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Pero ¿cuál es el propósito de este ensayo? A nuestros ojos Taylor nos presenta
un panorama bien interesante para pensar lo que ha sido el desarrollo de las
investigaciones pertenecientes al ámbito de las ciencias sociales (ciencias del
hombre), esto en tanto una manera de enfrentarse a una de las mayores críticas
hechas al planteamiento hermenéutico por parte de las corrientes epistemológicas
empiristas. Y a su vez, el autor nos conduce por una revisión muy pertinente que
nos pone en cuestión frente al desarrollo que han tenido las ciencias sociales y
sus fundamentos epistemológicos; pero más allá de esto, de un modo más sutil se
presenta un cuestionamiento del orden ontológico respecto a los fundamentos y el
objeto de estudio de las ciencias sociales mismas y con ello de las
transformaciones de nuestro mundo contemporáneo que ya no resiste ser
revisado con las categorías que se concibieron bajo los principios de la ciencia
moderna.
Una ciencia de la interpretación que aborde esto que ha quedado invisible y que
rompa con lo que es considerado como su principal fallo, el llamado circulo
hermenéutico, es decir, una ciencia de la interpretación tal como se quiere aquí
fundamentar no podrá desconocer la relación existente entre la significación y la
expresión como base para la misma, y que esta expresión es “para y por un
sujeto”; pero tal relación debe superar su dificultad, logrando anclar la
interpretación en un punto fijo o un principio de certeza que frene la ampliación
constante de la interpretación misma, es así como se planteara la necesidad de
establecer de manera análoga a cómo funciona en las ciencias empíricas un
principio de certeza, es decir un dato sensorial o “dato en bruto” que permita la
verificación. Pero, ¿cómo asegurar esta certeza? En este punto Taylor nos plantea
la noción de explicación experiencial con el fin de obtener el sentido requerido
para la interpretación cumpliendo así con las condiciones para una ciencia
hermenéutica.
Luego, con el fin de aclarar la cuestión planteada, el autor aborda dos ejemplos de
la política con los cuales introduce una serie de consideraciones en torno a la
interpretación ya no de un texto como campo de significación sino de las acciones
que necesariamente tienen que ser interpretadas, pues su significación no queda
supeditada a una mera descripción; la cuestión es cuando vistas de esta manera
no dejan espacio para lo que sería las “significaciones intersubjetivas” tal como ya
se había planteado. Con el ejemplo de las negociaciones y la aldea japonesa,
ocurrirá lo mismo, este nos remite al mismo punto de las “significaciones
intersubjetivas” concepción que en este otro ejemplo va esclareciendo mucho más
la dificultad de encontrar unos parámetros de verificación, pues, “las
significaciones intersubjetivas no podrían ser propiedad de uno solo porque tienen
sus raíces en la práctica social”, y aquí se abre una dimensión que escapa a los
meros “datos en bruto”, algo que se comprende solo en su ámbito experiencial y
por ende no puede ser revisada con los derroteros de la ciencia empírica.
Tratar de entender la realidad social de este presente nos pone frente a los
planteamientos de una ciencia hermenéutica, Taylor cierra este ensayo con una
serie de hipótesis que como ya lo dijo tal vez son especulativas, pero sin embargo,
dando argumentos a favor de la necesidad de entender las significaciones
intersubjetivas y así poder adentrarnos en estructuras del mundo en las cuales
solo tenemos como opción estas significaciones pues de lo contrario solo nos
cabría decir que son meras posturas irracionales, de ahí que hacia el final de este
ensayo se postulen algunas direcciones en pos de la comprensión que ya no
caben en el marco de la indagación verificacionista pues el correlato para esta se
ha perdido aquí. En este punto es en donde Taylor nos plantea las nociones de
intuición, la relación inexorable entre lo práctico y lo teórico, ilusión, predicción
(inexactitud), Taylor reconoce un giro, por esto termina diciendo que:
Buenas razones, que no dejan de ser algo odiosas para la ciencia moderna.
BIBLIOGRAFÍA