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Introducción

En el presente trabajo hablaremos sobre la importancia que requiere el


nuevo consumismo, y digo nuevo porque es necesario cambiar nuestras
costumbres egoístas para convertir nuestro ya conocido sistema
consumidor individual en un sistema responsable en donde todos tengamos
lo necesario sin gastar excesivamente y cuidando a nuestros alrededores, es
decir un mercado más saludable libre de publicidad mentirosa, de manera
que el provecho sea generado para todos los individuos dentro de nuestra
sociedad.
El término consumerismo hace referencia a la soberanía del consumidor
respecto a la de la oferta y es utilizado por agentes sociales en contacto con
la defensa de los intereses de consumidores y usuarios, como las
organizaciones de consumidores. Se expresa en los criterios que usan las
personas para adquirir bienes o servicios conscientemente.

Características del consumerista

El término engloba también un consumo responsable, ético y solidario, que


consiste en consumir con criterios apropiados y racionales, teniendo en
cuenta la historia de los productos que compramos y las repercusiones
medioambientales y sociales de ese consumo, y se crea tras la puesta en
práctica de un marketing empresarial agresivo que obliga al consumidor a
adaptarse a la oferta, cambiando con ello las reglas básicas del libre
mercado.

Un consumerista puede considerarse lo contrario a un consumista o


practicante del consumismo, porque consciente y libremente se decide solo
por aquello que realmente necesita. Se caracteriza también por no basar sus
decisiones en la publicidad o en lo que afirman los medios de
comunicación, pues al adquirir productos pone a sus necesidades por sobre
los deseos superfluos. Además, un consumerista tiene una conducta más
sustentable, o más amigable con el medioambiente.

El principio que debería guiar las relaciones de intercambio no puede ser la


soberanía del productor, sino que la propia del consumerista, la "soberanía
del consumidor", es decir que este basa sus decisiones en sus gustos y
preferencias.

Por último, una característica importante es tomar decisiones de compras,


adquisiciones o uso a partir de la información, la cual debe ser exigida a
fabricantes y prestadores de servicios.
Importancia

Llegar al bienestar de las personas, es gracias al poder adquisitivo que


tenga cada una de ellas, ya que mientras más grande sea el salario real de
una persona, mayor será su utilidad personal. Económicamente el consumo
es lo que hace que las economías se mantengan en constante actividad
generando una gran diversidad de productos a nivel mundial.

Para Keynes el consumo es lo más importante dentro de una economía


debido a que esta estimula la demanda, generando una cadena de valor que
conduce a más consumo, por lo tanto dando estabilidad al sistema
productivo.

Para Marx el consumo de las personas dependerá del lugar que ocupen en
la sociedad, ya sea capitalista u obrero, determinando sus preferencias al
momento de consumir.

Para los neoclásicos las personas buscaran consumir para maximizar su


beneficio personal, es decir que entre más consuman y mientras más
eficientes sean al momento de hacerlo más felices serán.

Bruno Ferrari García de Alba afirma:

El consumidor constituye un agente primordial de la economía, pues


participa y es elemento clave en el ciclo económico, al mismo tiempo que,
a través de sus decisiones, define la etapa final de los procesos productivos.
A su vez, estos patrones de consumo reflejan la solidez y la dinámica de la
economía e impulsan nuevos mercados y nuevos procesos productivos,
económicos y sociales.

Una de las ideas más importantes para todo economista, es que los
consumidores tengan los recursos suficientes para entrar al mercado y
dinamizar este proceso. Es decir que gracias a la demanda se estimule el
sector productivo y con ello el salario real de los trabajadores, para que
puedan adquirir la diversidad de productos que hay en el mercado.

