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La experiencia del movimiento y de la danza

Por Diana Patricia Zuluaga

El presente ensayo hace parte de una investigación filosófica emprendida desde hace algún
tiempo, más exactamente una reflexión sobre la experiencia personal del movimiento y de
la danza, reflexión en la que he recorrido caminos y he tenido pensamientos que deseo
compartir con más personas.

El asombro hacia algo tan evidente en la experiencia humana como el movimiento, me ha


permitido reconocer la importancia y los beneficios que dicha práctica tiene para la vida
humana. Este asombro es por fortuna compartido, he encontrado varias personas que al
igual que yo se han visto motivadas por el deseo de ahondar en preguntas tales como: ¿qué
tipo de vivencia o experiencia específica es moverse?, y aun más ¿qué tipo de experiencia
o vivencia es bailar? Mi objetivo será pues que el lector se asombre con algo evidente en
su experiencia de vida y en esta medida poco pensado: el movimiento y la danza. El
enfoque general desde el cual es concebida esta reflexión, hace que el público al cual se
dirige sean personas interesadas en el tema, independientemente de si son o no bailarines.

En relación con el método considero que todo aquel que intenta analizar la experiencia
humana encuentra en la fenomenología una herramienta valiosa, además de una importante
bibliografía. Después de hacer un recorrido por algunas ideas claves del método
fenomenológico, lo cual considero pertinente para la comprensión del texto, retomaré los
planteamientos que la fenomenóloga Maxine Sheets-Johnstone compila en su ensayo
“Thinking in Movement”. A partir de esos planteamientos y mi experiencia, establezco
algunas reflexiones que más que conclusiones dejan abierto el debate en temas que
considero fructíferos campos de investigación.

1. La Fenomenología1


Todas las traducciones son realizadas por la autora.

1
Aun cuando varios filósofos han utilizado el término fenomenología en sus investigaciones,
retomo tan sólo aquella interpretación que Edmund Husserl hizo del mismo. Podemos
describir a Husserl como un pensador que intentó hacer de la filosofía una reflexión
radical sobre la experiencia humana. Este matemático y filósofo judío emprendió la tarea
definir un nuevo método filosófico a partir del cual se diera sentido al que hacer científico,
el cual en su opinión era irreflexivo y en esta medida incapaz de pensarse a sí mismo, y
sustentar su desarrollo. Por lo tanto, su filosofía es una crítica al positivismo y a la
inmersión irreflexiva de la ciencia y sus métodos en todos los aspectos de la vida humana.

Es así como la reflexión conduce a Husserl a plantear una nueva región de estudio que las
ciencias habían olvidado: la conciencia o en un sentido más amplio la vivencia o
experiencia humana. Pero, para estudiar esta nueva región no era suficiente partir de
una actitud teórica frente a la experiencia, ya que aun en ésta actitud el ser humano
manejaba “la tesis de la actitud natural”, i.e. que el mundo que está ahí adelante existe.
Al sacarla de juego -ponerla entre paréntesis-, Husserl encontró esta región dadora de
sentido a partir de la cual se constituye el mundo, e igualmente el camino a través del cual
desarrollar una metodología adecuada para acceder a esta región del ser –la conciencia.

En actitud natural no se dirige la mirada hacia la conciencia, dado que el mundo, tal y
como lo vemos, es una evidencia inmediata, ininterrumpida, e incuestionada, tanto en la
actitud precientífica como en actitud científica. A este mundo que está “ahí delante” se
refiere mi conciencia teorizante, se refieren todos los actos del pensamiento, i.e. querer,
imaginar, soñar, recordar, etc., a los cuales no me dirijo reflexivamente. “La realidad la
encuentro como estando ahí delante y la tomo tal como se me da, también como estando
ahí. Ningún dudar de datos del mundo natural, ningún rechazarlos, altera en nada la tesis
general de la actitud natural. El mundo está siempre ahí como realidad; a lo sumo, es aquí
o ahí distinto de lo que presumía yo; tal o cual cosa debe ser borrada de él por decirlo así, a
título de apariencia o alucinación, de él que es siempre –en el sentido de la tesis general- un

1
La mayor parte de las descripciones aquí expuestas corresponden con la exposición que Husserl hace del
programa de la fenomenología en el libro Ideas I.

2
mundo que está ahí”(Ideas I 69). En este orden de ideas, la meta de la ciencia es conocer
mejor de lo que puede hacerlo la experiencia ingenua, este mundo que está ahí delante.

Gran parte de los esfuerzos de Husserl se encaminan al desarrollo de un método a partir del
cual acceder a la conciencia. Partir de la “reducción fenomenológica”, la cual consiste
en un cambio de actitud frente a la experiencia, un sacar de juego la tesis de la actitud
natural según la cual el mundo existe ahí adelante, permitió a Husserl realizar
descripciones de la conciencia. “Poner entre paréntesis” la tesis de la actitud natural
implica un intento de duda que no consiste en una negación de la existencia del mundo,
sino en un “no hacer juicios sobre existencias”, implica “poner fuera de juego la validez
del mundo” (Ibíd.). En este intento abandono las ciencias y filosofías predadas, sus
conceptos y juicios no deben incluirse en la descripción del residuo que quede de esta
desconexión, i.e. mi conciencia. Como herramienta de trabajo me queda “la visión
directa, no meramente la visión sensible, empírica, sino la visión en general, como forma de
conciencia en que se da algo originariamente” (Ideas 50).

