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Capítulo I

Criterios de lectura

La apuesta teórica gramsciana está marcada por una originali-


dad que puede tener varias explicaciones, pero que en líneas gene-
rales está relacionada con uno de los principales problemas sobre
los que se sentía inclinado a reflexionar nuestro autor: la relación
permanente entre filosofía y política. Esta relación se expresa en el
texto de los Cuadernos de la cárcel en una especie de “sistema de pis-
tas” complejo pero inteligible: no siempre la respuesta a un proble-
ma se encuentra en el lugar en el que “formalmente” se supondría
que debe estar. En este sentido, el pensamiento de Gramsci, más
allá del carácter de work in progress de los Cuadernos tiene una notable
coherencia interna, aunque no sea 100% sistemático y obviamente
tenga algunas contradicciones o plantee problemas. Nuestra pro-
puesta es no concebir la coherencia como la capacidad de presen-
tar un sistema cerrado o la ausencia de contradicciones, sino como
la persistencia de una misma preocupación, una misma actitud teó-
rica y una concepción unitaria en los distintos temas sobre los que
Gramsci practica sus reflexiones.

Traducibilidad de los lenguajes y nueva inmanencia


Gramsci sostenía que todo lenguaje expresa una concepción del
mundo y que por lo tanto todos los lenguajes nacionales son tra-
ducibles entre sí, en tanto implican un grado análogo de desarrollo
histórico. Aplica ese criterio para los lenguajes científicos y filosó-
ficos, con la figura clásica de la correlación Revolución Francesa-
Idealismo alemán, sobre la que hace referencia por primera vez en
36 Juan Dal maso

C4 §42 (redactado en octubre de 1930) y luego en distintos pasa-


jes, por ejemplo C11 §484.
Partiendo de esta idea, utiliza la figura de la traducibilidad
para establecer la posibilidad de reducir a política la filosofía es-
peculativa (C10 II §6 IV), como forma materialista de traducir al
marxismo la identidad croceana de historia y filosofía. También
interpreta en clave de traducibilidad de los lenguajes el discurso
de Lenin en el IV Congreso de la Internacional Comunista, en el
que Lenin realizaba una autocrítica del modo en que fueron plan-
teadas las 21 condiciones a los comunistas de Europa Occidental
(C11 §46).
La idea de la traducibilidad cumple entonces una función tanto
teórica como política, hace a las relaciones entre el marxismo y las
corrientes que intentaron subalternizarlo como a las relaciones en-
tre la estrategia seguida por Lenin en Rusia y la que debían seguir
los comunistas de Europa Occidental.
Queremos llamar la atención sobre otro aspecto de esta idea,
planteado en un pasaje muy conocido del Cuaderno 11:

Filosofía-política-economía. Si estas tres actividades son los ele-


mentos constitutivos necesarios de una misma concepción del
mundo, necesariamente debe existir, en sus principios teóricos,
convertibilidad de la una a la otra, traducción recíproca en el pro-
pio lenguaje específico de cada elemento constitutivo: el uno está
implícito en el otro, y todos juntos forman un círculo homogé-
neo (cfr. las notas precedentes sobre la traducibilidad recíproca

4  Todas las citas de los Cuadernos de la cárcel han sido tomadas de Quaderni
del carcere, Edizione critica dell’Istituto Gramsci a cura di Valentino Gerratana, Torino,
Einaudi, 2001, cotejando las traducciones con las de la versión en español de
Cuadernos de la Cárcel, Ediciones Era, México D.F., 1984. Solo en casos excep-
cionales hicimos leves modificaciones, por cuestiones de estilo, sin que impli-
quen cambios significativos en los contenidos. Asimismo incluimos la fecha
aproximada de la redacción de las notas, siguiendo la datación de Francioni,
Gianni. L’Officina Gramsciana, ipotesi sulla struttura dei “Quaderni del carcere”, Napoli,
Bibliopolis, 1984.
El marxismo de Gramsci 37

de los lenguajes científicos). De estas proposiciones (que deben


ser elaboradas) se derivan, para el historiador de la cultura y
de las ideas, algunos criterios de investigación y cánones críticos
de gran significado. (C11 §65, redactado entre agosto y fines de
1932 o principios de 1933).

