Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Í N D I C E:
SÍNTESIS I – XVIII
AVERIGUACIÓN PREVIA 2
CONSIGNACIÓN 3 -8
LEGITIMACIÓN 20
AGRAVIOS:
SÍNTESIS
-I-
ANTECEDENTES:
EN LA CONSULTA SE PROPONE:
En las consideraciones:
A) PRIMER AGRAVIO
Se considera que el primer agravio formulado por la
representación social de la Federación es infundado, atento a lo
siguiente:
La garantía de irretroactividad se encuentra consagrada en
el artículo 14 constitucional y sobre la misma esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación, a través de sus diversas
integraciones, ha sostenido que la aplicación retroactiva de
la ley, en perjuicio de la persona, está prohibida, hecha
excepción de cuando le es favorable; asimismo, que el
principio de mérito protege a los gobernados tanto en contra
de las autoridades legislativas como de aquellas que debían
aplicar la ley; estableciendo, por otro lado, que la aplicación
retroactiva de la ley, opera en materia penal tanto en el
aspecto sustantivo y, en algunos casos, en el adjetivo.
El principio constitucional señalado rige también para los
tratados internacionales y el mismo también se encuentra
contemplado en diversos instrumentos internacionales como
son: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(artículo 15), Convención Americana de Derechos Humanos
(artículo 9), Declaración Universal de Derechos Humanos
(artículo 11), entre otros.
Por otra parte, el Plenipotenciario de los Estados Unidos
Mexicanos firmó, ad referéndum, la Convención sobre la
Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los
Crímenes de Lesa Humanidad el tres de julio de mil
novecientos sesenta y nueve, la cual fue enviada a la
consideración de la Cámara de Senadores del Congreso de
la Unión, con la Declaración Interpretativa respectiva, siendo
aprobada por dicha Cámara el diez de diciembre de dos mil
uno.
Aun cuando el citado instrumento internacional recibe el
nombre de Convención, realmente constituye un Tratado,
en términos del artículo 2, fracción I, de la Ley sobre la
Celebración de Tratados.
Una vez que las partes negociadoras firman un tratado o
canjean instrumentos que lo constituyan, quedan obligadas
a abstenerse de cualquier acto que frustre el objeto y fin del
tratado, sin importar que se encuentre pendiente de
ratificación, aceptación o aprobación, pues así deriva de lo
dispuesto por los artículos 11 y 18 de la Convención de
Viena sobre el Derecho de los Tratados, es decir, que la sola
firma “ad referéndum” del tratado o el intercambio de
instrumentos que la constituyan produce las consecuencias
jurídicas señaladas.
Las declaraciones interpretativas son declaraciones
aclaratorias o explicativas del alcance de las normas del
tratado para efectos en el derecho interno y, por ello, no
pueden en ningún caso “excluir o modificar” los efectos
jurídicos de un tratado para un Estado parte del mismo,
como lo hacen las “reservas”.
La calificación de “reserva” o “declaración interpretativa”
depende no de la denominación o enunciado con el cual se
identifique, sino de las características materiales de la
declaración unilateral emitida por el Estado, siendo el núcleo
de la distinción la exclusión o modificación de los efectos
jurídicos de ciertas disposiciones de un tratado en la
aplicación dentro del territorio del Estado que la manifieste.
En este caso, si la intención de la Convención es la de regir
sobre todos los crímenes cometidos, independientemente de
la fecha de los mismos, la declaración interpretativa
formulada por el Estado mexicano en realidad estaría
modificando el ámbito temporal de la Convención y, por
tanto, tendría que ser calificada como reserva.
Sin embargo, la citada “reserva” no hace sino redundar
sobre lo ya establecido por el artículo 14 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. Es claro, por
tanto, que aún en este caso, la misma no podría ser
declarada inválida o inaplicarse en el caso concreto por ir en
contra del “objeto y fin del tratado”, ya que de manera
indirecta estaríamos inaplicando el artículo 14 de la
Constitución Federal. Resulta relevante, entonces,
únicamente para evitar una probable responsabilidad del
Estado Mexicano en el contexto internacional.
B) SEGUNDO AGRAVIO
C) TERCER AGRAVIO
D) CUARTO AGRAVIO
“RETROACTIVIDAD”;
“RETROACTIVIDAD DE LA LEY, SE PROTEGE
CONTRA LA, SI CAUSA PERJUICIO.”;
“RETROACTIVIDAD. NO LA CONSTITUYE LA
APLICACIÓN DE LEYES PROCESALES.”;
“RETROACTIVIDAD DE LA LEY.”;
“PRESCRIPCIÓN, INTERRUPCIÓN DE LA
(LEGISLACIÓN PENAL FEDERAL).”;
VISTOSy
R E S U L T A N D O:
El diez de junio del año dos mil dos ********** presentó, ante
la Fiscalía Especial, el escrito de denuncia de hechos
probablemente constitutivos del delito de Genocidio y los que
resulten.
El denunciante señaló como antecedente la averiguación
previa PGR/FEMOSPP/002/2002. Estimó que entre el
Genocidio del dos de octubre y las acciones de represión y
ejecución sumaria de disidentes, perpetradas con posterioridad
a los hechos de Tlatelolco existe un hilo conductor que no
puede ni debe pasar desapercibido y que los crímenes
cometidos en agravio de su hermano **********, **********,
********** y otros, no son otra cosa que una secuela de los
hechos de Tlatelolco, una cadena de crímenes de Estado
dotados de una misma caracterización e identidad ideológica y
finalista.
En la denuncia se señaló como probables responsables de
los hechos a **********, **********, **********, **********, **********,
**********, **********,, **********, **********, **********, **********,
**********, **********, **********, **********, **********, **********,
**********, **********, **********, **********, **********, **********,
**********, ********** y **********.
Igualmente, adujo que los hechos consistentes en la
matanza del dos de octubre como la del diez de junio de mil
novecientos setenta y uno constituyen una acción de genocidio
preparado y ejecutado por funcionarios del Gobierno Federal y
que la agresión criminal fue ejecutada alevosamente por un
grupo paramilitar conocido como Los Halcones, señalando
como responsable al ex presidente ********** y otros.
