ARTEYBELLEZA

¿DEBE SER bella una obra de arte? Ni la pregunta ni la discusión que provoca son nuevas. Se pensó de
Rembrandt, en su tiempo y más tarde, que tenía una mente pervertida y estaba enamorado de lo deforme y lo
feo.
Los críticos han reñido agrias batallas acerca del realismo y del idealismo en el arte. A los realistas se les ha
acusado de ser provocativos de modo sensacional, cultivando la fealdad tanto si se trataba de la pintura de
Cromwell "con verrugas y todo", como si incluían chimeneas en un paisaje impresionista; o de un pintor
costumbrista como Sir Luke Fildes, de quien, en La viuda, —una obrera que está alimentando a un niño—el
crítico del "London Times", dijo, que una sala no era lugar para unas botas embarradas, aunque estuvieran
pintadas en un cuadro.
¿Puede un asunto feo hacer una obra de arte bella? ¿Debe una verdadera obra de arte expresar solamente la
belleza ideal? ¿Pueden la Venus de Botticelli, una vieja pintada por Velázquez, una res abierta en canal pintada
por Rembrandt, un piquete de ejecución por Goya, unas botas viejas de van Gogh, un minotauro de Picasso, y
una puesta de sol, pintada por Turner, ser pinturas bellas en igualdad de términos?

Boticelli Velázquez

Rembrandt Picasso
Debemos comenzar haciendo una distinción entre el asunto y una obra de arte. Una puesta de sol puede seruna
cosa bella, pero no es una obra de arte. Es el resultad de ciertas causas naturales. Al canto del ruiseñor lo
llamamos bello, al graznido del cuervo, feo. Pero el ruiseñor no es un músico mejor que el cuervo; en cuanto a
ellos se refiere, las dos aves hacen lo mismo. El hecho de que prefiramos el uno al otro es casual. Cada cual
produce el sonido que le pertenece.
Aunque en el lenguaje vulgar, cuando se admira un árbol, o un paisaje, le llamemos una obra de arte de la
naturaleza, hablando estrictamente no podemos usar la palabra con esa acepción. La frase es contradictoria
en sí, ya que, por definición, una obra de arte ha de ser artificial, es decir hecha por la mano del hombre.
La obra de arte puede tener su origen en la naturaleza. Un compositor puede inspirarse en el canto de un
pájaro, un pintor por una puesta de sol, o por una mujer hermosa, o por algo que a primera vista parece estar
fuera de la naturaleza. Un pintor desilusionado por el mundo corriente, puede volverse hacia un mundo ideal
en su mente. Pero su mente y las ideas que se formen allí, siguen siendo parte de la naturaleza, igual que él.
Las líneas negras horizontales y verticales sobre fondo plano de Piet Mondrian son tan "naturales" como sus
cuadros anteriores con árboles, aunque no podemos identificarlos con nuestra experiencia del mundo
corriente como ocurre con un dibujo que nos dice "árbol".

Pinturas de Piet Mondrian

Este elemento de reconocimiento automático es un factor muy importante. Tomemos la representación

