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Edición francesa: Revue internationale des sciences sociales

(ISSN 0304-3037), Unesco, Paris (Francia).


Edición inglesa: International social science journal
(ISSN 0020-8701), Unesco, Paris (Francia).
Edición árabe (selecciones trimestrales): Al-Majalla al-Dawliyya lil-'Ulüm
al-Ijtima'iyya, Unesco Publications Centre, 1 Talaat Harb Street,
Tahrir Square, Le Caire (Egipto).

Temas de los próximos números Corresponsales


Habitats humanos Atenas: John Peristiany
tradicionales y modernos Bangkok: Yogesh Atal
La violencia Belgrado: Balsa Spadijer
Buenos Aires: Norberto Rodríguez
Bustamente
El Cairo: Abdel M o n e i m El-Sawi
Canberra: Geoffrey Caldwell
Colonia: Alphons Silbermann
Delhi: André Béteille
Londres: Peter Willmott
México D.F.: Rodolfo Stavenhagen
Moscú: Marien Gapotchka
Nigeria: Akinsola A k i w o w o
Singapur: S. H . Alatas
Tokyo: Taro Y a m a n e
Estados Unidos de América: Gene Lyons
Viena: J. N . Aquistapace
revista
internacional de
ciencias sociales
Revista trimestral
publicada por la Unesco, Paris
Vol. X X X (1978), n.° 2
Percepciones de la interdependencia
mundial

Editorial 229
Relaciones internacionales
Jan Tinbergen
Diferentes formas de cooperación internacional:
comparación de su eficiencia 233
Radoslav Stojanovic L a interdependencia en las relaciones
internacionales 249

Fuerzas mundiales
Bernadette Madeuf Hacia un nuevo enfoque de la economía
y Charles-Albert Michalet internacional 265
Guy Poquet Los límites de la modelización global 299
Robert Triffin L a reestructuración del sistema monetario
internacional 316
Raimo Väyrynen Las patentes internacionales, medio de dominación
tecnológica 332
Fuerzas regionales
Jayantanuja El clima: u n obstáculo para el desarrollo
Bandyopadhyaya en los trópicos 359
O. T. Bogomolov L a vida económica internacional y las actividades
del Consejo de Asistencia Económica M u t u a 374
Kunio Yoshihara Los determinantes de la inversión japonesa
en el sureste asiático 385
Continuación del debate
Arthur Booth B o m b a s atómicas y seres h u m a n o s 401
Bases de datos socioeconómicos:
situaciones y evaluaciones
V. A. Vinogradov Servicios informativos sobre ciencias sociales
en la U R S S 421
El ámbito de las ciencias sociales
Wladyslaw Markiewicz Política de la ciencia social en la Europa
y Lessek Kasprzyk del Este 433
G. P. Davidyuk Las investigaciones sociológicas en Bielorrusia 448
Servicios profesionales y documentales
Calendario de las reuniones internacionales 457
Publicaciones y documentos del sistema de las
Naciones Unidas: selección anotada 461
Libros recibidos 471

ISSN 0020-8701
Redactor jefe: Peter Lengyel
Redactor jefe adjunto: Ali Kazancigil

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N ú m e r o suelto: 23 Francos franceses sus autores y no necesariamente las de la
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2 años 116 Francos franceses
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Imprenta de Presses Universitaires


de France, V e n d ô m e .
© Unesco 1978
Percepciones de
la interdependencia
mundial
Editorial

Nuestra época se caracteriza indudablemente por una aguda conciencia de la


interdependencia mundial y regional. D o s guerras mundiales^ la proliferación de
organizaciones, sociedades y órganos internacionales de todo tipo, así c o m o la
experiencia personal de las repercusiones que entrañan las diferentes corrientes y
fuerzas enjuego, han hecho comprender esa realidad a grupos cada vez más amplios.
A d e m á s , a medida que desaparecen paulatinamente el aislamiento y los regio-
nalismos que solían resguardar m u y eficazmente a casi todas las comunidades
humanas de lo que acontecía m á s allá de determinados límites, la interdependencia
internacional llega hasta los rincones m á s recónditos, aunque se la puede interpretar
mal y orientar aún peor.
Los artículos de este número contribuyen a analizar los fenómenos de la
interdependencia. Ponen de manifiesto que se ha alcanzado u n grado de conoci-
miento altamente especializado gracias al cual los autores n o sólo pueden recurrir
a múltiples fuentes para definir, por ejemplo, las características de la economía
internacional, c o m o hacen B . Madeuf y C . A . Michalet, sino también cotejar y
examinar críticamente modelos mundiales que han suscitado gran interés, c o m o
lo hace G u y Poquet. Por cierto, sólo han transcurrido seis años desde que Limits
to growth [Los límites del crecimiento] del Club de R o m a hizo su espectacular apari-
ción, y desde entonces se han efectuado varias otras valoraciones serias, que
conjuntamente ofrecen sin duda una perspectiva más equilibrada, sean cuales sean
sus deficiencias formales. T a m p o c o es una coincidencia que el eminente economista
holandés Jan Tinbergen, al poco tiempo de compilar el valioso informe Reshaping
the international order [Hacia una reforma del orden internacional], en el que no
propone un modelo, se haya dedicado a hacer una evaluación comparativa de la
eficacia de las formas que reviste la cooperación internacional, ya que precisamente
en ellas reside la clave de las posibles soluciones.
Tal vez sorprenda a los lectores el consenso general en cuanto a la necesidad
de conferir a la acción internacional formas adecuadas, que se desprende de una
colección de documentos c o m o los aquí presentados. Esto no debe interpretarse en
m o d o alguno c o m o una indicación de la manera en que se desenvolverán necesa-
riamente los acontecimientos en los próximos años y menos aún c o m o la manifesta-
ción de un movimiento histórico inmanente. Todo lo contrario; la interdependencia

Rev. int. de cieñe, soc., vol. X X X (1978), n.' 2


230 Editorial

crea situaciones y contradicciones propicias, desde el punto de vista político y


social, al proteccionismo, al aislacionismo, al mercantilismo y a otras actitudes
destinadas a poner a las instituciones y comunidades al resguardo de interven-
ciones cada vez m á s complejas y aparentemente incontrolables. Los conflictos que
se plantearán ineludiblemente entre los intereses privados y locales, por un lado,
y vastos movimientos, por otro, cuyos responsables no se pueden determinar y
que parecen estar animados de vida propia (como la contaminación del medio
ambiente, el caótico sistema monetario o el desarrollo tecnológico), son agudos y
en muchos sentidos perfectamente comprensibles. L a solución de estos conflictos
será el resultado de un proceso inevitablemente lento, con numerosos altibajos,
caracterizado por oscuras negociaciones y procedimientos poco atractivos para
el público.
Aunque ahora es posible sensibilizar a amplios sectores de la opinión pública
a la necesidad de ampliar los horizontes y popularizar ideas c o m o la de un manejo
prudente de "la nave espacial Tierra", pequeño planeta con recursos limitados
circunvolado hoy por casi mil satélites artificiales y la aparición de una cultura
c o m ú n destinada a unir a los habitantes de una supuesta ciudad mundial en vías
de formación, los medios de comunicación de masas siguen siendo m u y reacios
a dar una información coherente, penetrante y meticulosa de las modalidades de
interdependencia y de su significado. Siempre y en todas partes se ha preferido lo
inmediato, lo conocido y lo espectacular a lo remoto, lo abstracto y lo gradual.
Los medios de información se acomodan en gran medida a esta inclinación. Se
concede mucha m á s atención a los acontecimientos internos que a los del extranjero,
y todo lo que no se presta fácilmente al enfoque anecdótico y a ser referido a
personalidades o lugares conocidos resulta aún menos atrayente. Por consiguiente
es insustituible el aporte de los especialistas en ciencias sociales, debido a sus
mejores posibilidades de ordenar los hechos y formular nuevos criterios. M a s debe
tenerse presente que a sus aportaciones no se les da todavía la difusión debida y
que, incluso cuando son conocidas, no siempre son recibidas favorablemente ni
m u c h o menos. Por tanto, cabe considerar una colección c o m o la presente c o m o
escritos en defensa de una causa que es preciso presentar enérgica e insistentemente
ante los tribunales de la opinión pública mundial.
U n aspecto que merece ser examinado m á s detenidamente es la manera en la
cual los elementos cuantitativos de la interdependencia se acumulan para dar lugar
a diferencias cualitativas fundamentales. El ejemplo evidente, objeto de varios de
los artículos presentados a continuación, es la tecnología superespecializada y
sus repercusiones, incluidas sus aplicaciones agrícolas, biológicas o sicosomáticas.
Al llegar a una determinada etapa, deja de comportarse c o m o u n injerto en las
estructuras tradicionales, las cuales continúan funcionando m á s o menos c o m o
siempre, y penetra en todas las esferas, planteando agudos problemas respecto de la
relación entre el trabajo y la utilidad, la productividad y el bienestar, el hombre
y la naturaleza y la propia condición humana. Y a no es posible aceptar plantea-
Editorial 231

mientos que numerosas generaciones han dado por sentados; la lógica basada en
esos planteamientos ya no es aplicable en los asuntos cotidianos. Es preciso revisar
radicalmente las orientaciones que canalizan los esfuerzos y la acción. Del m i s m o
m o d o , la inflación crónica, con sus conocidas repercusiones en la redistribución
de los ingresos y del poder adquisitivo relativo, con respecto al control de los bienes
y servicios efectivos, produce lentas transformaciones cualitativas de gran impor-
tancia. A d e m á s , la determinación de los protagonistas, sus motivaciones y el
movedizo juego de poder entre ellos, suscita cada vez más confusión. M u c h o s
observadores coinciden en que el considerar al Estado c o m o centro es una posición
superada, que actualmente los Estados-naciones sólo se pueden considerar c o m o
un grupo de actores en el escenario internacional, y que ni siquiera son necesa-
riamente los que asumen los principales papeles. D e ahí que los enfoques conven-
cionales de disciplinas tales c o m o la historia diplomática, el derecho internacional
o las ciencias políticas y la economía, en sus formas más institucionalizadas, resultan
inadecuados y plantean dificultades intelectuales difíciles de resolver. Por otro lado,
es casi imposible relegar al olvido muchos fenómenos, c o m o losflujosincontrolados
de capital, la transferencia de tecnología o los cambios en la actitud de las masas,
hasta que se les pueda hacer encajar convenientemente en algún nuevo m a p a mental.
Varios números anteriores de la Revista internacional de ciencias sociales se
refieren directamente a estos problemas, en particular el volumen X X V , n.° 3,
de 1973: "The social assessment of technology" [Evaluación social de la tecnología];
el volumen X X V I , n.° 1, de 1974: "Challenged paradigms in internacional relations"
[Modelos controvertidos de las relaciones internacionales]; el volumen X X V I I I ,
n.° 4, de 1976: "Towards a new International Economic and Social Order" [Hacia
un nuevo orden económico y social international]; el volumen X X I X , n.° 1, de 1977:
"Approaches to the study of international organizations" [Enfoques para el
estudio de las organizaciones internacionales]; y nuestro último número, el
volumen X X X , n.° 1, de 1978: " L a territorialidad: parámetro político". Su lectura,
así c o m o la de la presente recopilación, pueda ser provechosa.
P. L.
[Traducido del inglés]
Relaciones internacionales

Diferentes formas
de cooperación internacional:
comparación de su eficiencia

Jan Tinbergen

I. Introducción
E n este ensayo se intenta exponer y analizar aquellas formas de cooperación inter-
nacional que el autor conoce según sus grados de eficacia relativa. Este intento no
puede menos de considerarse c o m o prolegómeno a un método, ya que no parece
existir ningún método generalmente reconocido. El tema es relativamente nuevo;
debe tratarse en una forma interdisciplinaria y no está claro qué disciplinas conviene
introducir. T o d o esto corrobora el carácter preliminar de este ensayo. Quizá sea
mejor considerarlo c o m o una franca invitación de un economista a los represen-
tantes de otras disciplinas al intercambio de comentarios tanto sobre el enfoque
general c o m o sobre algunos de los pormenores. A título de ejemplo, en la segunda
parte de la sección V se hace una comparación del método aquí propuesto con otras
dos disciplinas a las que el autor ha prestado alguna atención. L o esencial del
ensayo (secciones II, III y IV) se presenta bajo los siguientes epígrafes: "Nueve
formas alternativas de cooperación internacional"; "Conceptos pertinentes
empleados en el análisis de fuerza o eficiencia"; " C ó m o valorar los procedimientos
óptimos de cooperación internacional". E n la primera parte de la sección V se
hacen algunas observaciones sobre la presentación gráfica de las estructuras de
decisión. E n la sección V I se formulan unas cuantas conclusiones provisionales.
El autor se ha sentido inducido a perseguir este tema por su participación
en las deliberaciones acerca del nuevo orden económico internacional, definido
por la Asamblea General de las Naciones Unidas en sus sesiones especiales sexta
y séptima. Actuaba en ellas c o m o coordinador de un grupo de expertos que
informó al Club de R o m a sobre este nuevo orden en Reshaping the international

Jan Tinbergen, Premio Nobel de economia en 1969. Comenzó su carrera como experto ante la
Sociedad de las Naciones. Más tarde fue director de la Oficina Central de Planificación de los
Países Bajos y actualmente es profesor de planificación del desarrollo en la Universidad de Roterdam.
Ha publicado numerosas obras, entre ellas O n the theory of economic policy (1952), Shaping the
world economy (1962) y Development planning (1968). Ha dirigido el equipo que ha preparado
el informe titulado Reshaping the international order ("RIO", 1976). Su dirección: Haviklaan 31,
La Haya (Países Bajos).

Rey. int. de cienc. soc., vol. X X X (1978), n.« 2


234 Jan Tinbergen

order (el llamado informe " R I O " : Tinbergen et al., 1976). En el título de este informe
se suprimió la palabra "económico" por considerar el grupo que el orden inter-
nacional exige innovación no sólo en su aspecto económico, sino también en otros.
El carácter preliminar de nuestro enfoque del asunto lo refleja, entre otras
cosas, la índole m á s bien cualitativa del análisis, es decir el examen de las categorías
de conceptos empleados, m á s que su medida. A u n q u e "fuerza" o "eficacia" son
conceptos cuantitativos y su aplicación última a las formas alternativas de coope-
ración internacional requiere medida, de tal medida no vamos a ocuparnos aquí,
toda vez que es necesario el acuerdo previo sobre la verdadera naturaleza de los
fenómenos en estudio.
A fin de evitar la abstracción excesiva, la sección que sigue va a exponer de
inmediato, en términos m u y concretos, nueve formas alternativas de cooperación
internacional, intuitivamente clasificadas por el orden de sus supuestos grados de
fuerza. Este procedimiento parece preferible, por razones de exposición sobre todo,
pero debe entenderse que, al ser intuitiva la clasificación y por esto mismo también
preliminar, no constituye m á s que una hipótesis de trabajo.

H . Nueve formas diferentes


de cooperación internacional

Cooperación internacional, por lo común, significa cooperación entre Estados


nacionales. El método de análisis, sin embargo, puede ser igualmente aplicable a
otros tipos de agentes de diferentes nacionalidades. Por esta razón vamos a
emplear términos c o m o "naciones", "agentes" o "asociados" de forma inter-
cambiable y sinónima. "Autoridad supranacional", sin embargo, representará u n
concepto diferente, en contraposición a naciones "autónomas", "independientes"
o "soberanas", u otros agentes semejantes. Pasamos ahora a exponer nueve formas
posibles de tomas de decisión aplicables a cualquier campo de interés internacional,
es decir que afecte al bienestar de los ciudadanos de las naciones interesadas:
1. Las naciones deciden primero independientemente e informan a sus aso-
ciados a continuación.
2. Algunas naciones ("dominantes") informan a sus asociados de su propia
decisión y otras naciones deciden con posterioridad.
3. Todas las naciones interesadas informan a sus asociados de su decisión
provisional o preferida, suscitando con ello comentarios, y, en una segunda
fase del proceso, considerados los comentarios recibidos, toman sus deci-
siones definitivas.
4. La decisión se toma en asamblea de representantes de naciones soberanas, en
la que se adopta el siguiente procedimiento: a) los asociados suministran
información inicial de sus preferencias provisionales; b) durante los debates,
se aporta información suplementaria y se proponen y efectúan análisis.
Diferentes formas de cooperación internacional 235

Tanto la información inicial c o m o la suplementaria puede estar basada en


análisis efectuados antes de la reunión; c) durante los debates, pueden
revisarse la información y los análisis presentados: d) la asamblea toma una
decisión, aplicando al efecto un determinado procedimiento de voto.
El procedimiento de votación refleja una estructura de poder; las
alternativas son: a) todo asociado puede ejercer el derecho a veto, lo que
significa que sólo pueden tomarse decisiones si existe consenso; b) sólo
algunos asociados pueden ejercer el derecho a veto, lo que refleja su poder
superior; c) la decisión se toma por mayoría relativa, con definiciones alter-
nativas correspondientes a tal calificación; d) la decisión se toma por
mayoría absoluta.
5. Las decisiones pueden no llevarse a cabo de un m o d o automático y expedito;
la cooperación implica revisión y evaluación, es decir, información sobre la
puesta en práctica de las decisiones. Esto puede aplicarse o no en los casos
del 1 al 4.
6. L a cooperación implica mediación (arbitraje) n o coactiva.
7. L a cooperación implica arbitraje coactivo.
8. L a cooperación implica la aplicación de sanciones por los asociados mismos,
por algún organismo de inspección con poder ejecutivo.
9. Todos los casos enumerados del 4 al 8 se llevan a efecto mediante una auto-
ridad supranacional, cuyo mandato está basado en su carta constitucional
conferida por un tratado entre las naciones interesadas. L a estructura de
esta autoridad puede ser una simple jerarquía o, alternativamente, una
organización matricial o tensorial. U n a organización matricial es aquella en
que no sólo existen contactos jerárquicos "verticales", pasando las órdenes
de la cúspide a la base y los informes de la base a la cúspide, sino en la que
también se mantienen contactos horizontales, especialmente en la cúspide
(la directiva), a fin de coordinar las actividades verticales. Las actividades
podrán ser variadas, según se establezca en la carta que sirva de fundamento
a la referida autoridad. L a existencia de relaciones coordinadoras horizon-
tales confiere a la organización un carácter bidimensional; tal es la razón de
que podamos hablar de organización matricial. Si las relaciones horizontales
necesarias para la coordinación existen respecto a más de una función, la
organización reviste un carácter m á s que bidimensional. Los matemáticos
emplean para tal entidad el término "tensor"; por éso nos hemos referido a
posibles estructuras tensoriales. U n ejemplo de dimensión adicional que
precisa coordinación es la geográfica.
T o d o esto es comparable a la estructura de las grandes empresas, espe-
cialmente las transnacionales. Los miembros del consejo de dirección pueden
ser responsables de aspectos tan diversos c o m o a) grupos de producción,
b) contactos externos con diferentes grupos sociales y c) contactos con
unidades geográficas; en el caso de las empresas transnacionales, estas
236 Jan Tinbergen

últimas pueden ser gobiernos nacionales. Elementos fundamentales de la


estructura son, naturalmente, la "carta" de una autoridad supranacional
tanto c o m o el "tratado" mediante el cual se le infunde vida.

III. Conceptos pertinentes para el estudio


de diferentes formas posibles
de cooperación internacional

Estas nueve formas diferentes de cooperación internacional han sido formuladas


c o m o ejemplos, con u n propósito de determinar los conceptos o categorías de
fenómenos pertinentes para un estudio sistemático de la cooperación internacional.
V a m o s a tratar ahora de especificar estos conceptos pertinentes. La índole tentativa
del ejemplo implica la probabilidad de que la enumeración sea incompleta. E n los
párrafos siguientes vamos a enumerar y a examinar aquellos conceptos que parecen
ser pertinentes.
U n a primera categoría es la de actores, en la acepción de dramatis personae,
los agentes reales y efectivos en el proceso de cooperación. E n esta categoría pon-
dremos a las naciones (o, mejor dicho, algunos de sus representantes), con una
subcategoria de naciones importantes; además, la asamblea de naciones de que se
trata en el caso 4; los mediadores, mencionados en los casos 6 y 7, y, por supuesto,
la autoridad supranacional.
U n a segunda categoría es la de objetos. Son éstos bastante numerosos e
incluyen la información, con sus subcategorias de información provisional, inicial
y adicional —nociones m u y populares hoy en día, y con sobrados motivos. Otro
elemento de esta categoría es el análisis, idéntico, en nuestro contexto, a diversas
formas de actividad científica, así c o m o a los casos especiales de planes y revisión y
evaluación. Los planes pueden aspirar a un rango superior y ser considerados c o m o
elementos autónomos dentro de la categoría de objetos. El siguiente elemento es
el de mediación, subdividida en mediación voluntaria y mediación coactiva. L a
carta de una autoridad supranacional y el tratado en virtud del cual ha sido
ratificada son también elementos de la categoría de objetos. Asimismo lo es la
estructura organizativa con sus variantes puramente jerárquica, matriz o tensora.
Últimos conceptos en nuestro ejemplo son los del bienestar de las naciones u otras
entidades que aparezcan c o m o actores, y los costos o sacrificios relacionados con
diferentes formas de cooperación.
L a tercera categoría conceptual que caracteriza las diferentes formas de
cooperación son las actividades de los diversos actores. Éstas manifiestan una clara
relación con los objetos que acabamos de enumerar, ya que puede decirse que las
actividades consisten en la manipulación de los objetos. V a m o s a mencionar una
vez m á s algunos elementos y subelementos principales; pero existen también tipos
que pueden considerarse combinaciones de varias actividades.
Diferentes formas de cooperación internacional 237

U n primer tipo de actividad es el de transmitir información, que tiene su


complementario en la recogida de información o, más pasivamente, la recepción
de información. H a llegado a ser evidente para los científicos sociales, y para los
economistas en particular, que junto con losflujosque les son familiares, c o m o los
de mercaderías (bienes y servicios) y losflujosmonetarios de contrapartida (en pago
por los anteriores), losflujosde información constituyen un importante tercer tipo
{International social science journal, 1976). El hecho de que en el pasado se los
desdeñara debíase a la suposición (generalmente implícita) de que todo agente
comprometido en una transacción económica estaba plenamente informado de
todas las circunstancias relativas al caso. U n subelemento de información que
desempeña u n papel en nuestra enumeración es el comentario sobre la información
recibida, especialmente sobre las decisiones preliminares anunciadas.
U n segundo elemento de las actividades, esencial para nuestra materia, es la
toma de decisiones, lo que incluye c o m o subelementos a las decisiones provisio-
nales, la toma de decisiones revisadas, las decisiones mediante votación en asamblea
de entidades autónomas, y el acto de mediación, ya sea coactiva o voluntariamente.
U n tercer tipo de actividades es el análisis, término empleado en principio
con referencia a la investigación científica y que puede abarcar una escala que va
desde la simple evaluación de las consecuencias de ciertos hechos o decisiones hasta
las formas m á s complejas de la investigación científica. U n subelemento de este tipo
de actividades es el examen y la evaluación, noción corrientemente utilizada en
muchos tipos de cooperación y considerada c o m o una retroacción de la experiencia
en la toma de nuevas decisiones.
L a actividad descrita c o m o planificación añade un elemento nuevo al análisis,
el definalidad,o de alcanzar algún objetivo, alguna meta. Mientras que en circuns-
tancias primitivas, o en grupos reducidos c o m o el de una familia, la planificación
no necesita apenas basarse en análisis científicos, para los grandes organismos y
entidades de nuestros días las actividades de planificación son sumamente complejas
y alambicadas.
Por último, parece conveniente incluir en nuestra lista dos actividades
compuestas: la negociación de un tratado relativo a la carta de una autoridad supra-
nacional, y la dirección ejercida por dicha autoridad. A m b a s son conglomerados
de actividades más simples, entre otras las antes mencionadas en c, a saber, las de
informar, decidir, analizar y planificar. E n la práctica habrá lugar a menudo para
incorporar m á s actividades simples que son menester en la negociación y la
dirección. Dejemos a la imaginación de los lectores la evocación de unas cuantas.
U n a cuarta categoría de concepto necesario para abordar la principal cuestión
de la cooperación internacional óptima puede ser denominada la "estructura de
poder". Es intuitivamente manifiesto (y hay en sociología una conocidísima tesis
que así lo afirma) que lo mismo que existen diferencias de poder entre los individuos
también se dan entre los grupos sociales, y por lo tanto entre las naciones y otras
entidades. Estas diferencias son en parte sistémicas, más que incidentales, y de ahí
238 Jan Tinbergen

C U A D R O 1. Categorías y elementos que hay que tener encuenta en la evaluación


de las diferentes formas posibles de cooperación internacional

Estructura
Actores Objetos Actividades de poder Timing

Naciones: Información: Trasmisión de Elementos Orden


dominantes provisional información de poder temporal
Reunión de inicial Recogida de económico Lapso de
naciones complementaria información: Elementos tiempo
Mediadores Análisis comentarios de poder
Autoridad planes T o m a de decisiones: n o económico
supranacional examen y provisionales
evaluación revisadas
Mediación: por votación
facultativa Mediación:
obligatoria facultativa
Carta de autoridad obligatoria
Tratado de Análisis
autoridad examen y
Estructura evaluación
de la Planificación
organización: Negociación
jerarquía Gestión
matriz
tensor
Bienestar
Costos, sacrificios

que podamos hablar de una "estructura de poder". El conecpto de poder m i s m o


no es unidimensional; en él está implicado u n cierto número de dimensiones o
componentes. Algunos de éstos revisten un carácter económico y son manipulados
por los economistas sin emplear la palabra "poder", lo cual ha llevado repetidas
veces a incomprensiones entre sociólogos y economistas. Estos últimos, en su análisis
de las rentas de los monopolios, hacen ver que son superiores a una renta óptima,
lo cual es solamente otra forma de caracterizarlas y, por implicación, criticar su
existencia en determinadas circunstancias. Los sociólogos prefieren criticarlas c o m o
consecuencia de una estructura de poder. Así pues, se trata en esto únicamente de
una cuestión de términos, no de substancia. Pero otros elementos de poder, con
efectos igualmente indeseables en determinadas situaciones, son de índole n o
económica; por ejemplo, el poder ejercido mediante la violencia —ya sea estructural
o revolucionaria—, y estos otros elementos juegan un papel en la cooperación
internacional. El concepto de "naciones dominantes" empleado antes no es, por
supuesto, independiente del poder militar de que disponen. L a estructura de poder
—económica y demás— será uno de los determinantes del procedimiento de
votación adoptado en todas aquellas negociaciones relativas a una autoridad
Diferentes formas de cooperación internacional 239

supranacional. E n los procedimientos de votación alternativos concebibles que


ya se han mencionado se reflejará ineludiblemente la estructura de poder del grupo
de naciones participantes. Sólo a la estructura de u n h o m b r e = u n voto — o , en
algunos casos, una nación=un voto— puede llamársele estrictamente igualitaria.
U n a última categoría de concepto que deseamos mencionar es el timing, es
decir la sucesión temporal durante la cual acontece un número dado de actividades.
E n algunas ocasiones es precisamente esta sucesión de actividades lo que carac-
teriza la esencia de la forma de cooperación estudiada. E n otras ocasiones lo que
importa es el lapso total de tiempo que transcurre. Cuanto m á s breve sea éste, la
cooperación internacional podrá reaccionar más adecuadamente a los cambios
acaecidos en las circunstancias —por lo c o m ú n un aspecto importante de su eficacia.
Resumimos nuestra clasificación indicativa de los diversos elementos de la
cooperación internacional, que hay que tener en cuenta, indicando los diferentes
conceptos pertinentes en el cuadro 1.

IV. C ó m o determinar los procedimientos óptimos


de cooperación internacional

C o n ayuda de los conceptos examinados y de los ejemplos dados en la sección II


nos hallamos ahora en disposición de dar un contenido algo más concreto a la
cuestión planteada en la sección I. C a d a una de las nueve formas de cooperación
internacional descritas en la sección II determinará u n cambio en el bienestar de
la comunidad de naciones u otras entidades estudiadas y ocasionará algunos costos
o exigirá sacrificios en forma de desventajas psicológicas. E n principio es el aumento
de bienestar neto, es decir, el predominio de los beneficios de ese bienestar sobre los
costos o los sacrificios, lo que determina la forma óptima de cooperación, carac-
terizándose ésta por ser la que permite obtener mayor ganancia en bienestar neto.
A fin de poder determinar ese balance, deben medirse los componentes por medio
de una unidad c o m ú n . Carece relativamente de importancia cuál de entre un
número de normas o criterios alternativos pueda elegirse. E n la mayor parte de los
casos, las unidades monetarias o económicas serán m á s fáciles de manejar, a
condición, empero, de que se incluyan todos los beneficios y sacrificios, y no sólo
aquellos que aperecen en los extractos de cuentas financieros. Esta salvedad es
importante. Los que critican el cómputo de beneficios y sacrificios en términos
monetarios tienen razón cuando protestan contra las evaluaciones en las cuales sólo
se incluyen aquellos renglones que aparecen en los estadosfinancieros,es decir los
renglones tradicionalmente tomados en consideración por el comercio, los ministros
de hacienda, etc. Los beneficios y sacrificios psicológicos tradicionalmente no
incluidos deben ser evaluados en términos pecuniarios y añadidos en la determi-
nación del balance. E n la economía y otras ciencias sociales se manifiesta una clara
tendencia hacia los enfoques amplios de esta naturaleza.
240 Jan Tinbergen

El problema de la mensurabilidad del bienestar y los sacrificios n o es en


m o d o alguno u n asunto sobre el que exista pleno acuerdo entre los economistas,
por n o hablar de los científicos sociales en general. L o más que puede decirse es
que cada vez va siendo mayor el número de intentos llevados a cabo para reducir
a u n común denominador todos los elementos de bienestar y sacrificios implicados
en u n proceso concreto de cooperación internacional. Permítasele al autor referirse
a su propio trabajo en la esfera de la distribución de la renta (Tinbergen, 1975,1977)
a fin de poder remitir a ejemplos m á s específicos de medición del bienestar; pero
en la pasada década se han efectuado otras muchas y variadas tentativas. Algunas
están relacionadas con un proyecto de evaluación en el desarrollo socioeconómico
(Little y Mirlees, 1974), otras con los indicadores sociales y la calidad de la vida
(Drewnowski, 1974), y otras m á s con la medición de las funciones del beneficio
individual (Van Praag y Kapteyn, 1973).
Para nuestros fines presentes, los costos y sacrificios están íntimamente
relacionados con la amplitud e intensidad de las actividades inherentes a las
diversas formas alternativas de cooperación internacional. Por el bosquejo que
hemos dado en la sección II habrá quedado claro que las formas m á s complicadas
de nuestra enumeración (del 4 al 9) exigen mucho m á s trabajo y posiblemente causan
m á s irritación que las formas más simples.
Éste es el m o m e n t o de introducir un elemento crucial soslayado hasta ahora,
a saber, la materia efectiva con que se opera en la cooperación internacional.
Esto nos conduce al informe R I O ya mencionado. Para actuar, la comunidad
mundial debe llevar a cabo una g a m a innumerable de tareas, enderezadas hacia
u n número n o menos amplio de materias. E n el ámbito económico, estrictamente
definido, éstas implican la producción, distribución y consumo o uso de cantidades
m u y elevadas de bienes y servicios. E n el ámbito sociocultural, más ampliamente
definido, se opera también con u n gran número de objetos no materiales, y otro
tanto cabe decir de la esfera político-militar. Aunque son muchas las conexiones
que existen entre esta multitud de materias, pueden desglosarse agregados de las
mismas con el fin de simplificar el complejo proceso mediante una división del
trabajo. C o n respecto a un gran número de materias, los individuos o las familias
pueden decidir por su cuenta y poner en práctica sus decisiones sin necesidad de
cooperación con otros individuos, y mucho menos de cooperación internacional.
Existen incluso poderosas razones para preferir la autonomía de individuos,
familias, unidades de producción, unidades políticas o educativas, en u n deter-
minado número de cuestiones. Ejercer u n cierto grado de libertad es algo que
contribuye a la felicidad de los seres humanos, y en tanto no causen daño a otros
o amenacen su propio futuro, tal libertad puede incluso ser aceptada c o m o un
derecho fundamental. Fuera de ésto, para el trato óptimo de otras materias, basta
con la cooperación dentro de comunidades relativamente pequeñas. H e m o s
mencionado antes las unidades de producción: evidentemente, la cooperación es
deseable en un taller para producir eficientemente u n artículo de alta calidad. D e
Diferentes formas de cooperación internacional 241

un m o d o análogo, el tráfico urbano puede ser regulado por los municipios; pueden
señalarse vías de dirección única e instalarse semáforos. Pero los colores de éstos no
pueden dejarse a la elección de los ayuntamientos, y hoy día requieren la coope-
ración internacional. Gran número de asuntos culturales, por ejemplo los planes de
enseñanza en una nación lingüísticamente homogénea, pueden ser dirigidos, hasta
un cierto punto, por los Estados soberanos. Pero resultará evidente, a poco m á s
que reflexionemos, que es u n verdadero problema dilucidar lo que realmente
constituye el "nivel de cooperación óptimo" respecto a u n buen número de
materias. E n el informe R I O se han identificado diez grupos de materias que, en
opinión de los autores, requieren cooperación a u n nivel m á s alto que el nacional.
Aquí es donde una opción entre las formas de cooperación internacional mencio-
nadas en la sección II —y posiblemente algunas otras formas m á s — resulta vital.
U n a razón importante para efectuar un estudio m á s a fondo de esta cuestión es la
difundida e irracional preferencia de los Estados nacionales y de sus ciudadanos por
"hacer ellos mismos las cosas". C o m o si se figuraran que este tipo de acción
autónoma les hace independientes de lo que otras naciones estén obrando, lo que,
naturalemente, no tiene base alguna en que sustentarse. Si deciden y actúan
autónomamente, c o m o se supone en nuestra hipótesis 1, pueden calcular mal el
grado de las represalias que otros países tomarían posteriormente, aun cuando en
principio hayan podido contar con tales represalias. Esta pauta aparece u n poco
m á s explícitamente desarrollada en las hypótesis 2 y 3. El grado de represalia
dependerá de la estructura de poder, y la hipótesis 2 refleja esto de forma simplista
cuando distingue únicamente entre naciones "importantes" y las demás. L a repre-
salia dependerá m u c h o más, sin embargo, del impacto que las decisiones autónomas
de algunas naciones tengan sobre otras. Respecto a muchísimas cuestiones no habrá
impacto en absoluto. Así, ningún país se verá afectado por las vías de dirección
única que se establezcan en el extranjero, ni por el programa escolar de enseñanza
primaria adoptado en otros naciones. Las cuestiones que afectan el bienestar de
otros países son las únicas que importan; los economistas suelen decir que éstas
producen "efectos externos" (economías y deseconomías) o "externalidades". El
informe R I O optó por agrupar las cuestiones con efectos externos bajo los epí-
grafes de: políticas monetarias; transferencias de renta entre países y financiación
internacional de planes de desarrollo; producción y distribución de artículos alimen-
ticios; industrialización, comercio internacional y división internacional del trabajo;
energía, minas y minerales; investigación científica y perfeccionamiento tecnológico;
empresas transnacionales; ambiente h u m a n o ; reducción de armamentos, y explo-
tación de los océanos.
Es en estas circunscripciones de la acción política donde la forma de coope-
ración internacional elegida puede suponer una enorme diferencia para el bienestar
neto obtenido por las naciones comprometidas. E n términos m u y generales, las
formas m á s débiles de cooperación internacional propenden a desatender los
intereses de las naciones m á s debiles, ya sea en virtud de decisiones tomadas y
242 Jan Tinbergen

llevadas a cabo, ya por no dar cumplimiento a decisiones formalmente tomadas.


Puede citarse un ejemplo referente a la hipótesis 4 antes citada: decisiones tomadas
en asambleas internacionales —sistema clásico de, por lo menos, una cierta coope-
ración. U n gran número de resoluciones aprobadas por muchas de las organiza-
cionesfilialesde la Organización de las Naciones Unidas no fueron cumplidas por
los miembros poderosos, los cuales consideraron que n o convenía a sus intereses a
corto plazo el hacerlo así. Las famosas transferenciasfinancieraspúblicas del
0,7 por ciento del producto nacional bruto de los países desarrollados a las
naciones en vías de desarrollo constituyen un caso notorio e ilustrativo, así c o m o
otras muchas formas de política comercial internacional. También existen ejemplos
de cooperación eficaz, c o m o la descrita en la hipótesis 9, donde se establece una
autoridad supranacional; baste citar la Comunidad Europea del Carbón y el
Acero, la Organización Mundial de la Salud en algunos de sus cometidos o la
Unión Postal Universal. L a hipótesis 4 puede ganar en eficacia si se le añaden las
hipótesis 7 y 8: arbitraje coactivo y sanciones. U n o de los ejemplos más notables
de una cuestión todavía sometida a debate es la explotación de los océanos,
acerca de lo cual se están llevando a cabo negociaciones en la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Derecho Marítimo. Estas negociaciones son más intrin-
cadas que cualquier otro tipo de deliberaciones emprendidas hasta la fecha. Las
sesiones de esta Conferencia hubieron de examinar y debatir, al principio, siete
proposiciones en pugna para la redacción de un tratado. U n método interesante
para mejorar la eficacia de las negociaciones fue la introducción, por la Oficina de
la Conferencia, de u n "texto de negociación único", lo que también ilustra que
bastante a menudo el trabajo más importante lo hace una oficina o secretaría.
Habrá quedado ya suficientemente clara la razón de que a este ensayo n o
pueda considerársele sino prolegómeno de un completo y provechoso método de
evaluación de formas alternativas de cooperación internacional: no se ha planteado
siquiera el elemento cuantitativo que hace falta realmente para comparar los bene-
ficios y costos de las nueve formas diferentes mencionadas. E n efecto, tal cuantifi-
cación exige el recuento y suma del número de horas requeridas para la ejecución
de las diversas fases sólo aproximativamente bosquejadas, en la sección II; la
recopilación de datos de esta clase respecto a una gran variedad de asuntos y de
formas de cooperación internacional. Podrá parecer utópico intentar este tipo de
recopilación de datos, pero las astronómicas sumas de dinero gastadas en las
grandes asambleas internacionales tal vez hagan que merezca la pena iniciar este
género de investigación de las formas de cooperación. Podría dar algunos resultados
inesperados con respecto a las cantidades de dinero relativas que se necesitan, por
ejemplo, para las pequeñas asambleas en comparación con las grandes. También
puede evidenciarse que el elemento que hemos denominado "análisis", aunque
costoso, puede no obstante rendir el beneficio de una comprensión m u y mejorada
de los procesos involucrados.
Diferentes formas de cooperación internacional 243

V . Algunas observaciones sobre la representación gráfica


de estructuras de decisión: comparación
con el análisis de pautas y los modelos econométricos
Es ya costumbre presentar las estructuras de toma de decisiones por medio de
diagramas que generalmente transmiten la idea m u c h o mejor que las descripciones
verbales. Tales diagramas, llamados a veces organigramas o definidos mediante
términos análogos, deben trazarse con meticulosidad si realmente se desea propor-
cionar con ellos información sobre los procedimientos de toma de decisiones.
C o m o vamos a demostrar, hay cierta similitud con los diagramas empleados en
sociología, conocidos c o m o esquemas de análisis de pautas, y con las representa-
ciones gráficas de modelos econométricos; pero éstos se construyen conforme a
unas reglas estrictas y bien definidas que impiden la vaguedad o la imprecisión.
C o m o los organigramas se dan frecuentemente en obras la divulgación sobre la
materia, muchos adolecen de falta de claridad y de ambigüedades. Especialmente
confusos son aquellos en los cuales las líneas que conectan cuadrados o círculos que
represetan actores aparecen trazadas o sinflechasindicadoras de dirección o con dos
flechas contrapuestas, impidiendo así una clara representación de la sucesión de
decisiones o fases del proceso de toma de decisiones.
Podemos proponer aquí algunas reglas, aunque con toda evidencia depende
de qué aspectos desee uno ilustrar para determinar exactamente las elecciones que
han de efectuarse. Generalmente no es mala idea la de representar los actores por
cuadrados, rectángulos, círculos, etc., y a ser posible escoger diferentes figuras
geométricas para diferentes tipos de actores.
También suele ser ventajoso indicar las actividades por medio de líneas, por
ejemplo la transmisión de información de u n actor a otro, pero debe indicarse con
una flecha la dirección de la corriente de información, o, dado el caso, las instruc-
ciones impartidas en un sistema de dirección. A d e m á s , si se distinguen diferentes
actividades, puede dársele a cada una de ellas una clave especial, c o m o una línea
continua, o de puntos, o cualquier otra forma de línea discontinua.
Los objetos pueden representarse igualmente por medio defigurasgeométricas
distintas a las utilizadas para identificar a los actores.
Si el timing es m u y importante, puede trazarse la periodización a lo largo
del eje horizontal de un diagrama, e indicarse la historia de cada actor mediante
una sucesión defigurasgeométricas idénticas (cuadraditos, círculos, etc.) a inter-
valos de tiempo regulares.
Estas sugerencias pueden aclararse u n poco más con ayuda de unos cuantos
pormenores relativos a las representaciones gráficas m á s rigurosas que se emplean
en el análisis de pautas sociológico y los esquemas deflechasde los modelos diná-
micos econométricos. Intentemos esta comparación dentro de u n marco u n poco
m á s amplio, el de una comparación que utilice las categorías del cuadro 1. Antes
de comparar los conceptos aquí empleados sobre cooperación internacional con
244 Jan Tinbergen

los utilizados en el análisis de pautas sociológico y los modelos econométricos,


tengamos presentes, n o obstante, los principales objetivos de estas tres activi-
dades científicas. C o m o en todas las operaciones de esta naturaleza, hemos de
distinguir el proceso puramente analítico encaminado a explicar los fenómenos que
se estudian de las aplicaciones correspondientes a los mismos. El análisis de pautas
sociológico es fundamentalmente una forma de explicación. Aspira sobre todo a la
explicación de los cocientes de inteligencia individuales (IQ), el nivel de instrucción
o la posición socioeconómica (SES), por medio de los factores genéticos y ambien-
tales. M u c h o menos se insiste en las aplicaciones prácticas; éstas podrían consistir
en el descubrimiento de técnicas pedagógicas que contribuyesen a elevar el I Q o
el S E S de los genéticamente desfavorecidos. (Para ver un ejemplo notable y reciente,
véase Bulcock, Fägerlind y Emanuelsson, 1974). Los modelos econométricos se
emplean de ambas maneras, en una forma m á s equilibrada: tanto el trabajo
analítico c o m o el de aplicación se llevan a cabo corrientemente. El trabajo analítico
aspira a la explicación del proceso económico; el de aplicación, a descubrir políticas
óptimas para alcanzar metas u objetivos determinados (Tinbergen, 1956). El
presente ensayo es de un carácter tan preliminar que resulta difícil decir si aportará
algo al análisis, o a la política, o a ninguna de las dos cosas.
Volviendo a las categorías del cuadro 1, vamos a comparar ahora los
conceptos empleados en las tres disciplinas. Los actores, en el análisis de pautas
sociológico, son los individuos, sus padres y sus hermanos. N o deja de sorprender
un poco que a los abuelos por lo general no se los mencione, y a las personas que se
hallan inmediatamente relacionadas con algunas de las actividades estudiadas,
c o m o son maestros, condiscípulos y patronos laborales, rares veces se les presta
una atención m u y específica. E n los modelos econométricos, la mayor parte de los
actores son grupos de productores, consumidores, comerciantes y sólo raramente
empresas aisladas, aunque éstas algunas veces tambiénfiguren.U n actor importante
es el habitualmente definido c o m o el Estado o "autoridades públicas"; hoy van
siendo m á s frecuentes los modelos econométricos con u n cierto número de
gobiernos c o m o actores separados. A los presentes efectos, estos actores son
esenciales.
Los objetos considerados en el análisis de pautas por los sociólogos son
principalmente I Q individuales, niveles de instrucción, S E S , algunas veces renta,
pero sólo raramente bienestar (satisfacción, utilidad). E n los modelos econométricos,
el bienestar suele contarse entre los objetos, aunque frecuentemente reducido a sus
causas, c o m o renta y consumo; la satisfacción derivada de la actividad profesional
o de la riqueza está empezando apenas a considerarse y estudiarse. Los mercados
suelen darse c o m o objetos típicos en los modelos econométricos. Según la formu-
lación matemática dada a los objetos, una clasificación frecuentemente empleada
es la de datos, objetivos de política económica, instrumentos de esa política y otras
variables a veces llamadas "improcedentes". Las incógnitas de la formulación
matemática son los objetivos y las variables improcedentes en los problemas
Diferentes formas de cooperación internacional 245

analíticos; los instrumentos y las variables improcedentes, en los problemas de


aplicación o de política.
Las actividades explícitamente consideradas en el análisis de pautas socio-
lógico son los procesos de aprendizaje de los individuos estudiados. E n los modelos
econométricos, las actividades fundamentales son la demanda o la oferta desple-
gadas, con la producción y el consumo c o m o actividades de fondo, o, en su
expresión monetaria, las pautas de ingresos y de gastos. Entre las ecuaciones mate-
máticas que se dan en los modelos econométricos, las conocidas c o m o ecuaciones
de comportamiento se cuentan entre las m á s interesantes y reflejan el compor-
tamiento de grupos de individuos en lo que a oferta o demanda se refiere. Pero no
existe ninguna línea divisoria tajante entre el comportamiento de la oferta y el
concepto, m á s técnico, de las funciones de producción. A efectos de lo que aquí
nos ocupa, tanto objetos c o m o actividades se han especificado de forma bastante
detallada; esto podría hacerse igualmente respecto a los modelos econométricos
siempre que se escogiera una formulación algo m á s precisa de los mismos. E n otras
palabras, los modelos econométricos abarcan u n espectro m u c h o m á s amplio que
la cooperación internacional.

Naciones
miembros
i. . ,

Consejo, autoridad supranacional

-®-
Ejecutivo, autoridad supranacional

-€>-
Divisiones,
autoridad O Medidas
supranacional

Fig. 1. Presentación diagramática inconveniente. Organigrama de una autoridad supranacional


con 3 miembros y 3 secciones, responsable cada una de ellas de la elaboración de u n solo conjunto
de medidas. Inconvenientes de este tipo de presentación: las líneas que conectan a los actores
señaladas conflechasen dos direcciones no presentan con claridad la secuencia temporal de las
actividades o corrientes simbolizadas. A d e m á s , n o se emplean diferentes tipos de líneas para
diferenciar actividades.
246 Jan Tinbergen

Nación 1

Nación 2

Nación 3

/
Consejo
///
///
///
Ejecutivo ^)

División 1

División 2

División 3

1 Tiempo

Información provisional transmitida


Información complementaria pedida
Información complementaria transmitida
Instrucciones dadas
i Trabajo realizado
Presentación de informes
Medidas tomadas
Q Disensiones

Fig. 2 . Presentación diagramática conveniente. M a p a de operaciones de una autoridad supra-


nacional con 3 miembros, un Consejo Directivo, un Consejo Ejecutivo y 3 secciones operacionales,
con indicaciones de la secuencia temporal de los hechos.

Poder es un concepto apenas utilizado en econometria hasta la fecha, aunque,


bajo otros nombres, se trata en ella de los componentes económicos del poder. E n
ciencia económica se ha tratado el concepto de poder, pero no se ha dado a su cuan-
tificación un contenido preciso. (No obstante, véase Pen, 1978, y Perroux, 1973.)
Tras esta comparación de las tres disciplinas, volvamos al papel desempeñado
en cada una de ellas por el aspecto temporal. Su importancia en la planificación
queda bien destacada en los organigramas, especialmente por cuanto lleva a cabo
Diferentes formas de cooperación internacional 247

un análisis de pautas crítico, es decir la determinación de aquellos elementos que,


en una secuencia de actividades, ponen límites m á s bajos a la actuación entera. A l
planificar una actuación concreta totalmente identificada, ese aspecto del timing
resulta vital. E n las otras dos disciplinas elegidas para la comparación, el análisis
de pautas n o es lo m á s ventajoso a este respecto. Los periodos requeridos por los
elementos en que el proceso de aprendizaje se descompone no se especifican por lo
c o m ú n exactamente. E n cuanto al aspecto del timing, los modelos econométricos son
m u c h o m á s precisos. L a estimación de las demoras es una parte importante de la
estimación total de los coeficientes en dichos modelos. E n correspondencia, la
representación diagramática de los modelos econométricos por medio de un deno-
minado esquema deflechas,en el cual aparece trazado el tiempo a lo largo del eje
horizontal, adquiere también importancia (Tinbergen, 1937). E n mi opinión, para
una descripción exacta de formas alternativas de cooperación internacional y, en
consecuencia, de toma de decisiones internacional, es preferible una representación
gráfica en que aparezca trazado el tiempo a lo largo del eje horizontal.

V I . Algunas breves conclusiones provisionales

C o m o ya se ha dicho, este ensayo no puede ser otra cosa que una serie de prole-
gómenos a un enfoque científico. Sin embargo, a fin de ilustrar la pertinencia de tal
enfoque, parece apropiado enumerar unas cuantas conclusiones provisionales que
esperamos lleguen a desprenderse algún día c o m o definitivas de un completo
tratamiento científico. Al proceder así, esperamos al menos convencer en cuanto
al valor de un esfuerzo continuado a lo largo de las líneas indicadas. Las conclu-
siones que siguen n o pueden por menos de ser provisionales puesto que están
basadas en la intuición más que en la estricta lógica.
1. Muchísimas decisiones indispensables para que la comunidad mundial fun-
cione no requieren la cooperación internacional. Incluso es preferible que
tales decisiones se tomen al m á s bajo nivel práctico: esto aboga por la d e m o -
cracia y la participación.
2. U n limitado número de materias sobre las que deben tomarse decisiones
tienen efectos externos; por lo que a éstas se refiere, las decisiones puramente
nacionales son por esencia antidemocráticas: a las posibles víctimas no se
les consulta siquiera.
3. El número de estas materias es cada vez mayor, debido a la creciente inter-
dependencia material de las poblaciones nacionales.
4. E n esto se necesita la cooperación internacional en una de las diversas
formas enumeradas.
5. Las formas débiles de cooperación internacional (véanse especialmente los
casos 1 a 6, con exclusión de 7 y 8) tienden a lesionar los intereses de las
naciones relativamente inermes y de sus poblaciones. También tienden a
248 Jan Tinbergen

perpetuar el error de que las naciones poderosas pueden, en el m u n d o actual,


determinar su propio destino.
6. Las formas fuertes de cooperación internacional son soslayadas a causa de
una aversión irracional hacia las mismas.
7. Para una cooperación internacional eficaz son menester por lo menos las
formas 7 y 8 (arbitraje coactivo y aplicación de sanciones).
8. L a forma más eficiente es la descrita en 9, la autoridad supranacional, toda
vez que las ganancias en bienestar en comparación con 4 (el método tradi-
cional de la familia de organizaciones de las Naciones Unidas) tienen
probabilidad de ser m u c h o mayores que los costos y sacrificios.

[Traducido del inglés]

Referencias

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Internacional de Ciencias Económicas, Confe- an empirical investigation in the Netherlands,
rencia de Noordwijk aan Zee, abril de 1977. European economic review, n.° 4 (1973), p. 33.
L a interdependencia
en las relaciones internacionales

Radoslav Stojanovic

Las relaciones internacionales son esencialmente relaciones entre sociedades m u n -


diales dentro de determinados límites políticos y territoriales. Según la sociología
marxista se entiende por "sociedad territorial global" el conjunto de personas agru-
padas en virtud de una serie de vínculos e intereses recíprocos dentro de un territorio
determinado. Esta agrupación hace posible el logro de la autosuficiencia (autarquía)
con respecto a la producción material y a la reproducción h u m a n a . Sin embargo esta
autosuficiencia contrasta con la interdependencia que produce entre las sociedades
de este tipo la disparidad de modalidades que reviste cada desarrollo respectivo de
la producción material. Así combinadas, la interdependencia y la autarquía originan
diversas formas de relaciones entre las sociedades. El hecho de que quienes parti-
cipan en las relaciones internacionales constituyan dualidades de distintos niveles
de interdependencia redunda en la aparición de diversas modalidades de relaciones
internacionales.
L a sociedad global de carácter político y territorial sólo se presenta en su
forma completa cuando se crea el Estado y, en este sentido, las relaciones interna-
cionales serán relaciones entre Estados toda vez que el Estado constituye la única
forma de organización política de las sociedades territoriales globales.
L a territorialización de las sociedades humanas globales produce las condi-
ciones en virtud de las cuales las relaciones internacionales pueden constituir una
forma especial de las relaciones entre sociedades. C o n el asentamiento de un grupo
social global en u n territorio determinado se inicia la propiedad colectiva de dicho
territorio con la consiguiente delimitación de su territorio y la exclusión del m i s m o
a los miembros de otras comunidades, y la organización de su defensa frente a las
amenazas de otras comunidades. Esta defensa del territorio entraña el recurso al
empleo de la fuerza por parte de toda la comunidad y de manera m á s o menos
organizada. El empleo de la fuerza c o m o medio de asentar un territorio se deriva de

Radoslav Stojanovic es profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Belgrado, Bl. Revo-


lucije, Belgrado 1100 (Yugoslavia). Ha publicado un manual de derecho internacional, una obra
sobre la teoria de las relaciones internacionales y otra sobre la política de poder y los países en
desarrollo (todas estas publicaciones en servocroata).

Rev. in!, de cieñe, soc., vol. X X X (1978), n.° 2


250 Radoslav Stojanovic

las relaciones establecidas entre el ocupante y cualquier otra sociedad excluida de


dicho asentamiento debido a su oposición al mismo, o bien a las aspiraciones
expansionistas de quienes ocupan el territorio. D e ello se desprende que la relación
tiene carácter social aunque dependa de la tierra que le proporciona las condiciones
naturales de producción material y constituye la base que permitirá a la sociedad
global llegar a ser una comunidad social autárquica. Sólo mediante el asentamiento
de sociedades completas puede surgir una relación esencialmente distinta de las
demás relaciones entre sociedades.
C o n el asentamiento se crea u n monopolio sobre todo lo que contiene la
tierra ocupada ya sea para proporcionar las condiciones necesarias del desarrollo
de la producción material, ya sea para mantener una línea de comunicación o
también para servir c o m o acervo de riqueza acumulada o, si se quiere, c o m o barrera
frente a la incursión de quienes establecen relaciones con la sociedad que ocupa el
territorio. Teniendo en cuenta que este monopolio es defendido por la fuerza, y
que sólo por la fuerza puede ser destruido, la comunidad correspondiente reunirá
las características de una comunidad territorial política. Las relaciones entre c o m u -
nidades de ese tipo son también de carácter político aunque en virtud de su estructura
interna n o sean comunidades políticas en su primera territorialización, sino c o m u -
nidades con vínculos sanguíneos, sin estratificación de clases y, por tanto, sin
organización estatal.
L a territorialización que remonta a la comunidad originaria lleva en sí las
formas embrionarias de la relación que, con la aparición de los Estados, se convertirá
subsiguientemente en internacional en el sentido histórico del término. Gradual-
mente, con la territorialización de la sociedad, el vínculo de sangre que era la base
de la organización social va desapareciendo tanto con respecto a las relaciones
internas c o m o a las exteriores. El etnocentrismo basado en vínculos de sangre es
substituido por el etnocentrismo basado en el territorio. Las relaciones entre
sociedades territoriales y agrupaciones sociales difieren de las relaciones entre
grupos consanguíneos debido a los efectos que ejercen sobre ellas diversos factores.
¿Cuándo empezó a manifestarse en su forma primitiva la territorialización
de las sociedades globales? Se podría alegar que este proceso es paralelo al de la
estratificación de las clases sociales. " L a antigua sociedad basada en vínculos tribales
se desintegra al chocar con las clases nuevamente establecidas y, en su lugar, surge
una nueva sociedad cuyas unidades básicas son comunidades m á s territoriales que
tribales, es decir, una sociedad en la que el orden tribal está completamente subor-
dinado al orden basado en la propiedad, una sociedad que da rienda suelta al desa-
rrollo de las contradicciones y luchas de clases que constituyen todo el contenido de
la historia conocida hasta el día de hoy" 1 . Sin embargo, antes de que se produzca
ese proceso interno de estratificación social hay que contar con la territorialización
plasmada en el asentamiento de las comunidades globales relacionadas con el
vínculo de la sangre. ¿Cuándo y en qué fase del desarrollo de la sociedad se produce
esta forma de territorialización? Sin duda alguna este proceso duró m u c h o tiempo,
La interdependencia 251
en las relaciones internacionales

es decir, fue tan prolongado que durante toda la historia conocida hasta nuestros
tiempos no ha llegado todavía a ser universal. Durante la mayor parte del curso de
la historia existieron grupos de sociedades territorializadas organizadas en Estados.
E n el seno de una u otra comunidad internacional y paralelamente a grupos de
sociedades que se encontraban en una fase inferior de desarrollo, instaladas en
amplias zonas escasamente pobladas, viviendo u n a existencia bárbara o incluso
salvaje y alejada del estatismo organizado. Así, pues, han existido desde tiempo
inmemorial dos clases de relaciones internacionales: las relaciones desarrolladas
dentro de las comunidades internacionales de Estados y las relaciones establecidas
entre esas comunidades y los pueblos y otros grupos sociales externos o los Estados
de alguna otra comunidad internacional.
Los materiales antropológicos disponibles ponen de relieve que el proceso de
territorialización de las sociedades globales se inicia alfinalde la fase intermedia
del periodo bárbaro2 cuando "el aumento de la densidad de población obliga a los
habitantes a solidarizarse tanto entre ellos c o m o en relación con el m u n d o exterior.
Las alianzas entre tribus afines son necesarias en todas partes y m u y pronto se
amalgaman agrupándose los territorios tribales en u n área nacional c o m ú n " 3 .
D e ahí que esta fase sea inmediatamente anterior a la estratificación de la sociedad
en clases y al surgimiento de los Estados. Su existencia se prolonga durante u n largo
periodo de tiempo mientras subsisten las formas impuras de territorialización y al
paso que, debido al desarrollo desigual de la sociedad h u m a n a , una serie de
sociedades viven en ese nivel de desarrollo al lado de otras sociedades que ya han
progresado en la vía de la civilización.
L a territorialización de las sociedades globales provoca u n tipo específico
de contradicción que, en último análisis, conduce al fenómeno esencial del que
pueden surgir las relaciones internacionales. L a ocupación política de tierra y su
delimitación de otras zonas ocupadas del m i s m o m o d o crea una interdependencia
entre los estados globales, toda vez que en ningún territorio aislado pueden
concurrir todos los recursos naturales que un país en su conjunto ofrece al hombre
para el desarrollo de la producción material.
Otra consecuencia de esta contradicción estriba en la disparidad que se
produce entre las diversas sociedades globales territoriales al n o ser posible que
concurran en todos los territorios políticamente delimitados las mismas condiciones
de desarrollo de la producción material.
Esta disparidad, producida por la propia territorialización, coincide con
la disparidad original que de todos modos sigue siendo importante para las
relaciones internacionales incluso en las circunstancias contemporáneas, si presu-
ponemos "la producción capitalista en las mismas circunstancias y con una deter-
minada duración de la jornada de trabajo, el m o n t o de la plusvalía variará según
las condiciones naturales de trabajo y, en particular, la fertilidad del suelo"4.
Esta disparidad fundamental permanece c o m o abstracción extrema de las dis-
paridades que pueden surgir subsecuentemente y desarrollarse mediante el
252 Radoslav Stojanovic

perfeccionamiento de la producción, de la tecnología y de la sociedad en general.


Entretanto sigue vigente el hecho de que sólo por medio de la territorialización se
puede crear u n sistema tal de relaciones que impida a la sociedad territorial
beneficiarse del m o d o que desearía de sus relaciones con cualquier otra sociedad
sin contar con el consentimiento de dicha sociedad ni empleando la fuerza contra
ella. Ese interés se centra en el territorio sobre el que ejerce monopolio o poder
soberano, atañe a los recursos naturales o a las fronteras territoriales que protegen
otros recursos (riqueza) y también al comercio, sólo se aplica a la neutralización
de fuerzas concentradas en el territorio pero que obstruyen el logro de algún otro
objetivo de la primera sociedad (por ejemplo un ataque a la metrópolis con objeto de
apoderarse de sus colonias).
L a interdependencia se origina en los procesos descritos en el párrafo anterior
y representa una mezcla de sus elementos constitutivos y de los factores que
desempeñan un papel en sus diversas formas y grados de manifestación. L a inter-
dependencia original es básica. Sin embargo está sujeta a cambio al subsanar la
sociedad global las deficiencias de las condiciones naturales del territorio ocupado.
Quiere decirse con ello que las sociedades que tropiezan con mayores o menores
dificultades en el desarrollo de su producción o supervivencia en u n territorio
determinado compensan las deficiencias naturales mediante esfuerzos adicionales
y una mejor organización. Estas compensaciones se reflejan, o bien en una
reacción acertada frente a condiciones desfavorables mediante el desarrollo de
medios más avanzados de producción, o bien mediante la explotación de determi-
nados obstáculos físicos y de determinados inconvenientes naturales del territorio
que dominan afinde protegerse contra cualquier agresor potencial y facilitar con
ello el desarrollo pacífico de la sociedad. C o m o ejemplos históricos típicos pueden
citarse los casos de Venecia y Holanda. E n ambos casos se tropezó con grandes
esfuerzos al intentar arrebatar la tierra al mar para defenderse mejor de todo agresor
externo cuya vecindad fuera amenazadora 5 . L a actitud de M a r x frente a las
compensaciones sociales de las deficiencias naturales puede desprenderse análo-
gamente de lo que escribió acerca del papel de las condiciones naturales en el
desarrollo del capitalismo. "Éste [el capitalismo] presupone el dominio del hombre
sobre la naturaleza." L a naturaleza "le lleva de la m a n o c o m o una madre cuando
enseña al niño a andar". Por esta razón el desarrollo personal no se convierte en
imperativo natural. " L a patria del capital no está en las zonas tropicales con su exu-
berante vegetación, sino en las zonas templadas"6. A juicio de M a r x las condi-
ciones naturales sólo hacen posible la plusvalía y el excedente de producción, pero
no los crean. Por consiguiente, las relaciones entre las sociedades territoriales en lo
que concierne a la interdependencia pueden aparecer sujetas a algunas modifica-
ciones en el curso del desarrollo social. L a desigualdad n o es u n factor permanente
ya que el desarrollo de la producción altera la dependencia del hombre frente a la
naturaleza, afectando también con ello a las relaciones de interdependencia entre
sociedades globales establecidas por medio de la territorialización.
La interdependencia 253
en las relaciones internacionales

Las transformaciones comprobadas en el desarrollo de la interdependencia


entre las sociedades territoriales globales denotan la existencia de diversos tipos de
interdependencia.

La interdependencia original es la que se deriva de la territorialización de las socie-


dades globales y de la variedad de las condiciones naturales, de las que depende el
desarrollo de la producción material. Esta forma de interdependencia se deja sentir
durante m u c h o tiempo, es decir, siempre que la producción natural constituya la
pauta básica de la producción y hasta el m o m e n t o de desarrollar la fabricación
de productos.
Cuando las sociedades de una comunidad original se instalan las primeras
en un territorio, encuentran en él todo lo que necesitan para vivir. E n consecuencia,
son poco frecuentes los litigios o que otras sociedades se amparen de tierras ya
ocupadas. " E n realidad, las guerras rara vez tienen por objeto la conquista terri-
torial o la defensa mientras no se ha llegado todavía a la fase agrícola o ganadera del
desarrollo. Cuando ello sucede, sin embargo, se convierte en el principal motivo
de hostilidades"7.
E n el m á s alto nivel de vida primitiva, la necesidad de tierras de cultivo y la
posibilidad de apoderarse de las plusvalías de otras sociedades con el fin de sobre-
vivir o de desarrollar la propia sociedad predominan por encima de otras formas de
interdependencia. " L a m á s antigua razón para apoderarse de tierras por la fuerza
estriba... en ocupar la tierra en el m o m e n t o en que hace falta. L o que suele suceder
cuando las comunidades agrícolas inician una conquista es que, al apoderarse de las
tierras, destruyen al mismo tiempo la población que las ocupaban" 8 .
El desarrollo de la agricultura confiere gradualmente la m á s alta prioridad al
asentamiento en tierras adecuadas para el cultivo. C o n la existencia de una sociedad
de clases y del Estado, la propiedad individual de la tierra crea nuevas necesidades
que también afectan a las relaciones internacionales. "Por ejemplo, allí donde
cada individuo necesite una parcela de terreno de determinada extensión, u n simple
aumento demográfico planteará un problema; cuando se trate de resolverlo se
recurrirá a la colonización y, por ende, a la guerra de conquista, acompañada de
una reducción a la esclavitud de las poblaciones, etc."11. L a exigencia de u n canon
para el cultivo de la tierra constituye una nueva forma de explotación de los terri-
torios ocupados y proporcionó bajo el feudalismo la fuente principal de la riqueza.
Los habitantes de una región o de un país conquistado, ya n o pueden ser extermi-
nados físicamente, sino que se les obliga a pagar alquileres al nuevo dueño, cosa
que era posible durante la fase del feudalismo y que si inicialmente se abonaba en
productos o en trabajo, acabó por pagarse en dinero. L a posesión de esclavos
y la expansión de las posesiones feudales constituían los requisitos previos de
la supervivencia de ese tipo de organización socioeconómica y siempre se han
vinculado con relaciones internacionales, al no poderse realizar localmente. Cuando
conquistó la Galia, César pudo dar a R o m a u n millón de esclavos. E n Atenas el
254 Radoslav Stojanovic

número de esclavos fue siempre superior al de ciudadanos libres. E n muchos casos


esos Estados debían su prosperidad a tierras extranjeras cuya población "servía"
a la reproducción de las formas básicas de producción.
El segundo tipo de interdependencia original se manifiesta en la lucha por el
control de la plusvalía que, con la mayor frecuencia, se acumulaba ya en las
comunidades originales y en los Estados feudales que poseían esclavos. Este
tesoro sobre el que se basaba el poder del Estado y del monarca hacía posible el
financiamiento de actividades sociales improductivas, c o m o el mantenimiento de
fuerzas militares. " E n la antigüedad, en Asia y Egipto, estos acervos custodiados
por reyes y sacerdotes, solían atestiguar su poder. E n Grecia y en R o m a , la
constitución de u n tesoro del Estado considerado c o m o una forma segura y
fácilmente disponible de plusvalía, se convierte en política. L a posibilidad que
tenían los conquistadores de transferir sus riquezas de u n país a otro y de poner
instantáneamente una parte en circulación constituye u n fenómeno económico
típico de los tiempos clásicos"10.
Esta forma de interdependencia de las comunidades originales se manifiesta
por el surgimiento de la democracia militar cuando la guerra y la organización militar
de la sociedad se convierten en "funciones ordinarias" de la vida nacional. "Las
riquezas del vecino fomentan la codicia de los pueblos cuyo principal objetivo es
la adquisición de riqueza. Son bárbaros: les resulta m á s fácil y les parece m á s
honorable el saqueo que el trabajo c o m o medio de adquirir bienes. La guerra, que
había empezado por servir tan solo de venganza por algún acto de violencia o de
medio para agrandar un territorio insuficiente, tiene m á s tarde el único fin del
pillaje, convertido en una rama ordinaria de la actividad económica" 11 .
La interdependencia original se caracteriza por la ausencia de toda división
internacional del trabajo y, c o m o resultado de ello, no da pie para el desarrollo de
u n proceso de cooperación mediante relaciones internacionales. L a división del
trabajo sólo es posible cuando la producción de bienes alcanza u n alto nivel y
justifica, por lo tanto, una división complementaria del trabajo, creando, a mayor
abundamiento, las condiciones en que puede prosperar la cooperación inter-
nacional. D e ello se desprende que en esas relaciones internacionales, derivadas de
este tipo de interdependencia, el conflicto constituye la forma básica de la relación
internacional y la cooperación sólo existe excepcionalmente y, sobre todo, en el
caso de grupos políticos constituidos por Estados en conflicto con otro Estado o
grupos de Estados.
La producción de bienes es un concomitante de la propiedad privada de los
medios de producción, aunque en las sociedades feudales y de esclavitud n o
constituirá la forma básica de producción, sino que sigue siéndolo la producción
natural a partir de la cual toda comunidad local dentro de una sociedad global
satisfacían prácticamente todas sus necesidades. El comercio entre Estados y entre
comunidades en el interior de un Estado se desarrollaba más c o m o resultado de las
diferentes condiciones naturales de producción que c o m o efecto de una división
La interdependencia 255
en las relaciones internacionales

del trabajo derivada del progreso y de una mayor diversificación de los productos.
E n esas condiciones las estructuras del comercio internacional eran m u y deficientes
y sólo representaba una parte insignificante de la riqueza social, tendiendo, sobre
todo, a satisfacer las necesidades de lujo de las clases dirigentes.

La interdependencia de la era de la economía comercial y de la tecnología empieza


con la aparición, c o m o forma elemental de la producción, de la producción
industrial que acompaña el desarrollo del sistema capitalista y desempeña en él
un papel dominante. El desarrollo de la industria y de la tecnología provoca una
transformación fundamental de la interdependencia primitiva, contribuyendo
efectivamente a la acelerada liberación del hombre frente a la naturaleza y, a su vez,
origina precipitados cambios en la actitud de los Estados con respecto a la inter-
dependencia, así c o m o cambios en su comportamiento y en su política en materia
de relaciones internacionales. Sin embargo, en este tipo de interdependencia se
manifiesta nuevas variedades de desigualdad c o m o resultado de las diferencias del
progreso industrial y tecnológico, diferencias que desde el punto de vista de la
división internacional del trabajo ejercen una profunda influencia sobre la posición
de los Estados en el mercado mundial y en sus relaciones mutuas en general.
E n las condiciones de la economía de trueque, el mercado se fraccionó en
una serie de unidades hasta en el interior de una misma sociedad, en el interior de
una misma provincia o de un mismo feudo. N o era aplicable ningún criterio, aunque
fuera elemental. T a m p o c o fue posible introducir u n sistema uniforme de medidas
entre dos ciudades o feudos. E n el siglo x v m existían en Francia u n centenar de
sistemas de medidas, y el de París, por ejemplo, era diferente al de Fontainebleau,
situado a 50 k m 1 2 . " E n principio, cada ciudad contaba con tantos tejedores c o m o
necesitaba. Pero ya en 1362 los tejedores de paño gris de Basilea fueron arrui-
nados por la competencia de los tejedores alsacianos; en Estrasburgo, Francfort
y Leipzig, las hilanderías de lana se arruinaron hacia 1500. El carácter de univer-
salidad industrial de las ciudades se perdió definitivamente"18.
Para ser provechosa, la producción industrial requiere producir en serie.
Pero la producción en serie engendra la demanda de mercados distintos del
nacional. D e este m o d o el aumento de la producción industrial capitalista se
armoniza con el desenvolvimiento de los mercados mundiales que ejercen una
influencia directa en las relaciones internacionales de cualquier país. D e este
m o d o , el mercado mundial contribuye a la diversificación de la distribución inter-
nacional del trabajo que, a su vez, se convierte en u n elemento vital del desarrollo
económico de todos los países, forzándoles, en efecto, a especializarse y, por ende,
facilitando a los productores el mismo provecho consentido por la competencia en
el mercado mundial. Sin embargo, la especialización origina u n aumento de la
interdependencia, especialmente entre países dotados de pequeños mercados nacio-
nales. Ello ha provocado la transformación del papel desempeñado en los asuntos
mundiales por una serie de Estados c o m o Venecia, Holanda, Inglaterra, etc. Cuando
256 Radoslav Stojanovic

en tiempos recientes, Italia intensificó su producción de refrigeradores llegando a


fabricar la mitad de los producidos en Europa, su mercado nacional no pudo darle
satisfacción. Ello es particularmente notable en lo que concierne a la producción de
artículos caros c o m o el equipo industrial, las máquinas herramientas, los buques,
los aviones, etc. Para poder cubrir los costos de producción del avión francés
Caravelle fue preciso poder vender no menos de 150 aviones. E n consecuencia, ni
siquiera todo el mercado europeo y, ni que decir tiene, el mercado nacional francés,
fue suficiente para asegurar el provecho necesario11. El desarrollo de la producción
capitalista lleva consigo los gérmenes de una expansión que derrumba todas las
fronteras locales que se oponen a la corriente comercial "con objeto de capturar la
totalidad del país c o m o mercado..." 16 . Esta característica capitalista se ha traducido
directamente por u n desarrollo considerable del comercio internacional y de los
mercados mundiales. A principio del siglo xix el valor total del comercio mundial
no era superior a 200 millones de dólares; en 1938 se elevaba a unos 60 000 millones,
y en 1968 se aproximaba a los 500 000 millones de dólares16.
Este aumento fenomenal del comercio internacional derivado de la división
internacional del trabajo, ya enteramente diversificada, ha dado origen a una
flagrante contradicción en las relaciones internacionales, que radica en la desi-
gualdad de las diversas tasas de desarrollo de la producción industrial mundial.
Esta desigualdad de la tasa de desarrollo ha contribuido a crear un amplio desfase
económico entre los países industrialmente desarrollados y los países en desarrollo.
E n las relaciones internacionales, "la ley del valor se está modificando fundamen-
talmente o, en otras palabras, se registra una diferencia en la actitud que, dentro de un
país, adopta la m a n o de obra calificada empleada en trabajos complejos y la
m a n o de obra no calificada que realiza tareas simples, con respecto a la duración
de la jornada de trabajo en los diversos países. E n este caso, el país m á s rico explota
al país m á s pobre"17. E n el siglo xix, el 70 por ciento del comercio mundial consistía
en intercambios entre los productores industriales, de una parte, y los productores
de bienes agrícolas y materias primas, de otra. Ahora, sin embargo, la participación
de los países industriales en el comercio mundial es del 83 por ciento aproxima-
damente y la de los países en desarrollo de solamente 17 por ciento, habiendo
permanecido constante esta proporción durante muchos años18.
L a posibilidad de la explotación que se produce a través del funcionamiento
automático de la ley del valor en este tipo de interdependencia contribuye a que se
manifieste y sea constante la intensificación de la intervención estatal en los
asuntos económicos. C o m o resultado de ello en el sistema capitalista el Estado
se fortalece; se organiza alcanzando un nivel m á s alto de cohesión social, al paso
que la nación presenta una estructura social más estable, todo lo cual repercute en
la forma y grado de interdependencia en la que los procesos políticos desempeñan
un papel cada vez mayor.
A d e m á s de esta forma de interdependencia va surgiendo otra debida al papel
cada vez m á s importante que desempeña la ciencia en la interdependencia: es la
La interdependencia 257
en las relaciones internacionales

interdependencia tecnológica que influye cada vez m á s en la distribución inter-


nacional del trabajo, en su redistribución en el plano mundial y en las nuevas formas
de cooperación o de interdependencia, de explotación o de conflicto, en las rela-
ciones internacionales. Esta interdependencia tecnológica reviste u n significado
cada vez mayor en la vida de la comunidad internacional. E n sus relaciones econó-
micas recíprocas los Estados parten de posiciones de fuerza, derivadas de la
productividad de sus recursos laborales. E n gran parte esta productividad depende,
todavía actualmente, del nivel tecnológico de la producción. Por consiguiente, u n
factor cuya importancia es cada vez mayor en la estructura de la balanza de pagos
de cada país esta constituido por el saldo de la compra y venta de licencias y
patentes, su contabilización pone de manifiesto los puntos fuertes o los débiles
de u n país en materia de desarrollo tecnológico y, al mismo tiempo, revela su
situación con respecto a la cooperación, la dependencia o la supremacía en las
relaciones internacionales económicas y otras.
La división internacional del trabajo en que radica esta interdependencia
ha introducido u n nuevo elemento en las relaciones internacionales, a saber, el de
la necesidad de cooperar con el fin de atender a los intereses de cada uno de los
Estados, habida cuenta de su recíproca dependencia. Esta necesidad se refleja en el
hecho de que, con esta clase de división del trabajo, el empleo de la fuerza, aunque sea
deseable y posible, n o siempre puede aplicarse para atender a esos intereses, al paso
que la cooperación, considerada c o m o una forma de relación, constituye una nece-
sidad. Cuando predominaba el tipo anterior de interdependencia en una economía
de trueque, todo Estado podía lograr la autarquía completa, limitada únicamente
por las condiciones naturales, y se podía satisfacer casi siempre la necesidad de
relacionarse con otros Estados mediante el recurso a la fuerza, toda vez que se
trataba esencialmente de una transferencia o apropiación de riqueza. L a producción
en serie en una industria especializada sólo es posible si existe u n mercado capaz
de absorber esa producción y para ello la población de la zona comercial (el
mercado mundial) ha de tener u n poder adquisitivo considerable y considerables
necesidades. Esto no se puede lograr mediante el empleo de la fuerza que se opondría
a la producción. Por consiguiente los procesos de cooperación pueden transfor-
marse en una regla en las relaciones internacionales, cuando para los Estados entren
enjuego numerosos intereses de importancia vital que la guerra no puede satisfacer.
Sin embargo, la contradicción fundamental de la economía mundial actual,
derivada del foso que separa a los países industrialmente desarrollados de los países
en desarrollo y también de otras formas más atenuadas de desigualdad, introduce un
elemento de explotación en las relaciones internacionales, lo que refuerza el papel de
los medios políticos, creando la necesidad de la intervención política en la división
internacional del trabajo. Ningún Estado puede permitir que se le explote mediante
el juego incondicional de las leyes económicas en las relaciones económicas interna-
cionales. E n esas circunstancias, los procesos políticos cobran una vitalidad propia,
funcionando de conformidad con sus propias leyes internas, de las que emana la
258 Radoslav Stojanovic

política de la fuerza conduciendo a los conflictos y las guerras internacionales.


Paralelamente a esta contradicción que favorece los conflictos en las rela-
ciones internacionales, existe otra contradicción derivada de la existencia de dos
sistemas socioeconómicos, el socialista y el capitalista. C o m o sistemas sociales, se
excluyen mutuamente. Sin embargo es posible la cooperación entre Estados orga-
nizados según distintos sistemas en el contexto de la interdependencia, toda vez
que n o pueden segregarse de los nuevos procesos. Al m i s m o tiempo, la lucha
política, ideológica y económica entre los dos sistemas afecta gradualmente las
relaciones entre Estados y modifica y restringe ampliamente la división interna-
cional del trabajo en detrimento del proceso global tendiente a la creación de una
economía mundial equilibrada. Estos conflictos aceleran el aislamiento autárquico
de los Estados y grupos de Estados. El nuevo medio colectivo de aislarse en la
autarquía creando bloques económicos y políticos cerrados tiene el efecto más
desastroso en el desarrollo de los procesos susceptibles de acelerar la solución de
las contradicciones básicas del m u n d o moderno, contradicciones que constituyen
un obstáculo al desarrollo de las relaciones armónicas en la comunidad inter-
nacional de nuestros días.
¿En qué dirección y en qué forma puede el tipo corriente de interdependencia
influir en el desarrollo de los procesos cooperativos o al contrario en los conflictos
en las relaciones internacionales actuales? L o que se puede observar, y lo comprueba
una serie de hechos, es que la forma de interdependencia y el grado de interdepen-
dencia son los factores que determinan cuál de esos procesos logrará el éxito más
completo.

La forma de interdependencia que caracteriza las relaciones internacionales entre


dos o m á s Estados indica de qué manera pueden concretizarse los intereses espe-
rados de dichas relaciones.
L a división del trabajo corresponde a u n interés básico de cada parte inte-
resada con respecto a cada una de las demás. Puede favorecer la cooperación cuando
sus intereses son complementarios; pero cuando son incompatibles, puede provocar
un conflicto. Por consiguiente, es difícil defender la tesis de Durkheim según la
cual "... cada concordancia de intereses lleva latente u n conflicto escondido o
aplazado. Porque cuando sólo prima el interés, c o m o nada puede frenar los
egoísmos en presencia, cada parte interesada se encuentra frente a otra en pie de
guerra, en conflicto eterno sin tregua duradera. Ciertamente el interés, es la
mercancia más inestable del m u n d o " 1 9 . El interés es también cambiable y siempre
dependiente de una serie de factores igualmente variables. Sin embargo, en el
análisisfinal,los intereses en materia de relaciones internacionales dimanan de un
determinado tipo de interdependencia y su permanencia y probabilidades de éxito
están en función de la forma y grado de interdependencia. Si no fuere así n o habría
manera de caracterizar los grandes periodos de historia c o m o épocas distintas, ya
se trate de Estados o de pueblos individuales, c o m o de u n circulo m á s amplio de
La interdependencia 259
en las relaciones internacionales

la comunidad internacional o de la humanidad entera. L o que caracteriza a esas


épocas es la casi semejanza de los intereses de los Estados en las relaciones inter-
nacionales. Siempre se derivaron alianzas de los intereses complementarios y
hostilidades de los intereses divergentes. A ese respecto, n o se puede prescindir de la
dimensión política que sirve —y lo hace conscientemente— para dirigir los esfuerzos
de los Estados en u n a u otra dirección. A l propio tiempo n o cabe negar el hecho
de que varios Estados, que actúan de conformidad con los dictados de sobrevi-
vencia o desarrollo, no gozan de la libertad necesaria, durante u n determinado
conflicto, para adherirse al grupo que desean, toda vez que su conducta queda
determinada por los intereses relacionados con las condiciones del momento. E n las
relaciones entre Estados, sin embargo, es posible identificar tanto los intereses que
promueven la cooperación c o m o los que conducen al conflicto. D e ello se desprende
que si, con respecto a determinadas relaciones y problemas los Estados pueden
cooperar, en lo que atañe a otros pueden chocar u oponerse. E n cuanto a la
preponderancia de intereses y relaciones en la esfera de la interdependencia,
depende de una serie de factores cada uno de los cuales tiende a incitar al Estado a
inclinarse por u n o u otro de los dos procesos. U n a preponderancia de factores
tendientes a provocar conflictos de intereses puede ser el índice de riesgo de
conflagración en la relación de que se trate.
Si la interdependencia reviste una forma que haga posible satisfacer los
intereses implicados mediante el empleo de la fuerza, o si la fuerza es el único
medio de satisfacerlos podrá esperarse que la fuerza desempeñe un papel importante
en esas relaciones. Cuando los desacuerdos del imperialismo exigieron la m o n o -
polización del mercado interno y del mercado internacional, se utilizó la fuerza para
conquistar colonias e imponer con ello el monopolio. ¿De que otro m o d o se hubiese
podido llevar a cabo el monopolio a escala mundial sino por medios políticos que,
en este caso, consistían en el empleo de la fuerza, toda vez que varias potencias
imperialistas lo anhelaban? Adviértase al propio tiempo, que la fuerza en cuestión
debe ser adecuada al logro de los intereses particulares. Si los beneficios derivados
de su aplicación quedan desvirtuados por las dificultades o los gastos inherentes
a dicha aplicación, la fuerza n o será utilizada. E n este caso o m á s aún, cuando la
forma de interdependencia implica que los intereses considerados sólo pueden
atenderse por medio de la cooperación (o si la fuerza resultara inapropiada) cabe
esperar que la acción política pueda conseguir desarrollar y diversificar los procesos
de cooperación en las relaciones internacionales. Gracias a la transformación de las
relaciones entre productores de materias primas y productores industriales, con
referencia a la actual división internacional del trabajo, los intereses de los países
industrialmente desarrollados frente a los países insuficientemente industrializados
ya no pueden atenderse mediante el "monopolio" del mercado y de las fuentes de
materias primas (con m u y pocas excepciones, tales c o m o el petróleo crudo y las
substancias nucleares y los metales raros de importancia estratégica). Por ello,
para lograr el equilibrio de la economia en interés a la vez de los países desarrollados
260 Radoslav Stojanovic

y de los países en desarrollo, es necesario comenzar por ayudar a estos últimos de


forma que puedan hallar el lugar que les corresponde en la división internacional
del trabajo y el mercado mundial. El desarrollo de todos depende de que esos
países se procuren ese lugar. A estos efectos, lo que los países en desarrollo nece-
sitan de los países desarrollados es ayuda y no la explotación colonial o neocolonial.
Si se necesita esa ayuda y si, c o m o resultado de las transformaciones sociales de los
países en desarrollo, el empleo de la fuerza encontrara resistencia y resultara d e m a -
siado onerosa, descartando, por lo tanto, toda ventaja obtenida por medio de la
monopolización, entonces se podría esperar a un rápido desarrollo del proceso de
cooperación en esa relación particular.
¿Puede utilizarse esta selección de opciones que afectan a las formas de
interdependencia c o m o guía para determinar la naturaleza y la orientación de los
procesos que se desarrollarán en las relaciones internacionales? C o m o lo muestra
la experiencia, depende sobre todo del grado de interdependencia.

El grado de interdependencia depende principalmente de la importancia de los


intereses que están en juego en cada caso particular. Cuando lo que está en juego es
la supervivencia o el desarrollo de u n Estado el grado de interdependencia será
m á x i m o . H a y relaciones internacionales que dependerán en gran parte del grado
y de la forma de la interdependencia: si es elevado y propicio a la cooperación, cabe
esperar que haya u n desarrollo de la cooperación y que los participantes se mani-
fiesten c o m o políticamente activos al respecto. Si el grado de interdependencia es
elevado, pero su forma tiende a fomentar un conflicto, lo más probable es que este
acabe por producirse. Si la forma particular de interdependencia entraña la posi-
bilidad de que se defienda el interés con el recurso a la fuerza, pero el grado de
interdependencia es bajo, cuanto mayor sea el riesgo inherente al empleo de la fuerza
y cuanto m á s sea su "costo" lo que desvirtuará los beneficios posibles, tanto m e n o s
probable será que se recurra a su empleo.
N o cabe duda de que es alto complejo identificar la interdependencia aunque
pueda hacerse mediante el análisis de los diversos factores e índices que caracterizan
una relación determinada. Los índices del grado de interdependencia podrían ser
los siguientes: nivel de intercambios comerciales, calidad de los intercambios (¿son
esenciales los productos intercambiados? ¿son esenciales o accidentales para ase-
gurar el funcionamiento normal de una o de ambas partes?); importancia geográfica
y geostratégica de cada Estado participante en una relación determinada; el nivel
de desarrollo cultural y tecnológico de las dos partes; diferencias socioeconómicas
y medida en la cual los sistemas económicos de los Estados o grupos de Estados
se completan o se oponen; por último, y n o menos importante, la constelación
política en la que la relación de fuerzas, la distribución de intereses y las estrategias
mundiales y regionales de las grandes potencias tienen especial importancia en la
elección de opciones y la coordinación de la política de otros países en cuanto a la
selección y realización de sus objetivos específicos.
La interdependencia 261
en Ias relaciones internacionales

E n este sentido se puede afirmar generalmente que el grado de interdepen-


dencia se vincula al tipo de interdependencia.

