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LECCIÓN 8

LA VÍCTIMA

A. Alcance de la expresión
Una definición que pueda darnos una idea más acertada en cuanto al concepto de victima podemos
hallarla en la declaración de “Principios fundamentales de justicia y de Asistencia a Víctimas de delitos”,
de las Naciones Unidas, en su punto A, intitulado “Alcance”, que refiere: “Se entenderá por víctimas, tal
como se han definido en el presente documento, las personas naturales o jurídicas que individual o
colectivamente, hayan sufrido daños, incluido lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional,
pérdida financiera o menoscabo substancial de sus derechos fundamentales como consecuencia de
acciones u omisiones que violen la legislación penal nacional o internacional o que de otra manera
constituyan una violación grave de normas internacionalmente reconocidas, relacionadas con los
derechos humanos, la conducta de empresas o abusos ilícitos de poder” .

¿En los hechos punibles contra el medio ambiente, quién es la víctima?


La víctima es directamente la sociedad afectada por el ilícito. Esta actúa a través del representante
fiscal, quien ejerce la acción pública en cada caso.
En general, la víctima no se halla representada por una persona individual en los delitos contra el
Medio Ambiente, sino por un colectivo humano que se ve o vería afectado eventualmente en su vida,
salud e integridad física; por lo que el Ministerio Público como representante de la sociedad, ejerce la
acción, para evitar que dichos delitos sigan perpetrándose restableciendo las cosas a su estado anterior
y procurando lograr la reparación del daño, por lo menos en forma simbólica. Ya que el daño integral
no siempre es fácil de cuantificar.

B. Rescate de algunos valores de la participación de la víctima en el proceso penal


La participación de la víctima como o como querellante se halla garantizada por el Código al darle la
intervención activa en el proceso, concediéndole diversas facultades.
Se garantiza a las víctimas del hecho, el pleno respeto de los derechos procesales y la protección
integral física y moral. Aunque la víctima no haya participado como querellante, el Estado deberá
informarle periódicamente sobre la marcha del proceso, en relación a cada acto procesal que pueda
interesarle, con la debida anticipación. Asimismo la víctima podrá ejercer el derecho a recurrir las
decisiones que le produzcan agravios, aunque no tenga reconocida su personería.
Durante las audiencias orales, si está presente, la víctima tendrá derecho a ser oída antes de cada
decisión relevante del proceso. Una de las innovaciones introducidas en la nueva ley procesal es la
posibilidad que tiene la víctima de reclamar el daño o perjuicio producido por el delito, luego de
lograda la condena del imputado o la medida impuesta al imputable1.

1. Calidad de víctima
Artículo 67. CALIDAD DE VICTIMA. Este código considerará víctima a:

1
María Carolina Llanes, Lineamientos, Pág. 114.

1
1) la persona ofendida directamente por el hecho punible;
2) el cónyuge, conviviente o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad o
por adopción, o segundo de afinidad, al representante legal y al heredero
testamentario en los hechos punibles cuyo resultado sea la muerte de la víctima;
3) los socios, respecto de los hechos punibles que afecten a una sociedad,
cometidos por quienes la dirigen, administren o controlen, o sus gerentes.

CALIDAD DE VÍCTIMA
¿Quiénes tienen la calidad de víctima en el proceso penal?
A diferencia de lo que sucede en otros ordenamientos jurídicos, en el sistema paraguayo, el fiscal
ostenta prácticamente el monopolio de la acción penal pública, representando los intereses de la
comunidad. El C.P.P. establece la querella adhesiva ejercida por el particular ofendido, que en
forma coadyuvante con el ejercicio de la acción penal pública permite conjugar el interés público y
el interés individual en la persecución penal.
Dos tipos de acusadores no públicos, pueden intervenir en el proceso penal: el acusador particular
(adhesivo) y el acusador privado (autónomo). La diferencia esencial radica en el carácter
contingente del primero y el carácter necesario del segundo, conforme el tipo de hecho punible por
el que se procede.
La querella pública es aquella que pretende el mero restablecimiento del orden jurídico lesionado
por el delito y puede ser promovida por el haya sido ofendido por el mismo.
La querella privada es aquella que plantea el ofendido por el delito y está dirigida a obtener el
castigo del culpable y generalmente la reparación del daño. El C.P.P. establece la querella adhesiva
en los delitos de acción pública y la querella autónoma en los delitos de acción privada. En lo
referente a la víctima el Código Procesal contiene una particular innovación al garantizar sus
derechos expresamente, desde el inicio del proceso hasta su finalización.

