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Todos sabemos que debemos seguir el ejemplo del Mesías. Los líderes necesitan saber
esto para poder dirigir efectivamente y los miembros necesitan saberlo para reconocer la
conducta apropiada o discernir la conducta inapropiada en los líderes que ellos deciden
seguir.
“¡El estar ungido es lo que hace la diferencia! Por eso el Mesías era diferente a todos los
demás. Él es el Ungido. Y cuando usted va a ministrar a otros, es mejor que usted esté
ungido de manera que usted hable en Su autoridad, no en la autoridad del hombre.”
Esta no era la única característica del liderato del Mesías. Consideren este muy obvio
estilo de liderato. ¿Saben ustedes que cuando aquellos en autoridad fueron a buscar al
Mesías para arrestarlo, ellos tuvieron que contratar a alguien para que lo identificara?
Piensen en eso por un momento. jesus quería que la gente escuchara su mensaje; era un
mensaje de vida. Aún así, Él no promovió su apariencia para nada. De seguro, Él había
estado en el templo y en lugares públicos muchas veces – Él no se escondía a Sí mismo.
Pero los líderes y los oficiales no lo habían visto. Los oficiales no pudieron identificarlo en
persona, cara a cara. Ellos sólo sabían acerca de Él a través de otros y de lo que ellos
habían dicho acerca de Él. Él no hizo su aparición distinta. Usted no podía distinguirlo de
cualquiera otro en la multitud. De hecho, hay evidencia en las Escrituras que sugieren que
Él no era hermoso para nada.
Consideren el estilo de liderato de otros hombres. Parece ser que la apariencia está por
encima de todo para todos los demás. La ropa es lo que hace al hombre, Los hombres
hacen su juicio inicial acerca de los demás, basado en la apariencia externa. Los reyes
siempre deben lucir como reyes, si no, ellos no tendrán su poder y prestigio real.
Juan 18:35 Ahora Pilato está hablando la verdad. Son otros quienes ya lo han juzgado
y lo han traído ante Pilato. Con ese entendimiento, jesus ahora se dirige al Gobernador
Romano.
Juan 18:36-37 Esta es una respuesta asombrosa. Ahora Pilato está llamando a jesus
rey basándose en una conversación. Quizás usted se pregunte, ¿Cómo usted sabe que
Yeshúa es un rey de otro mundo? No obstante, la verdadera pregunta aquí es que si hay
alguna evidencia de maldad y cuál es la verdad en el asunto. Por eso, Pilato pregunta.
Juan 18:38 A estas alturas, Pilato ha sido confrontado con el factor de que no había
evidencia de maldad. Él quizás era o no era un rey, eso era otro asunto. Por lo tanto, él
propiamente concluye de que Él “no es culpable” de ningún delito de lo cual pudiera ser
juzgado.
Pero como ustedes saben, los ancianos del templo no iban a aceptar una declaración de
“no culpable” desde el principio. Así es que Pilato trata de intercambiar a un hombre
llamado Barrabás, que significa “Hijo del Padre”, en lugar de jesus, “el Rey de los Judíos.”
El intento de Pilato de apaciguar a aquellos que lo acusaban a Él, fue en vano. En vez de
que la verdad saliera a relucir, Pilato vio un camino a la comodidad, por eso permitió que
jesus fuera hostigado y burlado. Pero esto tampoco fue suficiente para aquellos que lo
habían traído. Ellos demandaron su muerte.
Una vez más, Pilato se acerca a Jesús haciendo más preguntas, tratando de sacar alguna
clase de evidencia que apoyara su decisión de “no culpable”. Él hace más preguntas tales
como ¿de dónde vienes? Pero de repente, jesus no responde. Pilato estaba frustrado. Él
trata de influenciar a jesus para que le conteste, utilizando su posición y autoridad como
Gobernador Romano.
Juan 19:10 Esto es típico de muchos líderes de hoy. Si las cosas no parecen salir a su
modo, utilizan el poder de su posición y título. Utilizan la intimidación y amenaza de
fuerza. El problema es que ese poder personal no trabaja en un elemento más poderoso.
¿Un gobernador va a amenazar al Rey de Reyes? ¿Va un hombre a amenazar a Dios? Aquí
hay una pequeña sabiduría para los líderes: si usted va a acudir a su posición de autoridad
en alguna disputa, usted ha perdido la guerra. La respuesta de jesus es aún más
reveladora acerca del liderato.
Juan 19:11 Su posición y autoridad eran inútiles. Él estaba en medio de algo más grande
que él mismo y él ni siquiera cualificaba como uno de los principales en la disputa.
Juan 19:12 Cuando vemos la historia de este hombre Pilato, vemos a un hombre quien
está atrapado en un sistema de liderato sin ninguna buena elección. Este es el mismo
problema para la mayoría de los pastores y líderes religiosos de la Cristiandad de hoy.
Juan 5:30 ¡Esto sí que es grande! Aquí está el Mesías diciendo que Él no puede hacer
nada de Su propia iniciativa. ¿Cuántos líderes usted ha conocido quienes declaran su
propia voluntad? Ellos piensan automáticamente que el liderato significa que ellos tienen
que hacer algo para probar que ellos son los líderes. Jesús dijo que él estaba bajo la
autoridad de Su Padre y que no estaba ahí por Su propia voluntad.