Tipos de interdependencia. Esos tipos pueden determinarse, en último análisis,


mediante la identificación de varios factores constantes, a los que se asocian los
intereses principales de los Estados en las relaciones internacionales. Esos factores
constantes se ponen de manifiesto en todas las relaciones entre Estados que gozan
de cierta situación de interdependencia; a este respecto, son distintos de otros
factores variables que sólo se manifiestan en determinados momentos o solamente
en una relación determinada, lo cual no quiere decir que quepa prescindir de ellos
en los análisis, a causa de su variabilidad. M á s bien al contrario, pueden tener una
importancia primordial en una relación determinada, mereciendo especial atención
en u n estudio de las relaciones internacionales. Los factores constantes que cabe
distinguir son los siguientes: los intereses económicos; los intereses geográficos y
geoestratégicos; los intereses culturales (tecnológicos), políticos y socioeconómicos.
Los factores variables son numerosos siendo los m á s importantes los que tienen
un carácter subjetivo, los estados mentales irracionales, las formas de conciencia
religiosa e ideológica que determinan en las relaciones internacionales comporta-
mientos que podrían acarrear consecuencias para la vida internacional de la
sociedad. Si se tiene en cuenta que los factores variables ejercen siempre cierta
presión sobre la política extranjera de los Estados, pero que esa política permite
atenuar dicha presión, los factores esenciales de una interdependencia objetiva
siguen siendo los factores constantes que permiten definir varios tipos de inter-
dependencia: económica, geográfica, cultural, política y socioeconómica.
L a interdependencia económica es fundamental y pone de manifiesto la
dependencia de los procesos de producción material con respecto a su vinculación
con las economías de otros países. "Las relaciones entre naciones dependen de la
medida en que cada participante haya desarrollado sus fuerzas productivas, la
división del trabajo y las relaciones internacionales"20. Los intereses m á s frecuen-
temente asociados en esta clase de interdependencia son los que pueden ser de vital
importancia para la supervivencia de las naciones interesadas o para su progreso.
Considerado c o m o u n indicador del grado y forma de interdependencia de las
relaciones internacionales en general, el grado de interdependencia económica es
el m á s frecuente y el m á s revelador. Por consiguiente, puede afirmarse que la inter-
dependencia económica suministra la base de las relaciones internacionales sobre
la que se fundan otros tipos y formas de interdependencia, y que todas ellas están
vinculadas, en última instancia, con la interdependencia económica, y constituyen
uno de sus atributos.
L a interdependencia geográfica viene también determinada, en ultimo análisis,
por una forma y grado de interdependencia económica. Podrá parecer, a menudo,
que una vía de comunicación en una zona geográfica, o una salida al mar, o una
posición geoestratégica, son m á s importantes que la interdependencia económica.
262 Radoslav Stojanovic

Análogamente, la interdependencia geoestratégica parece a menudo m á s impor-


tante que la económica. Sin embargo, su significado dimana primordialmente de la
función que desempeña la vía de comunicación o la situación geográfica aludidas
con respecto a la salvaguarda o a la realización de determinados intereses en relación
con la interdependencia económica. Por otra parte, n o cabe olvidar la interdepen-
dencia geográfica, por cuanto en una fase determinada del desarrollo de las fuerzas
productivas adquiere u n significado y una prestancia peculiares. Teniendo presente
el hecho de que una fase de producción se prolonga durante m u c h o tiempo, la
interdependencia geográfica lograda durante ese periodo afectará notablemente a
las relaciones internacionales.
L a interdependencia cultural se revela en la necesidad de intercambiar mani-
festaciones culturales ya sea mediante la transferencia de resultados técnicos que
ejerzan u n a influencia directa en el desarrollo económico y social de la sociedad,
ya sea mediante el intercambio de otros logros, de carácter espiritual, sin los cuales
es difícil imaginar el desarrollo de cualquier sociedad individual. Ello corre parejas
con el desarrollo de aquellos vínculos entre pueblos y Estados que se consideran
c o m o requisitos previos indispensables del progreso del proceso de cooperación
en materia de relaciones internacionales.
L a interdependencia tecnológica se refleja directamente en la conexión esta-
blecida entre el desarrollo económico de un Estado determinado y el desarrollo
universal que no teme quedar retrasado en cuanto al desarrollo.
L a interdependencia socioeconómica se manifiesta con el grado de antago-
nismo y de cooperación entre Estados organizados según distintos sistemas socio-
económicos.
Este tipo de interdependencia se manifiesta siempre y subsiste en todas las
épocas en que se experimentan cambios revolucionarios de contextura socio-
económica. Se trata de u n proceso que nunca se ha manifestado en todos los
Estados al mismo tiempo, es decir, que por regla general, los antiguos Estados
convivieron, durante periodos más o menos prolongados, con otros Estados dotados
de nuevos sistemas socioeconómicos.
El feudalismo requería un aumento de las zonas pobladas por los siervos y
no hubiera medrado con la destrucción de las tierras conquistadas ni con la
sumisión en cautiverio de los elementos m á s vigorosos de la población. El capita-
lismo, por otra parte, necesitaba fuerzas laborales libres en vez de campesinos
adscritos a la tierra; necesitaba u n mercado libre en vez de la natural autarquía
feudal. Esta exclusividad indujo a una interdependencia cuyas formas provocaron
los conflictos que la historia registra.
L a interdependencia política surge a medida que los procesos políticos
favorecen cada vez m á s una interdependencia que permite al juego automático de la
ley de valores llegar a la explotación. H a y formas de interdependencia política que
han existido siempre y especialmente en función del comercio de los Estados y
del lugar que ocupan en el equilibrio de la escena internacional.
La interdependencia 263
en las relaciones internacionales

U n o de los efectos de la persistencia de los distintos intereses de los Estados


consiste en igualar aspiraciones y posibilidades contribuyendo así a la formación
de u n a constelación política en la que los intereses se compensan con medidas
políticas en las que la política desempeña un papel principal. Esas medidas políticas
podrán contribuir a fomentar la cooperación internacional o podrán se fuente de
conflictos. E n el primer caso se entablarán negociaciones, se concertarán y se formu-
larán reglas de conducta (jurisprudencia y ética internacionales); en el segundo,
se recurrirá a la fuerza por diversos procedimientos. Se recurre principalmente a
la fuerza cuando la forma y el grado de interdependencia son tales que una de las
partes en presencia no puede conciliar los intereses de la otra parte con el logro de
los objetivos indispensables a su supervivencia o a su desarrollo. E n el caso de que
el empleo de la fuerza en pequeña escala procure ventajas menos importantes, se
empleará la fuerza cuando su aplicación no ponga en peligro el régimen del Estado
que la aplica. La reacción de la otra parte, cuando es violenta o de manera prematura,
aumenta los riesgos inherentes al empleo de la fuerza. Las probabilidades de
conseguir un beneficio mediante el empleo de la fuerza están en proporción inversa al
incremento de los riesgos, lo que lleva a reducir los medios y los métodos del empleo
de la fuerza. Cuando el componente del riesgo sea ínfimo, la fuerza se considerará
un recurso supremo para la conservación de lo que se estima indispensable en la
lucha de la supervivencia o el desarrollo. E n el proceso de desarrollo de la c o m u -
nidad internacional, se multiplican constantemente las posibilidades de lograr los
beneficios apetecidos mediante la cooperación en la división internacional del
trabajo, y los riesgos inherentes al empleo de la fuerza son cada vez mayores c o m o
resultado del constante progreso de la tecnología en materia de armamentos.
E n la constelación política de relaciones internacionales donde predominan
las relaciones basadas en el poder, se establece u n a relación de fuerzas entre los
Estados o grupos de Estados, sobre la base de intereses contrapuestos o divergentes.
E n este contexto de relación de fuerzas se desarrollan reglas especiales que afectan
a la situación de cada Estado en lo que atañe a la forma, grado y tipo de interde-
pendencia. Esas reglas o leyes indican el significado de la interdependencia política
entre Estados en las relaciones internacionales.
E n uno conjunto determinado de relaciones internacionales entran también
en juego otras leyes que alteran considerablemente los demás tipos de interdepen-
dencia e influyen en la forma y grado de la interdependencia. Por consiguiente en las
relaciones internacionales no son totalmente desconocidos los casos de algunos
Estados que sacrificaron la prosperidad económica en aras de la conservación de su
independencia politica. L a independencia política es el valor que todo Estado consi-
dera supremo, y la historia nos enseña que es raro que se atribuya mayor importancia
a cualquier otro interés que ponga en peligro aquel valor. T o d o participante en una
relación internacional que pida a otros participantes que sacrifiquen su indepen-
dencia a cambio de determinados favores lo hará únicamente en favor de sus
propios intereses.
264 Radoslav Stojanovic

E n cuanto surge la constelación política, la interdependencia política repre-


senta u n factor constante de todo análisis de las formas y grados de interdepen-
dencia y de las modalidades de gratificación de los intereses que abarca. Influye en
la forma en que los Estados efectúan la selección de los medios que aplican para
promover sus propios intereses, contribuye a la agrupación de Estados e incluso
modifica la interdependencia económica, aunque sólo sea hasta cierto punto que
se sitúa en la bifurcación de dos caminos, uno que conduce a la supervivencia y al
progreso y otro que conduce al estancamiento.
H a y varios factores, tanto subjetivos (los principios implicados) c o m o obje-
tivos, materiales y n o económicos que intervienen en la condición, papel y
conducta de quienes participan en las relaciones internacionales en cualquier
forma, grado y clase de interdependencia. Tanto si se trata de factores constantes
c o m o de factores variables, todos intervienen en la determinación m á s completa
de los grados y formas de interdependencia que ejercen tan gran influencia en la
manera en que se desarrollan los diversos procesos de las relaciones internacionales.
D e ello se desprende que, en cualquier estudio de los grados y formas de inter-
dependencia, conviene cerciorarse con precisión de todos los factores pertinentes.
Es claro que dichos factores n o pueden ser los mismos en todas las épocas y
lugares, y que hay que considerarlos en una perspectiva general contemporánea
junto con todo lo que con ella se relacione.
Sobre todo, los factores subjetivos tienen tanta importancia en las relaciones
internacionales que conviene dedicarles una atención especial al evaluar los valores
que determinan el grado y la forma de la interdependencia.

[Traducido del servocroatá]

Notas
1
F . Engels, Der Ursprung der Familie, des Privat- 1 0 K . M a r x , Zur Kritik der politischen Ökonomie,
eigentums und des Staats, K . M a r x , F . Engels, K . M a r x , F . Engels, Werke, Berlin, Dietz
Werke, Berlin, Dietz Verlag, 1962, vol. 21, Verlag, 1964, Band 13, p . 105.
u
p. 28. F . Engels, op. cit., p . 159-160.
2 12
Ibid., p . 161-163. V . L . A r m a n d et M . Drancourt, Le pari européen,
3
Ibid., p . 159. p . 35, Paris, Fayard, 1968.
4 13
K . M a r x , Das Kapital, H a m b o u r g , Otto Meissnes E . Durkheim, De la division du travail social,
Verlag, 1922, Band 1, p . 477. p . 205, Paris, Félix Alean, 1893.
6 14
A . Toynbee, A study of history, vol. II, p . 259-274, L . A r m a n d et M . Drancourt, op. cit., p . 34.
16
Oxford University Press, 1934. K . M a r x , Grundrisse..., op. cit.
6 16
K . M a r x , op. cit., p . 477-478. Polititka enciklopedija, p . 1051, Belgrade, Savre-
' Q . Wright, A study of war, p . 76, University of mena administracija, 1976.
Chicago Press, 1942. " K . M a r x , Theorien über den Mehrwert, p . 279-280,
8
M . Weber, Grundriss der Sozialökonomie, III A b - Verlag von J. H . W . Dietz Nachf., 1910.
teilung, Wirtschaft und Gesellschaft, p . 622- 1 S R . Stojanovic", Politika sile i nerazvijene zemlje
623. 2 Haiband, Tübingen, 1925, Verlag von savremenim medjunarodnim odnosima, p . 137,
J. C . B . Mohr/Paul Siebeck. Beigrade, Nauòna knjiga, 1967.
9
K . M a r x , Grundrisse der Kritik der politischen 1 9 E . Durkheim, op. cit., p . 222.
20
Ökonomie, K . M a r x , F . Engels, Werke, K . M a r x , F . Engels, Soiinenija, M o s k v a , t. Ill,
Berlin, Dietz Verlag, 1953, p . 393. p . 19-20.
Fuerzas mundiales

Hacia un nuevo enfoque


de la economía internacional

Bernadette M a d e u f y Charles-Albert Michalet

El c a m p o de análisis de la economía internacional ha experimentado un profundo


trastorno desde las postrimerías de los años cincuenta, pero hasta la hora presente
no ha empezado a entreverse dicha transformación. L a mayoría de los responsables
públicos (gobiernos, administraciones) y privados (empresas industriales y finan-
cieras) n o han sacado todavía sus consecuencias. Otro tanto cabe decir respecto a
las organizaciones internacionales. L a referencia sigue aún estrechamente limitada
a los movimientos de mercancías y de capitales, a la evolución de las exportaciones
y las importaciones, a lasfluctuacionesde los términos de intercambio y a las de
los cambios. E n una palabra, los polos de interés no han cambiado nada o casi nada
desde la definición del marco de la economía internacional hecha por Ricardo.
Los temas de preocupación siguen siendo fundamentalmente idénticos a los deli-
mitados una vez concluida la segunda guerra mundial. El único tema nuevo es el
de las empresas transnacionales. Pero éste todavía es abordado dentro de una
perspectiva necesariamente estrecha. Se trata esencialmente de identificar los
rasgos característicos de sus actividades.
El objetivo de las investigaciones que se les dedica sigue aún sin salirse de
una descripción de sus sactividades, una evaluación de su talla y la comprensión de
algunos rasgos específicos de su gestión (precio de cesión). M u y a menudo, los
trabajos se hallan todavía en el intento de catalogarlas. El análisis de su impacto
sobre las economías de los países huéspedes o de origen se aborda con manifiesta
timidez: impacto sobre el empleo, sobre la balanza de pagos, sobre los medios de
comunicación de masas, sobre el desarrollo económico... N i qué decir tiene que este
tipo de estudios es necesario. Resulta sumamente difícil por la extraordinaria difi-
cultad que presenta la recogida de información. Las estadísticas de origen público
son aún claramente insuficientes, de calidad m u y desigual entre unos países y otros.

Charles-Albert Michalet es profesor en la Universidad de París X y director del Centre d'études et


de recherches sur l'entreprise multinationale, 2, rue de Rouen, bâtiment 9,92000 Nanterre (Francia).
Ha participado en los trabajos del Centro sobre las Sociedades Transnacionales de las Naciones
Unidas. Ha escrito Le capitalisme mondial (1976).
Bernadette Madeuf es auxiliar, doctora en economia y está encargada de investigaciones en la
misma Universidad y el mismo Centro que el Sr. Michalet.

Rev. int. de cieñe, soc., vol. X X X (1978), n.° 2


266 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

Sólo los Estados Unidos de América han creado u n sistema de información regular
y bastante completo sobre las actividades de sus propias empresas transnacionales.
Pero hay facetas enteras que siguen sin conocerse. L a situación es m u c h o m á s
mediocre en la mayoría de los demás países. Es de notar que las investigaciones
individuales por parte de investigadores independientes han hallado sus límites.
El acceso a los datos requiere la autoridad de organismos estatales o internacionales.
Por esta última razón, el trabajo en curso en el Centro sobre las Sociedades Trans-
nacionales de la Organización de las Naciones Unidas reviste una importancia
considerable.
L a necesidad de un mejor conocimiento es, por lo tanto, evidente. Y lo es
tanto más cuanto que la penumbra favorece la aparición de las patrañas y de los
mitos. La insuficiencia de datos sobre las empresas transnacionales ha engendrado,
en virtud de un movimiento compensatorio, u n aumento de su importancia. Para
unos son la causa de casi todos los males que afligen a la humanidad mientras que
para otros constituyen la fuente de todos los goces y satisfacciones. Infali-
blemente, la polémica degenera en u n enfrentamiento maniqueo. H a y que elegir
c a m p o : estar en pro o en contra, abatir el mal o adorar el bien. Tanto m á s se
exacerban las pasiones cuanto que los protagonistas tienen la impresión de haber
descubierto un fenómeno nuevo, cuando ya existía antes de 1914. Las empresas
transnacionales eran menos numerosas, cierto es, menos gigantescas también, y,
sobre todo, estaban concentradas en el sector primario. Desde comienzos de los años
sesenta, asistimos al incremento de las empresas transnacionales de origen norte-
americano, luego a la oleada m á s tardía de las empresas transnacionales europeas
y japonesas. A d e m á s , y éste es u n punto esencial, el fenómeno interesó en principio
a los sectores industriales (con un descenso relativo de las inversiones directas
en el sector primario, salvedad hecha del petróleo). M á s recientemente —mediados
los años sesenta— ha afectado a los sectores terciarios: los bancos a su vez se han
hecho transnacionales, así c o m o las compañías de seguros, las sociedades asesoras
de gestión o de medios de comunicación de masas. L a información acerca de esta
nueva ola es todavía peor que sobre las empresas transnacionales industriales.
Sus interrelaciones se desconocen en medida considerable. L a mejora de tal cono-
cimiento, repitámoslo, constituye una condición indispensable para la comprensión
de estos primeros actores de la escena internacional. Pero no puede constituir el alfa
y omega del estudio del fenómeno. N o conviene que los árboles oculten el bosque,
aunque cada árbol, aisladamente y de por sí, sea catalogado, clasificado, examinado
y disecado en sus menores detalles. E n efecto, a nuestro juicio cabe pensar que el
microscopio del entomólogo n o hará jamás aparecer una naturaleza específica
de las empresas transnacionales. L o que aparecerá claramente es que se trata de
empresas, generalmente de grandes dimensiones, sometidas a los apremios y exi-
gencias de toda empresa y que funcionan en el marco de una economía de mercado
de tipo capitalista. El resultado m á s interesante de las investigaciones será, en
nuestra opinión, poner de manifiesto algunas características singulares de funcio-
Hacia un nuevo enfoque 267
de la economía internacional

namiento: estructuras organizativas que determinan la autonomía relativa de las


filiales y su especialización, fuentes definanciación,manipulación de los precios
de transferencia, estrategias de integración, políticas de implantación, etc. El
conocimiento de estas características de gestión constituye una condición previa
indispensable. E s de un interés fundamental para el fortalecimiento del poder de
negociación de los países huéspedes y también, n o lo olvidemos, de los países de
origen frente a las empresas transnacionales. Pero este conocimiento previo n o
debe constituir m á s que una etapa. H a y que ir m á s allá de las empresas trans-
nacionales para explorarlas dentro de un contexto más general que permita, desde
ahora, descifrar los hechos todavía aislados los cuales, una vez relacionados entre
sí, dan fe de la emergencia de una realidad internacional nueva. M á s exactamente,
las empresas transnacionales son importantes en la medida que constituyen el
principal agente de una revolución profunda de la economía tradicional. Son los
vectores principales de unos fenómenos económicos y sociales que están dejando ya
obsoletos los marcos habituales del análisis de las relaciones internacionales.
Agente estructurante de u n nuevo ambiente mundial, y, al mismo tiempo, cada
vez más, agente estructurado por el sistema que han contribuido a crear, las
empresas transnacionales son el signo, la manifestación más espectacular de una
realidad en vías de gestación. Pero aunque su posición sea privilegiada, no son el
único índice de este movimiento. Por eso la búsqueda de un nuevo enfoque de la
economía internacional debe empezar por intentar localizar las tendencias funda-
mentales que conducen a la formación de u n sistema de la economía mundial.
Sistema de la economía mundial que, c o m o se demostrará, los esquemas teóricos
existentes son incapaces de analizar y explicar de forma adecuada. A este conjunto
de temas que conduce a un esbozo de definición del nuevo sistema mundial y a sus
relaciones con otras nociones, c o m o la del nuevo orden económico internacional,
vamos a dedicar la primera parte de este artículo. L a segunda parte de él dará una
primera ilustración del nuevo enfoque analizando el fenómeno de la dependencia
tecnológica.

D e la economía internacional
a la economía mundial1

Para definir u n nuevo enfoque de la economía internacional, vamos a seguir u n


itinerario jalonado por tres etapas. E n una primera parte, es necesario definir lo que
permite hablar de un nuevo ambiente internacional. Entonces será posible mensurar
la adecuación de los esquemas teóricos de la economía internacional para poder dar
cuenta de esta transformación. L a última etapa intentará proponer una gestión
nueva fundada en la noción de sistema de la economía mundial.
268 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

El nuevo ambiente internacional

Cuando se trata de describir una realidad en gestación, la elección de las denomi-


naciones es siempre delicada. L a referencia a un nuevo ambiente internacional es
indiscutiblemente vaga. H e m o s escogido esta formulación tan general con deli-
berada intención. E n efecto, tal denominación abarca el conjunto de nuevas carac-
terísticas que n o permiten ya continuar refiriéndose al c a m p o tradicional de la
economía internacional. Esta necesidad de encontrar u n a nueva denotación se
refleja a través de otras formulaciones c o m o la del nuevo orden económico inter-
nacional. Antes de intentar definir m á s exactamente la noción, y las correspon-
dencias con el tema del nuevo orden económico internacional, conviene empezar
por reagrupar los nuevos rasgos que permiten justificar una nueva terminología.
Estos pueden reunirse bajo tres epígrafes.

La deslocalización industrial
Por fenómeno de deslocalización industrial se entiende una nueva distribución de
las actividades productivas a escala internacional. Concierne m á s exactamente al
desplazamiento de ciertos sectores —textil, industria del automóvil, construcción
eléctrica y electrónica, construcción naval, etc.— de los países industriales hacia
determinados países en vías de desarrollo (sureste asiático, Brasil, México, Argen-
tina, Maghreb...). Este deslizamiento del Norte hacia el Sur afecta prioritariamente
a las industrias cuya m a n o de obra es de u n nivel tecnológico bastante bajo.
Atañe por consiguiente a los productos standardizados.
Este movimiento es importante, pues pone en tela de juicio la división tradi-
cional del trabajo a escala internacional. Algunos países productores de bienes
primarios se ponen a fabricar y a exportar productos manufacturados o semi-
manufacturados. Esta evolución puede ya leerse en las estadísticas del comercio
internacional. Dentro de las exportaciones del tercer m u n d o —cuya parte disminuye
en el total mundial si se excluye a los países petroleros—, la parte relativa de los
productos industriales aumenta en detrimento de las materias primas o de los
productos agrícolas. L a tendencia afecta desigualmente a los países en desarrollo
y a los sectores, pero parece irreversible. Se inició a partir de mediados los años
sesenta.
Para interpretarla, n o basta con referirse a una nueva especialización inter-
nacional. Limitarse a este nivel de análisis es tanto c o m o continuar perorando en
términos tradicionales de intercambios internacionales (véase infra). D e ese m o d o
se corre el riesgo de n o captar m á s que la apariencia de las cosas. Ahora bien,
fundamentalmente, el nuevo orden internacional refleja una transformación pro-
funda de la relación en el m u n d o de las economías industrializadas. Éstas n o se
limitan ya a exportar mercancías. Ahora, y en proporción cada vez mayor,
exportan también ramas industriales. L a inversión directa internacional se añade
y a veces incluso sustituye a la exportación. Y a en 1971, el valor dela producción
Hacia un nuevo enfoque 269
de la economía internacional

internacional de los Estados Unidos de América —es decir la producción bajo


control americano pero allende las fronteras americanas— pudo evaluarse aproxi-
mativamente en cuatro veces el de las exportaciones2. L a relación era de dos para
el Reino Unido, mientras que Francia, la República Federal Alemana y Japón
produjeron en el extranjero un valor equivalente al de sus exportaciones.
Agentes principales de la internacionalización de la producción son las
empresas transnacionales, y en la génesis de dicha tendencia se halla la decisión
tomada por algunasfirmasde crear o desarrollarfilialesde producción o de servicios
fuera de su país de origen. Las características originales de funcionamiento de las
empresas transnacionales traen aparejado u n cambio radical en la naturaleza del
comercio internacional. E n primer lugar, una proporción cada vez mayor de las
exportaciones e importaciones —que puede evaluarse aproximadamente en u n
30 por ciento del comercio mundial— no puede ser ya simplemente analizada
c o m o u n intercambio internacional. Se trata en realidad de una circulación
interna de las empresas transnacionales que tiene lugar entre unidades produc-
tivas —filiales, sociedad-madre— pertenecientes al mismo grupo industrial. Esta
"internalización" de los intercambios comerciales entre naciones pone en tela
de juicio el estatuto de las balanzas de pagos, que n o registran más que opera-
ciones entre entidades nacionales. Ahora bien, las naciones-estados comercian
cada vez menos entre sí. Los intercambios son captados por las empresas trans-
nacionales y transformados en una circulación interna en que los productos susti-
tuyen a las mercancías en la medida en que determinados tipos defilialespueden
ser asimilados a simples talleres. L a internalización de la red mundial (está claro
que el calificativo de internacional no es ya procedente) de los productos conduce
a otra consecuencia. U n volumen creciente de intercambios no pasa por el
mercado. El espacio planificado de las empresas transnacionales ocupa el lugar
del mercado mundial. D e donde resulta que el precio de los bienes no es ya deter-
minado por la oferta y la demanda, sino por el departamento internacional de las
empresas transnacionales o cualquier otro órgano especializado de la sede social.
Por esto mismo, lafijacióndel valor de las exportaciones y las importaciones
depende cada vez más de las técnicas relativas a los precios de transferencia. El
costo de producción marginal debería ser la base de estas últimas, pero las modali-
dades concretas de determinación se dejan al criterio de las empresas. D e ahí que
cada vez se tornen éstas m á s misteriosas, m á s erráticas. A ñ a d a m o s , por último, que
la producción internacionalizada es controlada por u n número relativamente
restringido de firmas en cada sector. R . Vernon 3 señala con acierto que, desde hace
diez años, el número de las empresas transnacionales ha aumentado por efecto del
movimiento de multinacionalización de las firmas que, con relación a los Estados
Unidos de América, ha afectado con cierto retraso a Europa y al Japón. Pero esto
no significa que haya desaparecido el carácter oligopolístico del mercado mundial,
aun cuando esté más diversificado geográficamente. Observemos de pasada que
este incremento del número de las empresas transnacionales corresponde a una
270 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

acentuada tendencia a la concentración industrial y financiera al nivel de cada


espacio nacional. Este movimiento es a su vez frecuentemente provocado y
sostenido por los poderes públicos deseosos de promover a sus propios paladines
nacionales capaces de hacer frente a las grandes empresas extranjeras.
El fenómeno de la deslocalización industrial en el sentido Norte-Sur es
importante para comprender la transformación de la estructura del entorno inter-
nacional, pues preludia el fin de la dicotomía generalmente aceptada entre el
tercer m u n d o y los países industriales. El desquiciamiento de la especialización
internacional significa en último análisis una estrecha integración del centro
desarrollado sobre la base del proceso productivo mismo, y n o solamente del
mercado mundial. E n esta nueva perspectiva, la nueva especialización interna-
cional es consecuencia de las programaciones empresariales y n o ya sólo de las
dotaciones en factores nacionales y del libre juego de la competencia.
Por último, si el cambio de las relaciones Norte-Sur es lo m á s espectacular,
no afecta solamente a las economías en vías de desarrollo. También las de los países
industrializados han sufrido una profunda transformación.

La internacionalización de las economias industriales


L a deslocalización industrial afecta a determinados sectores de las economías
desarrolladas. El textil, la electrónica, la pequeña construcción eléctrica, el ves-
tido, etc., dependen cada vez m á s del exterior. Por una parte, reciben una propor-
ción creciente de sus inputs de unidades productivas situadas en zonas donde los
salarios son bajos. Por otra parte, la competencia de algunos países del tercer
m u n d o empieza a hacer renacer tentaciones proteccionistas. Los Estados Unidos
de América se inquietan con las importaciones de calzado procedente del Brasil y
la C E E con los productos textiles de Corea del Sur.
Esta creciente competencia, aunque limitada por ahora a un número restrin-
gido de productos, es tanto m á s inquietante para los países desarrollados cuanto
que puede agravar la situación de subempleo que reina en algunas economías en
crisis. Por esto mismo, en la deprimida coyuntura actual, los países desarrollados
tienen que batirse en dos frentes. Por una parte, en el de las importaciones proce-
dentes del tercer m u n d o , lo cual es nuevo, y por la otra, en el de sus propias exporta-
ciones, que ya no lo es tanto. E n efecto, n o hay que olvidar que la mayoría de los
países industriales deben encontrar salidas en el extranjero para casi la mitad de
su producción industrial. Esta intensificación de la competencia aumenta el peso
de la coacción internacional en el funcionamiento de las economías industrializadas.
Esta ejerce también su presión a otro nivel. E n efecto, los países desarro-
llados son simultáneamente el punto de partida y el punto de llegada del proceso
de internacionalización de la producción. E n otros términos, son a la vez países
de origen y países huéspedes para las empresas transnacionales. L a casi totalidad
de estas empresas tienen su sede en los Estados Unidos de América, Europa o el
Japón. Pero n o hay que olvidar que la mayoría de las inversiones directas se
Hacia un nuevo enfoque 271
de la economía internacional

efectúan entre países desarrollados. Las empresas norteamericanas se implantan


principalmente en Europa, y las europeas invierten primero entre sus vecinos, con
una tendencia vada vez más señalada, de dos o tres años a esta parte, a instalarse
también en América del Norte. L a polarización de la inversión directa entre países
desarrollados se superpone a la polarización del comercio internacional entre los
mismos países.
E n total, si tomamos simultáneamente en cuenta el comercio entre países
desarrollados, el comercio entre países desarrollados y países en desarrollo, las
implantaciones de las empresas transnacionales en los países desarrollados y en
los países en desarrollo, resulta manifiesto que la incoercible internacionalización
que sufren las economías industriales va en aumento constante. Es la consecuencia
de los acuerdos de liberalización de los intercambios negociados después de la
guerra en el seno de organizaciones múltiples ( G A T T , A E L E , C E E , sistemas de
preferencias generalizadas) y del proceso de multinacionalización de las firmas.
Este segundo factor es para nosotros el más importante. U n a implantación fundada
en una inversión directa, a la que inevitablemente acompaña el control de deter-
minadas ramas o de determinados sectores, tiene consecuencias económicas y
sociales m u c h o m á s profundas que la mera competencia comercial en el país
huésped. Otro tanto cabe decir, simétricamente, respecto al país de origen, algunas
de cuyas firmas ocupan u n lugar importante en determinadas ramas y sectores y
efectúan m á s de la mitad de su cifra de negocios en el extranjero. L a coincidencia
de estos dos movimientos, centrífugo y centrípeto, conduce a u n debilitamiento
de las capacidades de control y de regulación macroeconómica de los gobiernos.
Esta tendencia se ve acentuada además por el hecho de que el proceso de interna-
cionalización de las economías n o debe considerarse limitado a las exclusivas
actividades de las empresas transnacionales. D e b e extenderse a las relaciones de
arriba a abajo mantenidas por estas últimas (y/o susfiliales)con las empresas
locales que desempeñan el papel de proveedoras o de clientes. El sub-tráfico inter-
nacional constituye una ilustración privilegiada de este fenómeno de penetración
indirecta. L a creciente internacionalización de las economías tiende a vaciar de
todo contenido el espacio de la nación-estado para transformarlo en u n simple
territorio estructurado por el juego de las fuerzas de la economía mundial.
E n el actual estado de las cosas, esta situación n o se ha alcanzado todavía.
Sencillamente puede decirse, c o m o respecto al fenómeno de deslocalización indus-
trial, que cada vez se va perfilando más netamente la tendencia. Incluso es posible
discernir algunos terrenos en los que dichas tendencias ya se han realizado.

La aparición de estructuras transnacionales


El funcionamiento del mercado de las euro-obligaciones constituye una ilustración
ejemplar de la aparición de estructuras transnacionales. Las operaciones credi-
ticias se dan en la mayoría de los organismos multinacionales. Especialmente los
intermediarios financieros están constituidos por bancos transnacionales, y a su
272 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

vez forman parte de sindicatos o consorcios bancários multinacionales. Las


empresas crediticias intervienen generalmente a través del canal de holdings finan-
cieros situados en paraísosfiscales.Ninguna reglamentación nacional afecta a las
operaciones que se llevan a efecto en el mercado, el cual evidentemente n o tiene
ninguna localization geográfica precisa por su parte. Se trata de una estructura
transnacional, en gran medida independiente de las legislaciones nacionales. Pre-
figura la economía mundial en gestación.
Conviene observar aquí que las tentativas en curso para tratar de regular las
actividades de las empresas transnacionales son obra principalmente de orga-
nizaciones internacionales: O C D E , Organización de las Naciones Unidas, C á m a r a
de Comercio Internacional... L a existencia de códigos de inversión en algunos países
no debe confundirse con la elaboración acabada o en curso de códigos de dirección.
Sólo los segundos tienen vocación de comprender las acciones de las empresas
transnacionales en su totalidad, es decir a nivel mundial. Los primeros, en efecto,
no rigen m á s que las operaciones de lasfilialesde dichas empresas efectuadas en un
país particular. Los códigos de dirección constituyen, pues, un reconocimiento
—en sentido jurídico— de las empresas transnacionales. Pero también en esto
conviene ir m á s allá de lasfirmasy constatar que los códigos, si son adoptados por
los Estados miembros de las organizaciones, irán en el sentido de una unificación
de las reglamentaciones nacionales. Por lo demás, esto n o debería acarrear nova-
ciones en la medida en que el contenido de los códigos aspira, a fin de cuentas, a
que las empresas transnacionales respeten las banales reglas del juego que ya se
imponen a las firmas mononacionales. L o que cuenta, pues, es que las empresas
transnacionales se hallan en el punto de partida de un alineamiento de las normas
de derecho a escala mundial.
Este proceso de alineamiento es también m u y señalado en lo que a los
modelos de comportamiento y los sistemas de valor se refiere. Es evidente que la
difusión a escala mundial de los mismos productos, apoyada en los mismos slogans
publicitarios, va en el sentido de una homogeneización de las opciones de los
consumidores. N o existe separación absoluta entre c ó m o se vive y c ó m o se piensa.
Por eso, las corrientes o modas de pensamiento están sujetas al mismo proceso de
uniformización que las modas a secas. A u n q u e la intervención de las empresas
transnacionales no sea nada desdeñable en este aspecto, su acción no es específica.
N o es necesario estar instalado en un sitio para distribuir programas de publi-
cidad. E n cambio, la transnacionalización de las empresas situadas en los medios
de comunicación de masas —comercialización, cine, televisión, prensa— desem-
peña u n papel considerable en esta uniformización de los productos culturales.
El papel de las empresas transnacionales es también relevante, a través de la for-
mación del personal que emplean: la identidad de las normas de gestión sea cual sea
el país, el predominio de una sola lengua (la necesidad absoluta de poseer un buen
conocimiento de la misma aunque sólo sea para leer y cumplimentar documentos
de circulación internacional), la primacía de un modelo del "manager" y las técnicas
Hacia un nuevo enfoque 273
de la economía internacional

de identificación en la firma (seminarios, misiones, conferencias de reciclaje...);


todos estos factores se complementan para crear individuos a su vez desnaciona-
lizados e intercambiables.
Es evidente que el reagrupamiento de los nuevos aspectos del medio inter-
nacional no aspira a la exhaustividad. H e m o s desdeñado, por ejemplo, tratar del
alza de los precios de las materias primas y particularmente del petróleo, de la
aparición de u n nuevo sistema de pagos internacionales fundado en los tipos de
cambio flotantes. L a segunda parte desarrollará el tema importantísimo de las
transferencias de tecnología. Era nuestra intención insistir sobre algunos puntos
clave que rigen toda tentativa de comprensión de la evolución de los quince últimos
años. C o m o vamos a ver, estos puntos bastan con creces para demostrar la total
incapacidad de los esquemas teóricos de la economía internacional para explicar
tales cambios.

Inadecuación de los esquemas teóricos de la economía internacional

Para explicar los fenómenos relacionados con la economía internacional existen


esquemas teóricos de inspiración clásica y marxista. E n la medida en que se atienen
al intercambio, estas explicaciones n o permiten sino una comprensión parcial de
las características del ambiente mundial tal c o m o hemos intentado delimitarlas
anteriormente. H e m o s optado por presentar estos esquemas analíticos en dos
bloques. Primero, las explicaciones tradicionales tal c o m o se encuentran en la
literatura de inspiración neoclásica y marxista. A continuación, exposiciones más
recientes que se presentan también c o m o bosquejo de una sistematización en tér-
minos de economía mundial. D e un enfoque al otro, hay c o m o un progreso en el
análisis de los fenómenos que nos interesan.

La carencia de los análisis tradicionales


L a carencia fundamental del paradigma neoclásico se debe a la estrechez de su
c a m p o de análisis. L a teoría pura del intercambio internacional tal c o m o fue
elaborada por Heckscher-Ohlin y Samuelson, según D . Ricardo, sólo puede tomar
en cuenta los movimientos de mercancías. Sin plantear la cuestión de saber si,
dentro de este ámbito restringido, son válidas sus interpretaciones —lo cual es
dudoso— nos limitaremos exclusivamente a mostrar la irreductibilidad de las
hipótesis de principio con respecto a los cambios fundamentales que hemos identi-
ficado. E n primer lugar la hipótesis de mercados de competencia pura y perfecta
excluye inmediatamente la existencia de estructuras oligopolísticas. L a teoría
pura del intercambio internacional se halla pues en la imposibilidad de reconocer
la existencia de empresas transnacionales. E n segundo lugar, el postulado de
inmovilidad de los factores de producción impide tomar en cuenta los movi-
mientos de capitales que acompañan generalmente las inversiones directas efec-
tuadas por empresas transnacionales. A u n si aceptamos la hipótesis —sobre la que
274 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

luego volveremos— de que puede efectuarse un control de lasfilialesen el extranjero


sin transferencia de capitales, sería preciso todavía poder explicarlo por el papel
de la aportación tecnológica. El paradigma neoclásico se ve también en eso impo-
tente, puesto que n o tendría más remedio que admitir que el factor trabajo salva
las fronteras {disembodied technology) o que se trata del movimiento de u n capital
tecnológico. E n a m b o s casos, habría ruptura con la definición de la nación-estado
c o m o espacio cerrado de factores de producción. E n tercer lugar, los neoclásicos
vienen a parar a un equilibrio internacional, resultante a su vez del juego combinado
de las dotaciones de factores y del libre cambio. Pero, por desdicha, el libre cambio
retrocede diariamente ante el lugar cada vez mayor que ocupan los intercambios
captados y planificados por las empresas transnacionales. L afijaciónde los precios
de equilibrio no depende ya de la geometría de las curvas de oferta, sino de la
técnica de los precios de transferencia y, en suma, u n mercado oligopolístico n o
conduce a un equilibrio óptimo. A d e m á s , si la unicidad de las funciones de pro-
ducción, otra hipótesis básica, queda salvaguardada, es la lógica microeconómica
de las firmas la que la lleva, aplicándola independientemente de las dotaciones en
factores de los países donde las empresas transnacionales se asientan.
Así, viene a resultar que el paradigma dominante de la teoría de la economía
internacional es totalmente incapaz de aprehender las nuevas tendencias del medio
internacional. M á s valdría quizás afirmar que no tiene nada que decir sobre lo que
se nos presenta c o m o esencial.
Lenin, en su famoso panfleto El imperialismo, fase suprema del capitalismo,
toma c o m o punto de partida algunas constataciones empíricas que coinciden con
determinadas características actuales. K . M a r x y R . Luxemburg habíanse mostrado
fieles al esquema del capitalismo competitivo. Sus análisis del comercio internacional,
m á s desarrollados en la segunda que en el primero, tienen la ventaja, sobre la
escuela precedente, de relacionar el intercambio con la estructura y el funcio-
namiento de las economías co-intercambistas. Pero su campo de análisis sigue
estando esencialmente limitado al de las exportaciones e importaciones de mer-
cancías. Lenin va a romper con este marco en dos niveles. E n primer lugar, destaca
el papel determinante de las grandes empresas monopolistas, de los cartels, de los
trusts en el reparto del mercado mundial. Estos "agrupamientos capitalistas", por
emplear su terminología, prefiguran las empresas transnacionales. Contra Kautsky,
demuestra que estos agentes dominantes no pueden conducir a una situación de
equilibrio en que la racionalización mundial de la producción por los monopolios
sería la réplica de u n mercado de competencia puro y perfecto. E n segundo lugar, y
m á s que nada, insiste sobre la exportación de capitales c o m o criterio de especificidad
de la última fase del capitalismo. El imperialismo corresponde pues al estadio del
capitalismo monopolista que se ha caracterizado, en el plano internacional, por el
predominio de la exportación de capitales sobre la de mercancías. Es innegable que
el análisis de Lenin se acerca m á s a la situación actual que el de los autores neo-
clásicos. N o obstante, es anticuado. E n efecto, las exportaciones de capitales le
Hacia un nuevo enfoque 275
de la economía internacional

sirven para caracterizar el imperialismo. Antes de 1914, es exacto que Ingla-


terra o Francia prestaban sumas enormes a cierto número de Estados. Se trataba
principalmente de colocación de capitales y, en proporción bastante menor, de
inversiones directas.
Los fenómenos que hemos descrito en la sección precedente se apartan del
análisis de Lenin en tres puntos. E n primer lugar, las inversiones directas de carácter
industrial desempeñan hoy día u n papel de primer plano contrariamente a lo que
sucedía durante el periodo al que se refiere el autor... E n segundo lugar, en vísperas
de la primera guerra mundial, las empresas transnacionales estaban esencialmente
concentradas en el sector primario, cosa que ya no ocurre en la actualidad. Final-
mente, el análisis de las fuentes definanciaciónde las empresas transnacionales
indica que éstas recurren al ahorro de los países de origen en una proporción
minoritaria. Así, de la inversión directa norteamericana en el m u n d o , no excede
del 14 por ciento lo financiado por una exportación de capitales proveniente de los
Estados Unidos de América. Volvemos a encontrarnos aquí con el papel de los
mercadosfinancierosy de los bancos transnacionales. Afinde cuentas, de atenernos
a la letra de Lenin, sería posible sostener que el imperialismo ya no existe. L a
proposición sería valida si algunas características identificadas por éste no sobre-
viviesen en la época actual. Es difícil, por tanto, rechazar en bloque su análisis,
pero se ha hecho imposible conservarlo tal cual es.

La renovación de los esquemas tradicionales


Las ideas desarrolladas por S. A m i n se presentan en amplia medida c o m o una
voluntad radical de denuncia e impugnación del modelo neoclásico del inter-
cambio internacional*. Pero a pesar de este objetivo, el c a m p o de análisis sigue
siendo el tradicional de la división internacional del trabajo. R . Vernon 5 , por su
parte, ha tratado de dinamizar la teoría del intercambio internacional. Pero se ha
visto inducido a salir completamente de ella concediendo a las empresas transna-
cionales un lugar cada vez mayor.
L a dicotomía centro-periferia se halla en el núcleo de la problemática de
S. A m i n . Estudia m á s particularmente la índole de las formaciones sociales peri-
féricas y las modalidades de su integración en el sistema de la economía mundial.
La estructura económica de las formaciones sociales periféricas es caracterizada por
la articulación privilegiada del sector de bienes de exportación y del sector de bienes
de consumo durables. Dentro de las formaciones sociales del centro, el fundamento
de un desarrollo auto-centrado ha descansado y sigue descansando en la conexión
entre los sectores de bienes de producción y bienes de consumo de masas. La dife-
rencia entre estos dos modelos es a la vez el producto y la explicación de la
dependencia de las formaciones sociales periféricas respecto al exterior y de su
carácter fundamental de economías extravertidas.
L a integración de las formaciones sociales en la economía mundial que ha
engendrado y que mantiene el subdesarrollo es aprehendida al nivel del mercado
276 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

mundial. L a periferia está especializada en los productos primarios que exporta


hacia el centro. Los intercambios entre los dos polos son desiguales en el sentido
establecido por A . Emmanuel 6 . La concepción de S. A m i n es sugestiva, pero sigue
demasiado sumisa al marco tradicional de la especialización internacional. C o n otra
terminología, n o se aparta en realidad de la problemática, expuesta en los años
cincuenta por Singer y Prebish, del deterioro de los términos del intercambio.
Nosotros, por nuestra parte, estamos convencidos de la validez de estos análisis.
Pero no podemos por menos de encontrarlos parcialmente obsoletos. N o sólo
porque las recientes alzas de algunos productos primarios —particularmente del
petróleo— traen aparejado u n cierto número de consecuencias sobre la evolu-
ción de los términos de intercambio entre centro y periferia, sino sobre todo porque
el fenómeno de internacionalización de la producción no se toma explícitamente en
cuenta. Ahora bien, lo que constituye el gran cambio, el principio de u n nuevo
orden económico internacional es precisamente, c o m o hemos ya observado, la
integración de las formaciones periféricas al nivel del proceso productivo inter-
nacionalizado. U n a vez m á s , la periferia no está ya vinculada con el centro única-
mente al nivel de los intercambios, sino también al de la producción. Ahí es donde
reside precisamente la especificidad del sistema de la economía mundial en vías de
formación.
La explicación de R . Vernon estriba en la idea de u n ciclo de vida de los
productos. Los productos nuevos, los que corresponden a una innovación, son
primero fabricados y vendidos en las economías más desarrolladas, y, en primer
lugar, en los Estados Unidos de América. A medida que el producto se "estan-
dardiza", es decir a medida que se estabilizan y simplifican sus características téc-
nicas de producción, su fabricación es accesible a un número mayor de países. D e
este m o d o , la internacionalización del ciclo del producto describe el desplazamiento
de algunas ramas industriales de los Estados Unidos de América hacia Europa y el
Japón primero, y hacia los países en desarrollo después. E n el curso de esta
metamorfosis, la jerarquía de las presiones y las modalidades de la movilidad de los
mercados cambia. A medida que la tecnología conexa con la fabricación de los
productos se simplifica, la toma en cuenta de los costos de producción se torna
predominante. E n el punto de partida, el país innovador, los Estados Unidos de
América en el caso, dispone de u n monopolio. L a standardización implica u n
aumento de la competencia. Simultáneamente, las formas de la difusión inter-
nacional del producto se transforman. Al comienzo, los Estados Unidos exportan
los productos nuevos al resto del m u n d o . C o n la aparición de una competencia
exterior, las exportaciones se sustituyen por la inversión directa. La deslocalización
de las ramas acompaña, pues, al ciclo del producto. Se lleva a cabo mediante el
canal de las empresas transnacionales, agentes de las inversiones directas.
La teoría de R . Vernon ha tenido la ventaja de explicar el movimiento de las
empresas transnacionales norteamericanas hacia Europa durante los años sesenta.
Puede también poner en claro u n nuevo tipo de especialización internacional entre
Hacia un nuevo enfoque 277
de la economía internacional

centro y periferia basada no ya en las dotaciones en factores tradicionales —tierra,


trabajo, capital—, sino en la ciencia y la tecnología. L a nueva base de la división
internacional del trabajo no modifica apenas el estado de dependencia de los
países en vías de desarrollo, si n o es dándole otro contenido.
Esta explicación tan sugestiva ha perdido una parte de su poder explicativo.
Por un lado, alcanza difícilmente a elucidar el actual fenómeno de circulación de las
inversiones directas en el sentido Europa-Estados Unidos de América, al que
acompaña, además, u n afianzamiento de las inversiones norteamericanas en
Europa. Por otra parte, explica parcialmente la deslocalización hacia la periferia
subdesarrollada de producciones destinadas a la reexportación y respecto a las cuales
la existencia de una demanda local n o desempeña ningún papel. Por último, es un
poco vaga en lo que atañe al papel específico de las empresas transnacionales en
los países en vías de desarrollo. E n suma, la explicación por el ciclo de los
productos es inactual. Su valor explicativo se h a visto disminuido con el ascenso
relativo de los factores tocantes a los costos de producción. Es el comienzo parcial
de una salida del c a m p o de la economía internacional hacia la idea de un sistema
de la economía mundial.

El sistema de la economía mundial

Es difícil trazar en unas pocas líneas lo que debería ser un nuevo marco del análisis
de la economía mundial. L a tarea es de envergadura y está apenas esbozada.
A d e m á s , el objeto de estudio se halla en vías de formación. Las nuevas tendencias
catalogadas en la primera sección de esta parte son recientes y n o pueden consi-
derarse exhaustivas.
Parécenos, empero, haber dejado establecido que la emergencia misma de la
economía mundial se salía del c a m p o teórico de la economía internacional en su
definición tradicional. Frente a esta carencia, una primera orientación consiste en
reducirlo todo al fenómeno de las firmas transnacionales. Es innegable, lo hemos
dicho y repetido, que éstas desempeñan en todos los sectores u n papel determi-
nante. Pero hacer el alfa y el omega de toda explicación del nuevo orden económico
internacional corre el riesgo de conducir a nuevos callejones sin salida. Esto es lo que
vamos a esforzarnos por demostrar en una primera etapa. Luego será posible trazar
los lineamentos de un nuevo enfoque dejando la puerta abierta a la interpretación
de las nuevas formas de una realidad en vías de formación.

Análisis centrado en las empresas transnacionales


U n artículo de S. H y m e r ilustra bastante bien, y de lo m á s brillantemente, los pasos
que conducen a hacer de las empresas transnacionales la estructura determinante de
la economía mundial7. Consiste en partir de los tres niveles organizativos que
caracterizan a las grandesfirmas.Al nivel más bajo, hallamos las tareas de ejecución.
Al nivel intermedio, se hallan situadas las actividades de coordinación. Al nivel
278 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

más elevado, la definición de las estrategias. Entonces sería posible proyectar esta
estructura jerárquica sobre la economía mundial para descubrir el sentido de su
organización. Las metrópolis de los países más desarrollados acogen los cuarteles
generales de las empresas transnacionales; los países subdesarrollados se ven limi-
tados a las tareas de ejecución más simples; un nivel intermedio de coordinación
definiría el estatuto de las ciudades-enlace (Bruselas, São-Paulo, Abidjan...). C o n
esta óptica, la jerarquía de las economías nacionales viene determinada por el
organigrama de las empresas transnacionales. La especialización internacional, el
deslineamiento centro-periferia se integran en su espacio económico estructurado.
El interés de esta concepción se halla en que rompe radicalmente con el
marco habitual de la economía internacional. Es posible encontrarla más o menos
explícitamente formulada en buen número de interpretaciones, y contiene una
parte de verdad en la medida en que permite introducir en el estudio del ambiente
internacional el importantísimo papel que estos nuevos actores representan. Sin
embargo, su carácter sistemático le hace excluir totalmente del diseño el lugar
ocupado por las naciones-estados, lo que conduce a una situación inversamente
simétrica a la de los teóricos de la economía internacional. Ahí es también donde
reside su debilidad. E n efecto, las empresas transnacionales constituyen la estructura
actual de la economía mundial. Pero al obrar una identificación semejante, ¿no se
arriesga S. H y m e r a invertir el orden causal? N o es ninguna casualidad, por supuesto,
que las sedes sociales de las empresas transnacionales estén situadas precisamente
en las grandes metrópolis. Históricamente, la estructura organizativa global de
estas empresas está calcada, en realidad, de la jerarquía preexistente de las eco-
nomías nacionales. L o cierto es esto, y n o a la inversa. M á s aún, es evidente asi-
m i s m o que el problema del crecimiento internacional de las firmas n o puede ser
desgajado de sus bases nacionales de partida. Dicho de otro m o d o , es necesario
conceder a las empresas transnacionales una perfecta autonomía y hacer de la
economía mundial el producto del crecimiento de las firmas. E n una palabra, la
historia se reduciría a la decisión de los gerentes de invertir en el extranjero, es
decir, en resumidas cuentas, a su carácter más o menos sanguíneo o a su talante
conquistador, que viene a ser más o menos igual.
El riesgo de identificación de la empresa transnacional y de la economía
mundial está en hacer de la primera u n en sí para sí, una entidad perfectamente
autónoma. Está abierto el camino para una nueva mitología a la cual ya se ha
hecho alusión. Negar la influencia determinante de las empresas transnacionales
en la estructuración en curso de la economía mundial equivaldría a arrojar por la
borda todo lo que hemos tratado de demostrar. Hacer de ellas un fenómeno total,
sin determinaciones propias, conduce de nuevo a la abstracción del paradigma
neoclásico. Entre estos dos escollos se perfila el camino a seguir.
Hacia un nuevo enfoque 279
de la economía internacional

La noción de sistema de la economía mundial


Q u e la economía mundial n o es aún un sistema acabado es algo que no ofrece lugar
a dudas. C o m o tampoco ofrece ninguna que dicho estado inconcluso hace m á s difícil
la construcción de un modelo perfectamente definido. Pero tomar en cuenta el movi-
miento histórico en vez de ponerlo entre paréntesis conduce inevitablemente a esta
situación. A d e m á s , los nuevos elementos ya mencionados permiten al menos circun-
scribir el lugar teórico de una ruptura con el paradigma de la economía internacional.
El punto que nos parece central es el constituido por la deslocalización de
las actividades productivas. Por vez primera, las economías capitalistas avanzadas
no producen la totalidad de su producción industrial en su propio territorio.
Siempre han exportado una parte de ésta. Siempre han importado los bienes que
no podían encontrar in situ en condiciones de rentabilidad aceptables. Continúan
haciéndolo, pero además exportan fábricas, ramas industriales completas. El movi-
miento se efectúa primero en dirección de las otras economías desarrolladas, pero
también, de m o d o creciente, hacia los países en vías de desarrollo. E n el primer
caso, la orientación de las inversiones directas dobla la de las exportaciones. E n
el segundo caso, el fenómeno es más original y confirma en un cierto sentido la
idea de un nuevo orden económico internacional. Esta evolución desborda el
c a m p o de análisis de la economía internacional en el sentido en que implica otra
cosa distinta del comercio de mercancías. Si bien se interfiere con este último y
lo deforma en la medida en que una parte cada vez mayor de los bienes exportados
o importados no son sino productos que circulan al margen del mercado entre
unidades de un m i s m o grupo transnacional. Esta evolución desborda también la
concepción estricta del imperialismo leninista, puesto que no puede ser reducida
a la exportación de capitales en forma de inversionesfinancieras,sino que se apoya
en inversiones directas con carácter industrial. Se ha dicho anteriormente que la
inversión directa internacional no implica necesariamente u n movimiento conco-
mitante de capitales procedentes de los países de origen. Así, las sociedades indus-
triales han dado u n paso adelante en las formas de su internacionalización al
desplazar sus actividades productivas. Esto se caracteriza esencialmente por el
hecho de que emplean cada vez más una masa de asalariados fuera de sus propias
fronteras. Cuando se trata de países poco desarrollados donde sobreviven sistemas
de producción arcaicos, la introducción de la renta salarial tiene c o m o efecto
destruir en parte las estructuras preexistentes y ampliar el ámbito espacial del
sistema capitalista. Si volvemos a considerar las tres formas que toma el capital
en el curso de su ciclo según el análisis de K . Marx, es posible decir que la internacio-
nalización, en la hora presente, está concluida en la medida en que afecta simul-
táneamente al capital dinero, el capital mercancía y,finalmente,el capital productivo.
L a internacionalización del ciclo del capital es, en parte m u y considerable, obra y
efecto de las empresas transnacionales. Corresponde a una ampliación a escala
mundial del propio modelo de producción capitalista merced a la progresiva
desaparición de los sistemas no capitalistas. Esta constatación, que los instrumentos
280 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

analíticos neoclásicos no pueden explicar, n o significa sin embargo que el sistema


económico mundial sea u n conjunto perfectamente homogéneo. L a tentativa que
anterioi mente h e m o s descrito, que identifica la economía mundial con las empresas
transnacionales, conduce a las mismas consecuencias aberrantes que, para
Samuelson y Lerner, la prolongación del teorema de Heckscher y Ohlin. El sistema
de la economía mundial es u n conjunto caracterizado por tendencias contradic-
torias a la unidad y a la disparidad.
N o hace falta insistir sobre las tendencias a la unificación del espacio mundial,
pues ya hemos hecho frecuente alusión a las mismas. Los vectores de este proceso
son esencialmente las empresas transnacionales. L a integración planificada de sus
actividades a escala mundial trae aparejada la difusión de la renta salarial, la
homogeneidad de las técnicas de producción y de la tecnología (véase p . 281 y
siguientes), la identidad de los productos, la uniformización de los m o d o s de
consumo, de gestión, etc. Pero lo que hay que reiterar es que este proceso se desen-
vuelve en un universo donde todavía subsisten naciones-estados. Los territorios
nacionales están entrecruzados por los espacios estructurados de las empresas
transnacionales, pero n o totalmente sometidos a ellas. Las legislaciones y regla-
mentaciones nacionales, las políticas económicas, los regímenes políticos, los niveles
de desarrollo producen disparidades. Estas disparidades, a su vez, pueden crear para
las empresas transnacionales dificultades de acoplamiento. E n principio, las acti-
vidades de lasfilialesestán sometidas a las reglas de los Estados huéspedes, aun
cuando en muchos casos —particularmente en materiafinanciera—las empresas
transnacionales tengan medios m á s o menos subrepticios de contravenirlas. Las
dificultades derivadas de las diferencias económicas, sociales y políticas son también
uno de los factores de la transnacionalización de las firmas. Así, la explotación
directa se decide m u c h o en función de la existencia de barreras aduaneras que
frenen la entrada de los productos extranjeros. Así también, la existencia de una
m a n o de obra barata motiva la creación defiliales-talleresen determinadas regiones
del m u n d o . L a existencia de desigualdades salariales es indisociable de la relativa
inmovilidad del factor trabajo, por la que velan los gobiernos, así c o m o por la
supervivencia de zonas de producción tradicional. Las disparidades territoriales
participan pues en el proceso de internacionalización del capital.
L a existencia de espacios territoriales nacionales desempeña además un papel
fundamental en la génesis de los procesos de transnacionalización de las firmas.
E n efecto, debido a que ven restringirse su posibilidad de crecimiento doméstico,
las empresas industriales nofinancierasse orientan entonces hacia una desloca-
lización de sus actividades. N o es éste el lugar adecuado para examinar a fondo
las motivaciones de los empresarios8. Baste con decir que la saturación de los
mercados, la competencia oligopolística, la modificación de los costos de pro-
ducción (Norte-Sur pero también Norte-Norte entre la C E E y los Estados Unidos
de América, por ejemplo), la situación de crisis económica actual son otros tantos
factores que empujan a las firmas hacia el exterior.
Hacia un nuevo enfoque 281
de la economia internacional

Este desarrollo fuera de las fronteras territoriales, junto con la creciente


penetración de las inversiones extranjeras en las economías, conduce a la inter-
nacionalización de los sistemas productivos que ya hemos reseñado. Pero en lo
que sí queremos insistir es en el hecho de que la creciente internacionalización de
las estructuras crea u n efecto de rebote sobre las economías nacionales y sobre los
mecanismos internacionales. Así, en un primer m o m e n t o , el fenómeno se traduce por
una reacción ante las exigencias nacionales y una explotación de las disparidades
territoriales. Luego, en u n segundo m o m e n t o , la creación de estructuras y de
mecanismos transnacionales influye sobre los espacios nacionales de origen y de
implantación así c o m o sobre las empresas transnacionales mismas. L a formación
del sistema de la economía mundial obedece pues a una dialéctica de lo continuo
y de lo discreto que reproduce las disparidades territoriales al tiempo que las niega
en el dsearrollo de actores y de estructuras transnacionales. Por esto mismo, las
empresas transnacionales, que constituyen el principal vector de la internacio-
nalización del capital, hállanse a su vez sometidas a las determinaciones del sistema
de la economía mundial que han contribuido a crear. E n este contexto sumamente
complejo deben situarse, a nuestro entender, las negociaciones Norte-Sur y la idea
de un nuevo orden económico internacional. L a noción de dependencia tecnológica
proporciona igualmente, c o m o se indicará en la segunda parte, u n punto de apli-
cación privilegiado de este movimiento dinámico que se traduce en realidad por la
extensión a escala mundial de las reglas de funcionamiento de las economías de
tipo capitalista.

L a dependencia tecnológica en el sistema


de la economía mundial9

L a cuestión de la dependencia tecnológica y de las transferencias internacionales


de tecnología participa de los debates actuales tocantes a la constitución de u n
"nuevo orden económico internacional". E n efecto, esta cuestión, ligada a la
industrialización de las economías en vías de desarrollo, se inserta en las discusiones
internacionales suscitadas por la redistribución geográfica de las actividades indus-
triales a escala mundial donde se trasluce la emergencia de u n a nueva división
internacional del trabajo. L a característica de esta nueva división internacional
del trabajo es que se halla tecnológicamente jerarquizada: la especialización de
las economías desarrolladas se produciría en las actividades con tecnología
compleja (electrónica, electro-nuclear...) mientras que la de las economías envías
de industrialización se efectuaría en los sectores industriales decadentes o en los
productos intermedios (textiles, acero, petroquímica).
L a dependencia tecnológica, punto de convergencia de diferentes temas,
constituye actualmente una preocupación de los organismos internacionales y de
los poderes públicos de algunos países en vías de desarrollo. Pero la dependencia
282 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

tecnológica constituye igualmente un motivo de preocupación en el caso de países


desarrollados, c o m o Canadá, Bélgica o Francia, que buscan su lugar en la nueva
división internacional del trabajo.
L o generalizado de esta preocupación nos lleva a preguntarnos por el sentido
de la expresión "dependencia tecnológica". L a cuestión viene a ser la de los deter-
minantes, formas y consecuencias de la circulación internacional de la tecnología.
L a descripción de los caracteres de la red internacional de transferencias tecnoló-
gicas permitirá poner de relieve la insuficiencia de los análisis existentes para
comprender la circulación internacional de la tecnología y la dependencia tecno-
lógica que de ello puede resultar. Será propuesto u n nuevo enfoque en el cual la
dependencia tecnológica se presentará c o m o una consecuencia del nuevo sistema
de la economía mundial.

Características contemporáneas de la red internacional


de transferencias tecnológicas

El examen de la red internacional de transferencias de tecnología permite dos


constataciones que sugieren la necesidad de ampliar la perspectiva en la cual la
transferencia internacional de tecnología generalmente se contempla. Los análisis
de la transferencia se han llevado a cabo originalmente en el caso de las economías
en vías de desarrollo y dentro de la óptica de comercialización de la tecnología:
a ésta se la considera c o m o una mercancía.
L a primera constatación pone de manifiesto una paradoja: en efecto, cuando
los enfoques críticos de la transferencia internacional de tecnología están principal-
mente centrados sobre el caso de las economías en vías de desarrollo, la mayor
parte de las transferencias tienen lugar entre economías desarrolladas. L a segunda
constatación atañe a la forma preponderante que reviste la transferencia inter-
nacional de tecnología: cada día m á s se trata de intercambios tecnológicos efec-
tuados en el seno m i s m o de las firmas transnacionales. El papel de la inversión
directa c o m o vía principal de transferencia revela la insuficiencia de los análisis
que consideran la tecnología una mercancía y la transferencia de tecnología la
comercialización de ésta. E n efecto, la transferencia de tecnología en el caso de la
inversión directa constituye antes que nada la explotación directa de la tecnología
por la firma propietaria de la misma. A d e m á s , el intercambio internacional de
tecnología se presenta, por la misma razón y motivo que los demás intercambios de
bienes, de servicios o de recursosfinancierosentre casa madre yfiliales,c o m o una
circulación interna en el espacio económico integrado de las empresas transnacio-
nales, y el análisis de esta circulación, c o m o el de las demás, no puede emprenderse
independientemente del de la estrategia de la firma.
Hacia un nuevo enfoque 283
de ¡a economía internacional

Polarización de la red internacional de transferencias de tecnología


Entendida en el sentido estricto de cesión-adquisición de tecnología, la transferencia
internacional de la misma corresponde a las operaciones comerciales relativas a las
ventas de patentes, las concesiones de licencia, la asistencia técnica entre empresas.
Las estadísticas de ingresos y pagos técnicos internacionales constituyen precisa-
mente el registro de las operaciones comerciales correspondientes a la tecnología,
y en principio, por tanto, permiten computar las transferencias entre empresas.
N o obstante existen diferencias entre lo que estadísticamente está registrado y lo
que económicamente se transfiere, en razón de la diversidad de medios de pago de
que lasfirmasproveedoras de tecnología disponen, en particular cuando "venden"
su tecnología a susfiliales.A pesar de estas diferencias, las estadísticas de ingresos
y pagos técnicos permiten delinear los grandes rasgos de la red internacional de
transferencias de tecnología.
L a polarización de la red de transferencias tecnológicas presenta dos carac-
teres: por una parte, los Estados Unidos de América aparecen c o m o el primer
proveedor de tecnología de los otros países desarrollados y de los países en vías
de desarrollo, y, por la otra, la mayor parte de las transferencias se efectúan entre
países desarrollados.
L a distribución de los ingresos proporcionados a ocho países desarrollados
por las ventas de tecnología a países en vías de desarrollo revela que, de 1965 a 1970,
los Estados Unidos recibieron cerca del 90 por ciento del total acumulado de
ingresos10. L a preponderancia de los Estados Unidos de América c o m o proveedor
de tecnología se afirma igualmente con respecto a los países desarrollados. Así, hacia
mediados de la década de 1960, los Estados Unidos de América perciben cerca
del 50 por ciento del total de ingresos procedentes del comercio de la tecnología en
el seno de la zona O C D E 1 1 . Esta situación global encubre diferencias de u n país
a otro: los Estados Unidos de América perciben del 43 por ciento (caso de
Alemania y de Italia) a cerca del 80 por ciento (Reino Unido) de los pagos efectuados
por la compra de técnicas entre países miembros.
E n 1973, la parte de los pagos técnicos abonados a los Estados Unidos de
América es del 54 por ciento en Francia, el 47 por ciento en Alemania y casi el
70 por ciento en el Japón 12 . Conviene indicar igualmente que los ingresos norte-
americanos en 1972 son de una cuantía diez veces superior a la de los pagos13.
Esto confirma la preponderencia de los Estados Unidos de América c o m o proveedor
mundial de tecnología.
Los cuadros 1 y 2 indican la distribución geográfica de los ingresos y de los
gastos de Estados Unidos de América, Francia, Alemania y Japón. Por lo que
a los ingresos norteamericanos se refiere, estos provienen en sus tres cuartas partes
délos países desarrollados. Hallamos esta misma distribución en el caso de los
ingresos de Alemania, así c o m o , en menor medida, en los de Francia.
L a concentración geográfica de los ingresos refleja la de los pagos. Esta
doble concentración geográfica de los ingresos y de los pagos técnicos revela pues
284 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

C U A D R O l. Distribución geográfica de los pagos técnicos (Francia,


República Federal de Alemania, Japón, Estados Unidos de América)

Gastos

Rep. Fed. Estados Unidos


Francia de Alemania Japón de América
Hacia (1973) (1973) (1973) (1972)

Estados Unidos de América 54,3 47,5 69,7 nada


CEE 25,1 18,2 20,2 44,9"
Resto de Europa del Oeste 18,3 19,5 4,2 33,3
Japón 0,4 0,6 nada 2,5
a. C E E de los 6 más Reino Unido.

Fuentes: Francia: M I R , Servicio de la propiedad industrial. República Federal de Alemania: K . W . M e n c k ,


Informe del Seminario de la OCDE sobre FMN y potenciales científicos y técnicos. Japón: H . Takahara, ide
Estados Unidos de América: M . F . Teplin, art. citado.

C U A D R O 2 . Distribución de los ingresos (porcentajes)

Ingresos

Estados
Rep. Fed. Unidos
Francia de Alemania de América
Procedentes de (1973) (1973) (1972)

Estados Unidos de América 23,6 16,7 Canadá 15,8


CEE 24,3 20,8 CEEa 37,1
Resto de Europa del Oeste 12,2 17,3 Resto Europa 7,5
Japón 6,7 17,7 Japón 12,5
Países en desarrollo 23,0 23,7 Otras zonas 27,0

Fuentes: Francia: M I R , Servicio de la propiedad industrial. República Federal de Alemania: K . W . M e n c k ,


Informe del Seminario de la OCDE sobre FMN y potenciales científicos y técnicos. Japón: H . Takahara, ¡de
Estados Unidos de América: M . F . Teplin, art. citado.

que los intercambios técnicos se efectúan esencialmente entre países desarrollados.


El comercio de la tecnología presenta así el m i s m o carácter estructural que el
comercio de mercancías.

El creciente papel de las empresas transnacionales


en la transferencia de tecnología
L a creciente importancia de las empresas transnacionales en la red internacional de
transferencias tecnológicas se deduce claramente del análisis de los ingresos técnicos
norteamericanos, que en la hora actual constituyen la mejor fuente de información.
D e 1960 a 1972, los ingresos técnicos norteamericanos totales crecieron al
ritmo de u n 12,8 por ciento anual, mientras que los ingresos procedentes de las
Hacia un nuevo enfoque 285
de la economía internacional

filiales lo hicieron a un ritmo de 14,8 por ciento entre 1956 y 1972. La parte de los
ingresos brutos procedentes de lasfilialespasó de este m o d o del 63,3 en 1956
al 75,7 por ciento en 1972, lo cual representa el 78,6 por ciento de los ingresos netos
totales. Habida cuenta de los ingresos de las empresas transnacionales norte-
americanas procedentes de sociedades independientes14, la participación total de
las empresas transnacionales en los ingresos netos totales rebasaría el 87 por ciento
en 1972.
El crecimiento de la parte correspondiente a las empresas transnacionales en
los ingresos técnicos norteamericanos h a ido acompañado de modificaciones rela-
tivas a la composición de los ingresos (patentes y licencias por una parte, gestión
y servicios por la otra) y de la distribución sectorial y geográfica de los mismos.
Pueden destacarse los cambios siguientes:
D e 1963 a 1973, la parte correspondiente a patentes y licencias en los ingresos
de las empresas transnacionales pasa del 32,9 por ciento al 59,8 por ciento. Los
ingresos por patentes y licencias ascienden a los cuatro quintos de los obtenidos
en el sector de las industrias manufactureras.
E n el m i s m o lapso de tiempo la parte de los ingresos correspondientes al
sector de las industrias manufactureras pasa del 57,3 por ciento (media de los
años 1960 a 1964) al 62,4 por ciento, en detrimento de los ingresos procedentes del
sector del petróleo (su parte pasa del 18,5 al 11,2 por ciento).
Finalmente, de 1960 a 1972, se produce u n cambio profundo en el origen
geográfico de los ingresos técnicos de las empresas transnacionales. E n 1972, estos
ingresos proceden en una cuarta parte de la C E E (frente al 15 por ciento en 1960)
y en cerca de un 70 por ciento de los países desarrollados (58 por ciento en 1960).
Dentro de los ingresos procedentes de los países desarrollados, la parte del sector
de las industrias manufactureras es de u n 73,3 por ciento, y la de las patentes y
licencias es de un 62,9 por ciento en 1972.
Estos cambios en su conjunto constituyen, dentro de la estructura de los
ingresos técnicos norteamericanos, la señal manifiesta de la reorientación de las
inversiones directas estadounidenses: hacia Europa a partir definalesde los años
cincuenta, hacia la industria manufacturera con una tendencia a la explotación a
escala internacional de las técnicas de producción (patentes y licencias).
Globalmente, en 1973, la relación de los ingresos procedentes de las filiales
de las empresas transnacionales norteamericanas con los procedentes de las socie-
dades independientes es de 3,4. Esta relación era de 1,7 en 1956. El cuadro 3 da el
valor de esta relación y su evolución de 1956 a 1972, respecto al conjunto de las
zonas y respecto a un cierto número de países. La situación de los diferentes países
o zonas aparece gráficamente contrastada.
L a situación del Japón representa u n caso extremo, toda vez que las trans-
ferencias tecnológicas recibidas por lasfilialesnorteamericanas n o representan m á s
que los cuatro décimos de las transferencias efectuadas en virtud de acuerdos entre
sociedades independientes. Al contrario, Canadá, Bélgica y Venezuela representan
286 Bernadette Madeufy Charles-Albert M¡chalet

C U A D R O 3. Importancia de los ingresos tecnológicos procedentes defilialesamericanas.


Comparación y evolución. Relación entre los ingresos procedentes
defilialesamericanas y los procedentes de sociedades independientes

Conjunto Europa
de Reino del América
ingresos Unido CEE Oeste" Canadá Latina Japón

1936 1,72 0,75» — 0,68» 2,9» 7,5» —


1963 2,41 6 2,28 — 1,73 5,58 7,15 0,25
1967 2,85 2,92 2,19 2,64 7,18 5,33 0,34
1972 3,12 4,3 3,26 3,23 9,6 5,66 0,4
a. Incluida la C E E .
6. Calculado según M . F . Teplin, art. citado, cuadros 3 y 4 .
Fuentes: P . F . Gonod, Les transferts technologiques, Colloque A F S E , 1975, p. 21-23. M . F . Teplin, art. citado.

C U A D R O 4 . Valor del informe en 1972

Europa América Latina

Bélgia, Luxemburgo 9,7 Venezuela 9,7


Países Bajos 4 Perú 8
Francia 3,1 Chile 6
República Federal de Alemania 2,96 México 4,8
Italia 2,2 Colombia 3,6
Argentina 1

la otra situación extrema en que las transferencias efectuadas por conducto de las
filiales son más de 9 veces superiores a las realizadas entre sociedades independientes.
En lo tocante a Europa, el valor de esta relación confirma las conclusiones
de la O C D E sobre la creciente preponderancia de las inversiones directas
c o m o soporte de los intercambios tecnológicos transatlánticos, a diferencia de
los intercambios intraeuropeos cuya forma dominante parece ser el acuerdo de
licencia16.
E n las transferencias recibidas por los Estados Unidos n o se observa la
preponderancia de la inversión directa: en 1972, sus pagos técnicos se reparten
aproximadamente por igual entre sociedades independientes y filiales de sociedades
extranjeras".

Insuficiencia de los análisis existentes


La presentación de los caracteres contemporáneos de la circulación internacional
de la tecnología induce a preguntarse en qué medida los análisis que tratan de las
relaciones internacionales permiten explicar y comprender la dependencia tecno-
lógica que de ello puede derivarse.
Hacia un nuevo enfoque 287
de la economía internacional

U n a teoría de la circulación internacional de la tecnología debiera hacer


inteligibles al m i s m o tiempo los determinantes de los movimientos internacionales
de tecnología y las formas en que éstos se producen. Sobre cada uno de estos
puntos, no podemos por menos de constatar la insuficiencia de los análisis que se
sitúan en el c a m p o de las relaciones de intercambio internacional, sea cual sea la
manera en que se contemple en ellos la tecnología.
E n efecto, la tecnología ha sido contemplada en los esquemas analíticos del
intercambio internacional bajo dos aspectos: c o m o factor explicativo de los inter-
cambios internacionales de bienes conforme a la teoría neoclásica, y c o m o objeto
de intercambio internacional mediante los análisis críticos de la transferencia tecno-
lógica estudiada en el caso de las economías en vías de desarrollo.
L a integración de la tecnología en el esquema neoclásico del intercambio
internacional no atañe a los movimientos de importación y de exportación de tecno-
logía. Pero sí tiende a la explicación de los intercambios a partir de la tecnología
considerada c o m o un factor de producción, a ejemplo de los habitualmente tomados
en cuenta: trabajo y capital.
Originariamente, el modelo neoclásico estático de equilibrio óptimo excluye
tanto el progreso técnico c o m o la tecnología. Efectivamente, en sus fundamentos
mismos, el esquema neoclásico de la especialización y del comercio excluye por
hypótesis la existencia de diferencias internacionales de tecnología: la identidad de
las funciones de producción necesaria en el modelo de Heckscher, Ohlin, Samuelson,
descansa en el postulado de la movilidad perfecta e instantánea de los conocimientos
a escala internacional. L a toma en cuenta del progreso técnico y posteriormente
de la tecnología corresponderá a la necesidad de explicar las situaciones de
desequilibrio.
Así, durante la década de 1950, se introducirá el progreso técnico en los
esquemas del intercambio internacional para responder a dos preocupaciones. L a
primera concierne a la escasez internacional de dólares. Esto induce a J. R . Hicks a
reintroduce las variaciones diferenciales de productividad entre los Estados Unidos
de América y Europa occidental, renovando así el análisis ricardiano1'.
L a segunda preocupación se refiere a la modificación de los términos de
intercambio de los países en vías de desarrollo. Su deterioro se imputa a la modi-
ficación de la demanda y a los efectos del progreso técnico, cuyo impacto es diferente
según afecte a los productos exportados o a los productos importados por los países
en vías de desarrollo18.
E n u n caso y otro, la introducción del progreso técnico se produce por la
adición de una variable exógena que aspira a dinamizar el modelo de equilibrio
estático. El procedimiento es idéntico al utilizado para estudiar los efectos del
crecimiento, considerado c o m o u n aumento de la oferta de los factores de pro-
ducción. El análisis se propone estudiar los efectos de una baja del precio de los
bienes, ocasionada por el progreso técnico (o por la oferta creciente de factores),
sobre lafijacióndel producto del intercambio internacional y sobre la renta de los
288 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

co-intercambistas. L a aparición del progreso técnico en el análisis conduce a u n


mayor realismo. E n efecto, se admite que su distribución entre las economías es
desigual y que puede dar lugar a efectos desequilibradores y nefastos19.
Reconocer esta desigualdad constituye una ruptura, generalmente implícita,
con la hipótesis neoclásica de u n conocimiento técnico universalmente libre y
gratuito. Los análisis que fundan la especialización internacional en la detentación
de la tecnología confirman esta ruptura.
La brecha abierta por la paradoja de Leontief ha llevado a los autores a
sutilizar la teoría de la especialización fundada en la dotación en factores. L a
renovación se ha producido a través de dos tendencias que no se excluyen entre sí.
L a primera se refiere a la distinción efectuada en el seno del factor trabajo
entre las diferentes calificaciones de los trabajadores de que dispone u n país20. L a
segunda consiste en averiguar qué papel desempeña la capacidad tecnológica cal-
culada bien por los gastos de investigación desarrollo, bien por el personal empleado
en la investigación21. E n este caso se considera la tecnología, al igual que los demás
factores de producción, c o m o u n elemento de la dotación en factores.
Pero la introducción de la tecnología c o m o variable explicativa resulta
incompatible con las hipótesis iniciales: la de la identidad internacional de la tecno-
logía y la de la competencia pura y perfecta. Estas hipótesis hacen posible la compa-
ración internacional de los bienes. A h o r a bien la tecnología, y el gasto de I.D. que
lleva aparejado, tienen u n doble objetivo: la modificación de las técnicas de pro-
ducción de bienes existentes y la creación de nuevos bienes. E n uno y otro caso, la
tecnología contradice las hipótesis antes evocadas. Por ejemplo, la hipótesis relativa
a la difusión internacional e instantánea del conocimiento tecnológico excluye la
posibilidad de una ventaja fundada en la detentación de tecnología. Excluye, conse-
cuentemente, hasta la razón misma de ser de la tecnología. Dicho de otra manera,
la introducción del factor tecnológico conduce lógicamente a abandonar estas
hipótesis iniciales.
Los análisis de la ventaja tecnológica consuman este abandono 22 . Sólo dichos
análisis alcanzan a tomar en cuenta el carácter dinámico de la tecnología en la
formación y la modificación de las especializaciones. Al antiguo modelo estático de
equilibrio viene a sustituirle un esquema evolutivo de especialización internacional.
Ésta se modifica con la aparición y la difusión internacional de la tecnología. L a
presentación m á s completa de este esquema es la de R . Vernon. C o m o ya se ha
hecho ver anteriormente, su análisis explica c ó m o la localización óptima de una
producción cambia en el curso de maduración del producto. Los productos nuevos
aparecen en la economía más avanzada, a la sazón los Estados Unidos de América,
debido a su ventaja tecnológica. Luego, cuando la tecnología de estos productos se
estabiliza y standardiza, algunasfirmasde otras economías pueden ser competitivas
si disponen de u n a ventaja de costo, ventaja ésta de tipo tradicional.
Se confirma, pues, la idea de diferencias internacionales en las condiciones
de creación y de adquisición de la tecnología, diferencias inseparables de las del
Hacia un nuevo enfoque 289
de la economía internacional

grado de desarrollo. Pero n o le acompaña u n a explicación de la difusión inter-


nacional de la tecnología. E n efecto, a pesar de las apariencias y las interpretaciones
en este sentido, los análisis de la ventaja tecnológica no permiten comprender los
determinantes ni las formas de la difusión internacional de la tecnología. N o se
muestra claramente la manera en que se produce: tan pronto parece realizarse por
medio de la circulación de los bienes que incorporan la tecnología c o m o parece ser
resultado del comportamiento de la firma innovadora en la explotación de la tecno-
logía a escala internacional.
A u n cuando se admita el principio de una difusión no instantánea de la tecno-
logía (equivalente a la identidad internacional de la tecnología), n o se trata en sí
m i s m a la cuestión de la circulación de ésta. E n realidad, dicha cuestión se halla
vinculada, en el plano teórico, a la de la movilidad de los otros factores de pro-
ducción, particularmente el capital.
Y a se le considere otro factor m á s de producción entre los que determinan la
especialización internacional, y por lo tanto inmóvil a escala internacional, o ya,
por el contrario, se admita su difusión entre las naciones, la tecnología constituye
u n elemento de ruptura interna del paradigma neoclásico. S u integración en el
análisis viene a resultar totalmente contradictoria con las hipótesis neoclásicas
iniciales de identidad internacional de la tecnología y de la inmovilidad inter-
nacional de los factores.
L a toma en consideración de las diferencias tecnológicas constituye n o
obstante un mejoramiento en el análisis de los intercambios internacionales. Pero
estas diferencias constituyen un dato cuya explicación hay que buscar en otra parte.
D o s cuestiones fundamentales continúan sin respuesta: la del origen de las dife-
rencias tecnológicas y la de la circulación de la tecnología a escala internacional.

Análisis críticos de la transferencia de tecnología


hacia los países en desarrollo
Fuera del marco teórico neoclásico que, aun cuando integra la variable tecnológica,
no explica su circulación internacional, se ha desarrollado una corriente de análisis
centrada en la transferencia de tecnología c o m o tal. Estos análisis enfocan la tecno-
logía c o m o objeto de intercambio internacional y conducen a una denuncia de los
efectos de la comercialización de la tecnología entre países desarrollados y países
en vías de desarrollo. L a perspectiva en que estos análisis se sitúan es la de u n
intercambio de carácter desigual entre economías productoras de tecnología y
economías receptoras.
El análisis orientado en términos de comercialización de la tecnología hace
hincapié sobre el carácter oligopolístico del mercado de la tecnología dominado
por el o los vendedores. U n a primera consecuencia resulta de esto para el adqui-
rente: que él n o tiene potestad en la transferencia. Este n o tener potestad en la
transferencia se manifiesta, en el caso de las concesiones de licencia, por la serie de
límites y de controles impuestos por el vendedor a la actividad del adquirente. El
290 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

caso extremo viene constituido por la forma más frecuente de transferencia inter-
nacional de tecnologia: la transferencia efectuada por las empresas transnacionales.
E n este caso, la n o potestad del adquirente sobre la transferencia debe ana-
lizarse por referencia a la situación de lafilialrespecto al poder decisorio de la
casa-madre.
El papel dinámico desempeñado por el que ofrece tecnología en la determi-
nación de las condiciones y del contenido de la transferencia hace de la "venta" de
tecnología una operación asimétrica. Los análisis orientados en términos de
tecnología-mercancía tropiezan ahí con un primer límite. Este límite guarda relación
con el hecho de que tales análisis contemplan solamente un aspecto de la circulación
internacional de la tecnología, la importación, para denunciar sus efectos, en
particular los efectos de costos y de inadaptación de la tecnología.
Pero el análisis centrado en la comercialización de la tecnología topa con
otro límite relativo al carácter sumamente específico de la mercancía-tecnología.
Esta especificidad aparece a través de las discusiones referentes al costo de la tecno-
logía importada.
Y a en 1964, denunciaba la Organización de las Naciones Unidas la carga
financiera que, para los países en vías de desarrollo, suponían las condiciones en
que se concluían las concesiones de licencia, en particular las diversas prácticas
restrictivas. D e entonces acá se han multiplicado los estudios que tienden a computar
los costos indirectos por adquisición de tecnología extranjera. El cómputo de los
costos de la transferencia de tecnología implica una denuncia del excesivo precio
pagado por el adquirente. Pero si el precio de la tecnología, dentro de u n a óptica
normativa, se considera excesivo, es por referencia a lo que sería un precio justo.
¿Cuál puede ser éste en el caso de una mercancía tan particular c o m o la tecnología?
U n a primera dificultad, ya considerable, estriba en la imposibilidad de
computar la totalidad del costo de la transferencia tecnológica. E n efecto, al lado
de los costos directos o explícitos, hay que considerar los costos indirectos o implí-
citos, tal c o m o han sido definidos por la U N T A D 2 3 .
Los primeros corresponden a los derechos abonados por la adquisición de
los elementos de tecnología necesarios para las operaciones productoras y comer-
ciales del adquirente (patentes, licencias, know how). Es interesante destacar la
relativa importancia que reviste el suministro del know how, no patentable o no
patentado, indispensable siempre en la operación de la transferencia y que requiere
la participación activa, y a veces continua, de la firma que hace la oferta de
tecnología.
Los segundos, o costos indirectos, son de dos clases: por una parte, los pagos
por las compras de bienes de equipo o intermediarios que trae aparejados la conce-
sión de licencia y vienen frecuentemente determinados por cláusulas de compras
relacionadas; por otra parte, la retribución de la compra de tecnología, n o en la
forma explícita de derechos técnicos, sino en la de comisión por beneficios justificada
por una participación del otorgador de licencia en el capital del concesionario de la
Hacia un nuevo enfoque 291
de la economía internacional

misma. La existencia de estos costos indirectos proviene de la multiplicidad de medios


de regulación de que dispone el otorgador de licencia. Esos costos introducen la
delicada cuestión de la evaluación del aporte efectivo de tecnología, particularmente
en el caso de las firmas transnacionales cuyas prácticas contables dependen de las
diferencias entre legislacionesfiscalesy entre controles de los cambios y, al m i s m o
tiempo, de la estrategia de la firma a escala mundial.
Los costos indirectos, definidos por la U N T A D , corresponden a intercambios
financieros que se establecen entre el concesionario y el otorgador de licencia.
Estos intercambios son fruto de la facultad de que dispone el otorgador de licencia
para crear y controlar intercambios de bienes (caso de las compras necesarias para
la explotación de la licencia). Pero el ejercicio de su control puede llevarle a limitar
la actividad del concesionario: restricciones de su producción y de su mercado de
exportación24. Tales restricciones dan lugar a deseconomías para el concesionario.
L a evaluación de los costos indirectos únicamente puede computar pagos
realmente efectuados por el concesionario, y n o las pérdidas que acarrean las
prácticas restrictivas. Recae la atención especialmente sobre el fenómeno de sobre-
facturación de los bienes comprados por el concesionario al concedente. L a reconsti-
tución del conjunto de los movimientos financieros relacionados con la compra de
tecnología indica que los pagos d e derechos (costos directos) sólo suponen una
mínima parte del total. Los costos indirectos, principalmente aquellos que se
refieren a la importación de bienes intermedios, representan la parte esencial de las
salidas de divisas acarreadas por la compra de tecnología (véase el cuadro 5).
L a distribución entre costos directos y costos indirectos indica que para el
concedente la explotación de la tecnología que posee no se limita a lo que podría
considerarse operación de venta de tecnología stricto-sensu. El cómputo de los

C U A D R O 5. Movimientosfinancierosasociados a la compra de la tecnología


(en miles de dólares de los Estados Unidos)

1967 1968 1969

Bolivia
Pagos de derechos 235 277 353
Abonos de beneficios 2 030 2 800 2 800
Compras de bienes intermedios importados 5 500 8 300 7 350
Total de divisas 7 765 11 377 10 503
Chile
Pagos de derechos 6 105 6 021 8 203
Abonos de beneficios 2 681 2 605 2 676
Compras de bienes intermedios importados 26 297 24 453 25 841
Total de divisas 35 083 33 079 36 720

Fuente: F . Sagasti y G . Oxman, La transferencia de tecnologia hacia los países del grupo andino, O E A .
292 Bernadette Madeuf y Charles-Albert Michalet

costos revela que la concesión de licencia es una operación compleja que, por una
parte, incluye otros intercambios distintos al de tecnología propiamente dicho, y
que, por otra parte, presenta para el concedente más de una posibilidad de obtener
beneficio de la tecnología que posee.
E n el caso de la transferencia acompañada de inversión directa, la dificultad
de calcular la totalidad de los costos de la transferencia se complica con la de saber
si el pago técnico efectuado por lafilialcorresponde a una transmisión efectiva de
conocimiento. E n efecto, c o m o el intercambio de tecnología n o sale del ámbito
propio de la firma, el precio de transferencia constituye una variable en la gestión
de la empresa transnacional cuyo objetivo es la maximización del beneficio a escala
mundial. Si bien puede constatarse que lasfilialesal 100 por ciento no pagan m á s
royalties por el know how y la gestión que las empresas mancomunadas (joint
ventures), en cambio parece que pagan m á s caros los bienes que compran a la
sociedad madre 26 .
Sin embargo, la aportación real en tecnología efectuada por la firma trans-
nacional es difícil de evaluar. El total de los intercambios internos entre sociedad
madre yfilial,y defilialafilial,obedece a las reglas de la estrategia financiera
adoptada por lafirma.D e ello resulta que las operacionesfinancierascon motivo
de la transferencia interna de tecnología pueden estar en gran medida desconectadas
del fenómeno tecnológico mismo.
L o que esencialmente indican las tentativas de calcular los costos de la trans-
ferencia tecnológica es el papel dinámico que desempeña el suministro de tecnología
en la creación y el control de intercambios complementarios: intercambios de ser-
vicios técnicos previos a las operaciones de producción o necesarios para su
desarrollo, intercambios de bienes utilizados en la producción. L a tecnología resulta
ser así una mercancía m u y particular. Las dificultades del cálculo empírico de los
costos de adquisición de la tecnología inducen, pues, a interrogarse sobre la validez
del enfoque en que se considera la tecnología c o m o una mercancía.
Dentro ya de la óptica de comercialización de la tecnología, el exceso de
precio pagado por el adquirente se presenta c o m o consecuencia de la estructura
oligopolística del mercado: lafijacióndel precio se efectúa pues en función de la
fuerza de negociación respectiva del vendedor y del comprador. El análisis de la
comercialización de la tecnología en u n mercado imperfecto se funda en el doble
carácter de la tecnología c o m o información y c o m o mercancía26.
C o m o información, la tecnología presenta caracteres económicos particulares
que hacen de ella un bien colectivo: es un bien no agotable, puesto que no se gasta
con el uso que de él se hace; es u n bien que puede ser utilizado por muchos sin
perder valor, y por último, es un bien transmisible con m u y poco gasto, sin relación
con su costo de producción. E n principio, pues, su cesión n o representa ningún
coste marginal para el vendedor (salvo si sufraga el gasto de la adaptación necesaria).
Sin embargo, estos caracteres de la información son caracteres puramente
teóricos. Y la tecnología sólo es útil desde el m o m e n t o en que los pierde y se hace
Hacia un nuevo enfoque 293
de la economía internacional

apropiable y aprovechable; aun en el caso de que esta apropiación se halle en


contradicción con su intrínseca naturaleza c o m o saber27. L a justificación teórica
del sistema de patentes más comúnmente aducida es que la patente es u n estímulo
para producir informaciones nuevas, puesto que autoriza la beneficiabilidad de
estas informaciones merced a su apropiación. L a apropiación privativa de la tecno-
logía fundamenta, pues, la situación de cuasi-monopolio del propietario y la renta
que puede obtener de ella. Si, en principio, la cesión de una información tecnológica
no supone ningún costo marginal para el vendedor, en realidad esta cesión significa
la pérdida o la disminución de las ventajas obtenidas del cuasi-monopolio.
Para el comprador, el valor de la información tecnológica es grande y equivale
teóricamente al coste de su reproducción real, que puede considerarse inmenso.
A d e m á s , la información del comprador acerca del bien a comprar es m u y imper-
fecta, y presenta el carácter de u n a "paradoja fundamental"28. E n efecto, aquello
m i s m o que constituye el objeto de una transacción, la información, es igualmente la
información que necesitaría el comprador para decidir racionalmente en cuanto a
la compra. L a falta de información del comprador n o le permite ni escoger la
tecnología de que tiene necesidad, nifijaru n precio.
El propietario de la tecnología funda su fuerza en los privilegios que garan-
tizan la patente o el secreto industrial. Así, la "venta" de tecnología o su trans-
ferencia debe interpretarse por referencia al cuasi-monopolio del vendedor. El
riesgo está, para el vendedor, en que esta transferencia puede crear una producción
que compita con la suya. Se esforzará, pues, por controlar al máximo la actividad
del comprador.
El límite de este control se halla determinado por la rentabilidad de la ope-
ración para el adquirente (en el caso de la empresa transnacional, esta restricción no
actúa necesariamente al nivel de lafilialque recibe la tecnología). L a compra de
tecnología permite al adquirente o bien reducir su costo de producción, o bien
situarse él mismo, gracias a la licencia, en plan de monopolio dentro de su mercado
local. El aliciente de la negociación está en el aumento de ingresos que la tecnología
procura al comprador 29 . Si el comprador se refiere principalmente al pago de
regalías, que compara con su aumento de ingresos, para el vendedor este pago sólo
representa una parte de los beneficios obtenidos con la "venta" de tecnología.
Gracias a su situación de monopolio, el vendedor puede suscitar otros inter-
cambios económicos de bienes y de servicios, fuentes para él de lucro. Parece que
el poder del vendedor no se ejerce tanto sobre lafijacióndel precio de venta de
tecnología, o sea los derechos propiamente dichos, c o m o sobre los otros inter-
cambios. Finalmente, si la tecnología es una mercancía, se trata de una mercancía
m u y particular cuya venta no es u n fin en sí.
L a comercialización de la tecnología n o puede ser asimilada a la de u n bien
cualquiera, debido a la especificidad de la mercancía tecnológica y al poder del
vendedor en la transferencia; debido igualmente a la preferencia de las firmas por la
explotación directa, mediante la implantación de unafilial,de la tecnología que
294 Bernadette Madeuf y Charles-Albert Michalet

detentan. Esta preferencia está bien comprobada n o sólo en el caso de la transfe-


rencia a países en vías de desarrollo, sino también en el caso de la efectuada entre
países desarrollados.
N o sólo resulta que la importación de tecnología n o puede contemplarse
independientemente de la estrategia adoptada por los que monopolizan su oferta
para su explotación a escala internacional: la circulación internacional de la tecno-
logía aparece particularmente vinculada a la multinacionalización de las firmas
c o m o modalidad de la internacionalización del capital.