1
Visible a fojas 8691 a 9382 del Tomo XIV del expediente de la causa.
conforme al artículo IV, deberá ser considerado como
imprescriptible por los estados suscriptores.
La declaración interpretativa señalada establece que,
con fundamento en el artículo 14 de la Constitución, el
Gobierno de México, al ratificar la Convención sobre la
Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los
Crímenes de Lesa Humanidad, entenderá que únicamente
serán imprescriptibles los crímenes que consagra la
Convención, cometidos con posterioridad a su entrada en vigor
para México.
Las declaraciones interpretativas no están previstas en
la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados ni en
la Ley sobre la Celebración de Tratados, sin embargo, derivan
de la costumbre internacional, por lo que, debe aplicárseles el
mismo régimen de las reservas a los tratados internacionales.
Sin embargo, la declaración interpretativa formulada
por el gobierno mexicano a la Convención en cuestión, no
puede considerarse como tal, pues aunque en apariencia se
limita a interpretar o comentar alguna definición de la
Convención, en realidad constituye una reserva porque su
aplicación entraña una exclusión de los efectos jurídicos de
aquélla.
Dicha, reserva, con nombre de “declaración
interpretativa” deviene nula, en tanto se trata de una
disposición interna que va contra un principio fundamental
imperativo del derecho internacional (Ius Cogens) contenido en
el artículo 15, párrafo segundo del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, el cual es reconocido como
superior a las disposiciones legislativas internas.
2
Visible a fojas 10082 a 10210 del Tomo XV del expediente de la causa, que asimismo se
presentan como ANEXO I.
Penal, merece el tratamiento de un derecho sustantivo, por lo que
al ser así tiene cabida la teoría de los derechos adquiridos,
debiéndose llevar a cabo el cómputo respectivo, de acuerdo a las
reglas de la ley punitiva contemporánea a la comisión de los
hechos, que en el caso lo es el Código Penal para el Distrito
Federal en Materia del Fuero Común y para toda la República en
Materia de Fuero Federal, vigente el diez de junio de mil
novecientos setenta y uno.
d) Que de conformidad con los artículos 105, 110, 111 y 118 del
Código Penal de referencia, la acción penal prescribía en el
término medio aritmético de la pena corporal que correspondiera
al delito, que este plazo se interrumpía por las actuaciones que se
practicaran en la averiguación del delito y delincuentes; que al
dejarse de actuar, la prescripción comenzaba de nuevo a partir
del día siguiente a la última diligencia; y que, una actuación
producía un efecto interruptor, sólo si se practicaba antes de
transcurrida la mitad del lapso necesario para que operara la
extinción de la acción penal.
e) Se considera en el auto impugnado, que en el presente asunto
operó la prescripción de la acción penal, desde el día diez de
junio de dos mil uno, en virtud de que del acervo probatorio no
aparece prueba que acredite que a partir del diez de junio de mil
novecientos setenta y uno, hasta el nueve de junio de dos mil
dos, hubiere sido interrumpida la actividad concerniente a las
diligencias de averiguación previa.
C O N S I D E R A N D O:
5
El citado artículo es del tenor siguiente:
“ARTICULO 364.- La segunda instancia solamente se abrirá a petición
de parte legítima, para resolver sobre los agravios que estime el apelante le
cause la resolución recurrida. Los agravios deberán expresarse al
interponerse el recurso o en la vista del asunto. El tribunal de apelación suplirá
la deficiencia de los agravios cuando el recurrente sea el procesado o,
siéndolo el defensor, se advierta que por torpeza no los hizo valer
debidamente”.
marcados por la expresión de agravios, pues constituyen éstos la
materia de la alzada.6
Así también, del estudio realizado en párrafos anteriores, se
deduce que en recurso de apelación, por su propia naturaleza, no
hay reenvío, como sí sucede algunas veces en el juicio de
amparo que tiene por objeto restituir las cosas al estado que
guardaban antes de realizarse el acto reclamado. En la apelación
no se decide que el inferior llene las omisiones o corrija los
errores en que haya incurrido en la resolución apelada, sino que
atendiendo a la plenitud de jurisdicción de que el superior se
encuentra investido originalmente, debe el mismo llenar o corregir
las omisiones o errores cometidos por el inferior, puesto que
puede confirmar, modificar o revocar la resolución impugnada.
6
Lo anterior se robustece con los criterios que sustentó esta Primer Sala en las tesis de
localización, rubro y textos siguientes: Séptima Época, Instancia: Sala Auxiliar, Fuente: Semanario
Judicial de la Federación, Tomo: 181-186 Séptima Parte, Página: 120; APELACIÓN EN MATERIA
PENAL, LIMITES EN LA. La apelación en materia penal, no somete al superior mas que los
hechos apreciados en la primera instancia, y dentro de los límites marcados por la expresión de
agravios (tratándose de los del Ministerio Público); de lo contrario, se convertiría en una revisión de
oficio en cuanto a los puntos no recurridos, y la Suprema Corte ha sustentado la tesis de que dicha
revisión es contraria al artículo 21 constitucional”. Amparo directo 7625/79. Fidencio Murillo Adame.
