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Índice
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1Descripción
2Etimología de la palabra «mito»
3Cosmogonías
o 3.1Cosmogonías griegas
o 3.2Cosmogonía judeocristiana
4El pensamiento científico y la cosmogonía contemporánea
5Véase también
6Referencias
7Bibliografía
Descripción[editar]
Desde la antigüedad, los mitos han sido relatos compuestos por acciones simbólicas que se
transmitieron por generaciones para ofrecer respuestas sobre el origen del universo y del
hombre, relacionándolos con dioses y mensajeros que actuaban en nombre de éstos.
Los mitos ofrecieron a las distintas culturas una visión integradora del mundo, al facilitar su
percepción de los fenómenos que le parecían extraños a una creencia colectiva que dio origen
a los que los acompañaron y proporcionaron la seguridad psicológica para la construcción de
una identidad para la vida en comunidad.
En los mitos, algunos investigadores han señalado que los dioses suelen representar las
fuerzas elementales de la naturaleza, que pueden percibir, de los cuales se derivan los
fenómenos naturales que condicionaron sus vidas. Sin embargo, este postulado simplista y
etnocéntrico ha ido quedando progresivamente superado para dar cuenta del mito como un
especial espacio simbólico a partir del cual el ser humano puede atribuir significados
(conscientes e inconscientes) a deidades, héroes y acciones míticas en estrecha relación con
la vida psíquica, intersubjetiva, social y cultural. Esto quiere decir que un determinado mito
puede tener relación con el proceso de madurez interno de determinada persona, pero
también puede servir para generar cohesión social en una comunidad, o para legitimar
determinadas estructuras de poder; no existe una explicación unívoca.
Cosmogonías[editar]
En general, las narraciones cosmogónicas no solo representan una configuración del universo,
desde el punto de vista de estudiar lo que es en tanto que es y existe como sustancia de los
fenómenos (visión ontológica), sino que de ellas también se derivan ciertas necesidades éticas
para la preservación en la unidad del mismo.
Cosmogonías griegas[editar]
Las cosmogonías griegas narran al origen del mundo que parte del caos, para que en un acto
de creación divina se imponga el orden. Esta acción marcará el principio del ser y del bien
para el pensamiento griego, en donde el ser no puede ser lo informado porque el mal se
acerca a la carencia de límite. Esta visión la recoge Hesíodo en su Teogonía y
tambiénPlatón en el relato del demiurgo presente en el Timeo. Cabe destacar que en las
cosmogonías griegas el orden se va imponiendo de una manera violenta, por las luchas entre
los dioses, mientras que en la cosmogonía judeocristiana el orden surge por el poder de la
Palabra de Dios.
Cosmogonía judeocristiana[editar]
En la cosmogonía judeocristiana, el origen del mundo está presente en el Génesis (el primer
libro de la Biblia), que relata cómo el dios Yahvé empezó a crear el mundo «en un principio».
La teología cristiana utiliza el término ex nihilo para sustentar y referirse a la creación universal
partiendo de la nada. Génesis 1 Reina-Valera 1960 (RVR1960) -La creación:
1. En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las
aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios
la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y
la mañana un día.
La creación es un proceso que tiene lugar con un principio: 'Hágase la luz', y luego separación
de: la tierra de los cielos, la tierra de las aguas, la luz de la oscuridad. Es decir, se procede por
separación de componentes partiendo del caos primigenio. San Ignacio de Loyola, en su:
'Relato del peregrino', dictado a Luis Gonçalves de Cámara, dijo: 'Una vez se le presentó en el
entendimiento con grande alegría espiritual el modo con que Dios había creado el mundo, que
le parecía ver una cosa blanca, de la cual salían muchos rayos, y que de ella hacía Dios
lumbre'. ('El relato del peregrino'; Ed Labor, 1973, Cap III, pag 40, ISBN 84-335-9807-4)
'Por envidia del demonio entró la muerte en el mundo'. 'La creación entera gime con gemidos
inefables bajo uno que la sometió contra su voluntad'. Sólo en ocasiones se ha señalado que
la creación yahvista está articulada en torno a la separación de categorías.
Otros lo interpretan como: Una vez más el mal estaría asociado con la falta de forma, con
desaparición del límite. El mal desde ésta óptica afecta a la unidad del cosmos. La idea de mal
estará consecuentemente asociada con lo que cruce, con lo que rompe o se opone al límite de
dichas categorías.
El pensamiento científico y la cosmogonía
contemporánea[editar]
Artículos principales: Origen del Universo, Origen de la vida y Origen del hombre.
Las teorías científicas proporcionan actualmente al imaginario popular los elementos para la
descripción del origen del universo y lo que hay en él; orígenes que anteriormente eran
explicados sólo a través de la cosmogonía presente en las diferentes religiones. Así,
actualmente las ciencias describen la evolución del universo, particularmente a través de la
teoría del Big Bang; y el origen y la evolución de la vida, a través de la teoría de la síntesis
evolutiva moderna.
El pensador Teilhard de Chardin propone una reconciliación entre el punto de vista científico y
el de la religión cristiana, interpretando la génesis como una transformación organizada de la
materia a través del tiempo, desde niveles simples como los átomos hasta niveles mucho más
complejos, como la especie humana. Sin embargo, no considera al hombre como la
culminación de la evolución sino como un paso intermedio hacia lo que denomina el Punto
Omega de unidad final con Dios preexistente.1 Aunque las ideas de Teilhard de Chardin
fueron rechazadas inicialmente por parte de la doctrina católica, el papa Benedicto XVI ha
admitido que el jesuita francés fue un gran visionario a este respecto2
Dentro del ámbito de las ciencias naturales, Richard Dawkins (1941–), en su texto El gen
egoísta (1976), narra la descripción científica del origen de la vida como el momento en el cual
aparece sobre la Tierra una molécula, formada accidentalmente, que tenía la propiedad de
crear copias de sí misma (un protobionte). Luego, a partir del ancestro común universal,
Dawkins explicará el desarrollo de la vida (evolución biológica), describiendo las diversas
ramificaciones en especies en lo que él denominó «errores en la replicación». Más allá de las
pretensiones evolucionistas del discurso dawkinsiano, la idea de una molécula que se forma
por accidente en un punto impreciso y que a partir de la misma se origina la cadena vital, tiene
muchas resonancias con el mito demiúrgico. El demiurgo agrupa el material disperso en forma
molecular, de donde se originan todas las formas vitales sobre la faz de la Tierra, pero el
demiurgo no está sujeto a su propia creación, por lo que resulta lo que señala Dawkins, que
no todo está determinado por nuestros genes.[cita requerida]
Antropogénesis
Génesis
Para otros usos de este término, véase Génesis (desambiguación).
Génesis
de valor desconocido
Libros
Pentateuco
Génesis Éxodo
Génesis es el primer libro de la Torá (‘La Ley’ o Pentateuco) y también el primer libro
del Tanaj, la Biblia hebrea (conocida por los cristianos como elAntiguo Testamento). En
hebreo los libros del Pentateuco se conocen por su primera palabra, así que para los hebreos
este libro es Bereshit ('En el principio').
El nombre génesis proviene del griego γένεσις (/guénesis/), ‘nacimiento, creación, origen’,
en Génesis 2:4. En hebreo esta palabra «génesis» se dice ‘( ּתֹולֵ דֹותgeneración’) aunque como
título del libro se utiliza אשית
ִׁ ( ְּב ֵר/bereshít/), en ʿivrit o hebreo Be reshith son las primeras
palabras de la Torá (y por ende del Tanaj) y significan «En (el) Principio» ,
siguiendoGénesis 1:1).
Índice
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División tradicional[editar]
Es costumbre de los hebreos dividir el libro —al igual que el resto de los libros
del Pentateuco— en doce parashiot (plural femenina de parashah o parashá) o lecturas
semanales, cada una de las cuales es leída cada semana en el ciclo anual de lecturas de
la Torá.
Temas principales[editar]
Los temas básicos de los que se ocupa este libro son tres: la Promesa, la Elección y la
Alianza. En esto no es original, ya que los tres se repiten a lo largo de toda la Torá, pero cada
uno de ellos es dominante en distintas partes del Génesis.
En la historia primitiva las intenciones de YHWH (Dios) se ven obstaculizadas por
la infidelidad del Hombre. En la historia de Abraham la fe es abandonada, puesta a prueba y
resulta victoriosa al final para ser restaurada completamente; quienes no la han perdido
nunca, se ven recompensados. En tiempos de Jacob se explica que la elección de Dios por el
pueblo hebreo no persigue ningún fin espurio, sino que es generosa y desinteresada. Con
José, por fin, la Providencia frustra los malos impulsos humanos y los dirige pacientemente
para hacerlos cumplir, en última instancia, con los planes y objetivos del diseño divino.
Géneros literarios[editar]
El Génesis encaja exactamente en la definición de libro histórico bíblico, recordando siempre
que el término "histórico" no debe entenderse en el sentido que se otorga a la historiografía
moderna. Esto es especialmente cierto para los capítulos sobre los orígenes y para la historia
de los patriarcas.
Pero el Génesis también es lo siguiente:
Para muchos, los once primeros capítulos del Génesis merecen ser considerados aparte del
resto, pues describen en una forma popular el origen y creación del mundo, el hombre y la
vida en general. En la actualidad, la gran mayoría de los cristianos consideran los primeros
capítulos del Génesis como escritos simbólicos, que no deben ser entendidos literalmente. Sin
embargo, unos pocos creen que son históricamente correctos.
La historia de la creación del mundo comienza con una contradicción sustancial entre el primer
capítulo y el segundo capítulo del Génesis. En el primer capítuloDios crea primero a los
animales, y entonces crea al hombre y a la mujer a su imagen, sin establecer ninguna
prioridad entre ellos (Génesis 1:25-26); pero en el segundo capítulo, en Génesis 2:4 aparece
una nueva introducción a un relato distinto: Dios, esta vez llamado Yahweh (Jehová) crea
primero al primer hombre,Adán y lo ubica en el huerto del Edén; más adelante crea a los
animales y por último crea a la primera mujer, Eva, de una costilla de Adán.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó
Divinidad
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La divinidad y lo divino son términos de uso muy extendido, aunque su significado no está
claramente definido, y no es un sinónimo perfecto del concepto de deidad ni del de dios.
Índice
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1Contexto
2Usos de la palabra
3La divinidad de los seres humanos
4Véase también
5Enlaces externos
Contexto[editar]
La expresión «lo divino» se utiliza de manera variable en distintas confesiones y creencias, e
incluso entre diferentes individuos dentro de una misma fe, para referirse a un
poder transcendental, o a sus atributos y manifestaciones en el mundo, y aunque puede, no
tiene por qué presuponer la existencia de diversos dioses o de un único Dios absoluto.
Esta diferencia entre divinidad y deidad se puede ilustrar haciendo alusión a la visión
cosmológica de alguna religión noteísta, como por ejemplo el budismo, donde, mientras la
divinidad es entendida principalmente como la ley que gobierna el mundo, de manera infinita
y eterna, las deidades (devas) son mortales —aunque su longevidad se mida en millones de
años— y no tienen el poder de ir contra esa ley suprema.
Usos de la palabra[editar]
Para la palabra «divinidad» existen tres usos diferentes, que sería posible superponer o
integrar:
Naturalismo
Para otros usos de este término, véase Naturalismo (desambiguación).
Émile Zola, padre y mayor representante del naturalismo.
El naturalismo es un estilo artístico, sobre todo literario, emparentado con elrealismo, basado
en reproducir la realidad con una objetividad documental en todos sus aspectos, tanto en los
más sublimes como los más vulgares. Su máximo representante, teorizador e impulsor fue el
escritor Émile Zola, quien expuso sus fundamentos teóricos en el prólogo a su novela Thérèse
Raquin y, sobre todo, en su ensayo Le roman expérimental (1880). Así mismo publicó entre
1871 y 1893 un ciclo de veinte novelas dentro de esta estética que forman su Les Rougon-
Macquart.
Índice
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1Historia
2Principios
3El Naturalismo en Europa
4El Naturalismo en España
5El Naturalismo en Hispanoamérica
6El Naturalismo en Estados Unidos de América
7Bibliografía
8Enlaces externos
9Referencias
Historia[editar]
Vicente Blasco Ibáñez, novelista español del Naturalismo.
Desde Francia, el Naturalismo se extendió a toda Europa en el curso de los veinte años
siguientes adaptándose a las distintas literaturas nacionales. El naturalismo presenta al ser
humano sin albedrío, determinado por la herencia genética y el medio en que vive. En él
influyen el Positivismo de Auguste Comte, que no valora lo que no puede ser objeto de
experiencia, el Evolucionismo natural de Darwin (en 1859 se publica El origen de las especies)
y el Darwinismo social de Herbert Spencer, que niega la espiritualidad del hombre al negar la
intervención divina, así como elmaterialismo histórico de Marx y Engels (en 1848 se había
publicado el Manifiesto comunista).
También experimenta el influjo de las ciencias naturales y, sobre todo, de la medicina y la
reciente ciencia de la genética: el austriaco Gregor Johann Mendel (1822-1884) había
formulado las leyes fisiológicas de la herencia que condicionan al ser humano.Hipólito
Taine afirmaba que “la virtud y el vicio son productos como el vitriolo y el azúcar”. Junto a
este materialismo, influyeron poderosamente en Zola los principios incluidos en La Médecine
expérimentale (1869) de Claude Bernard. Zola considera que «el novelista está formado por
un observador y un experimentador" que aperciben los síntomas de enfermedad de la
sociedad:
El observador y el experimentador son los únicos que trabajan en la pujanza y felicidad del hombre, en
devolverle poco a poco el señorío de la naturaleza. No hay nobleza, dignidad, belleza ni moralidad si se
pretende, se miente, se finge que somos algo más que un aumento del error y la confusión. Por eso las
únicas obras grandes y morales son las obras de la verdad.
