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Reporte Doña Herlinda y su hijo1 de Jorge López Páez

La primera impresión del cuento Doña Herlinda y su hijo de Jorge López Páez es la narración
tan peculiar en primera persona del protagonista Mencho (Ramón), porque toma el tema de
la sexualidad para esos años, como algo muy normal, pero aun así nunca tan explícito, y
utilizando expresiones hasta de cierto recelo y evasión la hora de las prácticas sexuales.
La figura de la mamá en la narración es crucial, un peso hasta mayor que el de Rodolfo, pues
resulta ser el conflicto (al ser ella quien encarne la decencia o los valores morales de las
relaciones heterosexuales y el entender los protagonistas que no pueden llevar una relación
abiertamente) y la resolución, donde ya sea por una amor a su hijo o un miedo al escándalo,
o a una trasgresión de sus valores, lleva a los protagonistas, a un final mediamente
desgraciado (si lo vemos la película en nuestro tiempo actual), pero a la vez conformista y
benefició para todas las partes (aceptable en los tiempos en que la libertad homosexual era
aún tabú y clandestina.
Es alguien medular que durante ciertos momentos la odias pero después la amas, y que todos
sus esfuerzos van a mantener feliz a su hijo dentro de los márgenes de la decencia publica,
permitiéndole encuentros con Mencho en la intimidad y lo privado, pero sobre todo
manteniéndolo seguro en lo público, generando un matrimonio hetero-normativo que permita
a Rodolfo, una vida “normal” sin esconderse.
Finalmente, me resultó conflictivo el caso de Olga, aunque claramente se vio beneficiada por
lo hecho por doña Herlinda, el cuento no deja tan explícito sí está también entró en el acuerdo
de dejar que su marido mantuviese una relación íntima clandestina homosexual con Ramón,
o no. A mi parecer no, y más bien, quedó como objeto de doña Herlinda para lograr que su
hijo y Ramón mantuvieran intimidad.

1
López Páez, Jorge, “Doña Herlinda y su hijo”, en Doña Herlinda y su hijo, y otros hijos, Ciudad de México,
Fondo de Cultura Económica, 1993, pp. 192-204

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