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Félix Jiménez
Copyright © Organización Internacional del Trabajo 2003
JIMÉNEZ, Felix
La variación de la tasa de salarios promedio y de los salarios mínimos en la economía ecuato-
riana: Un análisis de sus relaciones y una propuesta para el reajuste de los salarios mínimos.
Lima, OIT / Oficina Subregional para los Países Andinos, 2003. 49 p. + anexos
Impreso en el Perú
ADVERTENCIA
I. Introducción
Las tasas de crecimiento salarial entre las diferentes ramas (o clases indus-
triales) pueden ser distintas porque enfrentan condiciones desiguales de
oferta y demanda de fuerza de trabajo. Si se supone que la oferta de trabajo
crece o varía a una tasa similar en las distintas industrias, entonces las ramas
industriales más dinámicas en términos de generación de empleo, experi-
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Los cambios en el nivel del salario base real (es decir, deflactado por el índice
de precios al consumidor) ocasionan cambios, en sentido contrario, en la
amplitud de la dispersión salarial, debido a que origina una tendencia a la
homogeneización tecnológica de la estructura industrial en su conjunto, y
viceversa. Los resultados del análisis empírico corroboran esta hipótesis: los
aumentos en el salario base real dan lugar a modificaciones en sentido in-
verso en la dispersión salarial. Una mayor heterogeneidad tecnológica entre
ramas industriales corresponde a una mayor dispersión de la estructura sa-
larial, y viceversa. Esto quiere decir que ante salarios base reales reducidos y
que no tienden a crecer, es más probable que se acentúe el retraso tecnoló-
gico de algunas ramas industriales porque daría lugar a que empresas con
tecnologías relativamente atrasadas entren al mercado.
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La inflación se transmite del salario mínimo al salario base y de éste a los ni-
veles y estructura salarial intra e inter ramas industriales. El análisis estadís-
tico-econométrico efectuado muestra que la elasticidad de los salarios mí-
nimos respecto al índice de precios al consumidor, no es igual a la unidad
(0.568). Similar resultado se obtiene si el análisis se efectúa con tasas de va-
riación: una inflación de 10%, se traduce en aumento del salario mínimo de
sólo 6.75%. Este hallazgo revela la presencia de una política de incrementos
salariales por debajo de la inflación. El comportamiento de los salarios de
todas las ramas industriales también muestra que ésta es una práctica más o
menos común por parte de las industrias, es decir, la práctica de una política
empresarial que no protege la erosión por la inflación de los niveles de los
salarios reales.
Hay tres razones por las cuales el salario mínimo constituye un instrumento
útil de política de empleo e ingresos: (1) porque los aumentos del salario mí-
nimo al influir positivamente en el salario base inducen a disminuir la disper-
sión de la estructura salarial y, por esta vía, estimulan el mejoramiento de la
distribución del ingreso o la disminución de la brecha salarial; (2) porque
los aumentos del salario mínimo real no tienen efectos negativos sobre el em-
pleo. Por esta razón, la utilización del salario mínimo como instrumento de
política sirve también para determinar un piso salarial que permitiría desa-
lentar labores o trabajos no socialmente útiles, mejorando de esta manera la
calidad de los empleos y, simultáneamente, los ingresos; y, (3) porque en
una economía donde el trabajo es de baja calidad y los ingresos son bajos, el
salario mínimo puede constituirse en el futuro en una referencia mínima del
bienestar socioeconómico.
Ahora bien, la regla para fijar los niveles y determinar las variaciones
del salario mínimo debe incluir:
I. INTRODUCCIÓN 19
IX. CONCLUSIONES 47
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 49
ANEXO ESTADÍSTICO 51
I. INTRODUCCIÓN
donde:
W salarios
E empleo
. tasa de variación
i rama o clase industrial i (i=1, 2 ...)
G r á f ic o 1
C ic l o d e l a P r o d u c c i ó n M a n u f a c t u r e r a , 1 9 6 5 - 2 0 0 0
.12
.08
.04
.00
-.04
-.08
1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
Cuadro 1
(2) Wi = β0 + β1 P& i
donde:
W salarios
P productividad
. tasa de variación
i rama o clase industrial i (i=1, 2 ...)
