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El bildungsr

bildungsr oman y el rrealismo:


gsroman ealismo:
la mujer como aag
gente del libr
libree
albedrío en Pepita Jiméne
Jiménezz de Juan
Valera
Soh yun Lee
Sohyun
The Univer
Univ sity of Arizona
ersity

L
a publicación de La gaviota de Fernán Caballero en 1849 marca el inicio
del realismo en España, corriente con la que la novela adquiere un
auge enorme que se extiende hasta nuestros días. La continuidad que
gana la novela se debe, en efecto, a la técnica realista que aspira dar una imagen
de la vida dentro de un lugar real y un tiempo histórico definido. De ahí que
numerosos escritores se unieran a la “documentación de la realidad” cumpliendo
lo que Galdós había dicho: “escribir novela consiste en reproducirlo todo: la
realidad externa y lo individual interno”(Del Río 179). Al tratarse de un informe
verídico de lo observado, la novela realista española conforma, aunque con ciertas
variantes, los parámetros de la corriente realista europea.
La gran mayoría de los realistas europeos del siglo XIX se acoplaron al
determinismo –todavía sin la necesidad imperiosa que caracteriza al naturalismo-
que parte de la idea de la sujeción del hombre a sus condiciones hereditarias y
las del medio ambiente. Este pensamiento estaba basado sobre todo en la
suposición de que la materia no se crea ni se destruye, sino que se transforma;
idea que se aplica a todos los fenómenos del universo, incluyendo el ser humano,
quien no puede tener una existencia autónoma independiente de sus experiencias
pasadas y de su herencia familiar. Es decir que todo tiene un antecedente y en el
caso del hombre el antecedente de su forma de ser se encuentra en las raíces
familiares o herencia, mientras que lo que determina sus actos son las condiciones
del medio y del tiempo que vive.
Aunque la corriente realista de España rechazó varias de las características
que hacen el realismo europeo propiamente dicho, es generalizada la clasificación
de las obras escritas, específicamente novelas, a partir del año 1850 dentro de la

Divergencias. Revista de estudios lingüísticos y literarios. Volumen 2 Número 1, Primavera 2004. 119
Divergencias. Revista de estudios lingüísticos y literarios. Volumen 2 Número 1, Primavera 2004.

corriente realista en la Península Ibérica. novela dentro de la corriente realista


Desde esta perspectiva la obra Pepita Jiménez española surge la pregunta de “¿existe
de Juan Valera, publicada en 1874, es sin entonces el libre albedrío dentro de esta
duda una novela realista. Pero aquí es obra?” El presente ensayo tiene como
importante tener en cuenta que el rasgo objetivo observar la manifestación del libre
distintivo del realismo español es la albedrío dentro de Pepita Jiménez teniendo en
importancia que se le da al libre albedrío de cuenta su clasificación genérica como
los personajes, eludiendo así el determinismo bildungsroman clásico y dentro de los
marcado del realismo europeo. parámetros de la corriente “realista
Por otro lado, en términos de género española”.
literario, es innegable la categorización de la Según Larkin, el realismo consiste
misma como bildungsroman en cuanto que esencialmente en la concepción del hombre
refiere el desarrollo de un joven en un espacio como “producto de la herencia y del medio,”
temporal determinado, haciendo uso de sosteniendo que “factores materiales juegan
factores importantes en este género como la un papel predominante en la formación del
vocación, dudas y/o decisiones, así como la hombre” (1). Esta concepción se traduce en
eventual asimilación del protagonista a la el determinismo cuya aplicación a la novela
sociedad. Es necesario indicar aquí que fue la actividad a la que se dedicaron con
según las exposiciones de Franco Moretti en afán los realistas. Además, se debe tener en
su libro The Way Of The World, en el cuenta que “solamente en la ficción podía el
bildungsroman clásico el protagonista es determinismo ser demostrado en su plenitud,
expuesto a una serie de eventos significativos ya que el novelista era al mismo tiempo
para su formación personal, y en este proceso manufacturador y manipulador del complejo
toma decisiones que en última instancia no de influencias causales que hacían de sus
son decisiones suyas sino de los que lo personajes lo que eran” (Larkin 3). Entonces,
rodean. Efectivamente, el argumento de en su tarea de describir el mundo tal cual es,
Pepita Jiménez contiene muchos elementos con la intención de descubrir los factores que
que hacen plausible su estudio como un delimitan la existencia humana y enseñar a
bildungsroman clásico, a lo que se puede la gente tal realidad, los novelistas del siglo
incluir, sin duda alguna, el hecho de que las XIX se valieron del determinismo.
decisiones que toma el protagonista En un mundo en que todo es
masculino don Luis no son decisiones consecuencia de la interacción de factores
propias sino, en gran parte, de los demás, en preexistentes, que a su vez son resultado de
especial de Pepita. previos elementos, la cadena de causa y
Ahora, si consideramos la efecto debía ser extendida hasta llegar al
problemática de la conformación de esta principio de las cosas, y el concepto del azar

