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ACTUALIDAD

LA FILOSOFÍA (LA OTREDAD) Y LA PSICOLOGÍA SOCIAL APLICADAS A COLOMBIA

¿Cómo superar el odio?

Un revelador estudio de un grupo de investigadores del Laboratorio de Neurociencias para la Paz y los Conflictos LEÓN DARÍO PELÁEZ

de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, muestra, entre otras cosas, que la mayoría de los colombianos
considera que los exguerrilleros de las Farc son “menos humanos” que el resto de sus compatriotas.

Hernán D. Caro*

E
Berlín
s posible delinear el estado psicológico de lo que parecen. Si cambiamos “nación” por “Co- colombianos ha decidido (primero hace dos años
de todo un país? ¿Se puede ofrecer un lombia”, y si con “historia” nos referimos al trágico a través de un plebiscito; luego, hace pocos me-
mapa de las emociones, los traumas, los destino de violencia, injusticia y división en que el ses a través de unas elecciones presidenciales) re-
delirios, las esperanzas y los prejuicios país ha estado ahogado desde hace décadas, la urgen- El tirar su apoyo a un proceso de paz que, aunque
que supuestamente comparten millones cia de aquellas preguntas se hace evidente. excomandante imperfecto, bien podría interrumpir la historia
de personas? Y más aún, ¿cómo pueden concepcio- Tras una guerra interna que ha definido la de las Farc sangrienta de Colombia. ¿Cómo es esto posible?
nes e impulsos colectivos, más o menos inconscientes, vida y los recuerdos de varias generaciones; tras Carlos Antonio ¿Qué mecanismos psicológicos explican el re-
modelar la historia de una nación de modo prove- cientos de miles de muertos y desaparecidos, mi- Lozada en Los chazo de muchos colombianos a una narrativa
choso o terrible? Estas preguntas tienen un carácter llones de desplazados y víctimas de todo tipo; Pozos, San distinta? ¿Qué estructuras emocionales podrían
filosófico. Sin embargo, son mucho más pragmáticas tras derrochar cantidades incalculables de fon- Vicente del explicar la especie de autogol histórico que los
dos y oportunidades para ser un país distinto; Caguán, el colombianos han marcado una y otra vez?
* Doctor en Filosofía y periodista cultural. Coeditor tras buscar –o jurar que buscábamos– la paz du- 1 de febrero Desde inicios de 2018, un grupo de investi-
de la revista Contemporary And América Latina rante más de medio siglo, más de la mitad de los de 1999 gadores del Laboratorio de Neurociencias para la

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LA CULTURA
LO ES TODO
Paz y los Conflictos de la Universidad de Pensil- como la colombiana. Como sostienen los investi-
vania, Estados Unidos, bajo la dirección de Emi- gadores refiriéndose a otros estudios de psicología
le Bruneau, examina cómo aplicar la ciencia a social, la exposición intensa a la guerra y a la bru-
la construcción de la paz en Colombia. Quie- talidad enfatiza la necesidad grupal de cooperar EMBAJADA
DE ESPAÑA
ren averiguar cómo disciplinas como la psico- para defenderse contra amenazas externas. Lleva EN COLOMBIA
logía social pueden servir en procesos efectivos pues a un aumento de la confianza frente a perso-
de cambio. Como explica Andrés Casas, cien- nas del propio grupo (o in-group), pero de descon-
tífico comportamental colombiano y miembro fianza frente a grupos distintos (out-groups). presentan:
del proyecto, el paso inicial fue analizar los me- En conflictos como el colombiano, con dife-
canismos grupales de la polarización que se hizo rentes bandos enemigos y radicalizados, en el cual
visible durante las elecciones presidenciales de un Estado débil, corrupto o sencillamente hos-
2018. Esto los llevó, una y otra vez, a los resul- til ha propiciado una situación de “sálvese quien
tados del plebiscito de 2016, cuando más de la pueda”, es fácil comprender que el posconflicto
mitad de los sufragantes votó “No” al acuerdo esté marcado por el rencor, la sensación de tener
de paz con la guerrilla de las Farc. Los investi-
gadores constataron la repetición de un patrón
que cuidarse la espalda y por profundos recelos
entre personas que, trágicamente, tienen caracte-
Taller de
de comportamiento con secuelas graves para la
sostenibilidad de los acuerdos de paz. Decidie-
rísticas y experiencias de vida muy similares.
Hay dos presupuestos importantes del trabajo periodismo cultural
ron examinar las bases de ese comportamiento y, de los miembros del laboratorio. Por un lado, con-
además, explorar estrategias de despolarización sideran que los modelos convencionales de ayuda
para disminuir los riesgos del posconflicto usan- internacional para posconflictos se centran mu- ¿Eres menor de 30 años? ¿Has trabajado al
do la ciencia del comportamiento. La pregun- chas veces en “estrategias externas” (ayuda eco- menos un año en una redacción cultural?
ta central del proyecto se había convertido en nómica, presencia militar, etc.), pero se quedan Postúlate y consigue uno de los 15 cupos en
un afán muy palpable: ¿cómo desmontar los me- cortos en el momento de estimular “promotores este taller gratuito.
canismos psicoculturales que hacen que en Co- internos de la paz” como confianza, emprendi-
lombia se desencadene una y otra vez la violencia miento económico compartido o acciones colec-
y el rechazo a la paz? ¿Cómo superar el odio? tivas. Por otra parte, argumentan que la noción
de confianza puede contribuir a la construcción
Fecha:
LA DESHUMANIZACIÓN de una paz sostenible: confianza en las institu- 12 al 15 de diciembre
La experiencia de procesos de posconflicto en el ciones estatales, interpersonal y entre los actores
mundo no es tranquilizadora. Como advierten locales del posconflicto, entre ellos víctimas y ex-
Andrés Casas, Nathalie Méndez y Juan Federico combatientes. En el ámbito local, un aumento de Lugar:
Pino en un texto académico pronto a aparecer, confianza repercute en mayor voluntad para la re- Redacción de ARCADIA en Bogotá
la paz después de un conflicto suele ser frágil. conciliación y el apoyo de procesos de paz.
Casi la mitad de guerras civiles son de hecho re- Así las cosas, los investigadores buscan es-
caídas posteriores a conflictos: muchos países no trategias complementarias para proteger el pos-
logran superar la violencia política y social, caen conflicto, pero hay dificultades psicológicas Invitado internacional:
en “trampas de conflicto”, mientras las divisio- preocupantes contra las que se enfrentan.
nes sociales causadas por la guerra se amplían. Una de ellas es la deshumanización, un con-
Fernando Neira (El País, España)
Por desgracia, la situación actual en Colombia cepto importante en la investigación del La-
es una buena ilustración de eso: firmada la paz boratorio de Neurociencias para la Paz y los
y entregadas las armas por parte de las Farc, la Conflictos. La deshumanización, explica Casas,
violencia paramilitar contra líderes sociales au- se puede entender como el sentimiento de que
menta, el rechazo popular a los acuerdos es una otras personas, los miembros de otro grupo, no
amenaza y un desconcierto constante, y en una son tan “evolucionados y civilizados” como los
especie de contraataque conservador, políticos del propio. Esta percepción (y las palabras con
de derecha, desde el gobierno y con intereses a que hablamos a menudo de otros son elocuen-
menudo nebulosos, ponen en riesgo una paz ya tes: “animal”, “bestia”, “alimaña”, “rata”, “cu-
de por sí inestable. lebra”, “cucaracha”, “monstruo”, “subhumano”,
Entre 2015 y 2017, el equipo realizó encues- “cafre”, “antisocial”, “salvaje”) estaría presen-
tas en diferentes regiones de Colombia con cerca te en genocidios, guerras, esclavitud o coloni-
de 5000 colombianos, entre ellos excombatien- zaciones. Y según los investigadores, eso no solo
tes de las Farc. Más allá de los efectos traumáticos es uno de los efectos psicológicos fatales de la
de la guerra a nivel individual, el sondeo identi- violencia, sino además funciona como causa, au-
ficó efectos psicológicos en el ámbito colectivo; mentando la resistencia de muchos colombianos
efectos menos evidentes y probablemente menos frente a la paz. Si “el otro” es esencialmente dis-
discutidos en la opinión pública, pero que los lec- tinto a mí, menos racional, los escrúpulos mora-
tores comprenderán de inmediato: desconfianza les no tendrán tanta efectividad sobre mis actos,
frente al Estado (“los colombianos”, escriben los facilitando la agresión, la marginación o la cruel-
investigadores, “perciben que su Estado es débil y dad. Hace un tiempo, la revista The New Yorker
no puede cumplir las promesas hechas a los ciu- puso un buen ejemplo: un capítulo sombrío de
dadanos en el pasado”), desconfianza frente a los la serie de televisión Black Mirror
Mirror, en el que sol-
miembros de grupos sociales distintos al propio, dados cazan a humanoides repugnantes. Inicial- Postúlate hasta el 30 de noviembre
desconfianza frente al presunto deseo de paz de mente, todo parece “natural”, pero el desarrollo
los excombatientes. de la historia muestra cuán espeluznantes pueden enviando a amejiaf@semana.com tu hoja de vida, una copia
La falta de confianza es un tema espinoso en el ser las trampas de la deshumanización. Exáme- de tu cédula y una historia publicada en un medio de
comunicación (formato PDF o Word, o un link de internet).
caso de sociedades expuestas a niveles de violencia nes académicos de la deshumanización se pueden Más información en www.revistaarcadia.com
o llamando al 6468400 (ext. 2005).
ACTUALIDAD

