Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
En todo caso -y ésta es la gran ventaja de mi método-, las personas que practican la
autohipnosis nunca están a merced de un hipnotizador probablemente inescrupuloso o
incompetente, puesto que ellas mismas desempeñan ese papel. Por consiguiente, pueden
sentirse completamente seguras. Además, el método es, por esa misma razón, más accesible
y mucho menos costoso. Usted solo, trabajando consigo mismo, con la parte más profunda y
también más poderosa de su personalidad, el centro mismo de su ser. No tiene que revelar sus
problemas a ningún otro. Sólo tiene que enfrentarse con usted mismo: los obstáculos que desea
superar o los hábitos negativos que desea cambiar. ¿Qué podría ser mejor que eso?
Algunas personas son escépticas acerca de la autohipnosis y piensan que sólo pueden ser
hipnotizadas las personas simples o de voluntad débil. Nada más alejado de la verdad. De
hecho, las pruebas -y no sólo las mías, sino también las de numerosos médicos, psicólogos
y terapeutas- han demostrado lo contrario. Muchas personas notables y de una fuerte voluntad,
tales como Henry Ford, Thomas Edison e innumerables artistas y escritores famosos, han
utilizado la autohipnosis para lograr sus objetivos. Cualquiera, independientemente de cuál
sea su nivel actual de logros, puede practicar con éxito la autohipnosis sin ninguna clase de
peligro.
Es más, usted ya ha sido hipnotizado sin saberlo. Cuando se queda absorto ante un libro o
una película fascinante, al escuchar música, al olvidar toda sensación del tiempo mientras se
concentra en una tarea determinada, o al perder la cabeza por un orador especialmente
enérgico y carismático -y más tarde describe el discurso como «hipnótico»-, en realidad se
halla en una especie de estado hipnótico. Por lo tanto, puede ver que sucede con bastante
naturalidad y que los temores que albergamos respecto de la hipnosis son completamente
injustificados.