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Ser generoso es fácil para algunos padres, pero se tiene la dificultad de ser firmes. Desde la excesiva
permisividad a olvidarse de ser generosos. Ninguna de estas dos actitudes son saludables para los niños, ya que
no ayudan en el desarrollo de las destrezas de la vida.
La fórmula para desarrollar jóvenes capacitados es establecer un balance entre firmeza y generosidad. La firmeza
y la generosidad guían a los niños a cooperar y a conocer las fronteras donde pueden sentirse seguros. Sé
generoso y firme.
¿La batalla entre el castigo y la permisividad no va a acabar nunca? “Los adultos tienen verdaderas dificultades
para renunciar al castigo”
El ser amables y no firmes podría convertirnos en padres permisivos.
El ser firmes y no amables podría convertirnos en padres autoritarios.
La amabilidad es importante para mostrar respeto hacia el niño. La firmeza es importante para mostrarnos
respeto hacia nosotros mismos.
Ser solo AMABLE o solo FIRME puede ser tan peligroso psicológicamente como lo puede ser solo inhalar o solo
exhalar desde el punto de vista fisiológico. Las herramientas de la DP se basan es ser tanto amable COMO firme.
Es interesante notar que dos personas con estas filosofías opuestas, a menudo se casan. Uno tiene la tendencia
de ser demasiado indulgente. El otro tiene la tendencia de ser demasiado estricto. El padre indulgente piensa
que debe ser un poco más indulgente para compensar el rigor de su pareja. El padre estricto, cree que debe ser
un poco más estricto para compensar la debilidad de su pareja –y así se van apartando cada vez más y
discutiendo sobre quién está equivocado y quien en lo correcto. Pero en realidad, ninguno de los dos está siendo
eficiente.
¿Usted contrataría a un niño de tres años para que realizara un anteproyecto de la casa de sus sueños? Es
probable que se esté riendo de lo ridículo que suena esto, pero su vida está basada en un anteproyecto creado
por usted cuando era un niño pequeño. De hecho, usted empezó a crearlo el día en que nació, pero, como la
mayoría de la gente, no recuerda las decisiones que tomó como bebe o como niño. Sin embargo, aquellas
decisiones tempranas fueron confirmadas por usted mismo (todavía subconscientemente) a los tres, cuatro, y
cinco años de edad. Entonces usted, de los seis a los diez años, subconscientemente añadió algunas
notificaciones, continuando la creación de su anteproyecto de vida. Y solo pro diversión, cuando era adolescente
–con hormonas y todo- interpuso algunas decisiones, pensamientos, sentimientos y actitudes, solo para
completar el cuadro. ¿Le parece que su anteproyecto tiene algunas imperfecciones? Qué más puede usted
esperar de un niño pequeño, o incluso de un adolescente, que no tiene entrenamiento en crear anteproyectos
de vida ni la suficiente experiencia de vida para interpretar la vida objetivamente, experiencia que a veces viene
con la edad.
Comprender su anteproyecto de vida (su prioridad de estilo de vida) proporciona la oportunidad de hacer algunas
revisiones. También le ayudará a reconocer que anteproyectos han empezado a crear y le permitirá comprender
mejor sus reacciones cuando se sientan inseguros. Si todavía a no logra descifrar cuál es su prioridad de estilo
de vida, elija la frase que mejor le acomode:
“Me siento mejor conmigo mismo cuando yo y los que me rodean estamos cómodos. Me siento peor conmigo
mismo cuando hay tensión, dolor y presión.” (Comodidad)
“Me siento mejor conmigo mismo cuando las cosas están en orden y organizadas y tengo control de mí mismo
y de la situación. Me siento peor conmigo mismo cuando me siento avergonzado y humillado o criticado por algo
que creo que debía saber o hacer.” (Control)
“Me siento mejor conmigo mismo cuando puedo complacer a otras personas y evitar los conflictos para que la
vida sea divertida y sin dificultades. Me siento peor conmigo mismo cuando me siento rechazado despreciado.”
(Complacer)
“Me siento mejor conmigo mismo cuando estoy logrando tener éxito y contribuir significativamente. Me siento
pero conmigo mismo cuando me siento rechazado devaluado, insignificante y estúpido.” (Superioridad)
Para toda oportunidad, que el niño tiene, hay una responsabilidad relacionada. La consecuencia obvia es si no
se acepta la responsabilidad se pierda la oportunidad.
Evita forzar al niño, no lo obligues a que haga las cosas por medio de un castigo sentándolo y diciéndole lo que
hizo. En vez de castigarlo enséñale como podría solucionar esto en el futuro.
La crítica adecuada debe ir dirigida a la acción realizada y a la forma en que podría realizarse, nunca hacia las
características personales del pequeño o de la persona. Si el pequeño considera que “el fracaso se debe a una
carencia innata, pierde toda esperanza de transformar las cosas y dejan de intentar cambiarlas”. Una crítica
constructiva debe reunir las siguientes características:
• Concreta.
• Enfocada en soluciones.
• Estando presente. Hagamos nuestros comentarios cara a cara, y a ser posible en privado.
• Actitud sensible. Fundamental la empatía, y nos vendría muy bien aplicar el proceso de la integración cerebral.
No sólo tenemos que cuidar cómo hacemos la crítica al niño, además debemos enseñar a recibir una crítica
adecuadamente, exponiendo los beneficios de la misma.
