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Casos de Microbiología Clínica Caso nº 530

Visualización de varias especies de protozoos en un Caso descrito y


paciente con diarrea intermitente. discutido por:

Descripción Ester Picó Plana,


Mar Olga Pérez Moreno y
Paciente varón de 34 años de edad, higiénico-dietéticas, en los meses anteriores Mª José Centelles Serrano
noruego y residente en la provincia de Tarra- al inicio de la sintomatología. Se solicita una Servicio de Análisis Clínicos
gona, derivado por su médico de cabecera a analítica general que no muestra ninguna Hospital Verge de la Cinta
consultas externas de medicina digestiva por alteración. Se le realiza una ileoscopia en la Tortosa. Tarragona
no presentar mejoría ante un cuadro de dia- que no se objetivan anomalías y en la que la
rrea intermitente de un año de evolución. En mucosa del colon se aprecia normal; se rea- Correo electrónico:
un estudio parasitológico solicitado dos lizan biopsias escalonadas que no presentan marolgap@terra.es
meses antes se observaron abundantes ninguna alteración histopatológica. Se le rea-
Blastocystis hominis por lo que se instauró liza un coprocultivo que resulta negativo. Se
tratamiento con 500 mg de metronidazol, tres solicita nuevo estudio parasitológico en
veces al día durante 10 días. El paciente man- heces, que pone de manifiesto la presencia
tiene un ritmo deposicional alternante con de abundantes B. hominis, quistes de Enta-
diarrea pastosa 2-3 veces al día y no presen- moeba hartmanni, quistes de Entamoeba
ta ningún hallazgo significativo a la explora- coli, y quistes y trofozoítos compatibles con
ción física, no se encuentra asténico, ni ha el complejo Entamoeba histolytica/dispar/
sufrido pérdida de peso. El antecedente epi- moshkovskii que posteriormente se confirmó
demiológico más relevante es el de un viaje a mediante técnicas complementarias que
Paraguay y otro a la India, durante los cuales correspondían a E. histolytica.
no prestó demasiada atención a las medidas

1. ¿Cuáles de estas especies de protozoos deben considerarse patóge-


nas para el ser humano, qué manifestaciones clínicas producen y cuál
es su epidemiología?
CON LA COLABORACIÓN EDITORIAL DE:

El término "ameba" engloba a las ni sangre, es la manifestación más habitual de la Dr. JUAN IGNACIO ALÓS
especies de protozoos pertenecientes a los infección intraluminal sintomática (que sería el Servicio de Microbiología.
géneros Entamoeba, Endolimax y Iodameba, cuadro clínico del paciente objeto del caso clíni- Hospital Universitario de Getafe
integradas en la familia Entamoebidae. E. his- co) mientras que en la infección intestinal invasi- Getafe - Madrid.
tolytica es la única ameba intestinal a la que se va, denominada disentería amebiana, la diarrea
reconoce poder patógeno. La infección por E. se acompaña de lesiones ulcerosas de localiza-
histolytica puede ser de localización intestinal o ción colónica, pérdida de peso y presencia de Editado por:
extraintestinal. Aproximadamente un 80% de las moco, sangre o pus en heces. Esta última mani-
infecciones intestinales son asintomáticas festación puede presentar complicaciones poco
(pacientes que emiten quistes en las heces); la frecuentes como megacolon tóxico, colitis necro-
Caramuel 38, 28011 Madrid
diarrea amebiana sin colitis asociada, en la que tizante aguda o perforación intestinal. La locali- Tel. 91 464 94 50
se objetiva dolor abdominal y un aumento en el zación extraintestinal es un cuadro grave en que Fax. 91 464 62 58
http://www.f-soria.es
número de deposiciones que no contienen moco aparecen abscesos de localización hepática que

