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“Cuanto más estudio la Biblia, más cuenta me doy de lo poco que sé y de lo mucho que
me falta por aprender”
Salou 20-12-2007
EL NOMBRE DEL ETERNO
1º En hebreo, en las Escrituras, siempre existió el nombre del Eterno que era escrito con
las letras YHWH, más tarde en el s. VI los masoretas le pusieron un punto –holem-, que
es la vocal –o- sobre la “W” para recordar que no debían pronunciarlo y que debían
decir: Señor (Adonnay); esto hoy en día lo siguen respetando en todas las sinagogas
hebreas; pero luego traductores no judíos que no conocían esta norma lo añadieron
dentro de YHWH, y lo verbalizaron como YeHoWaH.
2º El término YEHOVÁ, se atribuye a Peter Galatin, que fue confesor del papa León X
y que aparece por primera vez en una publicación fechada en 1518. Más tarde la –Y-
dio paso a la –J- española; y así se convirtió en Jehová.
3º Decir Jehová, en hebreo es decir: “Mira mi ruina o miseria” o “Tu Dios eres mi ruina
o miseria”.
5º La forma verbal de esta traducción es un imperfecto del tema verbal que se conoce en
la gramática hebrea como qal (La forma simple del hebreo). Su pronunciación debe ser
la de Yahwé o Yavé (Comprobado por algunos textos griegos de la época patrística).
7º Los nombres en la cultura hebrea bíblica, tienen un significado más profundo que en
la occidental del s. XX; por tanto, no podemos asumir que solo es una cuestión de
simple traducción. El Nombre del Eterno merece una distinción y respeto.
8º Resulta curioso que el “padre de mentira” (Jn. 8:44) Satanás ha logrado preservar su
nombre en hebreo, pero el de “Jehová” se ha convertido en una falta al tercer
mandamiento (Ex. 20:7). Mientras, estamos pronunciando bien: aleluya, sheol y amen
que son palabras hebreas.
9º En Ex. 3:14; El Eterno revela a Moisés la clave de acceso para que el pueblo hebreo
le escuche; le revela la esencia de Su Nombre, no una ironía que contiene la burla que es
un matiz de pecado; le dice: YO SOY EL QUE SOY; la base del verbo ser en hebreo es:
“El que hace que las cosas que son sean.” ; así la duplicidad activa recae sobre el sujeto
de la frase, enseñándonos que todo lo que existe es porque el Eterno existe, El es el
Origen y el Creador.
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LA LEY
1º Mt. 5:17: No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido
para abrogar, sino para cumplir. Ro. 10:4: Porque el fin (telos: propósito, explicación),
de la ley es Cristo. Mt. 5:18: Porque de cierto os digo, que hasta que pasen el cielo y la
tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que TODO se haya cumplido.
Romanos 7: 7-9 “¿Qué, pues, diremos? ¿La Ley es pecado? ¡De ninguna manera! Pero
yo no conocí el pecado sino por la Ley; y tampoco conocería la codicia, si la Ley no
dijera: «No codiciarás»; Romanos 7:12 “De manera que la Ley a la verdad es santa, y
el mandamiento santo, justo y bueno”; Gálatas 3:24 nos dice: “De manera que la ley ha
sido nuestro ayo, para llevarnos al Mesías, a fin de que fuésemos justificados por la fe.”
2º Todos los textos anteriores lo que demuestran es que la Ley sigue vigente, pero
explicada o limpiada de legalismos en Cristo. El ejemplo más claro para esto, lo
tenemos en Mt. 23:3 y resto del capítulo; “…todo lo que os digan –los fariseos-
guardadlo y hacedlo…pero no hagáis conforme a sus obras”; aquí evidenciaba la
hipocresía humana de ellos, pero no estaba atacando a la Ley.
3º Ex. 24:12: “Entonces YHVH dijo a Moisés; sube al monte a mi y espera allá, y te
daré TABLAS de piedra, y la LEY, y MANDAMIENTOS –Torá- que he escrito para
enseñarles –Toratizarles-.” Aquí vemos que Dios no solo da 10 mandamientos, pero
además vemos que estos mandamientos también son para los gentiles en Ex. 12:38 dice:
“También subió con ellos toda clase de gentes…” y añade en el verso 49: “LA MISMA
LEY SERÁ PARA EL NATURAL Y PARA EL EXTRANJERO QUE HABITARE
ENTRE VOVOTROS.” Esto adquiere un significado más profundo en Ro. 11 cuando
dice que nosotros los gentiles, hemos sido puestos dentro del buen olivo que es Israel, y
no viceversa. Esto lo confirma Pablo al decir en Ef. 2:19, que: “…ya no somos más
extranjeros, sino CONciudadanos (de los que ya estaban) y miembros de la familia de
Dios.”
