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LECCIÓN PRIMERA
-¿QUÉ SON LOS DERECHOS?-
CAPÍTULO 1. APROXIMACIÓN CONCEPTUAL.
Dentro de estos conceptos, el término más común es el de DDHH, con dicho concepto
se alude a 2 cosas diferentes: por un lado una pretensión moral fuerte que debe ser
atendida para hacer posible una vida humana digna y por otro se utiliza el término parta
identificar un sistema de Derecho positivo. Estos 2 conceptos de DDHH es muy
importante, puesto que en la historia del pensamiento jurídico han expresado un
enfrentamiento permanente entre el punto de vista iusnaturalista y el positivista.
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pensamiento positivista.
Dicho término considera a los derechos como límites al poder sólo esgrimibles, es decir
límite frente a los poderes, autoridades y funcionarios, pero no en las relaciones entre
particulares. Es por ello que los derechos aparecen vinculados a un determinado tipo de
Estado, el LIBERAL y los fundamentales en el ESTADO SOCIAL, los que difícilmente
se pueden encuadrar en la categoría de los derechos públicos subjetivos.
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importante, puesto que si no hubiera apoyo los valores morales no se convertirían en
derecho positivo y por lo tanto carecerían de fuerza parta orientar la vida social.
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También es un valor relacional, pues pretende facilitar la comunicación social,
superando el aislacionismo egoísta y vivificar a la libertad, a la igualdad y a la
seguridad. El hombre libre, igual y seguro, puede vivir aislado y l a solidaridad
impulsa relaciones de integración, más allá de la mera coordinación, y dota a la
condición humana de unas dimensiones comunitarias.
Según BOBBIO, no cree que las funciones de los derechos sean sólo dos: limitar al
poder y reclamar beneficios al poder, es decir como no interferencia y como
prestación.
Así, en el ámbito jurídico, el concepto de los derechos puede expresarse desde dos
puntos de vista, el objetivo, que coincide con su función como normas que forman
parte del sistema de identificación del Ordenamiento y el subjetivo que coincide con su
función de derechos cuya titularidad se atribuye por el derecho positivo a las personas y
a los grupos en que estas personas estén, y que son elementos esenciales para conseguir
en la vida social la libre elección de planes de vida.
Subjetivo
El modelo de derechos fundamentales que nos parece correcto supone aceptar una
moralidad de la libertad y de la igualdad que se formando en la historia del mundo
moderno, con aportaciones liberales, democráticas y socialistas. Supone aceptar que la
eficacia social de esas pretendiociones morales necesita de su incorporación al Derecho
positivo. Supone igualmente que la relación entre moralidad y Derecho positivo
necesita de la mediación de un Poder que asuma esos valores del Dº.
Así el análisis de los ddff debe hacerse desde la combinación de tres puntos de vista:
1. Desde el punto de vista ético los derechos como un camino para hacer posible
dignidad humana y la consideración de cada uno como persona moral.
2. Desde el punto de vista jco.
3. Desde la incidencia social.
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Denominamos modelos reduccionista a aquellos enfoques que prescinden de algunos de
estos puntos de vista. Los dos relevantes son: el iusnaturalista y el positivista
ideológico.
CLASES:
Puede ser:
a) Teórico o propio
b) Practico o impropio.
El R. práctico:
Se busca la utilidad de los dºs, el servicio que pueden prestar en las sociedades
democráticas estatales y en la comunidad internacional para la protección de los
individuos.
El R. positivista teórico cuando sostiene que los dºs solo existen por su creación por
el Nº positivo, y es el opuesto al iusnaturalismo.
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CAPÍTULO 2. LOS DERECHOS EN LA HISTORIA.
El nuevo tipo de poder político que se configura en el tránsito del Antiguo Régimen a la
Modernidad, es otro elemento imprescindible para entender la aparición de la idea de
los Derechos fundamentales y es, consecuencia de influencias económicas, culturales o
sociales.
Para afrontar los retos producidos por la extensión del comercio, el predominio de una
economía dineraria y de mercado o el descubrimiento de nuevas fuentes de riqueza, se
hará necesaria la unificación del poder frente al localismo feudal y frente a las
pretensiones del dominio de la Iglesia Católica. Igualmente esta necesidad de
unificación del poder para garantizar el orden y la seguridad, imprescindibles para que
la burguesía pueda desarrollar su actividad mercantil.
