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y universidades
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Secretaría de Derechos Humanos
Derechos humanos y universidades / coordinado por María Cristina Perceval. - 1a ed. - Buenos
Aires : Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Secretaría de Derechos Humanos,
2012.
144 p. ; 26x19 cm. - (Pensar en Derechos / María Cristina Perceval)
ISBN 978-987-1407-44-6
ISBN 978-987-1407-44-6
Esta publicación fue realizada por el Proyecto de Fortalecimiento del Sistema de Protección de los Dere-
chos Humanos (Proyecto FORPRODHU) que se desarrolla en la Subsecretaría de Promoción de Derechos
Humanos de la Secretaría de Derechos Humanos, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación,
y que cuenta con financiamiento de la Unión Europea y la República Argentina.
Equipo de trabajo: Lic. Marité Fernández, Lic. Marianela Galli, Lic. Matías Martín Scheinig y Téc. Natalia
Esperante.
Asistencia: Lic. Mercedes de Isla, Lic. Fátima Pérez y Téc. Carla Mattei.
La presente publicación es la primera compilación de las exposiciones presentadas en el marco de las Jor-
nadas Regionales sobre Derechos Humanos y Universidad, realizadas en el año 2010 en las provincias de
Mendoza, Córdoba y Buenos Aires y en la Jornada Nacional realizada en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires en junio de 2011.
Esta publicación ha sido elaborada con la asistencia de la Unión Europea. El contenido de la misma es
responsabilidad exclusiva del Proyecto FORPRODHU de la Subsecretaría de Promoción de Derechos Hu-
manos de la Secretaría de Derechos Humanos, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, y
en ningún caso debe considerarse que refleja los puntos de vista de la Unión Europea.
Presidenta de la Nación
Dra. Cristina Fernández de Kirchner
Embajador
Jefe de la Delegación de la Unión Europea
en la República Argentina
D. Alfonso Díez Torres
Los textos que conforman esta publicación fueron expuestos en las Jornadas Regionales y
Nacional sobre Derechos Humanos y Universidad de la siguiente manera:
- Panel de cierre y firma del Acta compromiso para la conformación de la Red Interuniversitaria en
Derechos Humanos – Jornada Nacional sobre Derechos Humanos y Universidad, Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, 29 de junio de 2011: Eduardo Luis Duhalde y María Cristina Perceval.
Índice
Anexo 135
Acta compromiso entre la Secretaría de Derechos
Humanos y la Secretaría de Políticas Universitarias
para la conformación de la Red Interuniversitaria
de Derechos Humanos
Una nueva institucionalidad
Derechos humanos y universidades
Por eso, en esta gestión, impulsamos Pero en tiempos complejos como los
con decisión las herramientas que garanti- que estamos viviendo, este tipo de publica-
zan la tutela administrativa efectiva de los ciones constituye un valiosísimo aporte a la
derechos de incidencia colectiva. construcción de la nueva institucionalidad.
Los avances que hemos logrado son Asimismo, representa un marco de refe-
muchos, y estamos convencidos de que el rencia para todos los que hoy contribuyen
dinamismo de una espiral virtuosa nos con- al cumplimiento del sueño de los hombres y
ducirá a un futuro mejor. mujeres que forjaron la Nación.
Asumir como una filosofía
Unaa nueva
los derechos
institucionalidad
humanos
Estoy absolutamente convencido del pa- objetiva, sino de una mirada legítima sobre
pel nodal que deben jugar las universidades nuestra realidad. Y, al mismo tiempo, en un
en la construcción de una cultura de los de- ida y vuelta de intercambio, ayudar a cons-
rechos humanos. truir esa nueva realidad que estamos toda-
Hace ocho años, cuando la Unión Euro- vía luchando por imponer. Porque si bien se
pea nos pidió o nos sugirió que hiciéramos ha hecho mucho en materia de derechos
un proyecto de promoción y fortalecimien- humanos en las políticas públicas, recogien-
to de los derechos humanos, imaginamos do en esto el mandato de verdad y justicia
un conjunto de observatorios que tuvieran de los organismos de derechos humanos,
por centro las universidades de las distintas de las acciones de víctimas con las Madres
regiones del país. Sorprendió a los comisio- y las Abuelas a la cabeza, y también de los
nados de la Unión Europea que esa fuera distintos actores de la sociedad civil, de la
nuestra propuesta porque ellos estaban lucha no sólo de la globalidad y los derechos
acostumbrados a que estos observatorios humanos sino por derechos específicos. No
fueran de la sociedad civil, y no que el Es- llegaba el gobierno de Néstor Kirchner para
tado pidiera ser observado. Pero como para impulsar una política de derechos humanos
nosotros el Estado no es un Estado ideal, sobre un territorio vacío, pero sí en cuanto
sino que es el Estado en sus tiempos, con a la ausencia de políticas de Estado, de re-
sus contenidos, con sus políticas, y venía- flejo en la normatividad.
mos a producir una transformación del Es- Creo que es para nosotros esencial la
tado; y buscando transformar la sociedad, creación de una cultura de los derechos hu-
necesitábamos partir no digo de una mirada manos. Así que en esto venimos recorriendo
*
Exposición realizada en la Jornada Nacional sobre Derechos Humanos y Universidad, Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, 29 de junio de 2011.
Derechos humanos y universidades
un camino. Esa institucionalidad reconoce humanos como una materia más de algunas
hitos como el pacto para la educación de de- carreras de las ciencias sociales. Tampoco
rechos humanos de la Organización de los encerrar esas cátedras en un normativismo
Estados Americanos del año 2008; y, diría que pareciera que todo se agota con cono-
yo que también hoy, en esta reafirmación cer la Declaración Universal de Derechos
del papel de la universidad y la instrumen- Humanos, los pactos, y el complejo normati-
tación de una red universitaria en materia de vo derivado de ella. Se trata de asumir como
derechos humanos, se está dando un paso una filosofía a los derechos humanos, como
esencial. una cultura, y de devolverle la centralidad
Como pasa siempre y además en un al hombre que pareciera haberla perdido,
país devastado como emergió de la larga tanto en algunos aspectos del conocimiento
impunidad reinante, y al mismo tiempo de la científico, como en la formación profesional.
negación de los derechos más elementales, Discutimos, muchas veces, banalidades en
de las políticas neoliberales y la crisis del torno a la filosofía del derecho, tan alejadas
año 2001 y 2002, lo hecho es la apertura de poner al hombre en su punto central y
de un camino sobre el que queda todavía recobrar como principio nodal el de la dig-
mucho por recorrer. Hemos tenido avances, nidad humana.
creo, importantes pero la obligación, por lo Hoy, en este fin de la primera década del
menos de los que somos encargados de siglo XXI, yo no tengo ninguna duda de que
gestionar las políticas públicas, es tener la el contenido de la democracia es el de los
mirada puesta en lo hecho, pero, por sobre derechos humanos, y de que la propues-
todo, en lo que falta por hacer. ta de construir una democracia ética pasa
En esto, como yo suelo repetir, es como por los derechos humanos como filosofía
el efecto que le produce al caminante mar- política. Creo que sí, que son indivisibles
char hacia la línea del horizonte, que cuan- la democracia y los derechos humanos,
to más camina, más se le aleja. Es decir, como valores absolutos, como valores re-
cuanto más avanzamos, nacen nuevas lativos. Cuanto más contenido de derechos
necesidades; si antes partíamos de las ele- humanos tenga una democracia, mayor
mentalidades, hoy el problema se comple- fortalecimiento tendrá. A esta altura del de-
jiza, porque avanzar implica ir adentrándo- sarrollo de la humanidad sabemos que es
nos en problemáticas cada día mayores. insuficiente la concepción del Estado de de-
La creación de una cultura de derechos recho referida a la división de poderes, a la
humanos es un tema esencial. Respecto al publicidad de los actos, al control judicial y
papel de la universidad, creo que si volve- a la renovación de quienes conducen el Es-
mos a las viejas lecturas de los trabajos de tado por un sistema democrático electoral.
Adorno, o de Ortega y Gasset sobre la mi- Porque nosotros ya hemos vivido la expe-
sión de la universidad, está el planteamien- riencia de Estados de derecho formalmente
to crítico sobre una universidad que fuera aceptables pero que no sólo no carecían de
meramente una fábrica de profesionales, o ese contenido básico del rescate de princi-
cotos cerrados de la investigación científica. pios éticos, sino que estaban ausentes de
No retomar a la vieja tradición cultural de las toda política a beneficio del pueblo, y su-
universidades del Medioevo, de ser focos de jetos a intereses que no eran precisamen-
cultura y radiadores de consciencia. te los mayoritarios. Quienes hemos vivido
Educación y cultura si bien están íntima- otros gobiernos sabemos que una demo-
mente interrelacionados, el término cultura cracia puede ser formal y no ajustarse a un
es más vasto, más amplio. En materia de contenido profundo del contenido democrá-
derechos humanos, creo que a las universi- tico. Es cierto que este desafío de construir
dades todavía les queda mucho por hacer, una cultura de los derechos humanos es un
sobre todo en no encasillar a los derechos desafío grande en un mundo en crisis, en
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Asumir como una filosofía a los derechos humanos
un mundo donde, además, la universalidad tario, por su historia, el papel que ocupan,
de los derechos humanos vive en perma- y como difusor de ideas y de pensamiento
nente tensión con las situaciones que pro- crítico. En última instancia, la cultura no es
ducen el multiculturalismo. En donde hoy más que eso, que no es poco.
encontramos como una situación que se Nosotros, desde la Secretaría de Dere-
percibe en muchísimas partes del mundo chos Humanos, con esta perspectiva he-
internacional, de Estados multiculturales, mos encarado el trabajo estos ocho años.
multilingüísticos, multireligiosos con propias Hoy la secretaría está poniendo un fuerte
concepciones que muchas veces ponen en acento en la reflexión teórica pero nunca
tensión los valores de un universalismo en la teoría divorciada de la práctica. Hemos
materia de derechos humanos. Y que a al- creado el Centro Fernando Ulloa, que es el
gunos los lleva a sostener que son los prin- de asistencia a las víctimas del terrorismo
cipios del mundo occidental, y que las pro- de Estado. Pero también es una reflexión
pias culturas ajenas a esa occidentalidad constante sobre las consecuencias actua-
tienen otra visión. Pero yo estoy convencido les del terrorismo de Estado, sobre los efec-
de que hay una base fundamental en el uni- tos traumáticos que hoy se advierten, ya no
versalismo de los derechos humanos, que sólo en la víctima sino en el conjunto de la
sobre todo en los derechos de primera y se- sociedad. La resignificación de lo ocurrido
gunda generación es irrenunciable, y que, en la Argentina en el Estado terrorista impli-
a su vez, ese es el contenido ético. Pero ca, también hoy, mirar esas consecuencias
que obliga un repensar la filosofía, obliga y elaborar un pensamiento crítico de cómo
un repensar del derecho mismo, e implica se llegó a ese Estado terrorista, el grado de
apuntar a una elevación del debate sobre acostumbramiento de la sociedad a las vio-
los derechos humanos, de la reformulación laciones de los derechos humanos y de los
teórica de los derechos humanos. Es donde principios de legalidad, y constitucionalidad
las universidades, aparte de los aspectos a lo largo del siglo. Quienes jugaron un pa-
prácticos, aparte de hacer trascender los pel sostenedor de ese Estado de decepción
derechos humanos, más allá de las mate- constante, de negación de los derechos y
rias específicas de los derechos humanos –si yo le pusiera un punto de partida para
para que tengan una transversalidad en el no irnos más atrás diría desde la Conquista
conjunto de las carreras que se enseñan. del Desierto en adelante–, donde el discur-
Aparte del trabajo de exterioridad frente a la so legitimador de las violaciones constantes
sociedad, donde también podríamos hablar a los derechos humanos fue preparando el
a veces muy críticamente de la construc- camino. Porque el Estado terrorista no nace
ción de extensión universitaria, y de cierto en la noche del 23 al 24 de marzo de 1976,
paternalismo y asistencialismo que son sus sino que es la culminación de ese camino
componentes muchas veces y que limitan de degradación, y de la no aceptabilidad
esa tarea que la universidad debe hacer si de los sectores sociales a ese acostum-
tomamos en cuenta que los derechos hu- bramiento al que se lo sometía, generando
manos son derechos políticos, civiles, eco- las resistencias que hicieron necesario ese
nómicos, sociales y culturales. En ese en- disciplinamiento social en base al terror y
tramado de construcción ciudadana, es mu- al intento de convertir al país en un campo
cho más lo que tenemos que demandarles de concentración. Nosotros hoy miramos al
a las universidades en estos tiempos. A su futuro desde el presente, pero ese futuro y
vez, las políticas públicas generadas por el este presente no se construyen sino con la
Estado nacional, por los Estados provincia- memoria, con la reflexión y la significación
les, y no hablemos de la sociedad civil, por de todo lo ocurrido. En eso, los ámbitos uni-
supuesto, necesitan de esa participación de versitarios, como los otros aspectos de los
legitimación que tiene el mundo universi- derechos económicos, sociales y cultura-
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Derechos humanos y universidades
les, deben cumplir un rol importantísimo. No partida para cualquier modelo o tratamiento
demandamos lo que nosotros no estamos político? Por último, quería señalar que tra-
dispuestos a hacer. En estos días, en este bajar en esos aspectos teóricos es también
mes o tal vez el mes siguiente, la Secretaría una contribución que nosotros estamos
de Derechos Humanos va a lanzar el centro haciendo a la difusión internacional de los
Enrique Marí de estudios de filosofía, epis- principios de derechos humanos.
temología y semiótica en derechos huma- Nuestro país ha trabajado mucho en es-
nos. Como también tenemos trabajando el tos ocho años, pero todavía debemos apor-
Centro Cultural de la Memoria Haroldo Con- tar mucho más. Creo que también en este
ti o el Centro Ulloa. En este aspecto, la Se- campo es necesario rescatar como principio
cretaría de Derechos Humanos, no importa fundamental el de la dignidad humana y de
los funcionarios que sean quienes deban los principios igualitarios, el respeto al otro.
llevarlo adelante en el futuro, tiene la pers- Yo suelo decir, violentando las definiciones
pectiva de impulsar la creación de la Acade- jurídicas, que somos titulares de los dere-
mia Nacional de Derechos Humanos –cosa chos humanos porque el titular es el otro,
que ya anuncié cuando pusimos en marcha y nosotros somos sujetos en cuanto al otro
el Centro Ulloa– porque creemos que es del otro. Es decir, el respeto al otro hace a la
fundamental no quedarnos simplemente en esencia y fundamentación de los derechos
un normativismo, o en una repetición. Yo, humanos, de una democracia responsa-
a manera de ejercicio teórico, digo: ¿Qué ble. Una sociedad responsabilizada implica
pasaría si mañana las grandes potencias no simplemente que el Estado deba estar
decidieran anular, dejar sin efecto la De- todo el día como gendarme, custodio de los
claración Universal de Derechos Humanos derechos, sino internalizarlos en el propio
y los pactos? ¿Acaso desaparecerían los conjunto de la sociedad, el respeto al otro,
derechos humanos? ¿En dónde quedaría sus derechos, su dignidad, y, en última ins-
esa lucha de largos siglos por llegar al re- tancia, eso es una cultura de los derechos
conocimiento de estos derechos, y plantear humanos.
la dignidad del ser humano como punto de
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La Unión Europea y la Argentina: fomentando
Asumir como
juntosuna
la educación
filosofía a los
en derechos humanos
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Derechos humanos y universidades
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La Unión Europea y la Argentina:Hacia
fomentando
una Red
juntos
Interuniversitaria
la educaciónenenDerechos
derechos Humanos
humanos
1
Vale recordar lo que el presidente Néstor Kirchner dijera en 2003 ante la Asamblea Legislativa: “Vamos a apoyarnos en
la Constitución para construir una nueva legitimidad de las leyes, que vaya más allá de la prepotencia del más fuerte”. La
Constitución Nacional reformada en 1994 establece en su art. 75 inc. 22 que “los tratados y concordatos tienen jerarquía
superior a las leyes. La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de De-
rechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención
sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre
los Derechos del Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional…”.
2
El 29 de junio de 2011, la Secretaría de Derechos Humanos, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Na-
ción, y la Secretaría de Políticas Universitarias, del Ministerio de Educación de la Nación, firmaron un Acta Compromiso
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Derechos humanos y universidades
por la cual aceptan “establecer relaciones de complementación, cooperación y asistencia recíproca para la creación y
desarrollo de una Red Interuniversitaria en Derechos Humanos, compuesta por las áreas del Estado Nacional firmantes
y las Universidades Nacionales, con el objeto de consolidar y fortalecer una cultura de Derechos humanos en el ámbito
académico y en la sociedad”. Asimismo, se comprometen a “promover la constitución de una red interuniversitaria en
derechos humanos y favorecer la creación de un ámbito institucional específico para el intercambio de conocimientos
y prácticas que contribuyan a fortalecer las acciones de promoción y formación en derechos humanos en el sistema
educativo y en la sociedad en general”. Se adjunta en Anexo, pág. 135, el Acta Compromiso.
3
Ignacio Lewkowicz en “Instituciones perplejas” dice: “En las instituciones estatales el pensamiento tendía a ser un lujo,
e incluso un lujo peligroso, capaz de disolver la estructura reproductiva, cerrada pero inconsistente… [hoy] el pensamien-
to es la condición de posibilidad de una organización-institución, caso contrario se vuelve pura dispersión o patología
de excrecencia… según el dialecto ontológico de Badiou… la excrecencia es una exhaustiva reproducción de funciones
que no cumplen función alguna, reproducción perfecta de lo ineficaz… Las organizaciones que llamamos instituciones…
ganan si van donde el pensamiento y no los estatutos las llevan”, 2004.
16
Hacia una Red Interuniversitaria en Derechos Humanos
El filósofo dice que son los “aconteci- sólo cobran sentido cuando adquieren con-
mientos” los que nos permiten evaluar si tenido político. No son los derechos de los
hay –o no– progreso. En su obra El conflicto seres humanos en la naturaleza; son los de-
de las Facultades sostiene que, para com- rechos de los seres humanos en sociedad…
prender si un acontecimiento ha posibilitado Son, por tanto, derechos garantizados en el
o ha favorecido avanzar en el camino hacia mundo político secular y son derechos que
el ejercicio pleno y universal de los dere- requieren la participación activa de quienes
chos fundamentales, es preciso descubrir y los poseen”5.
tomar conciencia acerca de si ese aconte- De este modo, tanto para los/as acadé-
cimiento es un signo “rememorativum, de- micos/as como para los/as decisores de po-
mostrativum, pronosticum” de un progreso líticas públicas, es un imperativo ético, po-
o si, por el contrario, es un signo de regresi- lítico y social en una sociedad democrática
vidad o estancamiento. y en un Estado de Derecho reconocer “la
En la medida en que los acontecimientos dignidad intrínseca y los derechos iguales e
son realizaciones históricas colectivas, con- inalienables de todos los miembros de la fa-
textualizadas y situadas, son también reali- milia humana”6. Al mismo tiempo es impres-
dades concretas, diversas y complejas. Por cindible, para lograr formas de vida más hu-
ello, aquellos sistemas de ideas o modelos manas, educarnos en una cultura de la me-
políticos que pretenden distorsionarlos me- moria puesto que es el recuerdo histórico de
diante simplificaciones moralizadoras, me- las víctimas la más nítida evidencia de que
sianismos deterministas o reduccionismos “el desconocimiento y el menosprecio de
tecnocráticos no sólo funcionan como ma- los derechos humanos [son las causas que]
quinarias productoras de inconsistente ve- han originado actos de barbarie ultrajantes
rosimilitud sino, fundamentalmente, como para la conciencia de la humanidad”7.
rígidos mecanismos de coerción social, fun- Finalmente, para impedir que lo anterior
cionales a toda forma de poder autoritario4. sea contaminado por un vagabundeo incier-
Tenemos la convicción de que lo que to de buenas intenciones o naufrague entre
distingue al pensamiento crítico del conoci- los pliegues de un vanguardismo tecnocrá-
miento explicador es equivalente a aquello tico, imaginamos que esta Red Interuniver-
que marca la diferencia entre una acción sitaria en Derechos Humanos se constitu-
orientada a promover, garantizar y proteger ya en una usina generadora de ideas que,
los derechos humanos y el normativismo en coincidencia con la decisión política de
abstracto de los derechos humanos. la Presidenta y una voluntad social mayo-
La divisoria de aguas, haciendo nuestro ritaria, tengan la capacidad de contribuir
el punto de vista de Lynn Hunt, consiste en a legitimar la “pretensión de evidencia”
comprender que “los derechos humanos de los derechos humanos en todos los
4
Tal como afirma Foucault en su obra Saber y verdad: “nada es más inconsistente que un régimen político indiferente a
la verdad; pero nada es más peligroso que un régimen político que pretende imponer la verdad… Respetarla en su com-
plejidad es una obligación de la que no puede zafarse ningún poder, salvo imponiendo el silencio de la servidumbre”.
5
Hunt, Lynn, La invención de los derechos humanos, 2007.
6
Es decir, tomar conciencia (no sólo conocimiento) de aquello que enuncia en su primer párrafo el Preámbulo de la De-
claración Universal de Derechos Humanos (1948): “Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen
por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de
la familia humana”.
7
Tanto en el quehacer académico como en la acción política, es inexcusable “habitar la memoria” como dimensión del
presente y condición de posibilidad de un futuro más justo, libre e igualitario, pues tal como dice en su segundo párrafo
el Preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Considerando que el desconocimiento y el menos-
precio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad … se
ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos
[vivan] liberados del temor y la miseria…”.
17
Derechos humanos y universidades
ámbitos de nuestra sociedad; sean capaces importa aprovechar las diversidades sin
de acompañar los procesos de expansión anularlas… La Argentina contemporánea
de las luchas democráticas por la igualdad se deberá reconocer y refundar en la inte-
y la libertad a un número progresivamente gración de equipos y grupos orgánicos con
creciente de relaciones sociales, y multipli- capacidad para la convocatoria transversal
quen las condiciones materiales y simbó- en el respeto por la diversidad y el cumpli-
licas de “concebibilidad” de los derechos miento de objetivos comunes…”.
humanos8, para lograr el efectivo recono- Ello nos exige impedir ser arrastrados por
cimiento de que todas las personas tienen la apatía de las rutinas y nos convoca a ser
derecho a tener derechos, “…sin distinción activistas del complejo equilibrio entre la ne-
alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, cesidad de no responder a los desafíos del
opinión política o de cualquier otra índole, presente con soluciones del pasado y la pru-
origen nacional o social, posición económi- dencia de no renunciar a todo lo logrado.
ca, nacimiento o cualquier otra condición”9. Además nos incita a deconstruir crítica-
Desde esta perspectiva, el diseño, im- mente el “modelo agregativo de la demo-
plementación, seguimiento y evaluación de cracia neoliberal posmoderna” que se ca-
políticas integrales y transversales de dere- racteriza por adicionar y yuxtaponer las di-
chos humanos, además de impedir violacio- versas identidades –existentes y emergen-
nes, negaciones o infracciones a estos de- tes–, aceptando su inconmensurabilidad y
rechos, exigen promover, cumplir y proteger resignando todo intento de categorización
los derechos fundamentales, lo cual requie- integradora para configurar un corpus signi-
re elaborar leyes aplicables, poner en mar- ficativo que legitime la acción del Estado y
cha procedimientos coherentes y desplegar oriente el contrato social.
prácticas institucionales eficaces que ase- Es necesario tener en cuenta la plurali-
guren a cada vez más sujetos ser titulares dad de voces que una sociedad democráti-
de los mismos, como así también acordar ca abarca. Es inexcusable responder a las
sistemas de monitoreo conformados por in- demandas de una ampliación del campo de
dicadores relevantes de modo que permitan las luchas democráticas y de nuevos su-
evaluar los progresos obtenidos, determinar jetos sociales. Es relevante asumir, como
obstáculos y dificultades, realizar adecua- enfoque institucional y cultura cotidiana,
ciones, incorporar innovaciones y, de esta que la conflictividad y las diferencias de in-
manera, mejorar los resultados. tereses no son escollos para construir una
El presidente Néstor Kirchner, en su pri- democracia de derechos humanos sino, por
mer mensaje ante la Asamblea Legislativa el contrario, son las diversas identidades y
(2003), explicitó esta visión estratégica al demandas las que pueden confluir en un
decir: “… Cambio es el nombre del futu- proyecto común, en el que no se produz-
ro… Concluye en la Argentina una forma ca negación alguna de la complejidad sino
de hacer política y un modo de gestionar el una intermediación positiva que ponga en
Estado... En esta nueva lógica que no sólo evidencia que las discriminaciones e injusti-
es funcional sino también conceptual, la cias que afectan a unos y otras, no son sino
gestión se construye día a día en el trabajo condiciones estructurales de modelos eco-
diario, en la acción cotidiana que nos permi- nómicos, sociales y culturales que discrimi-
tirá ir mensurando los niveles de avance… nan, desigualan y excluyen.
Se trata de cambiar, no de destruir, se trata Por tanto, “la política de las identida-
de sumar cambios, no de dividir. Cambiar des” no supone dejar de lado la lucha por la
8
Las categorías “pretensión de evidencia” y “concebibilidad” son desarrolladas con claridad y precisión por la historiado-
ra Lynn Hunt en el ya citado libro La invención de los derechos humanos, 2007.
9
Cf. Art. 1 y art. 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948.
18
Hacia una Red Interuniversitaria en Derechos Humanos
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Derechos humanos y universidades
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Hacia una Red Interuniversitaria en Derechos Humanos
Políticas públicas
y universidad
Derechos humanos y universidades
Jorge Taiana
Director general
del Centro Internacional de Estudios Políticos
de la Universidad Nacional de San Martín.
Fue canciller de la República Argentina
entre 2005 y 2010
*
Este artículo fue expuesto en la Jornada Nacional sobre Derechos Humanos y Universidad, Ciudad Autónoma de Bue-
nos Aires, 28 de junio de 2011.
22
Educación en derechos humanos y política exterior
do esfuerzos entre distintos países que han lugar, posibilita las gestiones bilaterales y
permitido evitar alternativas que hubieran multilaterales necesarias para la ejecución
posibilitado el debilitamiento de la vigencia de las acciones legales y judiciales ten-
del conjunto de los derechos humanos. dientes a combatir la impunidad y garan-
Entre los derechos que han merecido es- tizar la vigencia efectiva de los derechos
pecial atención en el marco de las líneas de fundamentales.
política exterior de la Argentina, se destaca Con el retorno a la democracia en el año
el derecho a la educación y la importancia de 1983, la Argentina comenzó a sumarse a los
la promoción de la educación en materia de Estados de la comunidad internacional com-
derechos humanos. A continuación, se hace prometidos con la ratificación de tratados
referencia a las principales líneas de política internacionales que reconocen los derechos
exterior de los últimos años en materia de de la persona humana y a la vez establecen
derechos humanos y luego se analizan va- mecanismos de supervisión internacional.
rias iniciativas y acciones relacionadas con el Pero fue a partir del año 20031 que la Argen-
reconocimiento de la importancia de la edu- tina articuló y llevó a la práctica una política
cación en materia de derechos humanos. exterior en la cual la defensa de los derechos
humanos se convirtió en un elemento central
de esa política y en una característica distin-
I. Líneas de política exterior
tiva del accionar externo argentino.
argentina en materia El primer paso en esta dirección fue la
de derechos humanos derogación del decreto adoptado en di-
ciembre de 2001 por el gobierno de De la
La política exterior es una herramienta Rúa, que establecía el rechazo in limine de
significativa en la promoción y protección las solicitudes de extradición de personas
de los derechos humanos. En primer térmi- acusadas por la comisión de graves viola-
no afianza la idea de la defensa de los de- ciones a los derechos humanos. Este de-
rechos humanos como parte de la identidad creto buscaba garantizar la impunidad im-
nacional ante la comunidad internacional. pidiendo cualquier debate judicial sobre el
La política exterior de un país exige que juzgamiento en el exterior de los crímenes
su proyección internacional represente su de la dictadura. Contrariamente, el gobierno
identidad como nación, la cual se constru- de Néstor Kirchner consideró que frente a
ye con su historia, idiosincrasia y valores, una acusación de violación a los derechos
con su organización social, política y eco- humanos correspondía proceder ya fuere al
nómica y, por sobre todas las cosas, con juzgamiento o a la extradición del acusado,
los intereses y las necesidades de todos por lo que hizo efectiva la derogación del
sus habitantes. En segundo término, la po- decreto.
lítica exterior contribuye a la consolidación Consecuentemente, mientras persistie-
de los estándares internacionales, con el ran los impedimentos al juzgamiento de
consecuente impacto en el fortalecimiento estos crímenes en jurisdicción argentina por
de las garantías de protección de los de- efecto de las leyes y decretos de impunidad,
rechos humanos a nivel interno. En tercer los acusados podrían ser extraditados y
1
“La defensa de los derechos humanos ocupa un lugar central en la nueva agenda de la República Argentina. Somos hi-
jos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Y por ello insistimos en apoyar de manera permanente el fortalecimiento
del sistema internacional de protección de los derechos humanos y el juzgamiento y condena de quienes los violen. Todo
ello con la cosmovisión de que el respeto a la persona y su dignidad deviene de principios previos a la formulación del
derecho positivo y reconocen sus orígenes desde el comienzo de la historia de la humanidad. Respeto a la diversidad y
a la pluralidad y combate sin tregua contra la impunidad constituyen principios irrenunciables de nuestro país después
de la tragedia de las últimas décadas”. Discurso del presidente Néstor Kirchner ante la 58ª Asamblea Anual de la ONU,
25 de septiembre de 2003.