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no podía tener lugar, así como tampoco la critica el papel didáctico de la literatura que
idea del libre albedrío. Sin embargo, es de es una tarea que abrazan los realistas,
notar que el determinismo no niega del todo abogando la actividad creativa para hacer el
la capacidad del hombre de tomar decisiones arte por el arte. Valera se niega a emplear la
y elegir su camino entre varias posibilidades. literatura como instrumento de
Pero como Larkin bien lo indica, el indoctrinación, y por la misma razón estética
determinisno hace hincapié en el hecho de sostiene que la literatura tampoco debe ser
que “la identidad y las predilecciones [de un una documentación de la realidad. En
individuo] son en sí producto de cuanto al determinismo se refiere, Valera
características heredadas, presiones de su defiende las ideas del idealismo que valora
formación y del entorno, pasado y presente” el libre albedrío del hombre y le otorga la
(175). Hay que notar que incluso las mismas dignidad de la liberdad y la conciencia moral.
posibilidades de las que puede elegir el Veamos su opinión en lo referente al libre
individuo son consecuencia del tiempo y el albedrío: “En lo que yo no consiento, no ya
medio, es decir que se trata de un factor que la negación pero ni la duda, es en que soy
está fuera del alcance del individuo. libre, en que soy responsable, en que llevo la
En vista de que de una u otra manera ley moral grabada en mi alma y que la raíz,
el determinismo rechaza la libertad del origen y fundamente de esta ley y de esta
hombre de forjar su propio destino, el escritor alma, es un bien absoluto, infinito, eterno”
español, producto de una cultura cristiana, (Olguín 166).
no podía sino estar en conflicto con esta idea. Tenemos pues, por un lado, que según
Dicho de otro modo, el determinismo las declaraciones del mismo Valera es posible
representaba un problema para el escritor que inferir que en sus novelas, Pepita Jiménez en
deseaba ver al hombre como un ser este caso, se encuentra evidente la
responsable y moral, ya que al aceptar que manifestación del libre albedrío de los
todos los actos son consecuencia inevitable personajes. Pero por el otro, se debe
de las condiciones de un individuo considerar que Pepita Jiménez es un
desaparecen los conceptos de bildungsroman clásico que despoja de una
responsabilidad y moralidad. De ahí que el libertad plena y una voluntad enérgica a su
realismo español no se haya adherido al protagonista. Si nos centramos en el
determinismo, otorgando al hombre la personaje de don Luis vemos que la narrativa
libertad de obrar según su voluntad, gira en torno de un protagonista masculino,
conforme a los valores morales de su joven y con poca experiencia, que vive
conciencia. conflictos internos de vocación y
La postura declarada de Valera es una socialización hasta que termina siendo
oposición al realismo, en primer lugar porque asimilado exitosamente a su comunidad.

