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TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN..................................................................................................................3
LA ADORACIÓN Y LA CENA DEL SEÑOR.......................................................................4
DEFINICIÓN DE TERMINOS..............................................................................................4
DESCRIPCIÓN DE LA PASCUA..........................................................................................7
1. ORDEN DE LA PASCUA..........................................................................................9
2. DECADENCIA DE LA PASCUA............................................................................10
LA CENA DEL SEÑOR.......................................................................................................13
1. PROPÓSITO E IMPORTANCIA.............................................................................13
2. EXPERIENCIA DE LA IGLESIA APOSTÓLICA.....................................................14
SIGNIFICADO DE LA CENA DEL SEÑOR......................................................................16
ORDEN SUGERENTE DE LA CENA DEL SEÑOR..........................................................17
SUGERENCIAS O VARIACIONES EN LA CENA DEL SEÑOR.....................................19
PROBLEMAS EN LA CENA DEL SEÑOR........................................................................21
CONCLUSIÓN.....................................................................................................................23
BIBLIOGRAFIA..................................................................................................................24
LA ADORACIÓN Y LA CENA DEL SEÑOR

Por

PABLO ROJAS HERRERA

Presentado a:
Doctor JORGE SÁNCHEZ
Área. ADORACIÓN BÍBLICA

SEMINARIO TEOLOGICO ADVENTISTA DE INTERAMERICA


RECINTO UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE COLOMBIA
MAESTRIA EN MINISTERIO PASTORAL
MEDELLÍN ANTIOQUIA
NOVIEMBRE 2003

2
INTRODUCCIÓN

La crisis de la adoración actual y la manera litúrgica de los servicios religiosos no

solamente en la iglesia adventista sino en las demás denominaciones religiosas, me

motivan a buscar las razones o circunstancias que llevaron a Jesús a poner fin a las

festividades del pueblo de Israel incluyendo la pascua.

El propósito por el cual estableció una adoración más centrada no en sacrificios y ofrendas

sino en sí mismo como el cordero verdadero que quita el pecado del mundo. La Cena del

Señor nos permite una adoración más genuina que conduce al pecador al pie de la cruz y lo

eleva hasta la presencia de Dios. Repasando el desarrollo del concepto bíblico, pongo de

relieve la importancia de armonizar la forma de culto aceptable a Dios con el contenido de

la verdadera adoración.
LA ADORACIÓN Y LA CENA DEL SEÑOR.

DEFINICIÓN DE TERMINOS.

Adoración. (Del lat. adoratĭo, -ōnis).

f. Acción de adorar.

|| Adoración de los Reyes. f. La que hicieron los Reyes Magos al Niño Jesús en el portal de Belén. || 2.

Epifanía. 1

(heb. generalmente shâjâh, "inclinación", "adoración"; {âtsab [Jer. 44:19]; segid; gr.

generalmente latréia, "servicio" [religioso], "culto"; latréuÇ, "servir", especialmente en

relación con las formas externas de adoración; proskunéin, "postrarse", "besar" [como

adoración]; proskunéÇ, "rendir obediencia [reverencia]", "postrarse").

Actitud de humildad, reverencia, honor, devoción y adoración que señalan adecuadamente

las relaciones entre los seres creados y su Creador, particularmente en su presencia. La

Biblia enseña que tal adoración es debida sólo al único Dios verdadero (Ex. 20:1-5; 34:14;

Mt. 4:10; Hch. 10:25, 26). Los ángeles, aunque son seres celestiales, no deben ser objeto

de adoración (Ap. 19:10). Un estricto monoteísmo ha de caracterizar el culto de quienes

honran al verdadero Dios, el Creador del cielo y de la Tierra (Dt. 6:4, 5). Además, como

Dios es "espíritu" (Jn. 4:23, 24), se prohíbe al hombre adorarlo mediante representaciones

materiales (Dt. 4:12, 15-19).2

1
Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos
los derechos.

