Sunteți pe pagina 1din 13

0roción poro dedicur o un niño

(1 Somu el 1 ,26-28;2,1-l 0)

El primer capítulo de I Samuel registra una historia triste con un final


Feliz. Dicho relato se inicia en medio de las lágrimas de una mujer sufrida y
rermina con un cántico de triunfo y alabanza. Ana, protagonista de la histo-
ria, es un modelo de oración efr.caz y al mismo tiempo una ilustración de las
cualidades de la acloración bíblica.

La vida no le resultaba fácil y placentera (1 Sam 1,1-8), por causa de su


esterilidad y de la bigamia de su esposo Elcana, un levita de la familia de Coat.
La incapacidad para concebir podía ser interpretada en ese tiempo como
muesrra del desagrado divino y, ciertamente, solía ser causa de dificultades
matrimoniales o de divorcio. En efecto, su hogar no era feliz a pesar de ser
religioso y probablemente rico. Elcana practicaba la poligamia, una costum-
bre que la época había legitimado. Ana era su preferida, pero Penina le había
dado hijos, de modo que Ana era despreciada por su rival, situación que se
agravaba durante las fiesms nacionales. En ocasión de la Pascua, Elcana y su
familia recorrían los 19 kilómetros que había entre Silo y Ramá. A1li, Ana
perdía el apetito y se abstenia de participar de la fiesta, hasta que en uno de
esos viajes aprovechó para hacer de su problema un motivo de oración, lo que
hizo muy eficazmente (t Sam 1,9-16). Ana era una fiel hi;a de Dios y buscó
refugio en é1. Pidió un hijo y prometió dedicarlo por enrero al servicio de
Dios. Por largo rato, Ana oró al Señor con lágrimas y de todo corazón. Acos-
tumbrado a escenas de intemperancia, Elí la reprendió por su aParente estado
de ebriedad. Entonces, con serenidad, Ana le habló de su dolor e inocencia.
Explicó: "He derramado mi alma delante deJehoví' (1 Sam 1,15).

Ana confió enterarnente en Dios, en su poder y sabiduría (1 Sam 1,17-


20). Con un sentimiento enteramente diferente y la bendición de Elí, salió
de la presencia de Dios. Recuperó el apetito y la alegría" Se había entregado
totalmente al Señor, confiando en su poder y sabiduría para responderle;
54 | Adoroc ón

ahora tenía lapaz delcielo en su semblante. La enemistad de Penina ya no la


perturbaba; sus frases hirientes y sus miradas burlonas dejaron de importarle,
y Dios recompensó esa actitud de fe. Luego de nueve meses de feliz espera
llegó un hermoso niño, que para ella era un regalo de Dios. Lo llamó Samuel
que significa "oído por Dios'l

Ana no olvidó agradecer a Dios por las bendiciones recibidas (t Sam


l,Zl-28). Amamantó a su niño Por unos tres años, tiempo que aprovechó
para educarlo de la mejor manera. A1 fin, se encaminó a Silo para cumplir
con su voro de consagrarlo Dios como nazareo. Lo más probable es que Elí
a

ya hubiera olvidado el incidente con la mujer ocurrido ranro riempo atrás.


Ahora, Ana se lo recordó con alegría. Ella habia orado en medio de la afic-
ción, había solicitado un hijo y prometido dedicárselo a Dios. Dios se lo ha-
bía concedido, por lo que Ana regresó al santuario para entregarlo en un acto
de adoración. Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mio, yo soy
aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando aJehová. Por este niño oraba,
yJehová me dio lo que Ie pedí. Yo, pues, lo dedico también aJehová; todos
Ios días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová" ( t Sam 1,26'28) . El
rexro es claro en esto : Y adoró allí a Jehová" ( 1 Sam 1'28). A1 acto de entrega
siguió el cántico de Ana (t Sam 2,1-10).t

Don y dedicoción

Ana recibió el hijo como un don divino en respuesta a su oración. ?or


este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí" ( I Sam l,Z7). Su dedicación
se hizo en un contexto de adoración: 'Yo, pues, lo dedico también aJehová;
todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí aJehová" (1 Sam 1,28).