De acuerdo con lo anterior, al hacer la reducción fenomenológica dejo de vivir el mundo


tal y como estoy acostumbrado a vivirlo, fijo mi atención en todo aquello que ocurre en mi
conciencia, i.e. sus maneras de operar y el modo de aparecer de la objetividad. Mi vida
sigue fluyendo, pero yo asumo una actitud diferente que me permite conocer el fenómeno
de la vida, de esa vida de conciencia en la que participo. Mi interés se centra en las
esencias de esta vivencia, es decir en aquellas cosas o eventos que a pesar de todas las
variaciones que en cada instante suceden en mi vida, permanecen como constantes.

Las primeras reducciones fenomenológicas llevaron a Husserl a plantear como esencial a la


conciencia la intencionalidad, i.e. que la conciencia siempre es conciencia de algo.
Pienso en una montaña, imagino un cuadro, recuerdo el bosque; están presentes en estos
enunciados la conciencia constituyente y aquello constituido –la objetividad. En la
reducción dirijo la mirada a la esfera de la conciencia y estudio lo que encuentro de

3
inmanente en ella, lo que tiene de suyo propio, pero también estudio el modo de aparecer
de los objetos o correlatos que acompañan todo acto del pensamiento.

Aun cuando a primera vista, y tal vez por el lenguaje, pareciera inasequible este tipo de
investigación filosófica para personas sin un amplio dominio del conocimiento, es en
realidad un método cercano a cada ser humano interesado en examinarse a sí mismo y su
experiencia. De hecho, aquellas personas que practican meditación poseen un
entrenamiento mental que facilita el acceso a la conciencia, ya que controlan su flujo de
pensamientos y pueden concentrarse en algunos aspectos de la experiencia. Un monje Zen
se interesa al igual que un fenomenólogo en captar las esencias o invariantes de esa
experiencia. Es tan sólo un cambio de actitud lo que esta exige, el fenomenólogo
lanza una nueva mirada a su experiencia, la enfoca en la capacidad productiva y
creadora de su conciencia. Por ejemplo, yo me encuentro en un recinto escribiendo este
ensayo, mi actitud natural es escribir este texto y dejar que la experiencia pase sin que yo
establezca alguna reflexión sobre ella. En actitud fenomenológica no dejo fluir la
experiencia irreflexivamente, sino que concentro mi atención en algunos aspectos de la
experiencia que considere mi interés. Por ejemplo, miro que sucede en mi campo visual
y los objetos que lo componen, o dirijo mi atención a aquello que sucede en mi
percepción, imaginación, o sentir. Si estoy interesada realizar descripciones
fenomenológicas sobre la percepción de objetos, entonces miro que sucede al objeto en mi
campo visual cuando cambio mi dirección, cuando cambia el nivel de luz, cuando giro el
objeto en tal dirección etc. Sin embargo, no me intereso en describir todas las cosas que
suceden en mi conciencia, tan sólo en aquellas invariantes de mi experiencia. Siguiendo
el ejemplo anterior, puedo contemplar diversos objetos y encontrar que de todas las
posibles observaciones, el objeto siempre es percibido a través de matices, es decir que
siempre aparece en una perspectiva y no como totalidad.

Husserl realizó descripciones de la conciencia relacionadas con la percepción de objetos y


otros seres animados, y la conciencia misma. Él encontró la punta de un iceberg,
encontró un ser humano involucrado con un mundo de cosas, animales, vegetales, y otros

4
seres humanos que él tenia la capacidad de percibir, a las cuales daba un valor, A partir de
y las cuales generaban un sentir. Las reflexiones realizadas por Husserl han sido fuente
de diversas investigaciones y corrientes en historia, sociología, antropología, arte, y
filosofía; sin embargo, el ejercicio que plantean las reducciones y descripciones
fenomenológicas no ha tenido el mismo desarrollo.

En relación con nuestro tema, i.e. la experiencia del movimiento y la danza se encuentra
un desarrollo importante. La fenomenología se ha interesado por el cuerpo y el
movimiento de manera especial, dado que en su concepción de mente no existe
paralelismo o dualismo: la mente es mente-encarnada. Además, el cuerpo tiene un ser en
el mundo específico definido por el movimiento. Estas relaciones llevaron a la filosofa y
bailarina Sheets-Jhonstone, principal referencia de este texto, a ser una de las primeras
personas en realizar una tesis doctoral sobre danza y fenomenología 2. Thinking in
Movement, título del ensayo de Sheets-Jhonstone, plantea a partir de un enfoque
fenomenológico un tipo de pensamiento relacionado con la experiencia cinética del ser
humano.

2. La experiencia Thinking in Movement en la improvisación en danza3

Si consideramos pertinente el estudio del movimiento desde un enfoque fenomenológico,


es porque dicha experiencia implica un estado de conciencia especial o diferente a aquel
que implicado otras experiencias tales como estar durmiendo, estar pensando en un texto,
o simplemente imaginado un evento mientras se reposa en una sillón. Sheets-Jhonstone
introduce una categoría de pensamiento o estado de conciencia que nombra muy bien
aquello que sucede en el plano de la conciencia cuando concentramos nuestra experiencia
en el movimiento. A este fenómeno lo llama Thinking in Movement, y su ensayo es
2
Publicó en 1966 su Tesis Doctoral The Phenomenology of Dance. Sarah B. Fowler, en una reseña sobre
el desarrollo de la filosofía en la danza, resalta el trabajo de Sheets-Jhonstone como uno de los primeros
tratamientos filosóficos de la danza disponibles en el mundo académico.
3
La danza es vista aquí en un sentido muy amplio y no sólo como una mera actividad profesional.
Igualmente, el ensayo no se enfoca en una técnica específica, y la improvisación se concibe más como un
estilo de creación.