Los niños no se sienten castigados si pueden prevenir las consecuencias por adelantado. Los niños están más
dispuestos a cumplir reglas que ellos han contribuido a establecer. Pregúntale sobre cuáles son sus sugerencias
acerca de las consecuencias por cualquier conducta. Esto les ayuda a ir aprendiendo la conducta correcta.
Enseñar a través del modelo:
Enseñar constantemente
Ser ese modelo de padres
Ser ese modelo de seres humanos
Vivir valores que queremos que nuestros hijos tengan
Confiar en ellos
Capacitarnos primero
Los padres generalmente tienen buenas intenciones cuando tratan de motivar a los niños a mejorar haciéndolos
sentirse mal cuando cometen errores. Sin embargo, no examinamos los resultados de nuestras buenas
intenciones. Cuando veamos lo erróneo de nuestras equivocadas intenciones, estaremos dispuestos a ver con
una nueva perspectiva lo poderoso que es ver los errores como una maravillosa oportunidad de aprender.
“El valor de ser imperfecto.”
Las tres “R” de para recuperarse de los errores.
Es mucho más fácil hacerse responsables de los errores cuando los vemos como oportunidades de aprendizaje.
¿Ha notado usted lo dispuestos que están los niños a perdonar cuando nosotros estamos dispuestos a
disculparnos? ¿Alguna vez se ha disculpado con un niño? Si es así, ¿cómo le respondió? Cuando los adultos se
disculpan sinceramente, los niños casi siempre dicen: “No te preocupes”. Ellos pueden sentirse enojados y
resentidos en respuesta a un comportamiento irrespetuoso (y probablemente los adultos lo merezcan) y, de un
minuto a otro cambian a una actitud de completo perdón en cuanto el adulto dice: “lo siento”.
Evita utilizar actitudes perfeccionistas, por el contrario, enséñale a tu hijo que los errores son oportunidades de
aprendizaje.
La perfección es una expectativa irreal y desalentadora para aquellos que tratan de vivir cumpliendo con ella.
Los niños preferirían no tener la experiencia de constante desmotivación porque ellos no intentan en lo absoluto,
cumplir con la expectativa de perfección de los adultos –ni de ellos mismos. Reconocer que se mejora es
estimulante e inspira a los niños a continuar sus esfuerzos.
El castigo motiva la rebeldía y es desalentador para el niño, sus padres y maestros. Cuando los adultos utilizan
herramientas como el respeto mutuo, la solución de problemas, la motivación y el enfoque en soluciones, los
niños desarrollan el sentido de pertenencia e importancia, así como una conducta responsable.
Generalmente, causa en los niños rebeldía o sumisión. Ninguna de estas características es deseable. Ganarse a
los niños significa ganarse su cooperación.
Los niños se sienten motivados cuando creen que usted entiende su punto de vista. Una vez que se sienten
comprendidos están más dispuestos a entender nuestro punto de vista y de buscar soluciones a los problemas.
Recuerde que los niños están más dispuestos a escucharlo a usted después de haber sido escuchados.
Empleando los cuatro pasos para obtener la cooperación es una excelente manera de crear una atmósfera en
la que los niños se sienten listos para cooperar.
Para llevar a cabo estos pasos es esencial una actitud cordial de cariño y respeto. Su decisión de buscar
cooperación será suficiente para crear sentimientos positivos en usted, y después de los dos primeros pasos, se
habrá ganado al niño también. Estará listo para escucharlo cuando emplee el tercer paso (aun cuando usted ya
haya expresado sus sentimientos antes sin haber sido escuchado). Es muy probable que el cuarto paso sea
efectivo ahora que ya se ha creado una atmósfera de respeto.
A través del RESPETO MUTUO, Tú te GANAS a los niños.
El respeto mutuo incluye actitudes de:
Alrededor del año de edad, los niños entran en la etapa de “lo haré”. Esto sucede cuando ellos desarrollan su
sentido de iniciativa vs. la duda y vergüenza. De los dos a seis se desarrolla su sentido de iniciativa vs.
Culpabilidad. Esto significa que la tarea del desarrollo es explorar y experimentar. ¿Puedes tú imaginar cuán
confuso es para los niños el ser castigados por algo que están programados a hacer? Ellos enfrentan un
verdadero dilema (a nivel subconsciente)- “¿Debo obedecer a mis padres o a mi instinto biológico para desarrollar
autonomía e iniciativa explorando y experimentando en mi mundo?”
Estas etapas de desarrollo no significan que los niños están permitidos a hacer lo que ellos quieran, esto explica
el por qué los métodos para obtener cooperación deberían ser amables y firmes en vez de controlar o castigar.
Este es el momento en la vida cuando la personalidad de los niños está siendo formada, y tú quieres que tu niño
tome decisiones por cuenta propia y diga, “yo soy competente, yo puedo tratar y cometer errores y aprender,
soy amado, soy una buena persona.” Si tú deseas a ayudar a que tu niño aprenda a través del sentimiento de
culpabilidad vergüenza y castigo, tú estarás creando una situación desalentadora que es difícil de revertir en la
edad adulta.
Para ayudar al infante a desarrollar autonomía en vez de duda, vergüenza y ayudarlos de los dos a los siete
años de edad a desarrollar iniciativa en vez de culpabilidad, trate los siguientes métodos que incitan a la
cooperación.