2
Diccionario Bíblico Adventista. Pág. 23.

4
Adoración según Brenner “la adoración es lo que sucede cuando un hombre bueno está

consciente de la presencia y el propósito de Dios”.3

Jones declara “la adoración es lo que un hombre pensante hace cuando se aproxima a otro

ser pensante llamado Dios”4

Liturgia. (Del b. lat. liturgĭa, y este del gr. λειτoυργία, servicio público).

f. Orden y forma con que se llevan a cabo las ceremonias de culto en las distintas religiones.

|| 2. Ritual de ceremonias o actos solemnes no religiosos.

|| ~ de las horas. f. oficio divino. 5

2. llllllllll (leitourgiva, 3009), relacionado con llllllllll , (véanse MINISTRO,

SERVIDOR), con el que se corresponden los significados de llllllllll. Se usa en el NT de

ministerios sagrados: (a) sacerdotales (Lc 1.23; Heb 8.6; 9.21); (b) en sentido figurado, de

la fe práctica de los miembros de la iglesia en Filipos, considerada como un sacrificio

sacerdotal, sobre el que la vida del apóstol podría ser derramada como libación (Flp 2.17);

(c) del mutuo servicio de los creyentes, considerado como un servicio sacerdotal (2 Co

9.12; Flp 2.30). 6

3. Hallel: “Interjección piadosa que significa "alabad a Yahweh [al Señor]" (Sal. 106:1;

111, título; Ap. 19:1, 3, 4, 6). La palabra se encuentra muchas veces en el AT,

principalmente en los salmos "Hallel", es decir, salmos de alabanza, pero a menudo se

3
Pease, Norval. Y Adoradle. Pág. 29
4
Ibíd.
5
Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos
los derechos.
6
Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, (Nashville: Editorial Caribe)
2000, c1999.

5
traduce por "Alabad a Jehová [Jah]" o "Aleluya". El término hebreo es la transliteración de

una forma imperativa del verbo heb. hâlal, "alabar", a la que se añadió una forma abreviada

del heb. Yahweh, el nombre personal de Dios. Como la interjección contiene una referencia

a Dios, su uso irreverente o profano estaría prohibido por el 3er mandamiento”7

4. CENA DEL SEÑOR: “Comida designada por Cristo para reemplazar la Pascua en la

iglesia cristiana (1 Co.11:20). Fue instituida en la cena pascual en vísperas de la crucifixión

(Mt. 26:18-20; Mr.14:12-17; Lc. 22:7-14; Jn.13:1). Jesús tomó del pan no leudado (Lc.

22:1; cf Ex. 12:2-8,15,17-20; etc.) y, partiéndolo, lo pasó a cada discípulo diciendo:

"tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de

mí" (1 Co. 11:24; cf Mt. 26:26; Mr.14:22; Lc. 22:19). Después tomó una copa de vino y les

indicó que todos bebieran de ella, diciendo: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre;

haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí" (1 Co. 11:25; cf Mt.

26:27,28; Mr.14:23,24; Lc. 22:20). El pan y el vino eran emblemas del cuerpo quebrantado

de Cristo y de su sangre derramada. La participación de los cristianos de estos símbolos es

un acto de conmemoración del sacrificio de Cristo para la salvación de los hombres. En

forma simbólica muestra que el creyente se apropia de los beneficios de ese acto y se une

personalmente con Cristo. El Señor no dio indicaciones acerca de la frecuencia 224 con

que había de celebrarse la cena, pero su instrucción fue: "Todas las veces que la bebierais"

hacedlo "en memoria de mí", y añadió: "Todas las veces... la muerte del Señor anunciáis

hasta que él venga" (1 Co.11:25,26). Los primeros cristianos celebraban una fiesta llamada

"ágape" (fiesta de amor), que se hacía en relación con la Cena del Señor, probablemente

como un recuerdo de la última Pascua que comió Jesús. Ciertos abusos que algunos

corintios practicaron durante estas fiestas merecieron la reprensión de Pablo (vs 20-

7
DBA. Pág. 34.

6
22,33,34). En forma similar, Judas se refirió ásperamente a los que eran "manchas" en esos

ágapes (Jud. 12)”8

5. Pascua. (Del lat. vulg. pascŭa , este del lat. pascha , este del gr. πάσχα, y este del hebr. pesah , infl. por

el lat. pascuum, lugar de pastos, por alus. a la terminación del ayuno).

f. Fiesta la más solemne de los hebreos, que celebraban a la mitad de la luna de marzo, en memoria de la

libertad del cautiverio de Egipto.

|| 2. En la Iglesia católica, fiesta solemne de la Resurrección del Señor, que se celebra el domingo siguiente

al plenilunio posterior al 20 de marzo. Oscila entre el 22 de marzo y el 25 de abril.

|| 3. Cada una de las solemnidades del nacimiento de Cristo, del reconocimiento y adoración de los Reyes

Magos y de la venida del Espíritu Santo sobre el Colegio Apostólico.

|| 4. pl. Tiempo desde la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo hasta el día de Reyes inclusive. ¶ ORTOGR.

