Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
La lectura comienza con implícitas descripciones del panorama natural del Al-Ándalus en
el siglo XI mediante la poesía; seguido por una canción poética que habla de dos amantes
anónimos y de la relación erótica de éstos de forma poética. A raíz de esto, se hace mención del
Cantar de Mio Cid, seguido por la Égloga I (un subgénero de la poesía lírica que trata de temas
amorosos) de Garcilaso de la Vega.
Por otro lado, se nombra el libro de Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo,
que en forma de presagio, se discute como su poema clerical tendrá impacto religioso, con cierto
grado de estilización. También, se empieza a dar descripciones estéticas y lujosas del Al-
Ándalus, con la referencia de Baco/Dionisio (dios del vino) mediante una fiesta a la que asisten
diferentes poetas en un palacio.
No obstante a la vida lujosa que muchos poetas y personajes de alto conocimiento tenían
en aquella época, se presenta un panorama más humilde y sencillo. Aquí se discute el amor de
una chica (quien vive con su madre) con su amado; es un amor inconstante, ya que su amado
frecuentemente está ausente, por lo que la chica sufre por ello. El texto asocia esta historia de
amor con la de Melibea y su amado Calisto, del libro de "La Celestina", con la diferencia de que
Melibea le canta a su amado Calisto; por lo que el cantar era común en el siglo XI.
Cabe destacar que estos poemas en el texto y la vida lujosa que se ha discutido hace
referencia a la vida judía, donde sus poemas están escritos en hebreo y mucho de esos nombres
no nos son conocidos; por eso la referencia o asociación a personajes emblemáticos como
Melibea, Fray Luis de León, entre otros. Otra cosa a destacar es la vida/cultura sofisticada de los
judíos, por los altos conocimientos demostrados en los poemas y por los lujos, etc.
Con todo eso dicho, es importante mencionar que "Sefarad" es el nombre que los judíos
dieron a la Península Ibérica en Hebreo; También se le llama el "Renacimiento de Sefarad" por
lo que hace sentido, ya que los judíos estaban viviendo una gran sofisticación cultural en pleno
siglo XI. La España medieval tenía tres nombres: España, Sefarad y Al-Ándalus. La convivencia
entre cristianos, judíos y musulmanes es lo que ha dado lugar a la cultura hispanohebrea, o en
otras palabras, de los judíos.
Es interesante ver que califas como Al-Ma'mún y al-Rashid tenían conocimiento de la
cultura persa y griega, donde la estudiaban y la traducían, mientras que Carlomagno (pese a ser
menos contemporáneo que ellos) apenas sabía firmar. Los árabes introducen la disciplina del
álgebra, seguido de la invención de números llamado "arábigos”. Córdoba, sin duda alguna, fue
un lugar de gran avance y sofisticación cultura durante aquella época, con 27 escuelas libres, 70
bibliotecas y una universidad con 400,000 volúmenes anotados personalmente por el califa al-
Hakam II (segundo califa Omeya). Un avance medicinal bastante adelantado en la época era la
cirugía de cataratas que se llevaba a cabo en la mezquita de Córdoba con espinas de pescados y
anestésicos. En esta época se cultivaron grandes poetas literarios como Wallada, Hafsa y
filósofos como Averroes; y astrónomos como Ibn Bayyah (Avempace), quien canta unos versos
a su amigo muerto en la noche, durante una vela en su sepulcro y con sus conocimientos de
astronomía, sabía que esa noche iba a haber un eclipse lunar y cantó dichos versos antes de que
ocurriese el eclipse.
Sefarad surge gracias a esta cultura brillante, pese a que los judíos estaban antes que los
musulmanes en España. La península de Granada y de Tarragona era llamada "madinat al-
Yahud" (ciudad de los judíos). Como estos hispanohebreos en el aspecto cultural y humano se
desarrollaron rápidamente, el historiador Abraham León Sachar cree que estos hispanohebreos
ayudaron a los árabes con la invasión del 711. Cabe destacar que la dinastía omeya que se
estableció en Al-Ándalus fue más bondadosa que la monarquía visigótica.
Los judíos empiezan a tomar puestos/profesiones importantes, tales como: médicos,
escritores, banqueros, políticos y traductores entre la cultura árabe y cristiana. Todos estos
avances de los judíos hacen que ellos desarrollen una civilización independiente de la
musulmana y la cristiana.