Si tú estás gritando o sermoneando, detente. Todos estos métodos son irrespetuosos y dan lugar a las dudas,
vergüenza y culpabilidad en el futuro.
En vez de decirle a tu niño que hacer, encuentra la manera de involucrarlo en la decisión para que él o ella
tengan ese sentimiento personal de poder y autonomía “¿Qué debemos hacer después?” (Para niños que todavía
no hablan diga, “después, nosotros………” mientras amablemente pero firmemente le mostramos en vez de
decirles)
Se respetuoso cuando tu pidas algo. No esperes que los niños hagan algo “ahora mismo”. Cuando tú interrumpes
algo que ellos hacen di: “¿Estará bien para ti si tú haces esto en cinco minutos?” Dilo aunque tú no creas que
los niños pequeños entiendan completamente lo que tus estas diciendo, tú te estarás entrenando a ti misma a
ser respetuoso con tu niño dando opciones en vez de dar órdenes, otra posibilidad es darle a él o ella alguna
advertencia.
“Tenemos que irnos en un minuto ¿Qué es lo último que quieres hacer en el parque? Lleva contigo un
cronometro. Deja a tu niño ayudar a programarlo por uno o dos minutos. Luego deja que él o ella lo pongan en
su bolsillo de esta manera él o ella puedan estar listos para salir cuando el cronometro suene.
Dale a tu niño una opción que requiera su ayuda “Será tiempo de irnos cuando yo cuente 20 ¿Quieres llevar mi
bolso al auto? o ¿Prefieres llevar las llaves y ayudarme a encender el auto?” “¿Qué es lo primero que debemos
hacer al llegar a casa? ¿Dejar las compras o leer un historia?”
Los niños que no hablan todavía necesitan mayor supervisión, distracción y redirección, en otras palabras, como
Dreikurs solía decir “Cierra la boca y actúa.” Cuidadosamente toma a tu niño por la mano y dirígelo hacia donde
él o ella tienen que ir. Muéstrale que es lo que él o ella pueden hacer en vez de lo que él o ella no pueden hacer.
Usa tu sentido del humor aquí viene el monstruo de las cosquillas a atrapar a los niños que no escuchan.
Ten empatía cuando tu niño llora (o cuando hace berrinche), empatía no quiere decir que lo rescates, significa
que lo entiendes. Dale a tu niño un abrazo y dile, “tú estás realmente enojado ahora, sé que te quieres quedar
pero ahora es hora de irnos” luego sostén a tu niño y déjalo llorar y descargar sus sentimientos después pueden
continuar con la siguiente actividad.
Los niños usualmente sienten cuando estas enojada o cuando no. No digas nada a menos que sea algo
respetuoso. Luego continúa con dignidad y respeto casi siempre sin palabras. Nuevamente redireccionándolos
o mostrándoles que es lo que ellos pueden hacer en vez de ser castigados por algo que no deben hacer.
Cree rutinas para cada evento que sucedan en la mañana, a la hora de ir a la cama, cena, compras, etc. Luego
pregunta a tu niño, “¿Qué necesitamos hacer ahora según nuestra lista de rutinas?”, para niños que son más
grandes, di, “Ahora es hora de……..”
Comprende que tú tal vez necesites enseñar a tu niño muchas cosas una y otra vez antes que él o ella se haya
desarrollado lo suficiente para entender. Sé paciente. Minimiza tus palabras y minimiza tus acciones. No imites
el comportamiento de tu niño y piensa que tu niño está molesto mal o rebelde. Eres el adulto en la situación y
haz lo que se debe hacer sin castigos ni avergonzando.
Comprende que tu actitud determina si se creará o no una batalla o determinará una atmósfera amable o firme
para que tu niño explore y desarrolle con límites apropiados.
Tu trabajo a esta edad es pensar en ti mismo como un entrenador y ayudar a tu niño a triunfar y aprender cómo
hacer las cosas. Tú también eres un observador, trabajando y aprendiendo como si tu niño fuera el único ser
humano. Nunca subestimes la habilidad de un niño grande, pero por otro lado, vigila con cuidado mientras
introduces nuevas oportunidades y actividades y observa en que se interesa tu niño, que puede hacer tu niño,
y en que necesita tu niño ayuda.
La seguridad es un gran problema a esta edad, y tu trabajo es tener a tu niño en un lugar a salvo sin dejar que
tus miedos lo desanimen. Por esta razón, la supervisión es una importante herramienta al ser padres, junto con
amabilidad y firmeza mientras redirecciones o enseñas a tu niño. Por ejemplo, los padres pueden “enseñar” a
un niño de dos años a no correr en el la calle, pero todavía no los dejamos jugando en una calle transitada sin
supervisión porque sabemos que no podemos esperar que ellos entiendan en su totalidad lo aprendido sobre
responsabilidad. Por lo tanto ¿porque estos mismos padres esperan que sus niños entiendan cuando ellos dicen
NO?
La Sra. Foster se preguntaba por qué ella decidió entrar en la difícil tarea de ser madre. Sentía que tanto ella
como su niño estaban fuera de control. No entendía el por qué su hijo no le hacía caso “, y no le gustaba el
hecho de gritar y usar métodos punitorios que no funcionan.
