humanos a· través de
los diferentes niveles de educación regular y extra-escolar; el
mejoramiento de la salud a través de programas de medicina
social rural,, basados
, en la seguridad
t social
, . ampliada
,, , , en
. . ,su·
cobertura; - · · · · · ·
Al mismo tiempo, el Gobierno seguirá fomentando una po-
Jftica de mejoramiento de las viviendas, especialmente para
la clase de menores ingresos e intensificará su apoyo a otras
formas de organización social como la organización coope-
rativa, mutuales y organizaciones indígenas. Los paraguayos
nativos tendrán atenciones preferenciales en un Programa de
acción social que traduzca y mantenga los verdaderos intere-
ses de las comunidades indígenas.
El país debe propender a una integración voluntaria de
su población nativa y deberá admitir como principio una po-
lítica de Población no controlista. El país tiene poca pobla-
ción y muchos recursos naturales. Se necesitará mayor pobla..
ción para organizar una economía de mayor integración y di-
mensión basada en el mercado interno.
8~ SINTESIS: FINAL

- · ·¡:¡tia:lmimte,. .li:i condlci6n d~l :pro~eso en el mediano y· lar- .


ga· plazo 'seguírá. exigiendo los" ajustes n·ec~~arios en la a.pH-
cación de la polftica básica general, para mahferiÉwel' equili-
brJo, mtern.o y e)(terno.. En ese sentido~- ·se perfeccionará el co-
merct:o:.exterio·r~ para fomentar la exportación. a través de me-
canismos mixtos especializados, la protección dosificada a .la
industria nacional de su competidor externo, la prosecución
de la reforma agrária yla.li:u::iorporacióri del cí:un'pesino al de-
sarróllo, ia adecuación· de' la pofítica monetaria y de crédito a
l~s necesi'dades. financieras del •. pafs, .mantener alta p¡rudencia
en -el' Emdeudámiento con el. exterior y mayor participación de
lá'banca privada en' el financian1iettto del desarrono ...
. . , -

Todas las transformaciones planteadas para avanzar· en


la conquista y consolidación de los. objetivos naci.onales, re-
querirá un clim¡a de paz y de confianza en las virtudes ciuda-
danas. del hombre paraguayo. El sacrifico del presente es un ·
cÓm.promiso .que todos debemos' asumir .. En todas las épocas,
e( hombre es protagonista de su historia y de su futuro. Ten-
gamos fe y confianza eri nuestra propia .capacidad para con-
qUistar' un futaro mejor para. todb el ..pueblo. paraguayo.
OSCAR PACIELLO

El Comunicador Social
en la Adopción de la
Política de Comunicación
en América Latina
·. ( ·"":·
~-"'" - ~ ·. .,.-:-:·:.,.:: -:.:.·L..·.,
··u .. ~ ,

-----:?.: ·-~ ..;:· ...


,.... ,., r:··
:. . :.:.~;;.".? ·.,..,

,._ -_;.. .:"';:


.: -·.. ·..:..-
PRESENTACION
- ..
La presente comunicación, atiende al objetivo básico de
someter a la ~onsideración de los aprepiados y d~tinguidos
colegas, ex-becarios todos de los Cursos Internacionales de
Perfeooionam.iento en Ciencias de la: klformación·-~ectiva que
anualmente organiza el Centro Internacional-de Estudios Sup~­
riores de Periodismo para América Latina (CIESPAL). - - ..
La labor. del CIESPAL e.n las comunicaciones sociates de
América Latina constituye un hecho objetivo que. se ---im-poné
frente al más mrnimo atisbo de escepticismo. Su . contribución
a la maduración de una concienci¡:¡ _critica de los .comunicª-c;l9:-
res sociales latinoameriCanos escapa a toda_ por.1.deración. ~
trascendencia es indudable. Y el encuentro programac!_o ·po~
los apreciados amigos portoalegrenses constituye un vali9só
~estimonio de estas afirmaciones. · -
En esa inteligencia, hemos creído ineludible aeber,. eon~
currir a este Encuentro de ex-Becarios con estas modestas re-
flexiones
-
referida al tema.. centrai a considerarse en el. evento.
. ,- .,

Una polftica de comunicación para América Latina· c~s-­


t1tuye, desde luego;_ una cuestión.=· de la más- s~ngular. im,por~
tancia en la etapa -actual de · su desenvolvimiento histQI"ico; y
para su formulación, el papel del comunicador; actor iASU&t¡..
tuible. ·en el proceso adquiere connotaciones singularm~nt~
trascendentes. -- . - -
Es asr que en las breves páginas qu~ si_g!Jen. tratamos
fundamentalmente de enmarcar una definición para el roi qiJe
asignemos al comUnicado~. ln_discu~ible _su· irr)pórtan.ciá, pero
por sobre todo, ineludible la. tarea de. una ·clar'itica_ción ~
conceptos tendientes a perfilar una respuestá válida, -Y esen:.
cialmente nuestra, es decir latinoamericana, frente -a:· criterios
que, cual redivivos maniqueísmos, p1retenden encerrarnos en
falsos dilemas cuando que nuestra realidad, notoriamente
diversa, aún se encuentra a la espera de nuestra propia aven-
tura descubridora, hazaña de no menuda monta que debemos
encararla irrenunciablemente nosotros, los latinoamericanos,
libres de cualquier tutelaje interesado.

l. LOS DATOS DE LA REALIDAD

t. Ruptura de las estructuras tradicionales

La cohquista del territorio americano por los imperialis-


mos europeos del siglo XV configuran una crisis en las es··
tructuras sociales, económicas y pollticas de este continen-
te, desarti.culando totalmente modos de vida que son parcial-
mente sustituidos por modelos impuestos por la conquista.

· • . ·oesaparecerán
.
asf .del horizonte cuotidiano del hombre
al)lericano ciertos modelos que, aún hoy, a la distancia, cons-
tituyem modelos que continúan suscitando admiración, se eri-
gen en ·objetivo de múltiples investigaciones apasionantes,
aunque, ·por sobre todo, con la desaparición de sus clases di-
rigentes determinarán una situación de dependencia de fmpro-
ba ·superación.

Esta dependencia, en el periodo llamado colonial, adquie-


re todas las caracterfsticas propias de la explotación en todos
sus niveles.· En él plano económico sé incrementará la explo-
tación dé materias primas en detrimento de un desarrollo ar-
mónico de las regiones, con sus consecuencias sociales, do-
·miñáción y sujeción de tipo feüdal. En el plano cultural la im-
pósición de pautas y valore·s tendientes · a suplantar los ele-
mentos de identificación y afirmación de los valóres.propios.
- - .- - - ..
. Se articula una nueva geograffa. Las únicas regiones de-
sarrolladas_ serán, las de los litorales costeños, salvo casos
muy contados, y· todo. el continente será repartido en compar-
tim~ntos aislados. por las grandes selvas y montañas que faci-
litan la sujeción, ·

120
Cuadernos Republicanos

La emancipación política a comienzos del s. 19, determi-


nará, simplemente, la liberación formal en el plano político,
pero las estructuras permanecerán intactas facilitando un nue-
vo tipo de colonialismo, el económico, que teóricamente for-
mulará sus presupuestos enunciando el nuevo orden mundial,
a través de la llamada "división internacional del trabajo",
según la cual, América seria la granja de Europa, la proveedo-
ra de sus rnaterias primas y el mercado natural de su expan-
sión industrial.

Las dos guerras mundiales, transformarán profundamente


las condiciones sociales, económicas y politicas predominan-
tes a comienzos del siglo. Sin posibilidad de seguir en detalles
los procesos que se dieron en cada país, anotamos las con-
secuencias que son las que nos interesan:
a) Inicio de un proceso de industrialización en algunos
centros, como respuesta ante la necesidad de sustituir im'porta-
ciones de difícil o imposible consecusión en las metrópolis;

b) Penetración más intensa en los territorios en la bús-


queda de materias primas y consiguientemente mayor disponi-
bilidad de vías y medios de comunicación acelerando el inter-
cambio ciudad - campo;

e) Paralelamente a tales procesos, acentuación del creci-


miento demográfico que, en los medios rurales imposibilitados
de absorber al excedente de mano de obra por la predominan-
cia del latifundio en la explotación de la tierra, arroja exceden-
tes en los centros urbanos.

d) Desplazamiento politico de las oligarquias tradicionales


agro-exportadoras y ascenso de una incipiente clase media con
participación creciente del elemento militar;

e) Acceso creciente, luego de concluidas las guerras, a


elementos de la sociedad de consumo con una incentivación
creciente al uso de elementos propios de ella, a través de los
medios de comunicación social, creando intensas expectativas.

121
. 2. Las comunicaciones sociales en ese contexto
transicional.

Es un hecho comprobado que el proceso de comunicación


social, en el contexto de la sociedad tradicional, resulta pre-
dominantemente oral. Antes de tener lugar los procesos an-
tes seña.lados, era como si la sociedad latinoamericana no hu-
biese· accedido a lo que McLuhan caracteriza como la "galaxia
de Gutenberg".

En efecto, en ésta la familia es extensa, no tanto por la


alta tasa de natalidad cuanto por la extensión de los vínculos
sociales qUe relacionan a los individuos al tronco común. En
ella, incomunicada normalmente de Jos grandes centros, el prin-
cipio de autoridad basado en la "tradición", y la adscripción a
funciones sociales y económicas heredadas constituyen lo pre-
dominante; la acción pol!tica fundada más en la constitución de
una clientela electoral que en una acción de concientización,
y la escasa difusión de la educación, hacen de la comunica-
ción interpersonal en la aldea o comarca una realidad predo-
minante, sobre todo en los medios rurale·s.

Las transiciones estructurales antes a:1otadas (1), sin em-


bargo, producen transformaciones y alteraciones de singular
importancia. Básicamente la intensa migración del campo a
la ciudad, gesta la nueva realidad social del proletariado ha-
cinado en la periferia de las grandes metrópolis con conse-
cuencias de diversa índole.

La familia de pluricelular en las áreas rurales, s.e convier-


te en monocelular en ·las ciudades, con una intensa y progre-
siva modificación de sus roles tradicionales. Y cuando ella no
existe, el. individuo refugiado en los tugurios, normalmente
se encuentra privado de los mecanismos protectores propios
de los grupos tradicionales de los que procede.

Hace así su aparición un tipo que, con exageraciones y


todo, y no por constituir una abstracción deja de tener signi-
ficación; "l'upmo cualumque", el "homen masa", el "hombre
masa". Individuo aislado en las grandes metróp.olis, privado

1-22
Cuadernos Republicanos

del calor de la familia tradicional, perdido sin la valiosa in-


formación que para bien o para mal le brindaba el grupo tra-
dicional, se erige asl en el pasto ideal para motivaciones y
movilizaciones no siempre propicias para su dignificación
personal.
Ordinariamente, la función social que cumplía anterior-
mente la autoridad de la familia de tipo patriarcal, la informa-
ción recogida oralmente en los encuentros de aldea, en el
poblado, vienen a ser suplidas por los medios de comunica-
ción social, de donde proviene su dramática importancia, pe-
ro también su extraordinaria responsabilidad frente al proceso
transicional bosquejado.
La importancia de los medios de comunicación social en
una sociedad de masas es indiscutible y ha sido debidamente
investigada, analizada y comprobada. Recordemos, simplemen-
te, el famoso estudio de Berelson con motivo de la huelga de
periódicos en Nueva York. Ciertamente que tal no es la situa-
ción de Latinoamérica, pero tengamos presente que, frente a
la alta tasa de analfabetismo, la radio y por sobre todo la te-
levisión, ejercen los mismos si no efectos más intensos aún.

La responsabilidad del comunicador frente a esta reali-


dad que le demanda, entre otras, una función tuitiva, aún re-
conociendo la relatividad de sus efectos, como ya se señala-
ran en los estudios de Klapers, no escapa al observador me-
nos avisado. La creación de estados de opinión, la moviliza-
ción interesada hacia objetivos no siempre esclarecidos, y la
incitación constante a nuevas pautas de comportamiento, de-
mandan del comunicador una cabal conciencia de su misión,
una sólida sustentación ética y en no pocas ocasiones cier-
ta dosis de audacia casi apostólica.

3. Aspiraciones crecientes y manip<Uiación ideológica


Descripta someramente la situación del receptor de los
mensajes, fácil es advertir la extrema vulnerabilidad de las
grandes masas a solicitaciones de toda lndole.

1'23
Por sobre todas las cosas, cabe advertir, que las vincula-
ciones físicas territoriales incentivadas por la extensión de las
redes y los vehículos, han acercado considerablemente a los
habitantes de áreas rurales a los centros poblados, en un pro-
ceso progresivamente más intenso que aunque no siempre se
traduce en procesos migratorios, por lo menos evidencia otros
horizontes hacia los cuales se movilizan sus aspiraciones por
una existencia más digna y feliz.
Paralelamente a este hecho, la mayor difusión y alcance
de los m¡edios de comunicación social, sobre todos los electró-
nicos embisten día tras día sobre las pautas de conducta del
hombre común que cada día, también, de manera no siempre
conciente va gestando un trasfondo afe·ctivo que le impele
hacia una modificación de sus actitudes.
Si a este hecho, sumamos, finalmente, la mayor difusión
de la educación, que aunque en diversas regiones se intensi-
fica en números absolutos mas no en porcentuales relativos,
tenemos bosquejado un cuadro de factores que permanente-
mente intensifican expectativas y cargan el trasfondo del hom-
bre común de tensiones, una carga emotiva cuya orientación
y significación resulta de fácil utilización.

Esta evidencia es la que es captada por las potencias en


pugna de predominio mundial. De ahí, por ejemplo, que Radio
1

Moscú mantenga emisiones radiales en idiomas autóctonos,


tales como el guaraní y el qichua, aparte, naturalmente, del
español y el portugués todos en frecuencia diaria. Y de ahí,
también la no menos activa presencia del "american way of
life'' en publicaciones aparentemente anodinas como "Super-
man" o "El Pato Donald'' según estudios especializados rea-
lizados sobre el particular.

Y aquí se centra radicalmente el prpblema que nos ocu-


pa, que esquemáticamente plantea las siguientes. interrogan-
tes de necesaríamente previa elucidación, para una razonable
visualización de la magnitud del problema:

a) Puede resistirse la "invasión" de las ondas extra-lati-


noamericanas?

124
Cuadernos Republicanos

Parece obvio que ello ·podrfa darse en el supuesto que


utilizando adecuadamente el "factor de selectividad'' en las co-
municaciones sociales, se ponga al alcance de las masas la-
tinoamericanas respuestas adecuadas a sus motivaciones cul-
turales.

b) Suponiendo que razonablemente puedan satisfacerse


tales necesidades culturales, qué sistema escoger?
b.1. Control de los medios por el Estado? o
b.2. Apertura de los medios a la "iniciativa ·privada"?
El primer sistema (b.1.) presenta el serio riesgo de que
una oligarqufa económica, polftica o de la naturaleza que fue-
re, si capta para sf el poder del Estado, nulifica totalmente la
función social de los medios de comunicación social, al pre-
tender interpretar según sus propios criferi"os los intereses
populares.
El segundo sistema (b.2.) por la notoria dependencia del
poder económico, evidencia la proclividad de uncir los medios
de comunicación social al carro de los intereses económicos
predominantes con el también obvio marginamiento de los ver-
daderos intereses populares.
Para Latinoamérica resulta obvio que no siempre se plan-
tea la cuestión de la manera radicalmente opuesta como aca-
bamos de bosquejar, y de los comunicadores sociales depen-
de, en gran medida, que ello asf no ocurra. Se hace menes-
ter encarar intensas. tareas analfticas en la búsqueda de váli-
das alternativas necesarias para nuestra realidad. Un intento.
cuyos resultados ignoramos fue realizado en el Perú,· aunque·
debiéramos celebrarlo como un esfuerzo serio en tal sentido.
Las últimas medidas arbitradas por el nuevo gobierno, ptan-
tean el interrogante de cuál será en definitiva el rumbo de la
experiencia.
En cualquiera de los casos, queda evidenciada la noto-
ria correlación entre las ideologfas en pugna y su proclividad

125
a la manipulación a través de los medios de comunicación
social. Que é~tos sea operados con plena concie-ncia de es-
tos factores en pugna, constituye_ a nuestro criterio, la función
primaria del comunicador y la materia especifica de la defini-
ción de una política en materia de comunicaciones sociales.

11. - DERECHO A LA INFORMACION


1. - Evolución de la cuestión
Históricamente la cuestión surge dentro del marco de la
predominancia disputada entre la democracia y la autocracia.
Presupuesto rundamental de aquella es la partici'pación del
ciudadano en la formación de la voluntad general, participa-
ción que se considera posible únicamente mediante la "liber-
tad de prensa", de la que el conocido dispositivo asentado en
casi todas las constituciones latinoamericanas de "publicar
sus ideas sin censura previa" como derecho inherente a cual-
quier ciudadano adquiere caracteres dogmáticos.
Refiriéndose a este principio escribla el Justice Brandeis
de la. Corte Suprema de los Estados Unidos: "Aquellos que
conquistaron nuestra independencia creyeron q,ue el objetivo
primordial del Estado consiste en hacer -libre al hombre p-ara
que pueda desarrollar sus facultades; y para que en su gobier-
no las fuerzas deliberativas prevalezcan sobre lo arbitrario.
Valoraron la libertad tanto como un fin como un medio. Cre-
yeron que la libertad de pensar como se quiera y de hablar
como se piensa, eran medios indispensables para el descubri-
miento y lá difusión de la verdad polrtica; que sin libertad de
palabra y de opinión la discusión serra estéril; que con ellas
la discusión ·prOporcionarla protección adecuada contra la di-
seminación de doctrina nociva; que la mayor amenaza a la li-
bertad es ·un ~ueblo inerte; que la discusión pública es un de-
ber poHtico; y que éste debe ser un principio fundamental del
gobierno americano".
El principio asr enunciado, con la nobleza de propósitos
que indudablemente lo inspira, no satisface, empero, la finali-
dad a la que apunta,· puesto que no asegura los medios re-que-
ridos ·para· su consagración. Se concreta en una mera prohi ..
Cuadernos Republicanos

bición de atentar contra la Íibertad .de' expresión, p·ero no a-


segura los medios para que ella adquiera plena vivencia; es
más, no la precautela de la sacechanzas que muy pronto vi-
nieron a manifestarse en la realidad concreta de la comunica-
ción social.
Es obvio que este principio, teóricamente consustancial a
la llamada sociedad abierta, puesto que de él 'no podemos ha-
blar en los regímenes totalitarios, aún dentro de la sociedad
democrática resulta incompleto.
En efecto, la prensa librada a la iniciativa privada, con las
colosales inversiones que hoy por hoy demanda, muy pronto
se convierte en un instrumento de los grupos de presión, res-
pondiendo a los intereses del "statu quo'', preconizando el in~
mobilismo social y el conservadurismo polftico. Sostenida por
la publicidad proporcionada por las grandes corporaciones,
de hecho, se convierte en un instrumento al servicio de las
mismas, con lo que consiguientemente no puede cubrir las ne-
cesidades de otros sectores igualmente dignos de ser infor-
mados.
De ahí que en la Declaración Universal de los· Derechos
Humanos sancionada por la Asamblea General de las Nacio-
nes .Unidas se establezca:
Art. 199 Todo indiViduo tiene derecho a· la libertad de opi-
nión y de expresión; este derecho incluye el de nó ·ser moles-
tado a causa .de sus opiniones, el de investigar y recibir infor-
maciones y opiniones, y el <;le difundirlas, sin, limitación de
fronteras, por cualquier medio de expresión.
Frente al mero derecho a expresar las ideas sin censura
previa, se consagra asr, también,· el derecho de investigar y
recibir informaciones y opiniones, vale decir, no tanto el dere-
cho a expresar ideas, sino también y por sobre todo, el dere-
cho a recibirlas, vale decir, el derecho á·'la információn.
En este orden de ideas, cabe señalar que la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, es menos

127
explícita por cuanto solamente habla del "derecho a la liber-
tad de investigación" que, por cierto, entendemos que com-
prende el derecho a la información.
Entre los textos constitucionales últimamente sanciona-
dos encontramos explfcitamente consagrado el derecho a la
información en el inciso 69 del art. 28 de la Constitución Ecua-
toriana que· establece: "El derecho a la información y el libre
acceso a sus fuentes, sin más limitaciones que la seguridad
internacional del Estado y la vida privada de las personas".
La Constitución Paraguaya, sobre el particular expresa
en su art. 72: "La libertad de expresión y la de información,
sin censura previa, son inviolables y no se dictará ninguna ley
que las limite o imposibilite, salvo en lo referente a las prohi-
biciones del artrculo anterior", (artículo anterior que se refie-
re a la prédica del odio, o la violencia o la lucha de clases).

2. Contenido del Derecho a la Información


Recapitulando un tanto las nociones que hemos venido
desarrollando, conviene destacar que si en sus orígenes la li-
bertad de prensa surgió como un imperativo para la instaura-
ción del sistema de gobierno democrático, su utilización res-
pondió más vale a los requerimientos de una democracia for-
mal, de la cual de hecho se hallaban excluidos importantes
sectores poblacionales, en primer lugar por su analfabetismo
y en segundo lugar, 'por la reducida esfera de acción de la
prensa escrita.
Al presente, sin embargo, la incorporación de los medios
de comunicación electrónica, por una parte, y los fenómenos
sociales de superurbanización, disgregación de la estructura
de la familia tradicional y el relativo aislamiento del hombre
masa, crean nuevas realidades, en la que la necesidad de in-
formación como un medio de supervivencia en un ambiente
competitivo y hostil configuran una nueva dimensión, antes
desconocida del problema.
Es asr que, en respuesta a tales necesidades del hombre,
el derecho a la información adquiere un contenido propio, cu-

128
cuade~ Rep~bl~os

yos ~pectos fundamentales•. en nuestra opinión, son los si-·


guientes:_ · ·

a) Libertad de expresión, cuyo ejercicio debe ser garanti-


zado, no tanto en relación a los derechos individuales, cuanto
a los diversos sectores que integran una sociedad. En otros
términos, el derecho a expresar libremente ideas y opiniones
debe ser interpretado en conexión, con la prohibición no me-
nos premiosa de toda discriminación por el mottvo que fuere.
Es el problema de las minorfas, de los llamados sectores mar·
ginados, cuyo acceso a los temas centrales de la opinión pú-
blica -demandan un· orden normativo que les garantice la efec-
tiva vigencia de tal derecho.

b) Libertad de acceso a las fuentes de información, moti..


vo de las más intensas fricciones entre los comunicadores so-
ciales y los administradores gubernamentales. Parece que ésta
fuere una cuestión obvia, pero en los hechos no es asr, y
resulta hasta cierto punto paradoja! la falta de insistencia de
la prensa en esta cuestión fundamental para el cumplimiento
de su cometido.

Resabios de autoritarismos superados, gravitan fuerte-


mente contra la consagración de esta libertad. El funcionario
público, ordinariamente, no para mientes en el hecho funda-
mental de que su individualidad como persor.ta nada cuenta
frente al derecho de la colectividad de conocer su gestión eri
cuanto órgano de la administración. -

Si tal ocurre frente a la administración del Estado, qué


pudiéramos decir cuando el enfrentamiento se da con una
empresa multinacional? Apatentemente éstas se iJallarfan
exentas de la iibertad de investigar de la prensa, por tratarse
de entidades privadas, pero en la realidad de los hechos, su
inmenso poder Qconómico y su notoria influencia en él desa.;
rrollo de la$ naciones diffcilmente puedan ampararse en con-:
cepciones jurldicas privatrsticas.

129
En cualquiera de los casos, y por razones de interés pú-
blico superior, se impone el señalamiento de pautas de acción
en el desempeño de las labores periodfsticas que garanticen
eficazmente esta libertad consustancial al ejercicio de la pro-
fesión.
e) Protección a las fuentes de información. Si bien es
cierto que la contrapartida deleznable del ejercicio de la liber-
tad de expresión está representado por su abuso, no es menos
cierto que ninguna norma jurfdica puede ser concebida en
función de los abusos que su utilización pudiera suscitar. En
ese orden de consideraciones, y atendiendo a las tensiones
propias de la realidad polftica latinoamericana, la necesidad
de amparar las fuentes de información del periodista consti-
tuyen un imperativo insoslayable. El secreto profesional debe
ser afirmado y sancionado legislativamente de manera clara y
explicita.

111. POLITICAS DE COMUNICACION

1. Comunicación e Ideologías

El estudio de la ciencia de la comunicación social, de ma-


ne~a sistemática tiene su mayor desarrollo en los Estados Uni-
dos, aunque, paradojalmente, la aplicación práctica y efecti-
va de sus postulados tuvo ejecución sistemática en los regl-
menes totalifarios que percibieron, a poco de captar el poder,
la importancia fundamental del control de los medios de co-
municación.
Esta afirmación basada en hechos conocidos, revela por
otra parte la naturaleza ·del conflicto que suscita la conside-
racióo del. rol de las comunicaciones en la ·sociedad, dentro
de uno y otro tipo de sistema. Para la concepción marxista, el
establecimiento normativo de un determinado· sistema de co-
municaciones sociales formarla parte de lo que caracteriza
como superestructura ideológica de la soc·iedad .. Desde un
punto de vista pluralista y democrático, las comunicaciones
sociales deberfan -aunque no siempre ocurra as_f- reflejar
las distintas corrientes de opinión e intereses para lograr su

130
Cuadernos Republicanos

conciliación democrática dentro del marco de · la democracia


representativa.
Resulta obvio, por lo demás, que ni en el sistema de la
Rusia soviética es posible lograr la uniformidad total del con-
tenido de las comunicaciones, asr como por más libérrima
que resulten las instituciones de una sociedad abierta puedan
tener acceso a la prensa o los medios en general, todos los
sectores de una sociedad determinada.
.Ya hablamos expresado al inicio de estas consideracio-
nes que nos resultaba hasta cierto punto falso el dilema que
se nos plantea, como comunicadores sociales, de tener que
optar entre dos únicas alternativas. Tal postura no reflejaría
otra cosa que la presencia de un neocolonialismo, esta vez de
cuño ideológico cuyo rechazo se impone en la medida en que
nos urge hallar, por medio de la investigación cientrfica res-
ponsable, otras vías que consulten nuestra realidad latinoame-
ricana especfficamente hablando.
En cualquiera de los casos, y desde el punto de vista de
nuestra realidad presente, parece indudable nuestra decisión
como latinoamericanos a defender nuestro derecho a la di-
versidad cultural que presupone, en el plano económico una
justa distribución de las riquezas, en el plano cultural igual-
dad de oportuniaades al desarrollo personal, y en el plano so-
cial la igualdad de oportunidades, garantizando el· derecho al
disenso propio de toda sociedad democrática. La renuncia a
cualquiera de estos postulados, de manera irremediable nos
unciría a la militancia ideológica dentro de bloques extraños
y ajenos a nuestra propia realidad.

2. Planificación de las comunicaciones


La obtención de las metas antes señaladas, por otra par-
te, está referida a una racional definición de los objetivos per-
seguidos, a una clara delimitación de los medios disponibles,
y por sobre todo, al propio rol que como comunicadores so-
ciales podamos asumir en el proceso.

131
Y al efecto, parece apropiado hacer referencia a magis-
trales lecciones recibidas en CIESPAL de nuestro recordado
maestro el Prof. Dumazedier quien a lo largo de todos estos
años, permanentemente se ha erigido en inteligente incitador
de la necesidad de aplicar nuestro esfuerzo a la planificación
del desarrollo cultural de nuestros pueblos.
Resulta obvio que cualquier diseño de una política a se-
guir en materia de comunicaciones, se halla referido a la ela-
boración -de un Plan, para cuya elaboración resulta, al pre-
sente, bastante menguado nuestro bagaje metodológico. De ahí,
también, el necesario énfasis, insistentemente reiterativo que
se ha apreciado en Ciespal respecto de la necesidad de orien-
tar seriamente las investigaciones en materia de comunicacio-
nes que, por cierto, no ha de entenderse úñicamente dentro
del estrecho marco de las técnicas y efectos de la comunica-
ción social, sino por el contrario, considerando la comunica-
ción social en el contexto de los requerimientos de toda la
sociedad.
Kfecesariamente, pues, la adopción de una poHtica en
materia de comunicaciones sociales, esto es, la adopción nor-
mativa de un rumbo y orientación determinados de la acción
social de los medios, se halla referida a la elaboración de pla-
nes.
Que tales p1lanes resulten indicativos o coercitivos, que su
elaboración surja de un movimiento de los directamente afec-
tados por la acción de la& comunicaciones sociales para ser
captados a niveles más altos, o que la elaboración se realice
a altos niveles y luego sean sometidos a consultas populares,
son cuestiones que hacen relación, más que nada, a las técni-
cas de planificación y se refieren a la situación polftica de
cada uno de los estados interesados.
Lo importante y gravitante, lo que nos interesa · destacar
por sobre todas las cosas, es la necesidad que los comunica-
dores sociales tomen clara conciencia de la necesidad de ac-
tuar racionalmente, conforme a una planificación que consul-
te los reales y auténticos intereses de los pueblos latinoame-:
ricanos.

132
Cuadernos Republicanos

Ello nos refiere, a la necesidad de realizar serios esfuer-


zos tendientes a elucidar la problemática de nuestra realidad
~olitica, económica, social y cultural, en suma. La necesidad
de consultar en la formulación de las poHticas, el respeto a
cabalidad e integralidad del derecho a la intormación, y por
sobre todo que, nuestro papel como comunicadores sociales,
necesariamente requiere una insistente acción de crear con-
ciencia de estas necesidades.
Pensamos que los comunicadores sociales, como recep-
táculos y difusores de los intereses predominantes de las so-
cieaades en que actúan deben cumplir un rol irrenunciable:
tomar conciencia e insistir en la necesidad de la formulación
de una políiica que consulte nuestras verdaderas necesidades
y se apliquen seria y consecuentemente a alcanzar este obje-
tivo fundamental para nuestro futuro como entidad diversa
dentro del universalismo de nuestra condición humana

IV. PONENCIAS

Las afirmaciones precedentes, nos llevan a someter a la


ilustrada consideración de los participantes de este encuentro
de ex-becarios de Ciespal, las siguientes ponencias concre-
tas:
1. - Recomendar como tema general para el próximo En-
cuentro de ex Becarios, el que hace relación a la
PLANIFICACION DEL DESARROLLO CULTURAL, con
especffica aplicación a las comunicaciones sociales.
2. - Declarar que son valores irrenunciables en las pollti-
cas de comunicación social en América Latina, la inde-
pendencia con relación a los bloques ideológicos en
pugna, la defensa intransigente del derecho a la infor-
mación de todos los individuos y el mantenimiento del
pluralismo democrático en la utilización de los medios,
cualquiera fuese el sistema de operación sancionado
por cada Estado.

133
3. - Recomendar que las Escuelas de Periodismo del Conti-
nente entre las actividades curriculares propias incluyan
la consideración del tema "Polfticas de Comunicación''
y la necesidad de incentivar las investigaciones al res··
pecto.
4. - Declarar que el rol preponderante de los comunicé:!do-
res sociales en América Latina los induce a la defensa
intransigente del derecho de los pueblos a ser informa-
dos ampliamente, a participar en condiciones de igual-
dad a las oportunidades de acceso a la cultura, a la
riqueza y a la felicidad como medios para acceder a
su plena realización personal.