Este pasaje es conocido, sobre todo por la segunda parte, que


aquí omitimos, es decir, aquella que explica que la filosofía de los
hombres políticos debe buscarse más en sus escritos de política que
en aquellos circunstanciales de filosofía.
En este caso, nos interesa destacar sobre todo la primera par-
te, aquella en la que Gramsci plantea el concepto de traducibili-
dad de los lenguajes científicos y filosóficos como inherente a las
relaciones entre los componentes de una misma teoría. La tradu-
cibilidad no tiene solamente un carácter “externo” (relación entre
el marxismo y otras filosofías, entre la estrategia de Lenin y la de
los comunistas occidentales) sino que opera en los nexos entre los
componentes de una misma concepción de conjunto (en este caso
filosofía, política y economía).
En segundo lugar, veremos que para el caso del pensamiento de
Gramsci no se trata tanto de buscar su verdadera filosofía en sus
escritos políticos, sino de que el conjunto de la reflexión carcelaria
tiene un carácter político, en el marco de que son “traducibles” los
registros de filosofía, política y economía.
Este criterio nos permite señalar que la idea de traducibilidad
es inmanente a la propia construcción de los argumentos grams-
cianos. Esta traducibilidad de los lenguajes científicos y filosóficos
también está presente en el modo en que Gramsci va construyen-
do un discurso teórico en el cual la unidad historia-filosofía-polí-
tica-economía se expresa en una interdependencia permanente de
estos planos.
Tomemos como ejemplo una discusión problemática, en tanto
ha sido objeto de muchas polémicas y a la que prestaremos espe-
cial atención en el capítulo II: la delimitación de Gramsci respecto
de las posiciones de tipo “reformistas”.
38 Juan Dal maso

Son muy comunes las interpretaciones que postulan a Gramsci


como teórico de la hegemonía sin revolución como si fuera su pen-
samiento genuino.
Sin embargo, si tomamos en cuenta que el criterio de la tradu-
cibilidad de los lenguajes es inmanente a la propia argumentación
gramsciana, no será muy difícil encontrar una crítica contundente
al reformismo en los pasajes del Cuaderno 10, dedicados a la filoso-
fía de Benedetto Croce5.
No estamos hablando de una complicada hermenéutica para
sacar a luz contenidos esotéricos de los Cuadernos. En el caso que
estamos considerando, Gramsci habla explícitamente contra el re-
formismo en esos pasajes y la crítica del reformismo político es
inseparable de la crítica del carácter moderado de la concepción fi-
losófica e historiográfica de Croce. La crítica de la filosofía devie-
ne y contiene, porque son inseparables, una crítica de la política.
De modo que la lectura de los Cuadernos más políticos o estraté-
gicos (como el C13) no puede realizarse como si no existiera el
Cuaderno 10.
Este pequeño ejemplo permite esbozar cómo opera la traduci-
bilidad de los lenguajes en el propio discurso de Gramsci, e inten-
taremos mostrar en este trabajo que lo mismo sucede con otras
construcciones argumentales interdependientes en los Cuadernos.
Para completar lo señalado más arriba, es importante destacar
que este carácter inherente al discurso gramsciano de la noción de
la traducibilidad de los lenguajes se encuentra en estrecha relación
con otros conceptos teóricos fuertes de la reflexión de Gramsci: los
de “nueva inmanencia”6 y “nueva síntesis”.

5  Sobre las polémicas entre investigadores gramscianos respecto del carác-


ter “especial” o no del Cuaderno 10, tema que excede los marcos de este trabajo,
ver Liguori, Guido. Gramsci conteso. Interpretazioni, dibattiti e polemiche 1922–2012.
Nuova edizione riveduta e ampliata, Editori Riuniti–university press, Roma, 2012,
pp. 336–343. Ver también Francioni, Gianni, op. cit., pp. 93–109.
6  La inmanencia en filosofía es la cualidad de inmanente, es decir, aquello
que es inherente a algún ser o va unido de un modo inseparable a su esencia,
aunque racionalmente pueda distinguirse de ella. Es un principio unitario que
El marxismo de Gramsci 39

En C10 II §9 Gramsci señala:

Se afirma que la filosofía de la praxis ha nacido sobre el terreno


del máximo desarrollo de la cultura en la primera mitad del si-
glo XIX, cultura representada por la filosofía clásica alemana, la
economía clásica inglesa y la literatura y la práctica política fran-
cesas. En el origen de la filosofía de la praxis se hallan estos tres
movimientos culturales. Pero ¿en qué sentido es preciso enten-
der esta afirmación? ¿En el de que cada uno de estos tres movi-
mientos ha contribuido a elaborar, respectivamente, la filosofía,
la economía, la política de la filosofía de la praxis? ¿O quizá en
el sentido de que la filosofía de la praxis ha elaborado sintética-
mente los tres movimientos, es decir, toda la cultura de la época,
y que en la nueva síntesis, cualquiera sea el momento en que se
la examine, momento teórico, económico, político, se encuentra,
como “momento” preparatorio, cada uno de los tres movimien-
tos? Esto es lo que me parece. Y el momento sintético unitario,
creo, debe identificarse con el nuevo concepto de inmanencia,
que de su forma especulativa, ofrecida por la filosofía clásica ale-
mana, ha sido traducido a la forma historicista, con la ayuda de
la política francesa y la economía clásica inglesa. (C10 II §9, re-
dactado en la segunda mitad de mayo de 1932).

Este “nuevo concepto de inmanencia” como “momento sintético


unitario” es complementario con el concepto de la “traducibilidad de
los lenguajes”. Integra la asimilación crítica por el marxismo de sus
fuentes teóricas con la propia articulación de los planos histórico, po-
lítico, económico y filosófico de la argumentación gramsciana, por lo
que puede asignársele un valor metodológico similar al de la tra-
ducibilidad de los lenguajes.
Estableciendo esta relación entre ambos criterios, podemos
completar la idea que señalábamos sobre el carácter “inmanente”

plantea que las causas y los efectos, las esencias y los fenómenos están en un
mismo plano de realidad. Para más detalles ver capítulo II.
40 Juan Dal maso

de la traducibilidad entre los distintos registros. La reflexión filo-


sófica de Gramsci es también política, en la medida en que la rela-
ción constante de ambos términos es constitutiva de su concepción
del marxismo, así como la unidad de filosofía, política, economía
(e historia).
En cuanto al aspecto “externo” de la traducibilidad, en la perspec-
tiva de Gramsci, solamente el marxismo puede hacer una traducción
“orgánica y profunda” de las teorías con las que establece relación.
Aquí entra en juego el concepto gramsciano de “ortodoxia”,
al que nos referiremos en el siguiente apartado, dado que com-
plementa las nociones de traducibilidad y nueva inmanencia, en
tanto permite establecer un nexo entre la coherencia interna del
marxismo (de la cual las ideas de traducibilidad y nueva inmanen-
cia son expresión) y su relación con las restantes teorías o doctri-
nas filosóficas.

El concepto gramsciano de “ortodoxia”


El concepto gramsciano de “ortodoxia” está relacionado directa-
mente con estas ideas de la traducibilidad de los lenguajes y la nueva
inmanencia, en tanto plantea dos cuestiones aparentemente contra-
dictorias pero que cobran sentido a la luz de esos conceptos: la re-
lación permanente de polémica y “traducción” entre el marxismo y
los exponentes más destacados de la cultura occidental contempo-
ránea; y la idea de que el marxismo es un “concepción del mundo”
que contiene todos los elementos de una filosofía, una concepción de
la historia y de la política y por lo tanto es autosuficiente.
En la perspectiva de Gramsci, la “ortodoxia” reside esencial-
mente en la comprensión del carácter histórico del marxismo y en
la tentativa de reconstituirlo como un pensamiento unitario e in-
dependiente de las corrientes del pensamiento filosófico burgués:

La ortodoxia no debe ser buscada en este o aquel seguidor de


la filosofía de la praxis, en esta o aquella tendencia vinculada
a corrientes extrañas a la doctrina original, sino en el concepto
El marxismo de Gramsci 41

fundamental de que la filosofía de la praxis “se basta a sí misma”,


contiene en sí todos los elementos fundamentales para construir
una concepción del mundo total e integral, una total filosofía y
teoría de las ciencias naturales, y no solo eso, sino también para
vivificar una organización práctica integral de la sociedad, o sea
para convertirse en una total, integral civilización. […] Una teoría
es “revolucionaria” precisamente en la medida en que es elemen-
to de separación y distinción consciente en dos campos, en cuan-
to que es un vértice inaccesible al campo adversario. Considerar
que la filosofía de la praxis no es una estructura de pensamien-
to completamente autónoma e independiente, antagónica a todas
las filosofías y las religiones tradicionales, significa en realidad no
haber cortado los lazos con el viejo mundo, si no es que signifi-
ca, además, haber capitulado. (C11 §27, redactado entre julio y
agosto de 1932).