2. Derechos de la víctima
Artículo 68. DERECHOS DE LA VÍCTIMA. La víctima tendrá derecho a:
1) recibir un trato digno y respetuoso, que se hagan mínimas sus molestias
derivadas del procedimiento, la salvaguarda de su intimidad en la medida en que
no obstruya la investigación y a la protección de su seguridad, la de sus familiares
y la de los testigos que depongan en su interés, a través de los órganos
competentes;
2) intervenir en el procedimiento penal, conforme con lo establecido por este
código;
3) ser informada de los resultados del procedimiento, aun cuando no haya
intervenido en él, siempre que lo solicite;
4) ser escuchada antes de cada decisión que implique la extinción o suspensión de
la acción penal, siempre que lo solicite; y,
5) impugnar la desestimación o el sobreseimiento definitivo, aun cuando no haya
intervenido en el procedimiento como querellante.

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La víctima será informada sobre sus derechos cuando realice la denuncia o en su
primera intervención en el procedimiento.

3. Información a la víctima

DERECHOS DE LA VICTIMA
¿Cuál es el tratamiento a la víctima y cuáles son sus derechos?
La participación de la víctima como tal o como querellante se halla garantizada por el Código al
darle una intervención activa en el proceso, concediéndole diversas facultades.
Se garantiza a las víctimas del hecho, el pleno respeto de sus derechos procesales y la protección de
su integridad física y moral. Aunque la víctima no haya participado como querellante, el Estado
deberá informarle periódicamente sobre la marcha del proceso, en relación a cada acto procesal
que pueda interesarle, con la debida anticipación. Asimismo la víctima podrá ejercer el derecho a
recurrir las decisiones que le produzcan agravios, aunque no tenga reconocida la personería,
(desestimación, el sobreseimiento definitivo y la absolución).
Durante las audiencias orales, si está presente, la víctima tendrá derecho a ser oída antes de cada
decisión relevante para el proceso. Una de la innovaciones introducidas en la nueva ley procesal es
la posibilidad que tiene la víctima de reclamar el daño o perjuicio producido por el delito, luego de
lograda la condena del imputado o la medida impuesta aun inimputable. El instituto de la
reparación del daño contribuye a la celeridad de la indemnización a la víctima de un delito
resarcible, a través de un procedimiento rápido y efectivo.
El fundamento de estas incorporaciones radica en el hecho de que el Estado ha asumido la acción
pública como un modo de satisfacer también las necesidades concretas del ofendido por el ilícito y
él tiene derecho a poner en funcionamiento los mecanismos que aseguren una decisión más justa,
según sus propios intereses.

4. Protección

C. Participación de la víctima en los delitos de acción penal pública y en los delitos


de acción penal privada

1. Querella autónoma y querella adhesiva


Artículo 69. QUERELLANTE ADHESIVO. En los hechos punibles de acción
pública, la víctima o su representante legal, en calidad de querellante, podrán
intervenir en el procedimiento iniciado por el Ministerio Público, con todos los
derechos y facultades previstos en la Constitución, en este código y en las leyes.
Las entidades del sector público no podrán ser querellantes. En estos casos el
Ministerio Público representará los intereses del Estado. Quedarán exceptuados
de estas reglas los entes autónomos con personalidad jurídica, las gobernaciones y
las municipalidades.

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La participación de la víctima como querellante no alterará las facultades
concedidas por la ley al Ministerio Público y a los tribunales, ni los eximirá de sus
responsabilidades.

ADMISIBILIDAD
¿Cuál es el trámite para la admisión de la querella adhesiva?
Cuando se trate de la querella adhesiva, el juez deberá, previo traslado al fiscal para que se
pronuncie sobre el ejercicio de la acción; resolver sobre su admisibilidad. Recibida la presentación,
como notitia criminis del hecho, el fiscal la examinará brevemente y luego solicitará la
desestimación en su caso o formulará el acta de imputación o cualquier otro acto de investigación
que indique que ha comenzado a ejercer la acción. Esto es así porque se requiere que el Ministerio
Público se pronuncie sobre el ejercicio de la acción, para que la querella adhesiva cobre vida, y
constituya un acto’ inicial del procedimiento. El juez podrá desestimar la querella cuando los
hechos en que se funde no constituyan delito, o cuando se presenten obstáculos legales para
proceder. Como por ejemplo la prescripción, o la existencia de una cuestión prejudicial, cosa
juzgada, ausencia de instancia, etc. La querella adhesiva se podrá instaurar durante todo el proceso
hasta antes de la presentación de la acusación fiscal.