Ella asistió a clases de crianza de los hijos para padres de niños en edad preescolar y aprendió sobre la edad –
comportamiento apropiado. Cuando cambió sus expectativas sobre el “Niño Perfecto que obedece cada
mandato”, empezó a disfrutar la experimentación autonomía e iniciativa propias de su niño. En lugar de tratar
de controlarlo, empezó a alejarlo del comportamiento inapropiado mostrándole lo que él podía hacer.
Ella estaba muy sorprendida al ver a su hijo calmarse cuando ella se calmó. Los episodios frustrantes ocurrieron
menos a menudo y eran solucionados más rápidamente debido a su nueva forma de ver las cosas.
Cuando usted comprende que los niños no comprenden realmente “No” de la misma forma en que usted piensa
que deben, tiene más sentido el hecho de usar distracción o redireccionamiento, o algún otro método seguro y
respetuoso de disciplina positiva.
METAS EQUIVOCADAS
Atención excesiva
Todos queremos atención, y no hay nada malo en ello, el problema viene cuando los niños buscan atención
inadecuada. En otras palabras, buscan pertenecer de manera irritante. La conducta es irritante porque surge de
su subconsciente creencia equivocada “Pertenezco solo cuando soy el centro de atención”. Puede ser muy
alentador para los niños que buscan atención inadecuada, redirigirlos de tal manera que obtengan atención de
forma cooperativa. Esto invita a los niños a volver a experimentar el sentido de pertenencia que están buscando
y les enseña, estimulantemente, cómo obtenerlo de una manera más constructiva.
Si los estudiantes lo están fastidiando, asígneles un trabajo (como recoger papeles, llamar a los que tienen la
mano levantada, o ser el alumno encargado de tareas disciplinarias). Una madre encontró la manera de redirigir
la mala conducta de su hija de cuatro años de interrumpirla mientras ella hablaba por teléfono. Una vez que
sonó el teléfono, interrumpió a su interlocutor el tiempo suficiente para darle a su hija su reloj y decirle. “¿Ves
el segundero que se mueve todo el tiempo? Obsérvala hasta que haya dado tres vueltas completas, y entonces
habré terminado de hablar”.
La niña observó atentamente el segundero mirando de repente a su madre quien colgó el teléfono antes de que
transcurrieran los tres minutos. Entonces la niña dijo: “Mami, todavía te queda tiempo, tienes más tiempo”.
Lucha de poder
Si se encuentra en una lucha de poder con su hijo, se recomienda que se retire de la batalla y reconozca lo que
está pasando.
“Me parece que estamos en una lucha de poder. Dejemos que se calmen las cosas. Y luego hablamos cuando
nos sintamos mejor.”
Venganza
Al igual que en Kramer vs. Kramer, parece ser natural der ser humano, regresar el golpe cuando nos sentimos
heridos. Es por eso que los ciclos de venganza son tan comunes. Y nuevamente parece irónico que los adultos
quieran que los niños controlen su conducta, cuando a ellos se les dificulta tener control sobre su propia
conducta. Sin embargo, es importante que controlen su propia conducta para romper el ciclo de venganza.
Cuando usted se sienta dolido en lugar de devolver el golpe, valide los sentimientos del niño “Debes sentirte
muy dolido en este momento, puedo entenderlo. Probablemente me sentiría igual si estuviera en su lugar.”
Validar los sentimientos es una poderosa forma de romper el ciclo de venganza, pero es necesario que se le dé
seguimiento con la solución de problema. “Cuando ambos nos sintamos mejor, ¿por qué no nos reunimos y
hablamos al respecto?”
Es importante notar que tal vez no haya sido usted quien lastimó al niño –o que el niño tuvo la percepción de
ser lastimado cuando usted quería ser servicial, no hiriente. También es importante comprender que el castigo
(aunque este disfrazado de consecuencia lógica) solo fortalece el ciclo de venganza.
Ciclos de Venganza
Si se encuentra en un ciclo de venganza con su hijo controle su propia conducta.
Dese cuenta cuando está lastimado y evite desquitarse. En lugar de eso, valide los sentimientos del niño.
“Veo por tu conducta que te sientes lastimado. Yo me sentiría igual si estuviera en tu pellejo. ¿Por qué no
hablamos mejor cuando estemos más calmados?
¡Validando los sentimientos de los niños es una forma muy poderosa de calmar una situación!
Deficiencia asumida
Los niños que actúan desde su meta equivocada de deficiencia asumida (debido a una creencia equivocada
cobre sus capacidades), pueden no causar muchos problemas durante el día, pero pueden perseguirlos de noche
cuando usted tiene tiempo de pensar respecto a cómo ellos parecen haberse dado por vencidos. Cuidado con
los niños que dicen “no puedo” sólo para llamar su atención, los niños que actúan desde la deficiencia asumida,
en realidad creen que no pueden. Con una mayor conciencia sobre las creencias equivocadas, puede usted
decirle al niño que actúa para obtener atención inadecuada, “Cariño, confío en que puedes hacerlo solo”. Sin
embargo a un ni que actúa desde su creencia y metas equivocadas de deficiencia asumida, será necesario que
se tome usted el tiempo para enseñarle pequeños pasos. No haga todos los pasos, porque hacer demasiado por
ellos es darles la impresión de que son deficientes Un ejemplo sería decirle: “Yo dibujaré la mitad del círculo y
tú puedes dibujar la otra mitad” o “Yo te enseño cómo atarte un zapato, y después tú me enseñas lo que has
aprendido y me haces saber si necesitas más ayuda”.