Paul Krugman (2006, pág. 48) en su libro ECONOMIA


INTERNACIONAL. TEORIA Y POLITICA, analiza el modelo
Ricardiano, afirmando que: “el comercio amplía las posibilidades de
consumo de un país, lo que implica ganancias del comercio”. Es decir que
el comercio internacional, permite que los países al aprovechar sus ventajas
comparativas exporten sus productos, pero también de la misma manera
importen los productos en los que no son muy eficientes al momento de su
producción, lo que permitirá precios más cómodos y una mayor adquisición
por parte del consumidor en las diferentes economías que acuden al
comercio, dinamizando los procesos productivos y generando beneficios
entre estos.
Origen

El movimiento del consumidor representa las actividades que realizan


grupos de consumidores, oficinas gubernamentales y, a veces, las mismas
organizaciones empresariales diseñadas para proteger al consumidor.

El término movimiento en pro del consumidor, es algo engañoso, ya que no


existe una verdadera organización de consumidores, sino, por el contrario,
existe un conjunto de grupos con intereses por separado. Como resultado,
las actividades que esos grupos realizan a favor de los intereses del
consumidor se les denomina consumerismo.
Movimiento en pro del consumidor.

El interés primario del movimiento en pro del consumidor es el


aseguramiento de los derechos del consumidor en el proceso de
intercambio comercial. Esos derechos incluyen el derecho a la información,
a ser informado con veracidad, a tener alternativas aceptables y poder
contar con la garantía de seguridad en el proceso del consumo.

Existen tres tipos de organizaciones que constituyen el movimiento en pro


del consumidor:

1) los grupos orientados al consumidor, cuyo interés principal está


relacionado con la creciente conciencia del consumidor y con la
disposición de proporcionar a los consumidores la información
necesaria para mejorar su plataforma de elección.
2) la legislación y los reglamentos gubernamentales y

3) algunas veces, los mismos negocios, a través de la competencia y la


autorregulación.

El movimiento en pro del consumidor no es sólo un fenómeno


estadounidense desde hace casi durante 25 años, ha sido un fenómeno
mundial. El enfoque ecológico del consumerismo comenzó en Europa
Occidental, donde el movimiento Green se enraizó como una fuerza
política a principios de los años 5O, para protestar contra el impacto
negativo de la lluvia ácida sobre los bosques de Europa.

A finales de la década, los centros Green se habían convertido en núcleos


políticos, logrando el 14.5 por ciento de los votos del parlamento en el
Reino Unido, 14 por ciento en Bélgica, 8.4 por ciento en Alemania
Occidental y 10.5 por ciento en Francia.

Green presionó a las oficinas federales, estatales y locales en diversos


países, a fin de extender el movimiento, las nuevas agencias, a su vez,
transmitieron el mensaje claro a la industria.

Se introdujeron pañales sin pulpa en Gran Bretaña, la Federal Enviromental


Protection Agency de Alemania instauró la etiqueta Blue Angel para
productos declarados como sanos para el ambiente; en Bélgica se vendió la
línea Ecover de productos anticontaminantes de limpieza y en Canadá se
inauguró una línea de productos Green.

En conjunto, el ánimo del público parece resumirse mejor por el sondeo


realizado en 1990, el cual mostró que el 75 por ciento de los consumidores
de Europa Occidental especulaban sobre el verdor del producto al decidir
sobre la compra.
Tipo de Consumerismo

1. Consumo racional

Es aquel que el mercado realiza dando máxima importancia a


características intrínsecas de un producto.

Vela explica que hay un


tipo de consumo racional
que es necesario. Se trata
de todo aquello que uno
compra para vivir, para
su día a día. “Si se hace
una correcta planificación
de las compras y se puede
evitar comprar con
urgencia, es posible
ahorrar en este punto”, señala. Pone como ejemplos, por un lado, la ropa –
“si usas un tipo de ropa que vale para cualquier temporada y que puedes
adquirir en cualquier época del año, lo lógico es esperar a las rebajas o a
que haya promociones”– y la alimentación –“la mayoría de los
supermercados hacen promociones que, estudiadas convenientemente,
pueden suponer el ahorro de bastante dinero”–. Vela señala que “hay
muchos elementos de compra habitual que, adquiridos por necesidad, pagas
al precio de ese día, pero que si se acumulan, por ejemplo, papel higiénico
o servilletas, comprados en oferta, pueden llegar a ser más baratos”. “Con
una buena planificación te vas a ahorrar bastante dinero”, apunta el experto.
2. Consumo sugestionado

Quien realiza este consumo le da credibilidad a los anuncios que lee, ve y


escucha, y también busca información sobre los productos. Se deja
influenciar y realiza compras innecesarias, aunque no de gran tamaño.

