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MERCADO DE TIERRA
Durante los regímenes militares, los principales beneficiarios de los programas de
tierra fueron básicamente terratenientes, latifundistas y militares.
Las políticas desarrolladas durante este período resultaron ineficaces en la solución
de la problemática agraria y perpetuaron el minifundio como mecanismo de
sobrevivencia campesina.
Durante este periodo ('80s) se desarrollaron dos mecanismos de acceso a la tierra:
Uno por la vía privada mediante la Fundación del Centavo, FUNDACEN, con el
mercado de tierras, y el otro a través del Estado.
Por su parte, el INT A impulsó diversas modalidades de acceso a la tierra tales como
parcelamientos a título individual, micro-parcelamientos y propiedades colectivas,
entre otras. También a mediados de los años ochenta, inició un programa de
compra-venta de tierras, las cuales en su mayoría se encontraban hipotecadas o
embargadas.
En general, el mercado de tierras se interpreta como la asignación de este recurso
por la interacción de individuos en competencia, de modo que las decisiones se
guían por los precios, y el proceso en su conjunto se desarrolla en un marco de
reglas acordadas y aceptadas por los participantes.
Este proceso competitivo supone la aceptación del principio de propiedad privada y
la libertad de hacer contratos, un marco de reglas del juego y el consiguiente aparato
institucional que las hace cumplir, y la aceptación de los resultados del proceso
considerados como deseables según criterios establecidos.
En Guatemala las condiciones para la existencia de un mercado de tierras formal y
transparente son relativamente adversas. Se acepta el principio de propiedad
privada y la libertad para hacer contrato, pero hay limitaciones institucionales
relacionadas con la seguridad jurídica, las deficiencias del registro de la propiedad,
la falta de un catastro y las frecuentes modificaciones en la política económica y
fiscal. Otros elementos determinantes son la inestabilidad social y política, y la
violencia civil existente en el área rural.
QUÉ ES EXPROPIACIÓN:
La expropiación como termino jurídico se refiere a la institución del Derecho Público,
que pertenece al Derecho Constitucional y a la vez al Derecho Administrativo, y es
a través de ésta que la Administración Pública de un Estado logra realizar la
transferencia forzosa de la propiedad privada de algún particular para convertirla en
una propiedad del Estado, en virtud de un interés social o utilidad pública, mediante
el pago del justiprecio o indemnización al particular afectado por la expropiación.
Características de la Expropiación
Son varias las que posee el procedimiento de Expropiación, sin embargo, una de
las más relevante es que la transferencia de la propiedad es de carácter forzoso o
coactivo, es decir, que no hace falta la voluntad del particular que ostenta la
propiedad del bien expropiado para que esta pueda ocurrir o se consuma, lo cual,
la diferencia completamente del contrato de compra-venta del derecho privado en
el cual ambas partes se encuentran en igualdad de condiciones y deben expresar
su voluntad de negociar.
La segunda característica, pero no menos importante, es la necesidad de la
indemnización por parte del Estado al particular que detiene la propiedad del
inmueble objeto de expropiación, pagándole a este el justiprecio del bien
expropiado, diferenciado de esta manera la expropiación con la confiscación
establecida en el Derecho Penal, ya que en la primera solo hace falta el interés
social o causa de utilidad pública, mientras que la segunda hace falta una decisión
judicial que vincule al propietario del bien confiscado con actividades ilícitas.
LA EXPROPIACIÓN FORZOSA La expropiación forzosa es: “una institución de
Derecho Público en virtud de la cual la administración, con fines de utilidad pública
o social, adquiere colectivamente bienes pertenecientes a los administrados,
conforme al procedimiento determinado en las leyes y mediante el pago de una justa
indemnización siendo esta una institución que tiene por objeto conciliar los
requerimientos del interés general de la comunidad con el respeto debido al derecho
de propiedad de los administrados”.
CLASES DE EXPROPIACIÓN:
A criterio del autor existen tres clases de expropiación forzosa que son aplicadas
dentro de la mayoría de naciones que reconocen dicha potestad de carácter Estatal,
así como la institución de la confiscación que vale la pena ser analizada con el objeto
de establecer su diferencia con las demás clases de expropiación.