21 de junio de 1984. Mayoría de tres votos. Disidente: Guillermo Guzmán Orozco. Ponente:
Tarsicio Márquez Padilla”. Y Sexta Época, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de
la Federación, Tomo: Segunda Parte, LXXIII, Página: 9; “APELACIÓN EN MATERIA PENAL,
FACULTADES DEL TRIBUNAL DE ALZADA PARA SUPLIR LA QUEJA. Es principio general de
derecho procesal el que declara que el contenido de la sentencia de segunda instancia está
limitado por la extensión del escrito de expresión de agravios, de donde se desprende que el
tribunal únicamente deberá examinar las cuestiones que le son planteadas; como excepción a este
principio existe la regla conforme a la cual, el tribunal podrá suplir la deficiencia de los agravios,
cuando encuentre violaciones cometidas por el Juez de primer grado, si la apelación ha sido
interpuesta por el inculpado o su defensor, por ser la parte más débil en el proceso. Tanto la regla
general como la de excepción han sido adoptadas en nuestra legislación, pues el artículo 415 del
Código de Procedimientos Penales para el Distrito y Territorios Federales, establece que la
segunda instancia se abrirá para resolver los agravios que deberá expresar el apelante al
interponer el recurso o en la vista; pero el tribunal de alzada podrá suplir la deficiencia de ellos,
cuando el recurrente sea el procesado o se advierta que sólo por torpeza el defensor no hizo valer
debidamente las violaciones causadas”. Amparo directo 4920/62. Gloria Camacho Jaimes. 4 de
julio de 1963. Cinco votos. Ponente: Pedro Guerrero Martínez.
Ahora bien, debe destacarse que el Juez de Distrito de la causa,
en atención a la forma en que resolvió, anteriormente relatada, no
estudio los requisitos que, para el libramiento de las órdenes de
aprehensión solicitadas, se encuentran previstos en el artículo 16
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
específicamente los relativos al cuerpo del delito y la probable
responsabilidad de los inculpados, sino que, previo a ello, estudió
lo relativo a prescripción de la acción penal y, al considerarla
actualizada, declaró extinguida la acción penal respecto del delito
de genocidio.
PRIMER AGRAVIO:
8
La resolución de este amparo dio lugar a la tesis aislada identificada con los siguientes datos:
Novena Época, Instancia: Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo:
X, Noviembre de 1999, Tesis: P. LXXVII/99 , Página:46. Su rubro es el siguiente: “ TRATADOS
INTERNACIONALES. SE UBICAN JERÁRQUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES
FEDERALES Y EN UN SEGUNDO PLANO RESPECTO DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL”.
párrafo, del Pacto Internacional de los Derechos
Civiles y Políticos).
Los delitos de Lesa Humanidad son imprescriptibles
sin importar la fecha en que se cometieron.
El delito de genocidio no prescribe, sin importar que en
el derecho interno no sea considerado como delito
(artículo 1, inciso b, de la Convención para
Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y los
Delitos de Lesa Humanidad).
SEGUNDO AGRAVIO:
En el segundo agravio se hace valer que, en la especie,
existió violación a lo dispuesto por los artículos 110 y 111 del
Código Penal para el Distrito y Teritorios Federales en Materia de
Fuero Común, y para toda la República en Materia de Fuero
Federal, previstos actualmente en los mismos numerales del
Código Penal Federal, 280, 281 y 290 del Código Federal de
Procedimientos Penales. Lo anterior en virtud de los siguientes
argumentos:
Segundo apartado:
Mediante este apartado la recurrente busca demostrar
que, contrario a lo sostenido en la sentencia impugnada, no
se actualizaron los supuestos normativos para que operara
la prescripción de la acción penal. De ello que haya existido
una inexacta aplicación de las disposiciones en las cuales
fundó su determinación el Juez de la causa.
Tercer apartado:
En el presente apartado, la recurrente expresa las
razones que estima conducentes para sostener la postura
de que la figura de la prescripción es de naturaleza procesal
y no sustantiva y justificar, con ello, que en la especie deben
aplicarse las normas procesales vigentes en la actualidad y
no las que estaban vigentes en el momento en que
ocurrieron los hechos, por no aceptar, la jurisprudencia
actual, retroactividad en las mismas.
Contrario a lo sostenido por el juez del conocimiento, la
recurrente no considera que la acción persecutoria sea una
institución que merezca el tratamiento de un derecho
sustantivo, por el hecho de estar esencialmente vinculada
con el derecho a la libertad personal. Por lo mismo, tampoco
estima aplicable a la figura en cuestión, la teoría de los
derechos adquiridos que, en el caso, se traduce en que la
prescripción comenzó a generarse bajo el amparo del
ordenamiento legal vigente al momento en que se
produjeron los hechos presuntamente delictivos, debiéndose
sujetar el cómputo de la misma a las normas de la ley
punitiva vigente en aquel momento, con la salvedad de que
la normatividad vigente en la actualidad otorgara, a los
inculpados, mayores beneficios, en cuyo caso sería ésta la
aplicable.
Cuarto apartado:
TERCER AGRAVIO:
10
Las citadas facultades las detentaba el Primer Madatario, de acuerdo con lo dispuesto por las
siguientes disposiciones, vigentes en la época en que ocurrieron los hechos: artículo 73, fracción
VI, base 5ª, 89, fracción II, y 102 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 7,
de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el veintinueve de diciembre de mil novecientos setenta; 3, 4, 5, 6 y 7 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público del Distrito y Territorios Federales, publicada igualmente el treinta y
uno de diciembre de mil novecientos cincuenta y cuatro; 3, 4 y 6 de la Ley Orgánica de la
Procuraduría General de Justicia del Distrito y Territorios Federales, publicada durante el sexenio
del funcionario mencionado; 5, 6, 8 y 31 de la Ley Orgánica del Ministerio Público Federal,
publicada el veintiséis de noviembre de mil novecientos cincuenta y cinco.
participó en la concepción integral del operativo que
tuvo por objeto la represión desplegada por diferentes
instancias pertenecientes entonces al gobierno federal
por él encabezado; se desprende de la misma
averiguación previa que si bien el grupo paramilitar
denominado “Los Halcones” estaba incorporado a la
Dirección General de Servicios Generales del
Departamento del Distrito Federal, ésta instancia
administrativa formaba parte del gobierno federal y
dependía en su actuación enteramente de las
instrucciones directas del Presidente de la República,
conforme al artículo 73 fracción VI Base 3ª
constitucional y el 22 de la Ley de Secretarías y
Departamentos de Estado así como de las normas que
regulaban a la institución de los Ministerios Públicos de
la Federación y local.