DIFERENCIA ENTRE QUERELLA ADHESIVA Y AUTÓNOMA


¿Qué es la querella adhesiva y cuál es la diferencia con la querella autónoma?
La acusación particular o querella adhesiva es aquella que coadyuva la intervención del Ministerio
Público, pero no tiene entidad propia, es decir, depende de la acusación del fiscal para llegar al
juicio. Si el Ministerio Público decide no acusar, el querellante adhesivo tampoco puede hacerlo
porque la exclusividad en el ejercicio de la acción penal pública la tiene el fiscal, pero sin embargo
tiene derecho a recurrir, cuando se dicta la desestimación de la misma.
La ley establece la querella adhesiva como único modo legal de intervención del particular ofendido
o víctima del delito. No obstante la víctima también puede intervenir en algunos casos, aunque no
haya radicado querella.
La acusación privada o querella autónoma es la parte acusadora necesaria en los procesos penales
por hechos delictivos perseguibles sólo a través del requerimiento privado, en los que queda
excluida la intervención del fiscal. El acto procesal que marca el inicio del proceso penal en estos
casos es la querella a través de la cual el acusador privado se convierte en parte procesal. Se
establece como condición de procedibilidad la exigencia de intentar la conciliación con el
querellado antes de la realización del juicio.
La condición de acusador privado se pierde por renuncia o abandono de la acción penal ejercitada.
En lo que respecta a la actuación durante el proceso, el acusador privado debe instar el cursos de
las actuaciones, para que no se tenga por abandonada la querella, solicitando al órgano
jurisdiccional, en este caso el tribunal de sentencia, la práctica de las diligencias que considere
necesarias para fundar la actuación.

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ADHESIVIDAD DE LAS PRETENSIONES
¿Debe el querellante adhesivo coincidir con las pretensiones del fiscal?
No, necesariamente. Cada parte puede sustentar una pretensión diferente, pero cada cual debe
probar lo que afirma, a los efectos de obtener una respuesta positiva. Es importante recordar que a
un proceso penal cada parte va con un interés particular en tomo al cual habrá de girar la
elaboración de la estrategia del caso. Cada cual sustenta proposiciones fácticas que en el caso de la
acusación (pública o particular) debe ser demostrada en virtud a la carga de la prueba que soporta
(onus probandi).
El querellante adhesivo puede tener similares actitudes respecto a los hechos, pero puede disentir
con la fiscalía respecto a la pena, por señalar un ejemplo.

2. Formalidades para la prevención de la víctima en el proceso penal

3. Entes jurídicos como víctima – Formalidades para su intervención


Artículo 70. ENTES JURÍDICOS. Para presentar querella los representantes de las
personas jurídicas de derecho privado deberán justificar la existencia del ente y su
propia personería.

QUERELLA DE PERSONAS JURÍDICAS


¿Puede querellar la persona jurídica?
La persona jurídica privada puede querellar, a través de su representante, cuando ha sido
perjudicada por el delito, conforme lo establecen los artículos 67 inciso 3o y 70 del Código Procesal
Penal.
Para la constitución de querellante de la persona jurídica es necesario hacer distinciones; por un
lado las asociaciones en sí son personas jurídicas que han adquirido tal calidad a través de un
procedimiento administrativo. En tal sentido debe comprobarse que dichas asociaciones tiene esa
calidad; que les permita ser representadas judicialmente, ante la jurisdicción penal.
Por otra parte no sólo se debe comprobar que la asociación está legalmente, constituida y por ende
tiene personalidad jurídica, sino que también el sujeto físico que se quiere constituir querellante en
representación de la asociación debe comprobar que está facultado para querellar, a través de la
respectiva autorización concedida en virtud a sus estatutos.

