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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

AVIACIÓN MILITAR BOLIVARIANA

DIRECCIÓN AÉREA DE EDUCACIÓN

CENTRO DE ADIESTRAMIENTO AERONÁUTICO

FACTORES SOCIOAFECTIVOS

DEL APRENDIZAJE

CURSANTES INTEGRANTES:

CAP. FARFAN M. AUDREY K C.I:14.513.526

CAP. LIBRE EDIXON M C.I:14.502.372

CURSO: INSTRUCTOR TÉCNICO

SECCIÓN: B

FACILITADOR: TTE. BETHANIA GARCIA

MARZO – 2019
INTRODUCCIÓN

La naturaleza de cada persona influye de forma muy particular en el


proceso de aprender. El aprendizaje no puede reducirse a una característica,
pues en él intervienen factores externos e internos, llamados factores afectivos-
sociales y locus de control. En general, sobre ellos recae la responsabilidad
que el aprendiz tiene frente a sus procesos y la forma como los sujetos son
capaces de enfrentar lo que el contexto impone, exige y brinda.
Por lo tanto, el aprendizaje es un proceso multifactorial y existen un
conjunto de variables que lo facilitan o que lo dificultan. Los profesores
universitarios suelen centrarse en los factores cognitivos, los contenidos
curriculares y en el rendimiento académico y pocas veces se consideran los
factores socio-afectivos, fisiológicos, contextuales y ambientales que influyen
en el aprendizaje.
Ahora bien, los factores afectivos y sociales aluden a los sentimientos,
las emociones, las relaciones interpersonales, el autoconcepto, la autoestima,
la comunicación y la motivación. Un desarrollo emocional equilibrado, una
buena red de apoyo, una actitud positiva hacia uno mismo, hacia los demás y
hacia el medio, son factores determinantes para el éxito del aprendizaje.
Por ello, es importante conocer cómo la configuración personal repercute
en la forma que aprendemos y cuál es la manera más adecuada de enfocarla,
para así hacer del aprendizaje un proceso completo y equilibrado. Asimismo, es
importante ser conscientes de la responsabilidad que debemos tomar frente a
dichos factores en el proceso de aprendizaje.
ÍNDICE

1. Portada
2. Introducción
3. Factores Socio afectivos del Aprendizaje
 Motivacionales
 Emocionales
 Actitudinales
 Valores
 Personalidad
 Los factores sociales
 Las características del docente
4. Factores Cognocitivos que influyen en el aprendizaje
 Conocimiento
 La Transparencia
 La Inteligencia
5. Conclusión
6. Bibliografía
FACTORES SOCIO AFECTIVOS DEL APRENDIZAJE