CUARTO AGRAVIO:
11
Lo anterior lo fundamenta en la tesis de la entonces Sala Auxiliar de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, de rubro: “MINISTERIO PÚBLICO. AMPARO IMPROCEDENTE CUANDO
SE NIEGA A EJERCITAR LA ACCIÓN PENAL”, visible en el tomo CXXVI del Semanario Judicial
de la Federación, Quinta Época, página 814.
En el cuarto agravio se hace valer la violación a lo
establecido por los artículos 100, 101 y 102 del entonces Código
Penal para el Distrito y Territorios Federales en Materia de Fuero
Común, y para toda la República en Materia de Fuero Federal,
hoy Código Penal Federal, y el artículo 363 del Código Federal de
Procedimientos Penales en relación con los artículos 108, 109 y
111, todos de la Constitución, en cuanto a sus versiones vigentes
en el año de mil novecientos setenta y uno, época en la cual
ocurrieron los hechos, materia de la consignación ejercitada por
el ministerio público de la federación y de la cual derivó el auto
hoy recurrido.
12
Esta disposición es la misma que la que contiene el segundo párrafo del propio artículo 108 constitucional,
el cual sufrió una reforma en el año de mil novecientos ochenta y dos.
13
Visible en la página 45 del Semanario Judicial de la Federación, Tomo 45, primera parte.
Ello se debe, a juicio de la representación social de la
Federación, a que la legislación penal de aquella época no
contemplaba cuáles eran los delitos graves, razón por la cual no
se podía iniciar el procedimiento mediante el cual se removiera la
protección constitucional al Presidente de la República y ejercer
la acción penal en su contra por el delito de genocidio.
14
Visible a fojas 203 a 207 del toca.
15
Diccionario de la Lengua Española, vigésima primera edición, página 1660.
La prescripción en materia penal consiste en que el Estado,
monopolizador del Ius puniendi, por el simple transcurso del
tiempo, pierde la facultad para: investigar la comisión de hechos
considerados como delitos, perseguir a sus autores o, incluso,
hacer efectivas las sanciones que se hayan impuesto al declarado
responsable de un delito.
Ley; el transcurso de ese plazo sin que se ejerciten, determina la
imposibilidad legal de hacerlo, y si se hace, se produce la nulidad
de dichas actuaciones. De ahí, que para que la prescripción se
produzca basta con el elemento objetivo de la inactividad estatal
en un periodo de tiempo.
previsto en los respectivos numerales 105 de los multicitados
códigos punitivos, y al numeral 118 del código punitivo vigente al
ocurrir los hechos.
PRIMER AGRAVIO:
“Quinta Época
Pleno
Apéndice de 1995
Tomo: I, Parte SCJN, 302.
página 282.
RETROACTIVIDAD DE LA LEY, PRECEPTOS
CONSTITUCIONALES NO SON IMPUGNABLES
POR. Las leyes retroactivas, o las dicta el legislador
común o las expide el Constituyente al establecer los
preceptos del Código Político. En el primer caso, no
se les podrá dar efecto retroactivo, en perjuicio de
alguien, porque lo prohíbe la Constitución; en el
segundo, deberán aplicarse retroactivamente, a
pesar del artículo 14 constitucional, y sin que ello
importe violación de garantía individual alguna. En la
aplicación de los preceptos constitucionales hay que
procurar armonizarlos, y si resultan unos en
oposición con otros, hay que considerar los
especiales como excepción de aquellos que
establecen principios o reglas generales. El legislador
constituyente, en uso de sus facultades amplísimas,
pudo, por altas razones políticas, sociales o de
interés general, establecer casos de excepción al
principio de no retroactividad, y cuando así haya
procedido, tales preceptos deberán aplicarse
retroactivamente. Para que una ley sea retroactiva,
se requiere que obre sobre el pasado y que lesione
derechos adquiridos bajo el amparo de leyes
anteriores, y esta última circunstancia es esencial”
interpretación de ese artículo, es la de que procede el amparo no sólo contra los actos de las
autoridades que violen las garantías individuales, sino también contra las leyes, cuando son
violatorias de las mismas garantías, tienen el carácter de aplicación inmediata y lesionan derechos
adquiridos; pues las palabras del Constituyente no pueden dar lugar a distingos que no están en el
texto del artículo 14 citado, que previene de una manera absoluta, que a ninguna ley se le dará
efecto retroactivo, sin atender a si dicho efecto nace de la aplicación de la ley por las autoridades,
o a si la ley por sí misma, produce dicho efecto, desde el momento de su promulgación, pues
resultaría ilógico admitir que el amparo procede contra las leyes y negarlo cuando se demuestra
que los preceptos de ésta, automáticamente vuelven sobre el pasado, lesionando derechos
adquiridos”. Amparo civil en revisión 1372/28. Robles Carlos. 17 de mayo de 1929. Unanimidad de
cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente.
CONTRA LA, SI CAUSA PERJUICIO”, y “RETROACTIVIDAD
DE LA LEY PENAL MÁS BENÉFICA”.23
26
El referido precepto establece, en lo conducente
"Artículo 2. Términos empleados.
1. Para los efectos de la presente Convención:
a) se entiende por ‘tratado’ un acuerdo internacional celebrado por escrito entre
Estados y regido por el derecho internacional, ya conste en un instrumento único
o en dos instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular
[…]”
Por su parte, la Ley sobre la Celebración de Tratados,
publicada en el Diario Oficial de la Federación el día dos de enero
de mil novecientos noventa y dos, en su artículo 2º, fracción I,
primer párrafo, define al tratado como:
28
Dichas disposiciones constitucionales disponen:
“Artículo 89.- Las facultades y obligaciones del Presidente son las siguientes:
[…]
X. Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, sometiéndolos
a la aprobación del Senado […]”;
“Artículo 76.- Son facultades del Senado: [...]
1.- […] aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas que
celebre el Ejecutivo de la Unión”.;
“Artículo 117.- Los Estados no pueden, en ningún caso: […]
I. Celebrar alianza, tratado, o coalición con otro Estado ni con las potencias
extranjeras […]”.