En la mayoría de los escritos lo que se intenta es reflejar que la condición humana está
seriamente influida por tres factores:
1. La herencia genética
2. Las taras sociales (alcoholismo, prostitución, pobreza, violencia)
3. El entorno social y material en que se desarrolla e inserta el individuo.
Esto es, lo que se conoce en filosofía como Determinismo. De aquí deriva otra importante
característica del Naturalismo, una crítica (implícita, ya que el valor documental y científico que
se pretende dar a la literatura de este tipo impide aportar opiniones propias) a la forma como
está constituida la sociedad, a las ideologías y a las injusticias económicas, en que se hallan
las raíces de las tragedias humanas.
La fisiología como motor de la conducta de los personajes;
Sátira y denuncia social. La novela naturalista no vale como simple pasatiempo, es un
estudio serio y detallado de los problemas sociales, cuyas causas procura encontrar y
mostrar de forma documental
Concepción de la literatura como arma de combate político, filosófico y social;
Argumentos construidos a la sombra de la herencia folletinesca, pero construidos con rigor
documental.
Feísmo y tremendismo como revulsivos. Puesto que se presentan casos de enfermedad
social, el novelista naturalista no puede vacilar al enfrentarse con lo más crudo y
desagradable de la vida social.
Adopción de los temas relativos a las conductas sexuales como elemento central de las
novelas. No se trata de un erotismo deleitoso y agradable, sino que es una manifestación
de enfermedad social, suciedad y vicio. Por ello, frecuentemente el novelista naturalista se
centra en el mundo de la prostitución, vista como lacra social y como tragedia individual.
El público confundía sin embargo a veces naturalismo con pornografía, lo que no era la
intención de los naturalistas. Estos critican con frecuencia la literatura folletinesca que
trastorna la percepción de la realidad.
Principios[editar]
En suma, los rasgos definitorios del Naturalismo se reducen a los siguientes:
1. La existencia del ser humano está determinada por fuerzas naturales que la
humanidad no puede controlar.
2. Se funda en la filosofía del Determinismo, para la cual el hombre está controlado por
sus instintos, sus pasiones y su entorno social y económico.
3. El objetivo del Naturalismo es reproducir la realidad con total imparcialidad y verdad de
una forma rigurosa, documentada y científica. Se considera a la literatura un
documento social.
4. La ética del Naturalismo, a diferencia de la del Realismo, incorpora una actitud amoral
en la representación objetiva de la vida: prescinde de los valores morales burgueses
para ser más objetivo.
5. Los escritores naturalistas consideran que el instinto, la emoción o las condiciones
sociales u económicas rigen la conducta humana.
6. En el Naturalismo se destaca la dependencia del ser humano a las condiciones
ambientales.
7. La estética del naturalismo es contraria a la tradicional y propone una revolucionaria
indiferencia entre lo “bello” y lo “feo” que no juzga a lo uno por encima de lo otro si
realmente es verdadero.
8. Sus novelas buscan representar capas sociales que había dejado de lado la novela del
realismo burgués: aparecen las clases bajas, la pequeña burguesía y el proletariado.
9. El lenguaje utilizado se inclina especialmente hacia las jergas y el habla regional o
popular, que aparecen reflejados sin academicismo y con rigor.
Cabe destacar que, si bien Realismo y Naturalismo son muy parecidos en el sentido de reflejar
la realidad tal y como es (contrariamente al idealismo romántico), la diferencia radica en que el
Realismo es más descriptivo y refleja los intereses de una capa social muy definida,
la burguesía, mientras que el Naturalismo extiende su descripción a las clases más
desfavorecidas, intenta explicar de forma materialista y casi mecanicista la raíz de los
problemas sociales y alcanza a hacer una crítica social profunda; además, si el individualismo
burgués es siempre libre y optimista en su fe liberal de que es posible el progreso sin
contrapeso y labrar el propio destino, el naturalismo es pesimista y ateo merced
al determinismo, que afirma que es imposible escapar de las condiciones sociales que guían
nuestro sendero en la vida sin que podamos hacer nada por impedirlo. Por otra parte los
naturalistas españoles hacen uso de un narrador omnisciente y se alejan del impersonalismo
que busca el maestro francés Émile Zola; por otra parte, estas novelas no consiguen una
reproducción fiel de la realidad, objetivo que sí busca Émile Zola, sino que recargan
excesivamente los aspectos que quieren destacar, con lo que pierden el valor documental que
busca Zola.
Se considera que el Naturalismo es una evolución del Realismo. De hecho, la mayoría de los
autores realistas evolucionó hacia esta corriente materialista, si bien otros orientaron su
descripción de la realidad hacia el interior del personaje llegando a la novela psicológica.
El Naturalismo, al igual que el Realismo, refuta el Romanticismo rechazando la evasión y
volviendo la mirada a la realidad más cercana, material y cotidiana, pero, lejos de conformarse
con la descripción de la mesocracia burguesa y su mentalidad individualista y materialista,
extiende su mirada a las clases más desfavorecidas de la sociedad y pretende explicar los
males que padecen de forma determinista.
El Naturalismo tenía como objetivo explicar los comportamientos del ser humano y sus
narradores pretendían interpretar la vida mediante la descripción del entorno social para
descubrir las leyes que rigen la conducta humana.
Al surgir en París los novelistas iniciadores de este movimiento como Zola y posteriormente
Flaubert describen de manera cruda y realista principalmente el contexto social de la capital
de Francia y solo después se animaron a describir otros ambientes.1 2 3
El Naturalismo en Europa[editar]
El Naturalismo en España[editar]
El Naturalismo en Hispanoamérica[editar]
En América, vinculado al llamado Indigenismo, representan el Naturalismo los
puertorriqueños Matías González García yManuel Zeno Gandía ( La charca, 1894), el
chileno Augusto d'Halmar y la peruana Clorinda Matto de Turner quien alcanzó un gran éxito
con su novela Aves sin nido. Otra figura destacada del naturalismo peruano fue Mercedes
Cabello de Carbonera cuya novela Blanca Sol fue muy controvertida. El argentino Eugenio
Cambaceres tiene importancia por destacar la decadencia de las clases privilegiadas con
novelas como Música Sentimental y Sin rumbo. En México, destacaron Federico Gamboa con
su célebre novela Santa; Ángel del Campo, que usó el pseudónimo de "Micrós", yVicente Riva
Palacio. En Cuba destaca sobre todo Carlos Loveira, acompañado de Miguel de
Carrión y Jesús Castellanos. En Centroamérica, Enrique Martínez-Sobral practicó el
naturalismo en la novela "Alcohol".9
Panteísmo
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El panteísmo es una creencia o concepción del mundo y una doctrina filosófica según la cual
el universo, la naturaleza yDios son equivalentes. La ley natural, la existencia y el universo (la
suma de todo lo que fue, es y será) se representa por medio del concepto teológico de «Dios».
La palabra está compuesta del término griego πᾶν (pan), 'todo', y θεός (theos), 'Dios'; así se
forma una frase que afirma: «todo es Dios y Dios está en todo».
De manera general, el panteísmo puede ser considerado como una ideología filosófica o como
una concepción del mundo. En el teísmo se enfrentan dos términos: «dios» y «mundo». El
panteísmo procede a identificarlos; el resultado ha de ser un monismo, que puede adoptar
diversas caracterizaciones.
El panteísmo puede mostrar variantes. Por un lado, puede considerar a la realidad divina
como la única realidad verdadera y a ella se reduce el mundo; en este caso, el mundo es
concebido como proceso, emanación, desarrollo o manifestación de Dios; declaradamente
una «teofanía». Por otro lado, la naturaleza puede ser concebida como la única realidad
verdadera; a esa realidad se reduce Dios, que suele ser concebido entonces como la unidad
del mundo, como una especie de principio orgánico de la naturaleza, o también, como
autoconciencia del universo; esta forma de panteísmo recibe la denominación de «panteísmo
ateo» o «panteísmo naturalista».
En ambas variantes, no hay ninguna realidad trascendente. Todo lo que existe es inmanente y
la divinidad es entendida más bien como «principio del mundo».
Índice
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1Heráclito
2Plotino
3Bruno
4Spinoza
5Otros pensadores panteístas
6Panteístas científicos
7Ficción
8Véase también
9Notas y referencias
10Enlaces externos
Heráclito[editar]
Presunto busto de Heráclito.
Plotino.
Giordano Bruno.
Ese dios-todo de Heráclito congrega en sí mismo la totalidad de las cosas y es, de igual
manera, una realidad de caráctereterno. Su cosmología parece, también, referirse a la teoría
de un mundo de movimiento cíclico, en virtud de la cual el todo se asemeja a un conjunto de
fases alternadas: una suerte de ciclo destructivo y productivo, que más tarde ha de ser
retomado y desarrollado por los estoicos.
Plotino[editar]
Se ha hablado frecuentemente -y acaso de modo impropio- del panteísmo de Plotino. En
realidad, para él la divinidadconserva para sí los dos caracteres, la inmanencia y
la trascendencia. El dios plotiniano, penetrando todas las realidades se encuentra por encima
de todas ellas. Así, el filósofo sostiene con claridad, de modo luminoso, que lo Uno, "en cuanto
principio del todo, no es el todo". Una tal afirmación pareciera oponerse a las apreciaciones o
interpretaciones inmanentistas y panteístas, de su pensamiento.
Bruno[editar]
La cosmovisión de Giordano Bruno bien puede ser entendida como un "panteísmo ateo", con
ciertos rasgos específicos de "pan -psiquismo".En su obra De la causa, el principio y el Uno es
donde se encuentran sus ideas fundamentales sobre la realidad natural.
Una forma o esquema general del universo es la denominada "alma del mundo", cuya
preponderante facultad es un intelecto completo y universal, que todo lo llena y todo lo ilumina.
Spinoza[editar]
Ha sido usual en la época moderna considerar la filosofía de Baruch Spinoza como el más
eminente y radical ejemplo de panteísmo, constituyendo de esa forma, el modelo de todos los
panteísmos que le seguirán. Esto se debe principalmente a sus afirmaciones sobre el
monismo de la sustancia y del estatuto modal de los individuos finitos, en especial el hombre:
«Todo cuanto es, es en Dios, y sin Dios nada puede ser ni concebirse» (Ética, I, XV). El
spinozismo, sin embargo, debe ser considerado más bien como un panenteísmo, porque para
el filósofo neerlandés todo está en Dios y el Ser supremo no se confunde ni con el mundo ni
con la totalidad de sus modos, al conservar Spinoza la distinción de orden escolástico entre
natura naturans (Dios como principio de ser y de su vida irreductible a todo viviente particular)
y la natura naturata, conjunto de modos infinitos y finitos. Estando constituido Dios por una
infinidad de atributos de los que sólo conocemos dos (el pensamiento y la extensión), la
metafísica spinoziana no puede interpretarse ni como un panteísmo materialista ni como un
panteísmo espiritualista, dado que en ella se dice es tanto res extensa como res cogitans. El
panteísmo de Spinoza ha sido objeto de numerosas críticas; una de las más destacadas es la
de Schelling que, según algún estudioso del tema, considera que Spinoza «anula la libertad y
la personalidad de Dios reduciéndolo a un mero objeto incapaz de relacionarse con el
mundo».2
Entrada la Edad Media, figuras como Escoto Eriúgena (810-877), Bernardo de Tours (+ 1150)
y, sobre todo, Juan Ekhart(1260-1327) claramente vieron la sustancia divina en los seres del
mundo. Marcadamente lo fueron también el místico iluminista Antonio Rosmini (1797-1855) y
acaso el genial antropólogo jesuita Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955) con sus
perspectivas teocósmicas del hombre y de la vida.
Protohistoria
El término protohistoria ("primera historia") se refiere a una fase no muy bien definida que se
situaría entre el final de la prehistoria y el principio de la historia antigua. Sus límites
temporales son algo difusos y se suelen encontrar varias interpretaciones:
Según la clásica, la protohistoria estudiaría a aquellos grupos humanos ágrafos de los que
se tienen noticias escritas gracias a fuentes indirectas contemporáneas: de los iberos o La
Tène, por ejemplo, nos dieron cuenta los escritores griegos y romanos. Esta definición
limita la protohistoria a la Segunda Edad del Hierro.
Para la escuela francesa, las sociedades protohistóricas europeas serían aquellas que se
desarrollaron a la vez de las que ya utilizaban la escritura en Oriente Próximo. Se trataría
así de una prehistoria reciente que abarcaría desde el Calcolítico a la Edad del Hierro.1
Por último, según una interpretación más moderna y amplia, estudiaría a aquellas
sociedades que se encontraban en la transición hacia la cultura escrita y, a su vez, en
proceso de formación del estado. En Europa, igualmente, haría referencia a la Edad de los
Metales, pero para el resto del mundo tendría unas connotaciones más dilatadas.
Dentro de este período en Europa se desarrollaron numerosas entidades políticas
semicentralizadas, que coincidieron con el inicio de la escritura y de lametalurgia. Esas
sociedades produjeron inicialmente documentos epigráficos breves y, posteriormente, crónicas
extensas, considerándose a partir de ese punto que entraron en la historia antigua.
Teocracia
La estela denominada "Código de Hammurabi", donde se justifican los poderes del rey babilónico,
particularmente los legislativos, por su relación con la divinidad.
Los sacerdotes judíos delTabernáculo. No hay que confundir la institución sacerdotal del Antiguo Israel,
atribuida a los levitas y presidida por elSumo Sacerdote de Israel, y la posterior institución de
los rabinos.1
Teocracia (del griego θεός [theós], ‘dios’ y κράτος [kratos], ‘poder’, ‘gobierno’: «gobierno de
Dios») es la forma de gobiernodonde los líderes gubernamentales coinciden con los líderes de
la religión dominante, y las políticas de gobierno6 son idénticas o están muy influidas por los
principios de la religión dominante. Generalmente, el gobierno afirma gobernar en nombre de
la divinidad, tal como especifica la religión local.
