Sunteți pe pagina 1din 19

Una nueva visión para la geodinámica de Ecuador: implicación en la definición de fuentes sismogénicas y

evaluación de riesgo sísmico


Introducción
La comprensión adecuada de los procesos de deformación de la corteza a largo plazo es esencial para la determinación
precisa del peligro sísmico. Las estructuras sismógenas actuales son evidencias palpables de fuerzas tectónicas que
han evolucionado lentamente durante los tiempos geológicos pero permanecen invariables en términos del corto
período de tiempo observado para la evaluación de la amenaza sísmica. Una vez que esos procesos tectónicos se
desvelan y los sistemas de fallas principales resultantes están vinculados a la sismicidad histórica e instrumental, por
un lado, y las ecuaciones de predicción de movimiento del terreno se adoptan por el otro, los expertos en riesgos
sísmicos tienen las principales entradas para calcular las probabilidades de experimentar diferentes niveles. de
sacudidas en el suelo dentro de un tiempo de exposición específico. El resultado de este intrincado proceso de
modelado, conocido como evaluación probabilística de riesgo sísmico –PSHA–, es especialmente valioso para
propósitos de diseño y planificación de ingeniería en países propensos a terremotos. En PSHA es práctica actual utilizar
información geodinámica y tectónica, así como datos geodésicos para modelar fuentes sísmicas [Muir-Wood,
1993; Meletti et al., 2008; Stirling et al., 2012; Caputo et al., 2013].Las fuentes sísmicas podrían definirse como
sismicidad distribuida o como fuentes de fallas. Las fuentes de sismicidad distribuida son volúmenes geométricos
donde la sismicidad puede considerarse uniformemente distribuida en el espacio y estacionaria en el tiempo, lo que
hace que su potencial sísmico sea homogéneo.
Abarcan estructuras sismogénicas con comportamiento tectónico similar [Meletti et al., 2008; Baize et al., 2013]. Por
otro lado, el modelo de fuente de falla requiere la geometría y las tasas de deslizamiento de las fuentes de falla
mapeadas para desarrollar un único terremoto característico (magnitud y frecuencia) para cada fuente [Stirling et al.,
2012]. El conocimiento sobre el tamaño, la geometría y las tasas de deslizamiento de fallas individuales o sistemas de
fallas es deficiente en Ecuador, por lo que en este documento solo se analizan las fuentes de sismicidad distribuidas o
las zonas de fuente sísmica (SSZ). Los intentos anteriores de definir las SSZ en Ecuador se remontan a principios de los
90 [Bonilla et al., 1992]. Los estudios más completos se dirigieron a hacer PSHA para el diseño sísmico de
infraestructura [por ejemplo, Gajardo et al., 2001; Yepes et al., 2006] y en la producción de mapas de zonificación
sísmica para los códigos de construcción ecuatorianos de 2001 y 2011 [CEC, 2001;NEC, 2014], pero no fueron
publicados en la literatura científica. Alvarado volvió a visitar las zonas de 2011 en su Ph.D. trabajo [2012] y Beauval
et al. [2014] los usó para PSHA en Quito, la ciudad capital, para estimar incertidumbres relacionadas tanto con la
definición de distintas zonas de origen como con las diferencias en las ecuaciones de predicción de
movimiento elegidas .
Nuestro enfoque para desarrollar el nuevo esquema SSZ para Ecuador es revisar los modelos geodinámicos y
sismotectónicos publicados anteriormente con el objetivo de hacer coincidir la zonación de las fuentes sísmicas con la
interpretación geodinámica novedosa que se presenta aquí. Nuestra nueva visión de la geodinámica de Ecuador se
basa en el recientemente publicado Catálogo de Terremotos para la Evaluación de Riesgos Sísmicos en todo el país
[Beauval et al., 2013], que combina las soluciones de magnitud e hipocentral más fiables extraídas de diferentes
catálogos instrumentales, incluidos los resultados reprocesados de la red sísmica local [es decir, Font et al.,
2013a]. Para nuestro análisis, dividimos el catálogo en sismicidad de poca profundidad (0-50 km) y de profundidad
intermedia (50-300 km). La sismicidad superficial está vinculada a ambos, la ruptura frágil de las fallas de la corteza y
las fallas de megathrust de la interfaz. El terremoto de mayor interfaz en el catálogo es el 1906 Mw 8.8, mientras que
el evento de la corteza más fuerte registrado corresponde al terremoto de 1987 Mw 7.1. Los eventos de profundidad
intermedia están relacionados con el desgarre interno de la losa de subducción. En el catálogo, las magnitudes
máximas se asignan a los eventos de 2005 y 1971 (Mw 7.5 y 7.4 respectivamente). El límite de profundidad de 300 km
refleja el hecho de que hay pocos terremotos profundos en el catálogo (solo tres eventos son más profundos que 300
km, el más fuerte datado en 1925). La imagen más nítida de la sismicidad del país proporcionada por el nuevo catálogo
muestra la geometría descendente de la losa y confirma la relación de las placas involucradas en profundidad, donde
las estructuras de placas oceánicas heredadas tienen un papel influyente. Para el dominio continental, se analizan la
oblicuidad de la convergencia y la partición del estrés tectónico, se analizan los mecanismos focales y los patrones de
liberación de energía sísmica, junto con los nuevos conocimientos obtenidos de las investigaciones geológicas
recientes sobre fallas continentales activas [Baize et al., 2014; Alvarado et al., 2015]. Fusionamos toda esa información
con el catálogo sísmico y los datos de deformación activa para definir mejor las geometrías y los límites de las zonas
de origen continental correspondientes al modelo sismotectónico.
1. REVISIÓN DE LA GEODINÁMICA Y LA SISMOTECTÓNICA EN EL ECUADOR
1.1 Descripción de las características geomorfológicas y sismicidad superficial de las placas intermedias Placa de
Nazca: dos placas con diferentes densidades en contacto La subducción de la placa de Nazca desde el Mioceno
temprano [dirección de convergencia N83; 56 mm.yr-1 en latitudes ecuatoriales, Kendrick et al., 2003] es el proceso
geodinámico más obvio e importante que tiene lugar en el noroeste de América del Sur. Antes de estabilizarse durante
el Mioceno tardío, cuando los centros de expansión de la Cuenca de Panamá se extinguieron, los ejes activos de
propagación, las grietas, las fallas de transformación y los aspas a lo largo de las crestas de la cresta poblaron la Cuenca
como se puede observar en la Fig. 1. En la actualidad, la subducción de dos grandes Los elementos complican la
penetración de la placa de Nazca debajo del continente: (a) la cresta de Carnegie, una cresta asísmica de 200 km de
ancho, 2000 m de altura, y (b) el paso de m500 m al norte de la cresta de Grijalva relacionada con la contraste de
densidad entre la corteza de Nazca más joven al norte y la corteza de Farallón más antigua al sur (Fig. 1).
El contraste de densidad se relaciona con una diferencia de hasta nueve millones de años en la edad de la corteza
oceánica resultante de la última fisión de la placa de Farallón que resultó progresivamente en las placas de Nazca y
Cocos al comienzo del Mioceno [Hey, 1977; Lonsdale y Klitgord, 1978; Lonsdale, 2005]. Grijalva es la evidencia
restante de la ruptura de la litosfera de Farallón y se nombrará más adelante como el margen de Grijalva. Al sur,
Alvarado y Sarmiento (Fig. 1) son crestas de fósiles topográficos de 2 km de altura generados por erupciones fisurales
[Lonsdale, 2005]. No constituyen características de rifting y por lo tanto no muestran ningún contraste de
densidad. Tanto la cresta de Carnegie como el margen con rifle de Grijalva han estado ingresando a la zona de
subducción desde hace al menos 3 a 6 Ma y se cree que han penetrado hasta 300-500 km bajo el continente [Gutscher
et al., 1999; Lonsdale, 2005; Michaud et al., 2009]. Esto implica que dos placas de diferentes densidades están en
contacto debajo de los Andes ecuatorianos; la más al norte incluye la baja densidad de la cresta de Carnegie, flotante,
gruesa corteza oceánica. Al norte de la cresta de Carnegie, una característica batimétrica clara pertenece al graben de
Yaquina: una falla de transformación abandonada [Lonsdale, 2005] o zona de fractura [MacMillan et al., 2004] (Fig.
1). Sismicidad de la interfaz: uno de los márgenes convergentes más sísmicamente activos de la literatura científica
[Kelleher, 1972; Kanamori, 1977; Kanamori y McNally, 1982; Beck y Ruff, 1984; Mendoza y Dewey, 1984; Swenson y
Beck, 1996; Collot et al., 2004; Font et al., 2013a; Chlieh et al., 2014] se ha demostrado ampliamente que la zona de
subducción a lo largo del borde noroeste de América del Sur es uno de los márgenes convergentes más activos del
mundo.
A lo largo de esta zona de subducción de aproximadamente 1300 km de longitud, ocho eventos Mw> 7.0 rompieron
la interfaz sismogénica durante el siglo XX (Fig. 2a), que incluye cinco en el dominio de la placa de Nazca al norte del
margen de Grijalva y tres al sur.Ningún terremoto histórico de subducción se ha descrito antes de 1896 debido a la
falta de sismicidad o la ausencia de registros históricos. La única excepción posible sería el terremoto de 1619 Trujillo,
Perú, que no se ha verificado como un evento interplato [Dorbath et al., 1990]. En el grupo del norte, el gran terremoto
Mw 8.8 1906 Ecuador-Colombia se ubica entre los diez terremotos más poderosos jamás registrados por sismómetros
en el mundo [Kanamori, 1977] y liberó energía sísmica desde un segmento de interfaz de unos 500 km de longitud
inmediatamente al norte de Carnegie Ridge. . Dentro del área de ruptura de 1906, otros tres grandes terremotos
ocurrieron durante el siglo 20, representando un ciclo de ruptura dual donde los terremotos de megathrust pueden
representar superciclos que se repiten cada 200 a 600 años [Kanamori y McNally, 1982; Beck y Ruff, 1984;Mendoza y
Dewey, 1984; Chlieh et al., 2014], mientras que los eventos Mw 7-8 más pequeños ocurrieron a un ritmo de tres por
siglo durante el siglo XX (Fig. 2a). Hacia el sur, no se ha registrado ningún evento Mw ≥ 8 a lo largo de la interfaz entre
el margen rayado de Grijalva y la zona de fractura de Mendaña ( 10ºS, fuera de la región analizada).
Se considera que este segmento de la zona de subducción de América del Sur tiene tiempos de repetición superiores
al promedio para grandes terremotos [Nishenko, 1991] o que se desliza libremente como segunda alternativa
[Nocquet et al., 2014]. La magnitud registrada más fuerte corresponde al raro terremoto tsunamigénico de 1960 (Mw
7.8) (Fig. 2a) caracterizado por una ruptura lenta que involucró solo a la parte poco profunda de la zona de subducción
[Bilek, 2010]. De la Fig. 2a también es evidente que al sur de 2ºS la sismicidad de la interfaz es escasa y menos visible,
con la excepción de un grupo de epicentros en la Latitud 4ºS donde se ubican dos eventos Mw ≥ 7. Esta concentración
de terremotos se denomina aquí como el grupo sísmico de Talara. Tenga en cuenta que el margen de Grijalva
descascarado se encuentra con la trinchera en Lat. 2.9 S, lo que sugiere una influencia diferencial de cada placa en la
generación de sismos de interfaz. El pequeño segmento de subducción de 100-120 km de longitud ubicado entre
Lat. 1.8ºS y el límite de ruptura del sur reportado del gran terremoto de 1906 en Lat. ~ 0.7ºS [Kelleher, 1972; Collot
et al., 2004] se caracteriza por una sismicidad de fondo densa con una magnitud máxima de Mw 6.1. Aquí, la mayor
parte de la energía sísmica de la interfaz se libera durante los enjambres sísmicos intensos relacionados con la actividad
de eventos persistentes de deslizamiento lento poco profundos [Vallée et al., 2013]. También hay una concentración
de cinco terremotos Mw 6-7 inmediatamente al sur de la zona de deslizamiento lento, pero carece de la presencia de
eventos más pequeños (Fig. 2a).
Morfología de la corteza: evidencia de convergencia oblicua continua
En el Ecuador continental, se pueden definir cuatro zonas fisiográficas de oeste a este como resultado de la
deformación de la corteza a largo plazo (Fig. 1): (1) la región costera baja y ancha con una topografía más suave y una
rango costero ubicado en el margen occidental (~ 300 m sobre el nivel medio del mar –AMSL); (2) los rangos andinos,
de 150 km de ancho en promedio en Ecuador, que muestran una dirección general de NS y se elevan a más de 3000
m AMSL; (3) el cinturón subandino (ESB) con altitudes promedio más bajas (~ 2000 m AMSL) que la Cordillera Andina
principal; y, (4) la cuenca del Amazonas se inclina suavemente hacia el este (~ 300 m AMSL). Los Andes ecuatorianos
muestran una morfología distinta, al norte y al sur de Lat. 1.7ºS. Al norte, se distinguen dos rangos paralelos (las
Cordilleras Occidental y Oriental a ~ 4000-4400 m asl) separadas por la Depresión Interandeana (~ 2200-3000 m asl),
que no es más ancha que 30 km (Fig. 1a). Un arco volcánico activo con hasta cuatro filas de volcanes subparalelas se
extiende desde la frontera colombiana hasta el extremo sur del arco volcánico en ~ 2ºS. No se encuentran rangos
distintivos al sur de 1.7ºS y la Depresión Interandeana da paso a cuencas sedimentarias intra-montañosas individuales
que carecen de los depósitos volcánicos cuaternarios generalizados observables hacia el norte. Más al sur, en el
territorio peruano, los Andes del norte peruano consisten en un rango más masivo de ~ 300 km de ancho.