Estos dos modelos darán lugar a dos tipos históricos de Derechos Fundamentales; los
vinculados al modelo continental: mas racionalistas, mas ahistóricos y fundados en la
idea de los derechos naturales del iusnaturalismo racionalista y la Ilustración; y los del
modelo Inglés, más pragmáticos, mas históricos.
El cambio de mentalidad.
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El humanismo y la reforma serán dos movimientos que se influyen entre sí. Los
humanistas y la reforma representan lo moderno, frente a lo que será lo antimoderno, en
gran parte como la Iglesia Católica y el llamado pensamiento reaccionario, negadores de
los derechos fundamentales.
La secularización.
El naturalismo.
El interés por la naturaleza aumentará con los descubrimientos que darán noticia de
otras tierras y de otros seres humanos; se trata de descubrir las leyes racionales que
rigen los fenómenos naturales el éxito es tal que se piensa encontrar una realidad
estable en el hombre, su naturaleza, capaz igualmente de albergar a las leyes que rigen
la conducta humana.
El racionalismo.
Se trata de concebir al Derecho como leyes aplicables por el ser humano (Derecho
Natural) a través de la razón.
El individualismo.
Este individualismo supondrá un interés por el ser humano en todos los aspectos: se
encuentra en él, el origen de lo que llamamos “ciencias de la naturaleza”.
Se acrecentarán también las exigencias de la formación de los juristas; así el jurista será
cada vez más un instrumento decisivo, primero para la formación del Estado moderno y
más tarde para la organización del Estado liberal.
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2. LOS MODELOS INICIALES DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES.
Modelo inglés
Características:
• Son los Derechos de los ingleses, que arrancan de los viejos privilegios
medievales, desde la Carta Magna en adelante.
• Son derechos en consecuencia de la preocupación por limitar la prerrogativa
regia.
• El common law, que realiza en Inglaterra la tarea doble: construcción
iusnaturalista moderna y la lucha parlamentaria contra el Poder del monarca,
construyen el constitucionalismo, en especial relación con el ejercicio del Poder.
• La inicial filosofía de los derechos fundamentales pretende garantizar el
pensamiento y la imprenta, la seguridad personal, las garantías procesales y la
participación política.
• La libertad religiosa no forma parte de los derechos de los ingleses.
Modelo americano.
Características:
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El modelo francés.
Características:
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EVOLUCIÓN HISTÓRICA E INFLUENCIAS IDEOLÓGICAS DE LOS
DERECHOS FUNDAMENTALES.
Los modelos iniciales de los derechos han seguido hasta nuestros días un proceso de
evolución, cuya descripción debe ser tenida en cuenta para la búsqueda del por qué de
los derechos.
Caracteres de la positivación:
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del fenómeno. Se irá formando una teoría jurídica de los derechos
fundamentales.
Proceso de generalización.
Orígenes de la generalización:
Las primeras formulaciones históricas de los derechos como derechos naturales partían
de la igualdad natural de todos los seres humanos y de la consideración de todos como
titulares, por influencia del iusnaturalismo.
Impulso de la generalización:
El esfuerzo para superar las contradicciones, se hará desde sectores progresistas del
pensamiento liberal, que se abren a posiciones democráticas, y desde sectores
socialistas.
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Los derechos nuevos relativos a la participación son el Derecho de Asociación y el
Sufragio Universal.
Como consecuencia de la acción del derecho de asociación y del sufragio universal por
esos grupos sociales democráticos, radicales o socialistas, se incorporarán al Parlamento
representantes de los partidos obreros que defenderán sus intereses y que plantearán
problemas ajenos a los que tradicionalmente interesaban a la burguesía. Esta dinámica
incidirá en el constitucionalismo con una actuación positiva de los poderes públicos y
con una nueva función atribuida al Derecho, la promocional, sobre todo a través del
incremento de la acción del Derecho Administrativo y del Laboral.
Una serie de amenazas nuevas pesan sobre los derechos fundamentales, que necesitan
de una nueva reflexión que puede conducir a nuevas dimensiones del proceso de
generalización.
Proceso de internacionalización.
Los derechos fundamentales también tienen una dimensión internacional con la que se
presentan. Se trata de un proceso incompleto y que se sitúa también en un ámbito
jurídico, el de la comunidad internacional, que carece de un Poder político que garantice
plenamente la eficacia de ese ordenamiento. Aún con todo, hoy en día es innegable la
existencia del Derecho internacional.