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En efecto, el protagonista don Luis Pepita, los comentarios que hace el Vicario
tiene tan solo veintidós años y al comenzar acerca de las virtudes y la generosidad de
el texto se encuentra en casa de su padre ambos, hasta el grado de que se le considere
después de muchos años de estar lejos, culpable del enamoramiento de ambos
encerrado entre libros de teología. La casa personajes. Así se lo reprocha Pepita: “Con
de don Pedro de Vargas, su padre, en la extremada bondad que le es propia no ha
Andalucía resulta ser un ambiente hecho usted más que alabarme a D. Luis, y
totalmente nuevo para el joven que se ve tengo por cierto que a D. Luis le habrá usted
embriagado por una naturaleza exhuberante hecho de mí mayores elogios aún, si bien
y sensual, pero sobre todo por la presencia harto menos merecidos. ¿Qué había de
de la joven y hermosa Pepita. Los encuentros suceder? ¿Soy yo de bronce? ¿Tengo yo más
con esta muchacha exponen al joven en un de veinte años?” (49).
conflicto interno entre su obligación hacia Se condiciona, pues, el amor entre los
la vocación religiosa y la seducción del amor dos jóvenes con la opinion que la gente tiene
secular. Es de interés este proceso de toma de ellos, su juventud, la belleza física de los
de decisiones, necesario en un bildungsroman, mismos, así como también por el ambiente
puesto que se puede decir que los actos de sensual de vegetación exhuberante de
don Luis al hacer frente al dilema que Andalucía. Además, don Luis no tiene la
enfrenta manifiestan la presencia, o ausencia, fuerza suficiente para evitar lo que se
del libre albedrío en este personaje. El análisis antepone a su vocación de clérigo. El hecho
de las acciones de don Luis nos mostrará que mismo de permanecer en casa de su padre
el texto conforma la condición que propone se hace agobiante después de haberse
Moretti de que las decisiones del encontrado con la viuda. El joven se propone
protagonista del bildungsroman clásico son, varias veces marcharse del lugar, pero en
en realidad, decisiones de los personajes que contra de su voluntad permanece en casa de
lo rodean. su padre, aparentemente “detenido a ruegos”
La primera impresión es que don Luis de don Pedro. Asimismo, las actividades que
llega a la casa de su padre no sólo por realiza don Luis obedecen a las decisiones
voluntad propia, sino hasta con mucho gusto de otros. Así va de paseo, a tertulias y al
y anticipación de la experiencia que tendrá casino, lo mismo que aprende a montar a
en el campo. Sin embargo, no son así los caballo picado en el orgullo por la triste figura
sucesos que siguen al encuentro con Pepita. que hizo frente a Pepita montando en una
Para empezar, don Luis se forma un prejuicio mula.
acerca de la personalidad de Pepita a través La flaqueza de voluntad de don Luis
de las cosas que se dicen de ella. De hecho, va aumentando a medida que va creciendo
influyen mucho en don Luis, así como en su afición por Pepita, y llega a un grado que

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ya no le es posible controlarse: habitaciones interiores, afligiéndose por