Esta morfología es la consecuencia de una historia geodinámica compartida de los Andes del Norte [Ecuador-
Colombia-Venezuela: Pindell y Kennan, 2009], que es muy diferente de la de los Andes Centrales [Perú-Chile-Bolivia:
Barnes y Ehlers, 2009 ]. De hecho, la configuración tectónica del ecuador actual se debe a una evolución transpresiva
que se ha producido en todo el Paleoceno como consecuencia de la subducción oblicua y el crecimiento continental
progresivo y acrecentador [Daly, 1989; Cediel et al., 2004; Toro, 2007]. Posteriormente, el inicio y desarrollo del
esquema de subducción actual comenzó durante el Oligoceno [Jaillard et al., 2009] caracterizado por la subducción
oblicua continua [Daly, 1989]. Como resultado de la convergencia oblicua y la acumulación de terranes oceánicos, se
comenzó a empujar un bloque tectónico hacia el noreste, en respuesta a la división de las trenzas y el
alto acoplamiento a lo largo de la interfaz del norte de Ecuador [Egbue y Kellogg, 2010; Nocquet et al., 2014], como se
describirá con más detalle más adelante.Este bloque continental es conocido como el Bloque Andino del Norte (NAB)
y limita al este con un sistema transceptivo de fallas lateral derecha de larga duración, el sistema Chingual-Cosanga-
Pallatanga-Puná (CCPP), que forma el límite occidental de la placa estable de Sudamérica [Ego et al., 1996b; Alvarado
et al., 2015] (Fig. 1).
Sismicidad de la corteza: actividad localizada con fuertes sismos poco profundos
En el Ecuador continental, la liberación de momentos sísmicos de alta energía se concentra principalmente en los
Andes del norte, especialmente en la Depresión Interandina y en el cinturón subandino (Fig. 2a).
Durante los últimos 110 años, se registraron instrumentalmente dos terremotos de poca profundidad en la corteza
continental de Mw ≥7. El choque de Mw 7.1 en 1987 se relaciona con el límite transpresivo NAB - Sudamérica, mientras
que el segundo evento se ubica en el ESB ecuatoriano, pero probablemente aún se encuentre en el dominio de
compresión de los Andes centrales [Yepes et al., 1996] (Fig. 2a). Varios eventos con Mw 6.0-7.0 también se agrupan
en el dominio noreste de los Andes centrales peruanos (Lat. 6ºS) y se alinean en una dirección perpendicular a la
convergencia de la placa de Nazca. El evento instrumental intraandino más grande corresponde al terremoto de
Ambato de 1949, (Mw 6.5) (Fig. 2a). Este devastador terremoto también está relacionado con la zona límite de América
del Sur (NAB, por sus siglas en inglés) [Beauval et al., 2010]. Varios terremotos moderados (5 <Mw ≤ 6) también se
registraron a lo largo de un linaje N15ºE de 130 km de largo que coincide con las laderas occidentales de
la Depresión Interandina (Fig. 2a). Los terremotos pre-instrumentales también son bastante comunes en la Depresión
Interandeana [Giesecke, 1988; Giesecke et al., 2004; Beauval et al., 2010]. Siete de los 30 terremotos históricos
andinos reubicados por Beauval et al. [2010] y Beauval et al. [2013] tienen una magnitud derivada de la intensidad
MIC ≥ 6.5 (MIC = magnitud de intensidad calculada en el centro de intensidad usando la metodología de Bakun y
Wentworth [1997] equivalente a Mw) en un lapso de tiempo de 368 años y 21 tienen MIC ≥ 6.0.
El intervalo de recurrencia para Mw ≥ 6 terremotos históricos e instrumentales de la corteza a lo largo del segmento
de 300 km de largo del centro norte de los Andes ecuatorianos se estima en 10-20 años [Beauval et al., 2013], para
eventos que se originaron a lo largo de ambos límites NAB fallas y en el empuje más pequeño fallas que marcan los
bordes de la depresión interandeana muy poblada. Aunque la liberación total del momento a lo largo de estas
estructuras no es comparable con la de la interfaz, los hipocentros son muy superficiales y tienen un alto potencial de
daño, como lo refleja el alto número de muertes y la destrucción generalizada durante terremotos históricos. Cabe
destacar que el segmento de falla CCPP Pallatanga de NAB, al SW de la Depresión Interandeana, y que fue interrumpido
por el evento de 1797, uno de los terremotos crustales históricos más grandes de Sudamérica [Baize et al., 2014] con
un número de muertos entre 15000 y 30000 [Egred, 2000 ] - , exhibe muy poca emisión de energía sísmica durante el
intervalo de tiempo instrumental del catálogo (Fig. 2a). Los terremotos históricos se abordarán con más detalle al
analizar las zonas de origen individuales.
1.2 Consecuencias de la convergencia oblicua a lo largo del margen continental convexo del noroeste de América
del Sur
La subducción de placas oceánicas es un proceso geodinámico complejo responsable no solo de la liberación de más
del 90% del momento sísmico total a nivel mundial, sino también de la mayoría de los primeros Ordena características
tectónicas que caracterizan las placas continentales en márgenes convergentes. Se ha reconocido que las variaciones
a lo largo de la geometría del margen, tales como la convexidad y la concavidad, tienen efectos sobre la forma y el
campo de tensión en la losa descendente [Bevis, 1986] y sobre el régimen de tensión y el patrón de deformación en
la placa superior. [por ejemplo, Bonnardot et al., 2008]. Además, la oblicuidad resultante de la convergencia conduce
a la partición del vector de convergencia en sus componentes de empuje y corte que son perpendiculares y paralelos
a la zanja, respectivamente [McCaffrey, 1993]. El componente paralelo a la zanja puede dar lugar al desarrollo de
grandes fallas continentales en respuesta a los movimientos del bloque continental.
Subducción a lo largo de un margen convexo
Como se observa en la Fig. 1, la zanja muestra una curvatura significativa en las latitudes ecuatoriales, dando lugar a
complejidades en la geometría de la losa [Barazangi e Isacks, 1976; Isacks y Barazangi, 1977; Bevis e Isacks, 1984; Cahill
e Isacks, 1992; Heuret et al., 2007; Bonnardot et al., 2008]. Por lo tanto, se deben esperar diferentes ángulos de
subducción y geometrías a lo largo de este margen convexo.
El nuevo modelo de geometría de placa de subducción global SLAB 1.0 [Hayes et al., 2012] describe la forma
tridimensional de la losa descendente debajo de Sudamérica. SLAB 1.0 reproduce con precisión la geometría de la losa
plana más amplia descrita por varios autores en el centro y norte del Perú hasta Lat. ~ 4ºS. [Cahill e Isacks, 1992; Tavera
y Buforn, 2001].
Más al norte, modela un cambio suave de la zona de Benioff a ángulos de inmersión más pronunciados en el centro
de Ecuador. Sin embargo, los datos insuficientes dificultan que el modelo se ajuste a la verdadera interfaz de
subducción en una región estrecha de geometría compleja basada en catálogos sísmicos mundiales [ver Fig. 6a en
Hayes et al. , 2012], que es el caso del centro y norte de Ecuador. Por lo tanto, para modelar zonas de fuente sísmica
de profundidad intermedia, hemos revisado la literatura y realizado un análisis independiente de un conjunto más
completo de datos de sismicidad suministrados por las redes locales [Beauval et al., 2013], para reconocer e Identificar
formas y límites potenciales de segmentos de placa a lo largo de la subducción.
La geometría de la losa de sur a norte como se indica en la literatura
En el centro de Perú (Lat. ~ 10ºS), la placa de Nazca se subduce con un ángulo de inmersión suave que aumenta a 30
° hasta que alcanza una profundidad de ~ 100 km; luego la placa se vuelve casi horizontal para distancias de ≤500 km
desde la zanja [Stauder, 1975; Barazangi e Isacks, 1976; Jordan et al., 1983; Suárez et al., 1983; Cahill e Isacks,
1992]. Este patrón también se encuentra en el norte de Perú entre ~ 4ºS y ~ 8ºS, donde la placa de Nazca inicialmente
se sumerge debajo del continente en un ángulo de 10º, luego se sumerge con un ángulo más pronunciado hasta que
la losa alcanza profundidades de ~ 130 km, y luego se aplana. [Tavera y Buforn, 2001]. Los estudios de sismicidad local
[Tavera et al., 2006] ayudaron a determinar estos ángulos de subducción iniciales a 10º y 28º, respectivamente,
medidos a lo largo de las secciones transversales orientadas a N70 ° E, pero la parte plana que sigue la inmersión inicial
de la placa más al sur fue No reconocido por los estudios de sismicidad local. En el centro-sur de Ecuador, entre 4ºS y
1ºS, la placa de Nazca sufre una fuerte contorsión similar a la observada en el sur de Perú, donde se produjo una
transición hacia el sur de una losa plana (30º) en Lat. ~ 15ºS tiene lugar [Hasegawa y Sacks, 1981; Cahill e Isacks,
1992]. Primero Pennington [1981], más tarde Bevis e Isacks [1984] y luego Hall y Wood [1985] propusieron una flexión
brusca de la placa de Nazca subducida debajo de Ecuador asociada con la subducción de la cresta de Carnegie. Chen
et al. [2008] Se analizaron estadísticamente las variaciones de inmersión a lo largo de la placa de Nazca de Lat. 1ºN a
3ºS usando mecanismos focales de terremotos de profundidad intermedia dados en el catálogo CMT de Harvard
[Dziewonski et al., 1981].
Determinaron que la losa está sumergiendo a 20º y tiene una huelga general de N300º. Esta huelga promediada
representa una rotación de 45º en el sentido contrario a las agujas del reloj en comparación con la huelga N345º
encontrada para la losa subducida hacia el sur de Lat. 5ºS, utilizando soluciones de mecanismo focal. Esto se interpreta
como una flexión aguda de la losa descendente [Tavera et al., 2006].En lugar de favorecer la contorsión o flexión de
una losa coherente en estas latitudes, Gutscher et al. [1999] postularon que la litosfera oceánica está desgarrada a lo
largo de la escarpa de Grijalva o la zona de fractura (sic) debido a la flotabilidad del segmento de la losa adyacente
hacia el norte, que lleva la cresta de Carnegie. Para ellos, el segmento Carnegie corresponde a una losa plana
que también está delimitada al norte por una serie de lágrimas dispuestas en pasos de Lat. 1.5ºN a 3ºN. Para este
mismo segmento, varios autores proponen que la losa está subduciendo hacia el este en ángulos de inclinación de 25º
a 35º [Pennington, 1981; Taboada et al., 2000; Guillier et al., 2001; Manchuel et al., 2011], mientras que otros
conciben planos de inmersión de hasta 50º [p. Ej. Pedraza et al., 2007]. En cualquier caso, la presencia de tal alivio
batimétrico de 2ºS a 0.5ºN (Fig. 1) y su impacto contra América del Sur es atractiva para explicar el escape de la NAB
hacia el norte y el noreste. Como se presentó anteriormente, hay diferentes nociones con respecto a la forma general,
la orientación, la inclinación y las lágrimas de la losa de subducción debajo del Ecuador. También hay diferencias sobre
el papel que desempeña la cresta de Carnegie en el proceso de subducción y en la configuración de muchas
características superficiales de la geología ecuatoriana desde el Mioceno medio [Michaud et al., 2009]. Estudios locales
de microsismicidad [Guillier et al., 2001; Manchuel et al., 2011] han contradicho la hipótesis de subducción plana
[Gutscher et al., 1999]. Michaud et al. [2009] usaron argumentos presentados por Kay et al. [2005] relacionado con el
hecho de que la abundante evidencia de adakites en los Andes muestra que la rasgadura de losas o una losa plana no
son necesariamente requeridas para que la generación de adakites concluya que no hay necesidad de lágrimas en la
losa de Nazca para explicar la anomalía geoquímica (adakítica) firma de volcanes en el amplio arco volcánico
ecuatoriano. Además, consideran que no existe una clara deformación en el reino continental vinculada únicamente
a la llegada y posterior subducción de la cordillera de Carnegie, ya sea en las planicies costeras o en la Cordillera.
Finalmente, en el extremo norte de nuestra área de estudio, varios autores [por ejemplo, Taboada et al., 2000; Vargas
y Mann, 2013] han reconocido un cambio abrupto en el patrón de sismicidad de profundidad intermedia en el centro
de Colombia. En lat. ~ 5.6ºN (no en nuestras cifras) hay un desplazamiento de 240 km al este de la zona de Benioff
que se sumerge en el este. Las dos zonas de Benioff están reflejando la presencia de dos losas subducidas muy
distintas: paleo caribeña y Nazca [Taboada et al., 2000]. Existe una superposición de las placas paleo caribeña y Nazca,
entre 5.2ºN y 7ºN que proporciona una manta térmica que detiene el arco volcánico al norte de 5ºN [por ejemplo,
Taboada et al. 2000; Cortés et al., 2005]. El desplazamiento de la sismicidad de profundidad intermedia
probablemente marca el borde sur de la placa paleo caribeña [Taboada et al., 2000]. Al sur, de 5.6ºN a 2ºN, la placa
de Nazca se subduce a 30º-40º al este [Vargas y Mann, 2013]. La sismicidad de profundidad intermedia desaparece
hacia el sur de Lat. 2ºN. Observamos que la desaparición de esta sismicidad hacia el sur coincide con la proyección
interior del centro de expansión de la ruptura de Malpelo fósil (Fig. 1) [Lonsdale, 2005].
La sismicidad de profundidad intermedia reubicada como clave para interpretar la liberación de momentos, las
formas y los ángulos de inmersión.
Ahora veamos la distribución de la sismicidad de profundidad intermedia para dilucidar los ángulos de liberación,
forma y inmersión de las losas de Nazca y Farallon desde la perspectiva. del catálogo recientemente publicado [Beauval
et al., 2013; Font et al., 2013a]. Los terremotos de profundidad intermedia (profundidades hipocentral entre 50 km y
300 km) tienen distribuciones muy distintas en el norte y sur de Ecuador (Fig. 2b).