El DRAE definía "teocracia" como el ‘gobierno ejercido directamente por Dios’, y en una
segunda acepción: ‘Sociedad en que la autoridad política, considerada emanada de Dios, se
ejerce por sus ministros’.7 8 En la edición de 2014, escindió esa segunda acepción en dos,
ampliando esa posibilidad de ejercicio al indicar que "es ejercida directa o indirectamente por
unpoder religioso, como una casta sacerdotal o un monarca"; e introduciendo como tercera
acepción la posibilidad de denominar "teocracia" al país que tiene esta forma de gobierno.9
La utilización más antigua registrada del término “teocracia” se encuentra en el historiador
judeo-romano Flavio Josefo, quien aparentemente la acuña al explicar a los lectores gentiles
la organización de la comunidad judía de su época (el siglo I). Al contraponer esta con las
formas de gobierno definidas por los griegos clásicos —monarquías, oligarquías y
repúblicas— añade: “Nuestro legislador [Moisés] no tuvo en cuenta ninguna de estas formas,
sino que ordenó nuestro gobierno a lo que, con expresión forzada, podría llamarse una
teocracia [theokratian], al atribuir el poder y la autoridad a Dios, y persuadir a todo el pueblo de
que lo tuviera en cuenta como autor de todas las cosas buenas” (Contra Apión, libro II, 16).10
Por el contrario, en el cesaropapismo, el poder de un líder secular (un líder político -
César o emperador, rey o cualquier otro título de soberanía-) se impone, incluso en cuestiones
religiosas, sobre el que pudieran aspirar a tener o compartir, incluso en cuestiones terrenales,
los líderes religiosos (Papa o sumo sacerdote, o casta sacerdotal), subordinando la Iglesia al
Estado.11
Todas las monarquías tienen un componente sacral12 (de hecho, todas las formas de poder lo
tienen en mayor o menor medida, pues ha sido universalmente utilizado para la escenificación
del poder político)13 y muchas se definen como “divinas” en naturaleza (derecho divino de los
reyes) o están directamente relacionadas con una religión. Por ejemplo:
el zaro autócrata de Rusia con la Iglesia ortodoxa rusa, el rey de Inglaterra (que es, a su
vez, Cabeza o Gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra) con el anglicanismo, el rey
de Tailandia con el budismo, el emperador de China (considerado un ser divino cuyos
dominios se justificaban como la traslación terrenal de su "Celeste Imperio") con la religión
tradicional china, elrey de Bután con el lamaísmo, el emperador de Japón (considerado un
dios viviente hasta la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial -1945-) con
el sintoísmo, etc.
Han existido y existen muchos tipos de teocracias o pseudo-teocracias, algunos definidos con
términos como hierocracia(de hieros -"sagrado"-), eclesiocracia (de ecclesia -"iglesia"-)
o episcopocracia (de episcopus -obispo"-).14 Para designar la forma en la que
algunos regímenes constitucionales adoptan rasgos teocráticos se ha propuesto el concepto
de "teocracia constitucional".15
El clericalismo es la "influencia excesiva del clero en los asuntos políticos" o la "marcada
afección y sumisión al clero y a sus directrices";16 que, cuando afecta a las autoridades civiles
significa una teocracia o hierocracia en la práctica. El concepto contrario es el anticlericalismo;
que, cuando se ejerce sistemáticamente desde el gobierno puede significar una
verdaderapersecución religiosa.17
Jeroglífico
Se ha sugerido que este artículo o sección sea fusionado en Jeroglíficos
egipcios (discusión).
Una vez que hayas realizado la fusión de artículos, pide la fusión de historiales aquí.
Índice
1Jeroglíficos egipcios
o 1.1Uso a lo largo del tiempo
o 1.2Desaparición de los jeroglíficos
2Piedra de Rosetta
3Desciframiento de los jeroglificos egipcios
4Principios generales de la escritura jeroglífica egipcia
o 4.1Dirección de lectura
o 4.2Tipos de signos
4.2.1Ideogramas
4.2.2Fonogramas
o 4.3Ejemplo
5Bibliografía
6Notas y referencias
7Véase también
8Enlaces externos
Jeroglíficos egipcios[editar]
Alfabeto jeroglífico (unilíteros)
3 a Oclusiva-glotal-sorda
"A" española; Alephsemítica
Buitre egipcio
ỉ i Constrictiva-palatal-sonora
"I" española; yodsemítica.
Junco
y y Constrictiva-palatal-sonora
"Y" española (como en
o "yo"); yod doble
Pareja de juncos oTrazos
ˁ a Fricativa-farinjal-sonora
"A" corta; ayin semítica
Brazo
u u Constrictiva-bilabial-velar-sonora
"U" española
o Codorniz joven o su abreviatura
jeroglífica
b b Oclusiva-labial-sonora
"B" española
Parte inferior de la pierna
p p Oclusiva-labial-sorda
"P" española
Estera de juncos oTaburete
f f Fricativa-labiodental-sorda
"F" española
Víbora cornuda
m m Oclusiva-sonora-labial-nasal
"M" española
Búho
n n Oclusiva-sonora-dental-nasal
"N" española
Ondulaciones de agua
r r Líquida-vibrante-dental
"R" simple española
Boca
h h Aspirada-laringal-sorda
"J" sorda
Cabaña de juncos
ḥ h Aspirada-faringal-sorda
"J" sorda; ﺡárabe
Mecha retorcida
ẖ j Fricativa-mediopalatal-sorda
Más suave que "J" española
Estómago o Cola de animal
ḫ j Fricativa-velar-sorda
"J" española; خárabe
Placenta u Ovillo
s s Fricativa-sibilante-dental-sonora
"S" española
o Tela plegada o
Cerrojo de puerta
š sh Sibilante-prepalatal-sorda
"Ch" andaluza
Piscina
ḳ q Uvular-oclusiva-sorda
"Q" semítica
Ladera de colina
k k Oclusiva-velar-sorda-aspirada
"K" de kilo
Cesta con asa
g g Oclusiva-dorso-palatal-débil
"G" de gato
Jarra
t t Oclusiva-dental-sorda
"T" española aspirada
Panecillo
ṯ ch Oclusiva-dental-sorda
"Ch" de chapa
Cuerda anudada
d d Oclusiva-dental-débil
"D" sorda
Mano
ḏ dy Africada-prepalatal-débil
Sonido próximo a "DY"
Serpiente
Jeroglífico es un término que tiene su origen en dos palabras griegas: ἱερός (hierós)
"sagrado", y γλύφειν (glýphein) "escritura". Apenas los sacerdotes, los miembros de la realeza,
los altos cargos, y los escribas, conocían el arte de leer y escribir valiéndose de esas señales
"sagradas".
La escritura jeroglífica constituyó, probablemente, el sistema organizado de escritura más
antiguo del mundo, y era utilizada principalmente para inscripciones oficiales en las paredes
de templos y túmulos. Con el tiempo evolucionó hacia formas más simples, como el hierático,
una variante más cursiva que se podía pintar en papiros o placas de barro, y aún más tarde y
debido a la creciente influencia griega en el Cercano Oriente, la escritura evolucionó hacia
el demótico, fase en la que los jeroglíficos primigenios figuran bastante estilizados,
produciéndose la inclusión de algunos signos griegos en la escritura.
Uso a lo largo del tiempo[editar]
Los jeroglíficos fueron usados durante un período de 3.500 años para escribir la antigua
lengua del pueblo egipcio.
Existen inscripciones desde antes del año 3.000 a.C. hasta el 24 de agosto de 394, fecha
aparente de la última inscripción jeroglífica, en las paredes del templo de la isla de File.
Constituían una escritura monumental y religiosa, porque eran usados en las paredes de los
templos, túmulos, etc. Existen pocas evidencias de otras utilizaciones.
Durante los más de tres milenios en los fueron usados, los egipcios inventaron cerca de 6.900
signos. Un texto escrito en las épocas dinásticas no contenía más de 700 signos, pero hacia el
final de esta civilización ya eran usados millones de jeroglíficos, lo que complicaba mucho la
lectura; siendo estos uno de los factores que tornaron impráctico su uso y llevaron a su
desaparición.
Desaparición de los jeroglíficos[editar]
Con la invasión de diversos pueblos extranjeros a lo largo de su historia, la lengua escrita local
se fue alterando, incorporando nuevos elementos. Factores decisivos en la desaparición de
los jeroglíficos fueron la introducción de las lenguas griega y latina, producida por la conquista
de esos respectivos imperios. También el cristianismo, al negar las religiones
politeístas locales, contribuyó para que, hacia el siglo V d. C., el conocimiento de esta
escritura se perdiese. Todo lo que estaba relacionado con los antiguos dioses egipcios era
considerado pagano, y por lo tanto, prohibido.
Piedra de Rosetta[editar]
Piedra de Rosetta.
La piedra de Rosetta contiene un texto del Antiguo Egipto escrito en tres versiones,
jeroglíficos, griego antiguo y demótico egipcio. Es un gran bloque degranito, fácilmente
confundible con basalto. Este texto fue descubierto en 1799 por la expedición francesa
comandada por Napoleón Bonaparte cuando cruzaba la región de Rosetta, en Egipto. Ese
texto fue fundamental para descifrar el significado e interpretación de los jeroglíficos egipcios.
Esta tarea alcanzó razonable éxito en 1822 con el trabajo de Jean François Champollion, y en
1823 con el aporte de Thomas Young; ambos tenían profundos conocimientos de la lengua
griega, lo que aprovecharon para comparar el texto en dicho idioma con la versión en
jeroglíficos. El texto en cuestión se refiere a un decreto de Ptolomeo V Epífanes, del Egipto
ptolemaico. Hoy, la piedra se encuentra en el Museo Británico, en Londres, ya que fue cedida
por los franceses a las autoridades militares británicas en 1801, por el Tratado de
Capitulación.
Cronología
Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la
versión actual de este artículo o sección.
En la página de discusión puedes consultar el debate al respecto.
Cronología (del griego chronos, ‘tiempo’ y logos, ‘estudio’) es la ciencia cuya finalidad es
determinar el orden temporal de los acontecimientos históricos; forma parte de la disciplina de
la Historia.
El concepto también es utilizado en otras áreas del conocimiento del ser humano para
relatar hechos no históricos en orden cronológico.
Índice
[ocultar]
1Cronología
2Eras
o 2.1Antes de las Olimpiadas: Método de cronología griega
o 2.2Las Olimpiadas
o 2.3Era de la fundación de Roma
o 2.4Era de los cónsules
o 2.5Era juliana
o 2.6Era cristiana
2.6.1La corrección gregoriana
2.6.2Ciclo pascual
2.6.2.1Los regulares
2.6.2.2Llaves de las fiestas movibles
2.6.2.3Los concurrentes y las letras dominicales
2.6.2.4La epacta
2.6.2.5Principio del año
o 2.7Era astronómica
o 2.8Las indicciones
o 2.9Era mundana de Alejandría
o 2.10Era mundana de Antioquía
o 2.11Era de Constantinopla
o 2.12Era griega o de los seléucidas
o 2.13Era cesarea de Antioquia
o 2.14Era de España
o 2.15Era de Diocleciano
o 2.16Era de la Hégira o era musulmana
o 2.17Era de Abraham
o 2.18Era de Nabonasar
o 2.19Era de Tiro
o 2.20Era de Augusto o era ciática
o 2.21Era de la Ascensión
o 2.22Era de los armenios
o 2.23Era persa
o 2.24Era de los judíos
o 2.25Era americana
o 2.26Ciclo del Sol
o 2.27Ciclo de la Luna y el número áureo
o 2.28Otras eras
3Calendarios
o 3.1Calendario lunar perpetuo
o 3.2Calendario romano eclesiástico
o 3.3Calendario de los cuáqueros
o 3.4Calendario de la Primera República Francesa
o 3.5Calendario chino
4Otras divisiones del tiempo
5Véase también
6Referencias
7Enlaces externos
Jeroglífico
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egipcios (discusión).
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Índice
1Jeroglíficos egipcios
o 1.1Uso a lo largo del tiempo
o 1.2Desaparición de los jeroglíficos
2Piedra de Rosetta
3Desciframiento de los jeroglificos egipcios
4Principios generales de la escritura jeroglífica egipcia
o 4.1Dirección de lectura
o 4.2Tipos de signos
4.2.1Ideogramas
4.2.2Fonogramas
o 4.3Ejemplo
5Bibliografía
6Notas y referencias
7Véase también
8Enlaces externos
Jeroglíficos egipcios[editar]
3 a Oclusiva-glotal-sorda
"A" española; Alephsemítica
Buitre egipcio
ỉ i Constrictiva-palatal-sonora
"I" española; yodsemítica.
Junco
y y Constrictiva-palatal-sonora
"Y" española (como en
o "yo"); yod doble
Pareja de juncos oTrazos
ˁ a Fricativa-farinjal-sonora
"A" corta; ayin semítica
Brazo
u u Constrictiva-bilabial-velar-sonora
"U" española
o Codorniz joven o su abreviatura
jeroglífica
b b Oclusiva-labial-sonora
"B" española
Parte inferior de la pierna
p p Oclusiva-labial-sorda
"P" española
Estera de juncos oTaburete
f f Fricativa-labiodental-sorda
"F" española
Víbora cornuda
m m Oclusiva-sonora-labial-nasal
"M" española
Búho
n n Oclusiva-sonora-dental-nasal
"N" española
Ondulaciones de agua
r r Líquida-vibrante-dental
"R" simple española
Boca
h h Aspirada-laringal-sorda
"J" sorda
Cabaña de juncos
ḥ h Aspirada-faringal-sorda
"J" sorda; ﺡárabe
Mecha retorcida
ẖ j Fricativa-mediopalatal-sorda
Más suave que "J" española
Estómago o Cola de animal
ḫ j Fricativa-velar-sorda
"J" española; خárabe
Placenta u Ovillo
s s Fricativa-sibilante-dental-sonora
"S" española
o Tela plegada o
Cerrojo de puerta
š sh Sibilante-prepalatal-sorda
"Ch" andaluza
Piscina
ḳ q Uvular-oclusiva-sorda
"Q" semítica
Ladera de colina
k k Oclusiva-velar-sorda-aspirada
"K" de kilo
Cesta con asa
g g Oclusiva-dorso-palatal-débil
"G" de gato
Jarra
t t Oclusiva-dental-sorda
"T" española aspirada
Panecillo
ṯ ch Oclusiva-dental-sorda
"Ch" de chapa
Cuerda anudada
d d Oclusiva-dental-débil
"D" sorda
Mano
ḏ dy Africada-prepalatal-débil
Sonido próximo a "DY"
Serpiente
Jeroglífico es un término que tiene su origen en dos palabras griegas: ἱερός (hierós)
"sagrado", y γλύφειν (glýphein) "escritura". Apenas los sacerdotes, los miembros de la realeza,
los altos cargos, y los escribas, conocían el arte de leer y escribir valiéndose de esas señales
"sagradas".
La escritura jeroglífica constituyó, probablemente, el sistema organizado de escritura más
antiguo del mundo, y era utilizada principalmente para inscripciones oficiales en las paredes
de templos y túmulos. Con el tiempo evolucionó hacia formas más simples, como el hierático,
una variante más cursiva que se podía pintar en papiros o placas de barro, y aún más tarde y
debido a la creciente influencia griega en el Cercano Oriente, la escritura evolucionó hacia
el demótico, fase en la que los jeroglíficos primigenios figuran bastante estilizados,
produciéndose la inclusión de algunos signos griegos en la escritura.
Uso a lo largo del tiempo[editar]
Los jeroglíficos fueron usados durante un período de 3.500 años para escribir la antigua
lengua del pueblo egipcio.
Existen inscripciones desde antes del año 3.000 a.C. hasta el 24 de agosto de 394, fecha
aparente de la última inscripción jeroglífica, en las paredes del templo de la isla de File.
Constituían una escritura monumental y religiosa, porque eran usados en las paredes de los
templos, túmulos, etc. Existen pocas evidencias de otras utilizaciones.
Durante los más de tres milenios en los fueron usados, los egipcios inventaron cerca de 6.900
signos. Un texto escrito en las épocas dinásticas no contenía más de 700 signos, pero hacia el
final de esta civilización ya eran usados millones de jeroglíficos, lo que complicaba mucho la
lectura; siendo estos uno de los factores que tornaron impráctico su uso y llevaron a su
desaparición.
Desaparición de los jeroglíficos[editar]
Con la invasión de diversos pueblos extranjeros a lo largo de su historia, la lengua escrita local
se fue alterando, incorporando nuevos elementos. Factores decisivos en la desaparición de
los jeroglíficos fueron la introducción de las lenguas griega y latina, producida por la conquista
de esos respectivos imperios. También el cristianismo, al negar las religiones
politeístas locales, contribuyó para que, hacia el siglo V d. C., el conocimiento de esta
escritura se perdiese. Todo lo que estaba relacionado con los antiguos dioses egipcios era
considerado pagano, y por lo tanto, prohibido.
Piedra de Rosetta[editar]
Piedra de Rosetta.
La piedra de Rosetta contiene un texto del Antiguo Egipto escrito en tres versiones,
jeroglíficos, griego antiguo y demótico egipcio. Es un gran bloque degranito, fácilmente
confundible con basalto. Este texto fue descubierto en 1799 por la expedición francesa
comandada por Napoleón Bonaparte cuando cruzaba la región de Rosetta, en Egipto. Ese
texto fue fundamental para descifrar el significado e interpretación de los jeroglíficos egipcios.
Esta tarea alcanzó razonable éxito en 1822 con el trabajo de Jean François Champollion, y en
1823 con el aporte de Thomas Young; ambos tenían profundos conocimientos de la lengua
griega, lo que aprovecharon para comparar el texto en dicho idioma con la versión en
jeroglíficos. El texto en cuestión se refiere a un decreto de Ptolomeo V Epífanes, del Egipto
ptolemaico. Hoy, la piedra se encuentra en el Museo Británico, en Londres, ya que fue cedida
por los franceses a las autoridades militares británicas en 1801, por el Tratado de
Capitulación.
Cronología[editar]
Es un término que deriva de un vocabulario griego. Es una secuencia de hechos o
acontecimientos ordenados de acuerdo con las fechas en que se producen: el manual incluye
una cronología de cada etapa histórica
Eras[editar]
Artículo principal: Era (cronología)
Fue introducida durante el reinado de Ptolomeo Filadelfos por el historiador, nacido en Sicilia,
Timeo de Tauromenio que la adoptó en sus escritos por ser un modo de cómputo fácil y
seguro. La primera que se menciona es la de Coarebus, aunque nunca se usó en la vida civil,
sino en la historia.
El primer año de la era cristiana se considera como primer año de la olimpiada 195, pero como
los años de las Olimpiadas comenzaban con la primera luna llena, después del solsticio de
verano, hacia primeros de julio, que es donde empiezan a contarse las olimpiadas, resulta que
los primeros seis meses de un año de la era cristiana corresponden a los últimos seis meses
de un año de las Olimpiadas. Los últimos seis meses del mismo año cristiano, corresponden a
los primeros seis meses de otro año de las Olimpiadas.
Un ejemplo ilustrativo: cuando se dice que el primer año de la era cristiana corresponde al
primero de la 195 olimpiada, debe entenderse que corresponden solamente a los primeros
seis meses del primer año. Los primeros seis meses del primer año de nuestra era
corresponden a los últimos seis meses del cuarto año de la olimpiada anterior, 194. Así el
segundo año de la olimpiada 195 comenzó el 1º de julio del año 2 d. C.
Era de la fundación de Roma[editar]
Hacía ya seis siglos que existía Roma sin que nadie hubiese pensado investigar la época de
su fundación.
Catón el Viejo (siglo II a. C.) afirmó que Roma se habría fundado en el año segundo de la
séptima olimpiada: 752 a. C.
Marco Terencio Varrón ―contemporáneo de Augusto― dijo que Roma se habría fundado
en el año cuarto de la sexta olimpiada: 753 a. C. Los emperadores romanos adoptaron
este número.
Polibio: 751 a. C.
Fabio Pictor: 747 a. C.
Usher: 748 a. C.
Isaac Newton en 627 a. C.
Plutarco, Tácito, Dion, Aulo Gelio, Censorino, Baronio, Cicerón, Tito Livio y Plinio vacilaron
entre los cómputos de Catón y de Varrón.
Existe un cómputo medio que es el de los mármoles capitolinos, resto de las Doce Tablas que
Verrio Flaco, liberto de Augusto, sitúa, según Suetonio, en un edificio hemicíclico que había
hecho construir en Penestra.
La era Anno Urbis Conditae (como la era Anno Domini) todavía no existió en antigüedad como
un sistema cronológico de años civiles numerados. La era de Roma nunca se empleó en las
leyes, los actos públicos, ni en las inscripciones monumentales, habiendo sido usada
solamente por historiadores. Fue usada sistemáticamente hacia 400 por primera vez, a saber
por el historiador ibérico Orosio (que, como Varrón, sitúa la fundación de Roma en 753 a. C.).
Según los historiadores modernos, Roma habría sido fundada en el siglo VII a. C. (entre el año
700 y el 601 a. C.).
Era de los cónsules[editar]
Los romanos para su cómputo civil se servían de la Era de los cónsules y los nombres de los
dos primeros magistrados de la república servían de fecha a todos los actos del gobierno,
fuesen exteriores o interiores.
Hablando con rigor no se puede considerar una era, porque no existe punto de partida desde
donde contar los años, al no referirse a una época concreta el primero de aquella serie de
nombres.
Julio César también dividió los meses en el número de días que aún se conservan y el
calendario romano dividido en calendas, nonas e idus, se usó en la mayoría de los
documentos públicos de Europa por espacio de muchos siglos y su significado era el
siguiente:
Esta regla de calendas, nonas e idus está comprendida en el siguiente dístico: Sex Majus
nonas, October, Julius et Mars Quatuor at reliqui dabit idus quidilibet octo.
Cuando queremos adaptar nuestra cronología a la de los latinos, añadamos un día, si nos
referimos a las nonas e idus, y dos si nos referimos a las calendas. Cuando adaptamos su
cronología a la nuestra, quitamos los mismos días en iguales épocas. Con respecto a aquellas
tres épocas, contaban los días hacia atrás, restando, enumerando los que faltaban para su
cumplimiento, poniendo en ablativo el día de la fecha, como tiempo fijo y determinado y en
acusativo la época a que se referían, elidiendo die ante. En latín clásico, sin embargo, era más
frecuente la expresión "ante diem (quintum) (kalendas, nonas, idus)", todo en acusativo.
Calendis, nonis, idibus Aprilis, es decir, en las calendas, nonas, e idus de abril;
Tertio (die ante) nonas Aprilis, el 3 de abril;
Ante diem V idus Apriles" el día quinto antes de los idus, es decir, el día 9º;
Decimo calendas maji, el décimo antes de las calendas de mayo, el 22 de abril.
El día que precede o sigue a alguna de las tres épocas, se expresaba con la preposición pridie
y postridie, y lo vemos en algunos ejemplos, como los siguientes:
Postridie idus julii, era el día después de los idus de julio, es decir el día 16;
Pridie calendas maji, era el 30 de abril.
Los nombres de los meses romanos eran los mismos que los de la cultura occidental. El mes
de julio se llamaba quintilis hasta la llegada de Julio Cesar al poder que cambió el nombre de
julio. Agosto se llamaba sextilis hasta la llegada al poder de Octavio Augusto que cambió al
nombre de agosto.
Por espacio de 37 años, desde la muerte del dictador Julio Cesar, se cometió un error grave
en el calendario romano, contando un año bisiesto, cada tres, en lugar de cada cuatro años,
como si cada año constase de 365 días y 8 horas. Cuando se descubrió este error habían
transcurrido trece intercalaciones en lugar de diez y el año comenzaba con tres días de
retraso.
Se necesitó corregir otra vez el cómputo y mandar que cada uno de los doce años siguientes
contuviese 365 días, sin fracción de horas y que no hubiera año bisiesto hasta el año de Roma
760º, que correspondía al 7º de nuestra era.
Desde entonces se han seguido haciendo cálculos de los años sin error y las naciones
occidentales cristianas han adoptado la corrección juliana, aún después de generalizada la
adopción del supuesto nacimiento de Jesucristo, como principio de la época.
Para calcular el año de Roma respecto al año, antes o después de Jesucristo, si el de Roma
es menor de 754, se deduce del mismo guarismo y el resto es el año que se busca. Si el año
de Roma es menos de 754, se deduce de su número la cifra 753 y el resto será el año de
Jesucristo.
Tradición es cada una de aquellas pautas de convivencia que una comunidad1 considera
dignas de constituirse como una parte integral de sus usos y costumbres. La tradición suele
versar genéricamente sobre el conocimiento y también sobre principios o fundamentos
socioculturales selectos, que por considerarlos especialmente valiosos o acertados se
pretende se extiendan al común, así unas generaciones los transmitirán a las siguientes a fin
de que se conserven, se consoliden, se adecúen a nuevas circunstancias. También se
llama tradición a los patrones que pueden formar idiosincrasias, como las tradiciones: egipcia,
griega, romana, etc. El cambio social altera el conjunto de elementos que forman parte de la
tradición.
También se emplea la locución tradición popular para aludir a
los valores, creencias, costumbres y formas de expresión artística característicos de una
comunidad, en especial a aquellos que se transmiten por vía oral. Lo tradicional coincide así,
en gran medida, con la cultura y el folclore o la sabiduría popular, como en losrefraneros.
Índice
[ocultar]
1Etimología
2René Guénon
3Vicente Aleixandre
4Citas
5Véase también
6Enlaces externos
Etimología[editar]
La palabra proviene del sustantivo latino traditio, y éste a su vez del verbo tradere, «entregar».
René Guénon[editar]
La palabra tradición tiene un sentido particular en los escritos del metafísico francés René
Guénon. Con ella alude Guénon a contenidos y prácticas trasmitidos durante siglos que
mantienen abierta una vía de acceso a la verdad absoluta del hombre y la relación de este con
Dios y la creación. Esta Tradición es única para toda la humanidad (Traditio perennis), y se
manifiesta de forma superficialmente distinta en los diferentes pueblos y religiones, variando
según el contexto, pero manteniendo siempre intacta la parte interior o esotérica que es
inalterable e incomunicable (pues precisa de la propia experiencia o iniciación). La cadena se
rompe con la época moderna, en la que se pierde (se esconde) la Tradición verdadera y solo
persisten sucedáneos (a vistas de los no iniciados) que no remiten a ninguna realidad
trascendente, pues se trata sólo de manifestaciones físicas reproducibles, y no de realidades
interiores que se externalizan a través de múltiples formas, ajustándose a los límites
establecidos por la misma tradición.
Vicente Aleixandre[editar]
La visión conservadora de la tradición ve en ella algo que preservar de manera fiel y acrítica.
Desde una perspectiva abierta al cambio se aprecia, por el contrario, que la vitalidad de una
tradición depende de su capacidad para renovarse, pudiendo modificar su forma para
adaptarse a nuevas circunstancias, sin perder por ello su sentido.
El poeta Vicente Aleixandre destaca esta capacidad creadora de la tradición al escribir en su
discurso de recepción del premio Nobel: Tradición y revolución. He ahí dos palabras idénticas.