4º Hch. 21:-24; Hechos escrito después de Gálatas, muestra que Pablo y sus palabras,
fueron mal interpretadas no solo en nuestro tiempo, sino en aquel tiempo, por eso los
ancianos y Jacobo hermano de Jesús, se reunieron en Jerusalén para clarificar todo. Hay
muchos textos que trasladados a nuestra cultura occidental aparentan una cosa, pero
leídos desde la cultura de los judíos convertidos, es otra muy distinta. Veamos:
5º Ro. 3:31: “¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que
confirmamos la ley.” Este texto nos muestra que la fe y la ley son dos cosas distintas,
pues nos dice que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley Ro. 3:28; pero la
ley ayudará a que el hombre pueda ser justificado pues sabrá distinguir al pecado con la
ley. No podemos saber lo que es pecado, si no tenemos con que compararlo. Esto lo
remarca muy bien 1ª Jn. 3:4: “…todo aquel que comete pecado infringe también la ley,
pues el pecado es infracción de la ley.”
6º Ro. 5:20; Cristo no hizo algo nuevo, sino renovado y completado, El cerró con Su
Autoridad toda la Ley para que nada ni nadie pudiera seguir adulterándola. La Ley no
salvaba, solo evidenciaba el pecado, porque de otra manera sería imposible saber lo que
es pecado y lo que no. Cristo NUNCA ANULÓ la Ley, porque sino sería anular los
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mandamientos de Su Padre que han de servir como conducta, a todos los habitantes de
la tierra hasta el fin del mundo.
7º Ro. 6:14; Pablo viene a enseñar a los Romanos, Gálatas, Corintios, Efesios,
Colosenses y Tesalonicenses que si ellos pecaban, estarían violando la ley de Dios.
Pablo usaba “upo nomos” para definir una palabra hebrea que no existía en griego, y
era: legalismo. Leído este texto de forma simple, parecería enseñar que la ley es mala,
pero, Pablo y Juan aclaran que es la que nos sirve para conocer el pecado (1 Jn. 3:4). De
la misma forma, estar “bajo la ley” no significa obedecer la ley, porque sino serían
justificados ante Dios por las obras, y Pablo dice que esto no es así (Ro. 3:20). En
resumidas cuentas, ya no estamos sujetos a los castigos (holocaustos) por violar la ley o
Torá, estamos sujetos a la gracia y una vez dentro de la gracia, la ley sigue estando para
mostrarnos lo que es pecado y lo que no.
8º Ro. 7:6: “…ahora estamos libres de la ley”; Pero ¿cómo es posible que diga que
estamos libres de la ley y que luego diga que la ley es santa y que sirve para conocer el
pecado? La deducción es clara: Ro. 7:6 no habla de la ley santa, sino de la ley del
pecado y esclavitud que no acepta a Cristo dentro de ella; ese es el contexto del 1 al 6.
9º 1ª Co. 9:20-21; Pablo se pone en la misma posición legalista que los judíos para
ganarles, aunque él no lo esté ya. Pablo se sitúa con los de la ley porque el era fariseo y
lo seguía siendo, para ganarles para Cristo; aquí podríamos aplicar la ilustración de
¿quién mejor que un abogado para ganar a otro abogado?
10º Ga. 3:3 Dice: “¿habiendo comenzado por el Espíritu ahora vais a acabar por la
carne?” El contexto muestra que “carne” no es Torá o Ley, sino atribuir a las obras
humanas una salvación que solo desde Cristo podía obtenerse. Pablo resalta nuevamente
el hecho de que la ley tiene un objetivo y la justificación por la fe otro (2:16). Esto lo
corrobora en el 3:6 y resto del capítulo. Del mismo modo también He. 5:1-4 corrobora
esto, donde vemos que las obras de la ley eran los sacrificios y ofrendas que se ofrecían
de continuo en el Templo. He. 7:12, también nos muestra este cambio que se completa
en Cristo; cambio, no es anulación, sino que sobre lo existente se hace una mejora, que
en este caso ya es definitiva e indestructible (He. 7:16b); y tampoco implica que Dios
hace las cosas mal, el contexto de ese capítulo, muestra claro a lo que se refiere.
11º Ga. 3:11 Insiste en este hecho y pone a la Ley o Torá en el lugar que le
corresponde; la Ley no salva y por tanto no justifica, solo evidencia el pecado, esto
también lo comenta así Maimónides; Pablo sabía la diferencia y retoma las palabras del
A.T. en el profeta Habacuc 2:4: Así vemos, que si existió la gracia (Os. 14:4); y la
justificación por la fe en tiempos del A.T.
12º Ga. 3:13 Añade la maldición dada por Dios en Dt. 21:23; esto fue lo que hizo
consecuentemente nuestro Señor, se puso en nuestro lugar, se hizo maldito por nosotros;
estas maldiciones son las que dice Dt. 28:15-68; la palabra –maldición- no es un insulto,
sino que tiene la equivalencia a separación, Dios no quiere a su lado al que no le
obedece. Al hacer esto Cristo, nos acercó a Dios.
13º Ga. 3:17, nos dice que: “…la ley que vino 430 años después no lo abroga –el pacto
de Abraham-.” Aquí vemos que la ley sigue vigente hasta que la promesa dada a
Abraham se cumpla, pues ésta no se invalidó. Esta promesa solo alcanzará su
cumplimiento cuando se cumplan las profecías dadas a Israel.