La sismicidad está limitada por la proyección hacia el interior del margen rayado de Grijalva, un aspecto que no fue
reconocido por autores anteriores.Mw ≥ 6 terremotos no se han registrado entre esta línea de proyección y Lat. 2ºN
durante los 110 años de cobertura del catálogo. La sismicidad de profundidad intermedia está ubicada casi
exclusivamente al sur de la proyección de Grijalva, lo que implica un fuerte control de la sismicidad de profundidad
intermedia por la diferente reología del manto de la placa Farallon más antigua al sur y la placa Nazca más joven al
norte. Una clara alineación de terremotos considerables también es evidente a lo largo de una estrecha banda NNW-
SSE de 600 km de longitud en la placa de Farallon, que se extiende desde Lat. 1.5ºS a 6.5ºS (Fig. 2b). Seis de ellos
muestran Mw ≥7 con profundidades que van desde 120 a 200 km. La liberación del momento en cualquier otro lugar
de la losa de subducción es secundaria a esta tira sísmica, que puede estar relacionada con la transición de un ángulo
plano a un ángulo mucho más inclinado de la losa, como se muestra en SLAB 1.0 [ver Fig. 7a en Hayes et al. , 2012]. La
terminación norte de la franja está marcada por una notable concentración de terremotos alrededor de Lat.1.5ºS,
Long. 77.8ºW, que tienen profundidades hipocéntricas que van desde 130-210 km y han tenido un máximo de Mw 7.1
(2010).
De aquí en adelante nombramos esta concentración como el grupo sísmico de El Puyo (Fig. 2b). En la Fig. 3
presentamos las soluciones de mecanismos focales (profundidad 50-300 km) obtenidas del catálogo del Tensor de
Momento de Centroid Global de Harvard [Dziewonski et al., 1981] de 1976 a 2013. Los mecanismos focales de falla
normal son omnipresentes en el extremo inferior de Farallón. -la losa en curso Las huelgas de los planos nodales
muestran un notable paralelismo con la dirección de las anomalías magnéticas en la costa (Fig. 3), que en general
muestran direcciones similares a las del tejido tectónico adquirido durante la creación de la placa oceánica. Esto
sugiere que el estiramiento por gravedad de la litosfera oceánica subducida está rasgando la placa a lo largo de ese
tejido heredado. Si este es el caso, la rotación de ~ 20º en el sentido contrario a las agujas del reloj en el plano nodal s
'huelgas observadas en el grupo sísmico de El Puyo (Fig. 3) y la profundización hipocentral como se muestra en la Fig.
2b debe estar relacionada con la flexión de la litosfera subducida. La losa de inmersión este del norte de Perú comienza
a flexionarse a aproximadamente 3ºS y se sumerge hacia el noreste hacia el cúmulo de El Puyo. La flexión de la losa
puede ser responsable de concentrar las tensiones que desencadenan la sismicidad de profundidad intermedia en el
grupo.
Los detalles de la forma y las complejidades de la losa doblada y su influencia en la geología de la superficie están más
allá del alcance del presente trabajo, pero se ha intentado una serie de tres diagramas para ayudar a visualizar la forma
y la posible profundidad de los isocontornos del Placas subducidas (fig. 4). Se incluye una breve animación en 3D que
muestra una superficie contorsionada hipotética que representa las losas de subducción como Información de
apoyo.Para explorar los ángulos de inmersión de la losa a través del límite Nazca-Farallón, cuatro secciones
transversales de 50 km de ancho con azimuts paralelos a la dirección de convergencia de la placa de Nazca se muestran
en la Fig. 5. Las secciones AA 'y BB' incluyen hipocentros ubicados exclusivamente en el La placa de Nazca mientras
que la sección DD 'corresponde a eventos en la placa de Farallón; la sección restante C-C 'tiene eventos en ambos (Fig.
2b). Dos aspectos destacan claramente en la sección transversal AA y B-B '(Fig. 5) y en la Fig. 2b. La sismicidad de la
placa Inslab Nazca no se observa debajo del arco volcánico ecuatoriano, se detiene abruptamente unos 240 km al este
de la zanja y no es más profunda que 140 km. Solo hay un clúster sísmico de energía pequeña y conspicua de pequeño
volumen a 0.9ºS, 79.1ºW en la sección B-B ', aquí denominado clúster La Maná, con magnitudes Mw <4. La casi
completa ausencia de sismicidad debajo del arco volcánico ecuatoriano nos impide proponer un chapuzón para la
placa Nazca más joven de la sección transversal A-A 'debajo del centro y norte de Ecuador al observar exclusivamente
los terremotos registrados.
El hecho de que el volcanismo activo esté presente sobre los segmentos asísmicos indica que la placa continúa
descendiendo hacia el este.Como lo señalan Syracuse y Abers [2006], se ha discutido ampliamente en la literatura que
la parte superior de la losa debajo de los volcanes del arco delantero está a una profundidad de aproximadamente
100–120 km y que esta profundidad es la misma para todas las zonas de subducción , independientemente de la
inmersión de la losa y la edad de la placa [Davies y Stevenson, 1992]. Si estos valores son válidos para los volcanes del
arco frontal ecuatoriano, la placa joven de Nazca debería sumergirse a aproximadamente 20º, si se utilizaron los
terremotos superiores del grupo La Maná junto con la profundidad mencionada para definir la parte superior de la
losa como se ve en la sección BB '(Fig. 5). Por analogía, Nazca probablemente se sumerge con el mismo ángulo debajo
del arco volcánico activo en el norte de Ecuador y el sur de Colombia (sección A-A ', Fig. 5). La falta de sismicidad está
probablemente relacionada con la edad de esta porción subducida de la placa de Nazca, ya que en placas jóvenes La
sismicidad de profundidad intermedia está ausente en gran medida [Syracuse y Abers, 2006]. Los terremotos con Mw>
6 solo reaparecen al norte de 2ºN, aunque son mucho menos abundantes que en la placa Farallon más antigua (Fig.
2b). Inmediatamente al sur del margen rayado de Grijalva, es decir, en el dominio de la placa Farallon, la sismicidad
inslab en la sección D-D 'indica una losa de inmersión suave (~ 12º) que se puede rastrear durante más de 600 km
tierra adentro (Fig. 5). Esta caída difiere del ángulo de 28º reportado por Tavera et al. [2006] 200 km al sur. La
sismicidad en la sección C-C 'no se puede interpretar como un solo perfil de losa, ya que comprende eventos de las
placas de Nazca y Farallón.
Además, el grupo sísmico de El Puyo es parte de una porción contorsionada de la losa más antigua y es anormalmente
más profundo que el resto de la losa de Farallón directamente al sur (Figs. 2b, 5). Los ángulos de inmersión de Nazca
mencionados anteriormente en la revisión de la literatura se sobreestiman sistemáticamente, una vez que el grupo de
El Puyo se incluye como parte de la sismicidad de la placa de Nazca. Aquí analizamos la ubicación del conglomerado
sísmico de El Puyo en relación con el margen convexo ecuatoriano. Es sorprendente que la distancia horizontal desde
el cúmulo de El Puyo a cualquier punto a lo largo de la zanja durante aproximadamente 350 km, desde1.3ºS a 1.3ºN,
varíe solo un cinco por ciento. Por lo tanto, la zanja curva describe un arco de círculo casi perfecto centrado en el
grupo de El Puyo como se dibuja en la Fig. 3. El ángulo de inmersión de cualquier placa determinado a partir de
secciones transversales perpendiculares a la zanja a lo largo de estas latitudes será invariante. Esas secciones
transversales intersectan la prolongación interior de la cordillera de Grijalva, creando así una asociación espacial falsa
entre los terremotos de la placa de Nazca menos profundos en la zanja con los terremotos de la placa de Farallón de
profundidad intermedia en el grupo sísmico de El Puyo al este (sección transversal C-C ', Fig. 5). Esto a su vez define
una losa aparentemente continua con ángulos de inmersión alrededor de 25º. En consecuencia, consideramos que los
hipocentros en el grupo sísmico de El Puyo no deben asociarse con eventos de interfaz de la placa de Nazca de
inmersión hacia el este para propósitos de descripción de la losa, sino que deben tratarse por separado. Tectónica de
convergencia oblicua En el contexto de la convexidad del margen noroeste de Sudamérica y la posterior convergencia
oblicua, en la Fig. 6 hemos comparado la oblicuidad con el azimut de la zanja y con los ataques de plano de falla de los
terremotos de interfaz.Observamos que el cambio total en la oblicuidad es de aproximadamente 60º en los 1200
kilómetros de 2ºN a 10ºS. La convergencia perpendicular se está produciendo alrededor de Lat. 5ºS donde se espera
la partición nula. norte de 5ºS, es decir, en el territorio ecuatoriano, hay un aumento gradual hacia el norte en la
oblicuidad que alcanza su valor máximo al norte de la cordillera de Carnegie. En Perú, al sur de lat. 5ºS, la zanja asume
rápidamente una dirección sureste y la oblicuidad es negativa, permaneciendo invariante al sur de la zona de fractura
de Mendaña (Fig. 6).
Tanto la partición como el acoplamiento transfieren las tensiones de corte paralelas a las trincheras a la corteza
continental, lo que induce un movimiento hacia el noreste del arco anterior al norte del Golfo de Guayaquil y un
movimiento hacia el sureste hacia el sur. La partición alcanza niveles similares en alrededor del 20-25% en ambos
dominios [Nocquet et al., 2014]. Como resultado de esto, la NAB se está moviendo como un bloque rígido hacia el
noreste, mientras que una astilla continental recién definida, la astilla Inca propuesta por Nocquet et al. [2014] - se
está moviendo hacia el sureste (Fig.1) y provocando la apertura del golfo. Basado en datos de GPS observados y el
campo de velocidad geodésica en Ecuador [Trenkamp et al., 2002; White et al., 2003; Freymueller et al., 1993;
Nocquet, 2009], el consenso general se logra en ~ 7 ± 2 mm.yr-1 movimiento hacia el noreste de la NAB en relación
con América del Sur [Nocquet, 2009; Egbue y Kellogg, 2010; Nocquet et al., 2014]. En Ecuador, la traducción de la NAB
se realiza a lo largo de un estrecho corredor de deformación de la corteza, el sistema transpresivo lateral derecho
Chingual-Cosanga-Pallatanga-Puná (CCPP), que determina claramente el límite del bloque con el resto de Sudamérica
estable [Ego et al., 1996b; Alvarado et al., 2015] (Fig. 7) y es el lugar de los grandes terremotos [Beauval et al., 2010;
Baize et al., 2014]. Soulas et al. [1991], basado en el análisis morfodinámico,fueron los primeros en describir estos
cuatro subsistemas principales de fallas activas y sus tasas de deformación en el Ecuador continental. Varios autores
[Winter et al., 1993; Lavenu et al., 1995; Ego et al., 1996a; White et al., 2003; Dumont et al., 2005; Tibaldi et al., 2007;
Fiorini y Tibaldi, 2012; Baize et al., 2014; Alvarado et al., 2015] han descrito con mayor detalle varios aspectos de los
sistemas de fallas y han dado diferentes interpretaciones tectónicas, pero la primera imagen propuesta permanece
sin cambios. En contraste, en el sur y el centro de Colombia, la oblicuidad de la convergencia disminuye rápidamente
(Fig. 6) y la deformación interna en el bloque parece estar relacionada con la interacción compleja de las placas paleo-
caribeña, nazca y sudamericana, y la microplaca de Panamá [Ego et al., 1996b; Taboada et al., 2000].Las principales
fallas por deslizamiento resultantes de esta deformación, como los sistemas de fallas Cauca-Patía y Romeral, corren
paralelas a los Andes de la NNE-SSW. Esta tendencia de fallas se convierte en una orientación NS desde Lat. ~
0º hacia el sur y adopta un movimiento de deslizamiento por inmersión inversa [Ego et al., 1995] (Fig. 7), uniéndose a
la frontera NAB en el centro de Ecuador. En el norte de Ecuador, la huelga de NNE-SSW. Las fallas de El Ángel
pertenecen a esta estructura tectónica de primer orden [Ego et al., 1995; Taboada et al., 2000]. Al este y sureste de la
frontera entre América del Sur y América del Sur, se está acortando el arco posterior andino activo a lo largo de los
cinturones de empuje y pliegue más al este (ESB) [Ego et al., 1996b; Bès de Berc et al., 2005], es decir, los
levantamientos de Napo y Cutucu, y a lo largo de fallas de empuje en las laderas orientales de la Cordillera Oriental,
como el sistema de fallas de Macas [Alvarado et al., 2015] (Fig. 7).
La dirección general de la correa N10 es aproximadamente paralela a la zanja entre Lat. 1ºS - 5ºS, donde la oblicuidad
es más pequeña (Fig. 6). Esto favorece la falla de empuje debido a una partición perpendicular trinchera más grande
del movimiento de la placa que hacia el norte. El sur de Ecuador - el norte de Perú, los Andes parecen estar incluidos
por completo en la franja inca,si su límite se encuentra a lo largo de las correas de empuje y plegado como lo propone
Nocquet et al. [2014]. La astilla muestra un movimiento bastante constante de 4.5-6.0 mm.yr-1 hacia el sudeste entre
las latitudes 3 ° S y 10 ° S (Fig. 1), pero no se ha encontrado una estructura de tamaño continental mayor y única que
absorba la mayor parte de la deformación. Identificado aún, como es el caso con la NAB. Al oeste del límite NAB, los
terremotos históricos moderados (Mw ≤6) se asocian con fallas de empuje concentradas a lo largo de las pendientes
internas occidentales de la Depresión Interandeana desde Lat. 0.5ºN a 1.7ºS, conocido colectivamente como el sistema
de fallas Quito-Latacunga (Fig. 7) [Ego et al., 1995; Beauval et al., 2010; Alvarado et al., 2014]. En estas latitudes, la
oblicuidad de la convergencia disminuye rápidamente de norte a sur (Fig. 6) promoviendo un ambiente de compresión.