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Derechos humanos y universidades
juzgados en el extranjero. Con esta medida causas pendientes ante el sistema regional
se dio un poderoso mensaje de lucha con- o interamericano de protección de derechos
tra la impunidad, lo que sin duda contribuyó humanos. La Corte IDH, por su parte, cele-
al proceso de hacer realidad la declaración bró una sesión especial en la Argentina en
de inconstitucionalidad y de nulidad de estas abril de 2006 a invitación del gobierno na-
normas. Así se despejaron las vías para el cional, lo cual permitió llevar adelante una
juzgamiento de los responsables en la Ar- serie de actividades de promoción y difu-
gentina y la extradición pasó a ser una herra- sión de los derechos humanos con la parti-
mienta supeditada a los procesos locales. cipación de la judicatura y la academia. En
Estas medidas constituyeron un impor- 2009, la CIDH fue invitada a sesionar en la
tante mensaje para los argentinos y para la Argentina con motivo de la conmemoración
comunidad internacional: la Argentina había de los treinta años de su histórica visita in
dejado de lado las excusas y los compromi- loco, de septiembre de 1979, y su informe,
sos y estaba decidida a hacer justicia con que expusieron al mundo entero en forma
relación a los crímenes de la dictadura. contundente las masivas y sistemáticas
Esa primera señal fue acompañada por violaciones a los derechos humanos en la
una política activa respecto de la promoción Argentina de entonces.
y protección de los derechos humanos a ni- En el marco del Mercosur, la Argentina
vel internacional. Dicha política se materia- impulsó la consolidación de una política
lizó mediante el apoyo decidido al respeto que reafirmara la relevancia de los dere-
a la democracia y a los derechos humanos chos humanos en el proceso de integra-
en la comunidad internacional, a través ción regional. El resultado fue la creación
del impulso a iniciativas que fortalecieran en 2010 del Instituto de Políticas Públicas
la promoción y protección de los derechos en Derechos Humanos del Mercosur, con
humanos, desarrollando una participación sede en Buenos Aires, el cual tiene como
plena en los órganos intergubernamentales su primer secretario ejecutivo al jurista ar-
del sistema universal y del sistema regional, gentino Dr. Víctor Abramovich. Este ente
apoyando la designación de expertos argen- tiene como objetivo el fomento del desa-
tinos en los distintos órganos, y a través de rrollo de políticas públicas en materia de
la jerarquización de los temas de derechos derechos humanos. También correspon-
humanos en las relaciones bilaterales. de mencionar el fuerte apoyo argentino
En cuanto al sistema regional, son bien a las acciones adoptadas en el marco
conocidos el apoyo de la Argentina a la labor de la Unión de Naciones Suramericanas
de la Comisión Interamericana de Derechos (Unasur) para el esclarecimiento de viola-
Humanos (CIDH) y la Corte IDH y a la preser- ciones a los derechos humanos. Concreta-
vación de las condiciones necesarias para el mente, la misión especial encabezada por el
ejercicio de sus respectivas funciones en un Dr. Rodolfo Mattarollo para la investigación
marco de independencia e imparcialidad. En de la masacre de Pando, en Bolivia.
relación con las denuncias sobre presuntas En cuanto al sistema universal de pro-
violaciones a los derechos humanos respec- moción y protección de los derechos huma-
to de las cuales le correspondía responder, nos, la Argentina tuvo un rol muy activo y de
la Argentina optó por privilegiar la búsque- liderazgo en el debate que llevó en las Na-
da de soluciones amistosas en los casos en ciones Unidas a la transformación de la an-
los cuales los elementos de juicio disponible tigua Comisión de Derechos Humanos en el
apuntaran a la existencia de fundamentos nuevo Consejo de Derechos Humanos, que
claros para el reclamo. comenzó a sesionar en 2008. De la misma
La CIDH ha visitado la Argentina en for- manera, apoyó la instauración del Examen
ma periódica en el marco del seguimiento a Periódico Universal para todos los países en
estos procesos de solución amistosa y otras materia de derechos humanos y abogó por
24
Educación en derechos humanos y política exterior
25
Derechos humanos y universidades
las instituciones de educación superior e Más allá de los instrumentos y entes que
investigación a fin de que estas formen a operan en el marco universal y regional, du-
una masa crítica de personas cualificadas rante la última década han surgido una se-
que garanticen un auténtico desarrollo de rie de iniciativas que rescatan la importan-
los derechos humanos, la democracia, el cia de la educación y la difusión en materia
desarrollo sostenible y la paz. A ese efec- de derechos humanos.
to, se les recomendó sortear obstáculos El Grupo de Trabajo para la Cooperación
de índole socioeconómica, cultural y polí- Internacional en Educación, Rememoración
tica a fin de garantizar el acceso igualitario e Investigación del Holocausto (ITF por sus
a la educación; adecuar las instituciones siglas en inglés), creado por iniciativa del
educativas a metas sociales estratégicas primer ministro sueco, Göran Persson, en
tales como la producción y la innovación 1998, es una organización internacional in-
tecnológica; e incentivar el intercambio de tegrada por gobiernos y por representantes
conocimientos, la creación de sistemas in- de la sociedad civil conscientes de la nece-
teractivos internacionales, la movilidad de sidad de aprender y difundir las lecciones
profesores y estudiantes y los proyectos del Holocausto como modo de evitar que
de investigación internacionales; y alentar se repitan actos de intolerancia y de dis-
la integración Norte-Sur y Sur-Sur a la luz criminación. El grupo está abierto a todos
de los principios de la cooperación interna- los Estados de la comunidad internacional2.
cional. Los miembros deben adherir a la Declara-
La Argentina se destaca entre los Es- ción del Foro Internacional de Estocolmo
tados que han implementado una política sobre el Holocausto, del año 2000, y deben
clara y sostenida con relación a la educa- comprometerse a implementar políticas y
ción superior en derechos humanos. Desde programas nacionales en apoyo a la edu-
mediados de la década del 80, la temática cación, la rememoración y la investigación
de los derechos humanos aparece reflejada del Holocausto.
en la currícula de las disciplinas vinculadas La Argentina comenzó a participar en
a la formación de los operadores de justicia la ITF en junio de 2002 y se convirtió en
en las universidades nacionales. miembro pleno en 2006. Es el único Esta-
A nivel regional, algunas instituciones do latinoamericano que integra esta orga-
cumplen un rol destacado en el área de la nización, por lo que ha asumido la respon-
promoción de los derechos humanos. En sabilidad de hacer conocer en la región a
particular, el Instituto Interamericano de De- la organización y sus actividades y reco-
rechos Humanos (IIDH) –como institución mendaciones para la incorporación de la
no gubernamental creada por los Estados enseñanza del Holocausto en los planes
de la región en la constelación de entes de educación; la transmisión efectiva de la
asociados al sistema interamericano– lleva memoria de la Shoá a las nuevas genera-
adelante desde hace ya varias décadas un ciones; y el diseño de las alertas sociales
importante mandato en el área de la ense- tempranas que eviten la propagación de
ñanza de los derechos humanos. El IIDH ha ideologías negacionistas del Holocausto y
puesto especial énfasis en la formación de antisemitas. A fin de asegurar la participa-
operadores de justicia y juristas que traba- ción activa en la ITF y una implementación
jan en áreas asociadas a los derechos hu- nacional eficaz de sus iniciativas, en el año
manos en la región. 2006 se estableció un consejo consultivo
2
“La ITF actualmente cuenta con veintisiete Estados miembros: Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Canadá, Croacia,
Dinamarca, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Estonia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Israel, Italia, Letonia,
Lituania, Luxemburgo, Noruega, Polonia, el Reino Unido, República Checa, Rumania, Suecia y Suiza. El profesor Ye-
huda Bauer, exdirector del Instituto de Investigación de Yad Vashem, es el presidente honorario de la ITF.
26
Educación en derechos humanos y política exterior
3
AMIA, DAIA, Fundación Museo del Holocausto, Sherit Hapleitá, Nuevos Derechos del Hombre, Centro Simon Wiesenthal,
B´nai B´rith Argentina, Confraternidad Argentina Judeo Cristiana, Consejo Superior de Educación Católica (Consudec) y
Junta Coordinadora de Asociaciones de la Enseñanza Privada (Coordiep).
27
Derechos humanos y universidades
28
Universidad
Educación yenderechos
derechoshumanos:
humanosampliar
y política
la agenda
exterior
*
Este artículo fue expuesto en la Jornada Nacional sobre Derechos Humanos y Universidad, Ciudad Autónoma de Bue-
nos Aires, 28 de junio de 2011.
29
Derechos humanos y universidades
a dónde ir, sino que establece la competen- damentales. En primer lugar, porque como
cia como modalidad de relación social, en nunca antes, para estar incluido socialmente
la cual hay ganadores y perdedores y no se hay que estar educado, mientras que en el
define un sentido claro. En este contexto, pasado había formas de inclusión social que
la educación comenzó a girar alrededor de no requerían de la posesión de altos nive-
discusiones sobre procedimientos como si les educativos. Esto no es así, hoy en día, ni
estos fueran fines en sí mismos. Se dis- desde el punto de vista del mercado de tra-
cutió sobre descentralización, autonomía, bajo, ni desde el del desempeño ciudadano.
evaluación, medición de resultados, en- Las competencias que exigen hoy los pues-
tendiendo al procedimiento administrativo tos de trabajo dignos requieren, según todos
como fin a lograr. los estudios al respecto, tener al menos la
Hoy estamos ante la necesidad de cubrir escuela secundaria terminada. Respecto al
ese déficit de sentido a través de propuestas desempeño ciudadano, es necesario adver-
de justicia social que enfrenten las tentativas tir que todos los debates contemporáneos
de carácter fundamentalista autoritario o de son intensivos en el uso de información cien-
individualismo asocial. Si observamos lo que tífica y técnica: un ciudadano del siglo XXI no
está sucediendo a nivel mundial, apreciamos puede tomar decisiones reflexivas, conscien-
que –por un lado– tiene vigencia la tentati- tes, si no está científicamente alfabetizado.
va fundamentalista autoritaria según la cual Los debates sobre medio ambiente, polí-
hay cohesión alrededor de una cosmovisión tica económica, salud, energía, y todos los
única que considera enemigo a todo aquel debates ciudadanos actuales, son debates
que no comparte esa visión. Por el otro, que exigen estar alfabetizados científica-
particularmente en el contexto cultural del mente. Por eso, hoy alfabetización científica
nuevo capitalismo, vemos que tienen lugar es sinónimo de formación ciudadana. Asi-
fenómenos característicos de lo que Alain mismo, como nunca antes, el destino perso-
Touraine denominó “individualismo asocial”, nal está asociado a la trayectoria educativa.
el cual promueve sentidos puramente indi- A pesar de que una buena trayectoria educa-
viduales que rompen la cohesión y el com- tiva no garantiza el acceso a buenos puestos
promiso con los semejantes. Entre estos dos de trabajo, una persona sin educación tiene
modelos se plantea la necesidad de cubrir el garantizada la exclusión social.
déficit de sentido a partir de la centralidad de El papel central de la educación en las
la justicia social como elemento fundamental políticas destinadas a construir sociedades
para orientar el comportamiento de los dis- más justas significa que no podemos seguir
tintos actores sociales. pensando a la educación como una políti-
La definición del sentido de la acción so- ca sectorial, sino que debemos entenderla
cial no es una operación científico-técnica como una variable clave, prioritaria, funda-
sino ético-política. Implica definir hacia dón- mental, en los procesos de construcción de
de queremos ir, lo cual enfrenta hoy desafíos mayores niveles de justicia social. Es en
nuevos y complejos. En el nuevo capitalismo, este marco donde resulta posible y necesa-
el futuro se asocia con incertidumbre, riesgo, rio analizar el papel de la universidad. Al res-
amenaza de alguna catástrofe de tipo so- pecto, creo que es necesario distinguir, por
cial, económico o ambiental. Esta amenaza lo menos, dos dimensiones del problema:
de catástrofe está directamente vinculada al una, la más estructural, se refiere a la polí-
carácter insostenible que tiene el desarrollo tica educativa desde el punto de vista de la
social con altos niveles de injusticia social. cobertura, del acceso a la educación, de la
Es importante insistir en la centralidad permanencia y del egreso. En este sentido,
de la educación dentro del proceso de cons- el desafío fundamental que enfrentan estas
trucción de sociedades más justas. Esta políticas es romper el fuerte determinismo
centralidad se explica por dos motivos fun- social de los resultados de aprendizaje. Si
30
Universidad y derechos humanos: ampliar la agenda
31
Derechos humanos y universidades
32
Universidad y derechos humanos: ampliar la agenda
33
Derechos humanos y universidades
Alejandro Grimson
Doctor en Antropología, investigador del Conicet
y decano del Instituto de Altos Estudios Sociales
de la Universidad Nacional de San Martín
La pregunta acerca de cómo construir cindibles para vivir en una sociedad justa,
una cultura de derechos humanos en y democrática y crecientemente igualitaria.
desde las universidades públicas constitu- ¿Cómo se construye una cultura? Sabe-
ye un nuevo paso en un debate de amplio mos que la cultura no se hereda genética-
alcance. Conviene establecer algunas pre- mente, sino que es un proceso histórico de
guntas. configuración. Una cultura, necesariamen-
¿Qué es una cultura? Más allá de las te, está atravesada por heterogeneidad de
controversias teóricas que puedan desarro- clase, género, generación y etnicidad. Por
llarse sobre un concepto con extenso linaje, ello mismo, las configuraciones culturales
en esta formulación específica correspon- son articulaciones conflictivas atravesadas
de entender la cultura, en un sentido an- por el poder. Para construir nuevos senti-
tropológico, como creencias y valores que dos comunes o para lograr que sentidos
conforman un sentido común, y como un subalternos devengan hegemónicos es ne-
conjunto de prácticas más o menos institu- cesario desplegar políticas institucionales
cionalizadas. sostenidas en el tiempo. Evidentemente, la
¿A qué nos referimos con derechos hu- educación formal cumple un papel crucial,
manos? Simultáneamente, aludimos a la di- pero también la circulación informal de sím-
mensión clave de nuestro país en términos bolos, relatos, rituales e imágenes. Discutir
de memoria, verdad y justicia, como a la el pasado es obviamente revisar las ideas
necesidad de una ampliación sostenida de que tenemos acerca del futuro, y multiplicar
los derechos sociales y culturales impres- los ámbitos donde esas conversaciones se
*
Este artículo fue expuesto en la Jornada Nacional sobre Derechos Humanos y Universidad, Ciudad Autónoma de Bue-
nos Aires, 28 de junio de 2011.
34
Las universidades públicas y la construcción de una cultura de los derechos humanos
desplieguen es la vía para que sedimenten universo político tiene una visión comparti-
prácticas y políticas. da sobre los derechos humanos, lo cierto
¿Quiénes intervienen en el proceso de es que más que atacar la visión ideológica
construcción cultural? Hay una diversidad implicada, se producen intervenciones de
de actores que van desde el Estado hasta otro tipo, que intentan erosionar figuras o
la sociedad, pasando por la densidad de las instituciones emblemáticas.
organizaciones sociales y las diferentes ins- Esto plantea un problema, en la medi-
tituciones. El punto de partida debería ser da en que a muchos argentinos podría pa-
que los derechos humanos, como valor y recerles que hay un amplio acuerdo sobre
como práctica efectiva, sitúan a la Argenti- derechos humanos, pero mientras que na-
na en un lugar específico en el contexto in- die se opone abiertamente a ellos, se inten-
ternacional, por el anudamiento, trabajoso y ta vaciarlos de contenido. Entonces, tam-
doloroso, entre las creencias sociales y los bién, debemos asumirlo, se despliega una
hechos políticos y jurídicos. Nunca podría disputa acerca de la significación del térmi-
entenderse que el proceso de ampliación de no “derechos humanos”. Cuando se trata
los derechos o de conformación de esa cul- de articular memoria, verdad y justicia con
tura haya culminado. Necesariamente, es y derechos económicos, sociales y culturales,
será un proceso abierto, conflictivo, nunca tenemos que entenderlo como un modo en
clausurado. Alcanza con observar cómo, que hoy es posible consolidar ese sentido
en un contexto de amplio consenso social democrático e igualitario que los derechos
acerca de estos derechos, tanto en relación humanos tienen.
al pasado como al presente, continúan or- ¿Cómo se compatibiliza construir una
questándose campañas que buscan desle- cultura con la idea de diversidad cultural?
gitimar a figuras emblemáticas y a símbolos Evidentemente, el derecho a la diferencia
decisivos de los derechos humanos. Estas cultural es crucial, junto al derecho a la igual-
campañas no deben comprenderse como dad. El problema es que cuando a fines del
meras anécdotas, sino como la forma es- siglo XVIII se proclamó en la Independencia
pecífica en que, en el contexto actual, se de los Estados Unidos que “todos los hom-
despliega la disputa por una cultura de los bres nacen iguales”, quedaban por delante
derechos humanos, a veces de manera décadas de esclavitud. Con lo cual la decla-
profundamente reñida con una ética básica. ración no incluía a los afrodescendientes y,
Es sencillo reponer cómo el delito de una por supuesto, tampoco a las mujeres.
persona, un error político, un descuido per- En el siglo XXI, el dilema no debería for-
sonal o simplemente un invento pretenden mularse en términos de una “conservación
utilizarse para confundir lo público con lo de la diversidad”, ya que la idea de preser-
privado, a las personas con los símbolos. vación corre el riesgo de mantener vigentes
Con lo cual, evidentemente, también los no sólo las diferencias de cosmovisiones,
medios de comunicación tienen roles muy sino también las profundas desigualdades
relevantes en la construcción o deconstruc- sociales asociadas a las categorizaciones
ción de una cultura y un sentido común. sociales. En lugar del modelo aparentemen-
Es necesario conceptualizar adecuada- te plural, pero fuertemente segregador del
mente este proceso cultural. Sucede que multiculturalismo, necesitamos rastrear en
cuando un sentido común favorable a los la historia y en el presente otras opciones.
derechos humanos tiende a expandirse y Comprender que en la Argentina y otras
a instituirse, los miembros de la sociedad zonas de América Latina no prevalecieron
que no comparten esos valores y creencias las separaciones étnicas traducidas en ba-
perciben grandes dificultades para decirlo rrios de esta u otra nacionalidad. Prevale-
de manera abierta. Aunque podamos pen- ció el espacio de diálogo y conflicto de la
sar, basándonos en hechos, que no todo el vida en común del conventillo. El espacio
35
Derechos humanos y universidades
de interacción, que podía implicar estigmas, nes participaron en ella. Si toda abuela tie-
pero también creatividad. ne derecho a saber si un joven es o no es
Así, la interculturalidad abre un horizon- hijo de su hija, también se afectan otros pri-
te donde la heterogeneidad es recuperada, vilegios. Análogamente, si todos los argen-
pero desde una perspectiva que mitiga las tinos tienen derecho a una vivienda digna,
desigualdades entre los diferentes. Desde eso no será posible sin afectar en alguna
una visión que no le teme al conflicto, pero medida los patrimonios y las ganancias es-
insiste en el rol del Estado para regularlo y pecialmente abultadas.
mantenerlo dentro de marcos que eviten la Una sociedad que es intolerante con las
discriminación y la violencia. Una sociedad desigualdades extremas necesita proteger
que garantiza los derechos a la diferencia y promover los derechos económicos, so-
establece bases indiscutibles, como el de- ciales y culturales. Eso requiere, qué duda
recho a la vida, a no ser esclavizado, a que cabe, mejorar las leyes, la aplicación de las
no puedan afectarse los cuerpos, etc. leyes, las instituciones públicas. A la vez,
En esa dirección, el desafío es cons- necesitamos consolidar un sentido común
truir un sentido común intolerante a toda y una cultura para que todas y todos los
violación de los derechos humanos. Una habitantes del país se apropien de esos re-
sociedad intolerante con esas violaciones cursos.
permitirá desplegar una fuerte ampliación Las universidades públicas, evidente-
de derechos. mente, tienen un papel clave para cumplir
No se trata, claro está, de armonía y pleno en la construcción de ese horizonte. Cuan-
acuerdo. En algunas ocasiones, que todos y do un país desea un fuerte desarrollo eco-
todas tengan los mismos derechos no afec- nómico en el siglo XXI realiza una apuesta
ta a ninguna otra persona. Evidentemente, fuerte, pública, a las producciones con valor
quienes se oponían al matrimonio igualitario agregado. En ese proceso, la producción
no veían afectado ni su patrimonio, ni su li- de conocimientos científicos y tecnológi-
bertad, ni su derecho a transitar, por el sim- cos cumple un papel decisivo. Cuando un
ple hecho de que cualquier persona pueda país, además, desea un desarrollo social
casarse con cualquier otra persona, sea va- y humano, necesita producir conocimiento
rón o mujer. En realidad, ellos consideraban sobre la propia sociedad, sobre su hetero-
que un acto privado debía ser regulado por geneidad cultural, su diversidad territorial,
el Estado, algo contra lo cual se forjó la tradi- sus organizaciones, sus instituciones. Ese
ción liberal anticonservadora. conocimiento social y cultural es un valor
Sin embargo, otros derechos implican agregado, tanto para las políticas públicas
necesariamente que terminen ciertos privi- como para las organizaciones sociales que
legios. Por ejemplo, si todo ciudadano tiene procuren fortalecer una cultura de los dere-
absoluto derecho a saber la verdad sobre la chos humanos.
represión, caen ciertos privilegios de quie-
36
Las universidades
Criterios parapúblicas
plantear ylalaagenda
construcción
de la relación
de una cultura
universidad
de los
y derechos humanos
Carlos Cullen
Filósofo.
Profesor en la Facultad de Filosofía y Letras
de la Universidad de Buenos Aires
*
Este artículo fue expuesto en la Jornada Regional sobre Derechos Humanos y Universidad, Pilar, provincia de Buenos
Aires, 12 de agosto de 2010.
1
Cfr. Lévinas, Emmanuel, De otro modo que ser o más allá de la esencia. Sígueme, Salamanca, 1997.
37
Derechos humanos y universidades
¿qué sentido tiene que hablemos de que ciones es muy fuerte y somos, en este sen-
somos responsables si estamos cerrados a tido, particularmente responsables.
que alguien nos interpele? Y quien interpela Con estos presupuestos mi idea es plan-
es el otro en cuanto otro, que no podemos tear lo que llamaría obstáculos funcionales,
reducirlo a nosotros, ni a nuestras imáge- si me permiten el neologismo, para enten-
nes, ni a nuestros estereotipos, ni a nues- der esta relación de la agenda de derechos
tros prejuicios. Por eso Lévinas dice muy humanos con la universidad. No estoy ha-
bien “el rostro del otro nos interpela”, y así blando –aunque también están en juego–
define a la justicia. Esto lo quiero dejar como de obstáculos epistemológicos2, esa gran
contexto básico de mi reflexión, porque me expresión que acuñó Gastón Bachelard, ni
parece un tema clave. tampoco una expresión que yo vengo usan-
Hago también dos aclaraciones previas. do hace bastante, obstáculos éticos3 para
Hablamos de la relación de la agenda de la investigación, sino estrictamente de obs-
los derechos humanos y la universidad. táculos que generan y determinan en el sis-
Agenda, en buen latín, es un gerundivo, tema estructuras y dinámicas de gobierno
cuya traducción exacta en castellano es universitario, reglas y prácticas en la vida
“lo que debe ser actuado”, y no meramente académica, que podrían llegar a alejarse del
declarado. Más allá de que se use el tema sentido instituyente profundo de la universi-
de “agenda” para muchas cosas, el senti- dad y que las conservamos, simplemente,
do profundo de una agenda quiere decir lo por inercia y muchas veces como un me-
que debemos actuar, y no meramente de- canismo de defensa. Yo me animo a hablar
clarar. Creo que hablando de los derechos así por cuarenta años de trabajo universita-
humanos éste es un tema central. Es impor- rio y amando la universidad, que ha sido mi
tantísimo que declaremos y que sigamos casa siempre –menos en algún momento
avanzando en las declaraciones, pero ob- de nuestra historia, como tantos otros–. Me
viamente, como suele pasar en general con refiero a la universidad pública.
todo tema del derecho, en última instancia Me animo a proponerles tres grandes
es su vigencia lo que importa. Y eso tiene obstáculos. Uno, el que podemos llamar
que ver con lo que debemos hacer. el fetichismo de la información. La noción
Una segunda aclaración. Si hablamos de “fetichismo”, como ustedes recordarán,
de la relación de esta agenda –lo que debe es uno de los capítulos brillantes y más
ser hecho en materia de derechos huma- actuales, quizás el que seguramente pode-
nos– y la universidad, quisiera proponer mos seguir llamando actual, de El Capital,
que entendamos la universidad, además de Marx, cuando habla del fetichismo de la
de “vulnerable”, en el sentido expuesto más mercancía4. ¿Qué quiere decir el fetichismo
arriba de “responsable”, también como un de la información? Expresado en forma sen-
sujeto, en última instancia, sociohistórico, y cilla: la confusión del conocimiento con la
no tendamos a verla meramente como una información. Esta confusión es un obstáculo
cosificación institucional. Digo esto porque porque, justamente, disminuye la potencia
es también parte de nuestro debate. Creo de actuar, como diría Spinoza5. Siguiendo a
que la tendencia a des-subjetivar las institu- Spinoza, se tiene potencia de actuar cuan-
2
Cfr. Bachelard, Gastón, La formación del espíritu científico. Siglo XXI, Buenos Aires, 1979.
3
Cfr. Cullen, Carlos, “Los obstáculos éticos en la investigación educativa”. En: Cullen, C., Entrañas éticas de la identidad
docente. La Crujía, Buenos Aires, 2009.
4
Cfr. Marx, Carlos, “El fetichismo de la mercancía”. En: Marx, C., El Capital, Sec. Iª., Cap.1, Nº 4, edición castellana del
Fondo de Cultura Económica en tres tomos, México, 1968.
5
Cfr. Spinoza, Baruch, Ética demostrada según el orden geométrico. Traducción de Vidal Peña, Alianza Editorial, Madrid,
1999, ver especialmente partes IIIª y Vª.
38
Criterios para plantear la agenda de la relación universidad y derechos humanos
39
Derechos humanos y universidades
6
Kusch, Rodolfo, Geocultura del hombre americano. En: Kusch, R., Obras Completas, T.III. Editorial Fundación Ross,
Rosario, 2009.
40
Criterios para plantear la agenda de la relación universidad y derechos humanos
humanos, porque nos pone el desafío de colega, una vez, en una facultad de la UBA,
ser capaces de lograr las universalidades había hecho una estadística de que el tiem-
a partir del diálogo y no meramente de la po que nos lleva hacer esos informes, si lo
imposición de un modelo como lo único empleáramos en investigación, alcanzaría,
posible. Esto es muy fácil de decir, todos lo por lo menos, para escribir medio artículo
sabemos, pero en la realidad creo que es bien escrito. Todo esto tiene mucho que ver,
uno de los grandes desafíos. Por eso, creo precisamente, con esto que estoy querien-
que es muy importante el debate que existe do insinuar de los “obstáculos funcionales”.
y que en muchas de las universidades aquí No digo que no tenga un sentido que nos
presentes –me consta– está instalado, en- evalúen los pares, no estoy diciendo eso,
tre lo que es el multiculturalismo y lo que lo que estoy diciendo es cómo terminamos
es la interculturalidad, que no es lo mismo. desde acá obstaculizando lo que queremos
Esto tiene mucho que ver con los derechos precisamente promover. Esto es algo que a
humanos, porque una cosa es que yo tolere quienes nos toca evaluar muchas veces es-
al diferente y otra cosa es que yo aprenda tas cosas lo sentimos profundamente, sobre
del otro. Lo que la historia nos ha enseñado todo porque donde está la peor perversión
es que quienes enarbolaron las banderas es en ligar las evaluaciones al “bolsillo”. Si
más fuertes de la tolerancia fueron, muchas yo evalúo mal un proyecto por su calidad
veces, los más discriminadores. Porque la “académica” sé que le estoy quitando un plus
tolerancia, a la larga, no se sostiene a sí salarial al colega. Es terrible. Lo digo como
misma, porque implica decir: “Yo te respeto, cuestión que nos afecta, lo pongo como un
porque pensás distinto, creés distinto, ejemplo de todo este juego que me parece
actuás distinto, lo cual no me interesa, que obstaculiza. Porque aquí también se
mientras no te metas conmigo”. Si el otro pone en juego un obstáculo, en este caso a
quiere “contarme” su diferencia, le respondo: la igualdad de oportunidades para investigar,
“no me interesa, yo te tolero”. Esa es la y no es poco.
clave, no me interesa, te tolero. Si no me No quiero aludir al otro tema, el ranking
interesa y te tolero, a la larga no te voy a de los subsidios de investigación. Todos los
tolerar más. No quiero poner ejemplos, pero que estamos acá sabemos de esto, lo pue-
todos los que estamos acá sabemos que los do pasar más rápido. Y que lentamente he-
paladines teóricos de la tolerancia, como mos logrado algunos “derechitos”, con per-
fue Inglaterra, como fue Estados Unidos, no dón del diminutivo, porque es un derecho
practicaron precisamente la tolerancia en importantísimo. En efecto, conocer quiénes
montones de situaciones muy concretas. nos van a evaluar y poder recusarlos es
Pero no hablemos de los otros, hablemos de un derecho. Pero qué terrible que es tener
nosotros, que también podemos descubrir que poner un derecho de este tipo, algo
montones de cosas en esta línea. nos está fallando, que yo tenga que supo-
Y todavía un tercer obstáculo. Creo que ner que un académico de primera, que está
estos son obstáculos funcionales, porque se en el banco de evaluadores, sencillamen-
nos han instalado. No quiero llegar a ser tan te porque tiene alguna inquina con uno, o
concreto, pero me encantaría, me estoy sa- alguna diferencia ideológica, me va a eva-
liendo de la vaina, pero nuestro sistema, por luar mal. Perdón que lo diga, estas cosas
ejemplo, de incentivos a la investigación, con son muy concretas, lo sé, pero estamos para
los formularios que tenemos que presentar, ligar concretamente las cosas y debatirlas,
donde tenemos que garantizar que somos no estoy pretendiendo decir otra cosa.
realmente investigadores con tantos papers, Y, finalmente, nombro este tercer obs-
con tantos referatos, no digo que no sea im- táculo. O sea, al fetichismo de la información
portante, pero uno se pregunta: “Investiga- y al transformismo de las competencias les
ción, ¿dónde habitas, en esos papeles?”. Un agrego un tercer obstáculo, quizás el más
41
Derechos humanos y universidades
provocador de todos, que es el corporativis- ese estudiante que está queriendo hacer su
mo academicista. Lo corporativo obstaculi- doctorado o su maestría. Pongo ejemplos
za siempre el sentido público. Si hay algo muy concretos, pero que me parece que nos
que se opone a lo público es el corporativis- pueden ayudar a entender.
mo. Y obstaculiza, en este caso concreto, el Creo que el problema detrás de esto, y
sentido público del saber, por supuesto del también tenemos larga historia sobre esto,
enseñar y de la necesaria inserción en las es que el corporativismo academicista termi-
dinámicas sociales e históricas. “No, no, yo na reduciendo lo público, en el mejor de los
con colegas de mi rango, de mi nivel, discu- casos, a la mera libre circulación de las ideas
to, pero en otros lados no me meto”. Yo no de los doctos. A mí me impresiona mucho
digo que no seamos capaces de distinguir cuando leo ese famosísimo texto de Kant,
niveles de comprensión de cosas, etc., pero que habrán leído aunque no sean de Filo-
si esto sirve para no jugarnos en determina- sofía muchos de ustedes o la gran mayoría,
das situaciones, porque nos refugiamos en ¿Qué es la Ilustración? Esa pregunta que
nuestra corporación, ¿derechos humanos, hizo una revista de Berlín y la mandó a los
dónde están? académicos y contestó Kant: “La Ilustración
Lo grave del corporativismo academi- es la mayoría de edad del hombre porque
cista es que tiende a transformar el cono- piensa por sí mismo y no necesita de tuto-
cimiento en un bien privado. Es muy fuerte res”. Hemos llegado a la mayoría de edad,
decir esto, lo sé, colegas, pero no puedo no mi Dios. ¿Qué quiere decir esto? Si quiere
decirlo. Me pregunto, muchas veces, cuán- decir que podemos pensar libremente está
to nos leemos los unos a los otros en nues- bárbaro. Ahora, a renglón seguido dice: “Hay
tras universidades, por ejemplo. O quizás la un uso público y hay un uso privado de la
pregunta sería más realista si digo: ¿cuánto razón”. “Y el uso público es el que hace el
defendemos mi produccioncita del otro? A docto para el público de los doctos”, es casi
mí me tocó estar en varias universidades de un acto fundacional del corporativismo aca-
este planeta y una de las cosas que me im- demicista. No digo que en su momento eso
pactó en más de una fue ver cómo circulaba no tenga su sentido, como intenta interpretar
la información entre colegas. Nosotros, de Foucault, “en última instancia la Ilustración
golpe, somos capaces de dar hasta el último es una lectura de la actualidad”, de acuerdo,
articulito, todavía en prensa, de un colega todo lo que quieran. Pero hagámonos car-
extranjero, pero no sabemos lo que escribió go de lo que pueda significar hoy esto. Por
el que tengo en el gabinete de al lado. Lo dentro, ¿saben qué puede significar? Que
tomo como cosa sintomática, simplemente. nunca es público lo que meramente se dice,
Y como algo que nos falla en esto, porque se hace. Voy a decirlo mejor: en realidad,
el corporativismo tiende a hacer conductas esta manera de entender lo público, que en
defensivas. Porque detrás está una lucha el fondo es lo privado de una corporación,
por la hegemonía, una lucha por el poder, deja afuera de lo público, por ejemplo, a los
una lucha por los subsidios, una lucha por saberes populares. No estamos acostum-
los becarios. Voy a decirlo en términos muy brados nosotros a empezar nuestras clases
concretos, porque creo que esto atraviesa sobre Filosofía de las Ciencias o Epistemo-
nuestra vida universitaria. No soy tan inge- logía con una frase típica: “el conocimiento
nuo de decir “saquémoslo de encima”, no científico es distinto al conocimiento vulgar
tiene sentido decir esto, pero sí converse- o popular”. No digo que no sea importante la
mos, veamos cómo podemos trabajar, qué ruptura epistemológica, pero cómo la enten-
hacemos frente a esto. Esta sería mi inquie- demos y qué quiere decir esto. ¿No será que
tud. Tengo un cupo de tres becarios, no pue- estamos perdiendo –como dice Agamben en
do pasar de ahí, tengo que elegir, y desde uno de sus últimos libros– la posibilidad de
dónde elijo y qué pasa con el derecho de tener experiencia o que ya la hemos perdido?