Recuerden el argumento entre Jesús y el centurión, aquél quien buscó la ayuda del
Mesías. Lucas 7:2-8
Primero, el centurión no envió a sus propios sirvientes, sino que él le pidió a otros quienes
podían dar un buen testimonio de él que hablaran por él. Cuando jesus estaba por llegar,
todavía él apela a través de otros (no por él mismo) para pedir tan sólo que diga la
“palabra” porque él reconocía la autoridad de jesus para hacer el trabajo de Dios. Él sabía
que la autoridad trabajaba de esta forma y él estaba completamente sujeto a la autoridad
del Mesías. La respuesta del Mesías llama la atención al entendimiento propio que tenía el
centurión como un líder.
Yeshúa ciertamente sentía que la pregunta sobre Su autoridad era sólo el preámbulo de
un desafío y una disputa. Es la típica pregunta que muchos líderes tienen que encarar. ¿En
dónde conseguiste tu autoridad, tu educación, tu ordenamiento y tus credenciales?
Muchos líderes usan sus credenciales y su trasfondo como su plataforma para el liderato.
La plataforma de liderato del Mesías es el cielo – no hay plataforma más alta para una
persona quien es ungida.
Juan 5:31 El testimonio de otro es más importante de lo que usted dice acerca de usted
mismo. En el caso de Yeshúa, Él tenía el testimonio de Juan el Bautista desde el mismo
principio. Así fue como sus primeros discípulos comenzaron a seguirle.
Juan 5:32-33 No obstante, como verán, los testigos de otros no es el testimonio
exclusivo de Su liderato, ni tampoco debe ser el de nosotros.
Juan 5:34-40 Para el Mesías y para cualquier líder espiritual de hoy, el testimonio del
Mismo Dios es de mayor importancia que el mejor testimonio de cualquier grupo de
hombres. Por lo tanto, solo porque un montón de gente siga a un líder o piense muy alto
de él, no es suficiente medida de su liderato. Es solo parte de la medida. La más poderosa
medida es lo que Dios piense de su liderato.
Jesus una vez preguntó a sus discípulos directamente acerca de qué ellos pensaban de Él.
Él comenzó preguntando qué era lo que otros hombres decían de Él.
Mateo 16:13-14
Los discípulos reflejaron exactamente lo que la gente estaba diciendo de jesus. La gente
estaba diciendo cosas diversas e incorrectas. Solo por un momento, consideren lo que
otros estaban diciendo. Juan el Bautista. Jesus había estado con él anteriormente y jesus
era conocido por estar bautizando a la gente así como Juan. Muchos consideraban a Juan
como un profeta. Pero los discípulos sabían que Juan el Bautista era diferente a jesus de
Nazaret. Elías. Ahora esto es interesante. Elías era una figura comandante en la historia de
Israel y él fue profetizado para regresar. ¿No dijo jesus algo acerca del espíritu de Elías?
Jeremías. El fue un gran profeta de Judá. Quizás él habrá regresado, pero no había
ninguna profecía que lo dijera, ¿o sí? Alguno de los profetas. Bueno sabemos que él
estaba diciendo algo acerca de Dios, así es que él debe ser una clase de profeta – ¿cierto?
Mateo 16:15-17
El Espíritu de Dios nos guía hacia toda verdad. El Espíritu de Dios nos guiará a través de la
evidencia para que la verdad sea clara. La evidencia será también pura e imperturbable
por los motivos y prejuicios de los hombres. ¿Por qué jesus no acababa de decir que Él era
el Mesías? Porque es mejor dicho por otros quienes no tienen ninguna gloria por ganar.
Decirlo Él mismo sería como servirse Él mismo.
Quizás por esto el Mesías habló tan directamente acerca del prestigio y los títulos que a
los líderes les gusta perseguir.
Llamemos a alguien Maestro porque ellos realizan la enseñanza bien. Llamemos a alguien
Rabino porque ellos se han mostrado a sí mismos bien en la enseñanza de la Palabra de
Dios. Llamemos a alguien Líder después que ellos han guiado a otros bien. Utilicemos los
títulos con precisión para reflejar lo que la persona hace, y no para demandar respeto.
Recordemos que todos somos hermanos bajo el mismo Dios Todopoderoso.
Mateo 23:11-12 Este es el elemento que define el estilo de liderato del Mesías. Él era
un siervo y se humillaba a Sí mismo por nuestro propio beneficio. Al mismo tiempo, Él era
el Mesías.
Si usted examina la instrucción de Pablo para los ancianos y diáconos, usted encontrará
una línea común de sabiduría. Considere los siguientes rasgos que son esenciales para el
trabajo del siervo vigilante de la congregación.
I Timoteo 3:1-13 ¿Notó que todo tiene que ver con la habilidad de hacer buen juicio y
decisión sin tener preferencias personales? Pablo, Juan, Pedro, Santiago, etc. Todos se
referían a ELLOS MISMOS como los Siervos de jesus. Ellos eran llamados apóstoles por
otros. Otros pueden llamarlo así después que usted hace el trabajo. Usted debe perseguir
el ser un siervo atado por el amor a Dios y dejar que Él lo exalte en Su tiempo.