Expropiación Común: La expropiación común consiste en aquella que se encuentra
regulada dentro de la normativa ordinaria, siendo en el caso objeto de investigación
para Guatemala el Decreto 529 del Congreso de la República de Guatemala
conocida como Ley de Expropiación. La misma contiene un procedimiento por
medio del cual el bien inmueble únicamente puede ser expropiado habiéndose
realizado una declaratoria sobre el mismo, con una indemnización previa hacia el
sujeto expropiado. La misma ocurre en situaciones de estabilidad social en una
nación.
Expropiación de urgencia: Ahora bien se entra a desarrollar este tipo de
expropiación, porque el mismo merece atención en virtud de estar regulada dentro
de la ley guatemalteca.
La expropiación en la Constitución Política de la República de Guatemala El Artículo
40 constitucional regula: "En caso concreto, la propiedad privada podrá ser
expropiada por razones de utilidad colectiva, beneficio social o interés público
debidamente comprobadas. La expropiación deberá sujetarse a los procedimientos
señalados por la ley, y el bien afectado se justipreciará por expertos tomando como
base su valor actual. La indemnización deberá ser previa y en moneda efectiva de
curso legal, a menos que, con el interesado se convenga en otra forma de
compensación. Sólo en caso de guerra, calamidad pública o grave perturbación de
la paz puede ocuparse o intervenirse la propiedad, o expropiarse sin previa
indemnización, pero ésta deberá hacerse inmediatamente después que haya
cesado la emergencia.
Problemática originada en la práctica de la expropiación forzosa en la República de
Guatemala
Cantidad de fincas y tierras expropiadas En el período comprendido de enero de
1953 a junio de 1954, se emitieron 1012 acuerdos de expropiación que afectaron a
1889 propietarios de los cuales 1799 eran personas individuales y 90 personas
jurídicas. Si consideramos que de conformidad con el censo agropecuario de 1950
había 191,395 propietarios de fincas rústicas en el país, resulta que sólo se afectó
el 5.7% de propietarios, cifra insignificante si se compara con el número de familias
beneficiadas que según estimación hechas posteriormente (abril de 1,958) fue de
alrededor de 100,0005 lo que daría un total aproximado de medio millón de
personas beneficiadas (a razón de cinco personas por familia).
Adjudicación de la tierra expropiada
De acuerdo con los lineamientos del Decreto 900, las tierras expropiadas a
particulares después de nacionalizadas e incorporadas al patrimonio nacional
fueron cedidas a los campesinos, mozos colonos y trabajadores agrícolas en
usufructo vitalicio. Aunque la ley permitió otorgar la tierra en arrendamiento, ninguna
extensión fue dada en esas condiciones.
Los usufructuarios quedaban obligados pagar al Departamento Agrario Nacional el
3% del valor de la cosecha de cada año o de cada cosecha con lo que se constituyó
parte del fondo de la deuda agraria para la redención de los Bonos.
LA CONFISCACION
La confiscación, comiso o decomiso, en Derecho, es el acto de incautar o privar de
las posesiones o bienes sin compensación, pasando ellas al erario público.
En sentido estricto, por lo general se entiende que la confiscación es una pena
principal consistente en la privación de bienes, mientras que el comiso o decomiso
es la pena accesoria que supone la pérdida o privación de los efectos o productos
del delito y de los instrumentos con que este se cometió. El término decomiso
también se utiliza para designar las cosas que han sido objeto de comiso.
Habitualmente, los artículos ilegales, como los narcóticos o armas de fuego y las
ganancias de la venta de este tipo de mercancías, pueden ser confiscadas por la
autoridad competente
Por lo general es una pena principal consistente en la privación de bienes, mientras
que el comiso o decomiso es la pena accesoria que supone la pérdida o privación
de los efectos o productos del delito y de los instrumentos con que este se cometió.
El término decomiso también se utiliza para designar las cosas que han sido objeto
de comiso.
REQUISITOS O CONDICIONES PARA QUE SE PRODUZCA:
• Que el desapoderamiento de los bienes obedezca a causas de carácter
personal con relación al propietario.
• Que se invoqué como causa del apoderamiento de los bienes, faltas
cometidas por el propietario.
• Que los bienes no aparezcan calificados por la ley como de utilidad pública
ni interés general.