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Criterios para plantear la agenda de la relación universidad y derechos humanos
43
Derechos humanos y universidades
Frater, en buen latín, quiere decir hermano tación. Estos son contenidos y son con-
varón. Entonces, ¿el ideal de fraternidad no tenidos teóricos y los contenidos teóricos
estará escondiendo algún problemita de dis- hay que enseñarlos y aprenderlos, inves-
criminación? Necesitamos reformular cosas, tigarlos, discutirlos. No podemos simple-
y esto es pensamiento crítico. Por otro lado, mente decir “yo tengo una actitud confor-
obviamente, promover la discusión en todo me a los derechos humanos”. Sí, perfecto,
lo que ataña a este tema. Detrás de todo pero enséñelos. Esto lo comento porque,
esto, la universidad misma es una institución a veces, hay una tendencia, en distintos
testigo del derecho humano a la educación y niveles educativos, a desdibujar el carác-
éste, me parece, es el contexto operativo de ter de enseñable. ¿Y saben en nombre de
todo tema que planteemos. qué? De algo que estuvo de moda hace un
Por otro lado, y en cualquier programa- tiempito, los contenidos transversales, es
ción que hagamos, respetar la vigencia de decir, que atraviesan todas las disciplinas.
los derechos humanos en la vida institucio- Yo no tengo ninguna duda de que si las
nal y en la práctica cotidiana, para no caer disciplinas las hacemos en serio, si busca-
en lo del viejo refrán: “borramos con el codo mos la verdad, si somos honestos, si aten-
lo que escribimos con la mano”. De qué demos las demandas de los estudiantes, si
sirve que tengamos diez cátedras de dere- somos justos en las evaluaciones, estamos
chos humanos en la universidad si no so- poniendo en juego los derechos humanos.
mos capaces, en nuestra vida institucional y Pero, estimamos colegas, lo que enseñan
cotidiana, de respetar algunos elementales todos no lo enseña nadie. De esto somos
derechos humanos. Esto me parece muy responsables todos, porque todos somos
obvio, pero también hay que decirlo. responsables, estoy de acuerdo en que
Los derechos humanos son enseñables, todos lo somos, pero necesitamos espe-
quiero afirmar fuertemente esto dentro de cificar. Creo que hubo toda una moda de
todo este contexto. Quiero decir, pueden los contenidos transversales que terminó
convertirse en contenidos educativos, lo vaciando de contenidos la escuela, en tér-
digo en un sentido estricto. Y esto me pa- minos generales. Me parece que es bueno
rece que justifica y legitima que hablemos que razonemos frente a esto, porque así
de cátedras de derechos humanos y que como el lleno de información sin conoci-
hablemos, en algún sentido, de un orde- miento está al servicio del pensamiento
namiento disciplinar específico. Esto me único, el vacío de contenidos está también
parece muy importante, sobre todo porque al servicio del pensamiento único. Es evi-
puede haber una tendencia en la educa- dente, si yo ignoro las cosas me pasan,
ción a decir “no, los derechos humanos no éste es el mecanismo simple que tenemos
se trata de enseñarlos, hay que vivirlos”. los humanos desde hace mucho tiempo,
Recién dije algo de eso: sí hay que vivir- desde que bajamos el árbol por lo menos y
los, pero hay que enseñarlos. El tema es empezamos a tener que tantear cómo ha-
la coherencia entre lo que enseñamos y lo cer para sobrevivir. En ese sentido, discu-
que vivimos. Hay que enseñarlos, porque tamos a fondo estas cosas.
hay saberes en juego, hay discusiones que Creo que hay otro riesgo en la enseñan-
hacer, una muy central: si hay fundamen- za de los derechos humanos –así como es
tación o no de los derechos humanos, fun- un riesgo diluirla en nombre de la transversa-
damentación teórica. Por ejemplo, Richard lidad– y es la fragmentación, que también me
Rorty sostiene que no, que es un tema de ir parece un tema central. Este es un riesgo,
disminuyendo la crueldad entre las comu- en general, en nuestros formatos de ense-
nidades humanas. Frente a eso hay toda ñanza, que tienen una tendencia muy fuerte
una discusión acerca de si es posible fun- a la fragmentación, más allá de las tenden-
damentarlos y dónde está esta fundamen- cias epistemológicas que hoy día se abren
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Criterios para plantear la agenda de la relación universidad y derechos humanos
camino, como la del pensamiento complejo, En este sentido, creo que los derechos
como el intento de los enfoques interdisci- humanos son enseñables porque hay una
plinares, etc. Creo que este problema de la historia de construcción de conocimiento
fragmentación y la construcción de relatos sobre los derechos humanos, que es una
unificadores lo diría con estos términos, por- historia que podemos seguir contándola y
que la ventaja de que sean relatos es que volverla a contar. Que hablemos, hoy día,
los podemos volver a contar y que si nos ol- con el genitivo objetivo o subjetivo del dere-
vidamos de algo lo podemos volver a contar, cho a la tierra, y el derecho de la tierra está
o si lo disimulamos o si fuimos ideológicos... hablando de un conocimiento que estamos
Esta es la gran maravilla, que los hombres construyendo. Y esto me parece central. O
podamos narrar y que las identidades de los los derechos de incidencia colectiva, etc. Es
problemas sean narrativas. Es maravilloso, decir, es obvio que hay una construcción, lo
porque si me preguntan quién soy yo, cuento cual no quiere decir que esto se limite a una
una historia; qué es un problema, cuento una especie de impresionismo y que no haya
historia y si al salir de acá me doy cuenta de posibilidad de una fundamentación. El de-
que me olvidé de decirles lo más importante, safío es: “Fundamentemos, pero sabiendo
o que no me animé a decírselo, o que lo di- que lo mismo no es lo igual”. Pasa que algu-
simulé ideológicamente o lo naturalicé, y me nos leen lo mismo no es lo igual, entonces
doy cuenta de eso, lo puedo volver a narrar. perdemos todo sentido de pensamiento, de
Narrar en el sentido de la construcción. Hoy ciencia.
también se habló de la necesidad de cons- Creo que nuestra tarea, con respecto a
truir conocimiento. Y esto me parece cen- esto, es que los derechos humanos sean
tral. Finalmente, lo que quiero decirles sobre enseñables; se puede organizar de diver-
esto de la enseñabilidad es que ni los temas sas maneras esta enseñanza. Los derechos
transversales, llamados así, dejan de ser dis- humanos atraviesan la vida universitaria, y
ciplinares, ni los contenidos disciplinares de- voy a decir lo que creo más justo: creo que
jan de estar atravesados. O sea que quizás de alguna manera son los que dan sentido
lo que tengamos que rever a fondo es quién a nuestra tarea. Trabajar por ellos.
es el sujeto que conoce y ahí quizás empe- En esta dirección, creo que un buen crite-
cemos a sospechar algo de integración fren- rio para construir la agenda de los derechos
te a la fragmentación, porque el sujeto que humanos y la universidad es empezar por
conoce no es sólo el epistémico, es un sujeto remover los obstáculos funcionales que ob-
corporal, personal, social, histórico. Y en ese turan el debate: el fetichismo de la informa-
sentido quizás descubramos que los objetos ción, el transformismo de las competencias
del conocimiento no son solamente, estricta- y el corporativismo academicista. Quizás
mente, desgravitados, sino que están deter- podamos finalmente entender la autonomía
minados por la historia de las comunidades como responsabilidad y saber, entonces,
científicas. Que hay también presencia de que la universidad está expuesta a la inter-
elementos estrictamente sociales y cotidia- pelación del otro, es decir, a la justicia.
nos determinados por las comunidades.
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Derechos humanos y universidades
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Criterios para plantear la agenda de laLa
relación
universidad
universidad
y el derecho
y derechos
a la educación
humanos
La universidad y el derecho
a la educación*
Ana M. C. de Donini
Profesora de Filosofía en la Universidad
de Buenos Aires, magister y doctora
en Educación (California State University).
Directora de la Maestría en Gestión Educativa
de la Universidad Nacional de San Martín
*
Este artículo fue expuesto en la Jornada Regional sobre Derechos Humanos y Universidad, ciudad de Mendoza, 26 de
agosto de 2010.
1
Este texto se apoya en su primera parte, en las ideas desarrolladas en el capítulo “El Derecho a la educación en el
marco de los Bicentenarios” en VVAA (2010), ¿Hacia dónde? Debates, consensos y estrategias para la Argentina Bicen-
tenaria, ICRJ, La Crujía, Buenos Aires.
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Derechos humanos y universidades
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La universidad y el derecho a la educación
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Derechos humanos y universidades
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La universidad y el derecho a la educación
Con respecto a las expectativas de los mentar programas dirigidos a aumentar las
alumnos del nivel secundario, ocho de cada tasas de retención.
diez esperan ingresar al nivel superior: un Algunas investigaciones se centran en
60% aspira a seguir una carrera universitaria, el desfasaje entre las normas, los hábitos
y un 20%, carreras cortas (Kisilevsky, 2002). de estudio y las exigencias de la enseñanza
Sin embargo, estas expectativas se ven media, por una parte, y por otra, las deman-
frustradas por uno de los problemas más das de la universidad (Carlino, 2005). Tam-
graves que enfrentan hoy las universidades: bién se verifica una asociación fuerte entre
la deserción, fundamentalmente a partir del nivel socioeconómico y rendimiento acadé-
primer año de estudios. Solamente un 60% mico. En la transición de la escuela media
se inscribe en segundo año y, por lo tanto, a la universidad se produce un proceso de
al carecer de información acerca del 40% ruptura epistemológica y cultural que debe
restante, se da por supuesto que abandona ser reconocido y acompañado por políticas
sus estudios al finalizar el primer año. institucionales apropiadas a los distintos
En los países latinoamericanos la de- contextos, si se quiere efectivizar el dere-
serción ha comenzado también a crear cho a la educación superior.
serias preocupaciones. Se argumenta que El hecho de que muchos estudiantes
la causa principal debería buscarse en la provenientes de familias de bajos ingresos
falta de integración adecuada a la vida uni- necesiten trabajar, y no cuenten con me-
versitaria. Esta problemática es causante dios suficientes para cubrir los gastos que
de la “exclusión social” de vastas mayorías implican los estudios universitarios, no es
que no pueden mantenerse en el siste- un factor menor respecto al abandono.
ma universitario (Donoso y Schiefelbein, Si bien el número de alumnos secunda-
2007). Sin embargo, la imposibilidad de rios que demandan educación superior es
integrarse a la vida universitaria no es sólo cada vez mayor, los mecanismos de apoyo
económica, por incapacidad de pagarse institucional y la articulación de la universi-
sus estudios, sino que va más allá, e impli- dad con la enseñanza media son muy débi-
ca motivos psicológicos, organizacionales les todavía (Krichesky, 2005).
y sociales. El sistema universitario y cada universi-
Hay pocos estudios en el país referidos a dad en particular deben preocuparse y ocu-
los factores asociados, tanto al acceso como parse desde la investigación, la docencia y la
a la permanencia en la universidad. Sin em- extensión por esta problemática que afecta
bargo, los datos estadísticos disponibles se- a un derecho humano fundamental, ya que
ñalan que los más altos índices de abandono el acceso a la educación superior es un bien
se registran durante el primer año de la carre- público, y no un privilegio de unos pocos.
ra: es fuerte en los primeros meses de cur-
sada, menor en segundo año y mucho más El derecho a la educación
bajo en los años siguientes. Además del con- en derechos humanos
texto socioeconómico, los factores culturales
y sociales de las familias de los ingresantes Así como la efectivización del derecho a
influyen al momento de tomar la decisión de la educación en todos los niveles del sis-
iniciar estudios superiores (Kisilevsky, 2002). tema debiera ser un tema prioritario en la
Algunos estudios afirman que los “pre- agenda de las políticas públicas, también
dictores” del abandono o la continuidad en
debería serlo el derecho a la educación en
los estudios universitarios hay que buscar-
derechos humanos, como ha sido subraya-
los en la trayectoria educativa de los alum-
do por el Instituto Interamericano de Dere-
nos en los últimos años del nivel secunda-
chos Humanos (IIDH). Ana María Rodino
rio. Esta preocupación ha motivado a varias
(2003), nos explicita la fundamentación y
universidades del país a realizar estudios
los alcances de este derecho.
sobre el perfil de sus ingresantes e imple-
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Derechos humanos y universidades
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La universidad y el derecho a la educación
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Derechos humanos y universidades
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La universidad y el derecho a la educación
institución. Esta tendencia hegemónica a la sino desde la complejidad de una ética so-
performatividad y a la heteronomía atenta cial y política aplicada; desde las preguntas
contra la creatividad, la autonomía, el pen- sobre la distribución del poder en demo-
samiento crítico y la potencialidad emanci- cracias que no son sistemas estáticos sino
padora de la universidad en su compromiso dinámicos, condicionados e históricamente
con los derechos humanos. situados; analizando los conflictos, dilemas
La educación tiene un claro sentido ético y las violaciones de derechos desde diver-
y político. En palabras de Perrenoud: sas perspectivas disciplinarias; profundi-
“No podemos disociar tan fácilmente las zando en los valores que subyacen a las
finalidades de la universidad de las compe- normas, indagando su sentido y las alter-
tencias que se requieren de los docentes. nativas para su perfectibilidad y aplicación
No se privilegia la misma figura del profesor a situaciones concretas. Por otra parte, la
según se desee una institución que desarro- formación en derechos humanos no se re-
lla la autonomía o el conformismo, la aper- duce a una asignatura de estudio, sino que
tura al mundo o el nacionalismo, la toleran- debe despertar y promover actitudes com-
cia o el desprecio por las otras culturas, el prometidas que tiendan a la “praxis”, a la
gusto por el riesgo intelectual o la demanda transformación de la realidad.
de certezas, el espíritu de indagación o el Las competencias ciudadanas tienen
dogmatismo, el sentido de la cooperación tres dimensiones: una dimensión cognitiva
o la competencia, la solidaridad o el indivi- –el conocer–; una dimensión afectiva, emo-
dualismo” (Perrenoud, 2001). cional; y una dimensión comportamental –el
saber hacer–. “En la relación de esta tríada
Aproximaciones a una pedagogía de la comprensión, el afecto y la capacidad
de los derechos humanos de actuar descansa la posibilidad de parti-
cipar con eficacia en la construcción de lo
Finalmente, quisiera esbozar unas líneas público con los demás” (Reimers, 2010).
acerca de una pedagogía de los derechos Ana María Rodino (2003) se refiere al
humanos, que no pretenden establecer fór- camino educativo para construir prácticas
mulas prescriptivas para la enseñanza, sino democráticas, desarrollando conocimien-
solamente compartir algunas ideas sobre la tos, valores-actitudes y competencias:
docencia universitaria, en general, y los en- 1. Conciencia y comprensión de la for-
foques metodológicos que son propios de ma en que una sociedad democrática pue-
las ciencias sociales. de y debe funcionar, como sistema legal y
La formación de la ciudadanía tuvo en político y como cultura de convivencia;
la enseñanza tradicional un fuerte acento 2. Internalización de los valores que sus-
normativo, centrado en la historia pasada. tentan la democracia y los derechos huma-
Nunca se llegaban a plantear los problemas nos y formación de actitudes acordes con
del presente. Su enseñanza era, en la ma- ellos, incluyendo el interés, la preocupación
yoría de los casos, la transmisión acrítica y la voluntad de contribuir a su defensa y
y el aprendizaje de leyes y hechos, desde mejoramiento; y
una actitud pasiva y memorista. 3. Competencia en las prácticas nece-
Los tres ejes de una construcción de ciu- sarias para participar de manera plena en
dadanía basada en los derechos humanos una democracia y trabajar eficazmente por
hoy pasan por la ética, la teoría política y mejorarla.
el derecho, pero procurando desarrollar el Las teorías psicológicas, sociales y
pensamiento crítico y el sentido comunita- pedagógicas modernas nos ofrecen muchas
rio. Buscando el cuestionamiento de la rea- orientaciones y criterios para enseñar
lidad actual, no desde principios abstractos en el campo de los derechos. Se trata de
55
Derechos humanos y universidades
criterios y no de recetas; tienen un nivel de dad o maldad de una acción se mide por
generalidad amplio y pueden concretarse el daño que se produce al otro, por el no
de distintas maneras en actividades o reconocimiento del otro. Esto presupone
producciones didácticas concretas. un sentido de solidaridad con los otros y un
La enseñanza en derechos humanos, sentido crítico frente a la sociedad.
sobre todo en el nivel escolar –aunque tam- En este contexto, haciendo referencia a
bién en el universitario– se ha enriquecido la educación política, Siede (2007) habla de
con los aportes de tres corrientes psicológi- dos estructuras básicas para la enseñan-
cas que han orientado criterios y prácticas za: la primera, explicación-aplicación, que
diversas: la teoría psicoanalítica, la teoría consiste en explicar conceptos, normas y
del aprendizaje social y, fundamentalmente, criterios para aplicarlos a situaciones par-
la teoría cognitivo-evolutiva con las contri- ticulares (se mantiene así el control discur-
buciones decisivas de Piaget y Kohlberg. sivo y un sesgo de adoctrinamiento heteró-
Sin negar los aportes de las dos primeras nomo); la segunda, problematización-con-
corrientes, la teoría cognitivo-evolutiva pare- ceptualización, parte de situaciones que se
ciera ser la más fecunda para pensar en la formulan como problemas y a partir de ellos
intervención educativa. Lawrence Kohlberg se delibera sobre criterios, se proponen
(1927-1987), siguiendo la línea de Piaget, conceptos y se presentan normas. Facilita
rescata la visión del crecimiento evolutivo, las preguntas, evidencia las representacio-
y el aprendizaje que requiere la conversión nes existentes, favorece la autonomía. Lo
de estructuras exteriores a interiores en un público es un contenido a enseñar pero el
camino de autonomía creciente. espacio público del aula es un desafío para
Las etapas del sentido moral en esta lí- construir que implica conocimientos pero
nea de pensamiento tienen una íntima re- también emociones y convicciones. Como
lación con el tema de la libertad, y podrían dice Pablo Gentili: “No se puede educar
describirse en cuatro estadios: para la autonomía a través de prácticas
• El estadio de la anomia (premoral): to- heterónomas, no se puede educar para la
davía no existe un sujeto moral propiamen- libertad a partir de prácticas autoritarias, no
te dicho; se puede educar para la democracia a partir
• El estadio de la heteronomía: el indi- de prácticas autocráticas” (Gentili, 2000).
viduo se rige ciegamente por lo que dicen Después de este recorrido por el dere-
los adultos; la motivación básica es evitar el cho a la educación, la presencia de los de-
castigo y conseguir el premio. El punto de rechos humanos en la enseñanza y la vida
referencia ético no es la bondad o maldad universitaria, y algunas aproximaciones pe-
de la acción misma, sino la reacción frente dagógicas, tal vez la pregunta clave acerca
al castigo o el premio; de estas reflexiones sea: ¿en qué medida
• El estadio de la socionomía: coincide son capaces de tornar visibles los mecanis-
con la etapa psicológica del grupo de pa- mos o modelos de exclusión, las violaciones
res. La bondad o maldad de una acción no a los derechos humanos y las alternativas
depende sólo de los adultos, sino también para su ampliación? Y sobre todo ¿en qué
del grupo de amigos. El punto de referencia medida logran romper nuestra indiferencia
ético es la aprobación o desaprobación de y superar nuestra resignación ante lo apa-
sus pares; rentemente “normal” e inexorable? Como
• El estadio de la autonomía: es la etapa decía Paulo Freire en su Pedagogía de la
en que el individuo es capaz de discernir lo esperanza, “precisamos de la esperanza
bueno y lo malo de sus acciones a partir de crítica como el pez necesita del agua”.
unos principios y valores morales. La bon-
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La universidad y el derecho a la educación
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Derechos humanos y universidades
Roberto Follari
Licenciado y doctor en Psicología.
Profesor de Epistemología
en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
de la Universidad Nacional de Cuyo
Es un gusto estar aquí, singularmente jando en esto y, por supuesto, tendrán sus
por aquello que nos convoca. Como algu- experiencias, de modo que esto entrará en
nos de los presentes saben, soy de Men- combinación con muchos otros puntos de
doza, trabajo en la Universidad Nacional vista que ustedes pueden tener ya estruc-
de Cuyo, aunque en más de una ocasión turados.
estoy dando vueltas por otras universida- Algo que quisiera subrayar antes de
des del país. comenzar, y subrayarlo con fuerza, es
Vamos a trabajar en torno a un tex- que aquello que se impone históricamen-
to que hace un tiempo bastante largo me te, aquello que efectivamente se hace,
tocó escribir, que se denomina “Derechos termina siempre naturalizándose; y en-
humanos y universidad: evitar el desen- tonces hay quienes parecen creer que lo
cantamiento”. Lo presenté a un concurso que se ha avanzado en la Argentina en los
sobre derechos humanos y universidad juicios por los atropellos a los derechos
que la rama argentina del Servicio Univer- humanos de la dictadura es algo más o
sitario Mundial hizo acerca del tema en la menos obvio, algo que, vamos a decirlo
Argentina. Lo presenté y resultó premiado. entre comillas, “cualquiera lo hace”. Hay
Es un texto muy breve, donde intento intro- que recordar que nadie lo quiso hacer. Du-
ducir algunos problemas tanto conceptua- rante quince años en la Argentina se había
les sobre la cuestión de derechos huma- archivado ese tema, se había cerrado de
nos, como otros que tienen que ver con la una manera que hay que tener claramente
práctica que se haga en las universidades presente. Era una clausura que pretendía
en torno al tema. Ustedes ya vienen traba- resultar definitiva, y que había pasado ya
*
Este artículo fue expuesto en la Jornada Regional sobre Derechos Humanos y Universidad, ciudad de Mendoza, 27 de
agosto de 2010.
58
Derechos humanos y universidad: recuperar intensidades
por obediencia debida y punto final, y lue- en las universidades está asentado en una
go por los indultos de Menem, trece años condición histórica singular, una condición
antes de la llegada al gobierno de Néstor histórica que no es la de cualquier circuns-
Kirchner. Y, a su vez, es bueno saber –y tancia previa del país, ni la de cualquier
creo que todos lo saben, pero no está de país. Tenemos un impulso previo, una con-
más recordarlo– que a nivel mundial hay dición que nos permite poder impulsar esto
muy pocas experiencias parecidas. Es con una fuerza que viene desde las luchas
decir, en Uruguay hubo dos referéndums de las Madres en la época en que todavía
por los cuales ambos ganaron, en los dos estaba la dictadura, en que salir los jue-
casos por muy pocos votos: un 51 contra ves a dar la vuelta a la plaza era un peligro
49%, más o menos, para que no se revisen –varias de las Madres fueron secuestradas
los atropellos a los derechos humanos, y asesinadas–.
aun en un país con una tradición civil tan Dicho esto, que me parece que es un
grande como es Uruguay. En Chile, todos horizonte que hay que tener en claro –que
saben que hay unos diez, doce o quince no estamos en cualquier país ni en cual-
casos: esos pocos están juzgados, presos quier circunstancia–, en este punto es-
y punto. tamos en una excepcionalidad histórica
Lo que sucede aquí es absolutamente enorme. Si alguno desafía esa afirmación,
excepcional y hay que tomarlo como tal en pido que me cuente en qué otro país ha ha-
una doble vertiente. Sin duda que la condi- bido juicios como éstos. Yo, por lo menos,
ción primera de esto es la organización de no conozco; quizás haya, pero la verdad
la sociedad civil argentina, son los movi- es que, por lo menos en América Latina y
mientos por los derechos humanos –Fami- en los horizontes que conocemos, nunca
liares, Hijos, Abuelas, Madres, luego la Liga ha ocurrido una acción judicial parecida.
Argentina por los Derechos del Hombre, Ni remotamente. Ni siquiera en los países
todos los que han trabajado históricamen- que solemos tomar por muy civilizados, ni
te– que son los primeros actores de este en los aludidos con esa frase tan argentina
proceso, son actores necesarios, aunque y tan patética de “en los países serios no
no suficientes, para que se dé esto. Y si no pasan estas cosas”. Los países serios son
hubiera, a su vez, la decisión gubernativa, menos serios de lo que creemos, y la gen-
como está claro que sucedió en la época te que está informada sabe que en esos
de Menem, de De la Rúa y de Duhalde, el países serios se produjo el nazismo, por
tema no se mueve. De manera tal que me ejemplo. Es decir que los países serios,
parece importante señalar esto para que a menudo así llamados desde la ignoran-
tomemos noción del peso histórico que im- cia, son también lugares en donde no todo
plica y que está siendo ignorado a menudo sucede maravillosamente bien. Es mucho
por la vulgata mediática para la cual, por más difícil tener una casa en Europa que
ejemplo, en la Argentina, cuando se habla en la Argentina. Creo que todo el mundo,
de institucionalidad –que es permanente más o menos, sabe que es así. Sin em-
por parte de cierta oposición– parece que bargo, cada vez que soñamos, en nues-
este tema no tuviera nada que ver con di- tra imaginería aquella, respecto del primer
cha institucionalidad, y cuando se reclama mundo parece que convierte al mismo en
institucionalidad, este tema ¿es un factor el conjunto de los bienes a los cuales uno
importante de institucionalidad o no? Y, a podría aspirar.
pesar de que sin dudas lo es, jamás se alu- Dicho esto, vamos a reiniciar la reflexión
de a la importancia que el juzgamiento por propiamente dicha sobre el tema, en pri-
atropello a los derechos humanos por par- mera instancia, sobre los fundamentos de
te de la dictadura tiene para el país. la cuestión de derechos humanos porque
De modo tal que el hecho de poder im- es importante discutir, desde el punto de
pulsar el trabajo sobre derechos humanos vista conceptual y filosófico, a partir de qué
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Derechos humanos y universidades
posición es que se sostiene, que se sus- conquista sociohistórica, como una condi-
tenta, la idea del valor respecto de los de- ción lograda por la cultura mayoritaria a ni-
rechos humanos. Desde este punto de vis- vel mundial; no necesariamente por todas
ta, casi toda la tradición filosófica occiden- las culturas ni de la misma manera para
tal ha tendido a presentar lo valioso como cada una, pero sí por todo el espacio abar-
lo universalmente válido y lo naturalmente cado desde la cultura occidental. Esa cul-
válido. Esto era, sobre todo, muy claro en tura ha constituido en su práctica la idea de
la filosofía clásica y escolástica, donde que los derechos humanos son derechos
se suponía que la naturaleza humana era imprescriptibles, y son derechos que nos
esencial, invariable, puesta por Dios o, en abarcan a todos. Claro que, dicho de esta
todo caso, por alguna condición causal segunda manera, alguno puede pensar
desconocida, pero que hacía que los seres que se debilita la idea del valor asignable
humanos naturalmente tuviésemos cierta a estos derechos. ¿Es mejor decir que los
dignidad y, por tanto, ciertos derechos que derechos humanos están en la naturaleza
nos serían inherentes. Esta idea es la más humana que decir que han sido conquista-
habitual sobre lo que son los derechos hu- dos históricamente? Solemos creer que sí,
manos, algo así como que están inscriptos pero ello es simplemente por ciertos hábi-
en la naturaleza humana y, en tanto son tos de pensamiento. En los hechos, decir
propios de ésta, tenemos que respetarlos, que se trata de una conquista histórica es
asumirlos y mantenerlos. Y desde el pun- decir que es aquello de lo cual no volve-
to de vista de la discusión pública, de la remos atrás históricamente. Estamos pre-
llegada en la polémica político-ideológica, cisamente ante el logro de siglos y siglos
ésta es una forma fuertemente eficaz de de historia política, de historia social y de
plantear el tema, porque si algo está ins- pensamiento filosófico que se han ido sedi-
cripto en la naturaleza humana, hay que mentando y que en determinado momento
respetarlo per se. Sin embargo, desde una pueden adquirir consistencia y un peso de
concepción teórica, esta posición también decisión para poder afirmar: “Estos dere-
tiene sus problemas, y ya vamos a ver al- chos son universales porque históricamen-
gunas paradojas en cuanto a qué efectos te hemos constituido la idea de que tiene
produce. A su vez, uno podría imaginar, en que ser así”.
un sentido más preciso, que si los derechos Algo que me parece muy importante,
humanos estuvieran inscriptos simplemen- antes de seguir hablando un poco de esta
te en la naturaleza humana, habrían sido cuestión de los fundamentos, es esta no-
advertidos como tales hace muchos siglos, ción de las ideas primeras sobre las cua-
¿me explico? ¿Por qué será que decimos les hay que pensar los derechos humanos,
recién hoy que “los derechos humanos son para dejar muy claro lo problemáticos que
naturales del ser humano”? Esto lo plan- son los hábitos de pensamiento idealistas,
teamos en el siglo XX y en el siglo XXI, cla- en el mal sentido de la palabra, quiero de-
ro. Pero en el siglo XVI no se decía. En el cir, idealistas en tanto ajenos a captar cómo
siglo XII, menos. Y no se incluían ni remo- funciona la realidad. Es decir, los hábitos
tamente los derechos que hoy entendemos idealistas de pensamiento son muy fuer-
que son imprescriptibles. Si uno lo piensa tes, nos constituyen enormemente dentro
así, si uno advierte que históricamente los de esta cultura de la cual formamos parte.
derechos humanos han ido siendo consti- Dicho de otra manera, es muy común que
tuidos, han ido siendo propuestos desde creamos que los buenos fundamentos filo-
las prácticas sociales, desde el avance de sóficos y la claridad de las ideas iniciales
esas prácticas en cuanto a reconocer me- seguramente redundarán en buenas prác-
jores condiciones para los sujetos sociales, ticas sociales acordes a ese pensamiento.
uno debiera asumir que los derechos hu- Algo así como la presunción de que “acorde
manos pueden ser entendidos como una a cuán buenos sean nuestros pensamien-
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Derechos humanos y universidad: recuperar intensidades
tos sobre derechos humanos, será la cali- filósofos imaginan. Me parece importante
dad que tendremos luego para poder hacer insistir en esto, porque entonces el funda-
un trabajo sobre derechos humanos que mento filosófico tiene valor para justificar,
sea suficientemente sólido”. Esto –como pero no tiene por sí mismo la capacidad
muchos de quienes están aquí saben, se- de fundar prácticas. No puede garantizar-
guramente, mejor que yo– no funciona así. se algo como: “bueno, si nosotros tenemos
Quiero insistir en lo siguiente: superar ese una fundamentación inequívoca sobre los
hábito automático de pensar en términos derechos humanos, seguramente eso per-
idealistas es todo un esfuerzo, un esfuerzo mitirá funcionar mejor para defenderlos”.
que tendría que ser constante. Es lo que Quería subrayar eso, que los derechos
algunos llaman vigilancia epistemológica, humanos no dependen de ninguna funda-
la lucha contra algo que permanentemente mentación filosófica dura. Me suele ocurrir
nos hace pensar de cierta manera errónea. que más de un amigo profesor de Filosofía
Hay que pelear contra eso, para entender se ha enojado conmigo –yo no soy profe-
que en realidad el mundo de las prácticas sor de Filosofía, aunque estoy en un área
sociales no es nunca una extensión simple emparentada– cuando yo he dicho que
de las intenciones ni de los pensamientos nadie aprende a ser ético en un curso de
(ni mucho menos de los fundamentos) que ética. Es evidente eso. Un curso de ética
nosotros podamos establecer sobre deter- no tiene nada que ver con aprender a ser
minadas prácticas. La noción de que va- ético, un curso de ética sirve para pensar
mos desde las ideas a las cosas está fuer- argumentaciones en torno a la ética, pero
temente impregnada en nuestros hábitos no para ser más ético. Entonces, los cur-
de pensamiento, mucho más allá de lo que sos, la parte teórica, conceptual, etcétera,
nosotros podemos advertir, de modo que de ninguna manera implican, por lo menos
se nos mete permanentemente en nues- “no necesariamente implican”, una inscrip-
tros supuestos. ción en el universo de las prácticas, y esto
Los pragmatistas estadounidenses, con es muy importante para lo que hablemos
todas las limitaciones que esa tendencia sobre la universidad, porque la universi-
pueda tener como pensamiento crítico, dad es un lugar donde la disociación entre
han hecho aportes en este sentido: hay mundo de las ideas y realidad práctica es
que admitir que esta tradición en que se de las más grandes.
ubicó John Dewey en alguna época, y que Yo he escrito hace un tiempo un libro
Richard Rorty representa como filósofo en que se llama La selva académica, que
la actualidad, es una tendencia muy inte- es expresión del paso por los pasillos
resante en cuanto a pensar que las cosas universitarios y por los conflictos que se
tienen que ser entendidas siempre como viven en el mundo universitario. Uno sabe
cosas que funcionen, a partir de cómo que la disociación entre ideología y práctica,
efectivamente están y en cuanto a cómo la autorrepresentación ideológica en re-
seamos capaces de movilizarlas; mucho lación a lo que efectivamente se hace, es
más que, en cambio, buscar cuáles son enormemente disociada en la universidad.
sus fundamentos más precisos o sus ra- La universidad es el único lugar donde se
zones últimas. Por eso Rorty habla de jus- puede ser de izquierda sin hacer nada y,
tificaciones, no de fundamentaciones. No cuanto menos se hace, más de izquierda se
existen los fundamentos. Fundamentos es. Es bárbaro, porque la pureza platónica
no hay en ninguna parte, es un invento de pensamiento se solaza en la cerrazón
metafísico, él dice. Lo que hay son prác- interna de la coherencia de las ideas. Por lo
ticas, y esas prácticas uno las justifica y tanto, cuanta menos realidad haya, mejor.