Escr. con may. inicial.

|| Pascua del Espíritu Santo. f. Pentecostés (ǁ festividad que celebra la Iglesia). 9

DESCRIPCIÓN DE LA PASCUA

La pascua judía ritualiza la maravillosa liberación del pueblo de Dios de la servidumbre de

Egipto. Dios no creó un rito nuevo, sino que cargó de significación nueva al antiguo. Las

distintas partes del ritual de pascua: la inmolación del cordero y la maduración de los panes

ázimos, se remontan a una doble fiesta anterior, o a una fiesta única de doble aspecto,

oblación a Dios de las primicias de los rebaños y de las cosechas.

La celebración de la pascua une, al reconocimiento por la liberación, el recuerdo de las

pruebas de Egipto. Su significación es, por ende, ambigua. Así, el tema de la alegría, que

es antiguo, solo se domina después de exilio. El cronista cuenta como el rey Exequias

8
DBA. Pág. 223,224.
9
Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

7
purifico el templo, restableció el culto y celebró solemnemente la pascua “con gran alegría”

alabando a Dios, en medio de suntuosos regocijos que corrieron por su cuenta. Lo mismo

sucedió con el rey Josías.

El judaísmo rabínico interpretó la comida pascual en un sentido escatológico y vino a ser

figura de la nueva liberación esperada por el país. Antes de la institución de la eucaristía,

Jesús presentó la pascua como figura del reino por venir. Solo Lucas refiere la palabra de

Cristo: “yo os digo que no comeré mas de esta pascua, hasta que se cumpla plenamente en

el reino de Dios. No beberé mas en adelante del fruto de la viña, hasta que haya venido el

reino de Dios” Lucas 22:16-18.

Las comidas litúrgicas, así como la celebración pascual, dadas las armónicas mismas que

enriquecen su tema inicial en el curso de la historia religiosa de Israel, anuncian los bienes

mesiánicos y escatológicos. Ya en los profetas aparece este tema bajo la imagen de un

banquete. En el segundo Isaías, Yahvé invita al pueblo a la dicha mesiánica, presentada

bajo la especie de un banquete. “todos los que estáis sedientos, venid al agua. Aunque no

tengáis dinero, venid. Comprad y consumid sin dinero y sin pagar vino y leche” Isaías

55:1-3.

La invitación está dirigida a los pobres, a quienes Yahvé dedica su atención. Este oráculo,

preludia el banquete de la sabiduría, en un pasaje del libro de los proverbios que se inspira

en Isaías, “la sabiduría se edifico una casa, levanto siete columnas, inmoló sus victimas,

8
preparó su vino, y puso su mesa…al hombre insensato le dice: venid, comed de mi pan,

bebed del vino que he preparado” Prov. 9:1, 2, 4,5.10

1. ORDEN DE LA PASCUA.

a. La cena pascual comenzaba por un servicio preparatorio.

b. El padre de familia pronunciaba primeramente una doble bendición: la

primera por la solemnidad, la segunda sobre el vino: “bendito seas tu,

Yahvé, Dios nuestro, rey del universo, que has creado el fruto de la viña”

y la copa pasaba por el medio de los comensales.

c. Luego se daban la mano derecha.

d. El hijo preguntaba a su padre en que se distingue esta noche de las otras

noches. El padre evoca la maravillosa salida de Egipto y cita las palabras de

las Escrituras, Deuteronomio 26:5-11. Para recordar que el pan ázimo es un

recuerdo del pan que no tuvo tiempo de fermentar; las hierbas amargas

evocan los tiempos de amargura porque paso Israel en Egipto. El cordero

asado, figura el cordero que cada familia judía hubo de inmolar aquella

noche y cuya sangre, sobre las puertas de las casas, los preservó del ángel

exterminador. “Así estamos obligados a dar gracias, a confesar, a alabar y

glorificar, a aquel que nos ha librado, a nosotros y a nuestros hermanos, de

Egipto, y nos dio aquella noche”

e. Se canta la primera parte del Hallel y la última copa pasa a los comensales.

