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Asignatura: Física

Curso:
Tema: Desintegración Radiactiva

1.- Introducción. Todos los núcleos atómicos son susceptibles de desintegrarse más o menos
lentamente. El núcleo de hierro-56 que es el más estable también se puede desintegrar aunque
lo hace muy, muy lentamente. De todos los isótopos conocidos se dice que son estables
aquellos que no se desintegran o permanecen sin desintegrarse durante muchos miles de
años.

Los núcleos inestables se desintegran convirtiéndose en otros núcleos que pueden ser a su vez
estables o no. Desde que se formó la Tierra han desaparecido muchos núcleos inestables que
se han transformado en otros estables: son los más rápidos en desintegrarse, pero aún quedan
núcleos que se están desintegrando. A estos elementos que todavía quedan, inestables, se les
llama elementos radiactivos naturales. También se han sintetizado en laboratorio o en centrales
nucleares elementos inestables, llamados radiactivos artificiales.

El primer elemento radiactivo natural encontrado fue el uranio por Henri Becquerel en 1896.
Dos años más tarde los esposos Curie descubrieron el radio y el polonio.

Se llaman elementos radiactivos porque en un primer momento se creía que emitían rayos
cuya naturaleza no se conocía, pero que eran capaces de velar placas fotográficas. Este
nombre ha permanecido aunque posteriormente se ha comprobado que la “radiación” que
emiten son en realidad partículas en su mayor parte.

En la radiactividad natural se pueden encontrar tres tipos diferentes de emisiones radiactivas


(también tres tipos de radiaciones): radiación α, radiación β y radiación γ.

2.- Radiación α. Consiste en la emisión por parte del núcleo inestable de una partícula α, es
decir de un núcleo de helio-4

Esta partícula suele ser emitida por núcleos grandes


(uranio, torio, radio, plutonio….). La explicación de esta
emisión es la siguiente: en los núcleos pequeños se
observa que el número de protones es
aproximadamente igual al número de neutrones, pero en
núcleos mayores (estables) el número de neutrones es
mayor al de protones para compensar la repulsión
electrostática creciente debido al aumento de cargas
positivas en el núcleo. En la gráfica adjunta se han
representado el número de neutrones de los núcleos
estables frente al número de protones de los mismos.
Se puede observar que la igualdad entre el número de
protones y neutrones en un núcleo atómico estable se
mantiene para números atómicos inferiores a 30 y a
partir de entonces se desvía de esa tendencia cada vez más.

Cuando los núcleos son muy grandes llega un momento en que el exceso de protones es
grande, las repulsiones eléctricas entre ellos son tan grandes que ya ni un exceso de neutrones
puede compensar y el núcleo “simplemente se deshace de 2 protones y dos neutrones”
emitiéndolos en forma de partícula α. Por ejemplo, el radio descubierto por el matrimonio Curie
contiene un isótopo, el radio-226, que es un emisor α según la siguiente reacción:

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vemos que el radio, al perder dos electrones pasa a tener número atómico 86, es decir, pasa a
ser radón. Como también se han perdido dos neutrones el número másico se ha reducido en 4
unidades, se trata del isótopo radón-222. Se observa en la reacción anterior, que podemos
llamar reacción nuclear, se debe conservar en todo momento la carga total (protones) y el
número de nucleones.

El descubrimiento en 1913 de las leyes que regulan el desplazamiento en las transformaciones


radiactivas se debe a K. Fajans y a R. Soddy y llevan el nombre de leyes de Fajans-Soddy.
Para el caso de la emisión α hemos visto que cuando un núcleo emite una partícula α, el nuevo
núcleo disminuye en 4 unidades sus nucleones y en dos unidades sus protones. En general:

La partícula α es relativamente pesada y su carga eléctrica (2+) la hace interaccionar


rápidamente con el entorno; ello hace que sea emitida a velocidades no muy altas. La partícula
α tiene un poder de penetración muy pequeño, siendo detenida por una lámina de cartón o
unos pocos centímetros de aire. No es capaz de atravesar la piel de nuestro cuerpo. No
obstante, es peligrosa por ingestión de un emisor α (o por respiración de polvo radiactivo) ya
que en el interior del cuerpo, durante su corto trayecto produce ionizaciones locales y
alteraciones químicas muy importantes.

