Sunteți pe pagina 1din 16

REDUCIENDO, RECICLANDO Y

REUTILIZANDO CONSTRUYO UN
MEJOR AMBIENTE PARA MI ESCUELA
PROYECTO ESCOLAR
ESCUELA NORMAL SUPERIOR SAGRADO CORAZÓN
SEDE MARÍA AUXILIADORA

ELABORADO POR LAS DOCENTES:


MARÍA CINDY KATHERINE TREJOS RAMIREZ
PRISCILA ANDRADE TORRES
JUSTIFICACIÓN

En la actualidad, el reciclaje juega un papel importante en la conservación y protección del


ecosistema, por lo tanto, es fundamental la apropiada ejecución de programas educativos
sobre el reciclaje y además la puesta en práctica de acciones concretas en pro de éste,
porque el correcto uso de los recursos naturales de un país depende en gran parte, de
su nivel de educación ecológica.

El proceso de reciclar más que una actividad aleatoria debe convertirse en un habito, una
cultura institucional donde los estudiantes no solo conozcan el concepto de reciclar sino
que llevan a la práctica este proceso.

En la María Auxiliadora se necesita con urgencia empezar a arrojar menos basura en los
espacios comunes y en las aulas de clase, pues hemos podido observar como se ha ido
deteriorando la presentación de nuestro plantel al ir aumentando la cantidad de desechos
que se arrojan diariamente en la institución y cómo nuestros estudiantes no reutilizan el
papel y mezclan todos los materiales aunque existan canecas para clasificarlo, por lo cual
se hace necesario iniciar un proyecto ecológico por el que se motive a los estudiantes a
realizar actividades para mejorar la calidad de estos lugares y del aire, además de generar
un espacio para que los estudiantes demuestren su creatividad y compromiso con el
medio ambiente a través de la elaboración de productos a partir de material reciclado.

El proyecto pretende:
Desde lo educativo:
Teniendo en cuenta que la escuela es el escenario o espacio donde se generan
conocimientos, aptitudes, actitudes y que desde el Proyecto, se busca fomentar en los
estudiantes la idea de la educación y protección ambiental. Se hace necesario definir con
claridad el conjunto de actividades que apuntan a estos propósitos, conviene establecerlos
puntualmente para su correcta identificación y medición del alcance.

Desde lo ambiental:
La educación ambiental se relaciona con procesos que entrañan la determinación, el
desarrollo de valores y la clasificación de conceptos, con el fin de fomentar las actitudes
necesarias, para resolver los problemas que darán origen a una comprensión y apreciación
de la interdependencia del hombre, su cultura y su entorno biofísico.

Desde lo social:
El construirse como comunidad en la escuela María Auxiliadora implica el mutuo
descubrimiento de trabajo colaborativo. El reconocimiento del otro en su historia y su
realidad para hacer viables nuevas posibilidades y propuestas que permitan mantener un
entorno saludable.
OBJETIVO GENERAL:
Desarrollar un proyecto de reciclaje en la escuela María auxiliadora para
que los estudiantes tomen conciencia de la importancia del cuidado del medio
ambiente para la preservación de los recursos naturales y de esta manera,
adquieran el hábito de reciclar y se promueva una cultura ecológica.

Objetivos Específicos

Diseñar e implementar un plan de sensibilización, fortaleciendo valores éticos


de protección, uso y conservación del entorno ambiental, con la participación activa de
la comunidad educativa en general.

Enseñar a los estudiantes a identificar los diferentes materiales que pueden


ser reciclados y cómo es su tratamiento.

Reducir la cantidad de basura en la Escuela María auxiliadora motivando la participación


de los estudiantes y docentes en las acciones previas de clasificación
y reciclaje.

Realizar talleres para la producción de papel reciclado y otros productos derivados de la


basura para darle sostenibilidad al proyecto

MARCO TEORICO

A continuación se presentan algunos conceptos fundamentales para poner en


práctica el proyecto, los cuales se basan en contenidos obtenidos de libros de
reconocidos autores que han hecho aportes significativos a la ciencia y a la
educación ambiental desde los Ministerios de Educación y Medio Ambiente, entre
otras instituciones. Igualmente se consultaron publicaciones impresas y en línea
que sin duda alguna enriquecieron el proyecto:

PRAES: Proyectos Ambientales Escolares. El ministerio de educación nacional en


coordinación con el ministerio del medio ambiente establecieron los parámetros
para la creación de los PRAES, mediante el
decreto 1743 de 1994 que establece la institucionalización, responsabilidad,
asesoría, evaluación, divulgación, fines, financiación y políticas de educación
ambiental.