El proceso de internacionalización de los Derechos tiene una vida corta que arranca en
el Siglo XX. En el origen, quizá el primero de los signos de esa cooperación
internacional sea la lucha contra la esclavitud. Una evolución similar se producirá en
relación con el Derecho Humanitario, sobre todo a partir del impulso que el suizo
Dunant dará a la Cruz Roja.
Junto a estos textos referidos a derechos concretos, los más necesitados de protección, el
proceso de internacionalización supondrá un intento de afrontar una protección integral
con textos equiparables en sus contenidos a las declaraciones liberales, aunque
ampliados por los nuevos derechos producto del proceso de generalización.
Entre las causas generales del proceso, se puede señalar la influencia de la realidad
social, abierta cada vez más y superadora de las fronteras nacionales, en el ámbito
económico, cultural, educativo, etc. Entre las más inmediatas aparecen la existencia de
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adversarios de los derechos fundamentales que se sitúan en más de un Estado, por
ejemplo las multinacionales, en relación con los derechos de los trabajadores o de los
consumidores.
Otra causa que se destaca en este proceso es la mayor importancia del ser humano en el
Derecho internacional contemporáneo.
Proceso de especificación.
Para entender la evolución histórica de los derechos fundamentales hasta hoy, hay que
añadir un cuarto fenómeno que produce serias mutaciones en el modelo occidental
inicial; se trata del proceso de especificación que supone no sólo la selección y
matización de lo ya existente, sino aportación de nuevos elementos que enriquecen y
completan lo anterior.
En el consenso sobre los derechos fundamentales, los titulares de los derechos eran los
genéricos hombres o ciudadanos.
Los primeros son los Derechos del Hombre, y los segundos del ciudadano: parte de la
idea de considerar a los derechos más vinculados a las personas concretas de sus
titulares.
Se juzgan como relevantes algunas situaciones del genérico hombre y ciudadano. Son
circunstancias o situaciones cuya relevancia deriva:
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De una condición social o cultural de personas que se encuentran en situación
de inferioridad en las relaciones sociales y que necesitan una protección
especial, una garantía o una promoción para superar la discriminación, el
desequilibrio o la desigualdad. El modelo más claro es el de los derechos de la
mujer.
De una condición física de personas que por alguna razón se encuentran en una
situación de inferioridad en las relaciones sociales. Obligan a una protección
especial. Pueden a su vez ser de dos tipos: genéricos que afectan a todas las
personas durante algún tiempo; o específicas que afectan a algunas durante todo
el tiempo, en algunos casos, o sólo algún tiempo en otros casos. Como ejemplos
tenemos a los derechos del niño o la discapacidad.
De la situación en unas determinadas relaciones sociales. Se refieren a los
genéricos hombres o ciudadanos cuando se encuentran en una circunstancia
concreta, son derechos del individuo situado que se justifican cuando la otra
parte de la relación tiene un papel preponderante, hegemónico o de superioridad
que exige equilibrar a sus correlativos por medio de una protección reforzada.
Como ejemplos los derechos del consumidor situado frente a monopolios.
En las tres situaciones estamos ante estatus sociales que por razones culturales, físicas o
psicológicas llevan supuesta una debilidad que el Derecho intenta paliar o corregir.
Los contenidos de los derechos se forman en nuestros días a través de tres aportaciones
y que suponen puntos de vista ideológicos, éticos y políticos globales. Son las sucesivas
aportaciones liberal, democrática y socialista.
Así como los derechos de las generaciones anteriores responden a los valores superiores
de la libertad, de la igualdad o en caso de fórmulas de síntesis a la libertad igualitaria, en
este caso el fundamento se encuentre en el valor solidaridad o fraternidad, o en el valor
seguridad jurídica.
Pueden señalarse tres dimensiones diferentes de estos derechos: los referidos al medio
ambiente o la protección del entorno natural, el derecho al desarrollo y el Derecho a la
paz.
Los relativos al medio ambiente expresan una solidaridad no sólo entre los
contemporáneos, sino también en relación con las generaciones futuras, para
evitar legarles un mundo deteriorado a causa, tanto de la explosión demográfica,
como de la explotación inmoderada de los recursos naturales, que produce la
destrucción de los elementos que mantienen el equilibrio de la naturaleza.