5
intento por rescatar el papel que este tipo de pensamiento tiene en el desarrollo de
conceptos imprescindibles para la vida en el mundo de los seres humanos.

Dado que para Sheets-Jhonstone Thinking in Movement es la esencia de la experiencia de


la improvisación, es el ejemplo utilizado lo largo de su ensayo, sin que al tomar esta
experiencia como ejemplo pretenda afirmar que todas las experiencias Thinking in
Movement son de este tipo. Igualmente, su investigación abarca mucho más que la mera
descripción del fenómeno de la improvisación en danza, sus planteamientos tienen
implicaciones en la manera en que concebimos pensamiento y racionalidad.

A partir de su investigación, Sheets-Jhonstone pretende elucidar la base o esencia de la


experiencia Thinking in Movement4, incluyendo además de las descripciones
fenomenológicas sobre dicha experiencia, una reflexión sobre el origen de este tipo de
pensamiento en la vida humana y animal. Es así como, además de la improvisación en
danza, Sheets-Jhonstone recurre a la experimentación en psicología y etología para
describir la experiencia del movimiento y su importancia para la vida humana. Las
principales descripciones hechas por la autora son las siguientes:

La creación de la danza en el momento mismo,


la creación como proceso
Según la autora, aquel que improvisa en danza tiene claras las reglas que implica esta
experiencia: danzar la danza como ella aparece en cada momento y espacio particular
(484). Aun cuando pueden ser más las especificaciones o reglas que entren en juego, el
propósito de los bailarines no es reproducir algo planeado o coreografiado con
anterioridad, sino experimentar un movimiento espontáneo. Este rasgo implica que la
creación es un proceso vivido que existe sólo en el aquí y ahora de la creación. En la
improvisación el proceso de creación no es una idea sobre una danza a realizar, sino que
es la danza misma, esta se crea en el momento en que se ejecuta o practica, y en este
4
No traduciré el término Thinking in Movement para conservar su significado original. El término debe ser
entendido como pensar en el momento en que uno se esta moviendo y además pensar en el movimiento que se
está realizando en el instante.

6
sentido, la creación es entendida como un proceso en el cual nadie sabe que sucederá
exactamente en cada momento. Vista de este modo, la improvisación en danza no
requiere un entrenamiento previo, la repetición de una secuencia de movimiento y su
perfeccionamiento carecen de sentido (Sheets-Jhonstone 485)5. Así, la improvisación es
caracterizada por un proceso de creación particular, constituido momento a momento por
un fluir de movimientos que tienen un mundo de posibilidades cinéticas.

La esencia de la improvisación en danza6


Para descubrir cómo dicho proceso particular de creación es posible, Sheets-Jhonstone
utiliza el método fenomenológico y su propia experiencia como bailarina involucrada en la
experiencia de la improvisación. Analizando las diferentes posibilidades de
experimentación, Sheets-Jhonstone encuentra que es esencial a la improvisación en danza
la no separación de pensar y hacer, y con esto, la capacidad que el bailarín involucrado
en dicho proceso tiene para pensar en movimiento o Thinking in Movement. Esta
afirmación no implica que el bailarín esté pensando en ideas sobre el movimiento, o que
sus pensamientos están siendo traducidos en movimiento, en este caso, pensar es estar
atrapado en un fluir dinámico, pensar es por naturaleza cinético (Ibíd.). Sin embargo, el
pensamiento entendido como dinámica de movimiento, implica una forma diferente de
abordar el pensamiento que amplia sus posibilidades más allá del lenguaje y los referentes
simbólicos a los cuales es ligado generalmente.

La no-dualidad mente-cuerpo
La experiencia de la improvisación implica la exploración del mundo en movimiento.
Cada momento descubro a través del movimiento las posibilidades de movimiento que me

5
Aun cuando Sheets-Jhonstone no lo menciona, la improvisación si requiere de muchas habilidades que
deben ejercitarse y practicarse si los participantes desean tener un cierto nivel de inteligencia cinética. La
imitación, egopercepción, comunicación, y atención, son tan sólo algunas de las destrezas que pueden
facilitar un movimiento fluido en un ejercicio de improvisación.
6
A partir de estas descripciones, Sheets-Jhonstone no pretende desarrollar una teoría sobre la danza, ni
establecer un concepto sobre la improvisación en danza. El enfoque fenomenológico no implica teorización
sino tan sólo descripción y captura de esencias de la experiencia a partir de la experiencia misma, en este
caso, la experiencia de Thinking in Movement -improvisación en danza- de primera mano.

7
brinda cada instante. Este proceso no implica que mi percepción del mundo y de las cosas
que lo componen ejercite en mí una respuesta motora, el mundo es envuelto en mi
continuo fluir: el mundo dinámico que percibo, incluyendo el mundo cinético de mi
propio movimiento, es inseparable del mundo cinético en el cual me estoy moviendo.
Sentir y percibir, y moverse, no provienen de dos regiones separadas de la experiencia,
tanto la percepción como mi movimiento son coodeterminadas mutuamente. No existe un
cuerpo y una mente actuando por separado, mi movimiento no es un proceso mental que
existe antes de y distinguible de un proceso físico, ni mi movimiento implica la ausencia
de pensamiento. Al tomar la postura dualista mente-cuerpo se está negando la posibilidad
de experimentar un cuerpo atento que tiene la posibilidad de crear la danza en el acto, esto
es improvisar (Sheets-Jhonstone 487). Es gracias a esta posibilidad de Thinking in
Movement que un ser humano puede improvisar, i.e. crear el movimiento en el acto,
bailar.