PROYECTOS: Son las distintas actividades teórico prácticas que se pueden


realizar para alcanzar los objetivos propuestos, en un determinado tiempo con sus
respectivas etapas durante un tiempo.

ACCIONES PUNTUALES: Son las actividades que pretender ser realizadas en


un lugar y en un momento dado para que las personas adquieran mediante la
práctica, una conciencia ecológica, identificando en ella sus orígenes y las posibles
consecuencias en el ambiente y en lo social.

EDUCACIÓN AMBIENTAL: Son los conceptos básicos que una persona debe
adquirir por medio de procesos pedagógicos dentro de los
cuales están inmersos los objetivos, metas, actividades, cronogramas, entre
otros para adquirir una conciencia ambiental y tratar el entorno como a un ser
vivo.

CONCIENCIA ECOLOGICA: Es tener responsabilidad de mi actuar frente a la


naturaleza, es poder entender que ella me da lo necesario para yo sacarle un
provecho y devolverle a ella un producto sin desequilibrarla. Es entender que la
naturaleza tiene una red de interconexiones las cuales no debo cortar para generar
desequilibrios y si los genero, poder establecer las condiciones necesarias para
equilibrarlas.

OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL[1]

 Toma de conciencia. Ayudar a las personas y a los grupos sociales


a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio
ambiente en general y de los problemas.

 Conocimientos. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a


adquirir una comprensión básica del medio ambiente en su
totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de
la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica.
 Actitudes. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir
valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente.
 Aptitudes. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir
las habilidades necesarias para resolver los problemas ambientales.
 Capacidad de evaluación. Ayudar a las personas y a los grupos
sociales a evaluar las medidas y los programas de educación
ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, sociales,
estéticos y educativos.
 Participación. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que
desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia
de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del
medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas
al respecto.
METAS DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL[2]

 Proporcionar la información y los conocimientos necesarios en la


población mundial para que ésta adquiera conciencia de los
problemas del ambiente, creando en ella predisposición,
motivación, sentido de responsabilidad y compromiso para
trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones.
 Promover una clara conciencia acerca de la interdependencia
económica, social, política y ecológica en áreas urbanas y rurales.
 Dar a cada persona las oportunidades para que adquiera
los conocimientos, valores, actitudes, compromisos y habilidades
necesarios para proteger y mejorar el ambiente y con ello alcanzar
los objetivos de desarrollo sustentable.
 Crear en los individuos, grupos y en la sociedad entera, nuevos
patrones de comportamiento y responsabilidades éticas hacia el
ambiente.

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL[3]

Considerar al ambiente en forma integral, es decir, lo natural y lo construido, no


sólo los aspectos naturales, sino los tecnológicos, sociales, económicos, políticos,
morales, culturales, históricos y estéticos.

Asumir un enfoque interdisciplinario para el tratamiento de la dimensión ambiental,


que se inspira en el contenido específico de cada disciplina para posibilitar una
perspectiva holística y equilibrada.

Tratar la temática ambiental desde lo particular a lo general tiene como finalidad


que los estudiantes se formen una idea de las condiciones ambientales de
otras áreas, que identifiquen las condiciones que prevalecen en las distintas
regiones geográficas y políticas, además de que reflexionen sobre las dimensiones
mundiales del problema ambiental para que los sujetos sociales se involucren en
los diferentes niveles de participación y responsabilidad.

Otro principio orientador hace énfasis en la complejidad de los problemas


ambientales, por lo cual es necesario desarrollar el pensamiento crítico y las
habilidades para resolverlos.
Promover el conocimiento, la habilidad para solucionar problemas, la clasificación
de valores, la investigación y la evaluación de situaciones, en los estudiantes en
formación, cuyo interés especial sea la sensibilización ambiental para aprender
sobre la propia comunidad.

Capacitar a los alumnos para que desempeñen un papel en la planificación de


sus experiencias de aprendizaje y darles la oportunidad de tomar decisiones y
aceptar sus consecuencias.

Evaluar las implicaciones ambientales en proyectos de desarrollo.