• Que se ejecute como medida de castigo o represión al propietario.
CARACTERÍSTICAS:
• De orden público, atribución del Estado.
• Carece de indemnización.
• Se impone por infracción a la ley.
• Es de orden penal.
• Se da en regímenes de facto.
• Es un arma política que afecta a la persona y a los bienes de ésta.
• Los bienes son destinados a obras públicas.
LA REGULARIZACIÓN
1.1 Antecedentes históricos:
Uno de los principales elementos de la situación agraria en el país, se ha enmarcado
el desarrollo histórico al acceso a la tierra, debido a que desde tiempos de la
conquista la corona española se ha propio de territorios Indígenas Maya Quiché, en
procesos de invasión y despojo.
En principio se conforma la audiencia de Guatemala, dando paso a constituir la
capitanía general de Guatemala con jurisdicción y competencia a lo que hoy que
conoce como Centroamérica. En ese contexto se emprende el repartimiento de
tierras y la encomienda de indios como mecanismo de compensación por los
servicios prestados a la corona española, otorgando desde ese momento la
propiedad del suelo a manos privadas.
La legislación agraria, desde su concepción ha reconocido que la sociedad en
general interpreta que: a) El Estado es propietario de la tierra y el responsable de
impulsar el sistema agrario en el país;
b) La presunción que el reparto de tierras en el país debe de ser de forma gratuita;
y,
c) Que la adjudicación en propiedad está condicionada a la posesión del bien
inmueble por parte del beneficiario.
1.2 Definición
REGULACION
La regularización de las tierras del Estado es un proceso de análisis, revisión y de
los expedientes en los que consta la adjudicación y tenencia de las tierras entregas
o en proceso de entrega por parte del estado, para determinar el cumplimiento de
los Decretos números 1151- 60-70 y 38-71 y sus reformas, todos del Congreso de
la República.
Características
Dada la Naturaleza la regularización se compone de las siguientes características:
Es de Naturaleza pública:
Debido a que debe de cumplirse y hacer que se cumpla la política pública
relacionada con el acceso a la tierra, de cara a reducir la conflictividad agraria
superar la pobreza, facilitar a los campesinos la tierra con seguridad jurídica que
permita elevar el potencial agrícola, comercial e industrial.
Es de interés social
En el sentido la regularización de tierras del Estado, de conformidad con la
Constitución Política de la República de Guatemala en su Artículos 2, 39 y 68
establece el desarrollo integral de la persona, garantizando el derecho de propiedad
como un derecho inherente a esta, de manera que pueda alcanzar el progreso
individual y el desarrollo a nivel nacional en beneficio propio y de los demás
guatemaltecos, por lo que el Estado de Guatemala a través de programas
especiales que en este caso es la regularización proveyendo de tierras estatales a
las comunidades indígenas que las necesiten para su desarrollo.
Observancia General
Conforme lo que establece el Decreto 24-99 del Congreso de la república la
regularización como tal, debe de acatarse, promoverse y desarrollarse
rigurosamente con la mayor celeridad posible, estableciéndose responsabilidades
para los funcionarios o empleados que por negligencia incurran en retardar las
acciones pertinentes para regularizar las tierras nacionales (Artículo 47 del Acuerdo
Gubernativo 199-2000).
Es único
En tal sentido al referirnos que la regularización es único se hace referencia que
esta figura es desarrollada de acuerdo a las normas establecida en el Decreto 24-
99 del Congreso de la República su reglamento, manuales y procedimientos
establecidos por el Fondo de Tierras, por lo que las instituciones diversas del Estado
o privadas que tengan relación con este proceso deberán de sujetarse a tales
disposiciones, así como a las regulaciones que emita dentro del marco de la
legalidad el Consejo Directivo del Fondo de Tierras (Artículo 48 del Acuerdo
Gubernativo 199-2000.)