Según lo anterior, el mundo que dinámicamente se explora es inseparable del mundo que
dinámicamente se crea. Al experimentar Thinking in Movement, el pensamiento es
inseparable de su expresión en el movimiento; ciertos pensamientos o imágenes no
interrumpen la fluidez del movimiento. No exploro la posibilidad de movimientos y
enseguida ejecuto uno elegido, sino que integro estas facetas en un movimiento continuo.

Estos planteamientos implican una ruptura con el pensamiento cartesiano del paralelismo
mente-cuerpo, la mente es mente-encarnada, y en este sentido es errada la idea de un
cuerpo transcribiendo lo que la mente piensa. Así como Wittgenstein afirma que “cuando
yo pienso en lenguaje [...] no existen además de las expresiones verbales ideas pasando a
través de mi mente” (Ciatdo por Sheets-Jhonstone 493); y Merleau-Ponty afirma en la
misma línea que el discurso no es el signo del pensamiento, si por esto entendemos que es
un fenómeno que precede al otro... ni podemos conceder... que este [el discurso] es la
envoltura o vestido del pensamiento (Citado por Sheets-Jhonstone 493); en el caso del
movimiento la misma idea puede ser aplicada. Esto no significa que evidentemente en
muchos casos pensamos antes de hablar o de movernos en determinada forma, pero el

8
pensamiento no puede ser entendido tan sólo de esta forma, existen experiencias cinéticas
en las cuales pensamiento y movimiento van ligadas (Ibíd.).

Carácter no simbólico de Thinking in Movement


En el contexto de la improvisación, Thinking in Movement no está limitado por
movimientos de danza específicos, i.e. pertenecientes a una técnica. Aun cuando la
improvisación puede retomar movimientos que tengan alguna significación en el plano
cultural, Sheets-Jhonstone cree que esto no implica que la danza adquiera un carácter
simbólico. Realizar ciertos movimientos, no implica realizar una danza sobre un tema en
particular, sea amor, odio, agresión, placer, etc. Aun cuando para aquel que observa
pueden referir algún tipo de ideas, para aquel que improvisa no implican este tipo de
valores referenciales (Sheets-Jhonstone 491).

Esta idea, según la cual Thinking in Movement no implica referentes simbólicos es


criticada por Curtis L. Carter en su ensayo Arts and Cognition: Performance, Criticism,
and Aesthetics. Aun cuando Carter retoma el concepto de Thinking in Movement –
erlebnis- para describir una forma de conocimiento relacionada con los procesos artísticos
en danza, considera que Sheets-Jhonstone falla al afirmar que la improvisación en danza
es completamente independiente de los sistemas simbólicos (Carter, Arts 63). Si bien para
Carter esta noción evidencia un tipo de conocimiento que sólo puede ser obtenido en la
experiencia artística, considera errado que Sheets-Jhonstone limite este tipo de
pensamiento a la experiencia de la improvisación, o que no considere los referentes
simbólicos previos a los movimientos de danza, tales como el Ballet o el sistema Graham
de la Danza Moderna. Para Carter, Thinking in Movement es operativo con respecto a
danzas creadas con significado, y en las cuales se mezclan experiencias, pensamientos o
sentimientos previos (Ibíd.). No considero que Sheets-Jhonstone este limitando de esta
manera el campo de acción de Thinking in Movement, para ella la improvisación es una
experiencia límite de este fenómeno que se asemeja a la experiencia primaria de seres
animados en la cual puede decirse que domina este tipo de pensamiento. En la
improvisación sacamos de juego otro tipo de pensamientos que no están relacionados con

9
la movilidad, y en esta medida es una experiencia que permite describir más fácilmente el
fenómeno Thinking in Movement. Igualmente no creo que Sheets-Jhonstone este negando
que Thinking in Movement puede combinarse con otro tipo de pensamientos, y que de
hecho esto es lo que sucede en gran parte de la danza. Curtis menciona en la parte final de
su ensayo que “Erlebnis, tal como ocurre en el arte, no ocurre sin embargo
independientemente de erkenntnis, porque el permormer y el espectador están
generalmente informados por un conocimiento previo acerca de la danza” (66). Por tal
razón, considero que para ambas autoras puede persistir una combinación de diferentes
tipos de pensamiento en la danza, sin embargo en Sheets-Jhonstone es claro que Thinking
in Movement se encuentra presente en la improvisación de una forma más pura que en
otros tipos creación de la danza, en los cuales el lenguaje y los referentes simbólicos tienen
gran importancia7. Igualmente, considero que a partir de Sheets-Jhonstone se comprende
la improvisación como un tipo de creación que puede estar presente en diferentes tipos de
danza8.

Sheets-Jhonstone recurre a la improvisación para explicar la primacía del movimiento en la


vida humana, y con ello el papel de Thinking in Movement en la experiencia, porque esta
experiencia revela dicho fenómeno con mayor claridad, más no porque en otras
experiencias dancísticas esté ausente. Además, considero que un bailarín puede concentrar
totalmente su mente en el movimiento independientemente de si éste corresponde a una
secuencia memorizada o a una secuencia improvisada.

7
La danza Butoh puede ser un ejemplo límite de Thinking in Movement, dicha forma de improvisación
parte de un fuerte trabajo de la conciencia y la experiencia, a partir del cual se pretenden eliminar todos los
conceptos y referentes simbólicos predados. Es así como el bailarín realiza movimientos sin pretender
retomar todo su acervo cultural de movimiento. Igualmente hay un intento por disminuir el flujo de
pensamientos no relacionados directamente con la experiencia del movimiento. Por esto la danza Butoh
implica rasgos de conciencia diferentes a los que puede implicar la experiencia del Ballet en un proceso de
creación diferente de la improvisación, aun cuando en ambos existe la experiencia Thinking in Movement.
8
Curtis muestra en un ensayo titulado “Improvisation in Dance”, como diferentes manifestaciones culturales
y estilos de la danza de diferentes épocas, entre los cuales menciona la danza Griega que evoca Dionisio, la
danza tala de la India, el Noh drama japonés, el flamenco, el ballet, la danza moderna, y la danza
posmoderna, han utilizado la improvisación como estilo de creación.