QUERELLA DE INSTITUCIONES PÚBLICAS


¿Puede querellar una institución pública?
Las entidades del sector público no podrán constituirse en querellantes. En estos casos el
Ministerio Público representará los intereses del Estado. Sin embargo se hallan exceptuados de
esta regla los entes autónomos con personalidad jurídica, las gobernaciones y las municipalidades.
Cuando se 'trate de reclamos civiles relacionados a bienes patrimoniales afectados por el ilícito, las
entidades del sector público serán representadas por la Procuraduría General de la República,
conforme lo prevé la Constitución Nacional.

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Artículo 71. REPRESENTANTE CONVENCIONAL. La querella podrá ser ejercida
por mandatario con poder especial, que cumpla con los requisitos legales. El
representante convencional deberá presentar el instrumento que acredite el
mandato al pedir su intervención.
La persona jurídica privada puede querellar, a través de su representante, cuando ha sido
perjudicada por el delito. Para la constitución de querellante de la persona jurídica es necesario
hacer distinciones en sí son personas jurídicas que han adquirido tal calidad a través de un
procedimiento administrativo. En tal sentido debe comprobarse que dichas asociaciones tienen esa
calidad, que les permita ser representadas judicialmente, ante la jurisdicción penal.
Por otra parte, no solo se debe comprobar que la asociación está legalmente constituida y por ende
tiene personalidad jurídica, sino que también el sujeto físico que se quiere constituir querellante en
representación de la asociación debe comprobar que está facultado para querellar, a través de la
respectiva autorización concedida en virtud a sus estatutos.
Los presupuestos requeridos son:
- Capacidad.
- Legitimación.
- Postulación

4. Acción civil y la acción penal


Artículo 72. ACCIÓN PENAL PRIVADA. En los casos de querella exclusiva por
tratarse de un delito de acción privada, regirán las normas de esta sección, sin
perjuicio de las reglas del procedimiento especial previsto por este código.

PRESUPUESTOS PARA QUERELLAR


¿Qué presupuestos y documentación se requiere para querellar?
Los presupuestos requeridos son:
a- Capacidad
• Ministerio público: le corresponde el ejercicio de la acción penal pública
• Personas físicas: le corresponde al particular ofendido o su representante legal o
convencional.
• Personas Jurídicas: a través de sus representantes, cuando ha sido perjudicada por el
delito (artículo 67 inciso 3o Código Procesal Penal).
b- Legitimación
• En el caso del fiscal, tiene legitimación activa en todos los hechos punibles de acción
pública, siempre que no dependan de instancia de parte. Asimismo el Ministerio Público
representará los intereses del Estado, con excepción de los entes autónomos con personalidad
jurídica, las gobernaciones y las municipalidades. Las personas físicas y jurídicas gozan de dicha
legitimación siempre que ostenten la calidad de ofendida por la acción delictuosa. Las personas
jurídicas del sector público no podrán ser querellantes (artículo 69 C. P. P).

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c- Postulación
• La querella se presentará en todos los casos por derecho propio y bajo patrocinio de
abogado y a través de mandatario con poder especial Los requisitos para querellar se sintetizan en:
Formales como la presentación escrita, identificación del querellante, identificación del querellado
y domicilio; y Substanciales como la relación circunstanciada del hecho, declaración de voluntad
(pretensión) y la fianza o arraigo. En los hechos punibles de acción penal pública, el desistimiento
del querellante no produce ningún tipo de efectos respecto al proceso, ya que este continúa a
través de la acción del Ministerio Público. En los hechos de acción privada, el desistimiento expreso
del querellante o el abandono produce la extinción de la acción penal.

AUXILIO JUDICIAL
¿Ante quién debe acudir el querellante autónomo que desee realizar un allanamiento para
secuestrar documentos relacionados con el delito?
La querella autónoma (delitos de acción penal privada) deberá presentarse ante la secretaría del
tribunal de sentencia o ante el juez de paz en caso que se opte por su competencia. Dicho órgano
jurisdiccional, deberá prestar el auxilio judicial cuando se requiera realizar algún acto preparatorio
del juicio oral, como un allanamiento para incautar documentación, o pruebas de informes, etc.
Desde juego que para otorgar dichas autorizaciones se deberá verificar la pertinencia, relevancia y
utilidad del medio requerido.

RESPONSABILIDAD DEL QUERELLANTE


Artículo 295. RESPONSABILIDAD. El querellante contraerá responsabilidad
personal cuando falsee los hechos o litigue con temeridad.

¿Qué tipo de responsabilidad adquiere el querellante?


El querellante autónomo o adhesivo, adquirirá responsabilidad penal cuando la querella sea falsa.
Dicha situación se halla contemplada en el Código Procesal Penal en el artículo 295 y en el Código
Penal en el artículo 289. También deberá responder respecto de las costas procesales, cuando
hubiere promovido la acción penal o civil, y la resolución le fuese contraria a sus intereses o
formule desistimiento.

Artículo 73. ABOGADO MATRICULADO. La querella deberá ser patrocinada por


un abogado matriculado quien podrá ejercer directamente las facultades del
querellante, salvo las de carácter personal o cuando exista una reserva expresa en
la ley o en el mandato.
Regirán, análogamente, las reglas previstas para el defensor del imputado.

NECESARIEDAD DE LA MATRÍCULA
¿Deberá presentar el abogado su matrícula para ejercer la querella?

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De conformidad al artículo 73 la querella deberá ser patrocinada por un abogado matriculado,
quien ejercerá directamente las facultades del querellante, salvo las de carácter personal o cuando
exista alguna reserva expresa en la ley o el mandato.

D. Ley N° 4083/2011 “Que crea el programa de acompañamiento y protección a


testigos y víctimas en procesos penales”

Art. 1º. OBJETO DE LA LEY. Esta Ley tiene por objeto crear el Programa de
Acompañamiento y Protección a Testigos y Víctimas en procesos penales, mediante la
implementación de medidas de asistencia y protección dirigidas a quienes se
encuentren en situación de riesgo o peligro cierto como consecuencia de su
intervención como testigos en un proceso penal o la situación de víctimas de un
delito.

Art. 2º. DESTINATARIOS DE LA PROTECCIÓN. Las medidas de asistencia,


protección y seguridad previstas en la presente Ley serán destinadas a testigos y
víctimas, así como para los imputados o cualquier otra persona que se encuentre en
situación de riesgo o peligro cierto para su vida, libertad o integridad, tanto física
como psíquica, la de sus bienes o de las demás personas vinculadas por su
intervención o colaboración en la investigación de un delito o su participación en un
proceso penal.
El programa podrá ser dirigido o extendido al cónyuge, ascendientes, descendientes,
parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, a personas
convivientes y a quienes por su relación inmediata así lo requieran, incluso sus
abogados.

Art. 3º. VÍCTIMA ESPECIALMENTE VULNERABLES. Los ejecutores de lo dispuesto


en la presente Ley deben prestar especial atención a las personas adultas mayores,
con discapacidad, niños, adolescentes y víctimas de delitos sexuales o de violencia
familiar.

Art. 4º. PRINCIPIOS BÁSICOS. Las medidas que se dispongan se regirán por los
siguientes principios básicos:
l. Consentimiento expreso de los sujetos protegidos para ingresar al programa y su
conformidad con las reglas que lo regulan, previos a la implementación de las
medidas que se dispongan.
2. Temporalidad adecuada a las circunstancias y causales que justifiquen las
medidas de acompañamiento, asistencia y/o protección.
3. Fundamento de la protección, en tanto deben verificarse los nexos entre la
participación procesal de testigos y víctimas y los factores de amenazas y riesgos
sobre los mismos.
4. Proporcionalidad entre el nivel de riesgo en que se encuentra la persona
destinataria y las medidas que se adopten para su protección, así como con los

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recursos disponibles del programa dentro del marco de respeto a sus garantías
constitucionales.
5. Celeridad en la adopción efectiva e inmediata de las medidas de protección, con
eliminación de obstáculos burocráticos que vulneren su concreción oportuna.
6. Solidaridad de las entidades privadas, organizaciones no gubernamentales y demás
miembros de la sociedad; quienes deberán colaborar con el programa para aplicar las
medidas de seguridad y la asistencia necesaria para una adecuada protección.
7. Gratuidad de las medidas adoptadas para los destinatarios de la protección.
8. Confidencialidad de la información vinculada con la aplicación de las medidas de
protección, las que tendrán carácter reservado, debiendo los funcionarios, empleados
y toda otra persona vinculada a la ejecución del presente programa guardar secreto
de las mismas. El secreto se extiende a los datos relativos al honor, modo de vida e
intereses privados y/o cualquier otra información de los beneficiarios del programa
que los intervinientes conocieren en el ejercicio o en ocasión de sus funciones. Dicha
información será considerada secreta a todos los efectos legales.

Art. 5°. SOLICITUD, DURACIÓN Y CESE DE LAS MEDIDAS. Las medidas a disponer
en el marco del Programa serán solicitadas por las personas interesadas, por el fiscal,
el querellante o por el juez o tribunal a cargo de los procesos judiciales; y serán
resueltas por el Director del Programa de Acompañamiento y Protección a Testigos y
Víctimas, manteniéndose incluso aún después de finalizado el juicio por el tiempo que
sea necesario.

CLASES Y MEDIDAS DE PROTECCIÓN


Art. 7º. CLASES DE MEDIDAS. Las medidas previstas en el Programa serán de dos
tipos:
l. De acompañamiento y asistencia, entendidas como aquéllas que tengan como
finalidad primordial contener y asistir integralmente a los sujetos destinatarios del
Programa. Las medidas de acompañamiento, contención, asistencia, ya sea jurídica,
psicológica, médica o sanitaria se ejecutarán, a través de profesionales organizados
interdisciplinariamente, de acuerdo con la problemática a ser abordada; procurando
asegurar también a la persona protegida, que la participación de la misma en el
proceso penal no signifique para ella un daño adicional o el agravamiento de su
situación personal o patrimonial.
2. De seguridad, aquéllas que tengan como finalidad primordial brindar condiciones
especiales de seguridad para preservar la vida, la libertad o la integridad física de los
sujetos comprendidos en el art. 2º de la presente Ley.
Las medidas de acompañamiento y asistencia y las de seguridad, podrán aplicarse en
forma aislada o acumulativamente.

Art. 10. PROVISIONALIDAD DE LAS MEDIDAS. Las medidas de acompañamiento


y asistencia, así como las de seguridad, serán impuestas de forma provisional y de
acuerdo con las necesidades específicas de protección; pudiendo ser modificadas,

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reemplazadas o acumuladas para asegurar los derechos e intereses de la persona
protegida. Ante la posibilidad de implementar una o varias medidas, se aplicará la
que resulte más adecuada al caso concreto y menos lesiva o restrictiva de los
derechos de terceros.

CAPÍTULO III
DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PERSONAS PROTEGIDAS
Art. 11. DERECHOS. Las personas sujetas a medidas de acompañamiento y
asistencia, y/o de seguridad tendrán los siguientes derechos:
l. Ser informadas de manera directa, clara y oportuna de los derechos, obligaciones y
alcances de la presente Ley, como del trámite del proceso penal en el cual interviene
como testigo o víctima y especialmente del resultado del mismo.
2. Comunicarse con personas de su grupo familiar, entorno afectivo o amistades de
su confianza, siempre que dicha comunicación no perjudique o arriesgue su
protección.
3. Ser escuchadas previo al otorgamiento, modificación o supresión de las medidas de
protección impuestas.
4. Prescindir o renunciar de los beneficios del Programa de Acompañamiento y
Protección a Testigos y Víctimas que le hayan sido asignados, en el momento que lo
estime conveniente.

Art. 12. OBLIGACIONES. Las personas sujetas a medidas de acompañamiento y


asistencia, y/o de seguridad tendrán las siguientes obligaciones:
l. Prestar su consentimiento expreso y por escrito para el ingreso y permanencia
dentro de las previsiones del presente Programa y su conformidad con las normas que
lo regulan.
2. Mantener absoluta reserva y confidencialidad respecto de la situación de
protección y de las medidas adoptadas.
3. Someterse, en caso de ser necesario, a los exámenes médicos, psicológicos, físicos
y socioambientales que permitan evaluar su capacidad de adaptación a las medidas
que fuera necesario adoptar.
4. Mantenerse dentro de límites impuestos por las medidas especiales de protección.
5. Abstenerse de concurrir a lugares de probable riesgo, que cercenen la eficacia de
las medidas adoptadas o se encuentren más allá de la capacidad del alcance
operativo del personal asignado para su protección.
6. Respetar los límites impuestos por las medidas especiales de protección y las
instrucciones, que a tal efecto, se le impartan.
7. No divulgar información sobre ningún aspecto relativo a la protección de su
persona o de otras que están en la misma condición, aun cuando ya no estuvieren
sujetas al Programa.
8. No revelar ni utilizar información relativa al caso o al Programa para obtener
ventajas en su provecho o de terceros.

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9. Poner en conocimiento del Director del Programa cualquier proceso penal en su
contra que se encuentre en trámite.

Art. 16. SANCIONES. El funcionario público, que indebidamente revelare la identidad


del testigo o cualquier otro dato protegido por esta Ley, será pasible de las sanciones
previstas por el Código Penal, sin perjuicio de la responsabilidad disciplinaria que le
pudiera corresponder.

E. Deberes de las partes

1. Buena fe
Artículo 112. BUENA FE. Las partes deberán litigar con buena fe, evitando los
planteos dilatorios y cualquier abuso de las facultades que este código les
concede. No se peticionará la prisión preventiva del procesado cuando ella no sea
absolutamente necesaria para asegurar las finalidades del procedimiento.
Las partes no podrán designar durante la tramitación del procedimiento,
apoderados o patrocinantes que se hallaren comprendidos respecto del
magistrado, en una notoria relación para obligarlo a inhibirse por cualquiera de
las causales enumeradas en el artículo 50 de este código. Los jueces cancelarán
todo nombramiento o patrocinio que se haga infringiendo esta prohibición, sin
perjuicio de las demás sanciones establecidas en este código. Los abogados
designados por el imputado en su primer acto de intervención en el procedimiento,
estarán exentos de esta prohibición.

2. Poder de disciplina
Artículo 113. PODER DE DISCIPLINA. Los jueces velarán por la regularidad del
litigio, el ejercicio correcto de las facultades procesales y la buena fe. No podrán,
bajo pretexto de incurrir en faltas disciplinarias, restringir el derecho de defensa o
limitar las facultades de las partes.
En todo lo demás serán aplicables a la naturaleza del procedimiento penal, las
normas previstas en el Código Procesal Civil.

3. Sanciones
Artículo 114. SANCIONES. Cuando se compruebe mala fe o se litigue con
temeridad, los jueces podrán sancionar hasta con cien días multa en casos graves
o reiterados y, en los demás casos, con hasta cincuenta días multa o
apercibimientos. Para la aplicación de la multa regirá lo establecido en el Código
Penal.
Antes de imponer cualquier sanción procesal se oirá al afectado. Las sanciones
procesales son apelables con efecto suspensivo.

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CANCELACIÓN DE PERSONERÍA
¿Cómo se realiza el trámite de la cancelación de personería?
La cancelación de la personería es una consecuencia de las sanciones aplicadas por faltas
disciplinarias o ejercicio abusivo del derecho de litigar de los abogados. La ley establece pautas para
la aplicación de esta medida. En primer lugar se debe comprobar la mala fe o temeridad del
litigante, con la constatación del comportamiento inadecuado. Como el trámite no está
expresamente reglado en el Código Procesal, el juez deberá convocar previamente al afectado para
ser oído antes de aplicar cualquiera de las sanciones.
Las sanciones se determinan para diversas situaciones (graves o leves) y van desde apercibimientos
hasta multas (50 a 100 días-multa a computar de conformidad a lo previsto en el Código Penal).
En el caso de designación de abogados comprendidos con causales legales de recusación con el
magistrado, éste podrá cancelar dicha designación con la cancelación de la personería del abogado
o patrocinante, a través de una providencia o resolución fundada.
El afectado por la medida tiene derecho apelar la sanción aplicada, en virtud a los recursos de
reposición y apelación general, en cuyo caso el tribunal de alzada pronunciará la decisión definitiva.

SANCIONES PROCESALES
¿Qué pasa si el juez aplica su poder de disciplina con una sanción o apercibimiento, y el abogado lo
recusa en consecuencia?
El proceso deberá seguir conforme al trámite para la recusación de magistrados, previsto en los
artículos 342, 343, 344, 345 y 346. La resolución que surja de este incidente, cualquiera fuere el
sentido, es irrecurrible. Los planteos dilatorios y ejercicio abusivo de los derechos previstos en el
C.P.P. serán considerados motivos suficientes para la aplicación de sanciones disciplinarias a las
partes, según lo previsto en el 114 y siguientes.
Nadie está autorizado a litigar maliciosamente. El proceso penal debe desarrollarse en base a un
juego limpio (fair trial).

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