Legislación
La legislación guatemalteca atendiendo al contexto en su momento se ha ocupado
regular todas aquellas cuestiones de tipo legal y procedimientos dirigidas a regular
la posesión y tenencia de la tierra del Estado, por lo que atendiendo a los diferentes
periodos presidenciales ejercidos en su momento se le ha denominado de diversa
forma a la regularización de las tierras nacionales, por lo que de acuerdo a la
estructura jurídica de Guatemala se debe de partir por la norma de mayor jerarquía
por lo que a continuación se parte de la:
Constitución Política de la República de Guatemala:
Norma que se encuentra en la cúspide del ordenamiento jurídico guatemalteco, y
en la cual se contemplan los principios en los que descansa la propiedad agraria, 3.
EFECTOS DE LA REGULARIZACIÓN:
La regularización como ha quedado expuesta, refleja que de los programas que se
ejecuta dentro del Fondo de Tierras se estaría hablando como uno de los
mecanismos más adecuados dentro de las políticas agrarias impulsadas por el
Estado de Guatemala, por lo que dentro de los efectos inmediatos de la
regularización de las tierras nacionales se derivan las siguientes:
Posesión y tenencia
Derecho Real
LA POSESIÓN
Este es el hecho de tener la cosa en poder propio y hacer la cosa como propia, con
el propósito de consolidar la situación del bien o del derecho que se trate.
Tal acepción en sentido estricto, es la situación jurídicamente tutelada, por cuya
virtud una persona tiene una cosa o ejercita un derecho, de tal forma que actúa
sobre los mismos como si fuera su titular verdadero. Su forma tenencia y protección
como propiedad privada.
TENENCIA
La tenencia es el grado mínimo que la doctrina le ha dado a la forma de dominio a
las cosas, constituyendo un simple hecho, sin derecho a que le reconozca la
posesión mucho menos a la propiedad como tal.
Si se parte de tales concepciones la posesión y tenencia de la tierra debe de
entenderse dentro del marco de la regularización de las tierras del Estado
(adjudicación de bienes inmuebles) de la siguiente forma: la intencionalidad de los
beneficiarios de hacer la cosa propia, y así consolidar la situación del bien en su
beneficio, entendiendo la tenencia como la inferioridad en comparación con la
posesión, reconociéndole y dando la certeza jurídica de la tierra a través de la
regularización de los bienes inmuebles estatales a favor de los beneficiarios.
PROCEDIMIENTOS EMPLEADOS EN LA REGULARIZACIÓN
Como se ha indicado desde hace más de un siglo, se han ejecutado procesos de
adjudicación de las tierras nacionales en beneficio de los diferentes sectores que
conforman el Estado de Guatemala dentro de estos procesos se encuentran
enmarcados dentro de la legislación los siguientes:
Adjudicaciones de tierras nacionales:
Adjudicaciones con pacto de reserva de dominio:
Creación de fincas nuevas para ser adjudicadas
Regularizar a través del proceso establecido en el Decreto 27-80 del Congreso de
la República
Repercusiones derivadas de la regularización de tierras del Estado:
La estructura de distribución de la tierra sólo muestra en qué medida cuantitativa los
agentes vinculados a ella han accedido a su uso, goce, usufructo y disfrute.
Esta información debería de obtenerse de los censos agropecuarios. A falta de
éstos se han aprovechado estudios recientes en Guatemala, en cuanto a la
estructura de distribución de la tierra aparejada a la tenencia como la punta del
iceberg, de una red de relaciones económicas y sociales referentes al grado de
acceso que los diversos grupos involucrados con la tierra tienen a los otros factores
de producción y a su capacidad o grado de poder para aprovecharla.
Por lo que al igual que en los derechos y las obligaciones derivadas de la
regularización de las tierras del Estado, surgen repercusiones por este mismo
proceso de la regularización instauradas por un sistema jurídico al servicio de las
minorías, dentro de las que se destacan las siguientes:
Constituciones de patrimonios agrarios colectivos,
La no disponibilidad inmediata de un derecho real; y,
La copropiedad como limitante en el desarrollo agrario colectivo.
Constitución de patrimonios agrarios colectivos:
Debido que el patrimonio se entiende como el conjunto de relaciones económicas
activas y pasivas atribuido a una persona física o jurídica, y que se encuentra al
servicio de sus fines, debe de tenerse la claridad en la diferenciación que existe con
los patrimonios familiares agrarios y los patrimonios agrarios colectivos.