tiene que justificarlas argumentativamente, Eso está claro, porque a la coherencia
pero no hay fundamentos duros. Es decir, interna del mundo ideal, obviamente, le
el mundo funciona muy lejos de lo que los repugnan las contradicciones que tiene el
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Derechos humanos y universidades
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Derechos humanos y universidad: recuperar intensidades
la cual uno puede relacionarse con varios un discurso más estrictamente teórico, por
asuntos a la vez, pero con menos con- lo menos, yo creo que no es asumible. Si
centración en cada uno. El estilo de con- estaba inscripto en la naturaleza humana,
centración dura de la atención, propio de ¿por qué no lo vieron los griegos, en lugar
la época moderna, va dando lugar a otro de dedicarse a tener esclavos? O ¿por qué
mucho más disperso, a eso que algunos no lo vieron los sujetos del Medioevo, para
han llamado “mundo light”. Una capacidad impedir que hubiera siervos y hubiera se-
para distraerse, para estar haciendo a me- ñores? En todo caso, ligado a esto, la idea
dias, para estar adentro pero no-adentro. es que los derechos humanos se aprenden
Una especie de condición de borde que es como efecto de testimonios, como com-
mucho menos centrada, mucho menos sis- promiso, como práctica y no como deduc-
temática, mucho menos dura y, también, ción de primeros principios. Esto tiene que
mucho menos autoritaria y rígida que la de ver con lo que dije, respecto a que no se
la época anterior, que la subjetividad que aprende derechos humanos en un curso.
tipificó todo el siglo XX. Los derechos humanos se aprenden y se
Este tema da para todo un seminario, los sostiene en la medida en que testimo-
pero lo traigo a colación para marcar que, nialmente se sea capaz de sostenerlos.
retomando lo que había dicho de los fun- Nada peor que el hecho de que alguien
damentos o no fundamentos, ésta es una advierta que le habla de derechos huma-
época muy poco afecta a la idea de funda- nos aquel que es incapaz de sostenerlos;
mento. No es un tiempo en que –como sí porque lo que se aprende en ese caso es
pasaba claramente en los años 40 y 50– la el ejercicio de la hipocresía. Se aprende la
apelación a ideologías fuertemente siste- hipocresía. Además, eso un niño lo apren-
máticas y, por tanto, a una deducción de de bien, no se necesita casi bagaje pre-
principios primeros hacia consecuencias vio. El doblez lo capta un chico de cuatro
últimas era bastante habitual y era el modo o cinco años, cuando el padre lo reta pero
en que se supone que tenía que funcionar no lo reta. Cuando le dice: “¡Ay, nene!”. El
el pensamiento. Y si bien la mayoría de la chico se da cuenta de que no es un cor-
gente no funcionaba así, se imaginaba que te en serio. Entonces, el chico sigue pro-
había que funcionar así. Se creía que fun- testando, armando lío. Pero cuando va en
cionaba así aunque no lo hiciera. Digamos: serio, también se da cuenta. Es igual a
“yo soy católico, hago así; soy marxista, afirmar que uno aprende rápidamente la
hago así; soy conservador, hago así”. Ha- falsedad. De modo tal que los derechos
bía líneas muy fuertes de deducción desde humanos se aprenden donde hay efectiva-
primeros principios hacia una sistemati- mente prácticas que sean coherentes con
zación de las prácticas. Esto ya no es así su defensa. No se aprende de hablar de
ahora. Eso ha cambiado. Tenemos una eso, como si ello bastara; en absoluto.
condición distinta sobre la cual es necesa- Por eso es que insisto: la filosofía no
rio insistir. El fundamento fuerte no tiene es el lugar principal donde esto se dirime.
el sentido que tenía en otras épocas. Por Porque por más que nosotros filosófica-
eso me parece importante lo que decía- mente hagamos pruebas de mil tipos, los
mos al principio, que podemos pensar que alumnos podrían decir: “Sí, tiene razón,
los derechos humanos son valiosos como profesor”. En el examen nos repiten todo
conquista histórica, y no es imprescindible lo que les digamos y pasamos a otra cosa.
pensar en el fundamento tradicional según Insisto, entonces, en que el tema básico
el cual los derechos humanos son una es- acá no tiene que ver con la fundamentación
pecie de inscripción en la naturaleza huma- histórica, sino con ver cómo inscribimos en
na. Quizás suponer esa inscripción funcio- las universidades las prácticas que tengan
na bien desde el punto de vista del discur- que ver con esta cuestión. Incluso, quiero
so político, pero desde el punto de vista de mostrar un aspecto de esa fundamentación
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Derechos humanos y universidades
dura que sostiene que los derechos huma- tenemos razón. De modo tal que, en todo
nos están inscriptos en la naturaleza hu- caso, podemos discutir con ellos. Hay todo
mana, mostrar que hay una paradoja con el derecho a la argumentación y a la discu-
esa noción. Es decir, aquello que nos hace sión, pero no a la imposición.
pensar que estamos defendiendo mejor los Doy el caso, porque fue muy sona-
derechos humanos –sostener que estos do, de dos grandes filósofos que “metie-
serían universales en tanto inscriptos en ron la pata” en esto. Uno de ellos, Michel
la naturaleza– conlleva un problema que Foucault, nada menos, que apoyó al co-
me parece importante marcar, que es que mienzo al Ayatollah diciendo: “El va con-
la sociedad occidental asume sus propias tra la razón occidental dominante, que es
posiciones como si fueran universales. disciplinaria, hegemónica, represiva”. Pero
Es decir, es universal para nosotros lo el Ayatollah también era bastante represi-
que los occidentales decimos que es uni- vo, por cierto. Entonces, Foucault después
versal, pero eso no lo hace universal en de un tiempo dijo: “Bueno, la verdad que
los hechos. Que usen velos las mujeres is- el Ayatollah no es muy foucaultiano que
lámicas en algunos países a nosotros nos digamos”, una cosa así. Y Habermas, por
puede parecer, y nos parece habitualmen- el otro lado, un racionalista occidentalista
te, una forma de sojuzgamiento, pero así clásico, un afirmador de la razón occiden-
se constituye un problema. ¿Qué hacemos, tal, apoyó la guerra de Estados Unidos en
entonces? ¿Se los quitamos, las obligamos Irak porque, para él, era la guerra por la
a no usarlo? ¿Es razonable, en términos de libertad contra la dictadura. Era la “guerra
derechos humanos, decir: “Ustedes son una contra la barbarie”, tal cual él entendía,
cultura sojuzgada y tienen que dejar de...”? de Saddam Hussein, según las libertades
Eso no suena muy bien. Alguna vez hacían públicas defendidas por Occidente. Fíjen-
manifestaciones en España contra Khomei- se en la ligazón que esto tiene con la idea
ni porque las mujeres feministas pedían occidental por la cual Occidente es el líder
que se quitaran el velo las mujeres en Irán; planetario de los derechos humanos. Si
y es bueno que aquella que quisiera quitár- somos los líderes de los derechos huma-
selo pudiera hacerlo y eso hay que defen- nos, tenemos el derecho de ir a sacar a los
derlo a muerte, pero es bastante distinto a dictadores. Es esto lo que Estados Unidos
decir que se lo tiene que sacar aun la que lo ha hecho permanentemente. Sus aliados
quiere tener. Eso es otra cosa. Nosotros po- dejan de ser aliados, y pasan entonces a
demos entender que el velo implica un so- ser dictadores. Como ocurrió en Panamá,
juzgamiento aunque ellas no se lo quieran por ejemplo. Después van desde Estados
sacar. Pero es distinto decir que entonces, Unidos e invaden Panamá porque hay un
en tanto nosotros asumimos que tenemos dictador en Panamá y, ¿cuál es la justifica-
razón, estamos defendiendo sus derechos ción? “Venimos en nombre de la libertad.
humanos; a pesar de que ellas no lo reco- Acá hay dictadura. Nosotros representa-
nocen, nosotros tendríamos que lograr que mos la libertad”. Si el pensamiento occi-
se lo quitaran. Es complicado. Me parece dental dice: “Somos el paladín de los dere-
que así no va, que si no hay consentimien- chos humanos, y donde no se los defiende
to es difícil que uno pretenda que hay que como nosotros los entendemos, tenemos
defender esos derechos. ¿Qué quiero decir el derecho de intervenir por la fuerza para
con esto? Que frente a otras culturas que que se impongan”, porque son universales
tienen otras nociones –con pretensiones de a pesar de la conciencia de los sujetos,
universalidad propia, que son distintas de la aunque ellos no se den cuenta, esto tiene
occidental– no funciona la idea de univer- un efecto que es: hay derecho a ejercer la
salidad que nosotros sostenemos. Nosotros fuerza en nombre de los derechos huma-
podemos pensar que ellos no tienen razón, nos, siempre y necesariamente. Y, si bien
pero ellos van a pensar que nosotros no puede haber casos extremos en que hay
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Derechos humanos y universidad: recuperar intensidades
derecho a ejercer la fuerza (yo creo que que pensar en relación con esta condición
sí puede haberlo en el caso de una dicta- de relatividad cultural, que no implica de
dura permanente, puede haber el derecho ninguna manera renunciar a su ejercicio
de que una fuerza internacional, no exclu- hasta las últimas consecuencias sino, más
sivamente los Estados Unidos sino una bien, que ese ejercicio sea pensado en rela-
fuerza internacional consensuada, pudiera ción con las dificultades histórico-culturales
intervenir en algún lugar), eso siempre es efectivas que se dan en distintos momen-
discutible y hay que evitar su uso perma- tos y lugares.
nente porque, si no, “Occidente” –que ya Paso entonces a la parte última, que
sabemos quién es, a la hora de las decisio- tiene que ver con qué hacemos en la
nes– se apropia de la capacidad y se arro- universidad. Todo esto ha tenido que ver
ga el derecho de operar sobre otros. ¿Se con algo que se liga a la parte práctica,
entiende lo que he dicho? Cómo la idea de que es tratar de pensar que, si bien el
universalidad de los derechos humanos, tema de los fundamentos tiene efectos
con todo lo que tiene de valiosa y preten- sociales y políticos, en todo caso lo que
didamente natural, puede servir para que, nos importa de los derechos humanos no
en nombre de la sociedad occidental –que es cuán buenos fundamentos tenemos (en
es la que se supone que defiende los dere- la universidad suele ser una costumbre
chos humanos– vayamos e intervengamos pensar en esos términos) sino, más
militarmente en tal lugar porque se merece bien, qué somos capaces de hacer. En
nuestra intervención para restaurar tales qué medida podemos comprometer al
derechos; y por cierto que la cuestión es conjunto de la institución en prácticas de
siempre menos clara que eso. derechos humanos, que es seguramente
Entonces, creo que advertir que los dere- lo que ustedes vienen pensando o que
chos humanos son un logro histórico-cultural han traído ya pensado a partir sus distintas
que no es dado universalmente (por lo me- instituciones. Por un lado, los derechos
nos en los mismos términos y en los mismos humanos tienen diversas generaciones en
momentos para todos los sujetos y cultu- cuanto a su planteamiento, y me parece
ras) nos permite relativizar y poder, siquie- decisivo incluir los derechos sociales
ra, en cada caso, hacer un análisis singular dentro de los derechos humanos, es decir,
de la situación para evitar esta especie de los derechos de tercera generación, de
idea de que Occidente es la maravilla del modo tal que esté claro que la defensa
mundo. Se supone, así, que es sólo en el de los derechos civiles, la defensa de las
capitalismo occidental donde los derechos, libertades públicas, la defensa de la vida,
la naturaleza humana, se expresan en ple- la libertad, la posibilidad de reunión, que
nitud. Porque es ahí donde los derechos son irrenunciables, no sean sólo pensadas
humanos se respetan máximamente y, por en esos términos sino que incluyan
lo tanto, desde allí se tiene el derecho de también los derechos básicos sin que
ejercer la violencia sobre las demás cultu- unos queden subordinados a los otros.
ras que son atrasadas, que no reconocen Alguien que cumpliera con los derechos
la universalidad de los derechos humanos sociales, pero no con los derechos
y son bárbaras. Esa es la concepción do- civiles, evidentemente no está respetando
minante en el capitalismo occidental. Por todos los derechos humanos. Hay que
ello, y dada su evidente falacia, creo que respetarlos a todos. Pero hay mucho –en
hay que tener cuidado con la apariencia nuestro país estamos viviendo esto– de
de que la universalidad está inscripta en confusión en cuanto a limitarse sólo a los
la razón, con la idea de que la razón es derechos civiles, o a creer que se puede
occidental y, por lo tanto, de que los de- conculcar éstos en nombre de los sociales.
rechos humanos universales sirven para Yo vengo del Congreso Internacional de
cualquier caso. Yo creo que esto se tiene Ciencias Políticas hecho en San Juan, y
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Derechos humanos y universidades
la figura más importante del congreso era dadanía política voy a ejercer? Ninguna,
Ernesto Laclau. Este argentino es un obviamente. La única forma de que existan
filósofo de la política con alcance mundial, efectivos derechos políticos, es que existan
vive en Inglaterra desde hace treinta efectivos derechos sociales. Por lo tanto,
años y defiende los regímenes llamados los derechos humanos de generación
populistas. Está defendiendo al actual tercera, que tienen que ver con los sociales,
gobierno argentino. Está defendiendo a Evo son también derechos que hay que poner
Morales, a Correa, a Chávez. ¿De quién los en evidencia, hay que atender y sobre los
defiende? Los defiende de otros sectores cuales hay que hablar.
republicanistas que a menudo argumentan
en términos de libertades públicas o de Sobre la ética y su enseñanza
división de poderes, de procedimientos
institucionales, y pretenden que sus po- Otra cosa que quiero marcar es que
siciones son igual a democracia. A ver si la ética que nos enseñaron a muchos
me explico: las derechas históricas se han cuando éramos chicos era extremadamente
adjudicado el nombre de democráticas, de desagradable, porque era una ética su-
tal modo que se da la extraña paradoja de peryoica. Era una ética kantiana del deber,
que los que fuimos perseguidos por las contra toda realidad. “Usted siempre tiene que
dictaduras somos hoy los supuestamente hacer lo que está bien y se acabó”, aunque
antidemocráticos, y los que estuvieron ello fuese totalmente inaccesible desde las
con la dictadura son los que dicen ser efectivas condiciones en que uno vive. El
demócratas, son los democráticos. Estos bien aparecía como una especie de norma
últimos son los que defienden a las externa a uno, a la cual superyoicamente,
derechas golpistas, el golpe de Estado en en tanto instancia tiránica de la norma
Venezuela fue claro y abierto. Fue un golpe externa al sujeto, siempre se tenía que
de Estado, no fue sólo un intento. Les salió cumplir. Fue Hegel, y obviamente también
mal pero tuvieron su presidente por un día. Marx, el que supo mostrar que hay una
Son golpistas “demócratas”, como eran los inherencia histórica de la norma y, por lo
del 55 en la Argentina. Esa paradoja lleva a tanto, las normas nunca debieran estar
pensar que hay algunos que defienden las por fuera de las singulares condiciones
libertades civiles pero no defienden para históricas de su cumplimiento. Es decir,
nada las libertades sociales, y que oponen para que valga la pena tomar una norma
las libertades civiles a derechos sociales, como válida, tienen que existir condiciones
y que pretenden, ellos dicen, defender las para poder cumplirla. Pero si, en cambio,
libertades civiles. Habrá que ver en qué una norma es tan abstracta que me obliga a
medida son coherentes con eso. Pero, algo que es enormemente difícil de cumplir,
en fin, supongamos por un momento que esa norma no corresponde. Es una norma
habrá algunos que lo son pero, en cambio, que está mal situada. Está deshistorizada,
no son coherentes con los derechos fuera de lugar.
sociales. Entonces, un Estado que sea Creo que algo importante que hay que
capaz de defender derechos humanos es conseguir en el trabajo de las universida-
un Estado capaz de defender derechos des, cuando pensamos en cómo trabajar
civiles y también derechos sociales, derechos humanos, es que no se trata de
porque la democracia es cumplible sólo imponer deberes; eso es no sólo aburrido y
en la medida en que los segundos existen. más bien desagradable, sino que no lleva a
Pues si no hay las condiciones mínimas de ningún lado. Porque la gente a la cual sólo
equidad que permitan ciudadanizarse, no se la obliga o se le ponen las cosas en el
hay la menor posibilidad de ser ciudadano. sitial del deber, difícilmente se entusiasme.
Si yo estoy muerto de hambre, marginado, Hay que poner las cosas en el lugar del de-
estoy fuera de todo, ¿qué clase de ciu- seo. En el lugar de las ganas, de la motiva-
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Derechos humanos y universidad: recuperar intensidades
ción. No en el lugar del puro “deber ser”. Eso está bien y lo que se ha ganado en eso
implica hacer reuniones, actividades, etcé- de ninguna manera hay que renunciarlo.
tera, que sean en sí mismas agradables, Todo lo contrario: hay que afirmarlo, pero
entusiasmantes, participativas. Donde ha- como punto de entrada a algo que hay que
blar y pensar el tema de derechos huma- tender a conseguir donde se pueda, que
nos y cómo ejercerlos no sea solamente un atraviese toda la institución.
hecho de abstinencia ante ciertas exigen- En la Facultad de Ciencias Políticas de
cias externas. Desde ese punto de vista, la Universidad Nacional de Cuyo podría-
voy a decir sólo dos o tres cosas que me mos ir tendiendo a eso. Por supuesto que
parece que se podrían hacer, y que seguro va a existir resistencia, pero podría haber
alguno ya ha pensado antes, aquí. Por su- más presencia curricular de los derechos
puesto, no podría ser válido limitarse a te- humanos de la que hay, estoy seguro que
ner un curso curricular acerca de derechos sí, en la medida en que nos lo planteára-
humanos. No es que ello esté mal, pero mos. Una segunda cosa es que debieran
está lejos de bastar para que la institución existir actividades por fuera de lo curricu-
quede comprometida en relación con los lar, que sean impulsadas por los órganos
derechos humanos. Sin duda, lo que hay de gobierno, acciones permanentes, pelí-
que conseguir es que el tema esté inscrip- culas, charlas, conferencias, lo que fuese,
to en distintos lugares del plan de estudios. en torno de la temática. Es decir, que esto
Tiene que atravesar el plan de estudios. atravesaría la institución. Por supuesto que
Tiene que haber en todos los programas si las autoridades están en contra, estamos
algo que tenga que ver con esto. Si no lo mal para eso. No hay pocos casos en que
hay, evidentemente, “derechos humanos” es así. Pero donde, en cambio, tenemos
puede ser convertido en algo que “se tie- condiciones favorables podemos avanzar,
ne ahí”, una cosa más o menos marginal y creo que en las instituciones de ciencias
a la cual se recurre de vez en cuando, y sociales en la Argentina tales condiciones
que no está inscripta en la institucionalidad mayoritariamente hoy sí son favorables.
permanentemente. Hay que ver cómo se Si esto se hace institucionalmente, las
trabaja para que los planes de estudio in- carreras de ingeniería, por ejemplo, no
cluyan esto. Me decían ahora que se había serían ajenas. Si se hace lo que propon-
discutido si en las ciencias físico-naturales go, que hubiera un buen bombardeo –en el
debía incluirse también. Se puede discutir mejor sentido de la palabra– sobre el tema
pero, por lo menos, en las ciencias socia- desde lo institucional, de manera perma-
les y humanidades es por demás obvio y nente, constante, etcétera, eso también los
evidente que no sería bueno que sólo se afectaría. Además, si está en el plan de es-
centrara en un espacio, sino que hay que tudios, tendrían que cumplimentarlo. Hay
atravesar el plan de estudio. Por supues- que discutir cómo, pero creo que también
to, esto genera cierta resistencia, uno no puede estar en carreras lejanas a la pre-
podría esperar que funcione idealmente. ocupación más directa por lo social.
Lo que yo estoy pensando es a dónde ha- La formación de los docentes en torno a
bría que tender. Qué es lo que idealmen- esto no puede ser una formación tradicio-
te podemos conseguir y, después, cómo nal, limitada a recibir cursos y hacer eva-
se trabaja con los actores para ver lo que luaciones. Tiene que ser con una técnica
concretamente se puede hacer. Me parece de inmersión subjetiva como es el “grupo
bien que haya un curso: no estoy dicien- operativo”. Éste ha sido una propuesta sur-
do que quitemos los cursos de derechos gida de la Argentina para el mundo. Fue un
humanos. Lo que sí quiero decir es que invento nacional de la escuela de Pichon-
eso es insuficiente, y que hay que ir más Rivière, inicialmente, que uno puede repen-
allá. Pero que sea insuficiente no signifi- sarla teóricamente, puede estar de acuerdo
ca que esté mal; por el contrario, claro que o no con sus principios, con la forma en que
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Derechos humanos y universidades
fue interpretada conceptualmente, pero que vo lo he trabajado, he visto gente que viene
en cualquier caso es enormemente intere- de las ciencias básicas, o de la ingeniería,
sante. Quienes la hayan trabajado saben y que no se había hecho nunca ciertas pre-
lo que es el grupo operativo. En el grupo guntas sobre su vida, que pasó por el grupo
operativo no se puede estar callado. Si uno operativo y le cambió la vida. Le cambió la
se queda callado le piden que hable. Y, si cabeza. Personas que dijeron: “Hay todo un
se queda callado, más aún uno se vuelve mundo que yo desconocía”. Ya las ciencias
notorio, pues le interpretan el silencio: “¿Le sociales les abren un cierto mundo a perso-
molesta este tema?, ¿por qué no quiere ha- nas que no las conocían, pero mucho más
blar ante sus compañeros?”. Quiero decir, es cuando las obligan a pensarse y a ad-
el grupo operativo es un trabajo que obli- vertir que son sujetos, y no solamente una
ga a la inclusión de la subjetividad. No hay especie de “robotito” que aprende cosas.
escapatoria a ello, porque tiene base psi- Y para ir finalizando, creo que es muy
coanalítica. Entonces, sirve para pensar un importante la forma en que se organice ins-
tema, pero también para pensar el engan- titucionalmente un programa de derechos
che que cada sujeto tiene con el tema. No humanos. Ver cómo tratar de hacer partici-
es una cuestión temática, solamente. Es un par a la mayor cantidad posible de actores
trabajo sobre la relación de los sujetos con de la institución y a otros relevantes que no
la temática. Por supuesto que el que lo diri- sean de la institución, como agrupaciones
ja tiene que ser psicoanalista o psicólogo, y de derechos humanos, alumnos, gradua-
ser suficientemente serio y competente. De dos, docentes, etcétera. Tener el cuidado
lo contrario, arma un “batifondo” monumen- de que participen la mayor cantidad de
tal, porque allí se destapa una olla que es la actores posibles. Uno sabe que, a veces,
de las subjetividades, y hay que saber vol- la racionalidad organizativa es inversa-
ver a taparla; si no, el resultado es compli- mente proporcional al número de actores
cado. Quiero decir, el coordinador tiene que que intervienen. Es decir, eso sabemos,
ser alguien muy serio. Es un trabajo don- aunque pocas veces se diga. A veces hay
de no hay escapatoria. No es como ir a un gente que sostiene: “Queremos que todo
curso, ponerse en el último lugar, y al final sea participativo”. Sí, claro. Pero si todo es
irse. En el grupo operativo hay que hablar, participativo todo el tiempo y para todas las
hay que exponerse, y si uno dice: “Esto a decisiones, no podemos gestionar cohe-
mí no me gusta, ¿para qué queremos esto rentemente. Sin embargo, es verdad que
de los derechos humanos?”, uno debe dar en un tema como éste –que en sí mismo
razón pública frente a los otros y los demás implica el testimonio– no habría peor testi-
intervienen: “¡Si vos no venís a laburar nun- monio que no abrir democráticamente es-
ca! Con razón sos tan irresponsable para pacio a todos los actores a los que les co-
decir lo que decís”, por ejemplo, podría res- rresponde el tema, y dejarlo cerrado desde
pondérsele; se permiten esas cosas. Y eso una dirección más o menos ajena, porque
es necesario, si es que uno quiere sacar eso sería en sí mismo una contradicción.
el tema de la liviandad con que podemos Estamos hablando de la participación co-
hablar cuando no estamos obligados a dar lectiva de derechos humanos de todos y
razón desde nuestro lugar. Puede haber al- resulta que, en algún caso, lo podríamos
guna técnica parecida. No necesariamente manejar de manera fuertemente restricti-
tiene que ser esa. Pero técnicas que impli- va. Me parece que es un riesgo siempre
quen la subjetividad, desde las cuales no –y que resulta complicado– el trabajo con
haya posibilidad de hacerse el tonto, de ir muchos actores, pero peor sería que éstos
sólo a escuchar y a llenar un papelito eva- quedaran afuera y no quisieran participar,
luativo. Eso no es compromiso con ninguna boicotearan, y todas las cosas que surgen
cosa. Así, no se compromete uno con nada cuando uno no ha sido convocado y no
en la vida. Entonces, esto del grupo operati- se siente partícipe. También la forma de
68
Derechos humanos y universidad: recuperar intensidades
ejercicio del programa tiene que ella mis- rechos humanos, sino a los que se jugaron
ma ser un ejemplo en este sentido. En la en este tema. Lo que se haga tiene que re-
medida en que no lo sea, pierde validez a flejar esto. Tiene que ser capaz de mostrar
los ojos de la gente porque, volviendo a lo efectivamente que de eso se trata. Si no
del principio, el tema de derechos huma- somos capaces de hacer vívida esa premi-
nos es de compromiso, es de testimonio. sa, el tema se trivializa y deja de ser leal a
Uno no respeta a los que hablan sobre de- los fines que busca promover.
69
Derechos humanos y universidades
70
Derechos humanos y universidad: recuperar intensidades
Casos
de estudio
Derechos humanos y universidades
(...) la educación para los derechos humanos, cacional, como las realizadas por la Red
en la perspectiva de la justicia, y exactamente Brasilera de Educación en Derechos Huma-
aquella educación... con vistas a la reinvención
del mundo, a la reinvención del poder nos (RBEDH) y una decena de otras enti-
(Freire, 2001: 99). dades organizadas, aun durante el período
de lucha por las libertades democráticas.
Introducción La propuesta de la RBEDH entendía que
la mejor forma de construir una cultura de
El tema de la educación en derechos hu- derechos humanos es educar en derechos
manos es reciente en la historia brasilera. humanos de modo que cada ser humano
Surgió a lo largo del proceso de redemocra- se reconozca como un sujeto de derechos.
tización, que marcaron los años ochenta, Esta propuesta adquirió dimensión teórica
con la osada propuesta de contribuir para a lo largo de las décadas de 1980-1990, al
la construcción de una cultura dirigida a la punto de ser asumida por el segundo Plan
participación. En este período, la sociedad Nacional de Derechos Humanos de 1996.
civil y los movimientos sociales se reorga- En tanto respondía a propuestas de la so-
nizaban para romper los límites y los pre- ciedad civil y a acuerdos internacionales
juicios oriundos del autoritarismo y de la firmados por el Estado, se transformó en
dictadura cívico-militar que en la educación tema emergente para la educación brasile-
se orientaba por currículos y pedagogías ra y dio como resultado la elaboración de un
utilitaristas y disciplinadoras. Plan Nacional de Educación en Derechos
Este texto trata de una de las propuestas Humanos (PNEDH) en 2003.
que marcaron los debates del campo edu- El texto está organizado en cuatro partes:
*
Texto traducido del portugués al castellano por Natalia Esperante.
72
Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos. La experiencia brasilera
la primera aborda los antecedentes históri- silera como alternativa al cercamiento de las
cos de la constitución del Comité Nacional libertades y al crecimiento de las desigual-
de Educación en Derechos Humanos (CNE- dades sociales producidas por las políticas
DH) y del PNEDH; la segunda trata sobre la autoritarias y concentradoras de riqueza del
participación de la sociedad civil y los límites régimen dictatorial, cuando éste suprimió
para la construcción de políticas públicas en los espacios de participación profundizando
educación en derechos humanos; la tercera el modelo social reproductor de desigualdad
trata de la estructura del PNEDH y desta- y radicalizando el individualismo al punto de
ca las propuestas dirigidas a la educación suprimir los lazos de fraternidad.
superior; y la cuarta parte avala el camino Fue en este cuadro de dolor y desgarra-
recorrido y apunta el avance del proceso de miento de la sociedad brasilera que los de-
implementación del plan nacional. rechos humanos surgieron como posibilidad
de defensa de la vida. No sólo la vida de
Los antecedentes del plan nacional los opositores de la dictadura militar –aun-
que especialmente de estos, en la medida
Aunque algunos de los enunciados en que estaban amenazados por la tortura,
fundamentales de los derechos humanos, por la muerte y por el desaparecimiento de
como el principio de la libertad, ya estuvieron los cuerpos–, sino también de aquellos que,
presentes en las luchas anticolonialistas y desposeídos de los bienes económicos y
antiesclavistas de los siglos XVIII y XIX, y el sociales, habían perdido el derecho de or-
principio de la igualdad estuvo en el centro ganización, de participación, de voz y de
de las reivindicaciones de los movimientos voto. Vale resaltar en ese proceso la lucha y
obreros del siglo XX, estas manifestaciones los Comités por la Amnistía, el movimiento
no eran hechas en nombre de la defensa Tortura Nunca Más y el Movimiento Nacio-
de derechos humanos. Así, el tema y la nal de Derechos Humanos.
cultura de los derechos humanos llegan Sin embargo, los derechos humanos
tardíamente a la sociedad brasilera. no se consolidaron como un pensamiento
Aunque el Estado brasilero haya firmado hegemónico, al contrario, si bien los mo-
la Declaración Universal de Derechos Hu- vimientos sociales se comprometieron con
manos –adoptada por la Asamblea General los principios de los derechos humanos en
de la ONU en 1948– e incluido algunos de defensa de la vida, de la libertad y de la
los derechos proclamados en la Constitu- reconstrucción de la democracia, de otro
ción de 1946, la sociedad no comprendía lado, los grandes medios de radio y televi-
los derechos humanos como un modelo sión sirvieron al poder autoritario acusan-
de estructura social y política, así como no do a los movimientos de derechos huma-
reconocía en cada individuo un sujeto de nos de defender a los entonces llamados
derechos. Se comprendía la sociedad más “subversivos y terroristas”, contrariamente
como una sumatoria de individuos. Ese pro- a los medios al servicio de la causa, que
ceso sociohistórico produjo contradicciones resistieron los largos años de censura po-
sociales que exigieron una educación para lítica. Luego, ya en el período de democra-
la ciudadanía, para la estructuración de la tización, los mismos medios adaptarían la
democracia y la mantención de la paz fun- acusación para críticas a los defensores
dada en la justicia social. de “criminales y fuera de la ley”, como si
Los principios de los derechos humanos a algunos les fuese negada la condición
fueron incorporados a la cultura política bra- humana1.
1
Recuérdese la teoría del nacionalsocialista alemán que definía la sociedad como un compuesto de razas, algunas pu-
ras, otras impuras pero con derecho a la vida, y otras impuras que deberían ser físicamente eliminadas.
73
Derechos humanos y universidades
Así, en los pequeños espacios posi- y de mercado, y para otros con el sueño
bles que restaron, especialmente aquellos de la emancipación. Estas paradojas se
vinculados a las iglesias cristianas –por materializan, también, en el campo de
ejemplo, los centros de defensa de derechos la teoría política contemporánea, como
humanos, servicios o comisiones de justicia la creada por Huntington (1997), que
y paz–, los principios de los derechos considera los derechos humanos como un
humanos se movieron primero contra la modelo de organización social y político
dictadura militar y sus prácticas represivas, propio de la civilización occidental y capaz
especialmente la censura a los medios de servir como modelo único para toda la
de comunicación y manifestaciones de humanidad. El mismo autor añade, aun, que
arte, la tortura como método investigativo este modelo tiene un defensor perpetuo, a
y amedrentador, los asesinatos políticos quien corresponde el compromiso histórico
y el terror organizado desde el Estado. de garantizar la supremacía de este modo
Sucesivamente participaron de los procesos de vida para todo el mundo y de defenderlo
de democratización política, como los en todos los hemisferios del planeta
movimientos por el fin de la censura, en donde se torne necesario, recurrir a las
defensa de la amnistía a los exiliados y de los guerras de ocupación y apoyar a gobiernos
presos políticos, y a favor de las elecciones dictatoriales.
directas y de la constituyente soberana. Ya en su dimensión emancipadora, el
A lo largo del proceso de redemocrati- discurso de los derechos humanos presen-
zación, las organizaciones de derechos ta una lectura contrahegemónica2 que pro-
humanos participaron de la reestructuración pone no sólo la garantía de los derechos
de la sociedad civil, contribuyendo con la fundamentales de los seres humanos, sino
creación de múltiples movimientos sociales, también la pluralidad cultural, la igualdad
entre ellos, el Movimiento por la Vivienda, social y jurídica, la libertad de organización
el Movimiento contra la Carencia, el Movi- y la libre manifestación del pensamiento. En
miento de los Sin Tierra, el Movimiento en esta misma dimensión, los movimientos de
Defensa del Medio Ambiente. defensa de los derechos humanos conside-
Se formó así un sentimiento que oscilaba ran que si se restringen a los límites de la
entre el apoyo y el rechazo a los principios de economía de mercado, los derechos huma-
los derechos humanos. Situación histórica nos se reducen a promesas que no pueden
que reflejaba una paradoja entre mantener ser cumplidas (Santos, 1997).
los privilegios de pocos y a aceptar los Pero la promesa de los derechos
derechos de la mayoría, o que dificultaba la humanos, aun cuando son analizados por
vigencia de la plena ciudadanía. la óptica de los derechos civiles y políticos,
En estas circunstancias, a los derechos puede representar una farsa cuando
humanos, con sus conceptos de libertad e queda restringida al pensamiento liberal,
igualdad, no era atribuido significado, o su como lo demuestran las luchas sociales
significado se identificaba para algunos con por el derecho de voto. El liberalismo
el encuadramiento al modelo occidental siempre consideró el sufragio universal
2
El concepto de contrahegemonía expresa la existencia de culturas políticas alternativas a las que detentan el control
social en sus dimensiones políticas e ideológicas, o sea, que detentan el control hegemónico de la sociedad. En los
procesos de redemocratización de América Latina, los movimientos sociales construyeron espacios políticos contrahe-
gemónicos a través de los cuales sacudieron el poder autoritario y contribuyeron para la redemocratización. La lectura
contrahegemónica de aquel período contribuyó, entre otras cosas, a las luchas en defensa de la vida de los opositores
de las dictaduras y a la defensa intransigente de los principios democráticos y del movimiento de reorganización de la
sociedad civil. Dicho de otro modo, las luchas contrahegemónicas pretendían conquistar los derechos civiles y políticos
poniendo fin al autoritarismo. Actualmente presuponen, entre otros elementos, la negativa del pensamiento único y, por
lo tanto, la defensa de la pluralidad, la crítica de la hipertrofia de la economía del mercado, la defensa de los derechos
humanos como un bien universal y la crítica de la economía que desconsidera la preservación de la naturaleza.