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14º Ga. 4:21-31 Tenemos la alegoría de Sara y Agar; la aplicación va contra los judíos
legalistas advirtiendo a los gentiles convertidos. Estos legalistas que iban a favor de la
carne se hacían –según Pablo- simpatizantes de la esclava Agar, mientras que los
seguidores de Cristo (5:1) son los de Sara. Este texto no va contra la ley, sino que
considera que los mandamientos no pueden llevarse a una interpretación esclavizante;
esto lo confirma 4:31; “…no somos hijos de la esclava, sino de la libre.”
15º Ga. 6:2; El termino ley aparece acompañado de varias formas; ley Santa (Ro. 7:12);
ley de Cristo (Ga. 6:2), ley del Espíritu (Ro. 7:14); ley de la libertad (Stg. 1:25); ley de
la mente, de los miembros, ley del pecado (Ro. 7:23); ley de la fe (Ro. 3:27); ley de las
obras (Ga. 3:10) No es que cada variante tenga una ley distinta, la enseñanza es la
misma en todas las variantes, pero la variante explica el objetivo por el contexto en ese
momento. La ley es la misma en todas las variantes, pero con varias aplicaciones en
varias circunstancias; esto lo matiza Ro. 7:25 y Ro. 8:2; ahí vemos como dentro de los
mandamientos o enseñanzas –Ley- del Padre, es solo por Su Hijo que se nos hace aptos,
por cuanto nuestra carne no pudo cumplir con la Ley.
17º He. 13:10-13: “…por lo cual Jesús… padeció fuera de la puerta, salgamos pues a El
fuera del campamento…” Este texto se ha usado para mostrar otra “dispensación” o
cambio de Ley a gracia para el N.T. Pero este pasaje tiene que ver con el cumplimiento
en su equivalencia sobre Lv. 16:27; “sacarán fuera del campamento el becerro y el
macho cabrío inmolados por el pecado, cuya sangre fue llevada al santuario para hacer
la expiación.” Jesús perdonó nuestros pecados aquí, no anuló ninguna Ley ni nos puso
fuera de la Ley que Su Padre dio.
LA VIGENCIA DE LA LEY
Algo más ampliado ahora.
Fue dada para y por el bien de Israel. (Dt. 10:12-13). Además sabemos, que debían
cumplirla también el mucho pueblo que salió de Egipto con Moisés y que no eran
hebreos (Ex. 12:38) y que además si venía algún extranjero a ellos, también debería
cumplirla. (Ex. 12:49) (Pero Israel no hizo caso repetidamente en guardar la Ley. (Dt.
27:26) Por tanto, si la Ley fue dada para nuestro bien, no es puesta como un motivo de
esclavitud. Abraham guardaba esa ley oral Gn. 26:5 y luego nuestro Señor nos dice: en
Mt. 23:23 que dentro de la ley tenemos la justicia, la misericordia y la fe. Y de la misma
manera Jesús nos dice que de amar a Dios y al prójimo depende toda le ley Mt. 22:36-
40. La palabra –depende- es: cuelga; como si fuera un racimo de uvas. De esta manera
si hacemos un gráfico, veremos que la Toráh, quedaría en medio, entre; Amar a Dios y
al prójimo y entre justicia, misericordia y…fe.
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Amar a Dios Amar al prójimo
Toráh
Justicia Misericordia Fe
Es por ese motivo que podemos preguntarnos ¿Cómo demostramos que amamos a
Dios? Guardando la Ley o Sus Palabras. En el decálogo tenemos 5 mandamientos para
con Dios, y otros 5 relacionados con el prójimo. Por tanto, en el amor, están implícitos
los 10 mandamientos. Así responde Jesús al joven (Mr. 10:19) con la Ley, de la misma
manera el nuevo mandamiento que Jesús da a todos (Mt. 5 y Lc. 6) no era tan nuevo,
pero si para ellos que no lo cumplían pues Jesús ya lo enseñaba Lc. 10:27. En lo
referente al nuevo mandamiento que Jesús da a los discípulos, lo es para testimonio a
los demás, no porque altere nada de la Ley, quizás podríamos decir que lo explica
mejor.
Y vemos que la Toráh –Ley- tiene varios propósitos o áreas que abarcan la vida del
hombre, esto es, que existen varios grupos de Toráhs –Ley-, que serían:
1. Toráh de los celos (Nm. 5.29-30)
2. Toráh del Nazareo (Nm. 6:13, 21)
3. Toráh del error (Nm. 15:29)
4. Toráh del pecado y muerte (Ro. 8:2)
…hay muchas más, pero como ejemplo es suficiente.
Por eso dijo Pablo: “De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento
santo, justo y bueno. (Ro. 7:12) Por eso, también pudo Pablo decir en su defensa ante
Festo: “Ni contra le ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra el César he pecado
en nada.” (Hch. 25:8).