Esta dinámica de reconocimiento de los d.ones de Dios 7 una


dedicación de la uidalt las posesiones es parte esencial de la
adoraci.ón bíblica.

1 El verbo hebreo shájáh (adora¡ inclinarse, postrarse, hacer reverencia) aparece de nuevo en la rama
reflextua bitpa'el.
7 Oroción porodedicoro un niño(1 Somuel I,2ó-28;2,1-l0) | 55

El espíritu de gratitud y adoración de Ana está bien expresado en el poe-


ma titulado: "YDios se acordó de Ana", de María Delia Borges.2

Y DIOS SE ACORDÓ DE ANA

Oroción poro dedicor un niño

Con mi niñito en los brozos

vengo o lu coso, Señor;

y mi oroción es un himno

de gozoso exoltoción.

Por este niño orobo

y me diste lo que pedí;

¡el Creodor del universo

tombién se ocordó de mí!

Yo lo dedico o mi Dios

todos los díos que vivo

poro que escuche su voz

y con humildod le sirvo.

Que seo fuerte con su fuerzo

y sobio con su sober

y cuondo o su Dios se ocerque

siempre niño se ho de ver.

Y cuondo en lo Nuevo Vido

ie olobe lo Creoción

pon mi noto en lo ormonÍo

de lo Eterno Adoroción.

2 Da¡iel Oscu Plenc, -A1¡7 os de blanco en la cueua del lagarto (Rosario, Santa Fe: Ediciones DelRevés,
201 1), 85-86.
5ó I Adoroción

La estructura dinámica de la adoración gueda clara :una vez más en esta


iniciativa graciosa del Señor a.l otorgar dones hijos (un niño en el caso de
a sus

Ana), lo cual motivó una respuesta de loor y adoración de parte de Ia criatura


divinamente agr aciada.

Bien podría recomendarse, entonces, un saludable ejercicio de recorda-


ción de todos y cada uno de los dones que el Señor otorga a los hombres, por-
que ellos justifican y motivan el culto de las criauras humanas. Apropiado
sería también que los predicadores realizaran una evocación lirúrgica de ios
dones del cielo, para despertar esa reacción interior de gratitud y adoración
que tiene expresión cúldca concreta en la forma de testimonios' cánticos,
ofrendas y servicios. David lo dijo muy bien ante la asamblea de Israel:

"Asimismo se olegró rnucho el rey Dovid. y bendijo o Jehovó delonle de

todo lo congregoción; y dijo Dovid: Bendito seos tÚ, oh Jehovó, Dios de

lsroel nuestro podre, desde el siglo y hosto el siglo.Tuyo es, oh Jehovó, lo

mognificencio y el poder, lo glorio, lo victorio y el honor; porque todos los

c0s0s que estón en los cielos y en lo tierro son tuyos.Tuyo,oh Jehovó,es

el reino, y tú eres excelso sobre todos. Los riquezos y lo glorio proceden


de ti, y tú dominos sobre lodo; en tu mono estó lo fuerzo y el poder y en

tu mono el hocer gronde y el dor poder o iodos.Ahoro pues, Dios nuestro,

nosolros olobomos y loomos tu glorioso nombre. Porque ¿quién soy yo, y

quién es mi pueblo, p0r0 que pudiésemos ofrecer voluntoriomente cosos

semejontes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de lu mono te domos" (l


Cr 29,10-14),

Cuolidodes y occiones divinos reconocidos


en lo odorución

Vale la pena una lectura cuidadosa del cántico de Ana:

"Y Ano oró y dilo:

Mi corozón se regocijo en Jehovó,

Mi poder se exolto en Jehovó;


7 Orooón poro dedrcoro un niño (1 Somuel I 2Ó28 2110) J 57

Mi boco se ensonchó sobre mis enemigos,

Por cuonto me olegré en tu solvoción.

No hoy sonto como Jehovó;

Porque no hoy ninguno fuero de ti,

Y no hoy refugio como el Dios nuestro.

No multipliquéis polobros de grondezo y olionerio;

Cesen los polobros orrogonies de vuestro boco;

Porque el Dios de lodo sober es Jehovó,

Y o él toco el Pesor los occiones.