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CAPÍTULO 3. EL FUNDAMENTO DE LOS DERECHOS. VALORES Y
NECESIDADES.
1. Concepto y modalidades
1.1 La libertad como fundamento de derechos
Por ultimo, decir que la libertad sin su dimensión moral carecería de legitimidad, sin su
dimensión política no podría imponerse y arraigar en la vida social y sin su dimensión
jurídica carecería de validez y de eficacia para organizar la convivencia. Los derechos
fundamentales son producto de la libertad, y sólo son explicables si desarrollan el ciclo
en las tres perspectivas o son susceptibles de desarrollarlo, naturalmente respetando el
orden lógico de sus génesis 1º la dimensión moral 2º la social y 3º la jurídica. Por lo que
la libertad social política y jurídica, tiene un sentido amplio e integral para hacer posible
ese control libre informado del comportamiento.
La libertad es libertad para hacer lo que se quiera, es decir para actuar y decidir
libremente el propio comportamiento en todos los casos, sin obstáculos, barreras o
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coacciones, de los poderes públicos, y de grupos sociales y de los particulares. Esta es
la libertad como no interferencia o protectora, que crea un ámbito de libertad para el
individuo y en el que nadie puede entrar, ni si quiera con acuerdo del titular. Protege al
grupo que más directamente a la capacidad de elección y de decisión y a la búsqueda
sosegada tranquila y sin interferencias de una información relevante para la
manifestación de voluntad y la toma de decisiones. Fundamenta a los derechos
individuales y civiles más vinculados a la propia persona, vida, honor, pensamiento,
conciencia, expresión, garantías procesales, etc., y a derechos civiles como la libertad de
expresión o la inviolabilidad del domicilio o de las comunicaciones. Estos derechos nos
protegen por medio del derecho penal. En algunos supuestos aparecen estos derechos
con una fundamentación concurrente de la libertad y de la seguridad jurídica. En el caso
de la igualdad ante la ley, de las garantías procesales, de la imparcialidad de los
procedimientos o de la proporcionalidad de las penas, podemos denominar a la libertad
como protectora, pero la libertad es también libertad para poder hacer lo que se quiera.
Con todo lo anterior, podemos definir a la libertad como una condición imprescindible
para la acción del ser humano, el la vida social, a través del Derecho que permite
alcanzar a cada individuo los objetivos y fines morales que persiga, y que son expresión
de la dignidad humana.
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para la existencia de la libertad moral.
• La solidaridad.
Se trata de considerarla como un valor superior que fundamenta a los derechos y que al
final de su recorrido, forma parte del Derecho positivo. Esto aparece plenamente en el
S.XIX.
Por otro lado, la solidaridad como valor relacional, incide también en la libertad y en la
igualdad, las vivifica y completa; pero tiene su ámbito de acción propio que explica
derechos como los referidos al medio ambiente y también actitudes ante los derechos.
• La igualdad.
Consiste en concretar los criterios materiales para llevar a cabo el valor solidaridad, en
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crear las condiciones materiales para una libertad posible para todos. Se comunica con
los 3 valores y lo hace como principio de organización y como fundamento de los
derechos.
La idea de igualdad puede referirse al Derecho, es decir, ser igualdad ante la ley =
igualdad formal, igualdad en el ámbito del sistema jurídico, o igualdad en la vida
social, en la realidad de las relaciones entre los seres humanos = igualdad material.
La igualdad material.
Esta se identifica con el valor de seguridad jurídica. Dicha igualdad no sólo se sitúa en
el ámbito jurídico sino también en el real de la sociedad, en el que entran en juego
dimensiones económicas y sociales, que obligan a plantearse el tema de los derechos
fundados en la igualdad material no sólo desde el punto de vista de su justicia y de su
validez, sino de su eficacia.
La igualdad material, como fundamento derechos, no puede ser el igualitarismo que
disuelve al individuo en la comunidad, porque desconoce la autonomía.
Si lo planteamos como libertad social, política y jurídica para alcanzar la libertad
moral ,la igualdad material supondría el criterio adecuado para que todos pudiesen
llegar en igualdad de condiciones a ese ejercicio de la libertad protectora y de la libertad
participación, y sería el criterio material para realizar la libertad promocional.