Preámbulo (derecho)
Se denomina preámbulo, en la forma de Derecho, a la parte del derecho expositiva que
antecede a la normativa de una constitución, ley o reglamento. También puede denominarse
«exposición de motivos» o «considerandos».
En la Argentina el preambulo actual es : nosotros delegación de Argentina, union en congreso
general por voluntad and eleccion de la unión, si para pacto prexistir y asociar seguridad para
nosotros y nuestra proestrella , summoing? dios perdón y justicia , nosotros enviamos este
papel a la nación argentina
Aunque no existe unanimidad al respecto, existe una corriente más o menos mayoritaria que
sostiene que el preámbulo no forma parte de la norma ni es obligatorio, pero es de uso
habitual y puede ser utilizado para el análisis o interpretación de la norma.
La razón de ser del preámbulo deriva de la necesidad de evitar la arbitrariedad en la sanción
de las normas y en la obligación de legislador de exponer las razones que han llevado a su
sanción y las finalidades de la misma. Por su naturaleza, el preámbulo toma muchas veces la
característica de un programa a ser realizado por la norma que le sigue.
Tradicionalmente se ha sostenido que el preámbulo no tiene una validez normativa
propiamente dicha.1 No es de obligado cumplimiento, ni los jueces o tribunalesdeben acatarlo
como el resto del articulado de la norma.1 Por ese motivo, el preámbulo da una cierta
flexibilidad al legislador, y le permite exponer puntos de vista políticos o coyunturales que en la
norma concreta no es posible incluir.
La jurisprudencia de diferentes países ha interpretado de diferente manera el alcance del
preámbulo de la Constitución, aunque existe una tendencia a sostener que, en sí mismo,
carece de valor normativo. El Tribunal Constitucional de España resolvió en fallo del 4 de
octubre de 1990 que «los preámbulos o exposiciones de motivos carecen de valor normativo»
y por tanto «no pueden ser objeto de un recurso de inconstitucionalidad».2 Pero el Tribunal
Constitucional de Colombiaestableció en un fallo de 6 de agosto de 1992, en un sentido
distinto, que «el preámbulo hace parte integrante de la Constitución», y que si una ley viola los
fines o principios allí establecidos, esa ley es inconstitucional.3
Sin embargo, decir que el preámbulo no tiene ninguna validez no es del todo cierto. Después
de muchos años de controversia jurídica, la doctrina ha terminado por entender que el
preámbulo es una fuente interpretativa muy importante para poder aplicar una interpretación
teleológica de la norma. Esto quiere decir que si el órgano jurisdiccional debe interpretar la ley
en el sentido en la que el legislador la dictó, la fuente más fiable para entender ese sentido o
finalidad se encuentra en el mismo preámbulo, dado que es el mismo legislador quien lo ha
redactado.
Cosmología
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación
acreditada. Este aviso fue puesto el 15 de julio de 2014.
Puedes añadirlas o avisar al autor principal del artículo en su página de discusión
pegando: {{subst:Aviso referencias|Cosmología}} ~~~~
El Hubble Ultra Deep Field. Casi todos los puntos de luz en esta imagen son todos una galaxia. Esto es
sólo una pequeña región de un universo que podría contener hasta 200 mil millones de galaxias.
Índice
[ocultar]
1Contexto
2Cosmología física
o 2.1El Big Bang
o 2.2Cosmologías alternativas
3Cosmología religiosa
4Cosmología filosófica
5Véase también
6Bibliografía
7Enlaces externos
Contexto[editar]
La palabra «cosmología» fue utilizada por primera vez en 1731 en la Cosmología
generalis de Christian Wolff, el estudio científico del universo tiene una larga historia, que
involucra a la física, la astronomía, la filosofía, el esoterismoy la religión.
El nacimiento de la cosmología moderna puede situarse en 1700 con la hipótesis de que
las estrellas de la Vía Lácteapertenecen a un sistema estelar de forma discoidal, del cual el
propio Sol forma parte; y que otros cuerpos nebulosos visibles con el telescopio son sistemas
estelares similares a la Vía Láctea, pero muy lejanos.
Cosmología física[editar]
Artículo principal: Cosmología física
Cosmología física se entiende por el estudio del origen, la evolución y el destino del Universo
utilizando los modelos terrenos de la física. La cosmología física se desarrolló como ciencia
durante la primera mitad del siglo XX como consecuencia de los acontecimientos detallados a
continuación:
1915-1916. Albert Einstein formula la teoría general de la relatividad, que será la teoría
marco de los modelos matemáticos del universo. Al mismo tiempo formula el primer
modelo matemático del universo conocido como universo estático donde introduce la
famosa constante cosmológica y la hipótesis conocida como principio cosmológico, que
establece que el universo es homogéneo e isótropo a gran escala, lo que significa que
tiene la misma apariencia general observado desde cualquier lugar.
1916-1917. El astrónomo Willem de Sitter formula un modelo estático de universo vacío
de materia con la constante cosmológica donde los objetos astronómicos alejados tenían
que presentar corrimientos al rojo en sus líneas espectrales.
1920-1921. Tiene lugar el Gran Debate entre los astrónomos Heber Curtis y Harlow
Shapley que estableció la naturaleza extragaláctica de las nebulosas espirales cuando se
pensaba que la Vía Láctea constituía todo el universo.
1922-1924. El físico ruso Alexander Friedmann publica la primera solución matemática a
las ecuaciones de Einstein de la relatividad general, que representan a un universo en
expansión. En un artículo de 1922 publica la solución para un universo finito y en 1924 la
de un universo infinito.
1929. Edwin Hubble establece una relación lineal entre la distancia y el corrimiento al
rojo de las nebulosas espirales que ya había sido observado por el astrónomo Vesto
Slipher en 1909. Esta relación se conocerá como Ley de Hubble.
1930. El sacerdote y astrónomo belga Georges Édouard Lemaître esboza su hipótesis del
átomo primitivo donde sugería que el universo había nacido de un solo cuanto de energía.
1931. Milton Humason, colaborador de Hubble, dio la interpretación de los corrimientos al
rojo como efecto Doppler debido a la velocidad de alejamiento de lasnebulosas espirales.
1933. El astrónomo suizo Fritz Zwicky publicó un estudio de la distribución de
las galaxias sugiriendo que estaban permanente ligadas por su mutua atracción
gravitacional. Zwicky señaló sin embargo que no bastaba la cantidad de masa realmente
observada en la forma de las galaxias para dar cuenta de la intensidad requerida
del campo gravitatorio. Se introducía así el problema de la materia oscura
1948. Herman Bondi, Thomas Gold y Fred Hoyle proponen el modelo de estado
estacionario, donde el universo no solo tiene la misma apariencia a gran escala visto
desde cualquier lugar, sino que la tiene vista en cualquier época.
1948. George Gamow y Ralph A. Alpher publican un artículo donde estudian las síntesis
de los elementos químicos ligeros en el reactor nuclear que fue el universo primitivo,
conocida como nucleosíntesis primordial. En el mismo año, el mismo Alpher y Robert
Herman mejoran los cálculos y hacen la primera predicción de la existencia de la radiación
de fondo de microondas.
1964. Arno Penzias y Robert Woodrow Wilson de los laboratorios Bell descubren la señal
de radio que fue rápidamente interpretada como la radiación de fondo de microondas que
supondría una observación crucial que convertiría al modelo del Big Bang (o de la Gran
Explosión) en el modelo físico estándar para describir el universo. Durante el resto del
siglo XX se produjo la consolidación de este modelo y se reunieron las evidencias
observacionales que establecen los siguientes hechos fuera de cualquier duda razonable:
El universo está en expansión, en el sentido de que la distancia entre cualquier par de
galaxias lejanas se está incrementando con el tiempo.
La dinámica de la expansión está con muy buena aproximación descrita por la teoría
general de la relatividad de Einstein.
El universo se expande a partir de un estado inicial de
alta densidad y temperatura donde se formaron los elementos químicos ligeros,
estado a veces denominado Big Bang o Gran Explosión.
El Big Bang[editar]
Artículo principal: Teoría del Big Bang
A pesar de que el modelo del Big Bang o «La Gran Explosión», es un modelo teórico
observacionalmente bastante robusto y ampliamente aceptado entre la comunidad científica,
hay algunos aspectos que todavía quedan por resolver:
Se desconoce qué ocurrió en los primeros instantes tras el Big Bang. La respuesta se
busca mediante el estudio del universo temprano, una de cuyas metas es encontrar la
explicación a una posible unificación de las cuatro fuerzas fundamentales (fuerte, débil,
electromagnética y gravitacional).
No existe un modelo definitivo de la formación de las estructuras actuales, a partir del Big
Bang. La respuesta se busca mediante el estudio de la formación y evolución de las
galaxias y la inflación cósmica.
Queda por saber a qué se debe el hecho de que el universo se expanda
con aceleración (Véase Aceleración de la expansión del universo).
No se sabe cuál es el destino final del universo.
Se desconoce en su mayor parte la naturaleza de la materia oscura y la energía oscura.
En el momento después del Big Bang las partículas elementales aparecieron, los quarks
arriba en los protones y los quarks abajo en los neutrones, y no se conoce la proporción
entre protones y neutrones, estas partículas están hechas por dos quarks con la misma
carga eléctrica, no se habrían podido unir gracias a la interacción electromagnética, es
inútil recurrir a la interacción nuclear fuerte, pues ésta solo tiene un alcance del tamaño
máximo de un núcleo atómico y además porque la interacción electromagnética tiene un
alcance gigantesco y si el universo se agrandó en un solo segundo cien octillones de
veces, en este brevísimo lapso de tiempo la interacción nuclear fuerte no podría unir la
casi totalidad (si no es la totalidad) de los quarks.
Metáfora
La metáfora (del latín metaphŏra, y éste a su vez tomado del griego μεταφορά; propiamente
‘traslado’, ‘desplazamiento’; derivado de metapheró ‘yo transporto’) es el desplazamiento de
significado en los términos con una finalidad estética. Su estudio se remonta a la Poética y
la Retórica de Aristóteles.
En el campo de la Literatura, se le ha clasificado como un tropo que permite la descripción de
algo mediante una semejanza por analogía. Por ejemplo, Miguel de Cervantes en el capítulo
XIII de la primera parte de Don Quijote de la Mancha, construye la descripción de Dulcinea a
partir de un conjunto de metáforas:
Que sus cabellos son de oro, su frente de campos elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos soles, sus
mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes, alabastro su cuello, mármol su pecho, marfil sus
manos, su blancura nieve (....)1
Cada par de elementos comparten una semejanza que permite la idealización de la belleza de
Dulcinea: ojos con soles, mejillas con rosas, labios con el color del coral, perlas con dientes, y
la blancura de la piel se expresa mediante elementos como el mármol y la nieve.
La metáfora consiste en un tipo de analogía o asociación entre elementos que comparten
alguna similitud de significado para sustituir a uno por el otro en una misma estructura. Una
metáfora expone dos cosas en conjunto que permiten la sugerencia a compararse e
interpretarse como un solo concepto. Se encuentra básicamente en todos los campos del
conocimiento, puesto que responde a convenciones semánticas dadas por una cultura, que
están implícitas en el lenguaje. Al conjunto de metáforas en una misma estructura, se le
nombra metáfora continuada o alegoría.
El término es importante tanto en teoría literaria (En la retórica tradicional donde define a
un tropo de dicción, y también en estudios recientes que la ubican como elemento
fundamental para entender el discurso narrativo bajo una
perspectiva hermenéutica y fenomenológica); y en lingüística (donde es una de las principales
causas de cambio semántico).
Epíteto
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Epíteto (del griego ἐπίθετον epítheton, neutro de ἐπίθετος epíthetos, ‘agregado’) es el adjetivo
calificativo que resalta las características y cualidades de un sustantivo (el frío en la nieve,
el calor en el fuego, la humedad en el agua, entre otros.), sin distinguirlo de los demás de su
grupo. Son muy frecuentes acompañando nombres de divinidades, reyes o personajes
históricos, tales como Atenea «Partenos» (Atenea «Virgen»), Alejandro «Magno», Alfonso
X «el Sabio» o febe (dios titánide).
Los epítetos expresan cualidades que todo el mundo puede distinguir (en terminología
tradicional, «adjetivos calificativos»), limitándose a describir al referente (me gustan las
motos grandes) o a definirlo (me gusta la moto grande).
Por el contrario, los epítetos subjetivos expresan la propia consideración subjetiva del
hablante, fruto de su valoración en lugar de la experiencia. Esta actitud puede dividirse en dos
subclases principales, la de los epítetos apreciativos (un gol magnífico) y la de los peyorativos
(una película horrible).
En castellano, un tipo muy frecuente es el epithetum constans, que conviene intrínsecamente
al sustantivo (la blanca nieve), pero cuya definición no debe extenderse a todo el término
«epíteto».
Ciertos adjetivos pueden expresar, dependiendo del contexto o su supuesta posición respecto
al nombre al que acompañan, tanto la actitud del hablante como un intento de expresión
objetiva de éste (una mujer pobre / una pobre mujer).
En contraste con los epítetos se encuentran los adjetivos llamados por la gramática funcional
«clasificadores». Como ejemplo: «Los actuales representantessindicales mexicanos».
Pueden distinguirse de los epítetos porque no admiten grados de comparación o de intensidad
(un castillo muy medieval) y tienden a estar semánticamente unidos al nombre (por ejemplo:
«valor catastral», en contraste con otros valores, como el sentimental, y que no admite, en su
contexto, otra forma de clasificación).
En castellano, es frecuente que el epíteto se anteponga al nombre (frío hielo en lugar de hielo
frío), aunque no suceda siempre:
blanco tu ardiente fuego y frío hielo...