Las disposiciones constitucionales relativas a la celebración
y aprobación de los tratados previstos esencialmente en los
artículos 89, fracción X, y 76, fracción I, de la norma fundamental,
se desarrollan en la Ley Sobre la Celebración de Tratados antes
mencionada, en sus artículos del 1º al 5º.29
29
Las disposiciones señaladas a la letra dicen:
“Artículo 4º.- Los tratados que se sometan al Senado para los efectos de la
fracción I del artículo 76 de la Constitución, se turnarán a comisión en los
términos de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos, para la formulación del dictamen que corresponda. En su
oportunidad, la resolución del Senado se comunicará al Presidente de la
República .Los tratados, para ser obligatorios en el territorio nacional deberán
haber sido publicados previamente en el Diario Oficial de la Federación”.;
“Artículo 5º.- La voluntad de los Estados Unidos Mexicanos para obligarse
por un tratado se manifestará a través de intercambio de notas diplomáticas,
canje o depósito del instrumento de ratificación, adhesión o aceptación,
mediante las cuales se notifique la aprobación por el Senado el tratado en
cuestión”.
Ejecutivo, por sí o a través de sus plenipotenciarios, y la Cámara
de Senadores del Congreso de la Unión que forman parte
integrante de la Federación.
30
Dichos numerales disponen:
“Artículo 11. Formas de manifestación del consentimiento en obligarse por un
tratado.
1.- El consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado podrá
manifestarse mediante la firma, el canje de instrumentos que constituyan un
tratado, la ratificación, la aceptación, la aprobación o la adhesión, o en
cualquier otra forma que se hubiere convenido.
De lo hasta aquí expuesto se obtiene lo siguiente:
abstenerse de cualquier acto que frustre el objeto y fin del tratado,
sin importar que se encuentre pendiente de ratificación,
aceptación o aprobación, pues así deriva de lo dispuesto por los
artículos 11 y 18 de la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados, es decir, que la sola firma “ad referéndum” del
tratado o el intercambio de instrumentos que la constituyan
produce las consecuencias jurídicas señaladas.
“ARTÍCULO I.
Los crímenes siguientes son imprescriptibles,
cualquiera que sea la fecha en que se hayan cometido
[…]”.
34
Visible a fojas 5198 a 5779 del Tomo IX de la Averiguación Previa Número
PGR/FEMOSPP/011/2002.
35
Visible a fojas 6217 a 6373 del Tomo X de la Averiguación Previa Número
PGR/FEMOSPP/011/2002.
Además, señala que éstas se llevaron a cabo antes de que
transcurriera la mitad del lapso necesario para que operara la
prescripción de la acción penal del delito de genocidio, esto de
acuerdo con las reglas establecidas para la prescripción en el
código punitivo aplicable.
36
Ello ha sido sostenido con anterioridad por esta Primera Sala al resolver Amparo en revisión
1596/98, el once de octubre de dos mil, por unanimidad de cuatro votos.
“Artículo 110.- La prescripción de las acciones se
interrumpirá por las actuaciones que se practiquen
en averiguación del delito y delincuentes, aunque,
por ignorarse quiénes sean éstos, no se practiquen
las diligencias contra persona determinada.
Si se dejara de actuar, la prescripción
comenzará de nuevo desde el día siguiente a la
última diligencia”.
Sexta Época, volumen XXXIV, página 9, A.D. 746/60. Luis Castro Malpica.
en el trayecto de la citada acción penal, son idóneas para
interrumpir el plazo para que opere la misma.
38
Apoya la anterior conclusión, los criterios sustentados por esta Primera Sala, en las tesis con los
siguientes datos de localización y contenido: Sexta Época, Semanario Judicial de la Federación,
Tomo Segunda Parte, LVI, página 45, “PRESCRIPCIÓN, INTERRUPCIÓN DE LA. Las actuaciones
del Ministerio Público practicadas en la averiguación previa, para la determinación del delito y
obtención de datos a fin de demostrar en su oportunidad ante los tribunales la responsabilidad del
delincuente, indudablemente interrumpieron la prescripción. El Código Federal de Procedimientos
Penales señala entre las partes en que se divide el procedimiento penal, la averiguación previa;
por otra parte, el artículo 110 del Código Penal establece que la prescripción de las acciones se
interrumpirá por las actuaciones que se practiquen en averiguación del delito y delincuentes,
aunque por ignorarse quiénes sean éstos, no se practiquen las diligencias contra persona
determinada. Del precepto mencionado debe concluirse que la ley, en forma expresa habla de las
actuaciones practicadas por el Ministerio Público, único autorizado, de acuerdo con la Constitución
Federal para averiguar los delitos. En todo caso, la prescripción que comenzó a correr desde el
momento de comisión de los delitos, se interrumpió, como se ha expresado, por las actuaciones
del Ministerio Público, en la fase de averiguación previa”. Amparo directo 4849/61. Antonio
Velázquez Muñoz. 2 de febrero de 1962. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Angel González de
la Vega; y Sexta Época, Semanario Judicial de la Federación, Tomo Segunda Parte, CXXXII,
página 17, “PRESCRIPCIÓN, INTERRUPCIÓN DE LA (LEGISLACIÓN PENAL FEDERAL). De
acuerdo a la interpretación rigurosa del artículo 110 del código sustantivo federal, las actuaciones
llevadas a cabo por el Ministerio Público son interruptoras de los términos de la prescripción de la
acción penal, ya que claramente dispone dicho artículo que la prescripción de las acciones se
interrumpirá por las actuaciones que se practiquen en averiguación del delito y delincuentes,
siendo precisamente el Ministerio Público el órgano constitucionalmente facultado para cumplir la
fase averiguadora del procedimiento”. Amparo directo 8423/64. Ramón Corral Portillo. 20 de junio
de 1968. Cinco votos. Ponente: Mario G. Rebolledo Fernández.
para interrumpir el término para que opere la prescripción de la
acción penal, no sólo en su carácter de autoridad investigadora,
sino incluso al cumplir su función de persecución del delito, ante
la autoridad judicial, sosteniendo el ejercicio de la acción penal,
hasta en tanto no se dicte sentencia.