pictórica de un automóvil Podemos decir que una fotografía de un catálogo es realista. Pero la manera que la
cámara fotográfica tiene de ver, nosotros solo podemos ver un extremo y un costado del automóvil de una
vez. Descansamos en nuestra experiencia con automóviles para que nos diga que el objeto es igual por el otro
lado y simétrico respecto a un eje longitudinal de la carrocería. Alguna vez se puede ver en un catálogo un
dibujo hecho por un artista en el cual se han eliminado partes de la carrocería para mostrar lo que hay dentro.
Claro que nunca vemos automóviles arcillando de esa manera; pero si queremos saber algo de la construcción
para elegir cuando compremos uno, podemos decir que ese dibujo es más realista que una fotografía de un
automóvil de verdad. Si somos constructores de automóviles necesitamos planos y secciones que muestren
todos los detalles en proyecciones planas. Estos planos deben leerse haciendo un esfuerzo mental para saber
como será el automóvil cuando esté terminado.
Tales dibujos se puede decir que son los más realistas de todos. Muestran cada detalle tal cual es; no dejan
nada al azar. No hay conjeturas, todo está medido. Pero esos planos no son fáciles de leer; un ingeniero ha de
haber tenido un largo entrenamiento para entenderlos, y necesita experiencia en su interpretación, además
del entrenamiento. De modo que parece que llamamos realista a lo que nos es más familiar, y a lo que hemos
aprendido a leer. Es un acto de reconocimiento, y éste se basa en la experiencia. A veces esto se da por
supuesto. Aprendemos a leer árboles verdaderos en la naturaleza y en fotografías automáticamente. Para
aprender a leer planos de un ingeniero o de un arquitecto hemos de hacer un esfuerzo consciente, y debe
ayudarnos alguien que ya haya aprendido la clave.
Todo lo que caiga fuera de nuestra experiencia tendemos a mirarlo con cierta sospecha y desconfianza, como
cuando uno se ve cara a cara con un extraño. En este caso, vencemos nuestra natural actitud defensiva
haciendo preguntas; pero no solemos esperar a hacer preguntas acerca de una obra de arte poco familiar.
Esta experiencia automática, que llamamos percepción en la vida ordinaria, es parte de nuestra reacción
impensada al realismo y la belleza. Ocasos y caras bonitas se consideran bellezas, en la vida cotidiana, por
asociaciones agradables, además de cualidades abstractas como forma y color. Otras cosas no son tan gratas:
botas viejas, reses abiertas en canal, una escena suburbana torva1, o un basurero. Para la mayoría de las
personas, con razón, las escenas de crueldad y violencia no sólo son repelentes sino que producen náusea,
repugnancia.