Hacia un nuevo enfoque de la dependencia tecnológica

Los análisis anteriormente considerados sólo dan respuestas parciales a la cuestión


de la circulación internacional de la tecnología que de ellos puede colegirse. Se
hace necesario un nuevo enfoque. El que se propone conduce a un cambio completo
de perspectiva.
Este cambio estriba en el reconocimiento del papel primordial desempeñado
por la exportación de tecnología en la circulación internacional, en la medida en
que la exportación predetermina la importación de tecnología en su forma y en sus
efectos. Se trata pues de comprender la lógica de la exportación de tecnología y n o
ya sólo de denunciar sus efectos. L a constatación precedente, relativa al carácter de
la exportación de tecnología, que no puede ser considerada una operación comercial
ordinaria, conduce a interrogarse sobre el carácter y el papel de la explotación de
la tecnología a escala internacional por la empresa que la detenta.
D e esta suerte, la circulación internacional de la tecnología se halla necesa-
riamente relacionada con una segunda cuestión enunciada hasta hoy por separado:
la del origen de las diferencias internacionales de tecnología. L a cuestión de las
condiciones de producción de la tecnología, c o m o la del carácter y el papel de ésta,
atañen ambas al lugar de la tecnología en la producción y el desarrollo capitalistas.
L a problemática propuesta consiste precisamente en considerar conjunta-
mente la producción y la circulación internacional de la tecnología c o m o determi-
nadas por la lógica del capital. L a relación de dependencia tecnológica, cuyo origen
reside en las diferencias internacionales y la circulación internacional de tecnología,
aparecerá intrínsecamente vinculada a la internacionalización del capital c o m o
tendencia inmanente a la extensión mundial del capitalismo.
L a demostración del papel de la tecnología en el funcionamiento del m o d o de
producción capitalista permite superar los enfoques en que la tecnología es asimilada
a un factor de producción o a una mercancía. La tecnología puede en efecto definirse
c o m o el proceso social mediante el cual el saber es incorporado a la producción.
L a sociología de los inventos y la historia muestran que la utilización del
saber científico confinesproductivos depende de factores socioeconómicos que
transforman una necesidad de técnica nueva en el sentido material (por ejemplo:
insuficiencia de una materia prima, malos rendimientos de una herramienta o de
Hacia un nuevo enfoque 295
de la economía internacional

una máquina) en una demanda social de innovación. El maridaje ciencia-industria


que caracteriza la sociedad industrial moderna y corresponde a la aparición de la
tecnología c o m o c a m p o específico de la actividad social constituye una etapa
decisiva del desarrollo capitalista.
Las desigualdades internacionales, tanto en materia de asignaciones de
recursos a la producción de conocimientos nuevos c o m o en materia de producción
de innovaciones, están directamente relacionadas con las desigualdades de nivel de
desarrollo económico. El análisis de los aspectos contemporáneos del proceso de
creación de la tecnología permite precisar las condiciones que explican el desigual
dinamismo tecnológico de las economías nacionales. Los rasgos esenciales de este
proceso residen en la "institucionalización", la concentración y el carácter nacional
del sistema de producción de la tecnología. El resultado es que la potestad del
cambio técnico está m u y desigualmente distribuida entre los países.
L a institucionalización de la producción de nueva tecnología reviste dos
caracteres: la organización de la investigación industrial en el seno de las grandes
firmas y la intervención de los poderes públicos en la organización del sistema de
producción de conocimientos. L a intervención de los poderes públicos da su
carácter nacional a los sistemas científicos y técnicos de producción de los conoci-
mientos. L a concentración de la producción de tecnología aparece a tres niveles
diferentes: concentración internacional, concentración sectorial y concentración en
el seno de las grandes firmas. Las dos últimas formas de concentración han sido
descritas con frecuencia. L a primera, la concentración internacional, no estará de
m á s recordarla en cifras: en 1971, cinco de las economías m á s desarrolladas (Estados
Unidos de América, Reino Unido, República Federal Alemana, Francia y Japón)
representan el 88,9 por ciento de la totalidad de los gastos efectuados en la
zona O C D E con miras a la investigación científica y el desarrollo experimental.
L a desigualdad internacional en la producción de tecnología constituye la
condición previa para la circulación internacional de tecnología.
El análisis de la circulación internacional de tecnología concierne al m i s m o
tiempo a los determinantes de las formas en que se produce y a las exigencias a que
corresponden tanto la exportación c o m o la importación de tecnología. La cuestión,
en efecto, estriba en comprender por qué los intercambios internacionales n o
incluyen únicamente movimientos de mercancías, sino igualmente los de la tecno-
logía. L a internacionalización del capital, en cuanto designa el movimiento de
extensión mundial del m o d o de producción capitalista, permite explicar las formas
de circulación internacional de tecnología, pero también las exigencias a que esta
circulación se halla sometida, debido al tipo de relaciones establecidas entre eco-
nomías nacionales en el seno de la economía mundial. Así, la modificación de las
formas tomadas por la extensión del capital se traduce por una modificación de las
formas de circulación internacional de la tecnología por una parte, y, por otra,
por un cambio en la forma de las relaciones entre espacios económicos nacionales.
Situar la circulación internacional de la tecnología dentro del movimiento de
296 Bernadette Madeufy Charles-Albert Michalet

internationalization del capital permite distinguir dos modalidades de la depen-


dencia tecnológica en relación con dos formas esenciales de la internacionalización.
L a primera, que puede calificarse de dependencia tecnológica en forma
comercial, corresponde a la inserción de las diversas economías nacionales en el
mercado mundial. L a inserción en el mercado mundial c o m o primera forma de
internacionalización del capital impone a las industrias nacionales exigencias de
competitividad internacional, tanto en el mercado mundial c o m o en el interior, en
la medida en que este último n o constituye u n espacio cerrado a la competencia
internacional. Estas exigencias se traducen por la necesidad de adquirir la tecnología
m á s productiva, importándola si es necesario. L a forma asumida por la exportación
de tecnología es la venta de patentes y de licencias, en la medida en que las relaciones
económicas entre espacios nacionales son principalmente intercambios comerciales.
Esta primera modalidad de dependencia tecnológica es característica del siglo xix
y de la primera mitad del siglo xx. Permite igualmente caracterizar la situación de
la economía japonesa en la medida en que los poderes públicos japoneses han
organizado una política activa de adquisición de técnicas extranjeras, pero limitado
la intervención del capital extranjero en el seno de la economía nacional.
Después de la segunda guerra mundial se ha desarrollado considerablemente
una segunda modalidad de la dependencia tecnológica en relación con la forma
dominante de la circulación internacional de la tecnología. L a modificación de las
relaciones entre espacios económicos nacionales en el seno de la economía mundial
afecta igualmente a la circulación internacional de la tecnología: predominio de la
inversión directa c o m o conducto de la transferencia tecnológica. E n efecto, las
relaciones entre espacios económicos nacionales no son ya sólo relaciones de inter-
cambio, sino que, con la inversión directa, incluyen igualmente la interdependencia
de los sistemas productivos nacionales. L a segunda modalidad de la dependencia
tecnológica se presenta c o m o específica de la economía mundial contemporánea y
más compulsiva: específica en la medida en que está ligada al movimiento de multi-
nacionalización de lasfirmas,compulsiva porque constituye un nuevo dato a tomar
en cuenta en la elaboración de una política industrial nacional.
E n efecto, la dependencia tecnológica contemporánea en el seno de la eco-
nomía mundial designa una situación caracterizada por dos rasgos: la supeditación
de lasfilialesal sistema decisional de la sociedad madre en materia de producción y
de explotación de la tecnología y la inserción de lasfilialesde empresas trans-
nacionales en el sistema industrial de acogida. H a y pues dependencia directa
de una parte del sistema industrial de acogida y dependencia indirecta del
sistema industrial en su totalidad, respecto a la creación y la explotación de la
tecnología por centros de decisión exteriores que son las firmas transnacionales.
Así resulta posible que el sistema industrial de acogida de lasfilialessea esce-
nario de cambios técnicos, beneficiosos o n o , cuya potestad escapa al sistema
nacional de decisión.
La distinción efectuada entre las dos formas de dependencia tecnológica n o
Hacia un nuevo enfoque 297
de la economia internacional

debe hacer desaparecer su similitud: ambas reflejan el movimiento de uniformización


mundial de la tecnología, resultante de la internacionalización del capital, a través
de las formas de competencia o de interdependencia de las economías nacionales.
Este movimiento de uniformización de la tecnología a partir de los centros creadores
se produce al m i s m o tiempo que prosigue la diferenciación de la tecnología entre
espacios económicos nacionales desigualmente productores de tecnología. E n otros
términos, la dependencia tecnológica aparece inevitablemente ligada a la consti-
tución de u n espacio económico mundial integrado que comprende economías
nacionales desigualmente "productoras" de tecnología. L a uniformización de la
tecnología que induce la internacionalización del capital y el movimiento de dife-
renciación de la tecnología por su creación renovada constituyen los dos momentos
fundamentales de la acumulación del capital dentro del sistema de la economía
mundial.
[Traducido del francés]

Notas

1
Esta parte se inspira en gran medida en nuestra de la O C D E sobre "Les firmes multinatio-
obra Le capitalisme mondial, París, P U F , nales et les potentiels scientifiques et techniques
1976 ( C . A . M . ) . nationaux", 19-21 de febrero de 1975, Paris.
2
Naciones Unidas, Las sociedades multinacionales y M . F . Teplin, U . S . International Transaction in
el desarrollo mundial, 1973, cuadro n.° 19. Royalties and Fees, Survey of current business,
3
R . Vernon, Storm on multinationals. Cambridge, jul.-dic. de 1973.
Harvard Univ. Press, 1977. Entre los ingresos netos procedentes de sociedades
4
S. A m i n , L'accumulation à l'échelle mondiale, París, independientes, la parte de los percibidos por
Anthropos, 1970. las empresas transnacionales se estima en
5
R . Vernon, International investment and inter- un 40 por ciento. Véase U . S . Senate C o m -
national trade, Quarter. Journ. of Eco., mittee on Finance, Implication of multinational
m a y o de 1966; Les entreprises multinationales, firms for world trade and investment and for
Paris, Calmann-Lévy, 1974. U.S. trade and labor, Washington, 1972.
6
A . E m m a n u e l , L'échange inégal, Paris, Maspero, O C D E , Écarts technologiques, op. cit.
1969. M . F . Teplin, op. cit.
' S . H y m e r , T h e multinational corporation and the J. R . Hicks, A n inaugural lecture, Oxford economic
law of uneven development, en J. N . B h a - papers, junio de 1953.
gwati, edit. Economics and world order, Nueva H . W . Singer, The distribution of gains between
Y o r k , McMillan, 1972. p . 113-140. investing and borrowing countries, American
8
C . A . Michalet, Le capitalisme mondial, cap. 4 , economic review, m a y o de 1950.
op. cit. T . Balogh, Unequal partners, Blackwell, Oxford,
8
Esta parte se inspira en gran medida en u n a tesis 1963.
doctoral sobre " L a notion de dépendance Véase, por ejemplo, D . B . Keesing, American
technologique en économie internationale" economic review, 1966.
presentada en m a y o de 1977 ( B . M . ) . Véase, por ejemplo, W . H . Gruber, D . M e h t a ,
10
C N U C E D , Grands problèmes découlant du trans- R . Vernon, Journal of political economy,
fert de techniques aux pays en voie de dévelop- 1967.
pement, 1972. M . V . Posner, G . C . Hufbauer, J. E . Tilton...
11
O C D E , Écarts technologiques, Paris, 1967. C N U C E D , Directives pour l'étude du transfert des
12
Francia: estadísticas del Ministerio de Industria e techniques aux pays en voie de développement,
Investigación. Alemania y Japón: informes de 1972.
K . W . M e n c k y M . Takahara en el seminario El análisis de los contratos de licencia indica
298 Bernadette Madeuf y Charles-Albert Michalet

Notas {continuación)

la frecuencia de las cláusulas restrictivas. and transmission of technological k n o w -


C N U C E D , Le rôle des brevets dans le trans- ledge, American economic review, m a y o
fert des techniques aux pays en voie de dévelop- de 1969.
pement, 1974. K . Arrow, Economic welfare and the allocation of
25
J. Stopford, L . Wells, Managing the multinational resources for invention, en The economics of
enterprise, Basic Books, 1972. technological change, N . Rosenberg (ed.),
26
C . Vaitsos, Patents revisited: their fonction in Londres, Penguin, 1971, p . 164-181.
developing countries, Journal of development J. Katz, Imputación de tecnología. Aprendizaje
studies, 1972. local e industrialización dependiente, Buenos
27
K . Arrow, Classification notes o n the production Aires, Instituto Torcuato di Telia, 1973.
Los límites de la modelización global

Guy Poquet

La humanidad entera, si continúa viviendo,


no será simplemente porque ha nacido,
sino porque habrá decidido prolongar su
vida.
(J. P . Sartre, Les temps modernes, n.° 1.)

La complejidad cada vez mayor de los problemas que ha de arrostrar la humanidad,


junto con la constante necesidad de obtener respuestas científicas, ha favorecido la
construcción de modelos globales. E n efecto, algunos piensan que el m u n d o , por
primera vez en su historia, se halla ante la posibilidad de una autodestrucción
colectiva1. Si tal pesimismo está lejos, sin duda, de ser unánime, todos piensan que
conviene reaccionar para dominar una evolución cuyos efectos a largo plazo
podrían revestir u n carácter sumamente grave. Numerosos estudios han intentado
determinar el " c ó m o " de una reacción semejante, pero c o m o generalmente trataban
de problemas particulares, no podían conducir sino a visiones fragmentarias y por
lo tanto insuficientes. D e ahí la voluntad, inaugurada en 1972 con el primer informe
al Club de R o m a 2 , de construir modelos matemáticos que abarcaran el m u n d o de
manera global y aspirasen a proporcionar una mejor representación de los pro-
blemas relativos a la sociedad h u m a n a , de su evolución en el tiempo y de las dife-
rentes opciones políticas susceptibles de ser sometidas a los altos responsables.
U n modelo, matemático o no, es una representación m á s o menos simplificada
de u n sistema, en el cual los componentes con propiedades y características especí-
ficas están unidos por relaciones o conexiones determinadas. La elaboración de los
modelos mundiales supone por una parte la construcción de u n modelo m u y sim-
plificado del sistema total y por la otra la construcción de subsistemas que permitan
el estudio del comportamiento del sistema total. Tales modelos, realizables con

Guy Poquet está encargado de investigaciones en la Asociación Internacional Futuribles, 55, rue
de Varenne, 75007 París. Ha publicado varios artículos y ha colaborado a la publicación de los
informes publicados por la Asociación, cuyos trabajos son la base del presente articulo.

Rev. int. de cieñe, soc., vol. X X X (1978), n.° 2


300 Guy Poquet

ayuda del ordenador, constituyen pues una nueva manera de analizar las impli-
caciones de las tendencias actuales, de comprender el futuro y de deslindar políticas
alternativas antes de recomendar eventualmente la adopción de una de ellas.
A partir de los trabajos del equipo M e a d o w s , y sin duda gracias a ellos, los
modelos mundiales se han multiplicado rápidamente. N o obstante, sus conclusiones
presentan extraordinarias diferencias, que pueden dejar perplejos o escépticos a sus
usuarios potenciales. E n efecto, de su lectura sacamos en consecuencia, o bien que
corremos hacia el derrumbamiento económico y el hambre generalizada en el curso
del siglo xxi, o bien que nos encaminamos hacia una prosperidad universal para una
población que podría representar el doble y aun el triple de la actual.
Así, para los autores de Los límites al crecimiento, si las tendencias actuales
en materia de crecimiento demográfico, industrialización, contaminación, pro-
ducción alimentaria y agotamiento de los recursos se mantuviera, los límites al
crecimiento en este planeta se alcanzarían en el curso de los cien próximos años. Al
contrario, para la Fundación Bariloche3, el único problema, tocante a los límites
materiales, sería de carácter local: se trata del agotamiento de la tierra cultivable en
Asia hacia la mitad del siglo que viene. Entre estos dos extremos se sitúan, natural-
mente, múltiples afirmaciones intermedias.
Todos estos análisis tienen necesariamente implicaciones políticas. Por
ejemplo, si para el equipo M e a d o w s conviene alcanzar u n estado de equilibrio
global en el que cada individuo vea satisfechas sus necesidades básicas y posea
igualdad de oportunidades para realizar su propio potencial h u m a n o (lo cual
supone cambios fundamentales en los modos de vida de los m á s ricos), para
Léontief4 el problema más urgente es el de alimentar a la población en rápido
crecimiento de los países en vías de desarrollo. L a solución residiría en la explo-
tación y cultivo de las numerosas tierras arables todavía sin explotar y en la dupli-
cación o triplicación de la productividad de la tierra. Estas dos tareas serían
técnicamente posibles, pero sería precisa una política rigurosa en favor de tal obje-
tivo, así c o m o cambios sociales e institucionales en los países en vías de desarrollo.
Para la Fundación Bariloche, los obstáculos que se oponen al desarrollo armonioso
de la humanidad n o son de orden material o económico, sino esencialmente socio-
políticos. Los objetivos propuestos por este modelo no pueden alcanzarse merced a
un crecimiento económico m u y elevado, sino mediante una reducción del consumo,
aumento de las inversiones, eliminación de los obstáculos socioeconómicos y polí-
ticos que actualmente se oponen a una utilización racional de la tierra, distribución
igualitaria de bienes y servicios, etc.
Es tal la diversidad de los modelos y de sus conclusiones que sus eventuales
usuarios se sienten inclinados a no retener sino aquél que corrobora su propia visión
del m u n d o . ¿ C ó m o se explican semejantes diferencias? Para contestar a esta pre-
gunta es necesaria una comparación de los diferentes modelos y de las metodologías
que les sirven de base. N o se trata con esto de pasar revista a la totalidad de los
modelos que hayan podido publicarse6: harían falta cientos de páginas para seme-
Los limites de la modelización global 301

jante ejercicio. Nuestro objeto, m u c h o más modesto, es dar una idea de los límites de
la modelización global con respecto a los propios objetivos que la misma persigue.
A tal efecto, restringiremos el análisis a cuatro modelos que nos parecen signifi-
cativos: Los límites al crecimiento y Estrategia para mañana*, primero y segundo
informes al Club de R o m a , El modelo latinoamericano de la Fundación Bariloche y
El futuro de la economía mundial del equipo dirigido por Wassily Léontief. La compa-
ración de los fundamentos de sus modelos, de sus estructuras y de sus resultados
permite apreciar el valor exacto de este tipo de enfoque de los problemas del m u n d o .

Fundamentos de los modelos

Primer modelo mundial según el orden cronológico (1972),fiela la metodología


llamada "dinámica de los sistemas" elaborada por Jay Forrester7, "el libro de los
límites" constituyó u n gran acontecimiento y sus proyecciones maltusianas tuvie-
ron un impacto considerable sobre la opinión pública, que veía en ello una puesta en
ecuación de la catástrofe con ayuda del prestigioso instrumento que es la computa-
dora. Este informe pasó por preconizar una detención brutal del crecimiento.
E n efecto, considerando el m u n d o una entidad única, de donde se deriva el
s u m o grado de agregación sectorial y geográfica, este modelo ambicionó simular el
conjunto de las relaciones entre el hombre y su entorno físico. Ahora bien, para sus
autores, todas las actividades humanas están sometidas a fenómenos de índole
exponencial y los cinco ámbitos retenidos para caracterizar la situación actual y su
evolución futura (demografía, producción industrial, alimentación, contaminación
y consumo de recursos naturales no renovables) evolucionan con arreglo a tal
progresión. Pero cada vez que se encuentra u n a cantidad que varía exponencial-
mente, la teoría de los modelos dinámicos revela la existencia de una curva positiva.
Por ejemplo, dos curvas, una positiva y otra negativa, rigen el crecimiento d e m o -
gráfico. Actualmente asistimos a u n retroceso de la mortalidad, lo que se traduce
en un aumento de la esperanza de vida y en u n casi mantenimiento de las tasas de
natalidad. E n consecuencia, disminuye el papel regulador de la curva negativa,
provocando el crecimiento exponencial de la población. D e igual manera, el creci-
miento económico mundial se explica por las curvas que afectan al capital industrial:

Nacimientos por año


3—Ç I
Población Defunciones por año

Indice de
natalidad
VT .t
índice de
V
mortalidad

FIG. 1
302 Guy Poquet

los efectos positivos (inversiones anuales) son netamente superiores a los efectos
negativos reguladores (depreciación anual del capital).
Las consecuencias de estas leyes de crecimiento son graves: el crecimiento
exponencial de la población y del capital industrial sólo podrá mantenerse si los
medios materiales (productos alimenticios, materias primas, etc.) y el medio social
(paz y estabilidad social, educación, empleo, control del progreso técnico...) lo
permiten. Los autores dudan que así sea, y, en la idea de que el m u n d o está llamado
inevitablemente a derrumbarse hacia la mitad del siglo próximo caso de proseguir
las tendencias actuales, preconizan una disminución del crecimiento económico.
Mientras que en este modelo se considera al m u n d o c o m o u n modelo único,
para Mesarovic y Pestel n o puede concebirse si n o es en función de las diferencias
de culturas, de tradiciones y de desarrollos económicos, es decir c o m o un sistema
de regiones diferenciadas pero interdependientes. L o que amenaza, según ellos, n o
es el derrumbamiento general del sistema, sino catástrofes a nivel regional con
repercusiones profundas en el m u n d o entero. Sólo es posible evitar tales catástrofes
si se actúa en u n contexto global, y únicamente el paso del crecimiento indiferen-
ciado a u n crecimiento equilibrado, comparable al crecimiento orgánico, podría
permitir una solución global. Por lo demás, todo retraso en la puesta en práctica de
tales estrategias será mortal.
Para reducir la diferencia cada vez mayor entre países ricos y países en vías
de desarrollo, es necesario pues tomar en cuenta los particularismos de cada región
del m u n d o . A tal efecto, los autores de Estrategia para mañana elaboraron un
modelo donde el m u n d o se divide en 10 regiones interdependientes, cada una de las
cuales reagrupa a varios países en función de las tradiciones, las estructuras eco-
nómicas, sociales y políticas, los problemas que habrán de arrostrar, el nivel de
desarrollo económico, etc.
Este modelo se apoya en la teoría de los sistemas con varios niveles jerár-
quicos, niveles que aquí se denominan "estratos". D e esta manera se distinguen los
estratos geofísico, ecológico, tecnológico, demoeconómico, colectivo e individual.
Cada uno de los diez modelos regionales, articulados en torno a la economía, la
población, la alimentación, la energía y el medio ambiente, comprende esos estratos,
que son a continuación interconectados en el sistema mundial. U n esquema seme-
jante, en el que se combinan apremios organizativos y políticos con la amenaza de
escasez de los recursos, milita necesariamente en favor de la emergencia de un nuevo
orden económico global susceptible de asegurar el desarrollo económico equilibrado
de todas las regiones del m u n d o .
Presentado c o m o respuesta directa del tercer m u n d o al Club de R o m a , el
modelo latinoamericano del desarrollo económico mundial es deliberadamente
normativo. Para sus autores, la catástrofe anunciada por los modelos precedentes
constituye ya la suerte de la mayor parte de la humanidad, y por lo tanto sus reco-
mendaciones n o son pertinentes. E n efecto, hasta que todo ser h u m a n o haya
alcanzado u n nivel de vida aceptable n o podrá llevarse a la práctica ninguna
Los límites de la modelización global 303

política del medio ambiente o de reducción del consumo de los recursos naturales.
Entretanto, los países industrializados deberán reducir su índice de crecimiento y
dedicar sus excedentes a sacar a los países pobres de su estancamiento actual. Y las
sociedades que persiguen u n desarrollo deberán guardarse de imitar a los países
desarrollados, so pena de repetir los mismos errores (consumo irracional y costoso,
deterioro social, alienación en aumento constante...) y meterse en los mismos
callejones sin salida.
Por lo demás, siendo objetivo fundamental del modelo una sociedad igua-
litaria al nivel nacional e internacional, se aceptan a priori los principios siguientes:
todo ser h u m a n o , por el simple hecho de existir, tiene u n derecho absoluto a la
satisfacción de sus necesidades elementales básicas y debe participar plenamente en
todas las decisiones sociales. Para que los recursos estén sometidos de aquí en
adelante a una gestión racional, el consumo debe dejar de constituir u nfinen sí.
Por último, entendiendo que la supervivencia de la humanidad pasa por el mante-
nimiento de su diversidad cultural, se divide el m u n d o en cuatro bloques: países
desarrollados, América Latina e islas del Caribe, Asia y África. Mientras que
Mesarovic y Pestel habían distinguido seis estratos, este modelo define una función
de las necesidades básicas que toma en cuenta la alimentación, la vivienda, la
enseñanza, los demás servicios y bienes de consumo y los bienes de equipo.
Esta función de las necesidades básicas determina el volumen de los bienes
materiales y culturales de que el ser h u m a n o debe disponer para garantizar su pleno
desarrollo, evitando al mismo tiempo el despilfarro de recursos. U n a vez alcanzado
el nivel de satisfacción adecuada de esas necesidades (se ha escogido la esperanza
de vida al nacimiento c o m o variante optimizatriz, ya que ésta depende de todas las
variables socioeconómicas endógenas del modelo), los excedentes sirven para
desarrollar actividades de esparcimiento y ocio y no para producir bienes materiales
suplementarios. Este modelo, que describe u n a sociedad mundial ideal alternativa
y quiere demostrar su viabilidad material, contradice pues directamente los dos
anteriores, toda vez que no postula límites físicos y excluye por hipótesis todo creci-
miento a través del comercio.
Constituido por una representación de la economía mundial con ayuda de
una matriz input-output*, el modelo del equipo Léontief es, c o m o el anterior, esen-
cialmente normativo. Aspira a la reducción de la desigualdad, medida en producto
interior bruto per capita, entre los países en desarrollo y los países desarrollados.
Esto implica que la producción nacional de los países pobres crezca m á s aprisa que
la de los países ricos, e incluso m u c h o más aprisa en razón de su crecimiento d e m o -
gráfico. El informe considera, pues, diferentes esquemas en los que los índices de
crecimiento del producto bruto per capita (4,9 por ciento anual en los países en
desarrollo frente al 3,3 por ciento de los países desarrollados) conducirían a una
reducción progresiva de la brecha que separa a países pobres y países ricos: la dife-
rencia pasaría del 12 a 1 de 1970 a un 7,69 a 1 en el año 2000, siendo el objetivo final
su supresión pura y simple hacia la mitad del siglo próximo.
304 Guy Poquet

A fin de dotar al estudio de una base cuantitativa, se describe la economía


mundial de 1970, a la que posteriormente y con ayuda del modelo se compara con
las representaciones hipotéticas de los años 1980, 1990 y 2000. El modelo porme-
noriza en una medida desacostumbrada: la economía mundial es dividida en
15 regiones, 8 de ellas desarrolladas, en función sobre todo del P N B per capita.
Cada región se subdivide además en 48 sectores de actividad económica: 4 para la
agricultura, 9 para los recursos minerales, 22 para el sector industrial, 5 para deter-
minados equipos y 8 referentes a la contaminación.
Cada una de las 15 regiones es tratada por separado. El modelo las restituye
luego en un conjunto, conforme a un mecanismo m u y complejo, que comprende las
exportaciones y las importaciones de bienes y servicios, la circulación de capitales
entre regiones, las transferencias de ayuda y los pagos de intereses de capitales
extranjeros...
Dentro de una perspectiva normativa, este modelo permite así el cálculo de
las necesidades de inversión en capital efectivo para obtener u n producto regional
bruto. L o cual explica que no pueda considerar en m o d o alguno una catástrofe a
imagen de la del Club de R o m a , toda vez que el índice de crecimiento es aquí deter-
minado de forma exógena.

Estructuras de los modelos

Elaborados sobre tales fundamentos, estos modelos no pueden menos de tener


estructuras m u y diferentes (véase figura 1). Cinco indicadores van a permitirnos
juzgar la diferencia con que se tratan algunos datos.

Población

E n el modelo de Los límites al crecimiento, la población es función de dos sub-


conjuntos: la fecundidad, que depende del nivel de la población, de la fracción de
mujeres fecundas, de la duración de vida de la reproducción, de la fecundidad total
deseada, de la eficacia de la regulación de los nacimientos y de la fecundidad fisio-
lógica máxima total, y la mortalidad, que depende del nivel de la población y de la
esperanza de vida al nacimiento, relacionada esta última con la alimentación, la
salud, la contaminación... Los datos de partida son los de las Naciones Unidas y la
función principal del sector demográfico en este modelo consiste en proporcionar
datos a los otros sectores.
Mesarovic y Pestel ponen en relación los índices de natalidad y de mortalidad
con la producción alimentaria. E n efecto, se hanfijadolas necesidades en calorías y
en proteínas que corresponden a cada región, y por debajo de un cierto porcentaje
de tales necesidades, la mortalidad por desnutrición y consunción aparece en
aumento constante. Los métodos de cálculo son enteramente distintos en cuanto se
Los límites de la modelización global 305

refiere a las deficiencias en calorías o en proteínas, y no se apoyan, según propia


declaración de los autores, en datos empíricos de ningún género. Esto equivale a
reconocer lo apriorístico de las representaciones dadas y la extrema influencia del
submodelo alimentario sobre las proyecciones demográficas. N o obstante, consta-
tando una aceleración del ritmo de duplicación de los efectivos mundiales de
población, los autores preconizan la entrada en vigor inmediata de un control de la
población que tenga c o m o objetivo el decrecimiento del índice de fecundidad y la
instauración de un estado de equilibrio en los cincuenta próximos años.
E n el modelo latinoamericano, la población no resulta de una simple extra-
polación de las tendencias pasadas, sino que es considerada c o m o una variable
dependiente de los fenómenos socioeconómicos. El subconjunto de la población y
de la salud permite esencialmente el cálculo de la esperanza de vida al nacimiento,
que se ha elegido c o m o parámetro de optimización del modelo en su conjunto. D a
igualmente la fuerza de trabajo disponible utilizada en la función de producción.
Al contrario de los tres modelos anteriores, en el estudio de Léontief n o
se trata a la población c o m o una variable endógena. Los datos están consti-
tuidos por las proyecciones medias de las Naciones Unidas. Ahora bien, según
estas proyecciones, el crecimiento demográfico no es exponencial: los efectivos de
población aumentan en un primer periodo y disminuyen a renglón seguido, cuando
se han alcanzado determinados niveles de ingresos o de urbanización. D e lo cual se
sigue, para Léontief, una estabilización de estos efectivos a partir de 2025 en los
países desarrollados y a partir de 2075 en los países en vías de desarrollo. Entre-
tanto, el periodo 1975-2000 verá un aumento de la población del orden del 60 por
ciento, y los países en vías de desarrollo, en particular, duplicarán en este mismo
periodo sus efectivos.

Recursos

Para este sector, el modelo Los límites al crecimiento da indicaciones de reserva y de


utilización de la energía y de los recursos minerales. La reserva mundial de minerales
se estima en 250 años de consumo, con base en los índices de consumo de 1970.
Pero el costo económico de la explotación de los yacimientos residuales irá en
aumento de manera sensible. Por eso la fracción de capital mundial que debe
dedicarse a los recursos aumenta en detrimento de lo que puede dedicarse a otros
sectores. Notemos que los recursos energéticos se tratan aquí c o m o una materia
homogénea, sin tomar en cuenta las sustituciones entre fuentes energéticas.
Mesarovic y Pestel se han preocupado únicamente de los recursos energéticos
no renovables. E n 1.° de enero de 1973, las reservas de petróleo se estiman en
90 000 millones de toneladas, es decir una esperanza de consumo de 37 años, si el
consumo se mantiene en 2 500 millones anuales, y 21 años si crece al ritmo anual
del 5 por ciento. E n esta misma fecha, se calculaba que las reservas de gas natural
debían satisfacer las necesidades durante 41 años al ritmo de consumo actual y
306 Guy Poquet
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308 Guy Poquet

durante 23 años con una elevación anual del 5 por ciento. C o m o las reservas de
carbón son m u y importantes, u n aumento del consumo del 2 por ciento anual
limitaría la duración de estos recursos a 180 años. Es, pues, urgente una estrategia
energética a largo plazo, y la solución no puede hallarse en la fuerza nuclear, dada
la importancia de las necesidades a satisfacer y dados también el costofinancieroy
los riesgos propios de esta fuente de energía.
E n el modelo latinoamericano no aparece ninguna representación del sector
"recursos", pues para sus autores el problema n o estriba tanto en saber cuáles van
a ser los recursos disponibles en u n futuro limitado c o m o en tener una idea precisa
de las reservas potencialmente explotables en las condiciones económicas y tecno-
lógicas actuales o futuras. Ahora bien, estas reservas se estiman aquí suficientes
para innumerables siglos venideros. Tal optimismo se explica en parte por el hecho
de que los excedentes económicos sirven para satisfacer necesidades, c o m o los
ocios, que n o requieren tantos recursos naturales.
L a estructura más detallada de este sector se encuentra en el estudio de
Léontief, que lo subdivide en 9 subsectores por lo que a producción y consumo se
refiere. A u n q u e las implicaciones del modelo sobre el consumo n o están m u y claras,
el caso es que entre 1970 y 2000 el consumo de recursos minerales aumentará proba-
blemente de forma considerable. Pero las reservas mundiales conocidas de minerales
y de combustibles fósiles se estiman suficientes para subvenir a las necesidades de
los próximos decenios y probablemente a los de la primera mitad del siglo próximo.
El estudio n o excluye sin embargo problemas locales de penuria y un fuerte enca-
recimiento del precio de los recursos.

La producción alimentaria

E n Los límites al crecimiento, la producción de alimentos depende de tres factores:


la superficie cultivable, la fertilidad de las tierras y la cuantía de las inversiones
agrícolas. Ahora bien, la superficie cultivable, físicamente limitada, disminuye por
efecto de la creciente urbanización y su costo de explotación aumenta; la fertilidad
de las tierras está en función de la contaminación de los suelos que es cada vez
mayor; finalmente, los rendimientos de las inversiones agrícolas disminuyen. D e
ahí la falta de tierra cultivable que se dejará sentir desesperadamente antes del
año 2000 si la tasa actual de crecimiento demográfico se mantiene.
Para Mesarovic y Pestel, los niveles de producción alimentaria afectan direc-
tamente al índice de mortalidad. D e ahí la importancia concedida a esta producción,
que está llamada a desarrollarse mediante la extensión de las tierras cultivadas, el
aumento de rendimiento de los terrenos, el desarrollo de la acuacultura animal y el
auge de la alimentación sintética. Pero se recuerda que los resultados de todas las
medidas tomadas en este sentido resultarán totalmente ineficaces si no se combinan
con una política demográfica capaz de estabilizar el índice de fecundidad en el
espacio de quince años.
Los limites de la modelización global 309

L a producción alimentaria, expresada en calorías y proteínas, reviste una


importancia especialisima en el modelo latinoamericano, por ser un componente de
la función objetiva de las necesidades básicas: concurre, con los sectores de la edu-
cación y de la vivienda, a la satisfacción de estas necesidades. L a producción actual
de alimentos (subdividida en 3 subsectores: agricultura, ganadería y pesca) se estima
suficiente para satisfacer las necesidades básicas de todos los habitantes del planeta.
Pero el 30 por ciento de la población mundial detenta m á s del 50 por ciento de esta
producción, los habitantes de los países pobres no tienen un poder adquisitivo
susceptible de estimular la producción agrícola y las estructuras de mercado son en
estos países inadecuadas. Así pues, los autores atribuyen a estos únicos y exclusivos
factores sociopolíticos y económicos la extensión de la desnutrición en el m u n d o .
E n el estudio de Léontief se ha tratado a este sector bastante sumariamente.
El rendimiento y la superficie cultivada constituyen variables exógenas, y u n índice
de crecimiento anual del 4 por ciento en la producción de alimentos se estima
compatible con un índice de crecimiento anual de 6 por ciento del producto bruto.
D a n d o pues por supuestos unos índices de crecimiento elevados y presumiendo
cambios en la estructura de los consumos individuales, el aumento anual medio de
la producción agrícola debería ser del orden del 5 por ciento en el curso de las
próximas décadas. El logro de semejante objetivo, que es considerable, se estima
técnicamente posible gracias a la explotación de numerosas tierras todavía inexplo-
tadas y a una duplicación, e incluso triplicación, de la productividad de la tierra.
Los autores n o justifican, sin embargo, semejante optimismo.

La producción industrial

E n Los límites al crecimiento y el modelo latinoamericano, esta producción n o se


representa en una forma desagregada. Para los "Límites", el subconjunto produc-
ción implica dos funciones principales: la producción industrial, que depende de
los recursos naturales disponibles, del capital industrial, del empleo de este capital
y de la proporción de su producción, y el capital industrial, que depende de las
fracciones de la producción industrial dedicadas al consumo, a la producción de
servicios, a la agricultura, de su duración de vida media y de su índice de depre-
ciación. L a función de producción escogida es una función cuyos coeficientes son
técnicamente determinados. L a estructura de este subconjunto, m u y rígida, explica
la ineluctabilidad del derrumbamiento del sistema. E n efecto, si la inversión supera
la depreciación del capital, la producción aumenta, los recursos disminuyen y la
contaminación crece. D e ahí el derrumbamiento. Si ocurre lo contrario, es la
recesión y la crisis.
E n el modelo latinoamericano, la función de producción incorporada es del
tipo Cobb-Douglas. Es decir que, con una cantidad dada de capital y de trabajo, se
establecen, para cada sector de producción, unos niveles de producción determi-
nados por la productividad de dichos factores.
310 Guy Poquet

Para cada una de las 10 regiones del modelo de Mesarovic y Pestel, existe u n
pequeño modelo macroeconómico. Este permite determinar los valores de la produc-
ción total y de sus principales componentes. Estos modelos están m u y simplificados
(1 sector) y los únicos elementos endógenos que influyen sobre los valores futuros de
las variables son el coeficiente capital y el porcentaje de la producción invertida en
los bienes de capital. D e esta manera, el cálculo de la producción por industria sólo
puede ser un cálculo a posteriori.
El modelo de Léontief, que contiene 35 sectores para los bienes manufac-
turados y los servicios, permite esencialmente calcular la inversión necesaria para
la obtención de u n producto regional bruto determinado. Se estima que a unos
índices de crecimiento de la economía elevados acompaña u n alza sustancial de la
inversión en el producto bruto y de los bienes de producción en la producción total.
Así el crecimiento de la inversión viene fuertemente determinado por el índice de
crecimiento del producto bruto. Se calcula, por tanto, que un índice de crecimiento
del producto bruto del 4 al 6 por ciento debería implicar u n índice de inversión
del 20 por ciento, mientras que u n crecimiento del 7 al 8 por ciento necesitaría una
inversión del 30 por ciento. El estudio deja transparecer, pues, claramente que el
ahorro público y privado resultará insuficiente y que deberán tomarse medidas para
favorecer la acumulación de recursos destinados a la inversión y asegurar su mejor
distribución entre los sectores esenciales a u n proceso de desarrollo acelerado. E n
efecto, la industrialización constituiría la única vía para los países en desarrollo,
que deberían concentrar prioritariamente sus esfuerzos en la industria pesada.

El medio ambiente

Sólo tres modelos se detienen a dar una representación de la contaminación del


medio ambiente: Los límites al crecimiento, el modelo de Mesarovic y Pestel y el
estudio de Léontief. Mientras que el informe M e a d o w s describe la evolución a largo
plazo de indicadores de niveles de contaminación, con retroacción sobre los demás
sectores, y el estudio de Léontief se centra en el problema de la reducción de la
contaminación y especialmente de su costo económico, la Estrategia para la super-
vivencia trata de u n m o d o sumario el subsistema medio-ambiente sin abordar las
relaciones de la contaminación con los otros sectores de actividad. L a ausencia de
representación del medio ambiente en el modelo latinoamericano no es nada sor-
prendente, toda vez que se estima que la protección del medio depende más del tipo
de sociedad contemplado que de políticas de control específicas. L a contaminación
se reduciría al mínimo si la sociedad se contentara con satisfacer sus necesidades
básicas, evitando así el despilfarro y la destrucción de los recursos.
Pese a algunas incertidumbres, los autores de los "Límites" se estiman auto-
rizados para asumir la serie de hipótesis siguientes a fin de elaborar la estructura del
modelo del subconjunto constituido por el medio ambiente: la creación de conta-
minación persistente depende de las actividades industriales y agrícolas conforme a
Los límites de la modelizaciõn global 311

una relación lineal; la cantidad de contaminación acumulada viene determinada


por la diferencia entre el índice de contaminación y el de su reabsorción; entre la
emisión del contaminante y su transformación en sustancia inofensiva transcurre
un lapso de tiempo; la cantidad de contaminación absorbida por unidad de tiempo
depende de la cantidad total de contaminación y del lapso necesario para absorber
una unidad de la misma; el tiempo de absorción de la contaminación aumenta a
medida que el nivel total de ésta se incrementa; finalmente, la creciente contami-
nación actúa sobre el nivel de la esperanza de vida al nacimiento y sobre la fertilidad
de las tierras cultivables.
E n función de lo precedente, el informe estima (aunque sin justificarlo) que
una población de 7 000 millones de almas en el año 2000, con u n P N B per capita
equivalente al de los Estados Unidos de América en 1970, multiplicaría por diez los
apremios de la contaminación sobre el medio natural. Esto podría resultar catas-
trófico. Pero, aun en la hipótesis de que se dispusiera de recursos ilimitados gracias
al reciclaje y otras técnicas, y de que se lograra reducir la contaminación a u n índice
del 25 por ciento de su valor previsto a partir de 1975, la catástrofe seguiría siendo
inevitable. Porque si una política semejante permite evitar la crisis debida a la
contaminación; si la población y la producción industrial per capita pueden crecer
aún más; si las reservas de materias primas y los niveles de contaminación dejan de
plantear problemas, el cupo alimentario decrece y el sistema se derrumba esta vez
por efecto de la falta de alimentos.
El estudio de Léontief debía permitir contestar a la pregunta siguiente: la
toma en cuenta de la totalidad de los problemas de medio ambiente ¿frenaría el
desarrollo económico e impondría un reexamen de las previsiones y de los objetivos
de desarrollo nacionales e internacionales? A tal efecto, el modelo sólo toma en
consideración las emisiones de algunos contaminantes entre los de mayor impor-
tancia: partículas que causan la contaminación del aire, falta de oxígeno biológico,
sólidos en suspensión y en disolución, fosfatos, nitrógenos que contaminan el agua,
pesticidas y desechos sólidos. Por otra parte, de los 48 sectores económicos tomados
en cuenta, 5 atañen a las actividades de descontaminación.
T o m a n d o c o m o hipótesis que la descontaminación sería más intensiva con
altos niveles de PIB que con bajos niveles, el estudio expone 4 planes de desconta-
minación sobre la base del PIB/?e/- capita de la región estudiada. Para Léontief y su
equipo, el análisis revela que el problema de la descontaminación no es insoluble.
Pues, para evitar el crecimiento de la contaminación, podemos recurrir a tecno-
logías existentes, reduciéndola así a niveles aceptables. Por lo demás, si los regla-
mentos adoptados por los Estados Unidos de América se aplicaran umversalmente,
la contaminación no empeoraría en términos absolutos con relación a 1970, y el
costo total de la lucha anti-contaminación se acercaría al 1,4-1,9 por ciento del
producto bruto. Este porcentaje descendería a 0,5-1 por ciento para los países en
vías de desarrollo.
312 Guy Poquet

Resultados de los modelos

Para el equipo M e a d o w s , pues, la desaparición de los recursos naturales no reno-


vables será la causa del derrumbamiento del sistema. N o obstante, una reserva de
materias primas doble de la anterior no impide dicho derrumbamiento, debido esta
vez a la contaminación. A u n en el caso de recursos naturales ilimitados y de u n
control de la contaminación, el desenlace sigue siendo idéntico: el derrumbamiento
se debe ahora al descenso del cupo alimentario. E n este contexto, un control eficaz
de los nacimientos sólo sirve para retrasar el plazo previsto. Se preconiza, por tanto,
actuar sin demora sobre los niveles de población y los del capital, a fin de obtener
su estabilización.
Para Mesarovic y Pestel, la solución satisfactoria de la problemática mundial
pasa por la reducción de la brecha que separa al Norte y el Sur. Es necesario pues
descubrir nuevas relaciones orientadas hacia la armonía y no hacia el dominio.
Esto plantea el problema de los límites de la independencia y la desaparición de los
estrechos nacionalismos en aras de una cooperación internacional. T o m a n d o el
ejemplo de la energía y más particularmente del petróleo, los autores elaboran
3 esquemas o versiones diferentes para ilustrar su argumento. E n el "esquema de
estrangulación", las regiones exportadoras de petróleo limitan sus suministros y
aumentan sus precios por afán de u n beneficio m á x i m o a largo plazo. El m u n d o
desarrollado ve su crecimiento desequilibrado. Reacciona mediante una serie de
cambios en el consumo y el recurso a nuevas fuentes de energía. E n 2025, su P R B
se eleva a 7 billones de dólares frente a 1 billón ochocientos mil millones del Oriente
Medio. "Esquema de represalias": el m u n d o desarrollado replica desarrollando su
autonomía en cuanto a los recursos energéticos y aumentando el precio de sus
exportaciones. E n 2025, su P R B alcanza los 8 billones de dólares frente a 1 billón
600 000 millones del Oriente Medio. M u y diferente en cambio es la imagen que nos
da el "esquema de cooperación": el precio del petróleo sefijaen su nivel óptimo; el
m u n d o desarrollado no aumenta el precio de los bienes de equipo m á s de lo exigido
por el juego normal de las fuerzas económicas y n o procura su independencia
energética a toda costa; el Oriente Medio reinvierte todas sus rentas excedentes a
fin de no perjudicar al crecimiento del m u n d o desarrollado... Resultado: en 2025,
el P R B del m u n d o desarrollado se eleva a 8 billones doscientos mil millones de
dólares y el de Oriente Medio a 1 billón ochocientos mil millones, pero para este
último las riquezas acumuladas en el exterior alcanzan los 2 billones de dólares.
Para Mesarovic y Pestel, estos resultados pueden hacerse extensivos a todos
los recursos que existen en cantidad limitada, e igualmente se verifican en el caso de
la producción alimentaria, a condición de que la población se estabilice lo m á s
rápidamente posible.
Los miembros de la Fundación Bariloche evocan las grandes líneas de las
opciones que pueden escogerse. E n el caso de una proyección lineal del m u n d o
actual, los países desarrollados impondrían sus propias características a las demás
Los límites de la modelización global 313

naciones, creando así un sistema asimétrico de dominación internacional. Si los dos


bloques (países desarrollados y países en vías de desarrollo) se aislaran recípro-
camente, el m u n d o se transformaría en un inmenso campo de tensiones y de
conflictos exacerbados. Por eso m i s m o conviene asegurar la transición hacia u n
modelo alternativo del m u n d o . Ahora bien, el modelo latinoamericano indica que
si las políticas que él bosqueja se aplicaran, toda la humanidad podría gozar de un
nivel de vida adecuado en u n periodo que no excedería el transcurso de una gene-
ración, es decir parafinalesdel siglo x x o comienzos del xxi. L a elevación del nivel
de vida y particularmente la satisfacción de las necesidades básicas permitirían un
fácil control del crecimiento demográfico, y podría alcanzarse u n estado de equi-
librio m u c h o antes de que la producción alimentaria tropezara con límites físicos.
Según el estudio de Léontief, el crecimiento continuo de la economía mundial
conducirá a una expansión del comercio internacional. Medido en precios de 1970,
el volumen total de este comercio aumentará en u n 6 por ciento anual entre 1970
y 2000. Según uno de los esquemas que aquí se exponen, en el año 2000, salvará
fronteras un 14,5 por ciento del producto bruto mundial, frente al 10,6 por ciento
en 1970. Este cambio será reflejo de una mayor y mejor división internacional del
trabajo. N o obstante, en el año 2000, el déficit potencial de la balanza de pagos de
los países en desarrollo se elevaría a 190 000 millones de dólares, suponiendo un
retorno a los precios relativos de 1970. Este déficit, perjudicial para el rápido desa-
rrollo de estos países, exige la creación de un nuevo orden económico mundial.
E n efecto, para que tal déficit desaparezca, es necesario que medien cambios
significativos en las relaciones económicas entre países ricos y países pobres. E n
consecuencia, el informe preconiza un cambio rápido en los precios relativos de los
productos primarios con relación a los productos manufacturados; una dismi-
nución de la dependencia de los países pobres con respecto a estos últimos pro-
ductos; un aumento por parte de los países pobres en las exportaciones de bienes
manufacturados; una ayuda m u c h o m á s consecuente por parte de los países ricos y
cambios en las corrientes de inversiones de capitalas.

Límites de los modelos

C o m o la presentación de estos modelos hace ya presagiar, n o han faltado las


críticas a su respecto9. Sin duda en estos ensayos de modelización puede advertirse
un inmenso progreso en cuanto a comprensión de los problemas mundiales a largo
plazo se refiere. E n efecto, gracias a tales análisis, ha podido evidenciarse perfec-
tamente la interdependencia de numerosos ámbitos tratados hasta el momento por
separado, y casi todos preconizan, cada cual a su propia y peculiar manera, la
búsqueda de sociedades mundiales alternativas. N o se puede negar que la toma de
conciencia de la problemática mundial que ha cobrado auge a partir de comienzos
de la década de los setenta hay que anotarla en el haber de estos diversos informes.
314 Guy Poquet

Sin embargo, aun los más fervientes adeptos de los modelos deben reconocer
que varios fenómenos esenciales, tanto económicos c o m o políticos, no se recogen en
las distintas estructuras elaboradas. Así pues, los modelos mundiales están todavía
lejos de constituir instrumentos operativos, tanto m á s cuanto que no siempre
es fácil hacer la distinción entre los datos que pueden reputarse ciertos y los que
dimanan de meras conjeturas. Las audaces hipótesis y las extremas simplificaciones
que dichos modelos encierran no pueden pues por menos que dejarle a uno escéptico
en cuanto a la utilidad de los mismos para los altos responsables de la política.
A d e m á s , observan algunos que todos estos modelos implican de entrada una
toma de posición ideológica. E n efecto, si los mensajes de los modelos del Club de
R o m a se oponen diametralmente a los de los otros modelos, es porque los primeros
presentan imágenes apocalípticas, mientras que los otros exploran vías alternativas.
D e esta manera, los autores obtienen de cada modelo lo que en él han puesto. Tal
es el juicio de Ignacy Sachs, por ejemplo, que precisa con tono severo: " L a sofisti-
cación del modelo formal y el prestigio atribuido al ordenador crean una falsa
impresión de comprensión profunda de las relaciones causales que unen toda la
g a m a de las variables reunidas. Para poder hacer que funcione el modelo, deben
simplificarse los parámetros de comportamiento y olvidarse prácticamente las
interacciones de los agentes. Por último, el lector se ve obligado a aceptar el modelo
c o m o u n todo. La globalidad llega a ser (contra la voluntad de los constructores de
modelos) u n totalitarismo intelectual"10.
Fuera de estos reproches, parece que la crítica m á s fundada que puede
hacerse a todos estos modelos mundiales es la de que sucumben a una especie de
fetichismo de la cantidad. C o m o m u y bien ha destacado Georg Picht11, un análisis
que se limita a datos cuantificables sólo puede por definición estudiar funciones
cuyo curso está ya determinado. Por eso el modelo matemático en que se basa el
análisis de sistema es de espíritu determinista. Sólo toma en cuenta procesos que se
desenvuelven dentro del campo de una determinación causal.
Si todo modelo reduce el sistema que anhela reproducir, esta reducción se
justifica únicamente en la medida en que se pone correctamente de manifiesto la
estructura de este sistema. Ahora bien, la estructura de la sociedad h u m a n a posee
una dinámica determinada por un estrecho juego de relaciones entre factores cuan-
titativos y factores que, pese a todos los progresos de las ciencias sociales, siguen sin
ser cuantificables.
E n consecuencia, la solución de los problemas a largo plazo de nuestras
sociedades sólo podrá encontrarse poniendo fin al ya demasiado largo reinado de
la cantidad, que tiene en el instrumento matemático su principal apoyo. Así, una
acción eficaz debe pasar necesariamente por el descubrimiento de los elementos
cualitativos que configuran la evolución socioeconómica y la puesta en práctica de
medidas idóneas para favorecerlos. ¿ N o debería hallarse ahí el quid de toda política
responsable?
[Traducido del francés]
Los limites de la modelización global 315

Notas

1
Georg Picht, Der Mut zur Utopie, Munich, R . Riper national linkage of national economic models,
und C° Verlag, 1969. (Réflexions au bord du Amsterdam, North-Holland Publishing C o . ,
gouffre, Paris, Laffont, 1970, 203 p.) 1973); el Proyecto F U G I de los equipos japo-
2
Dennis Meadows et al., The limits to growth, Nueva neses dirigidos por los profesores Kaya y
York, Universe Books, 1972. (Halte à la crois- Onishi (Y. Kaya, A . Onishi et al., Repon on
sance ?, Paris, Fayard, 1972, 314 p.) project FUGI—Future of global interdepen-
3
Amílcar Herrera et al., Un monde pour tous, le dence, septiembre de 1977. Documento iné-
Modèle mondial latino-américain, Paris, P U F , dito); etc.
6
1977, 271 p. (Catastrophe or new society?, Mihajlo Mesarovic, Eduard Pestel, Mankind at the
Ottawa, I D R C , 1976, 108 p.) turning point, Nueva York, Dutton, 1974.
4
Wassily Léontief et al., The future of the world (Strategie pour demain, Paris, Le Seuil, 1974,
economy, Nueva York, Oxford University 205 p.)
Press, 1977. (1999... L'expertise de W. Leon- 7 Jay W . Forrester, World dynamics, Cambridge,
tief, une étude de l'ONU sur l'économie mon- Wright-Allen Press, Massachusetts, 1971.
8
diale future, Paris, Dunod, 1977.) Véase Jean Viet, Input-output, essai de présentation
5
Entre los modelos publicados o en curso de elabo- documentaire du système de W. Léontief, Paris,
ración podemos citar: el modelo mundial Mouton, 1966, 143 p.
9
S A R U M del Departamento del medio am- Véase por ejemplo: H . Cole et al., Thinking about
biente del Reino Unido (Véase: P. C . Roberts, the future, Londres, Chatto and Windus, 1973
S A R U M 76—A global modelling project, (L'anti-Malthas, une critique de "Halte à la
Futures, vol. 9, n.° 1, febrero de 1977); croissance", Paris, Le Seuil, 1974, 352 p.);
el modelo S I M L I N K del Banco Mundial Sam Cole, Global models and the international
(Véase: The S I M L I N K model of trade and economic order, Nueva York, Pergamon Press/
growth for the developing world, World Bank U N I T A R , 1977, 80 p.; B . Jouvenel, Analyse
staff working paper no. 220, Washington, critique du rapport de W . Léontief, Futuribles
octubre de 1975); el modelo M O I R A que trata n.° 10, primavera de 1977, p. 213-221; Ignacy
de las relaciones internacionales en el ámbito Sachs, Regard hérétique sur deux modèles
de la agricultura (Véase: Hans Linnemann mondiaux, Mazingira, le Forum mondial sur
et al., MOIRA—A model of international re- l'environnement et le développement, n.° 1,
lations in agriculture, Amsterdam, North- 1977, p. 6-11.
Holland Publishing C o . , 1977, y MOIRA: 10
I. Sachs, op. cit.
food and agriculture model, Proceedings of the1 1 Véase: Georg Picht, Die Zukunft des Wachstums
Third IIASA Symposium on Global mod- [El futuro del crecimiento], Bertelsmann Uni-
elling, Laxenburg, IIASA, February 1977); versitäts Verlag, 1973. (Reproducido en
el Proyecto L I N K que intenta coordinar Quelles limites? Le club de Roma répond..,.
los modelos macroeconómicos nacionales a Paris, Le Seuil, 1974, 188 p.)
corto plazo (Véase: R . S. Ball ed., The inter-
L a reestructuración
del sistema monetario internacional

Robert Triffin

Estancamiento o "infesión" mundial

Recientemente ha habido que inventar u n nuevo término para sintetizar la crisis


económica sin precedentes en que hoy está metido el m u n d o . El término es
"estanflación", con lo que pretende designarse la insólita y rara combinación de dos
males contrarios: estancamiento e inflación. Por m i parte, habría preferido llamarlo
"infesión" o "inflesión", porque nos hallamos ante una recesión, o incluso depre-
sión, m á s que u n mero estancamiento, y porque esta recesión, o depresión, ha
seguido cronológicamente a u n estallido de inflación desenfrenada y es en gran
medida su consecuencia, m á s que a la inversa c o m o el término estanflación parece
indicar.
Saliendo de la mera terminología, sin embargo, quisiera poner de relieve
el hecho de que la crisis actual n o se debe a ninguna incompatibilidad inexorable
entre políticas nacionales conflictivas, sino, por el contrario, al fracaso universal de
unas políticas idénticas. E n efecto, los gobiernos nacionales proclaman reiterada-
mente los mismos objetivos económicos, resumidos en lo que suele llamarse la
"santa trinidad": altos niveles de empleo y crecimiento económico, precios aproxi-
madamente estables y u n equilibrio viable de las transacciones exteriores de cada
país. N i siquiera hace falta destacar aquí que lo que muchos gobiernos están en
verdad proporcionando a sus pueblos es exactamente lo contrario en los tres
aspectos: alto desempleo, inflación y desequilibrio de la balanza de pagos.
El fracaso universal de las políticas oficiales —nacionales e internacionales—

Robert Triffin, conocido especialista de cuestiones monetarias internacionales, profesor de econ


en la Universidad Yale, New Haven, Connecticut 06520. Ha sido miembro del Board of Governors,
del Federal Reserve System de los Estados Unidos de América y ha estado asociado, por razones
diversas, a las actividades del Fondo Monetario Internacional, del Council of Economic Advisors
de los Estados Unidos de América, asi como de otros organismos. Ha dirigido numerosas misiones
sobre asuntos monetarios en diferentes países. Ha publicado varías obras desde 1940, entre ella
Gold and the dollar crisis (1960), T h e world monetary m a z e : National currencies and inter-
national payments (1966) y Our international monetary system: Yesterday, today and tomorrow
(1968).

Rev. int. de dene, soc., vol. X X X (1978), n.» 2


La reestructuración 317
del sistema monetario internacional

no puede explicarse plenamente por errores políticos accidentales. Debe recono-


cerse c o m o una crisis institucional m u c h o más profunda, enraizada en nuestra
ineptitud para adaptar y reformar a tiempo instituciones anticuadas, cada vez mas
incapaces de servir a susfinesmás fundamentales en u n m u n d o que cambia a u n
ritmo constante y acelerado.
El aborto de más de diez años de debates y negociaciones oficiales sobre la
reforma del anacrónico sistema monetario internacional es una de las más evidentes
y dramáticas demostraciones de esta parálisis institucional. ¿ Y quién puede dudar
que la duplicación de las reservas mundiales, desencadenada por este sistema entre
finales de 1969 y las postrimerías de 1972, desempeñó un papel de primer orden en
la inflación mundial, mucho antes de la explosión en los precios del petróleo a
finales de 1973?
Antes de pasar a examinar esto más a fondo, sin embargo, debo admitir que
aquél fue sólo un papel "permisivo", y que la inflación mundial tiene raíces aún más
profundas en las crecientes escaseces de alimentos y materiales básicos denunciadas
por el Club de R o m a . Aunque controvertibles sin duda en sus proyecciones de
detalle, los principales temas del Club de R o m a m e parecen incontrovertibles en su
visión de conjunto y sus conclusiones generales. Los historiadores del futuro descri-
birán probablemente c o m o un paréntesis único en la historia del m u n d o el espec-
tacular aumento de la producción y el consumo materiales a lo largo de los dos
últimos siglos. Empezó con la llamada "revolución industrial" que aspiraba a una
mejor satisfacción de las necesidades básicas y auténticas del hombre en cuanto
a alimento, vivienda, vestido, transporte, etc. Luego fue mantenido a un ritmo de
expansión creciente por la que podríamos llamar "revolución publicitaria", que
aspiraba en parte a estimular deseos o caprichos menos esenciales, n o conside-
rados antes c o m o necesidades auténticas. Se aceleró después de la segunda guerra
mundial por obra y gracia del indiscutible acierto con que se logró evitar aquellas
recesiones cíclicas que hasta entonces habían frenado periódicamente este continuo
proceso de crecimiento económico. Por último, y no fue lo más leve, se unió a todo
esto la explosión en el tipo de gastos que pueden considerarse con m u c h o los más
inflacionarios, es decir los gastos militares, hasta un nivel de 300 billones de dólares
al año, cantidad m á s o menos equivalente al P N B total de que el 40 por ciento de la
población del m u n d o dispone para vivir, o apenas para sobrevivir.
Aparte de su efecto contaminante sobre nuestra atmósfera y medio ambiente,
esta enorme oleada mundial de producción y consumo nos ha adelantado las
presuntas escaseces de recursos esenciales. A u n q u e la mayor parte de tales casos
pueden remediarse con el tiempo, es m u y probable que esto sólo resulte posible a
costos cada vez mayores, particularmente si los abastecedores se sienten alentados
por políticas monetarias permisivas a "recargar todo lo que el mercado aguante"
y a basar sus previsiones y demandas en una persistenteflexibilidadde los precios
a la alza, más que en unos preciosfluctuantesen torno a normas tradicionales
encuadradas en una relativa estabilidad general a largo plazo. Las subidas de
318 Robert Triffin

precios y salarios tienden entonces a sustentarse recíproca e indefinidamente y a


extenderse desde los sectores donde hay escasez a toda la economía.
Unas políticas monetarias resueltamente anti-inflacionistas podrían sin duda
refrenar y diferir el proceso, pero sólo a riesgo de demorar también, a veces, la
marcha del crecimiento económico, provocando una generalización del desempleo
y los padecimientos que ésto acarrea, humanamente indeseables y políticamente
ingratos.
Hasta 1969, sin embargo, la inflación, en líneas generales, tendió a ser u n
fenómeno nacional, m á s que mundial. Los países con tasas de inflación m á s
aceleradas fueron haciéndose cada vez menos competitivos en el comercio inter-
nacional, propendieron a mostrar déficits crecientes en sus transacciones con el
exterior yfinalmentese vieron obligados, por agotamiento de sus reservas inter-
nacionales, a devaluar su moneda nacional o a permitirle depreciarse en los
mercados de cambios, frente a las monedas de los países con menor tasa de
inflación. Los precios mundiales, computados en las monedas m á s fuertes,
permanecieron relativamente estables. Así los precios mundiales de exportación
e importación, computados en dólares de los Estados Unidos, subieron en pro-
medio menos del 1 por ciento anual durante toda la década de 1960.
D e la vertiginosa aceleración de la inflación mundial en años siguientes suele
culparse sin más a la cuadruplicación de los precios del petróleo en los últimos
meses de 1973. El impacto directo de los precios del petróleo, sin embargo, sólo
puede explicar una pequeña fracción del aumento del 52 por ciento en los precios
de exportación durante los años 1974-1976, y virtualmente nada en absoluto de su
aumento del 50 por ciento durante los cuatro años anteriores (del cual m á s de
un 30 por ciento se produjo en los doce meses precedentes a la explosión en los precios
del petróleo). ¿Quién puede dudar de que esto tuvo algo que ver con la más que
duplicación de las reservas monetarias internacionales desdefinalesde 1969 a las
postrimerías de 1972, es decir, en tres años tanto c o m o en todos los años y siglos
anteriores desde A d á n y Eva?
Y esto m e lleva ya directamente a mi tema principal: la evolución del sistema
monetario internacional.

¿Orden o desorden monetario internacional?

El dinero que empleamos en nuestra vida cotidiana hace ya tiempo que ha dejado de
ser plenamente internacional, es decir, inmediata y universalmente aceptable para
efectuación de pagos en todo el m u n d o . A diferencia de la antigua acuñación en
oro y plata, hoy consiste en papel moneda avalado por depósitos bancários, sin
valor intrínseco material alguno, normalmente aceptado en pagos únicamente
dentro de las fronteras nacionales de cada país.
Siempre que han de efectuarse pagos en el extranjero, la moneda nacional
La reestructuración 319
del sistema monetario internacional

del que paga tiene que cambiarse por la moneda nacional del que cobra. E n
torno a esto gira el sistema monetario internacional. Para asegurar su funciona-
miento, cada país debe hallarse siempre en disposición de abonar su propia moneda,
o de amortizarla, respecto a lo que se ha dado en llamar "reservas internacionales",
es decir una especie de fondo aceptable, a tal efecto, por todos los países.
E n vísperas de la primera guerra mundial, el principal activo empleado
universalmente con estefinera el oro, pero, de entonces acá, el oro ha ido siendo cada
vez m á s reemplazado, y finalmente desplazado, en dicho papel por una o por u n
puñado de monedas nacionales, llamadas "monedas de reserva", convertibles en oro
en cualquier m o m e n t o a petición del portador, con arreglo al "patrón cambio-oro".
Este sistema, no obstante, a la larga resultó manifiestamente inviable. C o n él
se facultaba al centro de reserva monetaria para gastar continuamente m á s de lo
que ingresaba y para saldar sus dentis, en aumento constante, acumulando una
deuda exterior que alfinalexcedía de sus posibilidades para reembolsarla en oro
a petición de sus acreedores.
El patrón libra esterlina iglesa convertible en oro de los últimos años veinte
se vino abajo, tras un escaso margen de años tan sólo, en septiembre de 1931, y el
m u n d o volvió al patrón oro puro, experimentando en el proceso deflación y recesión
a pesar de la devaluación de todas las monedas —incluidas la libra y el dólar—
con relación al oro.
M u c h o más tiempo se mantuvo el patrón dólar convertible en oro de la post-
guerra, pero al cabo resultó igualmente inviable, c o m o yo había vaticinado en la
Comisión Económica Conjunta del Congreso de los Estados Unidos de América
en octubre de 1959. El dólar fue haciéndose cada vez más inconvertible de facto
en los años siguientes, y de jure el 15 de agosto de 1971.
E n contraste con 1931, sin embargo, n o había ninguna otra moneda en dispo-
sición y con posibilidad de ocupar su puesto. A pesar de su inconvertibilidad, y de la
inestabilidad de las tasas de cambio, el dólar ha seguido siendo la principal m o n e d a
utilizada para las operaciones y pagos internacionales, para la acumulación de
reservas por los bancos centrales y por otras autoridades monetarias y para la
inversión de los fondos de operaciones por parte de otros bancos, de empresas
privadas y de particulares.
El maratón de debates y negociaciones oficiales iniciado, por fin, en
octubre de 1963, sobre la necesidad de una reforma monetaria internacional, se vio
sorprendido y atajado por los acontecimientos. Todavía continuaban cuando el
dólar se hizo inconvertible en 1972, exactamente lo mismo que los debates sostenidos
por la delegación del oro de la Sociedad de las Naciones aún estaban en curso,
cuarenta años atrás, cuando la libra se hizo inconvertible en 1931.
N o obstante, habíase alcanzado finalmente un amplio consenso intelectual,
por parte tanto de los representantes oficiales c o m o de los expertos, sobre los
principales defectos del sistema y los grandes rasgos de las reformas esenciales para
su reconstrucción. La expresión más autorizada de este consenso puede hallarse en
320 Robert Triffin

el último informe de la Comisión para la Reforma del Sistema Monetario Inter-


nacional y Problemas Concomitantes (Comisión de los Veinte)1.
Se acordó, en definitiva, que: a) la creación de reserva debería aspirar al
ajuste de las reservas mundiales con las legítimas —no inflacionarias— exigencias
de crecimiento potencial en la economía del m u n d o (presumiblemente, del 4 al
6 por ciento anual por término medio); b) deberían aplicarse las adecuadas medidas
coactivas para lograr el reajuste de los desequilibrios excesivos y persistentes, y ello
en todos los países por igual, con superávit o con déficit; c) el potencial financiero
inevitablemente derivado del crecimiento de la reserva mundial debería destinarse
afinesinternacionalmente convenidos, c o m o lafinanciaciónde déficits temporales y
reversibles, así c o m o de otros objetivos de la comunidad internacional esencialmente
prioritarios, entre otros la aceleración del desarrollo económico en el tercer m u n d o ,
tan deseable c o m o factible.
Los resultados registrados en los siete últimos años demuestran sobradamente
que el actual sistema de creación de reserva presenta exactamente las características
contrarias en los tres puntos:
La virtualidad y las proclividades inflacionarias del sistema se ponen clara-
mente de manifiesto en la duplicación de las reservas mundiales acaecida en el corto
espacio de tres años: de 79 000 millones de dólares afinalesde 1969 a 159 000 m i -
llones a últimos de 1972, u n aumento —permítaseme repetirlo— tan cuantioso
c o m o en todos los siglos anteriores juntos. L a mayor lentitud de este ritmo de
aumento después de 1972 la atribuyen unos al nuevo régimen de tipos de cambio
fluctuantes y otros a la recesión mundial. N o obstante todavía excedió del 62 por
ciento entre 1973 y 1976, lo cual representa una tasa de crecimiento anual próxima
al 13 por ciento (ligeramente superior en 1976), sin duda dos a tres veces m á s alta
que la que podría haberse considerado una tasa n o inflacionaria.
La parte del león de este crecimiento inflacionario de las reservas mundiales
está representada por las divisas, es decir, la aceptación de monedas nacionales
(fundamentalmente dólares norteamericanos y eurodólares) c o m o reservas inter-
nacionales por los bancos centrales. Valoradas a u n tipo estable en derechos espe-
ciales de giro ( D E G ) de 35 dólares la onza, las reservas de oro bajaron ligeramente,
los préstamos del Fondo Monetario Internacional y las asignaciones de D E G contri-
buyeron en menos del 12 por ciento al aumento total, y las divisas por sí solas en u n
89 por ciento aproximadamente.
El sistema, en realidad, alivió a todos los países de los característicos
apremios para el ajuste de sus balanzas de pagos. A los Estados Unidos de
América, en particular, les permitió financiar enormes y persistentes déficits
mediante la absorción de dólares por parte de los bancos centrales extranjeros, pero,
en correspondencia, acarreó para éstos unas tremendas e inflacionarias emisiones de
su propia moneda, a cambio de los activos en dólares por ellos absorbidos. Estos
enormes déficits estadounidenses crearon excedentes correlativos para prácti-
camente todos los demás países, aumentando sus reservas internacionales en m á s
La reestructuración 321
del sistema monetario internacional

de 70 000 millones de D E G (casi 85 000 millones de dólares) en el transcurso de los


tres años 1970-1972.
A u n q u e los países inflacionarios incurrieran normalmente en déficits de
balanza de pagos y se viesen obligados, por el consiguiente agotamiento de reservas
monetarias, a reajustar su política interior o sus tipos de cambio, continuaban no
obstante acumulando reservas, soslayando de este m o d o las apremiantes necesi-
dades de reajuste a que normalmente se habrían visto expuestos en ausencia de
esos enormes déficits norteamericanos.
E n cuanto a los países para los que la inflación resultaba m á s enfadosa (como
la República Federal de Alemania), se vieron al fin inducidos a retirar su apoyo
automático al dólar en el mercado de cambios, con miras a reducir el impacto
inflacionario de sus adquisiciones de dólares en sus propias emisiones de moneda.
Pero ni siquiera la suspensión de la convertibilidad del dólar por los Estados
Unidos, ni la generalización de los tipos de cambioflotante,han conseguido detener
el persistente aumento inflacionista de las reservas mundiales por obra y efecto de
la incontrolada acumulación de divisas.
Por último (último en orden pero no en importancia), la inversión del grueso
de las reservas mundiales en la moneda nacional de sólo unos pocos entre los m á s
ricos, m á s desarrollados y m á s capitalizados países, repercute dolorosamente, c o m o
es de comprender, en m á s de una centena de los países m á s pobres del m u n d o ,
desesperadamente faltos de capital para su desarrollo económico. Observan estos
países con amarga ironía las reiteradas pero ineficaces recomendaciones y resolu-
ciones de las Naciones Unidas para que se incrementen las exportaciones de capital
y la ayuda al desarrollo. E n un área que debería ser de lo m á s dócil a su influencia y sus
decisiones, las autoridades monetarias nacionales e internacionales siguen exac-
tamente la política contraria, la de llevar leña al monte. Del crecimiento total de
las reservas monetarias mundiales entre los años 1970-1976 (144 000 millones
de D E G ) , menos del 5 por ciento (6 000 millones) ha sido invertido en los países
menos desarrollados, y m á s del 95 por ciento (138 000 millones) en los países
desarrollados.
Conformes que esto permitiese a los países desarrollados aumentar su ayuda
oficial a los países menos desarrollados m á s de lo que les habría sido factible de otra
manera, sí, pero no les obligaba a hacerlo. Podían, en cambio, emplear buena parte
de sus préstamos a los bancos centrales extranjeros en ampliar los niveles de su
consumo interior (como en el Reino Unido) o en las inversiones privadas y aun
en gastos militares en el interior y en el extranjero (como los Estados Unidos de
América). Y aun en la medida en que ciertos fondos se destinasen a la ayuda al
desarrollo, sería a su propio arbitrio y discreción, y con arreglo a unos criterios
fuertemente influidos por consideraciones políticas y militares, no menos que por
las humanitarias y económicas.
E n total, los cálculos del Comité de A y u d a al Desarrollo ( C A D ) indican que
todos los países desarrollados en su conjunto, entre los años 1970-1975, dedicaron
322 Robert Triffin

a la ayuda extranjera menos de la mitad de los fondos que procedían de la inversión


pública de reservas monetarias internacionales en sus propios mercados (aproxima-
damente 57 000 millones de dólares en ayuda extranjera frente a 128 000 millones
en inversiones de reservas), y los Estados Unidos de América dedicaron menos de
una cuarta parte (20 000 millones frente a 86 000 millones de dólares).
Estos tres defectos fundamentales y desastrosos del sistema monetario inter-
nacional hicieron que se llegase por fin, con notable retraso, a u n acuerdo casi
universal sobre las principales características de una reforma indispensable2. E n
una palabra, se convino que, con objeto de hacer desaparecer los tres defectos
m á s importantes, la creación y la administración de reservas internacionales
deberían realizarse bajo control internacional, y que esto requeriría que los D E G
reemplazaran el oro y monedas de reserva c o m o principal instrumento de reserva.
L a creación —o destrucción— de reservas internacionales ya n o volvería a dejarse
a las vicisitudes del mercado del oro y de lasfluctuacionesde las balanzas de pagos
de los llamados países con moneda-reserva. El grueso de las reservas monetarias
internacionales se mantendría en forma de depósitos de reserva en el Fondo M o n e -
tario Internacional, de un m o d o bastante similar a los depósitos de cuenta corriente
que las empresas privadas y los particulares mantienen en los bancos comerciales.
Los pagos entre bancos centrales se efectuarían mediante débitos en la cuenta del
deudor y abonos en la del acreedor, exactamente las mismas operaciones efec-
tuadas por los bancos comerciales con sus clientes.
E n tanto sus pasivos en forma de depósitos fuesen umversalmente acep-
tados c o m o pago por los países miembros, el F o n d o se hallaría en disposición de
ampliar las reservas mundiales a voluntad, merced a sus propias operaciones de
inversión y de préstamo. Haría esto procurando siempre ajustar el ritmo de creación
de reservas a las exigencias monetarias de una economía mundial en expansión, es
decir, al crecimiento potencial n o inflacionario del comercio y de la producción
mundiales. A juzgar por pasadas experiencias, esto probablemente significaría u n
crecimiento medio del 4 al 6 por ciento anual, lo cual podría quizá especificarse
en el tratado que recogiese la propuesta reforma, y sólo se autorizarían desvia-
ciones substanciales de este principio mediante acuerdo adoptado en votación
por una mayoría de dos tercios, tres cuartos o cuatro quintos. Esto eliminaría,
c o m o mínimo, el ritmo de creación de reservas desmesuradamente inflacionario que
el actual sistema de aceptación incontrolada de divisas c o m o reservas internacionales
ha hecho posible, que en realidad ha estimulado.
La dirección de los préstamos e inversiones del Fondo también sería dictada,
en este sistema propuesto, por decisiones concertadas de la comunidad internacional;
ésta trataría de financiar operaciones que estimara lo m á s ventajosas para el
reajuste de los desequilibrios de las balanzas de pagos y para el logro de objetivos
inaplazables, entre otros el desarrollo económico de los países m á s pobres con
mayor necesidad de capital (e incluso, cuando todas las posibilidades del sistema
fueran suficientemente comprendidas, la lucha internacional contra las enferme-
La reestructuración 323
del sistema monetario internacional

dades contagiosas y la contaminación del medio ambiente, las operaciones paci-


ficadoras de las Naciones Unidas, etc.). C o m o brillantemente h a demostrado
Fritz Machlup 3 , n o es necesario limitar las operaciones del Fondo Monetario
Internacional a préstamos e inversiones reembolsables a corto plazo, puesto que
no es fácil representarse unas circunstancias en que fuera deseable reducir de
manera sensible el conjunto de la reservas mundiales4.
El Fondo Monetario Internacional llevaría a cabo directamente algunas de
estas operaciones, c o m o los préstamos de estabilización de que ya tiene larga
experiencia, y lucha contra efectos desestabilizadores de los movimientos de capi-
tales especulativos. Otras inversiones podrían efectuarse mejor indirectamente
mediante compras por el Fondo Monetario Internacional de los bonos de otras
instituciones especializadas, c o m o el Banco Mundial y susfilialesy de los bancos
regionales de desarrollo de diversas partes del m u n d o .
E n suma, el sistema reformado corregiría los tres defectos fundamentales
del patrón de reserva monetaria convertible, o inconvertible, en oro que más arriba
denunciábamos, es decir: a) su desmedido potencial inflacionista; b) la frustración del
mecanismo de ajuste de las balanzas de pagos; c) lafinanciacióndel mercado del
oro y —cada vez m á s en los últimos años— de los incontrolados déficits de balanza
de pagos de los países más ricos y mejor capitalizados, antes que de los países más
pobres y con mayor necesidad de capital internacional para su desarrollo.
L a primera enmienda a los estatutos del F o n d o Monetario Internacional,
en 1969, había iniciado por lo menos estas propuestas reformas con la creación de
las cuentas en D E G equivalentes a las cuentas de reserva del F o n d o Monetario
Internacional indicadas más arriba, pero, en vez de obrar la debida sustitución,
simplemente las había añadido a la acumulación, o contracción, incontrolada de
las reservas de oro y de divisas.
Por increíble que parezca, las reformas propuestas finalmente en la segunda
enmienda a los artículos del Acuerdo del Fondo Monetario Internacional pasan
prácticamente por alto el diagnóstico y la prescripción fruto de tantos y tantos
desvelos en m á s de doce años de continuas consultas entre países participantes.
E n efecto, todo lo que ahora se propone es que se reconozca el derrumbamiento del
sistema de Bretton W o o d s , y que se legalice el repudio general —y todavía ilegal—
de los compromisos de convertibilidad y tipos de cambio inscritos en el Tratado
de Bretton W o o d s .
L a atención de la mayor parte de los comentaristas se ha centrado funda-
mentalmente en el propuesto nuevo artículo IV del Acuerdo del Fondo Monetario
Internacional, engañosamente titulado "Obligaciones referentes a las medidas de
cambio", pero que en realidad deja a cada miembro en libertad de adoptar cuales-
quiera medidas de cambio que le convengan, excepto la todavía impuesta a todos
los países por el vigente Acuerdo del Fondo Monetario Internacional (pero umver-
salmente desestimada por ellos), es decir, "el mantenimiento por cada miembro de
un valor para su m o n e d a con relación al... oro" (artículo IV, sección 2b).
324 Robert Triffin

Prescindiré de analizar más a fondo estas nuevas medidas respecto a tipos de


cambio. Son probablemente inevitables en la hora presente, pero no alteran las
realidades del sistema anterior tan radicalmente c o m o suele creerse. Los tipos de
cambio distaban mucho de ser estables bajo el sistema de Bretton W o o d s 5 , y la
mayor parte de las monedas nacionales siguen hoy dependiendo en régimen fijo,
tan precariamente c o m o ayer, del dólar estadounidense, o de alguna otra moneda
principal o grupo de ellas. L a diferencia fundamental estriba en que el dólar de los
Estados Unidos no es ya la cota indiscutida para esa dependencia, con sus más o
menos frecuentes reajustes. H o y se halla sujeto a vastas y reversibles fluctuaciones
diarias con respecto a otras monedas fuertes, tanto a la baja c o m o a la alza, en vez
de revaluarse repetida y continuamente, c o m o antes de 1970, con relación a
prácticamente todas las demás monedas.
M u c h o más significativo —y desolador, a juicio m í o — es el abandono de
todos los intentos de reformar un sistema de creación de reservas mundiales infla-
cionario, injusto y absurdo, cuyos defectos, umversalmente diagnosticados, son la
causa del hundimiento de Bretton W o o d s y llevan camino de viciar y hacer fracasar
el nuevo sistema de tiposflotantesc o m o ya hicieron con el anterior de tipos fijos.

Hechos recientes y problemas principales


Impacto de la crisis del petróleo

El brusco giro de los negociadores que trataban de hallar solución a estas cuestiones
vitales generalmente se atribuye a los nuevos y revolucionarios acontecimientos
suscitados, afinalesde 1973, por la crisis del petróleo. Los desequilibrios e incerti-
dumbres resultantes disuadieron a los gobiernos de asumir los compromisos a
largo plazo impuestos por las reformas con las que previa y tentativamente se
habían mostrado conformes, por lo menos en principio.
U n o de los cambios fundamentales en el funcionamiento del sistema es una
constelación radicalmente distinta de pérdidas y beneficios de reservas netas: las
pérdidas netas de reservas n o están ya abrumadoramente concentradas en los
Estados Unidos de América, c o m o en 1970-1972, sino que hoy día son compartidas
por casi todos los demás países; las ganancias netas de reservas, por otra parte,
corresponden hoy abrumadoramente a los países de la O P E P , en vez de aparecer
extendidas, c o m o antes, entre prácticamente todos los países del m u n d o a excepción
de los Estados Unidos de América, con tendencia a aumentar particularmente en
la República Federal de Alemania, Japón y otros países industrializados.
Otro cambio de primer orden es que el crédito privado internacional, parti-
cularmente el concedido por bancos comerciales, ha asumido fantásticas propor-
ciones en lafinanciaciónde los enormes desequilibrios de balanza de pagos de los
años recientes y de la persistente inflación que se da en muchos países. Datos
incompletos, pero coincidentes y complementarios, procedentes de los ocho países
La reestructuración 325
del sistema monetario internacional

europeos que informan al Bank for International Settlements, Canadá, Japón y


filiales de bancos norteamericanos en la región del Caribe y en Extremo Oriente,
señalan aumentos en los activos exteriores de los bancos que van desde unos
100 000 millones de dólares, afinalesde 1969, hasta 290 000 millones a últimos
de 1973 y 550 000 millones en las postrimerías de 1976, es decir, una tasa anual
media de m á s de 85 000 millones de dólares en los tres años últimos. Bancos esta-
dounidenses yfilialesextranjeras de bancos de esta misma nacionalidad han
desempeñado un papel de primer orden en dicha expansión, habiendo ascendido
sus demandas extranjeras a m á s de 285 000 millones de dólares afinalesdel pasado
año, es decir, m á s de seis veces desdefinalesde 1969 (unos 33 000 millones de
dólares) y a m á s del doble en los tres años 1974-1976.
Aunque algo m á s del 40 por ciento de estas sumas puede corresponder a
transacciones interbancárias m á s que a créditos concedidos a entidades no banca-
rias, es difícil creer que puedan, o que deban, proseguir en una escala semejante.
Estos activos bancários exteriores registrados a finales de 1976 representaban casi
tres veces las inversiones en divisas de los bancos centrales, y m á s de veinte veces
el total de préstamos del Fondo Monetario Internacional y asignaciones de D E G .

