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Resumenes

Métodos de cálculos de losas

Método del Pórtico Equivalente

CONSIDERACIONES GENERALES
El Método del Pórtico Equivalente convierte un sistema aporticado tridimensional con losas en
dos direcciones en una serie de pórticos bidimensionales (vigas placa y columnas), un sistema
en el cual cada pórtico se extiende en la totalidad de la altura de la estructura, como se ilustra en
la Figura 20-1. El ancho de cada pórtico equivalente se extiende hasta la mitad de la luz entre
los centros de las columnas. El análisis completo del sistema de losas en dos direcciones
consiste en analizar una serie de pórticos interiores y exteriores equivalentes que atraviesan la
estructura transversal y longitudinalmente. Para cargas gravitatorias, las vigas placa en cada
entrepiso o cubierta (nivel) se pueden analizar de forma independiente, considerando
empotrados los extremos más alejados de las columnas

DISEÑO PRELIMINAR

Antes de proceder con la aplicación del Método del Pórtico Equivalente es necesario determinar
una altura preliminar para la losa, h, a fin de limitar las flechas de acuerdo con los requisitos de
altura mínima

PÓRTICO EQUIVALENTE

Los elementos que componen el pórtico equivalente son vigas placa y elementos torsionales
(elementos horizontales transversales) soportados por columnas (elementos verticales). Los
elementos torsionales permiten transferir momentos entre las vigas placa y las columnas. En la
Figura 20-3 se ilustran los elementos de un pórtico equivalente. El primer paso del análisis del
pórtico exige determinar la rigidez flexional de los elementos del pórtico equivalente.
VIGAS PLACA
En las Figuras 20-4 y 20-5 se ilustran algunos tipos habituales de sistemas de losas con y sin
vigas entre sus apoyos. Para cada tipo se indican las secciones transversales usadas para
determinar la rigidez de las vigas placa, Ksb, entre los centros de los apoyos. Para el Método
del Pórtico Equivalente se pueden usar los diagramas de rigidez de las vigas placa
equivalentes para determinar las constantes de distribución de momentos y los momentos de
los extremos empotrados.
Los cálculos de la rigidez se basan en las siguientes consideraciones:

a. El momento de inercia de la viga placa entre las caras de los apoyos se basa en el
área de la sección transversal bruta del hormigón. Se debe tomar en cuenta la variación del
momento de inercia a lo largo del eje de la viga placa (13.7.3.2).

b. Un apoyo se define como una columna, un capitel, una ménsula o un tabique.


Observar que para el pórtico equivalente las vigas no se consideran elementos de apoyo
(13.7.3.3).

c. El momento de inercia de la viga placa entre la cara del apoyo y el centro del apoyo
se supone igual al momento de inercia de la viga placa en la cara del apoyo, dividido por el
valor (1– c2/ℓ2)2 (13.7.3.3).
La rigidez de las columnas se basa en una altura de columna, ℓc, medida entre el plano
medio de la losa superior y el plano medio de la losa inferior. Los diagramas de rigidez se
basan en las siguientes consideraciones:

a. El momento de inercia de la columna fuera de la unión con la viga placa se basa en el área
de la sección transversal bruta del hormigón. Se debe considerar la variación del momento de
inercia a lo largo del eje de la columna entre las uniones con las vigas placa. En el caso de las
columnas con capiteles, se asume que el momento de inercia varía linealmente desde la base
del capitel hasta el fondo de la viga placa (13.7.4.1 y 13.7.4.2).

b. Se asume que en una unión el momento de inercia entre la parte superior y la parte inferior
de la viga placa es infinito (I = ∞). Como en el caso de las vigas placas, el factor de rigidez de
las columnas Kc no se puede basar en la hipótesis de elemento prismático uniforme (13.7.4.3).

ELEMENTOS TORSIONALES
La rigidez torsional Kt de un elemento torsional se calcula mediante la siguiente expresión:

donde la sumatoria abarca los elementos torsionales que concurren a una unión: dos en el
caso de los pórticos interiores, y uno en el caso de los pórticos exteriores.

El término C es una constante de la sección transversal que define las propiedades torsionales
de cada uno de los elementos torsionales que concurren a una unión:

siendo x la menor dimensión de un componente rectangular e y la mayor dimensión de un


componente rectangular.

El valor de C se calcula dividiendo la sección transversal del elemento torsional en


componentes rectangulares independientes y asumiendo los valores de C para cada
rectángulo. La sección transversal se debería subdividir de manera de obtener el mayor valor
de C posible. En la Figura 20-8 se ilustra la aplicación de la expresión para C.