En tiempos de Jesús, hubo dos grupos que eran los fariseos y los saduceos. Los
Saduceos solo aceptaban el Pentateuco, así tenían una visión limitada del mundo y no
creían en la resurrección de los muertos, los demonios o los milagros. Mientras los
Fariseos aceptaban todo el A.T.; y creían en lo que negaban los saduceos; pero ellos
también creían en la validez de la enseñanza oral o Torá oral. Pero esta, en ciertos
aspectos, fue condenada por Jesús (Mt. 23) no en su totalidad, sino en los mandamientos
que se habían incluido de hombres y que se alejaban de la Torá escrita. Esto llevaría al
legalismo. (Mt. 23:1-4) Esta Torá Oral, fue escrita en el 200 d.C. y así nació el Talmud.
Mientras los Fariseos y Saduceos componían lo que era el Sanedrín.
Jesús, los discípulos y Pablo, estaban más cerca de los fariseos que de los saduceos. Así
lo confesaba Pablo (Hch. 23:6), Pablo no está diciendo: “yo era un fariseo”; sino que
dice: “yo soy…” Por lo demás, vemos que cuando Jesús discute con los fariseos, no es
para anular la Ley, sino sobre su aplicación e interpretación (Mt. 5:17-19).
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Jesús vivió obedeciendo en todo a la Ley, no se apartó ni a un lado, ni a otro. Por eso
Jesús vino a darnos un completo entendimiento de la Torá (completar: pleroo). Por
tanto, completar, no es sinónimo de abolir. Además, Jesús mismo nos dice que la Ley
seguirá mientras exista el cielo y la tierra (Mt. 5:18). Y esto, lo mismo que los
sacrificios que se seguirán celebrando hasta el regreso de nuestro Señor, (Zc. 14:21)
pero ahora en recordatorio de la muerte de nuestro Cristo, o lo que es lo mismo la
Pascua y no santa cena cada semana o mes. La forma griega para sacrificio es –thusia- y
la hebrea –zebaj-, y estos sacrificios no son necesarios hacerlos en el Templo (Fil. 4:18:
este es un sacrificio –tzedaka- (justicia) que es dar; He. 13:15 de alabanza; He. 13:16 de
hacer el bien; y Ro. 12:1 del cuerpo.)
Igualmente, es Pablo en Ro: 13:9 donde nos recuerda que hay que guardar aquellos 10
mandamientos, y que el amor es el pleroma de la Ley; pero éste no anula los anteriores
mandamientos. Siguen estando ahí. Pablo, menciona en todas sus cartas, más de 267
citas del A.T. y la mayoría de ellas son referentes a la Ley. Por tanto ¿qué significa
estar bajo la Ley? Recordemos, que no estar bajo la Ley, es maldición, y los que
desobedecen la ley son malditos, estos seguramente estarían entre las comunidades a
las que Pablo estaba escribiendo por su pecado, idolatría, fornicación, etc. O sea, si
estos paganos, no pueden estar bajo gracia ¿Qué son?
Y recordemos que –nomos- (Ley) no tiene las mismas connotaciones griegas, romanas
que judías. Así vemos Ro. 2:12; la mayoría creen que estar bajo la Ley es lo mismo que
observar la Torá en este texto, pero el contexto nos muestra que no es así, cuando dice:
que no son sólo los oidores de la Ley a los que Dios considera justos, sino los
hacedores, los que serán justificados. Así lo dice también (St. 1:22 y Mt. 5:19b) Por
eso, estar bajo la Ley, no quiere decir obedecer la Ley, porque de otra forma los
hacedores de la Ley no serían justificados ante Dios. Y esto, no significa que somos
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salvos por obra, la fe que nos llevó a la salvación evidenciará nuestras obras (St. 2:17)
y obediencia a la Ley. Pero la Ley, la necesitamos para distinguir el mal del bien.
Ro. 3:19: Aquí la traducción, no sería: “bajo la Ley”, sino “en la ley”; esto significa
que la Torá habla directamente a aquellos que saben lo que dice. Pero además, Pablo
dice que el mundo entero ha de dar cuentas a Dios por causa de la Torá.
1 Co. 9:20-21: Me he hecho a los judíos para ganar a los judíos, a los que están sujetos
a la ley…
Aquí lo que está diciendo Pablo es que se puso en posición de Judío para ganarlos. El
mismo se puso bajo la supervisión legalista de los judíos y bajo legalismos, aunque él
no estuviera bajo este legalismo; o sea, se pone fuera del marco de la Torá para ganar a
estos que están fuera de la Torá y dice que él no está fuera de esa Torá de Dios, sino
dentro porque ésta Torá es apoyada por Cristo.
Aquí parece si esto no se entiende así, que Pablo no quiere obedecer la Torá, y luego
porque la traducción correcta del v. 21 es: “dentro del marco de la Torá, COMO ES
APOYADA POR EL MASHIAJ.”
Pablo no está siendo obediente a la ley para ganar a los judíos y luego desobediente
cuando está con los gentiles no creyentes; él trata de imitar a Cristo (1 Co. 11:1); o sea,
si Cristo guardó la Torá, Pablo la guardó imitándole. Pablo hace lo mejor que puede
para comprender a su audiencia, y estos son los que siguen en la ley sin Cristo, o sea,
judíos que aun no conocen a Cristo como Su Redentor, pero Pablo, estaba libre de este
aspecto ya que él si conocía a Jesús como el Redentor anunciado en la Torá.
