Sunteți pe pagina 1din 4

Dred Scott vs Sanford

La historia del constitucionalismo, no solo en México, sino en gran parte del mundo
y sobre todo aquellas legislaciones que se rigen por un orden constitucional supremo, han
sido influidas y transformadas abismalmente por el derecho constitucional inglés y
estadounidense, pero particularmente de este último. Puede ser debido a la tradición
federalista de esta nación, que la ha caracterizado a lo largo de su historia y que ha imprimido
una enorme importancia e interés en sus instituciones jurídicas y políticas.

EE.UU. es una nación que ha construido sus instituciones a través de la historia y son
un pueblo altamente interesado en las cuestiones que se suscitan alrededor de las decisiones
judiciales, especialmente por el grado de impacto que estas pueden tener en la legislación
norteamericana y, a su vez, en la forma en la que conciben su propia realidad jurídica, social,
económica, política, y hasta cultural. Debido a ello, las decisiones judiciales, los precedentes
que llegaron a implantar en la colectividad las instituciones judiciales de dicho país, son de
particular relevancia tanto en el mencionado estado, como en todo el mundo.

El caso de Dred Scott vs Sanford tiene lugar en la época de los Estados Unidos de
mediados del siglo XIX, vale la pena mencionar que, dicho período, bien puede ser
identificado entre dos sucesos que marcaron la historia del país en cuestión: la aparición del
Juez Marshall y sus aportaciones al constitucionalismo y la Guerra de Secesión. Ambos
hechos históricos tienen lugar antes y después, respectivamente, del caso Dred Scott vs
Sanford, y ello es de vital importancia tener en consideración, pues son cuestiones que
pusieron de relieve la multiculturalidad de EE.UU. y la importancia de sus instituciones a
nivel mundial, que lo llevaron, posteriormente, a convertirse en una potencia mundial.

“Dred Scott puede inscribirse fácilmente entre las páginas menos luminosas de la
historia del constitucionalismo.”1 Dred Scott, para ponerlo en contexto, se desarrolla en los
años de 1838, siendo una persona de color negro, traído como esclavo de origen
afroamericano a territorio estadounidense, era propiedad del Dr. John Emerson, ciudadano
norteamericano que, a razón de su empleo, lo llevó a radicar en diversos estados y territorios,

1
La peor sentencia: a 150 años de Dred Scott vs Sanford. Miguel Carbonell. p. 145
entre ellos, los territorios libres de Illinois y Wisconsin. A la muerte del Dr. John Emerson,
Dred Scott y su cónyuge, Harriet Robinson, pasaron a propiedad de la esposa del Dr.
Emerson, la ciudadana Eliza Irene Sanford.

Posteriormente, basado en la doctrina norteamericana establecida años antes que


mantenía un espíritu de “una vez libre, siempre libre” (once free, always free), Dred Scott
demandó su libertad ante tribunales locales del estado de Missouri el 8 de abril de 1846; el
juicio mencionado fue ganado en primera instancia, pero el tribunal supremo del estado de
Missouri falló en contra de la sentencia apelada, y desechó la decisión judicial que le otorgaba
la calidad de ciudadano libre a Dred Scott, basado en diversos precedentes que dejaron sin
efecto el principio anteriormente dicho.

Posteriormente, Dred Scott y sus abogados decidieron llevar el caso a instancias


judiciales del fuero federal, siguiendo un proceso que agotaría el conocido principio de
definitividad, aún y cuando esto no era impedimento para llevar su caso a la Suprema Corte
de los Estados Unidos de manera directa, sin tener que pasar por otros tribunales federales
menores; sin embargo, el caso tuvo que ser llevado a la Suprema Corte, debido a los fallos
en contra que se obtuvieron en todos los tribunales federales.

En aquel entonces, vale decir, el juez presidente había sido antecedido por el juez
Marshall, quien había dejado un trabajo difícil de superar y una tradición constitucionalista
de importancia tal, que sigue vigente hasta nuestros días. El trabajo en manos del juez
presidente, Roger B. Taney, no era para menos, dadas las implicaciones históricas a las que
se vería enfrentado en el caso que se le presentaba.