134
Dr. FABJO RIVAS

.Mariscal
Francisco Solano López,
Héroe Máximo del
Paraguay

- ~-~-- -· - ·- ----. ·-- .. --- - -


Conferencia pronunciada en el Club de la Unión de
Santiago de Chile bajo los auspicios del Instituto
Histórico de Chile con la presencia de caracteriza-
das personalidades del ámbito cultural, político y di-
plomático, el 6 de octubre de 1983.

139
·.,;· .. ·· .. :·~ ~-, ._.. ,· .. - ... ' •.•.,.,

.·.· ... ···

'.-;_
El 19 de marzo de 1.870 pasado el mediodfa, en :un reniotO
paraje del territorio paraguayo, el Cerro Corá .legendarjo., te-
nfa su eprlogo sangriento la tragedia más te.rrible que p.ueblo
al.g.uno habfa soportado en América hasta entonces.
Una guerra de exterminio que duró un lustro habfa aca-
bado con la vida de un millón de 'Paraguayos. Del Paraguay
que al comenzar la contienda era uno de los pafses más prós-
peros de la América del Sur, no quedaba sino un montón de
ruinas. Todo lo habfa devorado la bélica tempestad. Además
de los hombres que cayeron en las cien batallas en una trá-
gica diagonal de sangre, desde Yatai, en las orillas del rfo
Uruguay, hasta Cerro Corá, se habfan desmoronado al impac-
to de los cañonazos aliados los edificios, las instalaciones, las
fábricas, las iglesias, en fin todo lo que podrfa significar algún
esfuerzo constructivo de un pueblo que durante más de ~in­
cuenta años, desde los momentos augurales de 'SU ·lndepen-
cia en 1811, se dedicó con ahinco a erigir una República em-
peñada en engrandecerse.
Solo quedaba en pie un reducido .grupo de sobrevivientes
espectrales, famélicos, vestidos de harapos, que tenfan en su
alma la visión apocalfptica de la tragedia que acababan de vi-
vir. Pero la lección suprema de patriotismo heroico hasta el
último sacrificio estaba aprendida. El Mariscal Francisco Sola-
no López, al caer abatido por el certero lanzazo de "Chico
Diabo" exclamó "Muero con mi Patria·". Sin embargo, su muer-
te fue el instante germinal de un nacionalismo imperecedero,
que alentó a quienes regresaban de Cerro Corá a empeñarse
.para reconstruir la Patria.
Francisco Solano l.ópez fue un caso único en la Historia
de un Jefe de Estado que prefirió morir con el último de sus
soldados en la última trinchera. El mismo lo habla dicho a Bar-
tolomé Mitre en la conferencia de Yatatty;.corá, -cuando buscó

141
¡y sinceramente acordar una paz honorable. Los alia-
~uisieron entonces escuchar sus propuestas y cuando
· _____jsieron imponer las suyas, que eran denigrantes para
____-ertlonor de la República del Paraguay, Solano López respon-
dió: "Esto lo impondrán luego de caer al frente de mis últimos
soldados en el último rincón de la República". Y así fue. Es
muy dificil encontrar un parangón con Francisco Solano Ló-
. pez en la Historia de los grandes conflictos. Su vida y su muer-
te, a. más de cien años de distancia, siguen irradiando deste-
llos de patriotismo en el alma paraguaya. Cerro Corá es como
una estrella polar que orienta el destino del Paraguay. Solano
López 111ismo había pronosticado que las generaciones futuras
comprenderían la grandeza de su inmolación y lo ubicarían en
las páginas de la Historia en el sitial máximo que le corres-
pondía ..

Para nosotros, los paraguayos, Francisco Solano López


es el· acabado ejemplo de todas las virtudes de coraje y abne-
gación ·de la que es capaz el ser paraguayo y es la expresión
suprema de una vocación consagrada a servir a la Patria, con
el sacrificio aún de la vida misma, si fuere preciso.

$us obras, sus palabras, sus actitudes y gestos, cobran


con et correr del tiempo la permanente vigencia de un evange-
lio patriótico al que hay que ceñirse en la vida para cumplir
los .deberes para con la Patria. El influjo de su vida y de su
. muerte, antes que amenguar al paso de los años, se acentúa y
hoy en ~1 Paraguay, la figura de López adquiere la dimensión
sagrada que proyecta su imagen en todos los instantes de su
Historia, con la 111;otivación que produce el martirio de quien
da testimonio supremo de amor al suelo patrio, vertiendo has-
ta la última gota de sangre.

Pero Francisco Solano López ya no es solamente conside-


rado un héroe que tiene resonancias exclusivamente en el áni-
mo de los paraguayos. También las generaciones de aquellos
·países que le combatieron con tanta saña, así como las de
otros 13.mericanos, comprenden la grandeza ~e su inmolación
en defensa de sagrados principios de la convivencia interna-
cional, como el de la. no intervención en los asuntos internos

. 142
Cuadernos Republicanos

de los demás países; como el del justo equilibrio de las rela~


ciones entre los estados soberanos de modo a permitir una
igualdad jurídica entre las naciones que los conforman. Por
esta razón, muchos consideran a Francisco Solano López un
auténtico héroe americano, el primero, que con el sacrificio de
su vida, consolidó el proceso de la Independencia política de
los pueblos de América, al dejar definitivamente consagrados
conceptos que hoy se consideran básicos e irrenunciables pa~
ra lograr la convivencia armónica entre nuestros países.
Francisco Solano López fue el mayor de los hijos del ma~
trimonio formado por Don Carlos Antonio López y Doña Jua~
na Pabla Carrillo. El 24 de julio de 1827, día honomástico del
Libertador Simón Bolívar, nace en Asunción. Su padre, Don
Carlos, uno de los grandes próceres civiles de la República, el
creador de las instituciones republicanas del Paraguay, trató
de darle al primogénito la mejor educación que fuera posible
en aquellos días en que el Paraguay vivía aislado del resto del
mundo, no tanto por voluntad del Dictador Francia, como por
el acoso constante de quienes, desde Buenos Aires, o de las
Provincias del Plata, no dejaban de acariciar el sueño de re~
construir el Virreinato desmoronado después del 25 de mayo
de 1810.
Don Carlos Antonio López, prudentrsimo abogado asunce~
no, se había alejado discretamente de la Capital y durante los
años de Gobierno de Francia, se dedicó a sus faenas de cam-
po en un establecimiento ganadero que poseía en el interior
del país. Ahí alternó el cuidado de su hacienda con la aten-
ción de la educación de sus hijos, sobre todo del mayor, Fran-
cisco Solano López, quien desde su más tierna edad, demos-
tró un apetito de saber irrefrenable. Allí, en ese bucólico pa-
raje, padre e hijo se empeñaban a leer cuanto material les fue-
ra accesible y aprendieron, al decir de Natalicio Gorizález, en
esta Universidad de la vida, a conocer profundamente el alma
del paraguayo, haciendo realidad el viejo adagio latino "non
tantum ex libris, sed ex vita discitúr'' (No se aprende. tanto de
los libros, como de la vida misma).

M3
El 20 de setiembre de 1840 desaparece del escenario po-
Utico del Paraguay el Dictador José Gaspar Rodríguez de Fran-
cia. El no tuvo mayor preocupación que conseguir que la an-
tigua "Provincia del Paraguay", del Virreinato del Río de la Pla-
ta, se convirtiera en la República del Paraguay, libre de ata-
duras, no sujeta a yugo alguno extranjero. A su muerte, el Pa-
raguay se encontraba en una floreciente situación económica,
lograda mediante el tesón laborioso de su población y la firme
conducción de su jefe. Su seguridad estaba afirmada porque
el Supremo Dictador había dedicado gran parte de sus afanes
a organizar los cuadros de las milicias encargadas de la de-
fensa.
La ausencia definitiva del Dr. Francia creó un vacío de
poder que muy pronto fue llenado por Don Carlos Antonio Ló-
pez, quien de inmediato se abocó a la urgente tarea de orga-
nizar la República dotándola de los instrumentos jurídicos y
administrativos pertinentes.
Francisco Solano López, pese a su juventud, pronto ocu-
pó al lado de su padre el sitial de confianza al que su dedica-
ción e inteligencia le habían hecho acreedor. Así, se dedicó de
lleno a la labor de organizar el Ejército, dotándolo de los im-
plementos que eran necesarios para la Defensa. Se establecie-
ron los campamentos para el adiestramiento de las tropas y se
erigió en el sur del país, a orillas del río Paraguay, la formida-
ble fortaleza de Humaitá.
Incansable lector y eterno aprendiz, enriqueció su cultura
con conocimientos de Historia Universal e idiomas, algunos de
los cuales, como el francés y el inglés, llegó a dominar per-
fectamente. Apuesto y amigo de la elegancia propia de la
época, pronto se convirtió en el más codiciado soltero de las
jóvenes casaderas en una sociedad que, como la asuncena de
entonces, gustaba de la ostentaci·ón que acompañaba al bie-
nestar general de quienes poseían bienes y ·cultura.
Asunción vivía en aquella época el brillo que dan el poder
y la riqueza. La sociedad asuncena atravesaba un período ex-
cep.cional. Los licores procedían de Francia, la moneda co-
rriente era de oro y las mujeres lucran fastuosos atuendos, a

'144
Cuadernos Republicanos

tono con los cánones más rigurosos de la moda. El Club Na·


cional era el centro en el que se realizaban los saraos y tertu·
lias en los que los jóvenes danzaban los ceremoniosos minués
y se entretejían entre los mayores los comentarios de carácter
social y político. Francisco Solano López concurría a estos ac-
tos luciendo su espléndido uniforme militar, y más de una de
las bellas niñas asuncenas suspiraba románticamente por es··
tar en sus brazos en medio de una cadenciosa danza.
El no rehuía los compromisos soc·iales, pero tampoco des-
cuidaóa sus estudios y los deberes propios de su responsabi-
lidad.
En 1853, cuando tenía 26 años de edad, su padre le en-
comendó una misión oficial en Europa. Delicadas gestiones le
fueron confiadas para cumplirlas ante los Gobiernos de Ingla-
terra, Francia y otros países del viejo continente.
El Paraguay entraba en una etapa de grandes realizacio-
nes. El ferrocarril se estaba construyendo; el telégrafo, a poco
de su aparición, también ya se instalaba uniendo Asunción
con los más importantes núcleos ·poblacionales del pafs. La
fundición de hierro de Ybycuí empezaBa a producir menajes,
utensilios, implementos agrícolas y armas. Más tarde de esta
fundición "Fábrica de Fierro", saldrían cañones que servirían
para la defensa, durante la Epopeya. El Paraguay requería ur-
gentemente lo que hoy se da en llamar "Transferencia de Tec-
nologías", para llevar adelante sus ambiciosos proyectos de
desarrollo.

Francisco Solano López emprendió el viaje a Europa a-


compañado de una comitiva de militares y hombres relevan-
tes del Gobierno para contratar, en primer lugar, la compra de
un buque de guerra, el "Tacuary", que fue adquirido en Ingla-
terra, al contado. Otra importante gestión cumplida fue la con-
tratación de más de un centenar de científicos y técnicos, in-
gleses en su mayoría, para integrar un grupo asesor califica-
do. El joven líder paraguayo llamó poderosamente la atención
de las cortes europeas por su cultura y su habilidad negocia-

145
dora. El ''indiano'', apelativo con que algunos se referían des-
pectivamente, pronto deslumbró en los ·ambientes cortesanos
por su sagacidad y por el dominio que tenía de los idiomas de
los países que visitaba. Donde su prestigio personal rayó más
alto fue en la corte de Napoleón 111, quien lo nombró Caballe-
ro de la Legión de Honor.

En París conoció a Alicia Elisa Linch, bella joven irlande-


sa, casada con un científico mucho mayor que ella, Quatrefa-
ges, quien al parecer no cumplía con ella sus deberes marita-
les. La mutua atracción que pronto surgió entre ellos se con-
virtió en acendrado amor que duraría por el resto de sus exis·
tencias, más allá de la inmensa tragedia que vivirían posterior-
mente. El amor de Solano López y la Linch tiene todos los ri-
betes de un drama digno de Esquilo. Ella vino al Paraguay y
le dio hijos y, sobre todo, fue su abnegada compañera, sopor-
tando el vilipendio y la maledicencia en una sociedad que no
veía con buenos ojos una relación que no se ajustaba a las
normas rígidas y tradicionales de la época.

La "Madama Linch" vivió en Asunción los años esplendo·


rosos de la paz y posteriormente estuvo al lado de Francisco
Solano López en todos los campamentos y avatares de la eta-
pa bélica. Llegó con él a Cerro Corá y allí tuvo el coraje supre-
mo de enterrar con sus propias manos el cuerpo inerte y mar-
tirizado del hombre amado y el del hijo mayor, "Panchito'', am-
bos caídos en la última batalla.

Esta historia trágica de amor aún está a la espera de al-


gún genio literario o musical, que plasme en una suprema ex-
presión de arte los sobrecogedores perfiles de la misma.

De regreso al Paraguay en la flamante unidad de guerra,


el "Tacuary", buque con el que se iniciaba la formación de
una escuadra fluvial, Solano López se dedicó afanosamente a
la atención de sus deberes militares que su condición de Mi-
nistro ·de Guerra. y Marina, en el Gabinete de su padre, le im-
ponía. Así nació el plantel de Generales y Comandantes de
Marina, que más tarde asombrarían al mundo con sus proe-
zas en memorables batallas de tierra y agua.

146
Cuadernos Republicanos

Conociendo su padre su gran capacidad diplomática, lo


nombró mediador para que interviniera en la grave situacíón
que se vivía en la Argentina, debida al enfrentamiento qlie ha-
bía devenido en cruenta guerra civil entre Buenos Aires y la
Confederación Argentina. Allí puso de relieve su talento y ha-
bilidad, consiguiendo que Bartolomé Mitre, por Buenos Aires,
y Justo José de Urquiza, por la Confederación Argentina, de-
pusieran sus enconos recíprocos y sellaran la Unidad Argenti-
na, en el Tratado de San José de Flores, el 10 de noviembre
de 1859. ; -'\·-:e:

Estas son, en breve síntesis, las más destacadas circuns-


tancias de la vida de Francisco Solano López, en el período
comprendido desde su nacimiento hasta la muerte de su pa-
dre, acaecida el 1O de setiembre de 1862.
Al ocurrir el infausto acontecimiento de la desaparición
de don Carlos Antonio López, negros nubarrones se cernían
sobre el horizonte patrio. La Nación Paraguaya, convocada en
Congreso tenía los ojos puestos en Francisco Solano López
para que ocupara el cargo vacante de Presidente de la Repú-
blica, y así fue que poco tiempo después una resolución del
Congreso lo proclamó como tal.
El Brigadier General López estaba ansioso de volcar todo
su empeño en la tarea a que su ilustre padre se había consa-
grado. Asunción se iba transformando en una Capital en la que
surgían magníficas construcciones. El notable arquitecto ita-
liano Ravizza fue encargado de proyectar y construir el Orato-
rio de la Virgen de la Asunción, con diseño neoclásico y la re-
sidencia que hoy se conoce como Palacio de López. Proyecta-
do para su vivienda familiar, hasta hoy sigue siendo el más
imponente monumento arquitectónico de Asunción y es la sede
oficial. de la Presidencia de la República.
Francisco Solano ·López derrochaba energía para que el
Paraguay siguiera su marcha ascendente de progreso .. El ejér-
cito y la marina eran objetos de su predilección. Jóvenes, ani-
mados del más ferviente patriotismo, concurrían a llenar los

147
cuadros de Jefes y Oficiales, disciplinados y eficientes. Se or-
ganizó a pocos kilómetros de Asunción el Campamento Cerro
León, donde eran convocadas sucesivas promociones de re-
clutas para recibir instrucción militar. Toda la Nación estaba
consagrada al trabajo y se seguía respirando un aire de pros-
peridad en todos los ámbitos.

Sin embargo, el mismo año de 1862, se cumplfa el plazo


de seis años de prórroga establecido simultáneamente con Ar-
gentina y Brasil para el tratamiento de las cuestiones de lfmi-
tes.

El Imperio del Brasil, desde la época en que proclamó su


Independencia .de Portugal, pretendía los territorios comprendi-
dos entre el río Apa y el río Blanco, al Sur del Estado de Matto
Grosso, aduciendo haber sido administrado por los portugue-
ses durante la época colonial. A pesar de que los trabajos de
cartografía llevados a cabo por Félix de Azara en el siglo XVIII
en los que aparecen estos territorios claramente bajo el domi-
nio español, portugueses primero y el Imperio del Brasil des-
pués, siempre pretendieron el dominio de los mismos, aún
cuando en ningún momento los diplomáticos brasileños pudie-
ron rebatir el principio del "Uti possidetis" que el propio Sola-
no López había esgrimido en el curso de negociaciones ante-
riores.

Lo mismo ocurría con la Argentina. Esta pretendía todo el


territorio del Chaco Boreal, desde el río Bermejo hasta Bahía
Negra, pese a que poco tiempo después de la caída del Dic-
tador Rosas, acaecida después de la Batalla de Caseros en
1852, Argentina y Paraguay habían llegado a un acuerdo pro-
visional, reconociéndose como Irmite el río Bermejo. El Trata-
do que así lo consagraba, llamado Varela-Derqui, que debe-
ría 'haber dado la aprobación definitiva, no fue ratificado por
el Congreso Argentino. Estas eran las cuestiones de Hrnites
más importantes cuyo tratamiento final había sido postergado
por .seis años, y cuyo plazo vencía a la muerte de Don Carlos,
de quien se cuenta que sintiéndose morir le había encomen-
dado .a -.su hijo que tratara de arreglar estas cuestiones ·"más
con la pluma, .que con la espada''.

148
Cuademos. Republicanos

A estos problemas de suyo delicados se sumaba uno nue-


vo que la coyuntura de la época contribuyó a agravar. Era la
"crisis uruguaya". El territorio de la Banda Oriental fue siem-
pre durante la época colonial la manzana de la discordia en-
tre portugueses y españoles. Pretendido por los primeros, és-
tos fundaron la Colonia del Sacramento, frente a Buenos Ai-
res, y desde allí intentaron expandir su dominio a toda la Ban-
da Oriental a la que llegaron a denominar la "Provincia Gis-
platina".
Acontecida la Independencia Argentina y Brasileña, Uru-
guay siguió siendo un territorio codiciado por ambas partes.
Artigas, el Padre de la Patria Oriental, sufrió vejámenes y per-
secuciones procedenles del norte brasileño y del oeste argen-
tino. Su pedido de asilo al Paraguay fue justamente debido a
la traición de que fue ol5jeto de parte de un caudillo entrerria-
no argentino que lo persiguió implacablemente hasta la fron-
tera con el Paraguay, done;!.~ encontró refugio y pasó el resto
de sus días hasta su muerte.
Para el Gobierno del Paraguay de aquella época, la inde-
pendencia det Uruguay era un factor de garantía para la libre
navegación de los rfos Paraná, Paraguay y De la Plata, y un
fundamental punto de apoyo para lograr un justo equilibrio en-
tre los estados ribereños a esta Cuenca, que ya entonces te-
nfa para el Paraguay una significación geopolftica fundamen-
tal e irrenunciable para su seguridad y desarrollo.

Por eso, cualquier situación que tornara ditrcil o compro-


metida la libre determinación del pueblo uruguayo repercuti-
rra en el Paraguay de un modo sensiblemente interesado.

A comienzos de 1863, se desataba la crisis en la Banda


Oriental cuando el General Venancio Flores encabezó un mo-
vimiento revolucionario contra el Gobierno del Presidente Ber-
nardo P. Berro, del Partido Blanco.

Está históricamente comprobado que Flores c:ontó con la


ayuda del Presidente Argentino, GeAer:al Bartolomé· Mitre, quien

Y49
de' este modo pagaba la deuda contralda por la valiosa contri-
bución que el uruguayo le habla prestado en la Victoria de
Pavón.

El Gobierno Uruguayo, cuyo Canciller era el Dr. Juan Jo-


sé de Herrera, solicitó la intervención del Gobierno Paraguayo
alegando que la solapada ayuda de Mitre a los revolucionarios
tenra el propósito de reconstruir el Virreynato del Rio de la
Plata bajo la hegemonía argentina.

Brasil, por su parte, también encontraba motivos para in-


tervenir en el Uruguay, invocando para ello supuestos vejáme-
nes y perjuicios que súbditos orasileños habrían recibido de
p.arte de autoridades uruguayas. Venancio Flores aprovechó la
coyuntura y prometió a los brasileños atender favorablemente
sus reclamaciones, a cambio de su apoyo.

. Ante el giro que tomaban los acontecimientos, el Presi-


dente del Paraguay, el General Francisco Solano López pidió
explicaciones al -Gobierno Argentino sobre su ayuda a los re-
volucionarios uruguayos y posteriormente ofreció sus buenos
oficios para mediar en el conflicto.

Bartolomé Mitre negó toda complicidad con los revolu-


cionarios y no se avino a dar ninguna explicación. Por su par-
te, el Emperador del Brasil, Pedro 11, quien abrigaba contra
Francisco Solano López cierta aversión por considerarlo un
osado .presunto pretendiente a la mano de la Infanta Imperial,
no aceptó el ofrecimiento del Presidente paraguayo, quien se
vio desairado.

Debe también señalarse, para una cabal comprens1on de


la época,.que los agentes del liberalismo económico participa-
ban activamente en la formación de una opinión pública inter-
nacional adversa al Paraguay y a su Gobierno.

El Paraguay habla consolidado una floreciente economía


sin hipoteéarse ideológicamente y sin entrar a contraer deudas
u otros compromisos con la banca interesada en pingües ne-
gocios de compras de materias primas, a precio vil y ventas
leoninas de manufacturas europeas.

150
.Cuadernos Republicanos

El brasileño Juan Evangelista de Zousa, Barón de Mauá,


era el personero de la banca londinense que con inversiones y
créditos fue ganando la adhesión de los poHticos del Río de la
Plata y el Brasil.
El Paraguay estaba dando un ejemplo pernicioso para las
jóvenes naciones de la región, al desarrollar un modelo pro-
pio, autónomo y sostenido de vigorosa economía. Para la men-
talidad de los banqueros de Europa, América del Sur debía
de ser solamente proveedora de materias primas y el Paraguay
de aquellos tiempos cometió la osadía de iniciar un proceso
de industrialización que podía turbar la tranquilidad de las
grandes empresas textiles de Manchester que obtenían el al-
godón y la lana para sus telares a precios ínfimos del Río de
la Plata. La iniciativa paraguaya de una Siderurgia, una de las
primeras de América del Sur, llenó de pavor a las empresas
de Europa, que iniciaban en la época la gran revolución his-
tórica y económica del maquinismo. De ahí el empeño de es-
tos agentes en hacer aparecer al Gobierno del Paraguay, an-
te la opinión pública internacional, como un régimen bárbaro.
autocrático y enemigo, como se diría ahora de los "Derechos
Humanos".
La posición paraguaya, al iniciarse el proceso que deven-
dría en la más feroz de las guerras desatadas en América dei
Sur, no era muy tranquilizadora en materia de posibilidades de
contar con apoyos foráneos decisivos y francos.
Los acontecimientos evolucionaban en el Uruguay en for-
ma que cada vez favorecían más la pretensiones de Venancio
Flores y debilita15an el poder del Gobierno Blanco.
En junio de 1864, se reunían con el General Flores en
"Puntas del Rosario", el Canciller Argentino Rufino de Elizal-
de, el Consejero del Imperio del Brasil, José Antonio Saraiva,
y el Ministro Inglés en Buenos Aires, Eduardo Thornton, con
el pretexto de oficiar de mediadores en el conflicto uruguayo.
Al mismo tiempo, una poderosa escuadra imperial brasileña se
desplazaba ya en el Río de la Plata, ubicándose frente al lito-

1"51
ral uruguayo amenazando bloquear totalmente el puerto de
Montevideo. A su vez, otro poderoso ejército brasileño ocupa-
ba posiciones en la frontera norte del Uruguay.
La reunión de "Puntas del Rosario'' fue aprovechada pa-
ra considerar no solo la estrategia a seguir frente a la obsti-
nada resistencia del Gobierno Blanco, sino también frente al
Gobierno Paraguayo erigido en defensa de su estabilidad y
def principio de "equilibrio" en el Río de la Plata. Ya en esa
reunión; se echaron fas bases de la futura triple alianza con-
tra e,l Paraguay.
A partir de ese momento los acontecimientos se precipi··
taran; er Consejero Saraiva presentó al Gobierno Uruguayo su-
cesivas y perentorias reclamaciones, amenazando {:On accio-
nes de fuerza en caso de que ellas fueran desatendidas. Como
consecuencia de estas amenazas se cumplió la acción de Pay-
sandú, que con el sacrificio de su heroico defensor, Leandro
Gómez, prácticamente se dio inicio a las hostilidades por par-
te del' Brasil.
Al conocerse en Asunción las reclamaciones-amenazas
brasileñas, el Canciller paraguayo de entonces, José Berges,
entregó al Ministro brasileño la nota-protesta del 30 de agosto
de 1864, anunciando el "casus belli", que resultaría del cum-
plimiento de las amenazas brasileñas contra la soberanía uru-
guaya.
El General Flores, con la ya desembozada ayuda argen-
tino-brasileña, fue ocupando sucesivamente importantes po-
blaciones y reduciendo cada vez más el territorio controlado
por los blancos. El 12 de octubre de 1864, el ejército brasile-
ño ocupó la Villa de Melo; con ello desatendía la protesta y
advertencia paraguayas contenida en la nota del 30 de agosto
y se producía el "casus belli".
El Presidente López, al enterarse de la noticia desde el
Campamento Cerro León, en fecha 11 de noviembre de 1864,
ordenó el apresamiento del barco brasileño "Marqués de Olin-
da", operación cumplida al día siguiente a la altura de Puerto
Rosario, un poco al norte de Asunción. Se iniciaban así las
hostilidades contra Brasil y rápidamente, en apenas un mes, Gl
Cuadernos Republicanos

Gobierno paraguayo inició y culminó victoriosamente la cam-


paña de Matto Grosso, que neutralizó el peligro brasileño en
el Alto Paraguay.
. . En fecha 15 de enero de 1865, el Canciller Berges solici-
taba del Gobierno Argentino el tránsito "por territorio de la
Provincia Argentina de Corrientes, en el caso que a ello fue-
sen obligados los ejércitos de la República del Paraguay por
las operaciones de la guerra en que se halla empeñado este
país con el Imper-io del Brasil''.
Tres días después de recibir la nota, el Canciller Argenti-
no, Rufino de Elizafde, contestaba denegando el permiso de
tránsito.
El 20 de febrero culminaban las negociaciones del ya in-
sostenible Gobierno Uruguayo con el Jefe de la triunfante re-
volución, asumiendo el poder el General Flores. El cambio de
Gobierno· repercutía negativamente en el Paraguay, un país
amigo que se había lanzado a enfrentar al Brasil, por la esta-
bmdad y dignidad del Uruguay. De la noche a la mañana éste
se pasó al otro banco y así se echaron las bases para la con-
jura tripartita.
E: 5 de marzo de 1865, en Asunción, un Congreso Extra-
ordinario convocado por el Presidente López, entre otras va-
rias determinaciones aprobó lo actuado por el P. E. y conside-
ró las múltiples evidencias de la abierta cooperación argenti-
na con el Brasil, a cuya flota prestaba todo el apoyo necesa-
rio para que ella pudiera remontar el Paraná y traer la guerra
al Paraguay. En consecuencia, el Congreso declaró la guerra
a la Argentina. La comunicación fue cursada al Gooierno ar-
gentino mediante un emisario. El día 13 de abril de 1865 una
escuadrilla naval paraguaya capturó dos barcos argentinos en
el Puerto de Corrientes, que fue ocupado al diá. siguiente por
una fuerza expedicionaria paraguaya al mando del General
Wenceslao Robles.
-
El 11? de mayo de 1865, en Buenos Aires, el Canciller ar-
gentino Rufino de Elizalde, el Plenipotenciario brasileño, Octa ·

153
viano de Almeida Rosa, y el Canciller uruguayo, Carlos de Cas-
tro, formalizaban el acuerdo de Puntas del Rosario, mediante
el Tratado Secreto de la Triple Alianza, que enunciado contra
el Gobierno del Paraguay en realidad acordaba no sólo la
desmembración de su territorio, sino también su supresión co·
mo entidad soberana.
El Tratado, que por acuerdo de los Gobiernos signatarios
debía permanecer secreto hasta la consumación total de sus
fines, fue publicado por el Gobierno Inglés en mayo de 1866.
El conocimiento de su contenido desató una oleada de indig-
nación y protesta en toda América, incluyendo el Río de la
Plata. Perú, Chile y Colombia también dejaron testimonio de
su protesta. Ilustres argentinos, como Juan Bautista Alberdi,
Carlos Guido Spano, José Hernández y otros, se sumaron a
las airadas expresiones de desacuerdo. En numerosas provin-
cias de la Argentina, las tropas alistadas para la guerra se ne-
garon a pelear contra el Paraguay, produciéndose deserciones
en masa.
El Brasil, a duras penas consiguió formar sus efectivos
con los "voluntarios da Patria", esclavos negros en su mayo-
ría, a quienes a cambio de su incorporación al ejército impe-
rial, se les prometió su manumisión. Esta es la razón por la
cual los brasieños eran conocidos como "cambás" (negros)
durante la guerra.
La guerra fue encarnizada y devastadora, por la empeci-
nada resistencia opuesta por los paraguayos en defensa del
territorio nacional. En efecto, fallida la intención de destruir la
flota brasileña en "Riachuelo" en junio de 1865, y fracasada
la campaña de Uruguayana, las fuerzas paraguayas repasaron
el Paraná en noviembre y se aprestaron a la defensa del terri-
torio patrio.
No obstante, una audaz expedición al otro lado del Para-
ná, protagonizó en enero de 1866 la victoriosa jornada de "Co-
rrales" y en mayo de ese año, el Paraná era escenario de la
desigual y heroica batalla entre los lanchones paraguayos y
los acorazados brasileños, sucesivas acciones que inmortali-
zaron el nombre del Alférez de Marina, José Marra Fariña.