Características del patrimonio agrario colectivo
Los patrimonios agrarios colectivos y las presiones políticas y sociales por la tierra,
producto del problema agrario en Guatemala este se ve en la necesidad de proteger
este tipo de empresas agrícolas, por lo que lo dota de ciertas características a los
patrimonios agrarios colectivos siendo estas las siguientes:
Inalienable,
Indivisible; e,
Inembargable.
La no disponibilidad inmediata de un derecho real:
Como ha se ha establecido el derecho real es un señorío inmediato sobre una cosa
que puede hacerse valer erga omnes (contra hombres), es decir que es oponible a
terceros.
Establecido los patrimonios agrarios ya sean familiares o colectivos y la falta de
legislación agraria dirigida a este sector de la población, los beneficiarios del Fondo
de Tierras no disponen de la propiedad en forma inmediata, porque pese a existir
una inscripción registral a su favor se encuentran sujetos a la tutela del Estado a
través de la entidad estatal relacionada, o bien deben de cumplir una obligación
contractual contraída en el momento que se les otorgo la escritura de adjudicación.
TIERRAS INFRAUTILIZADAS O TIERRAS OCIOSAS
Se entiende por tierras infrautilizadas aquéllas con vocación agrícola, pecuaria o
forestal que no alcancen el rendimiento idóneo calculado según las disposiciones
contenidas en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrícola.
Las tierras con vocación agrícola, pecuaria o forestal que no alcancen por lo menos
un 80% del rendimiento idóneo, se incluyen dentro de las tierras ociosas.
Se consideran ociosas las tierras rurales que no están en producción agrícola,
pecuaria, acuícola ni forestal conforme al mejor uso según el potencial
agroalimentario de la clasificación correspondiente a dichas tierras, a los planes
nacionales de ordenación agroalimentaria.
TITULACIÓN SUPLETORIA
4.1 Definición
La titulación supletoria se le considera doctrinariamente una acción supletoria de
hechos o situaciones que no se encuentran plenamente reguladas en los
ordenamientos jurídicos de índole civil.
“La serie de documentos que acreditan la propiedad o posesión de una cosa o
derecho. Este tecnicismo, imprescindible, no figura aún en el léxico oficial.
Documento o resolución de autoridad que permite el acceso al registro para probar
la propiedad y otros derechos reales”.
La Ley de Titulación Supletoria en Guatemala, expone en el tercer considerando:
La usucapión ha sido reconocida por la legislación del país y actualmente este
comprendida dentro del Código Civil como medio de obtener la propiedad y pleno
dominio de los bienes por el transcurso del tiempo, y siendo sus resultados
beneficiosos para el legítimo poseedor que ha obtenido el registro de inmuebles
mediante título supletorio, es conveniente para la seguridad jurídica de la tenencia
de la tierra, darle forma a un ordenamiento legal que haga operante esta inscripción.
Ley de Titulación Supletoria que indica: “Ordena que se extienda certificado del auto
aprobatorio para que sirva de título inscribible en el Registro General de la
Propiedad”. Analizado lo anteriormente documentado, se puede señalar que la
titulación supletoria viene a ser un proceso de jurisdicción voluntaria judicial, por
medio del cual el poseedor acredita esa posesión y la usucapión sobre un bien
inmueble, al haber cumplido los requisitos establecidos en la ley.
Es pues la titulación supletoria un derecho, que contiene principios y normas tanto
judiciales como doctrinales que regulan el proceso de adquirir la propiedad de un
bien.
4.2 Clasificación de la titulación
La principal clasificación de la titulación supletoria, es la que la divide en titulación
ordinaria y titulación supletoria.
4.2.1 Titulación ordinaria
“Es el documento o serie de documentos en que se funda la propiedad inscrita o
inscribible en el registro, u otro derecho real. Los documentos han de ser públicos,
y especialmente notariales, para servir de titulación ordinaria. Puede serlo un
testamento, pero ya protocolizado, al que acompañe la correspondiente escritura
particional.
Además de las escrituras públicas, de las actas y de los testimonios notariales,
Integran titulación ordinaria diversos documentos administrativos y judiciales que
por ley o jurisprudencia tienen acceso directo al registro.