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Thinking in Movement, otra forma de pensar
Continuando con la descripción de esta experiencia, Sheets-Jhonstone afirma que Thinking
in Movement está ligado a situaciones cambiantes en las cuales el cuerpo es capaz de
atrapar todo aquello que le acontece. En la improvisación, las posibilidades de
movimiento emergen en un complejo de relaciones, cualidades, y patrones, que en ningún
momento tematizo. En el núcleo de este fluir, persiste una inteligencia de movimiento,
un logos cinético del cuerpo, y por esto puedo decir que en este momento, en el cual me
entrego al movimiento, estoy pensando en movimiento o Thinking in Movement. El
movimiento que momento a momento creo en la improvisación, no es una cosa que yo
hago, una acción que tomo o emprendo, un comportamiento en el cual me conduzco. Es
un momento pasajero, un presente continuo de un proceso dinámico que no se puede dividir
en principios y finales.

A lo largo de estas descripciones, Sheets-Jhonstone ha querido mostrar que existen otras


formas de pensamiento diferentes a pensar en palabras. Cuando me encuentro
improvisando, estoy viviendo la vida de una manera particular, estoy explorando el mundo
directamente, experimentándolo momento a momento a través del movimiento. No existe
una mediación entre el mundo y yo, no existe una representación del mundo sino una
experimentación directa de todo aquello que lo conforma. En esta experiencia límite del
movimiento se reafirma la condición no simbólica del movimiento, el mundo se crea sin
intermediarios en la experiencia misma del movimiento. En esta experiencia el mundo no
es el mundo ordinario representado en el lenguaje, o un mundo de pasados y presentes,
principios y finales. Esta es una experiencia no lingüística que replantea la noción
dominante de pensamiento, y que tiene implicaciones para la epistemología, la estética y
la evolución.

El pensamiento ha sido tradicionalmente ligado al lenguaje, i.e. tiene lugar por medio del
lenguaje, y sólo en este sentido se habla de un pensamiento racional. Partiendo de estos
supuestos la idea de Thinking in Movement no tiene lugar. La descripción de la

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experiencia de improvisación en danza afirma la posibilidad considerar el movimiento no
como un vehículo para el pensamiento, ni como un sistema simbólico a través del cual se
pretende referir algo más. A través de esta reflexión se muestra que el movimiento no es
ni un medio a través del cual los pensamientos del bailarín emergen, ni un instrumento
para mediar pensamientos: el movimiento constituye los pensamientos mismos. Negar
estas posibilidades de pensamiento es negar dimensiones de la experiencia humana,
dimensiones en las cuales el pensamiento no-simbólico puede ser designado como
racional.

3. Thinking in Movement en la vida humana


Después de haber descrito la experiencia de Thinking in Movement en la improvisación,
Sheets-Jhonstone hace una descripción de la misma en la primera infancia y en la vida
humana en general. La incluyo porque considero que aun cuando la descripción de la
improvisación es pertinente para la danza, estas últimas descripciones permiten
vislumbrar la importancia que la danza tiene para la vida humana, importancia que en
generalmente no es reconocida ni dimensionada adecuadamente, incluso por los propios
bailarines.

Thinking in Movement, otra forma de ver el cuerpo


Esta concepción amplia del pensamiento implica igualmente una concepción diferente del
cuerpo. El movimiento es generalmente visto como un medio a través del cual el cuerpo
se relaciona con el mundo. De acuerdo con las descripciones anteriores, sería correcto
afirmar que el movimiento es la forma de ser en el mundo de un cuerpo, y por lo tanto,
movimiento y cuerpo son una pareja indisoluble en la vida animada. De esta forma,
Thinking in Movement es la forma primaria del pensamiento de un ser cuerpo, y por lo
tanto el cuerpo y el movimiento son dadores de sentido en la medida en que el mundo se
constituye a partir de ellos.

Thinking in Movement, nuestra primera experiencia del mundo

12
A través de diversos ejemplos de la experimentación en sicología con niños, Sheets-
Jhonstone muestra como el movimiento es constitutivo tanto en un sentido epistemológico
como metafísico, dado que el primer tipo de pensamiento que el niño tiene es de tipo
Thinking in Movement. Aun cuando algunos experimentos señalan la importancia de las
teorías de objetos, el movimiento, y la localización para la estructura semántica durante el
primer año de vida9, la experiencia de cada ser humano antes del lenguaje revela para
Sheets-Jhonstone no sólo la importancia de la experiencia Thinking in Movement en la
conformación del mundo y de sus dimensiones espacio temporales, sino también el estatus
independiente de la experiencia Thinking in Movement con respecto al lenguaje. Así,
esta experiencia esencialmente cinética debe poseer un estatus independiente, i.e. no debe
ser vista como experiencia proto-linguística o pre-lingüística.

