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INTRODUCCIÓN A LA COMPUTACIÓN
Práctica word
ALUMNA:
JOSÉ ALFONSO BOUZAS ORTIZ dice que “Esta prueba consiste en el dictamen que rinde una persona
con conocimiento en una ciencia, técnica, o arte sobre laguna cuestión derivada del procedimiento.
Cuando la profesión o arte de que se trate estuviere legalmente reglamentado, los peritos deberán
acreditar su autorización conforme a la ley”. 1
1.2 PERITO
“ En la Doctrina, se ha debatido mucho acerca de la naturaleza de la prueba pericial, ya que mientras
algunos consideran a los peritos como auxiliares del juzgador, otros los consideran como medios de
prueba, sin faltar opiniones como las de Carnelutti, quien adopta una posición mixta y afirma que
los peritos son al mismo tiempo, auxiliares y medios de prueba. La misma posición adopta Néstor
de Buen al afirmar que:
En mi concepto el perito es un auxiliar del juez o de las juntas que produce un medio de prueba: su
dictamen. Confundir al dictamen con el perito sería tanto como decir que el actuario es un medio
de prueba y no el resultado de la inspección ocular que practique”. 2
El autor Jaime Guasp menciona que el perito es una persona que, aunque no es parte en el juicio ni
tener interés jurídico ni legitimo en el mismo, emite, con el propósito de provocar la convicción
judicial en un determinado sentido, declaraciones sobre datos que habían adquirido ya índole
procesal en el momento de su captación es decir darle a la autoridad las herramientas necesarias
haciendo un estudio sobre un que no se aprecia a simple vista sino con base a estudios .
Este autor también analiza el concepto de pericia y precisa sus tres ingredientes:
1 (ORTIZ, 2006)
2 (L., 1994)
3 Ídem (L., 1994)
Con lo anterior llega a la conclusión de que el perito es un medio de prueba procesal, porque las
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declaraciones que emite el perito no tienen otra finalidad que la de convencer al juez de la existencia
o inexistencia de ciertos datos procesales y de esta manera ilustrar a los tribunales sobre la posible
existencia de un hecho que solo puede ser apreciado por medio de conocimientos específicos que
son manejados por especialistas en la materia de que se trate.
En base a lo anterior podemos decir que los peritos son personas que auxilian al juzgado pues con
sus conocimientos científicos, técnicos o artísticos dan una luz diferente y una opinión fundada y
especializada en la investigación de los hechos controvertidos.
Los peritos deben tener conocimiento en la ciencia, técnica, o arte sobre el cual debe versar su
dictamen: si la profesión o el arte estuviesen legalmente reglamentados, los peritos deberán
acreditar estar autorizados conforme a la ley.
Cuando la ley menciona a las profesiones legalmente reglamentadas, se refiere a las que abarca la
Ley General de profesiones, reglamentaria del artículo 5 constitucional, a la que corresponde
precisar qué profesiones requieran patente para su ejercicio. Es decir deben comprobar que tienen
conocimientos en la materia sobre la cual versara su dictamen y esta experiencia en el campo de
que se trate deberá comprobarse.
“Sin embargo, no es suficiente con poseer un título o una patente para ejercer la actividad de perito.
Para ser perito es necesaria la condición de experto en una rama determinada de l a ciencia, la
técnica o del arte, y un título no es sinónimo de la condición de experto”. Pues Es importante
precisar que la autorización legal es apenas un requisito de partida para el desahogo de
determinadas pruebas periciales. Sin embargo, bajo ciertas circunstancias, la idoneidad del perito
tendrá que fundarse en algo más que un título y una cédula profesional.
Corresponderá entonces a las JCyA medir los alcances técnicos, científicos o artísticos del perito y
sólo su mayor solvencia en esos campos, aunada a las particularidades del dictamen, autorizará a
las juntas para inclinarse en favor de su opinión.
En razón de ello, es perfectamente admisible que en el interrogatorio que las partes hagan a los
peritos, o las propias juntas por conducto de sus representantes, se les pregunte sobre sus
antecedentes curriculares y su experiencia y el perito estará obligado a dar buena razón de ello.
OBJETO
La prueba pericial no se impone a las juntas en el sentido de que se deba observar, necesariamente,
lo que dicen los peritos. Por el contrario, se trata de un simple instrumento de convicción, criticable
y analizable por las juntas, las que podrán valorar la prueba según su conciencia, obviamente sin
hacer abstracción del contenido de los dictámenes. Los peritos auxilian a las juntas y el objeto de la
prueba es que éstas tengan una visión especializada del alcance de lo que Guasp llama “datos que
habían adquirido ya índole procesal en el momento de su captación”.
1.3 OFRECIMIENTO DE LA PRUEBA
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Articulo 823 LFT:
La prueba pericial deberá ofrecerse indicando la materia sobre la que deba versar, exhibiendo el
cuestionario respectivo, con copia para cada una de las partes.
Hay, en primer lugar, que calificar la naturaleza de la pericia, según lo que dispone el artículo citado
al referirse a “la materia sobre la que deba versar”. Sería el caso, por ejemplo, de un peritaje ofrecido
para comprobar la autenticidad de una firma en el que se omita decir que se trata de una prueba
caligráfica y grafoscópica. Si se trata del actor trabajador y la junta debe nombrar al perito o, en caso
de discordia, al perito tercero, a ella le corresponderá calificar la naturaleza de la materia pericial.
El cuestionario debe contener las preguntas que al ser contestadas por los peritos, pod rán formar
convicción en el tribunal de trabajo acerca de la cuestión debatida. Pero también podrá incluir
preguntas sobre la idoneidad del perito.
La junta nombrará perito para el trabajador cuando éste no lo hiciere, cuando el que designe no
comparezca a la audiencia respectiva a rendir su dictamen o cuando el trabajador lo solicite, por no
estar en posibilidad de cubrir los honorarios correspondientes.
Artículo 824: La junta nombrará a los peritos que correspondan al trabajador, en cualquiera de los
siguientes casos:
III. Cuando el trabajador lo solicite, por no estar en posibilidad de cubrir los honorarios
correspondientes.
“La primera y la tercera hipótesis no son auto implicativas como pudiera pensarse, en el primer caso
estamos ante la presencia de una omisión, del silencio de parte del trabajador en la actitud de
nombrar a su perito, en el tercer caso no hay omisión, por el contrario una manifesta preocupación
al no estar en posibilidad de cubrir los honorarios del perito, razón por la que se pide su
nombramiento oficial”. 4
Con lo anterior se ve reflejado un principio ampliamente conocido del derecho laboral y es que a
diferencia de otras materias donde hay igualdad entre la partas en materia laboral dado que se
considera los trabajadores como una sección vulnerable de la población rezon por la cual se
4 (ROMERO, 2000)
encuentra dentro del derecho social se tienen ciertas bondades para con el trabajador y esta es una
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de ella
II. Los peritos protestarán de desempeñar su cargo con arreglo a la Ley e inmediatamente
rendirán su dictamen; a menos que por causa justificada soliciten se señale nueva fecha para rendir
su dictamen;
III. El día señalado para que tenga verificativo la audiencia respectiva, el o los peritos que
concurran a la misma rendirán su dictamen. Si alguno no concurriera a la audiencia, sin causa
justificada a juicio de la Junta, se señalará nueva fecha para que lo rinda, dictando la Junta las
medidas para que comparezca;
IV. Las partes y los miembros de la Junta podrán hacer a los peritos las preguntas que juzguen
convenientes; y
La excepción a que se refiere la fracción I, se actualiza cuando la Junta designa al perito de la parte
trabajadora, siempre y cuando éste lo solicite, en tal caso, la Junta deberá ser responsable de
presentar al perito el día señalado para la celebración de la audiencia.
La fracción II hace mención de la posibilidad de que por causa justificada, se señale nueva fecha para
que el perito tenga la oportunidad de rendir su dictamen. Algunos de los casos más frecuentes es
cuando la prueba pericial verse sobre documentos que estén en posesión de las partes o de terceros
ajenos al juicio o cuando verse sobre el examen de personas, para lo cual se realizará lo d ispuesto
en los artículos 782 y 783 de la Ley Federal del Trabajo.
En los cuales se establece que la Junta será la responsable de solicitar a las partes que exhiban los
documentos, para que en su caso sean evaluados por peritos y de esta manera se comprue be la
veracidad de ciertos hechos que son materia de controversia. (Artículo 782 Ley Federal del Trabajo).
Por otro lado, se señala que cualquier persona ajena al juicio que posea documentos u objetos que
ayuden a esclarecer a cual de las partes le asiste la razón, tendrá que presentarlos el día de la
audiencia de ofrecimiento y admisión de pruebas o hasta antes del cierre de instrucción, cuando la
Junta lo solicite. (Artículo 783 Ley Federal del Trabajo).