154
Cuadernos Republicanos

En abril de 1866, las fuerzas aliadas cruzaron el río Para-


guay, poco más arriba de la confluencia, ocupando desda
"Paso de Patria'' hasta Jos marjales del Bellaco Sur. El 2 de
mayo en "Estero Bellaco" y Juego "Tuyu tí", "Boquerón" y
"Sauce", tuvieron lugar las grandes batallas y combates del
año 1866. En setiembre de ese año, en "Yataity-Corá'', la ini-
ciativa del Mariscal López para llegar a una paz negociada con
el Generalísimo Bartolomé Mitre tuvo la enconada oposición
del Emperador Pedro 11, y apenas diez dias después la espec-
tacular victoria de "Curupay ty" lograda por las fuerzas para-
guayas paralizó a los aliados por casi un año.
Al año siguiente, las heroicas acciones de "Tayy", "Ta-
tayybá", y la segunda batalla de "Tuyuti" en noviembre de
1867, marcaron los puntos culminantes de la tenaz resistencia
paraguaya a la progresión de los aliados. Sin embargo, la flo-
ta brasileña pudo forzar el paso de Curupayty, situándose en
posición favorable para bombardear la fortaleza de Humaitá.
En febrero de 1868, la flota brasileña forzó el paso de Hu-
maitá y algunas de sus unidades llegaron hasta Asunción, que
fue bombardeada. Pero la ya legendaria fortaleza paraguaya
siguió resistiendo ·los embates de la escuadra y de las fuer-
zas terrestres. 1868 fue, sin duda, el año decisivo de la gue-
rra; al forzar Jos pasos de Curupay-ty y Humaitá, la flota bra-
sileña dominó el río Paraguay. Por dos veces el Mariscal Ló-
pez intentó apoderarse de algunas unidades de la flota impe-
rial, registrando acciones de audacia y heroismo sin prece-
dentes, tales los abordajes de acorazados en canoa. Ante la
ya insostenible situación de su Cuartel General en "Paso Pu-
cú'', primero; en "San Fernando", en la banda derecha del río
Tebicuary, después, y Juego en las alturas de "Cumbarity" e
"Jtá Ybaté", de las Lomas Valentinas, ordenó el establecimien-
to de una nueva línea defensiva que se apoyaba en los pasos
del Pikysyry, en cuya desembocadura se construyó la fortifi-
cación de Angostura.
La situación de Humaitá se hizo insostenible y fue eva-
cuada en el mes de julio; mientras protegfa la evacuación de

155
Humaitá fue hundido el "Tacuary" en el riacho Guaicurú. Tam~
bien fue abandonada Asunción, estableciéndose la Capital
primero en Luque, y luego en Piribebuy.
Los aliados, para eludir la línea del Pikysyry, cruzaron
también dos veces el río Paraguay, desembarcando en San
Antonio, al norte de las posiciones paraguayas. Iba a terminar
el año 1868, pero antes los paraguayos habrían de demostrar
aún la inclaudicable decisión de defender el suelo patrio.
"Ytororó", el 6 de diciembre, "Avay'', el 11, y las de "Lo~
mas Valentinas", del 21 al 27 de diciembre, fueron batallas anr~
quiladoras y de exterminio. Pero ni el Mariscal López, ni sus
Jefes, Oficiales y tropas pensaron en rendiciones. Los coman-
dos aliados, viendo que la relación de los combatientes era de
cuatro a uno, por lo menos, a favor de ellos, intimaron rendi-
ción al Mariscal López, el 24 de diciembre de 1868. La nota
con que el Mariscal contestó a los Jefes Aliados rechazando
la intimación, es al mismo tiempo una manifestación de valen-
tía incomparable y una magistral demostración de capacidad
literaria. Esta nota, con justicia puede considerarse como una
de las más brillantes páginas de la literatura paraguaya.
En las "Lomas Valentinas", batalla que duró desde el 21
hasta el 27 de diciembre, el Ejército Paraguayo fue aniquilado;
el Mariscal López y medio centenar de hombres, protegidos
por las escasas fuerzas del General Bernardino Caballero, hé-
roe de todas las jornadas, eludieron el cerco y llegaron a Ce~
rro León. Allí concentró a los dos mil quinientos hombres que
componian la guarnición de la Capital y con los diez mil herí-
dos, ancianos, niños y mujeres que concurrieron a su llamado,
constituyó su último ejérci~o, organizado en el campamento
"Azcurra", mientras tanto, habla capitulado la guarnición de
Angostura el día 30 de diciembre de 1B68. Una avanzada del
ejército brasileño entró en Asunción el 19 de enero de 1869. La
ciudad, evacuada aún por la población civil, quedó a merced
de los ocupantes que la sometieron a sistemático saqueo, del
que no escaparon ni las Iglesias; hasta muchos meses más tar-
de, en Río de Janeiro y en Buenos Aires, se vendlan al mejor
postor mobiliarios, joyas y objetos de valor, productos de la
voraz rapiña.

156
Cuadernos Republlcanoa

La campaña de 1869 fue ya extremadamente penosa pata


esa masa heterogénea y cada vez más disminuida que era
entonces el pueblo paraguayo en armas. Los centenares de
miles que faltaban dormían ya el sueño de la gloria a lo lar-
go del doloroso itinerario. En esas condiciones extremas de
carencia de recursos humanos, armas, bagajes y demás abas-
tecimientos, se libraron heroicas batallas como las de "Piri-
bebuy•·', el 12 de agosto, y "Acosta f'lu", el 16 de agosto, li-
bradas con niños de 12 a 15 años, a los que hubo de propor-
cionarles barbas postizas, para darles apariencia de adultez.

El Mariscal y su familia, su Estado Mayor, Ministros y al-


gunos Generales, Jefes y Oficiales, habían abandonado Caa-
cupé y pasando por Caraguatay habfan Hegado a San Estanis-
lao, donde el Mariscal estableció su Cuartel ·General por bre-
ves dfas. De ahf pasó a ·curuguaty, declarada la cuarta y úl-
tima Capital de la República.
Entretanto, frente a Caraguatay, en la corriente desbor-
dada por las grandes lluvias de la época del arroyo ·~vhaguy",
fueron incendiadas por sus tripulantes las últimas unidades de
la escuadrilla fluvial paraguaya, el 18 de agosto de 1869. El pa-
raje, llamado ahora "Vapor Cué", ha sido convertido en Par-
que Nacional. Los calcinados restos de calderas y cascos es-
tán colocados sobre pedestales y sirven de monumentos que
proclaman a las generaciones de hoy y del futuro, la grande-
za de ánimo de los marinos de la Epopeya, que prefirieron
quemar sus naves antes que arriar el pabellón.

Los últimos meses de 1869 fueron de penurias indecibles:


las privaciones y las enfermedades hicieron estragos, pero aún
en esas condiciones el Mariscal y sus acompañantes cruzaron
dos veces la Cordillera de Amambay para acampar, -ya en fe-
brero de 1870, en el imponente anfiteatro que fue escenario
del final del holocausto del pueblo paraguayo. Allf, en Cerro
Corá, fueron inmolados el 19 de Marzo, el Mariscal-Presidente
y su tf1jo de 15 años, Coronel Juan Francisco López, el Vice-
Presidente Domingo Francisco Sánchez, anciano y enfermo, el

157
Ministro Interino de Guerra y Marina y de Relaciones Exterio ·
res, Coronel Luis Caminos, el General Francisco Roa, el Coro-
nel José Marra Aguiar, varios sacerdotes y centenares de com-
batientes más, en días sucesivos.

El Mariscal López fue rodeado por tropas brasileñas de


caballerfa e intimado a rendirse. Al negarse a ello, fue lancea-
do primero y luego herido de muerte a bala, por la espalda.
Aún en esas condiciones, desenvainó su espada y lanzó una
estocada al enemigo que se aproximaba. La punta rota de la
espada, que hoy está bajo la custodia del Presidente de la Re-
pública, el General de Ejército D. Alfredo Stroessner, en el Pa-
lacio de López, da testimonio de este último gesto de valor del
moribundo Mariscal.

Hasta aquf el relato histórico, tal como lo hemos extrac-


tado en mérito a su concisión y orden del magnífico trabajo
histórico del Coronel DEM (S.R.) Luis Vittone, expuesto en su
monumental libro: "Paraguay, Pasado de Gloria, Presente de
Grandeza".

Muer~o el Mariscal López, muchos creyeron ciertas sus


postreras palabras de que también moría su Patria. Sin embar-
go su sangre de-rramada sigue siendo aún hoy fecundo abono
de un espfritu nacionalista que ve en su sacrificio supremo un
permanente compromiso que obliga a todos los paraguayos,
de todas las generaciones sucesivas, a esforzarse, en cual-
quier condición de paz o de guerra, a mantener enhiesto el pa-
berlón tricolor que sólo pudo ser arrancado de manos inertes,
nunca rendido ni arriado en desiguales porffas.

Blanco Fombona, eximio poeta venezolano, afirmó que en


América aún no habra suficiente bronce para erigir un monu-
mento digno de la ciclópea dimensión heroica de Francisco
Solano López.

Hoy podemos decir que si faltó el bronce, sobró el cemen-


to y hubo suficiente hierro, piedra y voluntad para construir las
dos gigante•scas represas de ltaipú y Yacyretá, la primera con
el Brasil, y la segunda con la Argentina.

158
Cuadernos Republicanos

Estas dos iniciativas llevadas a la realidad merced a un


fraternal esplritu de cooperación, constituyen el más imponen-
te conjunto monumental que las generaciones de hoy de para·
guayos, brasileños y argentinos, están erigiendo a la idea que
llevó a Francisco Solano López al holocausto el justo equili-
brio en el uso de los recursos hldricos que, a más de servir
para el transporte de las riquezas de la tierra ribereña al lomo
de sus ondas, aprisionan la luna en sus destellos y ofrecen al
hombre de hoy la escondida energla de sus rumorosas aguas.
ltaipú y Yacyretá sellarán de hoy en más una definitiva
amJstad bautizada con sangre vertida en supremo sacrificio: la
de Francisco Solano López.
Santiago de Chile, 6 de octubre de 1983

159
NATALICIO GONZALEZ

Los Empréstitos
del Paraguay
Aun resistían los últimos defensores de la bandera nacio-
nal al empuje de las armas aliadas cuando el grupo de para-
guayos que colaboró en el aniquilamiento del país, se prestó a
constituir una parodia de gobierno. Después . se dictó1 la cons-
\

titución del 70 y se sucedieron efímeros gobiernQs, meros eje-


cutantes de la vo~untad intrusa de brasileros y argentinos, .cu-
yos ejérci.tos seguían ocupando nuestro territorio. En 1874 un
súbdito de don Pedro 11, el señor Carlos Castro, ejercla la
subsecretaria de Relaciones Exteriores. Nuestros mandata..
rios soportaban las mayores humillaciones, con una docilidad
ejemplar. En diciembre 13 de 1873, el canciller del Imperio,
Vizconde de Caravelas, encontraba muy natural hacer esta se-
vera reprimenda al presidente Jovellanos: "Habiendo presta•
do su apoyo moral y material al gobierno de la República, tie-
ne el del Imperio el deber, y V.E. me permitirá que añada, tam-
bién el derecho de aconsejar que la polftica de V. E. sea· mo-
derada y justa, y que V. E. sacrifique todo a los intereses del
Estado".
Los "intereses del Estado'', eran naturalmente los intere-
ses del Brasil, que diferían un .tanto de los nuestros: y "la po-
lftica moderada y justa" consistía en dejarse instrumentar por
el Imperio en contra de la República Argentina.
Aquellos infelices que se dejaban manejar como fanto-.
ches por los estadistas aliados, asumían gestos de al'tivez
inesperada cuando se trataba de difamar la memoria del Ma-
riscal. Pobres esclavos, se decfan los libertadores de una pa-
tria esclavizada. En vez de defender la dign·idad altrajada de
la nación, procuraron infamar el nombr-e de Solano López por
todos los medios, poniendo en duda hasta su acrisolada ho-
MStidad de gooernante.
Entre tanto ¿cómo manejaban las finanzas nacionales
aquellos Catones iracundos que fulminaban con sus dicterios
los manes del Héroe? Es lo que vamos a ver, refiriendo la
historia escandalosa de los empréstitos de Londres del 71 y
del 72.

11
1 ~ •

El empréstito del 71

En 1871, el cuadro que presentaba el pals era I'Tl(ás que


desolador, era trágico. No obstante, su nombre inspiraba en
Europa un respeto y una considerac'ión que desgraciadamen-
te perdió muy pronto. El largo dominio de los López, que nos
dieron los gobiernos más serios, solventes y responsables de
cuantos conoció la América española de aquel tiempo, habla
formado en ~orno nuestro un ambiente de confianza que so-
brevivió a la propia inmolación del Paraguay.
El gobierno presidido por Cirilo A. Rivarola y luego por
don Salvador Jovellanos sacó partido de esta circunstancia
para lanzar el empréstito de Londres de 1871. Obtenida la au-
torización correspondiente del Congreso, en junio de 1871 se
encomendó al señor Máximo Terrero, yerno de Juan Manuel
de Rosas, el tirano proscripto de Buenos Aires, la misión de
contratar en Londres un empréstito de un millón de libras. El
señor Terrero acababa de ser nombrado Cónsul General y
Agente Financiero en la capital británica.
El empréstito de un millón de libras fue lanzado al públi-
co el 22 de noviembre de 1871, al tipo de 80 por ciento, con
un interés de· 8 por ciento y una provisión de fondos para
amortización de 2 por ciento. Quiere decir que por cada bono
de cien libras, el suscritor del empréstito debla entregar
ochenta libras y recibir anualmente, durante medio siglo, una
renta de diez libras -ocho libras en concepto de interés y
dos libras en pago del préstamo efectuado. De modo que del
empréstito de un millón de libras, no recibirla el pafs sino
ochocientas mil libras, debiendo devolver a los prestamistas
cinco minones de libras al cabo de meC:Iia centuria, a razón de

166
Cuadernos Republicanos

cien mil libras por año. Porque hay que tener en cuenta que
el Estado debía abonar el interés de 8 por ciento sobre el mi-
llón de libras, hasta la extinción to.tal de la deuda, sin tener
en cuenta las amortizaciones anuales. Prueba de ello es que
el servicio de interés y amortización fue de cien mil libras,
tanto en el primero como en el segundo año de la emisión del
empréstito, a pesar de que en este segundo año ya estaba
amortizado el 2. por ciento de la deuda.
Las condiciones del empréstito, así miradas de bulto y
sin entrar a analizar todavía sus secretas interioridades, eran
de por sí bastante onerosas. Ese mismo año de 1871 el Brasil
había colocado en Londres un em¡préstito de tres millones de
libras esterlinas, al tipo de 89 por ciento de emisión y al cin-
co por ciento de interés anual; y la Argentina otro de un mi-
llón y medio de libras, al 6 por ciento de interés anual y al 88
y medio por ciento de emisión. Agréguese a estos datos, que
destacan por confrontación las malas condiciones del emprés-
tito paraguayo, este otro hecho de esencial importancia: Lon-
dres se hallaba abarrotada de dinero y el ahorro británico
buscaba ansiosamente colocación. El tip·o mínimo de des-
cuento que cargaba el banco de Inglaterra era de 2 y 1/2 por
ciento. El prestamista se daría por bien servido obteniendo un
5 o 6 por ciento de interés anual por su dinero, pero la gene-
rosidad paraguaya le ofreció graciosamente el ocho por ciento.
De que el empréstito de 1871 pudo ser colocado en me-
jores condiciones, lo demostró el premio de dos y tres por
ciento con que el público adquirió los certificados desde el
primer instante. El precio, que continuó en ascenso, alcanzó
en abril de 1872 el 90 y hasta el 97 y 112 por ciento. Quiere
dec'ir que de hecho obtuvo una cotización más alta que el
propio empréstito brasilero.
Pero es necesario ir a· los detalles para alcanzar toda la
magnitud del negociado.
Para levantar el empréstito el señor Terrero firmó el 21
de noviembre de 1871 un convenio con los contratistas de

167
obras públicas señore·s Waring Hermanos. Por el articulo pri-
mero de este convenio, los señores Waring Hermanos com-
prometían su ayuda y cooperación para la colocación de un
empréstito nominal de un millón de libras. El articulo cuarto
establecía que los fondos serían depositados en un banco
londinense, no a nombre de nuestro gobierno o de su repre-
sentante, sino a nombre de los señores Waring. El artículo
quinto decra que si los bonos alcanzaban alguna cotización
en la Bolsa, los contratistas entregarían al representante
del gobierno, "después de los quince dfas de emitido el em-
préstito, 64 libras por cada cien libras recibidas, valor nomi-
nal de los bonos s;uscritos y emitidos al público". El artículo
sexlto autorizaba a los contratistas, sin previa rendición de
cuenta y en concepto de primera comisión, a retener la dife-
rencia entre el 80 por ciento de emisión al público y el 64
por c·iento acordado al gobierno.

E:1 articulo séptimo estipulaba que hasta un año después


de la emisión, los contratistas podrían disponer de los bonos
no colocados, no debiendo rendir cuenta sino del 64 por
ciento de ellos; y que pasado este término el gobierno po-
dría utilizarlos a voluntad. Finalmente, en una carta dirigida
a los contratistas, el señor Terrero decía que cualquiera por-
ción del empréstito que los señores Waring creyesen opor-
tuno suscribir o comprar, sería considerada como no coloca-
da. Esta autorización ponfa a los contratistas en condiciones
de especular con la venta y recompra de bonos sin ninguna
responsabilidad para ellos, como llegó a suceder.

En efecto, al lanzarse el empréstito, Waring Hermanos en-


traron en arreglo con Mr. Samuel Laing, miembro del Parla-
mento inglés, y Mr. Alberto Grant, para que estos cooperaran
con ellos a levantar el empréstito. Laing empeñaba su garan-
tla de una quinta parte, para el caso eventual de una pérdi-
da, y Waring Hermanos le aseguraron una quinta parte del
beneficio neto, si lo hubiese. Alberto Grant debía recibir del
beneficio líquido (deducido gastos de emisión, etc.) 5.000 li-
bras, y del saldo restante, deducida la parte de Laing, un 25
por ciento. Grant se hacía responsable de las pérdidas even-

168
Cuadernos Republicanos

tuales, en la misma proporción del beneficio que iba a corres-


ponderle.
Totalmel'\te emitido el empréstito, se obtuvo en la Bolsa
un día especial para la cotización de los bonos. Pero entre el
día de la emisión del empréstito (21 de noviembre de 1871) y
el día especial de la cotización (8 de diciembre de 1871)., Wa-
ring Hermanos, Alberto Grant y Samuel Laing compraron bo-
nos del empréstito por valor nominal de 570.500 libras, que-
dando en manos del público bonos por valor de 120.500 libras.
Después de esta última fecha los hermanos Waring y los se-
ñores Grant y Laing procedieron a la venta de bonos reteni-
dos por ellos, siempre con premio, como se ha visto.
Resumiendo, ·tenemos que del empréstito nominal de un
millón de libras, emitido al 80 por ciento, el gobierno no iba a
recibir ochocientas mil libras sino seiscientos cuarenta mil.
La diferencia o sean ciento sesenta mil libras, iba a quedar
en manos del primer intermediario.
Este primer intermediario, que lo eran Jos señores Wa-
ring Hermanos, encomendó a su vez a Jos señores Robinson
Fleming & Co. la emisión del empréstito londinense con una
comisión de 1 y 1/2%, que correría a cargo de los hermanos
Waring. El producido debía quedar en depósito en poder de
los emisores, a nombre del señor Terrero, pero únicamente
podían girar sobre dichos fondos los señores Waring Herma-
nos. No podían hacer lo propio ni el señor Terrero ni el go-
bierno del Paraguay.
El Cónsul Terrero recibió a su vez una comisión de
37.000 libras, y en Londres quedaron 200.000 libras para ser-
vicios de amortización e interés durante los dos primeros
años. De modo que al final de cuentas, del empréstito de un
millón de libras solo llegaron al Paraguay 403.000 libras. Ade-
más, Terrero fue nombrado Encargado de Negocios en Lon-
dres, en recompensa al brillante negociado.

169
111

Con las manos en la masa

Del empréstito de 1871, de un millón de libras, 403.000


libras llegaron al Paraguay. Y esta remesa, que desapareció
en breves dlas, avivó la codicia de los hombres de gobierno
y pasada la hora de la partija los amigos de la vlspera se
arrojaron al rostro tremendas acusaciones.
. .Don Salvador Jovellanos, Vice Presidente de la Repúbli-
ca por muerte del titular señor Miltos, habla sucedido al se-
ñor Rivarola en el ejercicio del Poder Ejecutivo, en cuyo se-
no se hacia sentir sin contrapeso la influencia todopoderosa
del ministro del Interior señor Benigno Ferreira. La oposición
a Ferreira estaba organizada por don Juan Bautista Gill.
Apartando cuidadosamente los improperios que se prodiga-
ron uno y otro bando en los documentos de la época, que-
dan de esas p·áginas de odio, los daitos auténticos, los hechos
concretos, las cifras reveladoras, que el historiador podrá uti-
lizar para distribuir a los actores del pillaje su lote de res-
ponsabilidades respectivas.
Ferreira se disculpa y acusa a Juan Bautista Gill. Hé aquf
sus palabras:
"Juan B. Gill por medio de la protección brasilera había
llegado a sobreponerse a todos los poderes públicos de la
Nación. La más pequeña manifestación de su voluntad, secun-
dada por la qpresión brasilera, eran órdenes que acataban
los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
"No había abuso que no se cometiese ni arbitrariedad e
injusticias de que no fuesen víctimas los ciudadanos.
"Disponla del Tesoro Público a su antojo, con o sin co-
nocimiento del Gobierno.

"Las primeras remesas d.el empréstito de 1871 hablan


llegado e hizo los contratos escandalosos de maíz y bueyes;
hizo pagar a Gumersindo Coll de tres a cuatro mil pesos fuer-
tes, fuera de otros escándalos. El caso es que el Tesoro que-

170
Cuadernos Republicanos

dó vacío en menos de 24 horas, desapareciendo el emp·rés-


tito y la fortuna pública a los golpes de la avaricia de Gill.
"Yo tuve la suerte (y para Gill la osadía), de llamar se-
riamente la atención del gobierno sobre estos hechos, pidien-
do a nombre de los verdaderos intereses del país, se cortase
de raíz tanto atentado, tanto escándalo. Klo faltó quien dije-
ra esto a Gill, e inmediatamente se presen'tó a la casa de Jo-
vellanos, Vice Presidente de la República, en ejercicio ael
Poder Ejecutivo, a pedir mi destitución. El señor Jovellanos
no consintió en la exigencia de Gill. Entonces Gill amenazó
también a Jovellanos con la destitución.
"Reunido el Consejo de Ministros en la casa de Gobier-
no, Jovellanos manifestó lo sucedido, y se resolvió inconti-
nenti se redujera a prisión a Gill. Entretanto éste había visto
a los brasileros, y seguro de su apoyo moral y material, tra-
tó de reunir el Congreso para llevar a cabo el movimiento de
sedición.
"Eran las 10 u 11 de la mañana del· dla 8 de marzo de
"t 872, cuando Gill fue reducido a prisión en medio de la pla-
za pública y en los momentos en que esperaba el pronuncia-
miento de las tropas y la sanción del Congreso, proclamán-
dole Presidente de la República.
"Una hora después los agentes brasileros se empeñaron
por su libertad; llegando has:1a la amenaza cuando les fue ne-
gada. Por fin pudieron arrancarle de la· ·prisión, con la condi-
ción de que lo harían salir del país.
"Esa es la verdad y es la historia de aquel acontecimien-
to. Lo que sucedió después todo el mundo sabe. El gobierno
brasilero no descansó un momento para que · su protegldo
volviese al Paraguay. Los diplomáticos se sucedían unos. a
otros, y todos, todos sin excepción alguna, exigían . del Go-
bierno el regreso de Gill. No habiendo podido conseguir por
esta vía, protegieron dos revoluciones, felizmente vencida la
primera, pero desgraciadamente para el país, triunfante la se-
gunda; apareció nuevamente Gill en el escenario polftico del

11'1
Paraguay, hasta llegar a ser Presidente por obra y gracia del
Brasil".
En esta larga exposición hay un solo dato concreto: Gill,
haciendo aprobar los contratos de maíz y bueyes, hizo pagar
a Gumersindo Coll de tres a cuatro mil pesos. No hay para
qué dudar de esta afirmación. Es más que probable que Gill
haya ejercido su influencia a favor de este negociado cuan-
do "las primeras remesos del empréstito de 1871 habían lle-
gado". Pero también es justo convenir en que los adversa-
rios del señor Ferreira son algo más concretos en sus afirma-
ciones. Oigamos lo que dice don José Segundo Oecoud en el
periódi.co "La Reforma'':
"Habíase pactado la entrega de 20.000 bueyes a razón de
20 pfes. para ser distribuidos a las familias pobres de la cam-
paña, por vía de protección a la agricultura.

"Cuando llegó el caso de hacerse efectivo los términos


de dicho contrato, la entrega se hizo en novillos y en hacien-
da de cría comrprados en la provincia de Corrientes a razón
de 7 pfes. los primeros y a 4 pfes. los últimos; debiendo de
ndtarse que de la cantidad total estípulada, sólo se recibió
una mitad apenas. Esta famosa negociación produjo 300.000
pfes.

"Al contrato de los bueyes le siguieron pronto el de


maíz, porotos, herramientas de labranzas, cal, etc., etc.

"Por uno de esos contratos se convino hacer entrega al


gobierno de 80.000 arrobas de maíz a razón de pfes. 2 arro-
ba cuando se vendía en la campaña a 2 y 1\2 reales arroba.

"Con este contrato Jovellanos y sus cómplices estafa-


ron al erario nacional más de $ 150.000. El maíz que había
sido destinado para semillas jamás se distribuyó a los agri-
cultores y apenas enviaron algunas pocas bolsas a las auto-
ridades de campaña para ser repartidas como una limosna a
los más necesitados.

"Igual cosa sucedió con el contrato de las 50.000 arro-


bas de porotos, en que el mismo Jovellanos lucró $ 150.000,

172
Cuademos. Republlcanoa

que importaba una sustraccién fraudu1enta hecha cte los di-


neros del tesoro público.
. .
"¿Y las herramientas? ¿y la cal? ¿y los contratos clandes-
tinos de proveeduría hechos durante su funesta administra-
ción?".
Hemos dejado de estractar los párrafos que contienen
meras afirmaciones, sin avanzar datos concretos. Pero lo trans-
cripto basta. Lo cierto es que mien~ras el supuesto tirano ha-
bía sacrificado su fortuna y su vida a la defensa de la patria,
los supuestos libertadores no respetaban ni el cuérpo inerme
de fa nacionalidad agonizante, y sobre la tumba de cien mil hé-
roes exhibieron al mundo la espantosa, la repugnante, la exce-
crable codicia de sus corazones.
Tras la batalla de la5 águilas, el triste afán voraz de los
cuervos carniceros.

IV

El empréstillo del 72

_En vista de los buenos resultados del negocio, "Mr. Ohls-


ter, de acuerdo con otros caballeros, entre los cuales se habla
de repartir la comisión que de esta operación procediese, par-
tió para el Paraguay con la recomendación del señor Terrero,
el cual se expresaba en los términos más halagüeños, mani-
festando el vivo interés que sentía por el buen éxito de la mi-
sión". Resultado de la misión Ohlster fue la ley dictada el 8
de marzo de 1872, autorizando al Poder Ejecutivo a contratar
un empréstito de dos millones de libras esterlinas.
Coniorme a esta ley, en fecha 9 de marzo el Poder Ejecu-
tivo autorizó al señor Terrero a contratar un empréstito de dos
millones de libras esterlinas; a constituir en Lon{fres, bajo su
presidencia, un comité encargado de vender las tier.ra~r públi-
cas; a contratar con los señores Waring Hermanos el· establ~
cimiento del Banco Nacional del Paraguay, con un capital de

173
un millón de libras esterlinas, y del que sería accionista el Go-
bterno; y a convemr con los rmsmos senores la protongactOn
oet rerrocarril a Villarrica y la reparación de la línea existente.
~:;;¡ üooterno oaría en garantía el producido de la venta de tie-
rras púDiicas.
Munido de tan amplios poderes, el 27 de mayo de 1872
don Maxtmo ·¡ errero firma un convenio con los señores Robín-
son Fleming y L;o. Por el artículo primero se au1toriza a Robín-
son y Co. a negociar y levantar el empréstito de dos millones.
Por el artículo quinto se estipula que si la Bolsa acordaba co-
tización a los bonos emittdos, a los quince días de la emisión,
hecha al tipo de 85%, los contratistas entregarían a l'errero
73 libras por cada bono de 100 libras nominales colocados en
el público. El artículo sexto esrtablece que la diferencia entl'e
el 85% de emisión y el 73% a entregarse al gobierno, queda':"ía
en manos de los contratistas en concepto de primera comisión.
Finalmente, el señor Terrero estipuló a nombre del Gobierno
"que se retuviese en este país (Inglaterra) el producto del em-
préstito, y se apartase y colocase a nombre de Máximo Terre-
ro y de uno o más contratantes, la suma que se requiriese pa-
ra hacer frente a los gastos en que se incurrieran en Europa, a
fin de llevar a cabo los' objetos a que se debía de consagrar
el dicho empréstito''. Robinson Fleming y Co. se comprome-
tieron a su turno, a Waring Hermanos, cederles 9 libras y 15
chelines de cada 12 libras en beneficio a obtener en la colo-
cación de cada bono (diferencia entre el 85% de emisión y
73% a ser percibido por el Gobierno), reservándose ellos
una ganancia de 2 libras y 5 chelines por cada bono. A su
vez, Waring Hermanos, Grant y Laing volvieron a celebrar otro
convenio, comprometiéndose a participar en los beneficios o
pérdidas resultantes de estas transacciones, en la proporción
siguiente: Waring Hermanos, 40%; Grant, 40%; Laing, 20%.
Robinson Fleming y Co. se encargaron de repartir y entregar
los beneficios en las proporciones indicadas.
El empréstito de 1872 se levantó casi en las mismas con-
diciones que el de 1871. Se convino en considerar los bonos
comprados por los contratistas como no colocados, y hacien-
do uso de este privilegio, el 31 de mayo de 1871, día de la
CuadernO$ Republicanos

emisión del empréstito, Robinson Fleming y Co. autorizaban


en una carta a Waring Hermanos a comprar bonos por valor
de 500.000 libras. Poco después esta carta era canjeada por
otra concebida en iguales términos, pero en la que la cifra
primitiva se aumentaba a 1.500.000 libras. Se lanzaron los bo-
nos al tipo de 85%, con un interés de 8% anual y 2% de amor-
tización. Interés excesivo, pues la plaza de Londres seguía átia-
rrotada de dinero y el Banco de Inglaterra descontaba a.un
tipo mínimo de 3% anual.
En el prospecto lanzado al público el 31 de mayo. de 1872,
se citaba el Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso de la
Nación, del 7 de febrero de 1872, en el que se recomendaha
invertir el producto de los empréstitos del 71 y del 72 en la si-
guiente forma:
-1.500.000 pesos fuertes al pago de la deuda interna de
la Nación;
-300.000 pesos fuertes a la amortización del papel mo-
neda en circulación;
-100.000 pesos fuertes a la reparación de la vía férrea;
-50.000 pesos fuertes a promover la instrucción pública;

-50.000 pesos fuertes para obras públicas;


-50.000 pesos fuertes para la fundación del Banco Na-
cional.
Seis días después de lanzado este prospecto, el emprés-
tito ya estaba cubierto con exceso, suscribiéndose a él el pú-
blico por valor de 3.800.000 Ubras esterlinas. Los dos millo-
nes fueron colocados y abonada una cuota de 15%. El 12 de
junio se solicitó la cotización de los bonos en la Bolsa, y fue
fijado el 21 del mismo mes como día especial para la cotiza-
ción solicitada. Pero entre la fecha de la emisión (31 de mayo
de 1872) y el dia especial de la cotización (21 de junio de
1872) los señores Waring Hermanos habían recuperado bonos
paraguayos por el valor de 1.308.000 libras esterlinas. De su

175
lado, los señores Robinson Fleming y Co. habían suscrito por
valor de 129.800 libras. De modo que en la última fecha indi-
cada, los bonos del segundo empréstito en manos del públi-
co eran de sólo 562.200 libras.
Pocos días después se produjo una desvalorización de
los valores de los países tiud-Americanos, y los señores Ro-
binson Fleming y Co. expresaron al señor Terrero en fecha 27
de junio de 1872, su deseo de deshacerse de los bonos para-
guayos que hablan suscrito por valor de 129.800 libras. El se-
ñor Terrero se apresuró a proponerles su venta al Gobierno
paraguayo, y así lo hizo. ¿Pero en qué condiciones? Pagando
el 85% por lo que se había vendido al 73%. O en otras pala-
bras, los señores Robinson Flem¡ing y Co. no hicieron sino
devolver al gobierno los bonos del segundo empréstito que
habían retenido en su poder, pero cobrando arbitrariamente
sobre ellos su comisión de 12%. Esta sola operación costó
al Estado 15.576 libras.
Pero hay más. El 4 de julio de 1874 los emisores comu-
nicaban a nuestro representante en Londres "que bonos del
nuevo empréstito, por valor nominal de 562.200 libras, sola-
mente, han sido definitivamente colocados". Los bonos re-
comprados p¡or Waring Hermanos quedaban de hecho como
no colocados. El 6 de julio el señor Terrero se apresuraba a
dar su conformidad a los señores Robinson y Fleming y Co.,
pues lo que proponían estos señores estaba en la "mente de
nuestro contrato".
En resumen: El empréstito de dos millones se redujo de
hecho a un empréstito de 562.200 libras.

La misión Benítez

Pero como de los 562.200 libras nada llegaba al Paraguay,


el, gobrerno encomendó a don Gregario Benftez la misión de
trasladarse a Londres con amplias facultades para finiquitar el
asunto. Benítez, acompañado de su secretario don José To-

H6
Cuadernos Republicanos

más Sosa, arribó a Londres el 13 de setiembre de 1872, y en


seguida pidió a Terrero un informe detallado sobre los em-
préstitos del 71 y 72 y le ordenó que suspendiese las operacio-
nes que venia realizando para enviar inmigrantes al Paraguay,
contratar la prolongación del ferrocarril y formalizar la funda-
ción de un Banco. Finalmente, le exigió el envio de 200.000
libras al gobierno paraguayo. Benitez no logró enterarse ni si-
quiera de los contratos celebrados entre el representante de
su gobierno y los emisores del empréstito, y después de labo-
riosas gestiones, todas infructuosas, suspendió en sus fun-
ciones al señor Terrero, reemplazándole con el abogado y fi-
nancista Leone Levi. El Comité encargado de la venta de :tie-
rras públicas, integrado por los propios negociantes del em-
préstito, pretendía suplantar al gobierno paraguayo en la ad-
ministración de los fondos provenientes del empréstito, sos-
teniendo que ellos eran los responsables ante los suscritores
británicos, y por consiguiente a ellos les correspondía invertir
los fondos del empréstito de acuerdo a la ley que autorizÓ' su
contratación.
Por último, Benitez obtuvo detalles más o menos exactos
del empréstito. Pudo entonces repudiarlo, como fue su pri-
mera intención, pero no lo hizo por el temor pueril de herir
profundamente el crédno paraguayo. Ese crédito estaba de
hecho herido de muerte por la forma poco honrada con que
habían sido manejados los intereses de la República por ne-
gociadores poco escrupulosos, que solo buscaban beneficios
excesivos. Decidió pues recurrir a la via judicial para resca-
tar el dinero del empréstito.
Los señores Robinson Fleming y Co. alegaban para no
entregar la suma que no contaban con el consentimiento del
Comité y que pesaba sobre ellos un reclamo de Waring Her-
manos, quienes exigían la retención del dinero en garantia de
su contrato para la prolongación de la Hnea férrea. El ·17 de
diciembre de 1872 Benftez hizo presentar hi demanda corres-
pondiente ante el Tribunal de la Cancillerfa, pero en el curso
del juicio, el t2 de marzo de 1873, las partes arribaron a un

177
acuerdo, el que fue aprobado por el Tribunal que entendía en
la causa, el 29 de abril del mismo año. Por dicho convenio
se reconocía las inversiones hechas por los negociadores en
envíos de colonos ingleses al Paraguay; en sueldos de geren-
tes de la colonia inglesa; en una entrega de 3.000 libras al
ciudadano argentino · Sinforiano Alcorta por supuesta cesión
que hiciera de·l negocio del ferrocarril, de exclusiva pertenen-
cia del Estado paraguayo; y en gastos y comisiones de em-
préstito. En el convenio quedó expresamente establecido, en-
tre otros, los siguientes puntos:
19 No será válido el contrato para construcción de ferro-
carril hecho entre Terrero y Waring Hermanos, sin previo exa-
men del gobierno paraguayo;
39 Robinson Fleming y Co. deducirán del empréstito del
72 la suma necesaria para atender el servicio de amortización
e intereses del mismo hasta el 19 de abril de 1874; y el saldo
entregará al gobierno;
79 Se autorizó a Robinson Flem.ing y Co. a vender por
valor nominal de 437.800 libras, bonos del segundo emprés-
tito, de la partida recomprada que retenían en su poder;

89 Robinson Fleming y Co. cobrarían una comisión de 4%


por esta operación, corriendo los gastos a cuenta de ellos. Si
colocaba los bonos más del 80%, su comisión serfa del 5%;
99 Los fondos provenientes de esta operación se inverti-
rían en atender el servicio de amortización e intereses del em-
préstito del 72, desde mayo de 1874 hasta abril de 1875; y del
empréstito del 71, élesde abri 1 de 1873 hasta marzo de 1874;
129 El saldo que lo hubiese serfa entregado al gobierno.
Por imposición del mismo convenio, se pagó 197.088 li-
bras en concepto de intereses y 42.900 libras en concepto de
amortización a la par del empréstito del 71, quedando aten-
didos dichos servicios hasta marzo de 1873 inclusive. Este em-
préstito quedó reducido a 957.100 libras. Igualmente fueron
atendidos los servicios del empréstito del 72 hasta abril de
1874 inclusive, pagándose 89.446 libras por interés y 13.900 li-

178
Cuadernos Republicanos

bras por amortización a la par. El monto de este empréstito se


redujo a 548.300 libras.
Después de tantos asaltos dados a los caudales de la
nación, el 15 de marzo de 1873 don Gregario Benitez se reci-
bía de 242.880 libras en su mayor parte en bonos y títulos in-
gleses. Los fondos provenientes del empréstito alcanzaban
239.687,86 libras; el excedente provenía de fondos anteriores
del gobierno en poder de Robinson Fleming y Co.

VI

Las inversion·es del empréstito del 72

A princrpios de abril de 1873, el secretario de la misión,


don José Tomás Sosa, se hizo portador de 125.000 libras en-
viadas al gobierno. Esta suma fue la única que llegó al Para-
guay del dinero rescatado del segundo empréstito. El exce-
dente quedó invertido en Europa en gastos de la misión, en
cancelar obligaciones atrasadas del gobierno, en atender giros
del mismo, en la compra de dos locomotoras y un vaporcito,
etc.
La verdad es que la nación cargó con un empréstito de
562.200 libras, de las cuales no recibió sino 125.000. En el li-
bro de los señores Robinson Fleming y Co. figuran 40.873-7
libras. como cuenta de gastos de emigración. Se trataba de la
contratación de algunos colonos ingleses, cuyas penurias re-
fiere un diario de la época en los siguientes términos:
"Los colonos ingleses llegaron al fin a este país, y el se-
ñor Seymour, administrador de la colonia, ocurrió al gobierno
paraguayo pidiendo se hiciere cargo de ella, en virtud de los
términos convenidos en Londres.
"Jovellanos y su déspota ministro Ferreira dejaron que
los colonos perecieran de hambre y de miseria en los luga-
res desolados en que habían sido colocados.

·.179
"Seymour, se vio obligado a recurrir a varias casas co-
merciales pidiéndoles fondos para mantenimiento de la colo-
nia, valiéndose del pretexto que estaba autorizado para girar
contra Fleming y Co. como en efecto exhibía cartas de éstos.
"Bajo tales seguridades y garantías un comerciante de
esta plaza celebró un contrato de proveeduría para suminis-
tras víveres a la colonia; pero tuvo que suspenderse por falta de
cumplimien,to a sus estipulaciones por parte de Seymour; y a
la colonia entonces no le quedó otro camino que disolverse
por completo, teniendo que reemigrar a Buenos Aires, donde
se habían levantado suscripciones para costear el pasaje de
aquel miserable resto de colonos desventurados que aún que-
daban".
Los 125.000 libras remitidos al gobierno del Paraguay tam-
poco entraron en las arcas del Estado. Veamos su inversión:
"Para el robo de los dineros del primer empréstito se le
habla dado la forma de contratos.
"Los dineros del 29 emprés1tito fueron saqueados de una
manera más escandalosa aun.
"Las remesas hechas por Benltez al Gobierno en los va-
pores "John Elder" y "Ebro", alcanzaron a la suma de 125.000
libras.
"La llegada de estos dineros coincidía con la revolución
encabezada por el general Caballero para derrocar al gobier-
no sarcástico de Jovellanos.
"Así fue que estos fondos fueron depositados a bordo del
vapor de guerra brasilero "Princesa". La tesorería nacional
no tuvo en sus arcas un solo real de esta suma.

"Durante la noche se desembarcaban los cajones de li-


bras esterlinas y se conducían ocultamente a la casa de Jove-
llanos y de sus ministros Ferreira y Soteras.
"El ministro Araguaya, decía con este motivo en Buenos
Aires a un compatriota nuestro, que. habla quedada escandali-
zado de la inmoralidad del gobierno de Jovellanos. Apelamos

180
:Cuadernos Republicanos

si necesario fuere al testimonio de este diplomático brasllero.


"Fue por este tiempo también que se celebró el famoso
contrato de los recados, que diffcilmente habrá un habitan-te
de la República que no conozca las condiciones onerosas en
que se celebró''.

VIl

Descorriendo el velo

Para explicarse la génesis y el objetivo de los emprésti-


tos del 71 y del 72, el historiador no puede atenerse a la sim-
ple letra de la crónica escandalosa de esos negociados.
Los gobernantes impuestos al Paraguay por los paises
aliados, eran inmorales. Del primer empréstito de un millón de
libras habla recibido y malversado 403.000 libras; y aeJ segun-
do empréstito de dos millones, reducido a 562.200 libras, re-
cibieron 125.000 libras, de las que se apoderaron en la forma
referida.
Pero por ignorantes y por corrompidos que fuesen di-
chos gobernantes, no es posible que consintiesen sin un mo-
tivo poderoso a autorizar aquellos empréstitos de los cuales
no llegaban a disponer sino en una mfnima cantidad. Si la sola
razón de sus actos era el lucro, bien podfan lucrar en mayor
escala endeudando menos al pafs.
Hay otra circunstancia. Las tropas aliadas seguJan ocu-
pando el territorio paraguayo y nuestros gobernantes no rea-
lizaban un solo acto sin la insinuación o el consentimiento de
los aliados. Eran meros ejecutantes de la voluntad intrusa del
vencedor.
Con estos antecedentes a la vista, resulta evidente que
ambos empréstitos eran la obra de nuestros dominadores in-
teresados en imposibilitar el resurgimiento del Paraguay.

181
Semejante polftica se trasluce en todos los detalles del
negociado. Al lanzarse el segundo. empréstito, se habla cons-
tituido en Londres un Comité encargado de enagenar las tie-
rras públicas. Ya veremos más adelante como 500 leguas de
tierras públicas pasaron en manos de los accionistas. La ley
de venta de tierras públic~s en 1883 fue la prolongación de
esta polftica. "Los especuladores argentinos, ingleses y nor-
teamericanos se echaron sobre la presa, escribió Eliseo Re-
clus, sin respetar ni siquiera las pequeñas porciones donde
las familias guaranles cultivaban el suelo de generación en
generación, sin que hubieran tenido jamás necesidad de hacer
constar sus títulos de propiedad y se formaron sindicatos de
compradores, que adquirieron los terrenos por decenas y por
centenas de miles de hectáreas a fin de revenderlos por décu-
plo y el véintuplo de su valor y un solo concesionario acaparó
varios miles de kilómetros cuadrados. En pocos años los vas-
tos desiertos fueron adjudicados a propietarios ausentes, y en
adelante, ningún campesino paraguayo podrá cavar el suelo
de la patria sin pagar renta a los banqueros de Nueva York,
Londres, Amsterdan. Tal vez los descendientes de los guara-
nles, después de haber estado sometido al régimen de los je-
suitas y de los dictadores, el cual terminó al menos con un pe-
riodo de heroismos, tendrán que sufrir una tercera esclavitud,
más dura todavía, porque hará de ellos proletarios degrada~
dos''.
Pero no bastaba quitar al pueblo paraguayo el solar de
sus hogares, no bastaba con imponerle una deuda de guerra
fabulosa; no bastaba con arrebatarle sus más ricos territorios.·
Podla sacársele además algún dinero, levantando a su nom-
bre empréstitos que no llegarían a sus manos, porque pesa-
rían sobre su crédito, matando las posibilidades de una. reha-
bilitación.
Alberdi, con su habitual lucidez vio claro el origen de esos
empréstitos y lo denunció en páginas vibrantes. "Cuanto más
se estudia -escribla en 1876- y se conocen los empréstitos
paraguayos, en cuanto a los orígenes, agente, motivos y condi-
ciones, más se descubre que fueron hechos como maniobras
de guerra contra el Paraguay; y mejor se comprende entonces

182
Cuadernos Republicanos

por qué han sido levantados por hombres que eran Agentes y
cooperadores oficiosos del poder que ha destruido al Paraguay
y con la mira de absorberlo una vez aestruido".
Un· ilustre historiador contemporáneo se expresa en igual
sentido:
"Habla que tener un código anglo-yanqui-guaraní, con to-
das las apariencias del sistema representativo. Esto iba a la
par con un empréstito. Los capitalistas ingleses mostraron su
desinteresada cooperación en dos ocasiones. El conquistador
brasileño era el titular legitimo de los despojos del vencido, pe-
ro don Pedro encontró que un imperio entrampado no es un
imperio, que el dinero gobierna y que la presa no era suya
sino de sus acreedores. Hizo una guerra para los ingleses. Ha-
bla arruinado al Brasil y había arruinado al Paraguay. ¿Para
quién sino para los ingleses? Entregó, pués, la prenda a los
verdaderos amos del Brasil. Consintieron estos en que
el Paraguay libertado y liberalizado se reconociese deu-
dor de ellos, por la suma de 1 . 438.500 libras esterlinas.
Queda al lector el trabajo de conjeturar, si no lo sabe,
la cantidad que entró efectivamente en las cajas del era-
rio. Podrá suponer que los capitalistas reservaron el medio
millón escaso que excedía del millón, y dieron el millón a los
paraguayos. Pues no fue asr. ¿Darán tres cuartos de millón,
para dividir equitativamente el producto del empréstito entre
los que abrlan sus tesoros y los que acudían a la magnani-
midad capitalista? No; algo más pedían los ingleses. ¿Pedi-
rían entonces un millón y abandonarían el medio millón so-
brante? Ni aun eso se obtuvo. Entraron en las arcas paragua-
yas 200.000 libras esterlinas por el reconocimiento que en to-
tal importaba un gravamen de 1.438.500 libras esterlinas. Es
verdad que más tarde, justo es decirlo en desagravio de Shy-
lock, y a cambio de 300.000 hectáreas de terrenos paragua-
yos, se convino en una disminución del crédito".
Resumamos:
Durante la guerra al Paraguay los aliados formaron la
"Legión paraguaya". En sus filas vinieron algunos compatrio-

183
tas, bajo la bandera nacional, a colaborar en la destrucción
de la patria. Estos compatriotas ungidos del mando, constitu-
yeron los llamados gobiernos paraguayos de la post guerra, y
que fueron en realidad meros gobiernos aliados con etiqueta
paraguaya. Los aliados se valieron de estos personeros para
endeudar al país con 1.562.200 libras esterlinas. De esta suma
recibieron y se repartieron sus personeros 528.000 libras. Al
país no le tocó nada; solo le corresponde pagar. Esa es la his-
toria de los empréstitos escandalosos de 1871 y 1872, tan es-
candalosos, que provocaron la investigación del Parlamento
inglés.

184
JUAN ERNESTO VILLAMAYOR

LA VERDAD
de Natalicio González
a Michel Foucault
.... _. ~ -,
-- --- ~ -- -- ----~----

A
Jesús María Víllamayor
Padre

A
Mario Halley Mora
Amigo
El hombre se alejó de Dios y pretendió refugiarse en la
ciencia, confirmándole ésta lo que Dios le habia dicho.

Los valores, al igual que los conocimientos evolucionan


con el hombre, y posee él mismo, no sólo la facultad de crear
en base a ellos nuevas -situaciones, sino además la de trans-
mitirlos de generación en generación. El hombre es capaz de
quedamente enviar información disfrazada de sentimiento, a
!o ancho del espacio y a lo largo del tiempo.
Las rafees comunes, logran en ocasiones el milagro que,
dos personas sin conocerse, y sin haber leido el uno las obras
del otro, arriben con pequeñas diferencias de matices, a com-
plementarse en conclusiones, aplicando prácticamente un mis-
mo procedimiento en un tema tan abstracto como es la
Verdad.
El pensamiento es libertad en la medida que se aproxi-
ma a la Verdad, ese pensamiento transporta un ente, lo tradu-
ce a un idioma, analiza de esta manera su esencia y su natu:-
raleza, descubre y redescubre en base a nuestra cultura todo
lo que nos rodea; nos enriquece en el camino de la libertad,
o nos pierde en el de la esclavitud.
Un pueblo sin idioma no puede evolucionar, y se hace es-
clavo de aquel que si lo posea. Un ·pueblo sin idioma no es
capaz de inventar nada, pues le resulta imposible superar la
etapa de definir los componentes del invento. Un pueblo sin
idioma no puede crear, pues la creación es hija del vocabu-
lario, que da el concepto a la situación nueva. En cambio, un
pueblo con idioma es necesariamente rico y revolucionario,
un pueblo de vanguardia, un pueblo peligroso para determi-
nados intereses que va a ser atacado precisamente por esta
condición, pero nunca será vencido en su objetivo final. La
lucha, cuando se esgrime como arma el idioma, será siem-

191
pre, tarde o temprano, coronada con el triunfo, pues enarbo-
la un mensaje, que en la figura de un sentimiento va a unir
indisolublemente al pueblo; y el dfa que el pueblo rompa esa
cadena, cortará el eslabón que en la historia lo une con el
pasado, y suelto ya de su pasado, cual globo de gas, se diri-
girá al firmamento para ser allí presa de cualquier brisa, y es-
clavo de todo lo que algún asidero tenga, ente sin control en
el infinito, vfctima de sr mismo.
Pero no debemos confundir esa sociedad que sin rumbo
transita por el tiempo, con aquella que por imperio de deter-
minadas circunstancias mantiene sus lazos ocultos esperando
el momento de su redención, esperando a aquel que victorio-
so ponga la luz sobre el camino hacia el futuro.

Esas sociedades sin destino, tuvieron, tienen, y seguirán


teniendo fanáticos defensores, que usufructúan en provecho
propio lo que por derecho no les corresponde. Grandes temo-
res se generan asf, en la posibilidad que un juego de pala-
bras devuelva ras cosas al natural orden al que pertenecen;
el triunfo con el idioma es un hecho inexorable en una socie-
dad que no está aún condenada a vivir perdida, pero en evi-
tar ese triunfo muy poderosas fuerzas se mueven. Alguna vez
Foucault se preguntó: ¿Qué hay de peligroso en el hecho que
las gentes hablen, y de que sus discursos proliferen indefini-
damente, en dónde está el peligro?, y como justamente es el
ya enunciado, se trata de controlar la proliferación de men-
sajes a través de un determinado número de procedimientos,
que tienen por finalidad conjurar los ''poderes y peligros" que
engendra un acontecimiento aleatorio como es la emisión de
un mensaje, con su correspondiente terrible carga material.
.rial.

Uno de los principales procedimientos en este sentido es


el denominado de "exclusión", dentro del cual a su vez, el
más común es el que se refiere a "lo prohibido". Se sabe que
no se puede decir todo, que no se puede hablar de todo en
cualquier circunstancia, y que cualquiera no puede decir cual-
quier cosa. Se ataca asf al mensaje en su objeto, en la circuns-
tancia en que es emitido, o en virtud de la persona que lo

1.92
Cuadernos Republicanos

emite, tres tipos diferentes de prohibiciones que encuentran


como finalidad inmediata el complementarse mutuamente, ac-
tuando en conjunto a efectos de cumplir una misión global
sobre un objetivo determinado, desvirtuando asr la destacada
actuación de cualquiera de los procedimientos en forma in-
dependiente. Pero el juego de prohibiciones no actúa con la
misma intensidad en todos los campos, llegando incluso a de-
saparecer en algunos para poder aumentar su aplicación en
otros. Los campos en que son más efectivos son los del sexo
y la pol!tica, como si el mensaje emitido, en lugar de ser el
punto donde el sexo no representa agresión y puede ser de-
sarmado y analizado en forma independiente en sus compo-
nentes, y la poUtica encuentra la paz del análisis sereno, fue-
se el lugar don.de, tanto uno como otro, manifiestan en forma
incomprensible los más terribles poderes. Lo que en realidad
ocurre es que de esta manera, tanto el sexo como la poHtica
se hacen inteligencia, son inteligencia, y readquieren el valor
perdido de nuestra cultura. En el m'ensaje, en el juego de
palabras, en la interpretación intelectual de los acontecimien-
tos se hallan ocultos el deseo y el poder. El mensaje contie-
ne en sr el objeto del deseo, y no es solamente aquel terre-
no en el que se traducen las luchas, es aquello por lo que se
lucha, aquel poder del que debe adueñarse para tener poder.
Quizás esto explique aunque más no sea en forma insatisfac-
toria, el por qué de la ya nombrada persecución.
Pero no solamente en medio de las prohibiciones se ma-
nifiesta el "sistema de exclusión", existe además lo que se
denomina diferencia de planos, generando as! una oposición,
tal el caso de la confrontación "RAZON - LOCURA''. De una
forma u otra, predominante fue el rol que el loco ejerció a
través de la historia, y fue precisamente en la palabra donde
se identificó su locura. Su mensaje tuvo variados destinos, ya
sea desechado de entrada en razón de la persona de la que
provenfa, o aceptado como un mensaje que, proviniendo de
esa persona reconocfa un origen diferente, como si quien lo
emitiese no fuese más que el nexo entre el auténtico origen y

193
el receptor del mismo; en algunas ocasiones era además in-
mediatamente olvidado sin ser tenido en cuenta, mientras que
en otras era detenidamente analizado y protegido, como si en
su seno existiese un poder oculto, o un mensaje que es nece-
sario descifrar para acceder al conocimiento de algo maravi-
lloso. De una u otra forma, la palabra del loco no era directa-
mente tenida en cuenta, y en cuanto a su origen específico,
en todos los casos rechazada.

No obstante, este sistema de exclusión fue y es tan ma-


leable, que permanentemente va cambiando de posición, por
Jo que es de ditrcil identificación, pero nos traen como ejem-
plo la sola posibilidad de pensar en la cantidad de especialis-
tas destinados a estudiar al loco, para poder percibir asf la
existencia de la referida oposición.
La Oposición "VERDADERO - FALSO", resulta de una u
otra forma, la rectora de toda discusión, pero importante re-
suita, antes de destacar nítidamente la diferencia entre uno y
otro, encontrar en la Voluntad del hombre, donde se ubica su
deseo de acercarse a lo Verdadero, desechando lo Falso, y co-
mo en ocasiones se cae en lo Falso buscando lo Verdadero.

Tocas las separaciones se organizan en torno a contin-


gencias históricas que naturalmente se van desplazando de un
punto a otro y de una forma a otra, de allí que la calificación
resulte arbitraria desde el 'punto de partida, pues no es más
que una manifestación de sf misma, este análisis no escapa a
la regla ya expuesta, pues es fruto de un momento histórico
determinado que sufre a su vez la coacción de todo el siste-
ma. cuyo análisis realiza.
Si uno penetra en un mensaje, desde su interior no se ad-
vierte la lucha entre lo Verdadero y lo Falso como una opción
valedera, y esto aunque parezca increíble; se sabe que tal co-
sa es Verdadera y que tal cosa es Falsa, pero lo que es más
arbitrario aún es el proceso histórico que a esa conclusión
nos hace arribar. Existe de esta manera un Sistema Histórico
de Exclusión, Modificable, e Institucionalmente Coactivo.
Para los poetas griegos del siglo VI, el discurso Verda-

194
cuadernos Republicanos

dero, por el que se sentía respeto y terror, era aquel pronun-


ciado por quien tenia derecho a hacerlo y de acuerdo al pro-
cedimiento indicado a tal efecto, decidfa la Justicia, profetiza-
ba el porvenir y contribuía a que así ocurriera. Sin embargo,
apenas un siglo· más tarde, la Verdad Superior se había des-
plazado del mensaje, y de lo que hacia, hacia lo que conte-
nía, fue de la enunciación al enunciado, hacia su relación con
su referencia. · Entre Hesíodo y Platón la red se modifica, lo
Verdadero y lo Falso es igual, mas lo que era Verdadero ya no
lo es. El Sofista, temporalmente ha caído.

Nadie inicia una tarea de investigación de la nada, siem-


pre se parte de un principio ya verificado, y se lo tamiza de
esa Voluntad de Verdad a la que hacemos referencia, nuestro
deseo de saber ya posee una forma, las grandes mutaciones
cientlficas, si bien pueden basarse en un descubrimiento téc-
nico, se fundamentan en su mayoría en el desplazamiento de
la red que da una forma determinada a nuestro pensamiento.
Cuando evoluciona el concepto, evoluciona el vocabulario, y
con él la sociedad con su ciencia.

Al decir de Focault, "saber es hablar como se debe y co-


mo lo prescribe la marcha cierta del espíritu; hablar es saber
como se puede y según el modelo que imponen quienes com-
parten el nacimiento. Las ciencias son idiomas bien hechos,
en la medida que los idiomas son ciencias sin cultivo.

El idioma de un pueblo nos da su vocabulario, y su vo-


cabulario es una biblia bastante fiel de todos los conocimien-
tos de ese pueblo; solo por la comparación del vocabulario
de una Nación en épocas distintas, nos formaremos una idea
de su progreso. Cada ciencia tiene su nombre, cada noción
de la ciencia tiene el suyo, todo lo que se conoce de la natu-
raleza ha recibido una designación, lo mismo que lo que se
ha inventado en las artes, y los fenómenos, las maniobras y
los instrumentos. De allí la posibilidad de hacer una historia
de la Libertad y la esclavitud a partir de los idiomas.

195
Pero hagamos un poco de historia, en determinados mo-
mentos del siglo XVI y XVII, aparece una voluntad de saber
que dibujaba en forma anticipada lo que con posteridad iba
a ser el contenido de determinadas materias, todo ello sobre
Jo posible, lo observable, lo medible o lo clasificable. Se im-
ponía al sujeto conocedor una posición, a efectos de medir el
nivel técnico de aquello que está por descubrir, indicándole
de antemano qué requisitos deberá llenar lo que aún no ha
visto la luz. La Voluntad de Verdad, desde Platón, tiene su
propia historia, se declaró independiente, pero al igual que
Jos países, descubrió que la independencia absoluta es una
quimera, y debió buscar apoyo en una red institucional que,
fundándose en principio en elementos abstractos como la pe-
dagogía, la edición, los sistemas de libros, etc., materializan
en una sociedad determinada, una forma particular de ser de
estas abstracciones, les dan un procedimiento peculiar, y al
igual que la Torre de Babel, diferencia un sistema de otro pa-
ra hacerlos entre sí naturalmente incomprensibles. Recorde-
mos con Foucalt, y a título simbólico, el principio que sos-
tiene que la aritmética puede ser objeto de las sociedades de-
mocráticas, pues enseña las relaciones de igualdad, en tan-
to que la geometría sólo debe ser enseñada en las oligar-
quías, pues explica las proporciones en la desigualdad. Y tan-
to influye e influyó este sistema en nuestra sociedad, que no
hay rama del conocimiento que no se haya visto afectada por
él. La Voluntad de Verdad influye así en la economía, en la li-
teratura, en la ciencia, en las finanzas, en el derecho, y esto
por no citar sólo algunas de sus manifestaciones. Ya nada en
nuestra sociedad tiene valor si no se fundamenta en esa ver-
dad que anticipadamente, y en ocasiones sólo en forma emo-
cional hemos descubierto. Esa Voluntad de Verdad se ha con-
vertido en un hecho solamente positivo, pasando desaperci-
bida su función negativa, que más que la de incluir y sumar
conocimientos, es la de excluir aquellos que no se ajusten a
sus reglas.
Todos los procedimientos hasta aquí enunciados influ-
yen en el mensaje a ser emitido, pero todos lo hacen desde
el exterior, existe sin embargo una serie de procedimientos

196
Cuadernos Republicanos

internos, denominados asr pues ejercen su función desde el


interior del mensaje, funcionando a trtulo de principios de or-
denación, de clasificación o de distribucióA; como si ·se pro-
pusieran dominar aquella parte del mensaje influido por el
azar y por el acontecimiento.

En primer lugar debemos reconocer la existencia de dos


tipos diferentes de mensajes, el que se enuncia y en el mo-
mento se pierde para dar lugar al enunciado de otro, y el que
se conserva en la mente del pueblo, digno de ser descubier-
to y redescubierto en cada ocasión, como si más allá de las
palabras enunciadas, tuviese un contenido que no es desci-
frado por la mera interpretación de la fórmula en que está
redactado. Siendo estos últimos permanentemente dichos, ·se
encuentran siempre por decir.
Es cierto que este principio no es de aplicación est~ble,
constante y absoluta, la aiplicación va evolucionando y cam-
biando con el t~anscurso del tiempo en el seno de la socie-
dad a la que está destinado a servir o en la que cumple su
función. Pero la alteración de los polos, no hace que el prin-
cipio como tal desaparezca, muy por el contrario, se puede
considerar que hasta aumenta su efectividad en la medida
que obliga al rastreo de la función práctica que en ese mo-
mento está cumpliendo, pues al ser mutable, su descubri-
miento hoy, no garantiza su aplicación mañana. Muchos tex-
tos importantes con el transcurso del tiempo se van perdien-
do, y quizás un comentario del mismo pase a ocupar su lu-
gar, pero este hecho no altera la función. La desaparición ra-
dical de este desnivel, al decir de Foucault, no puede ser más
que juego, utopra o angustia. Juego, al estilo de Borges, de
un comentario que no fuese otra cosa más que la reaparición
palabra a palabra de lo que comenta, juego también de una
crltica que hablase infinitamente de una obra que no existie-
se. Sueño Hrico de un discurso que renaciese absolutamente
nuevo e inocente en cada uno de sus puntos, y que reapar'"
ciese sin cesar en toda su frescura, partiendo de los sentimien-

197
tos, de los pensamientos, o de las cosas. Angustia del enfer-
mo de Janet, para quien el menor enunciado era como una
palabra del Evangelio que encerraba inagotables tesoros de
sentidos que merecían ser indefinidamente reconsiderados,
reanudados, comentados. Se trata permanentemente de anu-
lar uno de los términos de la relación, sin suprimir la relación
misma. La exégesis jurídica es diferente al comentario reli-
gioso, una sola obra literaria puede dar lugar a tipos de dis-
cursos diferentes. La Odisea, por ejemplo, es repetida en la
traducción de Berard, en infinitas explicaciones de textos, y
en el Ulises de Joyce.
En el comentario, el primer y el segundo texto juegan
com!etidos solidarios. Por un lado, y a partir del primer texto,
queda la posibilidad abierta de decir permanentemente algo,
abre las compuertas a la palabra, da un tema para hablar. Pe-
ro el comentario, como segundo texto, no tiene más función
que decir aquello que ya estaba dicho, y el milagro que en-
cierra su cometido es que el mismo debe a su vez ser origi-
nal., dicho en otras palabras, se debe decir por primera vez
lo que ya se dijo con anterioridad.
El comentario conjura el azar, pues aunque es novedoso
en sí mismo, tiene la obligación de atenerse a lo que ya se ha-
bía dicho, el peligro del azar resulta así eliminado, lo nuevo
ya no está en lo que se dice, sino en la tibia función que re-
presenta el acontecimiento de su retorno.

Otro principio de seguridad de los enunciados es el de


autor, no considerado éste, en esta ocasión, como el indivi-
duo que habla y que ha pronunciado un mensaje determina-
do, sino com:e ente capaz de agrliP:ar en su derredor y de dar
coherencia a un grupo de mensajes, sirviendo al mismo tiem-
po de aval de lo que se dice. Este principio, sf es absoluta-
mente irregular en su aplicación. Existen muchas fórmulas
que circulan permanentemente en nuestra sociedad y para las
que la referencia a un autor no resulta en absoluto necesaria.
No así en determinadas ramas del saber en que la referen-
cia a una persona es indispensable, aunque mutable es su a-
plicación. En lo que a ciencia se refiere, durante la Edad Me-

198
Cuadernos Republicanos

dia, la atribución a un autor era requisito sine qua non para


su valoración científica; desde el siglo XVII esta función fue
pasando a segundo plano en ese orden, sin embargo, en otro
orden de cosas, como p;or ejemplo en el plano literario, el
proceso es inverso. Todos aquellos poemas que en aquella
época circulaban en el anonimato, son hoy compelidos a que
expliquen su origen a efectos que el autor rinda cuentas de
la unidad de su obra, se le pide al autor que articule el men-
saje con su vida personal, con la historia real que vio nacer
el texto en cuestión.
El comentario, dijimos, limitaba el azar establ~ciendo el
juego de una identidad que tiene la forma de una repetición
de sí mismo, el autor limita ese mismo azar por el juego de
la identidad que tiene la_ forma de la individualidad.
Es necesario reconocer en lo que se denomina la disci-
plina, otro principio de limitación, que o/p;oniéndose a los e-
nunciados, sin embargo coloca límites al autor en la elabora-
ción de la obra, no existe aquí el juego de la repetición ni de
la identidad entre los principios de la disciplina y el mensaje
consiguiente, este último parte de los principios disciplina-
rios, aceptándolos como tales para descubrir a partir de allí.
Sistema anónimo cuyo sentido y validez no se sujeta a ser hu-
mano alguno, sino a la sola posibilidad de formular indefini-
damente nuevas proposiciones.
En la disciplina existe una integración en el error y el a-
cierto, entre lo falso y lo verdadero, ya que habitualmente exis-
te una complementación que los hace inseparables. La disci-
plina no se compone de todo lo que uno pueda decir sobre
determinada cosa, es necesario que responda a determinadas
condiciones, la citada manifestación se debe dirigir a un de-
terminado plan de objetos, a fines del siglo XVII por ejemplo,
para que una prolposición perteneciese al ámbito de la botá-
nica, se debía dirigir a la estructura visible de la planta, lo
que implica una relación temporal entre la disciplina y el mo-
mento en que aparece el enunciado. Otra de las obligaciones

.199
consistia en el empleo de determinados instrumentos concep-
tuales o técnicos de un tipo perfectamente definido, debiendo
además dirigirse a un cierto horizonte teórico o en el que de-
bía hallar un espacio para ser inscripto, bástenos recordar
que el estudio de la lengua primitiva, fue un tema perfecta-
mente admitido hasta el siglo XVIII, sin embargo en la segun-
da mitad del XIX, ya se convirtió en un factor expreso de ex-
clusión.
A su vez, las disciplinas reconocen la existencia de dos
campos, uno interior y el otro exterior. En el interior se reco-
noce a su vez la existencia de una determinada cantidad de
enunciados considerados sin más análisis verdaderos; en el
exterior, ya los principios no son tan rígidos, y existe una
aproximación a lo que se cree, no existe aquí el error como
concepto absoluto, ya que éste solo puede ser manejado per-
fectamente en el campo interior de cada disciplina, así, antes
de poder una enunciación ser considerada verdadera o falsa,
debe ésta encontrarse en el campo interior de la disciplina, o
sea debe estar en la Verdad. Galileo, al decir la verdad, sen-
cillamente no estaba en la verdad de la discilpHna, de allí el
rechazo que la verdad haya sufrido, para no poner en peligro
el ámbito de verdad en el que se realizan los enunciados.

Se puede decir la verdad en el campo de la exterioridad


de la disciplina, pero no se está en la verdad mas que obe-
deciendo a las reglas de la policía protectora de los diversos
mensajes que componen el andamiaje de la verdad discipli-
naria, método éste de exclusión que es permanentemente re-
activado.
La disciplina también es un principio de control que bus-
ca a través de si el papel positivo y multiplicador que surge
de la consideración de funciones restrictivas y coactivas.
Sin embargo, habiendo ya dominado el poder del mensa-
je emitido, y habiendo conjurado el azar de su aparición, de-
bemos aún determinar las condiciones de utilización de tos
mismos, imponer un determinado número de reglas a aque-
llos individuos capaces o habilitados para utilizarlos, impi-
diendo de esta manera el acceso al mismo a cualquiera en

200
OllaclemGS Republicanos

forma indiscriminada. Nadie entrará al orden de •os mensa-


jes si no se encuentra previamente autorizado. Por ·su'Ptresto
que no todos los m,ensajes tienen 'la misma restricción, ni 'Si-
quiera todos los ámbitos del mismo, e)dsten determinadas zo-
nas a las que es posible el acceso prácticamente ind,scñmi-
nado de los individuos, y otras, a las que el acceso r:esl!l~ta
prácticamente imposible.
Foucault nos trae una anécdota riqufsima en cwmto a
todos los tipos de procedimiento, y cuenta que aUá en el si-
glo XVII, el taicún habla oído que la superioridad europea, em
cuanto a navegación, comercio, polftica y arte militar, se de-
bía a su conocimiento de las matemáticas. Deseó ampararse
de un tan preciado saber. Como le hablan hablado de un ma-
rino inglés que posela el secreto de esos discursos marav111o-
sos, le hizo llevar a su palacio y allf le retuvo. A solas con él
tomó lecciones. Aprendió las matemáticas. Mantuvo, en efec-
to, el poder, y vivió largo tiempo. Y hasta el siglo XfX no exis-
tieron matemáticos japoneses. Pero la anécdota tiene su ver-
tiente europea. Ese marino inglés llamado Will Adams; fue un
autodidacto, un carpintero, que por haber 1:rabajado en un as-
tiflero naval habla aprendido la geometrfa. Dos culturas se
enfrentaban, al saber monopolizado y secreto de la tirania
oriental, Europa oponía la comunicación universal de conoci-
mientos, el intercambio indefinido y ribre de determinados
mensajes.

Decimos especff!camente "determinados mensajes'', pues


el intercambio es una fJgura que juega dentro de un comple-
jo sistema de restricción y no es ViÍable su existencia con in-
dependencia de los mismos. Bajo el nombre de riltual se agru-
pan los sistemas más conocidos. el mismo define :la cuantica-
ción, gestos, circunstancias, signos, iijando además de ante-
mano fa eficacia de las pa~abras a ser pronunciadas; ~os 1~m~­
tes de su valor coactivo. Las propiedades singulares que po-
seen están más de resalto en fos mensajes .religiosos, guridi-
oos, y porque no poUticos.
- ·----Lo que se puede dar en llamar una "sociedad de discur-
-so•• JUega Un 1P\apeJ diferente a )OS hasta aqU( enunciadOS, SU
finalidad es la de hacer circular determinados mensajes en
determinados crrculos absolutamente cerrados, y aunque el
mensaje en algún momento sea dirigido hacia el exterior, en
ningún caso- existe un intercambio de .papeles .entre el que
em1te el misn:to y el que lo recibe, asr las cosas, el receptor'
nunca será más que esto~ Aunque resulta ya hoy por hoy, di-
f(cil encontrar una de estas sociedades, a poco de observar
cómo se transmiten las fórmulas qurmicas, los nuevos descu-
'brimientos médicos, etc., nos percatamos que la citada cali-
ficacióti aóh existe y mantiene vigencia adaptada a situacio-
nes más actuales. · ·
.Las doctrinas, del -tipo que sean, constituyen aparente-
~ente el reverso de la situación recién planteada, la mis-
_ma~ _busca su difusión permanente tratando de ensanchar
la cantidad de emisóres, colocando aparentemente como
único _requisito el aceptar tal o cual verdad manifestada
en el serio de la misma, y hasta aqur la semejanza con las:
disciplinas. cientfficas es absoluta, el control aparentemente
solo versa sobre .el contenido del enunciado, dejando de la-
_do 1~.persona que enuncia el mismo, pero a poco de analizar
en pr~fundidad, empiezan a aparecer circuntancias diferencia-
les entre unas y otras. La dependencia doctrinal, denuncia al
enun_ciado y al_sujeto .que enuncia, y al uno a través del otro
,:Y ..yicever~a. Al -sujeto a través del -enunciado, cuando .el que
enuncia ha manifestado una o varias situaciones que no con-
dicen con el fondo del mensaje inserto en la doctrina, inme-
diatamente· aparece el mecanismo del rechazo. La herej[a no
fue un fanatismo del mecanismo doctrinal, fue y es parte h1te-
grante del mismo. Sin embargo, el enunciado también es de-
nunciado a través· del sujelo que lo emite, siendo unos pocos
Jos facultados para alterar el orden de los mismos, creando
asr .un sistema de identificación entre· los que los realizan,
prohibiéndoselas que .realicen otros que no condicen con los
-mismos, pero sometiendo en úrtima instancia el mensaje a la
interpretación que. de .él hagan aquellos que la doctrina con-
sidera capaces de modificar a sr misma. La doctrina efectúa

202
CUadernos Republicanos

la doble sumisión, del hombre al mensaje, y del mensaje al


hombre.
. .
La adecuación social es otro de los procedimientos a· te-
ner en cuenta, indiscutible resulta que la interpretación de
Jos mensajes se realiza en forma de adaptación a situaciones
particulares que en ocasiones son las mismas que las del su-
jeto que realiza la emisión, y que la misma encuentra. como
traductor válido el proceso educativo. Todo proceso de edu-
cación obedece a finalidades polfticas de interpretación de
mensajes en tal o cual sentido.
Todos los sistemas hasta aquf enunciados se interrela-
cionan permanentemente, no existiendo ninguno de ellos en
forma aislada, su división es de naturaleza arbitraria, y obe-
dece a un plan de análisis que es otra forma de excl~siÓn,
pues es realizado con un objetivo específico.
En gran medida la Filosofía cumple el papel, quizás: i,r&-
consciente, de reforzar estas diversas situaciones, colocanclo
a los principios de exclusión en primer plano y tamizando a
través de él la información; responde a los diversos . juegos
de limitación cuando proporcionan una verdad ideal, y la co-
locan como ley dé un discurso, en su desarrollo una raciona-
lidad inmanente, y en su contexto general una étlca del co-
nocimiento que promete la verdad al deseo de la verdad, inás
que a la verdad misma, reforzando el objeto eón poste-riori-
dad por medio de una denegación que estriba en la realidad
especifica del discurso, :.· ·
¡ ..

Se busca exista el menor espacio posible entre el P§nsa-


miento y el habla, de aiU que el pensamiento se realice en un
idioma, el pensamiento no es más que el orden ·en el cual las
palabras son enunciadas internamente, y el habla pasa a ser
un pensamiento significado, estructuras de la lengua que ut~­
lizadas producen un efecto de sonido.
Al decir de González, es la verdad una armonla, entre un
concepto, producto de una elaboración mental, y una percep-

2óS
ciém o conjumo de percepciones captadas por la sensibilidad_;
siendo asr la verdad, úña situaCión interna ·del sujeto, que se
define en un combate que busca la armonra entre et· senti-
miento y el concepto. Descubre acá una situación significati-
va en la lucha, y es el rol que juega el idioma en la elabora-
ción de
. ese
. concepto.
.

El guaranr impidió aJ indio equivocarse en la búsqueda


de la verdad, pues no le dio el idioma la variante de Ja no-
ción intelectualista de la reaUdad circundante, que es propia
del español. Añeté, es según González, el verbo henchido del
ser auténtico, con lo que exterioriza la situación, y crea una
independencia entre la Verdad y ·el Hombre, pudiendo este úl-
timo equivocarse y manteniéndose la primera inmutable .
..La verdad asJ entendida linda con actitudes hasta mrsti-
ca.s de adoración que .imponen el aceptar· en ocasiones lo que
racionalmente vamos a rechazar, como es et caso de la resu-
rrección de los muertos para Jos creyentes, que si bien no
tiene una base intelectual de la que depender a efectos de
enfr-entarse consigo mismo y salir airoso en la primera prue-
ba qife la duda le plantee, ·sin embargo, es aceptada como
una verdad comprobada, y esa verdad comprobada en esas
condiciones es aquella resumida en el añeté de la prodigiosa
·Jengua guaranr.
Quizás si Cristo hubiese nacido y crecido entre los guara-
_nies, ·no hubiese pronunciado la inmortal sentencia de ''-di-
chosos los. que creen sin haber visto'', pues su propio idio-
ma, al ser natural en su concepción, fácilmente hubiese acep-
tado el mensaje que a El le costó la vida; aunque si el El no
hubiese muerto frente a un pueblo descrerdo, para resucitar al
tercer dfa · "Vana serra nuestra Fé".
Muchas son las formas de elisión que la filosofra ha em-
empleado a través de la .historia, ·actualizándolas de tiempo
en tiernpo para que las funciones de exclusión pasen desa-
percibidas. Un ejemplo es el del sujeto fundador, el que elu-
diendo en forma anticipada los procesos de emisión del men-
saje proyecta su pensamiento a lo largo del tiempo hacia un
fllturo en el que, lo por et fundado va a seguir cumpUendo la
CUadei'IIG&. RepUblleanos

finalidad que él le asrgnó, sus objetivos son fos que ·animan


las formas del lenguaje, dándoles el sentido del que carecfan,
la hrstoria no tendrá más que expHcar tas significacrones in-
sertas en un horizonte que da fundamentos a todo tipo cte pro-·
posiciones. En lo que al sentido se refiere. el sujeto fundador
posee signos que no van a ser manifestados. a través del men-
saje, pues su ley no le es aplicable.

Existe un tema que se antepone at anterior, es el denomi-


nado "de la experiencia orginaria", a través del que se supo-
ne que a ras de la experiencia, y antes que la misma pueda
ser recuperada y trasladada como originalidad en sí, signifi-
caciones previas recorren el mundo, siendo de esta manera
la experiencia, una lectura que se realiza sobre la realidad, y
esta aproximación con las cosas nos da la posibilidad de ha-
blar de ellas, de designarlas, nombrarlas, juzgarlas, para ti-
finalmente conocerlas en las formas de la verdad. Las cosas
nos hablan en un sentido al que nuestro lenguaje sencilla-
mente transforma para hacer accesible el tema a aquellos in-
capaces de leerlo en su escritura original. Este lenguaje nos
habla permanentemente de un Ser del que él no es más que
la parte visible, Dios está en nuestra imposibilidad de com-
prender la realidad de las cosas.

La mediación universal es otra forma de eludir la reali-


dad del discurso pues al relacionar a través de un logos las
singularidades y los conceptos, permitiendo que la racionali-
dad se despliegue, vuelve a ser el mensaje quien se encuen-
tra en el centro de la especulación, pero la función del logos
puede ser suplantada por el concepto que busca demostrar la
existencia del discurso hecho o enunciado a través de las mis-
mas cosas que buscan así transmitir su esencia, y cuando to-
do toma la forma del mensaje a ser emitido, y cuando existe
la certeza de que el mismo ha sido interpretado a efecto de
ser traspasado a un idioma entendible por otros seres, aun-
que en esa labor se empleen años o quizás siglos, entonces
los sentidos se refugian en la interioridad de sí mismos.
,,_ ·..

1.: -·

:.,·

,",,r
'.··

206:
'\
CARLOS PUSSINERI SCALA

Historia de la
Moneda Paraguaya
{11 Parte)
En esta segunda parte de la "Historia de la Moneda Para-
guaya" seguiremos transcribiendo documentos del Archivo
1\acional de Asunción, desde fines del siglo XVI y del sigloXVII,
algunos ·inéditos y otros ya publicados por Juan Francisco
Aguirre en sus libros ya citados anteriormente, (116) además
anotamos algunos documentos de las ciudades argentinas de
Corrientes, Santa Fé, Córdoba, Tucumán y Buenos Aires. Tam-
bién tomamos datos suministrados por estudiosos y que se
refieren a nuestro tema, que guardan relación con e·l Paraguay.
Las ciudades que acabamos de citar, siguieron con el mis-
mo sistema utilizado en Asunción, de dar valor a los "frutos
de la tierra", y es porque en ellas no habla monedas metáli-
cas, y también porque algunas ciudades fueron fundadas por
capitanes que partieron de Asunción, como Santa Fe en 1573,
Buenos Aires en 1580, Corrientes en 1588 y muchas otras más,
y es por esto que Asunción es "madre de ciudades" y además
ostenta el título de "Ilustre", que le otorgara el rey de Espa-
ña el 7 de junio de 1618, "por los importantes servicios que
hizo en muchas poblaciones que fundó y por haber sido ca-
pital de ocho ciudades" (117).

Manuel Domfnguez dice que partieron de Asunción 126


expediciones, de las cuales fueron 69 al Chaco, en los siglos
XVI, XVII, XVIII y XIX. Estas expediciones fueron para explo-
rar y afianzar el dominio español, fundando ciudades, pueblos
y fortificaciones (118). En centenares de documentos, princi-
palmente en las Actas del Cabildo, hasta 1617 se lee: "En la
ciudad de Asunción, cabeza de las Provincias del Rfo de la
Plata" (119).

,Lo interesante es que una inmensa mayoría de los ca-


fundadores eran hombres nacidos en Asunción~ Por ejemplo,
Santa Fe de la Vera Cruz la fundaron nada más que 9. espa.:.

211
ñoles y 75 mestizos asuncenos, y Buenos Aires por 11 espa-
ñoles y 56 asuncenos (120). Es muy interesante hacer notar
que varios de estos jóvenes ocupaban algunos cargos, como
por ejemplo el gran Hernandarias.
Al respecto de estas ciudades, de una de ellas dice el
señor Osear Luis Ensinck en un tralJajo titulado: "Precios y
monedas en la antigua Santa Fe, 1573-1673", que "en Asun-
ciOn no había moneda metálica, por lo tanto quienes de allí
partleron para fundar Santa Fe nada pod[an llevar" (121).

Humberto Burzio dice que ••corrientes es una de las pro-


vincias que por su proximidad con la de Asunción, (y porque
de esta ciudad salieron para fundarla) se reglamentó sobre
las monedas de la tierra" (122). De algunas de effas hablare-
mos más adelante.

En otro párrafo del trabajo de Ensinck, ya c;:itado, dice asr:


"El probtema de la escasez de moneda metálica no tuvo so-
lución alguna en estos años iniciares de la ciudad de Santa
Fe. Por un auto datado el 5 de mayo de 1595, nos enteramos
que se especutaba con mercaderras como vino, miel, azúcar,
vinagre, etc. y que la querían sacar de Santa Fe. Se obfigó a
los tenedores de las mismas a que no saquen el tercio de to-
do lo referido y lo den a las personas que por eltos fueren en
las monedas de la tierra. . . y lo vendan a las personas que
fueren en tas· monedas que están estaolecidas en esta ciudad ... "
Pocos días después, el 5 de junio de ese año 1595, se trata
en el Cabildo el precio del vino que se habla traído de Asun-
ción.. Se establece la arroba de vino en 22 pesos si se paga-
ba en lienzo; en 24 pesos si en sayal; de 30 pesos en otras
monedas" (123).

Vimos los distintos efectos que sirvieron para suplir la


moneda, generalmente con artrculos de imprescindible nece-
sidad; según los lugares y épocas llamaron en distinta forma,
a más de las que ya nombramos como "monedas de la tierra".
En otras provincias las. denominaron ''tirulos d& la tierra", "pro-
ductos de la tierra" o "géneros de la tierra" y ''ropas de la
tier~·.

212
Cuadernos R~blicanos

En un protocolo del año 1590, realizado en la ci~udad de


Córdoba, se dice que "Juan de Seria y Lope de la Peña for-
maron una compañía con un capital de 2.700 pesos oro y ro-
pas de la tierra con el objeto de vender en Córdoba y Para..
guay por bueyes, vacas, etc." {124).
Otro· documento, también de Córdoba, dice asi: "Precisa-
mente en el año 1600 los mercaderes, ante ciertas medidas
de control de sus actividades consiguen que las multas por
infracciones se han de pagar en reales, las que lleguen a diez
pesos, y de diez para arriba en ropa de la tierra" {125).

En el año 1607, el Gobernador de Tucumán, Alanzo de Ri-


vera decía que "los géneros de la tierra son lienzo, pañuelos,
alpargatas, calcetas de algodón, cordobanes, zuelas y vaque-
tas y ganado". Mas adelante dice: "los principales miembros
de esta provincia son mercaderes que van de Potosí a Buenos
Aires y de aquí a Chile y al' Paraguay" {126),
En la sección Propiedades y Testamentos del Archivo Na-
cional de Asunción, se conservan los inventarios de aquellas
personas que hacían sus declaraciones de bienes, donde fi-
guran entre otras cosas, cuñas de hierro, anzuelos, lienzo y
varios otros objetos productos de la tierra. Uno qe ellos dice,
que un señor Bartolomé de Amarilla, declara ante el. escripano
público y testigos ..'que su cuiléido Baltazar de Herrera falle-
ció, y que lo mataron los indios, y que dejó ciertos bienes que
conviene inventadar para que haya cuenta y razón de ellos".
Se toma el inventario, y entre otras cosas se lee lo siguiente:
"La mitad de un navío con todas las xarclas, velas y aparejos,
dos lanzas con dos hierros, una libra o hasta veinte onzas de
verga tirada de todas suertes, un escardi11o de hierro, y una
hoz, tJna hacha calzada de azero sin amolar, seis cuñas de 1'0-
car calzadas de acero que podrán pesar ocho Hbras poco más
o menos, dieciseis cuñas de hierro que podrán pesar qUince
libras más o menos, treinta herraduras caballares, treséientos
clavos de herrar, dos pares de espuelas". Más adelante dice.
"Un .an:zuelo -de dorado, . . . treinta anzuelos de palometas,

.1213
. . .. quince varas de lienzo basto . . . y siete varas de lienzo
que dicen que debe Flores Romano al difunto". Prosigue asf:
·•camisas de la tierra, una escobilla, un jubón llano de la tie-
rra, manteles de la tierra, etc." (127).
El capitán Hernandarias de Saavedra, teniente de Gober-
nador e Justicia Mayor en esta ciudad de Asunción, dijo el
23 de agosto de 1592, "que nabla sido informado que en la
barca que al presente viene de Corrientes a esta ciüaad, traen
cantidad de plomo y conviene al servicio de su Majestad, se
tome de cualquier persona que lo trae y se ponga en depósito
de una persona para que se reparta entre los soldados que
cada dfa salen a servir a S.M. y con un precio moderado en
las monedas de la tierra con que se acuda a su dueño". Le
ordenaba al capitán don Antonio de Añazo que vaya a la bar-
ca que traía el plomo y que tome todo lo que venga y lo lleve
ante el Gobernador,le recomendaba tener mucho cuidado "so
pena de 100 pesos porque asf conviene al servicio de S.M." (128).

Garzón Macada dice que en Córdoba "los encomenderos


cabildantes negaron a los doctrineros de indios el pago de sus
estipendios, en reales o en lienzo, pues en esta tierra no Jo
hay, y si algún poco de lienzos se hace, es en cuatro o seis
vecindades y el tributo que se nos acostumbra a dar, es en
las especies que tenemos puestas por monedas", y más ade-
lante dice: "La vara de lienzo que se generalizó como mone-
da de la tierra, figura entre las fijadas por el Cabildo de Cór-
doba, recién en acuerdo de 1598, por no ser de producción
local abundante hasta 1597 en los obrajes, y no percibirse por
tributos" (129).

Algo muy interesante es lo que también dice Garzón Ma-


cada en su trabajo "Economfa del Tucumán", sobre el valor
de las especies o frutos de la tierra, donde expresa que "la
fijación de especies monetizadas no era solo una cuestión de
escasez de moneda metálica. El grupo social dominante. due-
ño de la tierra y de la mano de obra india y esclava, fl]laba las
especies que le convenían para sus transacciones locales" .
Agrega después, que "Los encomenderos asociados a merca-
deres portugueses, reservaban sus reales de plata para los
Cuadernos Republicanos

negocios de importación de mercaderias europeas y compra


de esclavos. . . y mantenian los pagos en especies para ·tos
tratos tocares" (130).
Silvio Zavala publica un documento del Archivo Históri-
co de Santa Fe, que expresa lo siguiente: "Ya sea por acato
a la cédula real que la provincia decia tener para valuar los
géneros que servian de moneda, ya por consideraciones in-
trinsecas del caso, el virrey del Perú mandó en la ciudad de
los Reyes, el 9 de septiembre de 1598, que el Gobernador del
Rio de la Plata cumpliera las cédulas y proviciones reales y
las dadas por ese virrey y sus predecesores, y las ordenanzas
hechas por los cabildos de esas provinc·ias, que estaban en
sus archivos" (131). Añadia asimismo: "No siempre las cos-
tumbres de la tierra vivieron al margen de la legislación es-
crita. En este ejemplo, la Corona y el Virrey, aprueban con
sus respectivas órdenes los usos monetarios que las circuns-
tancias hablan impuesto desde los comienzos de la coloniza-
c·ión del .Plata" (132).
. ·En otro párrafo, Zavala dice que "Entretanto el procura-
d~r de _las _provincias del Rfo de la Plata, Tomás de Garay.
presentó al virrey del Perú, don Luis de Velazco, un memo-
rial. ·oecia en el que siendo Gobernador Juan Ramírez ~e V~~
lazco, alteró y derogó todas las cédülas y proviciones reales
que la ciudad de Asunción. Tenia, . . . y en particular derogó
una en que mandaba su Magestad a Já J'usticia y regimiento
de .dicha ciudad que, atento que no habla moneda en aque-
llas provincias, se hiciese de los "usofrutos" de .la tiefra, .a-
pr~iando _cada cosa en su valor, y. asi dicho Cabildo :tetJia
hecha~. ordenanzas . . . que valieran por monedas, como eran
lienzo, hierro, cera, acero y otras cosas (133).
En ·el acuerdo del Cabildo del 12 de octubre de 1598, se
lee esto·: "Habiendo hablado en c'Osas tocantes al bien . . . y
utilidad de esta ciuoad, se acordó y determinó". Se referiárt a
IO~kcuras doctrineros que ·enSeñaban a los indios ,:¡ que él rey
había proveido y mandado "que para el sacerdote ·que 'los hu-

215
biere de doctrinas y vestir y asistir en sus pueblos y se pueda
sustentar y alimentar bien en nombre de esta ciudad y como
Cabildo y Regimiento de ella, habiéndolo bien mirado, todos
unánimes y conformes señalaron y nombraron que se dé de
salario al dicho capellán o cura, que tomase a su -cargo la ad-
ministraC'ión de las dichas doctrinas por cada un indio un pe-
so corriente de a ocho reales, como sea de catorce años para
arriba los cuales se han de pagar en las cosas y frutos de la
tierra, que son vino, azúcar y garavata" Agregaba que debía
pagárselas cada seis meses (134).

En varias Actas del Cabtldo hacen notar que Asunción


era "Csbe:za de las provinc,ias del Rfo de la Plata" 6 "Cabeza
de toda esta Gobernación y Provincia". 'EJ 20 de septiembre
de 1599, decían en el Acta del Cabildo: ..Supuesto el caso y
respuesta del Padre Marcial de Lorenzana, digo que esta ciu-
dad de Asuncíón como cabeza de toda esta gobernación y
provincia, con Cédula Real, ha hecho y ordenado ley, del mo-
do a que a todo el comercio, ·trato y urbanidad fuesen bien co-
mún y el valor de las cosas constituyénaoias por monedas y
de esto hay larga costumbre de más de cuarenta años guar-
dando siempre en toda la forma del derecho y que la ley sea
honesta, justa posibl.e .según la moraJeza de la tierra y más
acomodada a los vivientes de ella quitando y poniendo según
los tiempos y Que más provechoza haya sido a los pobres y
bien de la República. Esto se ha hecho y publicado a voz pú-
bJJca de pregonera para que de ello constatase y fuese noto-
rio a todos, etC'." (135).

En otra Acta del Cabildo, del 18 de enero de 1600, deter-


minaron que por conocimientos y escrituras públicas a pagar
en vino por San Sebastián; de este presente afio, que siendo
el vino bueno, caro y asentado y de dar y recibir que valga y
se cuente cada una arroba a doce pesos corrientes, y no más
ni menos y porque esta cosecha ha sido algo tardfa y ef vino
que se ha heC'ho no está asentado, para que de todo punto
esté bueno. mandaron se dilaten Jos pegamentos para hasta eJ
dfa del Seflor San Bias y en todo el mes de febrero de este
presente afio, etc." (136).

21'6
Cuadernos Republicanos
L
Sobre la legislación. de1 Comercio de España con Indias,
Rafael Antúnez y Acevedo "Ministro togado del Supremo Con-
sejo de Indias" ha recopilado entre los años 1791 a 1796 todo
lo relacionado al respecto, y lo tituló: "Memorias Históricas
sobre la Legislación y Gobierno del comercio de los Españo-
les con sus colonias en las Indias Occidentales". El autor de
esta obra, pidió al rey la licencia para publicar, y en fecha 24
de junio de 1796 le concede, y al año siguiente da a luz esta
recopilación. ln.icia el aufor haciendo una "Advertencia", y
dice que "se carece de apuntes o memorias de las que se ex-
pidieron sobre el comercio desde el descubrimiento de las
Indias hasta el tiempo presente", (1796). Más adelante se lee:
"Mi obje'l:o pues, en esta obra, es recordar a los comerciantes
españoles cuanto he podido averiguar sobre el gobierno del
giro o tráfico con sus colonias de las Indias Occidentales,
etc." ... "Mi cuidaao principal ha sido la exactitud en las ci-
tas y extractos de las Cédulas y Provisiones, y con esta mira
he copiado . . . Mis principales guías son la colección de cé-
dulas y providencias relativas a Indias, que hizo y cuidó de im-
primir en la imprenta real en 1596, Diego de Encina, Oficial
Mayor de la Escribanía de Cámara de la Audiencia de Contra-
tación, las leyes de Indias publicadas en 1680 y El Norte de
la Contratación, escrito por don Joseph de Veytia y Linage, e
impreso en 1672 (137).

Mas adelante dice que "también han ayudado a mi obra


las especies que por incidencia tocan las suyas Navarrete,
Martínez de la Mata y Miguel Alvarez Osorio, que escribieron
en tiempo de Felipe 111, Felipe IV, y Carlos 11, por e·l mismo or-
den que los citamos". Agrega, que le sirvieron para su obra
'·algunos papeles manuscritos sacados de la Contaduría de
la Casa de Contratación, que conservamos y pondremos en
los apéndices". Habla de otros documentos publicados por don
Gerónimo Ustáriz, otro por don Bernardo Ulloa, también de don
Joseh Gutiérrez de Rubalcava, y finalmente dice así: "He saca-
do algunos documentos de la inmensa colección manuscrita de
Cédula y Providencias que posee mi compañero, el señor don

217
Manuel Joseh de Ayala". El método que adoptó el autor de es-
ta recopilación, "es referir por orden cronológico, desde el des-
cubrimiento de las Indias hasta el tiempo presente (1796") Y pa-
ra terminar, esta "Advertencia", en la que especifica que comen-
zó a escribir "en tres últimos meses de 1791" (138).
Rafael Antúnez divide la obra en cinco partes. La primera
trata "De los Puertos habilitados en España para este Comer-
cio"; la segunda, "De los navíos habilitados para este Comer-
cio"; la tercera, "De la carga habilitada para este Comercio"; la
cuarta, "De ias Contribuciones impuestas sobre los géneros em-
barcados a Indias, principalmente de las pagaderas en Espa-
fla''; y la quinta, "De las personas habilitadas para este Comer-
cio" (139).
Comienza narrando desde la expedición del primer viaje
realizado por Colón. Da después varias fechas de navlos que
partían de los puertos de España para las Indias, agregando
más adelante, que no se pudo puntualizar desde cuando "tu-
vo principio la navegación, verdaderamente mercantil". Según
refiere el cronista Antonio de Herrera, "en el año 1506 se dió
licencia para que todos los que fueran naturales de estos rei-
nos, pudiesen enviar a aquellos sus mercaderías", añadiendo
que en el año 1497 "le consta que los Reyes Católicos man-
daron que por el tiempo de su voluntad, de todas y cuales-
quiera mercaderías que de las Indias se trajesen a estos rei-
nos no se llevasen derechos de almoxarifazgo, ni aduana, ni
almirantazgo, ni portazgo ni otros derechos o ni de cuales-
o o

quiera otras que se embarcasen y llevasen a las Indias para


proveimiento y sostenimiento de ellas, y de las gentes que en
ellas estuviesen, y esta disposición parece que supone que ya
en el año de 1497 había comercio de particulares con los
paises nuevamente descubiertos, etc." (140).
Por Cédula de fecha 14 de febrero de 1503, "los Reyes
mandaron hacer una Casa de Contratación y negociación de
las Indias, etc., agregando más adelante, que por una provi-
sión del 15 de mayo de 1509, se ordenaba- que por ningún
navío se pudiese ir a las Indias, sin registrarse ante los ofi-
ciales de la Casa de Contratación de Sevilla o en la ciudad

218
Cuadernos Republicanos

de Cadiz, que por Cédula del 6 de septiembre de 1666, se man-


dó extinguir absolutamente la Tabla de Indias de la ciudad
de Cádiz, y se ordenó que los vecinos de ésta llevasen al
puerto de San Lucar los frutos que quisiesen embarcar a las
Indias" (141). Y en 1679 "se mandó restituir el dicho Juzga-
do como antes estaba''.
Sobre los registros de mercaderías, como también de
"oro, plata y otros géneros preciosos", se admitían "pagando
los derechos de avería, consulado y almoxarifazgo de Indias,
como las mercaderías de aquellas partes que entran en Sevi-
lla, etc.". El autor de esta obra se refiere a una Cédula del
29 de enero de 1538 y dice que es la primera mención, sobre
la cual se mandó "que cualquiera persona que de aquí en
adelante trajere de las Indias, oro, plata, piedras, perlas u
otras cosas que no sea suya, sino que lo traiga encomenda-
do de alguna, sea obligado de manifestar ante los Jueces
Oficiales de Sevilla, etc." (142).

Transcribe también una cédula del 29 de .febrero de


1560, que "perdona a todo lo que aquel año se trajese sin
registro" (143) . . . . . . . . . . pero "con la condición de que
hubiesen pagado en las Indias todos los derechos debidos
antes de su salida de aquellos; pero se añadió que desde la
referida fecha en adelante cualquiera que trajese oro, plata,
perlas, piedras u otras cosas de las Indias a estos reinos sin
lo registrar. . . . y entrar con ello en la Casa de Contratación,
incurriese en las penas establecidas por leyes y ordenanzas
contra los que faltaban a la formalidad del registro". Más a-
delante decía: "que si algunas personas fuesen con las di-
chas cosas de las dichas nuestras Indias a Portugal o a Fran-
cia, o a otro cualquier reyno por el mismo caso, caigan e in-
curran en pena de muerte y hayan perdido y pierdan todos
sus bienes para nuestra cámara y fisco". Agrega también,
"que incurría en pena de muerte, el maestro que trajese cual-
quier cosa sin registro" (144).

2l9
En la segunda parte, articulo VI de este libro, habla de
una Cédula del 7 de febrero de 1622, de las limitaciones de
los permisos, para comerciar. Se refiere también a las mer-
caderfas entradas por Buenos Aires. Más adelante dice: "por
otra se prohibe pasar por la dicha aduana hacia el Rio de la
Plata este metal o el oro sea en moneda, pasta o labor de
cualquier género". . . . . . . . . "También se prohibió por otra
de las dichas leyes, entrar por el puerto de Buenos Aires al
Perú. . . . . . . . . . pero por el contrario se permite en otra ley
que todas las mercaderfas del Perú puedan pasarse a la pro-
vincia del Rfo de la Plata sin pagar derechos algunos, ex-
ceptuando siempre el oro y plata". En otras cédulas se leen
los castigos pecuniarios y personales que se te aplicarla, (4
de marzo de 1654) .. Uno de ellos dice: "que cualquier navío
que llegase a los puertos de nuestras Indias Occidentales e
islas de ellas y no llevase juntamente registro legítimo según
lo mandado, caiga en comiso con todas las mercaderías, gé-
neros y carga que conduciere" (145). En cuanto a la pena
personal "perdia todos sus bienes, destierro perpetuo y con-
finado por cuatro años a la fuerza de Alarache o La Mamo-
ra, y otra pena era de diez años de galeras al remo y sin
sueldo" (146).

Otras cédulas se refieren a los "esclavos negros o blan-


cos, ni mulatos" (147). Se prohibía llevar a las Indias "pisto-
letes y arcabuces", y "por Cédula del 22 de noviembre de
1621, se prohibió pasar a las Indias hierro de Lieja en barras,
clavazones, hazadones, herraduras ni otras obras" (148).

El Art. 111 se refiere "De los aforamientos {149) y fletes"


para todo tipo de mercaderfas, y sobre la plata dice: "nos a-
segura que nunca ha exedido de uno por ciento el de la pla-
ta y reales'' (150). Más tarde, por un reglamento de comercio
libre, del 12 de octubre de 1778, el artrculo 43 dice: "se li-
bertaron de toda contribución a la entrada en España y da
una lista larga de distintos productos y uno de ellos dice:
yerba del Paraguay", y por el Art. 44 "se moderaron los de-
rechos del oro y plata que en moneda o pasta se trajesen de
cualquier parte de Indias a España, reduciendo los del oro a

220
Cuadernos Republicanos

dos por ciento con arreglo a la Cédula del primero de mar-


zo de 1777 y los de la plata a cinco y medio por ciento, los
cuatro para el Rey, etc." (151 ).

Se refiere además de la paga que había que hacerse en


Cádiz, "sobre lo embarcado a Indias". Da a continuación una
larga lista de los distintos productos y lo que debía pagarse.
En la "Parte Quinta" que habla de las personas habili-
tadas para el comercio y excluye a los extranjeros desde el
año 1501 "se mandó" que no se permitiese personas extran-
jeras de otros reinos, y que si alguna se hallase, la echase
de allf". Por la misma Cédula de los Reyes católicos decían
''que no se poblasen las Indias sino de naturales de Castilla,
León y Aragón". Repitió lo mismo en 1510 e igualmente en
abril de 1564. Sin embargo, se sabe que varios extranjeros
llegaron a América y que también realizaron compra y ven-
ta de mercaderías. Ya con don Pedro de Mendoza, (1535-1537)
llegaron al Río de la Plata algunos extranjeros. En varias Cé-
dulas más se repitió la prohibición de comerciar con los ex-
tranjeros en Cédulas del 27 de julio de 1592, de 1605, 1608
y 1616, exceptuando aquellos que tenían licencia del Rey, y
además también se concedía a los extranjeros que residían
en España cierto tiempo, y "con ciertas calidades" y que "pu-
dieran ser útiles en ella" (152), y "aquellos que estuviesen
casados con mujeres naturales de ellos".
Termina esta interesante obra de recopilación sobre "La
Legislación y Gobierno del Comercio de los Españoles con
sus Colonias en las Indias Occidentales", con un apéndice
con copias de algunos documentos citados en parte, que son
de suma importancia "para conocer me]or todos los mecanis-
mos del comercio'', desde el descubrimiento de América has-
ta 1796, y al final dice que el archivo general de Indias, de
Sevilla, no estaban arreglados todos los papeles, por lo tan-
to fue una desgracia para este trabajo (153).
LAS BULAS DE LA SANTA CRUZADA. "El producto de la
expedición de estas Bulas de la Santa Cruzada, fue concedido

221
por los Pontífices a los Reyes de España para los gastos de
fa lucha contra los infieles". "Había dos categorías: las bu-
las de ilustres, cuya limosna era de ocho reales en plata. De-
bían adquirirla los grandes señores y otras personas ricas; y
las ordinarias vallan dos reales". Más adelante dice que "se
trató que se tome moneda de la tierra para la limosna, atento
a no haber plata en esta tierra y le dijeron que tomara mo-
neda a precios que no pierda en ella de la limosna que se
manda dar". Esta Bula fue datada en Madrid, el 29 de abril
de 1599 y "en fecha 21 de abril de 1602 compareció ante
el Cabildo de Córdoba el Tesorero de las Bulas de la Santa
Cruzada, Agustín de la Guerra, presentando el nombramien-
to para los obispos del Tucumán y Paraguay" . . . . . . . . "se
ordenó la publicación, predicación, administración y cobran-
za de dicha Bula" (154).
Enterado el rey de España de los inmensos contraban-
dos que se hacían en Europa y América, en el año 1606 libró
una Real Cédula al Gobernador del Paraguay y Río de la Pla-
ta, Hernandarias, en que le advertía "que en la ·pmvincia de
Guipúzcoa se cargaban de contrabando navíos portugueses
y franceses que conduelan a Buenos Aires, hierro, paños y
otras mercaderías y los meten en este puerto al Perú y vuel-
ven con los retornos, sin tocar en Sevilla", (155).
De acuerdo a algunos documentos, vimos que se hacían
distintas clases de maniobras y contrabandos. "El Goberna-
dor del Paraguay y Río de la Plata, Diego Rodríguez Valdez y
de la Vanda, en 1599 desde Buenos Aires en una relación al
Rey", -le decía- "Yo he experimentado una verdad en cin-
co meses que estuve en el Brasil detenido, y es que ninguna
plata de la que por aquí sale, va a España y si alguna va a
!-isboa es muy poca, porque toda va a Flandes o Inglaterra,
etc.''. Más adelante decía que "los mercaderes llevan los fru-
tos que reciben en pago de las mercaderías a vender al Bra-
sil con lo que doblan el caudal. Otra vez allí cargan de azúcar
para España y cuando vuelven a sus casas, los mercaderes
han hecho tres o cuatro ganancias, todas muy gruesas". El
gobernador se permitió recomendar al Rey, que "convendrá
para el remedio de esta tierra, que Vuestra Majestad se sirva

222
Cuadernos Republicanos

a dar licencia para que puedan contratar con el Brasil los fru-
tos de la tierra y a trueco de ellos proverse de lo necesa-
rio" (156).
Sin embargo la corte de España, el 6 de agosto de 1603
ordena por Cédula Real "la prohibición a sus colonias de
América contratar con los extranjeros ni venderles metales y
piedras preciosas, ni frutos, ni comprarles cosa alguna, bajo
pena de la vida''.
El 22 de diciembre de 1606 ratifica la Cédula de 1603 (157).
En una carta que el obispo de Asunción, Fr. Reginaldo de
Lizarraga, le escribiera en 1607 a S.M., le decía: "que halló en
la Asunción una Real Cédula fechada en Valladolid a 3 de ma-
yo de 1604, en que le manda S.M. informe si será conveniente
fundar en ella un colegio donde lean los padres de la Compa-
ñía (de Jesús), gramática, artes y teología", etc. Más adelante
dice: "y que por no haber allí junta de p·lata ni de oro, ni en
la Caja real, porque las monedas que corren son cera mal pu-
rificada, sayal a 12 reales vara, plomo, acero y hierro, etc.".
(158).
En una ordenanza del Cabildo, del 16 de febrero de 1607,
se mandó "que la maquilla de fanega o 12 almudes en tahonas
de bestia fuesen 2 almudes si el dueño del trigo ponía el ani-
mal y si el de aquella pagase 3 almudes y en molino de agua
2 almudes" (159).
En un acuerdo del cabildo, del 19 de junio de 1609, se re-
suelve dar treinta pesos para "la solemnidad de Corpus Gris-
ti que viene y es costumbre hacerse aquel dia alguna come-
dia". Agregaba que, "se hable con don Francisco de Saldlvar
para la dicha comedia". Se ordenaba también que se remata-
ra (algún producto) para la entrega "de los treinta pesos de
lo procedido del peso de la correduría" (160).
En un compromiso de pago que una señora viuda, Juana
de Morales, debla a José Deniz, decía que se comprometía a
pagar "diez arrobas de vino bueno, en el mes de mayo del

223
j
año próximo venidero de 1611 por cierta cantidad de yerba
que me vendió" etc.''. Este documento está fechado el 2 de
abril de 1610 (161).
Otro compromiso, del 25 de junio de 1611, decia: que se
comprometra Bernardino Caravallo "a dar y pagar llanamente
y sin pleito a José Deniz ochenta pesos de a ocho reales ca-
da uno en azúcar bueno, o en su defecto en vino bueno" (162).
En las ordenanzas del licenciado Francisco de Alfare,
''Oidor de S.M. de la Real audiencia de la Plata para la gober-
nación del Paraguay y Río de la Plata" dadas en Asunción el
11 de octubre de 1611, y que comprendfa 86 ca:p.ftulos (163),
dispuso en el capitulo 60, "que un peso en moneda de la tie-
rra equivaliera a 6 reales de plata. Además, para evitar los a-
busos en el cobro de la tasa a los indios establecieron allf mis-
mo estas equivalencias: una fanega de maiz, un peso (o sea
seis reales de plata); una gallina, dos reales; una madre de
mecha que tenga 16 palmas, un peso; tres libras de garabata,
un peso; una arroba de algodón, sin sacar las pepitas de esta
tierra, 4 pesos, y del rro Bermejo o de Tucumán, 5 pesos; una
vara de lienzo de algodón, un peso; una fanega de frijoles,
tres pesos" (164).
Como vemos, el oidor Alfare da el valor a la "moneda de
la tierra, 6 reales plata", y no 8 reales como era la equivalen-
cia en moneda de plata. De todos los valores que dá solo se
mantuvo desde 1595, la vara de lienzo de algodón a un peso.
En el Archivo de la ciudad de San Juan de Vera de las
Siete Corrientes, conservan una gran cantidad de documentos
de la época colonial.· Desde el año 1908 fueron publicando en
la "Revista del Archivo" de esa ciudad. Uno de ellos, del 10
de abril de 1612 dice que se dio azufre para la defensa de esa
ciudad, y "catorce libras de pólvora al Paraguay (165). Otros
documentos se refieren a "plomo, cueros, sebo" (166), y hay
otro que dice: "en monedas de la tierra, hierros, madres de
mechas que los dos pesos suman y montan dieciocho pesos,
etc."· (167). · ·
Los pagos de impuestos que se hacian a la Real Hacien-
da, y que eran en especies, ocasionaban dificultades, Al res-
Cuadernos Republicanos

pecto, Silvio Zavala en su trabajo "Apuntes sobre la Moneda


Paraguaya" nos dice: "Se pone de manifiesto en la petición
que presentó Pedro de Uribe, defensor de la Real Hacienda en
la ciudad de la Trinidad, Puerto de Buenos Aires, en 13 de fe-
brero de 1613 al acuerdo de hacienda a que asistian el Go-
bernador Diego Martrn Negrón, el tesorero y el contador". Ex-
plicaba Uribe, "que en las ciudades de arriba: Guayrá, Asun-
ción, Rfo Bermejo, Corrientes y Santa Fe, y demás partes don-
de habla cajas reales, se deblan a sus majestades muchas
deudas. Pedfa que se despachara persona para hacer las co-
branzas y remitir lo cobrado a esta ciudad a los Oficiales rea-·
les''. Más adelante decfa: "que la hacienda que habla en ta-
les cajas era: plomo, hierro, acero, cera, lienzo sayal, costa_.
les, guascas, algodón, yerba y otras cosas de pagas que alll se
hacían, que traídas a esta ciudad no tendrlan ningún valor, y
por eso convenía reducirlas a otras mejores y as! tendrlan sa-
lida, trocándolas por ellas, como eran la cera, yerba, hierro,
acero y algodón. Pedía se diera lp•ermiso a la persona que fue-
ra a esas ciudades para hacer dicho trueque. Se nombró al ca-
pitán Salvador Barbosa de AguiJar, vecino de la ciudad de Co-
rrientes y se le autorizó para vender a reales todo el hierro,
acero, cera, yerba, y algodón que hallase en las reales cajas
y lo que cobrase; o bien a trocarlo a otros géneros que le pa-
reciere tendrían mejor salida en Buenos Aires, lo cual harla
mandando dar pregones y por su trabajo se le señalaron tres
pesos corrientes de a ocho reales de plata por cada dfa de los
que se ocupare" (168).

El nombrado capitán Salvador Barbosa envía a Buenos


Aires con el capitán Diego Martínez de lrala, el 8 de noviembre
de 1613 "749 varas de lienzo de algodón, en tres fardos, los
dos de sayal y el otro de costal de chaguar, liados con tres
madres de mechas y nueve arrobas de coro en dos costales y
ocho arrobas de cera y 18 arrobas de plomo". Terminaba es-
te informe, acordando que "dicho lienzo, coro, cera, plomo,
costales y harpilleras y madres de mecha se rematasen y que
lo procedido se metiese en la real caja" (169).

225
De un acuerdo del Cabildo sobre lienzo, carreta y barri-
les, transcribimos la primera parte sobre lienzo, que comien-
za asl: "En la ciudad de Asunción, en veintiún dlas del mes de
abril de mil seiscientos catorce años, de esta ciudad, estando
en su cabildo este dicho dla acordaron unánime y conformes
de que se hiciese .......... en razón del valor del lienzo así
del que se trae de la Gobernación como del que se teje en la
tierra e lo pusieron lo uno y lo otro a peso medio y que co-
rra por moneda de las del cabildo como lo ha sido antes de
ahora y que nadie la venda a más de a peso y medio so pena'
de perdido el lienzo que así vendiese y de cincuenta pesos de
pena para cada vez que lo vendiese a más del dicho precio
y de . . . . . . . . . . . . . . en tercias partes Juez denunciador y su
majestad asf lo proveyeron y mandaron a pregonar para que
venga la noticia a todos" (170.
Silvio Zavala dice en su trabajo ya citado, que "el 9 de
abril de 1615, habla llegado a Buenos Aires de las ciudades
de arriba por otros cobros: cera, yerba, madres de mecha, y
costales de chaguar pertenecientes a su .majestad. También
se mandaron vender en almoneda" (171).
"El 18 de abril de 1618 los oficiales reales hablan recibi-
do carta de don Pedro Fontana de Zárate, dean de la Iglesia
Catedral de este obispado y comisario de la Santa Cruzada en
estas provincias por la cual parecla remitir a la Caja Real del
Puerto de Buenos Aires, de la ciudad de Asunción, con Joan
de Frias, vecino de ella, 7372 libras de azúcar y 3877 libras
de garabata, que en Asunción se hablan cobrado de la limos-
na de las bulas. En acuerdo de hacienda se mandó vender el
azúcar y garabata en almoneda'' (172).
Una Real Cédula del 9 de julio de 1618, decfa que "las
orCienanzas y provisiones Reales se cumplan por bien o bajo
severas penas" y se dirigla a las provincias de "Paraguay y
demás". Más adelante decfa, que los jueces y justicias esta-
ban obligados a hacer cumplir lo ordenado, pues de lo con-
trario se aplicarlan "grandes penas" (173).
Tan comentado fue en España de que en el Paraguay se
utilizaban varios efectos y frutos de la tierra como moneda,

226
í
CUadernos Republl1

que el Rey Felipe 111, en Madrid, el 10 de octubre de 1618 or-


dena: "Que las monedas de la tierra en el Paraguay, sean
especies y valgan a razón· de seis reales de plata el peso. Por-
que hay dificultad en las monedas de la tierra que corren
en la Provincia del Paraguay, Río de la Plata y Tucumán, en
que han de hacer los pagos de tasas y tributos en los indios.
Declaramos que las monedas de la tierra han de ser especies
y lo que de ella se tasase por un peso, valga a justa y común
estimación seis reales de plata".

Esta Cédula confirmó la ordenanza del licenciado Fran-


cisco de Alfaro, dada en Asunción el 11 de octubre de 1611,
que transcribim¡os anteriormente, donde puede verse que dis-
minuyó el peso a 6 reales las monedas de la tierra; además,
daba prácticamente los mismos valores a los productos y son
los siguientes:
Fanega de maíz: = 1 peso de la tierra;
Vara de lienzo de algodón: = 1 peso de la tierra;
Gallina, cada una: = 2 reales (1/3 del peso
de la tierra);
Arroba de algodón sin
sacar la pepna {Paraguay): = 4 pesos de la tierra;
Id., Río Bermejo o
Tucumán: = 5 pesos de la tierra
Fanegas de frijoles: = 3 pesos de la tierra;
Arroba de yerba mate: = 2 pesos de la tierra;
Arroba de tabaco en rama: = 4 pesos de la tierra (174).

También el 1O de octubre de 1618, el Rey dicta otra Real


Cédula y la remite a la Audiencia de Charcas. Se trataba de
"la tasa y servicio personal de los indios de las Provincias
del Paraguay y Río de la Plata, y la guarde y haga ejecutar".
Esta decía: "ltem señalo a los indios que sirvieren de mita o
por jornal, real y medio por cada un día de moneda de la tierra,
y a los que por meses sirviesen en estancias, 4 pesos y medio de
la dicha moneda de la tierra; ya los que subieren o bajaren por
el río, bogando en barcas se le ha de dar, por desde la ciu-

227
dad de la Asunción a las Corrientes, 4 pesos en 4 varas de
sayal o lienzo, y desde las Corrientes a Santa Fe, 6, y otro
tanto desde Santa Fe a Buenos Aires, y otro tanto desde la
Asunción hasta Guairá, S.M. declara: que el jornal de real y
medio por cada un dfa, señalado por el Visitador, se pague y
ejecute por ahora como lo manda esta ordenanza, y atento a
que p·or otra parte de las !p1rovincias se alega que la tasación
de estos jornales es excesiva y de mucho gravamen para los
vecinos y habitadores de la tierra . . . . . . . . . . . . se manda que
la Audiencia de la Plata, estando bien informada de la ver-
dad, tase y modere lo que le pareCiere ser justo, y eso se cum-
pla y ejecute y dé cuenta al consejo" (175).

El· Rey Felipe 111 en Madrid dicta otra Real Cédula sobre
tasa para que los indios de estas Provincias paguen en mone-
da o frutos, y dice: "Cada indio de tasa de estas tres Gober-
naciones, (Paraguay, Río de la Plata y Tucumán) pague seis
pesos corrientes al año en moneda de la tierra, con que
se reduzcan a cosas, que si se hubiesen de vender a real de
plata, valga seis reales de plata lo que en moneda de la tierra
fuese un peso, y así el indio ha de ser obligado a pagar en
cada un año los seis pesos de tasa en moneda de la tierra, o
en seis reales de plata por cada peso, o en especies de maíz,
trigo, algodón, hilado o tejido, cera, garavata o madres de
mecha. Y por que no haya aificultad en el precio de estas es-
pecies, declaramos, que valgan una fanega de maíz un peso,
una gallina dos reales, una madre de mecha que tenga die-
ciseis palmas un peso, tres libras de garavata un peso, una
arroba de algodón de la tierra, sin sacar la pepita en el Pa-
raguay, cuatro pesos y en el Río Bermejo y Gobernación de
Tucumán, cinco pesos; una vara de nenzo de algodón, un pe-
so; una fanega de frijoles, tres pesos, en las cuales especies
puedan pagar los indios su tasa, con que en ún año no tenga
obligación el encomendero a recibir más que una fanega de
mafz, y dos gallinas a estos pr~cios y la demás tasa haya de
ser en otras especies, o moneda de plata como va expresado,
y esta tasa se ha de pagar a las cosechas de Navidad y San
Juan por mitad" (176).

228
Cuadernos Republicanos

De una carta anua (jesuítica), que se conserva en el Ar-


chivo General de Buenos Aires, tomamos unos párrafos, y
leemos, "que el Padre Diego de Boroa, rector del Colegio de
la Asunción, en compañía del Padre Claudia Ruyer, fundaron
un pueblo a princilpdos del mes de mayo del año de 1626, pa-
ra cuyo efecto salieron los dichos padres de la reducción de
Nuestra Señora del Acaray el primer día del dicho mes".- Más
adelante, se refiere a "las dádivas que se les hacía de cuñas,
cuchillos, anzuelos, alfileres y otras cosas, con alguna canU-
dad de lana, que se repartió a Jos muchachos, para que sus
madres les hiciesen sus camisetas" (177).

El Cabildo, Justicia y regimiento de esta ciudad de Asun-


ción, el 5 de febrero de 1629, en lo tocante al real servicio y
al bien común de esta República, y estando así juntos dije-
ron; "Por cuanto por no correr en esta dicha ciudad plata
acuñada, el Cabildo, justicia y regimiento tiene señalados por
monedas usuales para pagos de las Rentas Reales y otros
que se hagan de tratos y contratos, el lienzo a dos pesos viúa
y el hierro a dos reales y el acero a peso libra, cera cuatro
reales libra, yerba cuatro libras al peso, garavata (caragua-
tá) tres libras al peso, dándoles el valor de la plata y así co-
rrió muchos años hasta que de a poco tiempo a esta parte pa-
rece se lia alterado en los precios, subiéndolos, contra lo dis-
puesto y ordenado por sus señorías de este Cabildo en gran
daño y perjuicio de esta República . . . . . . . . . . . . y asimismo
el algodón por su género tan corriente en esta ciudad valga
dos reales libra y porque conviene evitar semejantes daños y
poner remedio de los dichos excesos y que el valor de las di-
chas monedas sea estable a la forma referida, se ordena y
manda que . . . . . . . . . . . . ningúri mercader sea osado a ven-
der, trocar ni cambiar ninguno de los dichos géneros y frutos
que así están señalados por monedas _por _más ni por menos
del valor y precio que está señalado y tasado por este, so pe-
na ar ·que lo contuviere de perdimento de 1~ cantid~d _qüé ·asr
trocase o vendiese, aplicado por tercias partes, cámara de Su
Majestad, gastos de,J Cabild.o y denunciador, y de otros cien

229
pesos, para la Real Cámara, y que se procediera contra el tal
o tales con todo rigor como contra falsificadores de las mo-
nedas de esta República (178).

El Cabildo del 28 de enero de 1630, trata sobre un "po-


trero cercado y acabado con corral" en el valle de Tacumbú
para guardar caballos de guerra, y se designó a dos cuidado-
res, "se les señalaba a dichos potreros para su saca y traba-
jo, que todas las veces que se sacase un caballo, sea obliga-
do su dueño a darles y pagarles (a los cuidadores) un pollo o
su valor en cualquier moneda o fruto de la tierra" (179).

"Con asistencia del Capitán Francisco Nuñez de Avales,


Teniente General de Gobernador y Justicia Mayor de esta di-
cha ciudad de Asunción, con provisión Real de S. M. . ..... .
en su acuerdo y ayuntamiento se reúnen el 6 de mayo de 1630
para tratar . . . . . . . . . . . . cosas tocantes al buen servicio y al
bien común de esta República, y estando así juntos ....... .
que por cuanto se habla que hace 6 o 7 días que llegó a esta
ciudad el hermano Antonio Bernal, de la Compañía de Jesús
. . . . . . . . . . . . y parece ha traído tres provisiones .......... .
por la Real Audiencia de la Plata, que la una de ellas trata de
la saca de la yerba de Maracayú y beneficio de ella, prohi~
biendo que no la puedan sacar en los tiempos nuevos" ..... .
Más adelante decían que la yerba se utilizaba como moneda y
se cobraban las tasas y se mantenían las iglesias (180).

Humberto F. Burzio, en su Importante diccionario, dice:


"Las monedas de la tierra fueron también materia de atención
de las Provincias Clel Plata y del interior que integraron más
tarde la unidad polftica del virreynato del Río de la Plata. La
de Corrientes, tal vez por su proximidad con la de Asunción,
es una de las que más reglamentación ha dejado, según cons-
tancias de las actas del Cabildo de su capital". Seguidamen-
te escribe: "los distintos valores que debían cumplir a la mo-
neda sellada'' . . . . . . . . . . . . en el acuerdo del 28 de diciem-
bre de 1635, "se dejaba expresa constancia de la exclusión
del hierro, acero y plomo". En 1653 se hacía notar la falta de
plata en Corrientes y se fijó el valor de los productos que de-
bían suplir a la moneda sellada (181).

230

7
Cuadernos Republicanos
L
Por Real Cédula se ordenó una merced para ayuda de
costas al obispo del Paraguay, la suma de quinientos mil ma-
ravedis y se pague de la caja de la ciudad de la Trinidad
puerto de Buenos Aires, y en fecha 25 de septiembre de 1636,
se reúnen en esa ciudad para tratar el reclamo que hacia el
obispo del Paraguay, porque no recibfa lo ordenado por el
Rey.
El documento en parte dice: El Maestro de Campo Pedro
Esteban Dávila, Gobernador, Capitán General, Justicia Mayor,
y otras autoridades "se juntaron en la Real Contaduría a ha-
cer acuerdo sobre cosas tocantes a Hacienda Real. Leyóse en
este acuerdo la petición . . . . . . . . . . . . de ra Cuarta Episcopal
que se entrega al ilustrísimo Obispo del Paraguay en mone-
das y frutos de la tierra . . . . . . . . . . y pide se les pague los
doscientos pesos que S. M. les hace merced para ayuda de
Costas" . . . . . . . . . . . . El Gobernador fue de parecer que se le
dé lo que pide, pero "rebajando lo que montaren los diezmos
que ha de recibir en los frutos de la tierra y lo que faltare cum-
plimiento de los quinientos mil maravedís, le dé certificación
de ello para que se le suplan de esta caja, no lo habiendo en
la del Paraguay".

En el mismo documento se lee una petición del Tesore-


ro, como procurador general de Asunción, pidiendo armas y
otra petición que hace del ex Gobernador del Paraguay, Mar-
tin de Ledesma Valderrama, "pidiendo s~ le pague su salario
del tiempo que sirvió el dicho oficio'' (182).

En un trabajo de Fulgencio R. Moreno sobre "Economra


del Paraguay". dice que el Padre Montoya en su libro "Con-
quista Espiritual", publicado en 1639, habla ya de "~sos hue-
cos", y expresa a continuación, que "Hay un géneró inventa-
do de pesos huecos que así llaman comunmente a los pesos
que avalúan las cosas; y así por un patacón de ocho reales
de plata dan tres pesos huecos en fruto de la tierra, la cual es
muy fértil''. Moreno dice que "La unidad monetaria era en
cierto modo el peso hueco o provincial moneda imaginaria",

231
agregando más adelante, que "cuando se trataba de pagar
los impuestos eclesiásticos o seculares todos se acogían a la
ordenanza de 1618. Al tabaco se le daba el valor de tres pe-
sos por arroba, sum¡ando en consecuencia 18 reales. En las
trans~coiones comerciales dentro de la Provincia, el taba.co
era el equivalente de 4 pesos huecos. Pero estos variaban a
su vez de un modo notable. Ya sabemos que legalmente equi-
valfan a 6 reales plata. Entre los directores de la plaza de
Asunción, un peso hueco o provincial valla solo dos ·reales de
dicha moneda, sin 'faltar excepciones. Así, una arroba de ta-
baco equivalfa a 4 pesos provinciales, iguales a 8 reales pla-
ta. El tabaco que producía el agricultor le servía en su ca-
rácter de moneda para surtirse de las mercaderías importa-
das. El comerciante, al recibir el producto, le asignaba el va-
lor de· plaza que a veces era el de 5 reales por arroba (cuan-
do debiera ser 8) a lo que debe agregarse el subido precio de
las mercaderfas" (183).
En el año 1638, el Rey dicta una Real Cédula sobre Papel
Sellado, en la que parte de ella dice: "He acordado de man-
dar dar la presente, que quiero y es mi voluntad, tenga fuer-
za de ley pragmática, por la cual ordeno y mando, que de aqul
en adelante en todas y cualquier parte de las ............ .
Indias occidentales, islas y tierra firme del mar océano, des-
cubiertas y que se descubriesen, no se pueda 'hacer ni escri-
bir ninguna escritura, instrumento público, ni otros ........ .
que por menos aquí irán declarados sino fueran en papel se-
llado". Dice mlás adelante: "que haya cuatro sellos diferentes,
p~hnero,. segundo, tercero y cuarto". Instruye a continuación
en qué oportunidad deben usarse los papeles sellados de los
distintos valores y que "no pueden valer ni correr en mis In-
dias por más tiempo que dos años y que para los dos siguien-
tes se impriman otros". Da también el valor de cada séilado,
y en otro párrafo dice: "Y porque en muchas partes de las di-
chas mis Indias no hay moneda que se pueda ajustar a la pa-
ga y satisfacción de los sellos tercero y cuarto, respecto de
ser bajo su valor, quiero y mi voluntad se cobre de la misma
forma y manera que se hace lo procedido de la Bula de fa San-
ta Cruzada", o sea cobrar e·n las "monedas de la tierra". De-
cfa también: "Y porque en materia tan Cltll al bien póblico,

232
Cuadernos Republicanós

conviene la brevedad en la ejecución, ordeno y mando que se


comience a ejecutar en mis Indias el uso de Jos dichos sellos,
desde primero de enero del año que viene de mil seiscientos
cuarenta", .y termina esta Cédula, diciendo "en esta mi carta
contenido, y cada uno en lo que le tocase la guarden, cumplan
y ejecuten, hagan guardar, cumplir y ejecutar sin excepción de
persona de cualquier género, calidad y preheminencia que
sean" (184).
Al respecto de como se cobraban estos papeles sellados,
se lee en un documento de 1649, del 21 de enero, que en par-
te ·ciice: "por lo que toca a papel rubricado sumaron cuarenta
y ·un pesos y un real, esta cantidad fue abonada en cuarenta
y una varas de lienzo y un rea·l en lienzo de ley'' (185).
En otro documento que se conserva en la ciudad de Co-
rrientes, en parte dice: "En la ciudad de San Juan de Vera, en
seis días del mes de junio de 1641" y más después se lee:
"destas provincias. del Río de la Plata, Paraguay .y Tucu~n
............ recibí del susodicho, catorce. pesos en mone-
das usual e~ d~ !a tierra que son cuerda y lienzo atento . a no
correr .plata" (186).
En el libro de la Real Caja de S.M. ·llevada por Francisco
Rarrirrez y Mateo-González de Santa: Cruz, dé la Ciudad de Qr
rrientes, años 1613 a 1646 (187), se léén varios· documentOs
·donde figura que entregaban en las cajas Reales, "lienzo, "ce-
ra y algodón". El algodón se recibía "la cruzada a tres pesos".
Dice además que ·"el algodón es una de las monedas que -co-
rren en esta ciudad" (188). Otro documento 'dice ·qué •'el Jién-
zo de ley como se acostumbra hacer las ·pagas a 'Sú Majes-
tad'' ·(189).
En el cuaderno de la Real Caja de la ciudad de Corrien-
tes del año 1648, figura lin señor "Pedro de Baldlviay Brizue-
las, vecino de la ciudad· de Asunción del· Paragt..iá.y" que· hizo
·un pago de impuestos de "Real aleavalas de veintido5 pesos
en tantas varas de lienzo de algodón que juró a Dios y a üna
cruz conforme a ·• '. . . . . . . . . . . ser la· caritldad que debe de los
géneros,.que.trajo de la dicha ciudad y lo firmó de mi nombre".
Firman Nicolás de Billanueva, y es de fecha 22 de marzo de
1648. (190}.
El Rey de España, Felipe IV dicta una Real Cédula el 1<?
dé Octubre de 1650 y le remite al virrey del Perú, tierra firme
y ·Chile, Don Gaspar Sarmiento de Sotomayor, quien le remite
una copia al Gobernador del Paraguay por formar parte de ese
Virreynato (en el Perú} en lo que dice: "Sabed que habiendo
llegado al último descrédito la moneda de plata que corria en
estos Reynos de la fabricada esos del Perú y deseando repa-
rar los daños de esto resultaron a todos mis súbditos y vasa-
llos, asl- en el comercio interior como exterior y universal de
los Reynos y considerando también el daño que esto paaecia
mi Real Hacienda, tomé por bien de promulgar· sobre ello una
Pragmática y Ley", etc. Después dice: "Don Felipe por la gra-
cia de Dios'',- da todos sus titulas y sigue: "que muchos de
Jos reales de a ocho y de a cuatro, que al presente corren en
estos nuestros Reynos y han venido de algunos años a esta
parte de las Provincias del Perú no son de la Ley y peso que
deben tener conforme a lo dispuesto a nuestras Leyes y por
las ordenanzas que están dadas para las Cajas de moneda de
todos nuestros Reynos y Señorio, de haoia resul1ado prohibir-
se públicamente el uso de ellos en los Reynos de Navarra,
Aragón y Valencia y no quererlo recibir en Italia y Flandes, si-
_no es fundiéndola y ensayándola, y considerando la· obliga-
ción de justicia en que nos hallamos de no consentir, ni tole-
rar en nuestros Reinos ninguna moneda falta de ley o peso
por el perjuicio necesario que de ello se sigue a Jos que co-
m~rcian con ella". Después de otras objeciones, dice: "Man-
da el Rey que se prohiba toda la moneda de plata del Perú
por falta de ley y que se labre de nuevo conforme la ley en las
casas de monedas de los Reynos y que todas las monedas se
labren de nuevo, pero que se le ponga e·l cuño nuevo" (191).
En el Archivo de la Provincia de Corrientes, dan el títu-
lo de una "Real Cédula del 31 de agosto de 1652" en la que
se prohibe en todo el Reino .de España y las Américas, las
monedas falsas y dicen que es imposible sacar copia de este
documento por el mal estado que. se.encuentra (192).

234
Cuadel'llOs ·Republicanos

En el año 1652, en otro de los documentos del Archivo de


·Corrientes, dice: "que por no haberse arrendado la Real· alea-
vals que se cobra en esta ciudad por cuenta de. Su Majestad
habiendo permiso, se firma .......... mandar se abra y pre-
gone como se hace en otras partes desta p.rovinoia ....... , .
_que se trata de diferentes géneros que yo desde luego hago
postura y arrendamiento de ellas en quinientas .varas de· lien-
zo de la tierra de lo que fuera de ser plata que en esta ciudad
no corre" (193). En otro documento del 5 de junio de 1658, en
una de sus partes dice: "pago. en lienzo de ley cada vara a
pesos como se reciben en esta Real Caja por tres -tercios por
tiempo de dos años", etc. {194).

El 20 de mayo de 1653 manda una carta con· instruccio-


nes el Virrey del Perú, Don Garcla Sarmiento de Sotomayor,
conde de Salvatierra al Gobernador y Capitán General de · la
Provincia del Paraguay Dn. Cristóbal Garay Saavedra en lá
que le "ordena y manda haga publicar con toda solemnidad
la provisión de la prórro.ga, para que siga circulando la mone-
da resellada y el término de ella". El Gobernador recibe este
.oficio, seguramente desRués de -unos meses, porque recién se
pone a conocimiento de la población· "el día 18 de enero· de
1654, domingo, después de la misa mayor se· jufl'ten y parez-
can en la plaza de esta ciudad y de las Casas Reales de ella
y de todos los vecinos estantes y habitantes lo que se hará a
toque de ·caja y por los de pregoneros . . . . . . . . . . . . para que
se sepa y conste lo ordenado y mandado por su alteza, etc."
{195). '.

Lo notable es que antes que la población se enterara. de


la provisión anterior, que fue el 18 de enero de 1654, el Vi-
rrey de los Reinos del Perú, Tierra Firme y Chile, Don García
Sarmiento, le volvía a escribir al Gobernador del Paraguay, el
30 de diciembre del año 1653, ordenándolo nuevamente para
que ''siga corriendo las monedas de siete reales y medio y
tres cuartillos con las mismas calidades· del último auto
...... y que corran por otros ocho meses más'' {196)~

235
Esta orden de prórroga seguramente como la anterior
tardó en llegar a esta ciudad porque recién se da a conocer
el 31 de 'octubre 'de 1654, como se estilaba, en 1~ plaza, al to-
que de 'cajas 'y por los pregoneros (19!)·. ·
Por tercera vez se prorroga el . uso de las. monedas sella-
das de los. valores ya citados. El 23 de agosto de 1654, remi-
ten-desde Lima al Paraguay, "un Real acuerdo de hacienda'',
en. que decían: "que por existir todavía las mismas causas
.que-hastaaquí ha habido y para que no pare el comercio ge-
neraL del Reino, se prorrogue por ocho meses más, que han
,de . correr desde septiembre en adelante las monedas de . los
.valores citados en la prórroga anterior c::le~ 30 de diciembre
de 1653". Decía también que se de a conocer esta prórroga
(198).

Este Real acuerdo no sabemos· cuándo llegó al Paraguay,


pero sr conocemos el documento que recién al año, el 21 de
'juli~ de ~655 l:)e da a. conocer el acuerdo del 23 de agosto de
1654, en la que se prorroga por ocho meses más el uso de las
mon-edas de siete reales y medio y de tres cuartillos (199).
En los volúmenes 22 y 23 de la Sección Historia, de nues-
.tro Archivo, se conservan los libros de caja de la Real Ha-
,cienda, de los años 1659 y siguientes y se· pueden ver los pa-
.gos que se hacían en yerba, algodón, lienzo, tabaco, azúcar
.y otros productos de la tierra, (200).
Poco o casi nada se introducían monedas en ésta provin-
cia a ·tal punto, que el Gobernador y Capitán General, don
Alonso Sarmiento de Figueróa ordenaba en· Asunción, el 23
de abril de 1662, diciendo: "que por haberse reconocido por
el u_so. de la plata cuña9a en todo.s los reino.s y provincias de
l,a corona son e.l princjpal fundamento c;lel mayor comercio,
conservación. y. opulencia dellas y la. mayor .causa de las u.ti-
lidades. de. hallar .. el alimento forzoso, como de la satisfac-
c.ión y paga. de contratos, deudas y trabajo personal de oficia-
les sin ..él fraude y. engaño que se experimel)ta en lo que se
hace· por defecto de reales en las especies y géneros de esta
tierra que corren. en uso. de m:one,das .de que. re·sulta perjuicio
común y muy especial y cuantioso a la hacienda de S.M., se-

236
Cuadernos Republicanos

gún- se ha visto en las cuentas dadas por el Tesorero FranCis-


co Sánchez de Vera". Decía también que ocasionaba "merma
de los dichos géneros y otros daños dignos de atención y
reparo".

Por todo lo dicho, mandaba "se notifique a los dueños


de barca que frecuentan este río, para el comercio de esta
con las demás provincias, que cuando en los puertos de Búa-
nos Aires, ·santa Fe y San Juan de Vera de las Siete Corrien-
tes, fletan hacienda que· traen a esta provincia de mercaderes·
forasteros o vecinos della de cualquiera calidad que sean, · a
ninguno les den plaza para dicha hacienda sin que primero
conste que traen la cuarta parte de su empleo y caudal en. pla-
ta corriente pena de quinientos pesos ·de dicha plata al due- .
ño de la barca que lo contrario hiciere, y al mercader que. no
cumpliese el· tenor- de este auto y viniere en esta provincia
en dicha forma de que les era prohibida la venta, etc. . ... ·
. _. ·..... y se le obligará a volverla a llevar" (201).

En la ciudad de Asunción, el.19 de septiembre de 1665,


se libra la siguiente acta: "El Señor Gobernador Don Pedro de
Rojas Luna, del consejo de sjMajestad .......... ·oidor en-la
real audiencia de la ciudad de Trinidad del Puerto de Buenos
Aires, Alcalde de la corte en la de Lima y Juez Visitador de las
reales cajas de esta ciudad· y provincias = manda que e·l te-
sorero Martín de O rué ... ·. . . . . . . . . teniente de ·oficial Real
de esta ciudad, de certificación de la plata en reales del· oro•
que está· en la Real caja de su cargo y lo que constare por
ella le de y entregue al presente . . . . . . . . . . . . a quien sjMer-
ced manda, ·1o ·reciba y lleve al Puerto de Buenos Aires y ·to
entregue en la Real Caja de dicho puerto, a los Jueces Rea;.
les de la Real Hacienda, y den suyo. al dicho Martín de Orué
la cantidad de plata y oro que le entregase y con él. se le . _..
. . . . . . . . . . y. pase en cuenta de las que diese. qe re.c_argo el
dicho tesorero y así lo. mando y fírmolo :._ Pedro de Roja~".

Se cuenta todas las moneda~ de oro y plata, obra~tes en


las Cajas Reales, y el 2 de octubre de 1665, ante el escriba-

237
no .público y testigos, "pareció Antonio Romero .......... .
de· s¡Má)estad y. de las· comisiones en esta dicha ciudad a ex~
canago ~1 licenciado Don. P~ro de · Rojas LU:n~ del conseio
de s¡Majestad y. su oid9r d~ l.a Real Hacienda de la ciudad de
la Trinidad Puertc;> de Buenps Aire~ y alqalde. de corte d.e 1~ ,
Lima por s¡Majestad .. : . . . . . . . . . . . en conformidad .de. lo
mandado, de acuerdo a las anotaciones de las cajas de ha-
cienda de esta ciudad los tres mil catorce· pesos seis reales
de plata en pesos acuñados de plata doble y sencillos que ·
lo montan, y mas dos tejos de oro que pesaron las dfchas se• ·
santa y un onzas y un adarme, en conformidad del tenor del
dicho auto y para que ello le conste . . . . . . . . . . . . Firma An-
tonio Romero y testigos" (202).

En Asunción, el 6 de noviembre de 1672 el capitán Diego


de Yegros, tesorero de Hacienda Real, en cumplimiento de la
libranza despachada en 15 de octubre pasado del presente
año de 1672, por el Capitán Ramfrez de Guzmán, superin-
tendente generai,·Justicia y Guerra de la ciudad, dice: "fuf sa-
cando de la Real Caja de mi cargo dos partidas de yerba, ta-
baco, azúcar y lienzo de algodón que han sido necesarios pa-
ra· la paga de la gente e indios que trabajan en la fábrica del
barco que en virtud de orden del presidente de Buenos Aires
se· ·ha comenzado'' (203).

Un interesante recibo que dice: "Digo yo Mateo indio he- .


rrero que es verdad que he recibido del te$orero Diego de
Yegros veinticinco patacones en tabaco que se los valieron
ciento y cincuenta libras de dicho tabaco qu~ . hacen seis
arrobas y por ser verdad di y está firmada hoy veinticinco
días del mes de febrero año de 1673, y por no sal:)er_ firmar
rogué a un testigo firme por mf" (204).
El contador, Pedro de Alvarado y el tesorero Francisco
de Quintana, jueces oficiales de la Real Hacienda de las Pro-
vincias del Rfo de la Plata y las del Paraguay, escribían al ca-
pitán .Diego de Yegros., Tesorero Oficial Real ele la ciudad de
Asunción, desde la ciudad de la Trinidad Puerto de 'Buenos
Aires, el. 17· de mayo de 1677, en la que decía: "que ·para la
buena administración. de la Real Hacienda se prove,ra un auto;·

238
Cuadernos Republlc}lnoa. . ·

a consecuencia de la pérdida inestimable que sufrra a causa ··


que se percibe con frutos de la tierra cuyo valor está ·repu-
tado a pesos que llaman huecos, que cada tres pesos de mo- !
neda corriente de frutos con que pagan a S.M. en la diclia ·
provincia, se reducen a un peso de plata corriente en todas ·
las provincias del Perú, y en esta, y por la poca salida que '
hay de dichos géneros en dicha provincia y··por excusar; pér··
didas tan grandes como se ha reconocido por los ministros
que visitaron esta Provincia han acordado y mandado que to-
dos los géneros que se perciben en la provincia del Paraguay, ·
pertenecientes a S.M. se conduzcan a Santa Fe y aiH se saque
al pregón venta y remate" (205).
El tesorero Diego de Yegros contesta el 27 de junio de ·
de 1677, al contador Alvarado y al tesorero Quintana, de B.ue....
nos Aires, con relación al auto que hablan remitido el 17 de
mayo de 1677, informándole que de acuerdo a· las instruccio-
nes, mandaba "dos mil quinientas y setenta y ocho arFobas y ·
dos libras de yerba y mas ocho arrobas y diecisiete libras de
azúcar y un mil ciento y cuarenta y tres arrobas y diecisiete ·
libras de tabaco, unos y otros géneros pertenecientes a dife-
rentes ramos que sean puestos en carta cuenta que para el
efecto se hizo, sacado de los libros reales de mi cargo, se
saquen al dicho pregón y se den los treinta pregones dispues-
tos por derecho, y se comiencen con· ellos a treinta del co.:.: ·
rriente y que los interesados tengan entendido que ha de ser ·
de contado en pesos de plata corriente de ocho reales" (206).
En el "Libro Real de Remates, Cargos, etc.'' de la ciudad
de San Juan de Vera de las Siete Corrientes, del año 1679,
en uno de los documentos dice, que "Pedro González de Al-
derete . . . . . . . . . . juez oficial Real y que fué de dicha ciudad
siete mil y noventa y nueve pesos y dos reales, pertenecientes'
a Su Majestad . . . . . . . . . . . . y habiendo visto la· ·oblación ·'i
manifiesto que hace el ............ de tres mir arrobas de ·
yerba y. doscientas· de tabaco que dice tiene en· poder del· G~ ·.
neral Francisco de Aval os y Mendoza que· tiene· dispuestas y·
en virtud de carta de los señores Oficiales . Reales pa:sádós '
que le di~ron facultad para trocar las monedas ........ , .
de esta tierra como son .......... : . y algo a otros géneros
má.5 nob16$, cuya_ orden ti~ne. .Pr~ent~qa Y.. aseg!:Jracl~ C9_\l las_._
fianz~s que t\ene_ otorga9as. ~e. g4e dar~ en. la. ciuda 9e ~~u_¡:-1-.
ción; tres mil arrobas de yerba y doscientas de tabaco por
y
c1,1enta qe sieté mil ynoventá y nuev~ p~ ·dos ·reales, que:
por último al que le hic.ier.on ~ ....... ~ . . . . se_ñor~s jueces,
ofidales. reá.ies con más veinte arr()bas: y doc.e L.. de yerba y
siete cuero~
.
de anta
. ._,,.;
'.·
...... ~." (~07).
En otro documento, refiriéndose a lo mismo da el valor
de la yerba y dice: "a dos pesos de plata la arroba de yer-·
ba:" (208). .
Vemos que al trasladar de una ciuda~ a ~tra las m~rca- .
derlas, habla mermas, y un docum.ento se refiere a "las mer-
mas del Paraguay" y "las averías de los sacos de tabaco''
(209).
El. 14 de enero de 1680 decla: "El capitán Diego de Ve-
gros vecino encomendero y tesorero, juez oficial de las Rea:-
les ~jas de esta ciudad, hago saber a todos los: vecinos mo-
radores,. etc." Y sigue así: "que recibí del excelentísimo se:-
ñor don Melchor de l,..iñan y Cisneros, a~obispo de la .ciudad
de Limli, Virrey, Gobernador, Cap. Gral. de estos reinos del
Perú, Tierra firme y Chjle, da fecha en dicha. ciudad .a 3 de
marzo···del año próximo pasado (1679), quien me remitió la
Real Cédu.lli del tenor sig1,1iente:
"El Rey: en el año 1504 declararon y mandaron que a
todos se· les permitiese buscar, catear y labrar las minas de
oro y plata donde quiera que las hallasen can condición que
hubieren de pagar a Sus Majestades y a los .señores Reyes
su~ SUC6$ores precisamente la quinta_ parte de todos. los me-
tales que se sacasen y verificasen y que. no pudiesen usar de
elfos .sin q,ue primer.o se les hubiese hecho el sello o marca
real que llaman del qujnto por donde .constase que ya, se ha-
bfan pagad,o en la Caja Real más cercana del mineral, el cual
se. debe pagar neto y. sin descuento de costas puesto en po.-
der de Jos oficiales. Re~les y se debe en conciencia y .las per.,.
scmas. que -lq defra~;~dar~m quedan ligado.s con el. cargo de

24()·_
Cu~dernos RepubUcanos. :

restitución aunque no se les· pida y como quiera que·. ni esta


consideración ni lo de las personas supuestas· contra los de·~
fraudadores de tan justa y natural de derecho'.~. Más adelan- ·
te decía que "será aprehendido el oro sin la marca Real y_ el·
castigo para los dueños''. Diego de Yegros y el escribano. pú-··
blico, y testigos son los firmantes (210).
En el año 1680 el Rey dicta varias Réales Cédula.S, una ·
de ellas del 26 de febrero, "Imponiendo derecho a fa 'yerba'
que se introduce del Paraguat'. Por supuesto, esta Cédula
era para las otras provincias, y que en parte dice; "Don' Fran- .
cisco de OIJintana Godoy, tesorero y · D.on. Miguel,- Castellano
. . . . . . . . . . . . Jueces oficiales.
.
de la Real Hacienda en .estas.
Provincias del Río de la Plata y las del Paraguay por su f\Aa~
jestad . . . . . . . . . . . . encargamos la recaudación de cuatro
.. : ~ ... : : . : .. reales que impone de tributo o pensión en cada
arroba de yerba del Paraguay que bajara a la ciudad de San.,.
ta Fe. para el consumo de estas provincias". Decía después
que según la distancia se pague "por cada arroba medio pe-
so" y si se llevaren al Perú y Tucumán se doble su valor las
tres y cuatro veces según la distancia p·aguen un peso por
arroba'! (211 ).
Esta Real Cédula que tomamos del Archivo de Corrien..: ·
tes, encontramos también en nuestro Archivo, en una publi-
cación que hace el capitán Juan Patiño Dehara en Asunción,
el 4 de julio de 1681, y dice lo siguiente: "El capitán Juan· Pa- .
tiño Dehara, vecino, encomendero, y procurado'r · General de ·
esta ciudad de Asunción, provincia de el Paraguay e~ aque-
lla vía y forma que mas haya lugar de derecho en voz y nor:n-
bre del Cabildo, Justicia y Regimiento y de.l común de ello en
conformidad del De·creto Capitular del 25 de junio próximo
pasado de este presente año, parezco ante Vuestra Señoría
y di.go que por mandato de V, S_lil se publicó. en la plaza y.
otros lugares públicos de esta ciudad una Cédula Real .de 26
de;. febrero .del. año pasado de mil seiscientos. y oc,henta, por .
la cual manda su Majestad que de la yerba (monecja usual
de ~sta .cludad y Provincia) que t?ajare a. la ciudad de Santa

2~-
.J • .-
Fe de .la Vera' Cruz · se pagase a sus Reales Cajas por cada
arroba y de la que pasase a las Provincias del Tucumán y·
Perú se pagase a peso d~ ella, con cuya noticia el Cabildo de .·
esta. ciudad en el acuerdo referido, suplico de ello por las_cau-
sas y razones e>O,presadas en el, ordenándome como un pro-
curador l()s repitiese ante V. S~. suplicando asimismo como
por el pudiese hablando con el respeto y acatamiento debi-
do". Más adelante dice: "por defecto de plata que no corre
en esta Provincia introdujo la costumbre por moneda usual de .
ello la yerba" (212).
De acuerdo a la documentación que leimos se deduce
quehubo dudas ae como manejaba el Capitán Patiño Dehara,.
"e-1 trato y cumplimiento" de la Real Cédula sobre la yerba.
con este motivo se citan -a testigos, quienes declaran ante el
Gobernador, labrando acta de cada persona que se presen-
taba. Vno de ellos dice: "En Asunción el 6 de julio de 1681,
ante mi, teniente general de Gobernador el dicho procurador
general _para la dicha información ;presento por testigo al
m_aestro don Andrés Ballejo Chacón, clérigo presbitero de es-
ta Diócesis, el cual siendo presente juró in verbo sacerdotis
en forma de derecho so cargo del cual prometió decir ver-
dad de· lo que ·supiese le fuere preguntado y siendo lo por el
interrogatorio presentado én esta causa a la primera pregun-
ta de Jo que si tiene conocimiento de trato y comunicación de
la persona del capitán Juan Patiño Dehara que al presente
usa y ejerce el oficio de procurador general de esta ciudad
y que tiene noticia de la dicha. Cédula Real y su dis1posición
y est~ responde.
A la segunda pregunta dijo que sabe por per ......... .
que ·la yerba beneficiada en los. montes de Villarrica de este ·
gobierno es moneda·_ usual de esta provincia corre en esta
ciudad ·a· dos pesos de a ocho Reales la arroba y en el dicho·-
precio· la comprari los mercaderes a trueque de ropa, lien-
zo, vino; jabón y otros géneros que traen' de las provincias ·
de abajo a ésta ciudad por carecer de ellos y sin este soco-·
rro ·no fuera posible pasar la vida''. Más adelante, en otra res• ·
puesta. dice: "que :el año de sesenta Y' cinco, pasando por
Santa Fe vio que corrla·en ella la-yerba a mas de seis pesos ,

242-
' Cuadernos Republicanos ·

y que después él año setenta y seis estando en ·la dicha cill~


dad· de Santa Fe, vió que se vendfa·la yerba, la mitad en pla- ·
ta y la mitad en ropa a doce reales y ·qUe.· en el presente tiem- ·.
po ·dan por noticias comunes que la dicha yerba vale en di-
cha ciudad- de Santa Fe a dos pesos y permutada en ropa, '
sube: hasta dieciocho y veinte reales, por cuya causa en esta .
ciudad ·saben de la ropa y otros géneros que se traen· de las .·.
provincias de abajo a ella en excesivos 'precios" {213). ·
Declara también el clérigo presbítero c;i~ esta diócesis,
licenciado Juan Fernández de Sosa, en A~untión, el 7 de ju-
lio de 1681 "quien juró in verbo sacerdotis. decir verdad' de
lo que supiese". Dijo asf: "Que sabe de experiencia ·que la ·
dicha yerba tiene precio acertado de dos pesos de a ocho ·
Reales la arroba y en el mismo precio lo compran ·10$ merca:..·
deres a trueque de ropa y otros muchos· géneros' de merca- ·.
derfas que traen en esta ciudad, de· las provincias de abajo
de los que carece esta provincia y sin .el dicho comerció . es
sin duda que no se podrá conservar'' {214).
a
Se leen continuación declaraciones de varias otras per-
sonas y ellas declaraban lo mismo.
:·¡:;¡jj] .
El virrey ael Perú dicta un bando en la ciudad de ·tos
Reyes, el 13 de mayo de 1682, y dice: "Don Melchor de Na-
varra y Rocafull, Caballero de la orden de Alcántara; ·Duque
de la Patata, etc., Virrey, Gobernador y· Capitán General· de
estos Reinos del Perú, Tierra Firme y Chile'' = ''Por cuan-
to uno de los efectos de mayor. importancia de la. Real Ha-
ci.enda en estos reinos es el de los Reales Qujntos, que po.r -
Regaifa y de su .patrimonio Real pertenecen a su. Majestad
de la ~lata, y oro que se saca de l~s mil) as y asientos de: las ..
Provincias. y considerando que. si toc;to se fundiese. en _las ca- .
lla11as y cajas Reales dispuestas para ello. hubieran sido los .
quintos de grandísima consideración y aumento al Real J:la-
ber . y sin embargo desertan justo y debido, estoy informado
haber sido ·muchas las ocultaciones, fraudes .y usurpaciones
de este derecho .por diferentes modos de que se. valen, y han·.
valido con daño de sus conciencias diferentes personas, que
sacan la plata en Piñas, tratando y contratando con ellas co-
mo si fuese marcada, y que a l~s veces 1¡:¡. funden ~n paties .
ocuitas, reduciéndolo a planchas, bolsos .Y ca~reton~s y el
oro d~ mina a tejos, en' grandísima disminución y menoscabo.
que. se causa a 1a Real' Hacienda" etc. Más adelante dice:
"En nombre de su· Majestad y usando d~ los poderes .ql!e de
su. Persoria Real tengo,· ordeno y mando. que de aquí en ade-
laht~; además de lfl:S penas, comiso~ y. gravámenes. impues-
tos contra I.os extraviadores de la dicha Plata y Oro, pm~ee- .
dores y tenedores, no estando quintado se guarde como pla-
ta y ejecute lo siguiente:

1) "Prime.ramente en esta ciudad. o en todas las demás


villas pueda fundir Pifias ni otro género de. plata y oro, pú-
bl.ica ni seéretamente para hacer barras, planchas ni b~rreto­
nes, si no ·fu.ere en las casas. de la fundición, Real, pena de
perdiment~ de bienes.

2) ''Que ninguno que no fuese oficial de platero, herre-


ro, y de .otro oficio que se ·ejercite por fundición, pueda te-
ner pública o secretamente, fragua, forja ni callana,· pena de
diez años de presidio de Baldivia y de perdimento de la mi-
tad de sus bienes, etc.

··· 3) "Que ningún asiento de minas, ciudad, villa. o lugar de


este Reino donde hubiese C~ja y Fundición Real, ninguna
persoria de cualquier condición o calidad que sea pueda sa-
car piñas ni otro género de pla¡ta y oro sin quintar, aunque
sea con pretexto de llevarlas a fundir o quintar a otra. parte,
pena de perdimento de la plata, etc, y seis años de presidio
de Baldivia, etc.

4) "Que todas las Provincias que tengan oro o plata, los


dueños de dichos ingenios y asientos, donde no hay fundi-
ción, tengan obligación de tener libros de cuenta y razón en
que conste, con toda claridad las piñas que sacaren plata y
oro que beneficiaren, etc.

Y sigue hasta el número 18, que dice: "Que los oficiales


Reales ·pongan especial cuidado en el cumplimiento, obser-
. . .
·cuadernos Republicanos

vancla de lo arriba dispuesto y de que se quinta toda la pla-


ta y oro, obligando a las parte$ que manifestaren ante·· ellos
las dichas piñas o pasta para que en la primera fUndiciÓn o
dentro de los términos referidos metan dicha plata a _fundjr ·Y
paguen el quinto asentando en el libro de la fundición lo que
_cada vecina o persona particular metiese a fundir, pena de
mil pesos para la Real Caja y gastos de justicia por mitad".
19) "Y por cuanto se puede y debe esperar que de la
publicacíón de este Bando y la precisa e indispensable eje-
,cución de sus penas ha de resultar en benef.icio. de que to-
do se contenga en adelante y no se continúe el fraude y usur-
pación de las Reales quintas que se ha cometido hasta aho-
ra, etc." (215).