Insistir en la necesidad de cooperación local, nacional e internacional, para la


prevención y la solución de los problemas ambientales.

Dimensión Ambiental: La Comisión Nacional Finlandesa para la UNESCO dice


que “La Educación Ambiental, no es una rama de la ciencia o una materia de
estudio separada, deberá llevarse a cabo de acuerdo con el principio de una
educación integral permanente.”

Incluir la Dimensión Ambiental en la escuela, implica involucrar todas las áreas del
conocimiento, todas las actividades escolares y lograr el compromiso de todos los
sectores que conforman la estructura escolar (directivos, docentes, padres de
familia, asociación de padres, consejo estudiantil.)

Lo anterior implica que las instituciones educativas, dependiendo de donde estén


ubicadas, abran sus puertas a la comunidad para conocer la problemática del
entorno, del barrio, de la localidad o de la región, y establecer comunicaciones
entre los sectores internos y externos a la institución que aporte elementos que
permitan comprender las potencialidades y la problemática ambiental del entorno y
conjuntamente buscar espacios para la reflexión, concertación y la solución a la
problemática.

Los proyectos Ambientales Escolares, deben servir como referente de los Proyectos
Ciudadanos de educación Ambiental que se trabajen con otros grupos y a su vez,
éstos deben servir de referente a los Proyectos Ambientales Escolares con el fin de
que se enriquezcan y fortalezcan los procesos de resolución de problemas.

Ambiente: Generalmente este concepto lo asociamos a los recursos naturales, a


la conservación y manejo de los ecosistemas, vistos estos como las únicas
relaciones entre lo abiótico y lo biótico, sin que medie un análisis y una reflexión a
propósito de las interdependencias en la relación sociedad-naturaleza, y sin la
manera como incide en el desarrollo social, cultural, político y económico en la
dinámica de estos sistemas naturales.

Este concepto, no puede reducirse solamente a la contaminación del aire,


contaminación del agua, basura o deforestación entre otros. El concepto es más
amplio y se deriva de la complejidad de los problemas y de las potencialidades
ambientales, al igual que del impacto en los mismos, no sólo en los sistemas
naturales, sino en los sociales y los culturales.

Aproximándonos al concepto de ambiente podría ser la de un sistema dinámico,


determinado por las interacciones biológicas, físicas, químicas, sociales y
culturales, que se manifiesta entre los seres humanos, los demás seres vivos y
todos los elementos que hacen parte del entorno. Lo anterior nos hace reflexionar
sobre cómo el ambiente se enriquece no sólo con los conceptos que implican las
ciencias naturales, sino también, las ciencias sociales, otras ciencias y saberes
tradicionales. Para manejar la problemática ambiental es necesario poner a
dialogar distintos saberes y la escuela no puede reducirse únicamente a
actividades ecologistas, sin contexto y sin procesos de apropiación.

Participación ciudadana: La participación se puede entender como un


proceso en el cual las personas “toman parte” aportando las ideas, la creatividad,
los puntos de vista, los conocimientos y los recursos en pro de la resolución de
problemas y compartiendo la responsabilidad en la toma de decisiones[4].

Las formas tradicionales de intervención comunitaria, basadas sobre todo en el


hacer, han ido desapareciendo. Es así como encontramos el reto de nuevas formas
de participar, en medios que son casi siempre más complejos. Es necesario utilizar
nuevos métodos y vías de participación, aprovechando los instrumentos novedosos
de la comunicación ciudadana, adoptando los procedimientos básicos a los nuevos
contextos sociales y culturales.

El proyecto del reciclaje se enmarca dentro de la regla de las tres erres,


también conocida como las tres erres de la ecología o simplemente 3R, es
una propuesta sobre hábitos de consumo, popularizada por la organización
ecologista Greenpeace, que pretende desarrollar hábitos generales como
el consumo responsable. Este concepto hace referencia a estrategias para el
manejo de residuos que buscan ser más sustentables con el medio ambiente y
específicamente dar prioridad a la reducción en el volumen de residuos generados.
Durante la Cumbre del G8 en junio de 2004, el Primer Ministro del Japón, Koizumi
Junichiro, presentó la iniciativa tres erres que busca construir una sociedad
orientada hacia el reciclaje. En abril de 2005 se llevó a cabo una asamblea de
ministros en la que se discutió con Estados Unidos, Alemania, Francia y otros 20
países la manera en que se puede implementar de manera internacional acciones
relacionadas a las tres erres.