Gá. 3:10.
Este texto viene de Dt. 27:26, así este verso tiene significado en el sentido de hacer las
palabras de la Toráh, y por tanto aunque guardar los mandamientos no traen salvación,
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sin embargo se encuentra malditos sino las guardan. Pero esto es en relación al pecado,
y para eso vino Jesús, para librarnos
Gá. 4:4-5.
En este texto se insiste sobre la misma perversión, dice que Jesús nació durante la
perversión legalista de la ley, la cual era la norma. Así, Jesús pudo redimir a los que
estaban sujetos a ese legalismo, permitiendo así que pudieran ser hechos hijos de Dios.
Ga. 5:18.
Nuevamente, la mente hebrea aplica el texto diciendo; que los que son guiados por el
Espíritu, no están sujetos al sistema pervertido del legalismo en la Toráh.
Así pues, los legalismos eran aquellos mandamientos de hombres que no se ajustaban a
las enseñanzas de la Torá escrita. Lo mismo ocurría con la Torá oral.
Ro. 10:4: “El fin de la Ley es Cristo” Telos; La palabra de Dios permanece para
siempre (Is. 40:8; Mt. 5:18: ni una jota ni una tilde pasará) Stg. 5:11: “…habéis visto el
fin del Señor”
Mt. 5:43: “Oísteis que fue dicho…pero yo os digo” Es una fórmula rabínica; que
significa: Así ha sido interpretado, pero yo daré el total significado e interpretación, y su
verdadero significado es este:… Esta, era una de las señales que debían acompañar al
verdadero Mesías de los falsos.
A parte de lo dicho, uno de los problemas para el idioma griego, es que no existe una
palabra para traducir legalismo; y así pues, Pablo usa lo que más a mano tiene, UPO
NOMOS. Hemos de recordar, que nuestro Señor, era lo que denunciaba del fariseismo y
de los saduceos, que habían convertido los mandamientos de Su Padre, en
mandamientos de hombres, convirtiendo así, la Ley en Legalismo.
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LA IGLESIA
En Lv. 4:21:
Sacará luego el becerro fuera del campamento y lo quemará como quemó el primer
becerro. Es un sacrificio de expiación por la congregación.
Nm. 10:7:
Pero para reunir la congregación tocaréis, pero no con sonidos de aclamación.
Hch. 7:38:
Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le
hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida para
darnos.
Hch. 13:43:
Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos
siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles los persuadían a que perseveraran
en la gracia de Dios.
Así pues, vemos que la misma palabra para la iglesia o keilá del A.T., es ahora la misma
palabra para iglesia o ekklesia del N.T. Veremos ahora otras citas:
1º En Ga. 1:13 Pablo dice que perseguía a la IGLESIA de Dios; ¿qué iglesia era esa y
por quien estaba compuesta? Era la iglesia descendiente del Sinaí (Hch. 7:38) y estaba
compuesta por judíos convertidos. (Hch. 8:3; 9:21)
2º Con Cristo, NO nace una nueva iglesia, sino que los gentiles son incorporados a la ya
existente y son hechos CO-HEREDEROS (Ef. 3:6). Vemos que se sigue la línea del
Olivo; Cristo es la raíz y la sabía, El es la Iglesia primordial, Israel y los griegos
(gentiles) son los que en tiempos del N.T. se hacen nuevos miembros; pero solo al ser
convertidos a Cristo.
3º En Ef. 5:32 dice: “grande es este misterio (o revelación); más yo digo esto respecto
de Cristo y de la iglesia.”; aquí vemos por todo el capítulo que antes ya existía la iglesia,
pero que ahora se entregó por ella, así la santificó o apartó y la limpió o bautizó por la
palabra (5:25-27)
4º Mt. 18:17; Jesús da unas instrucciones a la iglesia, que en este caso aun no tenía
gentiles, pues dice; que aquel que no hace caso a la iglesia, SE LE TENGA POR
GENTIL y publicano. Así, es que decir que en Hechos nace la Iglesia de Cristo, es algo
que no está en el texto bíblico; lo que ocurre en Hechos, a parte de la venida del E.S., es
que los gentiles son incorporados ¡¡¡A LA YA EXISTENTE IGLESIA!!! Hemos de ser
cautos y poner cada cosa en su sitio. Además, en Sinaí estaba Dios en medio de la
Keihlá o Congregación, y con Dios podemos contar también al E.S. y su Hijo.
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5º La palabra iglesia viene del griego ekklesia, que significa: ser llamados afuera. Pero
¿afuera de dónde? Pues fuera de Egipto que representa lo material y físico; fuera de
Babilonia que sería lo espiritual y pagano religioso; y fuera de Grecia que sería el
mundo mental y filosófico con sus nuevas doctrinas gnósticas; y los 3 harían un solo
concepto fuera de la esclavitud, para el creyente en Jesús o en Dios. Esto implica que el
concepto “iglesia” es bien usado en Sinaí y en Hechos y los dos se complementan; no
nace uno y desaparece otro; o se forma algo distinto.
