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Primera edición en español, 2018
Ediciones UTMACH
ISBN: 978-9942-24-113-9
Publicación digital
COORDINACIÓN EDITORIAL
Capítulo I
Origen, taxonomía, morfología, fisiología y nutrición del cultivo de
arroz ..........................................................................................................................................................12
Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Capítulo II
Preparación del suelo, siembra y atenciones culturales en el cultivo
de arroz ................................................................................................................................................83
Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Capítulo III
Insectos-plaga y enfermedades en el cultivo de arroz .........................121
Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Capítulo IV
Cosecha, postcosecha y comercialización del arroz en Ecua-
dor...........................................................................................................................................................164
Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Rigoberto García Batista
Capítulo V
Taxonomía, morfología y manejo agronómico del cultivo de yuca
............................................................................................................................................................186
Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado
Capítulo VI
Atenciones culturales y cosecha del cultivo de yuca .....................................214
Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; María Estrada Martínez
Introducción
Los compiladores
01 Origen, taxonomía, morfología,
Capítulo
fisiología y nutrición del cultivo
del arroz
Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V.
Cun Carrión
Hipólito I. Pérez Iglesias: Ingeniero Agrónomo (1969) Universidad Central de Las Villas, Cuba;
Doctor en Ciencias Agrícolas (1983) Academia de Ciencias de Cuba; Investigador Titular (1984-
2014) Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Universidad
Técnica de Machala. Autor de cinco libros y 102 artículos publicados.
Irán Rodríguez Delgado: Ingeniero Agrónomo (1992) Universidad Central de Las Villas, Cuba
Magister en Agricultura Sostenible (2009) Universidad de Cienfuegos, Cuba; Investigador Agre-
gado (2009) Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Uni-
versidad Técnica de Machala. Autor de cuatro libros y 17 artículos publicados.
Jorge V. Cun Carrión: Ingeniero Agrónomo (1998) Universidad Técnica de Machala; Magister
en Agroecología y Agricultura Sostenible (2016); Profesor Titular (2004) Universidad Técnica de
Machala; diplomado en docencia superior (1998) Universidad Técnica de Machala; ha participado
como ponente en eventos nacionales e internacionales.
Origen, taxonomía, morfología, fisiología y nutrición del cultivo de arroz 13
Producción mundial
El arroz es uno de los cereales con mayor superficie culti-
vada a nivel mundial y constituye en muchos países un plato
indispensable en la mesa de cada familia; ocupa el segundo
lugar en la producción a nivel global después del maíz. Se
cultiva en los cinco continentes, tanto en las regiones pan-
tanosas como en llanuras, en algunos países con clima tem-
plado, excepcionalmente en regiones áridas del Perú (bajo
riego), o en otros con climas cálido y húmedo (Tabla 1).
20 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
3 Indonesia 37.150,000
4 Bangladesh 34.581,000
5 Vietnam 27.861,000
6 Tailandia 18.600,000
7 Birmania 12.400,000
8 Filipinas 11.500,000
9 Brasil 8.160,000
10 Japón 7.780,000
11 Estados Unidos 7.117,000
12 Pakistán 6.800,000
13 Camboya 4.700,000
14 Egipto 4.554,000
15 Nepal 3.100,000
140000000,00
120000000,00
100000000,00
80000000,00
60000000,00
40000000,00
20000000,00
0,00
China
India
Indonesia
Bangladesh
Viet Nam
Tailandia
Myanmar
Filipinas
Japón
Brasil
Principales países productores
165
750
160
700 155
Millones de toneladas
Millones de hectáreas
650 150
145
600
140
550 135
500 130
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
(pronóstico)
Años analizados
2.500.000.000
Importaciones de arroz ($)
2.000.000.000
1.500.000.000
1.000.000.000
500.000.000
0
Irán
Nigeria
China
Arabia Saudita
Irak
Estados Unidos
Sudáfrica
Benín
Reino Unido
Francia
Países
Producción nacional
En Ecuador es el cultivo más extenso y ocupa más de la ter-
cera parte de la superficie cultivada. Sin embargo, a pesar de
poseer grandes extensiones de terrenos aptos y con condicio-
nes climáticas favorables para el cultivo del arroz, presenta un
rendimiento promedio de producción de 4,35 t ha-1, prome-
dio bajo, en comparación con otros países; aun así, demuestra
un incremento significativo en la producción con relación al
promedio de 1,44 t ha-1obtenido en el período 1965-1969; tal
rendimiento, se originaba en el uso de variedades tradiciona-
les, susceptibles a plagas y enfermedades, ausencia de semi-
llas certificadas, uso de prácticas culturales inadecuadas, poca
o ninguna infraestructura de riego y falta de investigación y
transferencia de tecnología (Wordpress, 2017).
Según datos de la FAO, la producción y el rendimiento
de arroz en cáscara en Ecuador, en el periodo compren-
dido entre 1994-2014, muestra un comportamiento inesta-
ble, con una tendencia a la disminución, aunque los valores
más bajos, tanto en área cosechada como en producción,
de obtuvieron en los años 1997 y 1998, lo que estuvo con-
dicionado a las afectaciones provocadas por el Evento niño
Oscilación del Sur (ENOS), al producirse un incremento signi-
ficativo de las precipitaciones en la época invernal en ambos
años. Por otro lado, se presenta una disminución de la pro-
ducción a partir de la contienda de 2013 (FAOSTAT, 2017),
sin embargo en este año se produjo un incremento en el
área cosechada, evidenciándose una disminución en el ren-
dimiento del grano (Figura 5).
26 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
2.000k 450k
400k
toneladas
ha
1.500k
350k
1.000k 300k
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
Ecuador Ecuador
Área cosechada Producción
Arroz, cáscara Arroz, cáscara
Guayas 4,46 4,22 enero Pis. 39,07 85,88 1 Dist. 60,93 66,4
Los Ríos 3,46 5,15 enero Conv. 30,32 38,06 2 Al voleo 80,65 66,55
Manabí 4,74 1,68 enero Conv. 35,42 39,58 1 Dist. 100 45,45
El Oro 4,33 5,88 enero Pis. 66,67 77,78 3 Al voleo 77,78 67,55
Loja 8,7 4,81 Dic. Pis. 0 87,5 2 Dist. 100 146,25
Nacional 4,16 4,28 enero Pis. 35,4 63,45 1 Dist. 50,11 68,25
Taxonomía
En los últimos años la clasificación taxonómica del arroz ha
experimentado ciertos cambios en algunos niveles de clasifi-
cación, relacionados con los trabajos realizados por Acevedo
et al. (2006) y Valladares (2012), los cuales se describen en la
Tabla 8.
38 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Niveles de Clasificación
clasificación Acevedo et al. (2006) Valladares (2012)
Reino Plantae Plantae
Subreino - Tracheobionta
División Tracheophyta Magnoliophyta
Subdivisión Pteropsidae -
Clase Liliopsidae (antes Monocotile- Liliopsida
dónea)
Subclase Commelinidae Commelinidae
Orden Poales (antes Glumiflora) Poales
Familia Poaceae (antes Gramíneas) Poaceae
Subfamilia Oryzoidae (antes Panicoideas) Ehrhartoidea
Tribu Oryzeae antes (Oryzae) Oryzeae
Subtribu Oryzineas -
Género Oryza Oryza
Especie O. sativa O. sativa
Clasificación binomial Oryza sativa L.
Morfología
En todos los cultivos y especialmente en los económicos es
importante el conocimiento de la morfología de la planta,
por su utilidad en la investigación, en la diferenciación de
variedades o nuevas líneas y en los estudios de fisiología y
fitomejoramiento. En la morfología del arroz se distinguen
los órganos vegetativos (raíces, tallo, hojas) y los órganos
reproductivos (flores y semillas).
Características botánicas
Raíces: son delgadas, fibrosas y fasciculadas. Posee dos tipos
de raíces: las seminales, primarias o temporales, de escasa
ramificación, que sobreviven muy poco tiempo después de
la germinación y las raíces adventicias, secundarias o per-
manentes, que se forman a partir de los nudos inferiores del
tallo joven (Figura 11). En un principio estas raíces adquie-
ren una coloración blanquecina, son relativamente gruesas
y escasamente ramificadas, posteriormente se alargan y
pasan a conformar el anclaje definitivo de la planta al rami-
ficarse en forma abundante (Páez, 2004).
Figura 11. Raíces primarias y secundarias del arroz.
Fisiología
Altura de
la planta
N° de
Panículas
Formación
Número de panículas
de hijos
Elongación de allo
Macollamiento
Macollamiento
El macollamiento es el proceso de formación continua de
hijos en la planta de arroz (Figura 23). Esta etapa se inicia
con la formación del primer hijo, a partir de la yema axilar de
un nudo inferior, hasta cuando la planta alcanza el máximo
número de vástagos; aunque también puede decirse que
hasta el comienzo del alargamiento del tallo. Su duración
es variable, dependiendo de la variedad, época de siembra y
condiciones climáticas; sin embargo, podría estimarse en 30
a 35 días, en términos generales (Páez, 2004).
Origen, taxonomía, morfología, fisiología y nutrición del cultivo de arroz 51
Fase de maduración
Grano lechoso: después de la fertilización del óvulo se pro-
duce la traslocación de carbohidratos que, en un principio,
conservan una consistencia lechosa en el interior de la espi-
guilla. El grano lechoso se mantiene bajo condiciones nor-
males de manejo agronómico por espacio de siete a diez
días. Durante este lapso, la panícula se conserva erecta y sólo
en su tercio superior tiende a doblarse por efecto del llenado
de los granos (Figura 28A).
Grano pastoso: en este período el contenido del grano se
vuelve más consistente con tendencia a endurecerse (Figura
28B). La duración de esta etapa es de 10 a 13 días. En la pri-
mera parte de esta etapa, el grano se torna verde amarillento
y el doblado de la panícula se acentúa en su parte media.
Grano maduro: Período en que el contenido del grano se
endurece y cristaliza. Su duración es de seis a siete días. Al
final de esta etapa la planta llega a su plena madurez y el
raquis de la panícula se observa completamente doblado,
los granos presentan un color verde-amarillento (Figura 28C).
Origen, taxonomía, morfología, fisiología y nutrición del cultivo de arroz 55
Figura 29. A. Espigas de arroz erectas y de olor verde (grano lechoso) y espi-
gas que comienzan a doblarse (grano pastoso). B. Espigas de arroz dobla-
das y de color verde-amarillento (grano maduro).
A B
Requerimientos edafoclimáticos
Las zonas arroceras de Ecuador presentan un amplio rango
en la distribución de los factores climáticos que varía desde
el trópico húmedo hasta el trópico seco, con temperaturas
de 20 ºC a 30 ºC, precipitaciones máximas de 2500 mm y
mínimas de 500 mm por año, con humedad relativa alta y
un complejo heterogéneo de suelos. Estas zonas se concen-
tran en las provincias del litoral, con una altitud por debajo
de los 10 msnm (Zea, 2014). El arroz reacciona de manera
positiva o negativa ante la presencia de los diferentes fac-
tores edafoclimáticos y, en consecuencia, precisa que estos
factores se encuentren dentro del rango en que la planta
pueda crecer y desarrollarse normalmente (Andrade y Hur-
tado, 2007; Campoverde, 2016).
Suelos y topografía del terreno: el cultivo de arroz, requiere
de suelos con alto contenido de arcilla, condición que facilita
la retención y conservación de la humedad por más tiempo.
Los suelos cuya proporción de arcilla se encuentra en un
balance con el contenido de arena y limo (suelos francos) y
que son aptos para otros cultivos, garantizan buenas cose-
chas de arroz. Sin embargo, en estas condiciones es necesa-
rio contar con abundante agua de lluvia o con la infraestruc-
tura necesaria para suplir riego al cultivo en períodos críticos
de baja precipitación pluvial o sequía. Por tanto, el arroz es
un cultivo que requiere abundante humedad para alcanzar
buenos rendimientos, se cultiva con excelentes resultados
en suelos arcillosos o franco limosos inundados (SAG, 2003).
En relación con la topografía del terreno es necesario dispo-
ner de suelos planos para producir arroz, ya que en el cultivo
de arroz en su mayoría se utiliza maquinaria. El manejo del
cultivo y el manejo de agua (si se dispone de riego), serán
más fácil y menos costosa en aquellos suelos con menores
pendientes. Cuando se construye infraestructura para riego,
las melgas deben nivelarse bien, con pendientes que no
sobrepasen el 1/1000, aunque es preferible nivelar a cero.
Origen, taxonomía, morfología, fisiología y nutrición del cultivo de arroz 59
Nutrición
Para que un sistema de producción agrícola sea económi-
camente rentable los cultivos necesitan un balance nutricio-
nal apropiado, para que el genotipo pueda desarrollar todo
su potencial productivo. El hecho de que un elemento se
encuentre formando parte de los tejidos de la planta no es
prueba de que resulte esencial (Pérez et al., 2015) pues para
ello deben cumplirse determinados requisitos como son:
• El elemento debe estar directamente implicado en el
metabolismo de la planta.
