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Y mucho tiene que ver en el resultado y en su calidad ambiental y urbana el punto o foco desde
donde se realizan las propuestas de intervención; desde que intereses son los que motivan las
decisiones de diseño, desde que escala y dando prioridad a qué, es que se hacen las
propuestas. Así como menciona el arquitecto Jan Gehl en su libro Ciudades para la Gente: “La
única fórmula exitosa de diseñar ciudades atractivas para las personas es aquella que tiene a
la vida y al espacio urbano como punto de partida”, de igual manera debemos iniciar pensando
los proyectos urbanos desde las personas, desde la escala humana y no desde la escala
urbana, pues es una escala muy amplia, ligada al planeamiento de ciudad, donde los detalles
particulares y la vivencia de los espacios urbanos se pierde. No sucede así en la escala
humana, en esta escala es donde se percibe y vive el espacio, donde se dan las interacciones
del ser humano.
Mario Lungo en su artículo “Grandes Proyectos Urbanos. Una visión general”, en el cuadro 2
sobre los impactos de los grandes proyectos urbanos, establece los efectos favorables y
desfavorables de estas intervenciones y en específico sobre la estructura social urbana
menciona:
Vemos que si bien los grandes proyectos urbanos logran efectos favorables que mejoran y
elevan en general en nivel de las condiciones de vida en una ciudad o sectores de ciudad; el
lado opuesto de estas intervenciones afecta a quienes residen en estos espacios donde son
desplazados a otros sitios; y esto se da por no tener como escala de trabajo a la persona, a
quien residen en estos espacios, a quienes los usan o transitan por ellos, dado que la vivencia
en las ciudades, el tener experiencias reales de contacto con estos espacios no se realizan
desde los planos de los proyectos, no se realizan desde vistas aéreas o planimétricas de la
MAESTRIA EN PROYECTO URBANO, COHORTE I. USB Cali.
Autor: Luis Edward Reinoso Castrillón
Arquitecto Especialista en Proyecto Urbano
ciudad; se realizan desde la vista de quien vive el espacio, desde la vista de quien transita y
permanece en el espacio.
Jan Gehl en su libro “Ciudades para la Gente”, menciona que la Ciudad a la altura de los ojos
(de quien vive el espacio) es la escala más significativa del planeamiento, y señala: “Es en la
escala pequeña, el escenario urbano de los 5 km por hora, donde los individuos se encuentran
con la ciudad de cerca. Es aquí donde la persona que se mueve por el espacio urbano tiene el
tiempo y la oportunidad de disfrutar de la calidad urbana o de sufrir por su ausencia.” Y no
significa que la escala regional, metropolitana o municipal no sean fundamentales o
significativas en el planeamiento, de hecho son necesarias para darnos un entendimiento de la
incidencia que tiene el proyecto en su entorno. Es en esas escalas donde se planifica, se
establecen políticas y lineamientos de los proyectos, y donde la calidad urbana y ambiental que
se puede percibir en estas escalas va mas encaminada a cuantificar los efectos positivos o
negativos; en cambio es en la escala pequeña, la escala a la altura de los ojos como menciona
Jan Gehl, en donde la calidad urbana y ambiental que se quiere o pretende en los proyectos
urbanos, es allí en esa escala donde se puede percibir y palpar su efecto producto de la
intervención generada.
Y como parte fundamental a la hora de lograr un proyecto urbano exitoso de calidad urbana y
ambiental, es la inserción en el contexto, dado que en este punto se reconocen las
características del lugar, la población que va a ser intervenida, ya sea positiva o negativamente,
se reconocen sus necesidades, los elementos que las destacan o los que son susceptibles de
mejorar, y demás elementos que juegan un papel determinante en la inserción del proyecto
urbano.
En algunos casos, y más en nuestra cultura colombiana, por el afán de desarrollar un proyecto
urbano que muestre los resultados de una administración, se nos olvida identificar esos
elementos característicos de casa espacio, donde su enfoque se encuentra determinado por
decisiones a veces de tipo político. Tal es el caso del proyecto de la peatonalización de la calle
30 en el municipio de Palmira, que se encuentra ligado al proyecto de la reubicación de los
vendedores ambulantes; donde si bien era una necesidad sentida para la comunidad
Palmirana; se logró un mejoramiento en la calidad urbana, recuperando el espacio público para
el peatón, pero no siendo así para los que eran los residentes del diario vivir de estos espacios,
siendo así confinados a un edificio sin calidades en diseño y especialmente sin respuesta a la
condición socio cultural y espacial que estos tenían con anterioridad, pues pasaron de tener
apropiada la calle al aire libre a un espacio cerrado que no reconoció las particularidades de los
mismos.
Imagen 1 _ Proyecto de peatonalización de la calle 30 y Reubicación de vendedores ambulantes del centro de Palmira
Fuente: Pagina Facebook: Asesorias Inmobiliarias CalleVerde _ http://delinformante.blogspot.pe/2015/10/
https://www.facebook.com/pg/inmobiliariacalleverde/photos/?tab=album&album_id=1347987881935652
Otro elemento clave en la generación de un proyecto urbano de calidad, son los propósitos
urbanos y con ellos las estrategias funcionales. Definir un norte al proyecto es fundamental
para tener claro el fin último del mismo. Saber para qué es concebido, definir sus objetivos y
metas, saber cual es el propósito de intervenir un espacio urbano, con qué fin se realiza esa
intervención, cual es el beneficio, quienes están siendo beneficiados, etc,
De allí que se encuentre muy ligado a los propósitos urbanos, la conformación del programa del
proyecto. Nuno Portas en el artículo El Surgimiento del Proyecto Urbano, señala que es el
programa él que interpreta la decisión política y es sometido a evaluación; además establece:
“El programa del proyecto urbano debe responder por un lado a la prueba de eficacia (en
relación a los objetivos), por otro a la prueba de viabilidad (en relación a los medios que
moviliza y cataliza) y, finalmente, a la prueba de visibilidad o adecuación de la imagen en el
contexto, urbano o territorial, seleccionado.”