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Arremolinada
El artista es un hombre entrenado en ver y seguir viendo. Sus sentimientos pueden ser los mismos que en
cualquier otra persona. Puede admirar una vista esplendida o una muchacha bonita, y aborrecer la crueldad,
la muerte, la pobreza y la corrupción, como las demás gentes, Pero se entrena en mirar más de cerca, y en
matizar sus sentimientos. Un par de botas viejas no son objetos inútiles y feos que deben tirarse. Su forma y
color, vistos bajo cierta luz, plantean un problema interesante de dibujo y pintura. Para el artista es una
escultura accidental. No es una atracción sentimental hacia botas viejas como "amigos" viejos, con toda clase
de asociaciones románticas con largos paseos por el campo. Su actitud es meramente objetiva. Mira a esas
botas como si nunca las hubiera visto antes.
Rembrandt vio una res abierta en canal no sólo como carne y hueso, sino más bien como un recuerdo de
corrupción y del modo como la carne se alimenta de la carne, como si el rico, irisado color, las bandas de
carmesí contra la cualidad de perla de grasa cruda, fuesen un reto a su pincel y un estimulante a su
imaginación.
Goya, para condenar unas atrocidades, puso todo su corazón y toda su inteligencia en su obra, sin reserva
alguna. Utilizando toda su habilidad, se entregó a su tarea como un gran dibujante y pintor, y como hombre y
cualquiera que fuese su asunto, lo que predomina en su obra es la belleza de la línea y de la forma.
La palabra “forma” puede tener varios significados, todos complementarios, ninguno contradictorio. En primer
lugar hay una clase de forma pura, la idea, tal como existe en la mente. Esta idea se hace mueble, o estatua,
utilizando herramientas con las que trabajar sobre materias. La obra de arte posee su propia forma: palabras
sobre un papel, una composición musical, pintura sobre un lienzo, madera tallada, piedra, o metal fundido.
Esta es una segunda clase de forma; es más tangible.
Luego tenemos la forma del asunto de un cuadro en sí. Puede tomar la forma de un árbol, una persona, un par
de botas viejas, u otra obra de arte: una estatua antigua o un cuadro de otra época.
La primera forma es pura esencia de una idea, y no existe más que en la imaginación del pensador. La segunda
es la forma de la idea a la que se da existencia física por medio de herramientas y materiales. La tercera es la
forma que tienen todas las cosas que existen, y que es peculiar a cada objeto.
El reconocer esto es una de la tareas más difíciles del artista, y una que todo el que se interese en arte debe
tratar de seguir. El artista debe poder ver unas botas viejas, o cualquier otra cosa, como una forma aparte de
sus asociaciones. Debe ver que hay que pugnar por la belleza y la perfección, de tal modo que un asunto que
no sea bello pueda convertirse en una obra de arte. Esto exige pensar, además de sentir, y pensar significa
pasar tiempo abstrayéndose sobre objetos poco familiares. La forma se relaciona de cerca con las ideas. El
estilo, como hemos visto, cambia aprisa, pero no las ideas. Hay un lenguaje cotidiano de belleza que
impresiona nuestros sentimientos pero se desvía de nuestra mente. Los figurines sobre modas, y las
fotografías, fijas y móviles, deben causar un impacto inmediato. Nadie quiere detenerse a pensar acerca de
una pintura que anuncia una novela de amor o unos vestidos. Deseamos recibir el mensaje inmediatamente.
Cada edad crea series de símbolos que significan belleza cuando las personas de esa edad los ven.
Si tomamos un figurín y analizamos su forma, veremos que ninguna persona viva puede ser así. Es absurdo.
Varias cualidades consideradas como bellas, son exageradas. En un período se puede considerar que las
piernas son atractivas, y las del figurín se atenúan hasta lo imposible. Otro período gusta de una figura esbelta
y plana, otro de unos bustos exagerados. En la vida diaria es absurdo el analizar tales dibujos como forma;
pero si lo hacemos, comprenderemos por qué los figurines y las propias modas envejecen con tal rapidez. Las
modas de ayer son absurdas; las de anteayer, nostálgicas; las del pasado, románticas.
 Figurines
Cuando se realizan películas históricas en cada década se cree que se reconstruye fielmente el pasado; sin
embargo, si vemos una serie de instantáneas tomadas de por ejemplo, películas cou asuntos del siglo XVIII
hachas a partir del comienzo del cinematógrafo en adelante, podemos datar cada una de ellas POR LA idea de
belleza en la época en que se hizo inponiéndose sobre los peinados y las faldas de mucho vuelo.
La moda, como los vulgarismos, siempre deben estar al día; nada hay que envejezca más aprisa. Pero la forma
dura. Las obras de arte de un maestro duran siempre, porque su forma es más fuerte que sus símbolos,
temporales y de moda, acerea de la belleza. La Venus de Botticelli ha pasado de moda, la de Milo está por
encima de las modas. Las enormes mujeres de Rubens probablemente no las encuentra atractivas la mayoría
de LAS gentes de hoy. Las bellezas de Amedeo Modigliani están ahora tan fuera de moda como los maniquíes
para escaparate que se inspiraron en ellas hacia 1920, en lo que respecta a las ideas acerca de la belleza. Pero
un buen cuadro o una buena escultura nunca pasan de moda; y todos los ejemplos citados son obras buenas.
Por otra parte, las bellezas de John Singer Sargent, Sir Philip de Laszlo, Dante Gabriel Rossetti, Sir Edward
Burne-Jones y otros muchos, pasan con la rapidez y entereza de los figurines. Los buenos siguen siendo
dibujos buenos, y el estudio de la belleza de ayer es interesante. Lo que ocurre con los retratos de moda pero
sin forma de la belleza de sus días, es que sufren por ser recargados y pomposos.
La vida cotidiana altera sin cesar nuestro condicionamiento inconsciente. Despertamos una mañana y vemos
que la llave ya no ajusta en la cerradura de nuestra mente que pone en libertad la palabra "belleza" automáticamente. Las
señoras que pintó Sargent, y que él quería que fuesen como las frías e inteligentes damas sacadas del teatro de Pinero,
Wilde y Shaw, se quedan para siempre en la pintura con sus narices pequeñas, sus cejas levantadas, sus cuellos de
jirafa… y poco más. Todo lo que vemos en Rossetti son ojos saltones y una irresistible expresión de ansia que un día
simbolizaba pasión, pero que ahora parece un síntoma de bocio. Hasta los almibarados desnudos de William Etty sufren
de su aspecto de cromo de moda en la era "victoriana". Con su liso cabello castaño recogido en apretado moño, nos
recuerdan a la propia Reina Victoria.

Modigliani (1884-1920) (Italia) Rossetti 1828-1882 (inglés)

Se ha escrito mucho acerca de la magia de los maestros antiguos, pero, probablemente lo único que asegurará que un
maestro moderno sea algún día un maestro antiguo, será la cualidad de duración de su forma
ACTIVIDADES
REALIZA UN CUESTIONARIO DE 10 PREGUNTAS SOBRE LA LECTURA
REALIZA UN MAPA MENTAL DEL TEXTO