La Junta podrá apercibir a las partes “que de no presentar los documentos o presentarse ellas
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mismas, se tendrán por ciertos los hechos que se quieran probar con el peritaje y a los terceros, que
de no exhibir lo requerido, se les aplicarán medidas de apremio”. 5
Las preguntas a que hace referencia la fracción IV del artículo 825 de la Ley Federal del Trabajo,
versan sobre el dictamen realizado por el perito, pero también pueden referirse a la idoneidad y la
experiencia que tiene el perito para realizar dicho dictamen. La autoridad puede interrogar a los
peritos tanto propios como ajenos, sin embargo algunas autoridades se abstienen de preguntar a
su perito, y con esto dejan de hacer uso de la prerrogativa que otorga lo dispuesto por el artículo
781 de la Ley Federal del Trabajo. En el cual se le da libertad a la Junta de hacer las preguntas que
crean convenientes, ya sea para comprobar la idoneidad del perito o para cerciorarse de la
veracidad de lo establecido en su dictamen. Además de lo anterior, la Junta podrá revisar los
documentos u objetos para esclarecer cualquier hecho controvertido que se quiera demostrar.
(Artículo 781 Ley Federal del Trabajo).
Finalmente retomaremos la fracción V del artículo 825 de la Ley Federal del Trabajo, que menciona
la designación del perito tercero en discordia, para el caso de que existiera discrepancia entre los
dictámenes presentados por los peritos de las partes. El dictamen realizado por el perito se tendrá
en cuenta para que la Junta tenga otra perspectiva en cuanto al valor probatorio de la prueba
pericial.
Artículo 707.- Los representantes del Gobierno, de los trabajadores o de los patrones ante las Juntas
y los auxiliares, están impedidos para conocer de los juicios en que intervengan, cuando:
I. Tengan parentesco por consanguinidad dentro del cuarto grado o de afinidad dentro del
segundo, con cualquiera de las partes;
II. Tengan el mismo parentesco, dentro del segundo grado, con el representante legal,
abogado o procurador de cualquiera de las partes;
IV. Alguno de los litigantes o abogados haya sido denunciante, querellante o acusador del
funcionario de que se trate, de su cónyuge o se haya constituido en parte en causa criminal, seguida
contra cualquiera de ellos; siempre que se haya ejercitado la acción penal correspondiente;
V. Sea apoderado o defensor de alguna de las partes o perito o testigo, en el mismo juicio, o
haber emitido opinión sobre el mismo;
VI. Sea socio, arrendatario, trabajador o patrón o que dependa económicamente de alguna de
las partes o de sus representantes;
5 (L., 1994)
VII. Sea tutor o curador, o haber estado bajo la tutela o curatela de las partes o de sus
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representantes; y
VIII. Sea deudor, acreedor, heredero o legatario de cualquiera de las partes o de sus
representantes.
Los peritos terceros en discordia podrán excusarse dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a
que se le notificó su nombramiento, la Junta calificará de plano, siempre y cuando subsista una de
las causas establecidas en el artículo antes mencionado. Cuando se declare procedente la excusa,
se nombrará a un nuevo perito tercero en discordia, el cual tendrá que rendir su dictamen. Lo
anterior se encuentra regulado en el artículo 826 de la Ley Federal del Trabajo.
En general, la Ley Federal del Trabajo, establece que los peritos deben excusarse de acuerdo a lo
señalado en el Capítulo IV de dicha Ley, el cual comprende los artículos 707 a 711 y trata de los
impedimentos y excusas.
• No existe la recusación, sin embargo, los peritos deberán excusarse cuando exista alguna de
las causas establecidas en el artículo 707 de la Ley Federal del Trabajo. (artículo 708 de la Ley ).
• El procedimiento que se debe seguir cuando quieran excusarse, serán las señaladas en el
artículo 709 de la Ley Federal del Trabajo, que establece:
Artículo 709.- Las excusas se calificarán de plano, y en su tramitación se observarán las normas
siguientes:
b) El Secretario del Trabajo y Previsión Social, tratándose del Presidente de la Junta Federal y el
Gobernador del Estado o el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, cuando se trate del Presidente de
la Junta Local.
II. La excusa se deberá promover por escrito y bajo protesta de decir verdad, ante las autoridades
señaladas en la fracción anterior, dentro de las 48 horas siguientes a la en que se tenga
conocimiento del impedimento. Al solicitarse se acompañarán las pruebas que lo justifiquen;
III. La autoridad que decida sobre la excusa, tan pronto la reciba, resolverá de plano con los
elementos que tenga para ello o podrá señalar día y hora para que comparezca ante ella el
interesado, para que después de oírlo y recibir pruebas de inmediato dicte resolución; y