El hebreo nunca se dejó de hablar al pueblo, pues ese era el idioma en que se
comunicaba el Eterno y en que eran leídas las lecturas a todo el pueblo en general,
hombres y mujeres (Neh. 8:1-8). La frase del v.8; “de modo que entendiesen la
Escritura”; no es una referencia a traducción, sino a interpretación tal y como venían
haciéndolo con la tradición oral de padres a hijos desde Moisés y Josué (Jos. 1:8).
Entonces, yo me pregunto: Un idioma que se propaga de generación a generación cada
día de la semana, ¿se perderá?; y otra pregunta: ¿Para qué recopiló Nehemías los
Escritos de la Ley si estos estaban en una lengua prohibida por los maestros y jueces de
Israel?
1º PRUEBAS INTERNAS:
2º PRUEBAS EXTERNAS:
Todo esto me lleva a decir, a que las Escrituras a pesar de la asimilación e influencia del
paganismo y la invasión de otros pueblos, el pueblo hebreo conservaba el mandato de la
Escritura que viene desde Job y Moisés en su propio idioma; y esto nunca lo pudo hacer
desaparecer la asimilación.
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OBJECIONES AL LENGUAJE ARAMEO
Creo que sí, porque sino ¿Cómo se comunica con Adán? No niego que hayan existido
sus variantes del fenicio y el cananítico; la primera salida es el paleo hebreo (Job-
Moisés, hasta los Jueces), que luego evolucionó al hebreo estándar (Reyes, Salmos,
Isaías, Ezequiel…); y luego vino el hebreo tardío tras Babilonia (Zacarías, Malaquías,
Hageo, Ester, Nehemías y Daniel con Esdras en los cuales, la mitad fue en arameo); el
arameo era usado para transacciones de judíos con no judíos. ¡¡¡Dios estaba hablando en
ese idioma, EN HEBREO!!!
Pero no se trata de esto, sino de que el lenguaje o las palabras, SON UNIDADES DEL
PENSAMIENTO EXPRESADAS, el idioma no es algo muerto. Y cuando se trata de las
Escrituras Eternas, y una sola nación y una sola promesa, tuvo que existir un idioma de
comunicación, para esa nación y ocasión. Y estoy casi seguro, que las palabras que Dios
mandó copiar en piedras con cal (Dt. 27:2-3), eran el idioma del Eterno porque
expresaban sus mandamientos. Cada sonido, cada letra, cada tilde y “jota”, tienen un
valor que para los otros idiomas no tiene relevancia, pues el resto de los idiomas,
aunque proceden de una madre general que surge del Edén, se corrompen con el
paganismo. ¿En qué idioma habló a Moisés, en egipcio? Y ¿a Pablo? Seguro que a un
chino, le hablará en chino si tiene algo que “decirle”, pero estamos hablando del origen
de la Palabra de Dios, no de China.
En resumen, que el Eterno conoce todos los idiomas, pero tuvo que comunicarse en un
idioma que va a lo largo y ancho de las Escrituras, el hebreo. El mismo idioma del que
dan evidencias la patrística. Por cierto, al respecto de los primeros padres de la Iglesia;
ninguno de ellos dice, que el hebreo dejó de hablarse en el primer y segundo siglo, todo
lo contrario.
EL APOSTOL PABLO
No niego la existencia del arameo y el griego como idiomas que se hablaban en tiempos
de nuestro Señor, pero la cuestión es, ¿qué idioma hablaba Jesús entre los suyos y que
idioma hablaban los suyos? O ¿En qué idioma se comunicaban? Recordemos que los
discípulos era gente del ámbito social y de mercadería lo mismo que Pablo con sus
tiendas después del rabinato con Gamaliel. Lo que ocurre, es que tras la persecución de
los judíos por el poder romano (132-135 d.C.) y luego por Constantino, fueron
obligados a esconderse, pues todo lo que olía a judío, era quemado y destruido.
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LAS CARTAS DE BAR KOCHBA
Fueron descubiertas cartas de correspondencia entre Bar Kochba y sus soldados en 1951
cerca del mar Muerto. Son hallazgos significativos porque fueron escritos tanto en
hebreo como en arameo y griego. Hay ciertos coloquialismos encontrados en ellos que
dirigen a la conclusión de que el hebreo no era un lenguaje muerto, ni era reservado sólo
para las sinagogas.
Los documentos en hebreo claramente escritos por un escriba experto, con una escritura
similar para imprimirse en hebreo utilizada hoy día… contienen un número de
coloquialismos que motivan que algunos eruditos sugieran que contrario a la suposición
popular, el hebreo de ese tiempo era un lenguaje viviente y en desarrollo. Esto también
se refleja en los documentos económicos y militares encontrados en el desierto de
Judea… El uso disperso del hebreo de ese periodo se confirma por monedas acuñadas
durante la revuelta. Todas las 51 tipos de monedas encontrados correspondientes a ese
periodo tienen inscripciones en hebreo (Pileggi 1991).