La igualdad material no es tanto una igualdad en el punto de llegada sino que es una
igualdad para poder llegar a la meta, es decir facilita el esfuerzo de cada uno haciéndolo
posible, pero sin sustituirlo. Pretende dar igual peso a todos para poder alcanzar el
objetivo.
La igualdad material debe situarse en el ámbito de la consideración de las circunstancias
de la realidad como relevante o irrelevantes para conseguir un igual peso, es decir para
llegar a la meta de la independencia y de la libertad moral.
Dentro de los criterios relevantes se encuentran las necesidades básicas, que hemos
identificado al analizar la libertad promocional, frente a los criterios como el de la
capacidad, el mérito o el trabajo que dependen menos del sujeto.
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El objetivo de la igualdad material como fundamento de los derechos de contribuir al
mejor uso de la libertad para facilitar el dinamismo hacia la autonomía o la libertad
moral, orienta razonablemente hacia la satisfacción de las necesidades básicas.
LECCIÓN SEGUNDA
-LA CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS-
d) Derechos del Capítulo tercero, que no están plenamente desarrollados, sino que
necesitan para alcanzar esa condición una ley de desarrollo de acuerdo con el
artículo 53.3. Son normas jurídicas cuyos destinatarios son los poderes públicos,
llamados principios rectores. No son pues plenamente derechos, aunque si son
normas jurídicas inspiradas en los valores que fundamentan los derechos, y además
de tener rango constitucional, son protegidas por el recurso de
inconstitucionalidad.
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Los derechos personalísimos, lo que se protege con ellos es la persona en sí, con
independencia de la vida social y de sus relaciones con los demás aquí sólo tenemos
en cuenta ámbitos individuales aislados.
El más radical es el derecho a la vida, condición de existencia, que no es un derecho
de disposición, pero que se refiere a una vida humana digna. Junto al derecho a la
vida y a la integridad física y moral, encontramos a la libertad ideológica y religiosa,
el derecho al honor y a la propia imagen, y el derecho a la objeción de conciencia.
Los derechos políticos, son aquellos que favorecen la participación de sus titulares
en la formación de la voluntad estatal, y en la configuración de los poderes y de los
órganos públicos, del Estado, de las comunidades locales o autonómicas, en los
poderes políticos y no sólo administrativos que se organizan en ese nivel. Sin
embargo, no lo estaban en el pasado con la amplitud y la generalidad con la que
actualmente se configuran, porque la habilitación para participar no se situaba en
todos los ciudadanos, sino sólo en aquellos varones autónomos desde el punto de
vista económico y cultural. Su ampliación a todos los ciudadanos a lo largo de más de
un siglo de luchas. Junto a este derecho a intervenir en los asuntos públicos, los
derechos políticos comprenden el derecho a acceder en condiciones de igualdad a las
funciones y cargos públicos.
Los derechos de seguridad jurídica, tienen una autonomía propia que exige
tratarlos como categoría diferente por varias razones. Son el ejemplo más patente de
derechos fundados en el valor de la seguridad jurídica, más que en el de libertad,
aunque su consecuencia consista en un reforzamiento de la libertad. Se diferencian
de la categoría de los derechos personalísimos en que trascienden del ámbito
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exclusiva y aisladamente privado, por su importancia social y de los derechos de
sociedad, comunicación y participación porque el referente comunitario se realiza
al alcanzar el objetivo de la protección individual. A través de las garantías
procesales, que benefician al individuo, producen la tranquilidad, la certeza y tienen
importante trascendencia social. El signo de ese carácter propio a la vez individual y
social, es que su finalidad y objetivo principal, de asegurar al individuo frente a las
leyes criminales permite alcanzar, la paz y la seguridad. No son tampoco derechos
políticos porque no pretenden participar en el Poder, sino defenderse y protegerse de
una de las funciones de ese Poder que es el titular del «ius puniendi», el derecho a
castigar.
Esta categoría no forma parte del catálogo clásico de los derechos, y se incorpora
a éstos, a partir de 1848, por influencia del liberalismo radical y progresista y del
socialismo democrático. Desde nuestro punto de vista integran el catálogo de los
derechos y sus contenidos contribuyen a favorecer los ámbitos sociales de
humanización, que son el fin último de éstos, aunque los sectores más
conservadores de la doctrina les niegan ese status de derechos fundamentales.
De acuerdo con este criterio, lo que se tiene en cuenta es el tipo de comportamiento que
el titular del derecho debe realizar y también la reacción que ese comportamiento
genera en su entorno, obligados concretos, ciudadanos en general y poderes públicos.