Los experimentos de sicología infantil revelan para Sheets-Jhonstone, no que el


movimiento sea fundamental en el desarrollo de una estructura semántica, sino que “el
movimiento es el fundamento de nuestra construcción epistemológica del mundo (Sheets-
Jhonstone 498). Es a través de este tipo de pensamiento que los niños adquieren
conocimiento sobre objetos, movimiento, espacio, causalidad e incluso tiempo (499).
El movimiento –del niño o de los objetos- le permite al niño descubrir que sucede si se
mueve de determinada forma, o si manipula un objeto de determinada forma,
descubriendo a su vez diferencias entre lo que después denominará estado líquido, sólido o
gaseoso. Igualmente, en dicha etapa empieza a comprender ciertas relaciones causales,
no en vano el niño tiene en sus primeros años una actitud completamente explorativa,
puesto que esto le permite descubrir la dimensión física del mundo y aquellas variaciones e
invariaciones que implica (ibid.). Dado que este tipo de conocimiento no depende del
lenguaje, no es adecuado llamarlo conocimiento pre-lingüístico, sino un tipo de
conocimiento primario sobre el mundo circundante, conocimiento a partir del cual se
generan nociones indispensables para la vida y la experiencia implicada en el ser cuerpo-
movimiento.

9
Véanse los ejemplos de Bloom retomados por Sheets, en los cuales muestra como el movimiento es
fundamental en la conformación de las primeras palabras.

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Thinking in Movement, una experiencia inaprensible por el lenguaje
Otro rasgo analizado por Sheets-Jhonstone es que aun cuando los primeros desarrollos del
lenguaje están relacionados con el movimiento, la experiencia de Thinking in Movement
no es abarcada por el desarrollo posterior del lenguaje. El psicólogo Jerome Bruner´s,
citado por Sheets-Jhonstone, enfatiza que el primer interés en el desarrollo del lenguaje es
la descripción de la acción humana, y por lo tanto, que la estructura narrativa concierne
en un comienzo al movimiento, particularmente a algo que el psicólogo denomina
“agentividad” ( Sheets-Jhonstone 500)10. A través de un experimento en el cual se pone en
movimiento una animación conformada por once puntos luminosos que representan
diferentes partes del cuerpo, se demostró que niños de tres meses de edad ya reconocen
que estos puntos representan un cuerpo en movimiento, y por lo tanto, que manejan un
esquema de cuerpo (501).

Retomando a Stern y al propio Husserl, Sheets-Jhonstone quiere mostrar que aun cuando el
lenguaje guarde una estrecha relación con el movimiento en su primer desarrollo, falla en
captar la vida instintiva o existencial del ser humano. Así, “las palabras no son
herramientas más afiladas, instrumentos más precisos a través de los cuales pensamos
acerca de lo dinámico, a través de las cuales afinamos nuestro sentido del espacio, el
tiempo, la energía, la causalidad, o la agentividad” (Sheets-Jhonstone 502). Cuando
pensamos en palabras acerca de estas nociones hemos desplazado el pensamiento Thinking
in Movement que permitió su desarrollo inicial, y desafortunadamente este desplazamiento
ha implicado su posterior desconocimiento. Dado este rechazo o negación, se ha
afirmado que el lenguaje es lo realmente característico del ser humano desconociendo la
propia experiencia, y la manera en la cual se estructura el mundo en la primera experiencia
de vida a partir del movimiento. Toda la experiencia no verbal que los seres humanos
poseen no es transformable en lenguaje, i.e. no son experiencias pre-lingüísticas. Aun
cuando en el desarrollo del lenguaje pretendan ser codificadas, muchas de ellas no pueden

10
Esta noción es definida por las relaciones agente y acción, acción y objeto, agente y objeto, acción y
localización, y propietario y posesión.

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ser objeto de esta transformación. Citando a Stern, Sheets-Jhonstone menciona que esta
imposibilidad se debe a que la palabra que describe el comportamiento no tiene la misma
fuerza que el comportamiento mismo (503). En una postura radical, afirma Sheets-
Jhonstone que en la infancia el lenguaje no es la experiencia ni crea la experiencia ya que
los niños se experimentan a ellos mismos en su mundo circundante (505). Esta experiencia
primaria nos permite afirmar que nuestros conceptos básicos están fundados en conceptos
corporales y no son dependientes del lenguaje, por lo tanto, la infancia no debe ser vista
como una etapa proto-lingüística (ibid.).

Hasta aquí, mi ejercicio ha sido principalmente el de lectora, las afirmaciones


corresponden con los planteamientos de Sheets-Jhonstone, y por lo tanto quisiera plantear
algunos interrogantes a las descripciones realizadas, para de esta forma aportar igualmente
mi experiencia de la danza en el desarrollo de estas reflexiones.

6. Implicaciones para la danza


Después de leer y analizar la propuesta de Sheets-Jhonstone, se evidencia el peso que la
autora quiere dar al tipo de pensamiento descrito, sin embargo, cabe preguntar entre otras
cosas: ¿qué importancia, además de la constitución del mundo en la primera infancia,
tiene la experiencia Thinking in Movement para los seres humanos?, ¿qué implicaciones
tiene la danza y la improvisación en la experiencia humana siendo una experiencia del tipo
Thinking in Movement?, ¿qué otras experiencias de tipo Thinking in Movement tienen
los seres humanos en su vida adulta?, ¿cuál es la peculiaridad de la danza con respecto a
otras experiencias de este tipo? Aun cuando Sheets-Jhonstone no plantea estas preguntas,
considero que a partir de sus planteamientos se pueden desglosar algunas respuestas.