No logro enmendarme. Lejos de dejar sentirse despreciada por don Luis:
de ir a casa de Pepita, voy más “Arrastrado don Luis como por un poder
temprano todas las noches. Se diría que sobrehumano, impulsado como por una
los demonios me agarran de los pies y
mano invisible, penetró en pos de Pepita en
me llevan allá sin que yo quiera. [. . .]
El progreso de mi mal es rápido. Como la estancia sombría” (75). Y por tratarse de
piedra que se desprende de lo alto del un “poder sobrehumano” el que maneja a
templo y va aumentando su velocidad los personajes, Pepita justifica el acto
en la caída, así va mi espíritu ahora. [. .
diciendo: “Sí, ha sido una maldad atroz, pero
.]Todas las noches salgo de su casa
diciendo: “Esta será la última noche que instintiva; una maldad inspirada quizás en
vuelvo aquí”, y vuelvo a la noche el espíritu del infierno, que me posee. [. . .]
siguiente. (41) De nada eres responsable. Ha sido un delirio:
El narrador en “Paralipómenos” reconoce la enajenación mental se apoderó de tu noble
esta condición débil de don Luis, pues alma. No es en tí el pecado sino muy leve”
comenta que “por lo general los hombres (75).
solemos ser juguetes de las circunstancias; Sean cuales fueren los motivos por los
nos dejamos llevar de la corriente, y no nos que la entrevista termina en la ruptura de los
dirigimos sin vacilar a un punto. No elegimos votos de don Luis, el hecho es que como
papel, sino tomamos y hacemos el que nos consecuencia los dos jóvenes no ocultan ya
toca” (55). la pasión de la que son presas. Ahora, lo que
Se puede decir, entonces, que la se interpone entre la felicidad y la pareja es
voluntad de don Luis, su libre albedrío, se el consenso, centrado principalmente en la
halla subyugadoa sus condiciones de opinión de don Pedro. Vale decir que lo que
juventud, el medio social y, como ya se ha preocupa a don Luis no es esencialmente el
dicho, de la “naturaleza voluptuosa” de la carácter moral de su relación, sino lo que la
región que llega a su extremo en la noche de gente dirá de su moralidad. De ahí que el
San Juan en que el protagonista va a tener muchacho se apresure en discutir el tema con
su entrevista “final” con Pepita. Como su padre, pues considera hipocrecía no hacer
presagio de lo que ocurrirá en el aposento partícipe a don Pedro de la relación que ha
de la muchacha, “Don Luis se sintió establecido con Pepita, y necesita de su
dominado, seducido, vencido por aquella aprobación para sentir que no ha obrado mal.
voluptuosa naturaleza, y dudó de sí” (65) ¿Qué hay, pues, de la conciencia moral
después de concertar la cita en cuestión. Esto inherente en el hombre de la que habla
permite visualizar lo que sucederá cuando Valera? En el texto vemos que el
Pepita rompa en llanto y se dirija a las remordimiento de don Luis no es otra cosa
que la necesidad de lograr el establecimiento

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de una convención con los demás personajes. but with death or disgrace.” (22-3). Este rasgo
Por esto tiene razón Bermejo Marcos cuando es evidente en Pepita Jiménez puesto que
dice que Valera “se desentiende de la mientras para Pepita la separación con don
moralidad” (70). Añade que la moral de Luis significa la muerte, para el joven tal cosa
Valera no prohibe pecar contra determinado implicaría la desgracia del remordimiento.
mandamiento, con tal que se peque Entonces, el héroe del bildungsroman debe
discretamente, ya que el escritor “no soporta resignarse a optar por lo más deseable y
el pecado, no por el pecado en sí, sino por lo desistir de otros deseos menores porque no
que de bajo placer tiene. No es la suya una puede tener ambas cosas a la vez. Esto es lo
auténtica moral, sino sencillamente una que hace don Luis, y ya que tras su feliz
prédica del buen gusto” (70). matrimonio con Pepita “se consuela y se
La culminación de la novela se da con conforma con no haber sido un varón
la ceremonia de bodas de don Luis y Pepita, místico, extático y apostólico, y desecha la
ya que el protagonista masculino del texto especie de envidia generosa que le inspiró el
sigue fielmente el “principio de clasificación” padre Vicario el día de su muerte” (93). Esta
conforme al cual se establece una situación situación da a entender que el protagonista
clasificatoria diferente de la que da inicio al del texto no tiene realmente opciones por las
texto, y para Moretti el matrimonio es “the que puede decidir libremente, ya que las
definite classifying act par excellence” (7). posibilidades con las que cuenta vienen ya
De modo que se observan en Pepita Jiménez condicionadas por el medio.
todos los rasgos de un bildungsroman clásico, He aquí la característica del
según lo indica Moretti. Don Luis y Pepita bildungsroman clásico que nos interesa en la
terminan viviendo en un mundo cerrado de observación del libre albedrío en el
cuentos de hadas y el protagonista pone protagonista del texto. Nótese que el proceso,
punto final a su proceso de formación con el desde el comienzo hasta el final, por el que
matrimonio, acoplándose a lo que se llama los dos jóvenes se enamoran y eventualmente
“comfort of civilization”. Se trata de una contraen matrimonio, depende de hechos y
“integración orgánica” en que el individuo situaciones que don Luis no sabe ni puede
opta por voluntad propia lo que cree controlar. Los factores que permiten el
conveniente para él, pero que eventualmente nacimiento, desarrollo y culminación de la
constituye lo conveniente para la comunidad relación de estos dos seres se encuentran en
de la que forma parte. Moretti señala que el medio y en los demás personajes. Es más,
“Marriage is a metaphor for the social el proceso en cuestión ha sido manipulado y
contract: this is so true that the classical determinado por otros, descartando
Bildungsroman does not contrast marriage completamente el papel del libre albedrío del
with celibacy, as would after all be logical, protagonista de los sucesos.