Los factores afectivos juegan un papel importantes en la enseñanza, ya


que mejorarán o empeorarán el nivel educativo del alumno. Se debe entender
que el proceso de aprendizaje de cualquier asignatura es un proceso
complicado, ya que existen diferentes factores que intervienen en dicho
proceso, como lo son: los factores internos, que son los procesos cognitivos
que facilitan la adquisición de los conocimientos, los factores situacionales, los
cuales incluyen al hacer referencia en relación al aprendizaje y por último, se
tienen los factores individuales, que pueden ser inalterables por el modo de
instrucción, tales como la edad, el sexo, o la lengua materno, o alterables por el
modo de instrucción, donde se incluyen los factores socio-psicológicos, como la
actitud o la motivación. Estos últimos son los que deben ser tomados en cuenta
por el docente.
De allí pues, que todo docente de cualquier nivel, sea éste de educación,
inicial, básica, diversificada o universitaria, debe ocuparse en cómo alcanzar el
grado máximo de interactividad o empatía con su alumno, porque esto será lo
que optimice su nivel de aprendizaje, la parte afectiva del aprendizaje no se
opone a la cognitiva, cuando ambas se usan en forma conjunta, el proceso de
aprendizaje se puede construir sobre unas bases más firme, a través de los
tiempos, se ha tendido siempre a separar lo racional de lo emocional, y en
consecuencia a sobrevalorar lo racional, en deterioro de las emociones.
Cabe destacar, que los factores emotivos o afectivos son necesarios
para el desarrollo intelectual del alumno, todos tenemos dos mentes: una que
piensa y otra mente que siente, y estas dos formas fundamentales de
conocimiento interactúan para construir nuestra vida mental. La interrelación
entre las capacidades afectivas y cognitivas potenciarán un alto nivel del
desarrollo intelectual en los alumnos brindándoles así la oportunidad de sacar
el mayor rendimiento posible al potencial intelectual. En virtud de ello, a
continuación se presentan cada uno de estos factores que influyen de manera
determinada en el aprendizaje del alumno.
MOTIVACIONALES
La motivación son aquellos estímulos que mueven a una persona, a
realizar determinadas acciones, que requieren de un esfuerzo para conseguir
un objetivo. La motivación es muy importante ya que la ausencia de esta
complica tanto el aprendizaje del alumno como el trabajo de maestro y que
dependerán de muchos factores. La falta de motivación por parte del
estudiante, provienen muchas veces de la familia, del propio docente por no
saber cómo motivar, del mismo alumno por no poner de su parte.
De igual forma, la motivación dependerá de las necesidades del alumno
en este caso, algo que le parezca atractivo, que cause un sentimiento de
insatisfacción e interés en él, por ejemplo: el caso de un alumno que le gustan
los retos reaccionara con interés o el alumno que le gusta tener buenas notas
que al no tenerlas crea un sentido de insatisfacción. Esto genera tensiones
dentro del alumno que hará que se esfuerce aun más, que estimulará un
impulso, provocando un comportamiento de deseo por satisfacer la necesidad y
reducir la tensión.
También influyen las expectativas que tiene el estudiante sobre la
materia, lo que la sociedad le hace creer y de sus compañeros tal es el
ejemplo: del alumno que espera aprender algo útil, que puedan aplicar, pero el
maestro se sienta, se pone a dictar, habla en toda la clase, lo cual provoca un
aburrimiento o descubre que la asignatura no es lo que esperaba lo que hace
que disminuya su interés, otro es el caso de estudiantes que desde pequeños
escuchan que la materia es muy difícil, quedándose con la idea de que sí es
muy complicada provocando que el mismo alumno se crea impotente,
colocando barreras que evitan sus logros, y por último el estudiante que tiene
miedo de lo que piensan los demás, de recibir críticas del mismo profesor o del
resto de sus compañeros.
EMOCIONALES
Las emociones en el aprendizaje juegan un papel fundamental. Ellas
facilitan la consolidación de los recuerdos. Aquellas experiencias que están
asociadas a una elevada emocionalidad perduran con mayor facilidad en
nuestra memoria.
Aprender va de la mano de sentir. Por este motivo, aquellas clases en
las que el alumno experimenta e interrelaciona el aprendizaje con un amplio
abanico de aspectos vitales, generan un mayor impacto y, con ello, una mayor
consolidación de los contenidos.
Motivar y ofrecer al alumno las máximas herramientas para su
crecimiento en la vida personal y profesional es el objetivo que todo profesor
persigue. Ahora bien, existen muchos modos de hacerlo, no prevalece una
única estrategia. Sea como sea, si el profesor desea captar la atención del
alumnado, debe buscar el camino más eficiente en función de las necesidades
del momento.
Una manera de mantener la motivación del alumno en una explicación
es ofreciendo una puesta en práctica de la materia estudiada. Por ejemplo, en
el caso de las matemáticas, es posible hacerlo a través de una clase de
economía doméstica, en el caso de la física a partir de reproducir en vivo la
colisión de dos objetos o, en el caso de la química, a partir de explicar
reacciones bioquímicas como el enamoramiento. Dicho esto, aprender por
medio de ejemplos que despierten un interés y una necesidad es el mejor
modo de promover la memoria a largo plazo.
ACTITUDINALES
No debe confundirse la actitud con la personalidad, ya que la primera es
solo una de las características de la segunda y a diferencia de ella, la actitud es
un rasgo que se puede modificar con sencillez a bien de orientarla de tal forma
que facilite el trabajo docente. El trabajo del docente en este sentido debe
llevarlo a buscar aquello que interesa al alumno, que lo mueve a querer hacer
las cosas y encausarlo a que haga las actividades para alcanzar los objetivos
establecidos al principio de la clase. El docente entonces debe tomar un papel
de psicólogo para estrechar relaciones entre lo que el educando desea y lo que
él pretende para una adecuada adquisición de conocimientos por parte del
alumno.
Actitud: Es la predisposición positiva o negativa que el individuo demuestra
hacia persona, objetos, ideas o situaciones. Predisposiciones estables a valorar
y actuar que se basan en una organización relativamente duradera de
creencias en torno a la realidad que predispone a actuar de determinada forma.
La conducta humana es fruto de un proceso en el que se ponen en juego las
capacidades y habilidades mentales del individuo, a partir de lo que él es y
piensa de la realidad concreta a la que tiene que responder. Por lo tanto,
la conducta y la actitud no son consecuencia del instinto, ni una respuesta sin
más ante un estímulo, sino que es fruto de un complejo proceso mental.
Una actitud favorable hacia las actividades del aula por parte del alumno
solo puede lograrse a través de un trabajo motivacional adecuado, esto solo
puede ser posible a través de la implementación de estrategias didácticas del
agrado del alumno ya que al ser el actor principal del proceso enseñanza-
aprendizaje es quien evalúa las actividades y es quien las puede considerar
adecuadas o no en base a sus intereses.
Recordando entonces algunas de las características de las actitudes
(Rodríguez, 1989; Rockeach, 1970, 1979; Eiser, 1989):
1) Las actitudes son experiencias del individuo en
su conciencia independientemente de que los factores que intervienen
en su formación son de carácter social.

2) Las actitudes implican una evaluación de la cosa u objeto, situación o


persona, de ahí se desprende el agrado o desagrado por las mismas.

3) Implican un grado de compulsión o compromiso hacia la acción.

4) Juegan un papel básico en el conocimiento y la enseñanza, en el sentido


de que el sujeto suele dar una respuesta preferencial hacia aquel objeto
favorable de la actitud.