• En caso de insuficiencia aparecerán anormalidades o
síntomas definidos.
• De faltar, la planta no completará su ciclo vegetativo o
reproductivo.
En la Tabla 10 se presentan los elementos nutritivos esencia-
les para los cultivos y su rol en el crecimiento y desarrollo de
las plantas
Origen, taxonomía, morfología, fisiología y nutrición del cultivo de arroz 63
Requerimiento Requerimiento
Nutriente Nutriente
(kg/t grano) (kg/t grano)
Nitrógeno 22,2 Hierro 0,350
A B
Fósforo
El fósforo es un elemento nutritivo esencial primario para las
plantas, aunque las cantidades requeridas son muy inferiores
a las de nitrógeno y potasio. Es un elemento casi totalmente
inmóvil en el suelo, pero no tiene este comportamiento den-
tro de la planta, moviéndose con facilidad hacia las diferen-
tes partes del vegetal. El fósforo se encuentra asociado con
el suministro y transferencia de energía en todos los proce-
sos bioquímicos de la planta. Se considera estimulante del
desarrollo radical y del macollamiento del arroz; favorece la
floración y maduración temprana, sobre todo en condicio-
Origen, taxonomía, morfología, fisiología y nutrición del cultivo de arroz 71
Potasio
La mayor disponibilidad de este nutrimento para la planta
también está influenciada por la inundación del suelo. El
potasio interviene en gran parte de los procesos bioquímicos
del vegetal y en la activación de numerosos sistemas enzimá-
ticos, incrementa el número de panículas/planta y el número
de granos/panícula. También contribuye y beneficia el
tamaño y el peso del grano, mejora el rendimiento industrial
Origen, taxonomía, morfología, fisiología y nutrición del cultivo de arroz 73
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81
Capítulo
y atenciones culturales en el
cultivo de arroz
Hipólito I. Pérez Iglesias, Irán Rodríguez Delgado, Jorge V.
Cun Carrión
Hipólito I. Pérez Iglesias: Ingeniero Agrónomo (1969) Universidad Central de Las Villas, Cuba; Doc-
tor en Ciencias Agrícolas (1983) Academia de Ciencias de Cuba; Investigador Titular (1984-2014)
Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Universidad Técnica
de Machala. Autor de cinco libros y 102 artículos publicados.
Irán Rodríguez Delgado: Ingeniero Agrónomo (1992) Universidad Central de Las Villas, Cuba
Magister en Agricultura Sostenible (2009) Universidad de Cienfuegos, Cuba; Investigador Agre-
gado (2009) Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Uni-
versidad Técnica de Machala. Autor de cuatro libros y 17 artículos publicados.
Jorge V. Cun Carrión: Ingeniero Agrónomo (1998) Universidad Técnica de Machala; Magister
en Agroecología y Agricultura Sostenible (2016); Profesor Titular (2004) Universidad Técnica de
Machala; diplomado en docencia superior (1998) Universidad Técnica de Machala; ha participado
como ponente en eventos nacionales e internacionales.
84 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Objetivos
Los objetivos que se persiguen con la preparación del suelo
para el arroz son:
• Mantener o mejorar las propiedades físicas, químicas y
biológicas del suelo.
• Permitir un buen desarrollo de la planta en relación con
la germinación, emergencia de plántulas, buen enraiza-
miento, uso eficiente de agua y nutrimentos, drenaje y
el riego de agua.
• Control de plantas dañinas, insectos-plaga y enfermedades.
• Facilitar las labores posteriores a la labranza, como siem-
bra, fertilización, manejo de malezas, en condiciones de
eficiencia y efectividad en el trabajo realizado.
Métodos
La preparación del suelo para el arroz se puede realizar de
dos formas, en seco y en terreno húmedo, dependiendo de
las condiciones en que se desarrolle el cultivo.
En sentido general, los métodos de preparación del suelo
para la siembra directa o por trasplante son:
• Labranza convencional (arado y rastreo): se realiza tanto
para la siembra en seco como en condiciones inunda-
ción.
Preparación del suelo, siembra y atenciones culturales en el cultivo de arroz 85
Fangueo o batido
Después de la aradura o del rastreo, se inundan las pozas o
diques con una lámina de agua de unos 20 cm de espesor,
posteriormente se realiza el batido con un tractor provisto
de ruedas o llantas fangueadoras o batidoras (Figura 1). El
fangueo modifica la estructura del suelo con la ventaja de
minimizar la pérdida de agua por infiltración y aumentar la
retención de ésta (Heros, 2013).
Figura 1. Fangueo o batido del suelo con tractor provisto de llantas batido-
ras o canastas fangueadoras.
Siembra
El establecimiento del cultivo del arroz en el Ecuador
depende de varios factores, entre los que se encuentran la
estación climática, las zonas de cultivo, ciclo vegetativo, tipo
de suelo, disponibilidad de infraestructura de riego, niveles
de explotación y grados de tecnificación.
Métodos de siembra
En el cultivo del arroz las siembras se ejecutan en base a dos
tecnologías:
• Siembra directa: cuando la semilla botánica se sitúa
directamente en el lugar definitivo de cultivo, la cual
puede realizarse a chorrillo, por golpe o al voleo.
• Siembra indirecta: cuando la semilla botánica se siem-
bra en un semillero para posteriormente trasplantar la
plántula o postura a su área definitiva.
Fase de semillero
Es una fase decisiva en el cultivo de arroz, por lo que deberá
presentarse especial atención y cuidado, tanto con las semi-
llas en el momento de la siembra, como con las plántulas
a partir de la germinación. La atención y el cuidado que se
le brinde al semillero incidirán decisivamente sobre los ren-
dimientos que se alcancen en la cosecha. En la Figura 4 se
observa un semillero de arroz de alta tecnología desarro-
llado con la utilización de cajas plásticas.
Figura 4. Semillero de arroz de alta tecnología utilizando cajas plásticas.
Ventajas
• Mayor aprovechamiento del área.
• Ahorro de semilla, agua, fertilizante, herbicidas.
• Tiende a evitar el acamado de las plantas.
• Favorece el control de las malezas.
• Mejor desarrollo de la planta y macollamiento.
Desventajas
• Comparado con la siembra directa su desventaja radica
en la necesidad de disponer de mayor fuerza de trabajo
al momento de la plantación, en caso de no disponer de
máquinas trasplantadoras.
Para el trasplante mecanizado se dispone de diferentes
modelos de máquinas trasplantadoras de variada capaci-
dad de trabajo que disminuyen los costos de producción y
no se requiere de alto esfuerzo físico. Los modelos de estas
máquinas cambian con frecuencia, ya que los fabricantes
introducen tecnologías más avanzadas que mejoran la capa-
cidad productiva de estos equipos. En la Figura 6 se aprecian
diferentes modelos de máquinas trasplantadoras de arroz
Kubota, las cuales existen en Ecuador.
Figura 6. Diferentes modelos de máquinas trasplantadoras de arroz.
Época de siembra
La época de siembra adecuada para el cultivo de arroz
depende del sistema de cultivo que el productor maneje y
las condiciones climatológicas de la zona; la misma se suele
dividir en dos ciclos: época lluviosa (enero-abril) y época
seca (mayo-diciembre). En el sistema en secano la época
más apropiada se encuentra determinada por el inicio de
las máximas precipitaciones, debiéndose realizar la siembra
junto con las primeras lluvias, a finales de diciembre y enero,
además se aprovecha que la temperatura del suelo sea favo-
rable para lograr una germinación uniforme y un buen desa-
rrollo vegetativo del cultivo.
En sistemas de manejo por aniego o inundación puede
sembrarse en cualquier época del año, es por ello, que el
mayor porcentaje de arroz se cultiva de esta manera (Maclean
et al., 2002).
Densidad de población
La densidad de población es determinante en el cultivo de
arroz para obtener una producción óptima, por lo que deben
tenerse en cuenta los siguientes factores:
• La variedad de arroz a sembrar.
• La época de siembra.
• La fertilidad del suelo.
Preparación del suelo, siembra y atenciones culturales en el cultivo de arroz 93
Variedades
Actualmente existe gran cantidad de variedades de arroz que
difieren unas de otras en cuanto al tipo y altura de planta,
color y aspecto del follaje, forma de la espiga, caída de los gra-
nos o desgrane, días a la madurez, calidad del grano, inclu-
yendo las características de molinado y de cocción del grano.
Asimismo, algunas variedades son más tolerantes que otras a
las condiciones adversas de suelo y agua, al ataque de insec-
tos plagas y patógenos (DICTA, 2003). Las características más
sobresalientes de las nuevas variedades de arroz son:
94 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Vigor
Las plantas deben presentan buen vigor desde el inicio del
cultivo, de esta forma compiten mejor con las malezas al ini-
cio de la plantación.
Altura de planta
Se prefieren las variedades con alturas intermedias entre
90-120 cm, ya que son más resistentes al acame o al vuelco
por efecto de la lluvia o el viento en la época de cosecha.
Macollamiento
Las variedades con mayor capacidad de macollamiento o
ahijamiento, son más compactas y tienden a producir más
grano que las que macollan poco.
Hojas verticales
Cuando las hojas están posicionadas en un ángulo más obli-
cuo (vertical) respecto al tallo, permiten mayor intercepción
y distribución de la radiación solar dentro del follaje de la
planta, que aquellas variedades con hojas más horizontales,
lo que se traduce en una mayor producción de grano. Aparte
de lo anterior las hojas superiores causan menos sombreo en
las hojas inferiores y retienen menos agua libre en el follaje
después de una lluvia, lo cual es una ventaja para evitar la
proliferación de enfermedades.
Largo de la hoja
Generalmente las variedades de altura intermedia, tienen
también hojas de tamaño corto, lo cual es una característica
deseable ya que se reduce el sombreo entre las hojas.
96 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Senescencia
Se considera que las variedades, en las que las hojas perma-
necen por más tiempo de color verde (senescencia tardía),
a la madurez del cultivo, son más productivas que las de
senescencia temprana.
Hoja bandera
Se prefieren aquellas variedades que tengan las hojas ban-
deras más verticales y largas, debido a que suministran más
fotosintato (alimento) a la panícula, en la etapa del llenado
del grano.
Forma de la panícula
Se prefieren variedades con panícula compacta en relación
con variedades de panículas sueltas.
Días a la madurez
Se prefieren variedades de 120-140 días desde la germina-
ción a la cosecha. Variedades con ciclos de cultivo más cortos
no superan rendimientos superiores a 4,90 t/ha, aún en las
mejores condiciones de cultivo, debido a que la fase vege-
tativa es muy corta para acumular suficiente fotosintato (ali-
mento) y producir mayores rendimientos de grano.
Arista en el grano
Por lo general las variedades con granos sin aristas largas o
muy pronunciadas, tienen buena aceptación por los produc-
tores.
Preparación del suelo, siembra y atenciones culturales en el cultivo de arroz 97
Centro blanco
Se prefieren granos que, una vez molinados o blanqueados,
tengan una apariencia traslúcida o con un porcentaje bajo
de centro blanco.
Componentes de rendimiento
Los componentes de rendimiento son los índices que deter-
minan la productividad o rendimiento del cultivo en cuanto
a los quintales por manzana o toneladas por hectárea que
se cosechan en la plantación y dependen no solamente de
la variedad, sino también del manejo agronómico del cul-
tivo, el cual se describe a continuación:
• El número de panículas o espigas por unidad de área
(m2): este componente se determina en la fase vege-
tativa del cultivo y depende del número de hijuelos o
talluelos por planta que producen espigas con granos
llenos, que a la vez también depende de la densidad de
siembra del cultivo.
• El número de granos llenos por panícula o espiga: se
determina en la fase reproductiva, desde que se inicia el
primordio floral hasta la emergencia de la panícula (flo-
ración). En la diferenciación de las células reproductivas
que ocurre entre los 14 y los 7 días antes de la floración,
la planta de arroz es muy sensible a las condiciones cli-
máticas adversas, principalmente a las temperaturas
menores de los 20°C.
• El peso promedio de 1000 granos (14% de humedad):
se determina en la fase de maduración. Incluye desde
la floración, llenado del grano hasta la cosecha. Algunas
variedades expresan un mayor peso promedio de 1000
granos (30 g), comparadas con otras cuyo peso prome-
dio de 1000 granos es de 28 g o menos.
Atenciones culturales
Las atenciones culturales tanto para el cultivo bajo inun-
dación o en secano se concentran en fertilización, riego de
agua y control de malezas.
Fertilización
Las recomendaciones de fertilización deben tomar en cuenta
las características de los suelos en cada unidad de produc-
ción, la variedad a utilizar, la época de siembra, manejo del
agua y el control de plagas.
Para definir el manejo nutricional de una variedad deter-
minada se debe tener un claro entendimiento de las dife-
rentes etapas de crecimiento y desarrollo y las necesidades
nutricionales para cada una de estas etapas. Las cantidades
de fertilizante recomendadas deben ser consideradas como
una guía y no como cantidades rígidas.