Los orcos de los fuertes fueron quebrodos,

Y los débiles se ciñeron de Poder,

Los sociodos se olquiloron Por Pon,

Y los hombrienlos dejoron de tener hombre;

Hosfo lo estéril ho dodo o luz sieie,

Y lo que tenío muchos hijos longuidece.

Jehovó moto, Y él do vido;

El hoce descender ol Seol, y hoce subir.

Jehovó emPobrece,Y él enriquece;

Abote, Y enoltece.

El levonto del Polvo ol Pobre,

Y del mulodor exolto ol menesleroso,

Poro hocerle sentorse con príncipes y heredor un sitio de honor.

Porque de Jehovó son los columnos de lo tierro,

Y él ofirmó sobre ellos el mundo.

El guordo los Pies de sus sontos,

Mos los impíos perecen en tinieblos;

Porque nodie seró fuefie por su propio fuerzo.

Delonte de Jehovó serón quebrontodos sus odversorios,


58 I Adoroc ón

Y sobre ellos lronoró desde los cielos;

Jehovó juzgoró los confines de lo tierro,

Doró poder o su Rey,

Y exoltoró el poderio de su Ungido" (1 Som 2,1-10).

Ana reconoce en su cántico las siguientes cualidades. Ella atribuye al Se-


ñor: (a) salvación (t Sam 2,1), (b) santidad (1 Sam 2,2),(c) refugio (t Sam
2,2), (d) sabiduría (1 Sam 2,3).También, reconoce las siguientes acciones
divinas: (a) mata y da vida (t Sam 2,6), (b) empobrece y enriquece, abate y
enaltece (t Sam 2,7), (c) levanta al pobre, exalta al menesteroso (2 Sam 2,8),
(d) guarda a los santos (z Sam 2,9), (e) jazga (2 Sam 2,10). Se entremezclan
en esta lista tanto cualidades como acciones providenciales del Señor. En su
alabanza,se advierte un gran acento objetivo teocéntrico, sin dejar de lado los
elementos subjetivos del hombre.

Sin sobreabundar aquí en los atributos divinos, es posible ofrecer alguna


consideración al tema de la providencia. Hablar de providencia es reconocer
que Dios, además de ser el Creador de todo, también se relaciona con la his-
toria de los hombres y la dirige hacia el cumplimiento de sus propósitos, una
idea significativa para los individuos y para la iglesia, como puede verse en las
expresiones de adoración mencionados en la Biblia, en respuesta a ese accio-
nar divino. Basta un par de ilustraciones de esta enseñanza bíblica:

r Así las mujeres de Belén loan al Señor por su providencia para con Noemí,
diciendo: 'Loado seaJehová, que hizo que no te faltase hoypariente, cuyo
nombre será celebrado en Israel" (Piut 4,14).

. Y David, anciano, se alegra y adora a Dios, por cuya providencia Salomón


fue colocado en el trono de Israel. "Y el rey adoró en la cama" ( 1 Re 1,47).
Sus palabras de alabanza expresan bien su sentir: "Bendito sea Jehová
Dios de Israel, que ha dado hoy quien se siente en mi trono, viéndolo mis
ojos" (1 Re 1,48).

. Ana rindió su homenaje al Señor por su providencia en otorgarle al hiio


que había pedido.

La doctrina de la providencia divina es un elemento para tener en cuenta


en una comprensión teológica de la adoración. Lo debieran saber los cre-
7 Orcrción poro declicor cr un niño (l Somuel 1,2Ó 28,2,1 10) 59

yenres individuales, las familias crisrianas, y los servicios de culto en las igle-
sias; todos debieran separar momentos de reconocimiento y gratitud Por
las providencias del cielo. Estos podrían ser parte de reuniones de oración y
testimonio.