La depresión es una cuenca compresiva ('push-down'Tipo) limitado por las fallas inversas de la tendencia NS que han
estado activas desde el Mioceno a una tasa de acortamiento de 1.4  0.3 mm.yr-1. Lavenu et al. [1995] y Alvarado et
al [2015] postulan que estas fallas están relacionadas con la deformación interna de la NAB a una tasa de 1 a 4 mm.yr-
1. Al norte de lat. 0º faltas de deslizamiento recientemente descritas por Alvarado et al. [2014] podría estar
transfiriendo la tensión regional de las fallas QL compresivas a las fallas de impacto Chingual del CCPP o a los sistemas
de fallas Romeral - Cauca-Patia en Colombia como parte de una importante zona dextral transpresiva propuesta por
algunos autores [eg Ego et al ., 1995; Ego y Sébrier, 1996; Taboada et al., 2000] (Fig. 7).
2. CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO MODELO DE ZONAS DE FUENTE SÍSMICA PARA EL ECUADOR
Nuestra nueva interpretación del esquema geodinámico y sismotectónico para Ecuador es fundamental para definir
el nuevo modelo de zonas de fuente sísmica presentado aquí. El modelo comprende la región de 4ºN a 6ºS y de 75ºW
a 82ºW y abarca Ecuador, sur de Colombia y norte de Perú. En esta sección describimos 19 zonas de fuente de
sismicidad (SSZ): tres zonas, seis inslab, nueve zonas de corteza y una de trinchera exterior. Cada SSZ tiene un potencial
sismogénico homogéneo; contienen todos los eventos catalogados de Mw ≥5. Las fuentes de interfaz y subducción de
Inslab están limitadas por los límites que reflejan, en la medida de lo posible, las características físicas en la interfaz o
en la placa de subducción que podrían condicionar la generación de terremotos y / o la propagación de rupturas de
acuerdo con el modelo geodinámico. Por otra parte,Las fuentes de la corteza se describen por las estructuras
tectónicas principales y por la sismicidad superficial relacionada con la fractura frágil en la corteza. También hemos
definido pequeños SSZ complementarios, todos ellos debajo de las zonas de interfaz principales, como un medio de
agrupación de sismicidad no incluido en los SSZ de interfaz. Esta sismicidad puede reflejar inexactitudes en ubicaciones
hipocentral o complejidades tectónicas no incluidas en las zonas principales. Les damos a los practicantes de PSHA la
opción de incluirlo en las fuentes o de tratarlo como sismicidad de fondo. En las siguientes páginas describimos
brevemente los criterios utilizados para definir y limitar las zonas de origen sísmico. Las descripciones esquemáticas,
los parámetros y los límites de cada zona se proporcionan en la Tabla 1 en el material de Información de apoyo.
En la Tabla, proporcionamos más detalles sobre algunas de las fuentes más significativas para cada dominio tectónico,
elegidas como ejemplos típicos del enfoque que hemos seguido. Los criterios incluyen aspectos morfotectónicos y / o
características neotectónicas y estructurales de fallas mayores o segmentos de subducción, así como características
sísmicas, geodésicas, paleosísmicas y otras características geofísicas. Cada terremoto histórico reportado en Beauval
et al. [2010] está correlacionado con una zona de origen específica. Lo mismo ocurre con los grandes y grandes
terremotos de la parte instrumental del catálogo. Se identifica un mecanismo focal predominante para cada fuente.
Las soluciones de mecanismos focales se obtienen del catálogo del Tensor de Momento del Centroide de Harvard
(CMT) [Dziewonski et al., 1981] o de estudios individuales específicos.Si se informan diferentes tipos de mecanismos
focales para la misma zona de origen, se muestran todos ellos, pero solo se identifica un estilo de falla como
predominante. Este estilo refleja evidencias estructurales / tectónicas recogidas en el literatura o de nuestra
propia Observaciones de campo. Se utilizan estadísticas simples relacionadas con los datos de hipocentral para
obtener la profundidad media para cada fuente. La densidad de liberación de momento (Mo por unidad de volumen
normalizado durante 100 años) se calculó para cada fuente como una forma de tener una aproximación de primera
mano de su actividad sísmica; Las fuentes fueron coloreadas en consecuencia. En las Figs. 8 y 11 presentamos vistas
esquemáticas de subducción y SSZ cortical respectivamente, con los nombres, códigos, posición relativa de las fuentes
y de las estructuras dominantes. Estos esquemas sirven como una guía para identificar las fuentes en la siguiente
discusión.
2.1 Fuentes de megathrust de interfaz
A lo largo del margen ecuatoriano, las fuentes de interfaz abarcan la sismicidad registrada desde la zanja hasta el
borde descendente de la zona sismógena. Por grandes terremotos de gran velocidad como el evento Esmeraldas
1906,esta profundidad podría alcanzar los 45-55 km, como se observó en los mega terremotos de Sumatra, Chile y
Japón durante el siglo XXI [Lay et al., 2012]. Para los eventos Mw <8 más pequeños, la ruptura de la interfaz podría
alcanzar profundidades de alrededor de 35 km, según el presente acoplamiento intersísmico [Chlieh et al., 2014] (Fig.
8).
Esmeraldas SMT-1
Durante el siglo XX, cuatro terremotos de 7.6 a 8.8 Mw rompieron repetidamente segmentos de un Tramo de km500
km de longitud de la zona de subducción al norte de la cresta de Carnegie (Fig. 9). Para una descripción completa de
la secuencia del gran terremoto del siglo XX en el noroeste de Ecuador - SW Colombia, consulte a Chlieh et al. [2014]. El
terremoto de Mw 8.8 1906 define la zona fuente de megathrust de la interfaz SMT-1 de Esmeraldas. Para buscar
posibles límites para el límite sur de la ruptura de 1906, se han revisado varios estudios. Sobre la base de la llamada
"evidencia marginal", Kelleher [1972] dibujó la terminación sur del gran evento de 1906 megathrust en la latitud 0º.
Kanamori y McNally [1982], citando a Rudolph y Szirtes [1911], sugirieron que la zona de ruptura no se extendía más
al sur más allá del límite de Kelleher, según la distribución de intensidad. Nuevamente, basándose en la reubicación
de las réplicas de Mendoza y Dewey [1984], Swenson y Beck [1996] sugirieron que era improbable que la ruptura de
1906 se propagara al sur de 0º, al observar la zona de réplica de 7.42 Mw 7.8 y tomar en cuenta la presencia
del Carnegie Ridge. Collot et al. [2004] propuso una terminación sur diferente de las zonas de ruptura del terremoto
de 1906 y 1942, coincidiendo con la extensión costa afuera de la antigua falla Jama-Quininde y con la probable
ubicación en el interior de la cresta Carnegie Ridge (aproximadamente a latitud 0.5ºS).
Este límite es ~ 50 km al sur del límite previamente asumido (Fig. 9). De esta revisión, queda claro que la cresta de
Carnegie de 200 km de ancho constituye una barrera para que los grandes terremotos ecuatorianos se propaguen
hacia el sur, de manera similar a otras características batimétricas de subducción a lo largo de la zona de subducción
de América del Sur [Bilek, 2010]. Vamos a explorar más a lo largo de la interfaz de cresta de Carnegie. Hay tres mw 7
epicentros al sur de las zonas de ruptura de 1906 y 1942, denominadas en lo sucesivo la zona del terremoto de Bahía
(BEZ): el Mw 7.1 de 1998; el 1956 Mw 6.95; y el 1896 m 7 (magnitud supuesta basada en similitudes con los otros
dos eventos; este terremoto ocurrió 10 años antes del terremoto de 1906). Keller [2014] analizó la distribución de
intensidad del terremoto de 1896 aplicando el método de Bakun [2005], sin embargo, no fue posible proporcionar una
ubicación precisa para el evento debido a fallas en los datos de entrada. Dado que las intensidades del evento de 1896
se distribuyen en un patrón similar al del evento de 1998, incluida la licuefacción, se supone que el plano de ruptura
de este terremoto pertenece al BEZ. La BEZ como se muestra en la Fig. 9 se define por las réplicas bien ubicadas del
choque principal de 1998 [Font et al., 2013]. El límite sur de la zona de ruptura de 1906 propuesta por Collot [2004]
cae a la mitad del plano de ruptura del evento de 1998, considerando los tres terremotos,La aspereza de BEZ está
mostrando un comportamiento característico con una M 7 evento cada 50 10 años.
Dado que la fuente de BEZ parece comportarse independientemente del megathrust del norte, el límite sur de
Esmeraldas SMT-1 se define aquí como el límite norte de la BEZ (Fig. 9). Al sur de la aspereza de BEZ, el modelo de
acoplamiento propuesto por Chlieh et al. [2014] predice un corredor de arrastre de 50 km de ancho que también
podría haber marcado el límite sur de la ruptura de 1906. En tal caso, la aspereza de BEZ también habría fallado, y
nuestra interpretación requeriría un segundo escenario para el límite sur de SMT-1. Con respecto al límite norte de
SMT-1 (~ 4 N), la zanja de Colombia cambia abruptamente su azimut de NE-SW a ~ NS. Buenaventura, un puerto
marítimo a 3.9. N (Fig. 1), todavía experimentó 1,6 m de hundimiento como resultado de la ruptura de 1906 [Herd et
al., 1981]. Sin embargo, la ruptura probablemente no se propagó al norte de la curva pronunciada de la zanja. En esta
misma latitud, la escarpa de cría del canto Malpelo podría proyectarse hacia el interior [Lonsdale, 2005], lo que
significa que una discontinuidad cruzada en la losa de subducción de Nazca podría haber detenido la propagación
del norte de la ruptura de 1906. Por lo tanto, establecemos el límite en la discontinuidad. Los límites de inmersión
ascendente y descendente de la parte sismogénica de la interfaz megathrust definen el grosor de la zona de fuente
sísmica EMS-1. El límite de 50 km está definiendo el límite de inmersión descendente de la zona SMT-1 de Esmeraldas.
Consideramos que el límite de inmersión ascendente alcanza la zanja, ya que todos los grandes y grandes terremotos
de la zona, excepto el evento de 1942, han generado tsunamis. La calidad de las soluciones hipocentral en el catálogo
no nos ayuda a diferenciar claramente entre eventos de placa interna y de placa superior. En un experimento sísmico
pasivo en alta mar y en tierra, Manchuel et al.[2011] mostró que en la región ecuatoriana del arco anterior, las
profundidades hipocentral alcanzan al menos 40 km, pero no se agrupan a lo largo de las estructuras activas de la
corteza. Por otro lado, tampoco ha sido posible distinguir entre sismicidad de fallas de distribución costa afuera y
sismicidad de placa, aunque Collot et al. [2004] propusieron que el terremoto de Mw 7.6 1958 se rompiera a lo largo
de una de estas estructuras de falla de distribución y no en la interfaz. Por lo tanto, por razones prácticas, toda la
sismicidad de profundidad de 0-50 km en el arco frontal se incorpora en SMT-1 y se modelará como sismicidad de
interfaz.
Bahía SMT-2 y Talara SMT-3
La zona de origen de SMT-2 Bahía, ya mencionada en la sección anterior, incluye el BEZ y la gran aspersión de la isla
de La Plata [Vallée et al., 2013; Chlieh et al., 2014] (Fig. 9).SMT-2 se considera una zona de transición que une el SMT-
1 fuertemente bloqueado con la zona de Talara SMT-3 que muestra un acoplamiento entre placas débil y despreciable.
Según el modelo geodésico presentado por Nocquet et al. [2014] a ~ 1000 km a lo largo del segmento de la interfaz
de la placa, que abarca el sur de Ecuador y el norte de Perú desde el golfo de Guayaquil hasta la zona de fractura de
Mendaña en 10 S– resbala predominantemente asísmicamente. La intersección del margen rayado de Grijalva (que
separa los dominios Farallon y Nazca, Figs. 7, 8) con la zanja marca la terminación del segmento fuertemente acoplado
de la interfaz modelado por Nocquet et al. [2014, Fig. 3]; por lo tanto, dejamos que el límite norte de la zona de Talara
SMT-3 coincida con la prolongación interior del margen desgastado de Grijalva. La zona Talara SMT-3 podría
extenderse hacia el sur al menos la proyección de la zona de fractura de Viru en el continente [7.5 S, Lonsdale, 2005,
Fig. 1], sin embargo, está cerrada artificialmente a 6 S, el límite sur de nuestro estudio.
Talara SMT-3 podría considerarse una zona de origen generadora de tsunamis debido a la ocurrencia de dos eventos
tsunamigénicos: el raro 1960 Mw 7.8 uno (Fig. 2a) y el terremoto Mw 7.5 1996 localizado al norte de Mendaña [por
ejemplo, Bilek, 2010] ( Fig. 6). Su presencia implica que las rupturas en este segmento podrían comenzar a poca
profundidad y avanzar hacia arriba, generando grandes deslizamientos pero frecuencias más bien bajas, como lo
describen Lay et al. [2012]. Este carácter tsunamigénico de SMT-3 se ha descrito a través de un modelo de campo de
velocidad alternativo también permitido por los datos de GPS que muestran un acoplamiento interseísmico cerca de
la zanja [Fig. 3c en Nocquet et al., 2014]. Este modelo alternativo resuelve la acumulación de tensión en este segmento
de ~ 1000 km de largo por medio de un débil, poco profundo (<20 km) Acoplamiento interseísmico y un acoplamiento
muy débil a cero en las profundidades sismogénicas habituales (20 a 45 km) desde el margen con rifle de Grijalva hasta
la zona de fractura de Mendaña. Este modo de acoplamiento explica satisfactoriamente los terremotos
tsunamigénicos, pero también impide la acumulación de tensión elástica en toda la interfaz sismogénica necesaria
para producir Mw. ∼ 9 mega terremotos. Alternativamente, Bourgois et al. [2007, 2011] que realizaron análisis
geomórficos de las formas costeras cercanas al área del grupo de Talara propusieron una tasa de recurrencia de 1300-
1437 años para los principales terremotos durante al menos la parte superior del Cuaternario. Sus análisis se basan en
muescas de erosión observadas en terrazas elevadas anormalmente rápidas producidas por sucesivas masas de nivel
del mar durante el Cuaternario tardío, aunque Pedoja et al. [2011] han cuestionado estos resultados.