Los costos de producción en el cultivo del arroz, según
diversas fuentes, atribuyen a la fertilización entre el 10 y el
15% del costo total (Quintero et al., 2016); sin embargo, rea-
lizar un adecuado diagnóstico de la fertilidad del suelo, a
través de una toma de muestras y análisis de laboratorio
altamente calificado, permitirán determinar el tipo de nutri-
mento y las cantidades que se deben aplicar para restituir lo
que se exporta con la cosecha.
El fósforo y el potasio se pueden aplicar todo de una sola
vez en la preparación del suelo como una fertilización de
fondo o en el momento de realizar la plantación, mientras
que el nitrógeno se debe fraccionar al menos en dos aplica-
ciones, al inicio del ahijamiento, 35 o 45 días después de la
100 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Riego
El arroz ocupa el segundo lugar en área cultivada a nivel
mundial, es superado solamente por el trigo; sin embargo,
es el principal alimento y el mayor cultivo agrícola irrigado.
A diferencia de otros, el arroz es producido bajo condiciones
de inundación en extensas regiones del mundo. Por lo tanto,
el conocimiento cuantitativo del balance de agua del arrozal
es un prerrequisito para un eficiente uso del agua.
El arroz es el único cereal que puede sobrevivir períodos de
inundación en agua, gracias a la adaptación que han desa-
rrollado las plantas a lo largo de siglos. Los sistemas de pro-
ducción de arroz necesitan agua para tres propósitos princi-
pales: evapotranspiración, infiltración y percolación, prácticas
específicas de manejo de agua, como la preparación del
terreno, el control de malezas y el crecimiento y desarrollo
de la planta (Renault, 2004).
Preparación del suelo, siembra y atenciones culturales en el cultivo de arroz 103
Control de malezas
Principales malezas
En la Tabla 3 se exponen las principales malezas que pueden
afectar al cultivo de arroz, y las especies que mayor impor-
tancia presentan en relación con la magnitud del daño que
realizan en Ecuador, las cuales se encuentran dentro de las
familias Cyperaceae y Poaceae (Degiovanni et al., 2010).
Preparación del suelo, siembra y atenciones culturales en el cultivo de arroz 107
Familia Especie
Amaranthaceae 1. Amaranthus dubius Mart. ex Thell.
Asteraceae (Compositae) 2. Eclipta alba (L.) Hassk.
Echinochloa spp.
Constituye la maleza más importante en el cultivo del arroz,
debido a que puede afectar considerablemente el rendi-
miento del cultivo.
Comúnmente conocida como arrocillo, pata de gallina,
mete bravo, grama pintada o armilán, en dependencia de la
región donde se desarrolle, presenta una alta diversidad de
especies, y se encuentra distribuida en todos los países pro-
ductores de arroz.
Es una planta anual que crece en pequeñas macollas, a
veces postrada, para posteriormente erguirse hasta 1 m de
altura, presenta una raíz fibrosa y hojas con vainas lampiñas,
limbos de 10-15 cm de largo, a veces con bandas purpúreas
rojizas en la base. Inflorescencia en panojas de 5-15 cm y raci-
mos de 1-2 cm. Fruto redondeado, verde, apretado en cuatro
hileras (Figura 9). Se propaga por semillas, puede producir
más de 5.000 por planta (Díaz et al., 2004).
108 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Cyperáceas
Las especies de esta familia de malezas son difíciles de con-
trolar y constituyen una seria amenaza en el primer mes de
vida del cultivo, debido a su rápido crecimiento y reproduc-
ción, la cual puede ser por semilla botánica, rizomas y esto-
lones, además posee un bulbillo que le permite permanecer
en el suelo por varios años hasta que las condiciones le per-
miten la germinación y emergencia de una nueva planta.
Preparación del suelo, siembra y atenciones culturales en el cultivo de arroz 109
A B
Malezas de enredadera
Conocidas comúnmente como bejucos, son plantas peren-
nes pertenecientes a la familia convolvulaceae, que cuenta
con varias especies, dentro de las cuales se puede encontrar
a Ipomoea trifida (Kunth) D. Don; Ipomoea tiliacea (Willd.)
Choisy. Ipomoea ramonii Choisy.; pueden causar grandes
daños en cultivos económicos como el arroz, maíz, yuca,
caña de azúcar, café, cacao y frutales, entre otros, debido a
su hábito de crecimiento trepador que le permite envolver
y oprimir a las plantas de no controlarse oportunamente
(Rodríguez et al., 1988).
112 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Control manual
Consiste en eliminar las malezas a mano y es un método
que requiere de gran esfuerzo físico, es costoso y de baja
productividad, aunque es eficiente de realizarse de manera
adecuada y oportuna.
En la Figura 13 se muestra el control manual de malezas en
una plantación de arroz, que se encuentra a punto de iniciar
la fase de floración.
Figura 13. Control manual de malezas en una plantación de arroz en con-
diciones de secano.
Control mecánico
Consiste en la utilización del azadón, cultivadoras (de trac-
ción animal o tiradas por tractor), o chapeadoras. Produce
buenos resultados de realizarse cuando las malezas presen-
tan una altura menor a 15 cm y pueden controlarse total-
mente al extraerse con su raíz; sin embargo, debido a que en
muchas ocasiones lo que se realiza es un corte al nivel del
suelo, se realiza un control momentáneo debido a la capaci-
Preparación del suelo, siembra y atenciones culturales en el cultivo de arroz 115
Control cultural
Es cuando se realiza un grupo de prácticas culturales entre
las que se encuentran preparación adecuada del suelo, uti-
lización de semillas de buena calidad, manejo de la lámina
de agua, rotación de cultivos, las cuales son válidas para
ambos métodos de siembra, para el caso de la siembra en
secano se agrega intercalamiento de cultivos y uso de culti-
vos de cobertura.
116 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Control químico
Es aquel que se desarrolla mediante la utilización de her-
bicidas; es el método más eficaz, en su control se incluyen,
además, de las malezas del cultivo, las que se encuentran
en los canales de riego, terraplenes, lomos de los diques, las
cuales constituyen fuente de invasión primaria de malezas y
hospedaje de posible plagas y enfermedades.
Los métodos químicos de control de malezas se usan con
mejores resultados en un sistema de manejo integrado
de malezas en el cual los métodos culturales también son
importantes.
En la Figura 15 se muestra el control de malezas en arroz
por medios químicos, con la utilización de herbicidas selec-
tivos, el cual requiere de menor esfuerzo físico, es de alta
productividad, menos costoso y eficiente; aunque se deben
tomar todas las medidas posibles para reducir su uso, debido
a las afectaciones que provoca al ambiente.
Figura 15. Control químico de malezas en el cultivo del arroz en condicio-
nes de inundación.
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03 Insectos-plaga y enfermedades en
Capítulo
el cultivo de arroz
Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V.
Cun Carrión
Hipólito I. Pérez Iglesias: Ingeniero Agrónomo (1969) Universidad Central de Las Villas, Cuba; Doc-
tor en Ciencias Agrícolas (1983) Academia de Ciencias de Cuba; Investigador Titular (1984-2014)
Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Universidad Técnica
de Machala. Autor de cinco libros y 102 artículos publicados.
Irán Rodríguez Delgado: Ingeniero Agrónomo (1992) Universidad Central de Las Villas, Cuba
Magister en Agricultura Sostenible (2009) Universidad de Cienfuegos, Cuba; Investigador Agre-
gado (2009) Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Uni-
versidad Técnica de Machala. Autor de cuatro libros y 17 artículos publicados.
Jorge V. Cun Carrión: Ingeniero Agrónomo (1998) Universidad Técnica de Machala; Magister
en Agroecología y Agricultura Sostenible (2016); Profesor Titular (2004) Universidad Técnica de
Machala; diplomado en docencia superior (1998) Universidad Técnica de Machala; ha participado
como ponente en eventos nacionales e internacionales.
122 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Daños
Las ninfas y los adultos de la sogata son los estados dañi-
nos, atacan hojas y tallos. El insecto prefiere alimentarse de
plantas jóvenes, causando graves daños. Puede provocar dos
tipos de daños: directos e indirectos (González et al. 2012;
Pérez et al., 2011).
Daño directo
Es producido cuando el insecto realiza perforaciones o inci-
siones con la finalidad de alimentarse u ovipositar; cuando
ocurren ataques severos se produce amarillamiento en las
hojas que progresivamente se tornan de color café, se pre-
senta producción de fumagina (hongo de color negro que
cubre la superficie de la hoja disminuyendo la actividad
fotosintética) y secamiento total de la planta, además, de
retardo en el crecimiento y elongación de las vainas de las
hojas (Pérez et al., 2011).
El daño se presenta al momento de alimentarse el insecto
por las picaduras que ocasiona y cuando realiza la oviposi-
ción (González et al., 2012), esto último conduce a la intro-
ducción de huevos en las plantas (Figura 2).
Figura 2. Adultos del insecto sogata alimentándose de las hojas del arroz
(daño directo).
Daño indirecto
Es realizado mediante la trasmisión del virus, al pasar el
insecto de una planta infestada a otra sana (González et al.,
2012).
Según Pérez et al. (2011) el insecto T. orizicolus es el único
vector capaz de portar y transmitir el VHB. Los síntomas
característicos de la hoja blanca en el arroz difieren según
la variedad y la edad de la planta afectada, los cuales se
observan solamente en hojas que emergen después de la
inoculación del virus, y presentan bandas cloróticas que se
unen posteriormente, hasta que la hoja se torna blanca y con
lesiones típicas de un mosaico (Figura ).
Figura 3. Daño indirecto causado por el VHB inoculado por el T. orizicolus.
Manejo
Para el control de la sogata se emplean dos métodos, el cul-
tural y el químico. En el primero se recomienda realizar la
siembra en la época adecuada, la utilización de variedades
resistentes o tolerantes, la eliminación de residuos de cose-
chas y malezas mediante la quema, con el fin de evitar la
reproducción del insecto. En relación al segundo método no
es recomendable su utilización porque al aplicarse puede
causar muerte de depredadores naturales. Sin embargo,
excepcionalmente, solo se aplicaría si el umbral económico
del daño supera el 30%. Aplicaciones de Diazinon en dosis
de 0,50-0,75 l ha-1, resultan efectivas, especialmente para el
control de este insecto plaga (Paulsrud et al., 2015).
Daños
INIAP (2007) indica que, al transcurrir 30 días después de la
germinación, se debe realizar un monitoreo que indique el
estado de la plantación; si se observan despigmentación y
torceduras en las puntas de las hojas, significa que la mosca
minadora está presente (Figura 4).
Figura 4. Ataque de la mosca minadora del arroz. Obsérvese la torcedura y
la decoloración de la punta de la hoja.
Manejo
Con relación al manejo de H. wirthi exsisten contradiccio-
nes en los reportes de diferentes investigadores. Morales et
al. (2010), señalan que el ejoramiento genético y especial-
mente, el manejo integrado como la mejor forma de ombate
del insecto. La aplicación de insecticidas, sobre todo los no
selectivos como el diazinon, son negativos para elcombate
de esta plaga. Mientras Martínez et al. (2006) plantean que
H. wirthi arriba a las zonas arroceras de manera inesperada,
y el mejor método para su manejo es mediante el uso de
insecticidas, con los que se han obtenido excelentes resulta-
dos. Entre los productos más eficientes se encuentra el Dia-
zinon en dosis de 0,50-0,75 l ha-1, el cual es muy efectivo.
128 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Gusano cogollero
Martínez et al. (2015) indican que, aunque el gusano cogo-
llero (Spodoptera frugiperda J. E Smith), es una plaga que
ataca especialmente al cultivo del maíz, también causa
daños considerables en plantaciones jóvenes de arroz.
Insectos-plaga y enfermedades en el cultivo de arroz 129
Daños
Se considera que en la etapa de larvas atacan principalmente
a las hojas. Al pasar a su segunda etapa o estadio, se mani-
fiestan daños en el cogollo. Las etapas finales llegan a cau-
sar un impacto grave cuando la temperatura del ambiente
alcanza unos 30ºC, ya que las larvas llegan a alimentarse de
nervaduras, tallos (Figura 5) y hasta perforan la planta (Mar-
tínez et al., 2015).
Figura 5. Gusano cogollero atacando una plantación joven de arroz.
Manejo
Castillo (2013) reporta que el control para S. frugiperda se
puede realizar con insecticidas cuando se encuentre en su
estado de larva y las plantas se encuentren en los primeros
estadios de desarrollo; después de un mayor crecimiento
llega a complicarse, la plaga se introduce en el interior de la
planta de modo que no es afectado por el producto.
Vilaseca et al. (2008) encontraron efectividad con el empleo
de controles biológicos, donde depredadores correspondien-
tes al orden Odonata, influyen de manera directa sobre la
abundancia de adultos de S. frugiperda en los márgenes de
áreas arroceras cercanas a plantaciones de palma de aceite y
130 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Chinche negra
Según Riffel et al. (2010), la chinche negra (Tibraca limbati-
ventris Stal.) ataca principalmente en su mayor porcentaje a
la planta, provocando heridas en el tallo y en varias zonas de
la planta.