De ahí que se considere importante el componente psicológico de la


actitud.
Los puntos anteriores aunque no lo mencionan de forma explícita hacen
notar la necesidad de trabajar otro de los componentes psicológicos del
proceso enseñanza-aprendizaje, la motivación. En el contexto de la escuela la
motivación se refiere a las características de la conducta del estudiante como
son la atención, la concentración, el interés, la vigilancia y la persistencia.
Retomando el plan de clase como punto de partida en que deben
considerarse la actitud y la motivación, el lograr empatizar con los alumnos
previo al trabajo docente permite conocer lo que el educando espera de
su profesor, de las clases y la forma en que aprenden con mayor facilidad.
Motivar al alumno no es tarea sencilla y requiere de un gran esfuerzo por
parte del maestro para lograr adentrar al alumno dentro de los contenidos
curriculares establecidos en los planes y programas.
VALORES
La persona como sujeto histórico – social hace valoraciones y al hacerlo
crea los valores, y los bienes en los que aquellos se representan. Es decir, los
valores son construcciones que subsisten y se realizan en el ser humano, por y
para éste. En consecuencia, las cosas naturales o creadas por el sujeto, sólo
adquieren un valor al establecerse la relación entre aquellas y éste, quien las
integra a su mundo como cosas humanizadas. La educación en valores debe
ser en forma continua y permanente con la responsabilidad de todos y cada
uno de los miembros de la comunidad educativa Esto ayuda a la formación
integral del estudiante, quien requiere no sólo la adquisición del conocimiento
científico, sino también el aprendizaje de patrones culturales impregnados de
valores, que lo ayuden a ser una persona útil para sí misma y para los demás.
En consecuencia, la visión y la acción de la educación en valores,
favorece que sean mejores los actos de los sujetos educativos, modelos para
otros, portadores de cultura para un mundo mejor. Traspasando las fronteras
conceptuales, se llegaría a proponer dimensiones de cambio, en un plan
optimista, futurista y dinámico. Es necesario que la educación inspire y
fundamente la transmisión de la cultura con una cosmovisión centrada en los
valores, y esta cosmovisión es la que debe unificar las mentalidades científicas,
técnicas y humanísticas pertenecientes a un establecimiento educativo.
Asimismo, la educación debe llevar a poner en su justo reconocimiento
lo: positivo, bello, afectivo, solidario, honesto, verdadero, que trascienda en el
tiempo y el espacio; el rescate y el fortalecimiento de los valores para la
convivencia humana, dentro y fuera de las comunidades educativas.
Al referirse a los valores, Izquierdo C (2003) reconoce que “el sujeto
valora las cosas, y el objeto ofrece un fundamento para ser valorado y
apreciado”. Ello determina, según Moleiro, M (2001) que: Las cosas no son
valiosas por sí mismas, sino que tienen el valor que nosotros les damos y, por
eso cada persona tiene su propia escala de valores. Asimismo, especifica, que
no todos nos comportamos igual ante las vivencias y los problemas de la vida;
según los valores a los que les damos prioridad, le damos sentido a lo que
hacemos.
Se reconoce así, que los valores son cualidades peculiares, que poseen
ciertas cosas llamadas bienes, y se originan en la relación que se establece,
entre el sujeto valorante y el objeto valorado. Sin embargo, es necesario
reconocer la existencia de valores con respecto a los actos representativos de
la conducta humana, esencialmente de la conducta moral. Todo acto humano
implica la necesidad de elegir entre varios actos posibles, por ende, hay
selección, pues preferimos uno a otro acto, el cual se nos presenta como un
comportamiento más elevado moralmente. Según Zambrano de Guerrero, A
(2003).
La persona expresa su elegibilidad, mediante la captación de realidades
éticas percibidas del mundo exterior, a través de los sentidos genuinamente
selectivos, que siempre la realiza de diversos estímulos, aceptando sólo
aquellos, vinculados con los esquemas sensorio- motrices y los esquemas
noéticos que el ser humano ha construido o está en vías de construcción. Por
consiguiente, la valoración moral se nos presenta como un requisito esencial
para conferirle valor moral a los actos o productos humanos. Sólo lo que tiene
significación humana puede ser valorado moralmente. Esto permite al sujeto
valorante asumir una actitud aprobatoria o de rechazo a un acto u otro y lo
hace como ser, que pertenece a un grupo social y está inmerso en un contexto
histórico- social determinado.
A su vez, la valoración favorece la creación de valores que actúan como
directrices para la conducta humana, pues son los que dan sentido y finalidad a
la persona tanto individual como social. Al respecto, Izquierdo C (2003) expresa
que los valores son “los ejes fundamentales por los que se orienta la vida