“Un tuit puede


ser un consumo
sugerido. Te lo
meto por los
ojos, con una
foto espectacular
con una entrada
de cine, una
comida o
un gadget. Lo
sugieres a tus
seguidores. La tendencia al ahorro en este punto es una cuestión de freno
personal”, explica Vela. “Es un consumo bastante inmediato: lo compro
ahora porque lo quiero ahora. Aquí es difícil ahorrar. Lo que sí se puede
hacer, si es un aparato de distribución masiva, es una comparativa de
precios”, señala. Se trata de ir a diferentes establecimientos online y físicos
para comparar precios. “El ahorro muchas veces se esconde detrás de
comprar aquello que realmente no necesitas. Es un consumo muy
inmediato. Hay que hacer análisis: ‘¿Lo necesito?’”, apunta.

“Durante la crisis hemos visto que el ahorro se hacía con todo aquello que
no necesitábamos. Nos hemos ido a marcas blancas y hemos visto casos
como el de Mercadona, que ha crecido brutalmente, y que vende marcas no
publicitadas o de otros países, marcas de calidad en muchos casos a un
precio mucho más barato. Hemos racionalizado el consumo. La crisis nos
ha ayudado a racionalizar el consumo porque hemos tenido menos
ingresos”, sostiene Vela.

3. Consumo impulsivo/compulsivo

En este caso el consumidor está totalmente influenciado por el anuncio,


hasta el punto de verlo y querer de inmediato el producto publicitado. No
tiene en cuenta las consecuencias del gasto y de si es mucho o poco dinero.

Vela advierte que, con las


nuevas plataformas de
venta online, este tipo de
consumo va en aumento.
“Este tipo de consumo es el
que más problemas presenta
desde el punto de vista del
ahorro”, señala el consultor en Social Media y formador. “Antes ibas a una
tienda y allí podías picar, pero ahora, con el remarketing, tienes ofertas de
aquello que has buscado constantemente en Facebook, Google o tu correo
electrónico”, apunta. “Todo esto refuerza el consumo impulsivo, y aquí lo
que hay que tener es autocontrol y fuerza de voluntad”, afirma Vela.
4. Consumo experimental

El consumidor compra productos nuevos y está dispuesto a probarlos y


dejar los viejos. Puede ser que cada vez que ve un anuncio nuevo necesite
probar el producto que se publicita. No es fiel a las marcas.

“En este caso, el consumo tiene que ver con la emoción. Por ejemplo,
quieres probar cosas que no has hecho nunca, como una cena experiencial.
Aquí la cuestión para ahorrar es plantearse previamente cómo vivir esa
experiencia y comparar. Es complicado el ahorro, porque todo suele ser
único. Hay una cena muy conocida en Ibiza, que cuesta 2.000 euros por
cubierto, a la que han llamado “la cena más cara del mundo”. Si lo quieres
hacer, lo vas a hacer, pero el ahorro será complicado. Ahora bien, si quieres
ir a las Maldivas y pasarte una semana en sus playas, lo que no puedes
hacer es comprar el primer viaje que veas. Si puedes elegir la fecha, por
ejemplo, podrás ahorrarte dinero”, dice Vela.
5. Consumo indiferente

El consumidor aquí no suele fijarse ni en la marca ni en los anuncios de la


misma; solo le interesa que cumpla la función que necesita y,
generalmente, que esté a su alcance económico.

