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Masculinidad – Feminidad como un rasgo general de personalidad

(1936-1974)

Según Ashmore (1990) este período resulta más difícil de etiquetar, porque hubo varias
tendencias distintas. Continuaron las investigaciones sobre las diferencias entre mujeres y
hombres en competencia intelectual, aunque se centraron más en las capacidades específicas
que en el CI, y también analizaron las diferencias en variables no intelectuales como los
intereses. Para este autor, lo más importante y revolucionario de este período fue la
introducción y diseminación, dentro de la Psicología, de la noción de unos rasgos de
personalidad generales y opuestos: “masculinidad” y “feminidad”.

El trabajo seminal (trabajo de origen) fue el de Terman y Miles Sex and Personality (sexo y
personalidad), publicado en 1936. Este trabajo tuvo su origen en el descubrimiento, hecho
unos años antes cuando recogían información sobre los niños superdotados, de que los niños
y las niñas que componían el grupo experimental se distinguían en varios aspectos.

Basándose en tales diferencias, plantearon un buen número de cuestiones a mujeres y


hombres de varias edades, seleccionando aquellas que mostraban diferencias
estadísticamente significativas para elaborar un test que denominaron “Cuestionario de
análisis de actitudes e intereses”. Este incluía siete tipos de ítems: asociaciones de palabras,
asociaciones ante manchas de tinta, información general, respuestas emocionales y éticas,
intereses, opiniones, e introversión.

Posteriormente se desarrollaron otros instrumentos y las escalas de masculinidad-feminidad


llegaron a formar parte de la mayoría de las baterías de evaluación de los cuestionarios de
personalidad y de intereses tales como:

-La escala M-F del cuestionario de Intereses Vocacionales de Strong (1936), incluía ítems
que no discriminaban entre mujeres y hombres y se centraba más en la medida de ítems
relevantes para los roles ocupacionales.
La escala M-F del Inventario de Personalidad Multifásico de Minnesota (MMPI, Hathaway
y Mckinley, 1943) que, aunque pretende evaluar la tendencia hacia la masculinidad o
feminidad de los patrones de intereses, también incluye explícitamente la homosexualidad
en su definición del constructo.

La Escala de feminidad de Gough (1952) que incluía 58 ítems que discriminaban entre
mujeres y hombres, que serían reducidos a 38 cuando se incluyó en el Inventario Psicológico
de California con el fin de definir un síndrome personológico que puede llamarse masculino
en un polo y femenino en otro.

Hubo otros intentos de medida de masculinidad-feminidad en adultos, basándose en la


respuesta verbal, pero con un formato diferente a los cuestionarios e inventarios estándar,
tales como asociación de palabras o diferencial semántico, entre otros.

señalan Spence, Deaux y Hehnreich (1985), puede deducirse que los hombres tendían a ser
considerados como la norma y las mujeres como miembros de menor interés o no típicos de
la población.

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