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pueden diseminarse a pulmón, pericardio y más raramente a cerebro, ta por la ingesta de quistes maduros, que son eliminados por vía fecal
acompañados de leucocitosis, fiebre, escalofríos y otros signos de infec- contaminando agua y/o alimentos, siendo también posible la transmisión
ción sistémica. de persona a persona.
Las demás especies de amebas intestinales, E. dispar, E. B. hominis es un parásito intestinal, muy común en humanos,
moshkovskii, E. hartmanni, E. coli, E. polecki, Endolimax nana y Ioda- cuya clasificación taxonómica aún no está totalmente resuelta. En un
moeba butschlii, son consideradas comensales, por lo que su hallazgo principio fue clasificado como una levadura y actualmente se considera
únicamente tiene interés epidemiológico. Aun así, se han descrito algu- un protozoo que se agrupa junto a las amebas. El papel de B. hominis
nos casos clínicos por estas amebas que cursan con una diarrea leve y como patógeno humano también es controvertido. Clásicamente se
autolimitada. había considerado no patógeno ya que no invade la mucosa intestinal,
La mayoría de estas amebas presentan una distribución mun- pero algunos autores sugieren que la observación en heces de más de
dial, con una mayor prevalencia en zonas subdesarrolladas. E. histolyti- cinco parásitos por campo en ausencia de otros enteropatógenos,
ca es endémica en Méjico, Sudamérica, África y Sudeste Asiático. Se acompañada de signos clínicos de enfermedad intestinal como diarrea,
estima que un 10% de la población mundial se encuentra parasitada por dolor abdominal, flatulencia, fatiga o anorexia, serían indicativos de su
el complejo E. histolytica/E. dispar. E. dispar es 10 veces más frecuente implicación etiológica en la afectación gastrointestinal. La distribución de
que E. histolytica en los países industrializados mientras que en los paí- B. hominis es cosmopolita y se encuentra frecuentemente asociado a
ses en vías de desarrollo la prevalencia de ambas especies es muy otras amebas comensales como E. coli, E. nana y E. hominis. Su pre-
semejante. La amebiasis invasiva es la tercera causa de mortalidad por valencia oscila desde un 0,3% a un 54% en la población general. La vía
parasitosis después de la malaria y la esquistomatosis, causando unas de transmisión es oro-fecal, a través de la ingestión de aguas o alimen-
100.000 muertes anuales. El hombre es el principal reservorio y se infec- tos contaminados.

2. ¿Cuáles son las características morfológicas de las especies de protozoos detectadas en este pacien-
te y cómo deben obtenerse y procesarse las muestras fecales para hacer el diagnóstico por micros-
copía?

Se efectuaron preparaciones de las muestras fecales de nues- 8 núcleos de localización excéntrica y cariosoma difuso y con
tro paciente (remitidas en contenedor con solución fijadora de acetato cromatina periférica de distribución irregular (figura 1H). En algu-
sódico-ácido acético-formalina (SAF) sin concentrar y tras concentración nos quistes los núcleos estaban desplazados por la presencia de
por el método de sedimentación, que fueron observadas en fresco y teñi- una gran vacuola de glucógeno. Se clasificaron como quistes de
das con lugol. En estas preparaciones se visualizaron: E. coli.
(a) Trofozoítos ameboides de un tamaño comprendido entre 25 y 45 (e) Por último, se observaron abundantes formas parasitarias refrin-
µm que presentaban un solo núcleo con cromatina periférica fina gentes, redondeadas u ovaladas, de gran pleomorfismo y tama-
y bien repartida, un cariosoma pequeño en la mayoría de las for- ños comprendidos entre 8 y 10 µm, que poseían una gran vacuo-
mas en posición central, pero que en otras era de localización la central que ocupaba prácticamente el 50-95% de la célula,
excéntrica, y un endoplasma con granulación fina (figura 1B), desplazando los núcleos a la periferia (figura 1A). Estas formas
que fueron clasificados como pertenecientes al complejo E. his- se clasificaron como B. hominis en la fase denominada de cuer-
tolytica/dispar/moshkovskii. po central.
(b) Quistes inmaduros de entre 12 y 18 µm, que presentaban un La técnica más utilizada y disponible en todos los laboratorios
núcleo, una gran masa glucogénica endoplasmática de color para el diagnóstico de amebiasis y otras infecciones gastrointestinales
pardo rojizo a su tinción con lugol y cuerpos cromatoides con producidas por protozoos es la observación en heces del parásito, ya
extremos redondeados (figuras 1C-E). También se hallaron quis- sea del trofozoíto o de sus formas quísticas, aunque no permite distin-
tes maduros esféricos del mismo tamaño, que presentaban un guir las especies E. dispar y E. moshkovskii de la especie patógena E.
máximo de 4 núcleos y cuerpos cromatoides de iguales caracte- histolytica. Se recomienda la toma de muestra en tres días alternos debi-
rísticas que los descritos en los trofozoítos anteriores (figura 1F). do a que las formas parasitarias no se eliminan de forma constante, así
Ambos tipos de quistes fueron identificados como pertenecientes como recogerlas con medio conservador y de fijación para minimizar la
al complejo E. histolytica/dispar/moshkovskii. degeneración y alteraciones morfológicas que sufren los trofozoítos por
(c) En las preparaciones destacaba también la presencia de otros la demora entre la obtención y procesamiento de la muestra. La visuali-
quistes esféricos de tamaño mucho menor, de 6-8 µm, con cua- zación microscópica se puede realizar a partir de las preparaciones en
tro núcleos de cariosoma compacto, pequeño y central, cuya cro- fresco con solución salina o también a partir de un frotis fecal teñido con
matina nuclear era periférica y distribuida regularmente (figura solución yodada o con tinciones permanentes, como la tricrómica de
1G). Fueron clasificados como quistes de E. hartmanni. Gomori modificada, que facilitan la observación de algunas estructuras.
(d) Asimismo, se apreciaron abundantes quistes esféricos u ovala- El empleo de métodos físicoquímicos de concentración (técnica de Rit-
dos, con cuerpos cromatoidales en forma de astilla, de un tama- chie, de formol éter-etílico o formol-acetato de etilo) es muy aconsejable,
ño que oscilaba entre 20-35 µm. La mayoría presentaban de 6 a pues permite mejorar la sensibilidad en la detección de protozoos intes-