Reducir:

Si reducimos el problema, disminuimos el impacto en el medio ambiente. Los


problemas de concientización, habría que solucionarlos empezando por esta erre.
La reducción puede realizarse en 2 niveles: reducción del consumo de bienes o
de energía. De hecho, actualmente la producción de energía produce numerosos
desechos (desechos nucleares, dióxido...). El objetivo sería:
Reducir el uso de energía, agua, materia prima (madera, metal, minerales, etc.)
y químicos utilizados en la fabricación de los productos; disminuye las emisiones
producidas en el transporte del producto, y también minimiza la contaminación
producida por su desecho y desintegración.
Comprar menos se puede lograr con focos y electrodomésticos más eficientes,
una casa bien mantenida y buenos hábitos como desenchufar los aparatos
eléctricos cuando no están en uso, cerrar el agua de la ducha mientras te
enjabonas y compartir tu coche.

Ejemplo: reducir la emisión de gases contaminantes, nocivos o tóxicos evitará la


intoxicación animal o vegetal del entorno si llega a cuotas no nocivas. Países
europeos trabajan con una importante política de la reducción, y con el lema: La
basura es alimento (para la tierra) producen productos sin contaminantes (100%
biodegradables), para que cuando acabe su vida útil no tenga impacto en el
medio, o éste sea lo más reducido posible.

Reutilizar: Segunda erre más importante, igualmente debido a que también


reduce impacto en el medio ambiente, indirectamente. Ésta se basa
en reutilizar un objeto para darle una segunda vida útil. Todos los materiales o
bienes pueden tener más de una vida útil, bien sea reparándolos para un mismo
uso o con imaginación para un uso diferente.

Ejemplos: Utilizar la otra cara de las hojas impresas, rellenar botellas.


Las botellas desechables se pueden convertir en ladrillos ecológicos, si en su
interior se les ponen todas las bolsas de plástico que ya no se usan. Las cajitas o
frascos de PVC, metal o plástico se pueden pintar o decorar con técnicas de
coupage y utilizarse nuevamente ahora para guardar distintos elementos. El papel
usado se puede transformar en pulpa y crear nuevas hojas para escribir.

Reutilizar también incluye la compra de productos de segunda mano, ya que esto


alarga la vida útil del producto y a la vez implica una reducción de consumo de
productos nuevos, porque en vez de comprar algo nuevo lo compras de segunda
mano.

Reciclar: Es un proceso en el que se somete una materia prima o producto ya


utilizado a un ciclo de tratamiento total o parcial para obtener una materia prima o
un nuevo producto.

Ésta es una de las erres más populares debido a que el sistema de consumo
actual ha preferido usar envases de materiales reciclables (plásticos y bricks, sobre
todo), pero no biodegradables. De esta forma se necesita el empleo de personal y
energía en el proceso. Reciclar es importante para la humanidad

Ejemplo: El vidrio y la mayoría de plásticos se pueden reciclar calentándolos hasta


que se funden y dándoles una nueva forma. Es como utilizar algo de su principio,
aunque la eficiencia no es del cien por cien en general. En el caso del vidrio en
concreto, sí es completamente reciclable: de una botella se podría obtener otra
botella.

Tres erres más (la regla de las seis erres)

A medida que se ha ido profundizando en el discurso sobre las tres erres


ecológicas y la sociedad moderna, algunas organizaciones como Greenpeace
proponen tres erres más:

Repensar nuestros hábitos y modo de vida, especialmente con respecto a cómo


definimos nuestras necesidades básicas.

Reestructurar el sistema económico para que el enfoque principal cambie de la


maximización de ganancias al bienestar de la gente (sin excluir a ningún grupo) y
que se incluyan los costos sociales y ambientales en el cálculo final de los bienes
de consumo.

Redistribuir, para que todos tengamos un acceso equitativo a los recursos, ya


que actualmente existe la tecnología, los recursos y la manera de satisfacer las

MARCO REFERENCIAL

Fortalecer la cultura ambiental desde el manejo de residuos sólidos, tema central del
presente proyecto, exige la reflexión profunda acerca de estos grandes tópicos de manera
que ello posibilite una mayor aproximación conceptual en relación a la temática y así
generar nuevas y mejores actitudes que fortalezcan lo ambiental en la institución
educativa, así como en toda su área de influencia.