Como vimos, aun cuando Thinking in Movement es una forma de pensamiento


fundamental en la constitución del mundo en nuestra primera experiencia de vida (la
primera infancia), en la edad adulta, este tipo de pensamiento es desplazado por el
lenguaje. Igualmente, en la evolución del ser humano Thinking in Movement ha perdido
importancia, y aun cuando su papel sigue siendo fundamental en la infancia, en la edad

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adulta es prácticamente subestimado. Si bien para el ser humano debió ser fundamental
para la supervivencia poseer un alto grado de inteligencia cinética, dichas habilidades,
indispensables para los animales en la procuración de alimento y en la búsqueda de
seguridad, no son indispensables para el ser humano actual. Conocemos diariamente a
personas cuya actividad física es nula, y en muchos casos la experiencia del movimiento
es una experiencia de gimnasio, un añadido a la vida cotidiana, absorbida en mayor
medida por experiencias sedentarias en las cuales Thinking in Movement no juega un papel
predominante en el pensamiento. Si en nuestro tiempo la experiencia del movimiento
no es indispensable para la supervivencia, ¿qué papel puede desempeñar la experiencia del
movimiento, y específicamente la danza, en la edad adulta?

Vivamos nuestro ser cuerpo


Si nuestro ser cuerpo implica un ser en el mundo en movimiento, i.e. implica una forma de
ser en el mundo diferente de la quietud; la movilidad debe desempeñar un papel relevante
para nuestro ser. Mientras ser planta implica no desplazarse, ser cuerpo-humano implica
desplazamiento. Es así como en el modo de ser sedentario se subutilizan y niegan todas
las posibilidades de ser que nos brinda el ser corpóreos. No pretendo insinuar que
debamos retomar nuestra faceta animal e ir a la jungla para experimentar nuestra naturaleza
cinética, pero sí que debemos replantear nuestra experiencia cotidiana y el papel que el
cuerpo y el movimiento tienen en la misma. Dado que la niñez es una etapa de la vida
(eminentemente cinética) en la cual no permanecemos indefinidamente, la danza sería una
experiencia acorde a nuestro ser y practicable a lo largo de nuestra vida. Una vez que el
lenguaje ha asumido mayoritariamente el papel que el movimiento tenía en nuestros
primeros años (constituir el mundo), la danza puede asumir un papel relevante en la vida
humana. Al igual que el niño se resiste a que su mundo de movimiento sea absorbido
por el lenguaje (Sheets-Jhonstone 503), el bailarín y todos los espacios de danza y
movimiento generados en la experiencia humana son una resistencia a que el mundo sea
tan sólo experimentado indirectamente a través del lenguaje. La danza es la posibilidad
abierta que posee cada ser humano para explorar, experimentar, y conocer el mundo
directamente y sin intermediarios.

16
La danza y el movimiento como medios
de regulación biológica y sicológica
No obstante la importancia que pueden tener la danza y el movimiento en la vida humana,
dado el tipo de experiencia que brinda al ser corpóreo, es pertinente analizar cual es la
peculiaridad de este tipo de experiencia. Sin decir la última palabra en este tema,
considero al igual que Sheets-Jhonstone, que la danza persigue fines estéticos y no fines
prácticos, como sí ocurre en algunas prácticas deportivas en las cuales podríamos pensar
que Thinking in Movement de alguna forma está presente. Un atleta busca obtener una
velocidad, o un montañista plantea como meta de su actividad una cumbre. En el caso de
la danza el fin práctico no siempre está presente, y yo afirmaría más allá de Sheets-
Jhonstone, que por ejemplo, en caso de la improvisación, la danza es una experiencia
cuya práctica reporta a quien la hace un beneficio inmediato. La danza puede ser una
práctica dotada de bienes internos11, i.e. que se obtienen en la práctica misma. Aun
cuando existan otros fines adicionales -que pueden ser estéticos-, estos pueden salir de
juego en el momento en que bailo.

Además del aspecto anteriormente señalado, i.e. los bienes internos que posee la práctica
de la danza, existe otro rasgo peculiar a la misma. Hemos visto la importancia de la
creatividad en el proceso de creación implicado en la improvisación. Además de ser una
experiencia de tipo Thinking in Movement, el pensamiento involucrado es esencialmente
creativo. El cuerpo no está limitado por ciertas rutas de movimiento, y en esta medida
disfruta de un amplio rango de libertad cinética y potencial creativo. Se genera de este
modo una relación peculiar entre movimiento, cuerpo, y mente. Ahondar en estas
relaciones hace parte de una investigación profunda que excede el objetivo de este ensayo,
por lo tanto, lo dejo más como un planteamiento abierto y por construir.

11
Retomo los términos práctica y bienes internos compilados en el libro Tras la virtud de Alasdir MacIntyre.

17
Las peculiaridades descritas dan origen a otros interrogantes que considero importantes
campos de estudio. ¿Cuáles son las implicaciones que tiene dicha práctica para la vida
humana?¿cuál es la implicación de la libertad cinética experimentada? A partir de un
enfoque biológico, puede afirmarse que si el cuerpo implica un ser en el mundo en
movimiento es razonable pensar que la danza reporta beneficios para el ser humano en
relación con su biología. El movimiento debe relacionarse con el equilibrio biológico del
cuerpo, nuestras células y muchos de nuestros órganos y funciones deben estimularse a
partir del movimiento. Ahora, aquello que la libertad de movimiento y la capacidad
creativa aflorada implican para nuestro ser, es algo a lo cual puedo dar respuesta tan sólo
desde mi experiencia. La danza ha aportado múltiples beneficios a mi cuerpo y a mis
emociones, he podido experimentar la danza como liberación de tensiones en niveles
físicos y emocionales.

Todos estos planteamientos e inquietudes encuentran grandes similitudes con diversas


tradiciones orientales en las cuales el conocimiento sobre el cuerpo y la mente ha
conllevado a que en las prácticas cotidianas se involucren actividades relacionadas con el
cuerpo-mente y el movimiento. Tradiciones orientales, tales como el Yoga, las
diferentes artes marciales y el Tai chi, han reconocido los beneficios que la práctica del
movimiento y de la danza reportan a la vida humana. En occidente, considero que un
enfoque fenomenológico puede conllevar las mismas deducciones, dadas las relaciones que
a partir de este enfoque se establecen entre cuerpo, mente y emociones.