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Hacia el final del texto vemos que es “libre determinación” del ser humano,
don Pedro quien “conspira contra su aludiendo a la conciencia moral como la
vocación” (88) de clérigo; y con la ayuda de prueba de la espiritualidad del hombre y por
Antoñona, el Vicario, así como de la lo tanto del libre albedrío. Entonces, ¿se
inocencia de los jóvenes, no sólo se “limita a observa en Pepita Jiménez el libre albedrío
esperar que cuaje el naciente noviazgo, sino como guía de acción para don Luis? Por lo
que trabaja para que cuaje.” (88-9) Asegura citado de la obra podemos deducir que la
el padre que “tan poderosa combinación de respuesta es negativa. Como protagonista
medios naturales y artificiales debe dar un ideal de un buen bildungsroman, don Luis
resultado infalible” (89). Es claro que esto se no hace alarde de una voluntad propia.
acopla a las características del bildungsroman Además, Valera alude en varias ocasiones al
clásico según Moretti, para quien el carácter determinista de los eventos que
protagonista de la novela es el personaje más tienen lugar en torno a los dos jóvenes,
necesario, pero no el más importante, puesto incluyendo su plan para que “cuaje el
que el texto consiste en la trayectoria de un noviazgo” en cuestión.
héroe que “suffering, or at least not in a high Esta problemática no encuentra
degree active, leaves to others the task of respuesta ni aún si se acepta que el libre
shaping his life” (21). albedrío no se limita necesariamente a la
Tenemos que la obra de Juan Valera libertad total y desbocada del individuo para
puede ser clasificada, desde todas las ir en contra de su herencia biológica y de
perspectivas, como un bildungsroman clásico. superar las circunstancias adversas del
En lo que a este ensayo concierne, lo dicho medio. Aparentemente la paradoja del Valera
implica al mismo tiempo la ausencia de la crítico y el Valera escritor propone una
voluntad del protagonista. Es decir que por solución al introducir el concepto de
todo lo analizado se puede deducir que don “responsabilidad” puesto que el mismo
Luis no tiene, o no manifiesta la facultad del afirma:
libre albedrío. Este rasgo concuerda con las Lo que importa asegurar es que todo
premisas de la novela realista-naturalista que hombre es responsable de sus faltas,
observa en los personajes la materialización porque sobrenatural o naturalmente se
siente capaz de domar sus apetitos y
determinista de diversos antecedentes.
pasiones, y no es juguete de fuerza
Consideremos aquí el rechazo ciega e irresistible. Aunque seamos
fervoroso de Juan Valera de las influencias escépticos hasta al extremo de negar
extranjeras, especialmente el francés, y por toda revelación y toda ley divina
positivas; aunque nos declaremos
ende de la idea del determinismo biológico
autónomos, sacudiendo el yugo de toda
y social al que está sometido el hombre. autoridad, de la Iglesia, del Estado, de
Valera mostró su fe en la existencia de la los sacerdotes y de los legisladores,