Las crecientes manifestaciones a nivel mundial sobre el deterioro ambiental, motivó a la


O.N.U. a organizar en 1972 la Conferencia de Estocolmo, con participación de los
gobiernos de otros los países. Una de las grandes invitaciones fue la urgente necesidad de
diseñar programas educativos referentes al medio ambiente, para la educación formal y la
no formal, con carácter de interdisciplinar, que no sólo se quedara en las esferas
ecológicas, y que permitiera la conceptualización de ambiente, educación ambiental y
otros vocablos afines.

Como recomendación del evento de Estocolmo, se crea al Programa de las Naciones


Unidas para el Medio Ambiente PNUMA, como organismo de carácter internacional que
coordine las acciones ambientales globales. Posteriormente la UNESCO propone en asocio
con el PNUMA la creación del Programa Internacional de Educación Ambiental PIEA,
programa con fines educativos de carácter internacional e interdisciplinario dirigido a todas
las poblaciones. A través del PIEA se desarrollaron una serie de eventos internacionales
entre los cuales se destacan como los de mayor trascendencia:

• El de Estocolmo (Suecia, 1972), en el que se establece el Principio 19, que señala: “es
indispensable una educación en labores ambientales, dirigida tanto a las generaciones
jóvenes como a los adultos, y que preste la debida atención al sector de la población
menos privilegiada, para ensanchar las bases de una opinión pública bien informada y de
una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades, inspirada en el
sentido de su responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda
su dimensión humana”.

• Belgrado (Yugoslavia, 1975), en este evento se le otorga a la educación una


importancia capital en los procesos de cambio; en él se recomienda la enseñanza de
nuevos conocimientos teóricos y prácticos, valores y actitudes que constituirán la clave
para conseguir el mejoramiento ambiental, desde la definición de las metas, objetivos y
principios, así:

1. La meta de la acción ambiental: mejorar las relaciones ecológicas, incluyendo las del
hombre con la naturaleza y las de los hombres entre sí. Se pretende a través de la
educación ambiental lograr que la población mundial tenga conciencia del medio ambiente
y se interese por sus problemas conexos y que cuente con los conocimientos, aptitudes,
actitudes, motivaciones y deseos necesarios para trabajar individual y colectivamente en la
búsqueda de soluciones a los problemas actuales y para prevenir los que pudieran
aparecer en lo sucesivo.

2. Los objetivos: se refieren a la necesidad de desarrollar la conciencia, los conocimientos,


las actitudes, las aptitudes, la participación y la capacidad de evaluación para resolver los
problemas ambientales.

3. Los principios: consideran el medio ambiente en su totalidad, es decir, el medio natural


y el producido por el hombre. Constituir un proceso continuo y permanente, en todos los
niveles y en todas las modalidades educativas. Aplicar un enfoque interdisciplinario,
histórico, con un punto de vista mundial, atendiendo las diferencias regionales y
considerando todo desarrollo y crecimiento en una perspectiva ambiental.

Resultado del evento de Belgrado, es válido señalar la necesidad de replantear el


concepto de Desarrollo y a un reajuste del estar e interactuar con la realidad, por parte de
los individuos. En este sentido se concibe a la educación ambiental como herramienta que
contribuya a la formación de una nueva ética universal que reconozca las relaciones del
hombre con el hombre y con la naturaleza; la necesidad de transformaciones en las
políticas nacionales, hacia una repartición equitativa de las reservas mundiales y la
satisfacción de las necesidades de todos los países.

• El de Tbilisi (URSS, 1977), en el que se acuerda la incorporación de la educación


ambiental a los sistemas de educación, estrategias; modalidades y la cooperación
internacional en materia de educación ambiental. Entre las conclusiones se mencionó la
necesidad de no sólo sensibilizar sino también modificar actitudes, proporcionar nuevos
conocimientos y criterios y promover la participación directa y la práctica comunitaria en la
solución de los problemas ambientales. Se planteó una educación ambiental diferente a la
educación tradicional, basada en una pedagogía de la acción y para la acción, donde los
principios rectores de la educación ambiental son la comprensión de las articulaciones
económicas políticas y ecológicas de la sociedad y a la necesidad de considerar al medio
ambiente en su totalidad.
De igual forma en 1981, se creó la red de formación ambiental para Latinoamérica, para
proporcionar alternativas de formación en la región; en este contexto se llevó a cabo el
primer seminario sobre universidad y medio ambiente en América Latina y el Caribe,
organizado en Bogotá por el ICFES, la Universidad Nacional de Colombia, la UNESCO y
PNUMA[1], resultando dos importantes documentos: Las diez tesis sobre el medio
ambiente en América Latina y la carta sobre universidad y medio ambiente.