3.- Radiación β. Consiste en la emisión, por parte del núcleo, de una partícula β y de un
neutrino. La partícula β es en realidad un electrón rápido y el neutrino es una partícula neutra y
de masa despreciable. Para las pretensiones de estos apuntes, el neutrino no se tendrá en
cuenta.

Se suele producir cuando la relación A-Z/Z es demasiado grande, entonces en el núcleo un


neutrón se transforma en un protón:

Esta es la explicación de que un núcleo emita electrones. ¿Cómo es posible que de un núcleo
atómico se emitan electrones? Acabamos de ver que lo que en realidad ocurre es que uno de
los neutrones del núcleo, de carga nula, se divide en dos partículas, un protón y un electrón (la
carga neta sigue siendo nula). Por ejemplo, el isótopo carbono-14 es un emisor β, circunstancia
que se puede aprovechar para datar la antigüedad de restos fósiles. La reacción de
desintegración correspondiente sería:

por curiosidad vemos que en este ejemplo la relación A-Z/Z es 8/6 = 1’3. Otro ejemplo de
emisor β es el bismuto-214:

La ley de Fajans y Soddy para la emisión β establece, por tanto, que cuando un núcleo emite
una partícula β, se transforma en un nuevo núcleo cuyo número de protones ha aumentado en
una unidad y sus nucleones no han variado, en general

Las partículas β se emiten con velocidades próximas a la de la luz, su masa es mucho menor
que la de las partículas α y, por tanto, su poder de penetración en mucho mayor. Son frenadas
por unos metros de aire, una lámina de aluminio o unos centímetros de agua. Podemos

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imaginar que el material que frena una partícula radiactiva no es indicativo de su peligrosidad;
sí lo es lo que la partícula puede hacer mientras está siendo frenada.

4.- Radiación γ. En este caso sí se trata de una radiación propiamente dicha ya que en los dos
casos anteriores son partículas concretas. Por tanto, se trata de ondas electromagnéticas
emitidas por los núcleos radiactivos cuya longitud de onda es muy pequeña siendo, por tanto,
muy energéticas.

La radiación γ acompaña generalmente o a la emisión α o a la emisión β ya que el núcleo que


emite estas partículas queda en un estado excitado de energía. Vuelve a su nivel o estado
fundamental emitiendo energía en forma de cuantos de radiación γ. Por tanto, una emisión γ no
cambia la naturaleza de la especie que la emite.

El poder de penetración de los rayos γ es considerablemente mayor al de las partículas α ó β.


Atraviesan el cuerpo humano y sólo se frenan con planchas de plomo y muros gruesos de
hormigón. La radiación γ es muy peligrosa para la vida en general.

Ejercicio 1.- El 223Ra emite una partícula a y se transforma en Rn. Escribe el proceso nuclear
correspondiente, indicando el número de nucleones de cada núclido.

Ejercicio 2.- El 228Th, tras sufrir una serie de desintegraciones a, da lugar al 216
Po. ¿Cuántas
desintegraciones han tenido lugar? Escribe el proceso completo.

Ejercicio 3.- Indica cómo puede transformarse el 21383Bi en plomo-209 mediante dos
desintegraciones sucesivas, una a y otra b. Señala en qué serie se encuentra.

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Ejercicio 4.- El 24194Pu experimenta una desintegración b, dos de tipo a y, finalmente, otra de
tipo b. Escribe las ecuaciones de los distintos procesos e indica la serie en la que se encuentra,
así como el nombre del núclido final. Ayúdate con la Tabla Periódica si es necesario.

Ejercicio 5.-

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5.- Ley de desintegración radiactiva. Los tres tipos de radiactividad mencionados aquí son
los que se presentan en los núcleos radiactivos naturales. No son, sin embargo, los únicos
tipos de radiactividad. En núcleos radiactivos artificiales se han observado otros tipos de
emisiones radiactivas como la desintegración β+ o la captura electrónica. El estudio de las
características de estas emisiones se aleja de las pretensiones de estos apuntes aunque se
puede decir que toda emisión radiactiva (natural o artificial) sigue una ley conocida como ley de
la desintegración radiactiva.

En 1900 Rutherford sugirió que el ritmo de emisión radiactiva de una sustancia disminuye
exponencialmente con el tiempo. Los procesos radiactivos son aleatorios, han de estudiarse
estadísticamente, basando las deducciones en el cálculo de probabilidades: de probabilidad de
que un núcleo concreto se desintegre en un instante concreto.