La acumulación de tensión elástica actual, interpretada a partir de mediciones de GPS, puede no ser compatible con
los mega terremotos sugeridos por Bourgois et al. Basado en 2007 en su interpretación del registro geológico, pero
nuestra comprensión de las fuentes de los terremotos en este y otros segmentos de subducción es tan limitada que,
como un enfoque conservador de PSHA, el tamaño máximo del terremoto puede verse limitado solo por la longitud
máxima sobre la cual se produce una falla coherente la ruptura puede desarrollarse, según lo declarado por Okal
[2010], con tiempos de recurrencia del orden de 1-2 milenios, según lo propuesto por Bourgois et al. [2007]. Se cree
que los dos terremotos Mw> 7 que se registraron en el extremo sur del golfo de Guayaquil (Fig. 2a) pertenecen a la
Talara área del grupo (Mw 7.6 1953, Mw 7.2 1970, Fig. 9). El origen y la distribución de profundidad precisa del clúster
aún no se han resuelto. Estos grandes eventos podrían haber roto la subducción megathrust [Suarez et al., 1983] o
desprendimientos de pendientes continentales en el Golfo de Guayaquil [Bourgois, 2013], aunque von Huene et al.
[1989] y Bourgois et al. [1993] favorecen un origen de deslizamiento rotacional para similares destacamentos
identificados al sur de Talara sin el lanzamiento de Mw ≥7 de energía sísmica equivalente.
2.2 Fuentes de Inslab
Las SSZ de Inslab bordean la sismicidad de profundidad intermedia. A pesar de que el catálogo sísmico utilizado para
este estudio contiene las mejores ubicaciones hipocentral disponibles, la sismicidad está lejos de mostrar zonas claras
y nítidas de Wadati-Benioff para definir las formas de segmentos individuales en la placa Farallon. Por otro lado, la
placa de Nazca no es prolífica en la generación de terremotos de profundidad intermedia y la losa de inmersión no
puede ser reconocida únicamente por la sismicidad.
Fuentes ISF de Farallon
Debido a que la distribución de la profundidad hipocentral y la liberación del momento varían a lo largo de la inmersión
dentro de la placa Farallon (Fig. 2b), se han definido cuatro zonas de fuente volumétricas horizontales del Farallon
inslab. Las zonas corresponden a capas de sismicidad de profundidad creciente hacia el este y noreste (Figs. 8, 10).
Según nuestro modelo, aparte de la contorsión, la placa se sumerge suavemente (12  en promedio) y es rastreable
hacia el este por más de 600 km desde la zanja (Fig. 5). Por lo tanto, hay una superposición de las fuentes modeladas,
como se observa en la vista del mapa de la Fig. 10. La mayor parte del momento sísmico se está liberando dentro de
una capa delgada de 30 km de espesor (Morona ISF-3) a profundidades de 100 a 130 km. Esta zona intenta capturar
la sismicidad que se está generando a lo largo de un retorcimiento en la losa de subducción como se mencionó
anteriormente.
El Loreto ISF-4 SSZ contiene una sismicidad más profunda en la parte superpuesta debajo de Morona ISF-3 y se
prolonga hasta la parte frágil de la losa subducida a una profundidad de ~ 180 km. El Puyo SSZ –Puyo ISF-5– (Figs. 2b,
10) reproduce la sismicidad generada en el retorcido extremo noreste de Farallon (Fig. 5c) y profundiza desde 130 km
hasta al menos 250 km. Libera un tercio de la energía de Morona ISF-3.Al modelar la subducción de Farallón con
fuentes horizontales delgadas, el volumen total de la fuente se ha reducido en comparación con el modelado de un
cuerpo único de 600 km de ancho y 200 km de espesor, por lo que se busca una mejor representación de la distribución
sísmica para los próximos cálculos de PSHA. Una segunda posibilidad era modelar esta sismicidad como paralelepípedo
de inmersión simple, en cuyo caso todos los detalles resueltos en la primera parte de este documento se habrían
absorbido en un solo volumen. En cualquier caso todo los detalles resueltos en la primera parte de este documento
se habrían absorbido en un solo volumen.
El impacto de nuestra decisión de modelar fuentes horizontales se ponderará durante los cálculos de peligros.
Las fuentes ISN de Nazca
Al norte del margen rayado de Grijalva, la liberación del momento sísmico de profundidad intermedia es muy pequeña
en comparación con la de la placa de Farallón (Figs. 2b, 3). La fuente de arco subvolcánico, ISN-5, se ha definido para
incluir eventos ubicados al este de la interfaz megathrust y debajo del arco volcánico, aunque se genera muy poca
sismicidad en esta parte más cálida de la losa de subducción. La sismicidad de profundidad intermedia es, de alguna
manera, más al norte energética de ~ 2ºN (Fig. 2b) donde podría relacionarse con el segmento de inmersión normal
de la placa de Nazca al sur de la lágrima de Caldas [~ 5ºN, Vargas y Mann, 2013]. Se modela una segunda fuente ISN-
4, separada del arco subvolcánico ISN-5 por la proyección interior del Malpelo paleo-rift [Fig.10 en Lonsdale, 2005]
(Figs. 1, 10). Una sismicidad superficial muy visible está presente entre la cresta graben de Yaquina y la zanja (Fig. 2a).
Su ubicación de zanjas en el mar es anómala y única a lo largo de la zanja sudamericana. Los mecanismos focales de
falla normales que caracterizan esta sismicidad también son anómalos, apareciendo al oeste de la zanja, así como en
la zona de la fuente megathrust de interfaz (Fig. 10b). Esta sismicidad inusual se modela como la zona de origen
Yaquina de OUT-1 (Figs. 8, 10).
2.3 Fuentes de la corteza
De acuerdo con la descripción dada para la tectónica de convergencia oblicua, las fuentes de la corteza se han
clasificado en tres dominios principales: (a) el dominio del límite este de la NAB que abarca el deslizamiento de la
huelga y la falla inversa (que explica el movimiento NNE de la astilla); (b) el dominio Romeral - Cauca-Patía (Fig.7)
Incluyendo los Andes colombianos occidentales y la Cordillera Occidental ecuatoriana hasta 1.5 S; y (c) el dominio del
arco posterior andino donde las correas plegadas hacia el este sobre los empujes ciegos absorben el acortamiento.
Una representación esquemática y la ubicación geográfica de las zonas de origen de la corteza se muestran en las Figs.
11 y 12. En la Tabla 1 se presentan mayores detalles sobre las fuentes individuales y son complementarios a la
descripción a continuación.
Sistema de fallas Chingual-Cosanga-Pallatanga-Puná
El límite oriental NAB incluye cuatro segmentos (Chingual, Cosanga, Pallatanga y Puná, Alvarado et al., 2015) y se ha
definido como el sistema de fallas CCPP (Figs. 7, 12). CCPP muestra tasas de desplazamiento general del orden de
7 2 mm.yr-1 de los resultados de GPS publicados y 7.6 mm.yr-1 como tasa estimada de deslizamiento geológico
promedio para la parte final del Pleistoceno [Egbue y Kellogg, 2010]. Según otros autores [Tibaldi et al., 2007], esas
estimaciones podrían alcanzar un máximo de 11.9  0.7 mm.yr-1 en el segmento más al norte, también de indicadores
geológicos. La fuente Chingual NAB-1 tiene una orientación NNE y, por lo tanto, se considera que es en su mayor parte
de naturaleza de impacto (Fig. 12). Hemos colocado su límite norte en la separación de Sibundoy [Soulas et al., 1991],
pero el sistema de fallas continúa más al norte a lo largo del frente andino oriental [Ego et al., 1995; Tibaldi et al.,
2007]. En 1834, un terremoto MIC 7.4 [Beauval et al., 2013] destruyó el área de Sibundoy, pero en la actualidad se
puede reconocer muy poca actividad sísmica a lo largo de la NAB-1 (Figs. 2a, 12). El límite sur se apoya en el siguiente
segmento (NAB-2) en la zona donde el sistema de fallas del CCPP cambia de dirección y corre paralelo a la cadena
andina. La fuente NAB-2 de Cosanga está alineada N10  (Fig. 12). Las estructuras tectónicas muestran principalmente
un comportamiento transpresivo. Su parte norte ha experimentado dos terremotos Mw ~ 7 durante los últimos 60
años (1955, 1987). El extremo sur se ha diseñado para incluir la terminación sur del empuje de Cosanga [Bès de Berc
et al., 2005], así como los terremotos de Mw> 5 que muestran mecanismos focales transpresivos (por ejemplo, el
evento de septiembre de 1987 Mw 6.3 y el choque de marzo de 1987, ambos muy probablemente en el mismo sistema
de fallas). El grupo sísmico de Pisayambo (Fig. 11a) no está incluido en NAB-2. La fuente Pallatanga NAB-3 contiene
tanto la falla Pallatanga como el grupo Pisayambo. El cluster sísmico de Pisayambo es un Rensig [Segovia y Alvarado,
2009]. Zona de 30 x 30 km donde casi el 35% de la actividad sísmica instrumental en el país está registrada. Pallatanga
es una estructura prominente de deslizamiento de huelga que cruza en diagonal la Cordillera Occidental de Ecuador,
corta la Depresión Interandeana y luego continúa hacia el NE a través de la Cordillera Oriental hasta llegar al área de
Pisayambo (Fig. 12). La falla de Pallatanga es el lugar de 4 a 5 grandes terremotos del Holoceno Mw ~ 7.5 con un
tiempo de recurrencia entre 1300 y 3000 años definido por paleosismología [Baize et al., 2014]. El último evento
ocurrió en 1797. y la magnitud (Mic) evaluada a partir de las intensidades es 7.6 [67% rango de confianza: 7.5-7.9,
Beauval et al., 2010]. Según Leonard [2010], un terremoto de resbalón de impacto M 7.6 puede romper un segmento
de falla de más de 100 km de largo; por lo tanto, la ruptura puede haberse cruzado en diagonal a lo largo de toda la
depresión interandina. En la zona fuente de Puná NAB-4, las trazas de fallas activas y los marcadores geomorfos de
deslizamiento de huelga definen una estructura de flores en la isla de Puná y se identificó una cuenca separable,
incluida esta y la isla de Santa Clara en el área del Golfo de Guayaquil al., 2005]. No se observa la continuidad hacia el
noreste de la traza de la falla desde la costa del Golfo a través de la llanura de inundación hasta las estribaciones de la
Cordillera (Fig. 12). La presencia de fallas en échelon sugeridas por Lavenu et al.[1995] la transferencia de la
deformación a través de la llanura a la Cordillera tampoco está clara. Dumont et al. [2005] calculó una tasa de
deslizamiento geológico de 5,5 a 6,6 mm.yr-1 para las fallas de Puná, que es consistente con la tasa de deslizamiento
general a lo largo del dominio del límite este de NAB, aunque no se han registrado terremotos históricos en la NAB-4
La zona y la sismicidad instrumental son bajas (Figs. 2, 12). Bourgois y sus colaboradores han estudiado ampliamente
la estructura y evolución del Golfo de Guayaquil [Witt, et al., 2006; Bourgois et al, 2007; Witt y Bourgois, 2010;
Bourgois, 2013]. Describen la actividad tectónica desde ~ 140 ka hasta el presente como restringida a las fallas
normales que limitan las cuencas que se hunden en el Golfo, y las fallas de deslizamiento que conectan a los
destacamentos responsables de la subsidencia de las cuencas [por ejemplo, Witt et al., 2006]
Nazca ISN.
Consideran que el sistema de fallas de deslizamiento de huelga identificado en el Golfo (sistema de fallas de Puná) no
se conecta directamente a las fallas que forman parte de la frontera sureste del Bloque Andino Norte en la actualidad
(el sistema de fallas del CCPP). Para Bourgois, el límite sur NAB se encuentra a lo largo del borde sur del golfo
relacionado con un sistema de desprendimiento –el desprendimiento de Tumbes-Zorritos– y una tira de
desacoplamiento N – S [Fig. 5 en Bourgois, 2013] identificadas en la pendiente continental – ruptura de la plataforma
continental. Las estructuras de desprendimiento que limitan la banda de desacoplamiento pueden no ser capaces de
generar eventos sísmicos importantes, ya que la banda presenta estructuras diapiricas extensas que no pueden
almacenar la deformación elástica. Por el contrario, el desprendimiento de Tumbes-Zorritos, en conjunción con un
desprendimiento progresivo de media corteza de ángulo bajo,estaría acomodando el movimiento hacia el noreste de
la NAB [Bourgois, 2013] y no se descarta como fuente del terremoto de 1953 Mw 7.6. Por esta razón, el destacamento
Tumbes-Zorritos se incluye en la zona de origen NAB-4 (Fig. 12). La prolongación de zanjas de sistemas
transcurrentes como el NAB-Sur.El límite sur de América es altamente sensible a las variaciones de la estructura del
margen local y del acoplamiento de la placa regional, y estas variaciones son factores clave para controlar la
subsidencia sostenida producida a lo largo de destacamentos como en el Golfo de Guayaquil [Bourgois, 2013]. Estas
estructuras gravitacionales no son capaces de acumular enormes cantidades de energía sísmica como lo hacen los
segmentos de interfaz de mega empujes. En el Golfo, su sismicidad natural no está bien restringida debido a la falta
de cobertura de la red sísmica local RENSIG. Por lo tanto, la sismicidad hacia el oeste de las fuentes del pilar NAB-4 –
SMT-3 (Fig. 12) se incluye en la fuente de la interfaz como se explicó anteriormente.
Levantamientos subandinos orientales, fallas de empuje y pliegues
El dominio del arco posterior andino se ha subdividido en tres fuentes: el Napo ESB-1, el Cutucú ESB-2 y el Moyobamba
ESB-3 (Fig. 11, 12).Hay dos elevaciones estructurales principales (Napo y Cutucú) que caracterizan el cinturón de
empuje y pliegue subandino con tendencia NS en el Ecuador, ambos convergen hacia la depresión de Pastaza (Fig. 7).