“Lo único que buscas en este tipo de consumo es que el producto te


resuelva el problema que tienes. Tienes que compararlo con otros
productos que cumplan tu necesidad. Es una cuestión de búsqueda. La
mayoría de los ahorros vienen de hacer una búsqueda exhaustiva de
precios. Por eso hay tantos comparadores de precios; pero, ojo, hay que
distanciarse un poco de ellos porque pueden estar influenciados por sus
anunciantes. Hay que reducir el consumo impulsivo”, apunta Vela.

Seguridad del consumidor

La Seguridad de Productos es una arista del derecho a la seguridad en el


consumo y supone que todos los productos que se comercializan en el
mercado deben ser seguros, esto es, no presenten riesgos o presente
únicamente riesgos mínimos compatibles con el uso del producto y por lo
tanto, estén libre de riesgos inadmisibles.

La seguridad de un producto estará dada por las características del producto


en sí mismo (su diseño, componentes, composición, formas, envase, etc),
así como por las condiciones de uso (contexto, tipo de consumidor,
interacción con el producto, mantenciones, etc) y la información y
advertencias que contenga.

La globalización y la libre circulación de mercancías, complejizan y


relevan la importancia de este tema en los países.
Seguridad de productos y globalización

En el mundo global, los mercados y las economías – en tanto avanzan en


su desarrollo – deben enfrentar como consecuencia un esquema que pone
en contacto de manera directa a todos los puntos del planeta en cadenas de
suministro crecientemente complejas y expansivas, cuyos actores –además
de dispersos – tienen diferentes responsabilidades respecto de la seguridad
de los productos que diseñan, fabrican, importan o venden.

En términos prácticos, el escenario global implica que un proveedor que


antes fabricaba sus productos en uno o dos puntos de su propio país y los
vendía en distintas partes del mundo, hoy tiene sus fábrica en distintos
países y que los productos son fabricados con distintas partes, piezas y
componentes, cada una de distintas fábricas del orbe y que pudiesen
presentar alguna vez algún defecto de seguridad, y además que esos
producto deben llegar a distintos mercados, con una diversidad de culturas,
climas, idiomas, etc.

En esa realidad, la distribución de productos se lleva a cabo en un marco


que no encuentra en los esquemas tradicionales de protección la solución
de los peligros provenientes del consumo de productos inseguros, lo que se
agrava con la gran disparidad existente entre los distintos marcos
regulatorios.

Es por ello que la seguridad de productos debe entenderse en su globalidad,


que desde el lado de las agencias de protección al consumidor no sólo
involucran hoy a las características intrínsecas de los productos, sino
además al comportamiento y vulnerabilidades de los consumidores en su
interacción con éstos, así también la evolución de la ciencia y los aspectos
emergentes en razón de nuevos productos y evolución del mercado y sus
actores.
En particular, en esta página usted encontrará diferentes informaciones
relativas a la seguridad de productos no alimenticios, además de noticias y
recomendaciones para su cuidado y el de su familia.

