Actualmente el comportamiento ético de las empresas en todas sus actividades
y negocios es una preocupación y un tema que ocupa no sólo al mundo empresarial, sino a los diferentes núcleos de la sociedad, como el Estado, la academia, la iglesia y, por supuesto, a quienes son los receptores de sus productos y servicios. Una de las razones de esa inquietud es que la ética de las empresas busca resolver los dilemas éticos que surgen durante el transcurso de su vida y proporciona los criterios para tomar las decisiones correctas, que son aquellas que consultan los principios y las normas que deben observar los dirigentes empresariales. De acuerdo con lo anterior, en las empresas de cualquier naturaleza hay ciertos niveles éticos que se relacionan o se refieren a la honestidad que también tiene que predominar en los actos y relaciones de la organización con la sociedad, a la calidad de los bienes y servicios que la compañía suministra y a la responsabilidad empresarial como un instrumento necesario para su contribución al bienestar general de la comunidad. La ética de las empresas, además de tener una responsabilidad con el bien común, es un compromiso con el respeto permanente hacia con todos sus asociados: su personal, sus clientes, sus inversionistas, sus proveedores, sus acreedores y el Estado como representante de la sociedad. Es decir, con lo que hoy se conoce como un grupo de interés o stakeholders. Así, la ética debe contribuir a afianzar la credibilidad y la confiabilidad de toda la sociedad en la empresa, logrando satisfacer los deseos y atendiendo los derechos de todas sus partes interesadas. Si una de esas partes o grupos recibe menos que los otros, la empresa actúa antiéticamente, así como cuando se rehúsa a responder por la calidad de lo que ofrece a sus clientes. Es necesario que los principios de justicia, respeto y responsabilidad hagan parte sustancial de su cultura y estén involucrados en el espíritu y en las acciones de todos sus cuadros o estamentos. La ética para las empresas debe ser una actitud y una política corporativas. Además de los valores ya anotados, la empresa tiene que tener en cuenta la transparencia como un valor necesario y fundamental, tanto en sus operaciones como en sus cuentas y en todas sus actividades financieras y económicas. Promover, observar y actuar con ética es más fácil cuando se ponen todas las cartas sobre la mesa. Una organización transparente contribuye al comportamiento ético de todo su personal y lo defiende de los riesgos de caer en actos o comportamientos ilícitos. Una ética exigente en los negocios de las empresas, tanto privadas como públicas, demuestra más razones para que surja la confianza en ellas: por la motivación, cohesión y eficacia de todo el equipo de sus colaboradores y porque es así como aparece la confianza que todos los grupos de interés y demás núcleos sociales depositan en la empresa. Por lo anterior, la ética empresarial es el camino que se debe seguir, pese a sus obstáculos y dificultades. Es necesario tenerla, observarla y cumplirla a toda costa, no sólo por virtud moral, sino porque en el largo plazo la ética genera resultados positivos para todo lo que se relaciona con sus actividades, actos y operaciones inherentes a determinado objeto social, a su razón de ser un valioso y sobresaliente agente económico. La ética para las empresas es una fortaleza en el mediano y largo plazo, es la seguridad de contar con una organización sana, honesta y transparente. Además, la ética empresarial significa disfrutar de la verdad en el cumplimiento de sus compromisos, y ser reconocida como íntegra y honrada, sin lo cual no es sostenible ni manejable. Un clima permanente de comportamiento ético en las empresas es un factor de desarrollo económico y social y por lo tanto muy valioso para el país y para toda su población. Se repite así el propósito de la ética: contribuir a la realización del bien común y al bienestar general de la comunidad.
Ética profesional
La ética profesional hace referencia al conjunto de normas y valores que hacen
y mejoran al desarrollo de las actividades profesionales. Es la encargada de determinar las pautas éticas del desarrollo laboral mediante valores universales que poseen los seres humanos. Aunque ésta se centre en estos valores, se especifica más en el uso de ellos dentro de un entorno plenamente laboral.
La ética laboral es fundamental en cualquier persona que desee trabajar, ya
que ésta implica la práctica de valores como la responsabilidad, puntualidad, estudio, constancia, carácter, concentración, formación, discreción, entre otras.
Suelen aparecer conflictos cuando existen discrepancias entre la ética
profesional y la ética personal. En esos casos, las personas deben tomar medidas, como la objeción de conciencia, si se cree que no se está actuando correctamente.
Se supone que la ética profesional también determina cómo debe actuar un
profesional en una situación determinada. En un sentido más bien estricto, podríamos solo señalar las carreras que son de nivel universitario o superior, pero también deben considerarse los oficios y cualquier otro trabajo permanente.
Esto se debe a que el profesional enfrenta diariamente diferentes situaciones, y
la ética profesional debería verse plasmada en un código de ética profesional para prevenir errores, cada colegio de profesionales debería contar con uno que deje en claro qué está bien y qué no, tanto moral como éticamente
Ética profesional de un administrador: Al igual que en la profesión
nombrada anteriormente, en la administración de empresas también existen códigos que están considerados dentro de un marco ético. La lealtad, legalidad, diligencia y honestidad son los valores éticos fundamentales para realizar estos trabajos.
La responsabilidad es una parte esencial cuando hablamos de ética
profesional, sin ella no seríamos capaces de establecer nuestras propias metas, tanto laborales como profesionales. Cuando sabemos que debemos actuar bajo la responsabilidad, se ponen en juego la voluntad de uno mismo y la libertad. La responsabilidad hará que cada persona pueda realizar de forma justa y profesional todo su trabajo.