Principales problemas y expectativas

Tales circunstancias hacen sin duda insostenible la opinión de que la creación de


reservas mundiales debe dejarse a las fuerzas de oferta y demanda del mercado,
en vez de ser controlada por funcionarios nacionales e internacionales. Tiempo
hace ya que u n sistema de creación de reserva internacional incontrolado se ha
revelado tan peligroso y funesto c o m o un sistema incontrolado de creación de
m o n e d a nacional. Hasta un gran enemigo de las interferencias del gobierno con
las fuerzas del mercado c o m o es Milton Friedman exige el crecimiento controlado de
la oferta de dinero a u n ritmo anual estable y sostenido, lo que evidentemente no
puede esperarse del libre juego de las fuerzas del mercado.
El alivio, y aun el legítimo orgullo, frecuentemente expresados ante la
aptitud del mercado privado para capear la crisis del petróleo y para "reciclar"
la fabulosa riada de excedentes de la O P E P , deben atemperarse con la consideración
de que la pauta institucional de este reciclaje echa una carga excesiva de respon-
sabilidades políticas y riesgosfinancierossobre los Estados Unidos de América y
sobre el sector financiero privado, m u y en especial los bancos, básicamente
comprometidos en la cuestión.
E n 1976, la balanza de pagos de los Estados Unidos de América registró un
aumento máximo en el papel de mediación del dólar. Los pasivos estadounidenses
respecto a institucionesfinancierasinternacionales y bancos centrales y comer-
ciales extranjeros aumentaron en unos 24 000 millones de dólares, igualados casi
por los 23 000 millones de aumento en las reservas monetarias norteamericanas y
créditos notificados por los bancos. L a mayor parte de estos aumentos en capital
326 Robert Triffin

activo (21000 millones de dólares) eran en créditos bancários, que ascendieron a unas
siete veces y media su promedio anual (2 800 millones de dólares) de los cinco
años ( 1969-1973) anteriores a la crisis del petróleo, y a nada menos que cuarenta y dos
veces el promedio de los cinco años precedentes (500 millones de dólares).
L a banca privada ha expresado recientemente su creciente preocupación en
cuanto a su capacidad para mantener indefinidamente u n volumen tan enorme de
crédito extranjero, pero también le inquietan las posibles consecuencias (insolvencia
y pánico) de cualquier descenso sustancial en sus préstamos. Existe, por otra parte,
una preocupación oficial no menos considerable respecto a las implicaciones infla-
cionarias de algunas, por lo menos, de estas operaciones de crédito bancário, y la
renuencia o incapacidad de quienes las efectúan para insistir sobre aquellas condi-
ciones generales de política administrativa que los responsables oficiales consi-
derarían adecuadas para evitar los abusos inflacionarios.
Las principales conclusiones que los gobernantes norteamericanos han sacado
hasta hoy de estas consideraciones son las siguientes:
Debería aumentarse considerablemente la capacidad de crédito de las institu-
ciones monetarias yfinancierasoficiales —en especial el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial y susfiliales—,a fin de permitirles parti-
cipar de forma m á s amplia en las operaciones de reciclaje que se estimaran
deseables o ineludibles, y cumplir la misión de "prestadores de última
instancia", siempre y cuando fuera necesario evitar una racha de quiebras y
pánico financiero.
Esto evidentemente requeriría una inspección adecuada y las consiguientes restric-
ciones a tales créditos, así c o m o algún tipo de coordinación entre los prestadores
oficiales y privados, afinde prevenir riesgos indebidos y excesos inflacionarios.
Por otra parte, la imperativa necesidad de reciclar rápidamente los enormes e
inevitables excedentes de la O P E P y la buena disposición de estos países a
aceptar dólares y euromonedas c o m o pago han debilitado el anterior propó-
sito de sustituir las divisas por D E G c o m o componente principal de las
reservas y pagos internacionales. Las decisiones internacionales referentes
a la aceptación y reciclaje de los D E G podrían ser lentas y engorrosas, y la vía
de menor resistencia es continuar con el actual sistema.
Esto, sin embargo, n o afronta ninguno de los tres defectos básicos expuestos m á s
arriba. Debe señalarse igualmente que u n convenio internacional sobre u n sistema
de reservas y pagos a base de D E G tendría que ser m á s seguro y m á s atractivo
para los países excedentários que el actual, evitar el peligro de los cambios súbitos
de unas divisas a otras y proporcionar automáticamente los medios para las
operaciones de reciclaje que estimara esenciales la comunidad internacional.
Sigo esperando que llegue el día en que los gobernantes, cansados, decidan
considerar de nuevo los proyectos de reforma convenidos al cabo de largos años de
penosos debates, y reanudar las negociaciones con u n auténtico sentido de lo
urgentes que son.
La reestructuración 327
del sistema monetario internacional

Resumen y conclusiones

El fracaso casi universal de los gobiernos, al n o haber podido alcanzar unos obje-
tivos políticos comunes a la mayoría de ellos, n o debe atribuirse a la incorrección de
estos planteamientos políticos. Es, en cambio, una clara demostración del anacro-
nismo y la insuficiencia de los procedimientos e instituciones mediante los cuales han
de llevarse a la práctica dichos planteamientos. Las exigencias e imposiciones de la
soberanía nacional hacen imposible abordar con eficacia problemas que son esen-
cialmente internacionales. Las consultas y negociaciones ad hoc, paralizadas por
el principio de unanimidad, son demasiado lentas, engorrosas e inciertas. Se han
visto repetidas veces desbordadas por los acontecimientos y por las crisis en
aumento constante que eran el resultado inevitable de n o haber adoptado a tiempo
unas reformas ya m u y demoradas y que todos o casi todos los países participantes
consideraban esenciales. Las denominadas "posiciones negociadoras" nacionales
siempre tienden a centrarse en puntos de vista e intereses nacionales, reales o
supuestos, conflictivos a corto plazo, antes que en los m á s fundamentales objetivos
compartidos por todos y esenciales para el buen éxito de los objetivos políticos
comunes a largo plazo.
Los sectores privados hace ya tiempo que han tomado la delantera en este
particular, ajustando sus instituciones, no menos que sus políticas, a las manifiestas
realidades de u n m u n d o interdependiente. L a internacionalización de los mercados
de capital y la proliferación de las sociedades multinacionales se cuentan entre los
elementos m á s positivos de la revolucionaria transformación del sistema económico
mundial en los últimos años, pero los sectores dirigentes oficiales se han quedado m u y
atrás a este respecto. Los gobiernos nacionales se han vuelto impotentes para
afirmar e imponer el interés público sobre las operaciones de las empresas privadas,
especialmente las multinacionales, y para procurarles el indispensable marco de
estabilidad para sus operaciones. Esta m e n g u a de su autoridad ha ido dejando u n
vacío cada vez mayor que las instituciones políticas internacionales no han sido
capaces de llenar.
Líderes políticos y burócratas rutinarios se han mostrado poco dispuestos a
renunciar a sus supuestos poderes —por ilusorios y funestos que hayan resultado
en la práctica— y a transferirlos a las instituciones transnacionales requeridas
para ejercerlos eficaz y beneficiosamente.
El hundimiento del sistema monetario internacional es sólo una de las m á s
patentes demostraciones de este fracaso en el empeño de ajustar nuestras institu-
ciones a los cometidos que están llamadas a cumplir. U n maratón de debates y
negociaciones que ha durado m á s de una década sin producir a tiempo las reformas
institucionales umversalmente reconocidas c o m o indispensables para evitar u n
derrumbamiento previsible y ampliamente vaticinado.
M u c h o s otros ejemplos vienen a la memoria, c o m o el impacto de la soberanía
nacional libre y sin trabas sobre la erupción de la crisis energética, y el fracaso,
328 Robert Triffin

hasta la fecha, de todos los esfuerzos para idear y poner en práctica soluciones
adecuadas a su continua y previsible intensificación y extensión a diversos sectores
económicos.
A u n m á s costosa, inflacionaria y potencialmente catastrófica es la continua
escalada de una carrera de armamentos que es justamente lo contrario de lo que
gobiernos y pueblos desean m á s de veras en todo el m u n d o . Los objetivos básicos
de la seguridad y la supervivencia individual son compartidos por todos, y estarían
sin duda mejor servidos por mutuas reducciones en la dispendiosa capacidad de
exterminio en que hoy estamos malgastando cientos de miles de millones de dólares
cada año. Los gobiernos fracasan lamentablemente por todas partes en su misión
específica, que consiste en idear y aplicar soluciones políticas para las legítimas
aspiraciones de sus pueblos.
E n el m u n d o no socialista se registraron ciertamente grandes progresos hasta
hace unos pocos años. El F o n d o Monetario Internacional, el Banco Mundial, el
G A T T , el Plan Marshall, la Organización Europea de Cooperación Económica,
la Unión Europea de Pagos, las Comunidades Europeas, etc., habían inaugurado
una era de continuas consultas e intensa cooperación —incluso integración— entre
gobiernos y burocracias nacionales. La prosperidad económica sin precedentes de
este periodo superó las esperanzas y previsiones m á s optimistas, ofreciendo u n
sorprendente contraste con la profunda y prolongada depresión que acompañó a
las ambiciosas e insolidarias políticas nacionalistas perseguidas en los años treinta.
La década de los setenta, sin embargo, se ha señalado hasta ahora por u n a
gradual desaceleración, y hasta por una regresión. Las reacciones a la crisis del dólar
y a la crisis energética han sido la interrupción de la marcha hacia la unión econó-
mica y monetaria europea —cuya consecución había sido prometida reiteradas
veces para 1980!—, el desmantelamiento de Bretton W o o d s , el aborto de la reforma
monetaria internacional y una creciente reafirmación de las soberanías nacionales.
Esta nueva orientación n o ha resuelto desde luego ninguno de los angustiosos
problemas que tenemos planteados: inflación, recesión y desempleo, enormes
desequilibrios en los pagos internacionales, persistente miseria en el Tercer
Mundo.
Los economistas somos todos demasiado propensos a explicar y justificar tales
fracasos gubernamentales mediante una estimación "realista" de acuerdos "fac-
tibles" entre países soberanos. Nuestro deber habría de ser, por el contrario, acen-
tuar y reafirmar los objetivos fundamentales hacia los que deberíamos esforzarnos
todos en c o m ú n . Deberíamos intentar contribuir en la medida de nuestras fuerzas
para hacer posible mañana lo que todavía parece imposible hoy.
C o m o ese gran idealista de nuestra generación, Jean Monnet, nos recuerda
en sus Mémoires, unafilosofíaque se aplica fundamentalmente a lo que es necesario
es más realista que la que sólo considera lo que es posible.
[Traducido del inglés]
La reestructuración 329
del sistema monetario internacional

A n e x o estadístico
Los siguientes cuadros reúnen, en forma sintética, los cálculos estadísticos generales
que se hallan a m a n o sobre la explosión de las reservas monetarias mundiales y el
crédito internacional concedido por instituciones monetarias y bancos comerciales
desdefinalesde 1969 afinalesde 1976.
C U A D R O 1. Fuentes y distribución d e las reservas monetarias mundiales: activos, obligaciones
de fondos y reservas netas (en miles d e millones d e D E G = m i l e s d e millones
d e dólares d e los Estados U n i d o s hasta el 15 d e agosto d e 1971)

Variación

Fin 1970- 1974- Fin


1969 1973 1976 Total 1976

I. Activos (II+I1I) 79 74 70 144 222


D e los países desarrollados 63 53 14 67 129
D e los países exportadores de petróleo 4 8 44 51 56
D e los países insuficientemente
desarrollados 12 13 12 25 37
II. Obligaciones de fondos 38 74 70 144 182
a) Obligaciones en divisas de los
países desarrollados 33 69 59 127 160
b) Asignaciones d e D E G y préstamos
del FMI 5 5 12 17 22
A los países desarrollados 4 3 1 10 14
A los países exportadores
de petróleo
A los países insuficientemente
desarrollados 1 2 4 6 7
III. Reservas monetarias netas (I—II) 41 — — — 1 40
D e los países desarrollados 26 —19 —52 —71 —45
D e los países exportadores
de petróleo 4 8 44 52 56
D e los países insuficientemente
desarrollados 11 11 8 19 30
Notas explicativas
Las reservas netas (III) a nivel mundial son tenencias de oro monetario, valuadas uniformemente a razón
de 35 D E G onza, que han permanecido prácticamente inalteradas durante todo el periodo considerado.
Respecto a cada u n a de las tres grandes áreas —y los países que las integran—, las reservas netas
indican el exceso, o el descubierto (—), d e los activos d e reserva (I) sobre los pasivos d e reserva (II), y
los cambios del periodo reflejan el equilibrio de pagos general del área sobre las transacciones de reserva.
L a otra fuente de activos brutos de reserva (I) es la aceptación de créditos de reserva, con contra-
partida de obligaciones de fondos (II) constituidos predominantemente por obligaciones en divisas (II. a)
de países centros-de-reservas (principalmente los Estados Unidos de América), de préstamos del F o n d o
Monetario Internacional y de pasivos contingentes por asignaciones en D E G (concretados en II.ft).
Fuente: Todas estas estimaciones están calculadas según los cuadros de las reservas internacionales de
la revista Internationalfinancialstatistics, m a y o de 1977, p . 26-43, excepto en lo que respecta a la adición
de los depósitos en oro y las inversiones del F o n d o Monetario Internacional (en 1969 solamente) al
"recurso al crédito del F o n d o " .
330 Robert Triffin

C U A D R O 2 . Préstamos exteriores de las instituciones monetarias y de los bancos comerciales


(en miles de millones de dólares Jos Estados Unidos)

índice 1969
Fin de = 100

1969 1973 1976 1973 1976

I. Instituciones monetarias 38 145 212 382 558


a) F o n d o Monetario Internacional 5 22 26 440 520
b) Bancos centrales 33 123 186 373 564
II. Bancos comerciales 112 290 555 267 496
a) Bancos de los Estados Unidos de América
y sus filiales ii 139 286 421 867
Oficinas centrales 13 27 81 208 623
Filiales en el extranjero 20 112 205 560 1025
(i) Europa 15 87 125 580 833
(ii) Región del Caribe y Extremo Oriente 5 25 80 500 1600
b) Otros bancos 81 151 269 186 332
Europa 69 122 229 177 332
C a n a d á y Japón 12 29 39 242 325
III. TOTAL 150 435 767 290 511

Fuentes y notas
El renglón I. a designa préstamos del Fondo Monetario Internacional, depósitos en oro y las inversiones,
y asignaciones en D E G (Fuente: datos tomados de los cuadros de las reservas internacionales de Inter-
nationalfinancialstatistics, m a y o de 1977).
El renglón II. b indica las tenencias de divisas de bancos centrales y otras autoridades monetarias,
tal c o m o se informa en p . 37 de Internationalfinancialstatistics, mayo de 1977.
Las estimaciones recogidas en II están tomadas de IMF survey, "Supplement on international
lending", 6 de junio de 1977, de varios números del Annual report del Bank for International Settle-
ments, y del cuadro 3.22, p . A . 6 2 del número de abril de 1977 del Federal reserve bulletin, y de los
cuadros correspondientes de números anteriores. Estas estimaciones son incompletas y se imbrican, ya
que los informes del Fondo Monetario Internacional y del Bank for International Settlements excluyen,
por un lado, los créditos de lasfilialesde las bancas americanas a residentes de los países huéspedes
—incluidos en II.a—, y por otro lado, pueden implicar una doble contabilización de algunos créditos
americanos, debido a los créditos de las oficinas centrales a susfilialesen el extranjero y a créditos de
dichasfilialesa otrasfilialesde bancos americanos. Los créditos totales de los bancos y de las filiales
norteamericanas aparecen por tanto sobrecargados en II.a, y los de los bancos europeos rebajados
«nll.¿(i).
Los datos disponibles sólo permiten una estimación aproximativa de 1 469 créditos de bancos
comerciales.
Le reestructuración 331
del sistema monetario internacional

C U A D R O 3. Obligaciones monetarias exteriores de los Estados Unidos de América


(en miles de millones de dólares de los Estados Unidos)

índice 1969
= 100

1969 1973 1976 1973 1976

Obligaciones directas 47 94 153 200 326


a) A instituciones monetarias 17 67 92 394 541
b)A: 30 27 61 90 203
Bancos comerciales 24 18 39 75 163
Organismos internacionales 2 3 9 150 450
Diversos 5 6 14 120 280
II. Obligaciones de las filiales
de bancos americanos en el extranjero 14 88 127 629 907
III. TOTAL 61 182 280 298 459

Fuente y notas
Se trata principalmente bonos del Tesoro de Estados Unidos de América, y papel moneda y pasivos
comunicados por bancos.
Datos tomados de los cuadros 3.13, 3.18 y 3.22 del Federal reserve bulletin y de los cuadros
correspondientes de los números anteriores. Obsérvese que: a) las obligaciones a largo plazo con
instituciones oficiales (pero no con otras) se incluyen en las estimaciones del cuadro 3.13; b) a fin de
evitar contarlos dos veces, en II se ha deducido de las obligaciones a extranjeros comunicadas en la
línea 56 del cuadro 3.22 las obligaciones de lasfilialesa otrasfilialesdel mismo banco y sus créditos en
los Estados Unidos de América.

Notas

1
International Monetary Reform. Documents of the crisis, N e w Haven, Yale University Press,
Committee of Twenty, Washington, D . C . , 1960, y en libros ulteriores, artículos y
Fondo Monetario Internacional, 1974. conferencias.
2 3
Véase "Outline of reform", en las p . 7-48, y espe- F . Machlup, The cloakroom rule of international
cialmente p . 8, de los citados Documents of reserves, Quarterly journal of economics,
the Committee of Twenty, op. cit. N o puedo vol. L X X I X , agosto de 1965, p . 337-355.
4
dejar de señalar, inmodestamente, que once H a n aumentado uniformemente en el pasado del
años de debates y negociaciones han dado que existe referencia, con la sola, breve y
finalmente como resultado una diagnosis y desastrosa excepción de los primeros años de
una prognosis notablemente similares a las la gran depresión de 1930.
6
que yo mismo presenté a la Comisión Econó- Entre 1948 y 1965, sólo diez países mantuvieron la
mica Conjunta del Congreso hace quince años estabilidad de los tipos de cambio, mien-
(en octubre de 1959), y que posteriormente tras 94 los depreciaron, muchos de ellos repe-
desarrollé en mi libro Gold and the dollar tidas veces, 80 en un 30,5 por ciento o más.
Las patentes internacionales,
medio de dominación tecnológica

Raimo Vayrynen

Introducción

L a definición de una patente puede abordarse desde varios ángulos. L a Orga-


nización Mundial de la Propiedad Intelectual ( W I P O ) facilita una definición
posible: " U n a patente es u n derecho legalmente exigible concedido en virtud d e
ley a una persona, con exclusión, por tiempo limitado, de otras, de determinados
actos en relación con un nuevo invento descrito a tal efecto; el privilegio es otorgado
por una autoridad gubernamental y en términos de derecho a la persona calificada
para solicitarlo y que reúne las condiciones prescritas"1.
E n otras palabras, una patente confiere protección legal a un individuo o a
una empresa para explotar u n invento en amplia escala y obtener beneficios de su
explotación. Esta idea parte de la premisa de que las recompensas e incentivos de
esta clase son necesarios en la sociedad capitalista para garantizar, a la larga, la
continuidad de u n elevado ritmo de innovación tecnológica. Las patentes, q u e
constituyen una concesión de exclusiva en la protección de la propiedad privada, se
consideran un medio eficaz para la consecución de dicho fin.
Esto indica que una patente transforma u n invento en un bien privado, en
contraposición a un bien colectivo, lo que teóricamente significaría que todos
aquellos que quisiesen explotar el invento podrían hacerlo, sin que la explotación
por cuenta de algunos reduzca las oportunidades de otros para explotar el m i s m o
invento2. El carácter de bien privado del sistema de patentes introduce la pro-
ducción de inventos en un marco de competencia comercial, y de este m o d o los
encarece para usuarios en potencia. El sistema de patentes presta al mercado
tecnológico u n carácter marcadamente monopolístico, aunque hay también otros
factores que contribuyen a esta tendencia. L a complejidad tecnológica de la

Raimo Vãyrynen es director del Tampere Peace Research Institute, Tammelanpuistokatu 58B,
33100 Tampere (Finlandia). Es autor de numerosos trabajos sobre la política extranjera finlandesa,
las relaciones económicas internacionales y las cuestiones de armamento, entre ellas un articulo
sobre "La théorie des biens collectifs, les alliances militaires et la sécurité internationale" que
publicado en el n.° 2 del vol. XXVIII (1976) de esta Revista.

Rev. int. de cienc. soc, vol. X X X (1978), n.° 2


Las patentes internacionales, 333
medio de dominación tecnológica

producción industrial actual hace también extensiva la "cautividad legal" creada


por las patentes, a través de diversos tipos de cadenas de producción, a áreas en
las cuales el impacto de las patentes no es necesariamente m u y señalado3. E n los
países socialistas, el sistema de patentes se acerca al ideal de u n invento c o m o un
bien colectivo, ya que las patentes —o certificados de invención— no traen aparejada
la exclusión respecto a la explotación del invento, aunque el inventor tiene derecho
a determinada remuneración cuando del uso de su invento se obtienen suficientes
beneficios4.
El carácter de bien privado dado a las patentes ha traído c o m o consecuencia
una anomalía en las economías de mercado caracterizada por la interdependencia
del desarrollo tecnológico. El proceso de invención se halla, n o obstante, m u y
individualizado, ya que una patente dada se concede sólo a una única persona
o compañía. Este carácter individualista de las patentes está sin duda en conflicto
con los empeños por alcanzar m á s altos niveles de desarrollo tecnológico, así c o m o
una distribución m á s equitativa de sus beneficios. Este conflicto se agrava por el
hecho de que la proporción de patentes en posesión de particulares se reduce constan-
temente, mientras que la proporción en poder de empresas y sociedades, la mayoría
de las cuales tiene fuertes componentes transnacionales, va en correlativo aumento.
Es ésta una tendencia universal con m u y pocas excepciones, si es que en verdad hay
alguna5. L a desaparición de los individuos particulares del mercado de patentes
ha coincidido con la progresiva desnacionalización de éstas, lo que probablemente
ha constituido su causa.
L a creciente dominación de las grandes sociedades en el sector de las
patentes tiene varias implicaciones. Junto con la comercialización de la ciencia, ha
conducido a una situación en la que las patentes son cada vez m á s instrumentos de
competencia, no sólo al nivel interior de las naciones, sino también internacional-
mente. Esta búsqueda de protección de la patente n o es, con todo, una estrategia
ofensiva, sino m á s bien defensiva, puesto que su fin es preservar una situación de
monopolio ya conseguida y transformar la dominación de hecho en una realidad
de derecho. Representa una forma de evitar, particularmente en los mercados de
exportación, la competencia por parte de las firmas rivales. E n general el sistema
de patentes ha hecho aumentar quizás la parte de la tecnología en propiedad a
expensas de la tecnología de "libre disponibilidad", lo cual, a su vez, significa que
las pequeñas y medianas empresas raras veces pueden utilizar independientemente
una tecnología de alto nivel, sino que tienen que recurrir al subcontrato de licencia
de producción con las prácticas que lleva aparejadas.
Las patentes constituyen u n o de los rasgos que vinculan unos a otros los
subsistemas económicos y políticos de una nación; así pues, son menester aquí
algunos comentarios sobre el papel que en esto desempeña el Estado. A primera
vista, la protección gubernamental de la propiedad privada y los privilegios de
monopolio mediante el sistema de patentes parece proporcionar sólida prueba de
la existencia de u n capitalismo estatal monopolista. E n algunos casos, los Estados
334 Raimo Vàyrynen

pueden empero tomar medidas para reducir los privilegios monopolistas mediante
dicho sistema de patentes; en otros términos, el Estado muestra un grado de auto-
nomía relativa. Entre estas medidas puede contarse la obligatoriedad de la conce-
sión de licencias, la prescripción de las patentes o su revocación. E n la práctica,
tales restricciones se aplican con mayor frecuencia a las patentes extranjeras que a
las nacionales, y de todos modos son sumamente raras6.
Es natural por lo tanto que los juristas que se ocupan de cuestiones de
patentes y los industriales o empresarios aborrezcan dichas restricciones y se
inclinen por una amplia protección monopolística de las patentas. Ejemplo rele-
vante es el Comité del B I R P I (actualmente O M P I ) , que en 1965 ha elaborado la
ley tipo sobre inventos para los países en desarrollo. Este Comité rechazó la idea
de una aplicación más extensa de la concesión de licencia obligatoria, y ni siquiera se
consideró la posible aplicación de esta obligatoriedad con caracter incondicional.
El Comité adoptó también una actitud negativa respecto a la prescripción automá-
tica o la revocación de patentes que n o se utilizaran dentro de un plazo determi-
nado 7 . A u n q u e el sistema de patentes conecta íntimamente la empresa privada con
las autoridades públicas, para servir principalmente los intereses de la primera, n o
es imposible que los intereses de estos dos grupos entren en conflicto, c o m o parti-
cularmente ocurre entre los gobiernos de países en desarrollo y las empresas
transnacionales, por la sencilla razón de que los primeros buscan un mayor control
político y administrativo y las últimas una libertad de acción económica sin trabas.
Las patentes revisten especial importancia en algunos sectores donde la
investigación es intensa, c o m o las industrias química y electrónica. Sin embargo,
c o m o ha argumentado Lall, gran número de las patentes concedidas resultan de
bastante poca importancia para la actividad innovadora en el seno de estas indus-
trias. Por lo demás, en algunos otros sectores (automóviles, industria aeronáutica
y varias ramas industriales orientadas al consumo), donde la investigación es m u y
activa, son relativamente pocas las solicitudes de patentes presentadas. Esto parece
indicar que la R & D privada no depende en tan alta medida de las patentes c o m o
en algunas ocasiones se ha dado a entender. Lall da dos respuestas a este problema.
Primera, la significación de las patentes en el afianzamiento del poder del mercado
tecnológico ha decaído, y otros factores, c o m o las economías de escala en
la R & D (industria química) o la complejidad del know how n o patentado
(industria electrónica) han ganado en importancia. Y segunda, la expansión inter-
nacional de un hecho c o m o el de la industria nacional concentrándose sin tregua en
los países capitalistas h a motivado que las empresas transnacionales confíen cada
vez más en la comercialización (publicidad, diferenciación del producto, etc.) a
expensas de la confianza en el poder tecnológico8.
Las patentes internacionales, 335
medio de dominación tecnológica

Estructura del sistema internacional de patentes

El número de patentes permaneció constante entre 1920 y 1950, momento a partir


del cual puede observarse u n aumento bastante rápido: según una de las fuentes,
de 139 000 en 1950 a 392 000 en 1970. N o obstante, el número de países indepen-
dientes también creció considerablemente durante este periodo, y con ello el número
de patentes registradas en el m u n d o ha aumentado casi automáticamente, ya que
las patentes pueden otorgarse en m á s países que antes. El perfeccionamiento de los
registros de datos sobre patentes puede haber contribuido asimismo al referido
incremento, con lo que, al fin y al cabo, los índices de crecimiento tal vez no hayan
sido tan formidables después de terminada la guerra9.
El número de patentes registradas se halla fuertemente concentrado en unos
pocos países: los principales son la República Federal de Alemania, los Estados
Unidos de América, Japón, el Reino Unido y la Unión Soviética. El número de
patentes mantenido en cada país viene predominantemente determinado por las
dimensiones de su economía. Por esta razón, una medida de la intensidad del
registro de patentes puede proporcionar una valiosa información complementaria.
Wiederkehr ha relacionado el número de patentes con la población. Conforme a
esta medida, los diez países donde el registro de patentes es m á s intenso pueden
enumerarse por el orden siguiente: Suiza, Suécia, Japón, la República Federal de
Alemania, Checoslovaquia, la Unión Soviética, Reino Unido, Australia, Austria y
Francia10. Ésta es, en cierto sentido, una lista heterogénea: algunos de los países
importantes en cuanto a patentes (en cifras absolutas) conservan su posición,
pero otros, sobre todos países capitalistas desarrollados, aparecen ahora en la lista.
Este resultado indica que la intensidad de patentes es fuerte en dos tipos de países:
en los países industrializados grandes y medianos, relativamente autárquicos, y
en países pequeños desarrollados pero dominados por influencias extranjeras.
Este estado de cosas puede explicar además u n resultado que se reitera en los análisis
cuantitativos de Wiederkehr, a saber: que entre los países no industrializados y los
que se hallan en vías de industrialización, patentes y población están en firme
correlación, y por ejemplo la relación población/PNB, lo cual, junto con las
medidas proporcionales de los esfuerzos nacionales de investigación, explica el
grado de intensidad de patentes, mientras que en los países industrializados n o
existen correlaciones apreciables entre dichas medidas 11 .
Indica este ejemplo que una cuestión fundamental en el análisis del sistema
internacional de patentes es la distribución de las concedidas a nacionales o extran-
jeros. M e inclino a sugerir que la proporción de poseedores de patentes extranjeras
en u n país dado es u n buen indicador general de la penetración extranjera tanto
c o m o de la dominación tecnológica ejercida por las principales potencias capita-
listas12. Es verdad, desde luego, que este indicador tiene muchos defectos, en gran
medida relacionados con su carácter cuantitativo, de los cuales el más grave es la
atribución de igual peso a toda patente. La significación económica de las patentes
336 Raimo Vâyrynen

difiere de m o d o considerable, lo que naturalmente debe tomarse en cuenta. A d e m á s ,


las patentes son sólo un componente de la dependencia tecnológica general. Sólo
una parte del saber tecnológico se patenta; algunos autores pretenden incluso que
únicamente se patenta aquella información que n o puede ser mantenida en
secreto15.
Según un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas, alre-
dedor del 96 por ciento de las patentes concedidas a extranjeros en todo el m u n d o
procedían de países capitalistas desarrollados, y sobre el 3 por ciento, de los países
socialistas. L a Europa meridional y los países del tercer m u n d o se repartían el
tanto por ciento restante. L a situación puede ilustrarse de la siguiente manera:
el 33,5 por ciento de las patentes concedidas a extranjeros procedían de los
Estados Unidos de América; el 20,6 por ciento de la República Federal de
Alemania, y el 7,8 por ciento del Reino Unido. E n otras palabras, estos tres países
controlaban casi las dos terceras partes de todas las patentes concedidas a extran-
jeros en el sistema internacional. A efectos de comparación, n o debemos olvidar
que estos tres países controlan sólo el 34 por ciento del número total de inventos
patentados en el m u n d o . E n los países en desarrollo la situación es la siguiente11:

C U A D R O 1. Naciones de origen de las patentes concedidas a extranjeros en países


en desarrollo en 1964 y en 1972 (por ciento)

País de origen 1964 1972 Diferencia

Estados Unidos de América 39,1 40,6 1,5


República Federal de Alemania 9,8 11,5 1,7
Suiza 13,9 9,6 —4,3
Reino Unido 8,4 8,9 0,5
Francia 7,0 7,3 0,3
Italia 1,8 3,4 1,6
Japón 3,5 3,3 —0,2
Países Bajos 6,0 2,3 —3,7
Canadá 1,9 1,8 -0,1
Bélgica 1,2 1,5 0,3
Suécia 0,6 1,0 0,4
Otros países 6,8 7,8 1,0
TOTAL 100 100
Número de patentes 9 565 15 454

Si comparamos estas cifras con las referentes a la distribución de todas las


patentes concedidas a extranjeros, podemos señalar que el tercer m u n d o se halla
en relaciones m á s importantes con los Estados Unidos de América que con el resto
del m u n d o ; lo m i s m o puede decirse del Reino Unido; mientras que lasfirmasde la
República Federal de Alemania extienden principalmente su "hegemonía en
patentes" a otros países industriales. Hace ya algunos años se pretende que la
Las patentes internacionales, 337
medio de dominación tecnológica

Comunidad Europea está convirtiéndose en una nueva superpotência. Mediante


los datos sobre patentes, es posible también someter a prueba esa hipótesis
sumando los porcentajes correspondientes a los seis miembros de la Comunidad
quefiguranen el cuadro 1 (República Federal de Alemania, Reino Unido, Francia,
Bélgica, Italia y Países Bajos. D e esta forma comprobamos que su participación
ha aumentado m u y modestamente, de 34,2 a 34,9 por ciento. N o obstante, si
excluimos a los Países Bajos, comprobamos que la participación de los cinco
miembros restantes de la comunidad ha pasado del 28,2 al 32,6 por ciento. Esto
abona la tesis de que la Comunidad Europea ha conseguido aumentar su influjo
tecnológico en el tercer m u n d o a expensas de los Estados Unidos de América, lo cual
no ha sido así, sino m á s bien a la de Suiza, y el hecho está probablemente relacionado
con la competición de las transnacionales en el sector farmacéutico.
Hasta el m o m e n t o hemos examinado la dependencia tecnológica casi única-
mente desde el ángulo de los países industrializados. Debe explorarse también la otra
cara de la moneda, es decir: ¿hasta qué punto dependen los países en desarrollo
de la tecnología patentada bajo control extranjero? Puede obtenerse una visión
general relativamente sistemática de la situación a partir de los datos facilitados
por Wiederkehr referentes a los años 1965 y 1966 y que dan la relación proporcional
entre patentes extranjeras y nacionales en 156 países. E n el cuadro 2 ofrecemos una
lista de los países m á s dependientes de patentes extranjeras16:

C U A D R O 2. Relación proporcional entre patentes extranjeras y nacionales


en veinte países escogidos

Nigeria 692,0 Sierra Leona 102,0


Ghana 300,0 República Democrática Popular Lao 88,0
República Unida de Tanzania 260,0 Jamahiriya Árabe Libia 76,3
Uganda 230,0 Chile 43,8
Jordania 224,0 Luxemburgo 38,0
Zambia 204,0 Malasia 32,8
Malawi 200,0 República Árabe Siria 29,4
Kenya 183,0 Filipinas 24,8
Malta 116,0 Túnez 25,0
Chipre 108,0 Trinidad y Tobago 20,3

Si agrupamos por áreas geográficas estos veinte países, surgen los grupos
siguientes: países de África Oriental (República Unida de Tanzania, Uganda,
Zambia, Malawi y Kenya) que son todos m u y dependientes de las patentes extran-
jeras, los de África Occidental (Nigeria, G h a n a y Sierra Leona), región mediter-
ránea y del Oriente Medio (Jordania, Malta, Chipre, Jamahiriya Árabe Libia,
República Árabe Siria y Túnez) y la región del Sureste Asiático (República D e m o -
crática Popular Lao, Malasia y Filipinas). A mi entender, es significativo que sólo
aparezcan en la lista dos países latinoamericanos, Chile y Trinidad y Tobago. Esto
338 Raimo Vãyrynen

puede indicar dos cosas: o América Latina no es tan dependiente de la tecnología


patentada extranjera c o m o generalmente se cree o el indicador de patentes no es lo
suficientemente válido en la estimación de la dependencia tecnológica*.
Si examinamos los factores susceptibles de explicar un alto grado de depen-
dencia tecnológica, el colonialismo es lo primero que acude a las mentes. E s
evidente que en África esto reviste una significación considerable. Kenya y la R e p ú -
blica Unida de Tanzania, por ejemplo, tienen únicamente patentes registradas
en el Reino Unido, y sus ciudadanos, candidatos a una patente deben comenzar
por presentar su patente en el Reino Unido 16 . E n la región mediterránea y el
Sureste Asiático, sin embargo, los lazos coloniales tal vez n o revistan la m i s m a
importancia en la explicación del predominio de las patentes extranjeras. El
colonialismo tradicional, empero, ha evolucionado transformándose en lo que
comúnmente se llama neocolonialismo, lo cual significa que los antiguos lazos de
dominación explícita son sustituidos por dependencias menos visibles, pero todavía
bastante fuertes. Las oficinas de registro de patentes en los países en desarrollo son
un ejemplo de lo que decimos: aún se mantienen en frecuente contacto, mediante
acuerdos multilaterales o bilaterales, con las oficinas de registro de patentes de las
ex potencias coloniales. Esto no sólo es debido a necesidad administrativa, sino
también a una disposición a colaborar con las potencias dominantes. Probablemente
no es exageración decir que las oficinas de patentes en los países en desarrollo son
en muchos casos cabezas de puente que facilitan la intrusión de patentes y tecno-
logía extranjeras17.
Es de algún interés saber c ó m o se relacionan la intensidad en el registro de
patentes y la participación de patentes extranjeras. T a r m o Koskinen, confiando
también en los datos de Wiederkehr, ha analizado estas relaciones valiéndose de una
tabla cuádruple. Averiguó que los países con patentación intensiva —en su mayoría
países desarrollados con economía de mercado— son menos dependientes de la
tecnología patentada extranjera que los países con tasas de patentación m e n o s
intensivas (phi=—0,64)18. Este resultado indica sin lugar a dudas que los países
realmente subordinados en el sistema internacional de patentes son, con raras
excepciones, los países en desarrollo.
C o m o muchos estudios han demostrado, dependencia y subordinación son
fenómenos acumulativos en los que varias formas de dependencia se refuerzan
entre sí. N o sé de ningún estudio sistemático a escala planetaria sobre la relación entre
la dependencia de patentes extranjeras y otras cuestiones. U n estudio empírico de
Europa Occidental, sin embargo, indica que u n bajo grado de autosuficiencia

* Véase en esta Revista, vol. X X (1973), n.° 3, el


artículo de Constantine V . Vaitsos "Strategic
choices in the commercialization of tech-
nology: the point of view of developing
countries", que proporciona pruebas empí-
ricas de los países del Pacto Andino. ( N D L R . )
Las patentes internacionales, 339
medio de dominación tecnológica

tecnológica (patentes extranjeras/nacionales) está relacionado con un alto grado


de depedencia del comercio exterior ( T / P N B ) , siendo el coeficiente de correlación
calculado por Spearman de —0,85 (N=13), y de u n bajo grado de capacidad
científica, /•=—0,83 (medida esta capacidad por la contribución a las obras cientí-
ficas publicadas en el mundo) 1 9 . Las patentes, en otras palabras, n o son una
variable independiente en el sistema de dominación internacional.
Algunas cifras dispersas pueden quizá indicar cuan dependientes son algunos
países de las patentes extranjeras. E n la República Unida de Tanzania, por
ejemplo, en 1967, menos de un 1 por ciento de las patentes registradas eran pro-
piedad de sus ciudadanos, mientras que el 47 por ciento tenían sus propietarios en
el Reino Unido, el 15 por ciento en los Estados Unidos de América y el 6 por ciento
en Suiza. E n 1957-1961, el 10,6 por ciento de todas las patentes de la India eran
propiedad de subditos de este país, siendo los porcentajes correspondientes 16,6 por
ciento en Sri Lanka, 4,3 por ciento en Paquistán, 7,0 por ciento en Egipto, 8,3 por
ciento en Turquía, 23,9 por ciento en Líbano y 5,9 por ciento en Trinidad y
Tobago. A Chile se le cita a m e n u d o c o m o ejemplo de país en que la desnaciona-
lización de patentes ha tenido lugar a un ritmo casi lineal: en 1937 la proporción
de patentes nacionales era del 34,5 por ciento, en 1947 exactamente del 20 por
ciento, del 12,6 por ciento en 1955, del 11 por ciento en 1958, del 6,4 por ciento
en 1962, del 5,5 por ciento en 1967 y, por último, del 6,1 por ciento en 196920.
Finlandia y Suécia pueden citarse c o m o ejemplos de países industrializados donde
predominan las patentes extranjeras. L a proporción de peticiones extranjeras
entre el número total de peticiones de patentes ha aumentado en Finlandia del
44 por ciento en 1950, pasando al 68 por ciento en 1960, y al 75 por ciento en 1975;
los porcentajes correspondientes para Suécia son 36, 67 y 76 respectivamente21.
L a procedencia de las patentes no aparece concentrada sólo en ciertos
países, sino también en ciertas empresas: las empresas transnacionales poseen una
vasta proporción de las patentes concedidas a países en desarrollo. E n u n estudio
sobre patentes llevadas por transnacionales a 17 países africanos en 1967, Helge
G r u n d m a n n halló que 10 empresas poseían el 90 por ciento de todas las patentes22.
U n estudio monográfico sobre Etiopía revela que casi el 90 por ciento de las
patentes analizadas eran propiedad de Union Carbide, American Cyanamid,
British Petroleum y Stá, Stabilimenta Alimentare, S P A 2 3 . C o m o quiera que faltan
datos sobre el papel de las transnacionales en el sistema internacional de patentes, m e
veo obligado a recurrir a dos estudios monográficos que ilustran el predominio de
las transnacionales en este ámbito de la actividad económica. Empiezo por el caso
de Finlandia24, c o m o aparece ilustrado en el cuadro 3.
Es fácil apreciar c ó m o dominan el mercadofinlandésde patentes las trans-
nacionales químicas y farmacétuticas junto con algunas compañías electro-técnicas
y alimentarias. N o hay de qué sorprenderse, ya que las patentes, en la mayor parte
de los países, están concentradas en los mismos sectores25. Por el cuadro 3
podemos apreciar también que las empresas de los Estados Unidos de América,
340 Raimo Vãyrynen

C U A D R O 3. Patentes concedidas a sociedades transnacionales en Finlandia, 1964-1974

N ú m e r o de
Sociedad patentes concedidas

Hoechst (República Federal de Alemania) 169


Merck & C o (Estados Unidos de América) 163
Siemens (República Federal de Alemania) 151
Ciba-Geigy (Suiza) 139
Philips (Países Bajos) 136
Asea (Suécia) 111
Montecatini (Italia) 103
Svenska Fläktfabriken (Suécia) 103
Sandoz (Suiza) 99
Bayer (República Federal de Alemania) 97
Hoffmann La-Roche (Suiza) 90
Unilever (Reino Unido/Países Bajos) 89
L . M . Erickson (Suécia) 83
Boehringer (República Federal de Alemania) 74
ICI (Reino Unido) 73
Schering C o . (Estados Unidos de América) 60
Rhône-Poulenc (Francia) 58
D u Pont de Nemours (Estados Unidos de América) 57
Beloit (Estados Unidos de América) 55
O w e n s Corning Fiberglass (Estados Unidos de América) 54

suizas y de la República Federal de Alemania dominan las concesiones finlandesas


de patentes, y comprobar la posición excepcionalmente fuerte de las empresas de
la República Federal de Alemania, consecuencia sin duda del fuerte impacto
económico que estas empresas tienen en general sobre la economía finlandesa.
E n realidad, nos es lícito y justificable referirnos a la periferia económica europea
de la República Federal de Alemania, compuesta por Austria, la mayor parte de
los países nórdicos, el Benelux y, hasta cierto punto, también por los países socia-
listas menos extensos de Europa Oriental. E n éstos, las empresas de la República
Federal de Alemania no sólo son dominantes en términos de comercio e inversiones
directas, sino también en cuanto a patentes extranjeras.
La conclusión a que se llega tras el estudio del caso finlandés puede ana-
lizarse a la luz de los datos de que disponemos sobre las patentes extranjeras en
Argentina, expuestos en el cuadro 4 .
El cuadro corrobora las impresiones recibidas al considerar los datos finlan-
deses, pues revela u n predominio análogo de las sociedades químicas y farma-
céuticas; el papel de las sociedades de aparatos electrónicas también es notable,
pero no en la m i s m a medida. D e las 20 más destacadas propietarias de patentes,
nueve empresas operan predominantemente en este sector, y, además, tanto Shell
c o m o Goodyear están estrechamente relacionadas con la industria química. Es
Las patentes internacionales, 341
medio de dominación tecnológica

C U A D R O 4. Sociedades transnacionales propietarias de patentes en Argentina en 1957-1967

Compañía Total 1957-1962 1963-1967

Philips (Países Bajos) 1472 726 746


Radio Corporation of America ( R C A ) 1 108 726 382
Ciba S . A . (Suiza) 826 331 495
Standard Electric (Estados Unidos de América) 641 244 397
D u Pont de Nemours (Estados Unidos de América) 579 245 334
Shell Ind. (Países Bajos) 532 109 423
ICI (Reino Unido) 499 162 337
Hoffman La-Roche (Suiza) 396 161 235
Monsanto C o . (Estados Unidos de América) 367 26 341
General Electric (Estados Unidos de América) 351 207 144
Merck & C o . Inc. (Estados Unidos de América) 336 141 195
Bayer A . G . (República Federal de Alemania) 313 132 181
Geigy J . R . S . A . (Suiza) 251 87 164
American Cynamid C o . (Estados Unidos de América) 246 143 103
Olin Hathieson Corp. (Estados Unidos de América) 233 110 123
National Cash Register (Estados Unidos de América) 232 74 158
R o h m & Haas (Estados Unidos de América) 230 69 161
Goodyear Tire & Rubber (Estados Unidos de América) 211 88 123
Pittsburgh Plate Glass (Estados Unidos de América) 202 95 107
Sandoz Patents Ltd. (Canadá) 202 77 125
Otras 4 475 1 184 3 291
TOTAL 13 704 5137 8 657

revelador que haya en total seis empresas farmacéuticas en esta lista. Otro aspecto
interesante puesto de manifiesto por los datos de Katz es que Philips y la R C A
hayan patentado exactamente el m i s m o número de productos cada año durante el
periodo 1957-1963. Esto difícilmente puede indicar otra cosa sino que estas dos
sociedades han fusionado o coordinado sus actividades sobre patentes en Argen-
tina27. A partir de 1964, el número de patentes registradas de la R C A ha dismi-
nuido m u y marcadamente, y Philips, relativamente hablando, ha alcanzado una
posición m u c h o más fuerte. D e un m o d o análogo h a decaído el número de patentes
de la General Electric, indicando u n decrecimiento general de la influencia norte-
americana en el mercado electrónico argentino.
Vaitsos ha facilitado datos bastante amplios indicativos de hasta qué punto
se utilizan efectivamente las patentes en los países en desarrollo. Averiguó que en
Colombia, de un total de 3 513 procedimientos o productos patentados, sólo 10 se
produjeron realmente en 1970. E n Perú, de 4 872 patentes concedidas durante el
periodo 1960-1970, se utilizaron en realidad 54 28 . Así, las patentes de propiedad
extranjera en los países en desarrollo resultan estar casi por completo inexplotadas.
Esto significa en la práctica que las patentes son u n medio de proteger contra la
comptencia ciertos mercados de exportación.
342 Raimo Vâyrynen

Algunas consideraciones teóricas

Los datos sobre patentes, aunque relativamente fragmentarios, pueden emplearse


c o m o indicador de la estructura del sistema internacional. T a r m o Koskinen se ha
esforzado por construir u n modelo del sistema internacional que se ajusta a los
datos sobre patentes. Establece una distinción entre cuatro modelos del sistema
internacional, y empieza por asegurar que el modelo de independencia, en el cual
las naciones crean su propia innovación tecnológica independientemente unas de
otras, no refleja exactamente la realidad. Otro tanto sucede con el modelo de
difusión multipolar, en el cual las fuentes de innovación se hallan distribuidas u n
tanto fortuitamente entre los países. Sostiene Koskinen que sólo u n modelo en el
que exista u n centro claramente identificable, compuesto de unos cuantos países
medulares, puede constituir una descripción suficiente del sistema internacional de
patentes. A partir de esta conclusión, procede a considerar el modelo de difusión
unipolar y el modelo feudal. El primero de estos es pluralista en el sentido de que
un país en desarrollo puede obtener el conocimiento tecnológico teórico y práctico
que le hace falta de diversos países desarrollados, bien por sí solo o bien en coope-
ración con otros países en desarrollo. Bajo el modelo feudal no es esto posible: los
países periféricos tienen que comprar su tecnología de los centros, que no son inter-
cambiables. Koskinen llega a la conclusión de que el modelo feudal es la descripción
más valida de la dimensión tecnoeconómica del sistema internacional, aunque pro-
bablemente deba completarse con algunos rasgos del modelo de difusión unipolar2*.
Si se define c o m o "centro" un solo país dominante resulta evidente la validez
del modelo de difusión unipolar, por cuanto son muchas las pruebas de que las
empresas transnacionales de varios países compiten en los mercados tecnoló-
gicos de casi todos los países en desarrollo. Esto n o significa, sin embargo, que
los países subdesarrollados puedan elegir libremente de qué nación central desean
adquirir tecnología patentada; bien al contrario, las transnacionales de los princi-
pales países capitalistas han aplicado en la mayoría de los casos la estrategia de
dividir los mercados mediante acuerdos conjuntos, lo cual da a los países en
desarrollo pocas oportunidades de ejercer opción real alguna entre abastecedores de
conocimiento tecnológico patentado o de cualquier otra clase.
H e m o s de tener también en cuenta que el sistema internacional de patentes
es un mecanismo mediante el cual las economías de los países del tercer m u n d o
pueden integrarse en el sistema mundial capitalista. E n virtud del sistema inter-
nacional de patentes las periferias se ven atraídas hacia la red internacional unilateral
de la información tecnológica; las patentes son un medio de monopolizar la infor-
mación. Merced a este monopolio, el "metapoder" de las empresas transnacionales
—el poder de determinar relaciones de poder entre metrópolis y periferias, por
citar a Dieter Senghaas— se ve enormemente acrecido, aunque no es ni muchísimo
menos la base única de su poder30. Este ejemplo, junto con otros muchos que aquí
se mencionan, indica que el sistema internacional de patentes juega un importante
Las patentes internacionales, 343
medio de dominación tecnológica

papel suplementario en la consolidación de las estructuras de dominación


internacional.
C o m o antes apuntábamos, el sistema de patentes tiene también aspectos
cualitativos relacionados con las corrientes de información que discurren entre
naciones y sociedades industriales. Vaitsos h a señalado que hay dos dimensiones
subyacentes al sistema económico internacional: poder y saber. E n su opinión,
los elementos de poder consisten en las actividades mundiales de las empresas
transnacionales y su control centralizado de las decisiones ejecutivas así c o m o de
otros factores institucionales. El saber puede definirse, apartándonos un tanto de la
idea de Vaitsos, c o m o conocimiento de las diversas opciones y alternativas a
disposición de una compañía transnacional dada. Pueden éstas referirse al abaste-
cimiento de materias primas, a las oportunidades de exportación y de inversión, así
c o m o de información tecnológica sobre productos y procedimientos en un deter-
minado sector de la economía 31 . Las patentes son u n componente importante de
esta clase de saber, toda vez que pueden utilizarse para monopolizar la producción
y de ese m o d o dirigir las pautas del comercio y la inversión internacional. L a domi-
nación basada en el saber h a aumentado probablemente su importancia en el
sistema económico internacional, quizás a expensas, en parte, de la pura fuerza del
capital.
Helge H v e e m se ha acercado mucho a este concepto en su análisis de la
estructura tecnocapitalista del sistema internacional, la cual define c o m o una
estructura de control caracterizada por la fusión de tecnología, información y
capital en el marco de la división internacional acumulativa del trabajo. También
hace hincapié en que, antes de que podamos hablar de una perfecta estructura
tecnocapitalista, la tecnología superior y la información deben combinarse con
una posición monopolista y altos grados de autosuficiencia del capital32. Esto
refuerza mi opinión de que es erróneo considerar las patentes y la información sobre
tecnología c o m o grandes fuerzas impulsoras en el hoy desproporcionado e injusto
sistema internacional. M á s bien son instrumentos y mecanismos mediante los cuales
las compañías transnacionales en posiciones monopolísticas consiguen preservar su
influjo frente a competidores nacionales e internacionales y aun fortalecerlo en
algunos casos. L a desigual distribución del capital y las consiguientes relaciones
asimétricas garantizan que las relaciones tecnológicas sean también asimétricas,
muchas veces incluso en u n m a y o r grado.
U n a variable fundamental interpuesta entre la distribución de la fuerza de
capital y la del saber tecnológico es la distribución, sumamente desigual, de los
recursos científicos del planeta. Sin aspirar a ningún análisis exhaustivo, podemos
señalar que los países industriales controlan sobre el 90 por ciento de las activi-
dades científicas llevadas a cabo en todo el m u n d o , y en algunos casos incluso m á s .
E n la mayor parte de los campos de la investigación las grandes multinacionales
se encuentran en una posición dominante.
344 Raimo Vãyrynen

Las patentes y el comercio internacional

Las patentes, las concesiones de licencia y otros convenios tecnológicos tienen


probablemente más influencia sobre la dirección y composición del comercio inter-
nacional de lo que generalmente se supone. L a calidad y la cantidad de las
corrientes del comercio internacional vienen determinadas n o sólo por las dota-
ciones de factores y las diferencias de capacidad entre las naciones, sino también
por diversos ordenamientos institucionales de los que los convenios sobre tecno-
logía n o son más que una parte. Las patentes y las concesiones de licencia son
medios en virtud de los cuales las multinacionales organizan sus redes operativas
repartiendo los mercados entrefilialesasí c o m o entre concesionarios de licencias.
Cuando se recurre a las patentes para monopolizar ciertos mercados, lo m á s
frecuente es que la producción local sencillamente no se acometa, mientras que la
protección conferida por la patente elimina también a otras sociedades. E n tales
casos, la exportación constituye la principal estrategia seguida por el propietario
de la patente.
L a concesión a un país extranjero del derecho de explotar una técnica paten-
tada puede servir a propósitos ofensivos o defensivos. E n el primer caso puede
constituir una etapa transitoria en el proceso de apropiación de las empresas
nacionales, eliminando la competencia y conquistando virtualmente el mercado 33 .
Patentes y licencias pueden también ser parte, sin embargo, de una estrategia defen-
siva: la tecnología se le vende a un país dado no con miras a privilegios monopolistas
anticipados, sino porque, de no hacerlo así, otra sociedad se encargaría de ello y se
perderían los mercados 34 . Las concesiones de licencia son también u n medio de
segmentar los mercados. H a y pruebas de que las sociedades raras veces ceden su
tecnología a competidores nacionales, estableciéndose m á s bien los acuerdos con
sociedades extranjeras35.
U n a estrategia general de las multinacionales es la que consiste en integrar a
lasfilialeslocales en la división global del trabajo de la sociedad correspondiente,
procurando así que su papel sea lo más provechoso y funcional posible. Esto significa,
a su vez, que suelen hallarse firmemente integradas en los esquemas mundiales de
compra de material, determinación de precios, disposiciones sobre créditos, etc.
El abastecedor de tecnología decide así en m u y amplia medida las condiciones en que
se mueve el comprador, ya sea éste u n afilial,u n concesionario de licencia o bien
una parte integrante de algún acuerdo tecnológico. E n otras palabras, las condi-
ciones de estos acuerdos, cuyos costos van a cargo del comprador, no son tan sólo
estrictamente financieras, sino que alcanzan a unos aspectos estructurales m á s
generales que también determinan las condiciones de la transferencia de tecnología.
Los acuerdos sobre cesión de tecnología incluyen con bastante frecuencia
cláusulas restrictivas referentes a la exportación de productos fabricados al
amparo de patentes y licencias. Es esto posible porque la legislación sobre patentes
de prácticamente todos los países confiere a los propietarios el derecho a controlar
Las patentes internacionales, 345
medio de dominación tecnológica

las condiciones de venta. El objeto de las restricciones a la exportación es princi-


palmente controlar la competencia entre los concesionarios de licencias34. Los
efectos de estas restricciones sobre los concesionarios de licencias son u n tanto
difíciles de juzgar; por una parte sufren económicamente con la pérdida de mer-
cados de exportación, mientras que por la otra pueden ganar merced a la elimi-
nación de competencia extranjera.
H a y poca información sistemática en cuanto a aplicación de restricciones
a la exportación en relación con los contratos sobre licencias. Datos disponibles
indican, n o obstante, que las cláusulas con expresión de tales restricciones son
bastante corrientes en los convenios tecnológicos. Vaitsos h a analizado una serie
de contratos en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, descubriendo que en u n 80 por
ciento aproximado las exportaciones eran objeto de total prohibición y en u n 5 por
ciento se prohibían parcialmente37. Algunos estudios referentes a la India y Fili-
pinas revelan que son allí menos corrientes los vetos totales o parciales a las
exportaciones, ya que entre todos los convenios en vigor su proporción asciende al
55 por ciento m á s o menos en la India y a u n 33 por ciento aproximado en Fili-
pinas38. Ciertas investigaciones vienen también a demostrar que las restricciones a
la exportación son m á s frecuentes en el caso de contratos sobre licencia con
compañías nacionales que confilialesde una multinacional, sobre las que el
dominio es absoluto, o con empresas mancomunadas 3 9 . El grado de control del
concesionario de licencia es aquí probablemente u n factor crítico.
C o m o ya hemos señalado, varias cláusulas condicionantes que restringen la
selección de fuentes de compra constituyen una frecuente estrategia de que se valen
las transnacionales para aplicar su influjo tecnológico, especialmente en países
subdesarrollados. Vaitsos ha puesto de manifiesto, por ejemplo, que el 67 por
ciento de los contratos firmados por empresas bolivianas, ecuatorianas y peruanas
con multinacionales contienen varios tipos de cláusulas condicionantes referentes a
las fuentes de compra, mientras que en el 33 por ciento restante se permite explí-
citamente la libre importación. E n la India, el 12 por ciento de todos los acuerdos
en vigor contenían cláusulas sobre compras restringidas, mientras que en lo tocante
a Filipinas la proporción era del 26 por ciento40.
Algunos contratos sobre tecnología pueden contener incluso prohibiciones
sobre el empleo de materiales locales. Dentro del ámbito de las multinacionales,
esto también ocurre m u y frecuentemente sin ningún tipo de restricciones explícitas,
c o m o claramente revela un análisis de tres empresas transnacionales que operan en
Kenya, en la industria del jabón. Nadie ha efectuado inversiones para explotar las
fuentes locales de materias primas para la producción de jabón. Generalmente se
las compra, especialmente para la fabricación de productos de marca interna-
cional, a proveedores internacionales aprobados por la casa madre. U n a conse-
cuencia de esta práctica es que n o se establecen vínculos locales y que la economía
del país huésped n o obtiene beneficios de ninguna consideración41.
L o pernicioso de estas prácticas restrictivas queda bien de relieve en un
346 Raimo Vãyrynen

reciente informe de las Naciones Unidas: "Las cláusulas restrictivas sobre compras
relacionadas con la transferencia de tecnología n o sólo afectan a los costos de
producción mediante el encarecimiento de los factores de producción sino que
pueden tener importantes efectos indirectos sobre la sustitución de importaciones,
diversificación de exportaciones y esfuerzos de crecimiento de los países en desa-
rrollo. Cuando la fuente de abastecimiento es determinada por el proveedor más que
por el destinatario de tecnología, sólo cabe esperar una inclinación de la balanza a
favor de las técnicas importaciones, y puesto que la tecnología importada procede
de países desarrollados por lo general se adapta mal a los factores de producción
indígenas y a los recursos de los países en desarrollo. Estos dos inconvenientes
contribuyen a elevar los costos de producción en los países en desarrollo y a hacer
el producto resultante menos competitivo en los mercados mundiales. El elevado
costo de la tecnología y de los factores de producción importados no sólo impone
una pesada carga sobre la balanza de pagos de los países en desarrollo, sino que
junto con la reducción de posibilidades de exportación, frena el crecimiento de su
economía impidiendo las conexiones en los dos sentidos"12.

Las regalías y su relación


con la transferencia de tecnología

Las patentes pueden emplearse de tres maneras: n o haciendo ningún uso de ellas,
aplicándolas el propietario a sus propias operaciones, en su país o en el extranjero,
o cediéndolas mediante licencia a terceras partes. Según Taylor y Silberstone, u n a
licencia de patente es un documento en que se exponen las características de dicha
patente, la duración de la licencia y las condiciones y pagos estipulados43; estos
últimos comúnmente denominados regalías.
N o existen datos exactos sobre el alcance de las operaciones relacionadas con
el empleo de las patentes, y por esto mismo sólo es posible dar algunas aproxi-
maciones. El cuadro 5 ofrece una visión m u y general del alcance y desenvolvi-
miento del "comercio exterior" de patentes y licencias respecto a unos cuantos
países importantes44.
El cuadro es revelador por cuanto muestra claramente la preponderancia de
los Estados Unidos de América en el mercado de patentes; en 1971 obtuvo unas once
veces más por derechos y regalías de lo que tuvo que pagar. D e los restantes países,
sólo Reino Unido muestra un ligero superávit. Si prescindimos del Japón, que está
justificado por su bajo nivel inicial de cobros, observamos que en todos los demás
países los pagos por patentes y licencias aumentan m á s rápidamente que los cobros
por el mismo concepto. Esto m i s m o puede decirse también con respecto a los
Estados Unidos de América, pero su enorme superávit absoluto significa que el
hecho no tiene ningún impacto profundo sobre su posición. Otros países, en
cambio, quizá están viendo aumentar su dependencia de la superioridad tecno-
Las patentes internacionales, 347
medio de dominación tecnológica

C U A D R O 5. Comercio de patentes y licencias, 1960-1971


(en millones de dólares de los Estados Unidos)

Relación
pagos/cobros
1960 1964 1971 en 1971

Estados Unidos de América


Cobros 650 1057 2 465 0,09
Pagos 67 127 218
Reino Unido
Cobros 123 283 0,94
Pagos 115 265
Francia
Cobros 48 144 264 1,70
Pagos 91 191 450
República Federal de Alemania
Cobros 62 149 2,72
Pagos 153 405
Japón
Cobros 2 14 60 8,13
Pagos 95 156 488
Suécia
Cobros 10 16 3,37
Pagos 25 54

lógica norteamericana, lo cual parece especialmente plausible en el caso de Francia.


U n a cuantiosa proporción de los ingresos percibidos por los Estados Unidos
de América por patentes y licencias procede defilialesextranjeras de compañías
transnacionales; en 1972, se obtuvo por conducto de las mismas la suma de
2 100 millones de dólares, frente a sólo 700 millones obtenidos de compañías
independientes. Los ingresos procedentes defilialescrecen también con mayor
rapidez (14,8 por ciento anual de 1965 a 1972) que los que dimanan de sociedades
independientes, cuyo porcentaje correspondiente al mismo periodo fue de 10,6.
Pueden complementarse estos datos con la información facilitada por Claes
Brundenius, quien señala que, en Chile, del 90 al 100 por ciento de las regalías por
licencias pagados porfilialesfueron remitidos a las casas matrices allende las
fronteras. E n cuatro de los siete casos (du Pont, Philips, Unilever y Bata) se envió a
la casa matriz la totalidad de los pagos por regalías45. Estas pruebas fehacientes
indican que las operaciones internas de las multinacionales se tornan relativamente
m á s importantes —y estas conclusiones pueden hacerse también extensivas al
comercio dentro del ámbito de las mismas—, creando mayores posibilidades de
manipular los precios de las transferencias así c o m o el impago y la evasión de
impuestos48. E n el cuadro 6 se ilustran las fuentes de ingresos por patentes y
licencias de los Estados Unidos de América, con especificación diferenciada entre
ingresos procedentes defilialesen el extranjero y compañías independientes47:
348 Raimo Vãyrynen

C U A D R O 6. Ingresos percibidos por los Estados Unidos de América


por patentes y licencias, entre 1946 y 1972 (en millones de dólares)

Europa América Resto


Occidental Canadá Latina del m u n d o

Total 1 2 l 2 1 2 1 ->

1946 64 10 24 26 4
1950 126 19 24 45 38
1955 291 45 82 34 17 51 10 28 24
1960 650 131 140 95 23 96 20 75 64
1965 1259 381 189 185 27 174 24 194 95
1970 2 203 700 252 320 35 264 47 336 229
1972 2 760 957 276 395 41 222 48 466 365
1. Ingresos procedentes defilialesen el extranjero.
2. Ingresos procedentes de sociedades extranjeras independientes.

El cuadro indica con perfecta claridad c ó m o los ingresos procedentes de


filiales en el extranjero han crecido m u c h o m á s rápidamente que las ganancias
proporcionadas por sociedades independientes. M u y especialmente es éste el caso
de Europa Occidental y Canadá, de vital importancia ambas desde el punto de
vista de las sociedades transnacionales estadounidenses. A decir verdad, los ingresos
procedentes de América Latina muestran u n crecimiento m u c h o más lento que las
ganancias proporcionadas por los países capitalistas desarrollados, y, por otra parte,
se hallan en términos absolutos a un nivel m u y inferior.
L a categoría "Resto del m u n d o " es un tanto excepcional, debido simple-
mente al efecto de la evolución del Japón. A partir de 1960 existe información
detallada sobre pagos japoneses a los Estados Unidos de América. Si eliminamos
éstos de las cifras indicadas en "Resto del m u n d o " , obtendremos la siguiente
secuencia temporal: ingresos procedentes defilialesen el extranjero: 67 millones
de dólares en 1960, 174 millones en 1965, 270 millones en 1970 y 365 millones
en 1972. Las cifras que corresponden a ingresos procedentes de sociedades extran-
jeras independientes son 16 millones de dólares, 29 millones y 60 millones respecti-
vamente. Esto quiere decir que el "Resto del m u n d o " , excluido el Japón, sigue las
mismas pautas puestas de manifiesto en otras regiones principales del globo. El
caso del Japón es, sin embargo, excepcional, porque los pagos proceden de
compañías nacionales japonesas y no defilialesde multinacionales de los Estados
Unidos de América, sin duda porque la presencia extranjera en la economía japonesa
es, en general, bastante modesta y en consecuencia no pueden provenir las regalías
de esta fuente sin m á s .
Los cambios en las fuentes de regalías y pagos diversos han seguido bastante
de cerca las variaciones en la distribución regional de las inversiones de los Estados
Unidos de América en el extranjero, que durante el periodo de postguerra fueron
Las patentes internacionales, 349
medio de dominación tecnológica

pasando con ritmo creciente de las economías latinoamericanas a las de Europa


Occidental. E n 1946, alrededor de un 80 por ciento de todas las regalías procedía
del hemisferio occidental, mientras que en 1972 este porcentaje había descendido
m u y notablemente hasta u n 30, en tanto el correspondiente a Europa Occidental
se remontaba en el mismo periodo del 15 a casi el 35 por ciento. Si examinamos
solamente el porcentaje de América Latina vemos enseguida que ha bajado de
un 40 a un 12 por ciento. E n general esto significa que Europa Occidental y Japón,
cuya cota ha aumentado de 9 a 13 por ciento, han ido haciéndose cada vez m á s
interesantes para las sociedades transnacionales de los Estados Unidos de América.
C o n todo, América Latina n o carece totalmente de interés para dichas entidades;
según mis propios cálculos, alrededor del 55 por ciento de todas las regalías
procedentes del tercer m u n d o provienen de esta fuente.
Son muchas las pruebas indicativas de que los pagos por tecnología han
pasado a ser complementos cada vez m á s importantes de la repatriación de bene-
ficios. Claes Brundenius ha llegado a la conclusión de que la cuota de repatriación de
beneficios encubierta (disfrazada por tecnología) de las remesas de beneficios
oficialmente declaradas, aumentó, en las relaciones Estados Unidos de América-
América Latina, del 7,4 por ciento en 1951-1955, pasando por el 8,6 por ciento
en 1956-1960 y el 12,5 por ciento en 1961-1965, al 17,2 por ciento en 1966-1970.
E n otras palabras, los pagos por tecnología —regalías, derechos por licencia y
arriendos— se han convertido en un medio cada vez más importante de transferir
fondos desde lasfilialesa las casas matrices. Según Brundenius, esta forma de repa-
triación de beneficios encubierta desde los países de América Latina a los Estados
Unidos de América ascendió a un total de 2 500 millones de dólares durante
el periodo 1951-197048.
M i ejemplofinalsobre regalías se refiere a Finlandia, que ha experimentado
un balance de regalías en constante empeoramiento, lo mismo que muchos otros
países, c o m o se indica en el cuadro 7 49 .
Los pagos aumentaron más del cuádruple en siete años, mientras que los
cobros se mantuvieron casi constantes, o incluso descendieron. Esto trajo c o m o
consecuencia u n balance de regalías en progresivo deterioro, pagado principalmente
por las industrias de maquinaria, química, farmacéutica y alimentaria, que abonan
entre todas u n poco menos de la mitad, sobre todo a sociedades farmacéuticas

C U A D R O 7. Balance de regalías en Finlandia en 1968-1975


(en millones de marcos finlandeses)

1968 1970 1973 1975

Pagos al extranjero 40 56 108 170


Cobros del extranjero 7 8 1 5
Saldo —33 —48 —107 —165
350 Raimo Vâyrynen

suizas, empresas químicas inglesas y de la República Federal de Alemania, así c o m o


a Unilever y Nestlé. N o deja de ser irónico, por supuesto, que las compañías finlan-
desas paguen m á s regalías (1,8 millones de dólares) a compañías extranjeras por
patentes y licencias relacionadas con industrias alimentarias, en lo que Finlandia
debería sobresalir e ir en cabeza, de lo que comúnmente ha obtenido vendiendo
patentes y licencias en el extranjero. A mi m o d o de ver, este ejemplo muestra de
una forma harto reveladora cuan dependientes son las pequeñas potencias. Algunas
características interesantes de la cesión internacional de tecnología mediante
licencia son las descubiertas por Robert Wilson, que ha investigado las relaciones
entre la concesión de licencia a nivel nacional e internacional. Comparando los
ingresos por regalías procedentes defirmasnacionales con los recibidos de socie-
dades extranjeras independientes, comprobó que las empresas de los Estados
Unidos de América percibían el 56 por ciento y las japonesas el 77 por ciento de sus
ingresos totales del extranjero. Wilson, no obstante, pasó por alto que el grueso de
las ganancias por regalías provenía, al menos en el caso de las empresas de los Estados
Unidos de América, de susfilialesubicadas en el extranjero, y por eso sus compara-
ciones nos descubren sólo una parte de la verdad. Esto no invalida su conclusión
de que existen fuertes tendencias oligopolísticas en elflujode regalías internacio-
nales creadas mediante la estrategia de vender tecnología a empresas extranjeras
m á s que a firmas competidoras del m i s m o país a condición de que las empresas
extranjeras se comprometan a mantenerse apartadas de los mercados básicos del
concedente60.

Tentativas de reforma del sistema internacional


de patentes

Considerando el carácter tan sumamente injusto y discriminador del sistema inter-


nacional de patentes, es comprensible que se haya visto impugnado. Las naciones
en situación m á s vulnerable, pero aún con espíritu de iniciativa, han intendado modi-
ficar el sistema de patentes. E n 1961, el gobierno brasileño planteó la cuestión de la
reforma del sistema internacional de patentes ante la Asamblea General de las
Naciones Unidas. E n consecuencia, el 19 de diciembre de 1961, la Asamblea
General aprobó una resolución (1713/XVI) que requería del Secretario General
la preparación de un informe sobre legislación relativa a patentes en diversos países,
sobre el impacto eocnómico de las patentes así c o m o sobre la conveniencia de
celebrar una conferencia internacional acerca de esta cuestión. El referido informe,
basado en cuestionarios enviados a 54 gobiernos y 16 organizaciones interna-
cionales, se publicó en 196461. Respondieron al cuestionario 12 países, la mayoría
de los cuales se mostraban a favor del sistema de patentes; sólo la India, el Líbano y
C u b a adoptaban actitudes críticas respecto al mismo 6 2 .
Esto indica que, durante la década de 1960, muchos países en desarrollo se
Las patentes internacionales, 351
medio de dominación tecnológica

mostraban más inclinados a entrar en las convenciones internacionales existentes


que a oponerse al sistema de patentes imperante. Desde los comienzos de esa década
de los sesenta las críticas han ido ganando terreno poco a poco, tanto en contextos
nacionales c o m o internacionales. A nivel nacional, países c o m o Brasil, México y
la India han sido los más vehementes propugnadores de la necesidad de revisar el
sistema de patentes actual. Así, el gobierno brasileño, por ejemplo, insiste en que
la aprobación oficial de los contratos de concesión de patente presuponga que el
concesionario explote efectivamente la patente otorgada y no la utilice simplemente
para justificar el pago de regalías. Además, la legislación brasileña dispone que
"todos los derechos por mejoras que el concesionario aporte al producto o al
proceso de elaboración le correspondan a él", y n o al propietario de la patente.
E n la India se halla en vigor u n a disposición según la cual los pagos por regalías
deben limitarse normalmente a u n periodo de cinco años desde el comienzo de la
producción y a un periodo m á x i m o de siete años desde la firma de los convenios53.
L a legislación mejicana sobre patentes ha sido bastante estricta hasta el
presente, pero existen planes para hacerla todavía m á s rigurosa. Alfinalde su
mandato presidencial, Luis Echeverría propuso una nueva serie de leyes sobre
patentes que incluían, inter alia, la eliminación de las patentes para fabricación de
productos farmacéuticos y químicos, industria alimentaria, agricultura, equipo anti-
polución y energía nuclear. El sistema de patentes sería sustituido en estos sectores
por certificados de invención que permiten el pago de regalías, pero impiden el
control de las licencias. E n aquellos campos donde siguieran permitiéndose las
patentes, la duración de las que a partir de entonces se concediesen se reduciría de
quince a diez años. Las empresas que no hayan hecho uso de las patentes antes de
transcurridos tres años desde su registro, se exponen a que les sean anuladas y
expropiadas. Finalmente, una de las disposiciones establece que el gobierno está
facultado para proscribir marcas de fábrica. Por razones fáciles de comprender,
los esfuerzos mejicanos por aumentar el control nacional de su sistema de patentes
han creado recelos y oposición entre las sociedades transnacionales64.
A juzgar por estos pocos ejemplos, estimo que la nueva atmósfera de las
relaciones económicas internacionales, caracterizada por exigencias de u n nuevo
orden económico internacional así c o m o por tentativas para el logro de una mayor
confianza de las naciones y de la colectividad en sí mismas, habrá de tener también
algún efecto sobre el sistema internacional de patentes. Los empeños nacionales
por revisar la legislación sobre patentes han sido escasos, limitándose a aquellos
países del tercer m u n d o relativamente fuertes que poseen una cierta autonomía en las
relaciones internacionales.
Las tendencias recientes indican que entre las reformas de más probable rea-
lización se cuentan la creciente aplicación de medidas compulsivas en las conce-
siones de licencias, las restricciones en los pagos de derechos y regalías relacionados
con patentes, el acortamiento de la duración de las patentes e incluso a suprimir
la concesión de patentes en algunos campos en que los abusos son bastante
352 Raimo Vãyrynen

corrientes o cuya importancia se considera básica. Entre los instrumentos legales


es fundamental la Convención de París. Desde el punto de vista de los países en
desarrollo, ésta contiene errores tanto de comisión c o m o de omisión. Vaitsos ha
alegado que debería modificarse particularmente el artículo 5, a fin de permitir,
inter alia, la licencia automática obligatoria así c o m o la supresión de toda regalía
sobre las importaciones. La adopción de la licencia automática obligatoria signi-
ficaría la abolición de la exclusividad de las patentes y con ello las transformaría
parcialmente en bienes colectivos. Por otra parte, podrían añadirse disposiciones
a la Convención de París, relacionadas principalmente con los diversos criterios
sobre patentabilidad56.
Vaitsos se dirige en sus consejos a aquellos que desean trabajar por el cambio
en el sistema internacional de patentes. U n a tarea similar es la emprendida por un
seminario de 15 destacados especialistas que trabajan bajo los auspicios de la
Conferencia Pugwash sobre Ciencia y problemas internacionales, que en fecha
reciente ha lanzado u n proyecto de código de comportamiento para la transferencia
de tecnología66. Su objetivo es la implantación de normas de comportamiento
generales y equitativas en el comercio internacional de tecnología mediante el
fomento de intercambios mutuamente beneficiosos de tecnología en propiedad y la
imposición de precios justos para estas transacciones así c o m o la expansión del
caudal de tecnología de libre disponibilidad sobre unas bases no discriminatorias.
El código Pugwash no contiene en realidad recomendaciones específicas,
sino m á s bien enumera casos en los que se propone cambiar la situación actual.
Según ese código, estos cambios afectarían principalmente a varias prácticas
comerciales restrictivas, c o m o las restricciones a la exportación y la importación
y otros acuerdos comerciales exclusivos determinados por el propietario de la
tecnología, las prácticas inicuas de participación en la dirección de las empresas
que reciben tecnología mediante el sistema de regalías, así c o m o también a los
diversos acuerdosfinancierosque benefician sólo a una de las partes que intervienen
en la operación de transferencia de tecnología. E n general puede decirse que el
grupo Pugwash parte de unas premisas que favorecen el crecimiento constante de
la tecnología y acepta en gran medida el marco general de las actuales relaciones
económicas internacionales. Por otra parte, es evidente que la puesta en práctica
del código Pugwash orientaría el mercado tecnológico en una dirección m u c h o
m á s equitativa.
L a U N C T A D ha constituido el foro más importante de discusiones sobre la
transferencia de tecnología, incluido el sistema de patentes. U n a cierta culminación
en dicho debate fue la alcanzada en m a y o de 1975 cuando el G r u p o de los 77
presentó un detallado código de comportamiento sobre la transferencia de tecno-
logía. Este proyecto de código fue redactado por u n contingente de expertos de
países en desarrollo, y, dicho sea de paso, puede observarse que es en muchos
aspectos similar al código Pugwash. Los principales rasgos del código elaborado
por el Grupo de los 77 son su universalidad (aplicable a todos los países), su flexi-
Las patentes internacionales, 353
medio de dominación tecnológica

bilidad (todos los países tienen derecho a configurar su legislación y su política


propias) y su carácter legal (sus disposiciones tendrían carácter obligatorio). Era de
prever que las principales potencias occidentales no podrían aceptar este código,
aunque hubo consenso respecto a algunos puntos específicos. Cuando, en
diciembre de 1975, el Grupo de los 77 presentó su proyecto de código ante la C o m i -
sión para la Transferencia de Tecnología, las potencias occidentales elevaron
simultáneamente una contrapropuesta de análoga extensión y cobertura57.
E n septiembre de 1975, la Séptima Sesión Extraordinaria de la Asamblea
General de las Naciones Unidas adoptó la resolución 3362 (S-VII) siguiente:
"Todos los Estados deben cooperar en la elaboración de u n código internacional
de comportamiento para la transferencia de tecnología que se adapte, en particular,
a las especiales necesidades de los países en desarrollo. La redacción de este código
debe por tanto proseguirse en el seno de la Conferencia de las Naciones Unidas
para el Comercio y el Desarrollo y ser concluido a tiempo para que puedan tomarse
decisiones sobre el caso en la cuarta sesión de la Conferencia, entre otras una
decisión sobre el carácter legal de dicho código con miras a la adopción de u n
código de comportamiento antes de quefinaliceel año 1977. Deben examinarse y
revisarse las convenciones internacionales sobre patentes y marcas comerciales
para acomodarlas, en particular, a las especiales necesidades de los países en
desarrollo, a fin de que estas convenciones lleguen a ser instrumentos m á s satis-
factorios para ayudar a los países en desarrollo en la transferencia y explotación
de tecnología. Los sistemas nacionales de patentes deben ser concertados sin
demora con el sistema internacional de patentes en su forma revisada".
L a cuarta sesión de la U N C T A D , celebrada en Nairobi en m a y o de 1976,
fue incapaz, sin embargo, de dar satisfacción a esta demanda. C o m o era de esperar,
el mayor desacuerdo giró en torno el carácter legalmente obligatorio del proyecto
elaborado por el Grupo de los 77, pronunciándose las potencias occidentales por
un código de carácter voluntario. Por último, y a fin de evitar la llegada a un
absoluto punto muerto, la Conferencia recomendó que se acelerasen los trabajos
de elaboración de u n proyecto de código de comportamiento internacional con
objeto de que pudiera estar concluido para mediados de 1977. Se decidió además
establecer u n grupo de expertos intergubernamental, abierto a todos los países
miembros, y se pidió a la Asamblea General que convocase una conferencia de las
Naciones Unidas bajo los auspicios de la U N C T A D , para fines de 1977, con
objeto de dar término al código de comportamiento sobre la transferencia de
tecnología.
La Conferencia de la U N C T A D también adoptó una resolución instando
se acometiera la revisión de la Convención de París. Esta resolución declaraba,
inter alia, que la revisión del sistema internacional de patentes debía tomar en cuenta
la necesidad de promover una transferencia de tecnología eficaz a los países en
desarrollo bajo unas condiciones razonables y justas; la necesidad de impedir,
mediante disposiciones al efecto, el abuso de los derechos sobre patentes, así
354 Raimo Vãyrynen

c o m o de aumentar la probabilidad de que las mismas se pusieran realmente en


explotación en los países en desarrollo, y, por último, la necesidad de ampliar el
acceso a una utilización de la documentación sobre patentes por parte de dichos
países68. Estas peticiones corresponden, en líneas generales, con las ideas expuestas
por los países en desarrollo propugnando la revisión del sistema internacional de
patentes, pero por otra parte muchas de las peticiones decisivas han sido dese-
chadas y la redacción de la resolución de la U N C T A D es en general bastante
ambigua y cautelosa.

Conclusión

Las ideas aquí expuestas interesan principalmente a las implicaciones de las


patentes para el sistema internacional en general y para las relaciones entre países
desarrollados y en desarrollo en particular. Tal vez sea posible captar lo esencial
de dichas implicaciones citando u n informe de la O N U que dice:
"Para los países en desarrollo, el elevado costo de la tecnología constituye
especial motivo de preocupación, ya que el caudal de transacciones sobre patentes
discurre virtualmente en dirección única. Cuando negocian con sociedades multi-
nacionales sobre una base global, raras veces saben el precio pagado por la tecno-
logía, a menos que venga clara y distintamente especificado en forma de regalías
y emolumentos técnicos. Los derechos de propiedad pueden utilizarse n o sólo
para hinchar los costos de transferencia sino también para añadir una serie de
requisitos y condiciones que pueden afectar adversamente a los intereses de explo-
tación del país receptor... U n o de los problemas que la revisión n o debería pasar
por alto es el planteado por el hecho de que las empresas transnacionales suelen
llevar sus patentes a todos los países en que se instalan con objeto de proteger sus
innovaciones, aunque en algunos de estos países el proceso puede luego n o apli-
carse o el producto no estar disponible. E n ese caso, la patente queda en realidad
infecunda e impide toda producción competidora"69.
Quiere esto decir que el alto grado de monopolización imperante en los
mercados de tecnología ha hecho posible que los que disponen del control de la
misma empleen patentes, licencias y marcas de fábrica c o m o expedientes mediante
los cuales puede ser regulado elflujointernacional de tecnología en beneficio de sus
intereses. D e ahí que las patentes, por ejemplo, impidan m á s que fomenten la
transferencia de tecnología a los países periféricos60.
Pese al alto grado de monopolización que existe en el comercio de tecno-
logía, éste n o es sin embargo monolítico. El trabajo llevado a cabo por R a y m o n d
Duvall y otros indica que si se toman los países c o m o unidades de análisis, las
correlaciones entre los índices de bienes de inversión importados, así c o m o
patentes y marcas extranjeras, y valores nacionales, son relativamente altas, pero
siguen representado fenómenos distintos. El coeficiente de correlación entre marcas
Las patentes internacionales, 355
medio de dominación tecnológica

depositadas y patentes era de 0,44, entre patentes y bienes de equipo de 0,47 y entre
bienes de equipo y marcas depositadas de 0,7161. Estas correlaciones indican que, si
bien se da a nivel internacional u n cierto grado de acumulación en dependencia
tecnológica, no es ni muchísimo menos absoluto. Existen, n o obstante, algunos
fallos, toda vez que el grado de dependencia tecnológica no puede realmente inves-
tigarse mediante este tipo de análisis; primero, porque faltan datos, y segundo,
porque el papel de las sociedades transnacionales se deja intacto. Algunos análisis
modestos que aquí se citan, por ejemplo los estudios monográficos de Argentina
y Finlandia, indican que más o m e n o s las mismas transnacionales, especialmente las
que operan en los sectores electrotécnico, farmacéutico y químico, dominan el
sistema de patentes de países periféricos e incluso industriales. Esto, a su vez,
tiende a ratificar la conclusión de que el modelo estructural óptimo del sistema
internacional que describe el carácter de dependencia tecnológica puede obtenerse
combinando rasgos apropiados del modelo de difusión unipolar y del modelo
feudal.
El sistema internacional de patentes no genera dependencia tecnológica/w se,
sino que, c o m o repetidamente h e m o s destacado, es m á s bien u n medio de regular
la aplicación del saber tecnológico en diferentes tipos de países y por diferentes
tipos de empresas. Básicamente, el sistema internacional de patentes, junto con
otros mecanismos pertinentes, regula el proceso de quién se industrializa, c ó m o y
bajo qué condiciones. Regalías y derechos, a su vez, son mecanismos merced a los
cuales se distribuye una parte de los beneficios producidos por el saber tecnológico.
C o m o hemos hecho ver, esta distribución muestra una fuerte tendencia a favorecer
a los países capitalistas desarrollados y en particular a los Estados Unidos de
América y, por otra parte, es desventajosa para los países en desarrollo, que n o
pueden decidir libremente qué clase de tecnología quieren y necesitan, y dónde
pueden vender sus productos. Bien al contrario, los contratos sobre patentes y
licencias incluyen diversos tipos de restricciones tanto respecto a importaciones de
materias primas y a exportaciones de productos elaborados y semielaborados c o m o
sobre sus precios. Dadas estas premisas, está justificado, a mi juicio, concluir que
una revisión del sistema internacional de patentes disminuiría la dominación
tecnológica y económica ejercida por los principales países capitalistas sobre la parte
del m u n d o que se halla en desarrollo, aumentado la autonomía de esta última. U n a
revisión del sistema internacional de patentes n o puede conducir, sin embargo, a
consecuencias drásticas de ningún género: a lo m á s , tendría u n impacto limitado.

[Traducido del inglés]


356 Raimo Väyrynen

Notas

1
"The role of the patent System in the Transfer cabeza de puente, véase Johan Galtung, A
of Technology to Developing Countries", structural theory of imperialism, Journal of
p. 1, Nueva York, U N C T A D (TD/B/AC.1 1/19/ peace research, n.° 2 , 1971, p . 81-118.
18
REV.l), 1975. T a r m o Koskinen y Seppo Lehtonen, Innovaatiot
2
Para una formulación inicial de la teoría de los historian vetureina [Las innovaciones c o m o
bienes colectivos véase Mancur Olsson, The locomotoras de la historia]. Escuela de Eco-
logic of collective action. Public goods and the nomía de Vaasa, Vaasa (Finlandia), 1975,
theory of groups, Nueva Y o r k , 1965. p . 43-44. (Publicaciones 4.)
3 19
Constantine Vaitsos, Patents revisited: their func- Véase Raimo Väyrynen, Relations between the
tion in developing countries, Journal of devel- nordic countries and the European C o m -
opment studies, 1, 1972, p. 71-72; Intercountry munity: A n analysis of main trends, Instant
income distribution and transnational enter- research on peace and violence, n.° 2, 1974,
prises, Oxford, 1974, p . 78-79. p . 93-94.
4 20
Véase, por ejemplo, " T h e role of the patent Para m á s detalles, véase Annersted y Gustavsson,
System...", op. cit., 1975, p . 2 , y Manfred op. cit., 1975, p . 62; Greer, op. cit., 1973,
Zipfel, Kapitalistischer Patentschutz im Dients p . 230; Constantine Vaitsos, " T h e process
neokolonialisticher Politik, IPW-Berichte, 6, of commercialization of technology in the
1973, p . 39-41. andean pact", en H u g o Radice (ed.), Inter-
5
Para información m á s detallada sobre esta tenden- nationalfirmsand modern imperialism, H a r -
cia, véase " T h e role of the Patent System...", mondsworth, 1975, p . 203.
21
op. cit., 1975, p . 39-40, y Jorge Katz, Pa- Véase Koskinen y Lehtonen, op. cit., 1975.
22
tentes, corporaciones multinacionales y tecno- Citado por Penrose, op. cit., 1973, p . 769.
23
logía: U n examen crítico de la legislación Véase Peter O'Brien y R u m a n Faruqi, Industrial
internacional, Desarrollo económico, n.° 45, property in Ethiopia, Journal of world trade
1972, p . 126-134. law, 6, 1976, p . 580-585.
6 24
Véase " T h e role of the Patent System...", op. cit., Sakari Hänninen, "Patentit ja yritysten tutkimus"
1975,p. 50-51. [Las patentes y la investigación corporativa],
7
Edith Penrose, International patenting and the en Kettil Bruun et al. (ed.), Tiedepolitiikka
less-developed countries, Economie journal, ja tutkijan vastuu [La ciencia política y la
n.°331, 1973, p . 779-783. responsabilidad de los científicos], Helsinki,
8
Sanjaya Lall, The patent system and the transfer 1976, p . 238-257; véase también R a i m o
of technology to less-developed countries, Väyrynen, " S u o m i kansainvälisessä patentti-
Journal of world trade law, 1, 1976, p. 8-9. järjestelmässä" [Finlandia en el Sistema de
9
Para información m á s detallada, véase " T h e role Patentes Internacional], en Matti Niemi (ed.),
of the Patent System...", op. cit., 1975, p . 37. Yhdekäsännet politiikan tutkimuksen päivät
10
H . P . Wiederkehr, "Science as an instrument of 6-7.1.1977: esitelmät ja raportit [Novena
politics", en Peter Heintz (ed.), A macro- Asamblea anual de la Asociación de Ciencias
sociological theory of societal systems, vol. 1, Políticas Finlandesa, 6-7 de enero de 1977: po-
Berna, 1972, p . 305-331. nencias e informes], Universidad de Helsinki,
11 Instituto de Ciencias Políticas, 1977, p . 159-
Ibid., p . 316-317.
12 176. (Informes sobre investigaciones, 45.)
Este punto lo desarrollan ampliamente Jan A n -
25
nersted y Rolf Gustavsson, Toward a new Véase " T h e role of the Patent System...", op. cit.,
international economic division of labor? Pat- 1975, p. 41.
terns of dependence and conditions for liberation26 Katz, op. cit., 1972, p . 144-145. Véase también
in the periphery of capitalism, Viborg, 1975. Miguel Wionczek, Notes on technology trans-
13
Véase, por ejemplo, Douglas Greer, The case fer through multinational enterprises in Latin
against patent systems in less developed America, Development and change, n.° 2,
countries, The journal of international law and 1976, p . 135-136.
27
economics, n.° 2 , 1973, p . 242-243. Vaitsos, op. cit., 1972, p . 78.
14 28
" T h e role of the Patent System...", op. cit., 1975, Ibid., p . 77-79 ; Vaitsos, op. cit., 1975, p . 204-205;
p . 39. Vaitsos, op. cit., 1975, passim.
15 29
Datos tomados de Wiederkehr, op. cit., 1972, Véase Koskinen y Lehtonen, op. cit., 1975, p . 35-39
p. 328-331. y 47-54.
16 30
Véase, por ejemplo, Penrose, op. cit., 1973, p . 769. Dieter Senghaas, Multinational corporations and
17
Para un examen m á s detenido de la teoría de la the third world. O n the problem of the further
Las patentes internacionales, 357
medio de dominación tecnológica

Notas {continuación)

integration of peripheries into a given structure ben una parte mayor por regalías de sus
of the international Economic System, Journal filiales en el extranjero de lo que perciben
of peace research, n.° 4, 1975, p . 275-274. merced a sus exportaciones o importaciones,
31
Véase ConstantineVaitsos, "Power, knowledge and por ejemplo. Esto viene a corroborar la renta-
development policy: relations between trans- bilidad que produce el establecimiento de una
national enterprises and developing countries", red comercial internacional en el seno mismo
en G . K . Helleiner (ed.), A world divided. The de una compañía.
4
less developed countries in the international ' Cifras calculadas a base de los datos facilitados en
economy, Cambridge, 1976, p . 113-146. M a r y Frances Teplin, U . S . International
32 transactions in royalties and fees: Their re-
Helge H v e e m , T h e global dominance system.
N otes on a theory of global political economy, lationship to the transfer of technology,
Journal of peace research, n.° 4 , 1973, p. 319- Survey of current business, diciembre de 1973,
340. p. 14-18.
33 48
Véase Dale Johnson, "Technological dependence, Brundenius, op. cit., 1973, p . 7-8.
49
patents and transnational corporations, Sci- Väyrynen, op. cit., 1977, p . 163-165.
60
ence for the people, julio de 1973, p . 6-7. Wilson, op. cit., 1977, p . 114-126.
34 51
Véase, por ejemplo, Vaitsos, op. cit., 1974. Véase The role of patents in the transfer of tech-
36
Véase Robert Wilson, International licensing of nology to developing countries, Nueva York,
technology: empirical evidence, Research pol- Organización de las Naciones Unidas, 1965.
52
icy, n.°2, 1977, p . 114-126. " T h e role of the Patent System...", op. cit., 1975,
36
Véase Edith Penrose, "Ownership and con- p. 35; Zipfel, op. cit., 1973, p . 43-44.
53
trol: Multinational firms in less developed "The role of the Patent System...", op. cit., 1975,
countries", en G . K . Helleiner (ed.), op. cit., p . 11 y 26-27.
64
1 9 7 6 , p . 165-166. Véase Mexico: Echeverria's reforms worry business-
37
Cálculos efectuados a partir de los datos facilitados m e n , Business week, 19 de enero de 1976, p. 35.
55
por Vaitsos, op. cit., 1975, p . 192-196. Véase Constantine Vaitsos, T h e revision of the
38
Cálculos efectuados a partir de los datos facilitados International Patent System: legal consider-
por Gréer, op. cit., 1973, p . 246-250. ations for a third world position, World
39
Vaitsos, op. cit., 1975, p . 193-194. development, n.° 2, 1976, p . 85-102.
40 66
Ibid., p . 196-197; Greer, op. cit., 1973, p . 248. Este código se ha publicado en inglés, por ejemplo,
41
Véase Steven Langdon, Multinational corpor- en Internasjonal politikk (Oslo), n.° 4 , 1975,
ations, taste transfer and underdevelopment: p . 777-784.
57
A case study from Kenya, Review of African Para u n enfoque detallado de estos hechos así
political economy, n.° 2 , 1975, p . 17-19. c o m o del proyecto del código de comporta-
42
" T h e role of the Patent System...", op. cit., 1975, miento presentado por el Grupo de los 7 7 ,
p . 26. véase Miguel Wionczek, " T h e Code of
43
C . T . Taylor y Z . A . Silberston, The economic Conduct for the Transfer of Technology:
impact of the patent System. A Study of the W h a t do the L D C s w a n t ? " , Proceedings of the
British experience, Cambridge, 1973, p . 19-21. Twenty-Fifth Pugwash Conference on Science
44
Véase Carl-Johan Bouveng y Agneta Söderman, and World Affairs, Londres, 1976, p . 130-147.
68
Världsmarknaden [El mercado mundial], Esto- UNCTAD monthly bulletin, n.° 118, 1976, p . 6-7.
69
colmo, 1974,p. 79-81. " T h e impact of multinational corporations o n
45
Claes Brundenius, "Multinational corporations development and o n international relations",
and technological imperialism in the A N C O M N u e v a Y o r k , Organización de las Naciones
region". Memoria presentada en la Confe- Unidas, 1974, p . 70-71. ( E / 5 5 0 0 / R E V . 1.)
60
rencia Nórdica de Sociedades Multinacio- Existe bibliografía m u y abundante sobre este
nales, Oslo, 5-7 de junio de 1973, p . 8-9. asunto; véase, por ejemplo, Vaitsos, op. cit.,
48
U n a exposición más detallada de estas cuestiones 1972, p . 80-83; Katz, op. cit., 1972, p . 113-
puede encontrarse en R a i m o Väyrynen, " T h e 119 y 140-143; Gréer, op. cit., 1973, p . 239-
role of Transnational Corporations in Inter- 250; Lall, op. cit., 1976, p . 7-11.
61
national Trade, Tampere Peace Research In- Véase R a y m o n d Duvall et al., " A formai model of
stitute. Occasional papers, n.° 3, 1976, y las Dependencia theory structure, measurement
referencias que allí se citan. Quizá debamos and some preliminary data", Paper prepared
añadir que las casas matrices de las socie- for delivery at the Edinburg IPSA Conference,
dades multinacionales norteamericanas reci- 16-21 de agosto de 1976, p . 18-19.
Fuerzas regionales

£1 clima: un obstáculo para


el desarrollo en los trópicos

Jayantanuja Bandyopadhyaya

E n las publicaciones contemporáneas sobre relaciones internacionales, el dese-


quilibrio estructural entre los estados industrializados, por una parte, y los que se
hallan en vías de industrialización, por la otra, recibe frecuentemente la denomi-
nación de "dicotomía Norte-Sur". Alude esto, con toda evidencia, a las obvias
posiciones geográficas de los dos grupos de Estados. También se tiene cada vez
mayor conciencia de que el factor climático está influyendo vitalmente, de un m o d o
constante o casi constante, en la naturaleza de esta dicotomía, si es que no la está
en realidad determinando. Y a en 1953, el grupo de estudio sobre el clima y el
desarrollo económico creado por el Consejo de Relaciones exteriores de los
Estados Unidos de América observaba:
" E n las deliberaciones de este grupo se ha podido advertir que entre las
naciones del m u n d o libre se da una coincidencia sorprendente entre el factor de
tropicalidad y la ausencia de progreso que, según evaluación mediante diversos
índices, se conoce c o m o estado de subdesarrollo [...] Sin embargo, tanto el grado de
coincidencia c o m o una serie de testimonios concluyentes indican que la mayor
parte de los pueblos de las zonas tropicales sufre una serie de obstáculos desventa-
josos, en comparación con los habitantes de las zonas templadas, que afectan
directa o indirectamente al habitat h u m a n o de los climas tropicales, especialmente
de la franja ecuatorial h ú m e d a " 1 .
Gunnar Myrdal similarmente ha observado:
"Es u n hecho que toda industrialización llevada a cabo con éxito en los
tiempos modernos, incluida la del Japón y la Unión Soviética, ha tenido por esce-
nario las zonas templadas; en China, igualmente, la industrialización se ha inten-
tado mayormente en las zonas septentrionales. Esto no puede considerarse del todo
un accidente de la historia y debe de guardar relación con algunos impedimentos

Jayantanuja Bandyopadhyaya es profesor de relaciones internacionales y director del Centre for


Southeast Asian Studies, del Centre for Pakistan and Bangladesh Studies y del Gandhi Study
Centre de la Universidad Javadpur, Calcutta 700032. Citemos entre sus obras: Mao-Tse-Tung and
Gandhi: Perspectives on social transformation (1973), T h e making of India's foreign policy
(1970) y Social and political thought of Gandhi (1969).