Cabe destacar que los judíos se inspiraron de los árabes, teniendo en mente que no se
convirtieron al islam. Como resultado, los hispanohebreos vivieron el período más brillante en la
historia de Israel desde hace mucho tiempo en cuanto a sus poemas y a su propia evolución
histórica/cultural. Muchos sefardíes vienen originalmente de las tribus de Judá y Benjamín.
Por otro lado, el texto discute brevemente la vida de Ibn Gabirol, un poeta y filósofo
hispanojudío al que se le considera el más grande poeta medieval hebreo. Pese a defender mucho
la lengua hebra, él escribe mucho de sus libros filosóficos (entre los principales) en árabe, tales
como "fons vitae" y en español "la fuente de la vida". Luego, se le conoció por el nombre de
"Avicebrón" por los latinos, pero posteriormente Salomón Munk (un erudito orientalista francés
y conocedor del caldeo, el árabe, el siríaco y el persa, además de conocer las lenguas europeas)
identificó a este poeta como "Ibn Gabirol". Nunca se casó.
No obstante, Yehudah Halevi fue un filósofo y médico sefardí, considerado, junto con
Ibn Gabirol, uno de los poetas judíos más importantes de la literatura hispanohebrea. Adaptó los
versos eróticos del libro "Cantar de los cantares". Además, redactó el libro de "Kuzari", donde
defiende a favor de su pueblo la religión judía ante la musulmana y la cristiana. Decidió
emprender un viaje a Jerusalén para conocer la tierra sagrada, pero no se sabe si llegó a dicho
lugar, debido a las tempestades que tuvo que enfrentar cuando estaba por el camino de
Alejandría.
Otro poeta relevante de la época fue Moses ibn Ezra. Además de ser sabio y maduro,
llegó a dominar 4 idiomas: el griego, el árabe, el latín y el hebreo. Siente un profundo amor por
su sobrina que va más allá de la muerte. Debido a que este poeta fracasó en la vida de los
negocios, su familia pensó que él no era buena opción para la niña. Como resultado, él le escribe
una triste carta a su amada y se exila a Castilla, cultura ínfima en contraste con la del Al-
Ándalus. Tras su exilio, el poeta recibe la trágica noticia de que su amada sobrina (quien le había
pedido al poeta que regresara del exilio) falleció durante un parto. Con esto, la desesperación
entra en el poeta, por lo que empieza a escribir versos de penitencia. El poeta nunca regresó, ya
que según él su destino era morir en tierras lejanas.
También se hace mención de Maimónides, el pensador y filósofo más importante del Al-
Ándalus (España) o de la España hebrea. Este hombre codifica la ley rabínica (reglas religiosas
judías) y además de escribir su obra filosófica judaica "Guía de los perplejos", intenta asentar la
fe en la gente. Por otro lado, las escuelas bíblicas logran dos objetivos primordiales: el desarrollo
de la cábala (tiene que ver con la interpretación mística de los judíos a los textos bíblicos) y la
escuela caraíta que hace referencia al análisis científico, histórico y filosófico de las escrituras.
Cabe destacar que la prosperidad y el avance cultural de los sefarditas se debió al contacto con la
cultura musulmana, donde se enriquecieron enormemente, y, sobre todo, a la armonía que había
en ese momento entre las tres clases (judía, musulmana y cristiana). Esto no dura mucho debido
a que inicia el antisemitismo (actitud antipática y persecución) hacia los judíos, y como
resultado, se establece la inquisición en 1478; los judíos son expulsados en 1492.
La convivencia social y cultural entre estas tres civilizaciones en la Edad Media se sustenta con
el equilibrio económico de ellos. Esto no dura mucho, debido a que los cristianos ganan la
Batalla de Las Navas de Tolosa (1212), lo que deteriora el equilibrio y armonía entre estas tres
castas, y con la toma de Granada. La discriminación y el antisemitismo como se mencionó
anteriormente fue muy violenta, y nada fácil de lograr. Estos "cristianos viejos" buscan asfixiar y
limitar el conocimiento cultural de las otras castas, y, sobre todo, deshacerse de los judíos.
De aquí sale el término “converso”, que era básicamente un judío que se convertía al
cristianismo. A raíz de todo esto empezó la limpieza de sangre (ya se resumió anteriormente en
el trabajo anterior). Dicho todo esto, poco a poco la gloria de Sefarad fue esfumándose, por lo
que los moriscos tuvieron una suerte similar, cuando en 1609 fueron expulsados del Al-Ándalus
por los cristianos.