74
Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos. La experiencia brasilera
como “una locura del número”, un peligro representantes son portavoces de los repre-
no menor que el pensamiento socialista. sentados y que “en una democracia moder-
El voto individual, mirado tradicionalmente na, quienes toman las decisiones colectivas
con desconfianza, se transformó en una directa o indirectamente son siempre y sola-
construcción de la representatividad política mente los ciudadanos uti singuli, en el mo-
en razón de las reivindicaciones obreras mento en que depositan su voto en la urna”.
inglesas del siglo XIX3 y se instituyó a lo Para los movimientos sociales, el mo-
largo del siglo XX. El voto femenino, por delo de democracia representativa, si bien
ejemplo, fue una conquista de las luchas es indispensable, no es suficiente para
históricas de las mujeres del siglo pasado. la vigencia de la democracia plena. Por
Incluso en la avanzada tradición electoral lo tanto, consideran los derechos huma-
francesa el voto femenino sólo se tornó nos como un proyecto capaz de favorecer
derecho a partir de la década de 1930 la organización de la sociedad civil y el
–derecho interrumpido durante la ocupación empoderamiento5 de los grupos, clases y
militar nazi–. sectores sociales no incluidos, o incluidos
En el Brasil del período militar, el periféricamente, en los beneficios de la so-
proceso electoral no incluía la elección ciedad. En esta perspectiva, los derechos
de los poderes ejecutivos federal y humanos son entendidos como componen-
provinciales y de ciudades consideradas tes sociales comprometidos con la transfor-
área de seguridad nacional. En el proceso mación y la construcción de la democracia
de democratización, el propio movimiento plena o, todavía son, “parte del conflicto con
en defensa de las elecciones directas fue las diferentes formas de poder absoluto, to-
vetado por el autoritarismo y el primer talitario y dictatorial” (Viola, 2008: 186). Por
presidente civil4, pos-régimen militar, fue lo tanto, se presentan como sujetos y par-
elegido en un proceso indirecto a través del ticipantes de la constantemente creada y
Colegio Electoral. Una negación evidente recreada sociedad civil.
de lo que se convino en llamar “proceso Bobbio (1992) propone que un Estado y
electoral clásico”, reivindicado por el una sociedad solamente sean considerados
movimiento en defensa de las “Diretas-Já”. democráticos cuando se constituyan bajo
Los principios constitutivos de la demo- la protección de los derechos humanos,
cracia contemporánea están íntimamente en la medida en que se tornen capaces de
ligados al principio electoral y al voto como reconocer y recrear derechos, restituyendo y
forma de elección de representantes obli- resignificando permanentemente lo social y
gatoriamente vinculados a una organiza- lo político en un movimiento que no rechaza
ción partidaria y formando una estructura de los conflictos existentes entre clases, entre
poder que reproduce, en el campo político, grupos e individuos.
los conflictos económicos que ocurren en el La relación complementaria e indisocia-
interior de cada sociedad. El teórico italiano ble entre derechos humanos y democracia
Norberto Bobbio (1992) considera que los constituye el reconocimiento de la igualdad
3
Para una mayor comprensión de las luchas obreras en defensa del voto universal véase de Hobsbawm, E., Mundos
do trabalho: novos estudos sobre história operária. Ed. Paz e Terra, especialmente la lucha del movimiento cartista que
tenía como su principal reivindicación el derecho de voto para las clases trabajadoras inglesas del siglo XIX.
4
El movimiento social y los movimientos en defensa de los derechos humanos organizaron un amplio proceso de movi-
lización que proponía elecciones directas. Un acuerdo parlamentario y el recelo del proceso electoral característico de
los gobiernos militares resultaron en el último proceso de elección indirecta, en el cual fue electo el candidato opositor
Tancredo Neves (PMDB) y derrotado el candidato oficialista Paulo Maluf (PDS).
5
El empoderamiento de los grupos, de las clases y de los sectores sociales está relacionada con las experiencias que
estos sujetos sociales desenvuelven en sus espacios de vida y de relación social en busca de espacios de poder. “Indica
un proceso político de las clases dominadas que buscan la propia libertad de la dominación, un largo proceso histórico
del que la educación es un frente de lucha” (Freire, 2003, 138).
75
Derechos humanos y universidades
76
Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos. La experiencia brasilera
nuevo modelo de educación que se tornó una estética que considere la comprensión
capaz de producir un nuevo acto pedagógico del otro;
para promover la libertad y recuperar la d) la cuarta considera el acto educativo
dimensión de la igualdad. Así, educar en como un acto dialógico.
derechos humanos significa proyectar Como afirma el Programa Mundial
el futuro de modo que se torne posible para la Educación en Derechos Humanos
“aprender (...) cómo liberarnos a través de (PMEDH), la educación tiene como obje-
la lucha política en la sociedad. Podemos tivo crear una cultura universal de dere-
luchar para ser libres, ¡precisamente chos humanos que sea capaz de promo-
porque sabemos que no somos libres!” ver la valorización de las diversidades. Los
(Freire, 2008: 25). presupuestos y los métodos propuestos
Al iniciarse el proceso de democratización, respondían al proceso histórico de la so-
los educadores y los movimientos sociales ciedad brasilera de la década de 1990, con
retoman los debates sobre educación popu- su incipiente democracia. El movimiento
lar y se profundizan las discusiones sobre la social en defensa de los derechos huma-
educación en derechos humanos (Candau, nos en el Brasil presionaba al Estado pro-
2007: 410), que gradualmente pasan a ocu- duciendo los primeros programas naciona-
par espacios de diálogo tanto en las universi- les de derechos humanos (PNDH) en 1996
dades cuanto en los movimientos sociales. y 2002, que defendían la superación de
Así, los encuentros de educadores reto- los privilegios para construir una sociedad
man cuestiones olvidadas desde la década más igual y más justa.
de 1960, y temas clásicos, como el de la Fue en la coyuntura política de 2003 que
ciudadanía, resurgen acompañados por fue creado el Comité Nacional de Educa-
otros nuevos para la educación brasilera y ción en Derechos Humanos y elaborado el
para la educación popular, como aquellos Plan Nacional de Educación en Derechos
ligados a preservación ambiental y a los de- Humanos (PNEDH), que proponen una lec-
rechos humanos. La mayor parte de esos tura contemporánea de los derechos huma-
encuentros tuvo la presencia de un núcleo nos “inspirada en valores humanistas ba-
de educadores que, en 1995, daría origen a sados en los principios de la libertad, de la
la Red Brasilera de Educación en Derechos igualdad, de la equidad y de la diversidad,
Humanos6 (Benevides, 2009: 337). afirmando su universalidad, indivisibilidad e
Los debates de la época indicaban cuatro interdependencia” (PNEDH, 2003: 23).
dimensiones centrales para la educación en
derechos humanos: El Plan Nacional de Educación
a) la primera define la educación como en Derechos Humanos de Brasil
acto permanente y global;
b) la segunda considera el principio de la Al final del siglo pasado y al inicio del
mudanza sociopolítica como forma de cons- siglo actual se intensificaron los debates
truir una cultura de derechos humanos; sobre la educación en derechos humanos.
c) la tercera dimensión define que la edu- La ONU estableció que la década de 1995-
cación en derechos humanos tiene como 2004 tendría como prioridad la educación en
presupuesto, más que la enseñanza del co- derechos humanos. En octubre de 2004, la
nocimiento formal y científico, la orientación Asamblea General de las Naciones Unidas
hacia la formación de las emociones y de propuso un Programa Mundial de Educación
6
Según Benevides (2009: 338), los cursos realizados por la RBEDH apuntaban, entre otros objetivos, a: 1) contribuir
para la formación de educadores; 2) estimular estudios y actividades en el campo de los derechos humanos; 3) proveer
subsidios para actividades gubernamentales y no gubernamentales; 4) discutir problemas emergenciales de la sociedad
brasilera.
77
Derechos humanos y universidades
para los Derechos Humanos a partir de “un tantes del Estado y por especialistas en el
conjunto de actividades de educación, de área de educación en derechos humanos,
capacitación y de difusión de información, con la finalidad de elaborar un plan nacio-
orientadas hacia una cultura universal de nal a partir de la experiencia acumulada
derechos humanos” (UNESCO, 2009: 1). desde la década de 1980 y las exigencias
El programa de la ONU considera que de las organizaciones internacionales. Se
la educación en derechos humanos “debe buscaba, de este modo, diseñar una po-
transmitir los principios fundamentales lítica pública para avanzar en el proceso
de los derechos humanos, como la de democratización de la sociedad brasi-
igualdad y la no discriminación y, al mismo lera a partir de la construcción de una cul-
tiempo, consolidar su interdependencia, tura de derechos humanos en busca de la
indivisibilidad y universalidad” (UNESCO, emancipación a través del “deseo (utopía)
2009a: 1). El programa añade: “Al promover de construcción de nuevas formas de or-
el respeto de la dignidad humana y la ganización social, apuntando a la sustanti-
igualdad, bien como la participación en la vidad radical de la democracia” (Carbonari,
adopción democrática de decisiones, la 2008: 15).
educación en derechos humanos contribuye Una vez instalado y con plazos exi-
para la prevención a largo plazo de abusos y guos, el Comité Nacional procuró estable-
de conflictos violentos” (UNESCO, 2009a: 2). cer conceptos fundamentales para orientar
El democratizado Estado brasilero asu- sus actividades y el propio plan nacional.
mió el compromiso propuesto, contando, Se tomaron como presupuestos la Decla-
para esto, con la experiencia que la socie- ración Universal de Derechos Humanos,
dad civil ya desenvolvía desde la segunda de 1948, y las experiencias latinoamerica-
mitad de la década de 1980, cuando edu- nas y brasileras de educación en derechos
cadores brasileros establecieron relaciones humanos.
internacionales, especialmente con el Insti- Al tratar específicamente la educación,
tuto Interamericano de Derechos Humanos en su artículo 26, la declaración universal
(IIDH)7, con sede en Costa Rica, y con la explicita: “Toda persona tiene derecho a la
Comisión de Justicia y Paz del Uruguay8. educación” y que esta “será gratuita, por lo
De estas relaciones resultaron la realización menos en los grados elementales y funda-
de seminarios en Brasil y la participación de mentales”. Define también que la educación
educadores brasileros en cursos del IIDH9. tiene por objeto “el pleno desarrollo de la
A mediados del año 2003, la Secretaría personalidad humana y el fortalecimien-
Especial de Derechos Humanos creó un to del respeto a los derechos humanos y
comité nacional10 compuesto por represen- a las libertades fundamentales”. Destaca,
7
En 1987, la Comisión de Justicia y Paz y las universidades de Río de Janeiro, Pernambuco y Paraíba organizaron, a
través de Leticia Olguim, dos seminarios sobre el tema de la educación en derechos humanos. Ver Maria Victoria Bene-
vides, Fe en la lucha (2009), pág. 327 y siguientes.
8
En el campo específico de los derechos humanos, las relaciones internacionales con los países del extremo sur de
América son anteriores. A lo largo de las dictaduras, los Estados militarizados organizaron la operación Cóndor, respon-
sable por secuestros y asesinatos más allá de las fronteras. En la sociedad civil, organizaciones de derechos humanos
se dedicaron, con apoyo del ACNUR, a posibilitar la retirada de perseguidos políticos y a encaminarlos hacia el exilio.
9
Para Basombrio (1992: 33) “La educación en derechos humanos en la América Latina constituyó una práctica reciente.
Espacio de encuentro entre educadores populares y militantes de derechos humanos comienza a desenvolverse simul-
táneamente con el final de los peores momentos de la represión política en América Latina y alcanza un cierto nivel de
sistematización en la segunda mitad de la década del 80” (Candau, 2007: 401).
10
En sus considerandos, la ordenanza que instituyó el comité afirma “que la educación en derechos humanos es presu-
puesto para la construcción de una cultura de paz, de tolerancia y de valorización de la diversidad, que contribuyó para la
consolidación de la democracia y que colabora para la reducción de violaciones a los derechos humanos y de la violencia
en general...” (Brasilia, 2003).
78
Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos. La experiencia brasilera
aún en sus considerandos, que cada pue- ción, sino transformación, resistencia, rup-
blo y cada nación “deben esforzarse, a fin tura” (Orlandi, 2007: 307).
de que tanto los individuos como las insti- Así, más allá de la construcción de los sa-
tuciones, inspirándose constantemente en beres propios de la lengua escrita, de aque-
ella, promuevan, mediante la enseñanza y llos específicos de las ciencias matemáticas,
la educación, el respeto a estos derechos y de los de las ciencias de la naturaleza y de
libertades, y aseguren, por medidas progre- las ciencias sociales, se considera que tanto
sivas de carácter nacional e internacional, los educadores como los educandos deben
su reconocimiento y aplicación universales ser capaces de construir, dialógicamente, la
y efectivos”. capacidad de conocer los derechos inhe-
Más allá de la declaración de 1948, el rentes a la condición humana y que esta
CNEDH asumió presupuestos teóricos que condición es, al mismo tiempo, personal y
la experiencia acumulada considera funda- universal.
mentales: En la elaboración del Plan Nacional de
1) la educación en derechos humanos Educación en Derechos Humanos, el comité
debe orientarse hacia la promoción de la li- se encuentra con algunos dilemas11. Dos de
bertad, de la igualdad, de la justicia social, ellos, fundamentales: 1) cómo efectuar la re-
del respeto a la diferencia y de la construc- lación entre la sociedad civil, reorganizada,
ción de la paz; pero con un pequeño horizonte utópico, y la
2) la construcción de una cultura de sociedad política, desgastada con la heren-
vivencia y promoción de los derechos cia de los crímenes cometidos en el período
humanos implica la transformación radical dictatorial y la hipervalorización del mercado
de la sociedad históricamente arraigada a de los primeros gobiernos posredemocrati-
privilegios y olvidos; zación y; 2) cómo, metodológicamente, pre-
3) la educación en derechos humanos servar la participación de la sociedad y exigir
implica la formación de un ciudadano activo del Estado la implementación de las políticas
y crítico, capaz de reconocerse como un propuestas. El primer dilema fue enfrentado
sujeto de derechos; a partir de una postura autónoma de los es-
4) la educación en derechos humanos pecialistas venidos de la sociedad civil y en
presupone que el conocimiento es un bien el establecimiento de metas a ser alcanza-
de todos y posee dimensión universal; das en el corto, medio y largo plazo.
5) el acto pedagógico debe ser construi- El Comité Nacional se movió orienta-
do a partir de los principios de los derechos do por dos perspectivas teóricas: la de
humanos y el reconocimiento de que edu- Bobbio (1992), de que la democracia no
cador y educando son sujetos de derechos, existe sin derechos humanos y los derechos
seres emancipados y autónomos. humanos no sobreviven sin la democracia;
Los presupuestos de la declaración de y la de Adorno (2003), para quien imaginar
la ONU y la experiencia de los movimien- una democracia efectiva es imaginar una
tos sociales indican que enseñar derechos sociedad de seres emancipados. Más que
humanos, así como enseñar los saberes con las utopías, el comité contaba con los
clásicos del currículo escolar, se constituye compromisos políticos asumidos por el Es-
en una posibilidad de construir un “espacio tado, de comprometerse con los derechos
en que los sujetos se puedan significar po- humanos, con la recuperación de la memo-
líticamente de modo que tanto los sujetos ria y con la producción de la vida digna para
como los sentidos sean no mera reproduc- todos y para cada uno.
11
Estos dilemas determinaron los principios orientadores del PNEDH. Otros dilemas estuvieron presentes, entre ellos,
destaco la búsqueda de una formulación teórica y de una cierta comprensión hegemónica, pero no uniforme, sobre el
tema.
79
Derechos humanos y universidades
12
Con participación efectiva de órganos públicos ligados al sistema formal de enseñanza y al sistema de justicia y segu-
ridad pública en once Estados.
13
Las universidades, a través de actividades extensionistas, contribuyeron para la organización de trece encuentros
regionales.
14
Versión disponible tanto de forma impresa como electrónicamente en los sitios de la Secretaría Especial de los Dere-
chos Humanos y del Ministerio de Educación.
80
Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos. La experiencia brasilera
para percibir, promover y producir en la y los derechos humanos que penetre las
con la diversidad, como congraciamiento; diferentes prácticas sociales”.
c) capacidad de acogimiento, cuidado y Los dos factores citados, la novedad de
solidaridad en el reconocimiento del otro, la propuesta y la timidez de su abordaje,
especialmente el mas débil; d) postura de son dificultades que el plan nacional precisa
indignación ante todas las formas de injus- enfrentar. Otras, y sin duda, tan significativas
ticia y disposición fuerte para su superación cuanto las citadas, hablan acerca de la
–no solamente punitiva; e) disposición a la concepción de políticas públicas y del
co-responsabilidad solidaria en la garantía propio tema de la educación en derechos
de promoción de la vida de/para todos”. humanos en una sociedad marcada por
Según la UNESCO, se trata de construir privilegios sociales.
acciones pedagógicas que posibilitan a
los educandos comprender y actuar para La educación en derechos humanos
solucionar las carencias de derechos de como política pública
las sociedades en que viven. Así, “tanto lo
La constitución ciudadana de 1988 trajo
que es enseñado como el modo en que es
el debate sobre las diferentes posibilidades
enseñado debe reflejar los valores de los
de construcción de políticas públicas para
derechos humanos, estimular la participación
la sociedad brasilera. Una política pública
a ese respecto y fomentar ambientes de
de educación en derechos humanos sólo
aprendizaje en los cuales no existan temores
tiene sentido cuando los principios de los
ni carencias” (UNESCO, 2009: 1).
derechos humanos orientan la elabora-
Para el plan nacional, los principios ción, la formación, la implementación y la
orientadores de la educación en derechos evaluación de tal política. Lo que significa
humanos son, entre otros: decir que una política pública de educación
“(...) a) desenvolver una cultura de de- en derechos humanos presupone la par-
rechos humanos; b) asegurar que los obje- ticipación tanto de la sociedad civil, en su
tivos y las prácticas a ser adoptadas sean concepción, planificación, ejecución y eva-
coherentes con los valores y principios de la luación, como del Estado, en su ejecución,
educación en derechos humanos; c) se es- recursos y fiscalización.
tructura en la diversidad cultural y ambien- Los compromisos de la sociedad civil y
tal, garantizando la ciudadanía, el acceso a del Estado deben ser interrelacionados y
la enseñanza, permanencia y conclusión... complementarios con mediaciones hechas
e) ser uno de los éxitos fundamentales de de forma rigurosa. De esta forma se puede
la educación básica y permear el currículo, evitar, de un lado, la captación y la corrup-
la formación inicial y continuada de los pro- ción de la sociedad civil por el Estado y, de
fesionales de la educación, el proyecto polí- otro lado, la incorporación y la corrupción
tico pedagógico de la escuela y de los ma- del Estado por la sociedad civil. Se pue-
teriales didácticos-pedagógicos, el modelo de evitar, también, que la sociedad civil se
de gestión y la evaluación; f)... ser orientada transforme en un complemento del Estado
para la educación en derechos humanos, y, al mismo tiempo, hacer que mantenga su
asegurando su carácter transversal y la re- potencialidad crítica y propositiva. En rela-
lación dialógica entre los diversos actores ción con el Estado, puede significar la revi-
sociales” (PNEDH, 2006: 32). sión de sus compromisos con la sociedad,
Candau (2007: 410) considera que, en especialmente con los sectores, clases y
el campo de la formación de profesores, grupos sociales que se presentan caren-
las iniciativas para discutir la temática tes de derechos, transformando la acción
son todavía tímidas, pero que esta es una sociopolítica tradicional del Estado brasilero.
cuestión urgente “si queremos colaborar Entre sus objetivos, el PNEDH “estimula el
para la construcción de una cultura de desenvolvimiento de acciones de educación
81
Derechos humanos y universidades
15
Véase, como ejemplo, el surgimiento, en 2007, de la Red Básica en Educación en Derechos Humanos, la cual sur-
gió por iniciativa de la SECAD/MEC y SEDH con el apoyo del Fórum de Vicerrectores de Universidades Públicas
(Forproex). La red tiene la participación de dieciséis universidades y organiza cursos de formación y de educación en
derechos humanos.
16
Las diferentes partes del PNEDH no están comentadas aquí, en la medida en que cada una de ellas fue tratada en un
capítulo específico de este libro.
82
Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos. La experiencia brasilera
específicos de los derechos humanos, como ESCOPOL (escuela para formación de poli-
temática transdisciplinar, en la base curricular, cías) con cursos a distancia.
tanto para la enseñanza fundamental como Los medios se han convertido en otro
para la media. Una experiencia pionera está importante eje de preocupación del Plan
siendo llevada a cabo en Pernambuco a Nacional de Educación en Derechos
partir de la implementación, por la Secretaría Humanos. De un lado, como instrumento
Estadual de Educación, de una disciplina de control social, una parte de los medios
específica de derechos humanos ofrecida tuvo un papel crítico de denuncia de las vio-
como optativa para los educandos17. laciones de derechos humanos en el perío-
La educación en derechos humanos para do de resistencia al autoritarismo. De otro
los profesionales de justicia y seguridad vie- lado, especialmente en los grandes me-
ne siendo pautada por el Estado brasilero, dios de comunicación electrónicos, el tema
desde el Programa Nacional de Derechos de los derechos humanos todavía perma-
Humanos I (1996) cuando el país convivió, nece tabú y tratado con prejuicios ideológi-
contradictoriamente, con graves violaciones cos evidentes. Como aquel que considera
de los derechos humanos practicadas por a los movimientos de “derechos humanos
agentes institucionales, por ejemplo, ma- como el lugar de la defensa de los bandi-
sacres de niños, trabajadores rurales y dos”. Desde la II Conferencia Mundial de
pueblos originarios. Y la educación en de- Viena (1993) la educación social a través
rechos humanos para los sectores de justi- de los medios de comunicación de masas
cia y seguridad se dirige, también, a supe- viene siendo objeto de preocupación, parte
rar la herencia del período dictatorial con de los procesos de banalización de la vida
sus prácticas negadoras de la condición y el riesgo que representa la cultura exclu-
humana. De ahí el énfasis, en la primera yente que retira de muchos el derecho de
versión del PNEDH, de programas de pre- ser persona y ciudadano.
vención y educación en derechos huma- Con el avance tecnológico, los medios
nos en la modalidad no formal, enfocados de comunicación han sido tanto espacio
en grupos en situación de vulnerabilidad y de violaciones de derechos como espa-
riesgo social, en la reglamentación del uso cio de denuncias, de articulación de redes
de armas y municiones, en la formación de y de formación, en una sociedad basada
los profesionales de la seguridad, el siste- en el capitalismo de mercado, en la cual
ma penitenciario y la justicia. Con el incen- la publicidad, la noticia, la prensa hablada
tivo del poder público, especialmente del y escrita y la televisión se constituyen en
Ministerio de la Justicia, fueron impulsados nuevos espacios de socialización para los
cursos de formación en derechos huma- derechos humanos.
nos para policías, comisarios y peritos, así La educación crítica de los medios de
como también la inserción de los derechos comunicación pasa necesariamente por
humanos en academias de policías y del el debate de la democratización que foros
sistema penitenciario. y entidades del área produjeron a través
En la gestión de 2003-2009 la Secretaría de iniciativas que osan quebrar un movi-
Nacional de Seguridad Pública instituciona- miento de impunidad y silenciamiento que
lizó bolsas de formación, para la realización caracteriza a los medios de comunicación
de cursos de formación e instalación de es- en Brasil. Los derechos humanos han sido
cuelas de gestión penitenciarias, cursos de atacados por unos profesionales de los me-
especialización, jornadas y la creación de la dios de comunicación como intransigentes
17
La Secretaría Estatal de Educación de Pernambuco proveyó cursos de especialización en derechos humanos para los
profesores de la Red Estatal apuntando a crear una cultura de derechos humanos en las escuelas públicas y preparar a
los profesores para trabajar pedagógicamente con el tema.
83
Derechos humanos y universidades
18
Red virtual DHNET creada en 1995, con sede en Natal, ha demostrado una preocupación permanente en la educación.
Su seriedad y combatividad son nacionalmente reconocidas al punto de haber recibido el Premio USP de Derechos Hu-
manos en 2002 y el Premio Nacional de Derechos Humanos de la Secretaría Especial de Derechos Humanos en 2007.
El sitio www.dhnet.org.br registra más de 8000 accesos diarios.
84
Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos. La experiencia brasilera
“(...) que nos comprometamos con el humanos viene siendo implantada a tra-
proceso de democratización de las institu- vés de programas de fomento a través de
ciones y del conocimiento, fortaleciendo la edictos públicos, de la institucionalización
cultura y los mecanismos de participación de núcleos integrados de investigación y
social; que nos preparemos para resistir extensión, de compromiso de esas insti-
a las formas de opresión y violencia; que tuciones y políticas públicas, articulando
encontremos respuestas técnicas y educación continuada con educación ini-
científicas para responder éticamente a los cial, así como envolviendo a las IES en las
desafíos económicos, sociales, políticos y esferas públicas como consejos de dere-
culturales; que desenvolvamos la educación chos y gestores, y contribuyendo para un
en y para los derechos humanos no sólo con abordaje inter y transdisciplinar de los de-
los universitarios, sino con el conjunto de la rechos humanos que atraviese las áreas
sociedad; que contribuyamos con el proce- del conocimiento.
so de hacer que cada persona sepa prote- Ya existen, también, experiencias acadé-
ger y defender las libertades democráticas; micas consolidadas de inserción de los de-
que participemos en la formulación y apre- rechos humanos como componentes de los
ciación de las políticas públicas para que proyectos políticos de cursos, a través de
den respuestas en el sentido de enfrentar la creación de disciplinas tanto en el campo
los procesos de exclusión gestados en los jurídico cuanto en las áreas de las ciencias
largos años de colonización, esclavización y humanas y de las ciencias de la educación,
república, así como también que resulten en pasantías supervisadas, eventos y proyec-
la reducción de las desigualdades sociales” tos de intervención social.
(Zenaide, 2010: 65). Desde la década del ochenta emergen
En las universidades, tanto públicas comisiones y núcleos de estudios e investi-
como privadas, el plan nacional ha sido gaciones sobre derechos humanos y violen-
implementado a través de la realización de cia, por ejemplo, de la Universidad Nacional
seminarios, congresos, palestras, cursos de Brasilia (UNB), Universidad de San Pa-
de posgrado stricto y lato senso. blo (USP), Universidad Federal da Paraíba
En el campo de la extensión universitaria, (UFPB), Universidad Federal Fluminense
la inserción de los derechos humanos se ha (UFF), Universidad Federal de Pernam-
dado por medio de programas, proyectos y buco (UFPE), Universidad Federal de San
cursos de extensión en todo el territorio na- Carlos (UFSCAR), Universidad Federal de
cional abordando diversas temáticas como Ceará (UFC), Universidad Federal de San-
memoria social e institucionalización de los ta Catarina (UFSC), Universidad Federal de
derechos humanos; asesoría jurídica a los Rio Grande do Sul (UFRGS) y Universidad
movimientos sociales; educación popular a Federal de Pelotas (UFPEL), así como de
movimientos y organizaciones sociales; ser- cátedras, como la Universidad del Valle del
vicios de asistencia jurídica; participación en Río de los Sinos (Unisinos) y de la Pontifi-
las esferas públicas de la ciudadanía (conse- cia Universidad Católica de Río de Janeiro
jos, foros, comités) (Zenaide, 2010). (PUC-RJ) convenidas con la UNESCO y di-
La indisociabilidad entre las funciones rigidas a la enseñanza, la divulgación, y la
académicas de las instituciones de ense- investigación en derechos humanos, como
ñanza superior en el área de los derechos demuestra el siguiente cuadro:
85
Derechos humanos y universidades
86
Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos. La experiencia brasilera
19
ANDHEP fue creada a partir de reuniones de profesores universitarios que enseñan e investigan derechos humanos.
Las primeras reuniones fueron realizadas en la PUC/RJ y en la USP y datan del inicio de la década del 2000. El V encuen-
tro fue realizado en 2009 en la Universidad Federal del Pará. Para información sobre la ANDHEP consultar el sitio de la
entidad: www.andhep.org.br. Además de la ANDHEP, el tema de los derechos humanos ha sido debatido y hecho parte
de GTs en encuentros, entre otros, de la Asociación Nacional de Investigación en Educación (ANPED), de la Asociación
Nacional de Investigación en Ciencias Sociales (Anpocs), de la Asociación Nacional de Investigación en Psicología
(Abrapso) y de la Asociación Brasilera de Antropología (ABA).
87
Derechos humanos y universidades
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88
Plan Nacional
El Programa
de Educación
de Derechos
en Derechos
Humanos Humanos.
en la Universidad
La experiencia
de Buenos
brasilera
Aires
El Programa
de Derechos Humanos
en la Universidad de Buenos Aires*
Mónica Pinto
Decana de la Facultad de Derecho
de la Universidad de Buenos Aires
y profesora titular de Derecho Internacional Público
y de Derechos Humanos y Garantías en la misma facultad.
Coordinadora del Programa de Derechos Humanos en la UBA
*
Este artículo fue expuesto en la Jornada Regional sobre Derechos Humanos y Universidad, Pilar, provincia de Buenos
Aires, 12 de agosto de 2010.