10
Hamman, A., La Oración. Págs. 200-201.

9
f. Se traía el primer plato compuesto de hierbas margas, de panes ázimos, de

jugo de frutas y del cordero asado. El padre de familia dice la bendición

sobre los panes ázimos: “Bendito eres, Yahvé, nuestro Dios, Rey del mundo,

que has hecho producir pan a la tierra”. Ahora rompe el pan y lo distribuye

los trozos a los comensales que los comen con hierbas amargas y jugo de

frutas. En este memento comienza la manducación del cordero pascual.

g. Acaba la comida y el padre de familia dice la bendición sobre la última

copa, que es la acción de gracias por la comida; de ahí el nombre de la copa

de bendición.

h. La comida termina con el final del Hallel y talvez con una cuarta copa.

Jesús cantó los salmos con los suyos. Es la sola oración que parece haber

dicho con ellos.

2. DECADENCIA DE LA PASCUA

“Los registros históricos de los tiempos de Jesús revelan que en servicio de la sinagoga

se hacían muchas oraciones formales y repetitivas. Los rabinos habían desarrollado

estrictas reglas que establecían la forma en que estas oraciones debían ofrecerse. Los

servicios en sábado, por lo mismo, se habían convertido en un ceremonial estereotipado

y repetitivo”.11

“Cristo vio que algo debía hacerse. Habían sido impuestas numerosas ceremonias al

pueblo, sin la debida instrucción acerca de su significado. Los adoradores ofrecían sus

sacrificios sin comprender que prefiguraban al único sacrificio perfecto. Y entren ellos,

sin que se le reconociese, estaba Aquel al cual simbolizaba todo el ceremonial. El

11
Ibíd. Pág. 23,24.

10
había dado instrucciones acerca de las ofrendas. Comprendía su valor simbólico, y veía

que ahora habían sido pervertidas y mal interpretadas. El culto espiritual estaba

desapareciendo rápidamente. Ningún vínculo unía a los sacerdotes y gobernantes con

su Dios. La obra de Cristo consistía en establecer un culto completamente diferente”.12

Esta liturgia rígida y repetitiva permitió que el propósito de adoración de la pascua y de

las demás festividades de Israel cayera en decadencia. El objetivo mesiánico del cordero

pascual fue vedado por la combinación de comidas y bebidas de demás actos litúrgicos,

mayormente se dedicaron a manifestar gratitud a Dios por el pasado.

La comodidad, el establecerse nuevamente en su tierra y recuperar las posesiones

perdidas, el gozar de paz, traían regocijo temporal, momentáneo. Los servicios del

templo continuaban año tras año y las multitudes se congregaban para adorar al Dios

verdadero; pero el orgullo y el formalismo gradualmente reemplazaron la humildad y la

sinceridad de la adoración.

La verdadera amenaza para el templo y su sistema de adoración fue revelada en la

conversación que Jesús tuvo con la mujer samaritana cuando dijo: “mujer, créeme que la

hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis

lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los

Judíos, pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adoraran al

Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo

12
Elena de White, Deseado de Todas las Gentes. Pág. 130.

11
adoren. Dios es espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo

adoren”.13 Juan 4:21-24.

Elena de White menciona un culto totalmente diferente, que desarrolla una adoración

muy significativa “Los hombres no se ponen en comunión con el cielo visitando una

montaña santa o un templo sagrado. La religión no ha de limitarse a las formas o

ceremonias externas. La religión que proviene de Dios es la única que conducirá a Dios.

A fin de servirle debidamente, debemos nacer del Espíritu divino. Esto purificará el

corazón y renovará la mente, dándonos una nueva capacidad para conocer y amar a

Dios. Nos inspirará una obediencia voluntaria a todos sus requerimientos. Tal es el

verdadero culto. Es el fruto de la obra del Espíritu Santo. Por el Espíritu es 160

formulada toda oración sincera, y una oración tal es aceptable para Dios. Siempre que un

alma anhela a Dios, se manifiesta la obra del Espíritu, y Dios se revelará a esa alma. El

busca adoradores tales. Espera para recibirlos y hacerlos sus hijos e hijas.”14

“El odio a los romanos y el orgullo nacional y espiritual inducían a los judíos a seguir

adhiriéndose rigurosamente a sus formas de culto. Los sacerdotes trataban de mantener

una reputación de santidad atendiendo escrupulosamente a las ceremonias religiosas. El

pueblo, en sus tinieblas y opresión, y los gobernantes sedientos de poder anhelaban la

venida de Aquel que vencería a sus enemigos y devolvería el reino a Israel. Habían

estudiado las profecías, pero sin percepción espiritual. Así habían pasado por alto

aquellos pasajes que señalaban la humillación de Cristo en su primer advenimiento y

13
Biblia Reina Valera, 1995. Pág. 715.
14
White, Elena. Deseado de Todas las Gentes. Págs. 159,160.

12
aplicaban mal los que hablaban de la gloria de su segunda venida. El orgullo obscurecía

su visión. Interpretaban las profecías de acuerdo con sus deseos egoístas.”15

El cumplimiento del tiempo había llegado y la humanidad se hallaba cada vez más

degradada por la trasgresión. Satanás se había propuesto hacer insalvable la

comunicación entre el cielo y la tierra, había envalentonado a los hombres en el pecado,

se proponía agotar, extinguir, el amor de Dios sumiendo al mundo bajo su propia

jurisdicción.

