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UNIVERSIDAD PANAMERICANA

CURSO: LOGICA Y COMUNICACIÓN


DOCENTE: Licda. Rosa Virginia del Valle de Campos
Características de la redacción
Redactar bien es construir la frase con exactitud,
originalidad, concisión y claridad.
Martín Vivaldi

Un texto debe tener las siguientes características:


 Claridad
 Corrección
 Propiedad
 Coherencia

Desde luego, la claridad es esencial. Un texto debe ser entendido sin mayores
dificultades por el lector a quien va dirigido, en función del nivel de preparación del
destinatario, del propósito que el texto persigue y de la índole de la materia de que
se trata. Se debe evitar el uso de palabras rebuscadas, pero será necesario usar
los términos técnicos propios de una ciencia o técnica.

La corrección consiste en utilizar el idioma de acuerdo con sus normas. Estas


reglas forman la denominada Gramática de usos o Gramática normativa. En el
caso del español, la mayoría de reglas provienen de las Academias de la Lengua,
pero también de otras instituciones y de personas individuales de gran prestigio
idiomático.

La propiedad consiste en que las palabras que usamos expresen cabalmente


el significado que queremos transmitir. En este sentido, lo más aconsejable es
atenerse a lo preceptuado por el Diccionario de la Lengua Española, avalado por
las 22 Academias de la Lengua, pero, asimismo, habrá que recurrir a diccionarios
de dudas sobre el uso del idioma y a diccionarios propios de la ciencia, arte,
técnica o disciplina a que pertenece lo que estamos redactando.

El texto debe poseer una armazón que tenga sentido, coherencia, en función
de los objetivos que se persiguen y de la materia o asunto de que se trate.

Para ello, es necesario organizar las partes del plan de redacción; en este
aspecto, es posible aplicar los diversos recursos con que cuenta la lógica, pero
esencialmente, la organización dependerá de la naturaleza o índole del texto. Por
ello, conviene recordar las seis técnicas básicas de la redacción:
 Descripción
 Narración
 Exposición
 Argumentación
 Diálogo
 Resumen

Estas técnicas no se dan puras, sino que, de ordinario, se combinan una con
otras de acuerdo con la “forma” o naturaleza del texto. Las formas más comunes
son las siguientes: artículo, comentario, crónica, ensayo, tratado, manual,
compendio, monografía, examen, informe, conferencia o disertación, discurso,
carta.

Acerca de las técnicas mencionadas


 Descripción: consiste en pintar con palabras, en caracterizar, en decir cómo
es algo o alguien. Debe ser fiel, completa y concisa.
 Narración: consiste en decir cómo sucedió algo, en contar, en relatar. Sus
características principales: debe ser dinámica, atractiva, concreta.
 Exposición: consiste en desarrollar una idea o un conjunto de ideas, con el
objetivo básico de informar, opinar, criticar, comentar, definir, explicar,
interpretar. Debe ser objetiva y exacta.
 Argumentación: se distingue de la exposición porque tiene, como objetivo
básico, demostrar, comprobar y convencer. Además de ser objetiva y
exacta, debe aportar pruebas convincentes de lo que afirma o niega.
 Diálogo: consiste en reproducir por escrito la conversación, la entrevista, el
interrogatorio. Debe ser natural, ágil, significativo.
 Resumen: consiste en reducir a lo esencial el contenido de un texto, una
conferencia, etcétera, utilizando el mínimo de palabras. Debe ser
coherente, muy breve, preciso.

Sugerencias para redactar con acierto

No existen recetas para redactar. Sin embargo, sí es posible brindar unas


sugerencias o recomendaciones, teniendo en cuenta dos factores. El primero, que
la redacción es un acto individual, en el cual intervienen los rasgos de la
personalidad. El segundo, que estas sugerencias deben adecuarse a la técnica y a
la forma del documento que se redacta. Estas sugerencias son ajenas a la
creación literaria. Ella constituye un acto estético, una obra de arte, y en estas
páginas interesa la redacción como una realidad en la cual se busca que el
código, es decir, el idioma, sirva como medio apto para transmitir con claridad el
mensaje.
He aquí las principales recomendaciones.

1. Utilice oraciones y párrafos cortos


No existe una norma que limite el número de palabras que debe incluir una
oración; solo se sugiere que esta no sea extensa, porque se dificulta la
comprensión de lo que enuncia y se descuida la sintaxis, es decir, el orden
de sus elementos.
Tampoco se trata de escribir con estilo de telegrama (quizá los participantes
más jóvenes no conocieron los telegramas). Una oración es corta si tiene
menos de quince palabras y es extensa, si tiene más de treinta.
La redacción correcta combina oraciones cortas y de mediana extensión
(veinticinco palabras como promedio).
Se aconseja desarrollar una sola idea en cada oración; casi siempre es
posible partir una oración extensa en varias cortas o de mediana extensión.

Ejemplo de oración extensa:

Ejemplo de oración extensa:


En muchas ocasiones las instituciones que se dedican a la educación requieren los servicios del
profesor o un cuerpo técnico para establecer los cursos y contenidos, es decir, los aprendizajes
curriculares necesarios de determinado grupo de personas que los requiere por lo que es común
entregar una lista de temas, el nombre del curso, lo que da pauta de que la persona que está
estructurando el currículo, lo interprete de acuerdo a sus intereses y experiencias o del grupo que
se lo encargó, lo que afecta la pertinencia y coherencia de esta estructura.
(93 palabras)

Este ejemplo ilustra lo que causa en el lector una oración demasiado


extensa; en ella, con facilidad se distinguen tres ideas, que pudieron
desarrollarse en una oración distinta.
El periodista Daniel Samper afirma acerca de las oraciones extensas: ...más
que oraciones son emboscadas.