A diferencia de la titulación supletoria, la ordinaria comprueba y justifica el acto de
que se trate, sea de constitución, modificación, transmisión o extinción de la
propiedad o derechos reales; y casi siempre de manera bilateral, por constar el
consentimiento de adquirente y transmisor, o el de todos los interesados, o la
voluntad bastante en los actor unilaterales.
Cabe destacar que en la legislación guatemalteca, únicamente hay dos formas de
inscribir derechos posesorios en el Registro respectivo, y es a través de la Ley de
Titulación Supletoria y por medio del Decreto 141-85, emitido en Consejo de
Ministros, relacionada a entidades del Estado.
Titulación supletoria, concepto y generalidades
Es el tema central de la presente investigación y sobre la cual se profundiza en la
misma.
Naturaleza jurídica del trámite de la titulación supletoria
“Las diligencias de titulación supletoria, tienen naturaleza de voluntarias, regidas
por las disposiciones de la ley específicamente creada para esa materia, ya que no
se adapta a la regulación de la jurisdicción voluntaria propiamente dicha. En
conclusión, constituyen diligencias de naturaleza voluntaria, pero no en el sentido
estricto del vocablo como procedimiento, sino en cuanto al libre actuar del hombre
Elementos
a. La titulación supletoria necesariamente tiene que ser declarada por el órgano
jurisdiccional competente.
b. Esta declaración que aprueba las diligencias, al inscribirse, y transcurrido el
período de prescripción, constituye un derecho real de propiedad, por constituir una
situación jurídica firme, oponible a todos como sujetos universales pasivos.
c. La titulación supletoria procede únicamente sobre predios urbanos y rústicos, no
se pueden titular supletoriamente bienes incorpóreos, ni tampoco bienes muebles.
d. Para ser susceptibles de ser inscritos en el Registro de la Propiedad, debe existir
una resolución judicial, que consiste en la certificación del auto aprobatorio de esas
diligencias que extiende el órgano jurisdiccional competente.
e. La declaración que emite el órgano jurisdiccional, surte los efectos deseados, al
momento de inscribirse en el Registro de la Propiedad. Ya que si se omite su
inscripción, no surte efectos registrales, pues no inicia la prescripción.
Efectos
La titulación supletoria surte los efectos siguientes:
a. Es un medio para legalizar la posesión que se ejerce sobre un bien inmueble.
b. La certificación del auto por el órgano jurisdiccional que aprueba las diligencias,
surte efectos registrales.
c. La inscripción de este auto en el Registro de la Propiedad, se convierte en el
medio de adquirir la propiedad, a través del transcurso del tiempo estipulado en la
ley.
d. Transcurrido ese tiempo legal, que inicia a corres desde el momento de la
inscripción en el Registro respectivo, adquiere calidad de título de propiedad
indiscutible, oponible ante todos. Ente el órgano jurisdiccional que habrá de conocer
las mismas”.
JUSTO TÍTULOS
Los Justos Títulos de dominio del Rey de España (la Monarquía Hispánica o
Monarquía Católica) sobre el Nuevo Mundo son un concepto ideológico expresado
jurídica y teológicamente a través de sucesivas reuniones de teólogos y juristas,
principalmente:
• La Junta de Burgos (1512);
• la Junta de Valladolid (1550-1551), en que se produce el enfrentamiento entre
las posturas de Bartolomé de las Casas, que pone en duda la licitud del dominio de
los colonizadores sobre los indígenas, y la de Ginés de Sepúlveda, partidario de la
continuidad del proceso colonizador.
Las Leyes de Indias dotaron de un marco jurídico a ese dominio colonial, en todo
tipo de cuestiones, como la encomienda o el repartimiento de indios.
LOS JUSTOS TÍTULOS: Era costumbre por aquellos tiempos que se le reconociera
al Papa la potestad sobre todos las tierras de este mundo. Los Justos Títulos de
dominio del Rey de España (la Monarquía Hispánica o Monarquía Católica) sobre
el Nuevo Mundo son un concepto ideológico expresado jurídica y teológicamente a
través de sucesivas reuniones de teólogos y juristas, principalmente.
Los Justos Títulos: El derecho a Descubrir, Conquistar y Colonizar el territorio de
Indias a favor de Castilla, fue una cuestión legal que suscitó un problema jurídico
especial, por el hecho de que las tierras descubiertas no se encontraban
deshabitadas.