Las cartas Bar Kochba son una pieza firme de evidencia demostrando que después del
tiempo de Jesús, el pueblo judío en Israel aún estaba hablando hebreo. Después de todo,
si estuviéramos dirigiendo una revuelta contra el ejército más poderoso del mundo, ¿no
daríamos órdenes en un lenguaje que los subordinados pudieran entender? Y, desde
luego, un malentendido en la guerra podría costar la vida de uno mismo. Así, encontrar
correspondencia en hebreo confirma claramente que era un lenguaje hablado, no solo un
lenguaje de lo religioso.
LA CAUTIVIDAD BABILONICA
Para el tiempo en que Nabucodonosor tomó cautivos a los judíos y destruyó Jerusalén
en 586 AC, el arameo había desplazado al acadio como el lenguaje del imperio
neobabilonio, convirtiéndose en un lenguaje internacional (aunque el acadio podía aún
ser hablado propiamente en Babilonia). El imperio Persa conquistó entonces Babilonia
y mantuvo al arameo como su lenguaje oficial internacional hasta el siglo cuarto AC
cuando Alejandro el Grande vino y dejó el griego como el nuevo lenguaje internacional;
el arameo continuó usándose por muchos como la primera o segunda lengua. Entre las
naciones donde el arameo era usado estaba Israel, localizada en las importantes rutas de
comercio entre Babilonia al norte y Egipto, y toda el África en el sur, así como en una
ruta desde la península Arábiga del comercio de especias. El número de viajeros que no
podían hablar el hebreo podría haber sido considerable. Y como el idioma oficial era
arameo, los contratos de matrimonio y similares se escribieron en arameo y no en el
lenguaje nativo de las parejas contrayentes (Safrai 1991b).
En Daniel y Esdras, tenemos porciones en arameo, que fue el idioma que quedó tras la
invasión de Nabucodonosor, pero en la narrativa de los textos, se conservan los
portavoces arameos y son citados en el texto (inst. musicales); pero eso no quiere decir
que murió el hebreo, porque como buenos hebreos el pueblo de Israel, seguía
manteniendo el culto familiar en hebreo, el idioma materno; y esto lo demuestra el
hecho de que después los profetas posteriores (530 a.C.) ¡ESCRIBÍERON EN
HEBREO! Así pues: Ezequiel, Zacarías, Malaquías, Ester, Hageo,
Nehemías…comunicaban al pueblo las Palabras del Eterno en hebreo.
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ACLARANDO NEHEMIAS 8:8
Las primeras palabras de este versículo son: – Leían en el libro de la ley de Dios-. Pero
el desacuerdo ocurre cuando llegamos a la palabra מפרׁש, meforash, que viene de la raíz
hebrea פרׁש, parash, significando distinguir, separar, clarificar. La idea de que esto
significa traducir simplemente no está apoyada por el texto hebreo. En Levítico 24:12
encontramos esta misma raíz hebrea con el significado de clarificar. “Y lo pusieron bajo
custodia, hasta que fuesen recibidas (parash) instrucciones exactas de parte de YHVH”.
Y lo encontramos después en Números 15:34 con el mismo significado. “y lo pusieron
bajo guardia, porque no había sido declarado (parash) qué se había de hacer con él”. No
hay indicación en absoluto de que haya una traducción de un lenguaje a otro.
Finalmente, vemos esto en otro lugar que ha ocasionado que algunos concluyan que
esto podría significar traducción. Esdras 4:18 refiere que el rey Artajerjes, de habla
aramea, recibió la carta enviada a él y la contestó. Este versículo, desde luego, está en
arameo porque es la correspondencia entre el rey y Rehum y Shimshai como se discute
abajo. Dice, “El documento que nos enviasteis fue leído claramente (mefarash) en mi
presencia”. La palabra claramente es la palabra aramea mefarash.
¿Cómo podría esta palabra se entendida aquí? ¿Debería ser traducida o es claramente o
en forma distinta? Afortunadamente, el contexto sólo apoyará una de las dos opciones,
por consiguiente, aclarando para nosotros cual debería ser. Necesitamos recordar que la
carta escrita por Rehum el comandante y Shimshai el escriba, dos líderes de los
habitantes que estaban en contra del regreso de los judíos, era traducida al rey al arameo
(“En los días de Artajerjes escribieron Bislam, Mitrídates, Tabeel y sus demás
compañeros a Artajerjes, rey de Persia. El documento estaba escrito en escritura aramea,
y traducido al arameo” Esdras 4:7). Esta carta fue puesta en arameo y entonces enviada
al rey, esta es la razón por la que el texto completo de Esdras 4:8 cambia del hebreo al
arameo. De manera que, si la carta enviada al rey estaba en arameo, entonces porqué
habría una necesidad para otra traducción si la palabra mefarash/meforash significan
traducir? ¿El escriba del rey la traduciría a otro lenguaje además del arameo, que era el
lenguaje oficial de la corte? La respuesta obvia es no. No había necesidad de traducir la
carta al arameo porque ¡ya estaba escrita en ese lenguaje!