Rev. int. de cienc. soc, vol. X X X (1978), n." 2


360 Jayantanuja Bandyopadhyaya

especiales, directa o indirectamente relacionados con el clima, que afectan a los


países de las áreas tropicales y subtropicales"2.
N o s proponemos explorar aquí esta dimensión extrahumana del desequi-
librio en la estructura del sistema internacional. Queremos poner de manifiesto
que los climas tropicales (y también los subtropicales) afectan adversamente al
producto de la actividad h u m a n a , a la agricultura, la industria y el comercio, y esto
sitúa a los países tropicales en una permanente desventaja respecto a los ubicados en
la zona templada. Queremos hacer ver, además, que el problema climático no puede
ser resuelto por los países tropicales mismos, individual o colectivamente, y que
a tal efecto sería necesaria la acción internacional.

£1 clima tropical y la producción


de energía humana

Es un hecho de experiencia c o m ú n que la producción de energía h u m a n a y, por consi-


guiente, el rendimiento del trabajo, tiende a ser significativamente m á s bajo en los
países tropicales que en los de zona templada. Éste fue un tema reiterado en buena
parte de la literatura colonial. Pero en la fase inicial del imperialismo, esta dife-
rencia se explicaba generalmente mediante teorías de superioridad e inferioridad
racial. Poco a poco, sin embargo, llegó a reconocerse la vital importancia del factor
climático. Así, ya en 1864, Henry T h o m a s Buckle, en su History of civilization in
England, intentó explicar "la razón de que el pueblo de la India, condenado a la
pobreza por las leyes físicas de su clima, hubiera caído en una degradación de la que
ya n o ha sido capaz de salir"3. El tema fue m á s plenamente desarrollado por
Ellsworth Huntington. L a explicación un tanto determinista de Huntington sobre
el ascenso y la decadencia de las civilizaciones en términos de cambios climáticos,
así c o m o los visos racistas de algunas de sus observaciones, han ofuscado a veces a
los estudiosos en sus investigaciones empíricas sobre la relación entre el clima y
la producción de energía h u m a n a . N o obstante, algunas de sus conclusiones en este
terreno no sólo concuerdan con la experiencia c o m ú n , sino también con los
descubrimientos de otras investigaciones científicas.
Alega Huntington que los resultados de sus propias investigaciones empíricas,
que confirman los de investigaciones similares llevadas a cabo por otros cientí-
ficos, indican "casi más allá de toda duda que hay unas condiciones climáticas
inequívocamente óptimas para el hombre lo m i s m o que para las plantas y los
animales". Observa además: "Estas condiciones óptimas varían relativamente
poco de unos grupos humanos a otros o de u n lugar a otro lugar [...] Cualquier
alejamiento [de ellas] por parte de una raza o un individuo dados parece hacer a los
hombres no sólo menos eficientes, sino también m á s propensos a enfermar y por lo
mismo presa m á s fácil de bacterias y otros parásitos"4. Sus estudios permitieron a
Huntington identificar este clima óptimo, de acuerdo con la experiencia y los
El clima: un obstáculo 361
para el desarrollo en los trópicos

testimonios directos de personas que han viajado y residido en diferentes partes del
m u n d o . Según Huntington:
" T o m a n d o c o m o base de referencia el trabajo y la salud, el mejor clima sería
aparentemente aquel en que la temperatura media raras veces baja del óptimo ideal
de unos 3°C ni sube por encima de los 18°C más o menos. Desde este punto de vista,
las condiciones más ideales parecerían hallarse donde las medias anuales no se
desvían mucho de los 11°C, c o m o sucede en Londres, París, Nueva York,
Pekín, etc."6.
E n cuanto al efecto de las altas temperaturas y humedades sobre el trabajo y
la salud, Huntington se remite a sus propias investigaciones, a informes de otros
estudios y a una "opinión generalizada", y concluye:
"... tan pronto c o m o las temperaturas se elevan mucho por encima de
los 22°C, la aptitud y la disposición del hombre para el trabajo físico decaen y su
propensión a la enfermedad aumenta. Si a la elevada temperatura viene a sumarse
un alto grado de humedad atmosférica, c o m o sucede en muchos países tropicales,
los efectos nocivos se manifiestan de forma m u y acentuada"6.
Huntington también cree necesarias para la salud y la eficiencia humanas las
grandes variaciones estacionales en el clima, y aduce que, desde este punto de vista,
los países tropicales se hallan en enorme desventaja respecto a los países de la zona
templada. Su conclusión general es que " u n clima cálido, monótono y sin propie-
dades estimulantes tiende a reducir la actividad h u m a n a tanto física c o m o mental,
independientemente de la raza"7.
Las conclusiones de Huntington han sido generalmente confirmadas por
investigaciones más recientes. Así, W . Burridge, profesor de medicina inglés que
investigó la relación entre el clima y la productividad laboral en la India, llegó a
la conclusión de que "en contraste con trabajadores de climas más frescos, para
los de la India pronto se impone c o m o hábito arraigado u n esfuerzo másflojoen la
tarea, con pausas de descanso más largas"8. Burridge arguye que la temperatura
elevada determina un metabolismo basal bajo, y expone la interesante tesis de que
la historia de la India no es sino la crónica de las sucesivas invasiones del país por
hombres con un metabolismo m á s alto procedentes de climas m á s frescos9. D e
manera similar, el grupo de estudio de los Estados Unidos de América, aunque
escéptico en cuanto al determinismo climático, halló que tanto entre los moradores
permanentes c o m o entre los recién llegados de climas templados, en los países tropi-
cales "persiste la aversión al trabajo". Halló que la pérdida de iniciativa mental
era probablemente el resultado directo m á s importante de los climas tropicales".
Observó además que "en personas con bajo índice de impulsos puede resultar
afectado el sentido de la exactitud, y la necesidad de una mayor concentración
puede llegar a sentirse c o m o una tensión"10. L a desnutrición causada por el bajo
contenido en minerales y proteínas de los alimentos vegetales así c o m o la relativa
escasez y deficiente calidad de los alimentos animales, atribuibles ambas cosas al
clima tropical (desarrollaremos este punto más adelante), reduce aún más la eficiencia
362 Jayantanuja Bandyopadhyaya

y el trabajo y aumenta la proclividad de la población a la enfermedad. Pero los


climas tropicales son también responsables de la difusión de varias enfermedades de
una manera m á s directa. E n palabras del grupo de estudio:
" C o m o sucede con las plantas y los animales, las condiciones climáticas
favorecen la existencia y transmisión de algunas enfermedades infecciosas. Orga-
nismos libres c o m o el vibrión del cólera y las larvas de ciertos parásitos intesti-
nales; vectores c o m o son las moscas, mosquitos y ácaros, y portadores de infección
tanto animales c o m o humanos, todos resultan favorecidos por iguales condiciones
propicias. El agobio del calor puede aumentar a veces la susceptibilidad h u m a n a a
la infección"11.
Gunnar Myrdal ha observado igualmente los multilaterales efectos adversos
de los climas tropicales sobre la producción de energía h u m a n a . Por cuanto a la efi-
ciencia del trabajo se refiere, Myrdal especifica:
" E n cualquier caso, el clima bochornoso y sofocante que gran parte de Asia
Meridional sufre de un m o d o permanente o casi permanente tiende a hacer a la
población reacia al trabajo. Los trabajadores manuales, por ejemplo, manejan
habitualmente sus herramientas con Ímpetu m á s flojo y se toman descansos m á s
frecuentes y m á s largos que los trabajadores de climas m á s frescos. E n tales
circunstancias, poco esfuerzo se realiza para satisfacer necesidades que n o sean las
m á s inmediatas. D e esta suerte la higiene y la sanidad fácilmente se ven desatendidas
desde el m o m e n t o en que no se las reconoce c o m o necesidades. Esta negligencia es
perjudicial para la salud de la población y contribuye a aumentar la pobreza
causada por el bajo rendimiento y eficiencia del trabajo"12.
También observa Myrdal que "la baja ingestión de calorías y, especialmente,
de principios nutritivos protectores c o m o son proteínas y vitaminas, se debe en parte
a los perniciosos efectos del clima sobre el suelo y la agricultura", y que "incluso
los microbios m á s exigentes encuentran con facilidad, en la inmensa variedad de
seres vivos que allí proliferan, especies aptas para servirles de huéspedes y vec-
tores"13. Muchas otras autoridades, entre ellas el ingeniero y climatólogo soviético
P. Borisov, el climatólogo norteamericano John R . Mather y el pensador indio
Nirad C . Chaudhuri, han llegado también a conclusiones en cuanto a los efectos
adversos de los climas tropicales sobre el rendimiento de la actividad h u m a n a que
no son en lo esencial diferentes de las de Huntington, Burridge, el grupo de estudio
norteamericano y Myrdal 14 .
Huelga decir que el bajo rendimiento de la actividad física y mental determi-
nado por el clima tiende a entorpecer y hacer m á s lento el desarrollo de los países
tropicales en casi todos sus aspectos merced a la baja productividad en el trabajo,
la apatía y falta de nervio, la falta de iniciativa y espíritu emprendedor, así c o m o
un inevitable descenso en la ética del trabajo. E n realidad, hasta se ha intentado
demostrar que los climas tropicales condicionan incluso los amplios contornos de
la cultura ética y política de los países por ellos afectados15. Pero de todos los efectos
adversos del clima, el más tangible, fácilmente comprobable e incluso cuantificable
El clima: un obstáculo 363
para el desarrollo en los trópicos

es la relativamente baja productividad del trabajo que tiende a socavar el edificio


entero del desarrollo económico, tanto en la agricultura c o m o en la industria. Quizá
no sean los climas tropicales el único factor responsable de esa baja productividad,
pero, c o m o los precedentes análisis parecen indicar, el factor climático debe consi-
derarse u n determinante fundamental de la amplia divergencia en productividad
laboral que entre el Norte y el Sur puede observarse.

L o s climas tropicales y la agricultura

La c o m ú n experiencia de los Estados industrializados indica que a todo avance


significativo en desarrollo industrial debe preceder una revolución agraria que
proporcione los excedentes agrícolas necesarios para la industrialización. Pero las
modernas investigaciones revelan que los climas tropicales constituyen u n enorme
obstáculo para una revolución agraria, ya que afectan adversamente a las condi-
ciones del suelo, al suministro de agua, a la producción vegetal y a la cría de ganado;
y que en todos estos aspectos los países de la zona templada gozan de una neta
ventaja sobre los tropicales. El relativo estancamiento de la agricultura y el círculo
vicioso de pobreza que de ello resulta en el Sur puede también, por tanto, atribuirse
en gran parte al factor climático.
E n primer lugar, está generalmente admitido que las elevadas temperaturas y
el alto grado de humedad característicos de los climas tropicales aceleran la
destrucción y descomposición de la materia orgánica del suelo, empobreciendo
así rápidamente su contenido nutritivo. Estas características climáticas también
intensifican la dilución, el proceso mediante el cual los compuestos minerales y
orgánicos son disueltos y arrastrados por las aguas infiltradas entre los terrenos.
A d e m á s , a causa de la evaporación m u c h o m á s intensa que en las regiones tem-
pladas, y debido también a que parte de la lluvia se pierde por el natural drenaje,
una cantidad dada de precipitación es menos eficiente en los trópicos que en la zona
templada. Por eso, incluso en las áreas generalmente húmedas de los países tropi-
cales, tienden a darse con regularidad sequías temporales, y de ahí también que
los climas tropicales causen u n agotamiento del suelo m u c h o m á s rápido que los
templados15.
L a pobreza fundamental de sus suelos pone a los países tropicales en una
permanente desventaja con relación a los templados, y hace extraordinariamente
difícil para ellos lograr u n avance revolucionario en su agricultura. N i siquiera el
empleo de fertilizantes sirve de m u c h o a largo plazo, ya que en el mejor de los casos
suele tener un efecto temporal. C o m o ha señalado Myrdal, "el estiércol y los abonos
artificiales enriquecen la tierra sólo por algún tiempo y con bastante ineficacia, ya
que se descomponen rápidamente y son disueltos y arrastrados por las aguas" 17 .
Es natural, por lo tanto, que las plantas tropicales suelan tener concen-
traciones de minerales y proteínas relativamente bajas. Los alimentos vegetales
364 Jayantanuja Bandyopadhyaya

contienen predominantemente hidratos de carbono. A d e m á s , el número de cose-


chas que pueden obtenerse en densidad suficiente y con suficiente rendimiento para
la explotación comercial tiende a ser limitado18.
Otra característica desfavorable de los climas tropicales, en la que Myrdal
ha hecho fuerte hincapié, es la variabilidad de las lluvias estacionales y el abasteci-
miento de agua. El problema es especialmente grave en las áreas afectadas por los
monzones, es decir, todo el sur y sureste asiático19. Pero Myrdal n o ha hecho
resaltar suficientemente los daños n o menos graves ocasionados a las cosechas por
el exceso de lluvias y las inundaciones, que son habituales en las áreas monzónicas.
El hecho es que todos los ríos de las regiones monzónicas, y la mayor parte de los
que riegan las tropicales, están alimentados por las lluvias. L a variabilidad en la
frecuencia y la cuantía de las precipitaciones, por tanto, determina inevitablemente
el éxito o el fracaso de la agricultura en una medida considerable, acarreando
sequías e inundaciones con u n ritmo casi cíclico. Muchos de los ríos de las zonas
templadas, por otra parte, están alimentados por las nieves, con lo que aseguran u n
abastecimiento regular de agua sin ninguna variación estacional apreciable. Por
último, el cultivo y la recolección se ven dificultados por las lluvias torrenciales,
mientras que el almacenaje es también afectado adversamente por la elevada
temperatura, el alto grado de humedad y la lluvia torrencial. Las obras de irri-
gación, diques, etc., que a primera vista pudieran considerarse medidas eficaces
contra las inundaciones, las sequías y las variaciones estacionales en el abas-
tecimiento de agua, suelen ser técnicamente difíciles de construir, suponen unos
gastos casi prohibitivos y en los climas tropicales resulta sumamente ardua su
conservación20.
Otros dos efectos adversos de los climas tropicales sobre la producción agrí-
cola son el crecimiento casi incontrolable de hierbas, hongos e insectos, y la elevada
incidencia de las enfermedades vegetales. L a temperatura cálida y la intensa
humedad estimulan el rápido y profuso crecimiento de hierbas que disputan a los
cultivos los principios nutritivos de la tierra. Se ha observado que toda especie
cultivada tiene por lo menos u n enemigo natural en forma de alguna especie de
hierba que obstaculiza el crecimiento de la planta e impide el desarrollo de cosechas
limpias, que, en consecuencia, son u n fenómeno raro en los países tropicales.
Hongos e insectos también tienden a proliferar en los climas tropicales, y unos y
otros viven a expensas de las plantas. U n clima caliente y h ú m e d o , combinado con
los insectos, tiende igualmente a ocasionar difusas y numerosas enfermedades
vegetales. Todos estos factores reducen inevitablemente la producción agrícola, que
en tales condiciones sólo puede mantenerse a u n nivel aceptable mediante inver-
siones cuantiosas, m á s o menos innecesarias en los climas templados21.
A las formidables dificultades de la producción vegetal vienen a sumarse las de
la producción animal. Debido a la general escasez de alimentos y de cosechas
comerciales, por lo c o m ú n n o queda m u c h a tierra disponible para forrajes. Los
forrajes habitualmente disponibles consisten en hierbas coriáceas pobres en valor
El clima: un obstáculo 365
para el desarrollo en los trópicos

nutritivo, especialmente en minerales y proteínas. Las plantas tienden también a


ser fibrosas, lo cual aumenta la carga alimentaria del animal. El alto grado de
temperatura y de humedad incrementa la incidencia de las enfermedades infecciosas
y los parásitos entre los animales, y "los organismos libres, vectores y huéspedes
portadores forman parte del complejo ecológico tropical". A d e m á s , "la alta tempe-
ratura hace respirar a los animales m á s aprisa, dejándoles menos energía para
transformar el pienso en leche, carne, huevos o lana". Generalmente, pues, la
población ganadera en los países tropicales es de calidad mediocre y, excepto en la
India, bastante reducida. T o d o intento de mejorar el ganado con ayuda de razas
importadas n o tiene tampoco grandes probabilidades de éxito, puesto que estas
últimas son también afectadas por el clima. Finalmente, los productos animales se
deterioran rápidamente en los trópicos, agravando de esta manera el ya difícil
problema de la alimentación22.
Es cierto, naturalmente, que determinados factores culturales e institucionales
pueden sumarse a veces a los problemas económicos planteados por el clima. El
grupo de estudio norteamericano y Gunnar Myrdal han puesto bien de relieve que
los latifundios de tipo feudal, los métodos deficientes, la estratificación social y
económica, así c o m o los prejuicios culturales, tienden a agravar los adversos efectos
del clima sobre la agricultura en los países tropicales28. E n realidad, no es fácil ni
siquiera posible separar claramente el impacto de estos factores institucionales y
culturales del causado por el clima. Pero esto n o quita u n ápice de la verdad e
importancia fundamentales del factor climático adverso en los trópicos. E n primer
lugar, ningún grado de reforma institucional o de revolución cultural puede anular
las malas condiciones de la tierra cultivable y otras serias dificultades debidas al
clima. E n segundo, es bastante dudoso que el marco cultural e institucional de una
sociedad pueda soportar una revolución autónoma sin cambios en las bases mate-
riales de esa sociedad. Puesto que los países tropicales son todos predominantemente
agrícolas, los cambios en el contexto material significan esencialmente u n mejora-
miento radical en el rendimiento de la agricultura, que, no obstante, resulta consi-
perable mente malogrado por efecto del clima.

£1 clima tropical, la industria y el comercio

C o m o antes explicaba, el clima ejerce una influencia indirecta pero fundamental-


mente perniciosa sobre el desarrollo industrial en los trópicos a través del relativo
estancamiento de la agricultura y el bajo rendimiento del trabajo. Pero también
afecta a la industrialización y al desarrollo económico de unas cuantas formas
directas y específicas. Para empezar, deteriora y daña los bienes materiales m u c h o
m á s rápidamente que en los países templados. L a enorme diferencia de las tempe-
raturas del día y de la noche tiende a causar una repetida dilatación y contracción
de los materiales y a reducir drásticamente su duración. E n las regiones de monzones,
366 Jayantanuja Bandyopadhyaya

los materiales de construcción y otros semejantes, tejados y paredes, se tornan


quebradizos y se agrietan durante la estación seca, para debilitarse aún m á s con
las lluvias torrenciales de la estación húmeda. El alto grado de temperatura y
humedad tiende también a hacer los edificios y otros materiales diversos vulnerables
a las hormigas, escarabajos, hongos y herrumbre24. "El calor, el sol, los hongos y
los agentes biológicos actúan con mayor fuerza en los climas tropicales que en los
templados y se combinan para deteriorar n o sólo los materiales de construcción,
sino toda clase de maquinaria y productos manufacturados. Si los productos
alimenticios, particularmente los de origen animal, son especialmente perecederos,
los bienes n o perecederos son también víctimas del clima; raro es el artículo de
material duradero, que pertenezca al productor o al consumidor, que no requiera
alguna forma de protección especial"26. E n la fabricación de productos industriales
hácense con frecuencia necesarios, en estos climas, dispositivos protectores y
técnicas especiales de eleboración26. L a enorme cantidad de polvo que hay en la
atmósfera, levantado por la alta temperatura y por los vientos, así c o m o la m u c h a
humedad, hacen casi siempre difícil y costoso el mantenimiento de toda clase de
equipo y maquinaria. El aire acondicionado es, sin duda, un remedio parcial; pero
la instalación generalizada de aire acondicionado sólo puede ser acometida con
carácter permanente por empresas de envergadura, y éstas n o abundan en las
economías en vías de desarrollo. Así, poca duda cabe de que "las elevadas tem-
peraturas, las grandes humedades y el intenso sol se combinan en el deterioro
de muchos materiales y pueden constituir u n obstáculo para algunos procesos
industriales"27.
Los adversos efectos del clima sobre el tráfico y el comercio en los países
tropicales se dejan sentir m á s que nada a través del sistema de transportes y c o m u -
nicaciones. El calor inevitablemente levanta una enorme cantidad de polvo, y los
vientos que lo acompañan son causa de una erosión generalizada. Las lluvias torren-
ciales producen graves desperfectos en carreteras, ferrocarriles y cursos de agua
navegables. Todas las calzadas urbanas y rurales sin excepción resultan seriamente
dañadas y erosionadas por las lluvias en la zona monzónica entera. Baches, rodadas,
barrizales y fangales hacen a m e n u d o las pistas intransitables. Los restantes meses
del año se dedican habitualmente al intento de reparar los desperfectos. Cuando se
producen inundaciones, el sistema de transportes y comunicaciones entero queda
desbaratado para varios meses. Incluso la red telefónica y el servicio telegráfico
sufren frecuentes interrupciones y trastornos durante la estación lluviosa. D e esta
manera, la dificultad material y técnica y el elevado gasto que suponen la explota-
ción y conservación de u n sistema de transportes y comunicaciones utilizable
durante todo el año constituyen u n serio obstáculo para el tráfico y el comercio.
C o m o hoy generalmente se admite, la modernización política está insepara-
blemente vinculada a la económica y depende de ésta en medida considerable28.
L a general ausencia de modernización política, y aun con m u c h a frecuencia de
estabilidad y viabilidad política en buena parte de los países tropicales, está sin
El clima: un obstáculo 367
para el desarrollo en los trópicos

duda causalmente relacionada con su estancamiento económico respectivo, que a


su vez se debe en todo o en parte a su constante o intermitente menoscabo climático.
Y puesto que el estancamiento ecnómico y la falta de desarrollo político afectan
adversamente a la fuerza potencial de u n Estado en las relaciones internacionales,
el factor climático entra c o m o u n elemento importante en la estructura de las rela-
ciones internacionales, y en particular del conflicto Norte-Sur, tanto económica
c o m o políticamente.

Algunos argumentos falaces

D o s burdos argumentos se aducen habitualmente en un esfuerzo por demostrar que


la culpa del atraso económico de los países tropicales está en el factor h u m a n o antes
que en el climático. El primero de ellos es que, en la historia antigua, varias civi-
lizaciones importantes tuvieron su asiento en las regiones tropicales, y se dan c o m o
supuestos ejemplos los valles del Indo, del Nilo y del Tigris-Eufrates, así c o m o las
civilizaciones inca y maya. Si en los tiempos modernos n o se ha desarrollado en
algunas de estas regiones una civilización material avanzada, la explicación hay que
buscarla, según dicho argumento, en las condiciones sociales y culturales, m á s que
en el clima29.
Esto es falaz al menos por dos razones. E n primer lugar, el clima de estas
zonas en el remoto pasado pudo m u y bien haber sido distinto a c o m o es hoy. Varios
teóricos geopolíticos de renombre, entre ellos Huntington, Wheeler y Mills, han
expresado tal opinión30, y otro tanto cabe decir del profesor soviético P . Borisov31.
E n cualquier caso, n o disponemos de testimonios fidedignos acerca de las condi-
ciones climáticas en las diversas partes del m u n d o en tiempos antiguos. E n segundo
lugar, estas civilizaciones antiguas n o fueron civilizaciones en el sentido moderno
de industrialización avanzada. Indudablemente, los fundamentos materiales y
tecno-económicos de las civilizaciones antiguas eran incomparablemente m á s
débiles que los del Estado industrial moderno. C o m o ha observado Gunnar
Myrdal:
" E n refutación del argumento de que el clima es importante en el desarrollo,
se alega con cierta frecuencia que en áreas tropicales surgieron grandes civilizaciones
en tiempos antiguos, y que estas civilizaciones duraron siglos... Es m u y probable,
sin embargo, que estas civilizaciones antiguas difirieran de las modernas en aspectos
fundamentales; por otra parte, se desarrollaron frecuentemente en regiones pequeñas
favorecidas por condiciones climáticas excepcionales; la erosión del suelo y la
despoblación forestal n o habían llegado tan lejos, y así sucesivamente"32.
El segundo argumento es que el progreso tecnológico ha eliminado cualquier
importancia que el clima pueda haber revestido en otro tiempo. Los adelantos en
tecnología, se arguye, han hecho posible el control y mejoramiento de las condi-
ciones de toda tierra cultivable, frente a condiciones climáticas adversas, merced al
368 Jayantanuja Bandyopadhyaya

riego, los abonos químicos y diversas técnicas y procesos científicos. A d e m á s , el


control del clima en espacios cerrados mediante aire acondicionado, calefacción y
refrigeración ha eliminado la posible influencia perniciosa del clima sobre el rendi-
miento de la actividad h u m a n a , almacenaje, elaboración, etc. Se concluye, por
tanto, que no hay por qué considerar el clima c o m o un factor importante en el
desarrollo nacional y las relaciones internacionales en esta era de avanzada
tecnología33.
Resulta perfectamente posible demostrar que este argumento es tan falaz
c o m o el primero. El precedente análisis ha puesto de relieve la perniciosa influencia
que sobre el rendimiento de la actividad humana, agricultura, industria y comercio,
y, a través de estos factores, también sobre el desarrollo político, ejerce el macro-
clima de los países tropicales. Ninguna tecnología, o en cualquier caso ninguna de
las tecnologías que hoy tienen a su alcance los países tropicales, les permitiría
superar esta desventaja macroclimática, cualquiera que fuera la amplitud de sus
esfuerzos en este dominio. C o m o ya hemos indicado, el macroclima de los países
tropicales ejerce una acción de podredumbre y descomposición tan extensa sobre
los elementos nutritivos del suelo y sobre otros aspectos relacionados con la agri-
cultura, que ninguna innovación tecnológica a nivel de la tierra podría garantizar
un rápido progreso y una elevada productividad tarde o temprano. A d e m á s , la
supresión por medios tecnológicos siquiera sea de algunos de los efectos perniciosos
del macroclima requiere grandes inversiones de capital, cosa que por lo general se
sale de las posibilidades financieras de los países tropicales.
Así, mientras que el principal impacto del macroclima está hoy por hoy
completamente fuera del control de los Estados tropicales, se hallan estos atrapados
en u n círculo vicioso, incluso con respecto al control del macroclima. Dichos
Estados no pueden progresar económicamente (y, por lo tanto, tampoco política-
mente) sin efectuar pingües inversiones en el control de los macroclimas, y no
pueden hacer tales inversiones a menos que se desarrollen económicamente.

£1 mejoramiento climático: necesidad


de la iniciativa de las Naciones Unidas

Si el precedente análisis avala alguna conclusión general, es que la variación en el


macroclima mundial es un elemento causal importante en la estructura de las rela-
ciones internacionales contemporáneas, particularmente del conflicto Norte-Sur; y
que el mejoramiento de los climas tropicales sería necesario a la larga no sólo para
el desarrollo de los países tropicales, sino también para el apaciguamiento del
conflicto y para asegurar la viabilidad del sistema internacional.
Desde finales del siglo xix se han propuesto varios planes para el
mejoramiento de las condiciones climáticas extremadamente frías de las regiones
árticas34, pero ni uno solo para solucionar el problema m u c h o m á s amplio e impor-
El clima: un obstáculo 369
para el desarrollo en los trópicos

tante de la mejora de los climas tropicales. Esto puede explicarse por el hecho de
que los diversos proyectos mencionados fueron preparados por expertos occiden-
tales y soviéticos en el contexto de sus propios medios climáticos. Pero una idea
fundamental se ha hecho patente en el proceso, y es que no sólo el clima de las
regiones árticas, sino el del planeta en general, puede ser mejorado y transformado
en otro más uniformemente templado mediante el control de la temperatura de los
océanos. E n realidad, hay testimonios geológicos que indican que las condiciones
climáticas de la tierra no siempre fueron tan desiguales c o m o en la actualidad; que
en algún pasado m á s o menos remoto reinaron en todo el planeta unos climas más
uniformes y templados, y que esta uniformidad climática se debía a la temperatura
relativamente uniforme de los océanos y a la diferente disposición de las regiones
polares. C o m o u n conocido geólogo ha observado:
"Los polos están hoy ubicados en posiciones de extremo aislamiento térmico,
en señalado contraste con las condiciones que predominarían si estuviesen ambos
situados en el océano abierto. Si el Polo Norte estuviera localizado en el Pacífico
Norte (por ejemplo, 35°N y 18°0) y el Polo Sur en sus antípodas, es decir en el
Atlántico Sur, el libre intercambio de aguas con las regiones polares impediría la
formación de casquetes polares de hielo. Esta libre circulación del agua tendería
además a nivelar los extremos de temperatura tanto geográfica c o m o estacional-
mente. C o m o consecuencia se produciría una gradiente latitudinal de temperatura
débil y uniforme, en contraste con la actual zonalidad. Este género de clima debió
de reinar entre las glaciaciones del Pérmico y el Pleistoceno (y probablemente
durante los largos intervalos entre otros periodos glaciales), conforme a lo deducido
de los datos geológicos disponibles por todas las autoridades"35.
Aceptando la validez de la relación total entre los océanos y el macroclima
planetario, P. Borisov ha presentado un proyecto espectacular para el mejoramiento
del clima ártico en particular y del macroclima planetario en general, cuyo objeto
sería la creación de una corriente directa de las aguas cálidas del Atlántico a través
de la cuenca ártica mientras que al m i s m o tiempo se impedía que las aguas frías de
esta cuenca entrasen en el Atlántico. Propone que este plan se lleve a efecto tras-
vasando al Pacífico las aguas superficiales del Ártico por medio de potentes bombas
instaladas en el estrecho de Bering. Espera Borisov que esta remoción de las aguas
frías del Atlántico impediría la formación de hielo en la cuenca ártica, determinando
de esta suerte u n clima más cálido en la región del Ártico36. También cree que su
proyecto, si se llevase a la práctica, mejoraría el macroclima planetario en general,
sin excluir los climas tropicales. C o m o él mismo dice:
"Las envolturas de aire y agua de la tierra constituyen, por decirlo así, un todo
integral; se mantienen unidas merced al intercambio de fricción, calor y humedad.
Por eso, al calentamiento del hemisferio norte en sus latitudes superiores, acompa-
ñaría un calentamiento similar en las latitudes polares del hemisferio sur. Las rutas
marítimas de las costas antarticas se harían m á s accesibles, lo que facilitaría
las comunicaciones. El anticiclón continental del Antartico perdería fuerza y
370 Jayantanuja Bandyopadhyaya

estabilidad. Las masas de aire de los océanos circundantes penetrarían m á s profun-


damente en las regiones centrales del Antartico, sin que el anticiclón continuara
rechazándolas. Las lluvias serian m á s abundantes, y también mejoraría el equilibrio
de los hielos del casquete antartico.
" L a circulación atmosférica general conduciría al mejoramiento del clima
de todo el m u n d o y afectaría al planeta en su integridad. Esto puede acreditarse
con datos paleográficos y plantas fósiles halladas en los estratos geológicos de
todo el m u n d o [...] E n una palabra, el trasvase controlado y bien compasado sería
un regulador óptimo de las regiones septentrionales (las m á s frías) de los océanos,
y esto podría utilizarse c o m o u n regulador climático a escala mundial" 37 .
Los proyectos presentados por Borisov y por otros son, sin embargo, de
índole tentativa, y no pueden ser llevados a efecto por la comunidad internacional
sin considerables estudios y testimonios científicos complementarios. Pero sí consti-
tuyen u n argumento valioso contra el rechazo a priori de la idea de una mejora
macroclimática planificada e indican una posible dirección para la investigación
científica seria y la acción internacional sobre una base sistemática y a largo plazo.
Otra opción para la investigación científica seria y la posible acción a escala
mundial es el control directo del macroclima mediante la alteración de las condi-
ciones atmosféricas globales o regionales. Es un hecho reconocido que las inmensas
actividades industriales del m u n d o moderno han venido ya alterando la composición
química de la atmósfera planetaria, creando de este m o d o unos riesgos evidentes en
el medio biológico de la raza h u m a n a . Es también otro hecho reconocido que las
grandes potencias militares del m u n d o han efectuado experimentos con la llamada
" a r m a meteorológica", que tiene por objeto crear condiciones atmosféricas desfa-
vorables, y aun letales, para los países y poblaciones considerados enemigos. C o n
todo lo que estas tendencias tienen de nefastas, parecen indicar sin embargo que
hoy es posible alterar el macroclima, regional o planetariamente, mediante apli-
cación de la ciencia y la tecnología m á s recientes. Según una de tales teorías, una de
las cosas que pueden hacerse para modificar la temperatura atmosférica es cambiar
el contenido en dióxido de carbono de la atmósfera. C o m o una primera autoridad
en la materia ha observado:
"Según esta teoría la opacidad de la atmósfera aumenta con la cantidad de
áccido carbónico; de acuerdo con una escala de intensidades m u y extendida la
difusión del gas hacia el exterior queda detenida en la superficie de la tierra y la
temperatura se eleva. Los cálculos m á s recientes indican que si se duplicara el
contenido de gas carbónico de la atmósfera, la temperatura en la superficie de la
tierra aumentaría 3,6°C, y si dicho contenido se redujese a la mitad, esta tempe-
ratura descendería 3,8°C" 38 .
L a proposición de medidas concretas para el mejoramiento de los climas
tropicales es algo que, hoy por hoy, se sale de los límites de este artículo (y de la
competencia de su autor). Pero es de esperar que la disquisición anterior haya
El clima: un obstáculo 371
para el desarrollo en los trópicos

sentado u n precedente prima facie para u n serio estudio del problema del desequi-
librio climático planetario y la viabilidad del control mundial del macroclima. U n a
investigación de esta naturaleza, emprendida c o n grandes medios y orientada a la
acción, tendría evidentemente que basarse en u n a amplia cooperación internacional
y hallaría sus posibilidades óptimas dentro del m a r c o de las Naciones Unidas.
Consideraciones de seguridad internacional, así c o m o las susceptibilidades políticas
de los Estados m á s débiles, indicarían igualmente la necesidad de que dicho pro-
g r a m a fuese patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas. L a O r g a -
nización Meteorológica Mundial h a conseguido ya u n cierto grado de cooperación
técnica internacional c o n respecto a la "observación de los cambios atmosféricos",
la predicción del tiempo y los experimentos de lluvia artificial. H o y podría e m p r e n -
derse conjuntamente u n programa m á s amplio de cooperación económica, cien-
tífica y técnica internacional, con miras a la investigación y la acción encaminadas
al mejoramiento de los climas tropicales, y, a ser posible, del macroclima planetario
en general, a cargo de los organismos especializados del sistema de las Naciones
Unidas. C o m o trámite preliminar, u n a comisión de expertos podría informar sobre
el estado actual de los conocimientos científicos sobre el mejoramiento climático y
la viabilidad técnica del control del macroclima mundial o regional. Si el informe de
esta comisión resulta positivo, c o m o los datos disponibles sobre la materia inducen
a esperar, podría acometerse la investigación y la acción global en amplia escala
para el mejoramiento del macroclima mundial en general y de los climas tropicales
en particular.
[Traducido del inglés]

Apéndice

Resolución 7 del Comité Ejecutivo de la Organización Meteorológica Mundial, Deci-


mosexta reunión, Ginebra, 1964.

7 (EC-XVI). M O D I F I C A C I Ó N D E L TIEMPO Y E L C L I M A

El Comité Ejecutivo,
Tomando nota de la resolución 1721 (XVI) adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, y en particular de la referencia a la posibilidad de modificar el
tiempo en gran escala; y
Considerando que se está prestando cada vez m á s atención a los posibles medios de modi-
ficar el tiempo y el clima;
Confirma la declaración hecha por el Comité Consultivo de la O M M sobre esta cuestión
(véase el anexo);
Invita a los Miembros a que estudien todos los aspectos científicos de las proposiciones
para modificar el tiempo y el clima, teniendo en cuenta la declaración anterior; y
372 Jayantanuja Bandyopadhyaya

Ruega al Presidente de la C A e que tome las medidas necesarias para que se redacte un
informe sobre esta cuestión, y que sea preparado con tiempo suficiente para que
sea examinado por los miembros del Comité Ejecutivo antes de su decimoséptima
reunión.

ANEXO

Modificación del tiempo y el clima

El control del tiempo y el clima en escala m u y pequeña es en la actualidad bien conocido


y aceptado; se están realizando también experimentos de control del tiempo a escalas
correspondientes a las dimensiones de una nube o de los sistemas de nubes m á s pequeños,
pero el control a escalas mayores n o pasa todavía de ser una conjetura. Para conseguir
resultados a escalas m á s considerables, se necesita el apoyo de estudios fundamentales
sobre la circulación general. Sólo cuando nuestros conocimientos sobre los efectos de los
cambios experimentados por las fuentes de energía, albedo, etc., y de las interacciones de
la circulación oceánica sean m u c h o más completos que en la actualidad, y de una manera
cuantitativa, se podrá pensar en que se puede modificar el tiempo artificialmente en gran
escala. Antes de emprender esta clase de experimentos, debemos tener la seguridad de
que se pueden predecir todas las consecuencias y de que éstas no serán perjudiciales.

Notas

1
El grupo de estudio sobre el clima y el desarrollo cita que aparece en el texto, véase H . K . Lee,
económico en los trópicos fue creado por el Climate and economic development in the
Consejo de Relaciones Exteriores de los tropics, publicado para el Consejo de Rela-
Estados Unidos de América en 1953. Entre ciones Exteriores por Harper and Brothers,
sus miembros se contaban geógrafos, clima- Nueva York, 1957, p. 173-174.
2
tólogos, expertos en agricultura y ganadería, Gunnar Myrdal, Asian drama: an inquiry into the
médicos, especialistas en salud pública, ar- poverty of nations, Nueva Y o r k , Pantheon,
quitectos, ingenieros,fisiólogos,hombres de 1968, vol. I, p . 677-678.
3
negocios, economistas y administradores de Henry T h o m a s Buckle, History of civilization in
proyectos económicos. Su informe fue pre- England, Londres, L o n g m a n , Green, L o n g -
sentado en 1956 y publicado al año siguiente m a n , Roberts and Green, 1864, vol. I, p . 71.
en forma de libro, figurando c o m o autor del 4
Ellsworth Huntington, Civilization and climate,
m i s m o Douglas H . K . Lee, profesor de quí- p . 21, N e w Haven, Yale University Press,
mica física de la Universidad John Hopkins. 1948 (tercera edición, sexta impresión).
El grupo de estudio incluyó en su ámbito de 6
Ibid., p . 220.
observación 66 países ubicados totalmente 6
Ibid., p. 172.
dentro de los trópicos y 13 países, entre ellos 7
Ibid., p . 55.
la India y Birmânia, que tienen la mayor parte 8
W . Burridge, Climate and labour: an inquiry into
de su territorio en zona tropical, y observó the influence of climate on mental and physical
que "los trópicos húmedos se caracterizan work, p . 146, Kitabistan, Allahabad, 1944.
por temperaturas moderadamente altas, gran- Burridge, sin embargo, no se interesó por el
des humedades, precipitaciones m u y abun- problema del mejoramiento del clima de la
dantes, inundaciones frecuentes, luz solar India ni el control de sus efectos indeseables.
bastante intensa distribuida a lo largo de todo Por el contrario, alegó que los cuerpos del-
el año y a veces fuerte viento". E n cuanto a la gados, de baja estatura y medio desnudos de
El clima: un obstáculo 373
para el desarrollo en los trópicos

Notas (continuación)

los indios, así c o m o el ritmo lento y bajo Myrdal, Asian drama, n.° 2, vol. Ill, p . 2135-
rendimiento de su trabajo, se avenían ideal- 2136.
23
mente con las condiciones climáticas. Véase Douglas H . K . Lee, op. cit., cap. 4; Gunnar
9
Ibid., p. 166-167. Myrdal, Asian drama, n.° 2, vol. I, p . 680.
10 24
Véase Douglas H . K . Lee, op. cit., p. 155. Véase Douglas H . K . Lee, op. cit., cap. 6; Gunnar
11
Ibid. Myrdal, Asian drama, n.° 2, vol. Ill, p . 2137.
12 25
Gunnar Myrdal, op. cit., vol. III, p. 2136. Gunnar Myrdal, Asian drama, n.° 2, vol. Ill,
13
Ibid. p. 2137.
14 26
Véase P . Borisov, Can man change the climate?, Véase Douglas H . K . Lee, op. cit., cap. 6.
27
p. 18, M o s c ú , Progress Publishers, 1973; Ibid., p. 155.
28
John R . Mather, Climatology: fundamentals Véase Seymour Martin Lipset, Political man: the
and applications, Nueva Y o r k , M c G r a w Hill, social bases of politics, Garden City, N . Y . ,
1974, cap. 8; Nirad C . Chaudhuri, The auto- Anchor Books, Dobleday, 1963, cap. 2;
biography of an unknown Indian, p . 492- Samuel P . Huntington, Political order in
494, Nueva Y o r k , Macmillan, 1951; y The changing societies, p. 49-59, N e w Haven, Yale
continent of Circe: an essay on the peoples of University Press, 1970; C . E . Black, The
India, B o m b a y , Jaico Publishing House, 1965, dynamics of modernization: a study in compara-
cap. 9. tive history, p . 18-20, Nueva York, Harper
16
Véase Ellsworth Huntington, op. cit., p . 70-71, and R o w , 1967.
390; Gunnar Myrdal, The challenge of world 29
Véase Arnold Toynbee, A study of history, p . 55-59,
poverty: a world anti-poverty programme in compendio por D . C . Somervell, vol. I,
outline, p . 82-83, Nueva Y o r k , Pantheon, Londres, Oxford University Press, 1947;
1970; idem, Asian drama, n.° 2, vol. I, cap. 3, E . P . Hanson, New worlds emerging, p. 80-100,
sec. 5 y vol. H I , cap. 30, sec. 11, 13; Marshall Nueva York, Duell, Sloan and Pearce, 1949.
M c L u h a n , "Cybernation and Culture", en 30
Véase Ellsworth Huntington, op. cit., caps. X I V -
Charles R . Dechert (ed.), The social impact of X V I ; R . H . Wheeler, "Climate and h u m a n
cybernetics, p . 103-104, Nueva Y o r k , Simon behaviour", en Encyclopaedia of psychology,
& Schuster, 1966. Este es también el argu- Nueva Y o r k , Philosophical Library, 1946;
mento central de Nirad C . Chaudhuri en su C . A . Mills, Temperature dominance over
obra The continent of Circe. h u m a n life, Science, 16 de septiembre de 1949.
16 31
Véase E . H . G . D o b b y , Southeast Asia, Londres, P . Borisov, op. cit., p. 32-48.
32
University of London Press, 1973 (undécima Gunnar Myrdal, Asian drama, n.° 2, vol. I,
edición), cap. 5; Piere Gourou, The tropical p. 687, nota 1.
33
world: its social and economic conditions and U n a exposición detallada del tema puede verse
its future status, p . 14-17, Londres, Longmans, en Harold Sprout, Geopolitical hypotheses
Green, 1954; C . N . Williams y K . T . Joseph, in technological perspective, World politics,
Climate, soil and crop production in the humid enero de 1963, p . 169-201.
34
tropics, Kuala L u m p u r , Oxford University Véase P . Borisov, op. cit., p. 78-87. Borisov cata-
Press, 1970, cap. 8; John R . Mather, op. cit., loga y resume aquí diecisiete de tales proyectos.
35
cap. 7; Douglas H . K . Lee, op. cit., cap. 3; Véase Maurice Ewing y William L . D o n n , A
Gunnar Myrdal, Asian drama, n.° 2, vol. I, theory of Ice Ages, Science, 15 de junio de
p. 677-680, vol. Ill, p. 2130-2132. 1956, p. 1061-1066; véase también idem, A
17
Gunnar Myrdal, Asian drama, n.° 2, vol. Ill, theory of Ice ages II, Science, 16 de m a y o de
p. 2133. 1958,p. 1159-1162.
18 36
Véase Douglas H . K . Lee, op. cit., cap. 3. Véase P . Borisov, op. cit., los siete últimos
19
Véase Gunnar Myrdal, Asian drama, n.° 2, vol. Ill, capítulos.
37
p. 2133-2134. Ibid., p . 145-147.
20 38
Ibid., p. 2134. Véase Gilbert N . Plass, Carbon dioxide and the
21
Ibid., p. 2135. climate, American Scientist, julio de 1956,
22
Véase Douglas H . K . Lee, op. cit., cap. 4; Gunnar p. 302-316.
L a vida económica internacional
y las actividades del Consejo
de Asistencia Económica M u t u a

O . T. Bogomolov

Varios problemas económicos y sociales han adquirido en las condiciones actuales


un carácter mundial. Esto significa que esos problemas se han planteado en una u
otra medida a todos los países del m u n d o y que no pueden resolverse satisfacto-
riamente sin una amplia cooperación internacional. Entre esos problemas se suelen
mencionar los siguientes: la necesidad de superar la brecha cada vez mayor entre
los niveles de desarrollo económico de los países industrialmente desarrollados del
Occidente y los países en desarrollo, la eliminación de la subalimentación y la
escasez de alimentos, el suministro a todos los países de recursos energéticos,
combustibles y materias primas que necesitan para el desarrollo industrial, la
conservación del medio ambiente, incluida la utilización racional por el hombre de
las riquezas de los océanos, y el establecimiento de u n orden económico interna-
cional equitativo. Los problemas mencionados están relacionados con las activi-
dades del Consejo de Asistencia Económica Mutua. Por un lado, esta organización
colectiva de los países socialistas en el marco de su región contribuye a la reglamen-
tación sistemática de los procesos económicos internacionales, abriendo nuevas
vías para resolver varios problemas internacionales, y, por otro, no se puede hacer
caso omiso de su función y experiencia al aunar, sobre una base democrática y
equitativa, los esfuerzos de todos los países del m u n d o para resolver de manera m á s
satisfactoria los problemas científicos, técnicos y económicos que se plantean a la
humanidad.
D e conformidad con el Estatuto del Consejo de Asistencia Económica
Mutua 1 , su función principal consiste en organizar una cooperación económica,
científica y técnica multilateral entre sus miembros, basándose en la aplicación
consecuente del principio de la división socialista internacional del trabajo con
miras a la edificación del socialismo y del comunismo. El Consejo está llamado a
contribuir, aunando y coordinando los esfuerzos de sus países miembros, al desa-
rrollo planificado de su economía, a la aceleración del progreso económico,

O. T. Bogomolov es miembro correspondiente de la Academia de Ciencias de la URSS, director


del Instituto de Economía del sistema socialista internacional de la Academia, Novochermus
kinskaya, 4b, Moscú.

Rev. int. de cieñe, soc, vol. X X X (1978), n.° 2


Consejo de Asistencia Económica Mutua 375

científico y técnico, a la elevación del nivel de industrialización de los países cuya


industria está menos desarrollada, al incremento constante de la productividad y al
aumento del bienestar de los pueblos de todos los países miembros.
Las actividades de esta organización internacional se basan en los principios
de la igualdad soberana, la ventaja mutua, la plena consideración de los intereses
nacionales de todos los países miembros y el apoyo mutuo y amistoso en aras de la
expansión general de la economía. El Consejo está abierto a otros países que estén
dispuestos a cooperar sobre la base de los principios consignados en su Estatuto.
Por conducto de sus órganos especiales, comités y comisiones, el Consejo de
Asistencia Económica M u t u a organiza la elaboración de programas a largo plazo
de cooperación entre los Estados miembros, coordina sus planes económicos quin-
quenales, contribuye a celebrar consultas sobre las cuestiones principales de la
política económica y prepara propuestas relativas a la construcción en c o m ú n de
instalaciones industriales, a la especialización internacional y a la cooperación en
materia de producción. E n resumen, una de sus funciones es determinar los pro-
blemas m á s importantes de la cooperación, que requieren un examen intersectorial
global sobre una base multilateral y la preparación de las propuestas y los
documentos correspondientes relativos a la planificación. D e conformidad con su
Estatuto, el Consejo puede aprobar recomendaciones relativas a las cuestiones del
desarrollo de la cooperación que n o revisten u n carácter de obligaciones jurídicas
sino que tienen fuerza jurídica internacional únicamente después de consignarse en
los acuerdos intergubernamentales correspondientes. Para aprobar las recomen-
daciones es necesario el acuerdo de todos los Estados miembros interesados del
Consejo, teniendo cada país el derecho de manifestar su interés en cualquier
cuestión.
El Consejo de Asistencia Económica M u t u a mantiene contactos y coopera
con muchas organizaciones internacionales que se ocupan de las cuestiones econó-
micas. Sus actividades se organizan teniendo en cuenta la división mundial del
trabajo y la conveniencia de ampliar la cooperación eficaz con los países del
Occidente y los países en desarrollo. Los países socialistas miembros del Consejo
apoyan activamente el movimiento en pro de la democratización y la mejora de las
relaciones económicas mundiales y el establecimiento de un nuevo orden económico
internacional.
Las leyes objetivas del desarrollo social preparan el terreno para cambiar
radicalmente la estructura de la economía mundial. Tienden a aumentar la función
que desempeñan en ella los Estados socialistas y a ampliar las relaciones entre los
Estados de los dos sistemas. Cada vez es m á s insoportable la explotación de los
países en desarrollo por el capital extranjero y se manifiesta de manera m á s per-
ceptible la necesidad de establecer un control internacional democrático sobre las
actividades de los monopolios transnacionales. Hace ya tiempo que es necesario
suprimir la discriminación en la cooperación internacional y garantizar a cada país
las mismas posibilidades para utilizar las ventajas de la división internacional del
376 O. T. Bogomolov

trabajo. Para ello son necesarias la paz, la distensión y la cesación de la carrera de


armamentos. E n sus actividades el Consejo de Asistencia Económica M u t u a tiene
en cuenta esos requisitos y tendencias del desarrollo actual de las relaciones econó-
micas mundiales.
Desde luego, n o se pueden dejar de ver las diferencias en la contribución real
que cada uno de los dos sistemas sociales opuestos puede aportar hoy día a la
solución de los problemas mundiales y al saneamiento de la economía mundial.
A u m e n t a constantemente la influencia positiva del socialismo mundial, pero n o se
puede pasar por alto la parte relativamente pequeña que ocupa todavía (aproxima-
damente el 13 por ciento) en los intercambios comerciales mundiales. Por otra
parte, el estado de crisis del sistema económico capitalista es motivo de una inesta-
bilidad permanente en las relaciones internacionales, incluidas las relaciones comer-
ciales entre el este y el oeste, y obliga a las partes interesadas a buscar los medios de
reestructurar la economía mundial sobre una base democrática.

U n o de los principales objetivos que persigue desde el principio el Consejo de


Asistencia Económica M u t u a en sus actividades es igualar paulatinamente los
niveles de desarrollo económico de sus Estados miembros. L a eliminación de las
diferencias en los niveles de desarrollo económico responde tanto a los intereses de
los países menos desarrollados c o m o a los de los países que se encuentran en una
etapa más elevada del desarrollo económico. El interés de estos últimos se explica
no sólo por consideraciones morales de igualdad, sino también por motivos pura-
mente económicos. E n efecto, las grandes disparidades en los niveles de desarrollo
reducen las posibilidades de aprovechar las ventajas de la división internacional de
trabajo entre los países con altos niveles de desarrollo y dificultan, en particular, el
aumento de la especialización y la cooperación internacionales en materia de
producción.
Es comprensible que la igualación de los niveles solamente es posible si se
acelera el ritmo del crecimiento económico de los países cuyo nivel es insuficien-
temente alto. Al examinar la tarea del acercamiento de los niveles c o m o un asunto
internacional general, los países del Consejo se basan al mismo tiempo en que su
solución satisfactoria depende en primer lugar de la movilización por todos los
medios de las reservas internas de crecimiento económico de los países menos
desarrollados. L a asistencia internacional y las condiciones favorables para la
división internacional del trabajo pueden aumentar considerablemente la eficacia
de los esfuerzos nacionales, pero no pueden sustituirlos.
Siendo las demás condiciones iguales, los países con bajo nivel de desarrollo
tienen posibilidades complementarias de crecimiento económico, lo que en la
terminología económica se llama el "efecto de despegue". Estos países n o tienen
por qué repetir necesariamente todas las etapas que pasaron en su época los países
desarrollados: tienen la posibilidad de obtener los resultados m á s recientes del
progreso técnicocientífico y de asimilar la experiencia de otros, sin repetir los
Consejo de Asistencia Económica Mutua 377

errores ajenos y sin tener que sufragar los gastos de los promotores. N o obstante,
esto se manifiesta principalmente de manera perceptible cuando el ahorro h a
alcanzado un nivel suficientemente elevado. L a experiencia de los países del Consejo
demuestra que el porcentaje del ahorro en la renta nacional de los países que han
heredado del pasado una economía atrasada era por lo general mayor que en los
demás países, c o m o se confirma en el cuadro 1 :

C U A D R O 1. Porcentaje de los fondos de ahorro en la renta nacional


de varios países miembros del C A E M en 1950-1974"

País 1950 1960 1970 1974

Bulgaria 20,0* 27,4 29,2 30,8


Hungría 23,1 23,1 27,2 30,2
República Democrática Alemana 8,5 18,1 24,0 22,8
Mongolia — 30,4 32,7 34,8
Polonia 21,1 24,2 27,9 37,3
URSS 23,9 26,8 29,5 28,0
Checoslovaquia 17,1 17,7 27,0 28,6
a. Planovoe hozjajstvo [Economía planificada], 1976, n.° 11, p . 76.
b. 1952.

Desde luego, el nivel m á s alto del ahorro en Bulgaria, Hungría, Polonia y


Mongolia n o es en sí todavía la garantía de tasas especialmente elevadas de su
desarrollo económico. Además, debido a las diferencias en los sistemas de la forma-
ción interna de los precios, la comparación del porcentaje del ahorro no siempre es
suficientemente rigurosa. M u c h o depende de la utilización del ahorro y de la
eficacia económica de las inversiones de capital. Los países mencionados han
logrado acelerar su tasa de crecimiento gracias a la concentración de las inversiones
de capital en el establecimiento de sectores modernos de la producción industrial.
L a industrialización (en varios países la industrialización acelerada) ha permitido a
los países miembros del Consejo que en el pasado estaban atrasados en su desarrollo
aumentar considerablemente, en cortos plazos, la productividad del trabajo social
y mejorar la estructura sectorial de la economía nacional.
L o indicado no menoscaba en m o d o alguno la función de los factores inter-
nacionales en el proceso de igualación de los niveles de desarrollo económico de los
países socialistas. Entre los factores internos y externos existe una correlación
dialéctica cuya esencia consiste en que los segundos constituyen de hecho la condi-
ción necesaria para la movilización eficaz de las fuentes internas de desarrollo
económico de los países menos desarrollados. Se trata n o sólo de importar la
maquinaria y la tecnología para crear la industria moderna sino también de garan-
tizar mercados exteriores estables para la producción de las nuevas industrias.
L a historia de la economía mundial ofrece muchos ejemplos de c ó m o las
378 O. T. Bogomolov

relaciones injustas del intercambio internacional y las modalidades desiguales de


derechos en la división internacional del trabajo conservan estructuras sociales y
económicas retrógradas en los países del tercer m u n d o . Desde su creación el Consejo
de Asistencia Económica M u t u a ha seguido consecuentemente una política enca-
minada a crear condiciones de cooperación que permitan igualar los niveles de
desarrollo económico de sus miembros. Aspirante a la organización óptima de la
producción en el marco de cada economía nacional c o m o de toda la comunidad,
los países miembros del Consejo han desarrollado y siguen desarrollando la espe-
cialización y la cooperación internacionales en materia de producción. A veces los
países industriales renuncian a fabricar determinados productos industriales o
refrenan esta producción en favor de los países menos desarrollados. Precisamente
gracias a este enfoque Bulgaria ha podido desarrollar varias industrias importantes
de exportación. Este país exporta el 95 por ciento de todas las carretillas eléctricas
que fabrica, el 96 por ciento de las grúas eléctricas, el 64 por ciento de los motores
eléctricos, un número considerable de desvastadoras de metal, máquinas agrícolas
y productos de la industria química.
Para la industrialización de los países menos desarrollados tiene una impor-
tancia enorme la transferencia gratuita y en condiciones ventajosas de documentos
técnicos, modelos de equipo moderno, licencias y decisiones relativas a los diseños
y proyectos. Según las estimaciones de que se dispone, la Unión Soviética ha trans-
mitido gratuitamente a los países socialistas documentación técnicocientífica por un
valor total (a precios del mercado capitalista mundial) de 9 000-12 500 millones
de rublos2.
A d e m á s de intercambiar licencias y documentación técnica, los países m i e m -
bros del Consejo unen sus potenciales técnicocientíficos para resolver conjunta-
mente determinadas tareas. C o n estefinse coordinan los planes de investigaciones
científicas y de investigaciones sobre el desarrollo y se crean centros de investigación
internacionales3. Es m u y comprensible que la cooperación en la esfera de la ciencia
y la técnica en todas sus formas contribuya a ahorrar considerablemente los recursos
nacionales de los países socialistas menos desarrollados y a elevar el nivel técnico de
su producción.
U n importante factor que favorece el aumento del ahorro en los países menos
desarrollados en la cooperación entre los Estados miembros del Consejo en materia
de créditos. Estos países se conceden mutuamente créditos en condiciones especial-
mente ventajosas y a m e n u d o pueden amortizarlos suministrando los productos de
las empresas construidas con cargo al crédito correspondiente.
E n el programa ampliado de integración económica socialista, aprobado por
los países del Consejo en 1971, se prevén medidas especiales para acelerar el desa-
rrollo y aumentar la eficacia de la economía de la República Popular Mongola.
Entre esas medidasfiguranlas siguientes: la construcción y la explotación conjuntas
en el territorio de la República Popular Mongola de instalaciones industriales y de
otra índole por los Estados miembros del Consejo interesados; la prestación de
Consejo de Asistencia Económica Mutua 379

asistencia para alcanzar las capacidades proyectadas; la concesión de diferentes


créditos en condiciones ventajosas; la aplicación en los casos necesarios de precios
atractivos para el comercio exterior a los productos agrícolas y a los de la industria
extractiva; la prestación de asistencia para desarrollar la ciencia y acelerar el
progreso tecnicocientífico de Mongolia; la promoción de la formación del personal
nacional y la prestación de ayuda gratuita en algunos casos4.
Gracias a la política orientada hacia un fin determinado, los países miembros
del Consejo han logrado hacer m u c h o para la solución práctica del problema de la
igualación de los niveles de su desarrollo económico. Se puede hacer una idea m u y
general de ello al examinar índices c o m o la correlación entre los niveles de la pro-
ductividad del trabajo social, el importe de la renta nacional correspondiente a una
persona ocupada en la producción de bienes materiales, la correlación entre los
niveles de la renta nacional per capita, etc. H e m o s intentado ilustrar el proceso de
igualación recurriendo a coeficientes de variación calculados c o m o la relación de la
desviación cuadrática media de los valores extremos y el valor medio del índice que
se estudia.

C U A D R O 2 . Dinámica de los coeficientes de variación de algunos índices


del desarrollo económico de los países europeos miembros del C A E M "

1950 1955 1960 1965 1970 1974

Coeficiente de variación del porcentaje


que corresponde de la renta nacional a:
la industria 0,25 0,23 0,19 0,16 0,13 0,11
la agricultura y la silvicultura 0,36 0,27 0,29 0,31 0,26 0,26

Coeficiente de variación de la
disponibilidad de fondos 0,57 0,52 0,48 0,44 0,36 0,31

Coeficiente de variación de los niveles


de la productividad del trabajo social 0,34 0,29 0,28 0,25 0,24 0,21

Coeficiente de variación de los niveles


de la renta nacional per capita 0,34 0,33 0,32 0,23 0,20 0,16

a. Voprosy ekonomiki [Cuestiones de la economía],, 1976, n . ° .4, p . 51, 52, 54 y 55.

Los datos indicados en el cuadro 2 demuestran la nivelación constante de los


niveles de desarrollo económico de los países europeos miembros del Consejo.

Los acontecimientos de los últimos años demuestran la importancia crucial que


tiene el suministro a la industria de todos los países del m u n d o de energía y de
materias primas, mientras que ahora esos recursos se reparten desigualmente y se
agotan con rapidez. Baste decir que el volumen total de los minerales extraídos
380 O. T. Bogomolov

durante 1876-1975 (es decir, durante 100 años) al último cuarto de siglo (1951-1975)
correspondieron aproximadamente el 47 por ciento de todo el carbón extraído, casi
el 58 por ciento del mineral de hierro, el 81 del petróleo y m á s del 95 del gas natural6.
Debido a la limitación de los recursos y al rápido aumento de las necesidades,
entran en funcionamiento yacimientos menos ricos y de acceso difícil, lo que
aumenta el costo de la extracción de las materias primas y la energía.
E n las actividades del Consejo ocupa uno de los lugares centrales la solución
del problema de la energía y los combustibles. E n el marco de esta región se ha
alcanzado un alto nivel de autosuficiencia en lo que se refiere al suministro de
energía, combustibles y materias primas a los distintos países socialistas. Sabido es
que la crisis energética de 1973-1975 prácticamente no afectó a los países miembros
del Consejo, cuya economía siguió desarrollándose durante ese periodo de manera
m u y dinámica y estable. Sin embargo, esto no significa en m o d o alguno que para
este grupo de países n o existe en absoluto el problema de los combustibles, la
energía y las materias primas.
Para satisfacer las necesidades de petróleo, gas, carbón y energía eléctrica de
los países del Consejo, la cooperación económica y la división internacional del
trabajo desempeñan una función de importancia excepcional. N o obstante, a
medida que han aumentado las necesidades, se ha comprobado que las modalidades
de la división del trabajo y las formas de cooperación establecidas en el marco del
Consejo no eran suficientemente eficaces.
Así, en 1975, el consumo total de energía en los países miembros del Consejo
(con exclusión de la U R S S ) era aproximadamente de 580 millones de toneladas de
combustible de referencia; el 70 por ciento de las necesidades se cubrieron con la
producción de esos países. Se calcula que en 1980 las necesidades de energía se
elevarán a 780 millones de toneladas de combustible de referencia, disminuyendo la
proporción de su producción del 70 al 50 por ciento6. Las necesidades energéticas
cada vez mayores de los países miembros del Consejo se satisfacen principalmente
mediante las importaciones de petróleo, gas y energía eléctrica de la Unión Soviética.
Se prevé que en 1976-1980 la Unión Soviética suministrará a los países del Consejo
combustibles por u n volumen de 800 millones de toneladas de combustible de
referencia, o sea u n 43 por ciento m á s que en el lustro precedente. Aproximada-
mente la mitad de este volumen la constituirán los suministros de petróleo y de
productos derivados del petróleo'.
L a Unión Soviética cubre constantemente la mayor parte de las necesidades
de mineral de hierro de los países del Consejo, que aumentan rápidamente. Si
en 1975 sus suministros, expresados en metal, eran de 21 millones de toneladas, se
prevé que en 1980 serán de 26 millones de toneladas y en 1990 los pedidos para
importar mineral de hierro de ese país pueden alcanzar, según las previsiones
actuales, los 40 millones de toneladas.
A pesar de que la Unión Soviética dispone de considerables recursos de
combustible y de mineral, el aumento ulterior de sus exportaciones tropieza con
Consejo de Asistencia Económica Mutua 381

limitaciones objetivas. La parte europea de la Unión Soviética tiene u n déficit de


combustible que hay que cubrir mediante los recursos de Siberia. E n cambio, las
regiones orientales de la U R S S se están convirtiendo en la fuente principal de los
suministros de petróleo y de gas para la exportación. Esto entraña enormes gastos
complementarios de transporte y de explotación de las nuevas regiones poco habi-
tadas. Dadas las cantidades de petróleo, mineral y algunos otros tipos de materias
primas extraídas y exportadas, ya no se puede hacer caso omiso del hecho de que
esos recursos son limitados y n o renovables.
E n resumen, para satisfacer las necesidades de combustibles y de metal de los
países miembros del Consejo es necesario pasar a nuevas modalidades de la división
internacional del trabajo y de la interacción entre las economías nacionales de
la U R S S y los países miembros del Consejo. Ahora el problema de los combustibles
y las materias primas se debe resolver no aisladamente sino junto con los de otras
ramas, ante todo la construcción de maquinaria, teniendo en cuenta los gastos
necesarios y los resultados obtenidos, así c o m o las posibilidades de cooperación con
los países en desarrollo, etc. E n todas estas cuestiones es necesaria una estrategia a
largo plazo científicamente fundada y coordinada entre los países.
Los países miembros del Consejo practican ampliamente lafinanciacióny la
construcción en c o m ú n de empresas de la industria extractiva, con objeto de
aumentar la oferta de las materias primas y los combustibles deficitarios para la
exportación. Así, durante el lustro de 1976-1980 se prevé la construcción conjunta
en diferentes países miembros de toda una serie de grandes instalaciones cuyo costo
estimado total es de 9 000 millones de rublos convertibles, incluidas las instalaciones
que se están construyendo en el territorio de la U R S S : la fábrica de celulosa de
Ust-Ilimsk, el complejo industrial de amianto de Kiembaev, las instalaciones de
extracción de mineral de hierro y de aleaciones férreas, el gaseoducto que va desde
Oremburgo hasta la frontera occidental de la U R S S y la línea de alta tensión para
el transporte de electricidad Vinnitsa (URSS)-Albertirsha (República Popular
Húngara). Cuando se termine la construcción de dichas instalaciones (alfinaldel
actual periodo quinquenal) los países participantes recibirán anualmente de la
U R S S además délos suministros corrientes, 15 500 millones de m 3 de gas natural,
más de 9 millones de mena de hierro, aproximadamente 200 000 toneladas de dife-
rentes aleaciones férreas, más de 200 000 toneladas de celulosa sulfatada, unas
180 000 toneladas de amianto y más de 6 000 millones de kw-hora de energía
eléctrica8.
Al resolver el problema de los combustibles y la energía, los países del Consejo
de Asistencia Económica Mutua deben, evidentemente, aunar sus esfuerzos no sólo
para aumentar la producción de la energía primaria y de las materias primas, y en
particular, explotando los yacimientos relativamente pobres, sino también para
racionalizar su consumo y ahorrar, por ejemplo, el consumo de combustible de
referencia por kw-hora de energía eléctrica (en los países miembros del Consejo este
índice es de unos 450 g y en la U R S S de 330 g). Se trata, además, de las medidas
382 O. T. Bogomolov

conjuntas para refinar más el petróleo y aumentar la elaboración de productos


ligeros del petróleo, acelerar el desarrollo de la energía atómica y, en consecuencia,
la fabricación del equipo atómico, elaborar en los países del Consejo la política
estructural tendiente a disminuir el consumo de energía y de materiales para elaborar
el producto social, construir potentes líneas de enlace para el transporte de electri-
cidad, concentrar las industrias que consumen grandes cantidades de energía cerca
de las fuentes de energía barata (principalmente en las regiones orientales de
la U R S S ) , etc.
El programa integrado general a largo plazo de los países miembros del
Consejo ha permitido coordinar entre sí y orientar hacia una finalidad única todas
estas medidas adoptadas por esos países tanto individual c o m o colectivamente.
C o m o ya se ha indicado, ese programa se aprobó en 1971. Ahora está revistiendo
una forma concreta en los programas de cooperación a largo plazo para fines
especiales en los sectores clave de la producción de bienes materiales. L a ejecución
de esos programas permitirá intensificar considerablemente el proceso de inte-
gración económica internacional.
La experiencia adquirida por el Consejo de Asistencia Económica M u t u a en
la organización de una cooperación internacional planificada con objeto de resolver
el problema de los combustibles, la energía y las materias primas es en muchos
aspectos instructiva. Demuestra que, a pesar de toda su complejidad, esos problemas
pueden resolverse a largo plazo si se tienen plenamente en cuenta los intereses de
cada participante. A este respecto n o se puede dejar de señalar que, aunque los
precios de los combustibles y las materias primas en el comercio entre los países
miembros del Consejo reflejan las tendencias a largo plazo en la evolución de los
precios mundiales, no están sujetas a lasfluctuacionesespeculativas y coyunturales.
E n el mercado de los países miembros del Consejo no se produjo una alza repentina
de los precios del petróleo afinesde 1973 ni en 1974.

Cabría mencionar también un importante problema internacional, para cuya solu-


ción tienen cierto interés las actividades del Consejo de Asistencia Económica
M u t u a . Se trata de la protección del medio ambiente. El Consejo coordina y
orienta los esfuerzos de los Estados miembros en esta esfera.
Los países miembros del Consejo fijan las normas admisibles máximas de
concentración de las substancias nocivas en los embalses y en la atmósfera, utilizan
principalmente diferentes tipos de instalaciones de depuración y elaboran y aplican
procedimientos tecnológicos fundamentalmente nuevos basados en la utilización
integrada de las materias primas, eliminando los desechos industriales. Y a en 1964
en el plan global del Consejo para la coordinación de las investigaciones se incluyó
la cuestión de la "Protección de las masas de agua y los espacios aéreos contra la
contaminación por sustancias nocivas"; en 1971 siete países socialistas de Europa
firmaron un acuerdo sobre la cooperación científico-técnica en relación con el pro-
blema global de la "Elaboración de medidas para la protección de la naturaleza",
Consejo de Asistencia Económica Mutua 383

que comprendía la coordinación de las investigaciones sobre seis importantes


problemas divididos en treinta y nueve temas concretos; en 1973 en el marco
del Comité de Cooperación Técnicocientífica del Consejo se creó un consejo encar-
gado de las cuestiones de la protección y la mejora del medio ambiente; por último,
en octubre de 1974 el Comité Ejecutivo del Consejo aprobó un programa ampliado
general de cooperación entre los países miembros del Consejo y la República
Federativa Socialista de Yugoslavia hasta 1980 en la esfera de la protección y
mejora del medio ambiente y la utilización racional conexa de los recursos naturales.
Este último se caracteriza por un enfoque global del problema y abarca los aspectos
socioeconómicos, de organización, jurídicos y pedagógicos de la protección del
medio ambiente; la protección de los ecosistemas y del paisaje; la protección de la
atmósfera contra la contaminación por sustancias nocivas; los aspectos meteoro-
lógicos de la contaminación de la atmósfera; la lucha contra los ruidos y las vibra-
ciones; la protección de las aguas contra la contaminación; la depuración y la
utilización de los desechos domésticos, industriales, agrícolas y de otra índole; la
protección contra la radiactividad; la elaboración de las directrices principales para
la planificación de las ciudades y las zonas naturales, así c o m o de los sistemas de
asentamiento teniendo en cuenta la protección y la mejora del medio ambiente; la
protección del subsuelo y la utilización racional de los recursos.
L a experiencia adquirida en la cooperación entre los países del Consejo para
tomar decisiones tecnicocientíficas y relativas a los diseños y proyectos, destinadas
a proteger el medio ambiante, demuestra que estos problemas pueden resolverse de
manera eficaz en el plano internacional; basta con decir que sólo durante 1971-1975
en el marco del Consejo se terminaron más de 500 trabajos y estudios concretos de
investigaciones científicas sobre estos problemas9.

Desde luego, hay muchos otros ejemplos que ilustran la política específica del
Consejo de Asistencia Económica M u t u a con respecto a algunos procesos inter-
nacionales generales. Los métodos planificados de gestión económica y de coope-
ración internacional empleados en el marco del Consejo permiten a los países
socialistas resolver de manera satisfactoria muchos de los difíciles problemas econó-
micos de la actualidad. N o obstante, el Consejo no se aisla del resto del m u n d o . L a
política encaminada a participar activamente en las relaciones económicas m u n -
diales ha llegado a ser para los países socialistas el elemento más importante de los
programas a largo plazo de desarrollo nacional y fortalecimiento de la paz en el
m u n d o entero. H o y día pocos especialistas occidentales se atreverán a afirmar que
el socialismo se orienta hacia el desarrollo auto suficiente y el m á x i m o aislamiento
de los procesos económicos que tienen lugar en la economía mundial. Cada vez es
mayor el número de los políticos sensatos de Occidente que reconocen lo absurdo
de erigir barreras artificiales en las relaciones con los Estados socialistas, y de
renunciar a las ventajas de una cooperación eficaz con ellos.
Guste esto o n o , no se puede contar con una solución constructiva a los
384 O. T. Bogomolov

problemas globales sin la participación de los países socialistas y haciendo caso


omiso de sus intereses. Esta es la realidad del m u n d o contemporáneo, que impone
la necesidad de una cooperación entre países con diferentes sistemas, y en parti-
cular, entre las asociaciones económicas integradas que han creado.

[Traducido del ruso]

Notas

1
Los miembros del Consejo son: Bulgaria, C u b a , [Economía planificada], 1976, n.° 12, p . 112.
4
Checoslovaquia, Hungría, Mongolia, Polo- Kompleksnaja programma daVnejSego uglublenija i
nia, República Democrática Alemana, R u m a - soverSenstovovanija sotrudnitestva i razvitija
nia y la U R S S . E n virtud de u n acuerdo socialistièeskoj ekonomiéeskoj integracci stran-
especial de cooperación con el Consejo élenov SÈV [Programa ampliado para el desa-
Yugoslavia participa en los trabajos de m u - rrollo ulterior y el perfeccionamiento de la
chos de sus órganos. cooperación y del desarrollo de la integración
- Sodruzestvo socialisíiíeskoe [La comunidad socia- económica socialista de los países miembros
lista], p . 126, Moscú, 1973. del C A E M ] , p . 15 y 16, M o s c ú , 1971.
3 5
Así, el plan integrado para 1971-1975, elaborado Planovoe hozjajstvo, 1976, n.° 9, p . 43.
6
sobre una base de coordinación, comprendía Planovoe hozjajstvo, 1975, n.° 6, p . 18.
1
más de 290 problemas científicos y técnicos y Ekonomiíeskoe sutrudnióestvo stran-ílenov SEV
temas independientes de carácter intersecto- [Cooperación económica entre los países
rial y sectorial. Al mismo tiempo los países miembros del C A E M ] , n.» 1, 1975, p . 47.
8
miembros del Consejo y la República Federal Planovoe hozjajstvo, 1976, n.° 6, p . 33.
9
Socialista de Yugoslavia eligieron sobre una Mirovaja ekonomika i mezdunarodnye otnoSenija
base bilateral 2 500 problemas y temas para [La economía mundial y las relaciones inter-
un estudio conjunto. Planovoe hozjajstvo nacionales], 1977, n.° 1, p . 123.
Los determinantes
de la inversión japonesa
en el sureste asiático

Kunio Yoshihara

Analizamos en este artículo los factores que determinan la inversión llevada a cabo
por compañías manufactureras confinesde producción en el sureste asiático, región
definida que comprende la República de Corea, Taiwan y H o n g - K o n g , además de
los cinco países de la Association for South East Asian Nations, A S E A N (Tailandia,
Malasia, Singapur, Filipinas e Indonesia). Alfinalizarel añofiscalde 1975, el 65 por
ciento del total de las inversiones japonesas en el extranjero (40 por ciento en valor)
estaban concentradas en estos países; esta es pues la región que conoce la mayor
concentración de inversiones japonesas.

Esquema de decisión

N o es m u y instructivo centrar la atención en la inversión extranjera y contemplar


exclusivamente sus factores favorables, porque, si es posible explicar la inversión
extranjera, deberá ser posible explicar con igual precisión por qué n o se optó por
otras soluciones. Así, toda teoría de la inversión en el extranjero debe exponer otras
opciones posibles y mostrar por qué la inversión en el extranjero es una práctica
deseable.
Otra solución que se le ocurre a uno enseguida es la exportación. Si un
industrial que ha venido exportando su producto a un país invierte en ese país para
abastecer su propio mercado, la inversión sustituye a la exportación. D e esta
manera, las razones por las que ha optado por la inversión y ha decidido no
continuar exportando son interdependientes.
Pero, c o m o R . Caves ha señalado, existe una tercera opción1. Puede decidir
no acometer ni la exportación ni la inversión, sino conceder licencia de su fabri-
cación a un productor del país al que ha venido exportando. E n este caso, el nivel de

Kumio Yoshihara, encargado de conferencias en el Centre for Southeast Asian Studies, en la Univer-
sidad de Kyoto, 36, Shimoadachi-cho, Yoshida, Sakyo-Ku, Kyoto (Japón). Ha publicado numerosos
artículos y dos libros: Foreign investment and domestic response: A study of Singapore's indus-
trialization (1976) y Japanese investment in Southeast Asia (1978).

Rev. int. de cienc. soc., vol. X X X (1978), n.° 2


386 Kunio Yoshihara

su producción en su propio país se reduce en la medida que pierde un mercado de


exportación, el nivel de inversión en el extranjero sigue c o m o estaba, pero la afluencia
de regalías aumenta. Desde el m o m e n t o en que un industrial se interesa menos por la
producción per se que por la renta o beneficios resultantes de la misma, la concesión
de licencias es una importante opción que debe tenerse en cuenta al elaborar toda
teoría de la inversión en el extranjero. Por consiguiente, si hemos de explicar la
inversión extranjera, debemos ser capaces de explicar también por qué la inversión
es preferible tanto a la concesión de licencia c o m o a la exportación pura y simple.
Pero ni siquiera este esquema es lo bastante general para explicar la inversión
japonesa en el sureste asiático.
U n o de los problemas está en que la inversión en el extranjero n o siempre es
un substitutivo de la exportación. Considerar ambas c o m o alternativas es dar por
supuesto que la exportación ha venido primero y la inversión está prevista para
reemplazarla. E n la práctica, sin embargo, una parte de las inversiones efectuadas
en las zonas "francas" de algunos países de Asia del Sureste no pretendía reemplazar
las exportaciones, ya que se trataba de elegir no entre exportación o inversión en el
extranjero, sino entre producción en el Japón y producción fuera del país. Así pues,
podríamos considerar por un lado la producción en el extranjero (cuyo incremento
representa la inversión), por otro nuestra producción interior (parte de la cual puede
ser exportada), y, en fin, la concesión de licencias c o m o las tres opciones funda-
mentales que se nos ofrecen.
N o obstante, hemos de concretar y puntualizar m á s respecto a la producción
en el país. Por ejemplo, considérese el caso de las industrias textiles japonesas que
han ido perdiendo poco a poco su posición en el mercado de exportación en el
transcurso de las últimas décadas. L a mayor parte de esas empresas cuando se
vieron ante una política de sustitución de las importaciones en el sureste asiático por
la producción local pareció c o m o si hubiesen deseado invertir en esos países para
sacar partido de su conocimiento tecnológico, pero esta posibilidad de acción fue
rigurosamente limitada. L a concesión de licencia n o era tampoco una solución
viable, ya que, salvo en el caso de las fibras sintéticas, los productos textiles eran
naturales. Y a al iniciarse la década de los años cincuenta, la industria textil se
enfrentaba con u n porvenir sombrío. L o que los industriales hicieron entonces
para superar el problema fue diversificarse y extender sus actividades a sectores
no textiles. Tenemos que analizar la cuarta posibilidad que se ofrece a la empresa:
diversificar sus actividades y limitar su producción interior a la de su producto
principal2. D e ahí que la producción realizada en el extranjero deba interpretarse en
términos de producto principal o de productos que son relacionados verticalmente3.
Tenemos también que considerar la posibilidad de que, cuando unafirmase
encuentra con u n descenso en las ventas, pueda decidir retirar una parte de sus
recursos productivos de la producción corriente, y, en vez de diversificar sus acti-
vidades, vender esta parte y depositar el dinero en u n banco a interés o invertirlo
en valores. En el peor de los casos puede decidir retirarse de su actividad en curso y
Los determinantes de la inversion japonesa 387
en el sureste asiático

obtener una renta con la inversión de su capital restante hasta que decida emprender
una nueva actividad productiva... si es que alguna vez lo hace. Para las grandes
empresas, una posibilidad idónea es intentar la diversificación de sus actividades,
m a s para muchas pequeñas industrias japonesas que carecen de ventajas de m o n o -
polios, la única solución concebible suele ser la de convertirse en "rentistas" hasta
que encuentran un nuevo c a m p o donde actuar. C o m o las pequeñas empresas tienen
una mayorflexibilidadorganizativa, "tomarse una vacación" es una solución viable.
E n nuestro esquema, esta solución será considerada, junto con la concesión de
licencia, c o m o una "actividad redituable sin relación con la producción"4.
Para una firma cuyo producto arrostra un descenso en las ventas, el problema
básico reside en c ó m o redistribuir una cantidad determinada de recursos. E n una
tentativa de encontrar solución, la firma puede tal vez comparar la rentabilidad de
diferentes alternativas. E n tanto la rentabilidad de una particular alternativa n o
afecte a la de las otras, la firma asignará recursos de tal manera que sus rentabi-
lidades marginales resulten compensadas. Pero la situación se complica cuando una
de las alternativas afecta a la rentabilidad de otra.
U n buen ejemplo de esto es la inversión vertical, aquella en que la producción
de ultramar complementa la producción metropolitana. E n este caso, aun cuando
el rendimiento de los recursos adicionales afectados a la producción en el extranjero
fuese inferior al de las actividades redituables no relacionadas con la producción o
al de una actividad de diversificación, la inversión se llevaría a cabo siempre que
tuviera efectos favorables sobre la rentabilidad de la producción interior. Si la
producción en el extranjero aumenta mientras que la producción interior permanece
constante o también aumenta, debe reducirse el nivel de actividad redituable n o
relacionada con la producción o las actividades de diversificación, ya que conviene
mantener estables los recursos totales de una empresa.
H e m o s reseñado la producción en el extranjero, la producción en el interior,
las actividades redituables no relacionadas con la producción y las actividades de
diversificación c o m o diversas soluciones posibles, pero este término de "solución"
es impropio porque implica que son mutualmente excluyentes, mientras que en la
práctica, suelen aplicarse al m i s m o tiempo. A u n en el caso de la redistribución
marginal de recursos, debemos contar con la posibilidad de aumentar el nivel
de varias actividades para contrarrestar la disminución de otra. D e ahí que
parezca m á s apropiado considerar las categorías c o m o actividades diferentes,
cada una de las cuales puede ser aumentada, mantenida o disminuida en su nivel,
pero, puesto que los recursos deben ser estables, no todas ellas pueden variar
simultáneamente.
E n el caso de la distribución marginal de recursos, si las cuatro actividades
son independientes, el problema de la maximización puede resolverse equilibrando
las rentabilidades marginales de cada una. Pero, puesto que las actividades son
algunas veces complementarias, hay que tomar en cuenta la interacción. U n a
manera de soslayar esa complicación es considerar la rentabilidad total de la
388 Kutiio Yoshihara

empresa y equilibrar las aportaciones marginales que la extensión de ciertas acti-


vidades aportan a esta rentabilidad. A efectos del presente análisis, esto se consi-
derará el esquema de decisión básico de la empresa.