89
Derechos humanos y universidades
En este sentido, a partir del restableci- ha logrado que esa materia obligatoria, sin la
miento democrático del 83, en la Universi- cual no hay diploma de abogado en la UBA,
dad de Buenos Aires se hicieron muchas en el segundo ciclo pueda perfeccionarse en
cosas en materia de derechos humanos. la Orientación en Derecho Público, con De-
Con esta expresión no me estoy refiriendo recho Internacional de Derechos Humanos y
a una militancia en derechos humanos que, otros cursos varios.
obviamente, pudo existir e incluso existió Así como sucedieron los hechos en
antes del 83, sino a que desde el punto de la Facultad de Derecho, otras facultades
vista del estudio de los temas de la sociedad asumieron perfiles distintos. La Facultad
que el estatuto universitario tiene previsto, de Psicología, por ejemplo, fue una de las
todas las unidades académicas, las trece fa- que primero colocó el tema de los derechos
cultades de la Universidad de Buenos Aires humanos en una asignatura obligatoria,
–en ese momento no eran trece sino doce, denominada Psicología, Ética y Derechos
fueron trece cuando se creó Sociales– aco- Humanos, en el plan de estudios de la Li-
metieron la tarea de darle un espacio a los cenciatura en Psicología. En la misma épo-
derechos humanos. Y, en general, todas las ca, la Facultad de Ciencias Sociales, que
facultades hicieron cosas distintas. fue creada en la segunda mitad de la dé-
En 1985, la Facultad de Derecho –las cada del 80, crea la cátedra Cultura de Paz
facultades de derecho son por antonoma- y Derechos Humanos cuyo titular es, hasta
sia facultades muy conservadoras, bastan- el día de hoy, el Premio Nobel de la Paz,
te statu-quoistas, difíciles de adaptarse con Adolfo Pérez Esquivel, y que ofrece cursos
flexibilidad a los cambios–adopta un nuevo válidos para todas las carreras que se cur-
plan de estudios e incluye Derechos Huma- san en esa Facultad.
nos y Garantías como materia obligatoria Cuando comienza la década del 90,
del primer ciclo de estudios, saldando un estos tres emprendimientos sueltos, por
debate intelectual muy interesante sobre el denominarlos de alguna manera, encuen-
lugar que debía tener esta asignatura en la tran un punto de reunión, porque se crea
carrera. el Programa de Derechos Humanos de la
Para algunos, y desde el punto de vista Universidad de Buenos Aires, que coordino
práctico esto podría suscribirse, era mucho desde hace unos años. ¿Qué es esto? Es,
mejor que hubiera correlativas, que se pu- básicamente, una denominación que permi-
diera estudiar antes algo de derecho cons- te conjugar esfuerzos dentro de la univer-
titucional, de derecho penal o derecho civil, sidad a nivel macro, o sea, planeando por
porque, de esta manera, la teoría de los de- encima de las facultades y, obviamente, con
rechos humanos es más comprensible. Yo el trabajo y el consentimiento de decanos y
creo que hasta el día de hoy si un estudian- consejos directivos.
te viniera y pidiera algún consejo: “¿Cuándo Este Programa de Derechos Humanos
te parece que estoy en mejores condiciones de la UBA tuvo distintas prioridades a lo
de aprender esto?”, uno le diría que cursara largo de los años desde 1993; como defini-
algo de civil, de constitucional, de penal y ción de su tarea podría decirse que se en-
luego aterrizara en derechos humanos. cargó de articular y coordinar las iniciativas
Pero la realidad es que en el debate primó y las experiencias que sobre derechos hu-
la idea de que Derechos Humanos era una manos se estaban dando en la UBA.
materia formativa que quien llegara al grado Muy poco después, en 1994, la Facultad
tenía que estar en condiciones de poder cur- de Filosofía y Letras crea la Cátedra Libre
sar, y así sigue siendo hoy. Está en el primer de Derechos Humanos, que en su momen-
ciclo de la carrera, en el ciclo profesional co- to tuvo por titular a Osvaldo Bayer y que hoy
mún, no tiene correlativas y con los años se es coordinada y tiene por titular a Marcelo
90
El Programa de Derechos Humanos en la Universidad de Buenos Aires
91
Derechos humanos y universidades
tenía que ver con nuestra formación perso- do”. Todo eso lo sabemos, pero la realidad
nal en las distintas carreras y tiene que ver es que con el tiempo, en esa reacción que el
también con el papel, el rol que se estima médico desarrolle –y por eso es médico de
que en la sociedad democrática en gene- urgencias– esto va a venir puesto, porque
ral tendría que tener la ciudadanía. Un rol estamos hablando de valores culturales,
más activo, un rol de defensa de derechos, de adquirir una cultura que, con el tiempo,
un rol de construcción de institucionalidad tenga absolutamente asumido que lo que
y de Estado de derecho en forma perma- cada uno de nosotros hace no permite lle-
nente y luego, sí, ese link que permita decir varse puesta la libertad y la dignidad del de
cómo vinculamos esto con nuestra activi- enfrente, y que esa libertad y esa dignidad
dad profesional. En ejemplos que todos los las tenemos que cuidar y en condiciones de
días uno podría traer a colación, pero que igualdad, sin discriminación. En fin, que la
no pasan por los grandes dilemas que las lectura de derechos humanos no sea algo
comisiones de ética de Farmacia, Bioquími- que uno ponga por encima de, como la fru-
ca, Medicina, Odontología o Exactas tienen tilla del postre, sino que sea el ingrediente
planteado sobre qué hacemos, qué no ha- de la torta.
cemos –¿hay derecho a la muerte digna?, Hago un paréntesis. Hace tiempo ya que
¿no lo hay?; esto sí, aquello no–, sino por creo, trabajando desde el derecho, que el
la cuestión bastante más pedestre que tie- mayor éxito de los derechos humanos –que
ne que ver con la reacción inmediata en el se transformaron en una nueva rama del
ejercicio profesional, la reacción profesional derecho, con especificidades, contenidos e
que se tiene ante una situación que requie- instituciones propios y un derecho procesal
re intervención profesional, y el poder tener que también es propio– no es que hayan
esa reacción con una lectura de derechos logrado entidad y espacio dentro de las ra-
humanos, mirando al mundo con los dere- mas de derecho, de la filosofía, de la an-
chos humanos puestos. tropología y de otras ciencias; creo que el
Me acuerdo de que cuando empezamos mérito de los derechos humanos es que se
a trabajar en esto, en 2007, nuestro genial han transformado en un criterio de interpre-
músico Charly García anduvo con proble- tación del derecho. Es decir, es imposible
mas de salud que obligaron a internarlo. pensar que determinadas cosas están bien
Una internación que, quizá porque en ese hechas si, como digo, nos llevamos puesta
momento él estaba muy mal, no aceptó vo- la libertad y la dignidad de las personas.
luntariamente, y estábamos todos con esa La idea era encontrar cómo hacer estas
figura de Charly atado a una camilla, los actividades de modo que estuvieran dis-
médicos que caían encima, y yo me acuerdo ponibles para los estudiantes de todas las
que una tarde en la que estábamos dando carreras –no me pregunten cuántas son
muchas vueltas dije: “Es que el médico del porque no tengo la menor idea, pero el nú-
SAME tiene que saber esto, porque hay un mero es casi infinito– de todas las faculta-
derecho al honor, hay un derecho al nombre, des de la Universidad de Buenos Aires, y
hay un derecho a la privacidad, que Charly esta tarea no era fácil. Lo que hicimos fue
García indudablemente tiene”. El tema no armar una gran mesa de trabajo en la que
es saber si le contamos al mundo lo que le todos los decanos nombraron un represen-
pasa a Charly García, que es un personaje tante; tuvimos varios vicedecanos, en su
público, sino saber hasta dónde lo protejo. momento estuvo Damián Loretti, que era el
Yo entiendo que el médico viene y me dice: vicedecano de Sociales; Carolina Vera, la
“Mire, señora, el honor, si le vimos la cara, vicedecana de Exactas; todos aquellos que
los pies, es un tema secundario, al tipo le estaban dando derechos humanos en ese
pasaba tal cosa, había que reaccionar rápi- momento, Marcelo Ferreyra y otros más;
92
El Programa de Derechos Humanos en la Universidad de Buenos Aires
todas las cátedras libres. Hicimos como una para trabajar en la vida, Farmacia, Odonto-
gran mesa del diálogo, de negociaciones, logía, Arquitectura, etcétera”.
muy amplia, en la que, más de una vez, es- Fue interesante porque nos instruimos,
tuvimos horas para tratar de superar alguna también tuvimos algunas experiencias de
cuestión. Pero esa mesa tuvo una gran vir- inmersión pedagógica y metodológica. El
tud, y es que permitió que todos pudieran Instituto Interamericano de Derechos Hu-
transmitir las experiencias que habían teni- manos tuvo una asistencia interesante con
do ya en las distintas facultades y aquello el programa: pedagogos del instituto, gen-
que les parecía que podíamos hacer para te que trabaja en educación en derechos
intentar que esto se generalizara. humanos, nos asistió. La paradoja de todo
Trabajamos un año y medio, más o me- esto es que en la mesa éramos profesiona-
nos, para consensuar los contenidos bási- les de las áreas más diversas, pero ninguno
cos de esa primera parte de la alfabetiza- era licenciado en Ciencias de la Educación
ción, lo que había que transmitir en esta ni licenciado en Pedagogía; había filósofos,
alfabetización para la formación de ciuda- sociólogos, ingenieros, licenciados en Eco-
danía. Obviamente, la historia nos marca- nomía, pero ninguno con el cartoncito en el
ba a todos; estábamos sentados en una área de Ciencias de la Educación.
Argentina que había pasado momentos de Lo real es que hicimos actividades va-
prescindencia del derecho, y estaban los rias, pudimos tratar temas que permitían
que decían: “Nosotros estamos acá porque incluir a aquellos que filosóficamente te-
nos pasó lo que nos pasó”, entonces em- nían una tendencia a pensar que esto se
pezamos con la historia de lo que nos pasó podía hacer, pero decían: “Yo soy veterina-
para llegar a por qué queremos que no nos rio, trabajo con animales; yo soy agrónomo,
pase más, y de pronto algunos dijimos: “Y trabajo con el campito y la semillas, ¿qué
si no nos hubiera pasado lo que nos pasó, hacemos?”. Hicimos más de una actividad
¿no estaríamos haciendo derechos huma- en estos temas que fue interesante. Traba-
nos?”. Si nosotros no hubiéramos sido una jamos, por ejemplo, sobre el derecho a la
sociedad en la cual la libertad y la dignidad alimentación; ahí Veterinaria tiene todo un
de las personas se llevaron puestas en una centro armado con Juan Carr; Agronomía
forma, reitero, no violatoria del derecho tiene trabajo hecho; la gente de Nutrición,
pero absolutamente prescindente del dere- en Medicina, también; en Filosofía y Letras,
cho, que me parece incluso más grave, ¿no sobre todo en la carrera de Antropología,
estaríamos enseñando derechos humanos hay antropólogos especialistas en estos
en nuestras facultades? temas. Realmente, Derecho a la Alimenta-
Por eso los contenidos básicos –que tie- ción fue una de esas actividades que nos
nen una estructura que nos pareció la más permitió tirar sobre la mesa tratamientos
lógica– comienzan con la construcción de concurrentes de una misma temática desde
la memoria y pueden terminar, también, con distintos saberes.
la construcción de la memoria. Esto permi- La realidad es que estos contenidos
tió que pudiéramos hablar de los derechos básicos fueron aprobados por el Consejo
humanos en contexto, tal como se dan en Superior el año pasado, en marzo de 2009,
la Argentina, hablar de los mecanismos in- cuando se conmemoraba la fecha en la cual
ternacionales, de la violación sistemática de se interrumpió el Estado de derecho en la
los derechos humanos, y tener una suerte Argentina en 1976. A partir de esos conteni-
de sustrato básico de conocimiento para dos básicos, el propio Consejo Superior re-
poder decir: “A partir de acá empezamos a comendó a las facultades la formulación de
ver cómo problematizamos el vínculo entre una oferta académica sobre estos temas
esto y lo que cada uno de nosotros estudió y desde entonces hemos sumado algunas
93
Derechos humanos y universidades
94
El Programa de Derechos Humanos en la Universidad de Buenos Aires
das para los Derechos Humanos, que tie- causto y genocidio, con la gente del Museo
ne una sede regional en Santiago de Chile. del Holocausto, y próximamente habrá una
Con ellos organizamos varios talleres en nueva actividad también a partir de una ini-
los cuales acordamos que el que estuvo ciativa que hace el Museo del Holocausto, a
en el primer taller viniera al segundo, y así la que estamos invitando a los docentes de
sucesivamente. En esos talleres se traba- todas las facultades.
jaron temas interesantes con especialistas: La idea es poder lograr, en un tiempo
habló Víctor Abramovich sobre derechos relativamente breve, que la gente no salga
humanos; Norberto Liwski sobre derechos de la Universidad de Buenos Aires sin al-
del niño; Rodrigo Uprimny, un constitucio- gún grado de alfabetización en este tema,
nalista y miembro de la Corte Constitucional no tanto para que todo el mundo pueda ser
de Colombia, sobre cómo se trabajaba en especialista en derechos humanos, lo cual
esto todos los días. Además, la Asociación no estaría mal, sino para poder incorporar
de Universidades del Grupo Montevideo la lectura de derechos humanos en las acti-
(AUGM) que es el grupo de universidades vidades que como graduados universitarios
de Argentina, Uruguay, sur de Brasil, Para- tenemos que hacer, con la convicción de
guay, con adhesión de Chile, y otras más, que incorporar como parte de la cultura na-
crearon un Observatorio de Derechos Hu- cional el respeto a la libertad y la dignidad
manos, y AUGM se sumó a estas activida- de todas las personas, en condiciones de
des. Entonces, en las capacitaciones tenía- igualdad y sin discriminación, es una tarea
mos colegas de Brasil, de Uruguay. que hay que hacer entre todos y que, ade-
El año pasado, a estas actividades su- más, siempre estará inconclusa.
mamos una capacitación en paralelo en los Ésta es la experiencia que hemos desa-
temas de Segunda Guerra Mundial, Holo- rrollando en estos tres años.
95
Derechos humanos y universidades
96
El Programa de Derechos Humanos en la Universidad de Buenos Aires
Agendas específicas
con enfoque de derechos
Derechos humanos y universidades
Ana Falú
Directora del Instituto de Investigación
del Hábitat y Vivienda de la Facultad de Arquitectura,
Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba.
Ex directora regional de Unifem en la Región Andina
y en la Oficina Regional para Brasil
y los Países del Cono Sur
*
Este artículo fue expuesto en la Jornada Regional sobre Derechos Humanos y Universidad, ciudad de Córdoba, 20 de
agosto de 2010.
98
Ampliando las fronteras de las democracias: los derechos de las mujeres en el marco de los derechos humanos
99
Derechos humanos y universidades
tiempo, lo cual abre el camino para el sue- Elijo para esta reflexión tomar como
ño y la utopía de la transformación. punto de partida el proceso hacia la IV
Siempre hay talentos, compromisos, vo- Conferencia Mundial de la Mujer (IV CMM),
luntades individuales que podemos recono- que tuvo lugar en 1995 en Beijing, China,
cer. Sin embargo, podríamos preguntarnos, y que tomó el nombre de la capital de este
en relación con el derecho a participar en la país, siendo reconocida como la Confe-
toma de decisiones y en la política, si estos rencia de Beijing. Formé parte de ese pro-
son los lugares excepcionales sólo para las ceso y momento que convocó la ONU, en-
mujeres excepcionales. tre otras conferencias que a fines del siglo
Sin duda, estas mujeres aportan a la XX fueron llamadas y acordadas por los
construcción de las nuevas identidades Estados sobre algunos temas considera-
femeninas, en tanto significantes; sin em- dos críticos para la humanidad. El mismo
bargo, sabemos que los avances, tanto en hecho de la IV CMM es una evidencia de
el escenario global como en cada espacio los avances en colocar en el ámbito políti-
local, presentan paradojas. Como dice Jac- co y público la legitimidad de los derechos
queline Pitanguy (1999), hoy, los principios de las mujeres como ciudadanas. A pesar
básicos del feminismo “están impregnados de ello, persisten múltiples paradojas en-
–en las jóvenes y la sociedad– a tal punto tre los avances y el no cumplimiento de
que no constituyen plataforma sino piel”. los consensos por los gobiernos. A estas
Entonces, el ejercicio de poner en la ba- paradojas, que nos hablan de los cambios
lanza los derechos humanos de las mujeres que esperábamos en esta primera década
no es tanto para reconocerlos o celebrar los del siglo XXI –que dimos en llamar el “siglo
avances, sino más bien para problematizar- de las mujeres”– y que no se cumplieron,
los y redefinirlos tanto en sus contenidos quisiera referirme.
como en las estrategias de acción. Afirmar El marco de los derechos de las muje-
su expansión y reconocimiento y tener cla- res, igualdad y ciudadanías, de sus dere-
ro que éstos aún conviven con múltiples ex- chos humanos, debe ser entendido como
clusiones. El ejercicio de los derechos por sencilla justicia social sin la cual no habrá
parte de las mujeres, en general, es aún desarrollo ni proyecto democrático comple-
débil, parcial y desigual, y siempre amena- to. La justicia de género refiere a la justicia
zado de retrocesos. social, económica, e implica lo más difícil
Pareciera que no alcanza con los avan- para el colectivo social: la transformación
ces con que contamos, tener una mujer de la cultura social, la modificación de las
en el lugar de la más alta autoridad políti- conductas que persisten en discriminacio-
ca del país. Mujeres presidentas, rectoras, nes naturalizadas, expresas o encubiertas.
una Universidad Nacional de Córdoba con Este espacio de derechos humanos y
un cuerpo docente casi paritario, una po- universidades nacionales podría sumarse
blación universitaria de más de 100.000 a las iniciativas existentes para contribuir
estudiantes con una distribución equitativa a promover y potenciar una agenda de in-
e incluso, en algunas carreras, con mayoría vestigación, un área potente de estudios de
femenina. Sin embargo, y a pesar de estas género, que tenga valor por sí misma y que
evidencias, conocemos que nuestra socie- a la vez tenga la capacidad y el aval político
dad, así como los espacios laborales, so- para proponerse transversalizar la perspec-
ciales, políticos y culturales, está marcada tiva de los derechos humanos de las mu-
por las decisiones de un accionar político jeres en cada disciplina, en cada curricula
androcéntrico. Es necesario cambiar los especializada.
marcos simbólicos y la cultura de la socie- Sin la perspectiva de las mujeres por sí
dad para poder avanzar en los derechos de mismas, no diluidas en el concepto de fami-
las mujeres. lia, no tendremos el retrato de la sociedad
100
Ampliando las fronteras de las democracias: los derechos de las mujeres en el marco de los derechos humanos
que nos permita una perspectiva crítica y Se operó un salto cualitativo científico y
constructiva para aportar al desarrollo. técnico. Se expresó una mayor rigurosidad
La CMM –así como las cumbres y con- en los contenidos, aparejada con el mejo-
ferencias mundiales, que contaron con ramiento de los sistemas de información en
una activa participación de las mujeres y prácticamente todos los países latinoame-
nos comprometieron a muchas mujeres ricanos. También se incorporó la diversidad
de manera decisiva– fue una etapa de ri- de las mujeres al asumir que las mujeres no
quísimos aprendizajes, de intercambios y somos iguales y que estamos atravesadas
puesta en conjunto de los conocimientos y por distintas identidades y pertenencias. Es
de las experiencias de las mujeres a nivel así que las realidades de las afrolatinas, las
internacional. lesbianas, las indígenas y las mujeres jó-
La primera observación pertinente a venes son reconocidas, y también nuevos
este proceso es que aportó para impulsar temas se incorporan a las agendas.
y acentuar un cambio de estrategias y En ese proceso, los núcleos de estudios
de escenarios de acción del movimien- de las mujeres y de género han sido centra-
to de mujeres a nivel mundial, que dejó les en la reflexión, los diagnósticos, la pro-
importantes logros y que también puso en ducción de conocimiento, y en la formación
evidencia las contradicciones e impulsó a y diseminación de ese conocimiento cien-
los sectores conservadores a una acción tífico. Un aporte significativo de las acadé-
organizada y agresiva, ante la fuerza de las micas fue el desarrollo de conocimientos,
organizaciones de mujeres en la arena po- los debates conceptuales, el concepto de
lítica internacional y regional. género como una herramienta conceptual
En este período de los 90, en el proce- relacional compleja que permitiría hacer
so de preparación de la agenda y de los luz sobre las desigualdades entre hombres
acuerdos hacia la IV CMM, se logró una y mujeres. Esta producción académica ha
articulación e intercambios sin preceden- impactado y ha sido decisiva en el avance
tes entre las ONG y las redes regionales político sobre los derechos y la igualdad.
e internacionales y entre las activistas más Fueron las europeas y las americanas las
relevantes en cada región, propiciando la que primero consiguieron instalar espacios
construcción de agendas conjuntas. específicos para el estudio sobre las muje-
Es en este momento en el cual por pri- res y su ubicación social, política, económi-
mera vez se consigue recoger, sintetizar y ca. Las latinoamericanas, rápidamente, a
colocar en el escenario mundial y público partir del proceso de democratización de la
el increíble caudal de conocimientos acu- región, impulsaron debates desde la teoría
mulados que las mujeres habíamos sido política, instalando espacios específicos en
capaces de construir. La ONU exigía infor- las universidades de la región, consolidan-
mes oficiales que hicieron que cada país tu- do centros de investigación, muchos de los
viera que confrontar la falta de información cuales surgieron desde el fuerte impulso de
fehaciente, se visibilizó la “invisibilización” creación y consolidación de organizaciones
de las mujeres en las estadísticas. Los in- no gubernamentales en toda la región, par-
formes oficiales y paralelos tuvieron que ticularmente en la década de los 70.
dar cuenta de la situación de las mujeres Argentina llega más tarde a este proce-
en cada país, incorporando conocimientos so, es posible que fuera así en razón de
sobre un gran abanico de temas. Se opera la dictadura militar genocida, que impuso
así un cambio cualitativo en el discurso de la defensa de los derechos humanos como
las mujeres activistas, de las feministas, un aspecto central en la acción comprometida
discurso más sofisticado, con mayor riguro- de la sociedad. Aun así, desde la recupe-
sidad en el contenido, así como también en ración de la democracia, hace apenas tres
los debates y el conocimiento. décadas, se han instalado y desarrollado
101
Derechos humanos y universidades
102
Ampliando las fronteras de las democracias: los derechos de las mujeres en el marco de los derechos humanos
130 mujeres ministras o secretarias de Es- contextos las mujeres reivindican derechos,
tado. Tenemos razones para celebrar. reconocimiento y distribución económica.
Entre 1990 y 2010, podemos asegurar A pesar de estos contextos, se legitiman
que las feministas del mundo –y me refiero y visibilizan viejas demandas y se posibili-
en particular a las que más conozco, las la- ta abrir nuevos temas de trabajo, algunos
tinoamericanas– avanzamos no sólo en las desafiantes, como la vinculación entre ma-
argumentaciones, en contar con datos feha- croeconomía y género, las relaciones co-
cientes, sino en desarrollo, en una mirada merciales entre los bloques de países y el
inclusiva, multicultural y multiétnica que se impacto en la vida de las mujeres, las vin-
recogió en el Consenso de Quito (2007) y culaciones entre la calidad de vida en las
que plasma la voluntad de los gobiernos de ciudades y las mujeres.
la región. Las agendas de las indígenas, las No obstante, lo no cumplido es mucho y
negras, las lesbianas, las jóvenes, y tam- todo lo avanzado tiene bemoles y las puer-
bién los derechos sexuales y reproductivos, tas están abiertas para el retroceso, además
fueron incorporados en este documento. de que el riesgo mayor de estas estrategias
En esta construcción de estos quince ha sido el separar el cumplimiento de la Pla-
años no sólo se conoce más y mejor, sino taforma de Acción Mundial que emergió de
que se difunde más y mejor. Los partidos, la IV CMM de los procesos políticos y so-
los movimientos, la sociedad en su conjunto ciales nacionales. Al decir de Virginia Var-
se interesa por el tema, se logró la atención gas, “aislar la construcción de las ciudada-
pública sobre la situación de las mujeres. nías femeninas del resto de la construcción
Los medios comenzaron a ocuparse y en democrática en los países” (Vargas, 2000:
muchos casos ayudaron a colocar los te- 180-181). O, como también dijo esta autora
mas centrales del debate. en Brasilia, en 2009, durante su discurso en
Últimamente, las fronteras de la de- la Reunión de Ministras de América Latina y
mocracia se han movido en el país con el Caribe organizada por la CEPAL, es ne-
fuerza, con transgresión, sin miedos, y lo cesario resignificar la doble dimensión de la
extraordinario es que lo hicieron con apoyo necesidad del reconocimiento de las muje-
social. Me refiero, por ejemplo, a la ley del res como sujetos sociales por sí mismas y la
matrimonio entre personas del mismo sexo. importancia de la redistribución; “confrontan
Los derechos ciudadanos se amplían, sin y buscan ampliar los límites de las demo-
embargo la sociedad aún tiene grandes cracias realmente existentes, en la medida
deudas sociales para con las mujeres. en que la redistribución sin reconocimiento
es parcial y excluyente de las diferencias,
El contexto de la región y el reconocimiento siempre será parcial,
y el “techo de cristal” beneficiando sólo a unas cuantas, si no se
sustenta en la redistribución” (Vargas: 178).
Si bien se avanza y reivindica el retorno Diferentes en la igualdad, lo cual no es po-
a la democracia en muchos países, estas sible si somos desiguales.
democracias no dan respuesta a des- Frente a esta paradoja de avances y
igualdades sociales ni a las desigualda- contradicciones, podríamos preguntarnos1
des de género. Particularmente en América cómo se vincula el accionar feminista a los
Latina, como en otras regiones del mundo, procesos democráticos. ¿Cuánto se han
el contexto fue propicio para que las muje- democratizado los regímenes y sistemas
res se volcaran a la arena política; sin em- políticos por la acción de las mujeres, o
bargo, esta revalorización de la democracia cuánto ha cambiado la cultura política por la
se agotaba en el acto electoral. En esos mayor presencia de las mujeres en la arena
1
Falú, Ana, en 20º aniversario del CIDEM, Bolivia, 2002.
103
Derechos humanos y universidades
pública? ¿De qué manera los partidos polí- sancionar y erradicar la violencia hacia
ticos modifican sus prácticas androcéntricas? las mujeres. El miedo es tan inexpresable
¿Las prácticas políticas de las mujeres siguen como el dolor y es un límite a la libertad de
entrampadas en las lógicas de construcción las personas.
del poder masculino?; ¿cómo operan las El derecho a decidir sobre la repro-
alianzas entre las mujeres de diferentes ducción y la sexualidad. Es necesaria una
pertenencias políticas partidarias?; ¿cómo continua educación sexual y políticas de
acompañan las feministas organizadas a anticoncepción para no abortar, así como
las mujeres en el poder? ¿Cuánto hemos también de aborto legal para no morir ni
avanzado en instalar el tema en las terminar privadas de la libertad. También, el
universidades? respeto a la elección sexual o de género. Es
Son preguntas difíciles de responder; sin notable conocer que en la Universidad Na-
embargo parece oportuno plantearlas. Son cional de Córdoba, a partir de la propuesta
interrogantes que nos plantean paradojas elevada de manera conjunta por la banca-
significativas sobre los derechos humanos da de agrupaciones estudiantiles para de-
de las mujeres en los albores del siglo XXI, finir el apoyo al tratamiento de la ley para
luego de haber atravesado el siglo de los despenalizar la interrupción del embarazo,
derechos, que fue el siglo XX. Quizás la ésta fue aprobada por el Honorable Conse-
más significativa es el rol de los liderazgos jo Superior de la UNC; la UBA también se
políticos que siguen los dictados de las je- manifestó de similar manera. Lo importante
rarquías religiosas, que en cualquier cultura es que la sociedad avanza en expresiones
encorsetan a las mujeres y les restringen que cuestionan y apoyan la legalización por
derechos. El fundamentalismo talibán, se- sobre las prácticas clandestinas. Este es un
gún las mujeres afganas, instaló el perío- derecho humano crítico para las mujeres, el
do más negro de crímenes, atrocidades y derecho a decidir sobre nuestros cuerpos,
retrocesos para las mujeres y, desde 1966, que afecta particularmente a la mayoría de
apoyado por los campeones de la democra- las mujeres de sectores en mayor situación
cia, tuvo directa repercusión en la vida de de vulnerabilidad, que no conocen bien sus
estas mujeres, que dejaron de trabajar y es- derechos ni los ejercen debidamente.
tudiar y debieron cubrirse con la burka. En La igualdad de oportunidades en todos
Afganistán las mujeres se transformaron en los ámbitos de la vida, incluidos el derecho
rehenes y factor simbólico de las luchas de a vivir y disfrutar la ciudad y el derecho a
poder patriarcales y religiosas. la recreación. Para ello, hay que volver a
En la persistencia y proliferación de revisar y recuperar las doce áreas temáti-
fuerzas conservadoras, un buen ejemplo cas comprometidas en la PAM de Beijing y
es la interpelación del obispo Sandoval al profundizarlas.
Lic. Ebrard, alcalde de México DF, una de Las brechas entre la riqueza y la pobre-
las ciudades más grandes y poderosas del za. No sólo se trata de pobreza económica,
mundo, en razón de que la Corte de Justicia sino de pobreza de derechos, de educa-
falló a favor de la adopción por parte de las ción, de posibilidades de romper los círcu-
parejas gay. los de la pobreza, la marginalidad, la frag-
mentación social, que se agravan de cara a
Los desafíos que persisten la crisis económica, financiera, alimentaria.
Es necesario asumir los derechos humanos
El derecho a vivir una vida sin violencias. y universales como el marco desde el cual
La violencia de género no sólo persiste, se hablamos de los derechos de las mujeres,
ha complejizado, se evidencia en el ámbi- aplicables a las culturas diversas, a las re-
to privado y público, en la trata de mujeres ligiones, a las masas de población que se
y niñas, sigue siendo un desafío prevenir, mueven por el mundo.
104
Ampliando las fronteras de las democracias: los derechos de las mujeres en el marco de los derechos humanos
Esa perspectiva no puede dejar de con- que responde más al imaginario de la so-
siderar el marco de los paradigmas de la ciedad industrial que a estos tiempos globa-
globalización y el neoliberalismo, de la ma- lizados de la injerencia del mercado finan-
yor revolución tecnológica y de comunica- ciero y de los bancos (Sassen 2004). Los
ciones que jamás hubiéramos imaginado derechos de las mujeres continúan siendo
hasta hace muy poco. Un mundo de signos violados, las empleadas domésticas aún no
contradictorios que se expresa en cada te- son asimiladas a los convenios laborales, al
rritorio local y que demanda políticas demo- salario mínimo. El país está demostrando
cráticas inclusivas. también avanzar en este campo.
Esto refiere a los derechos y la igualdad Los temas persisten; la división sexual del
de oportunidades que debe ser inclusiva y trabajo es la deuda social histórica con las
comprender que las mujeres estamos atra- mujeres. Hay sesgos nuevos en los cambios
vesadas por distintos tipos de injusticias sociodemográficos que están cambiando
según raza, etnia, elección sexual, territo- nuestra sociedad y que merecen atención.
rios en los cuales se vive o latitudes de las Sociedades cada vez más urbanas, más vio-
que se proviene, todo lo cual se expresa en lentas, con una población envejecida y con
una fuerte demanda de reconocimiento y de patrones sociales que siguen regidos por la
mayor redistribución de los recursos. división sexual del trabajo.
“Parece una utopía, pero el mundo tie- Las mayores expectativas de vida que
ne que recuperar su capacidad de soñar y deben ser una buena noticia –que debería
para empezar se requiere un nuevo para- alegrarnos porque la vida se alarga– no pa-
digma…”2. recen serlo.
Las mujeres, y en particular las mujeres Contradictoriamente, las mujeres temen
más pobres, son las que más sufren las pro- llegar a la ancianidad, no tienen la cantidad
puestas del paradigma global y las políticas de hijos e hijas que tenían antes, y cuando
neoliberales; se desvaloriza y se flexibiliza los tienen no están cerca. En general, no
su trabajo, generando fractura en sus eco- cuentan con protección social y habrá que
nomías, en sus vidas, con una prevalencia preguntarse hasta cuándo las cajas de jubi-
de empleos inestables y sin seguridad so- lación podrán responder a la creciente pobla-
cial. A la vez, en sus recorridos cotidianos ción de adultos mayores. Lo que es curioso
son las que más usan los servicios sociales, es que además siguen cuidando a nietas y
de salud, educación y cultura, ya sea por nietos que también llegan demorados y po-
ellas o para sus familias. cos, en una reproducción que disminuye.
Es necesario interpelar la agenda in- Las mujeres tienen una carga despro-
ternacional y nacional desde los dere- porcionada del cuidado. Los bajos índices
chos de las mujeres. Demandar coheren- de reproducción que se dan en el sur con el
cia en las políticas laborales, igualdad de mismo sesgo de sector social y de condicio-
oportunidades para mujeres y hombres, nes de la vida urbana, la cual se agudiza en
igualdad de salarios y de beneficios, pro- algunos países. Es necesario comprender
mover empleos de mujeres en áreas no tra- que no estamos frente a un problema social
dicionales, mejores condiciones laborales, que atañe a las mujeres jóvenes, aquellas
permanencia en los lugares de trabajo. que desean la maternidad y la postergan
Lo cual nos lleva inexorablemente a porque temen los costos que puede tener
cuestionar la división sexual del trabajo. A en sus vidas laborales y personales. Todo
cuestionar el modelo del hombre proveedor, esto demanda políticas de Estado, del
2
Cecilia López (exministra de Ambiente de Colombia). Discurso Plenaria, 9º Foro Internacional de AWID sobre Derechos
de la Mujer y el Desarrollo. Octubre de 2002.
105
Derechos humanos y universidades
106
Ampliando las fronteras de las democracias: los derechos de las mujeres en el marco de los derechos humanos
les, de algunos sectores políticos partidarios so” al orden existente, que es el desorden
y crecer en el respeto hacia los derechos de injusto que queremos transformar.
las mujeres, en sus diversas posiciones y El valor de los derechos humanos radi-
diferencias. Visibilizar las discriminaciones ca en cómo los entendemos y asumimos en
que aún sufren y viven las mujeres ayuda tanto personas comprometidas con ellos.
también a reconocer otros sujetos víctimas La interpretación, la interpelación que es
de discriminaciones. posible desarrollar desde este marco con-
Las mujeres estamos en distintos sitios ceptual y la aplicación de los derechos hu-
pero en todos lados, y debemos pensarnos manos a distintas áreas del conocimiento y
articulando alianzas y negociando entre propuestas para el hacer son fundamenta-
nosotras y con otros, articulando con los les a fin de generar las políticas necesarias
hombres democráticos, pero sobre todo, para la transformación de los desafíos que
repensarnos creativamente, recuperando la persisten para el avance de estos derechos
transgresión y nunca ancladas en el “acce- hacia el conjunto de la sociedad.