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siempre queda en lo íntimo de nuestro su libre albedrío y tal cosa es posible porque
espíritu una ley que obedecemos y de
en la muchacha se configura un anti-héroe
que tenemos conciencia de obedecer,
como seres libres. (Olguín 166) del bildungsroman clásico. La juventud es el
único factor común que comparte Pepita con
Pero aún así, es evidente que la
don Luis, puesto que a ella no se le puede
responsabilidad que decide tomar don Luis
atribuir esa inocencia propia de la persona
después de la velada con Pepita no es otra
que se encamina por primera vez en el
cosa sino un acto inevitable y compulsivo que
proceso de socialización.
viene de los valores inculcados por su
El personaje de Pepita se antepone a
formación religiosa y social. Son borrosos e
todos los parámetros del héroe convencional
indefinibles los rasgos que delimitan lo que
de bildungsroman. En primer lugar se trata de
es la “conciencia moral” o sentido de
una mujer, y el bildungsroman clásico propone
responsabilidad de lo que es la “formación
invariablemente como su héroe a un varón.
social” o condicionamiento del individuo
Luego, tengamos en cuenta que Pepita es una
conforme a la educación; por lo que es
viuda: la relación con don Luis es su segundo
plausible ver el acto de don Luis no como
matrimonio. Es más, el texto afirma que
muestra del libre albedrío, sino como un
Pepita ha pasado ya por el proceso de
gesto determinado por las convenciones
socialización, de crucial importancia en el
sociales del momento. Precisamente en ello
bildungsroman. En efecto, la versión que
consiste el bildungsroman: el proceso de
refiere don Luis de cómo Pepita llegó a
internalización de las reglas sociales como
casarse con don Gumersindo deja entrever
suyas propias, lo que resume Moretti en las
que en esa cadena de sucesos la joven no tuvo
siguientes palabras: “It is indeed the ideal
el control de su destino puesto que obedecía
paradigm of modern socialization: I desire
la voluntad de su madre. Era ella demasiado
to do what I in any case should have done.
joven, inocente e ignorante de las cosas del
The final marriage, when [the heroe] is forced
mundo:
to be happy in spite of his intentions, is the
perfect iniature and conclusion of the entire ¿cómo penetrar en lo íntimo del
corazón, en el secreto escondido de la
process” (21). mente juvenil de una doncella, criada
¿Es contradictorio entonces la estética tal vez con recogimiento exquisito e
que propone Valera como crítico y lo que ignorante de todo, y saber qué idea
podía ella formarse del matrimonio? Tal
crea como novelista? ¿Está ausente el libre
vez entendió que casarse con aquel
albedrío del texto? Indudablemente es difícil Viejo era consagrar su vida, a no dejarle
ver la manifestación de la voluntad propia en soledad y abandono [. . .] Si algo de
en don Luis, sin embargo, no es así en todos esto o todo esto pensó la muchacha y
en su inocencia no penetró en otros
los personajes. Pepita parece operar según
misterios, salva queda la bondad de lo

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que hizo. (8) de carácter fuerte y voluntad propia, como