Barreras a la inversión extranjera

A u n en el caso de que una empresa decida que la inversión en el extranjero es u n a


proposición atractiva, pueden existir barreras en forma de disposiciones y normas
oficiales que actúan c o m o elementos restrictivos. Es verdad que muchos econo-
mistas tienden a n o tratar la inversión en el extranjero de forma m u y diferente a la
inversión en el interior, pero hemos de tener en cuenta que aquélla implica siempre
el cambio exterior y traspasa las fronteras nacionales. Esto tal vez n o parezca de
gran importancia para países c o m o los Estados Unidos de América cuya influencia
política se ha dejado sentir fuertemente en muchos países y cuya moneda, el dólar,
ha venido utilizándose c o m o divisa, pero sí conviene hacerlo resaltar por cuanto
atañe a las sociedades japonesas que se han enfrentado con numerosas barreras
para invertir en el extranjero6.
L a principal barrera surgió de la situación de la balanza de pagos. C o m o
quiera que la capacidad de exportación del Japón se había resentido considera-
blemente, su balanza de pagos tendió a saldarse con déficits durante muchos años
del periodo de postguerra. Hasta mediada la década de los años sesenta no empezó
a mejorar esta situación de la balanza de pagos, y entonces ya fue m á s fácil para las
empresas japonesas obtener divisas para invertir en el extranjero, aunque hasta 1971
no quedó la inversión en el extranjero completamente liberalizada. Hasta ese
momento, no eran pocos los proyectos de inversión en el extranjero bloqueados por
el gobierno japonés, que había venido vigilando la situación general de la balanza
de pagos con la mayor atención y prudencia.
L a inversión en el extranjero tiene de "extranjero" que tiene que cruzar las
fronteras nacionales. Todo país abierto a la inversión extranjera tiene sus propias
leyes en las que está basado su sistema económico, y no hay razón alguna por la que
dichas leyes tengan que ser favorables a las firmas japonesas interesadas en invertir
en ese país.
E n realidad, el clima del sureste asiático era sumamente desfavorable para las
inversiones japonesas; importa m u c h o , pues, prestar cierta atención a c ó m o se
formó y c ó m o fue cambiando con el tiempo6. Todos los inversores extranjeros
tropezaban con grandes barreras, pero los japoneses hallaron problemas adicio-
nales. El restablecimiento m i s m o de relaciones diplomáticas con los países del
sureste asiático fue una consideración importante. Así, antes de que los empresarios
y técnicos japoneses pudieran entrar en los países de esta región, que habían sufrido
daños considerables durante la guerra del Pacífico, esos países hubieron de aceptar
al Japón c o m o u n a nación nueva que había denunciado su política de preguerra y
Los determinantes de la inversión japonesa 389
en el sureste asiático

hecho votos de convertirse en u n país dispuesto a convivir en paz con sus vecinos.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas era el primer paso indispensable
en esta dirección, aunque, por supuesto, n o suficiente para abrir las puertas a la
inversión japonesa; en algunos casos los sentimientos antijaponeses persistieron
aun después del restablecimiento de relaciones diplomáticas, c o m o en Filipinas.
La actitud de los gobiernos del sureste asiático hacia los inversores japoneses
fue tornándose poco a poco m á s favorable, a medida que surgían nuevos problemas
y los malos recuerdos se borraban; una generación que tenía poco o ningún cono-
cimiento directo de la guerra llegó a constituir una importante fuerza política.
También parece ser que algunos gobiernos del sureste asiático empezaron a sentir
la necesidad de la inversión japonesa con objeto de hacer frente a sus problemas
económicos.
Los problemas del Japón se debían en parte al auge del nacionalismo.
M u c h o s países del sureste asiático eran colonias antes de la guerra, pero después
obtuvieron la independencia y empezaron a planificar sus propios métodos de
desarrollo. Algunos países adoptaron el socialismo c o m o base ideológica de su
desenvolvimiento económico y rechazaron la inversión extranjera, que conside-
raban un intento, por parte de los países desarrollados, de perpetuar su explotación.
L a inversión en estos países resultaba imposible. Pero también en otros estaba
restringida en diferentes grados la inversión extranjera.
Mediada ya la década de los años sesenta, se habían producido unos cuantos
giros favorables. Primero, Taiwan y la República de Corea comenzaron a hacer
hincapié en la industrialización orientada a la exportación, y a promover el esta-
blecimiento de una zona de "libre" circulación para la exportación donde las
reglamentaciones gubernamentales sobre la exportación fuesen mínimas. Posterior-
mente, Singapur, Malasia y Filipinas adoptaron la misma política. Segundo,
Indonesia se sintió favorablemente inclinada hacia la inversión extranjera a partir
de 1965.
Podemos afirmar así que el aumento de la inversión japonesa en el sureste
asiático, que se inició mediada la década de 1960, se debió en parte a un mejora-
miento en el clima de inversión, aunque este concepto es ambiguo, y comprende
algo m á s que la reducción de las barreras legales y administrativas. E n esta sección,
queríamos simplemente considerar los factores que habían impedido a las empresas
japonesas aplicar una estrategia de inversiones en el extranjero.

Determinantes de la rentabilidad

L a reducción de las barreras hizo posible incluir la inversión en el extranjero en la


estrategia de una empresa, pero n o era en m o d o alguno una condición suficiente, ya
que, si la inversión n o era rentable, no había ninguna razón para llevarla a cabo.
Por eso, la razón de que la inversión japonesa aumentara en el decenio último debe
390 Kunio Yoshihara

de estar en que, al tiempo que las barreras a la inversión se demolían, la rentabilidad


de la inversión en el extranjero aumentaba. ¿Qué factores contribuyeron a esto?
U n o de ellos fue el crecimiento del mercado. T o m a n d o c o m o base la renta
per capita, hay que reconocer que los países del sureste asiático no han tenido los
mismos resultados y que para algunos ese resultado n o era m u y notable. M a s
c o m o la población crecía a un ritmo estimado entre el dos y el tres por ciento en la
región globalmente considerada, el nivel de P N B aumentaba resueltamente, lo cual
no sólo hacía incrementarse la demanda general de productos manufacturados,
sino que también la diversificaba.
El aumento en P N B tuvo u n impacto diferencial sobre la demanda de pro-
ductos manufacturados, dejándose sentir más fuertemente allí donde la elasticidad
de la renta era alta con relación a un bajo nivel de ingresos. U n a porción importante
de la inversión japonesa se orientó a la producción de tales bienes, pero en algunos
casos estimuló la inversión con miras a una integración vertical.
El que el mercado aumente no quiere decir que necesariamente la producción
interna vaya a ese mercado mismo, puesto que a veces resulta más rentable exportar.
Pero se da la tendencia a ubicar los centros productores en la vecindad del mercado,
ya que el transporte de algunos productos hasta el m i s m o suele salir demasiado
caro. U n servicio industrial de reparación y mantenimiento tiene que estar cerca del
lugar de demanda, ya que los costos del transporte son demasiado elevados para
que merezca considerarse el desplazamiento de los materiales desde el usuario a los
talleres y viceversa. Por otro lado, u n gobierno puede llevar a efecto determinadas
prácticas de compra discriminatorias en favor de bienes producidos dentro de su
jurisdicción, c o m o un medio de estimular el crecimiento industrial del país y el
aumento de empleo. T o d o esto favorece la ubicación de la producción en proxi-
midad del mercado.
L a segunda razón de que se acrecentara la rentabilidad de la inversión en el
extranjero fue que, para cierto número de industrias, el costo de producción empezó
a resultar más elevado en el Japón que en algunos países del sureste asiático. Son
varios los factores que entran en la producción, y n o nos es difícil comparar sus
precios en el Japón y en los países de la región mencionada. Los salarios japoneses
aumentaron a un ritmo de más del 10 por ciento anual en la década de 1960 y en los
primeros años setenta. Incluso si tenemos en cuenta la diferencia en productividad
obtenida del trabajo intensivo en la industria moderna, los salarios japoneses habían
subido demasiado parafinalesde la década de los sesenta. Asimismo, al intensi-
ficarse la actividad industrial del Japón, se encontró con problemas de espacio y
polución, y para muchas empresas se hizo más rentable implantarse en el extranjero.
Por el contrario, hubo también diversos factores que favorecieron la inversión
en el interior. E n general, los factores de producción intermediarios eran m á s
baratos y el tipo de interés para el capital activo era más bajo en el propio Japón.
Por otra parte, la aglomeración de las industrias confería algunas facilidades
accesorias, lo cual reducía ciertos costos de producción.
Los determinantes de la inversión japonesa 391
en el sureste asiático

Para determinadas industrias, sin embargo, era m á s rentable invertir en el


extranjero. Tal era el caso de las que necesitaban fuerte proporción de m a n o de
obra, y de las que necesitaban mucho espacio, pero n o u n emplazamiento deter-
minado, y son también precisamente las que primero diversificaron geográficamente
dentro del Japón. D e esta manera, podemos establecer una relación entre la teoría
de la inversión en el extranjero y la de la ubicación industrial.
L a teoría de la ubicación industrial da por supuesto que la empresa es inmóvil,
los trabajadores manuales parcialmente inmóviles y el capital perfectamente móvil,
e intenta encontrar la ubicación óptima desde el punto de vista de los costos de
producción y de transporte. Los economistas neoclásicos quizá discutan la supo-
sición de que la m a n o de obra sea parcialmente inmóvil pero en lo que al Japón se
refiere está justificada, ya que la mayor parte de mujeres y muchachas procuran
encontrar puestos de trabajo a distancias que puedan recorrer con billetes de abono.
Esta inmovilidad ha determinado unas diferencias salariales m á s amplias en el
trabajo no especializado que en el especializado. C o m o consecuencia de la inmovi-
lidad el costo de producción difiere de unas áreas a otras. A medida que la industria-
lización fue progresando, la ventaja de instalar una planta en una ciudad importante
disminuyó y tendió a ser anulada por las desventajas de los costos laborales m á s
altos, arrendamiento también m á s alto, costos de transporte m á s elevados debido
a la congestión y gastos extraordinarios para subvenir a las medidas antipolución.
L a inversión en el extranjero puede considerarse una extensión natural de la
diversificación regional en el interior del territorio nacional. Entre el Japón y el
sureste asiático el supuesto de inmovilidad se fortalece, y de esta suerte la inversión
en el sureste asiático puede considerarse análoga a la que afluía hacia departamentos
menos industrializados en el Japón. E n este caso, la teoría de la ventaja relativa
explica la corriente de inversión en el extranjero lo m i s m o que la de inversión
interior. L a razón de que muchas empresas japonesas hayan invertido en el sureste
asiático tiene que haberse debido, entonces, a la pérdida de ventajas relativas
respecto a determinados productos.
Sin embargo, esta explicación dista m u c h o de ser completa, ya que, c o m o
antes señalábamos, la inversión en el extranjero implica tanto el empleo de divisas
c o m o el cruce de fronteras nacionales. Lasfluctacionesen el tipo de cambio exterior
afectan a los costos de producción relativos c o m o entre el Japón y el extranjero,
mientras que las fronteras nacionales dan lugar a barreras comerciales.
C o n el sistema de cambioflexibleno hay razón para tratar lafluctuacióndel
tipo de cambio separadamente, toda vez que se refleja en el cambio experimentado
por los costos relativos. Pero el Japón mantuvo el sistema del tipo de cambio fijo
hasta principios de 1973 y las dos reevaluaciones tuvieron efectos distintos sobre la
rentabilidad de la inversión en el extranjero. Entre diciembre de 1971, cuando se
produjo la primera reevaluación, y mediado 1973, el yen japonés se reevaluó en m á s
de un 20 por ciento. Esto hizo aumentar el costo de la producción interior en divisas
y tornó la inversión en el extranjero m á s atractiva para algunas industrias. El
392 Kunio Yoshihara

aumento de la inversión japonesa en la década de 1970 es en parte imputable a la


anticipación y al hecho efectivo de la reevaluación del yen.
L o mismo que no existe problema de divisas, tampoco hay barreras comer-
ciales en el cruce de fronteras entre departamentos. Las barreras del comercio
exterior, sin embargo, afectan a la estrategia óptima de una empresa desde el
m o m e n t o en que hacen menos atractiva la rentabilidad de la producción interior
para la exportación e inclinan las decisiones hacia la inversión en el extranjero. A l
mismo tiempo, es importante observar que las barreras comerciales japonesas
influyen en la rentabilidad de la producción en el extranjero para exportación al
Japón. Las barreras, tanto arancelarias c o m o n o arancelarias, fueron rápidamente
reducidas después de los primeros años sesenta, y el Japón ya n o es hoy un país
altamente protegido. Todavía mantiene algunas barreras n o arancelarias y ha
impuesto elevados aranceles sobre los productos m á s elaborados, pero comparado
con otros países industriales, el nivel de protección del Japón n o es particularmente
alto, y ha llegado a ser el suyo u n mercado penetrable, c o m o demuestra el ascenso
de las importaciones de textiles y otros productos del sureste asiático. Esta reducción
de barreras comerciales hizo m á s atrayente el producir fuera para exportar al Japón.
Igualmente, la creación de una zona de libre circulación de las exportaciones,
en la que pueden circular los productos entrando y saliendo sin cargas ni trami-
taciones engorrosas, aumentó la rentabilidad de la producción en ultramar. U n a
seria desventaja con que se enfrentó el sureste asiático en sus esfuerzos por incre-
mentar las exportaciones de productos manufacturados fueron los precios m á s
elevados que por algunas materias primas había que pagar, toda vez que eran o bien
producidas por empresas ineficaces pero protegidas o bien importadas con elevadas
cargas. Estas cargas de la importación recaían directa o indirectamente sobre las
empresas mismas que deseaban exportar7. Puesto que los legítimos intereses creados
durante el periodo de sustitución hicieron políticamente difícil prescindir por
completo de una política de ese tipo, surgió c o m o medida de compromiso la idea de
una zona "franca", que es esencialmente una zona económica extraterritorial.
Aunque esta zona resulta un tanto negativamente afectada por la política de susti-
tución seguida allende sus límites, ha acrecentado la rentabilidad de la producción
de las empresas japonesas en el sureste asiático.
E n el caso de la inveisión sustitutiva de importaciones, la erección de barreras
comerciales hizo a las firmas exportadoras reconsiderar sus estrategias. El hecho de
que la producción en el interior para la exportación era menos rentable tuvo c o m o
consecuencia favorecer la otra solución, es decir la inversión en el extranjero. Y con
frecuencia observamos que la exportación conduce a la inversión, en cuyo caso, la
erección de barreras comerciales era sin duda una fuerza promotora.
Sin embargo, no es cierto que la exportación conduzca necesariamente a la
inversión, puesto que hay un número de casos en que las barreras comerciales o su
probabilidad inminente no condujeron a la inversión. Si se erigen barreras comer-
ciales o si un gobierno promete que serán erigidas si la necesaria inversión se lleva
Los determinantes de la inversión japonesa 393
en el sureste asiático

a efecto, una empresa japonesa que haya venido exportando comienza a considerar
la rentabilidad de diversas estrategias que n o sean la exportación. Si la inversión
requiere una producción demasiado importante debido al actual mercado, y u n
nivel de m a n o de obra especializada demasiado alto para el sureste asiático, será
soslayada. D e este m o d o , las barreras comerciales pueden ser una fuerza promotora,
pero son las consideraciones de rentabilidad las que en última instancia determinan
si una particular inversión se lleva a efecto o no.
Asimismo es importante observar que las barreras comerciales n o explican
por sí solas los aumentos de la inversión japonesa sustitutiva de la importación en
el sureste asiático. Las barreras comerciales estimulan la inversión inicial, pero para
explicar que las inversiones continúen durante u n largo periodo es necesario intro-
ducir otros factores, el más importante de los cuales tal vez sea el crecimiento del
mercado. Cuando el P N B aumenta y el área del mercado se amplía, la política de
sustitución de importaciones continúa estimulando la inversión extranjera. Por
ejemplo, la producción de fibras sintéticas en el sureste asiático se hizo posible
merced a la combinación de las barreras comerciales y el aumento de la capacidad
de producción textil en la región8.
El último factor que afecta a la rentabilidad de la producción en el extranjero
son los incentivos de gobierno. Subvenciones para arrendamientos, exención tri-
butaria parcial o completa, depreciación acelerada, formación profesional subven-
cionada, créditos a bajo tipo de interés, etc., hacen la inversión en el extranjero más
arráyente. Por supuesto, tales incentivos no se aplican necesariamente en exclusiva
a la inversión en el extranjero; varios países industriales, entre ellos el Japón,
emplean recursos similares para fomentar la producción industrial en regiones
deprimidas o atrasadas9. L o que hizo el sureste asiático fue que estos incentivos
resultaran m á s atrayentes.
A fin de promover la cooperación económica con el sureste asiático, el
gobierno japonés estimuló igualmente a las empresas japonesas que proyectaban
invertir en la región. Particularmente la disponibilidad de créditos a bajo interés
mediante institucionesfinancierassemigubernamentales —el Banco de Exportación
e Importación del Japón y el F o n d o de Cooperación Económica con Ultramar—
aumentó la rentabilidad de la inversión. Sin tales créditos, algunos de los proyectos
relativamente amplios, c o m o la producción defibrasintética, tal vez no se hubieran
llevado a la práctica. También la ayuda oficial para mejorar infraestructuras
contribuyó indirectamente a incrementar la rentabilidad de la inversión en el
sureste asiático. N o obstante, el gobierno japonés era menos dado a la inversión en
el extranjero que a la diversificación regional en el interior; soportó la mayor carga
en la construcción de la necesaria infraestructura y concedió créditos en m u c h o más
amplia escala a empresas que proyectaban reinstalar sus plantas o construir en
nuevos enclaves industriales, lo cual parece explicar en parte la tardía diversificación
internacional de las empresas japonesas. N o obstante, sin incentivos el paso habría
sido m u c h o m á s lento todavía.
394 Kunio Yoshihara

L a incertidumbre
E n la práctica, el cálculo de los futuros beneficios es una tarea difícil debido a la
incertidumbre relativa a los precios, a las medidas de gobierno, a la estabilidad
política, etc. Teóricamente, debería ser posible prevenir dichas variables, pero si
todas ellas se toman en cuenta simultáneamente, el proceso de decisión resulta
inmanejable.
U n m o d o de abordar el problema consiste en agrupar las variables de tal
forma que limite el número de eventualidades posibles. Por ejemplo, si una empresa
japonesa considera una inversión orientada a la exportación en la República de
Corea, tal vez requiera limitar su investigación a los costos de producción relativos
y al "clima de inversión" y considerar las dos eventualidades siguientes: a) el "clima
de inversión" sigue siendo favorable y el costo de producción continúa variando en
favor de la República de Corea, y b) el "clima de inversión" se torna desfavorable y
esto contrarresta el ventajoso costo de la República de Corea. El inversor, sin
conocer exactamente la situación futura, podrá asignar a cada hipótesis u n índice
aproximativo de probabilidad y evaluar para cada una de las dos eventualidades
los rendimientos de la inversión o de la n o inversión. M u c h o s inversores japoneses
probablemente habrán constatado que optar por la estrategia de la no inversión
requería que el índice de probabilidad del caso b fuese superior a lo que estaban
dispuestos a conceder.
E n algunas circunstancias, la incertidumbre quizá no sea susceptible de
reducción a esta forma manejable. E n tal caso, una empresa puede llevar a cabo u n
estudio de factibilidad, pero c o m o éste corre el riesgo de dar una falsa indicación de
la eventualidad que debe preverse, puede resultar en definitiva de escasa utilidad, y
su costo sobrepasar fácilmente el interés que representa. L o mismo cabe decir de
otras tentativas para conseguir información.
E n semejantes circunstancias una firma podría iniciar un proyecto de inversión
reducido con objeto de determinar la eventualidad probable. Luego, unos años
después, se hallaría facultada para tomar una decisión definitiva. Si decidiera n o
invertir, podría retirarse; si decidiera invertir, podría ampliar su operación. U n a de
las razones de que tantas inversiones japonesas en el sureste asiático sean reducidas
es que la región ofrece bastante incertidumbre.
L a incertidumbre hace que se confiera valor a la información, toda vez que,
con m á s información, una empresa puede evitar cometer errores, ahorrando así
dinero. Sin embargo, el reunir información es caro, de manera que deben sopesarse
costos y beneficios antes de decidir sobre u n método particular de conseguir
información.
Desde los primeros años sesenta, son varias las organizaciones japonesas
fundadas, con objeto de acopiar información relativa a la inversión en el extranjero.
Por ejemplo, la Organización del Comercio Exterior del Japón ha instalado agencias
en varios países y reunido información para ser distribuida entre las empresas
Los determinantes de la inversión japonesa 395
en el sureste asiático

japonesas, generalmente gratis, mientras que los bancos comerciales japoneses han
hecho acopio de información y la facilitan c o m o parte de su servicio a los clientes.
Esta clase de información subvencionada redujo los costos en la fase de evaluación
de la inversión en el extranjero y contribuyó indirectamente a su crecimiento.
N o debería pasarse, además, por alto el papel de las sociedades comerciales
japonesas c o m o proveedoras de información. Las principales sociedades comer-
ciales tienenfilialesen numerosos países y recogen diversos tipos de información,
sobre todo para transacciones comerciales: parte de esta información ha resultado
también de utilidad para los industriales japoneses. E n realidad suele decirse que
la información recogida por las sociedades comerciales tiende a ser más específica y
de uso m á s directo que la reunida por organizaciones semigubernamentales.
Sin embargo, esta información n o habría sido útil en sí misma, pues los
fabricantes por lo general carecían de la pericia técnica para evaluarla, y por lo
tanto habían de combinarla con su propia información. Si eran pequeños fabri-
cantes o dependían de sociedades para la comercialización, esta vinculación era
especialmente característica. Hasta cierto punto, la participación de las sociedades
comerciales en la inversión se acometía por razones financieras y de comercia-
lización, pero también debía de tener por objetivo, en parte, reservarse un derecho
sobre los beneficios posibilitados por su red de información. Desde el punto de
vista de los fabricantes japoneses, tal participación solía ser siempre bien acogida,
ya que significaba que las sociedades comerciales tenían confianza en la información
que suministraban. Naturalmente, un aumento de información no siempre conduce
a un incremento de la inversión, pero algunos tipos de información pueden esti-
mular la inversión si se dispone de ellos a bajo costo, y en general la inversión
aumentó a medida que la información fue haciéndose m á s abundante.
Esta pauta de inversión parece acreditar la teoría evolucionista de la inversión
en el extranjero10. U n a vez que una sociedadfilialqueda establecida en el sureste
asiático, n o sólo se ocupa en la producción sino que adquiere además conocimientos
respecto a oportunidades económicas del área donde está ubicada. Esta información
es trasmitida a la sociedad madre, que puede entonces decidir la explotación de
dichas oportunidades. Y al contrario, una empresa que n o tengafilialesen el
extranjero puede hallar demasiado oneroso el envío de equipos investigadores a
recoger periódicamente información, y por esto mismo excluir de su estrategia la
inversión en el extranjero.
E n algunas circunstancias, una empresa puede constatar que es demasiado
difícil tomar decisiones sin saber lo que hacen otras empresas, de manera que puede
decidir observarlas. Si llega a la conclusión de que n o dispone de más información
que las demás, puede sencillamente imitar su estrategia, o tal vez combinar infor-
mación suplementaria con la que ha recogido por sí misma y aquilatar con ello su
decisión. Si son muchas las empresas que adoptan esta estrategia, tal hecho podría
producir una situación en que la inversión de u n a empresa determine la de otra. N o
obstante, nada garantiza que vaya a ser esto lo que ocurra, pues la información
396 Kunio Yoshihara

derivada de las inversiones iniciales puede tener u n efecto negativo o simplemente


no tener efecto alguno sobre los proyectos de una inversión ulterior. Si la inversión
se lleva a cabo, el fenómeno se conoce c o m o "dejarse llevar"11. El aumento de la
inversión japonesa en la pasada década debe, al menos en parte, atribuirse a esto.

Teoría de la ventaja monopolística

G r a n parte de las publicaciones estadounidenses sobre inversión en el extranjero se


ocupa de un solo aspecto peculiar de la inversión en el extranjero norteamericana,
y es que ésta implicó poca afluencia de capital, toda vez que una parte considerable
del dinero que se necesitaba para emprender la inversión en el extranjero fue apor-
tado por entidades subsidiarias de allende las fronteras. E n algunos casos, los
inversores americanos adquirieron capital extranjero mediante transacción de
bienes: patentes, tecnología o maquinaria. Así, si la inversión en el extranjero
directa no implica una gran afluencia de capital, n o podemos contar con las dife-
rencias en los tipos de interés para explicarla.
A u n cuando la inversión directa fuera instigada por diferencias en los tipos
de interés, es importante preguntar por qué una firma la lleva realmente a efecto en
vez de conceder créditos o investir en valores. Dentro de nuestro marco estructural,
una firma debería sentirse indiferente entre la inversión en el extranjero y la actividad
redituable n o relacionada con la producción. Sin embargo, si muchas empresas
prefieren la inversión en el extranjero, la razón debe de estar en que intuyen que
pueden obtener rendimientos m á s altos con la inversión directa que invirtiendo en
el mercado de capitales extranjero. M a s para hacer tal cosa, han de tener algunas
ventajas que explotar, pues en caso contrario las desventajas de operar en el extran-
jero deben de hacer la inversión directa menos atractiva.
La teoría del ciclo del producto presume que la ventaja de que gozan las
empresas americanas es en gran medida tecnológica, y explica la inversión en el
extranjero en términos de decrecimiento de dicha ventaja12. Pero este decrecimiento
tiene lugar en la última parte del ciclo vital de un producto. Al principio, las firmas
norteamericanas son las únicas en producir un determinado artículo (por lo general,
bienes de gran elasticidad-renta y maquinaria ahorradora de m a n o de obra), y su
producción se vende totalmente en el mercado interior. Cuando otros países, espe-
cialmente los de Europa Occidental, siguen la pauta de crecimiento de los Estados
Unidos de América y alcanzan un nivel de renta m á s alto, su demanda de productos
norteamericanos comienza a aumentar, lo que les lleva a importar de los Estados
Unidos de América. Pero cuando progresa la tecnología, los factores de producción
especiales, c o m o investigación y perfeccionamiento, se hacen menos decisivos, y los
costos de los factores convencionales pasan a ser m á s importantes. Particularmente,
si los costos salariales son considerables, las empresas norteamericanas que han de
hacer frente a salarios más altos en el interior empiezan a invertir en el extranjero a
Los determinantes de la inversión japonesa 397
en el sureste asiático

fin de sacar partido de la m a n o de obra m á s barata y proteger el mercado de


exportación.
L a teoría del oligopolio diferenciado, por otra parte, da mayor importancia a
la comercialización que a la tecnología13. Presupone, en primer lugar, que gran
parte de la inversión norteamericana ha sido acometida por industrias consumistas,
y en segundo, que las empresas de tales industrias no disponen de ninguna ventaja
tecnológica sobre los competidores americanos o extranjeros, pero poseen marcas
de fábrica bien consolidadas o conocimientos de comercialización esenciales, lo
cual les permite sostener con éxito la condición oligopolística. L a ventaja en punto
a comercialización de que tales empresas disfrutan sobre los competidores nacio-
nales no es totalmente transferible a países extranjeros porque cada mercado
extranjero tiene su propia idiosincrasia, pero tales empresas parecen poseer mejor
aptitud para hacer previsiones y pronósticos, ponen más confianza en la publicidad
y su efecto sobre el aumento de la demanda, y se benefician de la influencia de la
cultura norteamericana en el exterior. La teoría del oligopólio diferenciado sostiene
que la inversión directa se lleva a cabo para explotar esta ventaja en materia de
comercialización.
Ninguna de estas teorías explica adecuadamente la inversión japonesa en el
sureste asiático. L a teoría del ciclo del producto se basa esencialmente en el supuesto
de que, en la exportación norteamericana, el factor clave es el distanciamiento
tecnológico, n o las proporciones entre factores, y relaciona la inversión con u n a
amenaza a las exportaciones. Pero cuando maduran los productos, empiezan a ser
menos importantes los factores de producción n o convencionales, y vuelve a
adquirir mayor importancia el modelo de proporción entre los factores. L o esencial
de las exportaciones japonesas son de ese tipo y las inversiones japonesas han sido
motivadas en parte por el cambio del costo de los factores. Esta es una explicación
m á s plausible, especialmente respecto a la inversión japonesa orientada a la expor-
tación, que la teoría del ciclo del producto.
L a teoría del oligopólio diferenciado n o explica tampoco adecuadamente las
inversiones japonesas, c o m o se evidencia de inmediato si examinamos quiénes
fueron en realidad los principales inversores japoneses. Textiles y electrónica son
dos industrias de primer orden que han invertido en el sureste asiático. Las fibras
sintéticas, hilados y tejidos no son productos diferenciados, lo cual quiere decir que
la mayor parte de la inversión textil no tiene nada que ver con la teoría del oligopólio
diferenciado. Las únicas empresas textiles donde hay diferenciación de productos
son los fabricantes del ramo de confección indumentaria, pero el grado de diferen-
ciación del producto en dicho sector es reducido. Y si esto se combina con el hecho
de que un gran número de pequeñas empresas participan también en la producción,
difícilmente puede considerarse al sector de confección un oligopolio diferenciado.
M á s pertinencia puede tener la teoría del oligopólio diferenciado en la
industria electrónica, pero todavía es limitada. L a industria de piezas electrónicas
no es un oligopólio diferenciado: la rama de piezas pasivas especialmente tiene pocas
398 Kunio Yoshihara

barreras de entrada, y la concentración de la producción es m á s bien fácil. E n el


caso de la industria productora de pequeños elementos electrónicos, la diferen-
ciación de los productos es m á s importante, pero su inversión en las zonas de libre
circulación del sureste asiático se explica únicamente por las ventajas en materia
de comercialización.
El problema fundamental de la teoría del oligopólio diferenciado, cuando se
aplica a la inversión en países en desarrollo, es que la renta no es lo bastante alta
c o m o para permitir una diferenciación de los productos. Sólo después de haber
alcanzado u n nivel de renta relativamente alto, la publicidad y diversos "extras"
afectan significativamente a la opción de los consumidores y la elasticidad del precio
decrece. E n países en desarrollo donde la renta no está m u y por encima del nivel de
subsistencia, el margen para la diferenciación de los productos es m u y limitado.
L a teoría de la ventaja monopolística presupone que el oligopolio es u n a
condición necesaria para la inversión en el extranjero, lo cual está justificado en el
caso de la inversión norteamericana porque ésta se halla dominada por grandes
empresas. E n consecuencia, se centró la atención sobre las barreras de entrada, y
se dio por supuesto que estas barreras conferían ventajas a las empresas americanas
frente a los competidores extranjeros. Pero en el caso japonés, invirtió un número
considerable de pequeñas empresas, cuya posición relativa en la inversión en el
extranjero es mucho m á s alta que en el caso americano. D e esta manera, si la teoría
de la ventaja monopolística se interpreta c o m o una teoría de la ventaja oligopolística,
no tiene aplicación en el caso japonés.

Conclusión

H e m o s examinado en este artículo la inversión en el extranjero c o m o un problema


de decisión de las empresas, investigando si este esquema puede arrojar mayor
claridad sobre la inversión en el sureste asiático. L a ventaja monopolística analizada
en la sección anterior es una condición necesaria para la inversión en el extranjero,
pero deja sin explicación muchos de sus aspectos. Parece m á s constructivo consi-
derarla c o m o resultado de opciones efectuadas dentro de u n marco general de
decisión de las empresas. Si adoptamos este enfoque, debemos considerar la inver-
sión en el extranjero c o m o u n problema en dos términos consecutivos. Primero,
¿es admisible c o m o una estrategia de las empresas? Segundo, de ser así, ¿qué factores
motivan su adopción?
Nuestro examen de las barreras a la inversión en el extranjero guarda relación
con la primera de tales cuestiones. E n el periodo de postguerra, Japón hubo de
enfrentarse con un entorno extranjero profundamente cambiado. E n primer lugar,
la fuerza política nipona había quedado considerablemente debilitada por la
derrota en la segunda guerra mundial, y en segundo, el sureste asiático se había
convertido en una región políticamente independiente. El nacionalismo incipiente
Los determinantes de la inversión japonesa 399
en el sureste asiático

constituía una seria barrera para la inversión extranjera, la cual frecuentemente


considerada una amenaza a la soberanía económica, se convirtió en fácil blanco
para el espíritu autoafirmativo de los nuevos gobiernos. A d e m á s , los continuos
déficits de la balanza de pagos obligaron al gobierno japonés a imponer restricciones
sobre la utilización de divisas confinesde inversión en el extranjero. El auge de la
inversión japonesa en el sureste asiático se hizo posible gracias a la reducción de
estas barreras.
Los determinantes de la rentabilidad de la inversión en el extranjero han sido
examinados en relación con la segunda cuestión. Las condiciones básicas que la
hicieron rentable fueron los cambios en las ventajas relativas para determinadas
industrias, las de trabajo intensivo en particular, y la promoción de una política de
sustitución de importaciones en algunos países del sureste asiático. H e m o s señalado
también c o m o estímulos la reevaluación del yen y diversos incentivos guberna-
mentales, pero éstos deben considerarse m á s bien complementarios.
L a incertidumbre dificulta el problema de la decisión. Cierto es que la inver-
sión en el interior también encierra incertidumbre, pero resulta evidente prima facie
que la inversión en el extranjero encierra riesgos m u c h o mayores, de suerte que ésta
ha de ser explícitamente examinada. Incluida en nuestro análisis, sitúa en una nueva
perspectiva las siguientes características de la inversión japonesa: a) las relaciones
con las sociedades comerciales, b) la naturaleza evolutiva de la inversión en el
extranjero, y c) el "dejarse llevar" de la inversión allende las propias fronteras.
H e m o s centrado nuestra atención en el sureste asiático, m a s c o m o el grueso
de la inversión manufacturera japonesa se halla en países en desarrollo, nuestras
conclusiones tienen una aplicabilidad algo m á s general. T o d a elucidación de la
inversión manufacturera japonesa debe tomar en cuenta las barreras, la rentabilidad
y la incertidumbre. Si se pasa por alto cualquiera de estos tres factores, una teoría
de la inversión en el extranjero resulta siempre parcial. Considerarla desde el m i s m o
ángulo que la inversión en el interior, c o m o se ha hecho en gran parte de las publi-
caciones existentes sobre el tema, es una grave distorsión de la realidad.

[Traducido del inglés]

Notas

1
Véase R . Caves, International corporation: T h e muestran mayor tendencia a inclinar su deci-
industrial economics of foreign investment, sión hacia la inversión extranjera que una
Económica, 1971. firma con base sólida para la di versificación.
- Si una firma está m u y diversificada, puede producir Este esquema intenta explicar las decisiones de los
varios artículos principales. E n este caso, di- fabricantes japoneses para emprender en ul-
versificación significa iniciar o aumentar la tramar la producción de u n artículo que
producción de artículos no principales. también es producido en la metrópoli o está
s
H e m o s de observar igualmente que una firma que verticalmente relacionado con alguno de los
tenga una base débil para la diversificación que en ella se producen. L a inversión por parte
u otra con una gama reducida de productos de no fabricantes, c o m o las firmas comer-
400 Kunio Yoshihara

Notas (continuación)

8
cíales, para emprender en el extranjero la Según G . Hufbauer, Synthetic materials and the
producción y u n tipo conglomerado de inver- theory of international trade, Cambridge,
sión, precisa un esquema teórico diferente. Harvard University Press, 1966, la escala
6
M . Wilkins escribe que "el auge de las sociedades óptima de las fibras sintéticas tiende a ser
multinacionales norteamericanas y el de la menor que la de otros productos petroquí-
diplomacia de los Estados Unidos de América micos . Esto explica en parte la ausencia de in-
en su empeño por dirigir el m u n d o se han versión japonesa en la industria petroquímica.
producido en tándem... apoyándose mutua- 9
Respecto a la política de los países occidentales,
mente... E n la búsqueda de la supremacía, véase D . Smith, Industrial location: an econ-
se han servido y usado de una forma recí- omic geographical analysis, N u e v a York, John
proca". Véase M . Milkins, The maturing of Wiley & Sons, 1971, p . 451.
multinational enterprise: American business 1 0 E n cuanto a una exposición de esta teoría, véase
abroad from 1914 to 1970, Cambridge, el capítulo final de M . Wilkins, op. cit.
Harvard University Press, 1974, p . 438. E . Penrose también argumenta que la inver-
6
C . Kindleberger escribe sobre el nacionalismo de sión es en parte un proceso evolutivo. Véase
los países en vías de desarrollo en los términos E . Penrose, Foreign Investment and the
siguientes: " L a carga emotiva que rodea la growth of the firm, Economic Journal, 1956.
11
cuestión se hace m á s fuerte... según vamos Este fenómeno n o tiene por qué ser limitado al
pasando de un marco de desarrollo a otros oligopólio, c o m o se aduce en K . Knicker-
menos desarrollados. L a brecha entre las capa- bocker, Oligopolistic Reaction and Multi-
cidades del inversor y el país huésped es m á s national Enterprise, Cambridge, Graduate
amplia. Esto conduce a diferencias cualitati- School of Business Administration, Harvard
vas." Véase C . Kindleberger, American busi- University, 1973.
1 2
ness abroad: six lectures on direct investment, E n cuanto a la teoría del ciclo del producto, véase
N e w Haven, C o n n . , Yale University Press, R . Vernon, Sovereignty at bay: the multi-
1969, p. 145. national spread of U.S. enterprise, N u e v a
7
Véase R . M c K i n n o n , Money and capital in econ- Y o r k , Basic Book, 1971.
13
omic development, C a p . 10, Washington, Véase R . Caves, op. cit.
D . C . , The Brookings Institution, 1973.
Continuación del debate

Bombas atómicas y seres humanos

Arthur Booth

El n.° 2 del volumen XXVIII (1968) de esta Revista estuvo consagrado al tema:
"El ciclo infernal del armamento". El artículo que publicamos a continuación es una
contribución al importante debate sobre el desarme.

Pocos acontecimientos han sido m á s investigados y han hecho correr más tinta que
el lanzamiento de bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y
Nagasaki en 1945. Es casi inconcebible, pues, que pueda existir una carencia de
información acerca de estos horrendos acontecimientos.
Son muchos los que saben de ellos y han visto representaciones de las nubes
en forma de hongo. Pero pocos están informados del número de muertos, y menos
todavía saben que hubo miles de supervivientes sobre cuya suerte lo ignoran abso-
lutamente todo. Puesto que más de la mitad de la población actual del m u n d o nació
después de 1945, n o es quizá sorprendente que muchos consideren las bombas
c o m o infortunados incidentes históricos que m á s vale olvidar.
Durante 1975 y 1976, la Oficina Internacional para la Paz (OIP) de Ginebra
y sus organismos afiliados hicieron que sefirmaseen esta ciudad, por la Comisión
de Organizaciones no Gubernamentales sobre el Desarme, una resolución firmada
por veinticuatro organizaciones miembros en la que se pedía una investigación sobre
los efectos posteriores de las dos bombas. L a comisión citada instó a la O I P a
pasar a la acción, y se montó un aparato administrativo internacional patrocinado
por cuarenta organizaciones miembros de O N G internacionales y nacionales. Se
obtuvo mucho asesoramiento y ayuda de la Organización Mundial de la Salud, así

Arthur Booth dirige el Bureau international de la paix, 41, rue de Zurich, 1201 Genève. Después
de haber ejercido la profesión de arquitecto y de decorador y productor de teatro, ha sido secretario
del Northern Ireland Friends Peace Board entre 1957 y 1976. Especializado en los problemas de
Irlanda del Norte y de su desarme, es autor de varias monografias y coautor de Orange and green.
El Bureau international de la paix, creado en Roma en 1892, es la organización internacional
más antigua que trabaja a favor de la paz. Fue creada por los grandes congresos por la paz orga-
nizados en las capitales europeas en aquella época y ha trabajado en estrecha relación con la Unión
Interparlamentaria. Las organizaciones miembros del Bureau international de la paix tienen en su
seno organismos que cuentan con 30 millones de adheridos en el mundo.

Rev. int. de cienc. soc., vol. X X X (1978), n.° 2


402 Arthur Booth

c o m o de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), U N S C E A R ,


Instituto Internacional de Estudios sobre la Paz de Estocolmo (SIPR1), Pugwash
Group of Scientists y la propia Organización de las Naciones Unidas. E n el m i s m o
lapón, miles de personas trabajaron activamente en comisiones nacionales que se
ocupaban de todo, desde la investigación al m á s alto nivel científico hasta la
colecta de fondos. También se llevaron a cabo análisis exhaustivos sobre la
situación personal y social de los hibakusha1, c o m o se llama a los supervivientes de la
b o m b a A . El Simposio2 constituyó un intento de acabar con la incomprensión y la
apatía general. Participaron en él cuarenta y cuatro científicos y especialistas de
catorce países, y desarrolló su trabajo en tres fases. El informe de la 2 . a fase es u n
compendio de las averiguaciones del Simposio, y se hacen en él catorce recomenda-
ciones en tono mesurado y con prudentes reservas científicas.
Quizá parezca sorprendente, pero, al cabo de treinta y dos años, se descubrió
información nueva, revelándose nuevas e inquietantes lagunas en los conocimientos
existentes. Todos los miembros del equipo científico poseían distinguidos historiales
de trabajo práctico y clínico, así c o m o en cuanto a labor investigadora, y se atuvieron
a estrictas normas de objetividad científica e integridad profesional. Sus recomen-
daciones pueden resumirse en una declaración, y es que el conocimiento de las
secuelas a largo plazo de las bombas atómicas seguirá siendo pavorosamente
incompleto a menos que se consiga una sustanciosa aportación de recursos finan-
cieros y científicos. E n particular, todo lo hecho hasta ahora para descubrir los
efectos sociales y psicológicos se calificó de "mísero". Pero dada la urgente necesidad
de disponer de mejores datos sobre los efectos biológicos de la radiación ionizante
en el hombre, la insuficiencia de la labor de investigación, la complacencia de
algunas autoridades competentes y la falta de interés general entre los organismos
internacionales son inexcusables3.
El equipo internacional trabajó en dos grupos, ciencias naturales y ciencias
sociales, y también se hizo mucha labor interdisciplinaria. L a Radiation Effects
Research Foundation ( R E R F ) , institución conjunta norteamericano-japonesa con
establecimientos en Hiroshima y Nagasaki, no escatimó en absoluto su tiempo ni
su asesoramiento. Esta Fundación es sucesora de la institución americana cono-
cida c o m o Atomic B o m b Casualty Commission ( A B C C ) , a la que muchos japoneses
miraban con recelo considerándola u n organismo dedicado a investigaciones
secretas, no m u y interesado por sus sufrimientos. Este parecer no está bien fundado,
pero hay bastante verdad en él para herir susceptibilidades. El actual presupuesto
de la R E R F es de unos 9 millones de dólares, y Estados Unidos de América comparte
con Japón lafinanciacióny dotación de personal de la misma.
Los efectos sociales y psicológicos se revelan ahora c o m o partes integrantes
de la experiencia total de la b o m b a A , y no simplemente c o m o manifestaciones
idiosincrásicas de personas trastornadas que no pueden olvidar sus pesadillas.
Este c a m p o de estudio, aunque hay alguna labor aprovechable sobre la materia,
es virtualmente un terreno virgen. La continua e implacable reducción a escombros
Bombas atómicas y seres humanos 403

de Coventry, Dresde, Tokyo y otras ciudades por las fuerzas aéreas de ambos lados
durante la segunda guerra mundial, y que llenaba las largas horas de la oscura
noche, al menos dejaba a sus habitantes unas horas en que poder mostrar su
humanidad tratando de rescatar a familiares y amigos, salvar sus pertenencias o
salvarse ellos mismos y su ciudad, aun cuando al final cayeran en ignominiosa
derrota y desesperación. Pues hasta ese despliegue de humano sentimiento y
camaradería les fue negado a Hiroshima y Nagasaki, donde todo fue literalmente
arrasado en una llamarada, un súbito estallido de luz, fuego y destrucción:
horrenda pesadilla de los supervivientes para el resto de sus días. En un m u n d o en
el que esta clase de material experimental existe —y enfrentado con el espectro de
la guerra nuclear y el empleo generalizado de la energía nuclear— es vital que se
haga el mayor uso posible de las experiencias de las víctimas de las bombas A 4 .

Los hechos históricos

Inmediatamente después de la rendición japonesa el 15 de agosto de 1945, los


Estados Unidos de América enviaron al Japón un denominado Strategic Bombing
Survey Group para que efectuara una investigación a fondo. Este grupo informó que
el Japón se habría rendido "sin ninguna duda antes del 31 de diciembre de 1945, y
con toda probabilidad antes del 1 de noviembre de 1945", aun cuando no se
hubiesen empleado armas atómicas, y aunque la U R S S no hubiera entrado en la
guerra contra el Japón el 9 de agosto5. Los Estados Unidos de América habían
fijado la fecha del 1 de noviembre para la Operation Olympic —la invasión de
Kyushu, isla meridional del Japón donde se asienta Nagasaki—, a la que habría
de seguir la toma de Okinawa 6 . Así, el Survey Group indicaba lafirmeposibilidad
de la rendición japonesa antes de esa fecha.
N o fue el Survey Group el único en revelar la disposición del Japón a poner fin
a las hostilidades. E n junio, el Departamento de Estado había hablado al presidente
Truman de un emisario de paz japonés enviado a través de Portugal, y los Estados
Unidos de América habían interceptado un mensaje dirigido al embajador japonés
en Moscú, diciendo que el Emperador se disponía a enviar a un ex primer ministro
a la U R S S , el 12 de julio, para explorar las posibilidades de paz. Este mensaje indi-
caba claramente las intenciones del Japón, y fue transmitido a Truman por Stalin
en Potsdam, donde Stalin preguntó a Truman si merecía respuesta. U n a contes-
tación afirmativa habría abierto el camino de las negociaciones americano-
japonesas con mediación soviética6.
E n Estados Unidos de América se creía que el Japón se rendiría rápidamente
si se fijaban condiciones apropiadas. El 29 de m a y o de 1945, el secretario de
Estado interino Drew propuso que los Estados Unidos de América aprobaran la
conservación del Tennoismo (el sistema del emperador), sin lo cual estimaba la
rendición improbable. El secretario de Estado Stimson adoptó la idea de Drew, y,
404 Arthur Booth

el 2 de julio, cuando Truman anunció la Declaración de Potsdam, Stimson adjuro


que era esencial para Estados Unidos de América hacer constar la aprobación del
sistema del emperador si querían estar seguros de la rendición japonesa. La justi-
ficación oficial del empleo de la b o m b a A que dieron los Estados Unidos de
América fue que acortaría la guerra y ahorraría muchas vidas. T r u m a n y otros
dirigentes, sin embargo, sabían, antes de que se arrojara la b o m b a , que Japón se
hallaba al borde de la rendición7.
¿Fueron las bombas A factores decisivos en la derrota del Japón? Q u e su
efecto fue tremendo es algo evidente, pero parece ser que el anuncio de entrada
de la U R S S en la guerra contra el Japón hecho el 9 de agosto supuso una conmoción
bastante considerable. E n cualquier caso, una reunión que tuvo aquel día el
Consejo Supremo Japonés de Dirección de la Guerra puso de manifiesto una grave
escisión entre "las palomas" y "los halcones" japoneses, y en una reunión posterior,
aquella misma tarde, la Conferencia Imperial acordó que el Japón aceptaría la
Declaración de Potsdam siempre que la posición del emperador tal c o m o la ley
nacional la establece se preservase. El emperador se había referido a las bombas al
afirmar que la rendición obedecía al mayor potencial bélico de los Aliados, pero
probablemente lo hizo para convencer a sus "halcones" de la necesidad de rendirse,
y los Estados Unidos de América parecían estar informados de esto porque la Junta
de Jefes de Estado Mayor había dicho, ya en m a y o de 1945, que la simple amenaza
de intervención soviética provocaría el derrumbamiento japonés. A pesar de esto,
la fecha para los ataques con la b o m b a A sefijóinmediatamente antes de la entrada
soviética. El general Marshall, jefe de Estado M a y o r del ejército norteamericano,
estaba resueltamente a favor de la entrada soviética por aquel entonces, pero cuando
las bombas A estuvieron preparadas, hasta el general Marshall empezó a dar a
Stimson "la impresión de que puesto que teníamos la b o m b a atómica, la partici-
pación rusa no era ya realmente necesaria ni m u y deseable"8.
A u n cuando la b o m b a se hallaba todavía en fase de elaboración y experimen-
tación, ya el presidente Roosevelt había observado su valor diplomático9, y el primer
ministro Churchill dijo que "sería fatal permitir que Alemania o Rusia ganaran la
carrera en cualquier cosa que pueda ser utilizada para el chantaje internacional"
y que "Rusia podría hallarse en situación de llevar esto a cabo a menos que
trabajemos juntos"10. Muchos científicos, c o m o Niels Bohr, instaron la creación
de un sistema de control internacional, la U R S S incluida, a fin de prevenir el riesgo
de u n conflicto nuclear en la postguerra, pero los principios de la mancomunidad
anglo-americana para el empleo de la energía atómica quedaron en el secreto del
Acuerdo de Quebec de 1943, y una aide-mémoire firmada por los dos principales
Aliados en septiembre de 1944 aludía a la posibilidad de emplear la b o m b a A contra
el Japón. Muchos de quienes respaldaron la idea de utilizar la b o m b a para poner
fin rápidamente a la guerra creen que fue la política antisoviética lo que finalmente
indujo a la administración norteamericana a decidir el bombardeo atómico del
Japón11.
Bombas atómicos y seres humanos 405

Existe igualmente la creencia, no exclusiva de los japoneses, de que los


bombardeos fueron siniestros experimentos encaminados a averiguar lo que sucedía
a los seres humanos víctimas de explosiones atómicas. Sea cual fuere la justificación
militar que se dé respecto a la primera b o m b a A lanzada sobre Hiroshima el 6 de
agosto, no parece que exista en absoluto tal excusa respecto a la segunda arrojada
sobre Nagasaki tres días después.
Las dos bombas eran las únicas que existían en aquel m o m e n t o , y eran dife-
rentes en varios aspectos. La b o m b a que se lanzó sobre Hiroshima era una b o m b a
de uranio equivalente a 12 kilotones de T N T , y se hizo estallar a 580 metros sobre
el centro de Hiroshima, asentada sobre un delta llano rodeado de montañas por el
norte y por el oeste: un blanco perfecto. L a b o m b a arrojada sobre Nagasaki era
una b o m b a de plutonio equivalente a 22 kilotones de T N T , e hizo explosión a
unos 500 metros sobre el nivel del suelo. H u b o probablemente error de puntería y
de cronometría debido a un cambio de planes sobre la marcha, ya que el blanco
primeramente elegido hubo de desecharse a causa de las adversas condiciones
meteorológicas. Nagasaki se asienta en un terreno ondulado y montuoso, a ambos
lados de un bello puerto y estuario, y su zona norte fue la m á s afectada. Los daños
diferían grandemente en las diversas áreas debido al desigual relieve del suelo,
y no fueron tan completos c o m o en Hiroshima, que fue la primera en sufrirlos12.
El carácter experimental de la b o m b a de Nagasaki le confiere u n lugar único en la
historia social humana.

Efectos de las bombas atómicas en los seres humanos*

Es importante tratar de comprender lo que significa la completa y absoluta des-


trucción, en u n instante, no sólo de la vida humana, sino de todos los servicios y
demás factores ambientales que hacen posible la vida. Esto hay que tenerlo bien
presente cuando se juzga la labor de autoridades locales a quienes, en los primeros
momentos por lo menos, es demasiado fácil criticar. Japón era una nación derrotada
y deshecha, en u n estado de tremenda desmoralización. Los hibakusha, a falta de
conocimientos sobre la naturaleza efectiva de las bombas, debían de parecer simple-
mente los heridos más graves en los más recientes bombardeos aéreos.
Otro problema está en que el número de habitantes y edificios de Hiroshima
y Nagasaki tal vez no pueda saberse nunca con exactitud. Los movimientos de
población, especialmente en áreas donde se preveía una invasión masiva norte-
americana, eran secretos militares. Los desplazamientos de tropas, los trabajadores
forzados procedentes de Corea y otras regiones, y los prisioneros de guerra, junto
con la evacuación en curso de niños y otro personal civil, hacen difícil calcular la
población en ningún momento concreto y determinado. Después de los bombardeos,
la administración o no existía o se hallaba en total desorden, y eran imposibles
unas encuestas tan significativas. E n estos cálculos habría que valerse de los planos
406 Arthur Booth

conocidos de ambas ciudades, el "racionamiento de arroz" de la población en el


momento del bombardeo y los resultados de la encuesta de la fuerzas armadas
americanas.
Hiroshima fue devastada concéntricamente, y la destrucción fue total en u n
radio de 2 k m a partir del hipocentro13, del 80 por ciento en 4 k m , y de casi
el 75 por ciento en 5 k m , y se sabe que el centro de Hiroshima estaba densamente
poblado y que un 61 por ciento vivía dentro de los 2 kilómetros del hipocentro.
E n Nagasaki, la mitad de la población vivía en un radio de 3 k m del área
donde la destrucción fue mayor. A m b a s ciudades eran los centros principales de
sus distritos respectivos, y había considerable movimiento de gente en todo
momento. Por tales razones, son bien patentes las dificultades para llevar a cabo
averiguaciones exactas, pero es evidente que el número de víctimas, muertos y
supervivientes, ha sido burdamente subestimado. Los especialistas en este terreno
creen, no obstante, que aún se está a tiempo para obtener y verificar cifras m á s
exactas y más elevadas14.
Se han efectuado diversos cómputos de víctimas. U n informe presentado por
los alcaldes de Hiroshima y Nagasaki a la Secretaría de las Naciones Unidas en 1976
pretende que las víctimas de la explosión directa en Hiroshima ascendieron a 310 000
más unos 40 000 militares. D e éstas, aproximadamente 140 000 murieron antes de
diciembre de 1945. Las víctimas de Nagasaki ascendieron a 270 000, de las cuales
70 000 perdieron la vida.
E n todo el curso de la historia ha habido desastres naturales y ocasionados
por el hombre que causaron cantidades enormes de muertes. Entre ellos hay que
contar los terribles bombardeos aéreos de Dresde en febrero de 1945 y de Tokyo en
marzo del mismo año15. Sin tratar en m o d o alguno de minimizar la enormidad de
dichas tragedias, pueden desglosarse las cifras para hacer factible la comparación
con las explosiones atómicas. Por ejemplo, en el Fukugawa W a r d del núcleo urbano
de Tokyo, donde la destrucción fue mayor, perdió la vida el 17 por ciento de la pobla-
ción. E n Hiroshima y Nagasaki, la cifra de muertes se sitúa en el 49 y el 48 por ciento
respectivamente. El Censo de 1950, que no incluye a una inmensa cantidad de per-
sonas de las que no puede dar razón, establece los supervivientes de Hiroshima
en 157 575, y los de Nagasaki en 124 901. Si se restan estas cifras de los cómputos
de población de la época, la proporción de muertes resulta ser del 63 y del
53 por ciento respectivamente. El número total de los que en ambas ciudades
perdieron la vida fue probablemente de más de 250 000, lo cual arroja un índice
de mortandad de más del 40 por ciento, cifra que aún hay que considerar c o m o
m u y moderada. Sin elaborar espeluznantes cuadros comparativos ni minimizar
los sufrimientos de Dresde y de Tokyo, es evidente que hay una diferencia de
dimensión. Y sin propósito alguno de ocultar los crímenes de guerra cometidos
por ambos lados, es necesario pensar aquí en una dimensión totalmente nueva,
pues, c o m o dijo Einstein, "la b o m b a atómica lo ha cambiado todo excepto nuestro
m o d o de pensar".
Bombas atómicas y seres humanos 407

L a tremenda destrucción de Hiroshima y Nagasaki n o sólo aniquiló vidas


humanas, sino que por doquier dejó familias deshechas, y la desaparición de miem-
bros tutelares fue causa del naufragio y la ruina de la vida familiar. Esto es devas-
tador en cualquier comunidad, y la cultura tradicional japonesa, con su estructura
familiar tan sólida, n o dejó de acusarlo vivamente. El padre o sostén de familia
que no había muerto vio su aptitud para el trabajo disminuida o anulada. Especial-
mente desgraciada era la condición de los niños (algunos de ellos evacuados) tras
la pérdida de padres, madres, hermanos y hermanas. El total de familias desinte-
gradas de esta forma n o se conoce, pero el número de huérfanos producido por la
b o m b a A sólo en Hiroshima oscila, según cálculos, entre 4 000 y 6 500. L a propia
discrepancia entre las diversas estimaciones indica la magnitud del desastre.
L a media de muertes por familia es elevada, calculándose en 2,31 en familias
del "área hipocéntrica"16, y en 1,47 en las "áreas asoladas por el fuego"17. D e las
familias con residencia habitual por esas fechas, murieron 2 de cada 3 miembros
en el área hipocéntrica, y 1 de cada 3 en el área devastada por el fuego. Cifras c o m o
éstas n o quedan limitadas a familias residentes en las dos ciudades, puesto que
ambas tenían poblaciones dilatadas en amplios extrarradios, de suerte que las
bombas A causaron estragos en familias de pequeñas ciudades y pueblos circun-
dantes, e incluso de alejadas prefecturas. L a destrucción también dio al traste con las
relaciones de vecindad, ya que los supervivientes no sólo habían perdido parientes y
deudos, sino vecinos y amigos con quienes antes vivían en interdependencia.
Los efectos totales de este estrago social están aún por evaluar, y el estrago
no fue sólo social. Instalaciones y servicios de todas clases, talleres, oficinas,
fábricas, almacenes, templos, escuelas, hospitales, todo tipo de vehículos, animales,
ferrocarriles, cuarteles de bomberos, comisarías de policía, todas aquellas orga-
nizaciones y funciones económicas y sociales indispensables en una ciudad moderna,
lisa y llanamente desaparecieron. N o estaban solamente los muertos; también
había supervivientes heridos, muchos de ellos bajo los escombros de edificios
derruidos y en llamas, que no podían recibir auxilio ni asistencia médica debido a la
total desarticulación de los servicios y la desmoralización de los supervivientes
ilesos. Estas circunstancias contribuyeron considerablemente a la mortandad
general. M u c h o s hibakusha expresan su experiencia con la frase: "¡Teníamos ante
los ojos el Infierno!" Aparte de sus horribles y repulsivas lesiones —piel colgando
en túrdigas obscenas de cuerpos y miembros, ojos que se salían y descuajaban de sus
órbitas, entrañas derramándose de los vientres— la total y absoluta destrucción
desorientaba incluso a los supervivientes activos y anulaba su voluntad y su facultad
de vivir18.
A u n entre los n o directamente lesionados, la vida estaba tan desorganizada
que era c o m o si se hallasen en un limbo entre la vida y la muerte. Las áreas destruidas
en Hiroshima y Nagasaki se convirtieron en "ciudades muertas" en las que n o era
posible ninguna clase de vida satisfactoria. L a totalidad de los recursos creados
por generaciones quedaron de golpe aniquilados, y los supervivientes, lisiados e
408 Arthur Booth

impedidos c o m o muchos estaban, tenían que ir a buscar a otra parte sus medios de
subsistencia. Los datos de esta migración siguen siendo confusos, pero una labor
esmerada y meticulosa podría llenar aún muchas lagunas en nuestro conocimiento.
Se sabe lo suficiente para trazar gráficos que muestran c ó m o las poblaciones de
Hiroshima y Nagasaki (que habían venido creciendo, a veces con ritmo impetuoso,
desde 1920), descienden de manera dramática inmediatamente después de los
bombardeos, e indican que los supervivientes se dispersaron rápidamente por otras
áreas y prefecturas.
La energía de las explosiones se emitió aproximadamente en las proporciones
de 35 por ciento en radiación térmica, 50 por ciento c o m o onda expansiva y 15 por
ciento c o m o radiación ionizante. Las bolas de fuego llegaron a temperaturas de
millones de grados centígrados en el instante de la detonación, y en un segundo
alcanzaron sus diámetros máximos de 280 metros, m o m e n t o en que su temperatura
era de 5 000° centígrados. A 4 k m del hipocentro, la radiación térmica era 20 veces
mayor que la del sol, y la piel h u m a n a y la madera que la sufrieron quedaron con la
huella de intensas y terribles quemaduras. A 1,2 k m , los seres humanos al aire libre
perecieron abrasados. U n a verdadera tempestad de fuego reinó durante seis horas
en Hiroshima, quemando todo material combustible en un radio de 2 k m , y la de
Nagasaki, aunque menos general, fue de igual violencia en áreas específicas. L a
humedad se condensó en partículas de ceniza y polvo que se remontaron y cayeron
en forma de lluvia sobre ambas ciudades. A este líquido craso y altamente radiactivo
se le conoce hasta hoy c o m o "Lluvia negra". L a onda explosiva, u n m u r o de aire
desplazándose a mayor velocidad que el sonido, recorrió 4 k m en 10 segundos,
seguido por un sobrecogedor m o m e n t o de quietud, tras lo cual volvió a soplar en
dirección opuesta. L a velocidad máxima fue de 70 metros por segundo, y en su
trayectoria todo quedó demolido. L a onda y el calor produjeron una sed ago-
biante a los supervivientes malheridos y enloquecidos, que deseperados luchaban
entre sí por llegar a los ríos, y, una vez allí, por beber agua radiactiva. Se calcula
que los daños materiales infligidos a Hiroshima podrían haberse causado con unas
250 toneladas de T N T y 900 toneladas de incendiarias, pero las explosiones
atómicas producen radiación ionizante y radioactividad, la exposición a las cuales,
aparte de todo lo demás, significa que los seres humanos han de sufrir sus efectos
durante muchos años después, y que sus hijos pueden nacer deformes y sufrir
igualmente19.
Los hibakusha sufren una amplia variedad de efectos diferentes de los pade-
cidos por las víctimas no atómicas de la guerra; entre ellos se cuentan las queloides
(excreciencias de la piel que causan visibles desfiguraciones), los trastornos de la
vista, la microcefalia (reducción de tamaño de la cabeza) y otros daños intrauterinos,
así c o m o posibles efectos genéticos. L a radiación también es causa de leucemia.
Entre los hibakusha se da un claro y proporcionado aumento en la incidencia de
la leucemia, así c o m o del cáncer de tiroides, m a m a y pulmón. Pero hasta hoy no han
aparecido efectos observables en niños concebidos después de las explosiones y
Bombas atómicas y seres humanos 409

que puedan ser netamente relacionados con las bombas A . Otra sorpresa es la
ausencia de cualquier aumento en los procesos cancerosos intrauterinos. N o menos
desconcertante es la ausencia de u n aumento en la mortalidad general, toda vez que
los experimentos de laboratorio efectuados con animales indican que la radiación
externa trae aparejado el acortamiento de la vida. N o hay pruebas de esto entre los
hibakusha, que, por el contrario, muestran u n a tasa de mortalidad reducida por
causas distintas de las diversas formas de cáncer. Los investigadores científicos
mostraron profundo interés por estos resultados, y ensayaron muchas teorías,
notablemente la de que aquellos hibakusha que habían logrado sobrevivir a la
g a m a completa de onda explosiva, fuego y radiación, así c o m o al efecto traumático
de la destrucción instantánea y absoluta, constituían, por esta misma razón, un grupo
naturalmente selecto. Los científicos rechazaron totalmente la errónea información
que se había hecho circular, implicando, en algunos casos, que "una pequeña dosis
de radiación es buena para el hombre", y reclamaron unánimemente se prosiguiera
la investigación, empleando técnicas más refinadas y complejas, a la búsqueda de
conocimientos que ellos estimaban accesibles y que serían de vital utilidad para
todo el género humano 2 0 .
Los hibakusha tienen serios problemas de rehabilitación y subsistencia. Son
objeto de discriminación en matrimonio y empleo, y caen en u n círculo vicioso de
enfermedad, apatía, desesperación y pobreza. Se les aconseja que no trabajen
demasiado, y que se tomen tiempo suficiente para recuperarse c o m o es debido
cuando se resiente su salud, pero es virtualmente imposible hacer estas cosas, y
muchos tienen que reventarse trabajando casi hasta la muerte, en empleos de
baja estofa, para poder pagarse la hospitalización y otras asistencias que ocasio-
nalmente suelen necesitar. M u c h o s hijos de familias hibakusha tienen que aceptar
trabajos de baja índole, y hallan igualmente discriminación en el matrimonio.
También ellos caen en la pobreza.
Las víctimas gravemente afectadas son incapaces de realizar ningún trabajo,
y necesitan asistencia constante. Cuando u n a m a de casa n o es capaz de cumplir
con sus obligaciones y faenas, pueden surgir complicaciones en las relaciones
domésticas. Las víctimas microcefálicas (reducción del tamaño de la cabeza) o las
que sufren de males análogos empeoran con el tiempo, y sólo pueden vivir con la
asistencia de los padres o el cónyuge. Actualmente, treinta y dos años después de las
bombas A , sus protectores están envejeciendo también. Las familias con víctimas de
esta clase necesitan asistencia social y unos ingresos básicos asegurados. Los que se
quedan solos deberían ser acogidos y albergados en casas de beneficiencia. Los
nacidos en 1945 o poco después han alcanzado ya la edad de contraer matri-
monio. Deben investigarse y explicarse los efectos de las bombas sobre los
procesos reproductivos, y se necesita urgentemente averiguar y saber m á s sobre
este punto.
Las familias privadas de sus principales sostenes y abastecedores ascen-
dían al 58 por ciento. Hiroshima poseía un gran número de pequeños negocios
410 Arthur Booth

independientes, mientras que Nagasaki tenía empresas industriales en más amplia


escala. Las pensiones por jubilación son m á s altas para los empleados por cuenta
ajena que para los autónomos, y las familias se ven afectadas por estas circunstan-
cias. Las esposas que pierden maridos o hijos tienen que aceptar empleos de baja
condición y caen fácilmente en las redes de la pobreza. La encuesta de 1965 mostró
que la tasa de empleo de varones hibakusha era m á s baja que la media nacional,
mientras que la de mujeres es más alta, debido a su mayor integración en el sistema
de "trabajo al día" vigente en el Japón.
La encuesta de 1965 reveló igualmente que la cifra de enfermos y lesionados
entre los hibakusha era del 44 por ciento, o sea el doble de la media nacional. L a
cantidad gastada por los hibakusha en tratamiento médico es el 250 por ciento, su
tasa de adquisición de medicamentos el 350 por ciento y la de su impedimento físico
el 350 por ciento más altas que la media nacional. E n la encuesta de 1975, la porpor-
ción de lisiados es el 59 por ciento (los no afectados, el 29 por ciento), y su tasa de
ingreso en hospitales es el 50 por ciento m á s alta que entre los no afectados. Los
hogares con enfermos y lisiados son el 30 por ciento m á s numerosos, y los que
tienen que ingresar a miembros de la familia en un hospital, el 100 por ciento.
U n o de los cambios acontecidos desde 1965 ha sido la inmigración de
hibakusha en las áreas metropolitanas del país, y de esta suerte la necesidad de
organizar la protección de los hibakusha en otras áreas del Japón aumenta.

Tratamiento de los japoneses afectados


por la bomba A (Hibakusha)

Durante la ocupación militar del Japón en la postguerra, cuando mayor necesidad


de tratamiento y auxilio tenían los hibakusha, no se les hizo caso. E n estricta justicia
hay que puntualizar que hasta no haber oído un breve parte radiado por los Estados
Unidos de América el 7 de agosto, no supo el gobierno japonés que se había lanzado
una b o m b a atómica sobre Hiroshima, y aun entonces la noticia no fue transmitida
al público, y una porción considerable de información sobre las bombas A n o fue
puesta por los Estados Unidos de América a disposición de las autoridades japo-
nesas y de los médicos de este país. El 10 de agosto el gobierno japonés protestó,
por mediación de Suiza, contra el empleo por Estados Unidos de América de u n
nuevo tipo de b o m b a enflagranteviolación del derecho internacional que rige las
normas de la guerra21. L a prensa japonesa levantó entonces un coro de críticas contra
los bombardeos.
U n a ley promulgada en 1942 disponía la protección contra calamidades en
tiempo de guerra auxiliando a las víctimas de los bombardeos aéreos y a las familias
damnificadas. El gobernador de cada prefectura respondía de la aplicación de esta
ley, afrontándose todos los gastos a expensas del Tesoro Nacional. M á s para
octubre de 1945, esta ley ya no tenía vigencia, y hasta los puestos de primeros auxilios
Bombas atómicas y seres humanos 411

estaban cerrados. A partir de entonces, los hibakusha tuvieron que agenciarse su


propio tratamiento.
E n las indescriptibles condiciones en que quedaron las dos ciudades, el
aparato administrativo era totalmente incapaz de hacer frente a la situación. Se
sabe, sin embargo, que se registraron increíbles actos de valor protagonizados por
voluntarios y funcionarios públicos, así c o m o por muchos que llegaron a las zonas
siniestradas después de las explosiones en busca de familiares y de amigos, y que
después murieron tras penosa agonía por efecto de las quemaduras y la radioacti-
vidad. E n Nagasaki, donde la destrucción no fue tan completa c o m o en Hiroshima,
las autoridades locales desempeñaron algún papel pero fue necesariamente reducido.
Las Fuerzas de Ocupación, principalmente el ejército de los Estados Unidos de
América, adoptaron una política de desmilitarización y democratización del Japón.
El preámbulo de la nueva Constitución japonesa de m a y o de 1947 dice: "Nosotros,
japoneses [...] estamos resueltos a que nunca m á s nos aflijan los horrores de la
guerra por decisión de gobierno, proclamamos que el poder soberano está en el
pueblo [...] Nosotros, japoneses, deseamos la paz para siempre [...] Reconocemos
que todos los pueblos del m u n d o tiene derecho a vivir en paz, emancipados del
temor y la necesidad", y a esto sigue una clara definición de los derechos humanos
fundamentales, el derecho a ser respetados c o m o individuos, el derecho a la vida,
la libertad y la búsqueda de la felicidad.
E n marzo de 1947, la Comisión de Encuesta sobre Víctimas de la B o m b a
Atómica (Atomic B o m b Casualty Commission — A B C C ) , creada por decreto
de la Presidencia de los Estados Unidos de América, comenzó a investigar los
efectos de la radiación en los hibakusha, y en 1948, por orden de las Fuerzas
Aliadas, se incorporó también a la tarea el Instituto Nacional de Salud y Bienestar.
Durante los años de ocupación, los resultados de la investigación se llevaban a
Estados Unidos de América y eran allí conservados. Algo de este material ha vuelto
al Japón en años recientes, pero los científicos japoneses no están seguros de que se
haya restituido en su totalidad, y a menudo encuentran dificultades para localizar
aquello que se ha enviado.
E n junio de 1950 estalló la guerra de Corea, fue organizada una "Reserva
de Policía" por el Cuartel General de Ocupación y comenzó el rearme japonés m u y
contra los deseos de los propios japoneses. El movimiento pacifista del Japón fue
reprimido por las Fuerzas de Ocupación y por la policía.
E n septiembre de 1951, se firmaron los tratados norteamericano-japoneses de
paz y de seguridad mutua, y en virtud del artículo 19 del primero, el gobierno
japonés renunciaba a su derecho a reclamar indemnizaciones de guerra a los
Estados Unidos de América. Sólo posteriormente se anunció que este renuncia-
miento incluía el derecho de los hibakusha a reclamar indemnización o socorro.
Algo se dispuso en ayuda de las familias de militares muertos o mutilados, pero esta
providencia no se tomó hasta que, en marzo de 1954, el pesquero japonés Fukuryu-
maru n.° 5 fue afectado por la lluvia de cenizas radiactivas de la b o m b a H
412 Arthur Booth

experimentada en el atolón de Bikini, lo cual motivó que el movimiento contra las


bombas A y H se difundiera rápidamente en el Japón y se efectuaran peticiones
públicas de un auxilio nacional más eficaz y consistente para los hibakusha. Final-
mente, en 1957, doce años después de la explosión de las bombas, el gobierno
japonés presentó un proyecto de ley sobre tratamiento médico de las afectados por
la b o m b a atómica.
E n diciembre de 1963, el Tribunal de la Jurisdicción de Tokyo emitió su
veredicto sobre el denominado "Juicio de la b o m b a atómica", por el que cinco
víctimas, en representación de todos los hibakusha, entablaban demanda solicitando
indemnizaciones. L a demanda se desestimaba alegando que los Estados Unidos de
América no eran responsables subsidiarios ni según las leyes internas ni conforme
al derecho internacional. También se especificaba que no podían imputar respon-
sabilidad jurídica al demandado (el Estado del Japón). D e este juicio se desprendía,
sin embargo, que el bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki por los Estados
Unidos de América violaba el derecho internacional que rige las normas de la
guerra, y que el problema de la indemnización, en términos precisos, emanaba de la
propia responsabilidad del gobierno japonés en las hostilidades. El veredicto es
histórico, por no decir académico. Rezaba: "Es evidente que el auxilio en el grado que
se presta [...] no es suficiente, y que, por efecto de una guerra emprendida y sostenida
bajo la soberanía de la nación y bajo su propia responsabilidad, muchos fueron
enviados a la muerte o resultaron heridos y muchísimos más se vieron llevados a la
desesperación. Es m á s , la enormidad de las calamidades no puede compararse con
ningún sufrimiento de tiempo de paz. E n consideración a esto, el demandado debe
tomar medidas adecuadas para socorrer a las víctimas. N o es necesario insistir
en ello."
U n a ley sobre medidas especiales en favor de los afectados por la b o m b a
atómica entró en vigor en septiembre de 1968. Los costos, disponía dicha ley, serían
asumidos por el Tesoro Nacional. El auxilio del gobierno a los hibakusha se basa
en la ley de tratamiento médico y en la de medidas especiales, cuyas provisiones han
ido poco a poco mejorándose por instancia pública, incluidas las peticiones de los
propios hibakusha. Las medidas del gobierno son, c o m o podía suponerse, buro-
cráticas. La ley de protección sanitaria y auxilios médicos para las víctimas de la
b o m b a A dispone el reconocimiento preventivo y cuidados médicos para toda lesión
o enfermedad que el Ministerio de Sanidad y Bienestar reconozca c o m o imputables
a las explosiones atómicas, y también para otras enfermedades no cubiertas por la
seguridad social. L a ley de medidas especiales para los afectados por la b o m b a A
dispone la concesión de subvenciones especiales, c o m o son los costos de asistencia y
los gastos de entierro. Aparte de los gastos de entierro, todas las demás solicitudes
dependen para su aprobación de una declaración de ingresos, y los criterios para
probar que la lesión o enfermedad es imputable a la b o m b a A son en realidad m u y
estrictos. E n 1976, por ejemplo, de 364 361 hibakusha inscritos al amparo de
la ley de cuidados médicos, sólo a 4 402 se les reconoció c o m o pacientes de la
Bombas atómicas y seres humanos 413

b o m b a A , mientras que otros 131 018 recibían asistencia de una clase u otra.
Los principales aspectos del sufrimiento de los hibakusha, aparte la falta de
bienestar físico y de seguridad, son la experiencia directa, el apartamiento de la
vida ordinaria, la pobreza en que se sienten atrapados, la angustia personal y el
continuo temor de que cualquier enfermedad, por leve que sea, pueda anunciar el
final de su vida. Haber visto los cuerpos de parientes, familiares y amigos ago-
nizando entre tantos otros, y a menudo implorando un auxilio que el testigo
presencial era incapaz de prestar o rehusaba prestarlo; haber experimentado el
total desmantelamiento del sustentáculo familiar y social, la tortura física de las
quemaduras, grotescas lesiones externas y crueles enfermedades, efecto de la radio-
actividad, sin esperanza alguna de curación, todo esto deja profundas cicatrices
mentales tanto c o m o físicas, que se avivan con la continua carrera de armamentos y
las pruebas nucleares, lo cual hace sentir al hibakusha que todos sus sufrimientos han
sido en vano. El "milagro" de la recuperación económica del Japón, sin puesto
alguno para ellos, aumenta esta sensación de aislamiento. E n semejantes condi-
ciones, toda finalidad en la vida parece haberse perdido. El hecho de que los objetivos
del movimiento anti-bombano se hayan alcanzado, que no esté asegurado un auxilio
conveniente y digno para los hibakusha —y que hasta el movimiento anti-bomba
se haya visto escindido— contribuye todo ello a incrementar su aflicción.
Los hibakusha recuerdan m u y a lo vivo las espantosas escenas y los horrores
del bombardeo. Recuerdan c ó m o abandonaron a deudos y amigos que se las arre-
glasen c o m o pudieran en el pavoroso holocausto, a fin de escapar y salvarse ellos
mismos. Estas memorias retornan vívidas a su mente cada vez que se hace mención
de las armas nucleares, a cada noticia de alguna prueba nuclear.
Inmediatamente después de los bombardeos, el gobierno japonés trató de
minimizar sus efectos y procuró levantar la moral del pueblo. Casi todos en aquella
época pensaban en los bombardeos aéreos convencionales y consideraban los daños
"un sacrificio necesario en aras de la guerra". Pero los hibakusha terminaron por
dudar que semejantes atrocidades "hubieran en m o d o alguno de soportarse por la
guerra". Se hizo entonces político referirse a la devastación y la muerte c o m o
"sacrificios por la paz", lo cual deparaba algún consuelo, hasta que se vio que las
instancias en pro de los damnificados por la b o m b a A caían en oídos sordos, con
lo que fueron cada vez más los hibakusha que se adherían a los movimientos paci-
fistas y anti-bomba. Pero la insuficiencia de la ley sobre tratamiento de enferme-
dades atómicas promulgada en 1957 fue m u y desalentadora, y volvió a cundir la
inquietud entre los hibakusha, dominados por el sentimiento de ser arrollados y
desbordados por fuerzas sociales y económicas nuevas en las que su sensación de
aislamiento les retraía de comunicar su desolación y su angustia.
E n marzo de 1977, los oficialmente "identificados c o m o hibakusha''' ascendían
a 366 523, de los cuales 179 637 vivían en Hiroshima, 109 000 en Nagasaki y
76 950 en otras 45 prefecturas de Hokkaido a Okinawa. E n estas prefecturas, los
hibakusha se han organizado en asociaciones, una por cada prefectura, excepto en
414 Arthur Booth

Hiroshima y Nagasaki donde existe una diversidad de tales asociaciones, general-


mente agrupadas en la Confederación Japonesa de Asociaciones de Damnificados
por las bombas A y H . También hay víctimas de la b o m b a A que pertenecen a
sindicatos del Consejo General de Sindicatos del Japón. Entre todas estas corpo-
raciones, organizadas por los propios hibakusha, la más antigua se llama Consejo
de Organizaciones de Víctimas de las bombas A y H del Japón (Hidankyo) y sirve
c o m o centro nacional de los hibakusha.
El periodo 1945-1956 comprendió elfinalde la guerra del Pacífico, la guerra
fría, la guerra de Corea y los comienzos de la carrera de armas nucleares. E n el
Japón también se produjeron cambios, y se inició el "milagro" económico. El P N B ,
que en 1945 había descendido al nivel de 1923, recobró su más alto nivel de la pre-
guerra para 1954, y la Dirección de Planificación Económica japonesa declaró con
orgullo: "El periodo de post-guerra ha concluido." Para la mayor parte de los
hibakusha, sin embargo, fue aquella una época en que se veían obligados a vivir a
niveles m u y bajos debido a sus enfermedades y su debilidad.
E n Hiroshima y Nagasaki, comenzó a surgir en ese m o m e n t o una cultura
basada en la experiencia de la b o m b a A , yflorecióla más hermosa música y litera-
tura. Para apreciar todo su valor, tiene uno que haber conocido a la joven que,
deshecho su noviazgo y su vida aparentemente destrozada, pudo dedicarse a los
niños hibakusha desamparados, y escribió una canción memorable cuyo estribillo
rezaba: "¡Si hubiera llovido aquel día!", o haber estado en la Ceremonia C o n m e m o -
rativa de Nagasaki, en 1977, oyendo a una hermosa joven que llevaba treinta y dos
años reducida a su silla de ruedas, dar gracias ante el Santuario de Nagasaki por
la labor del Simposio Internacional. La imploración de que ojalá hubiera llovido
aquel día es una referencia, patética más allá de toda interpretación intelectual, a que
en las condiciones de 1945 no habría sido posible arrojar la b o m b a si no hubiera
hecho un sol radiante en u n cielo azul y sin nubes.
Después del Tratado de Paz de 1951, y especialmente la prueba del atolón
de Bikini de 1954, se inició una organización m á s sistemática de los hibakusha. E n
Hiroshima, por ejemplo, surgió una organización que aspiraba a la "rehabilitación
sin ayudas". Muchachas con queloides que las desfiguraban grotescamente se
sometieron a operaciones de cirugía estética en Tokyo y en los Estados Unidos de
América gracias a ciertas aportaciones benéficas, y escritores y médicos crearon
organizaciones para actuar en nombre y a favor de los hibakusha. L a prueba del
atolón de Bikini encolerizó al Japón, y el movimiento anti-bomba pasó a ser el
mayor movimiento de masas desde la Restauración Meiji acontecida 100 años atrás.
E n 1955, Japón fue escenario de la primera Conferencia Mundial Contra las
Bombas A y H . Fue ésta, en medida considerable, una coyuntura japonesa, con
invitados de países extranjeros, y en 1963, cuando se firmó el Tratado de Prohi-
bición de Pruebas Parciales, se escindió en dos facciones. L a diferencia entre las
facciones es difícil de comprender incluso para los participantes m á s comprometidos,
y, en cualquier caso, el Japón posee una tradición de esta clase de mentalidad divisiva.
Bombas atómicas y seres humanos 415

Al principio, una de las facciones estaba contra las pruebas nucleares en cuanto tales,
mientras que la otra no se oponía a las pruebas, dentro del marco del Tratado,
llevadas a cabo por Estados socialistas. L a división continúa, aunque en 1976 se
hicieron loables esfuerzos, con cierto éxito, para cerrar la brecha. L a principal
diferencia oficial se presenta actualmente c o m o "oposición a la energía nuclear"
por un lado, y "oposición a las armas nucleares" por el otro. Sin embargo, para el
observador informado no es difícil advertir que, en los años de intervalo, ambas fac-
ciones han desarrollado su propio estilo y carácter. Sin duda alguna, la voz del Japón
sería m á s fuerte y la suerte de los hibakusha m u c h o m á s llevadera si las facciones se
pusieran a trabajar juntas de nuevo c o m o ya demostraron que era posible hacerlo
en 1975-1976, uniéndose en apoyo del Simposio Internacional.
A partir de 1966-1967, las tensiones internacionales se apaciguaron con el
Tratado de N o Proliferación Nuclear de 1968 y la terminación de la guerra de
Vietnam en 1973, pese a lo cual la carrera de armamento nuclear continuó su
escalada. L a atención japonesa centrábase ahora en el rápido crecimiento econó-
mico y sus problemas concomitantes, mientras que Okinawa era devuelta al Japón
por los Estados Unidos de América en 1972. El Consejo de Organizaciones de Vícti-
m a s de las bombas A y H del Japón publicó una obra titulada Outstanding
characteristics of the atomic sufferings and the demand for a relief law for A-bomb
sufferers. Conocido este folleto c o m o el "folleto de la calavera" debido a la
calavera simbólica que ilustra su cubierta, este escrito fortaleció considerablemente
el movimiento. Enumeraba las peticiones de los hibakusha bajo trece epígrafes, y,
demostrando que los padecimientos son un complejo de sufrimientos físicos, médicos
y sociales, hacía hincapié en la ilegalidad de las armas nucleares según el derecho
internacional, destacaba la responsabilidad de ambos gobiernos, norteamericano y
japonés, y daba al movimiento la base intelectual que hasta entonces le había
faltado. L a asignación presupuestaria para los hibakusha es actualmente de
44,14 billones de yens (1977)22, una suma que observadores bien informados
consideran aún insuficiente.

¿Qué deben hacer los seres humanos


en torno a las bombas A?