107
Derechos humanos y universidades
La investigación
en derechos humanos
Relación entre la producción y circulación de noticias perio-
dísticas sobre el crimen y la violencia, y las intervenciones
de una política de derechos humanos en este campo
Sofía Tiscornia
Profesora regular asociada de la Facultad de Filosofía
y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Dirige el Equipo
de Antropología Política y Jurídica de la Sección Antropología
Social del Instituto de Ciencias Antropológicas de la misma
universidad. Es miembro de la Comisión Directiva del Centro
de Estudios Legales y Sociales (CELS)
1
Esta charla es una versión modificada del artículo “Derechos humanos, seguridad y publicidad del crimen”, publicado
en la revista Encrucijadas. Revista de la Universidad de Buenos Aires; Nº 25; abril de 2004.
108
La investigación en derechos humanos
sentido común que están progresivamente de encuestas en las que la reflexión, la con-
horadando un horizonte universalista de los versación y el análisis están ausentes por
derechos humanos, que fue construido por definición.
los movimientos históricos nacidos durante Sabe que la noticia periodística, y en
la dictadura militar, y que en democracia se este caso, la noticia sobre crímenes, son
ha ido ampliando a una serie importante de también mercancías en el mercado de con-
demandas sociales. Entre ellas, la denuncia sumo de medios de comunicación. Esto es,
de la violencia y abusos policiales y tribuna- que son concebidas y producidas bajo la ló-
licios; las condiciones carcelarias; los dere- gica de la mercancía.
chos económicos y sociales; las demandas En tercer lugar, una política de derechos
medioambientales, entre otras. humanos está preocupada también por los
Me parece que una de esas formacio- embates que los hechos sufren como efec-
nes hegemónicas del sentido común, que to del imperio de la “visualidad”. Esto es, el
puede tener capacidad de horadar, de cam- efecto que resulta de opacar la visibilidad de
biar el sentido universalista de la demanda los espacios de conflictos. Por este efecto,
de derechos, es el paradigma de la insegu- las diferencias aparentes entre una multipli-
ridad. Por ello, me interesa focalizar en este cidad casi infinita de hechos o noticias se
tema, en esta exposición. subordina a un estilo o formato de presenta-
La segunda cuestión es que una política ción visual, que ha obturado la visibilidad en
de los derechos humanos (en el tema que ese campo. (Sin extenderme ahora sobre
nos ocupa) está preocupada por la verdad. esta cuestión, sólo quiero señalar que ello
Esto es, por la verdad de los hechos –de es concomitante al desplazamiento de los
los hechos históricos, del pasado reciente y códigos verbales hacia los códigos visuales
contemporáneo–; está preocupada por ver- en las formas de comunicación masiva).
siones verdaderas de los hechos. Finalmente, una política de derechos hu-
Por ello, reconoce la existencia y la manos está preocupada porque este tipo de
vigencia de diversos procedimientos de exhibición de hechos suele estar traspasada
tergiversación, ocultamiento, destrucción, por una lógica de verosimilitud, esto es, una
ficcionalización, que operan cotidianamen- lógica que convierte en verosímil y deseable
te. Sabe que estos procedimientos son el el uso de la violencia, en nombre de un fin
resultado de intereses concretos por una superior: la seguridad, el humanitarismo sal-
parte pero, por otra, son también un forma- vacionista (es verosímil ocupar violentamen-
to de representación, formas de edición, re- te una villa, realizar razias y toda la gama
sultado de rutinas de trabajo –periodístico, de procedimientos administrativos violentos
tribunalicio y policial–. habituales para detener personas; es verosí-
Sabe que el embate que los hechos mil vallar el espacio para protegerse, retirar y
pueden sufrir de parte de intereses políti- esconder a los mendigos y pobres de la vía
cos y económicos puede resultar en que lo pública; es verosímil que se torture cuando
ocurrido desaparezca del horizonte del co- –se dice– está en juego la seguridad de mu-
nocimiento común. Porque los hechos son chos, etcétera).
frágiles y dependen de las versiones que se En definitiva, esta política de derechos hu-
construyan sobre ellos. manos entiende que la publicidad de hechos
Sabe que el embate que sufren los he- y acontecimientos sobre estos temas está
chos depende también de cómo han sido ubicada en un horizonte de visibilidad fuerte-
encajados en la “opinión pública” que, bien mente condicionado (lo que no quiere decir
sabemos, antes que la opinión de diferen- intencionalmente condicionado). La voluntad
tes públicos, es la forma en que empresas de tergiversación o borramiento es una parte
especializadas organizan versiones sobre más del proceso que reproduce un horizonte
temas de agenda, a través de un proceso de visibilidad, pero nunca su motor.
109
Derechos humanos y universidades
110
La investigación en derechos humanos
bres del grupo de clase en el que se mueve. localidad. No son detenidos, aun cuando
Y, claro está, la clase más pobre es la más muchas veces son denunciados, porque
extendida y la que menos posibilidades de tienen cobertura policial y política.
ascenso social y económico tiene en este Ahora vamos al hecho del que sí se
mercado. (La novela de Juan Martini, Puer- ocuparán los medios de comunicación: Un
to Apache, explica estas aseveraciones con día, los chicos asaltan un comercio de ropa
agudeza y estilo). deportiva, a metros de un edificio de de-
partamentos en el que vive la amante de
Historias breves un encumbrado e importante político local.
La gente del lugar sabe cuándo está el
de crímenes y violencia
personaje, porque sus custodios se apos-
y su representación mediática tan ostensiblemente en la esquina. Pero
los jóvenes no advierten la circunstancia.
Para hacer explícito lo que estoy plan- Cuando salen corriendo del comercio que
teando me interesa contar dos brevísimas han robado, el dueño comienza a gritar y
historias reales. ellos, para amedrentarlo, disparan al aire.
La primera dice así: Los disparos son escuchados por los cus-
El lugar donde viven parte de los prota- todios, y hay un cruce de armas. Los chi-
gonistas: una villa lindante con el centro de cos escapan y entran a la villa.
una localidad del conurbano bonaerense y El diputado se asusta mucho de haber
emplazada paralelamente a una autopista. estado tan cerca del enfrentamiento y, acto
El primer acontecimiento y sus prota- seguido, se indigna de haber tenido que
gonistas: la familia X, asociada con otras, atravesar por esa situación. Se contacta
es quien asegura la distribución de drogas inmediatamente con el comisario del lugar,
y armas en la parte norte de la villa. Está que es por otra parte, su puntero. Así las
enfrentada con la familia Z, que disputa el cosas, se decide desplazar a la brigada
pequeño negocio. Un día, en un importan- por “encubridora” (además, por esos días,
te enfrentamiento armado –participan más su jefe estaba siendo investigado por en-
de veinte personas y se disparan más de riquecimiento ilícito y esto la ponía en una
doscientas balas– mueren el padre de la posición de coyuntural debilidad).
familia X y su hijo de dieciséis años. La comisaría inicia “tareas de inteligen-
Del otro lado, muere uno de los adoles- cia” y entonces aparece un “denunciante” de
centes de la familia Z. Pese a la magnitud la villa (que es un miembro de la familia Z)
del acontecimiento, los diarios y la televi- que cuenta que los chicos de la familia X
sión locales no le dan importancia al epi- y sus asociados le tiroteaban la casa en
sodio –apenas se da a conocer–. No olvi- forma permanente por tener conflictos con
demos que ocurrió en una villa, y no en un dos de sus hijos que son chicos tranqui-
barrio de clase media. La brigada de inves- los (son, en realidad, quienes mataron al
tigaciones con jurisdicción en la zona está padre y al hermano de uno de los chicos
involucrada en la distribución de drogas y denunciados, y los tiroteos de referencia
armas, y nada se investiga del episodio. son una versión del gran enfrentamiento
(Es una brigada particularmente conocida narrado antes).
por haber tenido entre sus jefes a policías La denuncia, más la descripción del co-
involucrados tanto en atentados terroristas merciante y los custodios, permite armar un
como en la administración gerencial del sumario prolijo y solicitar al juzgado que se
delito. Esto es, una estructura sólida). libren las órdenes de detención y allana-
Los chicos que forman parte de estos miento. El juzgado –que tiene experien-
grupos –de estas familias y sus asocia- cia, que conoce la trama de lo que sucede
dos– continúan realizando sus trabajos habitualmente– discute la situación y llega
habituales: robos y hurtos a comercios y a la conclusión de que es mejor detener le-
a transeúntes en las calles céntricas de la galmente a los chicos, de lo contrario era
111
Derechos humanos y universidades
112
La investigación en derechos humanos
familiar había muerto en un sonado enfren- En primer lugar, me parece que el com-
tamiento con personal de la división Leyes promiso con la defensa de los derechos
Especiales de la Policía Federal, y que era humanos exige una mirada entrenada. La
un “peligroso delincuente”. mirada inocente o ingenua, de quien habla
El caso llegó a la Comisión de Fisca- en nombre de los derechos humanos, suele
les que investigan procedimientos policia- ser más peligrosa que la acción de aquellos
les fraguados, a raíz de la presentación que están dispuestos a argumentar a favor
efectuada por familiares del fallecido. La de lo que comúnmente se llama la mano
comisión, luego de una paciente y silencio- dura o la guerra al delito.
sa investigación, descubre que uno de los La mirada entrenada juega políticamen-
oficiales que participó en el supuesto en- te. Esto es, no es apolítica, ni objetiva (en el
frentamiento era el mismo que aparecía en sentido común del término), ni tolerante (en
muchos otros enfrentamientos fraguados. el sentido de lo políticamente correcto del
Establece que el comisario es uno de los término), sino que defiende abiertamente
más comprometidos en el montaje de estas principios (de derecho, de verdad histórica,
escenificaciones, pero pese a ello recibió la de libertad, humanistas).
Copa Comisarías en la celebración anual En este sentido, y a modo de ejemplo,
de la Policía Federal, a la que asisten rigu- Rodolfo Walsh construía una versión inte-
rosamente jueces y funcionarios. resada y política de los acontecimientos
De más está decir que la persona muer- que narraba e investigaba. Y la presenta-
ta en el falso enfrentamiento, como cientos ba luego de escuchar testimonios, revisar
de detenidos, nada tenía que ver con los documentos y participar con los testigos
hechos publicitados por la policía y por la en el debate de lo ocurrido. Lo hacía con
prensa, y ratificados por los funcionarios de cuidado y con riesgo, porque debía saber
tribunales. Y que los “delincuentes” que es- que los hechos son frágiles, pero también
caparon en la moto el día del hecho eran que su descubrimiento tiene una fuerza de
“buches” policiales, que participan como ac- coacción indestructible frente a los poderes
tores principales en las puestas en escena que trabajan en su destrucción.
de enfrentamientos y combate al delito. Y me parece también que, como este
Las dos historias narradas no son excep- tipo de compromiso juega políticamente,
cionales sino cotidianas, quiero decir, han sabe que la denuncia per se es también
ocurrido y están ocurriendo todos los días. parte del espectáculo, del rating, del prota-
Muchos lo saben, aunque las múltiples re- gonismo y, en definitiva, de la banalización
laciones sociales que las hacen posibles no de las tragedias.
integren el horizonte de visibilidad en el que Por eso, analiza cuándo, cómo y cuál
decodificamos nuestras opiniones y actitu- es la correlación de fuerzas políticas en la
des ante el crimen y la violencia. que puede hablar. De lo contrario, sabe que
Las dos historias exponen de manera será engullido rápidamente por lo que se ha
clara, a mi parecer, que el delito no es sim- erigido como el “sentido común respetable”
plemente una figura penal, ni una trasgre- y la “vocinglería indignada” (representada
sión, que sus actores son múltiples y tienen por reaccionarios y progresistas, según los
intereses diversos, que el tratamiento de casos y las coyunturas).
estos acontecimientos se hace según ruti- El compromiso con los derechos huma-
nas que banalizan las acciones de sus pro- nos tiene interés en agujerear la trama de la
tagonistas. “opinión pública”, del montaje periodístico,
Voy a plantear entonces lo que, en mi opi- de la banalización de los procedimientos
nión, son posibles formas de intervención de policiales y judiciales, aun cuando sabe de
una política comprometida con los derechos la vigencia de la hegemonía del discurso de
humanos, en estos temas. la seguridad y del “manodurismo” y, por ello,
113
Derechos humanos y universidades
2
Ver sitio web del Acuerdo de Seguridad Democrática: www.asd.org.ar.
114
Cuatro brechas decoloniales en la Educación Superior examinadas a partir
La investigación
de la perspectiva
en derechos
de los derechos
humanos
*
Este artículo fue expuesto en la Jornada Regional sobre Derechos Humanos y Universidad, ciudad de Mendoza, 26 de
agosto de 2010.
1
Agradezco a Gladys Tzul la generosidad de introducir en este texto observaciones que hice durante una segunda
presentación oral del mismo en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México en noviembre de 2011 y que no se
encontraban en la versión escrita original.
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Derechos humanos y universidades
que allí se instala, la raza pasa a estructurar de investigación que se vinculan, todos
el mundo de forma jerárquica y a orientar la ellos, con el amplio campo de los derechos
distribución de valor y atribución de autori- humanos: religión y sociedad, sexualidades
dad, entenderemos también que ella tiene no normativas, violencia de género, femini-
un papel central en la definición del quién cidio, vida carcelaria, feminismos no blan-
es quién y en la alocación de autoridad en cos, pero nunca me había confrontado di-
el mundo de la formulación de las ideas, su rectamente con el tema de la discriminación
divulgación y su influencia. Si, por un lado, racial hasta el día en que, siendo directora
comprender esto es esencial para combatir del posgrado en mi institución, vi reprobar
ese orden de cosas, por el otro lado, permí- a nuestro primer estudiante de doctorado
taseme decir que es precisamente al com- negro, de origen modesto, acentuada tona-
batir ese orden de cosas que comenzamos da nordestina y dotado de una delicadeza
a entenderlo bien. Esta es mi experiencia femenina. Así como la presencia de un es-
personal, ya que solo empecé a percibir tudiante con ese perfil era inédita en un pro-
con lucidez la academia, en la que muy grama de excelencia como el nuestro, tam-
confortablemente me encontraba inscripta, bién una reprobación era sin precedentes
cuando empecé a movilizarme por cambios entre las notas finales de un seminario en
dentro de ella de algunos elementos que, el nivel de doctorado. Ese evento, que tuvo
como respuesta a la dinámica contenciosa, lugar en agosto de 1998, dio inicio en Brasil
acabaron por revelarse constitutivos y fun- a una gran lucha que duró muchos años y
dacionales de la vida universitaria: su ca- que me llevó a descubrir el carácter racista
rácter eurocéntrico y el racismo asociado al de la sociedad y, muy especialmente, de la
mismo. academia brasilera, aspecto que me había
sido anteriormente opaco, en mi condición
Un breve relato histórico y biográfico de persona blanca y extranjera en esa so-
para introducir el tema ciedad. Esa lucha culminó, más de una dé-
cada después, con la implantación, hoy, de
Como dije, tengo un compromiso de políticas de cupos en 70 instituciones públi-
vida, sobre todo en los últimos doce años, cas de educación superior en el Brasil, así
con el proyecto de democratizar la universi- como de un programa gubernamental de
dad, volverla más humana, accesible, res- becas para minorías y estudiantes carentes
ponsable por el bienestar colectivo y teatro en universidades privadas –el PROUNI–.
de los debates que llevan a una consciencia Es posible afirmar, por lo tanto, que a pesar
teórico-política de la necesidad de transfor- de sus penurias, ha sido una historia coro-
maciones. Mi conocimiento sobre ese tema nada por el éxito que acabó por introducir
viene de una acción práctica, en un mo- una consciencia racial no solo en esa ins-
mento determinado, en el Departamento de titución sino en todo el parque académico
Antropología de la Universidad de Brasilia brasilero, así también como en la nación
(del que acabo de retirarme en diciembre como un todo.
de 2010 para transferirme a la Cátedra Quiero enfatizar lo siguiente: a pesar
UNESCO de Bioética, en la misma univer- de que había llegado como profesora a la
sidad), durante mi gestión como coordina- Universidad de Brasilia en 1985, solamente
dora del postgrado de esa institución en el en 1998, trece años después, se descortinó
año 1998. Partiré de un sucinto relato del un velo que ocultaba, a mis ojos y por mi
caso, no con intención anecdótica sino para posición de clase y de raza, un Brasil que
mostrar todo lo que se ilumina a partir de un anteriormente no había percibido. El Brasil
conflicto concreto y de las prácticas trans- que he vivido antes de esa lucha y después
formadoras que de él emergen. Como an- de esa lucha no son el mismo país: uno es
tropóloga, he trabajado en diversos temas el de la tarjeta de visita, la imagen de expor-
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Cuatro brechas decoloniales en la Educación Superior examinadas a partir de la perspectiva de los derechos
tación del país cordial y siempre festivo, el el estudiante es hoy en día un profesor con-
otro es el Brasil como es visto desde aba- cursado en la Universidad Estatal de Bahía.
jo, por la población no blanca y periférica Sino sobre todo porque ese caso, de origen
con relación a los polos de poder. Supongo tan local, da origen a la propuesta de una
o, mejor dicho, tengo certeza de que esas política de acción afirmativa que acabó obli-
dos Argentinas también existen, que esos gando al debate a todas las universidades
dos Méxicos también existen, y que es una brasileras y a la sociedad nacional como un
realidad de todas y cada una de nuestras todo, inscribiendo la cuestión racial en los
repúblicas, así como tengo también certeza medios masivos de comunicación y en el de-
de que la “raza” es una palabra obturada, bate político entre los representantes en el
forcluida de nuestros respectivos vocabula- Congreso Nacional y en las asambleas esta-
rios nacionales, cualquiera que sea el sig- duales y municipales.
nificado que este concepto tenga porque, Para evaluar justamente el impacto del
desde ya, su definición no es simple y ven- proceso de lucha por cupos para los compo-
go intentando cercar la idea y sus posibles nentes no-blancos de la nación en la “cons-
definiciones desde el día en que aquel con- ciencia racial” de la sociedad, realizamos,
flicto se inició. por ejemplo, un levantamiento estadístico
En otras palabras, a pesar de que la raza de todos los discursos de los congresistas,
es un tema central para pensar la realidad midiendo la frecuencia de la mención de las
educativa en nuestros países, un divisor de palabras “raza”, “racismo” y “discriminación
aguas de la distribución de recursos y de de- racial” antes y después del momento en que
rechos como recursos en nuestros países, entra en escena la propuesta de democrati-
no hemos conseguido nombrarla adecuada- zar la universidad. Constatamos así que con
mente. Porque nombrarla, también, implica anterioridad a la divulgación de la medida,
el peligro de nombrarla desde el Norte an- solamente los tres congresistas negros en
glosajón, con su hegemonía sobre los con- la década levantaron el tema racial en sus
ceptos, y podríamos incurrir en el equívoco discursos, mientras que a partir de la divul-
de nombrarla a partir del universo multicultu- gación de la propuesta de cuotas, el tema
ralista propio de la realidad norteamericana, pasó a ser tratado más asiduamente por un
lo que introduciría una tergiversación en las número mayor de diputados y senadores.
formas en que nuestra historia indo-afro-ibe- Este resultado, al igual que otras evidencias
ro-americana ha producido “raza” dentro de permiten afirmar que, además de su dimen-
un contexto semántico constituido en el cur- sión inclusiva, la propuesta repercutió como
so de una historia propia. una estrategia de agitación, provocando a
No voy a detenerme en los detalles, es la sociedad a discutir la cuestión racial, obli-
una historia que será escrita; se vienen de- gando a transformar el racismo en tema de
fendiendo tesis académicas sobre el tema, debate, tornándolo visible. Y eso sucedió
narrando y analizando sus eventos. Inclusive porque las élites comprendieron inmedia-
podría decirse que se está trabando una lu- tamente que democratizar la universidad
cha por el control de esa narrativa, debido a pública significaba abrir el acceso al corre-
su importancia histórica en el Brasil. Por mi dor que conduce a las posiciones desde las
parte, estoy convencida de que ese proceso, cuales se decide el destino de los recursos
con su raíz en un conflicto plenamente local, de la nación. La propia universidad es ese
parroquial, acabó dando vuelta una página corredor y, si la democratizamos, democra-
de la historia brasilera. No solamente porque tizamos el camino hacia los espacios de
el estudiante salió victorioso y tuvo su mate- la república en que todas las importantes
ria aprobada, o porque la sanción disciplinar decisiones relativas a la vida nacional son
que recibí de mi colegiado departamental tomadas, interviniendo también en el propio
tuvo que ser retirada. No solamente porque ámbito de la reproducción de las élites.
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Derechos humanos y universidades
Las élites brasileras lo percibieron e in- medio, es una actitud racista por si misma
tentaron –como todavía intentan– interpo- sin lugar a dudas. La propia indiferencia y
ner una serie de argumentos: que la uni- omisión configura racismo. Por lo tanto, en
versidad es meritocrática y el proceso de el caso que narro, por considerarlo paradig-
selección igualitario y ciego, que no existe mático y decisivo para la historia del com-
racismo en la sociedad brasilera y mucho bate al racismo en el Brasil, la indiferencia
menos entre los miembros de la comunidad general del medio académico que siguió a
académica. Pero el debate exigió probar la injusticia cometida por el profesor es lo
esta afirmación, y las estadísticas educati- que caracteriza el racismo. El medio acadé-
vas –así como las de empleo, salario, sa- mico fue indiferente a lo que ahí se estaba
lud, etc.– indicaron lo contrario. Las élites perdiendo o podría haberse perdido: una in-
entonces, alcanzadas en la fibra de su es- teligencia que sería capaz de pensar desde
trategia de auto-reproducción y endogamia, otra posición en la historia y en la sociedad,
se vieron atrapadas en un argumento inde- a partir de otra perspectiva. Esa indiferencia
fendible y empantanadas en una posición hace caso omiso al esfuerzo no solo de una
de la que no consiguieron ya salir, porque persona, sino de un grupo familiar entero,
al intentar argüir contra la acción afirmativa que seguramente ha colocado todos los
negando el racismo, acabaron nombrando medios a su alcance para garantizar a por
la raza y no consiguieron probar la ausencia lo menos uno de sus miembros la inclusión
de discriminación. en la universidad.
Quiero todavía hacer notar que el ele-
mento más incontestablemente racista del La lucha por los cupos para negros
tipo de injusticia y de violencia moral que e indios en la universidad
el estudiante sufrió en este caso a partir
del cual se originan las medidas de acción A partir de ese episodio, entonces, se
afirmativa en Brasil, o, en otras palabras, lo desata la lucha por la garantía de cupos
que se puede acusar como racismo sin te- para estudiantes negros en la universidad,
mor alguno de poder ser procesado por ca- que en el mismo momento de su primera
lumnia o injuria (porque es muy difícil, sino presentación al público en la universidad de
prácticamente imposible probar el móvil ra- Brasilia, en noviembre de 1999, se hace ex-
cista en el comportamiento de un profesor), tensiva al estudiantado indígena.
lo que sí podemos calificar como racista Los enemigos de esa gesta, que ha du-
sin temor a equivocarnos, fue la impávida rado doce años, han sido y son poderosísi-
indiferencia del medio académico frente a mos. Por ejemplo, entre sus opositores se
su padecimiento y, más aún, con relación a encuentran el editor general del noticiero de
la posibilidad de que perdiera su curso. Es mayor audiencia de la televisión brasilera,
importante percibir, en un caso como ese, el célebre Jornal da Globo, que ha publica-
y con fuerte inspiración en el principio de do un libro criticando esta lucha (Ali Kamel:
la discriminación positiva, que la titulación Não somos racistas: uma reação aos que
de un estudiante no-blanco tiene un gran y querem nos transformar numa nação bico-
especial significado, pues introduce, en la lor. Rio de Janeiro: Nova Fronteira, 2006),
escena letrada, una presencia inédita, re- así como Demetrio Magnoli, autor de los
sultante de un logro inédito o poco común. manuales de Geografia y del Atlas educa-
No percibir la importancia de esa presen- tivo más utilizado por los estudiantes bra-
cia y de ese logro, de ese nuevo signo que sileros. Otros prestigiosos antropólogos
se introduce en este espacio de prestigio, y personalidades de la escena intelectual
no intervenir protegiendo esa presencia, brasilera se cuentan también en ese frente,
ser indiferente y omitirse frente a las accio- que vino a ser conocido como anti-cotas, es
nes que la perjudican y la expulsan de ese decir: anti-cupos.
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Cuatro brechas decoloniales en la Educación Superior examinadas a partir de la perspectiva de los derechos
La política pública, que presenta varian- lizar la República, esto es, introducir en la
tes en cada institución y en cada región del unidad de la nación una división en razas.
país, reserva vacantes para estudiantes ne- Sugieren, con esto, que la ley no debe ins-
gros e indígenas, y va produciendo un “en- cribir, representar o reconocer la discrimina-
negrecimiento de la universidad”. Ella con- ción por raza que da forma a muchas de las
testa la idea de que el examen de ingreso, prácticas cotidianas. Aspiran, con este argu-
llamado “vestibular” en Brasil, sea realmen- mento, a que la Corte decida que la crea-
te ecuánime y meritocrático, a pesar de ser ción de un sujeto colectivo de derechos en
aplicado de forma universal y “ciega”, ma- función de la adscripción racial incurre en in-
siva, a los postulantes al ingreso de cada cumplimiento de precepto fundamental de la
institución. Lo contesta porque para poder Constitución. Afortunadamente, mientras el
ingresar por ese camino a la universidad proceso aguarda la hora en que la Suprema
pública, es necesario haber tenido acceso Corte lo juzgue –y esa espera puede ser in-
a escuelas de elite en los niveles primario terminable–, los consejos internos de seten-
y secundario, en su absoluta mayoría priva- ta universidades públicas –considerando las
das, que enseñan más que nada a respon- nacionales, estaduales y municipales, que
der ese examen, lo que introduce un filtro en algunas ciudades existen– ya han votado
natural. Raramente los estudiantes negros la adopción en sus respectivas instituciones
pertenecen a familias con ese privilegio, y de algún tipo de acción afirmativa inclusiva
la universidad acaba siendo altamente eli- para negros e indios, así como también para
tizada en términos de clase y de raza. En estudiantes carentes o estudiantes que pro-
los raros casos en que un estudiante negro vienen de escuelas públicas.
accede, generalmente por pertenecer a una Toda mi reflexión posterior sobre el tema
familia con recursos como para educarlo en del derecho humano a la educación se ori-
escuelas privadas, experimenta una gran gina, como dije, inicialmente, de la lucha
soledad en el medio académico. localizada, parroquial, por la defensa de
Cuando se pronuncia una palabra capaz los derechos de un estudiante negro victi-
de nombrar un sufrimiento que corre por las mizado en el medio académico. Ella más
venas de la sociedad, que nombra una injus- tarde se transforma en la gran gesta por los
ticia real, no existe fuerza capaz de parar la cupos, que se expande a la escena de la
circulación de esa palabra. La palabra “raza” educación superior brasilera.
y la palabra “racismo” han manifestado ese Las palabras tienen un gran poder
poder. Hasta el momento, ellas son poco pro- transformador. Insisto en esto aquí porque
nunciadas en nuestras sociedades, han per- cuando los dos coautores de la primera pro-
manecido silenciadas por una censura sor- puesta de una política de cupos en Brasil
da –como dije: obturadas, forcluídas–. Pero –José Jorge de Carvalho y quien aquí expo-
una vez expuesta su relevancia y capacidad ne– sugerimos, en 1999, por primera vez,
nominativa, ellas irrumpen con una fuerza la existencia de un racismo académico, fui-
política impresionante. Es por eso que todos mos considerados, en el medio universita-
los autoritarismos proceden siempre censu- rio brasilero, delirantes y antisociales. Pero,
rando el uso de determinadas palabras, in- porque lo que decíamos nombraba un fe-
tentando impedirlo. Precisamente, el último nómeno reconocible, que no es otro que el
argumento de los antagonistas de la política eurocentrismo tanto socio-racial como epis-
de acción afirmativa a la que vengo refirién- témico de la academia, manifestado en su
dome, y en el que sus representantes más tirria a las presencias de los signos amerin-
notables en la sociedad basaron el proceso dio y afro-descendiente entre sus cuadros,
que llevaron hasta la Suprema Corte Federal inmediatamente la idea cundió por el país,
brasilera, se basa en la idea de que nombrar hasta transformarse en un debate generali-
“raza” en las normas legales significa racia- zado, lo que ocurrió en el lapso de 11 años,
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Derechos humanos y universidades
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Cuatro brechas decoloniales en la Educación Superior examinadas a partir de la perspectiva de los derechos
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Cuatro brechas decoloniales en la Educación Superior examinadas a partir de la perspectiva de los derechos
en los años 30 del siglo XX para incorporar nuestros países? Será preciso romper con
a los intocables en la administración pública ese imaginario, dominante en nuestras uni-
y en la educación de la India recién nacida versidades, entre otras razones porque no
como nación independiente. nos ha llevado lejos en la búsqueda de so-
Relevante es insistir nuevamente en que luciones para nuestras realidades. Como
la discusión sobre cupos en las universida- consecuencia de esta equívoca asociación
des en Brasil tuvo como su principal con- entre prestigio y verdad hemos conseguido
secuencia encender el debate de toda la una universidad que no produce propuestas
sociedad sobre racismo, y el tema alcanzó de bienestar, que no sabe pensar colectiva-
los medios masivos de comunicación y el mente, cuyas metas se realizan en carreras
debate parlamentario y jurídico como nunca individuales. Sus metas evidentemente no
antes lo había hecho. Esto se debió a que la formaron una intelectualidad capaz de pen-
elite inmediatamente percibió un gran ries- sar el mundo desde aquí y dar soluciones a
go de distribuir un acceso hasta entonces nuestros problemas. Muy por el contrario,
monopólico a la educación y a los bienes nos han llevado a prácticas imitativas y sub-
que resultan de ese acceso. Una medida de alternas en la producción de conocimiento.
la relevancia de esta gesta y su capacidad A partir de esa experiencia, vengo a
para tornar visible la cuestión racial es el hablar de cuatro brechas decoloniales que
hecho, entre otros de que, ya en 2002, la pueden ser abiertas en la educación para
primera pregunta del último debate televi- democratizarla, no en un sentido eurocén-
sivo entre los candidatos a la presidencia, trico, colonial-moderno de la idea de de-
en vísperas del primer turno de la elección mocratización, sino como resultado de una
que llevó a Lula a su mandato, inquirió la crítica histórica llevada a cabo a partir de
posición de los candidatos con relación a la perspectiva y los problemas de nuestro
las cuotas raciales. propio continente. Es posible y sobre todo
Esa lucha abrió la reflexión sobre diver- estratégico hablar de esas brechas en el
sos temas: la importancia de pensar el de- lenguaje de los derechos: el derecho a la
recho humano a la educación; la dificultad educación, es decir, al acceso y la perma-
y la resistencia que el medio académico nencia; la educación en derechos huma-
presenta a su democratización en términos nos como parte indisociable de los conteni-
raciales; el carácter conservador del medio; dos de la misma; la adhesión a la meta del
las formas de discriminación y violencia pluralismo y el respeto a los derechos de
moral practicadas en el mismo. Tocamos los miembros de la comunidad académica,
varias fibras, por ejemplo, la del marxismo con sus diferencias, en las prácticas ins-
eurocéntrico, la del marxismo clásico, que titucionales de las escuelas y facultades;
se refiere solamente a clases. Tocamos el derecho al control social de los conteni-
otras fibras, también. La universidad, que dos y métodos de la educación por parte
siendo fatalmente eurocéntrica, no soporta de las comunidades que son su clientela,
verse negra, verse no-blanca, verse india, incluyendo siempre el estudio y la manu-
verse contaminada por el aspecto general tención de la memoria de las luchas y de-
de nuestras mayorías, porque esto repre- mandas colectivas que impulsan el proce-
senta, a los ojos de la comunidad acadé- so de democratización de la educación, a
mica mundial, la pérdida de prestigio, mo- la inspiración comunitaria de sus proyectos
dernidad y autoridad, siempre referidas a y propósitos, así como a la certeza de que
una visión estereotipada del Norte. Porque sus concepciones de la vida son disfuncio-
¿cómo el saber podrá estar encarnado en nales y adversas al imperio del mercado
una persona cuyo aspecto físico es asocia- de régimen capitalista.
do por el imaginario eurocéntrico al subde- Aprendí de la lucha activa contra el racis-
sarrollo, al atraso, al pasado “bárbaro” de mo académico que no se abren las puertas
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Derechos humanos y universidades
del medio universitario sin pérdidas perso- “teóricas”. Esos dos términos son, en todos
nales para quienes defienden ese camino. los casos, indisociables.