A mediados del siglo XIX, la situación respecto a la tradición esclavista de los estados
del sur de EE.UU. tenía una tensión peculiar, pues en la mayoría de los países del continente
americano, la esclavitud había sido eliminada casi por completo, subsistiendo sólo en algunos
países de Sudamérica y particularmente, en los estados del sur de dicho país, lo que emanaba
una decisión judicial que pondría en entredicho la estabilidad del país y sus instituciones, así
como también, implicaría una confrontación irremediable entre los estados esclavistas y los
antiesclavistas, cuestión que fue factor fundamental para que estallara la Guerra de Secesión.
El 6 de marzo de 1857, el presidente de la Suprema Corte de EE.UU. falló en contra
de Dred Scott y su demanda por el reconocimiento de su libertad bajo la doctrina once free,
always free, que establecía que, si una persona que era esclava radicaba en algún estado
donde se tenía prohibida la esclavitud, podía volver a cualquier lugar del país respetando su
condición de libertad. El fallo del presidente Taney contenía tres puntos fundamentales:

1. Cualquier persona descendiente de africanos, sea esclava o libre, no es ni será nunca


ciudadano de los Estados Unidos.
2. La ordenanza de 1787 no confería ni la libertad ni la ciudadanía dentro del territorio
del Noroeste a individuos no blancos.
3. Las disposiciones de 1820 (la doctrina once free, always free), conocida como El
Compromiso de Missouri, se anularon como un acto legislativo, ya que el acto
excedió los poderes del Congreso, en la medida en que intentó excluir la
esclavitud e impartir libertad y ciudadanía a personas no blancas.

Lo más importante en el fallo de Taney y el tribunal supremo fue que, en esencia, se


le negó la posibilidad a Scott de obtener su libertad y consecuentemente, su ciudadanía, por
ser una persona negra, y estableció un precedente que mantenía una esencia esclavista de
tintes evidentemente racistas y discriminatorios, que derivaron en dejar sin efectos la doctrina
del compromiso de Missouri, bajo un argumento jurídico poco ortodoxo pero, en esencia y
jurídicamente hablando, sustentable en aquella época.

La decisión de Taney se basaba en el hecho de que, jurídicamente hablando (y esto


tiene total sentido), los esclavos eran propiedad de sus dueños, y tratándose de una propiedad
privada, el Congreso no podía regular acerca de las cuestiones relativas a la propiedad, pues
ello era competencia de los estados, por lo que se había extralimitado en sus poderes y
facultades, por lo que la doctrina no era vinculante en decisiones judiciales ni podía emanar
obligación legal alguna, por carecer de efectos jurídicos por no haberse emitido conforme a
derecho, por lo que Taney dictaminó que debido al hecho de que Scott era solamente una
propiedad privada de sus dueños, se regía por la Quinta Enmienda de la Constitución.

Si bien, es cierto que el razonamiento de Taney puede parecernos repugnante en la


actualidad, y una verdadera aberración humana y política, lo cierto es que, en su época, fue
un razonamiento jurídico acertado, pero pecó de positivista y falto de compasión humana. La
problemática jurídica radica en determinar si una persona puede o no obtener su ciudadanía
al radicar en un estado libre de esclavitud en aquella época, pero la decisión de Taney se basó
en una doctrina federalista férrea y apegada estrictamente a la ley, aunque ello no está exento
de aparentar como una decisión judicial inhumana.

La realidad es que, el caso Dred Scott vs Sanford, nuevamente puso en entredicho a


las instituciones jurídicas norteamericanas, pero que, a pesar del desconocimiento evidente y
el contexto histórico que se vivía en aquellos años que, por cierto, vale tener muy en cuenta
para no caer en sesgos históricos, tuvo un impacto de forma importante en la concepción del
mundo moderno. Políticamente hablando, puede decirse que el fallo violentó y puso de
relieve los grandes problemas que vivía la nación estadounidense respecto a la esclavitud.
Pero también debe hablarse de la importancia jurídica del fallo, pues a pesar de que violentó
todos los preceptos que actualmente seguimos, la decisión de Taney siguió, en esencia, la
tradición Marshall de seguir estrictamente las disposiciones jurídicas, sin entrar en
discusiones de carácter filosófico, únicamente apegándose al derecho.

La situación anterior reveló las fricciones que ya existían en la población


norteamericana, razón fundamental y factor decisivo para que estallara la Guerra de Secesión
en dicho país, pues años después entrarían en uno de los conflictos bélicos más importantes
de la historia de EE.UU, que cambió radicalmente el rumbo de sus instituciones. Sin
embargo, es importante destacar que existen aún estigmas históricos palpables en la nación
estadounidense, que son visibles en nuestros días en contra de personas de ascendencia
afroamericana y migrantes de otros países, pero ello sólo atañe a la carga histórica del país
en cuestión; en cuestiones eminentemente jurídicas, es destacable la importancia de las
instituciones jurídicas norteamericanas a nivel internacional, que han servido de base para
diversos países y constituciones en todo el mundo y que, incluso, siguen siendo vigentes
hasta nuestros días.

S-ar putea să vă placă și