En Río de Janeiro (Brasil, 1992), en la Cumbre de la Tierra se emitieron varios


documentos, entre los cuales es importante destacar la Agenda 21 la que contiene una
serie de tareas a realizar hasta el siglo XXI. En la Agenda se dedica un capítulo, el 36, al
fomento de la educación, capacitación, y la toma de conciencia; establece tres áreas de
programas, la reorientación de la educación hacia el desarrollo sostenible, el aumento de
la conciencia del público, y el fomento a la capacitación.

Paralelamente a la Cumbre de la Tierra, se realizó el Foro Global Ciudadano de Río de


1992, en este Foro se aprobó 33 tratados; uno de ellos lleva por título Tratado de
Educación Ambiental hacia Sociedades Sustentables y de Responsabilidad Global el cual
parte de señalar a la Educación Ambiental como un acto para la transformación social, no
neutro sino político, contempla a la educación como un proceso de aprendizaje
permanente basado en el respeto a todas las formas de vida.

En este Tratado se emitieron 16 principios de educación hacia la formación de sociedades


sustentables y de responsabilidad global, en los que se establece la educación como un
derecho de todos, basada en un pensamiento crítico e innovador, con una perspectiva
holística y dirigida a tratar las causas de las cuestiones globales críticas y la promoción de
cambios democráticos.

Al mencionar la crisis ambiental, el Tratado identifica como inherentes a ella, la


destrucción de los valores humanos, la alienación y la no participación ciudadana en la
construcción de su futuro. Entre las alternativas, el documento plantea la necesidad de
abolir los actuales programas de desarrollo que mantienen el modelo de crecimiento
económico vigente.

El Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental, Guadalajara (México, 1992)


estableció que la educación ambiental es eminentemente política y un instrumento
esencial para alcanzar una sociedad sustentable en lo ambiental y justa en lo social, ahora
no solo se refiere a la cuestión ecológica sino que tiene que incorporar las múltiples
dimensiones de la realidad, por tanto contribuye a la resignificación de conceptos básicos.
Se consideró entre los aspectos de la educación ambiental, el fomento a la participación
social y la organización comunitaria tendientes a las transformaciones globales que
garanticen una óptima calidad de vida y una democracia plena que procure el
autodesarrollo de la persona.
En 1996, se presentó a la UNESCO el informe de la comisión internacional sobre la
educación para el siglo XXI "la educación encierra un tesoro", el cual señaló los cuatro
pilares básicos que deben seguir de soporte a la educación ambiental: aprender a conocer,
aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

En Colombia se venían aplicando propuestas que apuntaban a la inclusión de la dimensión


ambiental como uno de los componentes fundamentales del currículo de la educación
formal y de las actividades de la educación no formal.

Entre estas acciones se destaca, El Código Nacional de los Recursos Naturales y


Renovables y de Protección del Medio Ambiente, (expedido en diciembre 1974). El
mencionado documento estipula en su Título II, de la Parte III, las disposiciones
relacionadas con la Educación Ambiental en el sector formal. Dichas disposiciones
establecidas en este código y reglamentadas mediante el decreto 1337 de 1978, ubican el
tema de la educación ecológica y la preservación ambiental en el sector educativo.

El inconveniente es que la educación ambiental no se imparte como tal, sino solo desde
una perspectiva conservacionista (naturalista) y se desarrolla con cursos formales de
ecología, de preservación ambiental y de recursos naturales. Además se realizan
actividades como jornadas ecológicas esporádicas en las instituciones, tanto a nivel formal
como informal. Pero aún así, estas experiencias fueron el primer paso para que las
comunidades tomaran conciencia sobre la problemática ambiental. Este código fue
publicado en 1974, por el INDERENA, (Instituto de Recursos Naturales Renovables),
organismo que años más tarde originó el Ministerio del Medio Ambiente (1993). La
inclusión de dicha estrategia educativa en el código antes mencionado, no logró impactar
tal como se esperaba, al sistema educativo nacional. Las acciones siguieron siendo
aisladas y atomizadas[2].