Todo niño quiere triunfar, todo niño quiere tener buena relación con los demás, todo niño desea sentir que
pertenece y es importante. Si recordamos esto, les daremos a los niños “mal portados” el beneficio de la duda.
En vez de asumir que quieren ser difíciles, asumamos que quieren resultados positivos pero que simplemente
están confusos en la manera de lograrlo. No tienen el conocimiento, las habilidades o la madurez para encontrar
el sentido de pertenencia e importancia de una manera útil. Es nuestra responsabilidad ayudarles a desarrollar
lo que necesitan. Para ser eficientes, nuestro desempeño debe estar basado en la actitud, “Sé que quieres
triunfar, ¿cómo puedo ayudarte?” Cuando tenemos esta actitud, es más probable que los niños se sientan
amados incondicionalmente.
Dar seguimiento requiere de menos energía, es mucho más divertido y productivo que reprender o castigar. Dar
seguimiento es una forma respetuosa de ayudar a los niños a vivir apropiadamente de acuerdo con las
expectativas de los adultos y sus prioridades. Tenemos que reconocer que los niños tienen sus propias
prioridades, pero seguir o hacer algunas de las nuestras nos hace felices.
Dar seguimiento hace a los padres pro activos y considerados en vez de reactivos y desconsiderados.
Dar seguimiento capacita a los niños a colaborar y a hacer contribuciones a la familia por medio del respeto que
han aprendido. Éste es un excelente método para expresar autoridad o dar permiso.
Los niños que aprenden las destrezas de la vida necesitan sentirse bien con ellos mismos y se convertirán en
miembros contribuyentes de la sociedad.
Nuestra definición de rescatador es: ―Interponerse entre un niño y las experiencias de la vida para minimizar
las consecuencias de sus acciones.
REACCIONES RESCATADORAS:
Hacer demasiado por ellos
Darles demasiado
Sobreproteger
Mentir por ellos
Castigar/controlar
Arreglar
Sacar de apuros
Nuestra definición de capacitar es ―Cederle el control a los jóvenes tan pronto como sea posible para que
tengan poder y control de sus propias vidas.
REACCIONES CAPACITADORAS:
Escuchar, dar apoyo emocional y validación sin arreglar o minimizar.
Enseñarles las habilidades prácticas que necesitan para vivir.
Trabajar con ellos haciendo acuerdos en reuniones familiares o usando el proceso de resolver problemas juntos.
Soltarnos sin abandonarnos.
Decidir lo que vas a hacer con dignidad y respeto.
Compartir lo que piensas, lo que sientes y lo que quieres (sin hacer discursos, moralizar o insistir en que estén
de acuerdo).
¡Los adultos somos hábiles en responder de forma “rescatadora” y poco hábiles en usar formas “capacitadoras”!
A veces empoderar a los niños implica que tienen que experimentar las consecuencias de sus acciones.
Es muy difícil ver a nuestros hijos batallar.
Aprender a sobreponerse a las dificultades les enseña a los niños habilidades valiosas.
En casa podremos ver cómo cada miembro de la familia tiene una posición única desde la que recibe influencia
de los demás y también desde donde ejerce influencia sobre ellos.
Así podemos ver la Importancia del orden de nacimiento para entender las primeras decisiones que toman los
niños y cómo podría repercutir en su conducta y relación con hermanos. Teniendo esta información podemos
ponernos en su lugar y, de forma respetuosa, aceptarles, guiarles y acompañarles para crear fortalezas que
enriquezcan la familia y sus relaciones futuras. Como siempre, pensando a largo plazo.
Reuniones Familiares
Las reuniones familiares proveen una gran oportunidad para que la familia aprenda y practique cómo tratarse
uno al otro con respeto. También es una actividad estructurada donde la familia puede practicar la comunicación,
planear actividades y resolver problemas juntos. Usualmente es un tiempo para sentarse y compartir juntos.
Cuando empiece las juntas familiares empiécelas con un propósito: cómo aprender a tener juntas familiares. Si
los padres de familia tratan de enseñar cómo hacer juntas familiares y también tratan de resolver algunos
problemas al mismo tiempo, los niños pensarán que las juntas son otra manera que los padres tienen para
manipularlos. Usted ha esperado bastante tiempo para resolver estos problemas. Necesitará esperar unas pocas
semanas más antes de enseñarle a su familia cómo resolver problemas.
La familia Pérez tenía una estudiante de intercambio internacional viviendo con ellos por 6 meses. Cuando al
principio llegó de Alemania y se tenía que sentar a las juntas familiares, éstas le parecían extrañas e incómodas.
Dar y recibir cumplidos en una manera pública y estructurada la hacían sentirse incómoda. Antes de regresar a
su país, Teresa compartió que a ella le gustaría que su familia tuviera este tipo de juntas familiares porque:
―este es un tiempo para estar todos juntos y conocerse mejor. Ayuda a sentirse como una verdadera familia.