Aspectos ambientales

Hoy en día las personas tienen a su alcance todo tipo de productos y bienes
para satisfacer sus necesidades, desde las más básicas hasta las más
sofisticadas. Sin embargo, este aparente beneficio supone un arma de doble
filo, ya que el consumo desmedido por una parte minoritaria de la
población mundial está derivando en un déficit de recursos. Por eso, en los
últimos años se ha hecho necesario estudiar cómo consumimos y qué
efectos tiene este hecho en el medio ambiente y la sociedad. El modelo de
economía en la sociedad actual ha venido siendo lineal y se basa en la
extracción de materias primas, manufactura y producción, distribución y
compra y, por último, desecho. Veamos las principales problemáticas en
algunas de estas fases: Durante la extracción de recursos naturales se
obtienen materias primas y energía de la naturaleza para producir bienes y
servicios. Muchos de estos recursos no son renovables o se regeneran muy
lentamente, lo que supone un problema doble: por un lado estamos
alternando los ciclos o la capacidad de regeneración de algunos recursos ,
como por ejemplo el ciclo del agua. Y por otro lado estamos produciendo
materias primas y energía de manera muy contaminante; por ejemplo, con
la quema de combustibles fósiles. Durante la elaboración se introducen
sustancias químicas perjudiciales que facilitan y aumentan la producción,
se deslocaliza la producción a países en vías de desarrollo que en muchas
ocasiones incumplen mínimos legales y se generan subproductos
contaminantes o tóxicos.
En la producción y distribución de los productos existe otra problemática:
muchas veces el precio de los productos no refleja su coste ambiental o
social real (como los efectos de la contaminación, o de la mano de obra
barata) que afectan a la salud y calidad de vida de las personas. Estos costes
ambientales y sociales no repercutidos se conocen como externalidades
negativas. En la fase de compra, cabe destacar que el crecimiento está
basado en la obsolescencia programada, es decir, en el consumo recurrente
de productos, con una vida útil cada vez más corta. Por último, la mayoría
de los productos acaban desechados en vertederos o quemados para su
valorización energética. Los niveles de basura se han duplicado en los
últimos treinta años y su gestión constituye un problema en sí. Este modelo
de consumo es insostenible a largo plazo. La solución pasa porque estados,
empresas y ciudadanos transformemos la economía. Los estados deben
incentivar la producción responsable y legislar para que las empresas
produzcan de manera respetuosa y acepten las externalidades de sus
procesos. Los consumidores debemos exigir productos responsables y
tomar decisiones de compras informadas; y las empresas deben diseñar
productos de manera responsable y cambiar el modelo lineal de producción
hacia uno circular en el que se reparen, reutilicen y aprovechen los
productos obsoletos.
Privacidad del Consumidor

¿Por qué la privacidad es un asunto importante en la era de la información?


Las compañías financieras comparten información por muchos motivos:
para ofrecerle más servicios, para introducir nuevos productos y para
beneficiarse de la información que disponen acerca de usted. De hecho,
probablemente ha estado recibiendo avisos de privacidad de bancos y otras
compañías financieras. Estos avisos explican 1) Qué información financiera
personal recopila la compañía; 2) Si la compañía pretende compartir su
información financiera personal con otras compañías; 3) Qué puede hacer
en caso de que la compañía pretenda compartir su información financiera
personal, para limitar parte de lo que se comparte y 4) Cómo la compañía
protege su información financiera personal.

¿Por qué la privacidad de la información es un asunto delicado?


 ¡La información es un recurso muy valioso!
 El acceso a la información en nuestra sociedad actual ofrece muchos
beneficios a los consumidores, pero también supone una posible
amenaza a nuestra privacidad.
¿Qué tipos de información están disponibles?
 Información demográfica (Censo de EE. UU)
 Directorios telefónicos
 Registros de nacimiento, matrimonio y divorcio
 Registros de votantes
 Contribuciones a campañas
 Registros de licencias de conducir/vehículos
 Licencias y permisos (caza, pesca, etc.)
 Información legal (sentencias, quiebras, títulos de propiedad
inmobiliaria, etc.)
Bases de datos privadas únicamente para fines legítimos:
 Información de empleo
 Informes de crédito
 Información sobre impuestos (IRS/juntas de impuestos estatales)
 Antecedentes penales
 Registros de servicios sociales (bienestar, Medicaid, etc.)
 Registros escolares
 Registros médicos
 Modificar/corregir registros
“Estos amplios resultados muestran que, mientras los consumidores
parecen estar preocupados por la privacidad y la seguridad, no son
plenamente conscientes del papel que juegan estos factores –
independientemente de donde vivan”, afirma Raimund Genes, CTO de
Trend Micro. “Al mismo tiempo, la mayoría de los que se identifican como
“sensible a la privacidad” no va a cambiar su comportamiento o sus
prácticas a la hora de intercambiar información, incluso si son víctimas de
una brecha de datos. Esto podría atribuirse a una sensación de impotencia o
a una falta general de concienciación. Es evidente que se necesita más
atención para proteger la privacidad y seguridad de manera personal.
Afortunadamente, hay una gran variedad de recursos disponibles para
ayudar a las personas a aprender cómo protegerse a sí mismos”.