La peculiaridad de la improvisación
He puesto un especial énfasis en la improvisación, no sólo por ser el ejemplo retomado por
Sheets-Jhonstone, sino también por las peculiaridades que dicha práctica posee,
peculiaridades de las cuales ya he mencionado algunas. En un plano mental, considero
que la improvisación se acerca a la experiencia de la meditación en movimiento; el flujo de
pensamientos disminuye y nuestra atención mental se concentra en el movimiento y su
creación.

18
Por otro lado, considero que la experiencia Thinking in Movement a la cual accedemos a
través de la improvisación, define una experiencia límite de la danza. Barbara Horton
busca a través de la fenomenología encontrar aquello que es esencial a la danza,
preguntando a los bailarines qué caracteriza los momentos de su vida en los cuales
realmente sienten que han bailado, y encuentra que la realización del propósito o la
intención de movimiento es esencial (Horton, 1989). Según ella, el propósito de la
danza es eminentemente estético 12 y es en esta medida que es un valor perseguido por sí
mismo independientemente de cual sea el estilo o el tipo de manifestación expresada.
Así, en el momento de bailar, vivo para el disfrute de la experiencia particular del
movimiento, en este momento el cuerpo es vivido, uno es su cuerpo, y si los propósitos
son acordes al movimiento puedo vivenciar todos mis poderes de movilidad (Horton, 105).
Yo afirmaría que en estos momentos, además de las características mencionadas por
Horton, la presencia de Thinking in Movement es fundamental, y que cuando alguien
menciona haber bailado, ha experimentado en cierta forma la improvisación.
Independientemente de si su movimiento corresponde a una secuencia aprendida o no, este
hecho sale de juego, su experiencia se concentra en la movilidad y no son tenidos en
cuenta todos los tipos de experiencia que no están relacionados directamente con ella.

Por otro lado, en la improvisación se establecen relaciones particulares con aquellos con
quienes se comparte el espacio y el movimiento. No en vano el movimiento de
improvisación surgido en los sesenta guarda grandes relaciones con el proceso político de
la época. Los jóvenes buscaban libertad, igualitarismo, espontaneidad, y creatividad;
y la improvisación surgió como respuesta a todas estas inquietudes 13. En la
improvisación, el proceso de creación implica una indeterminación dada por el juego que
establezco con los otros cuerpos. La creación no depende de nadie en particular, es un
proceso que se edifica con la espontaneidad de todos, y por lo tanto, mi atención, aun

12
El término estético, esta relacionado para Horton con el reino de sentimientos y sensibilidad que a través
de esta experiencia son expresados.
13
Véase el ensayo de Cynthia J. Novack, “Looking at Movement as Culture: Contact Improvisation to
Disco”. Allí la autora muestra la faceta política del contact improvisation.

19
cuando está centrada en mi cuerpo y movimiento, implica la inclusión del otro en mis
posibilidades de movimiento.

Implicaciones políticas de esta visión


Dado que a lo largo del texto he querido evidenciar la importancia que la danza y el
movimiento tienen para la vida humana, quiero cerrar el texto con algunas de las
implicaciones que en materia política pueden tener los planteamientos aquí expresados.

Si hemos de aceptar que la danza reporta beneficios directos a quien la practica, es


pertinente que se siga manteniendo como una tradición 14 y no sólo como una práctica
reducida a un grupo minoritario que decide especializarse. En esta medida, es
conveniente que las políticas culturales del área apunten al fomento de la danza no sólo
como práctica profesional, sino como práctica vital. La danza debe vivirse en primera
persona, y no tan sólo observarse como muchas veces suele suceder. Vivir y observar la
danza son experiencias distintas, y aun cuando ambas pueden reportar beneficios al ser
humano, la experiencia en primera persona implica beneficios directos, y en mi opinión
superiores. La danza es un bien de la humanidad, un bien no restringido a nadie, y por lo
tanto, abierto a brindar todos sus beneficios a quien lo desee. El ser humano que no
baila se niega la posibilidad de una experiencia sumamente enriquecedora y grata.

Bibliografía
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---------------------. Improvisation in Dance. En: The journal of Aesthetics an Art Criticism,
Vol. 58, No. 2, Improvisation in the Arts (Spring, 2000), 181 – 190.

14
Aquí la palabra tradición no está relacionada con la práctica de alguna danza tradicional en particular, aun
cuando esta tenga un valor fundamental en la medida en que ha conformado las tradiciones culturales de
diferentes grupos. La tradición es entendida como una práctica común a las personas que conforman una
cultura, la cual hace parte de su vida cotidiana. La tradición que se considera pertinente fomentar es la de la
danza en general, incluyendo todas las expresiones posibles de este género.

20
Fowler, Sarah B. Reseña: Illuminating Dance: Philosophical Explorations. En: The
Journal of Aesthetics and Art Criticism, Vol. 44, No. 4 (summer, 1986), 417 – 419.

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---------------------. Ideas II. Investigaciones Fenomenológicas sobre la Constitución.
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---------------------. Invitación a la fenomenología. Editorial Piados: Barcelona. 1998.

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Stein, Sue Bonnie. Butoh: “Twenty Years Ago We Were Crazy, Dirty, and Mad”. En: The
Drama Review: TDR, Vol. 30, No. 2 (Summer, 1986), 107 – 126.

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