TERCER AGRAVIO:
42
El texto original de dichos artículos, en lo conducente, decía:
“Artículo 21. La imposición de las penas es propia y exclusiva de la autoridad
judicial. La persecución de los delitos incumbe al Ministerio Público y a la policía
judicial, la cual estará bajo la autoridad y mando inmediato de aquél. Compete a
la autoridad administrativa el castigo de las infracciones de los reglamentos
gubernativos y de policía; el cual únicamente consistirá en multa o arresto hasta
por treinta y seis horas; pero si el infractor no pagare la multa que se le hubiese
impuesto, se permutará ésta por el arresto correspondiente, que no excederá en
ningún caso de quince días.
Si el infractor fuese jornalero u obrero, no podrá ser castigado con multa mayor
del importe de su jornal o sueldo en una semana”.
“Artículo 102. La ley organizará el Ministerio Público de la Federación, cuyos
funcionarios serán nombrados y removidos libremente por el Ejecutivo, debiendo
estar presididos por un Procurador General que deberá tener las mismas
cantidades requeridas para ser Magistrado de la Suprema Corte.
Estará a cargo del Ministerio Público de la Federación la persecución ante los
tribunales de todos los delitos del orden federal: y, por lo mismo, a él le
corresponderá solicitar las órdenes de aprehensión contra los reos; buscar y
presentar las pruebas que acrediten la responsabilidad de éstos; hacer que los
juicios se sigan con toda regularidad, para que la administración de justicia sea
pronta y expedita; pedir su aplicación de las penas e intervenir en todos los
juicios que la misma ley determinare.
El Procurador General de la República intervendrá personalmente en todos los
negocios en que la Federación fuese parte; en los casos de los Ministros
Diplomáticos y Cónsules Generales, y en aquellos que se suscitaren entre dos o
más Estados de la Unión, entre un Estado y la Federación o entre los Poderes
de un mismo Estado. En los demás casos en que deba intervenir el Ministerio
Público de la Federación, el Procurador General podrá intervenir por sí o por
medio de alguno de sus agentes”.
Con estas disposiciones se quita a los jueces la facultad que
tenían de seguir de oficio todo proceso, se desvincula al Ministerio
Público del juez de instrucción y se le organiza como un
organismo autónomo e independiente del Poder Judicial, con las
atribuciones exclusivas de investigación y persecución del delito,
así como el mando de la policía judicial.
es el nombre técnico con que se le designa.---(...) Por esto verán los señores
diputados que lo que el C. Primer Jefe dice en su discurso, está enteramente
conforme con lo que expresa el artículo. La policía, el poder administrativo,
persigue a los delincuentes mediante su órgano, que es el agente del
Ministerio Público; el agente del Ministerio Público desempeña esa función con
los auxiliares que tiene al efecto o sea la policía judicial. La reforma consiste en
acabar con esa amalgama que había hecho las leyes anteriores conservando
el Poder Judicial enteramente independiente del poder administrativo, y por
otra parte, descentralizando al Poder Judicial de sus funciones, al convertirse
en el inquisidor de todos los hechos que ameriten la aplicación de una ley
penal. Esta es la explicación que tenía que dar a ustedes (...)”.
monopolio de la acción penal y la representación de la sociedad,
conforme lo dispuesto en los artículos 21 y 102 constitucionales.
47
Los artículos 14, 17, 21 y 102 constitucionales, vigentes en la época de los hechos,
establecían:
“Artículo. 14.- A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona
alguna.
Nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades,
posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales
del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho.
En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía,
y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley
exactamente aplicable al delito de que se trata.
En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la
letra o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta se fundará en los
principios generales del derecho”.
propio texto constitucional se establecía, por un lado, que ninguna
persona podría hacerse justicia por sí misma ni ejercer violencia
para reclamar su derecho, así como que los tribunales estarían
expeditos para administrar justicia, y por el otro, el monopolio de
la persecución de los delitos y el ejercicio de la acción penal a
cargo del Ministerio Público, sin que ello, como se anotó
anteriormente, pueda considerarse contradictorio, ni violatorio de
garantía alguna.
“Artículo 17.- Nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter puramente
civil. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma ni ejercer violencia
para reclamar su derecho. Los tribunales estarán expeditos para administrar
justicia en los plazos y términos que fije la ley; su servicio será gratuito,
quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales”.
“Artículo. 21.- La imposición de las penas es propia y exclusiva de la autoridad
judicial. La persecución de los delitos incumbe al Ministerio Público y a la
policía judicial, la cual estará bajo la autoridad y mando inmediato de aquél.
Compete a la autoridad administrativa el castigo de las infracciones de los
reglamentos gubernativos y de policía; el cual únicamente consistirá en multa o
arresto hasta por treinta y seis horas; pero si el infractor no pagare la multa que
se le hubiese impuesto, se permutará ésta por el arresto correspondiente, que
no excederá en ningún caso de quince días.
Si el infractor fuese jornalero u obrero, no podrá ser castigado con multa mayor
del importe de su jornal o sueldo en una semana”.
“Artículo 102.- La ley organizará el Ministerio Público de la Federación, cuyos
funcionarios serán nombrados y removidos por el Ejecutivo, de acuerdo con la
ley respectiva, debiendo estar presididos por un Procurador General, el que
deberá tener las mismas calidades requeridas para ser ministro de la Suprema
Corte de Justicia.
Incumbe al Ministerio Público de la Federación, la persecución, ante los
tribunales, de todos los delitos del orden federal; y, por lo mismo, a él le
corresponderá solicitar las órdenes de aprehensión contra los inculpados;
buscar y presentar las pruebas que acrediten la responsabilidad de éstos;
hacer que los juicios se sigan con toda regularidad para que la administración
de justicia sea pronta y expedita; pedir la aplicación de las penas e intervenir
en todos los negocios que la ley determine.