JUSTA GUERRA
Guerra justa es un concepto teológico-político desarrollado fundamentalmente por
teólogos y juristas católicos y cuya definición ha constituido un esfuerzo serio para
regular el derecho a la guerra, en la guerra y después de la guerra. Hoy, este
concepto es parte importante del Derecho Internacional y en torno a él se configuran
el Ius ad bellum, versión secular del pensamiento cristiano medieval sobre la guerra
justa, el Ius in bello que concierne la justicia sobre el comportamiento de los
participantes en el conflicto y el Ius post bellum que concierne a la fase terminal y
los acuerdos de paz. Con todo, en su encíclica Pacem in Terris, Juan XXIII cuestionó
severamente el concepto de guerra justa al señalar que en la era atómica «resulta
un absurdo sostener que la guerra es un medio apto para resarcir el derecho
violado».
Pese a que desde el siglo XVI, y tras largas disputas, el concepto de “Justa Guerra”
fue anatematizado en las colonias españolas en América, el territorio bajo control
de la Audiencia de Guatemala supo en pleno siglo XVIII de un recrudecimiento en
el concepto teológico - político desarrollado fundamentalmente por teólogos y
juristas católicos y cuya definición ha constituido un esfuerzo serio para regular el
derecho a la guerra, en la guerra y después de la guerra.
La “guerra justa” se emplea como medio de autodefensa o defensa contra una
agresión, pero no siempre se cumplen algunas etapas o condiciones previas:
1.-agotar previamente los medios pacíficos y diplomáticos.
2.-ajustar la proporción entre el “bien buscado” y el “mal causado”.
El concepto de “guerra justa” se emplea como principio de limitación moral de la
guerra, una forma de racionalizar la violencia y hacer más humano el fenómeno
bélico.
Pero esto es teoría pura. La realidad cotidiana es diferente y muestra inquietantes
ambigüedades. Una de ellas, la de emplear el criterio de “legítima defensa”, sin crear
estrategias de defensa “no violenta”. La otra, establecer patrones teóricos sin
considerar los intereses económicos y sociales de la guerra, en particular, las
ambiciones energéticas.
REPARTIMIENTO
Repartimiento es la acción y el resultado de repartir. Este verbo, por su parte, refiere
a fragmentar o dividir algo para distribuirlo.
Fue una típica forma de trabajo forzoso, impuesta por los españoles a expensas de
la libertad y la capacidad productiva de una apreciable cantidad de indígenas. En
sentido estricto, el repartimiento tampoco implicaba la definición de los indígenas
como bienes muebles, como “piezas”, como objetos susceptibles de ser sometido a
un régimen de propiedad privada.
El repartimiento no era equiparable a la esclavitud, aun cuando el tratamiento que
pudieran haber recibido los indios repartidos hubiera sido tan despiadado como el
que sufrían los esclavos.
El repartimiento, aunque coexistió con la encomienda, carecía de la típica relación
de esta con la política tributaria de la Corona. Sin ser, pues, un derecho real; se
puede considerar como una institución de carácter laboral obligatoria. Además de
su carácter esencial como una prestación forzosa de servicios y de la incorporación
del salario como elemento obligado, el repartimiento tuvo otros rasgos y
modalidades complementarios, sobre todo en su funcionamiento real, lo cual lo
sujeto a cambios o adaptaciones en el contexto propio del Reino de Guatemala y
ello lo diferenció de sus equivalentes establecidos en México, Perú y otras
posesiones coloniales españolas del Continente.
CLASES DE REPARTIMIENTOS Entre las distintas maneras de clasificar los
repartimientos figuran las siguientes:
a) Los de servicio ordinario en la ciudad; los de edificación de viviendas; los de
labranzas, trapiches y estancias; los de obras públicas; y, eventualmente, los de
minas.
b) Repartimientos para trabajos agrícolas; y los llamados de “servicio ordinario” o
de “servicio extraordinario”, ambos en las ciudades.
c) Repartimientos Para trabajos agrícolas, de minería o industrias artesanales.
UNIVERSIDAD RURAL DE GUATEMALA
5TO SEMESTRE SECCIÓN B
CARRERA: ABOGACIA Y NOTARIADO
FACULTAD: CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES