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Seminario: John Searle: Intencionalidad, mente y lenguaje

Dr. Nicolás Stindt


Protocolo No. 1, martes 13 de agosto de 2013
Presenta: Marcela Brito Valenzuela

Se inició la sesión con una breve presentación de los alumnos participantes del curso y del
profesor. A continuación se presentó la estructura del curso, que constará de sesiones de
clase con exposiciones rotativas. Para dar inicio a cada clase se realizará la lectura de un
breve protocolo de la clase anterior, resumiendo los puntos tratados y las dudas que no se
hayan resuelto. Posteriormente se procederá a una exposición y discusión de los textos
leídos. La evaluación del curso consistirá en la presentación de un artículo escrito
abordando la temática planteada durante el semestre. Sin embargo, queda sujeta a discusión
la realización de otra evaluación.

La bibliografía primaria de John Searle, presentada durante la sesión, es Intencionalidad:


Un ensayo en la filosofía de la mente (Tecnos, Madrid, 1992) y su respectiva versión
original Intentionality: An essay in the philosophy of the mind (Cambridge University
Press, New York, 1983). Durante el semestre se abordarán los primeros seis capítulos (dos
por sesión, aproximadamente).

El profesor procedió a presentar los contenidos a exponerse durante el semestre, e inició


abordando la primera parte del primer capítulo de Intencionalidad (correspondiente a las
páginas 13-34):

La Intencionalidad como direccionalidad. La intencionalidad es una propiedad de los


estados y eventos mentales, para dirigirse o ser sobre o ser de, objetos y estados del mundo.
Los estados mentales Intencionales poseen direccionalidad, son sobre o son de algo
(aboutness), es decir, por ejemplo que cuando yo creo, creo en algo; o cuando temo, temo
de algo. No puede decirse que no se tema o no se crea en nada. Sin embargo, no todos los
estados mentales son Intencionales, ya que existen estados que no poseen direccionalidad
alguna, por ejemplo algunas formas de ansiedad o depresión. Para que un estado (E) pueda
ser considerado como Intencional, de acuerdo con Searle, deben poder ser respondidas dos
preguntas: ¿Sobre qué es E? ¿De qué es E?

Algunos estados que pueden ser considerados como intencionales son el amor, el odio, el
gusto, el orgullo, etc. Asimismo, Intencionalidad no es lo mismo que conciencia, dado que
existen estados conscientes que no son Intencionales, y estados Intencionales que no son
conscientes (Searle pone el siguiente ejemplo: "Por ejemplo, creo que mi abuelo paterno
pasó toda su vida en la parte continental de los Estados Unidos pero hasta este momento
nunca he formulado o considerado conscientemente esta creencia." p. 18). Otra
característica que poseen los estados Intencionales es que no son actos mentales, porque no
son cosas que el sujeto haga. Por ejemplo, a la pregunta: ¿Qué estás haciendo? No puede
responderse: Estoy teniendo el deseo de tomar una cerveza. Por otro lado, el objeto o
estados de cosas a los que está dirigido el estado Intencional puede no existir (p.ej., en la
sentencia “Nicolás odia al Viejo Pascuero”, el objeto no tiene existencia real alguna, pero el
estado Intencional se da de todas maneras).

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Distinción entre contenido representativo y modo psicológico. Los estados intencionales
representan objetos y estados de cosas, pero poseen una distinción entre el contenido
representativo (r) y un modo psicológico (E). Por ejemplo, en los casos: (a) Creo que
vendrás para Navidad; (b) Quiero que vengas para Navidad; (c) Temo que vengas para
Navidad; Creer, Desear y Temer son los modos psicológicos (E) y el contenido
representativo (r) es Venir para Navidad. La notación en este caso sería E(r).

El contenido representativo puede ser proposicional (en este caso Temer [que vengas para
Navidad], donde el contenido puede ser determinado como Verdadero o Falso) y no
proposicional (Odiar [al Viejo Pascuero], aquí el contenido no puede ser verificado como
Verdadero o Falso porque el objeto no existe). Los primeros poseen dirección de ajuste: a)
mente-a-mundo, como es el caso de las creencias (mis creencias se ajustan a la estructura
del mundo para ser verdaderas); b) mundo-a-mente, en el caso del deseo (se intenta cambiar
el mundo para satisfacer el deseo) y c) nulas, por ejemplo, la alegría. Asimismo, en tanto
que poseen dirección de ajuste, los estados Intencionales tienen condiciones de
satisfacción: las creencias se satisfacen si y solo si las cosas son como se las cree, o los
deseos se satisfacen si se consigue aquello que se desea. La especificación del contenido
proposicional de un estado Intencional es una especificación de condiciones de satisfacción.
Por otro lado, el que un estado Intencional sea una representación equivale a decir que éste
posee contenido proposicional, modo psicológico, dirección de ajuste y condiciones de
satisfacción. Sin embargo, no queda claro en qué sentido los estados Intencionales cuyo
contenido no es proposicional también puedan ser considerados como representaciones.

Algunas aplicaciones y extensiones de la teoría. a) La teoría permite distinguir


propiedades lógicas y status ontológicos de los estados Intencionales. Por ejemplo, ante la
pregunta, ¿qué es una creencia? La respuesta es una serie de propiedades lógicas, o un
contenido proposicional con un modo psicológico. Ahora, ¿cuál es el modo de existencia de
una creencia? Éste es su status ontológico, en tanto que estado Intencional producido en el
cerebro. b) La teoría aclara el status de los objetos Intencionales. Un objeto Intencional es
aquello sobre lo que es un estado Intencional. En el ejemplo: Luisa admira al presidente
Mujica, el objeto Intencional es el presidente Mujica. Pero también el estado Intencional
puede carecer de objeto, al ser éste ficticio, como en el ejemplo: Luisa admira a la reina de
Argentina, donde el objeto Intencional (la reina de Argentina) es inexistente. c) La teoría
distingue objetos intencionales de contenido representativo. Las creencias, por ejemplo,
tienen un contenido representativo y poseen objetos (pero estos objetos también pueden ser
ficticios, es decir que la creencia puede ser sobre nada).

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