Esta situación demandaba la venida de un Redentor. Dios había provisto en la persona

de su hijo Jesucristo, la redención para salvar al pueblo de sus pecados y su degradación

y elevarlos a la posición de hijos de Dios.

LA CENA DEL SEÑOR.

1. PROPÓSITO E IMPORTANCIA.

Que los cultos y liturgias que habían perdido la esencia y el propósito de la verdadera

adoración, que desde el edén hasta la muerte de Jesús, a través de figuras y símbolos, como

el cordero pascual, ahora la adoración debía centrarse en Jesús “como el cordero de Dios

que quita el pecado del mundo” Juan 1:29.

15
Ibíd. Pág. 22.

13
La adoración a través de la Cena del Señor da al adorador la oportunidad de mantener firme

la convicción que la salvación es real por medio de los meritos de nuestro Señor Jesucristo.

Jesús está instituyendo una acción profética que debemos repetir, que será permanente, que

nos proporcionará su entrega a nosotros, la entrega de sí mismo. Juan 6:51 nos habla en

futuro, dice: “el pan que yo les daré es mi carne, vida del mundo”, y a pesar de la forma

futura en que Juan coloca estas palabras, es la forma más próxima a las palabras de Jesús.

El servicio de la comunión es una ocasión solemne y de escudriñamiento del corazón, de

regocijo y de expectación. Planeado y llevado a cabo en forma adecuada, trae ánimo y

renovación espiritual a la congregación. Por lo tanto, la realización de la ceremonia de la

comunión es uno de los deberes más sagrados de un pastor o de un anciano. “todas las

cosas relacionadas con este rito, deben sugerir una preparación tan perfecta, como sea

posible… esta ceremonia no ha de realizarse en forma indiferente” (Ev. 205).16

La cena eucarística es el centro y meta de toda reunión, obra del espíritu, en nombre del

kyrios. Es la acción de la comunidad que vive bajo la moción del espíritu, se halla

igualmente, en el centro de los otros elementos litúrgicos del bautismo, de la confesión de

la fe, de las manifestaciones del espíritu y de oración cristiana.17

2. EXPERIENCIA DE LA IGLESIA APOSTÓLICA.

Tanto los cuatro evangelios, como la carta a los corintios, presentan a Jesús identificado de

un modo misterioso y decidido, su cuerpo con el pan y su sangre con el vino. Nace un rito
16
GUIA DE PROCEDIMIENTOS PARA MINISTROS. Pág. 273.
17
Hamman, A. La Oración. Pág. 210.

14
en el que hay que comer el pan, cuerpo de Cristo, y beber el vino, sangre de Cristo. La

armonía es importante, dado que todos estos testigos hablan relativamente poco de este

hecho.

Pablo en los años 49, 50 en su primer viaje misionero, al visitar a los corintios entrega

como forma de liturgia la Cena del Señor como la formula que el mismo había recibido,

después de su conversión durante la era cristiana aunque la forma de la liturgia de la Cena

del Señor procedía de la iglesia de Antioquia por aquellos años. Aún se mantenía la forma

de Marcos y Lucas, menos solemnizada o liturgizada, en otras palabras, los textos

eucarísticos pertenecen a la roca primitiva.

En la eucaristía o Cena del Señor es Jesús quien toma el pan, bendice, parte, entrega, dice,

da gracias, aunque no se menciona su nombre, pero Mateo si hace mención del nombre de

Jesús. Este pasaje ha sido muy utilizado en la liturgia de la iglesia apostólica y dicha

liturgia exige ciertas explicaciones y solemnidades y han llegado a formar parte de la

palabra eucaristía.