En una reciente clase de padres de familia, Rosa expresó su preocupación que su esposo Roberto ―no podrá
apreciar a su hijo (el hijastro de Roberto). A Rosa se le animó para que tratara de tener la junta familiar de
todos modos. Rosa regresó la siguiente semana e informó que Roberto trató y pudo apreciar a su hijastro pero
que no pudo aceptar cumplidos para sí mismo. Ella se dio cuenta que Roberto no sabía cómo recibir mensajes
positivos. Con una sonrisa en la cara, Rosa compartió que iba a asegurarse que Roberto tuviera más
oportunidades para practicar porque ella misma le iba a dar más cumplidos.
En el círculo de conclusión de una clase para padres de familia y sus hijos adolescentes, uno de los jóvenes
identificó que ―tener las juntas familiares‖ fue uno de los mejores resultados de la clase. Otro dijo: ―me gustan
los cumplidos.
Por qué:
Las juntas familiares proveen una oportunidad para compartir cumplidos, planear actividades de diversión,
resolver problemas y divertirse juntos.
Quién:
Anime a cada persona que viva en su hogar a que participe en la junta. Si el abuelo, la tía o un amigo viven en
la casa, invítelos a que participen. Niños pequeños (4 años o menos) no tendrán la capacidad de poner atención
y participar la mayor parte de la junta. Quizás les agrade dar y recibir cumplidos pero después se aburren
fácilmente. Tenga una actividad tranquila en la mesa o cerca de la mesa (jugar con plastilina, hacer un
rompecabezas, etc.).
Hay varias labores importantes durante la junta. Los puestos de líder y secretario deben cambiar en cada junta.
Los niños pueden y deben asumir todos los puestos cuando les toca su turno. Un niño de 4 años puede ser un
buen líder si se sienta en las piernas de uno de sus padres (quienes pueden guiarlos en voz baja). La persona
encargada de las notas tiene que tener la capacidad de escribir. Algunas familias también tienen a alguien
encargado de las botanas y de acomodar las sillas, etc.
Dónde:
Las juntas familiares funcionan mejor alrededor de una mesa. Un buen momento para tener las juntas familiares
es después de la cena cuando la mesa esté recogida. A veces es buena idea servir postre durante la junta.
Cuándo:
Lo mejor es designar un tiempo indicado cada semana. Cada miembro de la familia necesitará adaptarse de
acuerdo con este horario. Cuando hay adolescentes que se encuentran ocupados la mayor parte del tiempo, en
necesario entonces entender esto y ser flexible con el horario.
Cómo:
Cuando comience sus primeras juntas familiares, las primeras 4 semanas enfóquese SOLAMENTE en los
cumplidos y en planear una actividad divertida. Después, empiece a introducir la solución a problemas pero no
incluya en la agenda problemas que tienen los padres por otras 4 semanas más. Usted ha tenido estos problemas
durante mucho tiempo, si usted se apresura al poner sus problemas en la agenda, sus hijos (especialmente los
mayores) sentirán que esta junta es otra forma para lograr su manipulación. La junta familiar es un tiempo
valioso, sea paciente.
La agenda:
La agenda se escribe en una hoja de papel titulada, ―junta familiar que se coloca en un lugar en la casa donde
todos puedan tener acceso a ella. Algunas familias la ponen en el refrigerador. Durante la semana los miembros
familiares pueden escribir ―cosas para mejorar en la agenda. (Ver abajo).
Los cumplidos
Empiece todas las juntas familiares con cada miembro dándole un cumplido a cada miembro de la familia.
Empezar con los cumplidos es esencial porque establece un tono positivo durante la junta y ayuda a todos a
recordar las cosas buenas de la semana. Un cumplido puede ser algo tan simple como “Me gustaría agredecer
a Sara porque ayer me ayudó con mi tarea” ó “Gracias por pasear en bicicleta conmigo”. La respuesta apropiada
a un cumplido es “gracias” o “de nada si el cumplido fue en forma de agradecimiento”. Puede que el dar
cumplidos no salga con naturalidad al principio. Los padres tendrán que enseñar y modelar cumplidos.
Cumplidos:
- Si la familia no puede completar la ronda de cumplidos (si no han pasado un buen día) no podrán resolver los
problemas en la agenda. Es mejor parar la junta y tenerla otro día.
- Si alguien no puede pensar en un cumplido para otro miembro de la familia, anime a que esta persona le
pregunte a la persona que va ser apreciada de qué forma le gustaría ser apreciado.
- Si un padre de familia (o algún otro miembro de la familia) siente que un cumplido tiene intenciones negativas,
pregúntele a la persona que recibió el cumplido si le pareció un cumplido sincero. Si no, pida que la persona
vuelva a intentarlo.
Un repaso de soluciones anteriores
Antes de empezar a solucionar un problema, es buena idea repasar las soluciones de la semana anterior. Si
algún problema necesita ser resuelto otra vez, puede incluirse en la agenda para tratarse más tarde en la misma
junta. Da gran satisfacción repasar viejas soluciones y reconocer que están funcionando. Vale la pena aprender
también que no todas las soluciones funcionan y que tratar de resolver problemas de otra forma puede ser muy
eficaz.
Problemas/Cosas para mejorar
Es mejor anotar los problemas en la agenda como situaciones para mejorar. Una situación para mejorar es un
problema visto positivamente. Por ejemplo, en vez de escribir “muchas toallas mojadas tiradas en el piso del
baño” la forma sería “colgar las toallas mojadas”. Los únicos problemas que se discuten en la juntas son los que
ya están en la agenda cuando la junta empieza. (Padres de familia: esto significa que no pueden añadir
problemas/situaciones para mejorar durante la junta, se tendrá que esperar para la próxima semana.) Algunas
familias piensan que es bueno tener la regla que dice que los problemas escritos el día de la junta serán
discutidos durante la próxima semana. Los problemas se arreglan mejor cuando todos están más calmados.