Menegaz et al. (2012) señalan que esta plaga potencial-
mente ataca al cultivo del arroz, desde los países de Amé-
rica Central hasta algunos países de América del Sur incluido
Ecuador. En la Figura 6 se observan adultos de la chinche
negra en su ataque al tallo y las hojas del arroz.
Figura 6. Adultos de chinche negra cuando atacan las hojas y tallos del arroz.
Daños
Ravelo (2007) afirma que, aunque el daño es moderado,
el ataque de la plaga ha ido en incremento en los últimos
años, manifestándose en el cultivo a partir de los 30 días des-
pués de la germinación. Los daños son provocados por la
alimentación del insecto en sus estados de ninfa y adulto. El
insecto sube por el tallo, debilitando a la planta de arroz. Al
momento de su reproducción llega hasta la parte superior,
donde sale la panícula esto produce que el llenado de gra-
nos no sea eficiente en su totalidad, muchos quedan vacíos,
causando bajos rendimientos al momento de la cosecha.
Por su parte, Quintela et al. (2013) afirman que esta plaga
puede llegar a causar pérdidas económicas hasta del 80%
en rendimiento del cultivo por daños como perforación del
tallo, antes y después de la floración y en el desarrollo de la
panícula, al momento del llenado del grano.
Manejo
Arias (s/f) recomienda utilizar los controles biológicos en pri-
mera instancia. Telenomus sp. y avispas pertenecientes a la
familia Pteromalidae parasitan con efectividad huevecillos
de T. limbativentris, en plantaciones de arroz; sin embargo
Kruger (2014) plantea que esta plaga es controlada usual-
mente mediante aplicaciones de insecticidas, lo cual se rea-
liza cuando existe un previo monitoreo de 40 a 50 días, que
nos indique si el daño provocado por el insecto sobrepasa
el umbral económico de 30% de su valor, establecido en la
población total; si ocurre así, entonces se realiza la aplicación
del insecticida Diazinon en concentraciones de 0,50 a 0,75
l ha-1.
Chinche vaneadora
Vivas y Notz (2009) argumentan que la chinche vaneadora
(Oebalus insularis spp.) perteneciente a la familia Pentato-
midae, ha llegado a convertirse en una plaga que ocasiona
severos daños al cultivo del arroz, ya que puede generar pér-
132 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Manejo
Para el manejo del chinche O. insularis, se utilizan tres méto-
dos muy sencillos de aplicar. Se ha demostrado que la cepa
Niña Bonita de Metarhizium anisopliae logra un control del
96% sobre O. insularis a los 10 días posteriores a la aplica-
ción del hongo entomopatógeno; aunque con otras cepas
del mismo hongo se han obtenido resultados similares. El
método cultural, que consiste en eliminar residuos de cose-
chas y malezas donde se pueda hospedar el insecto, lo cual
provocaría que el insecto no disponga de lugares de repro-
ducción, y por consiguiente influye en la disminución de su
nivel poblacional; la otra forma de control es por aplicacio-
nes de insecticidas, que se realiza cuando el nivel de daño es
alto y sobrepasa el umbral económico del 30% de la pobla-
ción. Aplicaciones del producto químico Diazinon a razón de
0,50–0,75 l ha-1 son efectivas. (EcuRed, 2017).
Caracol manzana
Las especies pertenecientes al género Pomacea (caracoles
manzana) son moluscos gasterópodos de la familia Ampu-
llariidae, que representan en su mayoría importantes plagas
invasoras. Su biología y etología la hacen muy peligrosa, no
sólo por los daños que ocasiona en el cultivo del arroz, sino
por el riesgo medioambiental que supone para los hábitats
naturales donde se instala.
Es una especie herbívora muy voraz que se alimenta de
numerosas especies de plantas acuáticas de fácil digestión.
Realiza las puestas fuera del agua, en masas compactas
sobre superficies duras o vegetación acuática. Los huevos
son de color rosa-rojizo brillante y con el tiempo, adquieren
un tono blanquecino. El tamaño de las puestas suele osci-
lar entre 300-800 huevos, aunque pueden llegar a superar
los 2000 (Figura 9). Los huevos eclosionan a los 15 días y las
crías presentan el mismo aspecto que el adulto, pero con
134 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Manejo
Existen diversas formas de controlar el caracol manzana
entre las que se destacan el control biológico y los métodos
culturales.
Control biológico
Según AGROCLIDAD, en Ecuador no se presentan depreda-
dores del caracol manzana, que de forma natural jueguen
un rol significativo en la regulación de la población de esta
plaga, aunque el gavilán caracolero (Rostrhamus sociabi-
lis, Vieillot, 1817), se ha constituido un predador. Presenta un
pico largo, delgado y en forma de gancho adaptado para la
extracción de caracoles (Figura 11), por lo que se recomienda
evitar su caza (INIAP, 2007).
136 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Control cultural
Los controles culturales más efectivos para el caracol man-
zana son:
Recolección manual de caracoles y huevos: recolección de
forma manual y destrucción de caracoles y sus huevos aplas-
tándolos con los pies o con un mazo de madera, otra forma de
destrucción es colocarlos en un recipiente de metal y prender-
les fuego con la ayuda de un combustible; es la manera más
efectiva para reducir el número de caracoles a pesar de la gran
cantidad de mano de obra requerida para esta labor (Figura 12).
Figura 12. Recolección manual de huevos y adultos de P. canaliculata.
Síntomas
Unas de las características más importantes del virus de la
hoja blanca son líneas en forma de bandas en posición lon-
gitudinal de color blanco, que se encuentran alineadas a la
nervadura central de la hoja y pueden exponerse como un
mosaico típico. Otros síntomas son: ocasiona enanismo en
las plantas; el poco desarrollo origina que las panículas sean
de menor tamaño, además produce esterilidad en las mis-
mas (Figura 13).
Figura 13. Síntomas del virus de la hoja blanca (VHB) en el cultivo del arroz.
Manejo
Entre las medidas que recomienda el Instituto Nacional de
Investigaciones Agropecuarias del Ecuador (INIAP) para el
manejo del virus de la hoja blanca está el uso de varieda-
des tolerantes, tanto al insecto trasmisor como a la enferme-
dad. El tipo de materiales introducidos por el INIAP (2007)
poseen propiedades de resistencia al daño que puede pro-
ducir la sogata.
El INIAP evalúa la tolerancia al virus de hoja blanca en con-
diciones de infección natural en los diferentes sectores que
producen arroz en el país y se encuentra en condiciones de
recomendar a los agricultores materiales que tengan carac-
terísticas de resistencia a la enfermedad y al vector. La varie-
dad INIAP–11 presenta un mayor índice de tolerancia hacia el
virus de la hoja blanca (INIAP, 2007).
Otras formas de control consisten en la eliminación opor-
tuna de las malezas, ya que son hospederas del insecto vec-
tor. También ayuda a la reducción de las poblaciones, la des-
trucción de los residuos de cosecha.
Quemazón o brusone
La quemazón o brusone es uno de los trastornos fitopaló-
gicos más devastadores en el cultivo de arroz. Se desarrolla
en casi todas las regiones arroceras a nivel mundial (Mekwa-
tanakarn et al., 2000). Pantoja et al. (1997) confirman que
los hongos Pyricularia grisea Sacc., y Pyricularia oryzae Cav.,
son causantes de la quemazón o brusone, una de las enfer-
medades fungosas más importantes en las zonas arroceras
del Ecuador. La severidad de los síntomas, la fase de desarro-
llo en que el cultivar es afectado, los materiales sembrados y
el manejo, tienen alta influencia sobre las pérdidas causadas
por esta enfermedad.
Es importante tener en cuenta que uno de los factores para
que se desarrolle esta afección son las condiciones climá-
ticas; se puede de cierta forma pronosticar la aparición de
esta enfermedad cuando se registran temperaturas entre los
140 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Síntomas
El patógeno se presenta en todas las partes aéreas de la
planta de arroz (hojas, tallo, panícula) acentuándose en el
cuello de la espiga. Inicialmente se presentan lesiones que
varían desde pequeños puntos color café hasta llegar a for-
mas romboides o diamante de color gris rodeado de una
zona de color más claro y de bordes amarillo-anaranjado
que lindera con el tejido que se encuentra normal o sano.
Este contagio afecta el cuello de las hojas.
Esta enfermedad puede afectar en cualquier etapa y fase
del cultivo. Cuando el ataque es muy fuerte, puede obser-
varse desde la etapa de semillero, también durante el
macollamiento y cuando inicia la etapa de floración, en esta
última produce un vaneamiento del grano y por ende un
bajo rendimiento en la cosecha (Figura 14).
Figura 14. Daños producidos por P. oryzae en el cultivo del arroz.
Manejo
Se debe priorizar la utilización de variedades resistentes. En
Ecuador la INIAP 17 es una variedad tolerante a: Pyricularia
grisea y a otras enfermedades como: Saroclaudium orizae,
manchado del grano, Rhizoctonia solani, virus de la hoja
blanca, es resistente al acame y posee buena calidad del
grano; su precocidad permite obtener hasta tres cosechas
anuales en siembra directa con un rendimiento entre 6,2 y
10,0 t/ha/cosecha en condiciones de riego (Andrade et al.,
2010). En estudios realizados sobre la severidad de la que-
mazón en germoplasma de arroz F1 en la zona central del
litoral ecuatoriano, Garcés et al. (2012) reportan como mate-
riales sobresalientes en cuanto a su comportamiento a la
resistencia a Pyricularia, a las variedades INIAP-16, INIAP-14-
7, CC04-9, Caluma y la CC-05-27. Otras variedades como:
INIAP 7, INIAP 415, INIAP 11 y INIAP 12 han sido reportadas
como resistentes a Pyricularia y la INIAP 16 como tolerante
(Ampuero S/F).
El uso de fungicidas debe ser la última opción y con estric-
tas medidas de aplicación, por los daños que pueden gene-
rar en el agroecosistema ya que se conoce que no son amiga-
bles con el ambiente. Variedades liberadas como resistentes,
tienen la particularidad de exhibir altos niveles de suscep-
tibilidad después de algunos años (Mekwatanakarn et al.,
2000).
Se deben tomar en cuenta otras prácticas que son muy
importantes para reducir la afectación de esta enfermedad,
entre las que se pueden mencionar: manejo de la lámina de
agua, realizar una balanceada fertilización de acuerdo con
los requerimientos de la planta, fertilidad del suelo, densi-
dad de siembra, época de siembra y la elección del material
a plantar.
142 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Pudrición de la vaina
La afección de la pudrición de la vaina es producida por el
agente causal Sarocladium oryzae Sawada/Gams y Hawks;
es un problema esporádico en el cultivo del arroz y ha sido
reportado en los países productores de todo el mundo, ade-
más se informó que este tipo de organismo produce com-
puestos fitotóxicos que han sido aislados para su respectivo
estudio (Nandakumar et al., 2007).
Carbonell et al. (2001), reportan que esta enfermedad fue
puntualizada por Sawada por primera vez en el año de 1992
en Taiwán. Este hongo sobrevive en los desechos de las cose-
chas y puede ser trasmitido por la semilla al momento de
realizar las siembras. Algunas malezas sirven de hospederos,
por tanto, el control de malezas es importante para disminuir
las infestaciones de este hongo.
Si el cultivo es severamente afectado, las pérdidas pueden
alcanzar el 85%; la mayoría de las variedades de arroz son
susceptibles a S. oryzae, el cual se ha convertido en una seria
amenaza para la producción de esta gramínea en todos los
países productores de arroz (Ayyadurai et al., 2005).
Síntomas
El síntoma más característico de pudrición de la vaina son
lesiones en las hojas superiores enfocándose sobre todo en
la hoja bandera; estas lesiones tienen una coloración gris en
el centro y hacia el exterior de color café, de forma ovalada, a
medida que la enfermedad progresa, las lesiones se agran-
dan y se unen. Cuando la infección aparece en etapa tem-
prana de desarrollo y de forma severa, la panícula no emerge,
o lo hace parcialmente y en ocasiones se pudre. Otros de los
síntomas característicos asociados a esta enfermedad son la
esterilidad y vaneamiento de los granos (Figura 15).
Insectos-plaga y enfermedades en el cultivo de arroz 143
Epidemiología
El micelio de Sarocladium tiene la capacidad de poder
sobrevivir en los residuos de cosecha, en las semillas y en
cierto grupo de malezas que sirven de hospederos al hongo.
Este patógeno se introduce por las estomas y lesiones pro-
vocados por insectos-plaga, en especial por heridas produci-
das por los ácaros. Además, los barrenadores del tallo y cier-
tas chinches contribuyen al desarrollo de esta enfermedad.
Otros factores como altas densidades de siembra, altos por-
centajes de humedad relativa y temperaturas entre los 20 y
25ºC, favorecen la proliferación del patógeno.
144 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Manejo
Para tratar de disminuir los daños ocasionados por la enfer-
medad de la pudrición de la vaina se recomienda:
• Utilizar líneas que tengan nivel de tolerancia a esta afec-
ción como: INIAP 17 y INIAP. FL 1480 Cristalino, es resis-
tente a varias plagas y enfermedades como la pudrición
de la vaina, manchado del grano, quemazón y sogata (El
Telégrafo 2016).