―Fernando de Herrera, Sonetos.
al acero valiente, al mármol frío...
―Francisco de Quevedo.
Por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba…
Renacimiento
Para otros usos de este término, véase Renacimiento (desambiguación).
Hombre de Vitruvio, dibujo de Leonardo da Vinci, expresión del canon estético renacentista.
Índice
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1Aspectos generales
o 1.1Contexto histórico
o 1.2Definición
o 1.3Estética
2Arte
o 2.1Etapas
o 2.2Italia
2.2.1Arquitectura
2.2.2Pintura
2.2.3Escultura
o 2.3España
o 2.4Francia
o 2.5Alemania
o 2.6Flandes y Países Bajos
o 2.7Otros países
o 2.8Arte colonial hispanoamericano
o 2.9Artes gráficas y decorativas
o 2.10Jardinería
3Literatura
4Teatro
5Música
6Danza
7Filosofía
8Ciencia
9Vida y costumbres
10Véase también
11Referencias
12Bibliografía
13Enlaces externos
Aspectos generales[editar]
Contexto histórico[editar]
Artículo principal: Edad Moderna
Imprenta europea del siglo XV. La difusión de la cultura gracias a la imprenta fue una de las principales
causas dinamizadoras de la nueva corriente cultural renacentista.
El Renacimiento marca el inicio de la Edad Moderna, un período histórico que por lo general
se suele establecer entre eldescubrimiento de América en 1492 y la Revolución francesa en
1789, y que, en el terreno cultural, se divide en el Renacimiento (siglos XV y XVI) y
el Barroco (siglos XVII y XVIII), con subdivisiones como el manierismo, el rococó y
elneoclasicismo. Otros historiadores sitúan la fecha de inicio en 1453, caída
de Constantinopla, o bien remarcan un hecho trascendental como la invención de
la imprenta (hacia 1440 aproximadamente, de la mano de Johannes Gutenberg).2
Los antecedentes históricos del Renacimiento cabe situarlos en la decadencia del mundo
medieval ocurrida a lo largo del siglo XV por diversos factores, como el declive del Sacro
Imperio Romano Germánico, el debilitamiento de la Iglesia católicaa causa de los cismas y los
movimientos heréticos —que darían origen a la Reforma protestante—, la profunda crisis
económica derivada del anquilosamiento del sistema feudal, y la decadencia de las artes y las
ciencias, lastradas por unateología escolástica sumida en el escepticismo.3
Frente a esta decadencia, los principales centros académicos europeos buscaron regenarse a
través del retorno a los valores de la cultura clásica grecorromana. A su vez, comenzó a
fraguarse una nueva sociedad fundamentada en el auge de los nuevos estados centralizados,
con poderosos ejércitos y administraciones burocratizadas —inicio del autoritarismo
monárquico preconizado por Maquiavelo—, así como en el crecimiento demográfico y una
economía centrada en una nueva clase social emergente, la burguesía, que puso los
cimientos del capitalismo y una economía mercantil y preindustrial; todo ello coadyuvado por
el progreso técnico y científico experimentado durante este período, fundamentado en la
imprenta y la consiguiente velocidad de difusión de las novedades.4 Surgió así una visión del
mundo másantropocéntrica, desligada de la religión y el teocentrismo medieval, en la que el
hombre y los avances científicos supondrán la nueva forma de valorar el mundo:
el humanismo, un término inicialmente aplicado a los especialistas en disciplinas grecolatinas
(derecho, retórica, teología y arte), que se haría extensivo a filósofos, artistas, científicos y
cualquier estudioso de las diversas ramas del conocimiento que comenzaron entonces a
aglutinarse en un concepto de cultura general.3
En Italia, el epicentro de la cultura renacentista, la división del territorio en ciudades-estado
con diferentes regímenes políticos —repúblicas como Florencia oVenecia, estados
monárquicos como Milán y Nápoles o el dominio papal en Roma— propició el ascenso de una
élite económica que patrocinó la cultura y el arte como instrumentos de propaganda del
estado, cada uno rivalizando con los demás en magnificencia y esplendor. La educación se
volvió más accesible, dejando de estar circunscrita al clero, y se favoreció el debate
intelectual, con la fundación de universidades y el patrocinio de la literatura.5
Por su parte, el siglo XVI estaría marcado por los grandes descubrimientos geográficos
iniciados con la llegada de Colón a América en 1492 (establecimiento de laruta del
Cabo por Vasco da Gama, 1498; vuelta al mundo de Magallanes, 1519-1521; desembarco
de Cortés en México, 1519; conquista de Perú por Pizarro, 1530-1533), así como por la
ruptura de la unidad cristiana causada por la Reforma protestante de Martín Lutero (1520), el
desarrollo de la ciencia y la técnica (Nova Scientia de Tartaglia, 1538; De
revolutionibus de Copérnico, 1543; Anatomía de Vesalio, 1543) y la expansión del humanismo
(Erasmo de Róterdam,Giovanni Pico della Mirandola, Ludovico Ariosto, Tomás Moro, Juan
Luis Vives, François Rabelais).3
Definición[editar]
La Fornarina, pintura de Rafael, expuesta en el Palacio Barberini de Roma. En el Renacimiento se
afianza el retrato como género autónomo. Aquí se aprecia además el interés por el desnudo, procedente
del arte clásico, dando como resultado una imagen heroicade la dama representada.
El término «Renacimiento» procede del italiano Rinascita y fue acuñado por el artista e
historiador Giorgio Vasari en sus Vidas(1542–1550), en alusión al renacer de la cultura
clásica tras el oscurantismo medieval. Como tal, supone un fenómeno tanto social como
político y cultural que abarcó todo el continente europeo durante los siglos XV y XVI.3 En la
historiografía moderna, la primera definición del Renacimiento procede del historiador
francés Jules Michelet (La Renaissance, 1855),6 mientras que la visión actual del mundo
renacentista fue forjada por Jacob Burckhardt en su ensayo La cultura del Renacimiento en
Italia(1860).4
Aunque se suele situar el inicio del Renacimiento en el siglo XV numerosos historiadores lo
retrotraen al siglo XIV o aún al XIII, a la obra de algunos artistas considerados precursores,
como Cimabue y Giotto en pintura o Nicola Pisano en escultura. Estos sentaron las bases de
los primeros artistas plenamente renacentistas en la Florencia del primer cuarto del siglo XV,
como el pintor Masaccio, el escultor Donatello o el arquitecto Brunelleschi, todos ellos
interesados en el naturalismo, la armonía y las proporciones matemáticas. 7
En este clima cultural de renovación, basado en modelos de la antigüedad clásica, surgió a
principios del siglo XV un movimiento artístico en Italia de gran vitalidad, que se extendería de
inmediato a otros países de Europa.8 El artista tomó conciencia de individuo con valores
intrínsecos, se sintió atraído por la cultura y el saber en general, y comenzó a estudiar los
modelos de la antigüedad, a la vez que estudiaba disciplinas como la anatomía e investigaba
nuevas técnicas, como elclaroscuro y la perspectiva, desarrollándose enormemente las formas
de representar el mundo natural con fidelidad. El paradigma de esta nueva actitud
es Leonardo da Vinci, quien se interesó por múltiples ramas del saber, pero del mismo
modoMiguel Ángel Buonarroti, Rafael Sanzio, Sandro Botticelli y Bramante fueron artistas
conmovidos por la imagen de la antigüedad y preocupados por desarrollar nuevas técnicas
escultóricas, pictóricas y arquitectónicas, así como por la música, la poesía y la nueva
sensibilidad humanística.9
No cabe duda de que el Renacimiento evolucionó en buena medida del arte medieval, una
parte del cual no había dejado de valorar e imitar el arte clásico; pero el artista renacentista
buscó imperiosamente distanciarse de la etapa posterior, a la que menospreciaban por su
supeditación a los valores religiosos y por su estilo antinaturalista, proveniente no de una falta
de habilidad técnica en imitar a la naturaleza, sino de una voluntad propia de eludirla para
enfatizar otros valores más subjetivos, ligados a la espiritualidad. Sin embargo, el propio
artista renacentista no valoró este hecho y se sintió distinto, «renacido»; así, Lorenzo
Valla llegó a afirmar que no sabía por qué las artes «habían decaído hasta tal punto, y casi
muerto; ni tampoco por qué habían resurgido en esa época; apareciendo y triunfando tantos
buenos artistas y escritores».10
David (1440), de Donatello,Museo Nazionale del Bargello,Florencia. En esta obra se representa un
personaje bíblico como un héroe de la Antigüedad clásica, una clara muestra del nuevo concepto
renacentista del arte.
Buena parte del surgimiento de esta nueva escala de valores, en que artistas y literatos serán
exaltados por encima de personajes de noble cuna, proviene del sistema de ciudades-estado
italianas de tipo republicano, alejadas así de los modos autoritarios de la aristocracia y el
clero, con sociedades en que se valoraba más el mérito propio que no el proveniente del
nacimiento en una determinada estirpe. En esta nueva sociedad se valora más la virtud cívica
que la caballeresca o contemplativa, el talento personal —fuese en los negocios, la ciencia o
el arte— que el rancio abolengo.11
Conviene remarcar que un factor que coadyuvó enormemente al éxito de las nuevas teorías
artísticas fue el mecenazgo, tanto de ciudades y entidades de diversa índole como de
personajes provenientes tanto de la aristocracia y el clero como de la nueva burguesía
emergente. Para estos personajes, el patronazgo de la cultura era una señal de poder y
estatus social, que otorgaba a quien lo ejercía prestigio y ostentación frente a sus semejantes.
Algunos de los mecenas más distinguidos fueron: el florentino Lorenzo de Médicis, apodado
«el Magnífico»; Federico da Montefeltro, duque de Urbino; Ludovico Gonzaga,marqués de
Mantua; Alfonso el Magnánimo, rey de Nápoles; Francesco y Ludovico Sforza, duques de
Milán; además de los papas y cardenales de la Iglesia.12
El artista renacentista es heredero de los preceptos de la cultura clásica, pero los reiterpreta a
través del humanismo, reafirmando los valores intrínsecos del mundo perceptible y del ser
humano como parte de esa realidad sensible. Aunque no renuncia a la religión y los valores de
la realidad cristiana, da preponderancia a esta nueva visión humanística por encima de la
trascendencia religiosa. Así, a la visión estática del universo preponderante durante la Edad
Media se sucede una visión dinámica que se sustenta en la exprimentación y en la
revalidación del método científico como fuente de conocimiento.13 Por otro lado, los nuevos
valores supremos del artista serán la belleza y la armonía, desligadas de la religión y
sustentadas en el estudio de la naturaleza, que a través de la medida y la proporción otorgan
al artista nuevas herramientas para realizar sus obras.14
Mientras surgía en Florencia el Quattrocento o Primer Renacimiento italiano —así llamado por
desarrollarse durante los años de 1400 (siglo XV)—, originado por la búsqueda de
los cánones de belleza clásicos y de las bases científicas del arte, se produjo un fenómeno
similar y coetáneo en Flandes —especialmente en pintura—, basado principalmente en la
observación de la naturaleza. Este Primer Renacimiento tuvo gran difusión en la Europa
Oriental: la fortaleza moscovita del Kremlin, por ejemplo, fue obra de artistas italianos.9
La segunda fase del Renacimiento, o Cinquecento (siglo XVI), estuvo marcada por la
hegemonía artística de Roma, cuyos papas (Julio II, León X, Clemente VII yPablo III, algunos
de ellos pertenecientes a la familia florentina de los Médici) apoyaron fervorosamente el
desarrollo de las artes, así como la investigación de la antigüedad clásica. Sin embargo, con
las guerras de Italia (saco de Roma en 1527), muchos de estos artistas emigraron y
conllevaron la propagación de las teorías renacentistas por toda Europa.9
Así, a lo largo del siglo XVI el Renacimiento italiano se extendió por toda Europa,
desde Portugal hasta Escandinavia, y desde Francia hasta Rusia. Muchos artistas viajaron en
busca de formación o mecenazgo, y las grandes cortes europeas —
como Fontainebleau, Madrid, Praga o Dresde— se llenaron de artistas de múltiples
nacionalidades. Se valoraba especialmente a los artistas italianos, pero numerosos
extranjeros que fueron a formarse a Italia adquirieron así una nueva reputación. Un factor
coadyuvante de la difusión del nuevo arte fue el grabado, cuya fabricación en serie permitió
expandir las obras de los artistas por todo el continente.15 También aumentó
considerablemente el mercado del arte, y la labor de los marchantes fue esencial para
conectar a artistas y compradores; uno de los mayores centros de mercado del arte de la
época fue Amberes.16 También creció el coleccionismo, y aparecieron las llamadas «cámaras
de arte» (Kunstkammern), generalmente pertenecientes a personajes de la aristocracia y la
realeza, unas estancias donde se exponían objetos de arte de todo tipo, libros y objetos de
toda clase, e incluso minerales o muestras naturales, de la flora y la fauna; una de las más
afamadas fue la de Rodolfo II en Praga.17
Arquitectura
Para otros usos de este término, véase Arquitectura (desambiguación).
Pabellón de Alemania en la Expo de Barcelona de 1929 reconstruido en 1986. Obra de Mies van der
Rohe
El sueño del arquitecto, óleo sobre tela, 1840. Obra de Thomas Cole. Se considera una expresión de la
arquitectura decadente, por descontextualizada y superficial.
Chilehaus de noche. Obra simbólica de la arquitectura expresionista. Fritz Höger,1923
Canción
Para otros usos de este término, véase Canción (desambiguación).
Un trío, acompañado de un laúd enEl concierto de Lorenzo Costa (1490).