Cuando un problema/situación para mejorar se discute en la junta, la persona que lo puso en la agenda tiene la
oportunidad de describir el problema y cómo le gustaría mejorar la situación. Los miembros de la familia después
ofrecen sugerencias (que son escritas también en la agenda). Se escoge una solución que se implementará por
una semana. A veces es más apropiado si todos en la familia están de acuerdo con la solución. Es a veces
también apropiado que el miembro de la familia que escribió el problema en la agenda escoja la solución. La
familia tendrá una buena idea de cuál es la forma más justa de elegir una solución.
El uso de la agenda les comunica a todos los miembros de la familia que hay una manera de resolver los
problemas. Les ayuda a todos a saber que hay un lugar donde se les escucha y donde pueden contribuir.
También permite que los problemas que surgen durante la semana se desvanezcan. Cuando un joven acude al
padre de familia con un problema, éste le sugiere al chico que ponga el problema en la agenda. (Muy a menudo
pasa que cuando la junta se acerca, el problema ha desaparecido o se ha resuelto.)
Planear actividades
Las familias utilizan las juntas para planear las actividades de la siguiente semana, (esto se vuelve más
importante cuando los hijos van creciendo y tienen sus propias actividades) para cenas, menús, para planear y
reconocer celebraciones especiales, y para planear vacaciones. Es MUY importante planear tiempo para divertirse
juntos. Esto puede ser después de la junta familiar (jugar un juego, ver una película, comer helado juntos) o
puede ser planeado como una actividad divertida durante la semana.
En cuanto a niños pequeños (menores de 4 años): es difícil que puedan participar completamente en la junta.
Si usted solamente tiene niños menores de 4 años tenga la junta familiar de todos modos. Empiece con los
adultos apreciándose el uno al otro. Invite a los niños a que den cumplidos si ellos quieren hacerlo. Después
proceda a planear la actividad de diversión (o resolver problemas si ya ha hecho esto por un tiempo). Invite a
que los niños pequeños participen cuando puedan y quieran. Es aceptable que ellos trabajen silenciosamente
en una actividad en la mesa que no requiera la atención de los adultos (plastilina, rompecabezas, dibujos, etc.)
Mantenga las juntas cortas y razonables para que ellos puedan estar presentes durante la junta.
Sugerencias / Actividades
Empiece con una junta familiar en la que sólo se hagan cumplidos y se planee una actividad divertida.
Puntos importantes:
- Mantenga las juntas cortas (sólo los cumplidos y la actividad divertida) por varias semanas antes de introducir
la solución a problemas.
- Discutan SOLAMENTE los problemas de los niños en la agenda por varias semanas antes de incluir problemas
de los padres.
Características de escuchar
1. Empatía: ¡Métase al mundo de sus hijos!
2. Ser Genuino: Ser si mismo y escuchar del corazón.
3. Aceptar: No tiene que estar de acuerdo con lo que dice para entender la perspectiva de su hijo.
Disciplina positiva promueve ser amable y firme en honor a las necesidades del niño (a través de la empatía) y
a las necesidades de la situación.
Estrategias para decir No
La distracción y redirección: Puedes venir temprano o más tarde, pero si quieres que tengamos tiempo para
hablar…
Di sí: Si, tú puedes tener… tan pronto hagas esto.
Las expectativas claras: En cuanto… entonces…
Responder a una pregunta: ¿Te gustaría hacerlo tú mismo, o necesitas mi ayuda? Tú decides.
Estado de un hecho (regla o condición): Es hora de que…
Invitar a la cooperación: Necesito tu ayuda. ¿Podrías imaginar la mejor manera de ayudarme en este momento?
Ofrece opciones limitadas: ¿Prefieres esto o…? Tú decides.
Di lo que quieres: Quiero que termines de completar esto antes de salir de aquí hoy.
Negocia un acuerdo: Si te dejo… ahora, ¿Cuándo lo harás?
Seguir adelante: La hora de… ¿Cuál era nuestro acuerdo?
Rutinas
Entre más hagan los niños por sí mismos, más capaces y motivados se sienten. Una de las mejores formas de
evitar las típicas batallas matutinas y a la hora de ir a la cama es involucrar a los niños en crear tablas de rutinas
y dejar que se apeguen a ellas en vez de decirles lo que deben hacer.
Sin recompensas
Las recompensas anulan el sentimiento de capacidad, y lo lleva a enfocarse solo en la recompensa. Cuando tu
hijo muestre desinterés por el plan de rutinas, invítalo a hacer uno nuevo y diferente. También pueden diseñar
un esquema para las mañanas, para así evitar las molestias matutinas.
