¿Qué es el entrenamiento funcional y qué beneficios
tiene?
Como su propio nombre indica, el entrenamiento funcional es aquel que aporta
beneficios notables para el día a día. Para practicar esta actividad deportiva es esencial recurrir a esa funcionalidad, con el firme objetivo de lograr que el cuerpo se adapte a cualquier situación.
El entrenamiento funcional existe desde hace décadas, ya que es un tipo de
actividad muy socorrida en los gimnasios de rehabilitación. No obstante, con la aparición del Crossfit y las rutinas de alta intensidad ha ido alcanzando una mayor popularidad entre los deportistas actuales. Hoy en día es muy común que los gimnasios o box de Crossfit incluyan rutinas de entrenamiento funcional entre sus servicios.
Las claves del Entrenamiento funcional.
Una buena sesión de entrenamiento funcional requiere de una concentración máxima por parte del deportista. Es posible que el entrenador utilice complementos deportivos para sacar el máximo partido a la rutina, aunque el trabajo con el propio peso corporal es una de las principales claves de estos entrenos. Actualmente las sesiones de entrenamiento de este tipo están orientadas a mejorar la coordinación, el equilibrio, el físico y hasta a nivel psicológico al deportista. Por ello, estas rutinas se adaptan a diferentes niveles, permitiendo que cualquier persona pueda poner en práctica la actividad.
El entrenamiento funcional se desarrolla de una forma muy completa, ya que es
ideal para fortalecer la musculatura, así como para eliminar los depósitos de grasa que sobran. Además, favorece la salud y mejora la movilidad. Esto es así porque al trabajo de fuerza se suma una buena carga de actividad cardiovascular, que ayuda al deportista a quemar calorías de forma efectiva, incluso estando en reposo.
Una sesión completa de entrenamiento funcional debe incluir calentamiento, la
rutina propiamente dicha y una vuelta a la calma pausada y fiable. Para calentar es posible hacer pequeños circuitos de ejercicios (dominadas, sentadillas, flexiones, etc.) acompañados de un aporte cardiovascular, como las carreras cortas.
La vuelta a la calma es esencial tras una rutina de este tipo de entrenamiento.
Tras un buen circuito deportivo los estiramientos ayudarán al deportista a relajar todos los músculos del cuerpo y a retomar la actividad normal en cuanto a pulsaciones.
Origen del Entrenamiento Funcional.
Surge como un mecanismo de rehabilitación para personas que habían sufrido
ciertas lesiones y necesitaban volver a ser capaces de recuperar la movilidad perdida, y por supuesto acelerar el proceso o fase de recuperación, para poder seguir realizando sus tareas en el hogar o en el trabajo.
¿En qué se basa el Entrenamiento Funcional?
Busca realizar ejercicios que obliguen la activación de la musculatura
estabilizadora para hacer énfasis en los músculos del recto abdominal, abductores y rotadores de cadera y estabilizadores de las escápulas. Con respecto a la inclinación del sector hacia una tendencia más deportiva, podríamos contemplar que la anterior definición sería realizada a través de armoniosos movimientos compuestos, con cadencias y con una selección de cargas de trabajo, que permitan mantener elevadas las pulsaciones, añadiendo por tanto el componente de trabajo cardiovascular.
Objetivos del Entrenamiento Funcional.
El principal cometido o la meta que busca es la de producir una adaptación de
mejorar en nuestros hábitos diarios a través de ejercicios encaminados que se asemejan a los gestos que estamos acostumbrados. Ganar fuerza máxima en el levantamiento de peso muerto es totalmente loable, sin embargo, podría decirse que tendría poca aplicación práctica para la mayoría de nosotros, ya que nunca vamos a trabajar con tal cantidad de peso en un día cualquiera.
Material del Entrenamiento Funcional.
El material orientado al entrenamiento funcional es ampliamente variado. Los
más comunes son plataformas que ofrecen inestabilidad, como el bosu, la pelota fitball, comba de salto, rueda abdominal, material de suspensión, gomas y bandas elásticas, pesas y mancuernas, incluso las propias barras y discos, sacos búlgaros, mazas de poco peso, kettlbells, chalecos de lastre, cajones para salto polimétrico.