En la Constitución de 1991, el Ministerio de Educación Nacional, al tanto de las


responsabilidades que la Carta Magna le asigna al gobierno (en particular al sector
educativo) y a la sociedad civil, en lo que a Educación Ambiental se refiere, planteó la
necesidad de poner en marcha un programa que apuntara a responder al reto propuesto y
que atendiera a la necesidad de incluir, de forma sistemática, la dimensión ambiental
tanto en el sector formal como en los sectores no formal e informal de la educación
(Torres, 1998)[3]. En el mismo año (1991) y derivado del planteamiento anterior, a través
del Documento CONPES, DNP 2541 Depac: Una política ambiental para Colombia, se ubica
a la Educación Ambiental como una de las estrategias fundamentales para reducir las
tendencias de deterioro ambiental y para el desarrollo de una nueva concepción en la
relación sociedad - naturaleza.

El Programa de Educación Ambiental del MEN, para concretar la misión, las estrategias y
las metodologías de trabajo que se constituirían en el eje central de dicho Programa, firmó
en 1992 un convenio con la Universidad Nacional de Colombia. El objetivo de este
convenio era impulsar un equipo interdisciplinario de trabajo, conformado por
profesionales del Ministerio de Educación y del Instituto de Estudios Ambientales de la
Universidad Nacional (IDEA). La función de este equipo era explorar las posibilidades
estratégicas, conceptuales y metodológicas, entre otras, de la Educación Ambiental;
reflexionar en torno al concepto de formación integral (campo específico de la Educación
Ambiental), investigar sobre lo que estaba sucediendo en el país en el campo de la
Educación Ambiental, y buscar caminos para orientar a las regiones en sus procesos para
el logro de resultados en materia de formación de nuevos ciudadanos y ciudadanas, éticos
y responsables en sus relaciones con el ambiente, uno de los fines últimos de la Educación
Ambiental.

La construcción de la propuesta de Educación Ambiental ha estado acompañada


permanentemente de una concepción investigativa, relacionada en forma directa con la
orientación que se la ha dado al mencionado programa. Esta concepción tiene
fundamentos en la reflexión crítica, en una visión integradora y de proyección a la
resolución de problemas, en un trabajo permanente de análisis y síntesis, de la lectura de
contextos y de la construcción de explicaciones para la comprensión de los problemas
ambientales.

Así pues, la construcción de la propuesta comienza, con la fase de exploración (1992-


1993) en la que se detectaron diversos proyectos, propuestas y actividades en Educación
Ambiental. Continúa con la profundización (1994- 1995), donde toma fuerza la reflexión
teórica a propósito de cómo manejar la información y, sobre todo, de cómo trabajar los
obstáculos que en materia de Educación Ambiental se venían encontrando, para
desarrollar procesos que tuvieran verdaderos impactos en este campo. En esta fase se
logró la inclusión de la Educación Ambiental en la Ley 115 de 1994 (Ley General de
Educación) dicha Ley, en el Artículo 5, inciso 10, define como uno de los fines primordiales
de la educación "La adquisición de una conciencia para la conservación, protección y
mejoramiento del medio ambiente, de la calidad de vida, del uso racional de los recursos
naturales, de la prevención de desastres, dentro de una cultura ecológica....”. Para el
mismo año, el Decreto 1860 de 1994 reglamenta la Ley 115, incluyendo entre otros
aspectos el Proyecto Educativo Institucional (PEI) que entre sus componentes
pedagógicos ubica al Proyecto Ambiental Escolar (PRAE), como uno de los ejes
transversales del currículo de la educación básica. El Decreto 1743 de 1994 (instrumento
político fundamental para la Educación Ambiental en Colombia), institucionaliza el Proyecto
de Educación Ambiental para todos los niveles de educación formal, fija los criterios para
la promoción de la Educación Ambiental no formal e informal y establece los mecanismos
de coordinación entre el Ministerio de Educación Nacional (MEN) y el Ministerio del Medio
Ambiente (MMA) para el cumplimiento de estas propuestas. Lo anterior se fortalece de
alguna manera con el Informe de la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo de 1994:
"Colombia al filo de la oportunidad", ya que este documento ofrece un marco conceptual
que garantiza el desarrollo de la axiología de la Educación Ambiental.