Para ver cómo es este estudio imaginemos una muestra con N 0 núcleos radiactivos en el
tiempo t0. Cuando pase un tiempo t, parte de los núcleos se han desintegrado y quedan
concretamente N núcleos radiactivos (N<N0).

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La velocidad de desintegración será el ritmo de cambio del número de núcleos radiactivos en
función del tiempo transcurrido, es decir:

Se puede comprobar (Rutherford y Soddy, 1902) que esta velocidad es proporcional al número
de núcleos existentes, es decir:

donde λ es llamada constante de desintegración, característica de cada núcleo y cuyas


unidades son, en el S.I., s -1 (aunque no debemos confundirla con la unidad de frecuencia). El
signo menos de la ecuación anterior indica que el número de núcleos disminuye con el tiempo.

Si reordenamos la ecuación y consideramos intervalos de tiempo infinitesimales, los


incrementos pasan a diferenciales:

Si queremos conocer el número de núcleos (N) que quedan después de un tiempo (t), siendo
N0 el número de núcleos al principio, debemos integrar

Las dos últimas ecuaciones son dos formas de expresar la ley de


desintegración radiactiva. Es una expresión general aplicable a
cualquier desintegración radiactiva. La representación gráfica de la
última ecuación nos da una idea de cómo va disminuyendo el
número de núcleos radiactivos desde una cantidad inicial para
tiempo cero (ver figura)

Otros términos o conceptos muy utilizados en el análisis de la desintegración radiactiva son 3:

1.- Actividad o velocidad de desintegración: es la velocidad de desintegración, es decir el


número de emisiones de una sustancia por unidad de tiempo. Su unidad en el S.I. es el
becquerel (Bq), que es una desintegración por segundo. Por tanto:

donde Ao = λNo es la actividad en el instante inicial.

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2- Periodo de semidesintegración: o periodo de semivida (T1/2), es el tiempo que tiene que
transcurrir para que el número de átomos radiactivos de una muestra determinada baje a la
mitad. Apliquemos esta definición en la ley de desintegración radiactiva:

A modo de ejemplo, en la tabla siguiente aparecen los periodos de semidesintegración de


algunos núcleos radiactivos.

3.- Vida media (τ): es el promedio de vida o tiempo que, por término medio, tarda un núcleo en
desintegrarse. Es la inversa de la constante de desintegración:

Ejercicio 6.- En una muestra de madera de un sarcófago ocurren 13536 desintegraciones en


un día por cada gramo, debido al 14C presente, mientras que una muestra actual de madera
análoga experimenta 920 desintegraciones por gramo en una hora. El período de
semidesintegración del 14C es de 5730 años.
a) Establezca la edad del sarcófago.
b) Determine la actividad de la muestra del sarcófago dentro de 1000 años.

Ejercicio 7.- Una muestra de una sustancia radiactiva de 0’8 kg se desintegra de tal manera
que, al cabo de 20 horas, su actividad se ha reducido a la cuarta parte. Calcule el periodo de
semidesintegración.

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Ejercicio 8.- Tenemos 70 gramos del isótopo radiactivo cromo-51 (artificial), con un periodo de
semidesintegración de 27 días. ¿Cuántos átomos quedarán de dicho isótopo al cabo de seis
meses?

Ejercicio 9.- Calcula la cantidad de tritio que quedará en una muestra que inicialmente
contenía 10 g tras 48 años. Dato: T1/2 = 12 a.

Ejercicio 10.- La datación mediante C-14 no se utiliza para restos de más de 50 000 años.
Calcula cuánto se reduce la actividad de una muestra de dicho isótopo tras 60 000 años
sabiendo que T1/2 = 5 730 a.

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Ejercicio 11.-

Ejercicio 12.-

Ejercicio 13.- El período de semi-desintegración del uranio-235 es de 7 · 10 8 a. Calcula el


tiempo que ha de transcurrir para que una muestra vea reducida su actividad hasta un 25% de
su valor inicial.

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PREGUNTA DE EXAMEN:

Ejercicio 14.- Indica cuál es la partícula de campo de cada una de las interacciones
fundamentales de la naturaleza. La pregunta se responde en la siguiente tabla:

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