En este contexto, es que Gramsci rescataba la obra de Antonio


Labriola, en C11 §70:

En realidad Labriola, al afirmar que la filosofía de la praxis es in-


dependiente de cualquier otra corriente filosófica, que es auto-
suficiente, es el único que trató de construir científicamente la
filosofía de la praxis. (C11 §70 redactado entre agosto y fines
1932 o primeros meses de 1933).

Esto no significa que el marxismo no tenga relación con otras


corrientes de pensamiento. Por el contrario. Precisamente para
Gramsci la polémica con Croce era importante porque lo consi-
deraba el líder de las tendencias revisionistas de 1890 y luego el
principal intelectual que buscaba liquidar el materialismo histórico
entre 1912 y 1932. En este sentido, señalaba la necesidad de “tra-
ducir” la historia ético-política de Croce, mostrando que ésta no
era excluida por el marxismo, que desarrolló una teoría y práctica
de la hegemonía, pero demostrando su carácter conservador (ver
capítulo siguiente).
42 Juan Dal maso

Gramsci postula una ortodoxia “autosuficiente” en tanto busca


reconstituir su unidad interna frente a las corrientes que intentan
complementar el marxismo con fundamentos filosóficos antimar-
xistas, pero “abierta” en tanto puede “traducir” los desarrollos más
avanzados del pensamiento burgués a su propio lenguaje.
Carlos Nelson Coutinho, intelectual gramsciano de Brasil y de
renombre internacional, señalaba que Gramsci se ubicaba metodo-
lógicamente desde el punto de vista de la totalidad7.
Esta idea planteada por Coutinho en distintos trabajos, sin
duda expresión del hecho de que antes de volcarse al estudio de
Gramsci, fue uno de los introductores del pensamiento de Lukacs
en Brasil, era parte de una tentativa de relacionar “metodológica-
mente” los Cuadernos de la cárcel con El Capital.
Sin ponernos a considerar los alcances y límites de tal enfoque,
parece pertinente señalar que es más común que Gramsci utilice
términos como “totalitario” o “integral” para hacer referencia a la
tendencia a abarcar el conjunto del área social de ciertas concepcio-
nes o instituciones. Y desde el punto de vista filosófico, no aborda
específicamente la categoría de “totalidad” si no es a partir de otros
conceptos más específicos, como los que comentamos más arriba.
Por este motivo, desde el punto de vista filosófico y teórico, los
conceptos de traducibilidad y nueva inmanencia juegan el rol me-
todológico que Coutinho asignaba a la totalidad, con la ventaja de
que son propios y específicos del discurso gramsciano. Además, el
propio Gramsci, como vimos, postulaba la utilización de esos con-
ceptos para analizar la coherencia interna del marxismo, en el mar-
co de la comprensión de su evolución histórica. La concepción
gramsciana de “ortodoxia” completa este punto de vista.
Estos criterios de interpretación permiten buscar en el conjun-
to de la reflexión gramsciana los elementos para clarificar distintos
aspectos en los que un pasaje tomado aisladamente puede resultar
ambiguo o unilateral.

7  Coutinho, Carlos Nelson, Marxismo y política. La dualidad de poderes y otros en-


sayos, Santiago de Chile, Ed. LOM, 2012, p. 99.
El marxismo de Gramsci 43

En este trabajo intentaremos indagar sobre cómo se van cons-


truyendo los conceptos de los Cuadernos de la cárcel en relación “or-
gánica” con estos criterios, desde el punto de vista “estructural” de
las relaciones internas entre los conceptos tanto como “diacróni-
co”, es decir, intentando respetar el ritmo del desarrollo del pensa-
miento de Gramsci, considerando las fechas en que fueron escritas
las notas que tomamos como referencia y planteando en qué medi-
da inciden en el conjunto de la argumentación gramsciana.

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