Los ejes de los dos levantamientos son desviados por la depresión, por lo que se utiliza como límite de fuente. La
desviación también es notable por la sismicidad de baja energía que se inclina hacia la depresión de Pastaza (Fig. 12a).
No se reportan grandes terremotos para la fuente Napo ESB-1. Por el contrario, Cutucú ESB-2 incluye el evento Mw
7.0 de 1995 y la sismicidad obvia en la parte central de la fuente probablemente esté relacionada con la parte activa
actual del levantamiento de Cutucú (Figs. 2a, 7). La fuente Moyobamba ESB-3 se encuentra fuera del territorio
ecuatoriano. Lo incluimos en nuestro modelo debido a su notable sismicidad. Varias interpretaciones son posibles para
la unión de la zona noroeste de los Andes peruanos, parte del dominio de los Andes Centrales, con la tendencia al alza
de Cutucú (ESB-2). Decidimos extender el ESB-2 a Lat. -5 ° para que incluya todas las correas NS de pliegue y empuje.
La sismicidad ESB-3 se agrupa alrededor de 6ºS, 77ºW donde se produjeron varios terremotos destructivos (Mw 6.4-
6.9) a principios de la década de 1990 (Figs. 2a, 12).
Fallas de la Cordillera Occidental
El dominio Romeral - Cauca-Patía se define por dos fuentes: El Ángel WCR-1 y Quito-Latacunga WCR-2 (Figs. 11, 12).
Las fallas WCR-1 son la expresión más al sur de las estructuras de tendencia NNE que son claramente reconocibles a
lo largo de las laderas occidentalesDecidimos extender el ESB-2 a Lat. -5 ° para que incluya todas las correas NS de
pliegue y empuje. La sismicidad ESB-3 se agrupa alrededor de 6ºS, 77ºW donde se produjeron varios terremotos
destructivos (Mw 6.4-6.9) a principios de la década de 1990 (Figs. 2a, 12). Fallas de la Cordillera Occidental El dominio
Romeral - Cauca-Patía se define por dos fuentes: El Ángel WCR-1 y Quito-Latacunga WCR-2 (Figs. 11, 12). Las fallas
WCR-1 son la expresión más al sur de las estructuras de tendencia NNE que son claramente reconocibles a lo largo de
las laderas occidentalesDecidimos extender el ESB-2 a Lat. -5 ° para que incluya todas las correas NS de pliegue y
empuje. La sismicidad ESB-3 se agrupa alrededor de 6ºS, 77ºW donde se produjeron varios terremotos destructivos
(Mw 6.4-6.9) a principios de la década de 1990 (Figs. 2a, 12). Fallas de la Cordillera Occidental El dominio Romeral -
Cauca-Patía se define por dos fuentes: El Ángel WCR-1 y Quito-Latacunga WCR-2 (Figs. 11, 12). Las fallas WCR-1 son la
expresión más al sur de las estructuras de tendencia NNE que son claramente reconocibles a lo largo de las laderas
occidentalesFallas de la Cordillera Occidental El dominio Romeral - Cauca-Patía se define por dos fuentes: El Ángel
WCR-1 y Quito-Latacunga WCR-2 (Figs. 11, 12). Las fallas WCR-1 son la expresión más al sur de las estructuras de
tendencia NNE que son claramente reconocibles a lo largo de las laderas occidentalesFallas de la Cordillera Occidental
El dominio Romeral - Cauca-Patía se define por dos fuentes: El Ángel WCR-1 y Quito-Latacunga WCR-2 (Figs. 11, 12).
Las fallas WCR-1 son la expresión más al sur de las estructuras de tendencia NNE que son claramente reconocibles a
lo largo de las laderas occidentales de la Cordillera Central en Colombia, hasta llegar a la ciudad de Pasto (Fig. 1),
definida como el sistema de falla Romeral [París et al., 2000] (Fig. 7).
El WCR-1 está diseñado para incluir varios lineamientos geomórficos que muestran una tendencia del noreste con un
movimiento de deslizamiento lateral derecho. En 1868, uno de estos segmentos, que no está bien identificado, se
rompió en dos terremotos MIC 6.6 y 7.2 consecutivos. El evento 7.2 se considera el evento más destructivo en los
Andes ecuatorianos del norte en los tiempos históricos [Beauval et al., 2010] (Fig. 12). El WCR-1 se dibuja para incluir
también el terremoto MIC 7.259 1859 (Fig. 12). La magnitud y la ubicación se estimaron asumiendo que el terremoto
es poco profundo. Sin embargo, sobre la base de la amplia distribución espacial de las intensidades VII, Beauval et al.
[2010] sugirió que, también podría ser un evento inslab.En el presente estudio, hemos demostrado que al norte del
margen rayado de Grijalva, la liberación del momento sísmico de profundidad intermedia es muy pequeña,
especialmente entre las latitudes 1 ToS a 2 N. En consecuencia, es razonable suponer que el evento de 1859 es
realmente superficial y podría haber roto uno de los lineamientos NE-SW al oeste de Quito. En el ecuador, las fallas de
tendencia NE-SW experimentan una rotación brusca en el rumbo hacia una dirección NS. Estas estructuras tectónicas
NS están modeladas como la fuente UIO-Lat WCR-2. Las estructuras compresivas de Quito y Latacunga se caracterizan
por fallas inversas ciegas y por pliegues y flexiones en la superficie. A lo largo del sistema de fallas inversas de Quito
(NS, estructura compleja de 60 km), se identificaron cinco subsegmentos capaces de romperse individual o
simultáneamente en un solo evento, con magnitudes de M 5.7 a 7.1 [Alvarado et al., 2014]. Un gran terremoto
histórico ocurrió en 1587 en la terminación norte de la fuente [MIC 6.4, Beauval et al., 2010], (Fig. 12).Posiblemente
esté relacionado con el segmento de Tangahuila de Alvarado et al. [2014] o al sistema de fallas de guayllabamba (Fig.
12). Dos terremotos históricos más (1914 y 1923) tienen el mismo orden de magnitud, pero pueden estar mejor
correlacionados con las fallas ENE-WSW derecha-lateral de deslizamiento oblicuamente que cruzan WCR-2. Tales fallas
aún no han sido bien reconocidas en el campo. El sistema de fallas de Latacunga muestra estructuras de compresión
tanto al oeste como al este de la Depresión Interandeana, con planos de fallas inclinados hacia las respectivas
Cordilleras. Una serie de al menos seis terremotos históricos en el rango de magnitud MIC 5.0-6.0 se han reubicado a
lo largo de las laderas occidentales de la Depresión [Beauval et al., 2010]. El catálogo histórico menciona tres eventos
más (1703, 1800, 1944).[2014] o al sistema de fallas de guayllabamba (Fig. 12). Dos terremotos históricos más (1914
y 1923) tienen el mismo orden de magnitud, pero pueden estar mejor correlacionados con las fallas ENE-WSW
derecha-lateral de deslizamiento oblicuamente que cruzan WCR-2. Tales fallas aún no han sido bien reconocidas en el
campo. El sistema de fallas de Latacunga muestra estructuras compresivas al oeste y al este de la Depresión
Interandeana, con planos de fallas que se inclinan hacia las respectivas Cordilleras. Una serie de al menos seis
terremotos históricos en el rango de magnitud MIC 5.0-6.0 se han reubicado a lo largo de las laderas occidentales de
la Depresión [Beauval et al., 2010]. El catálogo histórico menciona tres eventos más (1703, 1800, 1944).[2014] o al
sistema de fallas de guayllabamba (Fig. 12). Dos terremotos históricos más (1914 y 1923) tienen el mismo orden de
magnitud, pero pueden estar mejor correlacionados con las fallas ENE-WSW derecha-lateral de deslizamiento
oblicuamente que cruzan WCR-2.
Tales fallas aún no han sido bien reconocidas en el campo. El sistema de fallas de Latacunga muestra estructuras
compresivas al oeste y al este de la Depresión Interandeana, con planos de fallas que se inclinan hacia las respectivas
Cordilleras. Una serie de al menos seis terremotos históricos en el rango de magnitud MIC 5.0-6.0 se han reubicado a
lo largo de las laderas occidentales de la Depresión [Beauval et al., 2010]. El catálogo histórico menciona tres eventos
más (1703, 1800, 1944).Dos terremotos históricos más (1914 y 1923) tienen el mismo orden de magnitud, pero pueden
estar mejor correlacionados con las fallas ENE-WSW derecha-lateral de deslizamiento oblicuamente que cruzan WCR-
2. Tales fallas aún no han sido bien reconocidas en el campo. El sistema de fallas de Latacunga muestra estructuras
compresivas al oeste y al este de la Depresión Interandeana, con planos de fallas que se inclinan hacia las respectivas
Cordilleras. Una serie de al menos seis terremotos históricos en el rango de magnitud MIC 5.0-6.0 se han reubicado a
lo largo de las laderas occidentales de la Depresión [Beauval et al., 2010]. El catálogo histórico menciona tres eventos
más (1703, 1800, 1944).Dos terremotos históricos más (1914 y 1923) tienen el mismo orden de magnitud, pero pueden
estar mejor correlacionados con las fallas ENE-WSW derecha-lateral de deslizamiento oblicuamente que cruzan WCR-
2. Tales fallas aún no han sido bien reconocidas en el campo.
El sistema de fallas de Latacunga muestra estructuras compresivas al oeste y al este de la Depresión Interandeana,
con planos de fallas que se inclinan hacia las respectivas Cordilleras. Una serie de al menos seis terremotos históricos
en el rango de magnitud MIC 5.0-6.0 se han reubicado a lo largo de las laderas occidentales de la Depresión [Beauval
et al., 2010]. El catálogo histórico menciona tres eventos más (1703, 1800, 1944).El sistema de fallas de Latacunga
muestra estructuras compresivas al oeste y al este de la Depresión Interandeana, con planos de fallas que se inclinan
hacia las respectivas Cordilleras. Una serie de al menos seis terremotos históricos en el rango de magnitud MIC 5.0-
6.0 se han reubicado a lo largo de las laderas occidentales de la Depresión [Beauval et al., 2010]. El catálogo histórico
menciona tres eventos más (1703, 1800, 1944).El sistema de fallas de Latacunga muestra estructuras compresivas al
oeste y al este de la Depresión Interandeana, con planos de fallas que se inclinan hacia las respectivas Cordilleras. Una
serie de al menos seis terremotos históricos en el rango de magnitud MIC 5.0-6.0 se han reubicado a lo largo de las
laderas occidentales de la Depresión [Beauval et al., 2010].
El catálogo histórico menciona tres eventos más (1703, 1800, 1944). eso podría haber roto el mismo segmento, pero
estos eventos no se han analizado adecuadamente debido a la escasez de datos de intensidad. los gran 1698 MIC
7.3 El terremoto de Ambato fue localizado por Beauval et al. [2010] al pie del volcán Carihuairazo, al sur de esos
terremotos moderados. Baize et al. [2014] han demostrado recientemente que parte de la deformación por falla de
Pallatanga se está dividiendo cuando la estructura entra en la Depresión Interandeana. Una de las ramas tiene una
tendencia NS, que corre entre los volcanes Chimborazo y Carihuairazo, y podría ser la falla causal del evento de 1698.
La ubicación del terremoto de 1698 está en el límite que separa la NAB-2 y la Pallatanga NAB-3 (Fig. 12).

3. DISCUSIÓN
Nuestra nueva interpretación de la compleja geodinámica de Ecuador pone énfasis en dos aspectos de la interacción
de las placas a escala continental: a) la oblicuidad de la convergencia resultante de la forma convexa de América del
Surs margen continental noroeste yb) las diferencias en la reología entre las placas de Farallón y Nazca vinculadas a
sus diferentes edades. Estos dos factores pueden estar jugando un papel más importante que la subducción de la
cresta de Carnegie solo en el control de la geometría, la inclinación y los límites de la losa, y en el acondicionamiento
de la corteza y la generación de terremotos de interfaz. Ahora discutiremos algunas de las características descritas en
la primera parte de este documento y utilizadas en la segunda parte para describir las fuentes sísmicas en el territorio
ecuatoriano.
La forma convexa del margen noroeste de Sudamérica y la colisión oblicua de larga vida han impreso una clara firma
en las losas descendentes. La curvatura de la zanja de ~ 60º actúa como una lente cóncava para la convergencia. Esto
tiene el efecto de desviar el deslizamiento del terremoto a lo largo del megathrust y de enfocar la deformación hacia
abajo de la losa hacia un punto focal, es decir, hacia un centro de curvatura hipotético a cierta profundidad hacia el
interior. La contorsión de la placa de Farallón como se ve en el grupo sísmico de El Puyo y la profundización de casi
100 km de los hipocentros dentro de un pequeño volumen (un cubo de 100 km de largo por lado, Figs. 2b, 3, 4c) podría
vincularse al ajuste de la losa de Farallón a un espacio disponible más pequeño en profundidad a medida que se acerca
al punto de enfoque, como se puede ver en la animación 3D presentada como Información de apoyo. El cúmulo de El
Puyo es una de las contorsiones más severas reconocidas en una zona de Benioff de profundidad intermedia [Bevis e
Isacks, 1984] y libera una cantidad considerable del momento sísmico de la fuente de Farallon inslab como se describe
en la Fig. 4.