humana y constituyen a su vez, la clave del comportamiento de las personas”.
El autor admite que, los valores “dinamizan nuestra acción y nuestra vida;
dignifican y ennoblecen a la persona e incluso a la misma sociedad” (Pág. 13).
Esto reafirma la idea de que en la perspectiva de toda conducta humana,
subyacen los valores, los cuales dirigen y dan sentido al proceder individual y
social de cada persona.
¿DÓNDE APRENDEMOS LOS VALORES? El ser humano es una
subjetividad entretejida de socialidad, pues vive condicionado por la cultura que
asimila a través del proceso socializador de los grupos a los cuales pertenece.
Dicho proceso favorece el aprendizaje de valores, actitudes, creencias, hábitos
necesarios en la persona para participar eficazmente como miembro: individual
y/o grupal. El aprendizaje de los valores se alcanza en la vida de relación con
los demás; de esta manera, las relaciones interpersonales se convierten en la
plataforma del proceso de formación de los mismos, por medio de las
interacciones que se crean con personas significativas, es decir, aquellas que
dejan improntas importantes en la personalidad de sus alteregos.
La vida de relación con los demás surge originalmente en el grupo
familiar y se amplia progresivamente con los demás grupos estructurantes de la
sociedad. Moleiro, M (2001) identifica al menos cuatro colectivos que tienen
gran influencia en la formación de nuestros valores: “la familia, la escuela, los
medios de comunicación y el grupo de los iguales que varían según la edad”.
Los valores son parte del acervo cultural de nuestros mayores. Es la verdadera
herencia que nos legaron nuestros: padres, maestros, o quienes ejercieron un
rol significativo en nuestras vidas.
PERSONALIDAD
Nuestro desarrollo socio-afectivo es crucial y un claro predictor del éxito
a futuro. Es por eso que es importante estudiarlo y entender sus bases para
aprovecharlas y moldearlas. Como vimos, el sistema límbico es la estructura
cerebral que maneja la motivación, la emoción, el aprendizaje y la memoria,
tomando en cuenta nuestro temperamento innato y personalidad moldeable. El
sistema límbico también procesa nuestras memorias y nuestras emociones
están intrínsecamente ligadas a ellas. El desarrollo socio-afectivo es un
aspecto complejo de nuestro desarrollo, pues, desde temprana edad, contiene
los principios de lo que definirá nuestros comportamientos.
Cuando hablamos del desarrollo general de nuestros hijos,
nos enfocamos más en los hitos del área motriz y en su futuro cociente
intelectual (CI). No le prestamos suficiente atención a una parte clave de su
formación: el desarrollo socio-afectivo. Sin embargo, la estabilidad emocional, y
la capacidad de controlar y detectar las emociones es sin duda un mejor
predictor del éxito que otros factores como el CI.
La personalidad es un constructo psicológico, que se refiere a un
conjunto dinámico de características psíquicas de una persona, a la
organización interior que determina que los individuos actúen de manera
diferente ante una determinada circunstancia. El concepto puede definirse
también como el patrón de actitudes, pensamientos, sentimientos y repertorio
conductual que caracteriza a una persona, y que tiene una cierta persistencia y
estabilidad a lo largo de su vida, de modo tal que las manifestaciones de ese
patrón en las diferentes situaciones posee algún grado de predictibilidad.
Son tan determinantes estos dos procesos de educación y aprendizaje y
luego el fenómeno de la imitación social-individual que si no fuese por estos, no
se podría dar la integración a la sociedad y la formación del individuo como ser
social, es decir, que los individuos no llegarían a ser seres sociales y humanos
y mantendrían su condición de animal irracional; seguiríamos siendo animales
brutos, que es como se nace en realidad, sin conciencia, sin inteligencia o con
una inteligencia menor a la de un animal y solo como un ser vivo en potencia,
pues es la sociedad, el grupo social la que educa y forma a los individuos
sociales por medio del aprendizaje, transmitiéndoles sus experiencias,
conocimientos, ideas, costumbres, valores, ideologías, prejuicios, conductas y
demás productos de la sociedad, donde al mismo tiempo los resultados de este
aprendizaje pasan a formar parte de la cultura, que a su vez la sociedad utiliza
con la educación, y que las sociedades e individuos aprenden e imitan, al inicio
del proceso de hominización en forma espontanea; y en las medianías del siglo
XX por imitación artificial y dirigida a través de los medios masivos y por la
escuela como herramienta institucional e ideológica.
Es mediante el proceso educativo que la enseñanza, el aprendizaje y la
imitación permiten y motivan el desarrollo latente de los centros psicomotrices-
intelectuales de la cognición y del lenguaje en el sujeto al ser expulsado de la
vida intraúterina y que perfilan su personalidad y carácter futuros.

FACTORES SOCIALES
 La influencia del desarrollo en el aprendizaje.
A medida que los individuos se desarrollan, encuentran diferentes
oportunidades y experimentan limitaciones diferentes para aprender. El
aprendizaje es más efectivo cuándo se tiene en cuenta el desarrollo diferencial
dentro de y a través de los dominios físico, intelectual, emocional y social. El
aprendizaje es influido por interacciones sociales, por las relaciones
interpersonales, y por comunicación con otros.
 Las diferencias individuales en el aprendizaje.
Los estudiantes tienen diferentes estrategias, enfoques, capacidades
para aprender que están en función de la experiencia previa y de la herencia.
 Aprendizaje y diversidad.
El aprendizaje es efectivo cuándo las diferencias en cuanto a
antecedentes lingüísticos, culturales y sociales de los estudiantes son
consideradas.
 Estándares y evaluación.
Establecer estándares apropiadamente altos y retadores y evaluar al
estudiante y al proceso de aprendizaje, incluyendo evaluación
diagnóstica, de los procesos y resultados, es parte esencial del proceso
de aprendizaje.
 Factores hereditarios
Se refiere a cuando el niño presenta algún problema congénito que le
impide desarrollar sus capacidades al máximo.
 Medio ambiente
Se refiere al lugar y a los elementos que rodean al menor. Por ejemplo
un niño en el campo tendría dificultades frente a la tecnología avanzada a
diferencia de otro que tenga acceso a esta. Sin embargo, esto no quiere decir
que uno sea más inteligente que el otro, sino que cada uno desarrollará mejor
ciertas habilidades según los hábitos y las prácticas que tenga.
 Condiciones ambientales
Luz, ruido, incomodidad, espacio, visibilidad, audición, etc.
Elementos distractores
 Practicas de crianza
Este punto es muy importante, ya que se refiere al tipo de educación que
reciben los menores y cómo priorizan los padres los estudios. Es importante,
fomentar la lectura y otros hábitos que formen al niño para un futuro sólido.
 Orden de nacimiento
Aunque no lo crean, este factor cobra mucha importancia, ya que por lo
general los padres suelen ser más exigentes con el primer hijo. Y si bien no es
una tarea fácil educar y somos aprendices cuando de ser padres se trata, se
debe tener cuidado con las expectativas que se tienen para cada hijo. Es decir,
a veces se espera mucho de uno de ellos, pero no del otro.
 Hijos de padres divorciados
Cuando los padres o uno de ellos no llega a superar el divorcio suele
suceder que el niño termina pagando “los platos rotos”. Acusaciones como:
estás igual que tu padre o madre según el caso, o tú eres igual a él, entre otras
pueden sonar familiar.
 Madres que trabajan todo el día
Actualmente es muy común que las madres también trabajen. Sin
embargo, lo importante es la calidad del tiempo que se les da y
preocuparse de las actividades que ellos tengan mientras los padres
trabajan.
 Maltrato a los niños
Si hay maltrato, ya sea físico o psicológico afecta directamente en la
personalidad del menor.
 Coeficiente intelectual
La diferencia en el CI (CoeficienteIntelectual) de los niños es también un
factor importante que afecta positiva o negativamente en el trabajo de aula. Por
ello, padres y educadores deben conocer las potencialidades y las limitaciones
de cada menor.
 Factores biológicos
La nutrición es esencial para el desarrollo de tus órganos (como
material) pero también para su funcionamiento (como gasolina). En promedio,
hasta un 25 % de la energía que el cuerpo recibe al día con la comida va
directamente al cerebro. Cuando el cerebro pasa por etapas importantes del
desarrollo, como durante la niñez y la adolescencia, el consumo puede ser
hasta del 65%.
 Deporte
El deporte es sano como lo confirman cada vez más estudios. El deporte
hace que el cuerpo emita ciertas sustancias que estimulan tu cerebro. Estos
compuestos apoyan funciones de tu cerebro y aumentan tu aprendizaje y
rendimiento.
 Dormir
Dormir es un factor biológico que afecta tu capacidad de aprender. Sobre
todo, el no dormir suficiente tiene mucho impacto, ya que produce problemas
de memoria y de concentración. Impide tus reacciones y tu capacidad de
responder a situaciones nuevas. Te hace más sensible.
 Condiciones psicológicas
1. Horarios para aprender
2. tensión-relajamiento
3. Estados emocionales
4. Aceptación, reconocimiento, pertenencias, territorio
5. Procesos de atención, concentración
 Estrategia de aprendizaje:
Cada estudiante tiene una estrategia de aprendizaje distinta. Pero el
método elegido no siempre es el más eficiente.
Hay que distinguir entre métodos que sólo llevan a un aprendizaje
superficial y otros que resultan en un aprendizaje más profundo.
 Disciplina y autocontrol
La disciplina y el autocontrol tienen una influencia positiva en el alto
rendimiento académico. Una persona que es capaz de controlar su motivación,
tiene menos problemas para manejar, adaptar y planificar los métodos que usa
al estudiar y está en control de su proceso de aprendizaje.
 Autoestima
Estudios científicos muestran una correlación positiva entre el
autoestima y el rendimiento académico, pero no está claro cual característica
influye a la otra. Se supone que mientras más seguro estés, mejor será tu
rendimiento escolar. Pero también es posible que la relación funcione al revés y
que el autoestima, por lo tanto, es un resultado de tu rendimiento escolar.
 Auto-eficacia
Auto-eficacia es un término en las ciencias de la educación que indica si
una persona se considera eficaz y capaz de completar un curso o una tarea
exitosamente. Una gran variedad de estudios comprueba la correlación
positiva entre la autoeficacia de una persona y su rendimiento académico. Por
ejemplo, las personas con un alto sentimiento de auto-eficacia para escribir un
texto en inglés, verdaderamente creen que son capaces de hacerlo sin
problemas. Por consiguiente, alcanzan buenas notas en esta asignatura.
LAS CARACTERISTICAS DEL DOCENTE
Características de un buen docente
Índice
1. Está dispuesto a aprender
2. No descuida la propia formación
3. Transmite su pasión por el aprendizaje
4. Posee el don de la palabra
5. Cuenta con buenas reservas de paciencia
6. Es entusiasta y entregado
7. Posee entereza y autoridad
8. Es humilde
9. Valora y estimula la creatividad
10. Es intuitivo y observador

Está dispuesto a aprender.


El primer rasgo de un buen docente podría parecer paradójico a simple
vista, pero como afirmaba el educador y político venezolano Luis Beltrán Prieto
Figueroa: “No puede ser educador quien ha perdido la capacidad de aprender”.
La enseñanza dista mucho de ser un método único y rígido al cual todos sin
distinción deben adaptarse, ya que el entendimiento se da a través de métodos
variados y divergentes.
Un buen docente debe entender esta verdad profunda y estar dispuesto
a replantear sus esquemas, variar sus metodologías y sobre todo a aprender
de su propia experiencia de enseñanza.
No descuida la propia formación
Así como los conocimientos se actualizan, un buen docente ha de
plantearse retos de crecimiento que le impidan anquilosarse en sus métodos y
en su abordaje de lo que enseña.
Debería ejercitar la investigación tanto como dedicar buen tiempo a la
preparación de sus lecciones, pues nada es más desalentador que un docente
poco interesado o poco instruido en su materia.
Transmite su pasión por el aprendizaje
El poeta irlandés William Butler Yeats decía que la educación no era
llenar un cubo, sino encender un fuego. Con ello quería decir que un docente
ha de ser un propagador, un estímulo, que inspire a sus educandos en los
caminos del aprendizaje, y no un simple repetidor de información. Un alumno
bien educado será aquel que salga del aula con las ganas y las herramientas
para entender más sobre el tema que estudia.
Posee el don de la palabra
Más que nada en el mundo, la herramienta de un profesor es lo que
dice. Por ende, ha de tener facilidades verbales que le permitan expresarse no
sólo correctamente, sino de distintas maneras en caso de que necesite variar
su abordaje del tema en cuestión. No siempre tendrá el mismo tipo de oyentes,
después de todo.
Cuenta con buenas reservas de paciencia
La comprensividad es clave a la hora de construir un puente
comunicativo entre un docente y sus alumnos. No todos aprenderán de la
misma manera, ni tendrán las mismas capacidades, ni los mismos talentos, ni
las mismas condiciones familiares. Un buen docente ha de ser generoso con su
atención y con el tiempo que requieran sus estudiantes para entenderle.
Es entusiasta y entregado
La docencia es un oficio que rinde tarde sus frutos. Eso no debería
desalentarle. Por el contrario, el docente ha de poseer una confianza innata en
el sentido de trascendencia de su labor, pues sólo con el tiempo la educación
se hace evidente; pero cuando lo hace, por encima de muchas cosas, se hace
notar.
Posee entereza y autoridad
Esto no significa que debe ser un padre castigador o una especie de
dictador en el aula. Todo lo contrario, ha de saber ganarse el respeto de sus
alumnos a partir de convertirse en un vínculo positivo y un modelo a seguir.
Sobre todo con público difícil como el adolescente o personas en situaciones
de riesgo, eso puede eventualmente implicar imponerse, otorgarse un lugar de
autoridad en el aula. Hay formas inteligentes de hacerlo.
Es humilde
Alardear de los títulos obtenidos o ampararse en el cargo que se ocupa
es un pobre método para adquirir el respeto y una mala manera de plantear un
vínculo docente.
Los alumnos no están allí para satisfacer el ego del profesor; en todo
caso para aprender a lidiar con el propio. Un buen docente ha de ser accesible
y amable, no hace falta estar siempre sobre un pedestal.
Valora y estimula la creatividad
No siempre un examen escrito será la mejor forma de medir el
aprendizaje. No siempre lo que pone el libro será la enseñanza más útil de una
sesión. Un buen docente no olvida que para adquirir información están los
libros y las bibliotecas: a la clase se va a incorporar una dinámica de
pensamiento, que bien ha de contemplar la creatividad, la originalidad y la
capacidad de reflexión, por encima de la memorización de datos duros.
Es intuitivo y observador
Los detalles, como dice el proverbio, lo son todo. Un buen docente sabe
cuándo aproximarse a un alumno distante, cuándo exigirle mayores resultados
a uno flojo y cómo evaluar a un grupo de personas de muy distinto potencial.
Se trata de apreciar los procesos individuales de aprendizaje sin perder
la noción de conjunto y de natural competición. Un docente ideal debe saber de
sus alumnos mucho más que su expediente de notas.

FACTORES COGNOCITIVOS QUE INFLUYEN EN EL APRENDIZAJE


Conocimiento (Claro, Estable y Organizado)
La grandeza del ser humano se muestra en facultades tan importantes y
únicas como la voluntad que muestra la capacidad de tomar decisiones de
acuerdo a la inteligencia.
En este sentido, el aprendizaje que es inherente a la experiencia
muestra una doble perspectiva. Podemos conocer a una persona a través de la
observación de sus hechos porque las acciones son visibles. En cambio,
existen procesos mentales de la mente que son internos, por tanto,
inmateriales e invisibles. Esto es lo que se conoce como aprendizaje cognitivo
que remite a la información del cerebro y a los procesos de la mente.
El aprendizaje cognitivo remite a la suma de conocimiento que el ser
humano va a cumulando a lo largo de la vida. Es decir, a pesar del
conocimiento ya adquirido, cada día, el cerebro recibe nueva información que
se asienta en el cerebro. El ser humano recibe información a través de la
percepción de los sentidos, la memoria, el razonamiento y la comunicación.
Toda esa información pasa al cerebro. El conocimiento refleja la suma de
información generada a partir de la experiencia. En este sentido, el
conocimiento sigue siendo fuente de investigación porque existen muchas
áreas desconocidas.
El conocimiento adquirido también modifica la conducta de las personas,
es decir, a través de la información mental el ser humano también tiene una
mayor toma de conciencia y capacidad de reflexión sobre sus circunstancias.
En este sentido, conviene destacar que el entorno en el que ha nacido una
persona y las vivencias que ha experimentado también influyen en su forma de
pensar y en su modo de ser.
Existen experiencias que pueden marcar de una forma especial a una
persona en tanto que ciertas vivencias pueden generar un antes y un después
en la vida de un ser humano. Una experiencia importante produce una
información determinada que se traduce en un aprendizaje cognitivo.
El aprendizaje cognitivo muestra cómo el ser humano puede aprender
una experiencia nueva partiendo desde cero o cómo es posible realizar un
aprendizaje de mucha complejidad. Los seres humanos no sólo pueden
aprender a través de las propias vivencias sino también, a través de la
observación compartiendo la vida con otras personas a través de la amistad. La
comunicación permite que dos personas puedan poner vivencias en común.
Sumar aprendizaje a la vida de una persona aporta autoestima y una
visión más amplia de la realidad en la toma de decisiones.
Al centrarse en el estudio del conocimiento humano, la psicología
cognitiva investiga distintos elementos como la percepción que las personas
tenemos de la realidad, la memoria acumulativa del pasado a través de los
recuerdos, la adquisición del lenguaje que se adquiere a temprana edad, el
proceso de aprendizaje, la lógica intrínseca del razonamiento y la comprensión
de la realidad a través de los conceptos que remiten al mundo. La mente utiliza
esquemas y conceptos para comprender la realidad y poder asimilarla de una
forma objetiva. Tomás de Aquino ya explicó que la esencia del conocimiento es
la intencionalidad, es decir, la remitencia al objeto real que es material y que se
diferencia de la esencial inmaterial de las imágenes mentales.