El apóstol Pablo en 1ª de Corintios 11:23- 26 está recordando la tradición histórica de la

pasión, destaca con énfasis que esta tradición viene del Señor, solemniza la formula, o nos

transmite la formula ya solemnizada por efecto de la liturgia con el nombre de Jesús,

incluso precedido del título de Señor que es post pascual: “El Señor Jesús la noche que fue

entregado”

SIGNIFICADO DE LA CENA DEL SEÑOR.

15
Quienes nos han transmitido tan escuetamente estas palabras, nos han dado

autorizadamente su interpretación, lo que ellos de hecho quisieran transmitirnos. Juan

defiende este hecho de cualquier tergiversación o atenuación. “En verdad, en verdad os

digo, sino coméis la carne del hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en

vosotros” (Juan 6:53). Pablo en época anterior también interpreta de manera realista “el

cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? el pan que

partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? 1ª Corintios 10:16. Jesús es como el

pan, es comida, es nuestro alimento, se da para nosotros, hemos de vivir de él.

Juan es quien ha acuñado la expresión “se hizo carne”, Juan 1:14, carne significa, su

humanidad, no se trata de darnos su palabra, su doctrina, sino darse así mismo por nosotros.

“el que come mi carne” Juan 6:54 – 56; “el que me come” vv. 57, son expresiones realistas

que defienden la verdadera entrega de Jesús en la Cena del Señor. Lo que tenemos ante

nosotros es el Señor mismo que se entrega por nosotros.

“Nuestro Salvador dijo: "Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebierais su

sangre, no tendréis vida en vosotros. ...Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre

es verdadera bebida."* Esto es verdad acerca de nuestra naturaleza física. A la muerte de

Cristo debemos aun esta vida terrenal. El pan que comemos ha sido comprado por su

cuerpo quebrantado. El agua que bebemos ha sido comprada por su sangre derramada.

Nadie, santo, o pecador, come su alimento diario sin ser nutrido por el cuerpo y la sangre de

Cristo. La cruz del Calvario está estampada en cada pan. Está reflejada en cada manantial.

Todo esto enseñó Cristo al designar los emblemas de su gran sacrificio. La luz que

resplandece del rito de la comunión realizado en el aposento alto hace sagradas las

16
provisiones de nuestra vida diaria. La despensa familiar viene a ser como la mesa del

Señor, y cada comida un sacramento.”18

ORDEN SUGERENTE DE LA CENA DEL SEÑOR

1. Sermón: Se presenta antes de separarse para el Rito de Humildad. No debería

exceder de 10 minutos. Algunos pasajes para la ceremonia de Comunión

podrían ser: Juan 13:3-17; Mateo 26:26-28; Marcos 14:22-24; Lucas 22:19,20;

Mateo 16:24; Marcos 14:18,19; Juan 6:53-56; 1ª Corintios 10:16,17; 11:23-26;

Gálatas 6:14; 1ª de Pedro 2:21. y los capítulos 71 y 72 del Deseado de todas las

Gentes.

2. Lavamiento de los Pies: es un símbolo poderoso, es un momento para arreglar

diferencias, para acercarnos a aquellos con quienes hemos disentido, une a

esposos, padres e hijos, momento hermoso para unir la familia. Los Diáconos y

las diaconisas hacen los preparativos necesarios de platones y toallas para todos,

al igual que agua y jabón para lavar las manos después de la ceremonia. Se

pueden entonar himnos o tocar música de fondo, elevar oraciones antes de lavar

los pies del compañero. No se debe perder en ningún momento el decoro y la

reverencia. “en los lugares donde sea socialmente aceptable y donde la

vestimenta sea tal que no haya inmodestia, pueden hacerse arreglos para que el

esposo y la esposa, o los padres y sus hijos bautizados, participen juntos del rito

de humildad”19

18
White, Elena. Deseado de Todas las Gentes. Pág. 615.
19
MANUAL DE LA IGLESIA. Año 2000. Pág. 93.

17
Hacer planes para que la visita y los niños se sientan especialmente incluidos más

que negligentemente excluidos. Se puede colocar música, tener un relato para los

niños no bautizados.

3. Cena del Señor: El canto nos invita para regresar al salón principal. El

ministro y los ancianos ocupan sus lugares en la mesa de comunión, seguido

por los diáconos y las diaconisas que se sientan en las primeras bancas. Los

emblemas de la Cena del Señor, deben mantenerse cubiertos antes y después

del servicio religioso. Se canta el himno “Jesús invita hoy”, “Hoy venimos”,

“El pan de vida soy”. Se descubre la mesa, luego el ministro o anciano que

oficia quita la servilleta o mantel y lee y texto apropiado. Quienes ofician se

colocan de rodillas para pedir la bendición por el pan, en tanto que la

congregación permanece sentada con la cabeza inclinada. El pastor y los

ancianos parten simbólicamente el pan, se entrega a los diáconos, quienes lo

distribuyen a la congregación. Quien oficia repite una frase apropiada e

invita a la congregación a participar del pan, seguido de una oración

silenciosa.