Se nos ha dejado solo con una opción del significado de meforash; es clarificar,
distinguir. Esto es, la carta fue leída cuidadosamente, y aparentemente el rey debió
haber puesto atención realmente y ¡no estaba dormido o soñando de día! Y así el
significado en Nehemías 8:8 quiere decir clarificar, distinguir, y no traducir.
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Sobre el asunto de los 3 capítulos en arameo de Esdras, no veo que entre aquí, pero si
queréis en otro post los pongo.
2º Josefo. En Guerras de los Judíos 5, 9, 2 dice que Tito le envió a hablar con los judíos
amotinados para persuadirles. Y luego en 6,2,1, dice que les habló en lengua hebrea el
mensaje del Cesar. Dice hebrea, no aramea. También conviene recordar que algunos de
sus libros se acabaron de escribir después del 70 d.C. en hebreo que era su lengua
materna. Así que, Josefo, pidió que se rindieran en una lengua, que todos podían
entender. Otra cosa, que redondeara cifras de combatientes, no significa que él no estaba
allí para contarlo. Los cálculos se basaban en la cantidad de hombres que cabían en un
determinado terreno y luego a multiplicar. Así, que prefiero creer a uno que estaba que
no a otro que no estuviera; a no ser que alguien traiga una foto del momento.
3º Las Cartas de Aristeas. Fue escrita en griego sobre el 200 a.C. y menciona que los
judíos al escribir la LXX, hablaban un lenguaje diferente del arameo siríaco; Aristeas,
usa una palabra para diferente en griego que es: “eteros” que quiere decir: algo
totalmente diferente. O sea, si que hablaban arameo, pero no en su lengua primaria o de
conversación natural entre ellos. Es normal, notar que aparte de judíos había más gente
viviendo en Israel. UN NO JUDÍO EN LA LITERATURA RABÍNICA, está referido
COMO UN ARAMEO mas que un griego (esto se encuentra en: Tosefta, Pesahim 1:27;
Safrai 1991ª) Aristeas, se está refiriendo al lenguaje hebreo mishnaico.
4º Jerónimo y el Original HEBREO de Mateo. Vivió sobre el año 400 d.C. tradujo la
Biblia al latín (Vulgata) a partir del hebreo. También escribió numerosas cartas (“Vida
de los hombres ilustres”) en las que habla de un evangelio original en hebreo. Y este
evangelio, se encuentra en la Biblioteca de Cesarea donde Pánfilo lo guardó; es el
evangelio de Mateo. También decía que tuvo la oportunidad de tener en sus manos el
volumen escrito por los nazarenos de Siria y que actualmente lo estaban usando. Y que
muchos evangelistas, no siguen la autoridad de los traductores de la LXX, sino del
hebreo. Junto a él, también confirman esto Papías (70-155)…
En fin, las evidencias podrían ser más numerosas con los testimonios de personas que
estuvieron allí y que son reconocidas por la historia de la iglesia, pero creo que ya es
suficiente, como botón de muestra. De todas formas, si tenéis alguna pregunta u otra
alternativa para argumentar, yo estaré encantadísimo de estudiarla.
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LA CUESTIÓN DE LOS TARGUMIN
Hay algunas cosas que deberían mantenerse en mente cuando se considera el papel del
Targumim. Fueron más que simples traducciones, también fueron comentarios de las
Escrituras. Y, más importante, “el lenguaje del Targumim palestino es algunas centurias
posterior al primer siglo. No pudieron ser usados como ejemplo del arameo del primer
siglo” (Buth 1987: 30-31). Así, para muchas personas, el arameo del Targum palestino
podría haber sido su primera lengua, pero no en el tiempo de Jesús. El arameo no se
convirtió en la primera lengua de los judíos de Israel ¡hasta después del 200 DC! (Buth
1987:31). De manera que, aunque el Targumim son fuentes útiles, no son en ninguna
forma indicativos del lenguaje de los días de Jesús y no debería ser usado para
argumentar que los judíos en esos días no sabían hebreo. De hecho, el Diccionario de la
Biblia Smith afirma que “el Targum más temprano, que es el de Onkelos en el
Pentateuco empezó a escribirse cerca del segundo siglo de la era cristiana; aunque no se
asumió su forma en ese presente hasta el final del tercero o principios del cuarto siglo”
(Smith 1884:Targum entry).
LA CUESTIÓN DE QUMRÁN
Cuando relaciono Qumrán con el hebreo social, (punto 5º de ev. Ext.), lo hago porque
se descubrió el rollo de cobre de la Misnhá, que relata las costumbres y normas a seguir
por la sociedad hebrea en tiempos de nuestro Señor, y está en hebreo. Y que conste que
los esenios conocían el arameo.
Ellos fueron unos cuantos de los que acabaron de influir, para cambiar la palabra griega
–ebraisti- por arameo, en lugar de hebreo. Mientras que la palabra –arameo- en griego
es “Syrist” y esa no es la que aparece en el griego, en la lista anterior de textos del N.T.
que os pasé.
Shalom
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