La transparencia.
La transparencia como factor cognitivo influye desde el punto de vista
para el aprendizaje, ya que permite acceder a la información de manera fácil,
rápida y oportuna. Se considera a la transparencia como una extensión que
refuerza el derecho de acceso a la información en las sociedades modernas,
pues no solo comprende el derecho de solicitar información, sino que la vincula
a la obligación de las instituciones de publicar la información esencial.
La transparencia es lo que persigue el ser humano con su palabra y su
vida; se podría decir, que el hombre es el ser que tiene la vocación de la
transparencia, aunque no la logre. Es más, al no lograrla, al convertirla en
caricatura, entonces aparece más claro por qué ha faltado a algo esencial, a la
condición humana, sea creada o sea originaria; por eso buscamos la
experiencia originaria en lo más hondo, en lo más alto, en todas partes, a ver si
la encontramos.
Transparencia que también puede ser nombrada como manifestación y
en un grado más puro y más alto, revelación. El hombre revela, revela algo
hermoso, divino, que no es suyo tal vez, pero él lo revela y lo ofrece, lo da. Mas
lo que resulta imposible en principio es revelarse a sí mismo, es decir, hacer
eso que se llama autobiografía, porque habría que hacerla en la forma más
pura y transparente, es decir, incluyendo los momentos y las épocas enteras de
oscuridad, en que uno no se está presente a sí mismo.
La memoria es presencia renovada, aunque su densidad pende de todo
un proceso y de la significación del discurrir del tiempo en los espacios de su
acción, del acontecer. De este modo, la memoria configura nuestra biografía en
el contexto de su historia y cultura. Ella le ofrece contenido y presencia; el
ímpetu de su caminar, de su subida desde la oscuridad hasta la luz y la
búsqueda de su transparencia. La memoria, pues, nos retiene en el tiempo con
la tarea de esclarecernos y conocer. Ahuyenta la muerte. Es la revelación de la
vida verdadera, la entrada hecha visible.
La vida necesita la palabra, una palabra que sea espejo, que aclare,
potencie y eleve sobre su fracaso y su gloria. Lo que el ser humano, en
consecuencia, persigue es la transparencia. Pero en el fondo de la
transparencia esta la oscuridad, el no saber, la ignorancia. Todo necesita
proceso, el tiempo y el trabajo para llegar a una meta, cumplir un deseo.
La memoria alienta siempre la vida en forma de itinerario y aventura, que
nos lleva a permanecer en la imagen móvil de nosotros mismos, en la
autoafirmación de nuestra identidad, y comprometernos con toda la realidad
histórica y social, con el otro, con la ajena presencia de lo que está más allá de
nuestra experiencia. Memoria como sentido de una autoconfiguración
biográfica. Espacio y tiempo de un recuerdo imaginado y vivido, hecho ahora
presencia en la transparencia de la palabra y la memoria-

La inteligencia (Estructura)
Los modelos de la inteligencia humana basados en el rendimiento
valorado por los test estandarizados, se construyen sobre el hecho de que los
individuos presentan distintas puntuaciones. Algunos son capaces de resolver
problemas verdaderamente complejos, bastantes resuelven problemas de
moderada complejidad y un puñado presenta graves dificultades para resolver
los problemas más simples.
El análisis de esas diferencias individuales resultantes de intentar
resolver problemas de variada complejidad cognitiva, permite resumir la
información registrada en un número de dimensiones menor que los test
administrados.
El consenso actual señala que la organización piramidal representa
adecuadamente a la estructura de la inteligencia. Sin embargo, esos modelos
se basan en el análisis de las diferencias de rendimiento que separan a los
individuos de una determinada población. Cabe la posibilidad de que las
capacidades identificadas a través del análisis estadístico no representen
adecuadamente lo que se puede encontrar en la mente de cada uno de esos
individuos. Debe subrayarse que es una ‘posibilidad’, no un ‘hecho’.

Estructural piramidal de la inteligencia humana.