• Usar semilla certificada, sana y desinfectada.
•
Realizar un apropiado manejo cultural y eliminar los
residuos de cosecha, ya que se reporta como una de las
principales causas de trasmisión de la enfermedad.
• Garantizar un balance nutricional de acuerdo con los
requerimientos del cultivo.
• Lograr adecuada densidad de siembra.
• Mantener un buen control de insectos plagas.
Insectos-plaga y enfermedades en el cultivo de arroz 145
Síntomas
El daño ocasionado por este complejo de patógenos puede
aparecer sobre las glumas y sobre el endospermo. Sobre las
glumas, las afectaciones varían desde lesiones muy peque-
ñas hasta el revestimiento total de las mismas, siendo su
coloración marrón. Esta aparición de los granos manchados
causa un bajo rendimiento en las cosechas y la afectación
principal es la pérdida de la calidad del grano, ya que se
rompen fácilmente durante el proceso de pilado (Figura 16).
Figura 16. Granos atacados por complejos de hongos y bacterias.
Manejo
Para minimizar la afectación de esta enfermedad en el cul-
tivo del arroz se recomienda realizar una apropiada aplica-
ción de fertilizante a base de nitrógeno y un oportuno con-
trol de los insectos-plaga (chinches y chupadores).
Insectos-plaga y enfermedades en el cultivo de arroz 147
Pudrición negra
El hongo Gaeumannomyces graminis var. Graminis
(GGG) causa la pudrición negra del pie de la planta, la cual se
reportó por primera vez en el cultivo de arroz en condiciones
de secano y más tarde en el arroz de riego en Brasil (Peixoto
et al., 2013). G. graminis es un ascomiceto que vive en el
suelo, es el agente causal de esta enfermedad en cereales
y gramíneas en todo el mundo. El hongo coloniza las raíces
de las plantas susceptibles y produce síntomas como retraso
del crecimiento, raíces reducidas y ennegrecidas, además la
maduración precoz del grano (Rachdawong et al., 2002).
Vivas (2012) confirma que este trastorno patológico ha sido
registrado en parcelas arroceras en las provincias del Gua-
yas, El Oro, Los Ríos y Manabí. Este agente patógeno puede
sobrevivir en residuos de plantas infectadas y se disemina
primordialmente por el suelo por medio de las máquinas
agrícolas. En los campos que presentan insuficiencias nutri-
cionales es más frecuente la incidencia de esta enfermedad.
Síntomas
Las plantas atacadas por la pudrición negra son de menor
tamaño, las espigas son blancas, estériles, cloróticas o con
vaneamiento en los granos. Los síntomas son de coloracio-
nes oscuras en los entrenudos y muerte de las vainas foliares,
algo característico es la formación de raíces adventicias, en
los tallos afectados por este hongo se observa el signo de la
enfermedad, que son puntuaciones de tonalidades oscuras.
Las raíces alcanzan un tono marrón oscuro a negro brillante
con lesiones y secamientos, a veces se confunden con lesio-
nes producidas por sales acumuladas en el suelo (Figura 17).
148 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Manejo
Las prácticas apropiadas para el manejo de la enfermedad
son:
• Realizar la destrucción de los desechos de la cosecha,
mediante la quema para evitar la diseminación del
hongo.
• Hacer una buena y oportuna limpieza y desinfección de
la maquinaria agrícola.
• Rotación del cultivo con especias de plantas de ciclo
corto de la familia de las fabáceas por seis meses como
mínimo.
• Desinfectar el material de siembra.
Las firmas productoras de agroquímicos como: Bayer y Syn-
genta, ofertan una amplia gama de fungicidas que se utilizan
en la desinfección tradicional de las semillas de arroz, utiliza-
das como material de siembra. Investigadores cubanos han
desarrollado un nuevo método de desinfección de las semi-
llas de arroz eficiente, que podría ser utilizado desde el punto
de vista práctico, el cual consiste en sumergir las semillas en
Insectos-plaga y enfermedades en el cultivo de arroz 149
Tizón de la vaina
Rhizoctonia solani Kühn es el organismo causal del tizón de
la vaina. Es una de las enfermedades económicamente más
importantes del cultivo del arroz en todo el mundo y afecta
gravemente los índices de rendimiento y la calidad (Sayler
y Yang, 2007). Según Moquete (2011), este patógeno tiene
distribución cosmopolita propia de los suelos, se encuentra
favorecido por altas densidades de siembra y por el exceso
de fertilizantes nitrogenados. La principal fuente de infec-
ción es por restos de la cosecha, también existen especies
de malezas hospederas que mantienen vivas las fuentes de
inóculo, por ejemplo: Echinochloa colona.
Las condiciones para que se desarrolle la enfermedad son,
temperatura que oscilen entre 28-32°C y con una humedad
relativa superior al 90%; bajo estas condiciones, la infección
puede llegar a completarse en 18 a 20 horas, ya que este
agente patógeno requiere de por lo menos un período de
incubación de 7 a 10 días para que el tejido se contagie con
la enfermedad.
Síntomas
R. solani produce una toxina que reproduce todos los sínto-
mas de la afección. Esta toxina ha sido parcialmente purifi-
cada, se trata de un hidrato de carbono que contiene glu-
cosa, manosa, N-acetilgalactosamina, y N-acetilglucosamin.
La toxina fue detectada en hojas atacadas por la enferme-
dad. Variedades de arroz que se sometieron a estudios fue-
ron susceptibles al patógeno y sensible a la toxina (Vidhyase-
karan et al., 1997).
Es complicado identificar al agente patógeno en la fase
temprana de la infección como para poder cuantificar con
precisión el desarrollo de este organismo fungoso sobre la
base del reconocimiento visual (Sayler y Yang, 2007).
150 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Jorge V. Cun Carrión
Manejo
Para reducir los inconvenientes producidos por Rhizoctonia
se aconseja:
• Usar semilla certificada y tratada.
• Sembrar densidades apropiadas de plantas.
• Realizar una fertilización balanceada.
• Quemar los restos de cosecha, e incorporarlos profunda-
mente en el suelo.
• Mantener baja la lámina de agua para impedir futuras
infecciones.
• Realizar control químico en última instancia
En investigaciones realizadas en Venezuela por Rodríguez et
al. (2001), se encontró que una sola aplicación del fungicida
fenbuconazole (125 g/ha) o de la mezcla de propiconazole+-
difenoconazole (75+75 g/ha) puede ser empleada para un
control eficaz del añublo de la vaina del arroz. Así mismo,
dos aplicaciones de citrex (750 ml/ha) ayudaron a reducir
la enfermedad, aunque esto representa un aumento en los
costos de aplicación a la vez que este producto efectuó un
control menos eficaz que los fungicidas anteriores.
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04 Cosecha, postcosecha y
Capítulo
comercialización del arroz
en Ecuador
Hipólito I. Pérez Iglesias, Irán Rodríguez Delgado;
Rigoberto M. García Batista
Cosecha de arroz
La cosecha de arroz es la última operación correspondiente
al proceso de producción que se realiza en el campo y con-
siste en recoger las semillas presentes en la panícula de la
planta; debe realizarse en el momento óptimo en relación
con la madurez fisiológica del grano y con las menores pér-
didas en cosecha posibles (Iturricha y Vaca, 2005).
El momento óptimo de cosecha se determina mediante la
observación de algunas consideraciones:
1. Comenzar la cosecha cuando las semillas se desgranan
con facilidad al presionar la panícula con las manos.
Hipólito I. Pérez Iglesias: Ingeniero Agrónomo (1969) Universidad Central de Las Villas, Cuba; Doc-
tor en Ciencias Agrícolas (1983) Academia de Ciencias de Cuba; Investigador Titular (1984-2014)
Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Universidad Técnica
de Machala. Autor de cinco libros y 102 artículos publicados.
Irán Rodríguez Delgado: Ingeniero Agrónomo (1992) Universidad Central de Las Villas, Cuba
Magister en Agricultura Sostenible (2009) Universidad de Cienfuegos, Cuba; Investigador Agre-
gado (2009) Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Uni-
versidad Técnica de Machala. Autor de cuatro libros y 17 artículos publicados.
Rigoberto M. García Batista: Ingeniero Agrónomo (1983) Universidad Central de Las Villas, Cuba;
Doctor en Ciencias Agrícolas (1999) Universidad Agraria de La Habana, Cuba; Profesor Investigador
titular Principal I (2015) Universidad Técnica de Machala; Profesor de la Universidad Metropolitana
de Ecuador (2013); autor de 50 artículos científicos publicados en revistas.
Cosecha, postcosecha y comercialización del arroz en Ecuador 165
Manual
La cosecha manual se realiza en pequeñas plantaciones o
cuando el acceso de la maquinaria es difícil o no es rentable. Se
utiliza como herramienta la hoz y, una vez cortada la planta, se
depositan en pequeñas cantidades en el suelo (Figura 1), para
su posterior acarreo y trilla, la cual se efectúa a mano (aporreo)
con una productividad de 2 a 3 qq/jornal. Es importante que
el suelo se encuentre lo más seco posible, condición que favo-
rece el corte y la productividad en el trabajo.
Figura 1. Corte de arroz de forma manual con la utilización de la hoz.
Cosecha semi-mecanizada
El corte se realiza de forma manual y la trilla de forma meca-
nizada, mediante la utilización de trilladoras estacionarias
(Figura 2) de una productividad de 60 a 100 qq/día. La limi-
tante es el corte de las plantas y acarreo de los manojos con
las espigas a la trilladora, aunque es altamente productivo
comparado con la trilla efectuada a mano.
Figura 2. Agricultores utilizando trilladora mecánica estacionaria para des-
prender los granos de la panícula en Filipinas.
Cosecha mecánica
Mediante la utilización de máquinas cosechadoras autopro-
pulsadas se efectúa el corte, recolección y trilla de la semilla
de arroz, con rendimientos de 60 a 100 qq por hora (Figura
3). La mayoría del arroz producido en Ecuador se cosecha
con el empleo de este método (DICTA, 2003).
Figura 3. Máquina cosechadora de arroz en plena jornada de trabajo en la
zona de Santa Lucia (Guayas).
1. Corte y alimentación
El mecanismo corta y recolecta el material y posteriormente
envía al separador de la cosechadora (conocido como cabe-
zal), el cual dispone de dos tipos de molinetes para cuando
se recolectan plantas bajo condiciones diferentes:
a) Molinete de paletas: éstas efectúan movimiento giratorio
contrario a la dirección de la cosecha y retienen las plantas
mientras se realiza el corte.
b) Molinete recolector: formado por varias varillas que reco-
lectan las plantas acamadas por el viento, o enredadas y
dobladas
Cuando se efectúa cosecha con plantas acamadas, la altura
del molinete debe ser lo más baja posible, que permita que
las varillas puedan levantar el material y entregárselo a la
barra de corte (Figura 5). La posición delantera del molinete
Cosecha, postcosecha y comercialización del arroz en Ecuador 169
2. Trilla
La parte más importante de cualquier cosechadora es la sec-
ción trilladora. Efectuar la trilla significa sacudir y separar el
grano de la panícula. En la sección trilladora, más del 90%
del grano es separado de su panícula. Es un área vital en la
operación de la cosechadora, que posibilita realizar una trilla
adecuada. (Figura 6).
Existen básicamente dos tipos de cilindros trilladores:
1. Cilindros de barras trilladoras.
2. Cilindros de dientes rígidos.
170 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Rigoberto García Batista
3. Separación
El 90% del grano es separado en el cilindro y el 10% por
el batidor, la parrilla de varillas y los sacapajas. El batidor se
encuentra situado directamente detrás y, por lo general, lige-
ramente arriba del cilindro trillador; su diámetro es pequeño
y presenta el mismo ancho del cilindro. Sus funciones son
disminuir el paso del material proveniente del cilindro y des-
viar el material hacia abajo en la parte delantera de los saca-
pajas.
Segunda cosecha
En áreas donde se cuenta con un sistema de riego o el
terreno permanece con adecuada humedad después de la
cosecha principal, el cultivo de arroz al presentar capacidad
de rebrote, y mediante atenciones culturales como control
de malezas y fertilización, se puede efectuar una segunda
cosecha a los 60-70 días. Para ello, es recomendable cose-
char los tallos de la primera cosecha a una altura de 12-15 cm
y con el menor daño posible (DICTA, 2003).
Proceso industrial
En el proceso industrial del grano de arroz se realizan las
operaciones:
1. Descascarado del grano de arroz.
2. Blanqueo y pulido del grano.
3. Clasificación del grano.
En la Figura 10 se muestra el flujo básico que se realiza en
el procesamiento industrial del grano de arroz, en el cual
primeramente se introduce en la tolva de recepcion, para
posteriormente introducirlo en las máquinas que efectuan
la prelimpieza del grano, para después ser deshidratado y
secado hasta el 10% de humedad, de donde es enviado a
máquinas de limpieza que extraen los residuos que puedan
quedar y finalmente se almacena en depósitos con las con-
diciones adecuadas (Cubillos y Barrero, 2010).
176 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Rigoberto García Batista
Almacenamiento
Este es el último paso del proceso de acondicionamiento
consiste en depositar los granos con la humedad requerida
(12-13%) en los silos de almacenaje, con la finalidad de pre-
servar el grano con calidad óptima para su comercialización.
Para el almacenamiento del arroz se deben utilizar bolsas del
tipo poroso o permeables, ya sean de yute, papel multi-ho-
jas o polipropileno trenzado (son las más utilizadas por su
bajo costo, fácil manipulación y durabilidad), las que permi-
ten efectuar cambios de humedad con el ambiente, debien-
dose utilizar en periodos de hasta un año como máximo en
climas no muy húmedos. Las bolsas son apiladas dentro del
almacén (Figura 11), sobre tarimas de madera de 8 a 10 cm de
altura y nunca de forma directa en el piso, para evitar la con-
densación de la humedad. La madera actúa como aislante
térmico y facilita la ventilación en la base del apilado. La dis-
tancia mínima entre apilados es de 0,6 a 2 m, a 0,8 m de la
pared, 1,5 m del techo y de 2-3 m de ancho en los pasillos o
corredores centrales. No es recomendable realizar apilados
con más de 5 m (Iturricha & Vaca, 2005).
178 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Rigoberto García Batista
Tipo de grano
Se clasifica en función de las dimensiones de sus ejes princi-
pales, longitudinal y transversal y de la relación entre ambos.
Se identifican con estos parámetros el grano tipo largo fino,
largo ancho, mediano y corto. Las características son señala-
das en la Tabla 1.
Tabla 1. Longitud, ancho y relación largo-ancho del grano de arroz comer-
cial en mm:
Atributos
Cultura oriental: pegajosidad en el paladar, sabor o dulzor,
textura dura al masticar, brillo, blancura.
Cultura occidental: seco, textura gomosa al masticar, mayor
absorción de agua, blancura, tolerancia a la sobre cocción.
La calidad culinaria del arroz se encuentra determinada
por la apariencia del grano, tiempo de cocción y la con-
sistencia del arroz después de cocido, condiciones que se
encuentran directamente afectados por factores genéti-
cos y ambientales y por características físico-químicas tales
como temperatura de gelatinización, contenido de amilosa
y consistencia de gel.
El almidón es el principal componente del arroz pulido y
representa aproximadamente el 90% de su peso seco; está
formado por dos fracciones: la amilosa y la amilopectina. La
relación amilosa/amilopectina constituye un factor determi-
nante de la calidad culinaria y comestible del arroz moli-
nado (Martínez y Cuevas, 1989; Ávila, 2001).
De los componentes que tienen que ver con la calidad culi-
naria, el contenido de amilosa es el más importante, debido
a que determina la textura del arroz después de cocido. El
contenido de amilosa influye bastante en las características
de cocción del arroz molinado.
182 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; Rigoberto García Batista
Comercio exterior
En lo que respecta a la comercialización internacional, las
exportaciones de arroz se destinan en mayor grado a Colom-
bia y Venezuela; este es un dato muy variable y depende
mucho de los volúmenes de producción, aunque Ecuador
dedica su producción de arroz fundamentalmente para
cubrir el consumo nacional.
El acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Ecua-
dor, que entró en vigor el 1 de enero de 2017 con carácter
provisional, permite a la UE importar anualmente 5.000
toneladas de semillas de arroz con cáscara, según fuentes
locales. La cuota se mantendrá sin cambios durante cinco
años y se revisará después de este plazo.
Ecuador ha ganado un contrato para exportar 80.000
toneladas de arroz al año a Colombia, según informó el
periódico El Telégrafo en mayo 15 de 2017.
El precio del quintal para las provincias generalmente no
es el mismo, Guayas comercializó el quintal de arroz a un
precio de venta de $31,0 (precio oficial), Manabí comercializó
su producción en $28,0 y Los Ríos a $29,0. El promedio de
$26,6 el qq varía de un año a otro y dentro del mismo año
para cada provincia.
183
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05 Taxonomía, morfología y
Capítulo
manejo agronómico del
cultivo de yuca
Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado
Importancia de la yuca
La yuca es la cuarta fuente de calorías, después del arroz, la
caña de azúcar y el maíz. Es una raíz rústica que constituye
un alimento básico para muchas familias campesinas de
escasos recursos, utilizada desde la época de los aborígenes,
mucho antes de la llegada de los españoles. Es originaria de
Sur América y se emplea desde antes de la Colonia como
parte de la alimentación de las tribus (Suárez y Mederos,
2011).
Es una raíz de forma alargada cubierta por una cáscara
áspera de color rosado/café; o beige; su densa y fibrosa pulpa
es de color blanco, crema o amarillo y constituye la parte
comestible en dependencia del cultivar.
Hipólito I. Pérez Iglesias: Ingeniero Agrónomo (1969) Universidad Central de Las Villas, Cuba;
Doctor en Ciencias Agrícolas (1983) Academia de Ciencias de Cuba; Investigador Titular (1984-
2014) Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Universidad
Técnica de Machala. Autor de cinco libros y 102 artículos publicados.
Irán Rodríguez Delgado: Ingeniero Agrónomo (1992) Universidad Central de Las Villas, Cuba
Magister en Agricultura Sostenible (2009) Universidad de Cienfuegos, Cuba; Investigador Agre-
gado (2009) Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Uni-
versidad Técnica de Machala. Autor de cuatro libros y 17 artículos publicados.
Taxonomía, morfología y manejo agronómico del cultivo de yuca 187
300M 25M
toneladas
ha
200M 20M
100M 15M
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
2016
Mundo Mundo
Área cosecha Producción
Yuca Yuca
20M
0
Nigeria
Brasil
Tailandia
Indonesia
República Dem...
Ghana
Angola
India
Viet Nam
Mozambique
Producción
3,10% 2,60%
3,30% Países
Tailandia
3,50% Brasil
Indonesia
Otros (42 países)
Vietnam
87,50%
16,40%
24,30%
Producción nacional
A escala nacional se evidencia una secuencia inestable en el
area cosechada y en la produccion obtenida de yuca (Figura
6), observándose la menor producción en el año 2013, lo
que estuvo condicionado por una disminucion significativa
del rendimiento por unidad de superficie, ya que el área
cosechada aumentó en ese año en relación con el 2012; sin
embargo, en el 2016 se presentó una disminucion en el área
cosechada, cuestion que se asocia con las afectaciones que
provocó el fenómeno ENOS, anomalia que afecto el litoral
ecuatoriano en el periodo lluvioso (FAOSTAT, 2017).
Figura 6. Área cosechada (miles de ha) y producción obtenida (miles de t)
de yuca en Ecuador (periodo 1994-2016). Nota. k=miles.
150k 25k
toneladas
100k 20k
ha
50k 15k
0 10k
1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016
Mundo Mundo
Área cosecha Producción
Yuca Yuca
Zonas de cultivo
En Ecuador se produce en mayor porcentaje por pequeños
agricultores de las estribaciones exteriores de la cordillera,
pie de monte, llanuras tropicales y en todas las provincias
del Ecuador, incluido Galápagos; constituye un cultivo tra-
dicional que se produce en la costa occidental, la Amazo-
nía oriental y los valles interandinos (tales como Loja y Santo
Domingo de los Colorados).
En Manabí se siembra generalmente como cultivo de sub-
sistencia en superficies de 0,25 a 5,0 ha, sin utilizar tecnolo-
gías mejoradas y de preferencia, intercalada con maíz o fréjol.
Importancia
Valor alimenticio
Se caracteriza por ser un alimento nutritivo, rico en energía
ya que contiene un 32,8% de carbohidratos (principalmente
almidón), 100 gramos de yuca aportan 145 kilocalorías
(ECOagricultor, 2017), además contiene fibra, proteína vege-
tal, vitaminas A, B2, B3, B6, B9 o ácido fólico, C, K y minera-
les como el potasio, magnesio, fósforo, calcio, hierro y sodio,
componentes necesarios para una correcta alimentación de
la población.
Usos
Diversos son los usos de la yuca, entre ellos se destacan:
• Alimento para las personas y animales.
• Uso industrial en la producción de almidón y etanol.
• Producción de cosméticos, detergentes y artículos de
limpieza (aumenta la formación y estabilidad de la
espuma y es biodegradable).
• Uso medicinal (alivia las jaquecas, reduce los niveles de
colesterol en sangre y disminuye la hipertensión arterial).
Taxonomía, morfología y manejo agronómico del cultivo de yuca 193
Clasificación taxonómica
La yuca pertenece al reino Vegetal, División Spermatophyta,
Subdivisión Angiospermae y a la Clase Dicotiledoneae. Se
encuentra ubicada en el Orden Euphorbiales, Familia Euphor-
biaceae, Tribu Manihotae a la que pertenece el género Mani-
hot y la Especie Manihot esculenta Krantz (Figura 7), la cual
es la de mayor importancia económica dentro de alrededor
de 180 especies (INIAP, 2014). La yuca se conoce, además,
con otros nombres vulgares como mandioca, guacamota o
casava (ECOagricultor, 2017).
Figura 7. Producto comercial del cultivo de la yuca.
Morfología
La yuca es un arbusto perenne, leñoso, de tamaño variable
y fotoperiodo corto. Es monoica, de ramificación simpodial y
con variaciones en la altura de la planta que oscilan entre 1 y
5 m, aunque la altura máxima generalmente no excede los 3
m (Suárez y Mederos, 2011).
Raíz
Las raíces son fibrosas, sin embargo, una parte de ellas se
engrosan, debido a la acumulación de almidón. Este tipo
de raíz es morfológica y anatómicamente igual a las raíces
fibrosas; la diferencia radica en el cambio de la dirección del
crecimiento, de longitud radial, cuando se inicia la acumula-
ción de almidones (Mederos, 2006).
Si la planta proviene de semilla sexual se desarrolla una
raíz primaria pivotante y varias de segundo orden; si proviene
de estacas, las raíces son adventicias y se forman en la base
inferior cicatrizada de la estaca y las yemas que se encuen-
tran debajo del suelo. El número de estas se determina, en
la mayoría de los casos en la primera etapa de crecimiento
de la planta.
Tallo
Son particularmente importantes en la yuca, pues son el
medio que se utiliza para la multiplicación vegetativa o
asexual de la especie. Porciones lignificadas del tallo, común-
mente llamadas estacas o cangres, sirven como material de
plantación para la producción comercial del cultivo.
El tallo maduro es cilíndrico y su diámetro varía de 2 a 6
cm. Se pueden observar tres colores básicos de tallo maduro:
gris-plateado, morado y amarillo verdoso. Tanto el diámetro
como el color de los tallos varía significativamente con la
edad de la planta y, obviamente, con el cultivar. Los tallos
están formados por la alternación de nudos y entrenudos.
196 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado
Hojas
Las hojas son los órganos en los cuales ocurre, principal-
mente, la fotosíntesis que permite la transformación de la
energía radiante en energía química. Las hojas son caducas,
es decir, envejecen, mueren y se desprenden de la planta
a medida que ésta se desarrolla. El número total de hojas
producidas por la planta, su longevidad y capacidad fotosin-
tética son características varietales, profundamente influidas
por las condiciones ambientales.
Las hojas son simples y están compuestas por la lámina
foliar y el pecíolo. La lámina foliar es palmeada y profunda-
mente lobulada. El número de lóbulos en una hoja es varia-
ble y por lo general impar, oscilando entre 3 y 9. Los lóbu-
los miden entre 4 y 20 cm de longitud y entre 1 a 6 cm de
ancho; los centrales son de mayor tamaño que los laterales.
Taxonomía, morfología y manejo agronómico del cultivo de yuca 197
Inflorescencia
La inflorescencia puede ser una panícula, un racimo o una
combinación de los dos. Las flores tienen cinco sépalos y 10
estambres.
Como todas las pertenecientes al género Manihot, la yuca
es una planta monoica, es decir, con flores unisexuales mas-
culinas y femeninas en una bráctea primaria y una brac-
téola, dentro de una misma planta. Aunque no todos los
cultivares florecen, las que lo hacen presentan protoginia,
lo cual favorece la exogamia, de ahí su alta tasa de heterosis.
La estructura básica del arreglo de las flores es el racimo, las
flores femeninas ocupan las posiciones basales y las mascu-
linas las distales. Estas últimas son más pequeñas y general-
mente más numerosas que las femeninas.
Las inflorescencias se forman a partir de yemas en el punto
de inserción de las ramificaciones reproductoras. Ocasional-
mente, éstas se desarrollan a partir de las yemas, en las axilas
de las hojas de la parte superior de la planta.
La flor masculina es esférica, con diámetro de aproxima-
damente 0,5 cm. Presenta un pedicelo recto y muy corto,
mientras que en la flor femenina es más grueso y largo. La
flor femenina es ligeramente más grande que la mascu-
lina, sobre todo en su eje longitudinal. Ambas, no presen-
tan ni cáliz ni corola, sino una estructura indefinida llamada
perianto, compuesto de cinco tépalos (algo intermedio a los
sépalos y pétalos en las flores completas). Los tépalos pue-
den ser amarillos, rojizos o morados. En la Figura 9 se aprecia
la inflorescencia, frutos y semillas de la yuca.
Taxonomía, morfología y manejo agronómico del cultivo de yuca 199
Fruto
El fruto es una cápsula de 1 a 2 cm de diámetro, aristado (seis
aristas longitudinales, estrechas y prominentes), dehiscente
y semicircular.
Al madurar la semilla, el epicarpo y el mesocarpo se secan.
El endocarpo, que es de consistencia leñosa, se abre brusca-
mente cuando el fruto está maduro y seco, para liberar y dis-
persar, a cierta distancia, las semillas (Domínguez et al., 1981).
Semilla
Es el medio de reproducción sexual de la planta. Ésta tiene
un importante papel en el mejoramiento de la especie ya
que se pueden obtener nuevos genotipos genéticamente
superiores. Es ovoide-elipsoidal y mide alrededor de 1 cm de
largo, 6 mm de ancho y 4 mm de espesor. La testa es lisa, de
color negruzco con moteado gris.
200 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado
Cultivares
En Ecuador se cultiva principalmente el clon Valencia (prin-
cipal cultivar de exportación por sus excelentes característi-
cas para el parafinado) y en menor grado los clones Mangi y
Arbolito, utilizadas para el congelado.
A nivel intensivo se siembran clones desarrolladas o reco-
mendadas por el INIAP (Portoviejo 650, Portoviejo 651 y “Tres
meses” para el trópico, Escancela y morada para el Subtrópico).
En Ecuador se ha generalizado el uso del cultivar Valencia
por su alto rendimiento, valor comercial a nivel internacional
y por su adaptabilidad a las condiciones de Santo Domingo
de los Colorados y la región Amazónica, aunque es suscepti-
ble a la sarna o súper alargamiento (Sphaceloma manihoti-
cola Bitanc. y Jenkins, 1951).
La yuca es una excelente fuente de calorías, aunque care-
cen de proteínas y vitaminas; sin embargo, las hojas de la
yuca contienen abundantes vitaminas A y B y pueden ser
parte importante de un régimen alimenticio nutritivo y bien
equilibrado.
La yuca es un cultivo tolerante a la sequía, a las plagas, se
siembra y cosecha en varias épocas del año; se utiliza en la
industria, y en la alimentación humana y de animales.
En el país los cultivares se agrupan en negras (las mejora-
das INIAP Portoviejo 650 e INIAP Portoviejo 651, las locales
Tres meses o Prieta, Escancela, Morada, Mulata, Quevedeña
y otras), blancas (Taureña, Espada, Blanca) y amarillas (Yema
de Huevo, Crema, Amarilla), las cuales se diferencian por el
color de las hojas, tallos, raíces, desarrollo, ciclo, rendimiento
y resistencia a plagas y enfermedades; todas se clasifican
como yuca dulce, y se utilizan para el consumo en fresco o
procesada. Es importante indicar que los genotipos agrupa-
dos dentro de las negras (cáscara color café oscuro o marrón
oscuro y pulpa blanca) presentan los mejores rendimien-
tos y mayor resistencia al deterioro fisiológico y microbial
teniendo preferencia en los mercados nacionales e interna-
cionales (Muñoz, 2010).
Taxonomía, morfología y manejo agronómico del cultivo de yuca 201
Requerimientos edafoclimáticos
La yuca no es un cultivo exigente en cuanto a los factores
edafoclimáticos para su crecimiento y desarrollo, ya que se
cultiva tanto en el trópico como en la zona subtropical. En la
Tabla 1 se muestran los requerimientos edafoclimáticos para
el cultivo de la yuca, según Zotyen (2002).
Tabla 1. Requerimientos edafoclimáticos del cultivo de la yuca.
Agroecológicos
Clima Trópico y sub trópico cálido
Suelos
La yuca se adapta a una diversidad de suelos. Los mejores
suelos para este cultivo son los de clase textural arenosa o
franco arenosa, sueltos friables, no compactados ya que la
parte comestible es la raíz, la cual se desarrolla en el suelo.
Los suelos arcillosos, compactados ofrecen resistencia al cre-
cimiento en grosor y longitud de las raíces reservantes de la
yuca, además, dificultan la cosecha e incrementan las pér-
didas. Los suelos sueltos, bien drenados, ofrecen excelen-
tes condiciones para el desarrollo de este cultivo, además
se facilita la cosecha y disminuyen las pérdidas generadas
cuando se quedan enterradas en el suelo.
Ciclo vegetativo
El ciclo del cultivo es variable en dependencia del cultivar,
puede oscilar entre 8-18 meses. En la Tabla 2 se aprecia la
estrategia de plantación y el ciclo de cosecha de un grupo de
clones comerciales autorizados a plantar en Cuba; a la cual
se le incorporan los clones selección Holguín, Enana Rosada
y Jagüey Dulce, que constituyen ecotipos locales aprobados
para la región oriental del país, en dependencia de su ciclo
de cosecha. La aplicación de este sistema permite obtener
yuca para el consumo durante los 12 meses del año (Suárez
y Mederos 2011).
Tabla 2. Época de plantación y ciclo de cosecha de diferentes clones
comerciales de yuca en Cuba.
Material de plantación
Para la plantación se pueden utilizar tres tipos de materia-
les: esquejes o estacas, plántulas producidas in vitro en labo-
ratorio o plántulas producidas en invernadero (Figura 10).
Figura 10. Material de plantanción donde se muestran esquejes (izquierda),
cultivo in vitro (centro) y plántulas de invernadero (derecha).
Preparación de terreno
La yuca se cultiva en terreno plano, en suelos bien sueltos
para lograr un buen desarrollo de raíces comerciales, por lo
que es necesaria una buena preparación del suelo. Se reco-
mienda hacer una arada, dos pases de rastra, un alomillado;
éste último se debe realizar en caso de que el suelo sea arci-
lloso y compacto, pues se facilita la cosecha y se disminuye
el daño por raíces partidas.
Taxonomía, morfología y manejo agronómico del cultivo de yuca 205
Plantación
El sistema de plantación puede ser mecanizada o manual.
Para la plantación mecanizada se utilizan diferentes tipos de
equipos, los cuales en ocasiones son construidos localmente,
este sistema facilita el trabajo (Aristizábal y Calle, 2015),
mejora la productividad y reduce la mano de obra (Figura 11).
Figura 11. Plantación mecanizada de yuca.
Plantación en plano
La plantación en plano se puede realizar cuando el suelo
tiene buen drenaje y la precipitación no es abundante, o en
lomillos si el suelo es pesado, la precipitación es elevada o si
se ha planeado hacer la cosecha en forma semimecanizada.
Este sistema facilita el desarrollo de las raíces y su cosecha,
además, disminuye la incidencia de la pudrición radical.
Para la plantación en plano se utiliza una distancia entre
calles de 1 m y entre plantas de 0,50-0,60 m, depositando
un esqueje por sitio en el fondo del surco y se tapa con los
pies. Éste método es el de mayor uso por los productores,
206 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado
Plantación inclinada
Este método de plantación consiste en colocar los esquejes
en plano inclinado formando un ángulo de 45º con la super-
ficie del suelo. La estaca o esqueje se sujeta con las manos
y se cubre con suelo dejando una o dos yemas fuera de la
superficie del suelo, es decir, sin enterrar; con los aporques
posteriores se terminan de cubrir la estaca, manteniendo de
esta forma el lomillo. Este sistema de plantación facilita la
cosecha (Figura 13).
Taxonomía, morfología y manejo agronómico del cultivo de yuca 207
A B
Densidad de plantación
La densidad de plantación se encuentra directamente rela-
cionada con el marco de plantación y la fertilidad del suelo,
en sentido general, con estos métodos de plantación se
logra entre 9.000 y 10.000 plantas/ha.
Época de plantación
La yuca se puede sembrar en cualquier periodo en el año,
siempre que se garantice la humedad necesaria para la bro-
tación de las yemas del esqueje o al inicio de las lluvias, ade-
más es importante también considerar otros dos factores
Taxonomía, morfología y manejo agronómico del cultivo de yuca 209
Corte de la estaca
El corte se debe realizar en el aire, lo más uniforme posible
sin dañar las yemas, evitar desgarrar la corteza o astillar el
leño, para lo cual se debe realizar un pequeño corte en el
aire, girar el tallo 180º y realizar el otro corte. En la Figura 17A
se aprecia la preparación de la semilla para la plantación. En
la Figura 17B se muestran estacas listas para la plantación y
se evidencia el corte recto correcto, de 15 a 20 cm de largo y
de 7 a 8 yemas por estaca.
Figura 17. A. Corte de la estaca de yuca para la plantación. B. Estacas prepa-
radas de forma correcta.
A B
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Ávila. Centro de Bioplantas.
213
Capítulo
del cultivo de yuca
Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; María E.
Estrada Martínez
Atenciones culturales
Fertilización
Existe el criterio internacional que la yuca no es muy exigente
en cuanto a la fertilización e incluso que no responde a la
aplicación de fertilizantes. El hecho de que la yuca haya sido
considerada un cultivo de supervivencia en condiciones limi-
tantes, ha estado ligado al criterio de que es poco exigente
a la fertilidad de los suelos cuando en realidad no es así. Los
rendimientos, cuando se planta en suelos pobres desde el
punto de vista nutricional, son excesivamente inferiores a
cuando se cultiva en suelos fértiles (Ortiz et al., 2000).
Hipólito I. Pérez Iglesias: Ingeniero Agrónomo (1969) Universidad Central de Las Villas, Cuba; Doc-
tor en Ciencias Agrícolas (1983) Academia de Ciencias de Cuba; Investigador Titular (1984-2014)
Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Universidad Técnica
de Machala. Autor de cinco libros y 102 artículos publicados.
Irán Rodríguez Delgado: Ingeniero Agrónomo (1992) Universidad Central de Las Villas, Cuba
Magister en Agricultura Sostenible (2009) Universidad de Cienfuegos, Cuba; Investigador Agre-
gado (2009) Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, Cuba; Profesor Titular (2015) Uni-
versidad Técnica de Machala. Autor de cuatro libros y 17 artículos publicados.
María E. Estrada Martínez: Licenciada en Ciencias Biológicas (1982) Universidad de La Habana,
Cuba; Doctora en Ciencias Agrícolas, Universidad Agraria de La Habana (2004); Investigador Titular,
Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar (1983-2013); Docente Investigador, Universidad
Metropolitana del Ecuador (2014) y coordinadora de carrera de dicha Universidad.
Atenciones culturales y cosecha del cultivo de yuca 215
Control de malezas
Después de la plantación es necesario realizar el control de
malezas para evitar la competencia por espacio, luz, agua y
nutrimentos durante los primeros 60 días del cultivo, ya que
causa reducción en los rendimientos de aproximadamente
el 50%. El control de malezas puede realizarse de forma
manual, mecánica o química.
El control manual se utiliza en plantaciones de peque-
ñas extensiones y consiste en deshierbes con implementos
manuales (Figura 1). Se emplean entre 10-15 jornales por ha/
día dependiendo del estado de las malezas, sin embargo, es
necesario realizar varios deshierbes hasta cuando el cultivo
cierre completamente e impida el desarrollo de las male-
zas por la reducción en la entrada de luz. Este método es
utilizado en plantaciones de pequeñas extensiones cuando
existe mano de obra disponible y de bajo costo (Calle, 2002).
Figura 1. Control manual de malezas en una plantación joven de yuca.
Riego y drenaje
El cultivo de la yuca no precisa de abundante humedad para
su normal crecimiento y desarrollo, riegos de supervivencia
son los fundamentales para lograr una eficiente brotación
de las yemas de las estacas plantadas, si no se dispone de
garantía del riego de supervivencia es recomendable reali-
zar la plantación a inicios del periodo lluvioso. Las épocas de
218 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; María Estrada Martínez
Manejo
Para el control es recomendable realizar liberaciones de las
avispas Trichogramma sp. y Telenomus sp. al comienzo de
los meses de precipitaciones. Estas avispas tienen acción al
nivel de los huevos; las mismas ponen sus huevos dentro de
los huevos del gusano de flota, es decir los parasita, y evitan
que nazcan las larvas (Figura 6).
Figura 6. La avispa Trichogramma sp. ovopositando en un huevo del
gusano E. ello.
A B
Ácaros
La yuca es atacada por casi 50 especies de ácaros. De estos
los más importantes son Mononychellus tanajoa, M. progre-
sivus, M. caribbeanae, T. urticae y T. cinnabarinus (Byrne et
al., 1983).
Atacan durante períodos secos donde pueden presentarse
altas poblaciones que producen severos daños, por lo que
debe realizarse revisión periódica de los campos ya que el
ataque se presenta en forma de focos (Bellotti et al., 2010).
Mononychellus ataca las hojas jóvenes que presentan pun-
tos amarillos en el haz semejantes a un mosaico y conducen
a deformación de la lámina foliar. Ataca los puntos de creci-
miento, el ataque asemeja un mosaico. Si el ataque es fuerte
el cogollo pierde el color verde.
Tetranychus ataca primero las hojas maduras de la parte
basal, provocan puntos amarillos a lo largo de las venas que
se tornan rojizas. Las hojas se secan y se caen.
El ataque de estos insectos-plaga desorganiza todo el pro-
ceso de crecimiento de la planta, originan acortamiento de
los nudos y la muerte en los extremos apicales, incluso en toda
la planta. Se observa mayor proliferación en la estación seca.
Atenciones culturales y cosecha del cultivo de yuca 223
Manejo
• Utilizar materiales sanos en la plantación. Los cultivares
Valencia, Lima 21 y Lima 40 han mostrado resistencia al
ataque de ácaros (Valdez y Hernández, 2014).
• Mantener el cultivo libre de malezas que sirvan de hos-
pederas a los ácaros como las de la familia Poaceae y
eliminar restos de cultivos, ya que pueden actuar como
reservorio de la plaga.
• Aplicar productos químicos selectivos que no afecten
la fauna benéfica presente en el área como los acarici-
das (Abacmetina 0,75 a 1,5 ml, Endosulfan 1,5 a 2,0 ml
o Clofentizina 0,5 a 1,0 ml de producto comercial/litro
de agua). Efectuar una segunda aplicación entre ocho
y diez días de la primera con la finalidad de romper el
ciclo huevo-adulto (Valdez y Hernández, 2014).
• Realizar un riego por aspersión para reducir las pobla-
ciones de estos organismos.
•
Utilizar agentes de control biológico que regulen las
poblaciones de ácaros, entre ellos se destacan: Oli-
gota minuta (Coleoptera, Staphylinidae), Stethorus sp.
(Coleóptera, Coccinelidae) y varios ácaros del género
Phytoseiidae.
• Aplicar Bacillus thuringiensis (cepa LBT-13) de 5-10 l ha.
224 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; María Estrada Martínez
Enfermedades de la yuca
Las enfermedades de la yuca pueden ocasionar pérdidas en
el establecimiento del cultivo, disminuir el vigor normal de
las plantas, reducir su capacidad fotosintética o causar pudri-
ciones en las raíces anteriores o posteriores a la cosecha.
Algunos agentes patógenos atacan solamente al tallo, que
es el material de plantación, inducen la muerte de sus teji-
dos o invaden el sistema vascular sin mostrar daño visible,
pero constituyen fuentes primarias de infección dentro de
las plantaciones.
Existen otros grupos de microorganismos conocidos que
atacan el tejido foliar y partes tiernas del tallo y causan
manchas, quemazones o añublos, defoliaciones, marchitez,
muerte descendente e hipertrofias (alargamiento exagerado
o proliferación de yemas y entrenudos).
Sintomatología
En las hojas, peciolos y partes verde del tallo se forman unos
chancros elípticos que sobresalen en el tejido normal. Estos
chancros presentan una coloración amarilla y su tamaño
varía dependiendo de la parte afectada, edad y condiciones
favorables para su desarrollo.
Si el ataque es severo las lesiones alcanzan el pecíolo, las
ramas y el tallo, inducen en este último el síntoma de supe-
ralargamiento de los entrenudos en tallos jóvenes, siendo
estos débiles y delgados, de cuyo síndrome deriva el nom-
bre de la enfermedad. Estudios realizados por Zeigler y otros
(citados por Valdez y Hernández, 2014.), en la Universidad de
Cornell (USA), demostraron que la Giberellina A4, purificada
Atenciones culturales y cosecha del cultivo de yuca 225
Manejo
• Plantar en época óptima al comienzo de la estación
lluviosa. En aquellas zonas en las que precipita durante
todo el año, se podrá planificar la plantación de acuerdo
a las demandas del mercado o las necesidades de la
industria. Si se dispone de humedad (riego o lluvia), la
yuca puede plantarse en cualquier época del año.
• Adecuada preparación del suelo.
• Rotación de cultivos (maíz, fréjol, caupí, camote).
• Utilizar material de propagación sano.
• Inmersión del material de plantación durante 5 minutos
en cualquiera de los productos: Difolatán, Captán, TMTD.
Síntomas
• Lesiones corchosas en pecíolo y nervaduras de las hojas.
• Deformación y perforaciones foliares.
•
Alargamiento exagerado de los entrenudos del tallo
sobresaliendo la altura de la planta en la hilera.
Atenciones culturales y cosecha del cultivo de yuca 227
Sintomatología
Los síntomas que provoca son manchas marrones, más defi-
nidas en el haz y menos en el envés de la hoja madura que
son las más susceptibles, y es donde se localizan los sínto-
mas. En este último, las lesiones tienen un color gris oliváceo
en el centro debido a los conidióforos y conidios del hongo.
Las venas cercanas a las lesiones circulares pueden aparecer
de color negro (Figura 10). El tejido necrosado puede llegar
a romperse, quedando perforaciones en las hojas. Con el
avance de la infección las hojas se tornan amarillas, doblán-
dose por el ápice, se secan y caen probablemente por la pro-
ducción de toxinas por parte del hongo. Esto resulta más
perjudicial en el segundo período vegetativo de las plantas,
retardando el crecimiento y disminuyendo los rendimientos
y el contenido de almidón de los tubérculos.
228 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; María Estrada Martínez
Figura 10. Hoja y plantación del clon Valencia afectadas por Cercospora sp.
Manejo
• Efectuar prácticas culturales que reduzcan el exceso de
humedad de la plantación.
• Inmediata eliminación de los restos de cosecha.
•
Evitar colindancias con plantaciones de diferencias
notables de fenología.
• Suministrar un adecuado nutricional al cultivo.
• Rotación de cultivos.
• Adecuada preparación del suelo.
Atenciones culturales y cosecha del cultivo de yuca 229
Sintomatología
En estacas infestadas y plantas jóvenes se manifiesta necro-
samiento de los brotes al germinar y una marchitez similar
al estrés causado por la sequía. En las plantas adultas afecta
la raíz y provoca pudrición acuosa y blanda con olor fétido.
En casos extremos llega a podrir internamente el tocón sin
presentar síntomas en el follaje. Aparece con mayor fre-
cuencia en suelos de mal drenaje y con bajos contenidos de
nutrientes.
Manejo
• Selección de plantas vigorosas y sanas para ser usadas
como semilla.
• Evitar el transporte de estacas para ser usadas como
semilla desde zonas afectadas por la enfermedad.
• Erradicar y quemar las plantas afectadas.
• Rotación de cultivos y plantación en canteros.
• Tratamiento a las estacas con mezclas de fungicidas sis-
témicos e insecticidas autorizados en la lista oficial de
plaguicidas.
230 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; María Estrada Martínez
Añublo bacteriano
Organismo causal: Xanthomonas axonopodis pv. Manihotis
(Xam).
Sintomatología
Se reconoce por la presencia de manchas angulares acuo-
sas, añublo o quemazones, marchitez total o parcial de las
ramas, exudación de goma a lo largo del tallo y de las ramas
verdes, muerte descendente y necrosamiento del sistema
vascular. Al comienzo las manchas foliares son pequeñas y
angulares de apariencia acuosa y luego crecen cubriendo
parcial o totalmente la hoja, adquiriendo color pardo (Figura
11).
Figura 11. Síntomas que presenta la planta de yuca en presencia de la
enfermedad añublo bacteriano.
Transmisión de la enfermedad
La enfermedad se transmite principalmente por el uso de
estacas infectadas, estas pueden ser contaminadas por
efecto de la lluvia e inoculación mecánica por uso de utensi-
lios y hasta el propio hombre durante el deshierbe, cosecha,
cruce de animales sobre todo después de una lluvia o riego.
Es sistémica, se trasloca por toda la planta. Al utilizar semillas
infectadas puede sucumbir el brote germinado.
El patógeno puede permanecer en el suelo hasta 6 meses,
por lo que debe realizarse una buena preparación del mismo,
previo a la plantación. La infección puede trasladarse hasta
25 m por el agua de lluvia.
232 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; María Estrada Martínez
Manejo
• Selección de material de propagación sano y certificado.
• En plantaciones nuevas los esquejes deben ser tratados
con un fungicida bactericida. El tratamiento químico de
la plantación infectada no resuelve el problema.
• Rotación de cultivos con especies de plantas de la fami-
lia de las fabáceas o con maíz por seis meses como
mínimo, la asociación de maíz con fréjol es excelente.
• Buena preparación pues penetran del suelo. Enterrar
bien los restos de cosecha ya que la bacteria vive por
unos seis meses.
• Manejo de la época de plantación. La incidencia de la
enfermedad es mayor en los meses de máximas pre-
cipitaciones, por lo que plantaciones efectuadas en la
época menos lluviosa son menos afectadas.
• Control de malezas.
• Mantener una adecuada fitotecnia en el cultivo.
• Fertilización con potasio.
Aplicación de plaguicidas
En el cultivo de la yuca la aplicación de plaguicidas normal-
mente se realiza combinados con fertilizantes foliares, por
tal motivo, cuando se realiza la mezcla de los productos
(insecticidas, funguicidas y fertilizantes foliares) es impor-
tante tener en cuenta que los mismos sean compatibles,
para evitar daños al follaje de la planta. También hay que
tener en cuenta el tipo de boquilla a utilizar en la asperja-
dora (Valdez y Hernández, 2014).
Sintomatología
La enfermedad tiene importancia debido a que causa daños
a las estacas que se usan para la plantación, afectando su
calidad y su desarrollo. Se caracteriza por la pudrición acuosa
y olorosa del tallo o por la necrosis medular de la porción
leñosa de la planta. Las plantas afectadas muestran marchi-
tez del cogollo en la superficie del tallo y en los entrenudos
se pueden observar perforaciones alargadas, rodeadas por
un exudado, hechas por insectos del género Anastrepha,
que son agentes diseminantes de la bacteria. Las estacas
enfermas que se planten no brotaran o si lo hacen produ-
cirán plantas raquíticas con un número limitado de raíces
gruesas.
Manejo
• Plantación de estacas sanas.
• Quemar los tallos afectados.
• Quemar residuos de la cosecha.
• Utilizar cultivares tolerantes o resistentes a esta enfer-
medad.
Cuero de sapo
Recientemente en la zona Norte del Ecuador se han detec-
tado raíces con síntomas de la enfermedad llamada Cuero
de Sapo. Los síntomas son engrosamiento de la base del
tallo y raíces tuberosas con poco desarrollo, duras y fibrosas.
En las plantas enfermas, la raíz se torna leñosa y su cáscara,
que se vuelve gruesa, corchosa y quebradiza, toma un color
opaco y no desprende fácilmente; presenta, además, depre-
siones con bordes en forma de labios que se unen seme-
jando una red o un panal.
234 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; María Estrada Martínez
A B
Figura 14. Moteado del cogollo, síntomas del cuero de sapo en las hojas de
yuca.
Cosecha
La cosecha de cualquier producto agrícola se realiza cuando
las partes u órganos comerciales de la planta alcanzan la
madurez comercial. En el cultivo de la yuca existen clones
de ciclo corto y de ciclo largo, en dependencia del ciclo del
cultivar que se haya plantado estará la edad de cosecha.
Cuando la planta alcanza la madurez fisiológica, el creci-
miento es lento, las hojas de la parte inferior del tallo se tor-
nan de un color amarillento, comienzan a caer y disminuye
la producción de látex.
El momento de la cosecha estará en función de las carac-
terísticas del clon. Para realizar esta labor, se debe tener pre-
sente que exista un grado de humedad óptimo en el suelo,
que facilite la extracción de la raíz, evitándose desgarraduras
en la corteza de la misma y que se produzcan partiduras de
yucas que se quedan en el suelo, lo cual constituye pérdidas
de cosecha.
Debe evitarse que la raíz permanezca tendida al sol en el
campo, por un tiempo mayor de 24 horas para evitar el dete-
rioro postcosecha, con la consiguiente pérdida de calidad
para el consumo.
Atenciones culturales y cosecha del cultivo de yuca 237
Sistemas de cosecha
La yuca se cosecha de forma manual y semimecanizada. La
cosecha manual consiste en realizar todas las operaciones
de forma manual o auxiliando con una palanca arrancadora
para evitar el esfuerzo físico de los trabajadores (Figura 15).
238 Hipólito I. Pérez Iglesias; Irán Rodríguez Delgado; María Estrada Martínez
A B
A B
Comercialización
La producción de yuca en Ecuador se destina fundamental-
mente al consumo de la familia campesina y de las zonas
urbanas, no obstante, tradicionalmente la yuca ecuatoriana
se exporta a varios países, siendo los principales comprado-
res Estados Unidos de Norte América y Colombia (Figura 18).
Figura 18. Principales destinos de las exportaciones ecuatorianas de yuca
(porcentajes por países).
Destino de exportación
4 2 Estados Unidos
5
Colombia
8 Puerto Rico
43 Reino Unido
España
17 Holanda (países bajos)
Otros
21
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