El Procurador General de la República intervendrá personalmente en las
controversias que se suscitaren entre dos o más Estados de la Unión, entre un
Estado y la Federación o entre los Poderes de un mismo Estado.
En todos los negocios en que la Federación fuese parte; en los casos de los
diplomáticos y los cónsules generales y en los demás en que deba intervenir el
Ministerio Público de la Federación, el Procurador General lo hará por sí o por
medio de sus agentes.
El Procurador General de la República será el consejero jurídico del Gobierno.
Tanto él como sus agentes serán responsables de toda falta, omisión o
violación a la ley, en que incurran con motivo de sus funciones”.
Atendiendo a las mismas razones, son de calificarse como
infundados los motivos de inconformidad en los que la
representación social de la Federación señala que al ser
inatacables las determinaciones del Ministerio Público en la
averiguación previa y no estar sujetas a control judicial alguno, se
violentaba lo establecido en los artículos 3, 8 y 10 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos; 2, sección 3,
incisos A), B) y el 14, sección 1, del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos; V y XVIII de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, y 4, sección
1, in fine y 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José), así como los principios de Ius
cogens —incorporados a nuestro sistema jurídico nacional
conforme a lo establecido en el artículo 133 constitucional—,
respecto a la necesidad de una actuación imparcial, objetiva y
expedita de las autoridades encargadas de procurar y administrar
justicia para lograr la efectividad de los derechos de los
individuos.
“Séptima Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 43 Primera Parte
Página: 93
“Séptima Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 33 Primera Parte
Página: 13
ACCIÓN PENAL, NO ES VIOLATORIA DE
GARANTÍAS DEL SUPUESTO OFENDIDO LA
NEGATIVA DEL MINISTERIO PUBLICO PARA
EJERCITARLA. No viola las garantías individuales del
que se dice ofendido con hechos delictuosos, la
negativa del Ministerio Público para ejercitar la acción
penal, porque el particular no es titular de un derecho
tendiente a exigir el ejercicio de esta acción. Por ende,
no puede hablarse de la privación de sus derechos
para ese efecto. Compete al Ministerio Público,
exclusivamente, el ejercicio de la acción penal y ello
obliga a excluir tal acción del patrimonio privado. No es
obstáculo para esa conclusión la actitud indebida en
que puede incurrir aquella institución, porque, en todo
caso, ello vulneraría derechos sociales entre los que se
encuentra el de perseguir los delitos, lo que podría
motivar el consiguiente juicio de responsabilidad en
contra del funcionario infractor de la ley, pero no un
juicio constitucional que podría dar como resultado
obligar a la autoridad responsable a ejercitar la acción
penal, quedando así al arbitrio de los tribunales
judiciales de la Federación, la persecución de esos
delitos que, según el texto y el espíritu del artículo 21
constitucional, queda excluido de sus funciones.
Amparo en revisión 2281/57. Elodia Martínez L. 7 de
septiembre de 1971. Unanimidad de diecisiete votos.
Ponente: Enrique Martínez Ulloa”.
libremente […]”
“Artículo 89.- Las facultades y obligaciones del Presidente son las siguientes:
[…]
II.- Nombrar y remover libremente a los secretarios del Despacho, al
procurador general de la República, al gobernador del Distrito Federal y a los
gobernadores de los Territorios, al procurador general de justicia del Distrito
Federal y Territorios, remover a los agentes diplomáticos y empleados
superiores de Hacienda y nombrar y remover libremente a los demás
empleados de la Unión, cuyo nombramiento o remoción no esté determinada
de otro modo en la Constitución o en las leyes […]”
como del Distrito Federal, lo tenía el probable responsable
**********, en su carácter de Presidente de la República, lo cual
impidió que se le pudiera investigar a él y los copartícipes.
deberán ser juzgados los integrantes del gobierno rebelde y
sus colaboradores.
CUARTO AGRAVIO:
52
Visible de la página 154 a la 159 del escrito de agravios.
adoptar ese cuerpo deliberante por mayoría absoluta de sus
miembros.
53
Visible de la página 159 a la 162 del escrito de agravios.
54
Como se aprecia de la página. 162 del escrito de agravios.
Todos los artículos constitucionales citados y los argumentos
contenidos en el agravio forman parte del Título IV de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relativo a
las Responsabilidades de los Funcionarios Públicos (actualmente
Responsabilidades de los Servidores Públicos). Al respecto, cabe
destacar que dicho Título, que comprende de los artículos 108 al
114, fue reformado integralmente mediante reforma constitucional
publicada en el Diario Oficial de la Federación el veintiocho de
diciembre de mil novecientos ochenta y dos.
“EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
MÉXICO D.F., A 3 DICIEMBRE DE 1982
INICIATIVA DEL EJECUTIVO
CC. SECRETARIOS DE LA CÁMARA DE
SENADORES DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN.
PRESENTE.
La libertad individual para pensar y hacer es cuestión
de cada quien. No corresponde al Estado tutelar la
moralidad personal que la inspira. Pero el Estado tiene
la obligación ineludible de prevenir y sancionar la
inmoralidad social, la corrupción. Ella afecta los
derechos de otros, de la sociedad, y los intereses
nacionales. Y en el México de nuestros días, nuestro
pueblo exige con urgencia una renovación moral de la
sociedad que ataque de raíz los daños de la corrupción
en el bienestar de su convivencia social.
Es esencia de nuestra democracia federal el que las
leyes y el gobierno que se da el pueblo atiendan su
demanda nacional. Obliga a actuar de inmediato no
sólo a los poderes constituidos en sus respectivos
ámbitos de competencia, sino antes que nada al Poder
Constituyente de nuestro Pacto Federal.[…].
La iniciativa propone avanzar en el tratamiento a que
están sujetos los servidores públicos. Las bases
constitucionales vigentes son insuficientes para garantizar
que los empleos, cargos o comisiones en el servicio
público subordinen el interés particular a los intereses
colectivos superiores de la sociedad. Si queremos esas
garantías tenemos que renovar esas bases.