En la zona inferior se encuentran los test estandarizados que resuelven
los individuos con distinta eficacia (en este caso 9 test). El rendimiento en esos
test produce puntuaciones individuales que pueden analizarse
estadísticamente para averiguar cuáles se encuentran más y menos
correlacionadas. El supuesto conceptual es que la intensidad de esas
correlaciones obedece a la presencia de algún factor latente común,
representado en la figura por las elipses F1, F2 y F3. Finalmente, esos factores
latentes pueden encontrarse correlacionados por la presencia de un factor
latente de orden superior (g). Las influencias causales irían de arriba abajo
(top-down) de ahí que las flechas del modelo sean como son.
Sobre esa idea se cimenta, en parte, el artículo de John Protzko que se
comentará en este punto final del presente trabajo.
Este profesor de la Universidad de California en Santa Bárbara (EEUU)
sostiene que, si la estructura piramidal de la inteligencia es conceptualmente
correcta, entonces los programas de mejora de las capacidades cognitivas
orientados a alguna de esas capacidades (p. e. memoria operativa, velocidad
de procesamiento o funcionamiento ejecutivo) no funcionarán (por definición).
La estructura piramidal asume que las influencias causales van de arriba
abajo (top-down), no al revés (bottom-up). Si se entrena la capacidad verbal,
entonces no cabe esperar mejoras en g porque la lógica de los modelos
estructurales de la inteligencia (psicométricos) lo prohíbe.
El hecho confirmaría experimentalmente la verosimilitud de esos
modelos, pero (algo que a menudo se olvida) no diría nada sobre la supuesta
maleabilidad de la inteligencia: “el fracaso al observar transferencia de una
capacidad concreta hacia g corroboraría que la dirección causal supuesta
desde la inteligencia hacia sus subprocesos es correcta”.
En los modelos psicométricos, la capacidad verbal y la memoria
operativa (por ejemplo) no se relacionan de modo directo, sino que lo hacen a
través del factor de orden superior situado en la cima de la pirámide ( g). Por
tanto, mejorar la memoria operativa no puede contribuir a mejorar la capacidad
verbal porque son factores independientes que no compartirían procesos.
Salvo que el programa de entrenamiento produzca algún impacto sobre
g, es decir, sobre procesos compartidos por ambas capacidades.
Protzko sostiene que la evidencia observada en los estudios sobre los
efectos del entrenamiento cognitivo puede ser útil para contrastar los modelos
psicométricos de la inteligencia. Pero solamente algunos de esos estudios son
reveladores. Los de propósito general (como Head Start o Abecedarian)
resultan demasiado inespecíficos. Los orientados a mejorar la memoria
operativa o la velocidad mental serán más valiosos en un sentido experimental.
El autor comentó este estudio de 2013 en el que se usa, por primera
vez, una aproximación adecuada al contraste del efecto del entrenamiento
cognitivo en esa dirección experimental. Adecuada porque se consideran tres
medidas diferentes para valorar cada uno de los constructos latentes de
interés. Según este modelo, un efecto positivo debería apreciarse a nivel
latente, más allá de cada una de las tareas.
Fracasamos.
La inteligencia causaría (top-down), no sería causada (bottom-up), por
las capacidades situadas a más bajo nivel. Por tanto, si se desea modificar la
inteligencia hay que ‘atacar’ el corazón de la inteligencia, no alguno de sus
componentes.
Ir tras ese corazón verde sería una aventura que vale la pena.
La aproximación top-down recordó la estrategia que se uso en 2004 para
modelar las relaciones entre una serie de factores cognitivos, incluyendo la
memoria operativa y la velocidad mental. En esta estrategia se tuvo claro que
el modelo debía representar flechas causales desde g hacia las capacidades
de más bajo nivel (y no al revés).

Protzko finaliza con una serie de recomendaciones para la investigación


futura sobre los programas de entrenamiento cognitivo y el uso de los
resultados observados para contrastar experimentalmente la verosimilitud de
los modelos psicométricos de la inteligencia.
1. Centrarse en las variables latentes, no en las manifiestas.
2. Usar al menos 3 variables manifiestas para delimitar la variable latente
de interés.
3. Considerar al menos 10 individuos por cada variable manifiesta.
4. Usar el contraste de modelos latentes para averiguar si existen cambios
a nivel latente a consecuencia del entrenamiento.
5. Asegurarse de que el entrenamiento solamente se dirige a los procesos
de interés para la variable latente.
La psicometría experimental dirigida a comprender la estructura causal de la
inteligencia humana debería orientarse a…
1. Identificar el proceso cognitivo que se desea mejorar.
2. Diseñar un método de mejora de ese proceso cognitivo y solo de ese.
3. Comprobar que ese proceso mejora a nivel latente.
4. Usar las baterías de medida adecuadas en el pre-test y en el post-test
(antes y después del entrenamiento) para contrastar los cambios a nivel
latente.
5. Comprobar que los cambios se mantienen a medio y largo plazo.
6. Averiguar si se observa transferencia hacia otras variables latentes,
tanto hacia arriba (g) como hacia otros procesos situados al mismo nivel.
CONCLUSIONES

Hoy día, en medio de la era del conocimiento y la información, el aspecto


socio afectivo es de vital importancia a tal punto que grandes e importantes
empresas capacitan a su personal en técnicas de coaching y team building,
impulsando su inteligencia emocional.
De los factores socio-afectivos relacionados en el ámbito personal y/o
escolar, estos pudieran estar asociados con el aprendizaje y con la práctica de
valores de las personas, estos van relacionados o prevalecen con la empatía,
lo cual indica la posibilidad de mejorar las relaciones interpersonales, tan
necesarias para crear climas agradables, abiertos y afectivos que garanticen el
progreso de las actividades emprendidas en los diferentes ambientes de la vida
cotidiana en pro de contribuir con la formación de valores humanos ms acordes
a la vida actual.
Por otra parte, se observó, que en los factores cognocitivos que influyen
en el aprendizaje, específicamente en procesos relacionados con: el
conocimiento, la transparencia y la inteligencia, factores estos que pudieran ser
determinantes del éxito personal desde la infancia hasta una edad no
determinada, y las relaciones sociales; todo esto constituyen el punto de
partida para el desarrollo de la seguridad, el autocontrol y motivación al logro,
elementos también necesarios para cultivar valores en el individuo, que luego
ellos pondrán en práctica en su evolución personal y social.
En consecuencia, es prioritario abogar por una formación de los
docentes en el plano conceptual, procedimental y actitudinal, tendente al
empleo de modelos socio-culturales que potencien el aprendizaje a partir del
contexto, vivencias y relaciones interpersonales; es decir estrategias
relacionadas con la afectividad; pues la capacidad para aprender está
condicionada, más que de los contenidos, por el bagaje emocional que traen
los alumnos. En estas situaciones, el docente proporciona el andamiaje que
ayuda a desarrollar relaciones cálidas, afectuosas, más reflexivas que
impulsivas y un mayor compromiso hacia su crecimiento personal.
BIBLIOGRAFIA

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Galicia. Duran, J. (1996). El cerebro poliédrico. Barcelona: Bromera.
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2) https://es.slideshare.net/Kattyldu/didactica-de-ausubel
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