IVÁN VALENCIA
encontrar en el trabajo de Emile Bruneau, di- problemas”. Contra las “trampas” en que se pue- ¿Cómo desmontar los mecanismos
rector del laboratorio, o en el libro Less Than de caer durante el posconflicto, y que tienen raíces
Human: Why We Demean, Enslave, and Extermi- psicológicas y emocionales hondas, los investigado- psicoculturales que hacen que en
nate Others (Menos que humanos: por qué hu- res proponen un proyecto de (re)construcción de la Colombia se desencadene una y otra vez
millamos, esclavizamos y exterminamos a otros, confianza, consolidación de la empatía y lucha con-
2011), del filósofo David Livingstone Smith. tra concepciones deshumanizantes. la violencia y el rechazo a la paz?
Hay propuestas concretas. Los científicos creen
CONFIANZA Y EMPATÍA que los procesos “de abajo hacia arriba”, las in- Ruanda o Israel, también han sido proyectadas,
Con el trabajo de campo, los investigadores com- tervenciones específicas en las regiones, son una pero la fase del proyecto que habrá de tener más
probaron niveles escandalosos de deshumanización contribución enorme para cosechar actitudes pro- impacto aún está comenzando. Y sin duda los
por parte de los colombianos, particularmente sociales y estructuras cooperativas. Como recuerda desafíos son múltiples.
frente a antiguos guerrilleros de las Farc. Esa per- Casas, en la manifestación y el regreso de la violen- Tras décadas de guerra, los colombianos he-
cepción es nefasta: por una parte, si el prójimo cia, las emociones han jugado un papel central, pero mos aprendido a vivir, literalmente, en guerra:
con quien debo aprender a vivir en paz no tiene constituyen al mismo tiempo el antídoto más efecti- desconfiando de los otros y del Estado, divididos
una capacidad de pensamiento (o de sufrimien- vo y directo. En ese sentido, el papel del arte es cen- en bandos que se perciben mutuamente como
to) como la mía, no puedo razonar con él; todo tral. “El arte es un poderoso dispositivo que penetra enemigos; en muchos casos, como bestias que
lo que puedo hacer es amaestrarlo, como lo ha- las rigideces para el cambio”, dice Casas. Por eso, merecen el exterminio, esperando lo peor y, a
ría con un animal. Por otra parte, confiar en el científicos y académicos quieren colaborar con ar- fuerza de desilusiones, temiendo al cambio. A
otro y sentir empatía frente a él será imposible. Si tistas en la búsqueda de dispositivos comunicativos ello se suma una larga tradición de clasismo, in-
sus procesos mentales, sus emociones, sus necesi- para reevaluar las narrativas hostiles que los colom- justicias sociales, desigualdad económica feroz y,
dades, son diferentes a los míos, ¿cómo desarrollar bianos hemos desarrollado sobre nosotros mismos. ahora, la (re)embestida de fuerzas conservadoras
un diálogo? O mejor, ¿cómo creer en la posibilidad Un ejemplo es la creación de “conversacio- y retrógradas que se pensaban superadas.
de un diálogo honesto entre nosotros? Por no ha- nes” entre colombianos de todas las regiones del Es claro, pues, que la lucha desde la ciencia y el
blar de la invitación a la violencia (a “acabar con país y excombatientes de las Farc que se encuen- arte por desmontar estructuras psicológicas y emo-
estos animales”) que resulta de una deshumaniza- tran en los Espacios Territoriales de Capacita- cionales paralizantes y deshumanizantes es una lu-
ción que, como parece suceder en Colombia, se ha ción y Reincorporación. Estos diálogos, que de cha contra costumbres muy antiguas, que moldean
normalizado en las narrativas y las creencias com- hecho son intercambios audiovisuales, tienen lu- la manera en que los colombianos vemos la realidad
partidas de una generación a otra. gar a través de una recopilación de videos sobre y nos vemos unos a otros. Puede que ahí radique la
¿Cómo salir en Colombia del círculo fatídico las preocupaciones e inquietudes de las perso- dificultad (no es sencillo cambiar costumbres), pero
de violencia, percepciones deshumanizantes, recelo nas respecto al proceso de reintegración de los también la esperanza (es posible cambiar costumbres,
profundo, rechazo a la paz y regreso de la violencia? exguerrilleros, las respuestas y los testimonios desarrollar nuevas). Existen experiencias del pasado Marcha
Los investigadores mencionados hablan, en términos de los excombatientes en forma de breves docu- que evidencian el poder de la alianza entre cien- uribista
generales, de la necesidad de “fomentar comporta- mentales. La articulación de estas piezas quiere cia y arte para estimular empatía, trabajo colectivo contra algunos
mientos prosociales, normas sociales y el fortaleci- generar procesos de charla y discusión sobre ex- y diálogos respetuosos; muchos bogotanos recuer- puntos del
miento institucional inclusivo”. Se trata, pues, de pectativas y temores, con el fin de comprender dan aún –y anhelan– las intervenciones de Antanas acuerdo
complementar las estrategias usuales del posconflic- mejor y reaccionar a los obstáculos para acercarse Mockus durante su alcaldía, hace ya muchos años. de paz.
to, de ir más allá de la atención al desarrollo econó- a una población que se resiste al proceso de paz. Ante tantas vidas y oportunidades perdidas Bogotá, 13 de
mico e “invertir en infraestructuras de gobierno para Otras intervenciones, inspiradas en experien- en la guerra, se siente que en aprender a ver real- diciembre de
promover la confiabilidad y la resolución efectiva de cias exitosas en otras zonas de conflicto como mente al otro hay algo que ganar. 2014

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