Hay que establecer las normas que obliguen con
efectividad al servidor público con la sociedad; para
que sus obligaciones no se disuelvan; y para que el
comportamiento honrado prevalezca. Se necesitan
bases nuevas por las que la sociedad recurra al
Derecho y no se vea forzada a quebrantarlo para
obtener del gobierno lo que en justicia le corresponde,
para que los recursos económicos nacionales
aumenten el bienestar del pueblo.
Sometemos, en consecuencia, esta iniciativa para
reformar y adicionar las responsabilidades
constitucionales de los servidores públicos a fin de
establecer en la esencia de nuestro sistema jurídico las
bases para que la arbitrariedad, incongruencia,
confusión, inmunidad, inequidad e ineficacia no
prevalezcan, no corrompan los valores superiores que
debe tutelar el servicio público.[…].
TÍTULO CUARTO
El Título Cuarto constitucional estableció en 1917,
hace casi sesenta y seis años, las bases para
responsabilizar a los servidores públicos por el
incumplimiento de sus obligaciones para con la
sociedad. Desde entonces, uno solo de su siete
artículos ha sido reformado en tres ocasiones y sólo
para regular procedimientos de remota aplicación.[…].
La obligación de servir con legalidad, honradez,
lealtad, imparcialidad, economía y eficacia a los
intereses del pueblo es la misma para todo servidor
público, independientemente de su jerarquía, rango,
origen o lugar de su empleo, cargo o comisión.
Las nuevas bases constitucionales que proponemos se
inspiran en este principio igualitario, al mismo tiempo
que establecen con claridad las responsabilidades
políticas, penales y administrativas que pueden resultar
de esas obligaciones comunes de todo servidor
público.
La iniciativa propone reordenar el Título Cuarto,
estableciendo los sujetos a las responsabilidades por
el servicio público (artículo 108); la naturaleza de
dichas responsabilidades y las bases de la
responsabilidad penal por enriquecimiento ilícito
(artículo 109); el juicio para exigir las responsabilidades
políticas y la naturaleza de las sanciones
correspondientes (artículo 110); la sujeción de los
servidores públicos a las sanciones penales y las
bases para que no se confunda su aplicación con
represalias políticas (artículos 111 y 112); la naturaleza
de las sanciones administrativas y los procedimientos
para aplicarlas (artículo 113); y, finalmente, los plazos
de prescripción para exigir responsabilidades a
servidores públicos (artículo 114). […]
ARTÍCULO 111
Propone establecer los principios reguladores de las
responsabilidades penales de los servidores públicos.
En consonancia con el espíritu de la reforma al título,
elimina las prerrogativas de los servidores públicos
frente al resto de la población para ser procesados
penalmente por los delitos en que incurran
manteniendo solamente el procedimiento previo de
procedencia ante la Cámara de Diputados para
aquellos casos en los que el mismo debe prevenir que
la acción penal no se deforme utilizándose con fines
políticos, tal y como lo previene el texto constitucional
vigente.[…].
ARTÍCULO 114
La iniciativa propone ampliar el término de prescripción
para los delitos cometidos por los servidores públicos
con fuero durante el desempeño de su empleo, cargo o
comisión de un año a lo que establezca la Ley Penal
sin poder nunca ser menor a tres, y establece que la
prescripción se interrumpe en tanto se goce de fuero.
Lo que busca es restringir la protección constitucional a
una garantía procedimental que prevenga meramente
la confusión de las acciones políticas y penales y que
no degenere en fuente de inmunidad para los
servidores públicos que delinquen […]”.
56
Existe un gran número de modalidades para la proyección de efectos o entrada en vigor hacia el
futuro de las reformas a la Constitución Federal. Sin embargo, no existe una sola reforma que, en
su articulado transitorio, establezca modalidades hacia el pasado. Esto quiere decir que el
constituyente moraliza los efectos solamente para el futuro, mientras que las normas
constitucionales, por su naturaleza, se aplican a los hechos acaecidos en el pasado.
“Quinta Época.
Instancia: Pleno.
Fuente: Apéndice de 1995
Tomo: I, Parte SCJN, 302.
Página: 282.
Para evitar lo anterior, esta Primera Sala estima que, una vez
analizado por este Alto Tribunal lo que constituye la materia del
presente recurso, delimitada anteriormente, lo procedente es
reservar jurisdicción al tribunal unitario de circuito de origen, a
saber, el Quinto Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer
Circuito, para que en ejercicio de sus atribuciones se pronuncie
respecto de los extremos aludidos.59
Así pues, en virtud de que el Juez de Distrito de la causa, en
atención a la forma en que resolvió, no estudio los requisitos que,
para el libramiento de las órdenes de aprehensión solicitadas, se
encuentran previstos en el artículo 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, específicamente los relativos al
cuerpo del delito y la probable responsabilidad de los inculpados,
es necesario que el tribunal unitario anotado estudie los mismos,
únicamente respecto de los inculpados ********** y ********** , toda
vez que se ha considerado, en la presente resolución, que, por lo
que hace a ellos, no ha prescrito la acción penal respecto del
delito de genocidio que se les imputa y, por lo mismo, ha quedado
pendiente el estudio relativo a si debe girárseles la orden de
aprehensión solicitada, inicialmente, por la autoridad ministerial.
59
En términos similares, se pronunció esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al
revolver el día cinco de noviembre de dos mil tres, por unanimidad de cuatro votos, el recurso de apelación
extraordinaria 1/2003, promovido por el Agente del Ministerio Público de la Federación adscrito al Primer
Tribunal Unitario del Cuarto Circuito, siendo Ponente el señor Ministro Juventino V. Castro y Castro.
Por lo anteriormente expuesto y fundado es de resolverse y
se
R E S U E L V E:
PRESIDENTA:
MINISTRO PONENTE:
EL SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA:
LIC. MANUEL DE JESÚS SANTIZO RINCÓN.