Cabe destacar que la depresión subandina de Pastaza se ubica directamente sobre el grupo de El Puyo (Figs. 2b, 7). La
depresión de Pastaza es el lugar de uno de los megafans aluviales tropicales más grandes del mundo, el megafan de
Pastaza, que ha estado activo desde el Plioceno [Bès de Berc et al., 2005]. El estrecho vínculo geográfico sugiere que
la fuerte caída de la placa de Farallón situada 150 km por debajo localmente elimina el apoyo a la litosfera continental,
provocando su hundimiento mediante el ajuste viscoelástico. La alineación de los terremotos de profundidad
intermedia NNW-SSE con Mw hasta ~ 7.5 y aproximadamente a 600 km tierra adentro desde la zanja (Fig. 2b)
concentra la gran mayoría de los terremotos más grandes en la placa de Farallón. Esta alta zona de liberación de
momento sísmico podría estar relacionada con una bisagra donde la placa Farallon posiblemente se doble hacia abajo
(Fig.4c) hundirse más profundamente hacia un foco de ~ 600 km de terremotos de profundidad ubicados 500 km al
este [Hayes et al., 2012]. También se nota una desviación de esta alineación hacia la contorsión de El Puyo,
corroborando la flexión a lo largo de la placa como se muestra en las Figs. 2b, 4, y en la animación proporcionada como
Información de apoyo. Cabe mencionar que el volcán Sangay, el volcán más al sur de la Zona Volcánica del Norte
Andina (NVZ), se encuentra a unos 70 km al sur del margen proyectado de Grijalva (Fig. 2b, 10), sobre la corteza
continental que prevalece sobre la placa Farallón. Más al norte, los volcanes Chimborazo y Tungurahua están ubicados
aproximadamente por encima de la transición entre las losas Farallon y Nazca, mientras que el resto de los volcanes
NVZ crecen sobre la losa de Nazca. Una posible explicación para Sangay 'La ubicación inusualmente hacia el este
[Monzier et al., 1999a] podría relacionarse con la contorsión discutida hacia el grupo de El Puyo. El volcán está ubicado
a unos 80 km al suroeste del centro del grupo. Una rápida profundización hacia el noreste de la losa de Farallón de
inmersión poco profunda abre espacio para la presencia de una cuña de manto por encima de la flexión de la losa. No
existe una cuña de manto debajo de las losas planas o suavemente sumergidas hacia el sur, por lo que no hay
volcanismo más al sur.
Chimborazo, Tungurahua y Sangay forman parte de los llamados volcanes de Riobamba [Monzier et al., 1999b] y se
consideran la terminación sur de la NVZ. Los volcanes de Riobamba muestran una firma geoquímica diferente a la del
resto de la NVZ: (a) la presencia de rocas básicas es más abundante aquí, y (b) no muestran una disminución en
una1999a] podría estar relacionado con la contorsión discutida hacia el cluster de El Puyo. El volcán está ubicado a
unos 80 km al suroeste del centro del grupo. Una rápida profundización hacia el noreste de la losa de Farallón de
inmersión poco profunda abre espacio para la presencia de una cuña de manto por encima de la flexión de la losa. No
existe una cuña de manto debajo de las losas planas o suavemente sumergidas hacia el sur, por lo que no hay
volcanismo más al sur. Chimborazo, Tungurahua y Sangay forman parte de los llamados volcanes de Riobamba
[Monzier et al., 1999b] y se consideran la terminación sur de la NVZ. Los volcanes de Riobamba muestran una firma
geoquímica diferente a la del resto de la NVZ: (a) la presencia de rocas básicas es más abundante aquí, y (b) no
muestran una disminución en una1999a] podría estar relacionado con la contorsión discutida hacia el cluster de El
Puyo. El volcán está ubicado a unos 80 km al suroeste del centro del grupo. Una rápida profundización hacia el noreste
de la losa de Farallón de inmersión poco profunda abre espacio para la presencia de una cuña de manto por encima
de la flexión de la losa.
No existe una cuña de manto debajo de las losas planas o suavemente sumergidas hacia el sur, por lo que no hay
volcanismo más al sur. Chimborazo, Tungurahua y Sangay forman parte de los llamados volcanes de Riobamba
[Monzier et al., 1999b] y se consideran la terminación sur de la NVZ. Los volcanes de Riobamba muestran una firma
geoquímica diferente a la del resto de la NVZ: (a) la presencia de rocas básicas es más abundante aquí, y (b) no
muestran una disminución en unaEl volcán está ubicado a unos 80 km al suroeste del centro del grupo. Una rápida
profundización hacia el noreste de la losa de Farallón de inmersión poco profunda abre espacio para la presencia de
una cuña de manto por encima de la flexión de la losa. No existe una cuña de manto debajo de las losas planas o
suavemente sumergidas hacia el sur, por lo que no hay volcanismo más al sur. Chimborazo, Tungurahua y Sangay
forman parte de los llamados volcanes de Riobamba [Monzier et al., 1999b] y se consideran la terminación sur de la
NVZ. Los volcanes de Riobamba muestran una firma geoquímica diferente a la del resto de la NVZ: (a) la presencia de
rocas básicas es más abundante aquí, y (b) no muestran una disminución en unaEl volcán está ubicado a unos 80 km
al suroeste del centro del grupo. Una rápida profundización hacia el noreste de la losa de Farallón de inmersión poco
profunda abre espacio para la presencia de una cuña de manto por encima de la flexión de la losa. No existe una cuña
de manto debajo de las losas planas o suavemente sumergidas hacia el sur, por lo que no hay volcanismo más al sur.
Chimborazo, Tungurahua y Sangay forman parte de los llamados volcanes de Riobamba [Monzier et al., 1999b] y se
consideran la terminación sur de la NVZ. Los volcanes de Riobamba muestran una firma geoquímica diferente a la del
resto de la NVZ: (a) la presencia de rocas básicas es más abundante aquí, y (b) no muestran una disminución en unaNo
existe una cuña de manto debajo de las losas planas o suavemente sumergidas hacia el sur, por lo que no hay
volcanismo más al sur.
Chimborazo, Tungurahua y Sangay forman parte de los llamados volcanes de Riobamba [Monzier et al., 1999b] y se
consideran la terminación sur de la NVZ. Los volcanes de Riobamba muestran una firma geoquímica diferente a la del
resto de la NVZ: (a) la presencia de rocas básicas es más abundante aquí, y (b) no muestran una disminución en unaNo
existe una cuña de manto debajo de las losas planas o suavemente sumergidas hacia el sur, por lo que no hay
volcanismo más al sur. Chimborazo, Tungurahua y Sangay forman parte de los llamados volcanes de Riobamba
[Monzier et al., 1999b] y se consideran la terminación sur de la NVZ. Los volcanes de Riobamba muestran una firma
geoquímica diferente a la del resto de la NVZ: (a) la presencia de rocas básicas es más abundante aquí, y (b) no
muestran una disminución en una(a) la presencia de rocas básicas es más abundante aquí, y (b) no muestran una
disminución en una(a) la presencia de rocas básicas es más abundante aquí, y (b) no muestran una disminución en
una número de elementos de tierras raras frecuentemente observados en rocas volcánicas diferenciadas a lo largo del
resto del arco ecuatoriano [Monzier et al., 1999b]. La geoquímica de los volcanes de Riobamba podría estar
relacionada con la cuña de manto inusual mencionada anteriormente. Por lo tanto, un El posible desgarro de la losa
que separa las placas de Farallon y Nazca propuestas por Gutscher et al., [1999] exponiendo estos fluidos de manto
profundo para contaminar el magma primario no es necesario para explicar la geoquímica de la terminación sur de la
NVZ. Los mecanismos focales de terremoto tampoco soportan un mecanismo de desgarro a lo largo del margen rayado
(Fig. 3). Como consecuencia, creemos que la flexión de la losa de Farallon a lo largo del margen con fusibles de Grijalva
es más compatible con las características de los volcanes más al sur de NVZ. Por el contrario, la placa de Nazca inslab
no es tan propensa a los terremotos como la placa de Farallón. La magnitud máxima registrada en el segmento de ~
400 km que se extiende desde su contacto con el Farallón a lo largo del margen desgastado de Grijalva hasta ~ 2ºN es
Mw 5.8 (1967, Fig. 2b).Este segmento coincide con la sección de la NVZ donde la densidad de los volcanes cuaternarios
es la más alta [Hall et al., 2008; Martin et al., 2014]. Afirmamos que la falta de sismicidad de profundidad intermedia
está relacionada con la condición térmica de la placa de Nazca subducida en este entorno de alto flujo de calor, donde
las losas jóvenes son demasiado calientes y dúctiles para permitir la generación de grandes terremotos a
profundidades más allá de la interfaz sismogénica.
Visto en otra parte [Syracuse et al., 2010]. Esta afirmación se ve corroborada por una situación similar observada a lo
largo de la zona de subducción de Costa Rica, donde la placa de Cocos converge contra la placa del Caribe. No hay una
sismicidad de profundidad intermedia donde el segmento más joven de los Cocos se subduce a lo largo del sur de
Costa Rica, pero la sismicidad aumenta hacia el NW a medida que la placa subducida envejece [Protti et al.,1994].
Tanto en Costa Rica como en Ecuador, donde no hay sismicidad de profundidad intermedia, las edades de la placa
fluctúan entre 15 y 18 Ma. Estos dos segmentos de las losas de Cocos y Nazca tienen el mismo origen ya que son piezas
conjugadas que se originaron a lo largo de la misma fractura de división de placa durante el episodio final de la división
de Farallón al comienzo del Mioceno [Lonsdale, 2005]. Ambas placas transportan crestas asísmicas, las crestas Cocos
y Carnegie, que se subdividen junto con sus placas, pero las crestas no tienen una influencia obvia en la sismicidad
inslab. La cresta de Carnegie y la interfaz La cresta de Carnegie parece controlar la propagación del terremoto en la
interfaz. Los epicentros de los cuatro terremotos de gran interfaz Mw> 7.6 del siglo XX, incluido el gigantesco evento
de 1906 megathrust,Se ubican entre la vertiente norte de la cresta de Carnegie y 2 ° N. Este es también el segmento
en el que el acoplamiento intersísmico actual se concentra en cinco asperezas, incluida el área de ruptura del evento
más pequeño de 1998 Mw 7.1 [Chlieh et al., 2014] (Fig. 9).
El evento de 1906 rompió las cuatro asperezas al norte de BEZ y quizás también la zona de acoplamiento del terremoto
de 1998. Kanamori & McNally [1982] y Mendoza & Dewey [1984] también han demostrado que todas las rupturas se
propagaron a la NNE, lejos de la cresta de Carnegie. De la Fig. 6 es evidente que la oblicuidad de la convergencia
alcanza su máximo a lo largo del segmento de la zanja donde se ubican los cuatro grandes terremotos. Estas
observaciones pueden indicar que la alta oblicuidad de la convergencia está obligando a las rupturas de terremotos a
propagarse hacia el noreste y que el papel del Carnegie como barrera para la propagación de la ruptura hacia el sur
también es un factor. Existe una notable heterogeneidad a lo largo del ataque inter-sísmico en toda la porción ya
subducida de la cresta de Carnegie [Chlieh et al., 2014; Nocquet et al., 2014].Los cambios de acoplamiento de débiles
en el borde norte (BEZ) a no existentes a lo largo del eje de la cresta a ser localmente fuertes en la mitad sur (región
del evento de deslizamiento lento de La Plata). Más al sur, la plataforma Carnegie está delimitada por el margen de
Grijalva, donde Nocquet et al. [2014] reportan acoplamiento débil. Carena [2011] sostiene que una zona de fractura
oceánica (el margen con grijada de Grijalva tiene batimetría similar a la zona de fractura pero tiene un origen
diferente), una vez subducida, controla la extensión lateral de los terremotos grandes y gigantes que se rompen con
mayor eficacia que los montes submarinos o las crestas discontinuas. Esto se debe a que las zonas de fractura
constituyen pasos topográficos coherentes que requieren que la ruptura suba o descienda por una rampa en todo el
ancho de la zona sismogénica antes de continuar al siguiente segmento del empuje.El margen rayado de Grijalva
representa un paso sostenido en la topografía de la placa inferior que no puede ser evitado por la ruptura de
propagación como podrían ser asperezas más pequeñas.
En consecuencia, las tres regiones de acoplamiento interseísmico de la cresta de Carnegie –la que se arrastra
libremente, el deslizamiento lento, o el BSZ frecuentemente descargado–, o en última instancia, el paso topográfico
en el sur de la plataforma Los límites constituyen una serie efectiva de barreras contra la propagación de rupturas
desde los mega terremotos del norte. Sin embargo, la cresta de Carnegie en sí misma todavía podría generar grandes
terremotos a lo largo de su compleja interfaz de contacto con la NAB, tal como lo indica o muestra la BEZ. El modelo
de PSHA debe tener en cuenta esta compleja segmentación en la zona de subducción ecuatoriano-sur de Colombia,
así como su heterogeneidad en el tiempo de ruptura, con asperezas varias veces individualmente, antes de fallar
conjuntamente en superciclos que son responsables de Mw> 8.5 terremotos [Bilek, 2010; Chlieh et al., 2014].
La interfaz de Grijalva a Mendaña
El segmento de aproximadamente 1000 km de largo desde la plataforma de la cresta de Carnegie hasta la zona de
fractura de Mendaña en el centro de Perú (Fig. 1), o se desliza de manera sísmica [Nocquet et al., 2014] o tiene un
tiempo de repetición superior al promedio para Grandes terremotos [Bourgois et al., 2007], definiendo en ambos
casos una brecha sísmica. Carena [2011] también ha argumentado que este segmento tiene similitudes con el
segmento de subducción interrumpido durante el terremoto gigante de Sumatra septentrional de 2004. Hay un par
de observaciones que podrían contribuir a esta discusión. La zona de fractura de Viru [Lonsdale, 2005] y su
continuación hacia el noroeste como el Canal de Trujillo [Huchon y Bourgois, 1990] constituye un paso topográfico en
la placa oceánica que, si se somete a un corte, puede acortar la longitud efectiva de la brecha sísmica en ~ 400 km.
.Esto significa que los dos sub-segmentos, Grijalva a Viru y Viru a Mendaña, pueden no ser capaces de generar
terremotos similares al evento Sumatra de 2004 de forma independiente. En cualquier caso, debemos aceptar que no
podemos descartar mega terremotos infrecuentes en este segmento de zona de subducción simplemente sobre la
base de sus propiedades físicas más fácilmente observables o la falta de grandes terremotos a lo largo de la historia
[Okal, 2010].