Empiece por pedirles a sus hijos que hagan una lista de todas las cosas que necesitan hacer antes de irse a la
cama. La lista puede incluir: recoger los juguetes, tomar un baño, ponerse las pijamas, cepillarse los dientes,
preparar la ropa para el día siguiente, el cuento de antes de dormir, abrazos. Copie (o deje que los niños lo
copien cuando tengan la edad suficiente) todos estos elementos en una tabla. A los niños les encanta cuando
usted toma fotografías de ellos haciendo cada una de las tareas y entonces poder pegarlas en cada cuadro de
la tabla. Después cuelgue la tabla de rutinas en un lugar donde puedan verlas y deje que la tabla mande. En
vez de decirle a sus hijos lo que tienen qué hacer, pregunte: “¿Qué sigue en tu tabla de rutinas?” Es probable
que no necesite preguntar, los niños lo dirán primero.
Herramientas de DP
* Conexión antes que corrección
* Cariño y firmeza
* Preguntas con curiosidad: Pregunta: "Qué, por qué y cómo" en lugar de decirles a los niños: Que, por que y
como. Asegúrate que escuchas lo que el niño dice.
* Pregunta: Que necesitas hacer? en lugar de decirle: "Haz esto".
* Opciones limitadas
* Rutinas: En la mañana, al acostarse, ir de compras, en el coche.
* Time-outs positivos
* Remendando errores
* Reconoce tus errores: "Puedo ver como ayude a crear esta lucha de poder"
* Abrazos
* Actúa, no hables
* Da seguimiento: Si lo dices, dilo en serio y cúmplelo.
* Decide lo que TU harás, en lugar de lo que harás que el niño haga.
* Honestidad emocional: "Siento_____________ porque____________ y deseo_______
* Validar sentimientos
* Animar en lugar de alabar y premiar
* Concéntrate en las soluciones en lugar de las consecuencias
* Involucra a los niños en la soluciones para que se responsabilicen
* Ayuda a los niños a explorar sus opciones preguntándoles con curiosidad en lugar de imponerles
consecuencias.
* Permíteles a los niños que experimenten las consecuencias de sus elecciones; lo cual es diferente de imponerles
consecuencias.
* Di "NO" (rara vez)
* Escuchar activamente, reflejar
* Ten una vida propia
* Evita dar lecciones, rescatar o arreglar. Así enseñas responsabilidad, al permitir que suceda lo que tiene que
pasar
* Agenda tiempo especial con el que los niños puedan contar
* Da cumplidos y ensena a los niños a darlos y recibirlos
* Reuniones familiares
* Maneja la creencia detrás de la conducta
* Haz acuerdos con fecha límite y da seguimiento
TRES SEÑALES:
Lo que hacemos nunca es tan importante como la forma en que lo hacemos.
Vea los errores como oportunidades para aprender.
A veces tenemos que aprender la misma cosa una y otra vez.
¿Y qué puede ser peor que dañar la relación con mis hijos??
Muchas veces como madre me he encontrado estresada y agobiada por las circunstancias, con deseo de control
sobre mis hijos y sintiendo que si no logro que mi hijo haga X cosa parece que el mundo se puede abrir y
tragarnos. Así que puedo empatizar con madres y padres que sienten que necesitan obligar a sus hijos a hacer
algo porque si no lo hacen la mente se imagina miles de fatales consecuencias:
Lograr que se vistan rápido así sea vistiéndolos uno mismo para que la ruta escolar no los deje, pues si el niño
pierde la ruta, quizá pierda una valiosa lección y quizá pierda el año escolar y quizá pierda la oportunidad de ser
exitoso en la vida.
Obligarles a terminar su plato de comida así tengan que comérselo llorando, pues si no se lo comen quizá no
tengan las calorías necesarias y su cuerpo se debilite y quizá por eso no logren entrar al equipo de atletismo y
quizá pierdan la oportunidad de ser unos triunfadores.
Darles un pellizco cuando no vea la abuela para que detengan esa actitud desafiante, no sea que la abuela crea
que el niño es un grosero y le cuente a toda la familia, la familia lo etiquete, ya ningún primo le quiera volver a
hablar y se vuelva un rechazado y jamás tenga buenas relaciones interpersonales.
Realmente como padres tenemos la habilidad de crear y creer estas historias, y otras más terroríficas aún. Todo
esto nos llena de ansiedad, temor y nos impulsa a buscar recetas instantáneas que no educan al niño pero que
nos ayudan a calmar nuestros miedos y a descargarlos, ahí es cuando controlamos, inhabilitamos, castigamos,
etc.
Mi truco cuando me encuentro en alguno de estos escenarios es: hago un ALTO y me imagino que eso tan grave
realmente no va a pasar, que quizá solo perderá la ruta un día (o varios), que solo tendrá hambre más tarde ó
que simplemente la abuela puede pensar lo que pueda/quiera y que luego tendrá otras oportunidades para ver
el lado noble de mi hijo. Entonces ahí me doy cuenta de que lo más grave que puede pasar es que dañe la
relación con mi hijo, que mis limitaciones me lleven a actuar en contra de su persona y por lo tanto en contra
de la confianza y el vínculo que tanto necesita para crecer sabiéndose amado, capaz, poderoso y hábil.
Cuando un gran reto se me presenta con mi hijo, pienso “¿Qué puede ser más grave que dañar nuestra relación
y su confianza en el mundo?”, sólo con hacerme ese planteamiento se vuelven frívolas las presiones del tiempo
o los juicios de los vecinos. Ahí, conectada con la meta en el largo plazo, logro ver lo importante, enfocarme en
eso y confiar en el proceso, quizá hoy nos salió mal esto pero de ahí aprendimos y hay más tiempo para seguir
creciendo juntos.