Una Real Cédula, el Virrey del Perú transcribe· el 3 de di-


ciembre de 1683, y dice: "Don Melchor de Navarra y Rocafull,
Caballero ·de la Orden de Alcántara, duque de la Palata,
etc . . . . . . . . . . . . Virrey, Gobernador y Capitán General de
estos Reinos y Provincias del Perú, Tierra firme y Chile, e,tc.".

"Por- cuanto su Majestad (Dios le guarde), considerando


~1 desorden y exceso con que se ha extraviado a tos extran-
jeros la .'p~ata .en Pasta, que se lleva de estos Reynos a los
.de, Espafla y el grande perjuicio que de esto ha resultado a
la Monarqufa haciéndose más poderoso a sus enemigos con
esta negociación que no _se ha podido impedir hasta ahora
·por los medios de finalidad ni de rigor: ha resuelto prohibir
el que no pase de estos Reinos del ·PeriJ, Tierra Firme y Chi-
_le,, nipguna plata en pasta y que asi la de su Real Hacienda
'con la de los particulares sé labre toda en. moneda para lo
cual ha man'dado fundar casa en .esta Ciuélád como se ha
eje~utado: y 'para que esto tenga 'el debido cumptimientO y
s~ consiga el gran fin de _esta di_~piOsición en que todos _los
'btien~s vasallos ~eben cooperar. coh puntualidad y ·con amor,
pues se trata de reparar. un perjuicio que ha causado tanto a
_la Monarqufa, efe . _. . . . . . . . . y en declaración· de la Cédula
y orden que tengo · de su Majestad para este caso y en su
,fteaf ·nom·bre, usando de los poderes que tengo de su R~1
. persona;. ordeno ·y· mando: •iaüe no se' pueda sacar de este
_Reyno para tierra . fir.me, ni otr~.partes, asf por mar como pqr
tierra por ninguna persona de- cualquier estado, grado, con-
dición o preminencia que fuese plata en pasta, en barras,
barretones, piñas y plata labrada aunque esté quintada, ni
comerciar con ella en Portobelo sino que todas las hayan de
·labrar y reducir a monedas para poderla navegar y comerciar
con ella ·fuera de este Reyno, pena de perdimento de dicha
p¡lata, etc." (216).
Dando cumplimiento a las órdenes de los "Capitanes
Don Miguel Castellanos y Don lñigo de Orueta, Tesorero, Jue-
.ces Oficiales de la Real (Caja) en esta provincia del Rfo de
la Plata y la del Paraguay por su Majestad que Dios guarde,
etc.". ~ . . . . . . . . . para que se embargue de todos ,los intere-
ses de Don Pedro González de Alderete para responder a
cargos· que resultaron· contra él, etc.'• El Maestre de .campo
Antonió Cavaftas Arripuero, Tesorero, Juez Oficial de la Real
Hacienda de esta ciudad de.la Asuncíón ·del Paraguay, em-
bargó y dio cuenta labrando' un acta, que en parte dice asr:
. "Eo veinticinco de febrero del año pasado de mH seiscientos
y, ochenta y cuatro se embargaron de cuenta del dicho Ca~
pitán Pedro González de Alderete, trescientos y cincuenta y
siete terc;ios y cinco sa~os .de dicha yerba que pesaron dos
mil setecientas y catorce arrobas brutas y en quince sacos
~e ta~apo y cu~renta y cuatr.o. y siete libras, y sigue la que
se remitió .a Santa Fe de la dicha cuenta" (217).
Como· puede verse eh este documento, todos los pagos
efectÚados
. . .
a la Real Caja
.. eran . yerba
en .
y .tabaco.
. .~
.
. "En Asunción. del Paraguay, el Gobernador ordena; el· 8
.de abril de 1686 -años, .al maestre de campo Alonz~ Femán-
d&~·-:M~ntiel, en · virtud · de· este libramiento, de y · entregue
ar· maestre de campo Martfn de .... ; ; ·; : . ; ; . lugarteniente,
juez; oficial Real, cuarenta lanzas, ·ciento y treinta y cuatró
madres de guarda y cuarenta: cuñas y las hachas ·que: récibie:-
re de· cualquier ramo· que· con .recibo de dicho Juez Oficia:!
Real ·al. pie se. pasaron· en cuenta respecto que lo referido, es

246
CUadernos R.llpubllcanos
L
preciso para lo entrado que se previene a la guerra de los
indios enemigos" Francisco Monforte (218). ·

En varias oportunidades, el rey nombraba visitadores pa-


ra controlar principalmente las "Reales Cajas". En una de las
Cédulas decra: "En que se realice visitador para el tanteo de
las Reales Cajas por la mala administración o fraudes que han
habido en ellas y ordenándose que se le de la forma que· con-
viene al servicio de su Majestad". Esta cédula fue transcri-
ta en Buenos Aires el 27 de septiembre de 1691, que en par-
te decra: ·"El señor licenciado Don Lucas Francisco de Vil bao
la Vieja, del consejo de S.M., oidor de la Real Audiencia del
Reyno de Chile, Juez visitador de las cajas y oficial real de
estas provincias y las del Paraguay, etc.". Expresaba más a-
delante que de conformidad a la Cédula Real, se "haga el
tanteo, ajuste, liquidación y cobranzas de sus reales haberes,
etc." (219). La mayor parte de estos haberes eran en especie~
llamadas también como vimos, géneros de la tierra.

De acuerdo a la documentación que vimos, se intervino


las Reales Cajas de Asunción, labrándose un· "expédiente en
que se ordena el embargo de todos tos intereses de Don ·Pe-
dro González Alderete, para responder a cargos que result~
ron contra él, etc." ............ se ordena al maestre de
Campo Antonio· Cavañas Ampuero, lugarteniente Juez ·Oficial
Real de la ciudad de Asunción, Provincia del Paraguay dar
cumplimiento del embargo al gapitán Pedro González de Al-
derete. El Maestre de Campo, Cavañas Ampuero, conte.sta .di-
ciendo: ''Carta cuenta que yo el maestre de campo Antonio
Cavañas Ampuero, tesorero, juez oficial de la Real Hacienda
de esta ciudad de la Asunción del Paraguay, doy a los seño-
res Jueces Oficiales Reales que residen en Buenos Aires, de
la Hacienda que se le embargó en esta ciudad al capitán Pe;.
dro González de Alderete, Juez Oficial .Real que fue, etc.".
Más adelante dice: "Se embargaron de cuenta del dicho ca-
pitán PedrQ González, trescientos y cincuenta y siete tercios
y cinco sacos de dicha yerba que pesaron. dos mil setecien-

247
-tas catorce irrobaa brutas y en quince sacos de tabaco
...-..... (220).
Otra 'de las ciudades fundadas por gente que .partió de
Asunción, fue la de Santa Cruz de hi ·sierra· (Boiivia), por sli-
p~esto, llevando. todo lo necesario para la expedición, pero
_po~o o nada fue llevar monedas, "'~rque eo esta ciudad no
-nabla".
· .se conoce parte de las "Actas Capitulares" publicadas
por la Universidad boliviana "Gabriel René Moreno", y fuera
la ."versión paleográfica del manuscrito original" del Padre
.Gabriel F.eyles, -S. D. (221"). ·
El prologuista de este trabajo, da un dato interesante.
Menciona que 'uno de los que actuó en el Gobierno de esa
-ciudad, fue Bernabé de Molina· Salazar, descendiente del fun-
dador del Paraguay, (1537) don Juan de Salazar y Espinoza".
En el Acta del 2 ·de' enero de 1637, en ·parte dice: "Por la
escasez y carestla del ganado, seresolvió que "la ·arrelde de
a
carne qu~ se pagaba real de azúéar, se pague a real de pla-
ta, a partir de Pasc.ua· d.e.Resurrección, etc.".-(222).
Otra 'Acta, de(19 de noviembre ·de ·1"637, dice: "El Justi-
cia Mayor General, don Diego Hidalgo· de Paredes, propuso
que loS Vecinos socorran--al Rey· con ·donativos como lo pide
en 'Real Cédu1a que se leyó. ·y da el ejemplo donando cien
arrobas de azúcar, que es la moneda que corre en··esta ciu-
. dad'' (223).
. .En uno de ·los documentos se lee: "Con el dicho. servicio
~n .la d.i~ha forma hayan cumplido los dichos. indios. sin. que se
IEt! pueda llevar ·¡;i lleve aunque lo ·den . voluntariamente, .hilo,
aJgodón, garavata, aves, cera, pescado, ni otra: cO-sa por .nin-
'guna vfa rii manera sino ~ pag~ndriselo" (224). · · ··
Otro documento expresa asf: "De lo .cual hayan .de dar:. y
den a sus años por. el d.fa de San. Juan y por Nf¡lvldad cada in·-
diQ de tasa, un pato .y una gallina .Y ... (:los gaiJin~s. dt3 suerte
que sean cuatro cada año en cada tercio dos y. asimismo ha-
y;:tn de dar al dicho su amo. én" cada tercio una Úbra de gar:a-•
bata o de cera o. til.lo de. una Úbra de a,igo.dón, dándoles" su
amo el" algodÓn, etc.'; (225). . . . .

"248
B 1 B l 1 O G R A F .1 A

(116) Aguirre, Juan Franci&oti: "Diario del Capitán de Fragata", Tomo 11,
2a. psrte - Buenos Aires, 1950.
Aguf.rre, Juan Francisco: "Discu;rso Histórico", Buenos Aires, 1947.
(117) Molas, Mar~ano Antonio - Periódico "HOY", suplemento especial -
15 de agosto de 1980.
(118) Ramos Giménez, Leopoldo: "Historia Cartográfica del Paraguay",
Mapa NQ 12 - Buenos A~res, 1935.
(!19) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 2 - Actas del Caljjldo de
Asunción, 1595 - 1601.
(í20) Madero Eduardo: "Historia del Puerto de Buenos Aires", Buenos
Ai~s. 1892.
(121) Ensinck, Osear Luis: "Precios y Monedas Elln la antigua Santa Fe".
Cuadernos Numismáticos. Ciencias Históricas -'- Buenos Aires· -'-
Tomo VIII NQ 29, dllciembre de 1981 ..
(122) Burzio, Humberto F.: "Diccionario de la Moneda Hispano-America-
na", Tomo 11, Santiago de Chile- 1958, Página 399.
(~23) Ensinck, Osear Luis: "Precios y Monedas en la anitgua Sata Fe''.
Cuadernos Numismáticos y Ciencias Históricas - Buenos Aires -
Torno VIII NQ 29, diciembre de 1981.
[124) Garzón MaJCeda, Ceferino: "Economía del Tucumán Economía
Natural y Economía Monetaria - Sig!.os XVI, XVII, XVIII". Córdoba,
República Argentina, 1968, Página 36. ·
(' 25) ldem, idem. - Página 8.
(126) ldem, idem. - ~ágina 49.
(127) Archivo Nacional de Asunción - Pub'licado por "Revista Paragua-
ya", octubre 1927 a enero 1928 - Año 111 - NQ 11-12, Asunción.
(128) Archivo Nacional de Asunción: Vol. 12, Sección Copias, Páginas
20-21.
(129) Garzón Maceda, Ceferino: Economla del' Tuoumán - Eclonomfa
Natural y Ec01nomfa Monetaria - Siglos XVI, XVII, XVIII". Córdoba,
República Argentina, 1968, Página 7.
(~30) ldem, idem. - Página 7-8.
[131) Zava:la Silvio. "Apuntes sobre la Moneda Pa,raguaya", S.obretiro de
"El trimestre económico", abri~- junio 1946.
(~ 32) ldem, idem.
(133) ldem, ldem.
(134) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 1·- Actas del · Cabildo -
Pág. 198.
(135) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 12 - Sección Historia
Página 144.
(136) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 2 - Actas del Cabildo de
Asunción - Follo 171.

249
1137) Antúnez y Acevedo, Rafael: "Memorias Históricas sobre la Legisla-
ción y Gobierno del Oometcio de los Españoles con sus colionlas
en las Indias Occidentales", Madrid, 1797.
(138) ldem, idem. Pégina X.
(139) ldem, ldem, Pégine XI.
(140) ldem, idem. Pégina 3.
(141) ldem, idem. Pégina 9.
(142) ldem, ídem. Pég,ina 156.
(143) ldem, idem. Péginao 156'.
(144) ldem, idem' Péglna 157.
(145) ldem, idem.. Pégina 154.
(146) ldem, idem. Pégiñ·SJ 155.
(147) ldem, idem. Pég¡ína 133.
(148) ldem, idem. Pégina 134.
(149) ldem, ldern. Pégina 163.
(150) ldem, idem. Pégina 174.
(151) ldem, idem. Péginas 229-230.
(152) ldem, idem. Pégina 291.
(153) ldem, idem. Pégina CV- final.
(154) Garzón Maceda, -Ceferino: "Economia del Tuoumén - Economia
Natural y Economfa Monetaria - Siglos XVI, XVII, XVIII, Córdoba,
República Argentina, 1968, Péginas 53 y 54.
( 155) Garzón Maceda, Ceferino: Obra citada, Pégina 62.
(156) ldem, idem. Péginas 22 y 23.
(157) "La Prensa" - Fechas Históricas, Buenos Aires 22 de diciembre
de 1974.
(~58) Historia de la Compañia de Jesús de la Provincia dfe,l P'SJragua¡y -
Pégina 126 (Archivo General de Indias, extractados por el R. P.
PabilO Pastel•!, S. J. - Tomo 1, Mad~id 1912).
(1-59) Aguirre, Juan Fra111Cisco: "Diario del· Capitén de Fragata" - Tomo
11, 2a. parte, Pégina 36'5 - Buenos Aires, 1950.
( 1 60) Archiv'.o Nacional de Asunción - Vol. 14 - Sección Copias -
Pégina 148.
(161) ldem, idem. Pégina 164.
(162) ldem, idem. Pégina 168.
(163) Historia de la Compañia de Jesús de l'a Provincia del Paraguay -
Pégina 208 - Tomo 1 - Madrid, 1912.
(164) Hemández P. "Organización Social de ·les Doctrinas Guaranf de la
Compañia de Jesús", Barcelona, 1913.
("165) Archivo de la Provincia de Corrientes, República Argentina, publi-
cado en el Tomo 1 de la Revista del Archivo - Entrega 3, Corrien-
tes, 1908, Pégina 217.
(166) ldem, idem. Página 218.
(167) ldem, ldem. Pégina 220.
psa) Zavala Sllvlo: "Apuntes Históricos sobre la Moneda 2e1 Paraguay".
Volumen XIII, N9 1 - abri·l- Junio de 1946.
(169) tdem, idem.

250
Cuadernos Republicanos

(170) Archivo Naci'Onal de Asunción, Vol. 284, Nueva Encuadernación


(folio 147).
(171) Zavala Sllvlo: "Apuntes sobre la Moneda Paraguaya", Vol. XIII N9 1.
abril- junio 1946.
(172) ldem, idem.
(173) Archivo de la Provincia de Corrientes, República Argentina.
Publ·icado en Jla Revista del Archivo - Tpmo l. Entrega 3,
Corrientes 1980, Página 299.
(174) Burzio, Humberto F.: "Diccionario de la Moneda Hispanoamericana".
Tomo 11, SantiBgQ de Chille 1958, Pág,ina 398.
(175) Historia de la Compañia de Jesús en Ja Provincia del Paraguay -
Archivo General de Indias - Extractadas por et R. Padre Pablo
Pastell, S. J. -Tomo l. Págjnas 307 308, Madrid, 1912.
(176) Recopilación de Leyes de los Reynos de Indias - TomjO 11, Ma-
drid, 1681. Transcrita por Ceferi111o Garzón Maceda.
(i77) Archivo General de Buenos Aires - Publicado en la Reviste del
Archivo - Tomo 1 - Buenos Aires, 1869.
(178) Archivo Nacional de Asunción - Tomo V - Actas CapitU<Iares -
Página 104.
(í79) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 16, Sección Historia -
Página 114.
(180) Archivo Nacional de Asunción - Vot 16 - Sección His~ria
Páginas 124-125.
(181) Burzio, Humberto F.. "Diccionario de la Moneda Hispanoamericana".
Tomo 11 - Santiago de Chile, 1958. Página 399.
(182) Archivo General de Bue,nos Aires - Publicado en la "Revista del
Archivo" - Tpmo 1 - Buenos Aires, 1869.
(183) Moreno, Fulgencio R.- Revista "Guarania", Año 1, N? 3, Asunción,
20 de enero de 1934.
(1 84) Archivo de Corrientes - Publicado en la "Revista del ArchiVIO" -
Tomo 1 - Entrega 5 - Páginas 408-413 - C!orrientes, 1909.
(185) ldem, ídem. Página 501.
( :86) ldem, ídem. Entrega 3 - Corrientes 1908. Página 223.
(187) ldem, ídem. Página 243.
(í88) ldem, idem. PágLna 251.
(189) ldem, ldem. Página 284.
(190) ldem, idem. Entrega 5 - Página 478, Corlrientes, 1909.
(191) Archivo Nacional de Asunción, Vol. 4, Sección Histloria. Página 124.
(192) Archivo de la Provincia de Corrientes, República Argentina - Pu-
blicado en la "Revista del A{ch~ivo" - Tomo 1, Entrega 6, Corrien-
tes, 1909. Página 514.
U93) Archivo dQ la Provincia de Corrientes, República Argentina - Pu·
blicad:o en fa "Revista del Archivo" - Tomo 1, Entrega 3, Corrien-
tes, 1908. Pág.ina 275.
( 1 94) ldem, ldem. Página 278.
(195) Archivo Nacional de Asunoión - Vol. 17 - Sección Copias.
(~96) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 4 - Sección Historia..
Página 139.

251
L

{197) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 17 - Sección Copias.


Página 190.
{ 198) Archivo Nacional de Asunción - Vo.l. 4 - Sección Historia.
Página 169.·
(199) Aroh!ivo NaciiOnal de Asunción - Vol 17 - Sección · Copias.
Página 191 ..
{200) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 22 y '23 '---'Sección Historia.
(201) Archivo Naciona¡l de Asunción - Vol. 24 - Sección Historia.
Página 138.
(~02) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 36 - Sección H1Sitória.
Página~? 6'9 - 71.
(203) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 7 - Sección . Historia.
Página 21.
(204) ArchiVIO Naci'ona;l de Asuflción - Vol. 7 - Sección Historia.
Página 23.
(205) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 7 - Sección Historia.
Páginas 73 y 74.
(206) ldem, ídem. Página 75.
(207) Archivo de la Ciudad de Corrientes - Publ.icado en la "Revista del
Archivo" - Tomo 1 - Entrega 9. Página 826. Corrientes, 1909.
(208) ldem, idem. Página 854.
(209) ldem, idem. Página 889. · ··
(210) Archivo Nacional de Asunción "- Vol. ·8 - Sección Historia.
Pág.inas 49 -52. .
1211) Archivo de la Ciudad de Corrientes - Publicadlo en la ·"Revista dei
Archivo" - Tomo 1 - Entrega 10. Página 907: Corrientes; 1909.
(212) A¡rch:ivo Naciona,l de Asunción - vo: 8 - Sección Historia.
Página 18. '
(213) Archivo Naciona:l de Asunción - Vol. 8 - Sección Histof.ia.
Páginas 25 y 26.
(214) ldem, idem. Página 27.
(2'15) ldem, idem. Páginas 55- 61.
(216) ldem, ídem. Folio.s 76 - 79.
(217) Archivo de la Ciudad de Clorrientes -· Pub~'lcad·o en la "Revista del
Archivo" - Tomo 11 - Entrega 1 ~ Pág.inas 65- 66 · - Corrien-
tes, 1909. ·
(218) Archivo Nacional de Asunción - Vol. 36' - Sección Historia. .
Página 74.
(219) Archivo de la Provincia de Corrientes, Repúblil;:a A.,rgel')tina . - Po-
b~;icado en la "Revista del Arcllívo" - Tomo 11 - Entreg.a 3 -
Corrienf'es, 1909. Pági1na 285. · .. · · ·
(220) ArchiWJ de la .Provincia de Corrientes, República Arígentina - P.u~
' . bfircado en ·la "Revista det· Archivo" - Tomo 11 - EnttE!ga 1, ·· · ·
CQrrientes, 1909. Páginas 65-66:
(221) Actas Capitulares de Santa Cruz de la ·Sierra _..:. Publicaciones de
la Universidad Boliviana ~'Gabriel René Moreno" · La-. P~i. 1977~
{222) ldém, idein. Página 30.
(223) ldem, idem. Página 33.
(224) ldem, idem. Pagina 127.
(225) ldem,· idem. Página 128.

252
Páginas
Literarias
MACUA PASTICHO

MISTER BAKER
(A Nené Lamas)
:' . ~. -
•"' ..

--~;-: .....
Caminando por la costa, Lucía se alejó· del puebl~, ·hasta
llegar a una caleta silenciosa Se detuvo al encontrar un cartel,
ubicado al pie de la montaña, y, largo rato, permaneció leyen-
do y releyendo el texto: "Hubo .tiemp¡0 que en estas· tierras
secas palpitó la vida".
Paseó la vista por el paisaje y sólo vio desierto, mar y si-
lencio.
En lontananza, pelícanos y gaviotas. escoltaban a peque-
ñas embarcaciones pesqueras, tratando de arr~batarles alguno
que otro bocado. ·
Descendió hasta la playa a recoger caracoles; después,
sentada sobre un peñasco, disfrutó del_lugar escuchando, con
los ojos cerrados, el estruendo de las olas.
Azuzada por la curiosidad regresó al pie del cartel y, ex-
trayendo del bolsillo de sus jeans una libretita, anotó: "La ago-
nía salitrera mató la caleta;'.
¿Qué habla pasado?
Deseosa de encontrar respuestas, continuó recorriendo la
costa. De implf'oviso, se topó con la que, en otros tiempos, ha-
bla sido una pasarela entre la playa y el roquerío. De. un sal-
to alcanzó el primer peldaño en buen estado y, asiéndose a la
barandilla, ahora herrumbrada y carcomida, subió con cuidado.
Empinándose por sobre el último peldaño, alcanzó a ver
en una meseta gigantesca, un pueblo abandonado, -en la aridez
de las dunas.
El sol del crepúsculo rebotaba en las callejuelas. mudas,
formando penumbras misteriosas que parecían hablar del pa-·
sado.

259-
Todo aparecfa quieto y silencioso.
¿Quiénes fueron esos seres que llegaron a estos parajes
en pos del salitre y luego partieron para no volver?
La arrancó de sus cavilaciones una bandada de vencejos
que pasó rasando.
Desandando el camino al pueblo, decidió regresar al dia
siguiente.
Entró a la casa donde se hospedaba, cuando en el firma-
mento púrpura del atardecer empm:aban a brillar las estrellas.
A lo lejos, en la punta rocosa oriental, un Ñlfl€> pestañeaba sus
luces de colores indicando el camino hacia la costa.
Durante la noche, Lucra se despertó, varias veces, sobre-
saltada por algo semejante al retumbo de bombos colosales.
Era el mar bravfo que rompra ses olas en el acantifado~ levan-
tando vendavales de agua.
A través del ventanal, la luna ascendente proyectaba el en-
cantamiento de una suave rumtnosidact Lucfa evocó ta visión
del pueblo ábandonado; por su imagfnación · desfilaron garbo-
sas siluetas de ritmos cadenciosos, cosas inastbles y nostálgi-
cas, hasta. que se quedó proJamdarneme- dorm~
Muy temprano al amanecer, c4brerta con un sweter para
atenuar el efecto de la camanchaca,· se dfrfgió a fa caleta. Una
rara excitación aceleraba sus pasos, mf:en:tras asprraba el aire
saturado de fragancias marinas.
Subió lentamente, petdaña a peldaño.
Al final de la crujiente escalera la deslumbró et sol, que
avanzaba apoderándOse de la arena. El desierto terriblemente
seco y solitario enmarcaba al ptlebto abancfonacto.
A StJS· espaldas, las crestas de las olas brillaban hasta
donde alcanzaban la vista.
Impulsada por una secreta fuerza, Lucfa traspuso el último
pefdaño. Sus ·pasos resonaron,. despérilando ecos misteri:osos,
mtentr.ls avanzaba porta • • ~ ~-fleiiRlpmS) l!labfa stoo e•
lle principal.
cu~~blicanos

Viviendas aband Jnadas enmarcaban su _recorrido. Lucia


se'detuvo- ante fa que aparecra mejor conservada. Un largo co-
rredor· con balaustrada ornamentada por filigra.nas de m~dera
le invitaba a pasar. Cruzó el porche. CortinBS' arnariltentBS' y·
deshilachadas dejaban pasar el viento a través dé los vrdrios
rotos ele la pu.erta cancel. Al empuja-rl-a, el· chin:iar cde· lo~ goz-:
nes empolvados espantó a una lechuza.
La habitaGión- ~n penumbras apareció,, ant~ los ojos, de Lu-
cia, llena de susurros misteriosos, como si todas las cosaB alli
abandonadas hablaran quedamente. Cual moderno cuento de
a
hadaS, a!lf estaba aún, esperando sus dueños,. la mesa y si-
Itas del comedor, tma . vitrola, un descolorido
. ~
siiTón vienés ... En.
Lin rincón yacia una oxidada lámipara.
Lucia creyó adivinar la presencia y estilo de los antiguos
dueños. ·· -

Fotografias borrosas colgaban d& las- paredes. En- ul\la de


ellas, que e!"marcaba a una esbelta joven, alcanzó a leer: "El
amor nunca muere~ Te amo. Elízabeth Flanningan, julio, 1916"
Lucia- aban.dooó la casa con la mente repleta de PJ'81JUI)-
tas. Esta visita, al parecer: nimia y sin relieve la afectaba inten-
samente.
Afuera, el sol brillaba radiante y el viento formaba- remo-·
linos de polvo.
- Durante la cena comentó con sus tios la visi.ta al pt¡eblo
abandonado. · ·
- Por lo que describes, estuviste en la casona de Mis-
ter Baker -acotó el tro, al tiempo que cargaba rapé en su
yieja. pipa de noga!.

--¿Quién fue ér? - iRt'luirió- tucflt.

- Un ing.eniero ..de la salitrera.

- Y Elizabeth Flanningan?
- Su ·esposa.
- Qué fue de ellos?
- La historia es larga y data del ap~geo del salitre. en
esta zona. Durante. esa época los habitantes de este lugar se
contaban por miles.
Por aqu·r pasaron colonizadores de· todos los rincones del
mundo, entusiasmados con la idea de hacerse ricos de la no-
che a la mafiana.
Roberto Baker fue un ingeniero de minas galés a quien
los obreros le llamaban Mister Baker.
Al principio su único afán liJe el de cumplir. su contrato
y regresar a Inglaterra, pero, después, se enamoró de Eliza-
beth Flanningan, hija del gerente de la salitrera. Pronto se ca-
saron y él construyó la casa que visitaste.
Largo tiempo se les vio felices, hasta que úna tardecita,
mientras nadaban en la bahfa, a Elizabeth la arrastró la resa-
ca y jamás se la encontró.
Desde entonces, Mistar Baker, callado por naturaleza, se
tornó aún más silencioso. Jamás perdió sus finos modales, ese
comportamiento tan tfpico de todo buen inglés, t3ero, aparte
de su trabajo al único sitio adonde iba, al caer la tarde, era
la orilla de la bahía donde habla desaparecido su amada Eli-
z~beth.

Un dfa, también él desapareció sin dejar señal alguna.


· Los pescadores dicen que en noches de luna llena se lo
ve deambular por la playa con su pipa en mano.

A la semana siguiente, cuando el avión sobrevolaba la


bahfa, Lucía entornando _los ojos despidióse de Elizabeth
Flanningan y Mlster Baker.
Macuá Pasticho
Asunción, abril, 1984

262.
l
15 · de Agosto 767 70. Piso Opto. " O"..
Teléfonos 47548- 96890
. Asunción · · .
Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social

~'.

CfNTRO MfDICO ,NACIONAL


• Asistencia Médica Integral

• Docencia

• Investigación

Tres ··objetivos que sintetizan· la patrJótica


acción de un gobierno en beneficio ·de la salud
y el bienestar de su :taborioso pueblo.
{( Ehc iclo ped ia
Rep ubli can a ,,, .·,
Itinerario Colorado
de la
Causa Nacional

· .....
Chile 1226 .. > ' •

Tel.: 95 036

CONSULTORA INDESA S. R. L.

colaborando con el gigantesco


emprendimiento de ITAIPU BINACIONAL,
· se adhiere a las opras de
progreso del líder de .todos los paraguayos:
Gral. de .Ejército ALFREDO STROESSNER.

CONSU~TORA
INDESA.S.R.L.

Asunción - Paraguay
Mcal. Estigarribia N9 1049
Te!s. 25 432 - 202 057
Pte. Stroessner - Paraguay
Edif. Progreso 49 Piso "B" - Tel. 8084
H61'nandarias - Paraguay
Gianotti e/Azara - Tel. 295
ALIANZ A
Sociedad Anónima de
Seguros Generales

OFRECE LA MAS AMPLIA GAMA DE COBERTURAS:


INCENDIO, AUTOMOVILES, AERONAVEGACION,
TRANSPORTE DE MERCADERIAS, CASCO DE EM-
BARCACIONES, AVALADA POR LA EXPERIENCIA
·y CAPACIDAD DE MAS DE 20 AÑOS AL SERVICIO
DE LOS INTERESES DEL COMERCIO, LA BANCA Y
LA INDUSTRIA.

Oliva 522 y 14 de Mayo, 3er. y 4to. Piso


Teléfonos 92 383 • 92 384 - 43 552
Telex 272 PY Alianza
luís G, Garay
Empresa Constructora

11 Proyectadas y O'leary Telef. 70 488


Asunción Paraguay
.

SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA


CAPITAL Gs. 10.000.000.-

• T. V. COLOR - BLANCO Y NEGRO


e RADIOS
e GRABADORAS
e TOCADISCOS
e RELOJES
e VENTILADORES
e ELECTRODOMESTICOS EN GENERAL
e IMPORTACIONES
EXPORTAC.lONES·
RE~RESENTAPIONE·S
.. ¡;

.. ' ......_,.

Ben)amin Constánt 531


..
Teiéi. ss 419:
Asunción Paraguay
1

Rosa María Beatríz


Ruiz de Prieto Yegros
NOTARIA Y ESCRIBANA PUBLICO
Chile 1226 e/ 25 de Diciembre - Teléf.: 94 874
Espafta 1445 T~l~f. 27 ~10
- .
... .
~

Empresa ~e Transporte
San Lorenzo {C.l. S. A.]
. Líne.a 27

de Enero a Enero,
sirviendo las 24 horas
a la ciudadanía

1
llfi/JIA. -
::·

. 1\
··'

- Esta edición consta de 2.000


ejemplares. Terminó de impri-
mirse en . el . mes. de junio de
.. 1984 eA los talleres gráficos
,J
EDITORIAL UNIVERSO \

Gral. Bruguez 1075- Tel. 205412


.·.
Asunción - Paraguay ·.\

.. ; :.. - ~ .'

,,

S-ar putea să vă placă și