Una canción es una composición musical para la voz humana, con letra, y comúnmente
acompañada por otrosinstrumentos musicales.1
Normalmente es interpretada por un único vocalista, pero también puede ser cantada por
un dueto, trío o más voces. La letra de las canciones es habitualmente de naturaleza poética y
con rima, aunque pueden ser versículos religiosos o prosa libre. Existen diversos tipos de
canciones2 que se pueden clasificar según distintos criterios. Una división típica es entre canto
lírico, canción folclórica y canción popular.1
En ocasiones, aunque es incorrecto, la palabra canción es usada coloquialmente para
referirse a cualquier composición musical no muy extensa, incluyendo aquellas sin canto, de
carácter instrumental.3 En la música clásica europea y en la música en general, «canción»
solo debe ser usado para describir una composición para la voz humana, salvo en algunas
excepciones, como por ejemplo las canciones sin palabras del periodo romántico, piezas
escritas por compositores comoMendelssohn o Chaikovsky que no son para voz humana, sino
para algún instrumento (normalmente piano), y aun así son consideradas canciones.1
Índice
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1Tipos culturales
o 1.1Canto lírico
o 1.2Canto folclórico
o 1.3Canción popular
1.3.1Cómo se construye una canción popular
2Estructuras de canciones
3Véase también
4Referencias
5Enlaces externos
Tipos culturales[editar]
Canto lírico[editar]
Artículo principal: Canto lírico
También conocido como canción artística, son canciones del ámbito de la música clásica que
fueron creadas para ser interpretadas de acuerdo a los atributos del cantante, generalmente
con acompañamiento de piano −aunque puede tener otros tipos de acompañamiento
como orquesta o cuarteto de cuerdas− y escritas en partitura. Generalmente se interpretan
con un timbre lírico que exige un entrenamiento de la voz para una literal ejecución aceptable.
Las letras a menudo no son escritas por el compositor sino por un poeta o letrista, en forma
estrófica.4
Canto folclórico[editar]
Artículo principal: Música folclórica
Las canciones folclóricas, también conocidas como canciones populares tradicionales, son
coplas normalmente de origen anónimo (o son de dominio público) que se
transmiten oralmente de generación en generación. No son el vehículo de expresión de una
persona o artista individual sino de una comunidad. Tratan frecuentemente de aspectos
nacionales o identidad cultural. Las canciones folclóricas existen en casi todas las culturas,
con rasgos usualmente diferentes en cada una de ellas, y han servido de inspiración en
ocasiones para autores de música culta, en especial durante el período nacionalista.
Canción popular[editar]
Artículo principal: Música popular
Caricatura que muestra el ensayo de una canción.
The Beatles.
1. Introducción
2. Estrofa
3. Estribillo
4. Estrofa
5. Estribillo
6. Puente musical
7. Repetición del estribillo hasta el silencio
Esta estructura mencionada es una forma muy común de canción popular moderna. Esto
incluye canciones de pop, rock,heavy metal y prácticamente todos los géneros de canciones
populares, y también piezas de música clásica. Esta sencilla estructura se puede complejizar
de muchas maneras añadiendo en lugar de un solo estribillo dos estribillos, o en lugar de
acabar con una repetición del estribillo añadir una parte específica para el final. A veces se
llama a esta parte coda. Puede haber un estribillo que se alterna con otros versos que no se
repiten. La estructura no debe ser demasiado complicada para no destruir el equilibrio entre
repeticiones y alteraciones de un tema. El puente musical suele presentar una variación en la
armonía musical y en muchos géneros musicales, principalmente en el rock o el heavy metal,
suele incluir un solo. Generalmente, este solo suele ser de guitarra eléctrica aunque puede ser
ejecutado por otros instrumentos musicales.
Estructuras de canciones[editar]
A excepción de las dos últimas formas (thirty-two-bar form y twelve bar blues), y del canon y la
fuga, ninguna de las demás son formas musicales, pero sería más apropiado referirse a ellas
como simples 'estilos' de canciones. Por su parte, el canon y la fuga, pueden ser tanto
vocales, como instrumentales, y tienen todas las características de una forma musical, por lo
tanto, solo será correcto llamarlos canción, si la obra en cuestión tiene una parte vocal. Si son
exclusivamente instrumentales, este término no se aplica a ellos, y aun en el primer caso, es
preferible llamarlos fuga, o canon, según sea el caso, antes que referirse a ellos como canción
Fábula
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Para otros usos de este término, véase Fábula (desambiguación).
Esopo. Ilustración en Las Crónicas de Núremberg.
Índice
1 Características
2 Género literario
3 Historia
4 Fábula y moraleja
5 Véase también
6 Fuentes
7 Referencia
8 Enlaces externos
Características[editar]
Como género literario, posee un carácter mixto narrativo y didáctico, además
debe contener estas propiedades:
La fábula clásica reposa sobre una doble estructura; desde el título mismo se
encuentra una oposición entre dos personajes de posiciones subjetivas
encontradas. Pero estos dos personajes se encuentran siempre en desigualdad
social: uno en posición alta y otro en posición baja y desfavorable. Gracias a un
evento narrativo imprevisto o survenant, el que estaba en posición alta se
encuentra en posición inferior y viceversa. Este esquema es denominado
por Christian Vandendorpe como "doble reenvío" en Apprendre à lire des fables,
Montréal, 1989 y se encuentra en decenas de ellas, sobre todo en las populares, y
permite fijar la comprensión y vehicular una moralidad clara. Como dice Hegel,
"La fábula es como un enigma que será siempre acompañado por su solución"
(Estética, II) Incluso si la fábula no tiene ya popularidad, el esquema que la
forma se reencuentra en el hecho diverso (Christian Vandendorpe, De la fable au
fait divers) y en laleyenda urbana (Jean-Bruno Renard, Rumeurs et légendes
urbaines, París: Coll. Que sais-je?, 3445). Estas situaciones son imprescindibles
en una fábula, pues sin importar el autor, el contexto social o político, éstas son
las que la identifican y marcan un límite entre ella y otros géneros similares con
los que podría confundirse por la forma alegórica que contienen.
Género literario[editar]
No debe confundirse con la parábola o relato simbólico ni con
el discurso o sermón parenético, cuya intención es exhortar a seguir una conducta
ética y por ello recurre con frecuencia a este tipo de procedimientos.
Se diferencian de los apólogos en que éstos son más generales y en ellos pueden
intervenir además hombres y personajes tanto animados como inanimados.
Pueden estar escritas en prosa o verso. En el Index motifs, catálogo de motivos de
relatos folclóricos de Antti Aarne y Stith Thompson (Aarne-Thompson), las
fábulas aparecen clasificadas como cuentos de animales.
El Gato y el Ratón
Había una vez un pequeño ratón, que vivía en la casa de una mujer vieja. La
señora, que temía de estas criaturas, colocó muchas trampas para matar el ratón.
El ratón asustado le pide ayuda al gato de la mujer.
La rana y la gallina
Al que trabaja algo, puede disimulársele que lo pregone; el que nada hace,
debe callar.
Desde su charco, una parlera rana
oyó cacarear a una gallina.
«¡Vaya! -le dijo-; no creyera, hermana,
que fueras tan incómoda vecina.
Y con toda esa bulla, ¿qué hay de nuevo?»
«Nada, sino anunciar que pongo un huevo».
«¿Un huevo sólo? ¡Y alborotas tanto!»
«Un huevo sólo, sí, señora mía.
¿Te espantas de eso, cuando no me espanto
de oírte cómo graznas noche y día?
Yo, porque sirvo de algo, lo publico;
tú, que de nada sirves, calla el pico».
Historia[editar]
La fábula ya era cultivada en Mesopotamia, dos mil años antes de nuestra
era.[4] Unas tablas de arcilla que provienen de bibliotecas escolares de la época
cuentan brevemente historias de zorros astutos, perros desgraciados y elefantes
presuntuosos. Muchos de estos textos muestran una gran afinidad con los
proverbios por su construcción antitética, pero no poseen una moral explícita.
Por otra parte, circularon por Europa numerosas colecciones de otras fábulas
pertenecientes a una tradición autónoma distinta de origen indio
(Hitopadesa, Pancatantra), difundidas a través
detraducciones árabes o judaicas españolas o sicilianas. Muchas de ellas fueron a
pasar a ejemplarios o libros de ejemplos para sermones. El más famoso y
difundido fue sin duda la Disciplina clericalis del judío converso español Pedro
Alfonso, entre otros muchos.
Jean de La Fontaine.
Sin embargo casi todos estos autores han caído en el olvido, salvo Jean de La
Fontaine y el escritor dieciochesco Florian (1755-1794). Este último compuso
una colección de un centenar de fábulas de moraleja pública o privada, muchas
de ellas inspiradas en las del tinerfeño Tomás de Iriarte (Fábulas literarias).
Florian inspiró a su vez al inglés John Gay y al español Félix María
Samaniego. Gotthold Ephraim Lessing ilustró el género en Alemania e Ignacy
Krasicki en Polonia.
En el siglo XIX la fábula se cultivó también con ahínco en el resto del mundo,
aunque no en Francia; tuvieron éxito solamente las colecciones especializadas en
temas concretos; en Rusia cultivaron el género Iván Krylov, en España Cristóbal
de Beña (Fábulas políticas) y Juan Eugenio Hartzenbusch y en México José
Rosas Moreno. Ambrose Bierce utilizó la fábula para la sátirapolítica en los
Estados Unidos (con sus Fábulas fantásticas y su Esopo enmendado),
pero Beatrix Potter (1866-1943) fue más convencional en Gran Bretaña.
Fábula y moraleja[editar]
A lo largo de la historia, la fábula ha sido considerada más que un elemento
lúdico o un género literario. Diferentes pensadores le han dado a la fábula un
tinte de elemento ejemplarizante que a lo largo de la historia ha fungido como
más que relatos fantásticos con animales.
Aristóteles define a la fábula como uno de los tantos elementos de los que se vale
un orador para persuadir. Por tanto es un elemento más de la retórica y no
un género literario. Ya en las fábulas griegas se reflejaban rasgos de su sociedad;
cada sociedad ha buscado transmitir ciertos valores de manera implícita en estas
narraciones sin embargo fantásticas.
Por otra parte, Rousseau (2005, p115) critica fuertemente el uso de las fábulas en
el entorno educativo y las tilda de deformadoras del carácter inocente de los
niños. Para Rousseau las fábulas son relatos de difícil entendimiento para un niño
y son escritos cargados de mensajes de moral equívoca, porque muestran que es
el más fuerte y astuto quien vence y posee ventajas sobre quienes adolecen de
falta de sagacidad.
Sin embargo, si bien hubo críticos acérrimos de las fábulas, también hay quienes
desde una posición más neutral defienden que pueden ser beneficiosas en ciertos
procesos de aprendizaje. Karl Vossler (1947, p.70) dijo a propósito que una
fábula puede servir como elemento de ayuda en el aprendizaje, pero no para los
niños, puesto que un correcto entendimiento de las mismas necesita al menos la
experiencia de quien tenga al menos 40 años.
Más benévolos son autores como Alfonso Francia (1992, p.8), quien destaca la
importancia del género para fomentar actitudes y comportamientos precavidos en
niños y adolescentes; es más, afirma que una gran cantidad de técnicas y recursos
hacen de la fábula un medio pedagógico de primera calidad y del cual se puede
hacer uso para mejorar el proceso educativo.
Véase también[editar]
Cuento
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Un cuento (del latín compŭtus, cuenta1 ) es una narración breve creada por uno o varios
autores, basada en hechos reales o ficticios, cuya trama es protagonizada por un grupo
reducido de personajes y con un argumento relativamente sencillo.
El cuento es compartido tanto por vía oral como escrita; aunque en un principio, lo más común
era por tradición oral. Además, puede dar cuenta de hechos reales o fantásticos pero siempre
partiendo de la base de ser un acto de ficción, o mezcla de ficción con hechos reales y
personajes reales. Suele contener pocos personajes que participan en una sola acción central,
y hay quienes opinan que un final impactante es requisito indispensable de este género. Su
objetivo es despertar una reacción emocional impactante en el lector. Aunque puede ser
escrito en verso, total o parcialmente, de forma general se da en prosa. Se realiza mediante la
intervención de un narrador, y con preponderancia de la narración sobre el monólogo, el
diálogo, o la descripción.
El cuento, dice Julio Cortázar, como en el boxeo, gana por knock out, mientras que la novela
gana por puntos. El cuento recrea situaciones. La novela recrea mundos y personajes (su
psicología y sus caracteres).2 3 4
En resumen, un cuento es una obra de ficción que se desarrolla con ciertos seres y
acontecimientos. Además, un narrador es quien presenta a los personajes, los puntos de vista,
los conflictos y el desenlace.
Básicamente, un cuento se caracteriza por su corta extensión pues por cierto debe ser más
corto que una novela, y además, suele tener una estructura cerrada donde desarrolla una
historia, y solamente podrá reconocerse un clímax. En la novela, y aun en lo que se llama
novela corta, la trama desarrolla conflictos secundarios, lo que generalmente no acontece con
el cuento, ya que este sobre todo debe ser conciso.
Los límites entre un cuento y una novela corta son un tanto difusos. Una novela corta es una
narración en prosa de menor extensión que una novela y menor desarrollo de los personajes y
la trama, aunque sin la economía de recursos narrativos propia del cuento.5 3 6
Índice
[ocultar]
1Tipos de cuentos
2Estructura del cuento
3Características del cuento
4Subgéneros
5Cuentistas famosos en lengua portuguesa
6Evolución
o 6.1Fase oral
o 6.2Fase escrita
7Críticas
8Influencia
9Extensión
10Características básicas de un cuento
11Necesidades básicas
o 11.1Final enigmático
o 11.2Diálogos
o 11.3Focos narrativos
12Expresiones relacionadas
13Véase también
14Referencias y notas
o 14.1Notas
o 14.2Referencias
15Enlaces externos
Tipos de cuentos[editar]
Hay dos tipos de cuentos:7 8
Ficción: aunque puede inspirarse en hechos reales, un cuento debe, para funcionar como
tal, recortarse de la realidad.
