Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
2
La clínica freudiana y lacaniana debe poder permitirnos el
establecimiento de una nosografía que fuera una herramienta de
trabajo en psicoanálisis, en psicoterapia y en psiquiatría. No se trata de
reducir un paciente a una etiqueta diagnostica, se trata de ubicarse en la
estructura con esa herramienta de trabajo de manera de poder navegar
sin que el avión termine su viaje sobre una montaña, porque habremos
nombrado estado depresivo a una crisis psicótica melancólica (2)
¿Qué es un sujeto?
4
“El sujeto, pagando el precio necesario por esa ubicación de sí mismo en tanto
desfalleciente, es introducido a esa dimensión siempre presente cada vez que se trata
del deseo, a saber, de tener que pagar por la castración”.
“El a, he dicho que era el efecto de la castración. Yo no he dicho que era el objeto
de la castración. A ese objeto de la castración lo llamamos el falo”.
En ese momento lógico en que el sujeto no encuentra nada en el Otro
que lo garantice, él de una manera segura y certera, que lo autentifica,
que le permite situarse y nombrarse a nivel del discurso del Otro, es
decir en tanto sujeto del Inconsciente, surge como suplente del
significante faltante el objeto a, soporte del sujeto. “Es decir que algo de
real, sobre el cual el sujeto se toma en una relación imaginaria, es llevado a la pura
y simple función de significante”.
6
escriba con solo las tres consistencias Real, Simbólico e Imaginario, o
bien se escriba con el cuarto redondel del síntoma. La histérica es la
neurosis por excelencia y su estructura permite un lazo social, lo que
Lacan llama el discurso de la histérica:
S barrado S1
a // S2
11
En la lección del 26 de enero de 1955, Lacan decía también que: “Las
relaciones psicosomáticas están fuera del registro de las construcciones neuróticas. No
es una relación con el objeto. Es una relación con algo que está siempre en el límite
de nuestras elaboraciones conceptuales, en lo que se piensa siempre, de lo que a veces
se habla y que, hablando con propiedad, nosotros no podemos asir, y que sin
embargo está ahí…Las relaciones psicosomáticas están a nivel del real”.
Lacan agrega algo capital concerniente a la pulsión, puesto que él nos
acaba de decir que, en la psicosomática, no hay relación con el objeto,
eso plantea la cuestión del funcionamiento de la pulsión en la
psicosomática.
12
Las psicosis
El fenómeno hipocondríaco
13
volveremos a partir de allí. Recordemos que el automatismo mental
comporta el pequeño automatismo mental con eco del pensamiento,
robo del pensamiento, pensamiento adelantado, adivinación del
pensamiento, el comentario de los actos y el gran automatismo mental
con las alucinaciones.
De Clérambault distingue muy bien lo que es efecto directo de la
estructura y lo que es construcción secundaria.
En las psicosis con automatismo mental de base el fenómeno es vivido
por el paciente como extraño, pero sin que eso comporte una nota
afectiva; es un fenómeno an-ideico y neutro. Al contrario, en las
psicosis de base interpretativa, se trata de fenómenos, de signos, de
coincidencias, en todo caso de algo que le es dirigido al paciente con
una significación personal cargada de afectividad.
En la psicosis con automatismo mental de base, después de un cierto
tiempo de evolución, el paciente termina por dar interpretaciones de lo
que él vive, pero él es llevado ahí por una lógica común, en el sentido
en que es inevitable querer explicar cosas que a priori no se
comprenden del todo y que se viven en la pasividad.
Lacan, en su tesis, nos presenta el caso de una mujer que presenta una
psicosis paranoica, interpretativa. La convicción de ser perseguida se
instala en ella en un relámpago y el delirio se ha desarrollado de modo
centrífugo. Sin embargo, Lacan nota que ella ha tenido algunas
15
alucinaciones episódicas “que todos los autores admiten en el cuadro del delirio
de interpretación”. La pregunta de un automatismo mental queda
entonces planteada. Asimismo, de Clérambault escribía: “El Delirio
interpretativo o la Paranoia no sabría preservar el Automatismo
mental”. Dicho de otro modo, siempre puede haber un automatismo
mental en todas las psicosis, pero hay psicosis en que el fenómeno
básico es la interpretación delirante, psicosis que podemos agrupar bajo
el término de Paranoias y que comportan:
Podríamos decir que las psicosis sin yo (moi) forman un amplio grupo
de las psicosis, pero el sujeto no ocupa ahí siempre el mismo lugar,
puesto que el yo (moi) puede no haber sido construido jamás, como en
20
la esquizofrenia; haber desaparecido momentáneamente en la manía o
en la melancolía; o bien estar revestido de máscaras y de atavíos
ocasionales, como en la psicosis con un imaginario sin yo (moi).
21
un traumatismo, y me parece que entonces hay que hablar de delirio
neurótico, como el caso de Emilie (13), o bien se trata de una
descompensación en un psicótico. La psicosis, siendo una estructura,
no puede ser aguda, ella es simplemente la estructura de un ser
hablante. Lo que puede evolucionar, será la manera en que un sujeto se
las arregla con su estructura y organiza sus suplencias. Lo que
acabamos de desarrollar se deja inscribir en el esquema siguiente:
FOBIA
Placa giratoria de todas las estructuras
PERVERSIONES
desmentida de la castración
masoquismo, sadismo,
voyerismo, exhibicionismo, etc.
ESTRUCTURAS HOLOFRASEADAS
22
P.S: existen fenómenos psicosomáticos en todas las estructuras, a diferenciar de la estructura
psicosomática. Igualmente, puede haber comportamientos anoréxicos en otras estructuras que
la de la anorexia mental psicótica.
En este cuadro no ha sido conservada la unidad de las paranoias: las paranoias pasionales
siendo habitualmente clasificadas con los delirios crónicos PAC (Psicosis alucinatoria crónica)
y parafrenias. En efecto, si nosotros partimos de la oposición del fenómeno de base
interpretación y del fenómeno de base alucinación, estamos obligados a oponer los delirios
interpretativos puros y los delirios paranoicos pasionales a los delirios crónicos alucinatorios.
Estos se acercan entonces a la esquizofrenia con un punto que los opone, a saber, la presencia
de una personalidad, de un yo (moi), en otras palabras la prevalencia del imaginario yoico para
las paranoias, que se opone a la ausencia de yo (moi) más o menos masiva en las
esquizofrenias. ¿Hay que poner en este caso el acento sobre la existencia de un yo (moi) o bien
sobre la importancia del fenómeno de base?
Obtendremos dos clasificaciones diferentes.
Esto nos muestra que en el campo de las psicosis, no es posible englobar todo el campo y
responder a ello desde un solo punto de vista. Al contrario, hay que desplazarse y considerar
sucesivamente los fenómenos de base, los efectos del estadio del espejo, lo que sucede en los
tres registros R, S e I y lo que sucede a nivel del cuerpo.
Otra forma de presentar esta clasificación es hacer un cuadro de doble entrada, con o sin
instancia yoica por una parte, y según el fenómeno de base, por otra parte:
23
CLASIFICACIONES DE LAS ESTRUCTURAS PSICÓTICAS
IMAGINARIO____________________________________________________________
________________________________________________________________________________
24