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Feudalismo Moderno

No cabe duda, así como a millones de personas más, a mi me queda muy claro que el PRI
no pudo acabarse este gran país, el PAN está siguiendo sus pasos con ahínco y el PRD ni
siquiera se pone de acuerdo entre ellos para intentarlo; pero independientemente del color
ideológico, el "nuevo gobierno federal del cambio", desde Fox, hasta hoy, y en general la
clase gobernante en todo su conjunto, está empeñada en buscarse una manifestación
masiva o levantamiento ciudadano por la vía de la violencia, para exigirles un enérgico
“ya basta” y liberarse de todas esas arpías y manada de oportunistas acomodados que se
dicen políticos.
Pensé que la transición sería el principio del cambio para México, pero me equivoqué;
seguimos sumidos en la inercia de un país sin rumbo y lleno de injusticias.
También creía que la pluralidad de las Cámaras nos traerían beneficios palpables, pero
tampoco ha sucedido, seguimos pagando más impuestos, más caros y peores servicios,
tenencia vehicular y ahora el IETU. De seguir así, terminaremos pagando por el aire y el
derecho de defecar en nuestras casas.
Iluso de mi, se me olvidó que los verdaderos cambios en la historia del hombre se han
dado por la vía de la violencia; ahí están las cientos de guerras de independencia de las
naciones; la revolución francesa, la rusa, la cubana, la mexicana, la primera y segunda
Guerras Mundiales, en nuestros días, guerras o conflictos como los de Kosovo, Servia,
Israel, Irak, hacen y cambian el rumbo de la historia. Pero que triste que la historia del
mundo se escriba con sangre y no con frases profundas, salidas del dialogo, el debate de
altura, el entendimiento, el sentido común, la justicia y la razón.
Y eso, el despertar del pueblo es lo que merecen los políticos por las torpes, indolentes y
perversas medidas que en contra de los ciudadanos, los tres poderes de la unión y en los
tres niveles de gobierno se hacen visibles.
Nada más empezando este año, el incremento de prediales en mi zona de residencia subió
el 75 porciento, cuando el salario solo subió no más del 5 porciento; la gasolina, de hecho
la energía en todas sus modalidades se incrementa mes a mes sin limitaciones ni respeto
al pueblo; los impuestos se incrementan año con año y más allá de quitar algunos
violatorios de nuestras garantías como la tenencia vehicular creada para las olimpiadas
del 68, se sacan de la manga otros nuevos.
De verdad, los mexicanos estamos viviendo en un feudalismo moderno, en el que
pagamos tributo tras tributo sin recibir nada a cambio. Solo nos falta regresar al derecho
de pernada.
Y ahora, los “diputaditos” nos regalan una nueva disposición que le permite al señor
feudal “llamémosle Autoridad” entrar a nuestras casas, que en otros tiempos era un
recinto sagrado y respetado, y lo podrán hacer inclusive, con lujo de violencia y sin
ninguna orden de juez; basta el “sospechosismo” o la regalada gana de la policía y
estarán hasta nuestras recámaras invadiendo y violando nuestra privacidad.
Es decir, que ya no tenemos en este país un solo espacio en el que podamos vivir sin ser
molestados o agredidos, física, emocional, anímica y económicamente, no solo por los
ladrones o mal vivientes, sino de la policía; y sinceramente, no se quien me da más
miedo.
Donde quedaron los tiempos en los que ningún mexicano “hoy día conocidos como
siervos, esclavos o emigrantes” podía ser molestado en su domicilio?; aquellos tiempos
en los que cualquier mexicano podía dedicarse al empleo u oficio que le acomode
siempre que éste sea lícito y entonces tenía muchas opciones para sacar adelante a una
familia.
Si a eso le agregamos el real y visible desempleo que sólo Felipe Calderón y el Secretario
de Economía no ven, y el poco empleo que existe es mal pagado; si le agregamos que
falta circulante en las calles para activar la economía; y para rematar, con “acéfalas”
medidas que limitan o cohíben la inversión; realmente no se que esperan los feudales
gobernantes de “nosotros los pobres”, término futurista que en los años cincuentas acuño
el mal logrado Pedro Infante para definir a los mexicanos del siglo XXI.
Hoy en día, en este país, los únicos empleos o negocios redituables son los de ser
diputado, senador, magistrado, presidente municipal, consejero electoral, migrante o
narcotraficante. Muchos de nuestros jóvenes empiezan a hacer suyo ese ideal.
Ya lo dijo sabiamente José Martí: Cuando un pueblo emigra, los gobernantes sobran.

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