Se descubre la bandeja que contiene el vino, se lee un texto, luego de rodillas se ofrece una

oración de bendición por el jugo de la vid. Se repite el método de distribución. Quien

dirige invita a participar con una frase como las palabras de Jesús, seguida de una oración

silenciosa. Los diáconos recogen las copas y se colocan sobre la mesa y se cubren las

bandejas. Las diaconisas ponen el mantel encima de la mesa.

18
La Cena del Señor siempre debería de terminar con un acento sublime. Se han arreglado

las diferencias, se han perdonado los pecados, se ha restaurado la esperanza. Es tiempo

ahora para regocijarse. Terminar con música alegre y brillante, como lo expresan los

himnos “A Dios el Padre Celestial”, “Comprado con Sangre por Cristo”, o el coro del

“Aleluya”. Despedir la congregación con una oración de bendición o con una oración

silenciosa.

SUGERENCIAS O VARIACIONES EN LA CENA DEL SEÑOR.

1. Método más breve: sin disminuir nada de su simbolismo espiritual, los diáconos

pueden llevar tanto el pan como el vino en la misma bandeja, servirlo al mismo

tiempo. Las copas no se recogen, se colocan bandejas sobre una mesa en la parte de

atrás, y al salir allí las colocan o en el enrejado montado detrás de las bancas si es

que lo tienen. Las oraciones de bendición, la lectura de las Escrituras, y la

participación de los emblemas pueden seguir el orden acostumbrado.

2. Música y lecturas: Durante la repartición de los emblemas usar música especial

relacionada con la Cena del Señor. Lecturas Bíblicas apropiadas, testimonios y

música o himno instrumental.

3. Predicar sobre la Cena del Señor el sábado anterior: una de las razones por las

cuales se pierde de vista las enseñanzas espirituales del servicio de comunión es que

hay poco tiempo para la instrucción.

4. Lecturas Antifonales: “la Cena del Señor” algo semejante al comienzo.

Pastor: “Entramos ahora en un momento de bendición especial”.

19
Pueblo: “Llegamos esperando esa bendición”

Pastor: “Cuando comemos…”

Pueblo: “Recordamos el cuerpo quebrantado de Cristo”

Pastor: “Cuando bebemos…”

Pueblo: “Recordamos la sangre derramada de Cristo”

Pastor: “Revélate ahora a nosotros, Señor nuestro, así como entonces te revelaste a

tus discípulos”.

Pueblo: “Favorece nuestra mesa con tu presencia y danos un goce anticipado de la

fiesta por venir”

TODOS: “Venid, porque todo está aparejado”

5. Mientras se participa: los participantes toman los emblemas, cada uno diciendo su

nombre:

Pastor: “este es mi cuerpo…

Pueblo: “Que fue partido por __________”

Pastor: “Esta es mi sangre…

Pueblo: “Que fue derramada por __________”

6. Servicio de Comunión Extra para los Jóvenes: invitarlos a un servicio especial,

puede ser en la casa pastoral, programar de tal manera que ellos reciban una

enseñanza espiritual y a la vez deje un recuerdo del servicio como algo muy

especial. Esto no prepara la participación de los jóvenes en el servicio trimestral.

7. Frecuencia de la Cena del Señor: la costumbre es trimestral, pero el apóstol Pablo

dice “Todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa” 1ª Cor. 11:26.

20
la Biblia no determina la frecuencia de la comunión, así que se puede celebrar

servicios nocturnos con velas, servicio de año nuevo, servicio especial para jóvenes.

8. Participantes: el ejemplo de Jesús con Judas nos muestra que la participación no

debiera limitarse solo a miembros ejemplares. “El ejemplo de Cristo prohíbe la

exclusividad en la cena del Señor. Es verdad que el pecado abierto excluye a los

culpables. Esto lo enseña claramente el Espíritu Santo.* Pero, fuera de esto, nadie

ha de pronunciar juicio. Dios no ha dejado a los hombres el decir quiénes se han de

presentar en estas ocasiones. Porque ¿quién puede leer el corazón? ¿Quién puede

distinguir la cizaña del trigo? "Por tanto, pruébese cada uno a si mismo, y coma así

de aquel pan, y beba de aquella copa." Porque "cualquiera que comiere este pan o

bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre

del Señor." "El que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no

discerniendo el cuerpo del Señor."”20

Los Adventistas celebramos una comunión abierta. “por tanto pruébese cada uno a sí

mismo, y coma así de aquel pan, y beba de aquella copa” 1ª Cor. 11:28.