Desde este criterio podríamos distinguir entre derechos de no interferencia, derechos
participación, derechos prestación y derechos deber.
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pensamiento o la libertad religiosa, la inviolabilidad del domicilio y secreto de las
comunicaciones, algunas garantías procesales, el derecho de propiedad. La finalidad
genérica de favorecer la autonomía moral, la libre elección de planes de vida se hace
en este caso desde la abstención de comportamientos.
Los derechos participación, son los derechos políticos y suponen una acción
positiva de sus titulares que tiene que ser amparada y promocionada por los poderes
públicos y por las instituciones. A través de la participación contribuyen a la
formación de la voluntad política y a la toma de decisiones de éstos y también
pueden acceder a la Administración para formar parte de ella como funcionarios.
Estamos ante derechos fundamentales directos y claros como el que en la
Constitución española desarrolla el artículo 23, y también ante derechos de los
administrados (arts. 105 y 51.2) que necesitan desarrollo legal. La finalidad genérica
de todos los derechos de favorecer la autonomía moral se produce con la actuación en
las instituciones.
Los derechos prestación, suponen una acción positiva, normalmente de los poderes
públicos, aunque también puede ser de los particulares más excepcionalmente, para
ayudar a la satisfacción de necesidades básicas, que no pueden ser resueltas por la
propia y exclusiva fuerza del afectado. La justificación de la intervención se basa en
la convicción de que la carencia de esas necesidades básicas, impide el desarrollo
moral y la libre elección de planes de vida de quien se encuentra en esa situación.
Las necesidades pueden ser económicas, culturales, educativas e incluso jurídicas,
pero siempre el trasfondo es económico.
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CAPÍTULO 2. DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES
(LECTURA: LOS DERECHOS SOCIALES COMO DDFF).
CAPÍTULO 3. LA NUEVA GENERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS
(LECTURA: EL DERECHO A LA PAZ: UN CAMBIO DE PARADIGMA)
LECCIÓN TERCERA
-¿QUIÉNES SON TITULARES DE LOS DERECHOS?-
CAPÍTULO 1. EL TITULAR DE LOS DERECHOS. LAS FRONTERAS DE LOS
DERECHOS.
Cuando se habla de universalidad hay que tener en cuenta tres planos diferentes:
El plano racional hace referencia a una titularidad de los derechos que se adscriben a
todos los seres humanos. Sus rasgos son la racionalidad y la abstracción, congruentes
con esa titularidad de todos y con la pretensión de validez general de los criterios de
moralidad, contenidos en los derechos. En el plano temporal tienen un carácter
racional y abstracto al margen del tiempo y válidos para cualquier momento de la
historia. Y en el plano espacial la extensión de la cultura de los DF a todas las políticas
sin excepción.
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no solo esos derechos de participación política sino la libertad de circulación y de
residencia o algunos derechos sociales.
Aquí la filosofía de los DF toma una serie de precauciones y de reservas basadas en la
razón del estado. A veces en los países de origen de los emigrantes se produce
paradójicamente un nacionalismo al revés. Así este supone que se establece una barrera
hacia los derechos o hacia parte de ellos en nombre de las particularidades ideológicas o
religiosas.
Por otra parte la consideración para rechazar a los extranjeros como titulares de
derechos se argumenta pero al revés. Será desde un país con arraigo y tradición en
materia de derecho desde donde se rechace la participación plena en esos derechos de
los no nacionales.
Ambas situaciones tienen como consecuencia la no extensión de derechos a los
extranjeros o la no apertura de los derechos a los nacionales. Entra juego la idea de
universalidad de los derechos e un ámbito de aplicación.
Desde le punto de vista doctrinal la distinción entre nacionales y extranjeros a efectos de
titularidad de derechos se justifica en las teorías de las soberanía de la razón del Estado.
El nacionalismo y el relativismo cultural, que tiende a justificar como extranjeros a
ciudadanos de Estados que se proclaman ajenos a esa cultura, vienen a coincidir con las
doctrinas negadoras de los derechos.
Estas posiciones no se justifican en ellas y desde luego en ellas no puede fundarse una
doctrina de los derechos.
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LECCIÓN 4. RETOS A LOS DERECHOS HUMANOS EN
UN MUNDO GLOBAL.
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