Cuadro 2
(3) Ln WB = a + b Ln Wmin
salarios más bajos en cada industria, sea cual sea las correspondientes ocupaciones,
con la única salvedad que éstas no exijan grados de calificación significativos. Este
sería el Salario Base (SBi) que se compararía con el Salario Medio de toda la industria
(SMi). La existencia del Salario Base se corroboraría si la similitud entre los SBi es
mayor que la existente entre los SMi. Estadísticamente, el coeficiente de variación
(desviación estándar entre el valor promedio) de los SBi debería ser menor que el de
los SMi.
ESTUDIOS DE ECONOMÍA LABORAL EN PAÍSES ANDINOS /2 27
donde:
Cuadro 3
Cuadro 4
Cuadro 5
Por último, dado que el Salario Medio de una industria contiene a su corres-
pondiente Salario Base, cuanto menor sea la diferencia entre ambos, es
decir, cuanto mayor sea el nivel del Salario Base en una estructura salarial
determinada, menor será la amplitud de las diferenciaciones salariales al in-
terior de la industria. Un razonamiento similar puede hacerse para el caso
de industria en su conjunto: cuanto mayor sea el Salario Base de la industria
en su conjunto, menor será la amplitud de la diferenciación salarial interin-
dustrial.
Ahora bien, de aquí se desprende la necesaria existencia de una relación
entre el nivel del Salario Base y la amplitud de la dispersión de la estructura
salarial. Como hipótesis puede plantearse que los cambios en el nivel del
Salario Base ocasionan cambios, en sentido contrario, en la amplitud de la
dispersión intra e interindustrial. Una posible explicación de esta relación
inversa estaría en el proceso de transformación tecnológica de las industrias
provocado por cambios en el Salario Base real: el aumento en el Salario Base
real daría lugar a la disminución de la amplitud de los diferenciales sala-
riales debido a que origina una tendencia a la homogeneización tecnológica
de la estructura industrial en su conjunto, y viceversa.
Para corroborar empíricamente la existencia de dicha relación inversa
entre el salario base y la dispersión salarial intraindustrial tendría que esti-
marse la ecuación , donde D sería un proxy de la dispersión salarial intrain-
dustrial e igual al cociente de dividir el salario medio entre el salario base de
30 FÉLIX JIMÉNEZ
(4) V = b0 + b1 LnWB
donde:
V = Coeficiente de variación del Salario Promedio
del sector manufacturero
WB = Salario Base real
Cuadro 6
donde:
Wmin = Salario mínimo legal.
IPC = Índice de precios al consumidor
Cuadro 7
Cuadro 8
donde:
W salarios
V ÍIndice de precios al consumidor (IPC) o del nivel
de costo de vida
. tasa de variación
i rama o clase industrial i (i=1, 2 ...)
Cuadro 9
donde:
W tasa de salarios monetarios
P productividad
V índice de precios al consumidor (IPC) o del nivel de
costo de vida
. tasa de variación
i rama o clase industrial i (i=1, 2 ...)
Los resultados del Cuadro 10 muestran que hay una asociación débil
entre la variación de los salarios reales y la variación de la productividad.
Un porcentaje reducido de los cambios en los salarios reales es explicada
por la productividad, de acuerdo al coeficiente de determinación (R2). Si la
productividad aumenta en 10%, los salarios reales aumentan en un poco
más del 3.0% en cinco ramas industriales: 31 Industrias de productos ali-
menticios, 34 Papel e imprentas, 35 Química y del caucho y 36-37 Minerales
básicos, metálicos y no metálicos. En el resto de ramas los salarios reales au-
mentarían en menos de 3.0%; estas ramas son: 32 Textiles y prendas de
vestir, 33 Madera, 38 Maquinaria, equipo y material de transporte, y 39
Otras industrias manufactureras.
Hay que recordar que durante el período de análisis, que corresponde a
una fase ascendente del ciclo, se ejecutan reformas estructurales orientadas
a fortalecer el mecanismo de mercado y a eliminar la intervención del
Estado en la economía. A comienzos de la década se inicia la liberalización
del comercio exterior y, después, durante el gobierno de Durán Ballén
(1992-1996) se libera la cuenta de capitales y el mercado financiero. Se trata
pues de un período de apertura externa que da lugar a una intensa compe-
tencia de las importaciones con la producción industrial doméstica.