A lo largo del segmento de subducción ubicado hacia el mar desde el golfo de Guayaquil, la zanja muestra una
desviación hacia el interior de la tierra donde el margen de Grijalva con rifle lo alcanza (Fig. 1). Este es también el
segmento donde los impactos de la orientación de la zanja y de los planos de falla no coinciden dentro de ± 10º, como
lo hacen todos los eventos de empuje en el resto de la interfaz (Fig. 6).Los mecanismos focales en el Golfo de Guayaquil
reflejan la ocurrencia de terremotos con un importante componente de deslizamiento, lo que denota un origen
distinto o una interacción entre las placas que concurren en el área. En la zona del Golfo se encuentran cuatro reologías
diferentes: dos losas oceánicas –la 22 Ma antigua de Nazca y la 32-34 Ma antigua Farallón–, y dos bloques
continentales continentales– la NAB y la astilla Inca, ambas moviéndose en direcciones divergentes con respecto a
América del sur estable. El deslizamiento hacia el noreste de la NAB genera una tensión extensional paralela a la zanja
y es responsable del desarrollo de la cuenca del golfo de Guayaquil desde el Pleistoceno [Witt et al., 2006]. Nocquet
et al. [2014] han modelado el acoplamiento interseísmico a lo largo del segmento de subducción del Golfo, que
muestra dos resultados.Un modelo predice que no habrá acoplamiento al sur del margen de Grijalva, mientras que el
segundo permite un acoplamiento suave cerca de la zanja para tener en cuenta los terremotos del tsunami que
ocurrieron más al sur.
En cualquier caso, la ocurrencia de terremotos como el evento Mw 7.6 1953 (Fig. 2a) aún debe entenderse en la
perspectiva de una interfaz de deslizamiento libre o como un terremoto en la corteza relacionado con el límite sur de
la NAB y su continuación a través del Golfo de Guayaquil, ya sea a lo largo de las fallas de deslizamiento de Puná o el
sistema de desprendimiento Tumbes-Zorritos que da forma al borde sur del Golfo de Guayaquil [Witt y Bourgois, 2010;
Bourgois, 2013].
Estructuras de la corteza
La oblicuidad de la convergencia de la placa es el control del movimiento de la NAB a la NNE [Nocquet et al., 2014] a
lo largo del sistema de fallas CCPP transpressivo localizado del lado derecho. CCPP es la estructura sismogénica de la
corteza más importante del país. De los cuatro sub-segmentos de CCPP, el central –Cosanga– ha liberado un momento
sísmico más alto por unidad de volumen a lo largo del período de sismicidad instrumental del catálogo (Fig. 12). Por el
contrario, durante el tiempo pre-instrumental,La sismicidad histórica se ha relacionado principalmente con la fuente
de Pallatanga y con las estructuras activas ubicadas a lo largo de la Depresión Interandeana cerca de los asentamientos
de la época colonial [Beauval et al., 2010]. En nuestro modelo SSZ, la sismicidad histórica ha sido importante para
definir la mayoría de las fuentes de la corteza. Pero las cuentas históricas de corta duración o grandes áreas sin
población y otras externalidades por un lado, o la falta de sismicidad actual por el otro, abren la posibilidad de
subestimar el potencial sísmico de ciertas fuentes fuera de las áreas pobladas.
Para superar esto, los modelos de tasa de tensión como un proxy del potencial de terremoto se están probando en
otros lugares. La información que está siendo recopilada por una red geodésica densa recientemente desplegada en
el Ecuador continental se usará en el futuro para ese propósito.El último gran terremoto para romper el La falla de
Pallatanga fue el evento 1797 MIC 7.5-7.9 [Beauval et al., 2010]. Beauval et al. [2013] han localizado un segundo
terremoto histórico Mw ~ 7 que ocurrió en 1645, aproximadamente 50 km SSW del evento de 1797 en la misma
estructura (Fig. 12). La aparición de dos Mw> 7 en un lapso de tiempo breve está en conflicto con los estudios
paleosismológicos [Baize et al., 2014], porque el tiempo de recurrencia es demasiado corto para el segmento. Por lo
tanto, es plausible que una estructura activa vecina pudiera haber fallado durante el terremoto de 1645, ya que la falla
de Pallatanga se está moviendo a aproximadamente el 50% de la velocidad total establecida para NAB [Winter et al.,
1993; Baize et al., 2014]. Este es un aspecto importante a tener en cuenta al modelar las fuentes de fallas en la región.
En el extremo norte de este segmento los 1949 Mw 6.5 ruptura del terremoto puede haberse detenido en el grupo
sísmico de Pisayambo [Troncoso, 2009] (Figs. 2a, 12a). La alta tasa de La actividad en el grupo podría estar
relacionada con el arrastre y podría constituir una barrera para la ruptura de la propagación entre los segmentos de
Pallatanga y Cosanga. El sistema de fallas compresivo NS con tendencia Quito-Latacunga muestra un comportamiento
diferente en sus dos subsegmentos. Alvarado et al. [2014] utilizando mediciones de GPS con períodos de observación
de 10 años de duración informan que el segmento de Ilumbisí de Quito se está acortando a velocidades que van de
4.3 a 5.3 mm.yr-1. Modelaron satisfactoriamente los datos con un plano de falla de 40º que está débilmente
bloqueado a 3 km de profundidad. No hay medidas para los otros cuatro segmentos. El valor de reducción es
sorprendentemente alto y, si se verifica, implica un preocupante déficit de momento sísmico a lo largo de esta falla
ubicada directamente debajo de la ciudad capital de Ecuador. Además,Los análisis recientes sobre el riesgo sísmico
probabilístico en Quito [Beauval et al., 2014] muestran que el sistema de fallas de Quito controla el nivel de riesgo de
la ciudad en el período de retorno de 475 años, y que existe una gran necesidad de más estudios a fondo para Verifique
el valor de referencia de la aceleración máxima del terreno de 0,4 g que proponen. El sistema de fallas de Latacunga
se está deformando a tasas más bajas en el rango de 1.4-2.1 mm.yr-1 [Lavenu et al., 1995; Ego y Sébrier, 1996], pero
tiene una tasa de sismicidad más alta que la del segmento de Quito. Los terremotos moderados que caracterizan las
fallas del sistema Latacunga tienen magnitudes consistentes de Mw 5.7estudios en profundidad para verificar el valor
de referencia de la aceleración máxima del terreno de 0,4 g que proponen. El sistema de fallas de Latacunga se está
deformando a tasas más bajas en el rango de 1.4-2.1 mm.yr-1 [Lavenu et al., 1995; Ego y Sébrier, 1996], pero tiene
una tasa de sismicidad más alta que la del segmento de Quito. Los terremotos moderados que caracterizan las fallas
del sistema Latacunga tienen magnitudes consistentes de Mw 5.7estudios en profundidad para verificar el valor de
referencia de la aceleración máxima del terreno de 0,4 g que proponen. El sistema de fallas de Latacunga se está
deformando a tasas más bajas en el rango de 1.4-2.1 mm.yr-1 [Lavenu et al., 1995; Ego y Sébrier, 1996], pero tiene
una tasa de sismicidad más alta que la del segmento de Quito. Los terremotos moderados que caracterizan las fallas
del sistema Latacunga tienen magnitudes consistentes de Mw 5.7 0.2 (consulte la Tabla 1 para obtener detalles), lo
que sugiere una segmentación de fallas muy regular. La excepción es el gran terremoto MIC 7.3 de 1698 que podría
haber roto varios segmentos pequeños al mismo tiempo, desde SW Latacunga hacia el sur hasta el contacto con el
sistema de fallas CCPP (Fig. 12) después de una rama NS de la falla Pallatanga.
Tanto la distribución actual de microsísmica y la ubicación epicentral del evento de 1698 confirman que la partición
de la deformación de Pallatanga en la dirección NS en Riobamba podría ser canalizada por una antigua estructura
conocida como la falla de Pujili que limita la mezcla de Pujili hacia el este [Hughes and Pilatasig , 2002]. La mezcla de
Pujili es la zona de contacto entre el basamento continental mesozoico temprano al este, con fragmentos de la meseta
oceánica cretácica temprana a tardía acrecentados en los tiempos del Cretácico tardío [Hughes y Pilatasig,2002] como
se muestra en la Fig. 12a. Esta es la única evidencia clara de una sutura rejuvenecida en los Andes ecuatorianos.
Sismicidad de la zanja externa La concentración anómala de los terremotos normales a lo largo del segmento de la
zanja externa de la placa Nazca de ~ 1.8ºN a 4ºN (Fig. 10b) también merece una interpretación. Ningún otro segmento
al oeste de la zanja muestra un agrupamiento similar de eventos, dado que un total de 155 eventos con magnitudes
de Mw 4.0 a 6.2 se reportan en el catálogo. Este número representa un cuatrodado que un total de 155 eventos con
magnitudes de Mw 4.0 a 6.2 se reportan en el catálogo. Este número representa un cuatrodado que un total de 155
eventos con magnitudes de Mw 4.0 a 6.2 se reportan en el catálogo. Este número representa un cuatro aumento
de veces en el número total de terremotos ubicados en la zanja exterior a lo largo del resto de la zona de subducción
examinada en este estudio. Aunque esta sismicidad podría explicarse como réplicas de relajación relacionadas con el
terremoto de 1979 Mw 8.1 o incluso con el terremoto de 1906 Mw 8.8 megathrust, las soluciones del mecanismo focal
de falla normal también podrían resultar del desgarro interno a lo largo de la tela de una plaqueta aislada que se
originó a lo largo del grabador Yaquina. . En ese caso, la característica topográfica conocida como Yaquina graben
podría interpretarse como un margen de microplaca con rifle que marca el lugar de otra cresta en expansión que creó
el fondo oceánico en la complicada historia que caracteriza la separación de la placa de Cocos.
Al este de Yaquina, la plaqueta se está tensando debido a las fuerzas de tracción de la losa relacionadas con su porción
de hundimiento y los terremotos de inslab poco profundos normales se producirían principalmente en el rango de 35
a 50 km de profundidad. Conclusiones Este nuevo modelo de la compleja geodinámica de Ecuador pone énfasis en dos
aspectos de las interacciones de las placas a escala continental: (a) las diferencias en la reología entre las placas de
Farallón y Nazca y (b) la oblicuidad de la convergencia que resulta de la forma convexa del Margen continental
noroccidental sudamericano. Ambas condiciones explican satisfactoriamente varias características de la(a) las
diferencias en la reología entre las placas de Farallón y Nazca y (b) la oblicuidad de la convergencia resultante de la
forma convexa del margen continental noroccidental de América del Sur. Ambas condiciones explican
satisfactoriamente varias características de la(a) las diferencias en la reología entre las placas de Farallón y Nazca y (b)
la oblicuidad de la convergencia resultante de la forma convexa del margen continental noroccidental de América del
Sur. Ambas condiciones explican satisfactoriamente varias características de la Se observa sismicidad, así como el
acoplamiento interseísmico. El margen rayado de Grijalva marca marcadamente la diferencia en las condiciones
reológicas existentes entre las placas Farallon y Nazca relacionadas con sus diferentes edades. La sismicidad de
profundidad intermedia revela una severa flexión en la losa de Farallón cuando cae y converge hacia un punto focal
que representa el centro de curvatura del margen continental convexo. La contorsión del racimo de El Puyo se está
produciendo en un espacio reducido en su extremo noreste dentro de la zona de contacto con la losa de Nazca. La
placa de Nazca puede experimentar un tipo similar de flexión en profundidad, pero su penetración asísmica
probablemente relacionada con la característica térmica de esta placa joven impide cualquier tipo de visualización por
sismicidad.
Las dos posiciones de las losas y la geometría debajo del Ecuador continental muestran una clara correlación con las
expresiones de superficie en la geología y tectónica local y regional. El margen rayado de Grijalva resalta una gran
diferencia en la topografía de la placa de subducción. El paso de 500 m entre las placas de Nazca y Farallon es una
barrera formidable para la propagación de sismos que involucra todo el ancho de inmersión de las placas, pero
también podría actuar como un concentrador de estrés para la nucleación de grandes terremotos [Carena, 2011]. El
carnegiepero también podría actuar como un concentrador de estrés para la nucleación de grandes terremotos
[Carena, 2011]. El carnegiepero también podría actuar como un concentrador de estrés para la nucleación de grandes
terremotos [Carena, 2011]. El carnegie Ridge también juega un papel importante como barrera en la propagación
de sismos de interfaz, pero su capacidad para influir en la geometría y la coherencia de la placa de Nazca sigue sin
estar clara. El acoplamiento interseísmico está influenciado por las diferencias reológicas en las dos placas también.
El acoplamiento es débil y poco profundo al sur del margen rayado de Grijalva y aumenta hacia el norte, con un patrón
heterogéneo en la interfaz donde la cresta de Carnegie entra en la región de subducción. Los niveles más altos de
acoplamiento se producen al norte de Carnegie y están bien correlacionados con los segmentos rotos por grandes
terremotos en el norte de Ecuador. El acoplamiento fuerte continuo y la oblicuidad de alta convergencia son factores
complementarios responsables del movimiento hacia el noreste de la NAB a lo largo de los sistemas de fallas
localizadas.
Los segmentos de Cosanga y Pallatanga del sistema de fallas CCPP concentran la mayor parte del lanzamiento de
momento sísmico en el Ecuador continental. Las fallas ubicadas a lo largo del borde occidental de la Depresión
Interandeana también muestran una alta tasa de producción de terremotos de tamaño moderado. Un total de
diecinueve zonas de fuente sísmica fueron diseñadas de acuerdo con este esquema geodinámico y neotectónico. Los
límites seleccionados tienen algún significado físico como barreras para la propagación de la ruptura o encierran una
sismicidad de profundidad intermedia que revela el mismo tipo de comportamiento sísmico dentro de un volumen
geométrico. El siguiente paso es modelar la recurrencia sísmica en cada zona de origen y calcular una nueva generación
de mapas probabilísticos de peligro sísmico para Ecuador.

S-ar putea să vă placă și