El cántico de Ana reconoce además la sabiduría de Dios, como lo hicieron


.Con
orros actores de la adoración bíblica. El patriarcaJob había dicho: Dios
está la sabiduría y el poder; suyo es el consejo y la inteligencia" (Job lz,l3)'
o como cantó el salmista: "¡cuán innumerables son rus obras, ohJehová!
Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios" (Sal
104,24). Por su parte, el profetaJeremías admiró la sabiduría de Dios' 'No
hay semejante a ti, ohJehová; grande eres tú, y grande tu nombre en poderío'
¿Qién no te temerá, oh Rey de las naciones ? Porque a ti es debido el temor;
porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay se-
mejante a ti" (Jr 10,7). Asimismo, Daniel bendice a Dios Por su sabiduría' Y
Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, por-
que suyos son el poder y la sabiduría" (DnZ,ZO). La sabiduría es presentada
por Pablo, enrre orros atributos dignos del reconocimiento de los hombres.
?or tanto,al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea
honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén" ( 1 Tim l,l7). Ana alabó al
Señor por su sabiduría, lo que debería seguir ocurriendo en la vivencia de los
creyentes de hoy.

El cántico de I Sarnuel 2 esfuerternertte teocéntri'co,

en el cual Ana se explaya en los elementos objetivos del gran destinatario


de su ributo: Dios. Resra prestar arención ahora a las cualidades subjetivas
del cántico de Ana.

Cuolidodes Y occiones humonos


en lq odorqción

La respuesta de adoración de Ana se caracterizó por la oración (2 Sam


Z,l), elregocijo (Z Sam 2,1),laexaltación (Z Sam Z,l),laalegría (ZSamZ,l);
no la alranería ni la arrogarcia(2 Sam 2,3). Fue la suya una respuesta Positiva,
exultante y humilde ante la manifestación y el accionar de Dios.
ó0 I Adoroción

El culto cristiano tiene mucho para abrevar de esta joya de la adoración


yeterotestamentaria al comprender que la adoración se expresa en la oración
y que la oración es primero y sustancialmente alabanza. La liturgia se acerca
más al modelo bíblico cuando ocurre en un ambiente espiritual y emocio-
nal fuertemente positivo, en el cual se reconoce a Dios con gozo y alabanza.
Ese clima de brillo y frescura hace mucho para que el culto sea también un
elemento de atracción y crecimiento. Ello es posible cuando el culto esrá cen-
trado en Dios y en su dirección providencial. Ahora, si los momenros con-
gregacionales se demoran en las necesidades humanas y en el recuerdo de sus
faquezas, td. uez ese tenor pogitivo no se logre. Llama la atención que los
tristes momentos de petición y oración de lSamuel l ocurren en el silencio
de la plegaria de Ana, mientras que su adoración se expresa en un cántico de
público reconocimienlo. Las reuniones de oración necesitan con frecuencia
volver a este moá"lo bíblico de la adoración de Ana.

l:
Lq odoroción de Dovid
(1 Crónicos 28-29)

La vida de David es una larga historia llena de contrastes y contrariedades.


Cuando SaúI, primer rey de Israel, descendía estrepitosamente hacia la apos-
tasía, Samuel le dijo: Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón,
al cualJehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo 1...]" (1
Sam 13,14). Saúl fue finalmente desechado por su desobediencia y Samuel
fue enviado a Belén, a la familia de Isaí, con un cuerno de aceite (1 Sam 16).
En busca del nuevo rey elegido por Dios, Pasaron delante de sus ojos Eliab,
Abinadab, Sama y otros cuatro hijos. Por último, de entre las ovejas, fue traí-
do el menor, un muchacho rubio, de lindos ojos y de hermosa apariencia, al
cual ungió Samuel por orden de Dios y el Espíritu de Dios vino sobre é1. Un
largo camino lo separaba todavía del uono de Israel.

Comenzó tocando el arpa en la corte de Saúl y se convirtió Pronto en su


paje de armas. Después vino el enfrentamiento entre David y el paladín filis-
teo llamado Goliat, de casi tres metros de altura. A ese gigante, David venció
con una piedra de su bolsa tirada con su honda de pastor' Lafamede David
creció y el veterano rey sintió celos. Comenzó entonces una etaPa dificil, de
constante huida de Saúl para salvar su vida. A1 final, Saúl cayó muerto junto
a sus hijos en guerra contra los filisteos y David fue proclamado rey, primero
en Judá y luego en todo Israel.