E n este punto, la total experiencia de la b o m b a A y los sufrimientos de los hibakusha


tienen muchísimo que enseñarnos.
Cuando el entero mecanismo social por el que se sustenta la vida es destruido
en u n abrir y cerrar de ojos, m u y difícilmente pueden los seres humanos sobrevivir
al trauma, aun cuando quiera la fortuna que no resulten físicamente malheridos.
Parece evidente que muchos no sobrevivieron sencillamente porque la experiencia,
m á s que las lesiones sufridas, fue demasiado para ellos. E n ocasiones semejantes,
los seres humanos se rigen por instintos de conservación. Olvidan los valores morales
416 Arthur Booth

adquiridos merced a generaciones de indagación y búsqueda espiritual. Se vuelven


inhumanos.
N o todos sufrieron esta pérdida de humanidad, y pueden citarse muchos
casos que ilustran la dignidad y el valor del espíritu h u m a n o en circunstancias de
extrema adversidad en Hiroshima y Nagasaki. L a cuestión sigue en pie: ¿cómo
podemos nosotros evaluar ni juzgar, en ningún sentido moral ni ético, las acciones
de quienes se vieron atrapados en una situación semejante? Esto no es una cuestión
académica, ni un ejercicio defilosofíamoral, porque es evidente que muchos hiba-
kusha abrigan sentimientos de intensa vergüenza y culpabilidad: se ven a sí mismos
en relación con los que perdieron la vida en el holocausto, de lo cual surge la cuestión
de si su propia supervivencia la compraron con la muerte de parientes y amigos a
quienes podrían haber prestado auxilio e incluso salvado.
Muchas de esas muertes fueron tan horribles, tanto entre los que perecieron
instantáneamente c o m o entre los supervivientes que murieron más tarde, que casi
no se las puede considerar c o m o "muertes de seres humanos", sino m á s bien c o m o
"muertes de cosas", y esto horroriza a los hibakusha hoy día tanto c o m o hace
treinta y dos años. El sentimiento de culpabilidad y vergüenza no se borra; sin
embargo comprenden que fueron presa de unas circunstancias que excedían con
mucho su posibilidad de control.
Entonces surge la pregunta: ¿quién controlaba la situación? ¿quién la provocó?
D e esta manera se ven c o m o víctimas en un sentido más que físico o médico, porque
se les quitó la posibilidad de un comportamiento realmente humano. Ven las
bombas A esencialmente c o m o armas para la destrucción de "la comunidad", una
culminación lógica, aunque totalmente inaceptable, en la larga serie de indiscrimi-
nados bombardeos que empezó, al estallar la segunda guerra mundial.
Todo lo que les sucedió lo ven c o m o un efecto de la guerra y de la b o m b a A ,
pero su conciencia de n o haberse comportado c o m o seres humanos no desaparece
por eso, y se preguntan en qué condiciones llegaría tal vez a ser posible su rehabi-
litación moral. Este es el punto en el cual repudian la guerra, y las armas nucleares,
y se identifican c o m o antagonistas de tan monstruosos ataques contra la vida y la
humanidad. Se sienten auténticamente vinculados a los que murieron, y sólo merced
a tal vínculo con los que ya no existen (el pasado) pueden hacer llevadera su propia
vida (el presente) y mirar hacia sus herederos (el futuro). Si las miserias acarreadas
por las bombas A se ignoran o se minimizan, nuestra total descricpión de la expe-
riencia de la b o m b a atómica será falsa e incompleta. Unos cuantos supervivientes
con indomable valentía lograron dar sentido a sus vidas planteándose toda la
experiencia de la b o m b a A en estos términos, y se han rehabilitado noblemente
adoptando c o m o motivación personal la idea de un m u n d o sin armas nucleares,
de u n m u n d o en paz.
" L a vida" para los hibakusha es c o m o una marcha sin término. Víctimas
crónicas del nihilismo y la desesperación, caminan por la frontera que separa la vida
de la muerte. Para poder "vivir", se dan cuenta de que no deben dejarse vencer por
Bombas atómicas y seres humanos 417

este conflicto interior. Si los sufrimientos fueron ocasionados por la b o m b a atómica,


no puede hacérseles a ellos responsables; la responsable es la "nación", tanto de la
b o m b a A c o m o de la guerra. Sin embargo, ¿cómo puede un individuo, en el m u n d o
moderno, pensar siquiera en separarse de su nación en tiempo de guerra? Reconocer
la fuerza de este dilema es el primer paso hacia la exigencia de que los damnificados
por la b o m b a A , dondequiera que sea, deben siempre ser socorridos e indemnizados
por la nación. El paso siguiente es repudiar la b o m b a A y la guerra. Sólo desvivién-
dose para crear una comunidad que adopte los principios de la paz pueden dar
algún sentido a sus vidas.
La cuestión es ahora no tanto lo que la b o m b a A hizo u n día c o m o lo que
todavía está haciendo a unos seres humanos: ese tercio de millón largo de hombres
y mujeres, restos de dos ciudades japonesas de extensión media atacadas con lo
que hoy se consideran armas nucleares tácticas o "mini-bombas". Los hibakusha
comprenden que para ellos vivir significa que deben denunciar la calamidad de la
guerra y preconizar que se renuncie a las armas nucleares. La misión que su expe-
riencia les impone consiste en "llamar la atención del m u n d o sobre los hibakusha
e instar la eliminación de la guerra c o m o medio de resolver las disputas humanas".
Sólo de esta manera les es dado asimilar el significado social e histórico de su expe-
riencia, una profunda comprensión digna de ser compartida por todos los demás
que viven la crisis de confianza en los valores humanos creada por las armas
nucleares. D e este compromiso personal y total se desprenden dos nociones
urgentes que constituyen un reto para todos nosotros.
La primera es que, c o m o revelan los anales históricos y políticos, las bombas
atómicas pudieron haber sido arrojadas literalmente en cualquier lugar; por lo
tanto que todos aquellos que están hoy con vida son en cierto sentido "super-
vivientes", y lo que es más, que dónde y cuándo quiera que hayan nacido, llevan en
sus organismos elementos radiactivos que no existirían de no haber sido por
aquellas explosiones y las pruebas que desde entonces las han seguido.
L a segunda ha sido elocuente y significativamente expresada en estos tér-
minos: " L a raíz esencial de la violencia en nuestra sociedad es nuestro propósito de
emplear armas nucleares. U n a vez que hemos dado a eso nuestra aquiescencia, cual-
quier otro mal es menor en comparación. Hasta que no arrostremos resueltamente la
cuestión de nuestro consentimiento al empleo de armas nucleares, cualquier espe-
ranza de mejoramiento general de la moralidad pública está condenada al fracaso"23.
Los factores que en las disquisiciones académicas y militares sobre estrategia
militar se olvidan son la totalidad del sufrimiento h u m a n o y de la humana degrada-
ción, así c o m o la pérdida de solidaridad. El Simposio Internacional ha dado al
desarme nuclear un rostro h u m a n o , y los hibakusha están señalando el camino
para recuperar la dignidad y la solidaridad perdidas.
E n m á s sentidos de lo que acaso pueda importarnos creer, todos somos
ahora hibakusha.
[Traducido del inglés]
418 Arthur Booth

Notas y referencias

1 10
Hibakusha es la palabra japonesa que designa las Op. cit., p . 959, nota 44; Gowing, Margaret,
víctimas de la bomba atómica, y se pronuncia Britain and atomic energy, Londres, 1964,
con un ligero acento en la segunda sílaba, y app. 8, Bundy, Harvey M e m o of Meeting
la " u " virtualmente m u d a ; así: Hibak'sha. at 10 Downing St., 23 de julio de 1943.
2 11
"International Symposium on D a m a g e and After Feis, op. cit.
12
Effects of Atomic Bombing of Hiroshima Barnaby, op. cit.
13
and Nagasaki (ISDA)"; informe del grupo El hipocentro es el punto de la superficie de la
internacional de científicos patrocinado por tierra situado inmediatamente debajo del
O N G Internacionales. (International Peace centro de la explosión.
14
Bureau, Ginebra; Japanese National Prepara- Barnaby, op. cit.
15
tory Committee, Tokyo, 1977. 400 pági- Westing, Arthur H . , Weapons of mass destruction
nas mecanografiadas. Compendios en pre- and the environment, SIPRI, 1977; Taylor &
paración.) Francis Ltd., Londres, p . 63. Nota 5 al
3
Barnaby, Frank, T h e Reckoning, New scientist capítulo 3.
16
(Londres), 23 de agosto de 1977, p . 472-474. El "área hipocéntrica" es la comprendida dentro
4
Rotblat, Joseph, The puzzle of absent effects, New de un radio de 500 metros del hipocentro.
scientist (Londres), 23 de agosto de 1977,1 7 EI "área asolada por el fuego" es la comprendida
p. 475-476. entre los 0,5 y 2 k m del hipocentro.
5 18
Feis, Herbert, U S Strategic Bombing Survey, re- Morataki, I., A-Bomb Orphans, A-Bomb and
port n.° 62, Japanese Air Power, The atomic Hiroshima; editado por la Sociedad de Uni-
bomb and the end of world War II, Princeton, versitarios para la Salvaguardia de la Paz y
1966, p . 191. la Educación, Hiroshima, 1954, p. 40-59.
6 19
Hace referencia al proyecto de invasión por Barnaby, op. cit.
20
766 700 soldados autorizado por el presidente Rotblat, op. cit.
21
T r u m a n y la Junta de Jefes de Estado Mayor Foreign Relations of the United States, 1945,
en la Casa Blanca, 18 de junio de 1945. Foreign vol. V I . The British Commonwealth, the Far
relations of the United States, the Conference of East, U . S . Department of State, Washington,
Berlin, 1945; minutes of meeting, Washington, 1964,p. 472-473.
22
Departamento de Estado, 1960. Vol. I, Mediado el año 1977, el yen japonés se cotizaba a
p. 873-883, 903-910; vol. II, "Peace feelers unos 600 por libra esterlina o a unos 325 por
through the Soviet Union", p . 460, 1248- dólar de los Estados Unidos.
23
1264, 1272. McSoreley, Richard T . , artículo en U.S. catholic
7
Ibid., p . 646; Feis, op. cit., p . 99-100; T r u m a n , (Chicago), 1977.
Harry S . , Memoirs, vol. I, Year of decisions,
N e w Y o r k , 1955, p. 421.
8
Feis, op. cit., p . 90; citando el Diary de Stimson, * L a mayor parte del material empleado en este tra-
23 de julio de 1945. bajo procede de la propia observación y experiencia
9
Atomic Energy Commission, Doc. 17, AEC Archives, del autor en el Japón, o está extraído del ISDA
Washington, 1944; Sherwin, Martin J., T h e Report, op. cit. (véase nota 2, m á s arriba) principa-
atomic b o m b and the origins of the cold war: lmente de las secciones tituladas "Report of Stage 2"
U S atomic energy policy and diplomacy, y "Working Document III".
1941-1945, American historical review, vol. 78,
n.° 4 (oct. de 1973), p. 960.
Bases de datos
socioeconómicos:
situaciones
y evaluaciones
Servicios informativos
sobre ciencias sociales en la U R S S

V . A . Vinogradov

Organización de los servicios precios, capital circulante y créditos, cultura y


de información y documentación arte, derecho, archivos, etc., operan dentro de las
áreas de su competencia y e n estrecha colabora-
Las instituciones de información científica sobre ción con los centros informativos de la U n i ó n .
ciencias sociales, en la U R S S , están integradas en U n a breve descripción del Centro para
mi sistema que es parte autónoma (subsistema) Actividades Culturales y Artísticas servirá d e
del Sistema Estatal de Información Científica y ilustración. Este centro lleva a cabo la preparación
Tecnológica de la Unión ( G S N T I ) . Comprende de los datos de información científica y promueve
dos instituciones de la Unión, u n número deter- el desarrollo del sistema de servicio informativo
minado de centrosfiliales,organizaciones de infor- en la esfera de la cultura y el arte. El centro archiva,
mación regional y u n a amplia red de departa- publica y difunde —mediante el Servicio de Infor-
mentos de selección y clasificación de información mación Diferenciada para la Administración
adscritos a instituciones y universidades de ciencias ( D I O R ) y el Sistema de Difusión Selectiva de la
humanas. Información (DSI)— datos sobre las siguientes
El Instituto de Información Científica sobre materias: problemas generales de la cultura y el
Ciencias Sociales de la Academia de Ciencias de desarrollo cultural en la U R S S y en el extranjero,
la U R S S ( I N I O N ) * es u n centro fundamental del teoría e historia del arte, bellas artes, música,
sistema, un establecimiento de la Unión que coor- coreografía, teatro, extensión cultural, m u s e o -
dina, a nivel nacional, las actividades informativas logia, restauración y protección de vestigios histó-
en las ciencias sociales y clasifica publicaciones ricos y tesoros de arte. Sobre todas estas materias
tanto soviéticas c o m o extranjeras. el Centro publica compilaciones, estudios, biblio-
Otra institución central —el Centro de In- grafías y boletines informativos especiales. S e
formación Científica y Tecnológica de la Unión—, envía información a ministerios de la U n i ó n y de
en contraste con I N I O N , recoge y distribuye las repúblicas, a departamentos regionales y a
información sobre obras y tesis científicas inéditas. expertos individuales.
Los servicios informativos subalternos, en El Centro de Información garantiza el
esferas tales c o m o la enseñanza superior, peda- control metodológico sobre los servicios infor-
gogía e instrucción pública, formación profesional, mativos para cultura y arte adscritos a las biblio-
tecas de las repúblicas y a diversos organismos
culturales.
Se h a n creado servicios de información
El profesor V. A. Vinogradov es director del Insti- regionales en casi todas las repúblicas de la
tuto de Información Científica sobre las Ciencias U n i ó n . S o n centros (departamentos, secciones)
Sociales de la Academia de Ciencias de la URSS, de información científico social integrados en la
Moscú. También es vicepresidente del Consejo estructura de las academias de ciencias de las
Internacional de Ciencias Sociales, París, y miembrorepúblicas socialistas soviéticas del Azerbaijan,
del Consejo Director del Centro Europeo de Coordi-
nación, de Investigación y de Documentación en * 28-45, ul. Krassikov, M o s c o w B-418. Teléfono:
Ciencias Sociales, Viena. 128-89-30.

Rev. int. de cier.c. soc., vol. X X X (1978), n.° 2


1X
Armenia, Bielorrusia, Georgia, Kazajstán, Kir- y las instituciones y escuelasfilialesde inves-
guizia, Letónia, Lituânia, Estonia, Moldavia, tigación científica. Por el m o m e n t o n o son n u -
Turkmenia y Uzbekistán. Para todas las demás merosas, unas cien en total, pero van a crearse
academias de ciencias van a crearse servicios de más.
información en el futuro inmediato. L a misión Cada centro de información sobre ciencias
principal de estos servicios consiste en recoger, sociales está basado en la biblioteca que forma
tratar y almacenar datos referentes a las ciencias parte del establecimiento (por ejemplo: I N I O N de
sociales de significación primordial para las insti- la Academia de Ciencias de la U R S S , los centros
tuciones científicas y órganos estatales de las de las repúblicas de Armenia y Georgia) o que es
repúblicas. A d e m á s , cumplen fines de coordi- organismo independiente con la misión de sumi-
nación y difusión de las experiencias de informa- nistrar toda la documentación necesaria.
ción científica habidas dentro de su región. Entre los centros bibliográficos importantes
Para ilustrar la esfera de actividad de u n sobre ciencias sociales se cuentan la Biblioteca
Centro de República podemos tomar c o m o Lenin, la Biblioteca Saltykov-Schedrin, la Biblio-
ejemplo el de la Academia de Ciencias de la teca de Estado de Literatura Extranjera y la Biblio-
República Socialista Soviética del Azerbaijan. teca de Historia de la R S F S R . Así, la Biblioteca del
Antes que nada se da prioridad a la selección y di- Estado de Literatura Extranjera publica un boletín
fusión de los estudios soviéticos sobre el Azerbaijan informativo, Literatura extranjera moderna, biblio-
publicados en la U R S S y en el extranjero, así grafías de la nueva literatura extranjera recibida en
c o m o los que enfocan problemas científicos, la Biblioteca y Cursos de lenguas extranjeras. Junto
socioeconómicos y políticos de los países del con el Centro de Información sobre Cuestiones de
Oriente Medio. Hacer resúmenes de las publica- Cultura y Arte publica colecciones de resúmenes
ciones científicas que ven la luz en la República, científicos e información especial sobre ciencias
y su posterior inserción en el boletín general del bibliográficas y bibliológicas; además de perió-
I N I O N , Las ciencias sociales en la URSS, tal es dicos, la Biblioteca publica sistemáticamente obras
la principal tarea del Centro. L a información bibliográficas. H a y una serie de bibliografías de
clasificada por éste, así c o m o la recibida del literatura soviética y extranjera sobre cuestiones
I N I O N , pasa a diversas instituciones científicas, tocantes a los movimientos de resistencia en
cátedras universitarias, entidades públicas y orga- diversos países europeos, índices bibliográficos de
nismos estatales de la República, bien a través del traducciones de autores soviéticos a lenguas ex-
Sistema de Difusión Selectiva de la Información tranjeras y de traducciones de obras de autores
(DSI), bien por medio de publicaciones infor- extranjeros al ruso, obras de referencia biblio-
mativas en curso. El centro publica extractos, gráfica sobre literatura de ficción y teatro en el
estudios y bibliografías, algunas de las cuales son extranjero (Principales novelas extranjeras, Teatro
elaboradas en cooperación con otros centros de inglés moderno y otras).
información de repúblicas de la Unión, c o m o los
La estructura de los servicios informativos
de las repúblicas socialistas soviéticas de Armenia
dentro del subsistema de las ciencias sociales per-
y de Georgia.
mite a todo órgano subalterno difundir las publi-
D e ahí que las publicaciones n o cubiertas caciones editadas por las instituciones centrales.
por los medios de información de la Unión haya Los organismos informativosfilialesy re-
que buscarlas en las publicaciones informativas gionales disponen de sus propios depósitos de
filiales y regionales, que a veces pueden ser de referencias y datos y transmiten información a
significación m á s general, c o m o es el caso de las publicaciones informativas centrales y a los
varias publicaciones sobre cuestiones de cultura, principales bancos de datos para ciencias so-
artes, enseñanza superior, pedagogía y las corres- ciales que están constituyéndose en el ámbito del
pondientes a regiones extranjeras específicas. INION.
L a red de información principal en las Las publicaciones filiales del I N I O N de
ciencias sociales se está constituyendo actualmente carácter bibliográfico y compilatorio suministran
sobre la base de los departamentos y secciones información para todo el país y son complemen-
informativos de los institutos de ciencias h u m a - tadas por las publicaciones bibliográficas y compi-
nas de la Academia de Ciencia de la U R S S , latorias especializadas de otros centros.
Servicios informativos 423
sobre ciencias sociales en la URSS

Los años 1974 y 1975 se distinguieron por Se presta especial atención al desarrollo de
las dos conferencias para la coordinación de las los resúmenes analíticos. A diferencia de la infor-
ciencias sociales de la U n i ó n y por las amplias mación bibliográfica, que h a estado en curso
normas adoptadas en virtud de las cuales se des- durante muchas décadas, la producción genera-
taca la necesidad de una clara diferenciación en lizada de resúmenes analíticos, con inclusión de
las funciones de las instituciones de información todas las ramas de las ciencias sociales, se e m -
científica. Esto es de lo m á s esencial para las publi- prende ahora por vez primera en la Unión
caciones, ya que las duplicaciones suponen gastos Soviética.
adicionales y pérdida de tiempo por parte tanto E n la elaboración de u n sistema de resú-
de los documentalistas c o m o de los usuarios. menes analíticos, el I N I O N ha resuelto una serie
L a principalfinalidadque persigue el desa- de cuestiones metodológicas y organizativas, ha
rrollo de los servicios de información sobre ciencias formulado principios de selección de textos (qué
sociales en la U R S S es, por lo tanto, perfeccionar debe y qué n o debe resumirse) y determinado los
la red ya existente, y ocasionalmente ampliarla elementos básicos de forma y contenido en la
creando nuevas instituciones. operación de síntesis así c o m o los diversos tipos
de publicaciones analíticas. Se da prioridad a los
Publicaciones sobre ciencias sociales libros y a los artículos teóricos y analíticos que
encierran conclusiones, ideas y conceptos recientes.
El I N I O N tiene u n papel fundamental en este El carácter científico de la elaboración
aspecto, y su creación obedeció en primer lugar de resúmenes analíticos consiste sobre todo en
a la creciente importancia de las ciencias sociales reproducir n o sólo los principales componentes
para la sociedad soviética moderna así c o m o para y conclusiones del material original, sino tam-
su rápido desarrollo y su significación cada vez bién su elemento de concepción del m u n d o , su
mayor en todo el m u n d o . orientación político-ideológica, la lógica de la
Se h a n asignado al I N I O N las siguientes investigación y la estructura de los argumentos
funciones: principales que justifican las conclusiones. Se han
Facilitar servicios de información para las insti- elaborado en el I N I O N dos clases principales de
tuciones científicas soviéticas, centros de resúmenes analíticos: un resumen breve, utilizado
enseñanza superior, organismos estatales y generalmente c o m o prepublicación de un resumen
organizaciones públicas; m á s completo, con fines de información retros-
Reunir y extractar literatura soviética y extranjera pectiva y orientada hacia problemas determinados.
sobre ciencias sociales; Se han escogido dos formas principales de publi-
Publicar resúmenes analíticos, materiales biblio- cación analítica: una revista y u n a compilación.
gráficos y estudios analíticos de literatura Finalmente, se han seleccionado estudios de textos
científica; analíticos c o m o u n aspecto especial de las acti-
Crear un sistema integrado y mecanizado de infor- vidades de información.
mación sobre ciencias sociales en el país; L a información así preparada es difundida
Coordinar y difundir experiencia en actividad por todo el sistema de las publicaciones del insti-
informativa científica dentro de las ciencias tuto. Éstas, según su contenido, se dividen en
sociales; publicaciones de información actual y publica-
Promover contactos con centros de información ciones sobre materias y problemas retrospectivos;
científica extranjeros. según el tipo de información, las publicaciones se
El Instituto clasifica literatura en todas las lenguas clasifican en bibliografías, resúmenes analíticos o
en que se publican obras de ciencias sociales. L a análisis científicos.
inclusión completa de todas las ramas y la alta Las revistas analíticas m á s destacadas publi-
calidad informativa se obtienen n o sólo gracias a cadas por I N I O N son Las ciencias sociales en la
los propios recursos del I N I O N , sino también URSS y Las ciencias sociales en el extranjero. In-
mediante la cooperación con especialistas de va- forman sistemáticamente a sus lectores sobre las
rios institutos de investigación de la Academia de novedades científicas marxistas-leninistas en la
Ciencias de la U R S S e instituciones universitarias, U R S S y en el extranjero, sobre obras publicadas
unas 3 000 personas en total. por intelectuales progresistas extranjeros, sobre la
situación y las tendencias de las ciencias sociales
M
plejos procesos que hoy cunden en Asia y África.
burguesas, sus contradicciones y sus crisis. Las Entre los suscriptores de estas publicaciones
ciencias sociales en la URSS consta de 7 series: se cuentan instituciones humanístico-científicas,
Problemas del comunismo cientifico, Economia, todas las instituciones de enseñanza superior, bi-
Cienciasfilosóficas,Estado y derecho, Historia, bliotecas científicas, oficinas de dirección y re-
Lingüistica y Critica literaria. Las ciencias sociales dacción de periódicos científicos y sociopolíticos,
en el extranjero incluye dos series más: Estudios instituciones del Estado y organizaciones públicas,
orientales y africanos y Ciencia de las ciencias. así c o m o también u n elevado n ú m e r o de suscrip-
Por lo que respecta a Las ciencias sociales tores particulares.
en la URSS, se resumen las publicaciones en ruso L a política general de dichas publicaciones
y otras lenguas de la U n i ó n Soviética, mientras de resúmenes analíticos es determinada por los
que en lo tocante a Las ciencias sociales en el consejos editoriales, compuestos por destacados
extranjero los resúmenes están redactados en m á s científicos sociales soviéticos, entre los que se
de treinta lenguas. cuentan algunos directores de los principales insti-
El I N I O N naturalmente no resume los tutos de la Academia de Ciencias de la U R S S .
trabajos sobre ciencias sociales en su totalidad, E n cuanto a la dirección y gobierno de las series,
sino que efectúa una selección. U n resumen n o se han creado juntas editoriales especiales, en las
es u n simple análisis mecánico del texto, sino u n a que colaboran renombrados especialistas en di-
exposición detallada de las ideas y de los hechos versas disciplinas científicas y profesores univer-
que presentan una importancia teórica. E n otras sitarios. Las secciones correspondientes del I N I O N
palabras, el equipo de redacción de cada serie se preparan materiales para las publicaciones de
esfuerza por presentar los aspectos m á s impor- resúmenes mencionadas. L o s jefes de estas sec-
tantes de las obras m á s interesantes en la forma ciones son redactores jefes de las series, o sus
m á s breve y m á s exacta posible. Así, los resúmenes adjuntos.
analíticos n o son sólo referencias, sino también Las compilaciones por problemas y mate-
vehículos de información esencial. rias constituyen el segundo tipo de publicaciones
L a frecuencia de a m b a s publicaciones es analíticas del I N I O N . A diferencia de las publi-
de 6 números anuales; cada número contiene caciones periódicas o revistas antes reseñadas, las
entre 80 y 100 resúmenes, de una extensión que compilaciones analíticas se dedican por entero a
oscila entre 2 y 5 páginas. un tema o problema específico. Estas compila-
Las ciencias sociales en la U R S S consti- ciones dan información retrospectiva sobre el
tuyen una base teórica para el establecimiento de estado de la investigación respecto a problemas
normas de desarrollo social. Por eso las publica- esenciales c o m o , por ejemplo, aspectos socioeco-
ciones compilatorias trascienden con m u c h o las nómicos e ideológicos de la revolución científica
necesidades de investigadores científicos y maes- y técnica; cuestiones de actualidad en las economías
tros. Así, la serie Economía es de interés para soviética y mundial; problemas del desarrollo en
gerentes y economistas en ejercicio; la serie Estado la sociedad socialista, etc. También se tratan las
y derecho cuenta con u n gran número de lectores principales tendencias del pensamiento teórico en
entre los funcionarios de los tribunales de justicia, la U R S S y en el extranjero, en las diferentes ramas
fiscalías y departamentos jurídicos de instituciones de los estudios sociales. E n estas compilaciones se
del Estado; las series Problemas del comunismo incluyen resúmenes analíticos y estudios no sólo
científico, Cienciasfilosóficasy Ciencias de lasde las publicaciones más recientes, sino también
ciencias contienen información útil para físicos, de las obras m á s importantes publicadas en los
químicos y biólogos, ingenieros y personal técnico, últimos años. Están destinadas a un tipo de usuario
así c o m o especialistas en dirección de empresas; m u c h o m á s diferenciado: especialistas que tra-
las series Historia, Crítica literaria y Lingüísticabajan en u n problema concreto o en campos
son de s u m a importancia para todos aquellos que vecinos. M u c h a s están concebidas especialmente
están comprometidos en las esferas de la enseñanza para profesores universitarios.
y la cultura, mientras que la serie Estudios orien- L a publicación de compilaciones se lleva
tales y africanos proporciona amplia informa- a cabo, por lo c o m ú n , en cooperación m u y estrecha
ción para quienes están interesados en los c o m - con institutos de la Academia y otras organiza-
Servicios informativos 425
sobre ciencias sociales en la URSS

ciones científicas que desempeñan u n papel activo Junto con la publicación de índices de
en Ja determinación de su c a m p o de acción, en la publicaciones, por disciplinas y por países, distri-
selección de textos y en el proceso de edición buidos por suscripción, el I N I O N se ocupa tam-
mismo. bién activamente de las bibliografías retrospec-
El Instituto también prepara estudios ana- tivas. D e b e n mencionarse en primer lugar los
líticos de publicaciones, siendo éste el tipo m á s índices bibliográficos fundamentales de las publi-
global y sintético de información, destinado a caciones soviéticas que refleja el desarrollo de las
sacar conclusiones generales respecto a las prin- ciencias sociales durante los años de poder sovié-
cipales tendencias del pensamiento científico social tico. E n la actualidad se están elaborando m á s
(estado de la investigación sobre los problemas de 50 índices retrospectivos sobre las diferentes
fundamentales en los distintos c a m p o s del saber, disciplinas sociales (historia de la economía de
principales representantes de las escuelas de pensa- la U R S S , filosofía rusa y extranjera, lingüística
miento, etc.). Los estudios versan sobre problemas general y aplicada, estudios eslavos soviéticos, crí-
complejos, siendo sus autores los m á s calificados tica literaria soviética, etc.). El índice bibliográfico
especialistas de los equipos del I N I O N o de otros fundamental dedicado a la Revolución se publi-
centros científicos. Estos estudios están frecuen- cará en breve, en vísperas de su 60." aniversario.
temente basados en unos 30 o 40 libros y artícu- El I N I O N también realiza una labor biblio-
los, y a veces m á s . gráfica y de información sobre cuestiones del día:
L a información bibliográfica preeditorial prepara índices especiales de publicaciones sovié-
desempeña u n importante papel en las circuns- ticas y extranjeras para congresos internacionales
tancias actuales. El I N I O N publica mensualmente y proporciona orientación y servicios bibliográ-
28 índices bibliográficos que abarcan las princi- ficos a instituciones científicas y a profesores e
pales ramas de las ciencias sociales: siete están investigadores individualmente a petición de los
dedicados a las publicaciones soviéticas, otros interesados, participa en ediciones bibliográficas
siete a las extranjeras, y el resto contiene infor- internacionales sobre ciencias históricas, eco-
mación de carácter nacional e internacional sobre nomía, sociología, estudios balcánicos, etc.
libros publicados en la U R S S y en el extranjero Este sistema de publicación informativa n o
(sobre los países socialistas, sobre países de Asia tiene precedentes en la U R S S y tampoco tiene
y África, sobre problemas del movimiento obrero equivalente en otros países, ya se trate del alcance
internacional). A tales efectos el Instituto está de las trabajos repertoriados o de la diversidad
suscrito a publicaciones de 115 países y recibe m á s de los publicaciones producidas.
de 4 000 periódicos y revistas extranjeros. U n E n las actividades de información del
anuario completo de 28 bibliografías contiene I N I O N se h a promovido significativamente la
información sobre unos 250 000-270 000 libros y difusión selectiva de información para destacados
artículos, publicados en las distintas lenguas de especialistas soviéticos que trabajan tanto en las
la U R S S y en 35 idiomas extranjeros. Esto repre- ciencias sociales c o m o en las físiconaturales y
senta la m á s completa publicación bibliográfica técnicas. Ofrece este servicio rápida información
sobre ciencias sociales de todo el m u n d o . bibliográfica preeditorial acerca de nuevas publi-
Las bibliografías brindan información so- caciones periódicas científicas y también sumi-
bre el caudal entero de las publicaciones sobre nistra directamente a los científicos documentos
ciencias sociales que entra en el I N I O N así c o m o que les interesan. Los suscriptores reciben regular-
en la Biblioteca Lenin del Estado de la U R S S , en mente xerocopias del sumario de aquellas publi-
la Biblioteca de Estado de Literatura Extranjera caciones periódicas extranjeras que revisten algún
y en otras grandes bibliotecas de M o s c ú . Este interés y pueden pedir xerocopias de todos los
material es examinado y clasificado por personal artículos, que les son remitidas exentas de gastos.
de la Sección de Información Bibliográfica Cien- Los siguientes detalles dan una idea general
tífica con arreglo a epígrafes por áreas y disciplinas de la amplitud de las actividades del I N I O N :
preparados para cada boletín. E n las bibliografías anualmente se publican m á s de 900 tiradas inde-
de publicaciones extranjeras recientes, todas las pendientes de publicaciones científicas y de bole-
entradas se acompañan de breves anotaciones en tines de información y se envían a m á s de 900 cen-
que se resume su contenido. tros de enseñanza superior, 300 bibliotecas y
varios miles de organismos estatales e instituciones
de investigación diferentes.
M
clásicas de los fundadores del marxismo-leninismo,
así c o m o las publicadas sobre el Partido C o m u -
nista de la Unión Soviética y otros partidos c o m u -
El patrimonio del I N I O N : nistas y progresistas extranjeros, están amplia-
su adquisición y utilización mente representadas en la colección. El Instituto
posee las m á s espléndidas colecciones de informes
C u a n d o se creó el I N I O N , la Biblioteca Funda- parlamentarios y documentos diplomáticos de
mental de Ciencias Sociales de la Academia de la U R S S , junto con series completas de informes
Ciencias de la U R S S pasó a ser una de sus seccio- de las conferencias diplomáticas internacionales,
nes. E n la actualidad, el I N I O N continúa prestando publicaciones de la Sociedad de las Naciones, la
servicios de biblioteca a miembros de la Academia O N U y sus filiales y organizaciones análogas.
de Ciencias de la U R S S y a otras organizaciones También ha seleccionado cuidadosamente el Ins-
científicas, profesores universitarios, alumnos gra- tituto catálogos bibliográficos y de referencias
duados y alumnos que completan sus estudios. editoriales. D e algunas publicaciones periódicas
Estas actividades se basan en la idea de que se conservan colecciones ininterrumpidas que se
una biblioteca científica es parte de u n sistema remontan hasta los 100 años.
general de suministro de información al personal Este patrimonio es sistemáticamente enri-
investigador y universitario y debe hacer que la quecido por las publicaciones científicas locales y
recuperación de datos esenciales y el acceso a los extranjeras. L a adquisición de las publicaciones
textos resulten lo m á s fáciles posible. L a biblioteca locales es plena y exhaustiva, merced principal-
está equipada con aparatos para la lectura de toda mente a la recepción de ejemplares en concepto de
clase de microformas. El acceso a las salas de depósito legal de todos los libros y revistas publi-
estudio y de lectura es libre y gratuito, y en ellas cados en la U R S S . Las publicaciones extranjeras
hay enciclopedias, guías, anuarios estadísticos y se adquieren mediante compra e intercambio.
también una cantidad determinada de las obras L a extensión de las actividades de infor-
científicas de uso m á s frecuente. Se ha organizado mación requiere el mejoramiento de los métodos
una exposición permanente de nuevas obras publi- y principios de adquisición de publicaciones ex-
cadas a disposición de los lectores. Todos los tranjeras, y el Instituto ha empezado a adquirirlas
años se suministran m á s de 30 000 referencias a basándose en las indicaciones proporcionadas por
organizaciones científicas y a particulares. Los las bibliografías nacionales, prospectos, anuncios
científicos pueden pedir una xerocopia de u n y catálogos.
documento que les sea preciso (artículos, cuadros El intercambio internacional de publica-
«stadísticos, etc.). L a Biblioteca del I N I O N par- ciones científicas es de s u m a importancia. El
ticipa en convenios para intercambio de préstamos I N I O N mantiene contactos permanentes que im-
de libros entre bibliotecas, interurbanos e inter- plican intercambios con 1 557 organizaciones en
nacionales, y también ofrece u n servicio de prés- 66 países. D e este m o d o recibe m á s de 24 000 libros
tamo individual por el que los libros pueden y publicaciones periódicas cada año. Natural-
llevarse a casa. mente, esto se lleva a efecto sobre una base recí-
El número de lectores regulares de la proca, y el I N I O N envía al extranjero u n número
Biblioteca asciende actualmente a unos 16 000. equivalente de libros y de revistas. Las publi-
Todos los años, miles de científicos y de profesores caciones de resúmenes analíticos y los índices
universitarios que llegan a M o s c ú desde otros bibliográficos del I N I O N se envían a 49 Estados.
puntos de la Unión Soviética y desde el extranjero E n Europa, el I N I O N mantiene intercam-
se hacen lectores de la Biblioteca y sus secciones bios de libros con 25 Estados. E n los países socia-
especializadas. E n general, se sirven a los lectores listas europeos este intercambio se lleva a cabo
m á s de 2 millones de libros y revistas al año. con 635 organizaciones, y en los países capitalistas
El I N I O N y susfilialesposeen un vastísimo con 380.
patrimonio de literatura: asciende a 9 760 000 uni- Los asociados m á s importantes del I N I O N
dades de material impreso (libros, folletos, revistas, en Europa Occidental son Italia (85 organiza-
microfilms, etc.). Las publicaciones extranjeras ciones), Francia (74 organizaciones), Reino Unido
alcanzan a m á s de la mitad de esta cifra. Las obras (55 organizaciones), República Federal de Ale-
Servicios informativos AZI
sobre ciencias sociales en la URSS

mania (32 organizaciones), Bélgica (28 organiza- 30 máquinas de escribir eléctricas y varias m á -
ciones), Finlandia (18 organizaciones) y Suécia quinas impresoras, ya que el Instituto tiene su
(16 organizaciones). propia imprenta.
Todos los años, el I N I O N recibe materiales Actualmente existe una considerable expe-
oficiales (documentos estadísticos e informes par- riencia nacional e internacional en cuanto al
lamentarios) de todos los países socialistas euro- empleo de la tecnología moderna en organismos
peos y de Austria, Dinamarca, Italia, Noruega, informativos y grandes bibliotecas, y sobre esta
Finlandia, Francia y Suécia. base el I N I O N ha desarrollado su primera etapa
Veinticinco países (entre ellos 20 naciones en la elaboración de su propio sistema de infor-
europeas) están suscritos a Las ciencias sociales en mación totalmente automatizado. Está llamado a
el extranjero y Las ciencias sociales en la URSScubrir la automatización de los procesos de adqui-
(unas 1 800 series anuales, de las que 1 443 corres- sición, difusión selectiva de la información y la
ponden a países europeos). investigación retrospectiva, la preparación de p u -
Diecisiete países están suscritos a los índices blicaciones, así c o m o la mecanización y automa-
bibliográficos (860 series anuales, de las que tización de las operaciones y servicios de biblioteca.
745 corresponden a Europa). Los principales sus- L a computadora soviética M - 4 0 3 0 y la
criptores son la República Democrática Alemana, fotocomponedora D I G I S E T 40T2, fabricada en
Bulgaria, Polonia, Checoslovaquia, Francia, la R e - la República Federal de Alemania, han sido ya
pública Federal de Alemania y, entre los países no instaladas en el Instituto.
europeos, los Estados Unidos de América y el Japón. Los preparativos para las publicaciones
L a labor efectuada en la organización de bibliográficas corren a cargo de los programadores
sistemas de información y recuperación es in- del Instituto. Actualmente, la entrada de infor-
mensa, debido al enorme crecimiento de las publi- mación procede de cintas perforadas, y la prepa-
caciones científicas y a la urgente necesidad de ración de las publicaciones, corrección y redacción
orientarse en ella con rapidez. Estas actividades se incluidas, se lleva a cabo en la modalidad de pro-
despliegan en varias direcciones: clasificación ri- ceso por lotes.
gurosa y metódica de documentos; elaboración de E n cuanto a recuperación directa de do-
un número de catálogos y ficheros sistematizados; cumentos, incluidos los terminales a distancia,
preparación de códigos de información y investi- el I N I O N proyecta adquirir en breve una segunda
gación documental. El catálogo por materias del computadora, que se utilizará en la automatiza-
Instituto es un instrumento sin precedentes por su ción de la preparación, corrección y redacción de
estructura y contenido. Refleja todos los libros, la información de entrada, así c o m o para muchas
folletos, microfilms y publicaciones de que dispone operaciones y servicios de biblioteca.
el I N I O N , contiene m á s de 200 000 epígrafes y Existen proyectos de ampliar la configura-
unos 2 millones de fichas. Se utilizan en medida ción de la computadora M - 4 0 3 0 y aumentar su
m u y amplia diferentes referencias a otros puntos memoria de trabajo a 512 K b . Esta sofisticación
del sistema, que dan cuenta de la conexión entre tecnológica sitúa al Instituto en el centro de la red
fenómenos y procedimientos, así c o m o entre dis- de información automatizada al servicio de las
tintas nociones científicas. D e esta manera, el ciencias sociales de la U R S S y le faculta para
catálogo por materias depara la oportunidad de llevar a cabo intercambios de cintas magnéticas y
seleccionar publicaciones tanto sobre cuestiones canales de enlace en el marco del sistema inter-
concretas, altamente especializadas, c o m o sobre nacional de información en las ciencias sociales de
temas m á s generales, principalmente de carácter los países socialistas ( M I S O N ) y con centros de
interdisciplinario. información de otros países y organizaciones
internacionales.
Tecnologia y creación de un sistema
de información totalmente automatizado Relaciones internacionales

El I N I O N está bien equipado técnicamente, en E n la actualidad, la cooperación en el campo de la


especial de máquinas duplicadoras: hay 11 xero- información sobre ciencias sociales se mantiene
copiadoras, un aparato de microfilmación, unas fructíferamente con instituciones de Bulgaria,
îtÊ
Hungría, República Democrática Alemana, ración de Documentación Internacional (FID), la
Mongolia, Polonia y Checoslovaquia. Los prin- Federación Internacional de Asociaciones de Bi-
cipios, direcciones fundamentales y formas de bliotecas (IFLA), el Comité Internacional para la
cooperación son determinados en diferentes acuer- Información y Documentación en las Ciencias
dos; los problemas específicos y las áreas de labor Sociales, el Centro Europeo de Coordinación para
conjunta se establecen también de esa manera, la Investigación y Documentación en las Ciencias
c o m o parte del proyecto para el desarrollo de la Sociales (Viena), y toma parte en el proyecto de
cooperación socialista y división del trabajo en la la Unesco sobre la creación de u n sistema in-
información científica que tiene c o m o objetivo ternacional de información para el desarrollo
incrementar su eficiencia. socioeconómico.
El I N I O N , por ejemplo, coopera fructuo- El I N I O N publica u n boletín de informa-
samente con el Centro de Información Científica ción sobre asambleas y congresos científicos inter-
de la Academia Polaca de Ciencias. Los programas nacionales destinado a las personas interesadas.
incluyen la investigación conjunta en la teoría y E n junio de 1977 se celebró en M o s c ú
la práctica de la información científica, particular- una conferencia de centros europeos de infor-
mente la elaboración de materiales metódicos mación y documentación en el c a m p o de las
sobre las formas, métodos y organización de la ciencias sociales a la que asistieron representantes
información científica con moderna tecnología, la de 20 países europeos, Canadá y seis organismos
bibliografía científica y el intercambio de publica- internacionales.
ciones, etc. Están en preparación dos colecciones Era la primera vez que se celebraba en
de extractos: Teoría y práctica de la sociedad socia- Europa una conferencia internacional tan repre-
lista desarrollada y Ciencia de las ciencias y pro-sentativa sobre la información en las ciencias
blemas del desarrollo de la ciencia, que se publi- sociales. Entre las recomendaciones adoptadas,
carán en 1977. El Centro de Información Científica destacó que la ampliación de los contactos en la
de la Academia Polaca de Ciencias envía regular- esfera de la información sobre ciencias sociales
mente al I N I O N extractos de la más importante será uno de los medios realmente eficaces de c u m -
bibliografía polaca y listas bibliográficas anotadas plir los principios de la Declaración Final de la
de artículos publicados en revistas científicas de Conferencia de Helsinki sobre Seguridad y C o o p e -
Polonia. ración en Europa. Estas recomendaciones prevén:
También están ampliándose los contactos una expansión de los intercambios internacionales
con centros de información de países occidentales. de libros, resúmenes analíticos, bibliografías y
Por ejemplo, en 1976 se firmó un acuerdo sobre la microfichas; cooperación en la compilación de
promoción de contactos con el Centro para la bibliografías internacionales sobre las ciencias
Información sobre Ciencias Sociales de Francia. sociales; elaboración de proyectos sobre la unifor-
Incluye intercambios de publicaciones, entre otras mización internacional de la información; inter-
cosas materiales metodológicos, información sobre cambio de información sobre metodología y de
las obras m á s recientes (intercambio de biblio- carácter técnico; promoción de una cooperación
grafías, publicaciones y microfichas), intercambio más estrecha entre centros de información y
de especialistas, preparación conjunta de diferentes bibliotecas; cooperación en la puesta en marcha
materiales metodológicos y elaboración del pro- de sistemas y tecnología de información inter-
ceso automático de la información. nacional; organización de cursos de formación
internacional para especialistas, etc.
Se h a n tomado además disposiciones para
el intercambio regular de publicaciones y biblio- L a Conferencia expresó el deseo de que el
grafía con el Centro de Información de la Univer- Centro Europeo de Coordinación para la Investi-
sidad de Columbia (Nueva York), la Biblioteca de gación y Documentación en las Ciencias Sociales
la Universidad de York (Toronto, Canadá) y otros. de Viena a s u m a la dirección en el cumplimiento
El I N I O N participa igualmente en la labor de estas recomendaciones.
de organizaciones internacionales c o m o la Fede- [Traducido del inglés]
Servicios informativos 429
sobre ciencias sociales en la URSS

Anexo: Publicaciones del Instituto de Información Científica


sobre Ciencias Sociales de la Academia de Ciencias de la U R S S

Revistas de resúmenes analíticos Historia, arqueología, etnografía, 03001;


Crítica literaria. 03002:
Obscheslvennye nauki V SSSR [Las ciencias so- Ciencia de las ciencias, 03003;
ciales en la U R S S ] , 7 series, en ruso, seis Cienciasfilosóficas,03004;
números anuales cada una. Economía política, 03005;
Problemy nauchnogo kommunizma [Problemas del Lingüística, 03006.
comunismo científico], serie n.° 03065.
Ekonomika [La economía política], serie n.° 03066. Publicaciones extranjeras nuevas sobre ciencias
Filosofskije nauki [Ciencias filosóficas], serie sociales:
n . " 03067. El Estado y el derecho, 03016;
Gosudarstov i pravo [El Estado y el derecho], serie Historia, arqueología, etnografía, 03017;
n.° 03068. Crítica literaria, 03018;
Istorija [Historia], serie n.° 03069. Ciencia de las ciencias, 03019;
Jarykoznanie [Lingüística]. Filosofía y sociología, 03020;
Literaturovedenie [Crítica literaria], serie n.° 03071. Economía política, 03021;
Lingüística, 03022.
Obschesvennye nauki ra jubezon [Las ciencias
sociales en el extranjero], 9 series, en ruso, seis
números anuales cada una; siete de ellas corres- Publicaciones soviéticas y extranjeras nuevas sobre
ponden a los títulos arriba indicados, siendo ciencias sociales:
sus respectivos números de serie: África, Oriente Medio, 03032;
Problemas del comunismo científico, 03080; L a República Popular Húngara, 03033;
L a economía política, 03081; L a República Democrática Alemana, 03034;
Países socialistas europeos. Problemas generales,
Filosofía y sociología, 03082;
El Estado y el derecho, 03083; 03035;
Historia, 03084; El movimiento obrero internacional, 03036;
Lingüística, 03085; L a República Popular de Bulgaria, 03037;
Crítica literaria, 03086. L a República Popular Polaca, 03038;
Ateísmo y religión (6 números anuales), 03039;
Se han lanzado además otras dos series: Vosto-
Estudios eslavos y balcánicos (4 números anuales),
kovedenije i afrikanistika [Estudios orientales
y africanos], N ú m e r o de serie 03088, y Nauko- 03040;
vedenije [Ciencia de la Ciencia], número de L a República Popular R u m a n a , 03041;
serie 03087. República Social Federal de Yugoslavia, 03042;
Países de Asia y África. Problemas generales,
03043;
Bibliografías L a República Socialista Checoslovaca, 03044;
Las bibliografías se editan en 28 series, todas ellas Sur y Sureste de Asia. El Extremo Oriente, 03045.
mensuales, excepto los números 03039 y 03040.
L a suscripción debe hacerse a cada serie por
Publicaciones soviéticas nuevas sobre ciencias separado y puede solicitarse por medio de los
sociales: distribuidores que facilitan las suscripciones a
El Estado y el derecho, 03000; las publicaciones soviéticas.
£1 ámbito
de las ciencias
sociales
Política de la ciencia social en la Europa del Este

Wladyslaw Markiewicz* y Leszek Kasprzyk**

Introducción Polonia, con ocasión del 2.° Congreso de Ciencia


Polaca (Varsóvia 1973), se expresó esta idea m e -
L a noción convencional contemporánea de polí- diante el slogan: " L a ciencia al servicio de la
tica de la ciencia le confiere un carácter específico nación."
referente tanto a la elección de objetivos, métodos
L a especial posición de las ciencias sociales
y medio propios de la ciencia c o m o al impacto de
en el conjunto general de objetivos perseguidos
ésta en la vida social. C o m o J. J. Salomon ha
por los Estados y comunidades de Europa oriental
expresado bien: " L a política de la ciencia es una
n o implica en m o d o alguno que no existan aspectos
política para la ciencia y mediante la ciencia"1.
o características de política de la ciencia comunes
Estas consideraciones se aplican igualmente a las
a los países socialistas y a los que n o lo son. Las
ciencias sociales.
exigencias de la revolución científica y tecnológica
E n los países de Europa del Este se han y la necesidad de soluciones a escala mundial de
desarrollado algunos principios específicos de polí- problemas tales c o m o la protección del medio
tica de la ciencia, en consonancia con las premisas ambiente, el control de las epidemias y del hambre,
sociales características de los países socialistas y la explotación adecuada de los recursos energé-
su credo político. L a propiedad colectiva de los ticos, el mantenimiento de la paz mundial, la
medios de producción significa que el socialismo se puesta en práctica de programas de educación
halla en disposición de planificar su desarrollo permanente, etc., significa todo ello que las
social y económico sin excluir las ciencias sociales. ciencias sociales se enfrentan con tareas de impor-
Esto implica, n o obstante, la adopción de un tancia universal. "Esto nos lleva a un nuevo tipo
enfoque científico determinado con respecto a de relación entre la ciencia y el Estado, puesto que
unas líneas de desarrollo objetivas, la situación de la política científica perseguida por un Estado ha
diversos estratos y clases sociales, sus necesidades, de tomar en cuenta los vínculos internacionales
intereses, ambiciones y aspiraciones. E n conse- de la ciencia misma así c o m o los de todas las insti-
cuencia, la n o r m a fundamental de la política cien- tuciones interesadas en la aplicación de la inves-
tífica en los países socialistas es u n a estrecha tigación científica"2.
conexión entre ciencia y práctica, entre los cien-
tíficos y los dirigentes políticos responsables. E n Por otra parte, al analizar una política de
la ciencia en general —y la relación entre u n
Estado y las ciencias sociales en particular—, hay
que tener en cuenta que las humanidades forman
* Wladyslaw Markiewicz es profesor de sociología parte de la cultura nacional, a lo cual se debe que
en la Universidad de Varsóvia. También es secre- las vicisitudes históricas y las tradiciones locales de
tario de la Sección I (ciencias sociales) de la desarrollo, así c o m o la persecución de unos fines
Academia de Ciencias de Polonia, Palac Kultury específicos, se reflejen en ella. A su vez, esto deter-
i Nauki, Skrytka Pocztowa 24, 00-91 Varsóvia. mina la posición asignada en el programa general
* * Lessek Kasprzyk. es profesor de la Academia de de investigación científica a los elementos refe-
Economía de Cracovia y director del Instituto de rentes a la sociedad y cultura particulares así
Relaciones Internacionales de Cracovia. Es secre- c o m o a sus efectos en la práctica. N o debe sor-
tario adjunto de la Academia de Ciencias de Polonia. prendernos, por lo tanto, que — c o m o vamos a

Rev. int. de cieñe, soc, vol. X X X (1978), n.° 2


434

ver— en los países socialistas europeos n o haya única teoría reconocida de crecimiento social, la
surgido ninguna uniformidad institucional de la que define el alcance de los problemas tratados,
ciencia, que la trayectoria de las ciencias sociales su cimiento ideológico y los métodos adoptados
en el pasado y en la actualidad continúe depen- en la investigación en las ramas humanísticas y
diendo de m o d o m u y específico de factores pe- sociales fundamentales del saber. El dominio del
culiares de cada país, y que se tengan por válidas marxismo-leninismo en la vida intelectual de u n
diferentes nomenclaturas organizativas así c o m o país socialista determinado n o significa, sin e m -
los distintos patrones sociales y morales que se bargo, que los marxistas tengan u n monopolio
aplican al científico y al investigador. absoluto en la dirección de la investigación cien-
tífica. E n Polonia, por ejemplo, además de u n a
tendencia marxista dominante en las ciencias
Influencias básicas de la política sociales, existen también escuelas n o marxistas en
en las ciencias sociales historiografía, filosofía y sociología, representadas
principal, pero n o exclusivamente, por profesores
E n los países socialistas se asigna a las ciencias e investigadores de la generación de m á s edad.
sociales un triple papel: a) deben desempeñar fun- A u n q u e u n Estado socialista siempre tiene interés
ciones cognoscitivas, es decir, revelar y explicar en que la orientación marxista prevalezca en teoría
regularidades del desenvolvimiento social, propor- y en metodología y predomine sobre las tendencias
cionar fundamentos teóricos que posibiliten el n o marxistas, n o recurre a coacciones adminis-
logro m á x i m o de los procesos mediante los cuales trativas contra los adversarios ideológicos, y desea
se construye u n a comunidad socialista; í>) deben ganarlos para su causa por medio de la discusión
desempeñar funciones ideológicas, es decir, de- sistemática y las polémicas científicas.
signar el sistema de valores particularmente in- Bajo el sistema socialista, se crea u n tipo
dicados y convenientes para ser difundidos y asi- especial de relación entre la ciencia —particular-
milados por la sociedad en general; c) deben mente las ciencias sociales— y las organizaciones
desempeñar también funciones utilitarias, es decir, políticas. Los partidos obreros y comunistas res-
establecer diagnósticos y justiprecios bien fun- ponsables del liderazgo político están interesados
dados respecto al bien público y el servicio de los en difundir una concepción científica de la vida,
órganos del Estado en cuestiones prácticas, dar identificada con el marxismo-leninismo, y en
consejo y prestar ayuda en la resolución de pro- sacar buen partido de los datos de la investigación
blemas sociales, en la determinación de prioridades científica en interés de la economía y la cultura
tocante al desarrollo, etc. nacionales. Ésta es la razón de que se dé tanta
Todas estas funciones se hallan en relación importancia a los congresos y asambleas de los
dialéctica y en interdependencia recíproca. Se da comités centrales de los partidos comunistas, por
por supuesto que sólo una labor científica de alto ser éstos una fuente directa o indirecta de recomen-
valor teórico puede constituir la base de una acti- daciones importantes en lo que se refiere a ten-
vidad ideológica y educativa eficaz y razonable, dencias y temas de investigación preferidos en las
tanto c o m o de u n a guía clarividente y honesta. humanidades, dirección del personal, financiación
Evidentemente n o todas las ciencias sociales y de programas de investigación, etc.
letras h u m a n a s están en disposición de desem- A u n q u e la organización de las ciencias en
peñar funciones cognoscitivas, ideológicas y prác- los países socialistas europeos está supeditada a los
ticas igualmente importantes. E n los países so- principios antes enunciados, su organización efec-
cialistas se atribuye un papel especialmente tiva y normas institucionales siguen bajo la d o m i -
significativo a ramas tales c o m o la economía nante influencia de las tradiciones culturales, la
política, lafilosofía,la sociología, la historia, la conciencia histórica de la nación, el conserva-
pedagogía y la ciencia política. L a interpretación durismo institucional específico tanto c o m o el
materialista y dialéctica de la historia proporciona nivel alcanzado y el índice de desarrollo social y
una base teórica y metodológica general para el económico, el progreso en la construcción del
desarrollo de dichas ramas. socialismo, los recursos materiales y h u m a n o s
E n la m a y o r parte de los países socialistas habilitados por la ciencia, etc.
de Europa, el marxismo-leninismo representa la El primer modelo organizativo e institu-
Política de la ciencia social 435
en la Europa del Este

cional en cristalizar, característico del sistema de carácter universal, m á s cuando comenzaron a


socialista de ciencias sociales, es el de la Unión desplegarse, con el tiempo, se crearon en ellas
Soviética3. E n los sesenta años de existencia de la facultades de medicina, agricultura y cultura física,
U R S S , ha experimentado la expansión, el per- y m á s tarde, se les concedió status separado con
feccionamiento y la modernización, pero también rango académico. Esto sucedió en la década
ha preservado algunos rasgos estructurales cons- de 1950. U n proceso similar se siguió también
tantes y, gracias a éstos, es, en cierta medida, u n en los otros países socialistas, en los cuales se
punto de referencia para los países socialistas hallan actualmente en funciones de seis a diez
surgidos en el este de Europa a raíz de la segunda centros de enseñanza superior de diferentes tipos,
guerra mundial. subordinadas la mayor parte de sus secciones a
Aparte de sus rasgos organizativos comunes diversos ministerios (por ejemplo, las facultades
existen también, c o m o se ha dicho, algunas dife- de medicina, al ministerio de sanidad; las acade-
rencias esenciales en el carácter institucional de la mias de artes, a los ministerios de cultura). Las
investigación científica y de la vida intelectual, que disciplinas sociales y humanísticas se agrupan,
se manifiestan —entre otras cosas— en la clasifi- según los países, en varias facultades conforme a
cación de las ciencias humanísticas, aunque los principios diversos, dependiendo las normas adop-
diversos epígrafes no corresponden necesariamente tadas del tipo de universidad, sus dimensiones,
a u n enfoque distinto de las funciones desempe- especialización, condiciones locales, etc. E n
ñadas por estas ciencias4. E n Polonia, por ejemplo, Polonia, c o m o en otros países socialistas, pre-
la sociología fue restablecida e instituida antes valece, en las universidades y otras instituciones
que en otros países miembros del C O M E C O N . docentes de carácter social y humanístico, u n a
Durante diez años, existió la ciencia política c o m o estructura departamental. Dentro del marco de
una r a m a independiente, y el "comunismo cien- esta estructura, donde los departamentos pueden
tífico", que en la U R S S y en casi todos los demás incluir una o m á s facultades, se forman grupos de
países socialistasfiguraentre las ramas fundamen- investigadores y se crean institutos y laboratorios
tales de las ciencias sociales, n o existe en Polonia para la investigación. Acá y allá, subsisten depar-
c o m o una disciplina separada. tamentos independientes que, en las universidades
tradicionales, representaban una especie de célula
El progreso de la ciencia en los países socia- básica, didáctica y científica. Las escuelas de
listas europeos tiene lugar sobre todo en tres carácter técnico y las que se ocupan de ciencias
categorías principales: la primera comprende las naturales dan cabida a institutos de ciencias
m á s altas instituciones con rango académico, y sociales, variando en sus formas organizativas
entre ellas las universidades, que desempeñan el según las necesidades efectivas y las posibilidades
papel m á s importante en el adelanto de las ciencias reales: pueden adoptar la forma de institutos,
sociales. Las m á s viejas tradiciones universitarias departamentos autónomos o laboratorios. C o m o
son las de Checoslovaquia (la Karlova Universita puede colegirse de esta descripción fragmentaria,
de Praga, fundada en 1348) y Polonia (la Univer- debe evitarse cuidadosamente cualquier clase de
sidad de Jagellon, de Cracovia, fundada en 1364). modelo administrativo fijo para las ciencias so-
La organización de la enseñanza superior en los ciales. L a experiencia de Polonia y de otros países
distintos países socialistas dista m u c h o de ser socialistas demuestra que los cambios introducidos
uniforme, y en cada u n o de ellos ha sido también en la organización de los sistemas de enseñanza
objeto de muchos y frecuentes cambios en los superior h a n sido por lo general m u y ventajosos
últimos decenios5. E n la República Popular de para la ciencia, y para las ciencias sociales en par-
Polonia, por ejemplo, los centros de enseñanza ticular, pese a las críticas y el escepticismo de los
superior estuvieron inicialmente subordinados al primeros m o m e n t o s . Por otra parte, hemos de
Ministerio de Educación, luego a un Ministerio recordar que, en interés del desarrollo armonioso,
de la Ciencia separado, posteriormente a u n debe preservarse en las estructuras institucionales
Ministerio mixto de Educación y Ciencia, para un mínimo indispensable de estabilidad, y es
venir a estar finalmente controlados por el Minis- por lo tanto necesario prevenir a quienes pro-
terio de la Ciencia, Enseñanza Superior y Tecno- pugnan transformaciones m á s frecuentes y des-
logía, creado hace sólo un par de años. Las univer- consideradas.
sidades empezaron c o m o instituciones docentes
436

L a segunda categoría engloba academias separados dentro de una academia de ciencias


de ciencias que tienen el privilegio de ser consi- dada representan grupos de disciplinas, entre ellas
deradas en posesión del m á s alto prestigio. L a las ciencias sociales y las humanidades.
más antigua es la Academia de Ciencias de la E n la Academia de Ciencias polaca, la
U R S S que se estima sucesora directa de la A c a - sección I —ciencias sociales— es una de las seis
demia de San Petersburgo fundada durante el que existen. E s responsable del funcionamiento
reinado de Pedro el Grande en 1776. La Academia de dieciséis institutos científicos, la mayor parte
de Ciencias polaca fue fundada en 1951, por en Varsóvia, orientados o bien según la disciplina
efecto de u n a fusión de la Academia Polaca de (como, por ejemplo, los institutos de Historia,
Saberes H u m a n o s (fundada en 1872) con la Artes, Filosofía y Sociología, Estado y Derecho),
Sociedad de Amigos de la Ciencia de Varsóvia o bien según ámbitos de estudio (por ejemplo, los
(fundada en 1880), y hoy sigue deliberamente las institutos de Lengua Polaca, de Estudios Eslavos,
tradiciones de sus predecesoras. Las academias de y el Instituto Histórico Judío). L a sección controla
ciencias han desempeñado u n papel m u c h o m á s además la labor de veinticuatro comités científicos
importante de lo que tal vez parezca justificar el que movilizan a los mejores especialistas de todo
número de sus miembros y la red de instituciones el país, reclutados en las universidades, y a los
de investigación subordinadas y el personal que llamados representantes del saber práctico. Estos
éstas emplean. Esto se debe primero y sobre todo comités, c o m o cuerpos autónomos, tienen por
a que son corporaciones en las cuales las m á s objeto coordinar las actividades científicas de
destacadas personalidades de la ciencia proce- diversas ramas, expresar sus opiniones sobre los
dentes de todos los campos (en Polonia, aproxi- programas de investigación propuestos, proyectar
madamente el 10 por ciento de todos los profesores el desarrollo de determinadas ramas, organizar
son miembros de la Academia de Ciencias polaca) congresos o simposios científicos nacionales e
han sido agrupadas con derecho de voto (en internacionales, etc. L a Sección de Ciencias S o -
Polonia, c o m o en la U R S S y algunos países socia- ciales de la Academia de Ciencias polaca se
listas m á s , las elecciones de nuevos miembros se interesa también por las sociedades científicas
llevan a cabo en tres fases, cada una de ellas por especialistas y regionales, y, en algunos casos,
votación secreta). E n segundo lugar, las acade- desempeña las funciones de una institución de
mias establecen las direcciones fundamentales de investigación y de una editorial.
la investigación y el desarrollo para todos los
campos de la ciencia y actúan colectivamente c o m o L a tercera categoría abarca los institutos
entidades consultivas sobre materias relacionadas bajo administración gubernamental. E n las cien-
con la ciencia y sus imperativos. E n tercer lugar, cias sociales, su participación es m u c h o menor que
las academias también coordinan los programas en las ciencias exactas: comprende instituciones
de investigación científica a escala nacional, la investigadoras bajo administración de diversos
investigación básica en particular. La organización órganos ministeriales y desempeña funciones de
de las academias varía de u n país a otro, lo m i s m o servicio para algunas secciones de la economía
que el ámbito de sus investigaciones, competencia nacional. Los institutos ministeriales juegan u n
y méritos, y de aquí su posición y prestigio. E n papel m á s o m e n o s importante señalando normas
algunos países (por ejemplo, la U R S S y la R e p ú - para la orientación y dirección de las ciencias
blica Democrática Alemana), existen academias sociales conforme a su posición en el sistema
especiales además de las convencionales, por nacional de organización científica. Todos los
ejemplo academias de ciencias agrarias, jurídicas países socialistas tienen escuelas especiales e ins-
o pedagógicas, cuyos miembros n o pasan automá- titutos de investigación controlados por los comités
ticamente a serlo también de las academias nacio- centrales de los partidos comunistas. Se ocupan
nales. Hace unos años, se fundó en Rumania u n a éstos por lo general de los problemas teóricos
Academia de Ciencias Sociales separada. E n la básicos del marxismo-leninismo y de la historia
Unión Soviética, existen academias de ciencias del movimiento obrero. Los ministerios de asuntos
independientes en las distintas repúblicas. E s exteriores mantienen institutos dedicados a estu-
característica, sin embargo, u n a norma organiza- dios sobre economía y política internacional, que
tiva según la cual los departamentos o sectores investigan las situaciones comerciales y los pro-
cesos de integración en la economía mundial, y
Politica de la ciencia social 437
en la Europa del Este

también llevan a cabo estudios sobre el llamado encuentre u n enfoque crítico en la valoración de
problema de la paz, etc. Existen entidades inde- sus concepciones teóricas y metodológicas. Esto
pendientes de investigación en ciencias sociales, habla de la política científica "abierta" q u e se
historia, sociología y psicología en particular, sigue en los países socialistas, la que, dicho sea de
dirigidas por sindicatos, organizaciones coopera- paso, n o siempre encuentra reciprocidad en otros
tivas y de la juventud, iglesias y asociaciones reli-lugares.
giosas, y a veces también por algunos de los m á s A fin de hacer u n mejor uso del potencial
grandes fábricas. de investigación en las ciencias sociales, existe una
El potencial intelectual y de investigación estrecha cooperación entre los propios países
científica concentrado en los institutos y los di- socialistas. Sus formas son diversas. Las acade-
versos organismos auxiliares, a los q u e aportan mias de ciencias de los países miembros del
su esfuerzo miles de hombres de ciencia y de e m - C O M E C O N h a n organizado una cooperación
pleados subalternos, brinda la oportunidad de multilateral, creando seis grupos mixtos encar-
llevar a cabo investigaciones en amplia escala en gados de llevar a cabo complejos estudios a largo
todas las ciencias sociales y humanidades sin plazo sobre economía, historia, sociología y filo-
excepción. Cabe asimismo destacar que este poten- sofía. Sus delegados se reúnen periódicamente
cial se h a visto reforzado por aquellos medios para ventilar problemas de interés c o m ú n ; entre
materiales que acompañan a la ciencia en su pro- ellos es fácil encontrar a los directores de publica-
greso, creando una especie de infraestructura, cionesfilosóficasy sociológicas n o m e n o s que a
c o m o son revistas y publicaciones, bibliotecas y los de institutos expecializados. Las academias de
archivos. ciencias han concluido acuerdos bilaterales a largo
Las revistas científicas, que representan, plazo en virtud de los cuales colaboran entre sí
c o m o es sabido, uno de los elementos básicos del determinados institutos o equipos de investigación,
investigador, son especialmente abundantes y se efectúan intercambios de información científica,
avanzadas en Polonia. Esto hay que decirlo sobre periódicos y libros, se publican obras colec-
todo por lo que atañe a la historia y disciplinas tivas, etc. Contactos similares mantienen centros
afines, ciencias jurídicas, sociología, así c o m o de enseñanza superior e institutos en diversas
psicología y pedagogía. Algunas de las publica- ramas de la administración nacional. Por cuanto
ciones rigurosamente especializadas, c o m o Vo- a Polonia se refiere, los contactos científicos m á s
prossy istorii [Cuestiones de historia] y Voprossy estrechos son los mantenidos con la Unión Sovié-
filosofii [Cuestiones de filosofía] en la Unión tica, que también para otros países socialistas
Soviética, o Studio socjologiczne [Estudios socio- sigue siendo el principal asociado en cooperación
lógicos] en Polonia, tienen tiradas m u y numerosas. internacional, y con la República Democrática
Todos los países socialistas publican también A l e m a n a y Checoslovaquia.
revistas en los idiomas oficiales de los congresos, L a política científica de los países socialistas
sobre todo en inglés y francés, y algo m á s rara- europeos muestra una clara disposición a ampliar
mente en alemán y español. también los contactos con los países occidentales
Los libros de tema científico siguen estando y del tercer m u n d o . L a intensidad de tales contac-
relativamente baratos, pese al aumento en los tos depende de u n n ú m e r o de factores, entre otros,
precios del papel y de la impresión. Esto es cues- de las tradiciones históricas en la difusión de las
tión de política deliberada mediante subvenciones culturas, la situación geográfica, las relaciones
a la industria editorial. Aparte de la producción económicas y políticas, el potencial científico de
contemporánea, se editan también las obras clá- los asociados, sus recursos financieros, etc. L a
sicas de los grandes pensadores humanistas y intensificación del proceso de cooperación cultural
sociales. E n Polonia, la "Biblioteca de filósofos y científica con los países capitalistas desarrollados
clásicos", que reúne ya m á s de 150 volúmenes, obedece al principio fundamental de política ex-
lleva publicándose m á s de veinte años. L o mismo tranjera perseguido por los países socialistas y
cabe decir en cuanto a traducciones de los m á s basado en la premisa de que puede y debe perse-
famosos teóricos sociales contemporáneos de los guirse la coexistencia pacífica de los países con
países capitalistas, cuyas obras aparecen sistemá- sistemas sociales y políticos diferentes. Se supone
ticamente en el mercado, aun cuando a veces se —quizá no sin fundamento— que la colaboración
438

sistemática entre representantes de las ciencias Elemento esenciales de la política


sociales y humanas de países con sistemas políticos en las ciencias sociales
distintos n o puede por m e n o s que conducir a un
mejor entendimiento y a una m á s estrecha coope- E n los países socialistas, donde la política cientí-
ración entre las naciones. Las ciencias sociales fica es determinada por el Estado m á s que en otros
polacas han desplegado y fortalecido sus m á s cualesquiera, la red de instituciones de enseñanza
estrechos contactos con los Estados Unidos de y de investigación científica se ha formado y
América, Francia, la República Federal de Alema- constituido de una manera planificada con arreglo
nia, el Reino Unido e Italia. E n años m á s recientes a las necesidades efectivas de la cultura y de la
también se han establecido contactos con los economía nacionales. Esto n o equivale en m o d o
países escandinavos, principalmente Suécia y alguno a una situación en que se tomen decisiones
Finlandia. L o m á s solicitado en Occidente es la de manera arbitraria al m á s alto nivel guberna-
historia, la sociología, la arqueología, la lingüística mental. E n virtud de las leyes vigentes, tales deci-
y las artes polacas. Otros países socialistas tienden siones deben ser antes sometidas al legislativo, al
también a desarrollar sus "exportaciones" en ejecutivo y a los órganos de inspección del Estado
estas esferas. Si hacemos balance de la situación por círculos científicos que disfrutan de amplios
desde el punto de vista polaco, llegamos a la poderes de autogobierno. Para poner u n ejemplo,
conclusión general de que se sabe mejor en el ministro polaco de Ciencia, Enseñanza Superior
Polonia lo que pasa en los países occidentales y Tecnología patrocina una Junta Asesora Central
desarrollados que a la inversa. U n a explicación en la que dos tercios son elegidos por los propios
es, sin duda, las barreras lingüísticas. Entre los científicos en votación secreta y democrática. L a
científicos occidentales, sigue siendo excepcional Junta Asesora Central comunica sus opiniones
el tener conocimientos de polaco, de lenguas sobre los planes ad hoc y formales relativos a
eslavas en general, de húngaro o de r u m a n o . cambios y mejoras en la actividad científica y
centros de enseñanza superior; poderes análogos
Las bases doctrinales que han movido a
con respecto a diversas ramas o líneas d e es-
los países socialistas a combatir cualesquiera ele-
pecialización se h a n conferido también a las
mentos de discriminación, sea su forma cual fuere,
comisiones científicas de la Academia de Ciencias
les han llevado a desplegar un creciente interés
polaca.
por los países en vías de desarrollo. Las posibili-
dades de ayuda por parte de las comunidades del L a deducción de normas de política cien-
C O M E C O N , así c o m o de cooperación en las tífica, y su eficaz aplicación posterior, sólo son
ciencias humanas y sociales, difieren según los posibles con la participación activa de los investi-
casos, pero el mayor potencial en este ámbito es gadores. Esto está reconocido en todos los países
sin duda el de la Unión Soviética. Al mismo socialistas, aunque naturalmente adopte formas
tiempo, Polonia, c o m o casi todos los demás países distintas de las que se aplican en Polonia.
socialistas, n o está fuerte en estudios orientales, La cuestión de una red de facultades e
africanos y latino-americanos, si exceptuamos la institutos de ciencias ha sido objeto de análisis y
arqueología de la región mediterránea, en la que debates en los últimos años. H a y u n consenso
ha alcanzado algunos logros. general, tanto entre los científicos c o m o entre los
E n la política científica de los países socia- que administran la ciencia y la enseñanza superior,
listas se concede un lugar importante a la partici- en que el número de instituciones científicas n o
pación en las actividades de varias organizaciones debe multiplicarse indefinidamente. Surge esta
internacionales, c o m o el Consejo Internacional tendencia debido a las presiones de autoridades
de Ciencias Sociales y las asociaciones profesio- locales y opinión pública de provincias en cuanto
nales n o gubernamentales con rango consultivo a la presencia de una universidad o institución
cerca de la Unesco. E n los últimos años, se ha controlada por una Academia de Ciencias c o m o
registrado un notable aumento en la participación indicador de progreso cultural. E n Polonia,
de científicos de los países de Europa Oriental en Checoslovaquia y otros países se ha estimado
congresos y simposios científicos internacionales. suficiente el número de centros de enseñanza supe-
rior que ya existen. Se consideran ahora objetivos
prioritarios un nivel m á s alto de organización y
Política de la ciencia social 439
en la Europa del Este

un personal mejor cualificado, lo que natural- ciencia. E n consecuencia, tales países han de optar
mente n o excluye la introducción de algunas por concentrar recursos en problemas que, desde
mejoras en la red existente de instituciones cien- el punto de vista cognoscitivo y utilitario, resulten
tíficas y de investigación. de la m á x i m a importancia para ellos. E n círculos
L a investigación científica, lo m i s m o que científicos y de responsabilidad política se han
la enseñanza, está financiada por el presupuesto prolongado durante años los debates sobre el
nacional, aunque en algunos países c o m o Polonia, mejor enfoque y aplicación de los estudios, y, con
la Unión Soviética, Hungría y Checoslovaquia, toda probabilidad, parecen destinados a no aca-
puedan ser subvencionadas además por autori- barse nunca.
dades locales, empresas cooperativas industriales, E n virtud de los debates preliminares al
organismos vinculados al gobierno, etc., aun 2.° Congreso de la Ciencia en Polonia, la R e p ú -
cuando éstos sean también agentes nacionales. Es blica Popular Polaca ha decidido introducir u n
igualmente admisible el recurso a fuentes finan- sistema de financiación central para estudios so-
cieras ad hoc con el fin de acercar la ciencia a la ciales y humanísticos por materias, sistema éste
práctica. ya bien probado en las ciencias exactas. Se han
E n el tiempo que los países socialistas formulado de este m o d o diecinueve "problemas
llevan de existencia, los sistemas de financiación cruciales", relativos a m á s de u n sector de la
de la investigación y la enseñanza han experimen- administración, c o m o elementos de un programa
tado diversas modificaciones, no menos frecuentes de estudios fundamentales complejo y a largo
que las reformas organizativas del sistema de plazo. Estos problemas se abordan en ciclos de
enseñanza superior. Y aunque nadie puede negar cinco años, y están en estrecha correlación con las
que los fondos con que el Estado ha subvencionado necesidades de la economía y la cultura nacionales.
la ciencia, incluidas las ciencias sociales, han ido Entre los ámbitos de investigación m á s impor-
aumentando regularmente de año en año, en tantes enfocados por este programa, se cuentan:
opinión de algunos son todavía m u y insuficientes. análisis crítico de la teoría referente a las c o m u -
N o s referimos, en particular, a investigadores y nidades socialistas desarrolladas m á s idónea para
profesores que —a medida que el proceso de las condiciones específicas de la nación polaca;
industrialización y urbanización se desarrollaba— estudios relativos a los cambios en las clases y
fueron perdiendo su posición dominante y privi- estratos sociales de la sociedad polaca desde los
legiada ante las disciplinas físico-naturales y tecno- puntos de vista estructural y profesional; encauza-
lógicas. Interpretaban esto c o m o una falta del miento óptimo de los procesos demográficos así
apoyo debido y una especie de desestimación c o m o de la reconstrucción socioeconómica, tecno-
hacia ellos por parte del Estado. lógica, rural y agrícola; mejoras en el sistema de
educación nacional; transformaciones que se pro-
Por otro lado, n o menos difícil sería sos-
ducen en la personalidad de los ciudadanos en una
tener que los recursos económicos asignados por
sociedad socialista desarrollada y bajo la revolu-
el Estado para programas de investigación y desa-
ción científica y tecnológica; perfeccionamiento de
rrollo en las ciencias sociales han sido siempre
la organización y administración de la economía
convenientemente utilizados. U n examen crítico
nacional; los monumentos c o m o motivo de
reveló un número excesivo de aportaciones frag-
conciencia nacional; modelos de consumo y escalas
mentarias y un número insuficiente de obras sinte-
de valores mantenidos por la mayoría de la pobla-
tizadoras; la inversión excesiva en determinadas
ción polaca. Todos ellos tienen carácter interdis-
facultades mientras se dejaban lagunas en otras,
ciplinario. E n su planteamiento y estudio, bajo la
la concentración de fondos en temas marginales
dirección y guía de los principales coordinadores
o triviales mientras que otras cuestiones m á s
representados por institutos de la Academia de
difíciles y ambiciosas n o se tocaban debido a cri-
Ciencias, el Ministerio de Ciencia, Enseñanza
terios metodológicos conservadores, era algo que
Superior y Tecnología, y por institutos guberna-
tenía que ser superado.
mentales escogidos, van a participar instituciones
A excepción de la Unión Soviética, ninguno de investigación y especialistas en representación
de los demás países del C O M E C O N , con su exten- de centros humanísticos de todo el país. La mayor
sión reducida o mediana, puede permitirse invertir dotación de fondos ha sido asignada para el
con igual afán en todo el vasto dominio de la
440

examen de los problemas cruciales. E n la concep- deben ser ya localizados entre los chicos y chicas
tualization del programa de investigación funda- de las escuelas secundarias. U n o de los métodos
mental para las ciencias sociales participan orga- para descubrir el talento son las competiciones, las
nismos científicos competentes, es decir, aquellos llamadas "olimpiadas", cuyos ganadores obtienen
que tienen también a su cargo la aplicación prác- el privilegio del acceso prioritario a la enseñanza
tica del programa, una vez refrendado por el superior. E n los países socialistas, las competi-
Consejo de Ministros, en total conformidad con ciones humanísticas n o alcanzan la popularidad
las normas generales adoptadas. disfrutada por las de ciencias exactas. A d e m á s ,
L a selección de problemas cruciales e inter- los criterios de aptitud son m á s ambivalentes. Por
ministeriales h a simplificado en gran medida el eso la cuestión de cuáles son los métodos óptimos
proceso de orientación de los estudios sociales. para reclutar candidatos a la prosecución de estu-
Gracias a la supresión de barreras formales que dios superiores lleva años sometida a debate y se
separaban entre sí diversas disciplinas y sectores han realizado varios experimentos con la principal
estructurales de la ciencia, estas medidas permiten finalidad de perfeccionar un sistema de selección
una mejor utilización del potencial intelectual y que brinde estudios universitarios a los jóvenes
disponer de una manera m á s premeditada de los m á s calificados. Ninguno entre los países socia-
medios materiales para las necesidades inmediatas listas ha conseguido hasta ahora elaborar u n sis-
y ulteriores progresos. N o h a sido posible hasta tema de reclutamiento que pueda considerarse
ahora una valoración más completa de este nuevo perfecto, o que por lo menos se acerque a la
concepto que hemos descrito aquí sucintamente, perfección.
relativo al vastísimo programa de estudios sociales U n a situación similar prevalece por lo que
y humanísticos, toda vez que estamos ocupán- atañe a los curricula. E n varios países socialistas
donos de u n experimento acometido en fecha han sido modificados y mejorados con frecuencia,
relativamente reciente. S u buena fortuna — c o m o pero no hay motivos de completa satisfacción. L a
puede inferirse de la experiencia disponible hasta política de hacer las universidades accesibles a las
el presente— depende en medida m u y grande de masas, fenómeno sumamente positivo en otros
la pericia y el talento de los principales coordina- aspectos y que da fe de la democratización social
dores, de quienes se espera posean altos niveles y de la igualdad de oportunidades para todas las
de conocimientos combinados con aptitudes orga- clases y estratos sociales, plantea serias dificultades
nizativas. También deben saber concertarse y por lo que respecta a la formación y reclutamiento
acompasarse con los equipos empeñados en las de nuevas generaciones. El dilema básico con que
tareas de investigación. El mayor impedimento se han encontrado los educadores y reformadores
que suelen hallar los hombres de ciencia es u n de universidades y escuelas es el de hallar u n pro-
sistema burocrático de financiación de estudios cedimiento merced al cual pueda adoptarse el
fundamentales excesivamente formalista, y el m á x i m o rigor posible sin dejar de mantener u n
control demasiado escrupuloso de las manipula- equilibrio entre la instrucción teórica y la especia-
ciones que le son inherentes, así c o m o de la per- lizada, y entre la s u m a de conocimientos e infor-
cepción y el empleo de fondos. mación transmitidos a los alumnos y el proceso
modelador del arte de pensar creadora e indi-
A u n q u e una tecnología basada cada vez
vidualmente. Cualquier desviación drástica del
m á s en la ciencia desempeña u n papel de día en
acento, hacia un lado o hacia otro, en las prácticas
día m á s importante también en las disciplinas
didácticas a niveles de enseñanza superior, puede
humanísticas, el principal objeto de la política de
ser desastroso desde el punto de vista social. U n
la ciencia en este ámbito sigue siendo el hombre
extremo produce razonadores tediosos y diletantes
mismo: sus aptitudes y motivaciones, sus facultades
divorciados de la vida real; el otro, espíritus prag-
intelectuales, su vocación y su erudición. Los países
máticos estrechos de miras y administradores vul-
socialistas prestan mucha atención a los problemas
gares. N i una ni otra forma de acento preferente
del personal científico, al proceso de su formación
en el sistema de educación puede abrir horizontes
adecuada y al m á s eficaz despliegue de sus activi-
para aquellos que muestran una vocación y una
dades y conocimientos.
capacidad científica que se traducen en especial
Es de general aceptación que aquellos con aptitud para el pensamiento abstracto n o menos
auténticas posibilidades de llegar a ser científicos
Política de la ciencia social 441
en la Europa del Este

que en u n resuelto empeño de adquirir erudición. las letras demora m u c h o m á s el acceso a una posi-
Los profesores, si están sobrecargados de tareas de ción totalmente independiente. U n profesor ad-
administración y enseñanza masiva, n o se hallan junto de ciencias sociales en Polonia, por ejemplo,
en disposición de dedicar m u c h o tiempo a contac- tiene una media de cincuenta años. N o debe sor-
tos personales con los alumnos a fin de conocerlos prendernos, pues, que el promedio de edad de
mejor, en su persona y en sus aptitudes, y entre- los miembros de la Academia de Ciencias polaca,
sacar auténticos candidatos a una carrera científica. Sección de Ciencias Sociales, sea de unos setenta
E n algunos países, c o m o en Polonia y en años (el m á s joven tiene cuarenta y nueve).
la Unión Soviética, se está buscando el m o d o de
resolver estas cosas mediante la concesión de
bolsas y becas especiales a quienes muestran perso- Interrelation entre la política
nalidad m á s sobresaliente, brindándoles oportu- de ciencia social, la estrategia
nidad de continuar sus estudios con arreglo a del crecimiento económico,
programas individuales, n o reglamentados. Otra el progreso científico y tecnológico
base para reclutar jóvenes son los clubs de alumnos y la planificación educativa y cultural
de ciencias.
L a denominación de los grados universi- C o m o de lo dicho hasta ahora se desprende, puede
tarios en diversos países socialistas n o muestra hablarse de dos funciones básicas desempeñadas
una gran diferencia. Sigue, en principio, las normas por las ciencias sociales: sus funciones cultural-
adoptadas en la Unión Soviética, excepto en mente creativas y sus aplicaciones prácticas. E n
Polonia donde existen algunas distinciones m á s . algunas, c o m o en la historia, la teoría de la lite-
El primer grado, el que abre el camino de una ratura y el lenguaje, o la filosofía, domina la
carrera científica, es el de "aspirante de ciencias" primera, mientras que en otras, c o m o las econó-
(en Polonia y en la República Democrática micas, la organización y dirección de empresas,
Alemana, el doctorado). El segundo grado en la algunas ramas de la sociología y las ciencias
escala ascendente, requisito indispensable, por lo jurídicas, es la segunda la predominante. Sin e m -
general, para adquirir el título de profesor, es el bargo, en los países socialistas se da por sentado
doctorado en ciencias (en Polonia, el doctorado que todas las ciencias sociales y humanas toman
de este segundo nivel recibe el nombre de "habili- a m b o s puntos de vista en consideración.
tación"). L o s aspirantes de ciencias o doctores D e b e observarse también que, debido pre-
tienen que aprobar el examen de alumno posgra- cisamente a esta dualidad de funciones, con visible
duado, o bien acogerse al sistema auxiliar en el tendencia a u n alza en las funciones aplicativas en
que u n practicante científico m á s joven prepara algunas, la importancia de las ciencias sociales ha
una tesis bajo la dirección de u n profesor y, al
venido aumentando sistemáticamente. Por las
m i s m o tiempo, cumple obligaciones rutinarias.
mismas razones, algunos de los que las cultivaban
H a y una tercera forma posible de adquirir el
dejaron de considerarlas pasatiempos personales,
grado de aspirante de ciencias (doctorado) para
convirtiéndose en objeto de interés para el propio
las personas que trabajan en instituciones no cien-
Estado, al que resultan cada vez m á s útiles. Esto
tíficas, que sólo disfrutan de algunos derechos
explica también hasta cierto punto la necesidad de
especiales en sus instituciones y pueden asistir a
seminarios para aspirantes al doctorado y pre- una estrategia conveniente en la investigación y el
parar sus tesis doctorales, ya que tales tesis, que desarrollo de las ciencias sociales.
representan una base para u n doctorado en cien- Para ilustrar las interrelaciones entre la
cias, o u n doctorado que faculta para el desem- estrategia de las ciencias sociales y la política de
peño de u n profesorado auxiliar, pueden —en planificación y crecimiento económico, debe ha-
principio— ser preparadas independientemente. cerse una distinción entre la situación de las cien-
cias humanísticas y la que prevalece en las ciencias
El m o d o de obtención de posiciones m á s sociales aplicadas. Esta distinción es de carácter
altas en las ciencias se ha debatido con frecuencia m á s bien metodológico, ya que a m b o s grupos de
en los círculos científicos. Entre otras cosas, se ha ciencias investigan fenómenos sociales o problemas
criticado el sistema de otorgamiento de títulos humanos, lo que repleja, por ejemplo, la estructura
universitarios en dos fases, que especialmente en de la Academia de Ciencias polaca, cuya sección I
442

comprende todo cuanto cae dentro de las h u m a - niveles de vida. Por eso, las metas y objetivos de
nidades tradicionales así c o m o también las ciencias las ciencias sociales n o sólo deben perseguirse a
sociales aplicadas. título de una política de la ciencia, sino también
E n consecuencia, si partimos del lado es- de una política económica y social de carácter
trictamente humanístico, existe un amplio sector general. D e la política de la ciencia se espera que
de investigación donde los problemas de la ciencia traduzca estos objetivos a un lenguaje científico y
y de la cultura inciden unos sobre otros, o mejor establezca la lista de prioridades y la subvención
dicho, son complementarios entre sí. Podría asegu- necesaria para su puesta en práctica. U n a c o m u -
rarse con algún fundamento que los productos de nidad socialista espera que las ciencias sociales
todo acto creativo quedan dentro del ámbito de la proyecten derroteros de progreso económico y
cultura (obras literarias, pictóricas, musicales) social y proporcionen instrumentos eficaces para
mientras que el análisis de tales obras se encuadra controlarlo.
en la esfera de la ciencia (estudios literarios, esté- L a estrecha interrelación entre la estrategia
tica, musicología). Por eso, de una política de la de la ciencia social y la política de crecimiento
ciencia cabe esperar u n enfoque específico de la económico nacional halla su expresión m á s plena
cuestión. Los productos de actos creadores son en el punto en que las ciencias sociales (ramas
exteriores a la esfera donde se ejerce de influencia económicas y afines) entran en contacto con la
política, los problemas abordados no son el punto gestión cotidiana de la economía nacional. Puede
de partida de una acción, c o m o suele ser el caso verse esto de manera óptima en la planificación
en las ciencias naturales, donde los estudios funda- económica que representa la conexión básica con
mentales representan un punto de partida para las los controles ejercidos bajo el sistema socialista,
aplicaciones. L a teoría de la literatura podrá así c o m o el núcleo de los mismos. Conviene re-
quizás, hasta un cierto punto, servir para el per- cordar que, a fin de hacer un uso eficiente del ins-
feccionamiento de una obra literaria, pero en m o d o trumento de planificación, es imperativo disponer
alguno puede considerársela una fuente de inspi- de u n conocimiento completo de varias ciencias
ración. El papel de la política científica en las sociales, y sobre todo de una cabal comprensión
humanidades es, por lo tanto, m u c h o m á s modesto de los principios científicos según los cuales debe
que en las ciencias técnicas o naturales. Impor- ser dirigida una economía socialista. Natural-
tantes elementos en ello son los aspectos de la mente, el papel principal lo desempeñan aquí las
organización, el costo relativamente bajo de los ciencias económicas.
medios de operación y el hecho de que la enseñanza
se lleve a cabo c o m o complemento de las normales Otra importante relación a dilucidar es la
tareas de investigación. que existe entre la política de la ciencia en general,
la estrategia de las ciencias sociales en particular,
E n una situación semejante, la pertinencia y la política educativa, principalmente al nivel de
de los factores decisivos en la determinación de enseñanza superior. E n los países socialistas, esto
prioridades en la ciencia, la tasa de crecimiento de es especialmente evidente, ya que tanto la investi-
las diversas disciplinas o las tareas no científicas gación concentrada en las academias de ciencias
asignadas a algunos estudios, pueden ser m á s bien c o m o la enseñanza al nivel terciario son sufra-
limitadas. Por lo c o m ú n , lo que resulta decisivo gadas por el presupuesto del Estado, y u n gran
en las ciencias humanísticas, es sobre todo la número de hombres de ciencia desempeñan activi-
política cultural, y también los intereses privados dades en a m b o s sectores a la vez.
de un investigador. C o m o consecuencia, en Polonia L a situación al nivel terciario en los países
y otros países europeos del Este, aparte de los socialistas de Europa oriental puede caracterizarse
problemas m á s cruciales e interministeriales pro- brevemente en los siguientes términos:
puestos y centralmente financiados por el Estado, El número de centros de enseñanza supe-
se deja una amplia esfera de elección a la iniciativa rior (base, 1938) ha subido en Polonia de 32 a 89;
de los científicos y sus intereses personales. en Checoslovaquia, de 13 a 37; en Rumania, de 4
E n las ciencias sociales aplicadas, la situa- a 46; en Hungría, de 15 a 55, y en la República
ción es diferente, ya que éstas ofrecen descubri- Democrática Alemana, de 21 a 54. E n 1976, el
mientos útiles para la economía nacional, pueden número de estudiantes en los países miembros
mejorar las relaciones humanas y hacer subir los del C O M E C O N era el siguiente:
Política de la ciencia social 443
en la Europa del Este

N ú m e r o de estudiantes Número de estudiantes


País (en miles) (porcada lOOOOhab.)

URSS 4 854 190


Polonia 468 137
Rumania 165 77
Checoslovaquia 155 104
República Democrática Alemana 137 81
Bulgaria 111 127
Hungría 108 102
Fuente: Trybuna ludu, n.° 161, 1977.