Entonces, a pesar de sus pocos años, son la mayoría de los personajes femeninos
Pepita ya se encuentra plenamente de la novela del siglo XIX. Buenos ejemplos
socializada, lo que la hace madura y dueña son figuras como Doña Perfecta o Benina en
de sus actos. Después de la muerte de don Doña Perfecta (1876) y Misericordia (1897),
Gumersindo Pepita opta por la vida aislada respectivamente, de Pérez Galdós; también
rechazando a numerosos pretendientes, hasta es un personaje de mucha energía Sabel en
toparse con don Luis a quien seduce. Así lo Los pazos de Ulloa (1886) de Emilia Pardo
reconoce el joven al decir: “no son los Bazán y no puede faltar Ana Ozores de La
hombres sino las mujeres las que toman la Regenta (1884), así como tampoco Neleta en
iniciativa, y que la toman sin Cañas y Barro (1902) de Blasco Ibáñez. Todas
responsabilidad, y pudiendo negar y volverse son mujeres maduras que no corren el
atrás cuando quieren” (35). Muchos son los mínimo riesgo del desengaño que viene de
incidios que permiten considerar que Pepita la credulidad inocente, y por lo tanto, se
proyectó adueñarse del corazón de don Luis. constituyen como antítesis del héroe del
Se puede ver esto en su diálogo con el Vicario bildungsroman clásico.
a quien asegura que es correspondida por el De todo lo dicho se puede concluir
muchacho “con un ligero y mal disimulado que el género del bildungsroman clásico se
acento de satisfacción y de triunfo” (49). acopla plenamente a la corriente realista en
Además, si bien le reprocha al Vicario el cuanto que omite toda manifestación del
haberle presentado a don Luis como un libre albedrío en su protagonista. Es decir que
varón perfecto, reconoce que fueron “sus ojos si observamos a Pepita Jiménez como
y su poco recato los que la han perdido”, y bildungsroman clásico enfocado en el
confiesa al clérigo que “los elogios de usted personaje de don Luis, no es posible
han venido solo sólo a lisonjear mi gusto, encontrar discrepancia con los parámetros
pero no a despertarle”. (49-50) Lo que es del realismo. Pero aquí es necesario mirar la
más, se lanza a su proyecto con tal ímpetu otra cara de la moneda: ver el texto desde la
que asegura poder obtener lo que desea: perspectiva de Pepita, ya que la figura del
“Bueno está eso –replicó Pepita-; cumplir su personaje femenino gana una importancia
promesa… acudir a su vocación y ¡matarme sin precedentes hasta el siglo XIX. Si nos
a mí antes! [...] ¡Feliz principio quiere dar a centramos en Pepita Jiménez, quien
sus misiones, predicaciones y triunfos precisamente da título a la obra, se puede ver
evangélicos! ¡No será! ¡Vive Dios que no no solamente la existencia del libre albedrío,
será!” (51). sino una voluntad fuerte que impulsa
Tenemos que Pepita es un personaje acciones por parte de los demás. Hay que
tener en cuenta además, que si bien los

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sucesos pueden ser resultados de embelleciendo, no pintando lo triste o lo


antecedentes materiales, la experiencia sucio por puro deleite” (Bermejo 89). Es decir
humana es intrínsecamente subjetiva y por que aceptando la necesidad de acudir al
lo tanto no enteramente concebible en mundo real para poder crear el mundo
términos científicos. ficticio, propone incluir el sello artístico del
Los críticos que han condenado el escritor; asimismo que reconociendo la
determinismo se basan en la idea de que esta importancia de los factores materiales en la
corriente degrada la existencia humana conformación de sus personajes, deja
encerrando al hombre en los límites estrechos entrever que sus experiencias son
de la herencia biológica y el medio, eventualmente procesos subjetivos del
despojándolo de la nobleza de la individuo.
responsabilidad y la libertad. Sobra decir que
esta postura no constituye una crítica sólida Obras citadas
en cuanto que no ha podido demostrar la Bermejo Marcos, Manuel. Don Juan Valera,
existencia real de valores como la crítico literario. Madrid: Editorial
responsabilidad y la libertad en el hombre. Gredos, 1968.
El buen juicio de Valera hace que él no se Larkin, Maurice. Man And Society In
ponga en esta postura, pues como se ha Nineteenth - Century Realism.
observado, Pepita Jiménez integra muchos Determinism and Literature. London:
ingredientes del determinismo, aunque, en The Macmillan Press Ltd., 1977.
un personaje de menor importancia que Moretti, Franco. The Way of the World The
Pepita, quien como mujer del siglo XIX, se bildungsroman in European Culture.
levanta portentosa e imponente. Trad. Albert Sbraqia. London: Verso,
Se puede decir que la oposición de 2000.
Valera al realismo-naturalismo radica más Olguín, Manuel. “Valera’s Philosophical
bien en el rechazo de la actividad literaria Arguments Against Naturalism”.
como la “copia servil de la realidad”, EBSCO Publishing, 2003.
poniendo énfasis en “la verosimilitud Río, Angel del. Historia de la literatura
artística” que no es necesariamente lo española. NY: Holt, Rinehart &
realmente verdadero, sino lo que el artista Winston, 1963.
hace parecer verosímil. Valera admite que “si Valera, Juan. Pepita Jiménez. México:
es cierto que para lograr la creación de la Editorial Porrúa, 1998.
belleza por medio de la palabra escrita hay
que tomar como modelo la realidad de las
cosas así naturales como artificiales, no es
menos cierto que se puede copiar

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