2. Ordene y coordine las palabras entre sí de tal manera que no den lugar a
confusiones
Con esto se pretende, sobre todo, evitar las anfibologías, es decir, aquellos
enunciados que se prestan a dos o más interpretaciones, y que no reflejan
con exactitud lo que el autor quiso decir. Para evitar este tipo de errores se
recomienda el uso de oraciones y párrafos cortos, acompañado de una
“regla de oro”: colocar los modificadores cerca de la palabra a la cual
modifican.
Veamos un caso de anfibología tomado de un informe administrativo:

El jefe dijo que él había dado la orden para salir a su debido tiempo.

El jefe dijo que a su debido tiempo él había dado la orden para salir.

Este ejemplo, tomado de Martín Vivaldi, muestra con claridad la


recomendación respecto a los modificadores. Se aprecia cómo el
significado de la oración cambia radicalmente con el traslado del fragmento
modificado “a su debido tiempo”. La primera versión expresa que la orden
se refería a la hora de salida. La segunda versión expresa que la orden de
salir fue dada oportunamente.

Ejemplo de anfibología escrita por un docente de la Universidad de


San Carlos de Guatemala:

También se encarga de satisfacer las necesidades del trabajador de conocimiento.

Al leer el texto completo en el que apareció esta oración se comprobó que,


en realidad, el autor quiso expresar lo siguiente:

También se encarga de satisfacer las necesidades de conocimiento del trabajador.

El primero de estos enunciados se refiere a las necesidades de alguien que


trabaja el conocimiento; y el segundo, a lo que el trabajador necesita
conocer.

Para aplicar esta recomendación es preciso recordar la estructura lógica de


la oración, para distinguir cuál es el núcleo, los modificadores y los nexos.

El orden lineal o lógico es aconsejable porque favorece la claridad de


lo que se quiere exponer, sobre todo cuando las ideas que se
pretende comunicar presentan alto grado de complejidad, de ahí que
se sugiera en un principio elaborar las oraciones según este orden:

Sujeto  verbo  complemento directo  complemento indirecto 


complemento circunstancial
3. Elimine las repeticiones, rechace lo superfluo, descarte las palabras inútiles
o vacías
En este sentido figura el error denominado “pleonasmo”, que consiste en
añadir una o varias palabras cuyo significado está presente en una palabra
ya enunciada. Por ejemplo: reanudar de nuevo, abajo suscrito, protagonista
principal, hijo varón, lapso de tiempo, pero sin embargo, puño cerrado,
prever con antelación, repetir de nuevo, volver a reiterar, rodeado por todas
partes, base fundamental, réplica exacta...

Otro aspecto de la repetición es el de ciertos vocablos que se emplean para


expresar cualquier asunto y de esa manera le restan calidad a la redacción
y la tornan imprecisa. Específicamente los verbos: ser, tener, hacer,
poder, poner, haber, decir; así como las palabras: cosa, algo, también,
problema, aquí...

4. Sea breve
Condense el mensaje en el menor número posible de palabras. Evite
circunloquios, como este:
Todo esto nos lleva a nosotros, como profesores universitarios, a ser creativos y estar
actualizados sobre nuevas metodologías de enseñanza, en la cuales podamos incorporar esas
tecnologías que el mismo estudiante utiliza y poder de una forma eficaz llevar a buen éxito el
proceso enseñanza-aprendizaje.

Por supuesto que el ejemplo anterior ofrece otras inconsistencias, como la


expresión buen éxito, ¿es que puede haber éxito malo?

5. Evite los adornos


El uso excesivo de adjetivos, más que enriquecer al texto, le resta valor, por
ejemplo:

Todos hemos leído o escuchado sobre fabulosos autores de libros geniales, maravillosas obras
literarias con alta influencia en el desarrollo histórico de la humanidad, que pueden cambiar
incluso la manera de pensar, actuar y vivir de una persona. Desde mi propia experiencia puedo
decir que encontré el mayor tesoro y se expresa en las cuatro letras mágicas que han
inundado mi vida de amor: Dios.
6. Use el lenguaje positivo
Es decir, prefiera afirmar en vez de negar
Forma negativa Forma afirmativa
La situación no permite… La situación impide…
No se recibe papelería que no esté Solo se recibe papelería completa.
completa.
Los estudiantes no deben llegar Los estudiantes deben llegar con
tarde a la práctica. puntualidad a la práctica.

7. Use correctamente los signos de puntuación


El lenguaje escrito requiere del uso correcto de estos signos; no hacerlo tiene
implicaciones en la interpretación y comprensión del texto,como se observa en
el poema Tres bellas, del autor Mariano Vallejo, que encontrará en esta
dirección:
http://www.slideshare.net/mauromj/las-tres-bellas

Además, en este sitio comparto información acerca del uso de los signos de
puntuación: http://martalidiamr.wordpress.com/

Bibliografía
 Academia de la lengua española. 2005. Diccionario panhispánico de
dudas. Madrid, Santillana. 848 p.
 Alvizúrez Palma, Francisco. 2006. Manual de comunicación lingüística.
Guatemala, Editorial Universitaria.
 Vivaldi, Martín. 1973. Curso de redacción: del pensamiento a la palabra.
Madrid, Paraninfo. 494 p.

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