Con la bendición de Dios, David derrotó a los filisteos, construÉ la ciu-


dad de Jerusalén, trasladó el arca de Dios y extendió los dominios de Israel.
Nunca la nación vivió una etapa más gloriosa' Con todo, su historia no ter-
mina aquí. El rey pasó por fases de gloria, triunfo y devoción, como Por otras
de orgullo, autosuficiencia y descuido de su comunión con el Seior, con sus
consecuencias desastrosas.
ó2 I Adoroción

Con todo, David bien puede ser recordado como un gran penitente y
como el gran creador de las más sublimes alabanzas del antiguo Israel. Su vi-
vencia de comunión y adoración se han perpetuado en sus salmos inigualables.

En la última etapa de su vida, para el tiempo de la entronización de Salo-


món, el rey convocó enJerusalén a sus principales, y los reunió en una asam-
blea (1 Cr29,l). Los capítulos28y 29 de 1 Crónicas tienen unidad interna,
e incluyen: (a) el testimonio de David, (b) los planos del templo y los dona-
tivos, (c) la plegaria de acción de gracias de David, y (d) la entronización de
Salomón. En ese contexto se produjo una dinámica de adoración, con impor-
tantes componentes teológicos y prácticos del culto.

Recordoción de los bendiciones de Dios

David recordó algunos elementos de esas bendiciones: "el Dios de Israel


me eligió" (l Cr 28,4) ; Jehová me ha dado muchos hijos " ( 1 Cr 28,5) ; "eli-
gió a mi hilo Salomón" (1 Cr 28,5). Entre los estudiosos, se reconoce que
"el tema de la recordaci6n (anárrrnesis) es central a la adoración bíblica".t La
expresión griega anán-tnesis sería una "memoria explícita de la historia de la
salvación",2 es decir: "traer a la memoria y hacer presentes las acciones que
Dios ha realizado por nosotros [...]".3

Es adecuado tener en cuenta que la adoración tiene una dimensión histó-


rica, porque rememora el accionar de Dios en el pasado. Israel, por ejemplo,
recordaba la compañía y la actuación redentora y providente de Dios por
medio de su culto. Su religiosidad incluía esa mirada al pasado, tal como el
propio ritual hebreo lo ilustra. La concepción hebrea del tiempo no es cir-
cular, sino lineal, en una secuencia de acontecimientos históricos, dirlgidos
por Dios en favor de su pueblo.a Nada más diferente al culto pagano, gene-
ralmente atado a los mitos y a los ciclos de la naturaleza.Encambio, el culto
israelita estaba ligado a la historia.5 Cada una de las fiestas hebreas era una

I Tladucción del autor. \7ebber, Worshi?, Old ¿/ Neu...,27.


2 Argfuate. La glesia rclebra...,13j.
3 lbíd,., t37.
4 lbíd.,12.
5 G. Barbaglio y S. Dimich, -Alzeuo di.ccionario de teología (NDT), trad. M. Olasagasti, A. Ortiz y A.
Neira, 2 vols. (Madrid: Ediciones Cristimdad, 1982),1:291.
B Lo oclorocÓn de Dovid (1 CrÓnicos 28,29) | Ó3

conmemoración de los hechos de Dios en el pasado de su pueblo, tanto como


manifesraciones de la esperanza futura que el Señor había prometido. En la
enseianza del Antiguo Testamento, dice Pablo Argárate que:

la fiesta en Israel es siempre celebración de Dios y de su irrupción liberadora


en Ia historia de su pueblo. Es memorial de su libre acción salvadora, que
por ello no es cíclica sino sorpresa. La fiesta como memorial de la historia
de salvacíón se vuelve, por los profetas, apertura, acontecimienro memorial
celebrado en una espera del cumplimiento escatológico'6

Ofrendo voluntoriq q Jehovú

El pueblo contribuyó voluntariamente, con alegría, para la edificación


del templor Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente;
porqo. l. todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente (l cr 29 ,9).
"

Se d.estaca el concepto de alegría en el seruicio de Dios'

Esta entrega de recursos materiales como ofrenda fue parte de Ia adora-


ción bíblica en todos los tiempos. La casuística bíblica muestra que las ofren-
das fueron parre permanente del culto, ofrendas que eran entregadas libre-
menre con un sentimiento positivo de alegría, gratitud y reconocimiento.
'Dad aJehová la honra debida a su nombre; traed ofrenda, y venid delante de
él; posraos delante deJehová en Ia hermosura de la santidad" (1 Cr 16,29).

