FUNDIDO DE APERTURA

INT. COMISARÍA – DÍA

NACHO (42), un policía de aspecto gris, toma los datos para

una denuncia a LUCÍA (27) y JAVIER (31). Nacho mira el reloj
con impaciencia.

LUCÍA
Tres…dos…siete…efe.

NACHO
Lugar del robo…

UN GRITO. Nacho levanta la cabeza y ve algo que le deja

anonadado. Lucía y Javier se vuelven.

LUCÍA
¡Dios mío!

El ruido procede del retrato cuadrado de la pared. La

ABUELA (80) representada en él, decrépita y encorvada, se ha
levantado de su asiento y se ha lanzado a bailar el Cancán.

Nacho palidece y Lucía se frota los ojos desconcertada.

Javier grita y se esconde bajo la mesa.

NACHO
¡Mamá!¿Qué haces Mamá?

ABUELA
¡Bailo Cancán Nachito!¿No me
ves?

NACHO
¡P-pero estoy trabajando!¡P-
para!

ABUELA
¿Sabes Nachito? Siempre he
querido bailar Cancán, pero tu
padre pensaba que estaba loca
¡Mírame ahora!¡Yijaaa!

Lucía ha superado su desconcierto y curiosa y divertida,

observa la escena. Javier permanece bajo la mesa y Nacho se
mueve convulso de un lado a otro. La abuela sigue bailando.
 ABUELA
¿Qué te ocurre cielo?¿Te ha
dado el baile de San Vito ?
Siempre has sido un niño tan
nervioso…

NACHO
¡Para, mamá!¡Me estoy volviendo loco!¡Para, por
favor!

ABUELA
¿No te gusta verme bailar?¡Pero
si bailo muy bien!¡El señor
Lotrec también lo cree!¡Él me
lo dijo! Cuando se apagan las
luces y no tengo que hacerte
compañía viajo a través de los
cuadros. Un día llegué a
Francia, y el señor Tulus
Lotrec me dijo que me
retrataría junto con las
bailarinas del Mulan rux.

Nacho desesperado trata de descolgar el retrato de la pared,

pero no lo consigue.

NACHO
¡Para, para!¡No estoy loco!¡PARA!

La abuela suspira resignada y se sienta con expresión grave.

Las lágrimas se deslizan suavemente a través de sus
mejillas. Nacho suelta el cuadro.

ABUELA
Tranquilo pequeño, no te
preocupes, ya paro. Pensé que
tu sabrías comprender mi amor
por el baile. Llevaba tiempo
esperando este momento, pero
puede que me haya precipitado…
No volveré a molestarte, me
voy. Y perdóname Nachito. Eres
un buen chico, te irá bien.
Adiós.

La abuela se levanta, se desliza hacia el margen derecho del

cuadro y desaparece. Lucía llora. Nacho también llora,
mirando horrorizado el retrato vacío.
Se acerca a él y consigue descolgarlo sin dificultad: es un
retrato hueco. Se cubre el rostro y cae de rodillas
desconsolado.

NACHO
(al retrato vacío)
Vuelve mamá… vuelve por favor.
Te dejaré que bailes el
Cancán. Bailas muy bien
¡Perdóname! Ha sido tan
repentino… yo no sabía que
hacer ¿Me entiendes? ¡Pero te
quiero mamá!¡No te
vayas!¡VUELVE!¡VUUUELVEE!

FUNDIDO DE CIERRE