Finalmente viene la última etapa, la de proyección, a partir de 1995 (hasta hoy), trabaja la
difusión de los Lineamientos para una Política de Educación Ambiental. Así mismo, en
1995, atendiendo a la sistematización de los resultados de la implementación, tanto de las
fases de exploración como de profundizaron, el Programa de Educación Ambiental del
MEN elabora el documento "Lineamientos Generales para una Política Nacional de
Educación Ambiental", a través del cual promueve las bases contextúales y conceptuales
fundamentales para la Educación Ambiental en el país, en el marco de las políticas
nacionales educativas y ambientales.

En el mismo año, el Plan Nacional de Desarrollo "Salto Social" propone una política
nacional ambiental, ubicando el desarrollo sostenible como una de las metas para el
desarrollo del país, y la Educación Ambiental como una de las estrategias primordiales
para disminuir el deterioro del ambiente y contribuir al alcance de las metas. En 1996 el
Plan Decenal de Educación (1996 - 2005), en su Proyección Número 11, incorpora la
Educación Ambiental como una perspectiva necesaria para contribuir en el mejoramiento
de la calidad de vida del país.

Producto de los acuerdos establecidos entre los sectores Ambiental y Educativo, para el
fortalecimiento institucional de la Educación Ambiental, en el año de 1996 se inicia la
implementación del Proyecto: “Incorporación de la Dimensión Ambiental en la educación
básica, en áreas rurales y pequeño urbanas del país”, a través del Convenio MEN–MMA
(Crédito BID). Igualmente se han venido apoyando los procesos de investigación -
participación, que desde la visión sistémica del ambiente son requeridos, para lograr la
apertura de la escuela a la comunidad y la ubicación de la misma, como un actor social
importante en los propósitos de construcción de región.

Actualmente se promueven estrategias para la apropiación de procesos de Educación


Ambiental, en el marco de las políticas nacionales ambientales y educativas, con la
conformación y consolidación de los Comités Técnicos Interinstitucionales de Educación
Ambiental, departamentales y locales. Estos comités buscan organizar la Educación
Ambiental en cada uno de los rincones del territorio nacional, a través de planes en los
que participen todas las instituciones, con competencias y responsabilidades en el campo
particular.

La Educación Ambiental en la reforma educativa, propone una visión sistémica del


ambiente, realizar el diagnóstico ambiental particular y formar dinamizadores ambientales.
En términos generales, la propuesta se puede plantear desde los siguientes tópicos: a)
trabajo por problemas ambientales, a través de proyectos escolares (PRAES); b)
construcción de escuela abierta, con proyección comunitaria; c) formación permanente de
maestros y dinamizadores ambientales a través de la investigación; d) construcción de
currículos flexibles; e) formación para el trabajo intersectorial, interinstitucional e
intercultural; f) formación para el trabajo interdisciplinario; y, g) formación para el
reconocimiento de género.

En cuanto a la educación no formal y dentro de la misma visión que fundamenta los


desarrollos contextuales y conceptuales de los marcos políticos para la Educación
Ambiental en Colombia, se plantean los proyectos ciudadanos de Educación Ambiental
(PROCEDAS), asociados a las propuestas escolares, con el fin de buscar la
complementariedad en los procesos formativos y de capacitación de las comunidades.

Finalmente se puede afirmar aquí, que en su marco general de política, Colombia posee
una visión sistémica del ambiente que se traduce en reflexiones holísticas, a propósito de
la aproximación interdisciplinaria requerida para la construcción del conocimiento, en
contextos educativos.

La inclusión de la dimensión ambiental en el contexto educativo, es compartida por el MEN


y el MMA y se desarrolla a través de propuestas particulares, para cada uno de ellos, y de
mecanismos de asociación, concertación y gestión entre los mismos, con el fin de lograr
los impactos requeridos en lo que se refiere a formación de ciudadanos y ciudadanas
éticos y responsables en el manejo del ambiente (MMA y MEN, 2002)[4].

Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de políticas y normas expedidas, de las


intenciones señaladas por los ministerios de Educación y del Medio Ambiente y de la
financiación de unos pocos proyectos por diferentes entidades gubernamentales, los
avances en educación ambiental no son satisfactorios. Se requiere universalizar los
procesos de formación de docentes y directivas, financiar muchos proyectos y establecer
espacios para la socialización de aquellos que se consideren exitosos[5].

S-ar putea să vă placă și