Resulta de interés ese concepro de que la ofrenda que era traída al santua-
rio, se entregaba en la presencia de Dios. En ese acto el Señor era honrado.
'Dad a Jehová la honra debida a su nombre; ffaed ofrendas, y venid a sus
atrios" (Sal 96,8). Esas dádivas eran depositadas como un acto de propia de-
cisión y, sin embargo, en el conrexto de la verdadera adoración las ofrendas
no son opcionales, son más bien un imperativo bíblico. Y la Escritura muchas
,r..., h"bl* de promesas de bendición y abundancia de las que los fieles ofe-
*Honra
rentes pueden disfrutar. aJehová con tus bienes, y con las primicias
de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia' y tus lagares
rebosarán de mosto" (Prov 3,9' 10).

6 Argfuate, La igbsia celebra...,95.


ózl Adorcrc ón

Los adoradores conremporáneos deben ser instruidos en la inclusión de


este aspecto concreto de su culto regular. Han de comprender la necesidad
y el privilegio de la fidelidad en diezrnos y ofrendas en favor de la casa de
Dios. Sobre todo, ha de mostrarse siempre que las dádivas al Señor son par-
te esencial de la adoración bíblica, entregadas con un senrimienro claro de
gratitud y devoción. Dichas expresiones materiales del culro eran parte de la
liturgia tanto en el Antiguo Testamenro como en el Nuevo, de modo que el
testimonio revelado justifrcala inclusión de diezmos y ofrendas en la liturgia
de la iglesia.

Dios es bendecido

La acción de "bendecir" puede tener diferenres senridos: (a) Dios ben-


dice al hombre, (b) el hombre bendice a su prójimo y (c) el hombre bendice
a Dios cuando reconoce que es el otorgador de rodos los dones espirituales
y materiales y de la prosperidad.T David expresó las razones que Io movían a
bendecir: todo es de Dios.

"Tuyo es, oh Jehovó, lo mognificencio y el poder, lo glorio, lo victorio y el

honor; porque fodos los cosos que esión en los cielos y en lo tierro son

tuyos. Tuyo, oh Jehovó, es el reino, y tú eres excelso sobre todos" (1 Cr


29,1 1). "Dios nuesiro, nosofros olobomos y loomos tu glorioso nombre"

(l Cr 29,'l3).8 "Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mono te domos"

(l Cr 29,14)."0h Jehovó Dios nuestro,lodo esto obundoncio que hemos


preporodo poro edificor c0s0 0 tu sonto nombre, de tu mono es, y todo

es tuyo" (1 Cr 29,1ó)."Bendecid ohoro o Jehovó vuesko Dios. Enionces

todo lo congregoción bendijo o Jehovó Dios de sus podres, e inclinóndose

0dor0r0n delonte de Jehovó y del rey" (1 Cr 29,20);

Francisco Holbrook, 'La adoración: una doctrina bíblici', Lecciones


ltar¿ la Evuela sabática (Mare-
rial auiliar), octubre-diciembre 197 6, 143.
"lJabmos", hitpael participio de yadab y "loamos" piel partictpio de Halal.
"Benáecid" piel imperativo d,e barak y "adoraron" del h ebreo shájáh.
B Lo odoroción de Dovid (l Crónicos 28,29) | Ó5

En verdad, el capítulo de 1 Crónicas contiene "una de ,", -U, preciosas


oraciones del 4I"10, una muestra de las cualidades de la adoración teocéntri-
ca. "En el centro de la plegaria aParece la figura de Dios [...], descrito enfáti-
camente a través de la acumulación de una serie de atributos, aparece como el
ser de quien proviene todo y frente al cual el hombre no es nada".1l

Guthrie y Motyer, Nueuo comentario bíblico,Z95.


Farmer, Conentario bíblico internacional,.., 608.

S-ar putea să vă placă și