Argumental: el cuento tiene una estructura de hechos entrelazados (acción-
consecuencias) en un formato de introducción-nudo-desenlace (consultar
artículoEstructura argumental).
Única línea argumental: a diferencia de lo que sucede en la novela, en el cuento todos los
acontecimientos se encadenan en una sola sucesión de hechos.
Estructura centrípeta: todos los elementos que se mencionan en la narración del cuento
están relacionados y funcionan como indicios del argumento.
Protagonista: aunque puede haber otros personajes, la historia habla de uno en particular,
a quién le ocurren los hechos principales.
Unidad de efecto: comparte esta característica con la poesía. Está escrito para ser leído
de principio a fin, y si uno corta la lectura, es muy probable que se pierda el efecto
narrativo. La estructura de la novela permite, en cambio, leerla por partes, y por otra parte,
la extensión de la misma tampoco deja otra opción.
Prosa: el formato de los cuentos modernos, a partir de la aparición de la escritura, suele
ser la prosa.
Brevedad: para cumplir con las características recién señaladas, el cuento debe ser breve.
Subgéneros[editar]
Algunos de los subgéneros más populares del cuento son:
Cuento fantastico
Cuento de hadas
Cuento de suspenso
Cuento de comedia
Cuento histórico
Cuento romántico
Microrrelato
Cuento de ciencia ficción
Cuento policíaco
Cuento de terror
Evolución[editar]
Los cuentos atravesaron una evolución desde la literatura oral a la escrita. El
folclorista Vladímir Propp, en su libro Morfología del cuento maravilloso desmontó la estructura
del cuento oral en unidades estructurales constantes o funciones narrativas, con sus variantes,
sistemas, fuentes y asuntos, etcétera. Además de eso, este autor aventura una posible
cronología de este tipo de narraciones, cuya primera etapa estaría integrada por el cuento de
inspiración mítico-religiosa, mientras que una segunda etapa constituiría el verdadero
desarrollo del cuento.
La mayoría de los escritores y de los críticos literarios reconocen tres fases históricas en el
género cuento: la fase oral, la primera fase escrita y la segunda fase escrita.
Fase oral[editar]
La primera fase en surgir fue la oral, la cual no es posible precisar cuando se inició. Es de
presumir que el cuento se desarrolló en una época en la que ni siquiera existía la escritura, así
que posiblemente las historias entonces eran narradas oralmente en derredor de fogatas, en
tiempos de los pueblos primitivos, generalmente en las tardes y por las noches, al aire libre o
en cuevas, para crear cohesión social mediante la narración de los orígenes del pueblo común
y sus funciones. Presumiblemente por ello, la suspensión, lo mágico, lo maravilloso y
fantástico fue lo que caracterizó a estas primeras creaciones de rango mítico, que pretendían
explicar el mundo de una forma primitiva, aún alejada de la razón.
Fase escrita[editar]
La primera fase escrita probablemente se inició cuando los egipcios elaboraron el
llamado Libro de lo mágico13 o Textos de las Pirámides (circa 3050 a. C.) y el llamado Libro de
los Muertos (hacia el 1550 a. C.). De allí pasamos a la Biblia —donde por ejemplo se recoge la
historia de Caín y Abel (circa 2000 a. C.)— la que tiene una clásica estructura de cuento.
Obviamente tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, hay muchas otras
historias con estructura de cuento, como el episodio de José y sushermanos, así como las
historias de Sansón, de Ruth, de Suzana, de Judith, de Salomé. A los mencionados
obviamente también pueden agregarse las parábolascristianas: El buen samaritano; El hijo
pródigo; La higuera estéril;14 El sembrador; entre otras.
Geoffrey Chaucer, autor de los cuentos de Canterbury.
La segunda fase escrita comenzó alrededor del siglo XIV, cuando surgieron las primeras
preocupaciones estéticas. Así, Giovanni Boccaccio (1313-1375), inspirándose en el género del
novellino, compuso en esos años su Decamerón, que se volvió un clásico impulsando las
bases del cuento tal como lo conocemos hoy día, de forma que se puede afirmar sin ambages
que fue el creador de la novela cortaeuropea, al margen de la influencia recibida por escritores
posteriores tales comoCharles Perrault y Jean de La Fontaine del cuento popular o tradicional
como obra literaria. Boccaccio dio una estructura exterior a los relatos, la llamada cornice: una
serie de narradores que se reúnen en un lugar para contarse mutuamente cuentos para
distraerse, forzados por alguna desgracia exterior que pretenden evitar. Por su parte Miguel de
Cervantes (1547-1616) escribió las Novelas ejemplares ensayando nuevas fórmulas e
intentando separarse del modelo italianizante de los novellieri discípulos de Boccaccio (Mateo
Bandello, Franco Sacchetti, Giraldi Cintio, el valenciano Juan de Timoneda, entre otros de
menor trascendencia), y Francisco Gómez de Quevedo y Villegas(1580-1645) nos trajo Los
sueños, donde, inspirándose en los diálogos de Luciano de Samosata y el género literario
delsueño, satirizó a la sociedad de su época.
Los Cuentos de Canterbury, de Geoffrey Chaucer (1340?-1400), por su parte, fueron
publicados alrededor de 1700, y en cuanto al citado Perrault (1628-1703), escribió y
publicó Barba Azul, El gato con botas, Cenicienta, Piel de asno, Pulgarcito, entre otros. En
cuanto a Jean de La Fontaine (1621-1695), debe decirse que fue un gran cuentistas
de fábulas; recordemos por ejemplo La cigarra y la hormiga, La liebre y la tortuga,15 La zorra y
las uvas, La zorra y la cigüeña, etc.
En el siglo XVIII el maestro fue Voltaire (1694-1778), quien escribió obras importantes como
por ejemplo Zadig16 y Cándido.17
Imagen de Blancanieves
Llegando al siglo XIX, el cuento despegó con apoyo de la prensa escrita, entonces tomando
aún más fuerza y modernizándose. Corresponde señalar que Washington Irving (1783-1859)
fue el primer cuentista estadounidense de importancia, descollando por sus obras Cuentos de
la Alhambra (1832), El jinete sin cabeza (1820), Rip van Winkle (1820), etc. Los hermanos
Grimm (Jacob 1785-1863, y Wilhelm 1786-1859) por su parte,
publicaron Blancanieves, Rapunzel, El gato con botas, La bella
durmiente, Pulgarcito, Caperucita roja, etc. Nótese que los hermanos Grimm escribieron
muchos cuentos que ya habían sido contados por Perrault, pero aun así, fueron tan
importantes para este género literario, que André Jolles dijo al respecto:
El siglo XIX fue pródigo en verdaderos maestros de la literatura: Nathaniel Hawthorne (1804-
1864), Edgar Allan Poe (1809-1849), Henry Guy de Maupassant (1850-1893), Gustave
Flaubert (1821-1880), Liev Nikoláievich Tolstói (1828-1910), Mary Shelley (1797-1851), Antón
Chéjov (1860-1904), Machado de Assis (1839-1908), Arthur Conan Doyle (1859-
1930), Honoré de Balzac (1799-1850), Henri Beyle "Stendhal" (1783-1842), José Maria Eça de
Queirós (1845-1900) y Leopoldo Alas "Clarín" (1852-1901).
Tampoco podemos dejar de mencionar a Ernst Theodor Amadeus Wilhelm Hoffmann (uno de
los padres del cuento fantástico, que más tarde influenciaría a autores tales como Edgar Allan
Poe, Joaquim Maria Machado de Assis, Manuel Antônio Álvares de Azevedo y otros), ni
tampoco olvidarnos de escritores como Donatien Alphonse François de Sade (Marqués de
Sade), Adelbert von Chamisso, Gérard de Nerval, Nikolái Gógol, Charles Dickens, Iván
Turguénev, Robert Louis Stevenson, Rudyard Kipling, entre otros.
Críticas[editar]
Aun cuando se tienen tantas historias para contar, el cuento continúa siendo blanco de
prejuicios, al punto que por ejemplo algunas editoriales en lengua portuguesa tienen
como política no publicar nada en el género, y esto ciertamente no es una decisión caprichosa
sino un asunto de mercado. Lo cierto es que el cuento no vende.
El motivo posiblemente sea la excesiva oferta que se tiene a través de diarios y revistas, e
incluso a través de Internet. Tal vez la falsa idea de que el cuento sería una literatura más
fácil, secundaria, o de menor importancia.nota 1
Considero siempre que el cuento es el género literario más moderno y el que mayor vitalidad posee, por
la simple razón de que las personas jamás dejaron de contar lo que sucede, ni de interesarse por lo que
les cuentan bien narrado.18 19 20
Mempo Giardinelli
Comecei escrevendo contos, mas me vi forçado a Empecé a escribir cuentos, pero me vi obligado a
mudar de rumo por pedidos de editores que queriam cambiar de rumbo por solicitud de los editores que
romances. Mas, cada vez que me vejo livre dessas querían novelas. Pero cada vez que me deshago de
pressões editoriais, volto ao conto… porque, em estas presiones editoriales, vuelve al cuento... porque
literatura, o que me deixa realmente satisfeito é en la literatura, lo que me hace muy feliz es escribir un
escrever um conto. cuento.
Henry Guy de Maupassant, quien escribió cerca de trescientos cuentos, decía que escribir
cuentos era más difícil que escribir novelas. Joaquim Machado de Assis, citado por Nádia
Battella Gotlib, en Teoria do Conto, también afirmaba que no era fácil escribir cuentos: «Es un
género difícil, a pesar de su aparente facilidad», y algo similar pensaba William Faulkner:
quando seriamente explorada, a história curta é a mais cuando es seriamente explorado, el cuento es más
difícil e a mais disciplinada forma de escrever prosa... difícil y más disciplinado que la prosa... En una
Num romance, pode o escritor ser mais descuidado e novela, el escritor puede ser más descuidado y dejar
deixar escórias e superfluidades, que seriam descartáveis. escoria y lo superfluo, que sería desechable. Pero en
Mas num conto... quase todas as palavras devem estar em un cuento ... casi todas las palabras deben estar en
seus lugares exatos su ubicación exacta
citado por Raymundo Magalhães Júnior en A arte do conto: sua historia, seus gêneros, sua tecnica,
seus mestres, Edicoes Bloch [1972], 303 páginas.
El escritor gaúcho Moacyr Scliar, más conocido como novelista que como cuentista, también
revela su preferencia por el cuento:
Eu valorizo mais o conto como forma literária. Em Valoro más el cuento como género literario. En
termos de criação, o conto exige muito mais do que o terminos de creativos, el cuento requiere mucho más
romance... Eu me lembro de vários romances em que que la novela... Recuerdo varias novelas en que salté
pulei pedaços, trechos muito chatos. Já o conto não pedazos, tramos muy aburridos. Mientras que el cuento
tem meio termo, ou é bom ou é ruim. É um desafio no tiene término medio, es bueno o malo. Es un reto
fantástico. As limitações do conto estão associadas ao fantástico. Las limitaciones deel cuento están asociadas
fato de ser um gênero curto, que as pessoas ligam a con ser un género corto, que la gente liga a una idea de
uma ideia de facilidade; é por isso que todo escritor la facilidad; es por eso que cada escritor comienza
começa contista cuentista
Tal vez la última gran innovación de un género literario a la que hemos asistido en los últimos
años, nos la ha dado un gran maestro de la escritura breve: Jorge Luis Borges, quien se
inventó a sí mismo como narrador, un huevo de Colón que le permitió superar el bloqueo que
por cerca de 40 años le impidió pasar de la prosa ensayista a la prosa narrativa (cf. Italo
Calvino, Seis propostas para o próximo milênio).23
En el curso de una vida dedicada principalmente a los libros, he leído muy pocas novelas y, en la
mayoría de los casos, apenas el sentido del deber me dio fuerzas para abrirme camino hasta la última
página. Al mismo tiempo, siempre fui un lector y relector de cuentos… La impresión de que grandes
novelas tales como Don Quijote y Huckleberry Finn son virtualmente amorfas, me sirvió para reforzar mi
gusto por el cuento, cuyos elementos indispensables son la economía, así como un comienzo, un
conflicto, y un desenlace, claramente determinados. Como escritor, pensé durante años que el cuento
estaba por encima de mis poderes, y solamente fue luego de una larga e indirecta serie de tímidas
experiencias narrativas, que fui tomándole la mano a escribir historias propiamente dichas.
cf. Jorge Luis Borges, Ficciones: Un ensayo autobiográfico.24 25
Influencia[editar]
Es evidente la identificación del cuento con la falta de tiempo de los habitantes de los grandes
centros urbanos, donde a partir de la Revolución Industrialimperaron e imperan los largos
recorridos en los desplazamientos, así como las complejidades del tráfico y las largas jornadas
laborales impuestas por la industrialización y por la globalización. Finalmente, fue gracias a la
prensa escrita, que el género cuento se popularizó en Brasil en el siglo XIX: los diarios
importantes y también otras publicaciones periódicas, allí siempre tenían espacios para este
género.
Es así como Antônio Hohlfeldt en Conto brasileiro contemporâneo resaltaba: pode-se verificar
que, na evolução do conto, há uma relação entre a revolução tecnológica e a técnica do conto.
Y por su parte en la introducción de Maravilhas do conto universal, Edgard Cavalheiro decía:
A autonomia do conto, seu êxito social, o experimentalismo exercido sobre ele, deram ao gênero grande
realce na literatura, destaque esse favorecido pela facilidade de circulação em diferentes órgãos da
imprensa periódica. Creio que o sucesso do conto nos últimos tempos (anos 1960 e 1970) deve ser
atribuído, em parte, à expansão da imprensa.
Edgard Cavalheiro