El camino es arduo y doloroso, y sólo la in- Uno de los aspectos que obstaculizan
tervención contenciosa en el campo de la el derecho a la educación, como dije, es el
educación acaba descortinando la realidad racismo que asola el proyecto educativo en
que se esconde por detrás de la fachada todos nuestros países. El tema del derecho
del falso democratismo de la meritocracia a la educación demanda inevitablemente
académica para dejar aparecer los intere- una demorada reflexión sobre la exclusión
ses y proteccionismos que están en juego social, económica y cognoscitiva que, en
en la lucha por acceso, permanencia y titu- el mundo de hoy y muy especialmente en
lación en la educación superior. nuestros países, tiene su correlato instru-
mental en el racismo, de tal forma que lo
1. El derecho a la educación: que llamamos “exclusión” es, cuando visto
acciones afirmativas e inversión desde la perspectiva de los signos, “exclu-
de recursos públicos sión racial”.
Para comprender este complejo fenó-
Es, entonces, a partir de esa experien- meno y su forma de obrar entre nosotros,
cia y el conjunto de apreciaciones que de es preciso entender que, aunque la ope-
ella resultaron que intentaré colocar mi po- ración cognitiva y emotiva de orientación
sición en términos de las cuatro grandes eurocéntrica que llamamos “racismo” tiene
formas de interacción entre los derechos un conjunto de elementos reconocibles, es,
y la educación. La primera es el derecho sin embargo, más adecuado hablar de “ra-
a la educación promovido, en parte, por cismos” por varias razones. En primer lugar
acciones afirmativas. Junto a esta moda- porque al transitar por el continente cons-
lidad de acción para promover el acceso tatamos que cada uno de nuestros países
a la educación de quienes se encuentran construye de forma diferente la marca de
históricamente en desventaja para obtener la otredad, de la diferencia a ser rechaza-
este recurso y, sobre todo, para agitar el da como “otro” en el interior de la nación,
debate en torno a su exclusión racista, la a partir de fracturas internas resultantes de
otra gran forma de expandir el derecho a la esa secuencia de procesos y sus narrativas
educación es la aplicación de recursos pú- hegemónicas que llamamos “la historia na-
blicos capaces de garantizar la expansión cional”. A la luz de esta historia, curiosa y
de la oferta educativa pública, irrestricta y sorprendentemente, la marca que orienta la
de calidad. exclusión en cada uno de nuestros países,
Esto incluye la formación y contratación es decir, la marca que instaura la otredad,
de más y mejores profesores, su remune- es construida de forma particular.
ración adecuada como para estimularlos y Si observamos con cuidado, veremos
conservarlos, su actualización frecuente, que todos los países del nuevo mundo
y la construcción de establecimientos que operan con elementos de un mismo léxico:
permitan la multiplicación de los cupos en nación, raza, grupo étnico, crisol o trípode
las escuelas primarias y secundarias y en de razas, región, afiliación religiosa, clase;
las universidades. pero la gramática que organiza estos diver-
Por otro lado, la capacitación político- sos términos del lenguaje con que un país
teórica del personal docente tendrá que define su auto-percepción como Nación
responder a una perspectiva situada, con- varía sensiblemente cuando cruzamos las
tinental. No podemos eludir que toda teoría fronteras. Por ejemplo, en una oportunidad
responde a una política y se dirige a fines di unas clases sobre el tema de la exclusión
de orden político, y que lo política siempre y la discriminación a estudiantes Mapuche,
se transfunde en posiciones que pensamos y como mi mirada, informada sobre todo
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Cuatro brechas decoloniales en la Educación Superior examinadas a partir de la perspectiva de los derechos
por los universos étnico-raciales brasilero quista. Este proceso histórico implicó me-
y argentino, no conseguía captar dónde se nos ruptura que continuidad del horizonte
instalaba la marca así llamada “étnico-ra- colonial, ya que el operativo de racialización
cial” de esos estudiantes que seguramente, iniciado con la colonización por las metró-
a pesar de parecerme a mí relativamente polis europeas como instrumento de exclu-
blancos, organizaba la producción de su sión y expropiación no hizo sino consolidar-
diferencia en el contexto chileno, les pre- se y profundizarse con la construcción de
gunté: ¿Cómo el ojo local, regional y na- las Repúblicas.
cional “percibe” o, mejor dicho, les atribuye Quien funda el discurso teórico para
la posición de indígenas y los discrimina? esta lectura de la historia a contrapelo es
¿Dónde se encuentra la marca que ese ojo Aníbal Quijano, formulador de una idea
lee y a partir de la cual organiza su práctica que nos permite iluminar el proceso histó-
discriminadora? La respuesta que obtuve rico de otra forma y subvertir las narrativas
no dejó, una vez más, de ser sorprendente: estabilizadas a partir de la instalación de
una de las marcas fuertes de su diferencia los estados nacionales republicanos. Tam-
se aloja en uno de los dos apellidos del su- bién, bajo esta nueva luz, se desvanece la
jeto, y, por esto mismo, no es exactamente noción esencializada de raza, fijada en un
lo que consideraríamos como un marcador supuesto referente firme, sea éste biológi-
propiamente “racial” en el sentido amplio. co o cultural. A partir de la formulación de
Sin embargo, en su funcionamiento local, el Quijano, modernidad y racialidad emergen
apellido funciona como una huella de etni- como aspectos de la misma ruptura histó-
cidad tan poderosa, que se impone sobre rica que instaura, en un único evento, la
la esperada marca física, fenotípica. Sabe- colonialidad. La racialización, esto es, la
mos, por ejemplo, que en los Estados Uni- otrificación activa y sus fobias asociadas,
dos la marca es la herencia, el sentido de son, así, útiles infalibles en la producción y
genealogía, y la auto-adscripción, ya que reproducción del poder expropiador, de la
hay innúmeras personas, sobre todo en al- apropiación de trabajo no remunerado. La
gunos estados del sur, como Luisiana, que educación, en todos los niveles, puede ser
a nuestros ojos latinos serían clasificadas entendida como la institución por excelencia
como blancas, pero se ubican explícitamen- que repasa, de generación en generación,
te como negras en el campo racial. la pedagogía eurocéntrica de la raza.
Esos son apenas algunos ejemplos muy El discurso de la historia nacional, de
simples que demuestran la importancia de esta forma, puede ser comprendido como
considerar el racismo en plural, evitando el la canonización de un “nosotros” como su-
esencialismo de la política de las identida- jeto colectivo y excluyente, y el desplaza-
des a la manera del Norte. Ellos apuntan miento forzado de grandes contingentes de
para el hecho, que debe ser comprendido indígenas, afro-descendientes y mestizos
en su profundidad, de que la “raza” no es hacia los márgenes de esa subjetividad ofi-
otra cosa que una construcción histórica, cial, colonizada, estatalmente sancionada y
una emanación del proceso histórico de escolarmente reproducida, de nuestras na-
conquista y colonización del mundo, prime- ciones. De allí, sus perfiles, costumbres y
ro por las metrópolis europeas y, a conti- producciones artísticas saldrán solamente
nuación, por parte de las élites que constru- cuando transformadas en íconos folklori-
yeron y administraron desde entonces los zados para componer la heráldica de que
estados nacionales, herederos directos del las elites nacionales se valen para repre-
Estado colonial. Raza es, vista así, trazo, sentar los territorios apropiados, fetiches de
huella en el cuerpo del paso de una historia las diferentes comarcas de sus dominios,
o, más exactamente, una pauta de lectura herencia republicana de la anterior admi-
de los cuerpos instalada a partir de la con- nistración metropolitana de ultramar. Ese
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Derechos humanos y universidades
discurso encubierto sobre el otro que es la poder, agitando el debate sobre el racismo
historia de los libros oficiales conducirá sin que sustenta y reproduce este orden y sus
duda a la formación de una mirada exclu- estrategias de expropiación del Sur por el
yente dirigida hacia sujetos portadores de la Norte. Es por esto que no bastan las políti-
marca de otra historia. La raza es la conse- cas inclusivas como concebidas en el Norte
cuencia inevitable y constatable de la conti- ni la politización de las identidades dentro
nuidad del proceso colonial en la historia de de la perspectiva multicultural esencialis-
los estados nacionales. ta norteamericana, porque en ellas no se
La idea de “raza” permite clasificar en toma en cuenta o, mejor dicho, se disfra-
una misma categoría a todos aquellos que za la existencia de una frontera Norte/Sur,
ostentan hoy signos asociados a los pue- y su impacto definitivo en las formaciones
blos derrotados en el proceso fundacional raciales y en el sentido mismo de la raza,
de la conquista de África y de América. plenamente histórico y de raíz geopolítica,
Por otro lado, la variedad de las formas de en el sistema mundial.
racismo en plural no solo se refieren a la
variabilidad de sus manifestaciones loca- 2. La educación para los derechos
les en términos de cómo está compuesto y
cómo se define y reconoce el contingente En segundo lugar, el tema de la relación
de los penalizados, sino también por las entre derechos y educación hace también
formas diversas en que el racismo opera. referencia a los derechos como conteni-
Tendremos así formas de racismo interper- do de la educación. El saber sobre dere-
sonal más autoconscientes y programáti- chos no puede consistir exclusivamente
cas o más automáticas e inconscientes, en la transferencia de información sobre
formas de racismo como beligerancia en- cuáles son los derechos ratificados que
tre grupos, y formas de racismo institucio- –supuestamente– nos asisten, protegen y
nal. Estas últimas dicen respecto tanto al promueven bajo los –supuestos– cuidados
conjunto de normas institucionales como de tribunales internacionales. Una parte im-
al tratamiento diferencial microscópico y portante de esa educación debe ser dirigida
capilar por parte de los empleados de or- a trabajar la noción de responsabilidad y
ganismos públicos y empresas privadas, agencia (aunque prefiero usar las palabras
que resulta en una prestación de servicios menos encubiertas de acción y activismo)
mucho más deficiente a aquellos percibi- vinculada a la ampliación constante de los
dos como no-blancos, incluyendo el servi- derechos existentes.
cio de la educación. En todos los casos, el Nuestras universidades eurocéntricas no
racismo es siempre una forma de violen- forman sujetos responsables por sus colec-
cia moral y psicológica con consecuencias tividades ni mucho menos activos en el cui-
materiales cuantificables en el plano políti- dado de la sociedad y de la naturaleza. Por
co y económico. el contrario, forma sujetos para el mercado
En suma, cuando hablamos del derecho y para funcionar dentro de las leyes de pro-
a la educación tenemos necesariamente ductividad, cálculo de costo beneficio, com-
que considerar los racismos que impiden el petitividad, acumulación y concentración.
acceso a la misma, en todas sus variantes Desarrollo y crecimiento son palabras que
y en la real complejidad de los procesos, pasan sin crítica en el medio académico,
para poder generar estrategias de inclusión así como la idea de un progreso en el que
y desmonte del mecanismo racista. detener el ritmo de acumulación significa
Al forzar el “ennegrecimiento” de la ins- decaer y desaparecer. Hasta las categorías
titución académica, estaremos tocando en más fecundas para entender el drama de
el músculo del brazo ideológico en que se la historia, como es la misma perspectiva
apoya el andamiaje de la colonialidad del de la colonialidad del poder, pierden el va-
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Cuatro brechas decoloniales en la Educación Superior examinadas a partir de la perspectiva de los derechos
lor de uso de su capacidad crítica y pasan trucción colectiva, por parte de todos, alum-
a circular como mercancías fetichizadas en nos y profesores, en todos los niveles de
una academia cada día más mercadológi- la enseñanza. Para esto es indispensable
ca, regida por la lógica de la productividad comprender que la manera de definirlos es
y el individualismo. El sentido crítico de las como un elaborado sistema de nombres
categorías se desvanece en protocolos de en permanente proceso de ampliación, por
producción y circulación del conocimiento medio de la progresiva capacidad de per-
que acompañan la lógica del capital en esta feccionar la sensibilidad al sufrimiento que
colonial-modernidad ya tardía. experimentamos y que nos rodea, así como
En el caso de la política de cuotas, que de la habilidad para describirlo, transfor-
ayudé a formular en un momento muy ini- mándolo en categorías que permitan detec-
cial y defendí para Brasil, hemos visto tam- tar su existencia y acusar sus fuentes. Esta
bién este proceso desvirtuación acontecer. no es tarea de juristas ni de especialistas,
A pesar de que la lucha fue para los miem- sino que es tarea de todos.
bros de determinados colectivos marcados Cada nuevo sufrimiento reconocido e
por la no blancura: negros en un principio, identificado, cada nueva queja nombrada es
indígenas inmediatamente después, la polí- un paso importantísimo, una conquista. Ese
tica viene formando individuos que la usan nombre multiplicará el reconocimiento de
para apartarse de las comunidades que los aquellos que padecen de una opresión co-
transformaron en beneficiarios de la misma, mún y permitirá la articulación de sus luchas.
fomentando la construcción de carreras El reconocimiento de un sufrimiento común
amnésicas, de patrimonios individuales, de llevará a la elaboración de nuevas identi-
sujetos que se tornan desarraigados de sus dades instrumentales para la formación de
colectividades de origen y ya no consiguen frentes políticos y estrategias comunes.
retornar a ellas para compartir el beneficio. Hay muchos ejemplos ya clásicos de los
La queja y la demanda que trajo al contin- desdoblamientos del léxico de los derechos
gente de beneficiarios hasta la universidad y su importancia. No hace mucho tiempo que
pasa a ser, de esta forma, cancelada por un muchas mujeres, a partir de la publicidad de
instrumental olvido , que permite substituir derechos que comenzaba a mostrar rostros
la responsabilidad con el colectivo por el y cuerpos con las marcas de agresiones re-
arribismo individual. cibidas en el especio doméstico, vimos des-
Entonces, ¿cuál es la responsabilidad cripto un sufrimiento que, en el mismo mo-
de toda persona en el proceso histórico de mento de ser exhibido de esa forma, trans-
la creación de derechos? Es indispensable formaba la costumbre en crimen y vinculaba
que el examen riguroso de esa pregunta sus víctimas como miembros de un mismo
sea parte ineludible de los contenidos pre- grupo social. Más impresionante todavía se-
vistos para la inclusión del tema de los de- ría el paso que llevó, en 1994, a nombrar,
rechos humanos en los currículos. Porque en la convención de Belém de Pará, un tipo
esa inclusión en el temario tiene que ino- de sufrimiento que nos afectaba y del cual
cular la consciencia de la maleabilidad, la no podíamos defendernos por su carácter
historicidad y el carácter inalienablemente evanescente, casi inasible en el lenguaje:
público del discurso de los derechos huma- la “violencia moral y psicológica”. En otro
nos como patrimonio de todos y abierto a la orden, un avance de importantes conse-
creatividad constante. cuencias sería la instalación en el léxico de
En consonancia con esta perspectiva, la categoría “racismo institucional”, primero
los derechos humanos deben entrar en el por el Black Panther Stokely Carmichael en
proceso educativo no como un contenido los años 60 y reintroducido en 1999 por Sir
cerrado, circunscripto y técnico, sino como William Macpherson para explicar las razo-
un campo por excelencia abierto a la cons- nes que impidieron a la policía londinense
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Derechos humanos y universidades
investigar adecuadamente el asesinato del sujetos y nutrir la fe histórica. Por otro lado,
joven estudiante negro Stephen Lawrence. al enfatizar la eficacia simbólica de los dere-
Todo énfasis es poco para intentar hacer chos humanos por medio de la nominación
comprender la extraordinaria importancia del imaginativa de todo sufrimiento evitable, se
esfuerzo por el desdoblamiento de los nom- alimentan las capacidades para concebir un
bres de la injusticia y el dolor injustamente mundo diferente al que conocemos y se con-
impuestos a pueblos, categorías sociales y voca a compartir el esfuerzo por nombrar.
personas. El poder de nombrar el sufrimien- La universidad debe inspeccionar y des-
to, su eficacia simbólica al crear nuevas montar activamente las nociones que llevan
sensibilidades e instalar culturas más benig- a una visión excluyente de los derechos, es
nas es la dimensión más importante de la decir, una idea de derechos como privilegio
ley, pues constituye un verdadero antídoto, de algunos. Esta mirada crítica debe dirigirse
mucho más poderoso que el rendimiento de también con toda fuerza a la propia institu-
las sentencias proferidas por los jueces. Es ción de enseñanza, llevando a sospechar de
también el aspecto más democrático de los todos aquellos discursos que presentan la
Derechos Humanos, porque elude la profe- educación como un bien exclusivo, un privi-
sionalización, puede ser obra de todos y ra- legio de pocos, o una mercancía de alto cos-
dicalmente de cualquiera, y depende de una to. Allí sin duda estarán embutidas nociones
práctica constantemente deliberativa. Por y prejuicios, de fuero íntimo, que llevan a la
eso mismo, la tarea de imaginar estos nom- discriminación en el espacio público.
bres y consolidarlos en el vocabulario puede Muchas de esas nociones son inocula-
y debe ser llevada a cabo en las instituciones das en clase o su manifestación es permi-
educativas, en todos sus niveles. Las pala- tida, sin intervención alguna, en el ámbito
bras desnaturalizan el sufrimiento evitable. educativo. Creencias profundas que las
Y nombrar es capacidad y responsabilidad personas pasan a vivir, desde muy tem-
que puede ser desarrollada en todos, desde prano, como convicciones íntimas e irre-
la infancia, si promovemos, a través de la flexivas –que los no blancos son inferiores,
educación, la consciencia de que es posible que las mujeres somos incapaces de abs-
modificar el paisaje de sufrimiento naturali- tracción matemática o liderazgo político,
zado en que vivimos. por ejemplo– pueden manifestarse no sólo
Más que su dimensión punitiva y retri- proactivamente, expresamente, sino tam-
butiva, es éste que acabo de describir el bién por el “trato diferenciado” a personas
papel más importante de los derechos. Si diferentes. A veces este trato diferencia-
la educación coopera con esta forma de do puede consistir simplemente en una
comprenderlos, instalará en estudiantes no-acción: no mirar, no registrar la presen-
y profesores una consciencia de su papel cia, no expresar aprecio ni expectativas
histórico y, también, lo que no es poco, una positivas con relación a algunos alumnos
consciencia de la historia en movimiento a en cuanto sí se dirigen gestos de este tipo
través de las luchas trabadas por derechos. a otros. A veces hasta una expresión en
En suma, la educación en derechos huma- apariencia amable o compasiva evidencia
nos no debe centrarse exclusivamente en el un prejuicio y discrimina pues parte del
compendio positivo de los derechos existen- principio de que alguien, por su raza o gé-
tes sino también, y sobre todo, promover el nero, no será capaz de pensar, no será ca-
conocimiento de las luchas y de las formas paz de abstraer, no será capaz de escribir,
de contribuir con su proceso de expansión. organizar ideas, en fin, conocer y entender.
Una perspectiva positivista del conocimien- Estas permisividades y piedades, cuando
to de los derechos debe ser substituida por originadas en el ánimo paternalista de los
una perspectiva dinámica, lo que implica in- educadores, no hacen más que reproducir
troducir el papel activo y responsable de los la discriminación y la exclusión, a partir del
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Cuatro brechas decoloniales en la Educación Superior examinadas a partir de la perspectiva de los derechos
prejuicio. Las instituciones deben detectar e intenciones propios de las relaciones in-
ese gesto y promover su análisis. terpersonales habituales en el cotidiano de
Para esto, será necesario retirar la dis- los establecimientos de enseñanza, sean
tinción excesiva, que algunos analistas estos entre pares o entre superiores y su-
enfatizan, entre prejuicio y discriminación. bordinados.
Toda la idea de lo políticamente correcto, en Por eso es posible afirmar que la prime-
mi comprensión, se basa en que no se pue- ra lección de una clase debe ser la lección
den ventilar los prejuicios, o sea, no se los de pluralismo. Ella debe anticipar y acom-
puede hacer públicos. Por lo tanto, la es- pañar la transferencia de los contenidos
trategia de lo “políticamente correcto” está disciplinares, y consiste en transformar el
fuertemente fundamentada en esta separa- ámbito educativo y todas las clases –y no
ción entre el fuero íntimo y el fuero públi- solamente aquellas destinadas a tratar el
co, entre el prejuicio personal, compartido tema de los derechos– en la ocasión en que
en la intimidad por mi grupo de amigos y se ponen a prueba y ejercitan métodos para
mi familia, y la discriminación que afecta el desarrollar la capacidad de convivencia en-
acceso a los recursos públicos. Sin embar- tre personas diferentes entre sí y pertene-
go, la institución educativa, aunque pública, cientes a comunidades morales diversas.
no debe economizar esfuerzos para atacar La pedagogía por excelencia para conse-
la reproducción de la discriminación por su guirlo reside en la ejemplaridad que emana
raíz: las creencias prejuiciosas cultivadas del comportamiento del profesor y los diri-
en la intimidad. gentes institucionales. Palabras agresivas
o despreciativas en la boca de un profesor,
3. Los derechos en las prácticas su menosprecio, son graves obstáculos al
educativas: la primera lección propósito ético inseparable del proyecto
de una clase es la lección educativo, y ciertamente no orientan hacia
de pluralismo democrático la convivencia pacífica y compasiva en el
espacio público.
El tercer gran cruce de educación con Es necesario entender que los comen-
derechos se refiere a las prácticas esco- tarios ofensivos u prejuiciosos en clase no
lares propiamente dichas, esto es, a las son equivalentes a la opinión personal que
relaciones interpersonales que se esta- un autor divulga en una obra: el libro permite
blecen dentro de la escuela, y que acaban la elección de comprarlo o no comprarlo, de
adquiriendo tanta importancia cuanto los leerlo o de no leerlo, la clase, no. Un alumno
propios contenidos de la educación. De tendrá que pagar un precio alto si se ve obli-
nada sirve que un profesor exhiba un dis- gado a abandonar una materia o un colegio
curso excelente acerca de los derechos, para evitar lo que percibe como una ofensa
pero que dispense un trato diferenciado a de un profesor y, en el caso de materias que
sus estudiantes en razón de su apariencia son siempre dictadas por el mismo profesor
racial, de clase o de orientación sexual. La o miembros directos de su equipo, ese pre-
mirada de la autoridad que se posa sobre cio se vuelve insuperable. Por lo tanto, una
nosotros, sea ésta de un profesor o de un ofensa de este tipo se asocia más al tema
director de establecimiento, nos encuadra, del asedio, por el acorralamiento del estu-
nos asigna un lugar y nos marca, a veces, diante en una situación inescapable en la
por el resto de la vida. Las expectativas y que el molestador es también la autoridad,
apuestas, de éxito o fracaso, que se de- y sus pares, en una situación de cerco cor-
positan sobre los niños y los jóvenes du- porativo, son también autoridad. Ese cerco
rante la rutina escolar son, a veces, infe- corporativo-autoritario deja al subordinado
lizmente, definitivas. Por eso es necesario en situación de tener que soportar lo que no
y prioritario reflexionar y modificar gestos desea soportar. Lo deja indefenso.
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Derechos humanos y universidades
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Cuatro brechas decoloniales en la Educación Superior examinadas a partir de la perspectiva de los derechos
La pregunta que aquí se impone es: ¿qué para las enfermedades, en sentido estricto
ofrece la universidad a quienes provienen de y figurado, traídas por la intrusión del Norte.
comunidades indígenas, afro-descendientes, Las soluciones de la colonial-modernidad
campesinas o conformadas en torno de una son para los males de la colonial-moderni-
actividad productiva tradicional? En mi ex- dad. Todos los pueblos las necesitan como
periencia, es difícil tener claridad sobre este consecuencia de la forzada occidentaliza-
tema y no creo que se haya llegado a un ción del mundo.
acuerdo. Busco la respuesta a esa pregun- Pero ¿cómo hacer para que este repase
ta por dos caminos. de conocimientos no conlleve al secuestro
El primero de estos caminos hace refe- completo de la subjetividad de ese sujeto allí
rencia al cultivo de la responsabilidad social aprendiz? Es innegable que al ingresar y te-
y ambiental, y de la memoria de las luchas ner que subordinarse a un ambiente como el
que condujeron al acceso. La universidad académico, el aspirante a un título dentro de
debe promoverlas convocando a la perma- esa jerarquía, y al atravesarla, tendrá que
nente reflexión sobre las acciones inclusi- negociar, más o menos conscientemente,
vas, sus motivos y sus metas. Me referí a una amplia gama de hábitos comportamen-
esto hace un momento al criticar una uni- tales y regímenes de etiqueta, adoptando
versidad que, a través del proceso educa- una serie de actitudes funcionales al nue-
tivo, forma profesionales amnésicos y dis- vo medio, pero distantes de las formas de
tanciados de sus comunidades de origen, corporalidad, expresión de las emociones
incapaces de un retorno a las mismas. Este y estilos retóricos propios de su ambiente
proceso es a veces referido como un tipo originario. Estamos, en Brasilia, justamente,
de “blanqueamiento”, y hace que el proyec- escuchando y grabando “historias de vida /
to inclusivo pierda su sentido, disolviendo relatos de existencia” de los estudiantes ne-
los vínculos de los beneficiados con las co- gros e indígenas que ingresaron por el ca-
munidades que legitimaron su demanda y mino de la acción afirmativa, para entender
educándolos con metas individualistas. como operan estas adaptaciones y negocia-
El otro camino dice respecto a los con- ciones con las demandas comportamentales
tenidos a que el estudiante proveniente de del nuevo medio: lo que se gana, lo que se
comunidades puede acceder en la universi- pierde, la duplicidad de los registros existen-
dad. El debate sobre este tema se encuentra ciales, el ingreso en el mundo “del blanco” y
lejos de estar encerrado, y no he encontra- la transformación y permanencia del vínculo
do evidencias de consenso a este respecto. con el medio originario.
Mi posición es que la universidad debe ga- Será también necesario advertir que,
rantizar la disponibilidad de los saberes téc- cuando un indígena, o un miembro de una
nicos, de la ciencia y del vocabulario de las comunidad campesina o afro-descendien-
Humanidades producidos por el Occiden- te ingresa a la universidad, no solamente
te moderno para que los pueblos puedan, viene a aprender, sino que también viene
por un lado, solucionar los problemas –de a enseñar. Hasta que eso no sea recono-
violación de derechos, de propagación de cido, esto es, hasta que no sea reconocida
enfermedades, de reducción y contamina- la dignidad de los saberes e importancia de
ción de las tierras, de interdicción y censura las demandas de los pueblos que vienen a
de la memoria histórica de los pueblos, en- la escuela, no habrá progreso satisfactorio
tre muchos otros– que la misma interven- en el campo educativo. De la misma forma,
ción del Occidente moderno introdujo. Lo la escuela y la universidad deben permane-
que debe la Universidad proporcionar son cer abiertas a recibir las señales del valor,
las herramientas que sirvan para elaborar el para las comunidades, de la educación que
antídoto contra el veneno que el patrón de se está impartiendo, en todos los sentidos,
la colonial-modernidad inoculó, el remedio es decir, si esta educación coloca o no a
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Derechos humanos y universidades
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Cuatro brechas decoloniales en la Educación Superior examinadas a partir de la perspectiva de los derechos
Occidente, han detectado esta dimensión y encontrar soluciones junto a las nuevas
del acto autoral: la muerte del ser encarnado presencias propias de una universidad más
y atravesado por sus relaciones vitales para democrática e interactiva, en la que los pro-
ingresar en la piel del sujeto escritor, distan- fesores investiguen junto a sus estudiantes
ciado y perenne. Esta operación requiere las posibles prácticas que puedan garan-
una atmósfera existencial diferente a la del tizar mayor eficacia en la mutua compren-
ser atravesado por el haz de relaciones de sión, intercambio y transferencia de conoci-
su comunidad, en situación vital y cambiante mientos y experiencias.
al calor de las vicisitudes.
No olvidemos que la historia de Occi- Para concluir
dente, como todos los sociólogos de la mo-
dernidad han indicado, ha experimentado El tema central, por lo tanto, que emerge
un viraje muy radical, pasando de un modo de la secuencia de estos cuatro aspectos o
de existencia en que las relaciones entre interfaces entre la educación y los derechos
las personas se encontraban en el centro humanos es el de la crítica al eurocentrismo
de la vida a un modo de existencia en que de la universidad y del sistema educativo
las relaciones entre las personas pasaron en general, en todos sus niveles. Todo lleva
a ser mediadas, medidas y organizadas a entender que no se trata simplemente de
por la relación con las cosas. Un equiva- educar como se ha venido haciendo, sino
lente universal va a dar la medida relativa de desmontar el horizonte eurocéntrico que
de los bienes, y la relación de las personas circunda e impregna todos los aspectos y
con estos bienes va a pautar su interacción todos los niveles del quehacer educativo en
como consecuencia. En América Latina, nuestros países.
todavía, se preservan escenas en que si- Para este fin, la educación superior en
tuamos la relación en el centro de nuestras todas las áreas, pero muy especialmente
vidas, prácticas de amistad y convivencia en las Humanidades, no podrá prescindir
donde la relación con los bienes no rigen la de localizar el poder ni de hacer referencia
escena. Escribir implica la muerte del sujeto al mismo; tendrá que promover la escritura
vital, encarnado a partir del haz de relacio- contenciosa y el activismo teórico; deberá
nes que lo atraviesan, para dar lugar a una acatar lecturas de la realidad provenientes
posición de sujeto productivo de materiali- de los márgenes y el consecuente descen-
dades textuales y transubstanciado en su tramiento de las perspectivas de análisis;
obra: el sujeto como obra. Este movimiento tendrá que desnaturalizar las narrativas
de alienación con relación a la vida inserta dominantes de la nación e identificar sus
en comunidad no es sentido como existen- élites operadoras para neutralizarlas; verá
cialmente próximo por muchos de los que la nación como heterogénea y jerárquica, y
pasan ahora a frecuentar la universidad. acatará la perspectiva de los no-blancos y,
En tercer lugar, debemos considerar que en especial, de las mujeres no-blancas en
otros pueblos cultivan, en sus comunidades, su crítica de la raza, el racismo y el patriar-
otros protocolos de producción de enun- cado exacerbado por la intervención capita-
ciados, otros estilos de parlamento, otras lista y colonial; se abrirá creativamente a la
pautas de relación entre discurso y texto, subversión de los campos disciplinares y a
diferentes de los propios de la praxis aca- los tránsitos entre disciplinas; y, finalmente,
démica. Entender esa distancia y diferencia estimulará y abrirá oportunidades para las
es crucial para resolver los impasses que textualidades no canónicas.
obstaculizan la comunicación educativa. Los cuatro aspectos de la gran temáti-
Por todo esto, creo que la escritura es ca de la educación y los derechos huma-
un tema central que debemos discutir de nos que aquí se mencionaron: el derecho
forma abierta para entender sus dilemas a acceder a la educación, el derecho como
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Derechos humanos y universidades
contenido de la educación, el derecho a un proceso educativo para las elites y sus cola-
trato no prejuicioso en las instituciones edu- boradores y, con esto, también permitieron
cativas y la adaptación de los contenidos el control monopólico de las profesiones y
a las necesidades de los diversos sujetos la concentración del poder de decisión so-
colectivos demandan la descolonización de bre los grandes temas nacionales. El ac-
escuelas y universidades. ceso a la educación de otros grupos podrá
Es posible que el primero de todos ellos, llegar acompañado de su demanda por una
el derecho a la educación, si debidamente educación en derechos como instrumento
implementado, pueda reforzar y hasta ga- para la lucha por recursos, por trato digno
rantizar los otros tres. La discriminación, el en las escuelas y universidades, y por con-
eurocentrismo y la alterofobia vigentes en tenidos curriculares y estilos de transmisión
las escuelas y en las universidades han adecuados a sus fines históricos.
reservado el acceso y buen tránsito por el
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Cuatro brechas decoloniales en la Educación Superior examinadas a partir de la perspectiva de los derechos
Anexo
Acta compromiso entre la Secretaría de Derechos Humanos
y la Secretaría de Políticas Universitarias para la conformación
de la Red Interuniversitaria de Derechos Humanos
Derechos humanos y universidades
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Anexo
137
Derechos humanos y universidades
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Anexo
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Derechos humanos y universidades
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Anexo
Panel de cierre y firma del Acta compromiso para la conformación de la Red Interuniversitaria de Derechos Humanos.
Jornada Nacional sobre Derechos Humanos y Universidad, CABA, 29 de junio de 2011.
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Observatorio de Derechos Humanos en la provincia de Buenos Aires
Sede: Universidad Nacional de Tres de Febrero
Domicilio: Av. San Martín 2921- Caseros (C.P. 1678)
Teléfono: (011) 4759-9810 / 9686. Email: observatorioddhhbuenosaires@yahoo.com.ar