El informe abarca las respuestas de más de 1.900 participantes procedentes


de Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Japón,
Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Rusia, Eslovenia, España, Suecia,
Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.

“La privacidad es considerada como un derecho individual para mantener


la información sensible y confidencial de ser conocida, a menos que la
persona quiera que la información sea revelada”, puntualiza Larry
Ponemon, presidente y fundador de Ponemon Institute. “Sin embargo, nos
encontramos con la sorpresa de que la mayoría de los consumidores estaría
dispuesto a proporcionar a las empresas información del tipo: género,
nombre, hábitos de compra e incluso de su estado de salud y registro de
contraseñas, si recibieran una compensación a cambio”. Cuando se diera
pie y si se indicara, incluso serían capaces de poner un precio a su
información personal, con una compensación que varía entre los 2,90 y los
75,80 dólares”.

Si bien existen diferencias a escala regional en lo que al valor que se


atribuye a cada fragmento de información, los participantes en el estudio
creen que, de media, un dato vale 19,60 dólares. Los precios más caros son

 Contraseñas:75,80 dólares

 Datos sobre salud: 59,80 dólares

 Datos de pago: 36 dólares

 Historial de crédito: 29,20 dólares

 Hábitos de compra: 20,60 dólares


Estudio del consumidor

 Proveer lineamientos de acción, a la gerencia para el mejoramiento


de la imagen y el posicionamiento de la empresa y de sus marcas.

 Medir el peso que tiene la marca, en el proceso de decisión del


consumidor.

 Mantener un seguimiento periódico de la marca y su


posicionamiento en el mercado. Con esto no sólo conocerá la
evolución de la imagen de su marca, sino que también conocerá la
evolución general del mercado y podrá así rediseñar las acciones de
marketing que se requieran.
Conclusión

Por medio de este trabajo practico se pudo conocer los factores que
influyen en el comportamiento de compra, conocimientos muy importantes
para poder realizar pronósticos sobre respuesta del mercado a determinados
productos nuevos o para evaluar el posicionamiento o percepción de
productos existentes en el mercado.

Con respecto a los atributos y teniendo conocimiento del nivel de


percepción por parte de los consumidores se podrán realizar una campaña
de publicidad más efectiva del producto, orientando la comunicación en la
importancia que le da el consumidor a alguno de los atributos estudiados
del producto en cuestión.

Es de destacar que conociendo algunos de estos factores y analizando


estrategias convenientes es posible estimular las necesidades latentes del
individuo, este estímulo es fundamental para "movilizar" al individuo en un
comportamiento de compra
Bibliografía

http://www.gallup.com.do/index.php/estudios-de-consumidor-2

https://es.wikipedia.org/wiki/Comportamiento_del_consumidor

https://www.questionpro.com/blog/es/estudio-del-consumidor-webinar/

https://solomarketing.es/la-privacidad-y-el-consumidor/

https://espanol.myfloridacfo.com/ymm/CreditAndDebt/IdentityTheft/Cons
umerPrivacy.aspx

https://www.marketingdirecto.com/diccionario-marketing-publicidad-
comunicacion-nuevas-tecnologias/consumerismo

https://tareasuniversitarias.com/el-consumerismo-y-el-origen-del-
movimiento-en-pro-del-consumidor.html

http://puceae.puce.edu.ec/efi/index.php/economia-internacional/14-
competitividad/248-el-consumo-y-su-importancia-economica

https://www.vidacaixa.es/blog/tipos-consumo-y-ahorro/

https://www.greenfacts.org/es/dosieres/seguridad-consumidor.htm

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