Si a un apoyo concurren vigas en la dirección en la cual se están determinando los momentos,


la rigidez torsional Kt dada por la Ecuación (1) se debe incrementar de la siguiente manera:
COLUMNAS EQUIVALENTES

El concepto de columna equivalente modifica la rigidez de la columna para tomar en cuenta la


flexibilidad torsional de la unión losa-columna que reduce su eficiencia para transmitir
momentos. En la Figura 20-3 se ilustra una columna equivalente. La columna equivalente
consiste en las columnas reales por encima y por debajo de las vigas placas, más elementos
torsionales "unidos" a ambos lados de las columnas, los cuales se extienden hasta los ejes de
los paneles adyacentes. Observar que para los pórticos de borde, sólo hay un elemento
solicitado a torsión unido en uno de los lados. La presencia de vigas paralelas también afecta la
rigidez de la columna equivalente.
UBICACIÓN DE LA SOBRECARGA

En el caso habitual en que no se conoce la ubicación exacta de todas las cargas, los máximos
momentos mayorados se determinan para las condiciones de carga ilustradas en el pórtico
parcial de tres tramos de la Figura 20-9, las cuales se describen de la siguiente manera:

a. Si la sobrecarga de servicio es menor o igual que tres cuartos de la carga permanente de


servicio, para determinar los momentos negativos y positivos mayorados sólo es necesario
analizar la distribución de cargas (1) suponiendo que en todos los tramos actúa la totalidad de
la sobrecarga mayorada.

b. Si la relación entre la sobrecarga de servicio y la carga permanente de servicio es mayor que


tres cuartos, para determinar todos los momentos mayorados en las vigas placa es necesario
considerar las cinco distribuciones de cargas ilustradas. Las distribuciones de cargas (2) a (5)
consideran sobrecargas mayoradas parciales para determinar los momentos mayorados. Sin
embargo, cuando hay sobrecargas parciales, los momentos mayorados no se pueden tomar
menores que los que ocurren cuando la totalidad de la sobrecarga mayorada actúa en todos los
tramos. En consecuencia, el análisis también debe incluir la distribución
MOMENTOS MAYORADOS

En la Figura 20-10 se ilustra una unión de un pórtico con los factores de rigidez K para cada
elemento que concurre a la unión. A continuación presentamos expresiones para determinar
los factores de distribución de momento FD en la unión, usando la rigidez de la columna
equivalente, Kec. En el procedimiento de distribución de momentos se aplican directamente
estos coeficientes.

El momento no balanceado determinado para la columna equivalente en los ciclos de


distribución de momentos se distribuye a las verdaderas columnas por encima y por debajo de
la viga placa en proporción a las rigideces reales de las columnas en la unión. Con referencia a
la Figura 20-10:
MOMENTOS NEGATIVOS MAYORADOS

Los momentos negativos mayorados de diseño se deben tomar en las caras de los apoyos
rectilíneos, pero a una distancia no mayor que 0,175ℓ1 a partir del centro de un apoyo. Este
valor absoluto es un límite para los apoyos largos y angostos, para impedir una reducción
indebida del momento de diseño. Un elemento de apoyo se define como una columna, un
capitel, una ménsula o un tabique. Los apoyos no rectangulares se deben tratar como apoyos
cuadrados con secciones transversales de igual área. Observar que para los sistemas de losas
con vigas las caras de las vigas no se consideran como ubicaciones de las caras de los
apoyos. En la Figura 20-11 se ilustra la ubicación de las secciones críticas para momento
mayorado negativo correspondientes a diferentes condiciones de apoyo. Observar los
requisitos especiales para apoyos exteriores.
REDISTRIBUCIÓN DE LOS MOMENTOS

Si el diseñador opta por utilizar el Método del Pórtico Equivalente para analizar un sistema de
losas que satisface las limitaciones del Método de Diseño Directo, los momentos mayorados se
pueden reducir de manera tal que el momento estático mayorado total (sumatoria de los
momentos positivos y el promedio de los momentos negativos) no sea mayor que el valor de
Mo calculado mediante la Ecuación (13-3). Esta reducción admisible se ilustra en la Figura 20-
12.
MOMENTOS MAYORADOS EN LAS FRANJAS DE COLUMNA Y LAS FRANJAS
INTERMEDIAS
Los momentos mayorados negativos y positivos se pueden distribuir a la franja de columna y a
las dos semifranjas intermedias

APÉNDICE 20A - AYUDAS PARA DETERMINAR LAS CONSTANTES DE DISTRIBUCIÓN DE


MOMENTOS
MÉTODO DE LAS LÍNEAS DE ROTURA.

INTRODUCCIÓN – FUNDAMENTOS.
El método para el análisis límite de losas de hormigón armado conocido como teoría de las líneas
de fluencia fue iniciado por Ingerslev (1923) y luego extendido por Johansen (1943). A diferencia
del método de Hillerborg, el método de las líneas de rotura responde a la teoría del límite superior,
por lo que teóricamente es un método que tiende a sobreestimar la capacidad resistente de la
losa. Esta carga última de la losa es evaluada al postular un mecanismo de colapso que es
compatible con las condiciones del borde.

El mecanismo de rotura queda “dibujado” al trazar sobre el panel las líneas de articulación
plástica o líneas de fluencia. La Fig. 7.28(a) muestra el resultado de un ensayo sobre losa
rectangular y la (b) indica un tipo de mecanismo de colapso para un panel de losa cuadrada con
apoyo simple. En esas líneas críticas se considera que se han alcanzado los momentos de
resistencia últimos de la sección. La carga última es luego evaluada siguiendo el principio de los
trabajos virtuales o las ecuaciones de equilibrio. Las regiones de la losa comprendidas entre las
líneas plásticas no son examinadas para asegurar que en ellas no se excede el límite de
resistencia, pero ello únicamente ocurriría si se utilizara un mecanismo de colapso incorrecto.
Por lo tanto, al utilizar este método, es necesario examinar “todos” los mecanismos posibles por
los que la losa puede fallar para asegurar que, mediante la elección de la carga última menor
entre todos los mecanismos, la capacidad de la losa no fue sobre evaluada.
Debe quedar muy claro que la teoría de las líneas de fluencia supone un modo de falla por flexión,
esto es, que la losa tiene suficiente resistencia al corte como para prevenir una falla por corte.

ARMADURA DE LA LOSA.

La teoría de las líneas de fluencia es aplicable a losas que son armadas en forma uniforme (note
la diferencia sustancial respecto del método de Hillerborg). Esto significa que el área seccional
de acero por ancho unitario se asume como constante a través de la losa, pero puede ser
diferente para la armadura en cada dirección y diferente para la armadura superior e inferior.
Para tales losas el momento resistente último por ancho unitario tendrá un valor constante a lo
largo de cualquier línea recta en el plano de la losa. Generalmente la armadura es colocada en
dos direcciones perpendiculares.

DUCTILIDAD DE LAS SECCIONES DE LA LOSA.

Tal como se mencionó en la sección 7.4.2, es necesario que las secciones sean lo
suficientemente dúctiles como para permitir que ocurra la rotación plástica en las zonas críticas
mientras que la articulación plástica se va extendiendo a las otras zonas de la losa. Ello
posibilitará la significativa redistribución de momentos que es necesaria para que la losa pueda
desarrollar el mecanismo de colapso propuesto, es decir que se alcance la plastificación casi
total de la losa. Sólo en ese caso es posible evaluar la capacidad a partir de la contribución de
todas las líneas que han fluido.
COMPORTAMIENTO REAL DE LA LOSA.

Considérese una losa de hormigón armado que es cargada progresivamente hasta alcanzar la
falla, tal cual se ve en la Fig. 7.29. A cargas muy bajas, y antes de la fisuración del hormigón, la
distribución de momentos corresponde a la teoría elástica. Después dela fisuración la
configuración de momentos cambia debido a la disminución de rigidez flexional en las
secciones fisuradas.

Un aumento de cargas producirá una gran redistribución de momentos, y las líneas de intensa
fisuración a través de las cuales fluye el acero en tracción (conocidas como líneas de fluencia)
se propagan desde punto de comienzo de fluencia, Fig. 7.29(a), hasta que esas líneas se
forman en suficiente número y extensión como para dividir la losa en segmentos o regiones que
se comportarán como cuerpos rígidos al momento del colapso, Fig. 7.29(c). Una vez alcanzado
este estado, la losa ya no es capaz de resistir mayor carga.

FORMULACIÓN DE LOS MECANISMOS DE COLAPSO. REGLAS PRÁCTICAS.

Una vez que el mecanismo de colapso se ha desarrollado, las deformaciones plásticas a lo largo
de las líneas de fluencia son mucho mayores que las deformaciones elásticas de los segmentos
o zonas de losas entre esas líneas, y por lo tanto en teoría es razonable suponer que las zonas
de losa entre líneas de rotura son y se conservan planas. Esto significa, en otras palabras, que
el modelo matemático para representar la ley constitutiva es de sección rígidamente elástica-
perfectamente plástica, RE-PP, tal como lo muestra la Fig.7.30. En consecuencia, las
deformaciones elásticas son ignoradas. Sólo interesa llegar a formar la rótula plástica, y de allí
en más se considera que la sección tiene la ductilidad requerida.

Las reglas prácticas básicas que pueden enunciarse como generales para la formulación de un
correcto mecanismo, y que pueden verificarse según la Fig. 7.31, son las siguientes:

1. Las líneas de fluencia (ab, bc , etc) son rectas y siempre terminan en los contornos de la losa
o en otra línea de rotura.
2. La losa queda dividida en forma completa por las líneas de articulación plástica en zonas
rígidas (1, 2, 3 y 4) que permanecen como planos rígidos (planos inclinados). Por lo tanto cada
zona rígida debe tener un eje de rotación.
3. Los ejes de rotación de las zonas rígidas generalmente yacen a lo largo de las líneas de apoyo.
Si es simplemente apoyado, la articulación de apoyo es el eje. Si es empotrado, se formará una
línea de articulación plástica que servirá como eje de rotación. Si el apoyo se realiza sobre
columnas, el eje de rotación debe pasar por sobre el eje de las columnas.

4. Por compatibilidad de deformaciones, una línea de rotura debe pasar a través de la


intersección de los ejes de rotación de las dos zonas rígidas que esa línea de fluencia divide
(caso de la línea ab que divide 1 y 3 y se encuentra con el punto de intersección de e 1e 1).
MOMENTOS DE RESISTENCIA NOMINAL EN LAS LÍNEAS DE FLUENCIA.

Para una línea de fluencia que ocurre perpendicular a la dirección de las armaduras, para el
estado límite esquematizado en la Fig. 7.33, el momento resistente nominal está dado por la
expresión, ref. [5], por:
De acuerdo a la Fig.7.34, los componentes Mnx y Mny que contribuyen al momento de resistencia
nominal de flexión Mn y al momento de resistencia nominal a torsión Mnt , pueden encontrarse
al considerar el equilibrio de un pequeño elemento triangular tomado de la línea de fluencia.
Tomando momentos respecto al lado ab , el momento último de resistencia, por ancho unitario
que actúa perpendicular a la línea de fluencia es:

y tomando momento con respecto a un eje perpendicular al lado ab , el momento torsor por
ancho unitario a lo largo de la línea de articulación es:
y para este caso la losa dice “isotrópica”, pues Asx = Asy y los momentos resistentes últimos
son iguales para “todas” las direcciones.
DETERMINACIÓN DE LA CARGA ÚLTIMA.

El primer paso para la solución de una losa por el método de las líneas de fluencia consiste en,
de acuerdo a las reglas prácticas ya enunciadas, postular los mecanismos de colapso. En
general, los modelos o configuraciones de líneas plásticas tendrán dimensiones incógnitas que
permiten ubicar correctamente las líneas de rotura y, además, podrá existir más de una familia
de líneas de articulación (varios mecanismos de colapso) para una losa en particular. El
diseñador deberá asegurar que todos los modos posibles de falla son explorados, pues el
correcto es el que da la menor carga última y, entonces, si un modelo de rotura no se postuló, la
carga última así calculada podría resultar sobrevaluada (método inseguro).

La carga última puede ser calculada de dos maneras diferentes:

(i) utilizando el principio de los trabajos virtuales.

(ii) aplicando las ecuaciones de equilibrio.


RAZONES POR LAS QUE LA CARGA ÚLTIMA OBTENIDA POR LAS LÍNEAS DE ROTURA
EN LA PRÁCTICA NO RESULTA SOBRESTIMADA.

El método de las líneas de fluencia, como ya se mencionó, está basado en la teoría del límite
superior. Teóricamente entonces, se constituye en un método inseguro. Sin embargo, hay dos
razones, entre otras, que hacen que en la práctica la carga última esté del lado de la seguridad:

1. La relación momento-curvatura adoptada para el diseño se idealiza a un comportamiento


rígidamente elástico-perfectamente plástico. Sin embargo, el diagrama real es otro, en el cual la
resistencia última de la sección de hormigón armado es mayor si se tiene en cuenta el efecto
del endurecimiento del acero después de la fluencia. La Fig. 7.35 indica este aspecto.

2. No se consideran los efectos de acción de membrana de la placa, como así también la


contribución de los momentos torsores.

La Fig. 7.36 muestra las suposiciones usuales para evaluar los momentos para estado de
fluencia y de rotura en flexión. Cuando el hormigón en compresión alcanza el valor de 0.003 la
deformación del acero puede ser muchas veces mayor, por lo cual la tensión y contribución al
momento de rotura puede ser bastante mayor que la postulada por los códigos con su modelo
sin endurecimiento.

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