36 FÉLIX JIMÉNEZ
Cuadro 10
(8) P& i = ϑ 0 + ϑ 1 (W
& i − V& i)
donde:
W tasa de salarios monetarios
P productividad
V índice de precios al consumidor (IPC) o del nivel
de costo de vida
. tasa de variación
i rama o clase industrial i (i=1, 2 ...)
Cuadro 11
donde:
PDU tasa de desempleo
Wmin tasa de salario mínimo monetario
V índice de precios al consumidor (IPC) o del nivel
de costo de vida
. tasa de variación
40 FÉLIX JIMÉNEZ
Cuadro 12
2 OIT en Panorama Laboral No. 4 de 1997, señala, como hallazgo empírico, que
“al elevarse el salario mínimo aumenta también el porcentaje de asalariados del sec-
tor moderno que gana menos que el mínimo”. Y más adelante precisa que “el salario
mínimo puede constituir un instrumento para mejorar los ingresos de los pobres
hasta llegar a un nivel cercano a 2/3 del salario pagado por las microempresas. Ello
porque permite subir los salarios sin que dicho efecto sea compensado por pérdidas
de cobertura, aumentos de informalidad o del desempleo” . Finalmente, “si el sala-
rio mínimo se fija en niveles superiores a dicho límite, podría significar un costo la-
boral alto para las empresas medianas y grandes lo que, en definitiva, redundaría en
reducciones en la cobertura y en aumentos de la informalidad de los asalariados. A
pesar de ello, el desempleo podría disminuir”. (páginas 43 y 44).
ESTUDIOS DE ECONOMÍA LABORAL EN PAÍSES ANDINOS /2 41
Del análisis efectuado hasta aquí se puede inferir tres razones por las cuales
el salario mínimo es un instrumento útil de política de empleo e ingresos.
En primer lugar, porque los aumentos del salario mínimo al influir po-
sitivamente en el salario base inducen a disminuir la dispersión de la estruc-
tura salarial y, por esta vía, estimulan el mejoramiento de la distribución del
ingreso o, más precisamente, la disminución de la llamada brecha salarial.
En segundo lugar, porque los aumentos de los salarios mínimos reales
no tienen efectos negativos sobre el empleo. Por esta razón, la utilización
del salario mínimo como instrumento de política sirve también para deter-
minar un piso salarial, el mismo que a su vez serviría para desalentar la-
bores o trabajos no socialmente útiles, mejorando de esta manera la calidad
de los empleos y, simultáneamente, los ingresos. Sin duda, todo lo anterior
es válido principalmente para la economía urbana y no necesariamente
para el medio rural donde predomina el trabajo independiente. Por otro
lado, los efectos de un aumento del salario mínimo en el sector informal sólo
pueden identificarse de modo indirecto. Si el empleo aumenta en las activi-
dades industriales al aumentar el salario mínimo, este incremento provo-
caría una reducción del empleo informal, siempre que exista una relación
inversa entre este tipo de empleo y el de la industria manufacturera. Para
corroborar esta hipótesis se estimó la siguiente especificación:
EI EM
(10) ln = η0 + η1 ln
PEA PEA
donde:
EI/PEA empleo informal sobre PEA
EM/PEA empleo en el sector manufacturero sobre PEA
42 FÉLIX JIMÉNEZ
Cuadro 13
3Las tasas de desempleo para personas de 15-24 años fueron en 1995 de1 5.3%,
en 1996 de 20.1%, en 1997 de 18.9%, en 1998 de 23.5% y en 1999 de 25.9%. Para estos
mismos años las tasas de desempleo total fueron de 6.9%, 10.4% , 9.2%, 11.5% y
14.4%, respectivamente.
ESTUDIOS DE ECONOMÍA LABORAL EN PAÍSES ANDINOS /2 47
IX. CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BALTAGI, Bani (1995), Econometric Analysis of Panel Data. Wiley & Sons.
CARD, David E., y KRUEGER, Alan B. (1995), Myth and Measurement: the
new economics of the minimum wage. Princeton: Princeton Univer-
sity Press.
tiembre.
PITA, Edgar (1998), Salarios e ingresos en Ecuador: lineamientos para una polí-
tica salarial y de ingresos, Informe de Consultoría OIT, Quito, enero.
50 FÉLIX JIMÉNEZ
en The forces of Economic Growth and Decline, The MIT Press, London.