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Ahorro de energía en los campos de aplicación de la ingeniería química

La ingeniería química implica en gran parte el diseño y el mantenimiento de los procesos


químicos para la fabricación a gran escala, para ello el ingeniero químico satisface una
necesidad partiendo de materias primas hasta poner las manos en el producto final.
La presencia del profesional de la ingeniería química la podemos ver en áreas tales como
la producción, control de procesos, control de calidad, seguridad industrial, apoyo técnico-
legal, seguridad e higiene, alimentos, cosmético y ecología en donde plantea, diseña,
construye, opera y controla el manejo de energía para disminuir el impacto contaminante
de las actividades humanas.

Las aplicaciones que puede realizar un ingeniero químico son variadas; pueden
mencionarse las siguientes a modo de ejemplo:

 Estudios de factibilidad técnico-económica


 Especificación / Diseño de equipos y procesos
 Construcción / Montaje de equipos y plantas
 Control de producción / Operación de plantas industriales
 Gerencia y administración
 Control de calidad de productos
 Compras y comercialización
 Ventas técnicas
 Control ambiental
 Investigación y desarrollo de productos y procesos
 Capacitación de recursos humanos

Entre los sectores industriales más importantes que emplean a profesionales de la


ingeniería química para el ahorro de energía se encuentran:

 Industria química / Petroquímica


 Gas y petróleo / Refinerías
 Alimentos y bebidas / Biotecnología
 Siderúrgica / Metalúrgica / Automotriz
 Materiales / Polímeros / Plásticos
 Generación de energía
 Otras (farmacéutica, textil, papelera, minera, etc.)
Reducción de defectos de producción
Los llamados costes de la no calidad, además de producir pérdidas evidentes de
materias primas y de producto no vendido, suponen un desperdicio de energía.
Son, además, un problema cuando se tiene que asignar un coste energético a un
producto. La principal herramienta para el cálculo de los ahorros energéticos es
la línea de base energética (LBE). La LBE representa el consumo específico de
energía frente a la producción.
Si existen costes elevados de no calidad, una mejora en este sentido aumentará la
eficiencia energética del proceso (se reducirá el consumo de energía necesaria por
unidad producida).

Imagen 1: Representación potencia vs unidades del rechazo o aceptación del consumo de energía para un equipo

Mantenimiento preventivo y predictivo

En la mayor parte de las industrias químicas en las que hay un proceso de


producción se lleva a cabo un mantenimiento programado. Es el mantenimiento
preventivo.
Si monitorizamos aquellos sistemas o maquinaria de especial interés que consume
mucha energía, registraremos una gran cantidad de datos. Con ellos podremos
mejorar los tiempos de funcionamiento y conocer la probabilidad de futuros fallos.
En la ingeniería química muchos de las maquinas utilizadas son eléctricas por lo que
el mantenimiento preventivo consiste en el análisis de toda la información recogida
por sensores y medidores para anticiparse a posibles problemas. El mantenimiento
preventivo permitirá controlar y aumentar la eficiencia energética de la fábrica.
Hay dos aspectos fundamentales para plantear un mantenimiento
predictivo: monitorización y big data

Monitorización
La utilización de analizadores de redes, contadores de gas, etc, permite conocer la
eficiencia energética real y registrar los valores de ciertas variables a lo largo del
tiempo. El grado de monitorización energética dependerá del tamaño de la
empresa y de dónde tiene los mayores consumos.

Big Data
La enorme cantidad de datos registrados por los equipos de medidas y los sensores
hacen que herramientas hasta ahora muy potentes no puedan utilizarse. Se hace
necesario el uso de las nuevas técnicas de big data.

Condiciones nominales de funcionamiento

En la medida de lo posible, debe ajustarse el uso de los equipos y líneas a su


régimen nominal, lo que permitirá que funcionen a mayor rendimiento.
Las líneas de base energéticas permiten conocer el punto de funcionamiento
energético óptimo de una maquinaria. Es decir, nos indica la producción para la
cual el consumo específico es mínimo. Si producimos por encima o por debajo de
ese valor, el consumo de energía por unidad será mayor. Esto se adecua bien a las
industrias alimentarias en la cual la ingeniería química realiza ajustes y estudia las
modificaciones de los procesos para conseguir que la mayor parte de la maquinaria
trabaje a régimen nominal.

Reducción de circulación de energía reactiva

Casi todas las instalaciones industriales como la química y textil tienen baterías de
condensadores para compensar la energía reactiva que necesitan en cabecera.
Esto impide un recargo por parte de la compañía suministradora. Las baterías de
condensadores se instalan en el punto de suministro de la compañía distribuidora,
en cabecera de fábrica.
La batería de condensadores no limita la circulación de energía reactiva por el
interior de la fábrica. En grandes cargas es interesante la ubicación de
condensadores en el lugar donde se requiere esa energía. Esto evita un exceso de
intensidad por los conductores. Reduce, además, el calentamiento y las pérdidas y
permite una optimización de la sección de los conductores.
Es habitual en grandes fábricas de refinería y metalúrgicas la presencia de
condensadores en grandes motores para mejorar su funcionamiento y evitar
pérdidas de calentamiento en líneas de alimentación.

Eliminación de armónicos de tensión e intensidad

En las aplicaciones siderúrgicas y automotrices existen cargas con componentes


electrónicos que producen los denominados armónicos .En las maquina Los
armónicos distorsionan la forma de onda de tensión e intensidad. Esto da lugar a
calentamientos y circulación de corrientes indeseadas por el neutro de la
instalación.
La identificación de estos problemas es sencilla con aparatos de medida portátiles
con un analizador de calidad eléctrica (FLUKE). Una vez detectados hay que
identificar la fuente de los armónicos. Puede resolverse este tipo de problemas con
filtros electrónicos.

Auditorías energéticas

La primera medida para ahorrar energía es conocer si se están haciendo bien las
cosas. El RD56/2016 obliga a las grandes industrias químicas u textiles realizar una
auditoría energética.
En una pequeña empresa, una simple revisión energética (como llama la norma ISO
50001 a las auditorías energéticas) permite poner en situación todo el consumo
energético y en poco tiempo (en el caso de PYMEs) identificar los posibles ahorros
y costes de inversión necesarios. El resultado de una auditoría energética debe ser
una lista de recomendaciones en las que se indiquen las medidas de ahorro
energético identificadas y su rentabilidad económica.

Sistemas de Gestión Energética

Se realiza un plan que tenga en cuenta todos los procedimientos necesarios para
favorecer la reducción del consumo energético.
El objetivo de un Sistema de Gestión Energética es conseguir utilizar las mejores
tecnologías disponibles (Best Available Technologies, en su terminología en inglés).
Los sistemas de gestión energética se basan en la norma ISO 50001 cuya
implantación no es obligatoria, aunque sí conveniente para empresas de gran
tamaño.

imagen 2:Representación de los procesos para el sistema de gestión energetica

Bibliografía
https://www.quetzalingenieria.es/blog/6-opciones-para-ahorrar-dinero-y-energia-en-la-
industria/
http://quimicosciviles.blogspot.com/p/aplicaciones-de-la-ingenieria.html
http://proyectosycertificaciones.com/2016/08/como-ahorrar-energia-en-la-industria-i/

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