Las transformaciones democráticas han de- escuelas de magisterio independientes. U n a in-


terminado u n considerable porcentaje de estu- mensa mayoría de graduados de los facultades de
diantes de sexo femenino (en muchos casos oscila lengua polaca e idiomas extranjeros, así c o m o de
entre el 45 y el 55 por ciento) y u n enorme incre- historia, manifestaron su disposición a iniciar
mento del número de estudiantes procedentes de inmediatamente sus actividades c o m o profesores,
medios rurales y obreros, totalizando entre el 45 habiéndose adoptado la n o r m a de que, en la
y el 50 por ciento de la población estudiantil. próxima década, todos los maestros habrán de
Las ciencias sociales ocupan u n a sólida poseer título universitario.
posición en las universidades y escuelas de magis- Las estructuras de decisión política res-
terio. L a economía, por ejemplo, se enseña hasta pecto a la ciencia se parecen en sus pautas orga-
en las escuelas técnicas, aunque sus sedes princi- nizativas, pero n o son idénticas. E n la Unión
pales son las universidades o las academias de Soviética, la República Democrática Alemana y
ciencias económicas (Polonia), o las escuelas supe- Checoslovaquia, además de los ministerios de
riores de economía (Checoslovaquia, República educación e instituciones universitarias, se han
Democrática Alemana), establecimientos todos creado comités de ciencia y tecnología c o m o orga-
ellos de nivel universitario. C o m o en otros lugares, nismos independientes responsables, en la prác-
en los países socialistas se da una tendencia hacia tica, de las líneas que se adoptan en política de la
la humanización de los estudios técnicos que se ciencia (principalmente en disciplinas técnicas y
manifiesta en la creación de departamentos o sec- ciencias físico-naturales).
ciones de ciencias políticas, económicas, y hasta El modelo polaco es u n poco diferente, ya
filosofía, dentro de las escuelas técnicas. A d e m á s , que tanto los establecimientos educativos c o m o
en todos los países del Este europeo, los programas los centros de enseñanza superior están contro-
de los departamentos técnicos y de ciencias físico- lados por el Ministerio de Ciencia, Enseñanza
naturales incluyen cursos obligatorios de eco- Superior y Tecnología. Por lo demás, hay países
nomía, filosofía, sociología y nociones básicas de donde —aparte de la academia de ciencias cen-
ciencia política. tral— existen otras especializadas (por ejemplo, la
Entre las ciencias sociales que se enseñan Academia de Ciencias Agrícolas en la Unión
al nivel terciario en la Unión Soviética, Polonia y Soviética) o academias regionales (por ejemplo, las
otros países socialistas, se ha dado prioridad a la academias de República en la U R S S y Yugoslavia).
pedagogía y ciencias afines. Esto viene motivado E n otros (como Polonia), donde existe una sola
no sólo por exigencias puramente científicas, sino academia de ciencias, ésta controla un número de
también —y sobre todo— por la necesidad de instituciones científicas y de investigación subsi-
profesorado en los niveles primario y secundario. diaria, datadas de personal de su propia plantilla.
E n Polonia, por ejemplo, esto se concretó en un Los problemas de política de la ciencia se
proceso por el cual se ha reforzado considerable- estudian en las academias de ciencias y en las
mente la pedagogía en las universidades y en las universidades. E n Polonia, por ejemplo, hay u n
444

instituto especial de política de la ciencia e institu- tura disponible y se sacan conclusiones para esta-
ciones universitarias al servicio de la Academia de blecer objetivos de desarrollo m á s generales; b) fase
Ciencias polaca y del Ministerio de Ciencia, Ense- de programación, en la que se señalan los caminos
ñanza Superior y Tecnología, mientras que, por que conducen a los objetivos fijados en la fase
otra parte, se ha incorporado a la Academia una anterior; c) fase de organización, en la que se
Comisión para el Estudio del Progreso en el Saber especifican los medios indispensables para alcanzar
H u m a n o a fin de patrocinar las actividades en los objetivos propuestos conforme a los caminos
este terreno. También desempeña funciones edito- escogidos en la fase de programación.
riales y publica su propia revista. Para la previsión del progreso científico en
L a política de la ciencia social incluye la U R S S , se ha adoptado la unidad " h o m b r e - a ñ o "
además la predicción del progreso en la ciencia c o m o una norma cuantitativa en lugar de la unidad
fundándose en las tendencias previsibles del creci- de valor estándar.
miento económico, lo cual representa una base E n Polonia, la Academia creó en 1969 una
científica para la estrategia de persecución de unos comisión de investigaciones y previsiones bajo la
objetivos señalados y forma parte integrante del denominación de "Polonia 2000". Esto representa
proceso de planificación general. un punto de mira para el plan quinquennal y
Pueden darse algunos ejemplos de predic- otros proyectos. E n la actualidad se está haciendo
ción científica: E n la Unión Soviética, el estable- todo lo posible por elevar la calidad de la pre-
cimiento de pronósticos se ha encomendado al visión mediante u n cambio en la lesgislación y
Comité Estatal de Ciencia y Tecnología y a la mejorando la organización y la competencia de
Academia de Ciencias de la U R S S . Sus previ- los equipos responsables, así c o m o también del
siones también toman en cuenta datos producidos caudal de información indispensable.
por las secciones de prevision de los ministerios y E n la República Democrática Alemana,
otras organizaciones. Las previsiones nacionales las previsiones empezaron a jugar u n papel en la
en cuanto al progreso tecnológico, la ciencia, la planificación de la economía y la educación a
población o la economía son en su mayor parte partir de 1968 y hoy representan una fase preli-
emitidas por institutos de la Academia de Ciencias, minar en el proceso de planificación a largo plazo.
el Comité de Planificación, el Comité de Cons- Se las considera una identificación de las tenden-
trucción y Arquitectura, etc. cias probables en los sectores y ramas m á s cru-
Actualmente, en la elaboración de las pre- ciales, y c o m o información sobre la probabilidad
visiones tocantes a la economía nacional soviética, de alcanzar los objetivos propuestos.
se presta especial atención al impacto económico E n Checoslovaquia, se recurrió a previ-
de las nuevas tecnologías y al m o d o de asegurar siones en 1965 para establecer u n plan general
la utilización óptima de las innovaciones cientí- para el desarrollo económico del país hasta 1980.
ficas. Se procura abarcar las características gene- Se elaboró una previsión macroeconómica del
rales —científicas, tecnológicas, económicas y crecimiento de la economía nacional que se espe-
sociales— de u n problema dado y practicar u n raba, junto con otras 38 previsiones basadas en
análisis completo de la situación presente y una orientaciones determinadas. L a riqueza de la
estimación de las tendencias en las ciencias, tecno- experiencia metodológica adquirida fue pronta-
logía y producción en el c a m p o concreto que se mente utilizada en la segunda fase de los trabajos
esté evaluando, en la U R S S y fuera de ella. de previsión, en 1966-1967, cuando se trazaron las
Los estudios teóricos y metodológicos de líneas generales del progreso técnico y económico
previsión se llevan a cabo principalmente en en en la economía nacional.
Instituto Ucraniano de Cibernética de la Academia E n Bulgaria, R u m a n i a y Hungría, se consi-
de Ciencias y en la Comisión de Estudios sobre deran las previsiones c o m o una base para la estra-
Previsión Social de la Sociedad Soviética de Socio- tegia en el adelanto económico y social. Las que se
logía. Las previsiones preparadas por métodos elaboraron referentes a la situación de los mer-
científicos se utilizan c o m o base en la planificación cados mundiales, incluidos los tipos de cambio,
y en el mejoramiento de la gestión, en tres fases: merecen mención especial.
a) fase de investigación, en la que una situación es A d e m á s de las previsiones a escala na-
analizada principalmente por medio de la litera- cional, también se han emprendido las previ-
Política de la ciencia social 445
en la Europa del Este

siones conjuntas realizadas por todos los países grados por especialistas para llevar a cabo ciertas
miembros del C O M E C O N . E n la 25. a Asamblea tareas durante u n periodo especificado. Estos
del C O M E C O N se decidió que todos los países pueden estar compuestos exclusivamente de cien-
miembros unieran sus esfuerzos para u n a mayor tíficos, o bien pueden ser mixtos, incluyendo tam-
promoción de la cooperación científica y tecno- bién profesionales en ejercicio.
lógica, llevando a cabo previsiones científicas para E n la mayor parte de los países socialistas,
un periodo de 10 a 15 años, según normas metodo- existen entre los humanistas algunas dudas, o in-
lógicas y formas de organización adoptadas de cluso temores, de que el enfoque que dimana de
c o m ú n acuerdo, con conclusiones distintas para las disciplinas sociales n o sea tal vez el apropiado,
cada país. que los criterios de utilidad tan ventajosamente
Evidentemente, esto quiere decir que aplicados en las ciencias tecnológicas puedan
las previsiones están basados en parámetros quizás hacer u n daño considerable a las funciones
comparables. teóricas cognosticivas, si se transfieren mecáni-
camente a las ciencias humanísticas, que al fin y
al cabo se ocupan de materias sutilísimas c o m o son
Papel de las ciencias sociales las personas, las comunidades humanas y la cultura
en la solución de problemas políticos, que producen.
sociales y económicos E s sumamente importante para el porvenir
de las humanidades, y esto n o sólo en los países
C o m o se ha indicado, en los países socialistas de socialistas, que tales dudas y temores se disipen.
Europa Oriental se ha dado prioridad a la inves- Está aquí en juego el problema fundamental del
tigación social y humanística que sirve a las nece- estado o condición de los científicos, que son ser-
sidades prácticas económicas y culturales y a la vidores de la verdad y sólo de la verdad, pero tam-
puesta en práctica de ambiciosos planes de desa- bién, y al m i s m o tiempo, ciudadanos y miembros
rrollo asociada con la revolución en la ciencia y de una comunidad nacional. E n otras palabras, el
la tecnología y con la transición a la sociedad problema gira en torno de unafilosofíade la
socialista desarrollada, o — c o m o en el caso de la ciencia que responda a las exigencias de nuestra
Unión Soviética— a la sociedad comunista. L a época, cuyo rasgo característico consiste en ser
necesidad de disponer de análisis efectuados por tránsito hacia una "civilización científica" en la
expertos ha llegado a convertirse en u n hábito, y que ya n o se deja nada al conocimiento espon-
en Polonia se han obtenido recientemente los m á s táneo; en la que literalmente todo, desde la cons-
notables resultados: el informe sobre el estado de trucción de viviendas y el corte y confección hasta
la enseñanza, que fue u n punto de partida para la los servicios médicos y la gerontología, la educa-
total reforma del sistema educativo nacional, y ción y la política económica, requiere conoci-
algunas predicciones sobre el fomento de la cultura. mientos cada vez m á s especializados, en sus
Las investigaciones para definir u n modelo relaciones e interdependencia con otras esferas6.
científico y tecnológico adaptado a las diferentes Este conocimiento profundo de las reali-
exigencias nacionales, en el que se acentuaran dades, y en vista del constante proceso de diferen-
tanto los componentes, ideológicos y morales ciación y complicación de la situación social, sólo
c o m o los económicos y tecnológicos, están hacién- en limitadísima medida puede hoy adquirirse a
dose m á s intensas y alambicadas. través de la experiencia directa o indirecta, y exige
Los especialistas en ciencias sociales y sin m á s u n enfoque científico y el recurso a estu-
humanas están empeñados en investigaciones y dios sistemáticos.
consultas a fin de resolver determinados problemas El hecho de que lo averiguado después de
políticos, así c o m o sociales y económicos, de dos largas y exhaustivas observaciones del funciona-
maneras: primera, las propias normas de investi- miento de la vida colectiva n o haga, en muchos
gación de las instituciones científicas — c o m o es el casos, sino confirmar los juicios cotidianos del
caso en la mayoría de los institutos ministeriales— sentido c o m ú n , es causa de que el trabajo de los
exigen que sus miembros respondan permanente- humanistas sea considerado a veces por físicos y
mente a las cuestiones planteadas por la práctica. tecnólogos c o m o trivial y redundante desde el
Segunda, están formándose grupos especiales inte- punto de vista cognoscitivo. Los políticos, que
446

generalmente tienen acceso a fuentes de infor- objetos de investigación humanística y social, en


mación m u c h o mejores que los universitarios, forma de personas y comunidades humanas, sus
tampoco ocultan su desdén por muchas formula- productos, instituciones y relaciones mutuas, ex-
ciones que intentan expresar en términos científicos cluye de antemano unas respuestas exactas y
cosas que hace ya tiempo que se saben. completas a las cuestiones que a veces son pro-
Las ciencias sociales pueden fácilmente de- puestas a los científicos en la suposición de su
teriorar su propia reputación si n o superan dos competencia ilimitada. L a vía científica, especial-
tendencias negativas. L a primera tiene su origen mente en lo tocante a los problemas políticos, debe
en la circunstancia de que la investigación social poseer un carácter alternativo; debe formularse en
suele venir determinada, n o por lo que resulta ser términos de probabilidades, y n o de axiomas.
importante desde un punto de vista teórico y prác- E n los países socialistas, tal investigación
tico, sino por lo que m á s fácilmente allana el resulta importante en cuanto es susceptible de
camino hacia las glorias y los lauros académicos. hacer descubrimientos que ejercen una fuerte in-
L a segunda está caracterizada por el investigador fluencia sobre las actitudes ideológicas, políticas y
que intenta siempre formular problemas de tal morales, acercándolas m á s estrechamente a los
forma que se adapten lo mejor posible a los objetivos perseguidos por el socialismo y hacién-
métodos y técnicas que ya domina o que ya le son dolas m á s resistentes a aquellas otras ideologías
conocidos. D e ahí que no sea la importancia obje- que fácilmente desvían a los h u m a n o s de los deseos
tiva de un problema inferida por análisis científico, y motivaciones de orden superior. "Vivimos
sino los intereses subjetivos del investigador y su — c o m o dice Bogdan Suchodolski— en una época
conservadurismo metodológico, lo que determina en que la neutralidad de la ciencia parece hallarse
la selección de los temas a investigar6. en su ocaso. Necesitamos un tipo de ciencia
L a confusión respecto a las ciencias sociales comprometida con las grandes y nuevas tareas de
y la falta de confianza en ellas pueden también la dirección inteligente del progreso de la civiliza-
provenir de las formas en que son presentados los ción en beneficio de la humanidad" 8 .
frutos de la investigación. Por supuesto, ninguna Los centros de investigación de los países
rama de la ciencia puede declinar su impulso a socialistas están planteando cada vez m á s los
crear y mejorar sus instrumentos metodológicos problemas de la "calidad de vida" a fin de elevar
aun a riesgo de hacerse m e n o s comprensible para las relaciones humanas a un nivel superior, propa-
los n o especialistas. E n algunos casos se ha dado gando los principios de justicia y equidad social
un abuso de terminología hermética donde esto c o m o inseparables del socialismo y mejorando la
parecía absolutamente innecesario, de lo que puede cultura política para poder ofrecer a todo ser
uno sacar la impresión de que algunos autores ven h u m a n o el derecho a la felicidad. También se llama
los méritos de sus publicaciones en términos de su la atención sobre el hecho de que todos los inves-
grado de ininteligibilidad. M u c h a obra empren- tigadores deben adquirir en las humanidades el
dida en interés de la política social se ha basado arte de aplicar las normas de valor, así c o m o el
igualmente en la actitud, todavía en boga, de que compromiso ideológico, en un grado que tras-
el criterio valorativo del mérito m á s autorizado cienda el didactismo tópico o el moralismo
en las aportaciones a la ciencia, o en la solución superficial.
de u n problema dado, es el volumen de publica- Hasta los liberales m á s acérrimos se han
ciones, medido por el número de páginas7. rendido a la evidencia de que el progreso científico
N o sería justo decir que es sólo a los cien- se ha convertido hoy en un problema político, en
tíficos a los que hay que culpar de una deficiente tanto, al menos, que ninguna comunidad es capaz
articulación entre teoría y praxis. A m b o s lados de vivir normalmente y de pensar en su futuro sin
están habitualmente en falta. M u c h a investigación haber formulado una política de la ciencia. Esto
económica, sociológica, politicológica o jurídica no significa necesariamente que los científicos
no puede ser de una utilidad óptima a las políticas hayan de depender inevitablemente de las situa-
económicas y sociales hasta que las limitaciones ciones políticas, a semejanza de otras dependencias
que aún subsisten — c o m o , por ejemplo, el acceso que han experimentado en el pretérito. Su deber
restringido a las fuentes— hayan desaparecido. básico es el de esforzarse continuamente por la
A d e m á s , la índole sumamente intrincada de los perfección en su actividad profesional, es decir,
Politica de la ciencia social 447
en la Europa del Este

por mejorar constantemente su nivel de conoci- u n a nuevafilosofíade la ciencia que haga ver claro
mientos. Si referimos esto a una r a m a de la ciencia a los que se emplean en todas la disciplinas el peso
vinculada a la política —¿y qué especialidad puede de sus responsabilidades sociales, y también la
estar libre hoy día de implicaciones políticas?— importancia de sus obligaciones morales hacia la
entonces, cuanto m á s alto sea el nivel, mejor será sociedad en que viven en ese preciso m o m e n t o .
la política basada en esos conocimientos. L a E n u n a era de "industrialización de la ciencia",
ciencia se halla, pues, en situación de ejercer fun- los responsables de esta m i s m a ciencia deben mirar
ciones auxiliares sin caer en una situación de por su elevado prestigio moral con m a y o r celo
subordinación; puede aportar su contribución a que nunca, con plena conciencia de que el c o m p r o -
la práctica política manteniendo su integridad miso con la ciencia siempre ha sido vocacional y
intelectual c o m o asociada de la política. n o sólo profesional; fuente de ingresos, pero, al
Estas verdades cuadran a todas las ramas m i s m o tiempo, servicio a la sociedad.
de la ciencia, pero el papel específico de los
humanistas consiste en que están llamados a crear [Traducido del inglés}

Notas

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5
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6
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8
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A . B . Cherns, "Analytical Introduction", en Social p. 44, Wroclaw, 1974.
Las investigaciones sociológicas en Bielorrusia

G . P. Davidyuk*

E n nuestra época la sociología se ha convertido nivel de las investigaciones sociológicas aplicadas,


en una de las principales ciencias sociales. Esto es de las que se ocupa la sociología aplicada. El
comprensible, puesto que al dar a los profesionales materialismo histórico estudia las leyes m á s gene-
recomendaciones científicas para dirigir los pro- rales del desarrollo de la sociedad. El objeto d e sus
cesos sociales, permite establecer vínculos directos investigaciones es la sociedad en conjunto, o en
con la práctica y participar así activamente en las su totalidad. L a sociología aplicada estudia las
acciones sociopolíticas. leyes específicas del desarrollo y del funciona-
E n la U R S S la sociología ha comenzado a miento de estructuras, procesos, sistemas y orga-
desarrollarse de manera m u y acelerada en los nizaciones sociales concretos y de sus c o m p o -
últimos años. Esto se debe a la transición de la nentes. Por ejemplo, estudia leyes c o m o la que
sociedad soviética a la etapa de la edificación del determina la función de la colectividad en la forma-
comunismo, en que surgen nuevos fenómenos so- ción y el desarrollo de la personalidad, la ley de la
ciales, se modifican rápidamente todas las esferas desaparición de las diferencias de clase, la ley del
de la vida social y la sociedad necesita cada vez proceso de la homogeneidad social en la sociedad
m á s de una dirección científica de los procesos e soviética, la ley del perfeccionamiento d e la
instituciones sociales. D e ahí la necesidad de a m - conducción social y otras. El objeto de las investi-
pliar el ámbito de las investigaciones sociológicas. gaciones de la sociología aplicada son las reali-
Las decisiones de los X X I V y X X V congre- dades sociales concretas, c o m o las instituciones
sos del Partido Comunista de la U R S S y del sociales, los procesos y los fenómenos sociales
X X V I I I Congreso del Partido Comunista de propiamente dichos.
Bielorrusia han contribuído a activar las investi- E n la U R S S la sociología aplicada ha
gaciones sociológicas. E n los documentos de esos comenzado a desarrollarse a u n ritmo accelerado
congresos se mencionan los problemas m á s impor- en los últimos años. Por eso en el presente artículo
tantes que han de ser objeto de estudio sociológico se hablará de las peculiaridades y las principales
y se plantea la cuestión de generalizar la expe- tendencias del desarrollo de la sociología aplicada
riencia adquirida en la vida social1 así c o m o de en Bielorrusia, que refleja el proceso general de
aumentar la eficacia de la ciencia reforzando las desarrollo de una determinada tendencia en
relaciones con la práctica2. la U R S S .
E n la U R S S la sociología se desarrolla a C o m o toda ciencia, la sociología aplicada
dos niveles: al nivel de la teoría sociológica general, puede desarrollarse con éxito si se cuenta con u n
representada por el materialismo histórico, y al personal calificado: durante los últimos diez años
el n ú m e r o de miembros de la Asociación Soviética
de Sociología en la República ha aumentado de 21
a 205. Estas personas forman parte del Departa-
* Profesor y doctor de filosofía, jefe del Departa- mento de Bielorrusia de la Asociación Soviética
mento de Filosofía de la Facultad de Ciencias de Sociología, creada en septiembre de 1976. E n
Humanas en la Universidad Estatal V. I. Lenin sus cátedras, laboratorios, soviets, etc., realizan
de Bielorrusia, 80 Universitetskij Gorodok, Hafedraestudios sociológicos m u c h o s científicos y pro-
filosofii, 220080 Minsk (URSS). fesionales.

Rev. int. de cieñe, soc., vol. X X X (1978), n.° 2


Las investigaciones sociológicas en Bielorrusia 449

El número de sociólogos en la República de los colaboradores de ese laboratorio se han


aumenta en función de los graduados del Depar- publicado3.
tamento de Filosofía de la Universidad Estatal de El Departamento de Sociología de la A c a -
Bielorrusia y de la Facultad de Ciencias Econó- demia de Ciencias de la R S S B en la que trabajan
micas de la Universidad Estatal de G o m e l . E n treintaiséis colaboradores científicos, estudia los
cada una de estas universidades hay u n grupo que problemas de los cambios sociales en las zonas
se especializa en sociología, después de seguir doce rurales y de la dirección científica de los procesos
cursos y seminarios (en total 600 horas). L a dife- sociales. Las conclusiones sacadas de la inves-
rencia en la preparación de sociólogos consiste en tigación sobre esos problemas se exponen en los
que la especialización de los graduados de la libros publicados por los colaboradores del
Universidad Estatal de G o m e l en sociología se Departamento 4 .
basa en el plan de estudios de economía política, Los sociólogos de la República son cono-
mientras que la de los graduados de la Universidad cidos sobre todo por sus investigaciones sobre los
Estatal de Bielorrusia se basa en el plan de estudios problemas de la modificación de la estructura de
defilosofíamarxista leninista. la sociedad soviética, los cambios sociales en las
Por eso, los graduados de la Universidad zonas rurales, el desarrollo de la familia soviética,
de G o m e l van a trabajar principalmente c o m o la emulación socialista, la planificación social, el
sociólogos en las empresas industriales y los gra- desarrollo de la colectividad productiva, la direc-
duados de la Universidad de Bielorrusia se desem- ción científica de los procesos sociales, así c o m o
peñan c o m o colaboradores científicos en las ins- los problemas de la juventud estudiantil y otros.
tituciones sociológicas. Los estudios que se vienen realizando en la
L a preparación de sociólogos profesionales República hace ya m á s de diez años sobre el c a m -
en las universidades de la República contribuye bio de la estructura de la sociedad soviética de-
considerablemente a aumentar el prestigio de la muestran que se está operando u n proceso activo
sociología y a desarrollar los centros de investi- de desaparición de las diferencias sociales entre la
gación sociológica. Si antes de 1968 en la R e p ú - ciudad y el c a m p o , entre el trabajo intelectual y el
blica funcionaba u n instituto de investigaciones material; que van desapareciendo los límites entre
sociológicas, y además con carácter público, a las clases, se acelera el proceso de homogenización
partir de 1968 comenzaron a crearse laboratorios de la sociedad soviética, se eliminan las diferencias
y departamentos de sociología en las instituciones dentro de las clases, aumenta constantemente la
de investigación científica, los establecimientos de proporción de trabajadores m u y calificados en la
enseñanza superior y las empresas industriales. estructura de la clase obrera y se constituye una
Ahora ya funcionan dieciocho laboratorios, depar- nueva capa social denominada "los obreros inte-
tamentos, sectores y grupos de esa índole. lectuales" o "el nuevo tipo de trabajadores".
Los centros de sociología m á s importantes Así, durante el periodo comprendido en-
de la República, conocidos por sus trabajos cien- tre 1959 y 1976 la proporción de obreros en la
tíficos n o sólo en la U R S S sino también en el población aumentó de un 49,5 a un 61,2 por ciento
extranjero, son el Laboratorio de Investigaciones y la de los campesinos disminuyó de un 31,4 a
sobre Problemas Sociológicos, de la Universidad un 16,4 por ciento6. El número de obreros ha
Estatal de Bielorrusia, y el Departamento de aumentado en la República y se ha elevado de
Sociología de la Academia de Ciencias de manera perceptible su nivel de educación general
la R S S B . y profesional. Si en 1918 el 33 por ciento de los
El Laboratorio de Investigaciones sobre obreros de las fábricas eran analfabetos y el 47 por
Problemas Sociológicos, compuesto por seis depar- ciento semianalfabetos, ahora todos saben leer y
tamentos en los que trabajan setenta y siete cola- escribir y el 65 por ciento han cursado estudios de
boradores científicos, estudia los problemas de la enseñanza superior o secundaria (completa o
sociología del trabajo, la psicología social, la socio- incompleta)6.
logía de la familia, la dirección científica de los L a proporción de obreros m u y calificados
procesos sociales, los problemas de la juventud aumenta a un ritmo acelerado y disminuye la pro-
estudiantil y la eficacia de la labor ideológica. L o s porción de obreros no calificados. Así, de 1962
resultados m á s importantes de las investigaciones a 1972 la proporción de los obreros de categorías
450

inferiores disminuyó de un 37,7 a un 28,1 por menos éxito los cambios sociales en las zonas
ciento, la de categorías medias aumentó de u n rurales. E n el curso de las investigaciones reali-
48,8 a un 50,9 por ciento y la de categorías supe- zadas durante diez años se han hecho varios estu-
riores aumentó de un 13,5 a u n 21 por ciento7. dios de muestro y se han examinado muchas
L a mayor parte de los obreros de categorías supe- fuentes documentales. Se ha consultado a m á s
riores son los que han cursado enseñanza secun- de 10 000 koljosianos en los koljoses de las re-
daria o superior. Es característico que los obreros giones de Zhlobin (provincia de G o m e l ) , Korelichi
traten de elevar su nivel de educación y de parti- (provincia de Grodno), Tolochin (provincia de
cipar en la vida social. Así, los estudios realizados Vitebsk), Nesvizh (provincia de Minsk), Shklov
en el complejo industrial algodonero de Bara- (provincia de Moguiliov) y Pruzhany (provincia
novich han demostrado que entre los obreros de de Brest). Las investigaciones demuestran que la
tercera categoría, el 48,2 por ciento trata de elevar estructura de la población agrícola cambia parale-
su nivel de enseñanza, entre los de la cuarta cate- lamente a las modificaciones de la estructura de la
goría el 64,2 por ciento y entre los de la sexta sociedad soviética: aumenta el número de obreros
categoría el 87,3 por ciento. Los obreros de cate- y de intelectuales en la estructura de la población
goría superior, que combinan el trabajo intelectual rural. Cada vez son m á s numerosos los intelec-
con el físico y constituyen "el nuevo tipo de traba- tuales ocupados en la producción (ingenieros,
jadores", son la mayor parte de los inventores y agrónomos y zootécnicos).
racionalizadores. E n la hilandería de algodón de
Así, si en 1950 en la estructura de la pobla-
Grodno esos obreros constituyen el 75 por ciento
ción rural la clase obrera constituía poco m á s
del cuerpo de inventores y "racionalizadores"8.
del 10 por ciento y los intelectuales y los empleados
Las investigaciones sociológicas demues- el 2 por ciento, según los datos del último censo a
tran que la República cuenta con intelectuales la clase obrera correspondía el 43,8 por ciento y a
destacados. D e 1940 a 1970 los trabajadores los intelectuales y empleados el 11,6 por ciento10.
científicos aumentaron de 2 200 a m a s de 20 000, El nivel profesional y de educación general de los
los médicos de 5 214 a 23 384 y los maestros obreros rurales se acerca cada vez m á s al de los
de 56 900 a 111 200. Ahora el 85 por ciento de obreros urbanos. El 45,8 por ciento10, de los
los maestros son bielorrusos9. C o m o se señaló obreros industriales rurales han cursado estudios
en el X X V I I I Congreso del Partido Comunista de secundarios completos o incompletos.
Bielorrusia, en todos los sectores de la economía E n las zonas rurales el número de intelec-
y de la cultura de la República cooperan traba- tuales ocupados en la producción aumenta rápi-
jadores que dominan los métodos modernos de damente. Sólo durante el periodo de 1965 a 1969
dirección y educación, y a los que se abren amplias el número de agrónomos y de zootécnicos que
perspectivas2. trabajaban en la agricultura aumentó en 1,5 veces
Los intelectuales se multiplican, tanto en la y el de ingenieros en 1,8 veces. E n 1970 los inte-
clase obrera, c o m o entre los empleados y la inte- lectuales ocupados en la producción constituían
lectualidad propiamente dicha. El Estado ha adop- ya el 43,2 por ciento de los intelectuales rurales11.
tado medidas para que el estudiantado corres- T o d o esto demuestra que también en las
ponda a la estructura social de la sociedad zonas rurales el trabajo se está haciendo m á s cali-
soviética. ficado, lo que significa que es m u y productivo, y
Los intelectuales participan m u y activa- que quienes hacen trabajos materiales se acercan
mente en la edificación del comunismo. También paulatinamente al nivel de los trabajadores inte-
trabajan intensamente en todos los sectores de la lectuales, es decir, que van desapareciendo las
economía y de la cultura para cumplir los planes diferencias entre el trabajo intelectual y el material.
quinquenales, igual que los obreros y los koljo- Los sociólogos de Bielorrusia se ocupan
sianos. Los intelectuales crean los valores morales, también del problema sociológico m á s antiguo: el
han puesto la ciencia y la cultura soviéticas a la del desarrollo de la familia. Desde hace ya tiempo
vanguardia de la civilización contemporánea y el profesor N . G . Yurkevich y sus alumnos estu-
educan al h o m b r e a partir de una concepción cien- dian la familia urbana, y L . F . Filiukova la rural.
tífica del m u n d o y de una moral m á s h u m a n a . Se atiende sobre todo a las funciones y las condi-
Los sociólogos bielorrusos estudian con no ciones de estabilidad de la familia. Para aclarar
Las investigaciones sociológicas en Bielorrusia 451

esta cuestión N . G . Yurkevich ha realizado en los vidades, en pie de igualdad con el hombre. D e 1922
últimos quince años tres estudios de m á s de mil a 1973 el número de mujeres en todas las esferas
familias12. Durante catorce años L . F . Filiukova de actividad de la República aumentó en 32 veces14.
ha estudiado 6 784 familias rurales y analizado Los grandes cambios que se producen en
2 474 fichas del registro civil13. las ciudades y los pueblos de Bielorrusia requieren
Las investigaciones sociológicas sobre la métodos m á s modernos de dirección. C o n objeto
familia demuestran que sus funciones se amplían de dar una orientación m á s científica a los procesos
y que la educación moral tiende a ser la m á s impor- sociales, los especialistas estudian los problemas
tante. E n la ciudad, c o m o en el c a m p o , las familias teóricos de la conducción social y examinan las
tienden a reducirse; el número de hijos es cada actividades laborales, el régimen de trabajo de los
vez menor. trabajadores que se encargan de dirigir las acti-
Así, según datos de N . G . Yurkevich, la vidades productivas, la función de las organiza-
familia urbana pocas veces tiene m á s de dos hijos ciones de aficionados, la eficacia de la emulación
y m á s del 40 por ciento sólo tienen uno. Entre los socialista y la función de los factores ideológicos
intelectuales de la ciudad sólo el 30 por ciento de y morales en la estabilidad de la colectividad y en
las familias tienen dos hijos13. Cerca del 30 por la mejora de las relaciones entre sus miembros.
ciento de las familias rurales tienen u n solo hijo; El estudio realizado durante m u c h o s años
únicamente el 13 por ciento tienen tres y aumenta sobre los problemas de la conducción de la vida
el número de las que n o tienen hijos. E n 1959 social ha permitido determinar la función que tiene
constituían el 25 por ciento del total de familias en ella la dialéctica de los factores subjetivos y
rurales y el 1970 son 29,6 por ciento. Entre las objetivos, los principios generales y específicos, los
familias rurales las que tienen un hijo representan principios de organización de la conducción social
el 28,6 por ciento, las que tienen dos el 24,7 por y la función de la planificación social en el perfec-
ciento y las que tienen tres el 14,2 por ciento13. cionamiento de la dirección de una colectividad,
Por el número de miembros, la familia una región y una ciudad. Estas cuestiones se estu-
rural se va acercando a la urbana. El número de dian detalladamente en la monografía colectiva de
familias con un hijo es menor en las zonas rurales los sociólogos bielorrusos16.
que en la ciudad solamente en un 13,2 por ciento; El ejemplo de la ciudad de Minsk demues-
el de familias con dos hijos es inferior en un tra la importancia del estudio de los problemas
10,1 por ciento; el de familias con tres hijos es de la planificación social y de la aplicación de las
superior solamente en un 6,4 por ciento, y el de recomendaciones científicas sobre esta cuestión.
familias con cuatro hijos es superior en un 4 por Los sociólogos de Minsk han preparado un manual
ciento. metodológico para elaborar el plan de desarrollo
Esta tendencia se vincula con la elevación socioeconómico de la ciudad, que se ha publicado
del nivel económico y cultural de la población c o m o libro separado con el título de Metodicheskie
rural y con la desaparición de las diferencias im- recomendatsii po razrabotke kompleksnovo plana
portantes entre la ciudad y el c a m p o . U n a parte ekonomicheskovo i sotsialnovo razvitia Minska
considerable de la población rural realiza su tra- na 1976-1980 gg. [Recomendaciones metodoló-
bajo con medios técnicos, igual que los habitantes gicas para elaborar un plan integrado de desarrollo
de la ciudad. E n la vida cotidiana de los trabaja- económico y social de Minsk para 1976-1980], por
dores rurales se h a n introducido la radio, los la editorial Visheishaya shkola, Minsk, 1975. Sobre
periódicos y la televisión: por cada miembro de la la base de ese manual se ha elaborado el plan de
familia hay una revista o un periódico, en cada desarrollo socioeconómico de Minsk para el dé-
familia hay una radio y cada dos familias un tele- cimo plan quinquenal, que prevé u n aumento
visor. Las aldeas de Bielorrusia están desde hace perceptible del establecimiento de empresas de
tiempo completamente electrificadas, están unidas servicios sociales y públicos, sobre todo viviendas,
por medio de líneas de autobuses a las grandes cantinas, cafeterías, establecimientos culturales,
ciudades y se comunican con ellas por teléfono. complejos deportivos y lugares de descanso.
L a eliminación de las diferencias entre la Las investigaciones sociológicas sobre los
ciudad y el c a m p o se debe también a que la mujer problemas de la emulación socialista son m u y efi-
soviética ha llegado a participar en todas las acti- caces. Los criterios y métodos elaborados sobre la
452

base de esas investigaciones para elevar el nivel cíales y la administración, así c o m o el contenido y
de organización de la emulación, se aplican en las el carácter del trabajo. A d e m á s , este último factor,
colectividades de la República. Los órganos rec- según los propios obreros, es para ellos n o m e n o s
tores han recomendado que el programa de la importante que la satisfacción de las necesidades
escuela de organizadores de la emulación, elabo- materiales17.
rado por los sociólogos de la Universidad Estatal Se atribuye importancia primordial al es-
de Bielorrusia, así c o m o su metodología y estruc- tudio de las tendencias del cambio del contenido
tura16 se introduzcan en todas las empresas y el carácter del trabajo, por considerarlos deci-
industriales. sivos para modificar favorablemente los procesos
U n o de los órganos que dirigen los pro- sociales.
cesos sociales en la sociedad socialista —y esto A d e m á s de examinar este factor desde 1976
se ha consignado en la Constitución de la U R S S — muchas instituciones de investigación científica de
es la colectividad laboral, representada por las la República estudian la modificación del conte-
colectividades docentes, científicas, institucionales nido y del carácter del trabajo. L a determinación
y de producción. D e todas las colectividades, la de los factores que ejercen u n a influencia decisiva
que tiene una importancia decisiva es la de la en su modificación, así c o m o las tendencias del
producción, puesto que en ella están concentradas cambio, contribuirán a resolver n o sólo las cues-
las principales fuerzas productivas y se originan tiones del aumento de la productividad sino t a m -
los medios de existencia y del desarrollo ulterior de bién las relativas a los factores que facilitan el
la sociedad. trabajo, así c o m o el perfeccionamiento de las
Los sociólogos de la República están estu- relaciones sociales, la creación de condiciones m á s
diando ante todo las colectividades productivas, favorables para el desarrollo completo y a r m o -
con objeto de ayudarles a lograr u n a estabilidad nioso de la personalidad.
óptima y crear en ellas la atmósfera sociosicológica Así pues, la descripción incluso de u n a
m á s favorable, que influye n o sólo en las activi- parte de las investigaciones de los sociólogos de
dades productivas sino también en las actividades Bielorrusia —en un artículo de revista no se pueden
sociales de la colectividad. Las investigaciones exponer todas las actividades— demuestra que esa
realizadas demuestran que en la estabilidad de la labor redunda en beneficio del trabajo, contribuye
colectividad influyen sobre todo el grado de satis- a la transformación progresiva de las actividades
facción de las necesidades materiales e intelectuales sociales y ejerce u n importante y eficaz efecto en
de los trabajadores, la forma de comunicación la vida social.
entre los miembros de la colectividad, la atención [Traducido del ruso]
que prestan al trabajador las organizaciones so-

Bibliografía

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Las investigaciones sociológicas en Bielorrusia 453

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1978

India Congreso Internacional de Antropología y Etnología


Dr. Mario D. Zamora, Dept. of Anthropology, College of William and
Mary, Williamsburg, VA 23185 (Estados Unidos de América)

8-10 de junio International Psycho-Historical Association: 1. a convención anual


Nueva York David R. Beisel, Convention Chairman, Dept. of Social Science, Rockland
Community College, Suffern, NY 10901 (Estados Unidos de América)

20-22 de junio Consejo de Europa: Conferencia Europea de los Poderes locales y


Estrasburgo regionales de Europa
Conseil de l'Europe, 67006 Strasbourg (Francia)

Julio Montreal Associación Internacional de magistrados de la juventud: 10." congreso


(Tema: El magistrado ante las presiones exteriores sobre la juventud y
la familia)
AIMJ, Secrétariat général. Tribunal pour les enfants de Paris, Palais de
justice, 75055 Paris (Francia)

2-6 de julio Oslo International Round Table for the Advancement of Counselling:
8. a conferencia internacional
IRTAC, 64 West Ham Lane, London E15 4PT (Reino Unido)

30 de jul.- Munich Asociación Internacional de Psicología Aplicada: 19." congreso inter-


5 de agosto nacional
AIP A, 47, rae César Franck, Liège (Bélgica)

Agosto Estocolmo Institute for International Economic Studies: conferencia (Tema: El


nuevo orden económico mundial)
Institute for International Economic Studies, Stockholm University, Fack,
104 05 Stockholm 50 (Suécia)
13-19 de agosto Asociación Internacional de Historia Económica: 7.° congreso inter-
Edinburgo nacional
P. Jeanning, secrétaire général, Association internationale d'histoire écono-
mique. École des hautes études en sciences sociales, 54, boulevard Raspail,
75270 Paris (Francia)

1. L a redacción de la Revista no puede proporcionar ninguna información complementaria


sobre estas reuniones.

Rev. int. de cieñe, soc, vol. X X X (1978), n.° 2


458

14-19 de Uppsala
ED
Asociación Internacional de Sociología: 9.° congreso mundial
agosto AIS, P.O. Box 719, Station "A", Montréal, Québec H3C2V2 (Canadá)

19-26 de Melbourne Asociación Internacional de Psiquiatría Infantil y de las Profesiones


agosto Afiliadas: 9." congreso internacional (Tema: Padres e hijos en un m u n d o
en cambio)
Peter B. Neubauer, Secr.-gén., International Associations for Child Psy-
chiatry and Allied Professions, 59 East 73rd Street, New York, NY 10021
(Estados Unidos de América)

20-24 de Tokyo Asociación Internacional de Gerontología: 11." congreso internacional


agosto International Association of Gerontology, Mr. M . Murakami, Tokyo
Metropolitan Geriatric Hospital, 35-2 Sakaecho, Itabashiku, Tokyo
(Japón)

21-26 de Montreal Asociación Internacional de Lingüística Aplicada: 5.° congreso inter-


agosto nacional
A1LA, Secrétariat Congrès 1978, c¡o Jacques D. Giraud, Université de
Montréal, B.P. 6128, Station "A", Montréal, Québec (Canadá)

25-28 de San Francisco Society for the Study of Social Problems: reunión anual
agosto Richard Hovard, Sociology Department, California State College,
Dominguiez, CA 90747 (Estado Unidos de América)

27 de agosto Düsseldorf Federación Internacional de las Sociedades defilosofía:16.° congreso


2 de sept. mundial
Prof. André Mercier, Fédération internationale des sociétés de philosophies,
Institut des sciences exactes, 6 Sidlerstrasse, 3012 Berne (Suiza)

28-31 de Rotterdam International Temperance Association: 2." consejo europeo (Tema:


agosto Tabagía et sociedad)
Stichting Leven en Gezondheid, Biltszweg 14, Bosh en Duin (Países Bajos)

Otoño Oslo Federación Internacional para el Tratamiento de la Información: consejo


y reuniones de la asamblea general
Fédération internationale pour le traitement de l'information, 3, rue du
Marché, 1204 Genève (Suiza)

Septiembre Atenas Consejo de Europa: Coloquio sobre los derechos humanos


Conseil de l'Europe, 67006 Strasbourg (Francia)

3-8 de sept. Varsóvia Consejo Internacional sobre los problemas del alcoholismo y de las
toxicomanías: X X X I I . ° Congreso sobre el acoholismo y la toxicomanía
CIPAT, A. Tongue, case postale 140, 1001 Lausanne (Suiza)

4-9 de sept. Lisboa V I H . " Congreso Internacional de Criminología


CONTUR, Organização de Congresso, rua Cidade de Cadix 14, Lisboa 4
(Portugal)

16-19 de sept. El Cairo World Future Studies Federation: reunión (Tema: Comunicación y
identidad cultural)
World Future Studies Federation, casella postale 6203, Roma-Prati (Italia)

24-28 de sept. Estados Alcohol and Drug Problems Association of North America: reunión
Unidos AD PAN A, 1101 Fifteenth Str., N . W . Washington, DC 20005 (Estados
de América Unidos de América)
Calendario de las reuniones internacionales 459

3-7 de oct. Milán Asociación Europea de los Institutos de Investigación y de Formación


en materia de Desarrollo: conferencia general (Tema: El papel de
Europa en el desarrollo mundial)
AEID, Kärntnerstrasse 25/6, 1010 Wien (Austria)

9-14 de oct. Polonia Centro Europeo de Coordinación, de Investigación y de Documentación


en Ciencias Sociales: 2 . a conferencia europea
CEUCORS, Grünangergasse 2, 1010 Wien (Austria)

20-23 de oct. México World Future Studies Federation: mesa redonda (Tema: L a arquitectura
de mañana)
World Future Studies Federation, casella postale 6203, Roma-Prati (Italia)

26-31 de oct. Viena Sociedad para la Ecología H u m a n a : 1." congreso internacional


Société pour l'écologie humaine, Karlsplatz 13, 1040 Wien (Austria)

l°-4 de nov. Baltimore African Studies Association: reunión anual (Tema: Cura tradicional,
medicina y religión)
African Studies Association, P. Romero, History Department, John
Hopkins University, Baltimore, M D 21218 (Estados Unidos de América)

Diciembre Kinshasa Congreso Internacional de Estudios Africanos: 4 . a reunión


CODES RIA, 9, rue Thiers, Dakar (Senegal)

Diciembre (?) Latin American Studies Association: Conferencia sobre la historia de


América Latina
Program Committee, Latin American Studies Association, Box 13362,
University Station, Gainesville, FL 32604 (Estados Unidos de América)

1979

(?) Asociación Mundial de Prospectiva Social: 1." congreso (Tema: L a plaza


de los jóvenes en las estrategias de dominio social de las necesidades)
Association mondiale de prospective sociale, case postale 6,1211 Genève 22
(Suiza)

Filadélfia Population Association of America: reunion


PAA, P.O. Box 14182, Benjamin Franklin Station, Washington, DC20044
(Estados Unidos de América)

8-10 de marzo Berlin World Future Studies Federation; Association for Future Questions:
Rep. Fed. conferencia (Tema: La ciencia, la tecnología y el futuro)
de Alemania Gesellschaft für Zukunftsfragen, Giesbrechtstr. 15, 1000 Berlin 12 (Repú-
blica Federal de Alemania)

Julio Lima Interamerican Society of Psychology: XVII.° Congreso de Psicología


Interamerican Society of Psychology, Department of Psychology, De Paul
University, 2323 N. Seminary Avenue, Chicago, IL 60614 (Estados
Unidos de América)
460

2-6 de julio Viena Asociación Internacional de Semiótica: 2.° congreso


Semiotik-Kongress clo Interconvention, P.O. Box 35, 1095 Wien
(Austria)

Agosto Novosibirsk Academia de Ciencias de la U R S S : X I V . " Congreso de la Paz


Prof. A. P. Kapitsa, Pres, of the Far East Research Centre, Academy of
Sciences of the USSR, 50 Leninskaya Street, Vladivostok (URSS)

12-18 de agosto Moscú Asociación Internacional de Ciencia Politica: 11.° congreso mundial
Mr. Richard Merrit, Department of Politicai Science, University of Illinois,
Urbana, IL 61801 (Estados Unidos de América)
Publicaciones y documentos del sistema
de las Naciones Unidas:
selección con notas explicativas1

Las publicaciones puestas a la venta pueden adquirirse Salud


en las librerías depositarias de publicaciones de la
Organización de las Naciones Unidas y de las institu-
ciones especializadas. Las publicaciones y documentosChild mental health and psychosocial development.
pueden consultarse en los centros de información de las 1977. 71 p . 7 francos suizos. Organización
Naciones Unidas, asi como en las bibliotecas o los Mundial de la Salud. (Technical report
centros de documentación de la sede de cada organiza- series, 603).
ción mencionada. L a multidisciplinaria Comisión de Expertos de la
O M S que terminó este problema concluyó, que según
está ampliamente demostrado, la salud mental del
Población, salud, agricultura, niño constituye una preocupación primordial para
todos los países por sus implicaciones sociales y sus
medio ambiente
repercusiones en la salud pública: aproximadamente
un tercio de la población mundial —unos 1 300 mi-
Población llones— tiene menos de quince años, y del 5 por
ciento al 15 por ciento de todos los niños compren-
Repon of a comparative survey on the administration of didos entre los tres y los quince años están afectados
family planning programmes in the ESCAP por trastornos mentales crónicos que los incapacitan
region: determinants of performance in family o disminuyen socialmente. A d e m á s , los rápidos c a m -
planning services. Comisión Económica y S o - bios sociales y económicos que tienen lugar en los
cial para Asia y el Pacífico. 1977. 46 p . países en desarrollo, donde vive el 80 por ciento de
(Asian population studies series, 29) ( U N / S T / los niños del m u n d o , han acarreado u n incremento de
ESCAP/16). las tensiones psicosociales que exacerban los proble-
Fue dirigido este estudio por el Departamento de m a s de la salud mental. L a Comisión estudió las
Población de E S C A P en colaboración con cinco medidas sanitarias generales inmediatamente apli-
países de la región: Indonesia, Malasia, Filipinas, cables, c o m o el mejoramiento de los cuidados mater-
República de Corea y Singapur. El principal objetivo nales y los servicios de obstetricia, mejora de la
del estudio consistía en aumentar la capacidad admi- alimentación, programas de inmunización eficaces,
nistrativa y la eficiencia de los programas de plani- reducción de los accidentes, etc. Entre las medidas
ficación familiar de la región mediante la identifica- profilácticas recomendadas se cuentan métodos de m o -
ción de los determinantes organizativos de la acción dificación del comportamiento, los consejos a corto
clínica. plazo y el empleo, también a corto plazo, de medi-
camentos: por ejemplo, estimulantes, tranquilizantes
y antidepresivos, según los diversos casos. D e b e darse
m á x i m a prioridad a la inclusión en los programas y
la formación y adiestramiento de sanitarios, maestros,

1. Por regla general, no reseñamos las publicaciones por sí, no le acompaña descripción alguna.
y documentos que salen m á s o m e n o s auto- Se emplean las siguientes abreviaturas conven-
máticamente: informes administrativos ordi- cionales: Bl.: contiene bibliografía de interés
narios, actas de reuniones, etc. Cuando el especial. St.: estadísticas especialmente i m -
contexto del texto reseñado es evidente de portantes o raras.

Rev. int. de cieñe, soc, vol. X X X (1978), n.° 2


462

asistentes sociales, policía, padres y demás personas


interesadas.
It valor, volumen y composición, sobre los cambios en
el capital invertido en agricultura y en la fuerza de
trabajo, y sobre la influencia combinada de todos es-
Health needs of adolescents. 1977, 54 p . 7 francostos componentes y su acción a la larga sobre el
suizos. Organización Mundial de la Salud. producto neto de la agricultura.
(Technical report series, 609.)
En este informe de una Comisión de Expertos de Medio ambiente
la O M S se exponen los problemas de la salud y el
bienestar de los adolescentes a escala mundial, con The detection and monitoring of pollution of the en-
especial referencia a los países en vías de desarrollo. vironment by means of remote sensing from
outer space. Septiembre de 1977. 25 p.
Schizophrenia: a multinational study. 1975. 150 p . ( U N / A / A C . 105/209.)
16 francos suizos. Organización Mundial de El documento se divide en dos partes: un informe
la Salud. (Public health papers, 63.) preparado por la Organización Mundial de la Salud
(Bl.) U n resumen de la fase inicial de evaluación del y el Programa para el Medio Ambiente de las
Estudio Piloto Internacional sobre la Esquizofrenia. Naciones Unidas, haciendo especial hincapié sobre
Este volumen es una versión concisa de The Inter- los pasos que deben darse dentro del sistema de
national study of schizophrenia, yol. I, Geneva. las N U para controlar la contaminación del medio
Consiste en una investigación psiquiátrica trans- ambiente. La segunda parte ha sido preparada por la
cultural de 1 202 pacientes en nueve países: Colombia, Federación Astronáutica Internacional y describe el
Checoslovaquia, China, Dinamarca, Estados Unidos estado actual de los conocimientos en ese terreno,
de América, India, Nigeria, Reino Unido y la U R S S . incluyendo la descripción de una posible habilitación
Se concibió como un estudio piloto que sentara unas espacial específicamente aplicada a losfinesde de-
bases científicas para futuros estudios epidemiológicos tección y control de la contaminación ambiental.
internacionales sobre la esquizofrenia y otros trastor-
nos psiquiátricos. Selected bibliography on studies and research releva
to pollution in the Mediterranean. 1977t
Housing, the housing environment, and health. Biblio- 100 p.+corrigendum. 3 dólares de los Estados
grafía comentada, por A . E . Martin, en cola- Unidos. Preparada por la Organización de
boración con F . Kaloyanova y S. Maziarka. las Naciones Unidas para la Alimentación y
113 p. 18 francos suizos. Organización M u n - la Agricultura y U N E P .
dial de la Salud. (Offset Publicación, 27.)
Impact of oil on the marine environment ( I M C O / F A O /
Manual of the International Statistical Classification U N E S C O / W M O / W H O / I A E A / U N Joint Group of
of Diseases, Injuries, and Causes of Death, experts on scientific aspects of Marine Pol-
vol. I, 1977. 773 p. 30 francos suizos. Orga- lution—GESAMP). G E S A M P . 1977. 259 p.
nización Mundial de la Salud. (Reports and studies, 6.)
La nueva edición de este Manual ha sido revisada con
Land for human settlements. Agosto de 1977. 121 p .
arreglo a las decisiones de la Conferencia Interna-
6,50 dólares de los Estados Unidos, ( U N / S T /
cional para la Novena Revisión de la Clasificación
ESA/69 —E.77.IV.12.) Algunos problemas le-
Internacional de Enfermedades. La Novena Revisión
gales y económicos.
de la Clasificación Internacional de Enfermedades
La presente obra proporciona una clasificación y
entrará en vigor el 1.° de enero de 1979. Durante la
evaluación desde el punto de vista legal y económico,
próxima década, proporcionará la base para la
así como una referencia a los medios administrativos
clasificación de las enfermedades, lesiones y causas de
de ejecución y a las circunstancias específicas que
fallecimiento en todo el mundo.
hacen que ciertas medidas sean más o menos eficaces
en diferentes contextos. El propósito es asesorar a los
Agricultura gobiernos en punto a explotación de la tierra y a la
habilitación de controles de utilización de la misma,
Seventh repon on output expenses and income of facilitando pautas sobre medios legales, administra-
agriculture in European countries 1960-1968, tivos y otras formas de controlar la especulación y
vol. I, 1976. 132 p. ( U N / E C E / A G R I / 2 8 . ) Análisis acelerar el buen aprovechamiento de la tierra. (Pre-
de los hechos más sobresalientes. Preparado parada para la O N U por Haim Darin-Drabkin del
por la Comisión Económica para Europa, Institute for Land Resources, Tel Aviv.)
Ginebra. Con 38 cuadros estadísticos.
(St.) Este informe facilita información macroeco- Human population problems in the biosphere—some
nómica sobre producción e inversiones actuales en research strategies and designs. 1977. 82 p
la agricultura en general, sobre sus cambios de Unesco. ( M A B technical notes, 3.)
Publicaciones del sistema 463
de las Naciones Unidas:
selección con notas explicativas

Esta nota técnica describe algunas estrategias y m é - Material Product Balances — M P S — ) empleado en
todos para el estudio de los problemas relativos a la países de economía centralmente planificada. Esta
población h u m a n a dentro del especial contexto primera parte describe los ajustes y pasos requeridos
contemporáneo caracterizado por la creciente escala para convertir los totales de S N A relativos al sumi-
y ritmo de cambio de la interacción en el medio nistro y disposición de bienes y servicios y a las
h u m a n o . Se hace especial hincapié en u n enfoque rentas de la producción en los totales de M P S corres-
ecológico de la biología humana: enfoque que pone pondientes y vice-versa, para lo cual se base en un
de relieve la relación entre la variación del medio y la inventario de similitudes y diferencias en la definición
estructura biológica de las poblaciones h u m a n a s . E n y clasificación de las transacciones pertinentes en los
el capítulo primero se localizan los problemas gene- dos sistemas.
rales de las interacciones entre las poblaciones
humanas y el medio ambiente y se examinan nuevas Organization and conduct of distributive-trade surveys.
estrategias para la solución de tales problemas. Las Marzo de 1977. 165 p . 10 dólares de los
secciones siguientes consideran los problemas de po- Estados Unidos, (UN/ST/ESA/STAT/SER.F/19
blación humana en tres medios específicos: los Andes —E.77.XVII.3.)
centrales (altitudes elevadas) y los problemas de la (Bl.) Esta publicación quiere ser una guía práctica
emigración de poblaciones de dichas alturas a tierras para el empleo planificado de censos y encuestas
m á s bajas; las pequeñas islas del Pacífico Meridional, sobre la distribución y los servicios, con especial aten-
que presentan microsistemas especialmente idóneos ción a los problemas arrostrados por países que aún
para la investigación integrada, y los asentamientos se hallan en una fase inicial de desarrollo estadístico.
urbanos donde existe una particular necesidad de
señalar formas y procedimientos mediante los cuales
la manipulación ambiental pueda ser eficaz en el Estudios económicos
mejoramiento de la salud y el bienestar humanos.
World economic survey 1976. Tendencias actuales en
Esta Nota Técnica está concebida c o m o u n estí-
la economía mundial. 1977. Septiembre 1977.
mulo para el análisis de las interacciones h u m a n o -
102 p . 6 dólares de los Estados Unidos.
ambientales en todos los tipos básicos de ecosistemas
( U N / E / 5 9 9 5 Rev.l — S T / E S A / 7 1 —E.77.n.c.l.)
y medios humanos.
C o n 45 cuadros estadísticos.
(St.) Analiza este trabajo los hechos m á s sobresa-
lientes de la economía mundial en 1976 y las perspec-
Economía tivas para 1977. Resume los últimos datos disponibles
sobre la producción y el comercio mundiales y exa-
Estadísticas mina brevemente el estado de equilibrio económico
—tanto interno, según revelan los índices de inflación
1976 Statistical yearbook!Anuario estadístico. 1977. y desempleo, c o m o externo, según indican las fluc-
909 p . Encuadernado en tela: 45 dólares de tuaciones en reservas, deuda exterior y tipos de c a m -
los Estados Unidos; en rústica: 35,00 dólares. bio. A u n q u e fundamentalmente se ocupa de la
( U N / S T / E S A / S T A T / S E R . S / 4 . — E / F . 7 7 . X V I I . 1 .) economía a nivel mundial, también examina este
trabajo los hechos m á s recientes de la actividad
Yearbook of industrial statistics. Edición de 1975. económica y los problemas concomitantes surgidos
Julio de 1977. en países en vías de desarrollo, poniendo al día y
Volume I. General industrial statistics. 691 p revisando
. la información contenida en el comunicado
32 dólares, ( U N / S T / E S A / S T A T / S E R . P / 1 3 . ) previo del secretario general del Comité de Obser-
Volume II. Commodity production data 1966- vación y Evaluación que justiprecia los progresos en
1975. 706 p . ( U N / S T / E S A / S T A T / S E R . P / 1 3 . ) la Segunda Década de Desarrollo de las Naciones
Unidas.
Comparisons of the system of national accounts
and the system of balances of the national Recent changes inEurope's trade. 1977.108 p . + 6 2 cua-
economy. Part One. Conceptual relation- dros estadísticos. Boletín Económico para
ships. J U D Í O de 1977. 83 p . 4,50 dólares de Europa, vol. 29, n.° 1. ( E C E / T R A D E (xxvi/1.)}
los Estados Unidos, ( U N / S T / E S A / S T A T / S E R . F / 2 0 Prepublicación. Preparado por la Comisión
—E.77.XVII.6.) Económica para Europa.
Presenta este informe los resultados de u n estudio (St.) Analiza este informe la situación económica
sobre las relaciones entre el revisado Sistema Nacional del comercio exterior y las visicitudes de los pagos en
de Cuentas (System of National Accounts — S N A — ) Europa occidental y septentrional; las tendencias del
que se aplica en países con economía de mercado y el comercio y de los pagos en los países de Europa
Sistema de Balances del Producto Material (System of meridional; las vicisitudes del comercio en Europa
464

oriental y la Unión Soviética, y el comercio Este-Oeste. de celebrarse en Buenos Aires del 27 de marzo
También incluye u n estudio monográfico sobre la al 7 de abril de 1978 mantuvo su primera sesión
especialización en el comercio Este-Oeste. del 10 al 17 de enero de 1977. U n a segunda sesión
se celebró en la sede oficial de las Naciones Unidas
Structure and change in European industry. O c - del 20 al 26 de septiembre (28 p . T o m o II, sep-
tobre 1977. 289 p . 16 dólares de los Estados tiembre de 1977).
Unidos. (UN/E.77.II.E.3.) Preparado por la
secretaría de la Comisión Económica para Changing developments perceptions. Comentarios y
Europa. C o n 117 cuadros estadísticos y recomendaciones de la Comisión para la Pla-
27 m a p a s . nificación del Desarrollo. Junio de 1977.
(St.) Este estudio había sido concebido c o m o parte II 22 p . 1,50 dólares de los Estados Unidos.
del Economic survey of Europe. Europa en 1970. Sin ( U N / S T / E S A / 6 7 —E.77.A.10.)
embargo, la continuación de este programa de inves- (Bl.) L a Comisión para la Planificación del Desa-
tigación hubo de ser finalmente abandonada ante rrollo dedicó buena parte de su 13. a sesión (11-21 de
la competencia de asignaciones y ante las conside- abril 1977) a u n examen de lo adelantado en la
rables dificultades encontradas al tratar de establecer ejecución práctica de la Estrategia del Desarrollo
series temporales para un conjunto dado de variables Internacional para la Segunda Década de Desarrollo
que fuesen comparables entre sí y coherentes dentro de las Naciones Unidas. L a Estrategia adoptada por
de los países. Cierto número de trabajos basados en la Asamblea General el 24 de octubre de 1970 había
el primitivo programa de investigación han sido pre- de consistir en un programa de acción en cuanto a
sentados en las diversas asambleas de los Senior medidas nacionales e internacionales concertadas con
Economic Advisers to E C E Governments, pero la miras a acelerar el progreso social y económico de los
mayor parte del texto de la parte I aquí publicado fue países en desarrollo durante el decenio 1971-1980.
escrito en 1975 y 1976 en torno a u n a serie de datos Esta publicación recoge los comentarios y recomen-
básicos m á s restringidos y completamente revisados. daciones formuladas por la Comisión en su 13 . a sesión
sobre tendencias orientaciones y problemas que
revisten una importancia particular dentro del marco
Desarrollo económico
general de la Estrategia. Reseña en sus páginas:
Proceedings of the UN Conference on Trade and la situación general; las relaciones entre la agri-
Development. 4 . a sesión, Nairobi. Vol. I. cultura, la industria y la población; la necesidad de
Informe y apéndices. Junio de 1977. 190 p . tomar urgentemente medidas para los últimos años
11 dólares de los Estados Unidos, ( U N / T D / del Segundo Decenio de las Naciones Unidas para el
E.18 —E.76.II.D.10.) Conferencia de las N a - Desarrollo; las conclusiones respecto a las perspec-
ciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. tivas a m á s largo plazo.

Collection data and information relevant to the for-Petroleum co-operation among developing countries.
mulation of a new international development Enero de 1977. 144 p . 9 dólares de los
strategy. Septiembre de 1977. 26 p . + 19 p . Estados Unidos, ( U N / S T / E S A / 5 7 — E . 7 7 . H . A . 3 . )
( U N / E / 6 0 5 6 = A d d . 1.) Actuaciones de la Asamblea celebrada bajo los aus-
El presente informe da un breve repaso a la situación picios de las Naciones Unidas sobre cooperación
de los datos referentes a la preparación de la estrategia entre países en desarrollo por cuanto respecta al
del desarrollo internacional para la Segunda Década petróleo (Ginebra, 10-20 de noviembre de 1976).
de Desarrollo de las Naciones Unidas y el posterior Se organizó esta asamblea para habilitar medios
sistema de control de su ejecución práctica. Describe merced a los cuales pudiesen los 77 participantes,
también los rasgos más sobresalientes de la situación nombrados por gobiernos de 48 países en desarrollo,
actual con respecto a la recogida y proceso de la intercambiar experiencias sobre explotación y apro-
información a la luz de las diversas conferencias vechamiento de recursos en petróleo y gas natural
mundiales que han tenido lugar desde la adopción de sus países respectivos y revisar acuerdos mutuos
de la Estrategia del Desarrollo Internacional. de cooperación en este terreno. También habilitó
u n foro para la exposición de nuevas ideas sobre
Report of the preparatory Committee for the UN cooperación entre países en desarrollo por lo que
Conference on technical cooperation among atañe al petróleo.
developing countries. Enero de 1977. 23 p .
2 dólares de los Estados Unidos. Suplemento Permanent sovereignty over national resources in the
n.° 42 de la 32. a sesión de la Asamblea occupied Arab territories. Octubre de 1977.
General, vol. I. ( U N / A / 3 2 / 4 2 . ) 61 p . ( U N / A / 3 2 / 2 0 4 . )
L a Comisión Preparatoria de la Conferencia de Tiene por objeto este informe la estimación y eva-
Cooperación Técnica de las Naciones Unidas que ha luación de una situación objetiva: os efectos econó-
Publicaciones del sistema 465
de las Naciones Unidas:
selección con notas explicativas

micos del conflicto de 1967 y sus consecuencias sobre Study of alternative economic strategies for the devel-
los Estados y poblaciones árabes. Recae la atención opment of arid and semi-arid lands. 1977.57 p .
principalmente sobre las pérdidas en renta y capital, (A/UN/CONF.74/34.)
personales, empresariales y públicas, en Egipto, Informe sumario sobre una Conferencia organizada
Jordania, República Árabe Siria y territorios conjuntamente por el U N Institute for Training and
ocupados. Research y el California Department of Water R e -
sources. (Sacramento, California, 31 de mayo-junio
Assistance to Mozambique. Junio de 1977. 30 p . de 1977). Objetivos, tierras áridas, problemas del
+ 2 apéndices, ( U N / A / 3 2 / 9 6 . ) desierto, historia del desierto, estrategias, estrategias
Examina este informe la situación económica resul- en la agricultura.
tante de la aplicación de sanciones contra Rhodesia
del Sur y la ayuda internacional prestada hasta Status of desertification in the hot and arid regions.
la fecha. D e también u n a evaluación de los re- M a p a de índices de aridez del clima. Esquema
querimientos específicos en alimentos y materiales experimental sobre probabilidad de aridez y
para 1977, y describe las necesidades especiales de sequía en todo el m u n d o , a una escala
M o z a m b i q u e por efecto de las recientes inundaciones de 1:25 000 000. 1977. ( U N / A / C O N F . 7 4 / 3 1 . )
y la afluencia de refugiados de Rhodesia del Sur. C o n 4 m a p a s . Preparado por F A O , Unesco
y OMM.
Assistance to Mozambique. Octubre de 1977. 39 p .
Report of the UN Conference on desertification. 1977.
+ 4 apéndices, ( U N / A / 3 2 / 2 6 8 — S / 1 2 4 1 3 . )
139 p . (Nairobi, 29 de agosto - 9 de septiembre
El informe de la misión designada por el Secretario
de 1977). ( U N / A / C O N F . 7 4 / 3 6 . )
General de las Naciones Unidas para visitar M o z a m -
Describe este informe la acción emprendida por la
bique y, en consulta con el gobierno, obtener una
Conferencia, sus antecedentes y las actuaciones de la
evaluación de la ayuda requerida, afinde asesorarle
Conferencia. El apéndice I describe los procesos y
en la organización de u n programa eficaz de ayuda
causas de desertización y el plan de acción para
internacional a Mozambique, describe los efectos que
combatirla.
en la economía de Mozambique tienen los sistemá-
ticos actos de agresión contra este país por parte del
régimen ilegal de Rhodesia del Sur y examina la
Meteorologia
ayuda que precisa Mozambique en la situación con
que actualmente se enfrenta.
World Meteorological Organization. Memorias pre-
sentadas en la W M O Technical Conference on
United Nations Development Programme. Compen- the application of marine meteorology to the
dium of approved projects as of 30 June 1977. high seas and coastal zone development. 1977.
Septiembre 1977. 382 p . 5 dólares de los 536 p . W M O n.° 454. (Ginebra, 22-26 de
Estados Unidos. (uNDp/Misc./Series A/n.° 8.) noviembre de 1976.)
I. R e s u m e n de proyectos según la procedencia de los Estas 52 memorias se presentaron antes de la Confe-
fondos; tipo de proyecto; organismo; región; país rencia convocada con objeto de facilitar la oportu-
dentro de la región. II. Proyectos según países. nidad de u n diálogo entre los interesados por los
aspectos prácticos de los asuntos oceánicos y los
interesados por las previsiones de los servicios meteo-
Recursos naturales rológicos del m a r . (Con u n resumen del prólogo en
francés, español y ruso.)
Development of arid and semi-arid lands: obstacles and
prospects. 1977. 42 p . 14 francos, Unesco.
( M A B technical notes, 6.) Ciencia
Basada en el trabajo de una misión especial interor-
gánica de las Naciones Unidas, esta Nota Técnica Handbook for information systems and services, por
trata de los principales aspectos físicos, biológicos, Pauline Atherton, School of Information
sociológicos e institucionales relacionados con la Studies, Syracuse University (Estados Unidos
explotación de las tierras áridas y semiáridas. Se de América). 1977. 259 p . C o n figuras y
presta particular atención a la cría de ganado, la cuadros. 52 francos. Unesco.
agricultura y el desarrollo urbano, industrial y turís- Basándose en la literatura existente sobre sistemas y
tico, destacándose, respecto a cada u n a de estas servicios de información, esta publicación facilita
actividades, los obstáculos que impiden el progreso, información a varios niveles de responsabilidad con
las propuestas de acción, las necesidades de investi- una presentación concisa y al día de los conoci-
gación y los mecanismos para la cesión de tecnología. mientos relevantes actuales sobre todos los aspectos
466

del tema. También remite a otras fuentes respecto atocante a los progresos efectuados en este terreno a
normas, técnicas y procedimientos, servicios profe-partir de 1970 permitió la preparación del presente
sionales, material y programas educativos. estudio en forma bastante amplia y completa, m o s -
trando la pauta organizativa general de los servicios
Espacio extra-atmosférico de rehabilitación en 33 países desarrollados y en
desarrollo de todas las partes del m u n d o . L a I L O y
Co-ordination of outer space activities within the la O M S participaron en la preparación del estudio, la
UN system: programas de trabajo para 1978 primera en cuanto a rehabilitación profesional, y la
y 1979 y años sucesivos. Octubre de 1977. segunda en cuanto a la rehabilitación médica del m i -
26 p . ( U N / A / A C . 1 0 5 / 2 0 1 . ) nusválido se refiere. L a Unesco trabaja en el terreno
Este informe describe de u n a forma sinóptica los de la educación especial, y estos tres organismos espe-
planes y programas futuros de las diversas orga- cializados han publicado buen número de documentos
nizaciones del sistema de las Naciones Unidas por y estudios en sus ámbitos respectivos.
cuanto respecta la localización remota, comunica-
ciones y meteorología. International year for disabled persons. Noviembre
de 1977. 18 p . ( U N / A / 3 2 / 2 8 8 . )
Progress of space research ¡976-1977. Octubre La Asemblea General de la O N U , en su sesión trigé-
de 1977. 29 p . ( U N / A / A C . 105/205.) simoprimera, proclamó el año 1981 A ñ o Interna-
Informe presentado por el Committee o n Space cional del Minusválido, con el lema de "participación
Research ( C O S P A R ) del International Council of plena" y el propósito de dedicar el A ñ o a la realiza-
Scientific Unions (ICSU). ción de una serie de objetivos. Contiene una propuesta
de programa para el A ñ o y una previsión de gastos
para la Secretaría del A ñ o Internacional del Minus-
Vivienda
válido.
Repair of buildings damaged by earthquakes. Sep-
Mujeres
tiembre de 1977. 122 p . 8 dólares de los
Estados Unidos, ( U N / S T / E S A / 6 0 —E.77.IV.8.) Women in rural areas. Octubre de 1977. 10 p. ( U N / A /
C o n 79 figuras. 32/269.)
(Bl.) Este documento describe en términos sencillos Contiene este informe una breve relación de las acti-
algunos de los métodos empleados para reparar edi- vidades emprendidas por la O N U en favor de las
ficios dañados por terremotos. Puesto que las re- mujeres del c a m p o , entre otras la acción llevada a
giones de mayor actividad sísmica se conocen con cabo en las reuniones regionales de las Naciones
bastante precisión y existen teorías científicas bien Unidas conducentes a la adopción de planes de
fundamentadas que explican las causas de los terre- acción regionales para la integración de las mujeres
motos, se estimó conveniente dedicar el capítulo I de en el desarrollo, o posteriores a la m i s m a .
este documento a una condensación del material más
plenamente debatido al comienzo del estudio titulado Report of the UN Regional Seminar on the partici-
"Low-cost construction resistant to earthquakes and pation of women in political, economic and
hurricanes" (E.75.IV.7). Preparado por H e r m a n social development, con especial hincapié en el
Ayarza E . , Sergio Rojas I y Luis Crisosto A . , inge- aparato organizativo indispensable para ace-
nieros civiles especialistas en parasismología de Chile. lerar la integración de la mujer en el desa-
rrollo. Organizado por la O N U en coope-
ración con el gobierno de Nepal. K a t m a n d u ,
Cuestiones sociales Nepal, 15-22 de febrero de 1977. ( U N / S T /
ESA/SER.B/10.)
El Seminario reconoció la urgencia de la integración
Rehabilitación de los minusválidos
de las mujeres en el desarrollo político, social y
Recent trends in legislation concerning rehabilitation económico de sus países respectivos e instó a políticos
services for disabled persons in selected y planificadores a revisar y replantear las políticas y
countries. Noviembre de 1977. 31 p . 2 dólares planes existentes a tenor de lo recomendado por el
de los Estados Unidos, ( U N / S T / E S A / 7 3 — E . 7 8 . Plan Mundial de Acción de la Década para la Mujer,
IV.1.) el Plan Regional para Asia y el Pacífico y la Estra-
Se trata de la puesta al día de u n documento de las tegia del Desarrollo Internacional de la Segunda
Naciones Unidas titulado "Comparative study on Década de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
legislation, organization and administration of re-
habilitation services for the disabled" ( U N / S T / E S A / 2 8 ) . Promotion of full equality of women and men in all
La disponibilidad de información reciente y suficiente spheres of life in accordance with international
Publicaciones del sistema 467
de las Naciones Unidas:
selección con notas explicativas

standards and the Declaration on the Elim- Este informe de la I N C B examina brevemente el
ination of Discrimination against women. desarrollo del control internacional de estupefa-
Octubre de 1977, 33 p. + apéndice 3 p . cientes a partir de 1968. D o s nuevos tratados han
(UN/A/32/216.) entrado recientemente en vigor: la Convención sobre
Este informe complementa el del Secretario General, Substancias Psicotrópicas de 1971 y el Protocolo
que contiene u n análisis de la información recibida enmienda de la Convención Unilateral de 1961 sobre
de los gobiernos sobre aplicación práctica de la Narcóticos, firmado en 1972. La I N C B presta especial
Declaración arriba mencionada ( U N / E / C N . 6 / 5 9 2 and atención en este informe a más de 15 países donde los
A d d . l ) . E n su invitación a los gobiernos, orga- problemas de control relacionados con el abuso de
nismos especializados y organizaciones extraguber- de estupefacientes y producción incontrolada o ilícita
namentales con status consultivo cerca de E C O S O C , de materias primas narcóticas presentan u n cariz
para que faciliten información sobre las medidas m á s grave. Se ha encarecido la cooperación regional y
tomadas a efectos de aplicación práctica de la suso- ampliado la ayuda técnica y financiera a u n número
dicha Declaración, el Secretario General hizo par- creciente de países a fin de facilitarles el cumpli-
ticular hincapié en lo siguiente: a) publicidad dada a miento de las obligaciones contraídas con lafirmadel
la Declaración; b) acción emprendida; c) situación tratado.
existente de derecho; d) situación existente de hecho;
e) discrepancias, caso de haberlas, entre la situación
de derecho vigente y la situación de hecho. Se reci- Problemas laborales
bieron respuestas de 21 Estados miembros, 7 orga-
nismos especializados y 12 organizaciones extra- Labour administration: role, functions and organ-
gubernamentales. ization. 1977. 46 p . 15 francos suizos. In-
forme IV, Parte I. Conferencia Internacional
Prevención de la delincuencia del Trabajo, 64. a reunión, 1978. Organización
Internacional del Trabajo.
Crime prevention and control. Septiembre de 1977.
37 p . ( U N / A / 3 2 / 1 9 9 . ) C o n 6 cuadros esta- Position of African countries regarding the ratification
dísticos. and implementation of international labour
(St.) Este informe tiene por objeto presentar u n standards. 1977. 49 p . 12,50 francos suizos.
análisis a escala mundial de los problemas de la Informe del Director General; parte 2 . Quinta
delincuencia y la administración de justicia y se basa Conferencia Regional Africana, Abidjan,
en la información recibida de 62 gobiernos de Estados 1977. Organización Internacional del Trabajo.
miembros de la O N U y 2 Estados que n o lo son. El
informe consta de cuatro secciones: la primera espe- Improvement and harmonisation of social security
cifica antecedentes y propósitos; la segunda da una systems in Africa. 1977. 67 p. 15 francos suizos.
visión general de la actual situación de la delincuencia Informe II. Quinta Conferencia Regional
y de los métodos y medios existentes para prevenirla Africana, Abidjan, 1977. Organización Inter-
y controlarla, incluyendo tanto las medidas c o m o el nacional del Trabajo.
personal a ello dedicado; la tercera contiene un aná-
lisis, por regiones, de la situación de la delincuencia
en el m u n d o y de las medidas en vigor para comba- Employment in Africa. Some critical issues. 1977.
tirla, y la cuarta considera las implicaciones políticas 288 p . 20 francos suizos. Colección de artícu-
y el papel de la O N U a este respecto. los publicados en la International Labour
Review con una introducción analítica de
Philip N d e g w a y J. P . Powelson.
Lucha contra el abuso de estupefacientes Esta colección debe conducir a u n mejor entendi-
miento de algunas características peculiares del pro-
The aetiology of psychoactive substance use, by
blema del empleo en África, y también será de interés
C. Fazey. 1977. 226 p. 48 francos. Unesco.
para los políticos y otras personas comprometidas en
(Realizado con subvención económica del
la formulación de estrategias del desarrollo que consi-
Fondo de las Naciones Unidas para el
deran el empleo u n objetivo por derecho propio.
Control del A b u s o de Estupefacientes.)
Informe y bibliografía críticamente comentada sobre
investigación acerca del consumo de alcohol, nico- The right to organise. Noviembre de 1977. 82 p .
tina, opiáceas y otras substancias psicoactivas. 25 francos suizos. Organización Internacional
del Trabajo.
Report of the International Narcotics Control Board E x a m e n general de las leyes y regulaciones relativas
for 1976. Enero de 1977. 22 p . 3 dólares délos al derecho de los trabajadores a implantar sindicatos
Estados Unidos, ( U N / E / I N C B / 3 3 — E . 7 7 . X I . 2 . ) de su propia elección, por Jay Erstling.
468

Condiciones de trabajo Salomón, S a m o a americana, G u a m y Territorio


Fideicomisario de las islas del Pacífico. El volu-
Bibliography on major aspects of the humanisation of m e n IV contiene información sobre: Antigua, D o m i -
work and the quality of working life. 1977.nica, St. Kitts-Nevis-Anguilla, Santa Lucía y San
289 p . 20 francos suizos. Organización Inter- Vicente, Belize, Bermudas, islas Vírgenes inglesas,
nacional del Trabajo. islas Caimanes, islas Montserrat, Turcas y Caicos,
Esta extensa bibliografía abarca las áreas siguientes: islas Falkland (Malvinas) e islas Vírgenes de los
relaciones entre las condiciones de trabajo y el ren- Estados Unidos de América. Los documentos pre-
dimiento laboral, nuevas formas de organización del parados por la Secretaría describen las condiciones
trabajo y costo y beneficios de estas nuevas disposi- generales predominantes en cada territorio, los c a m -
ciones organizativas. bios constitucionales y políticos, las condiciones eco-
nómicas, sociales y educativas.

Desarme
Cuestiones políticas
The UN disarmament yearbook. 1976. 1977. 310 p .
Living conditions of the Palestinian people in the 15 dólares de los Estados Unidos. Vol. I.
occupied territories. Octubre de 1977. 3 p. (UN.E.77.IX.2.)
+ 29 p . ( U N / A / 3 2 / 2 2 8 . ) Este primer tomo del anuario de la O N U sobre el
El Secretario General recabó información oportuna desarme, preparado por el Centro de las Naciones
de las misiones permanentes de Egipto, Israel, Unidas para el Desarme, ofrece una relación de los
Jordania y la República Árabe Siria en las Naciones hechos acontecidos en el ámbito del desarme dentro
Unidas, así c o m o del observador permanente de la y fuera de las Naciones Unidas durante el año 1976.
Organización para la Liberación de Palestina, con Trata del desarme en general, del desarme nuclear,
referencia a la resolución 31/110 de la Asamblea de las medidas relativas a la no proliferación de armas
General del 16 de diciembre de 1976, que instaba la nucleares, de otros enfoques referentes al desarme y
presentación de u n informe sobre las condiciones de del control de armamentos.
vida del pueblo palestino en los territorios ocupados.
Se recibieron respuestas de los representantes per- Report of the Conference of the Committee on disarma-
manentes de Egipto y de Israel, de las misiones ment. Vol. I, octubre de 1977. 99 p . 7 dólares
permanentes de Jordania (s/12378) y de la República de los Estados Unidos. Vol. II, octubre
Árabe Siria ( A / 3 2 / 1 8 9 ) , de la I L O , del Director de 1977. 153 p . 9 dólares, ( U N / A / 3 2 / 2 7 . )

General de la F A O , con reproducción de una carta Este informe consta de una reseña sobre la organiza-
del presidente del Departamento Político de la Orga- ción de la Conferencia y del trabajo de la Comisión
nización para la Liberación de Palestina, de la durante 1977, así c o m o sobre las recomendaciones
Unesco, O M S , U N R W A y la Comisión Económica contenidas en las resoluciones correspondientes de la
para Asia Occidental. Asamblea General. El volumen II contiene los d o -
cumentos presentados en la Conferencia de la C o m i -
sión de desarme por los Estados Miembros.
Descolonización
Síntesis de los argumentos aducidos en favor y en contra
Report of the Special Committee on the situation with de cada una de las cuatro propuestas de crea-
regard to the implementation of the Declaration ción de zonas exentas de armamento nuclear
on the granting of independence to colonial que han sido incluidas en el orden del día de la
countries and peoples. Vol. I, junio de 1977, Asamblea General (África, sur de Asia, Oriente
176 p . 12 dólares de los Estados Unidos. Medio y Pacífico Sur) y a favor y en contra de
Vol. II, V o l . Ill, julio de 1977, 259 p . la propuesta de creación de una zona de paz
14 dólares. Vol. IV, octubre de 1977, 233 p . en el océano Indico, con un índice por mate-
12 dólares. rias y por países. Octubre de 1977. 49 p .
El volumen I describe la creación, organización y + índice 3 p . ( U N / A / A C . 1 8 7 / 7 0 . )
actividades de la Comisión Especial. El volumen II Este documento preparado por la Secretaría recoge
trata de las reuniones en África del A d H o c Group los puntos de vista de los Estados Miembros sobre las
formado por la Comisión Especial, Rhodesia del propuestas referentes a las zonas susodichas.
Sur, Namibia, Seychelles, Sahara español, Timor,
Gibraltar y Somalia francesa. El volumen III contiene Financing of the UN emergency force and of the
consideraciones de la Comisión Especial y documen- UN disengagement observer force. Noviembre
tos preparados por la Secretaría sobre: islas Cocos de 1977. 12 p . + 4 2 p . ( U N / A / 3 2 / 3 3 9 . )
(Keeling), Nuevas Hébridas, islas Tokelau, Borneo, Este documento indica la situación de las contribu-
islas Gilbert, Pitcairn y Tuvalu, Santa Elena, islas ciones al 31 de octubre de 1977 (312,2 millones de
Publicaciones del sistema 469
de las Naciones Unidas:
selección con notas explicativas

dólares para el cuatrenio que va del 25 de octubre Educación, ciencias sociales,


de 1973 al 24 de octubre de 1977). Los gastos oca- comunicación
sionados por la F U N U y la F N U O D para el periodo
del 25 de octubre de 1976 al 24 de octubre de 1977
Educación
se especifican en el apéndice I (44 789 dólares de los
Estados Unidos la F U N U y 7 778 la F N U O D ) . Se Education for development. 1977. 103 p . 17,50 fran-
incluyen asimismo las previsiones de gastos corres- cos suizos. Informe III. Quinta Conferencia
pondientes al periodo del 25 de octubre de 1977 al Regional Africana, Abidjan, 1977. I L O .
24 de octubre de 1978.
Education in Africa in the light of the Lagos Confer-
ence (1976). 1977. 53 p . 8 francos. Unesco.
(Estudios y documentos de educación, 25.)
Derechos humanos, apartheid (St.) Esta publicación presenta la situación y las
expectativas de la enseñanza en África a la luz de los
Derechos humanos debates y recomendaciones de la cuarta Conferencia
Regional de ministros de Educación de Estados
Protection of human rights in Chile. Septiembre de 1977. africanos miembros, organizada por la Unesco en
347 p . (UN/A/32/227.) Lagos del 27 de enero al 4 de febrero de 1976. Se
C o m o en la preparación de anteriores informes pre- recogen en ella: la expansión de la enseñanza en
sentados a la Asamblea General y a la Comisión de África; u n movimiento importante de innovación y
Derechos H u m a n o s , el grupo de trabajo designado reforma; excelencia y pertinencia en el sistema educa-
para investigar la situación de los derechos humanos tivo; educación básica y educación de masas a efectos
en Chile hizo uso, en la preparación de este informe, del desarrollo; cooperación regional y ayuda exterior;
del voluminoso material escrito puesto a su disposi- apéndices estadísticos.
ción por una diversidad de fuentesfidelignas,entre
Education today for the world of tomorrow, por Charles
las que hay que contar varias organizaciones inter-
H u m m e l . 1977. 200 p . 38 francos. (Estudios
gubernamentales y extragubernamentales. También
y análisis de IBE sobre enseñanza comparada.)
recibió y examinó dicho grupo testimonios orales e
Unesco.
información escrita de buen número de personas, en
Trata de resumir este estudio las tendencias y pro-
su mayor parte chilenos que habían abandonado Chile
blemas de la enseñanza predominantes en el m u n d o
poco antes de comparecer ante el grupo. Este ha
actual. Recoge los puntos siguientes: Reformas e
aprovechado igualmente toda oportunidad de m a n -
innovaciones; educación permanente; democratiza-
tener contactos con los representantes del gobierno de
ción de la enseñanza; educación y sociedad; educación
Chile, y en la preparación de sus informes ha exami-
y desarrollo; la escuela y el m u n d o laboral; la ense-
nado y considerado toda la información, tanto oral
ñanza en el m u n d o rural; educación y cultura.
c o m o escrita, ofrecida por el gobierno de Chile
directamente al grupo, a la Secretaría de las Naciones The planner and lifelong education, por Pierre Furter.
Unidas o a otros órganos de las mismas. Se ha des- 1977. 68 p . 12 francos. (Fundamentos de la
crito la situación a partir de septiembre de 1976. planificación educativa, 25.) Unesco.
E n este estudio el autor aisla el problema básico que
presenta la educación permanente, o sea c ó m o or-
Apartheid
ganizar la transición desde un sistema de enseñanza
oficial y compulsivo a u n método de autodidactismo
Acciones emprendidas por Estados y organizaciones
libremente adoptado por el individuo y por los grupos
intergubernamentales en cuanto a la ejecución
sociales. L a educación permanente se enfoca en tres
práctica de resoluciones de las Naciones Unidas
niveles distintos: primero, c o m o u n modelo de pla-
sobre el problema del apartheid, y ayuda pres-
nificación utópico; segundo, c o m o un marco de
tada por los mismos a los pueblos oprimidos de
referencia para la reforma educativa, y finalmente
África del Sur y sus movimientos de liberación.
c o m o u n reto frente a la inercia.
Agosto de 1977. 6 p. + 50 p . ( U N / A / C O N F . 9 1 / 4
+Add.l.)
La Comisión Especial de las Naciones Unidas contra
el Apartheid preparó documentación destinada a la Ciencias sociales
Conferencia Mundial para la Acción contra el
Apartheid celebrada en Lagos (Nigeria) del 22 al Readings on population for law students. 1977. 123 p.
26 de agosto de 1977. El documento recoge las partes 22 francos. Unesco.
esenciales de las respuestas recibidas de 35 países y Contiene este volumen textos significativos que tratan
3 organismos especializados. aspectos legales del control demográfico recopilados
470 •

para su uso en facultades de derecho. Selección efec-


tuada por los profesores L . T . Lee (Estados Unidos
QQ
Contiene información sobre m á s de 1 750 centros o
asociaciones profesionales de investigación, forma-
de América) y P . Saney (Irán). ción superior y documentación, tanto nacionales
c o m o internacionales.
Administrative management for development. M a n u a l .
1977. 220 p . 35 francos. Unesco. Editado por
Yves Chapel, Instituto Internacional de Cien- Comunicación
cias de la Administración, Bruselas.
Recoge este manual el m á s reciente material publicado
sobre los principales problemas que se plantean en The economics of book publishing in developing
la gestión administrativa del desarrollo, a niveles countries. 1977. 44 p . 6 francos. Unesco.
tanto nacionales c o m o regionales y locales. (Informes y documentos sobre comunicación
de masas 79.) Por Datus C . Smith, Jr.
World directory of social science institutions. 1977.Está basado este estudio en actividades editoriales de
262 p. 60 francos. Unesco. Bilingüe inglés/ África, Asia, Latinoamérica y Oriente Medio, y
francés. (World social science information pone de relieve los problemas específicos de la indus-
services, II.) Preparado por el Centro de tria del libro en estas regiones, con las posibles so-
Documentación de Ciencias Sociales de la luciones para los mismos. Recoge los siguientes
Unesco. aspectos: fabricación, costos de edición, precios,
Esta guía es el segundo volumen de una nueva serie; descuentos, lenguas nacionales, posibilidades de co-
el anterior fue la World list of social science periodicals.edición y cooperación gubernamental.
Libros recibidos

Generalidades, ciencias SOCIOLOGY OF RELIGION, STRASBOURG, 1977.


y conocimiento Actes 14' : Symbolisme religieux, séculier et
classes sociales I Acts 14th: Religious, secular
B R A I L L A R D , Philippe. Théorie des systèmes et rela- and social classes. Lille, Conférence interna-
tions internationales, pref. Saul Friedländer. tionale de sociologie religieuse, [1977]. 437 p .
Bruxelles, Établissements Emile Bruylant, S C A R V A G L I E R I , Giuseppe. La religione in una società
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Brasil Fundação Getúlio Vargas, Serviço de Publicações, caixa postal 21120,
Praia de Botafogo 188, Rio D E J A N E I R O , G . B .
Colombia Librería Buchholz Galeria, avenida Jiménez de Quesada 8-40, apar-
tado aéreo 57-750, B O G O T Á ; J. G e r m á n Rodríguez N . , calle 17,
n . M 6-59, apartado nacional 83, G I R A R D O T (Cundinamarca); Editorial
Losada, calle 18 A , n . M 7-37, apartado aéreo 3829, apartado nacio-
nal 931, B O G O T A ; y sucursales: Edificio L a Calba, oficina 804,
M E D E L L Í N ; calle 37, n." 14-73, oficina 305, B U C A R A M A N G A ; Edificio
Zaccour, oficina 736, C A L I .
Costa Rica Librería Trejos S . A . , apartado 1313, S A N J O S É .
Cuba Instituto C u b a n o del Libro, Centro de Importación, Obispo 4 6 1 ,
L A HABANA.
Chile Bibliocentro L Sola, Huérfanos 1160, of. 213, casilla 13731, S A N -
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República Dominicana Librería Dominicana, calle Mercedes 45-47-49, apartado de co-
rreos 844, S A N T O DOMINGO.
Ecuador Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Pedro M o n c a y o
y 8 de Octubre, casilla de correo 3542, G U A Y A Q U I L ; R A I D de Publi-
caciones, Garcia 420 y 6 de Diciembre, casilla 3843, Q U I T O .
El Salvador Librería Cultural Salvadoreña S . A . , calle Delgado n.° 117, S A N
SALVADOR.
España D O N A I R E , Ronda de Outeiro 20, apartado de correos 341, L A
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Oñate 15, M A D R I D 20; Librería Al-Andalus, Roldana, 1 y 3,
SEVILLA 4; LITEXSA, Librería Técnica Estranjera, Tuset 8-10 (edi-
ficio Monitor), B A R C E L O N A ; Mundi-prensa Libros, S . A . , Castelló 37,
M A D R I D 1.
Guatemala Comisión Nacional de la Unesco, 6.* calle 9-27, zona 1, apartado
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Honduras Librería Navarro, Calle Real, Comayaguela, T E G U C I G A L P A .
México C I L A (Centro Interamericano de Libros Académicos), Sullivan 31 bis,
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Sur n.°- 1032-401, M É X I C O 12, D . F .
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Pte. Franco 104, A S U N C I Ó N .
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Portugal Dias & Andrade Ltda., Livraria Portugal, rua do Carmo 70, LISBOA.
Uruguay Editorial Losada Uruguaya S.A., Librería Losada, Maldonado 1092,
MONTEVIDEO.
Venezuela Librería del Este, A v . Francisco de Miranda, 5 2 , edificio Galipán,
apartado 60337, C A R A C A S ; L a muralla Distribuciones S . A . , 4.* ave-
nida de los Palos Grandes, entre 3.* y 4 . * transversal, Quinta
« I R E N A L I S », Caracas-106.

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