PROBLEMAS EN LA CENA DEL SEÑOR

Algunos ven la comunión como una obligación tediosa, más que como un privilegio

emocionante. Miembros sinceros, dejan de venir “porque no se sienten dignos”. Otros se

ausentan diciendo “ya tomé parte en otro lugar”. Miremos algunas razones por las cuales

estos hermanos toman estas actitudes:

20
White, Elena. El Deseado de Todas las Gentes. Pág. 612.

21
1. perdida del significado: el paso del tiempo tiende a disipar el significado de

cualquier ritual o tradición. Se repite más por tradición que por su significado

espiritual. Cada iglesia debe estudiar sus tradiciones de la comunión y revitalizar el

interés de celebrarla. Hay que tener mucho cuidado en los cambios, este debe

mantener la comprensión espiritual en forma perdurable por encima de una

tradición sin sentido.

2. complicación social: personas extrovertidas y agresivas tienen dificultad de

comprenderlo. Socialmente es una situación embarazosa encontrar un compañero

para el rito de humildad. Se deben tener líderes a todos los que participan.

3. duración excesiva: comúnmente dura mas tiempo que los demás servicios de

adoración, esto hace que se pierda la belleza y el significado espiritual del servicio,

los padres tienen dificultad con sus hijos inquietos, los chicos debido a la

importancia limitada que tienen para ellos se aburren, quienes tienen familia no

adventista están incómodos porque estos están esperando impacientes para el

almuerzo o para la cena.

4. diferencias culturales: lo que es interesante en una cultura, puede no serlo en otra.

El liderazgo local puede dar el mejor consejo acerca de lo que es adecuado en una

cultura dada.

5. preparación del pan y del vino: se debe usar solo pan sin levadura y jugo de la vid

sin fermentar. Debemos seguir cuidadosamente la receta para su preparación e

instruir a los diáconos y diaconisas en la elaboración de los mismos.

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CONCLUSIÓN

Sí la adoración y la liturgia de la Cena pascual llegó a su culminación y el mismo Jesús

puso fin a estas ceremonias debido al estado de pasividad y falta de significado y

propósito. La Cena del Señor actualmente debe mantener muy en alto el deseo de Jesús

de cenar con sus discípulos y con nosotros.

La Cena del Señor no se debe liturgizar ni estereotipar porque caeríamos en las mismas

costumbres tradicionalistas del pasado, solo la celebraríamos para recordar o evocar un

evento de Jesús sin significado.

La Cena del Señor necesita ser vívida, tener la comprensión espiritual que esta encierra,

es la adoración más solemne y participativa teniendo como centro principal de

adoración a Jesús. Esta ocasión de escudriñamiento del corazón, de regocijo, de

expectación, de renovación espiritual, mueve al adorador a manifestar los sublimes

loores a quien obró por nosotros la redención. Apoc 5:12,13: “Y decían a gran voz: "El

Cordero que fue muerto es digno de recibir poder y riquezas, sabiduría y fortaleza,

honra, gloria y alabanza".

Y a todos los que estaban en el cielo, en la tierra, en el mar y debajo de la tierra, y a

todas las cosas que hay en ellos, les oí cantar: "Al que está sentado en el trono y al

Cordero, sean la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos".21

21
La Biblia. VRV 60.

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BIBLIOGRAFIA

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ESQUILIN, Mizraím, El Despertar de la Adoración, editorial Caribe, Nashville, 1995.

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HAMMAN, A. La Oración, Editorial Herder, Barcelona, 1967.

PEASE, Norval, Y Adoradle, APIA, Bogotá, 2002.

RODRIGUEZ, Sebastián, Antología de la Liturgia Cristiana, Editorial CLIE,

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SÁNCHEZ, Eduardo, El Camino de la Adoración, Bogotá, 1995.

WHITE, Elena, El Deseado de Todas las Gentes, Biblioteca Electrónica.

WILLISTON, Walter, Historia de la Iglesia Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones,

Kansas City, 1967.

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