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tinales que pueden encontrarse en escaso número o distribuidos de La observación del frotis fecal debe hacerse de forma minu-
forma no homogénea en la muestra. De cualquier modo, los trofozoítos ciosa a 400 aumentos, o a 1.000 aumentos si se trata de tinciones per-
son estructuras muy lábiles que pueden sufrir distorsiones en el proce- manentes, usando un micrométrico para medir las diferentes formas
so de concentración que dificultará su identificación, por lo que en heces parasitarias presentes y barriendo toda la preparación, puesto que la
diarreicas procedentes de pacientes en que se sospeche amebiasis es identificación no debe basarse en las características de un solo micro-
muy recomendable el examen en freso en muestras recién emitidas, que organismo y las infecciones mixtas (como la del caso que presentamos)
además permitirá observar la eventual movilidad por pseudópodos no son infrecuentes. Conviene recordar que la sensibilidad de la micros-
característica de los trofozoítos. Por otro lado, hay que señalar que la copía para la detección de amebas en heces es inferior al 60% si sólo
exposición al agua antes de la fijación puede provocar la lisis de los tro- se estudia una muestra, por lo que un resultado negativo en ningún caso
fozoítos y formas en cuerpo central de B. hominis. descarta la infección.

Figura 1 (A-H).
Formas en cuerpo central de
Blastocystis hominis. (A);
trofozoítos de E. histolytica. (B);
quistes inmaduros (C-E) y quiste
maduro. (F) de E. histolytica;
quiste de E. hartmanni. (G); quis-
te de E. coli con visión de 7 núcle-
os (H).
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3. ¿Por qué es importante diferenciar entre las especies del complejo E. histolytica/dispar/moshkovskii
y a qué técnicas puede recurrirse para conseguirlo?

La diferenciación entre las especies que componen el com- frescas como fijadas, superan en sensibilidad al diagnóstico microscópi-
plejo E. histolytica/dispar/ moshkovskii no es posible mediante diagnós- co convencional, son muy específicas y permiten diferenciar entre las
tico microscópico y, sin embargo, es indispensable puesto que la infec- tres especies del “complejo Entamoeba”, si bien son laboriosas, caras y
ción por E. dispar o por E. moshkovskii no requiere tratamiento al ser complejas.
amebas comensales, mientras que cualquier forma de infección por E. Por otro lado existen en el mercado algunos métodos de
histolytica debe ser tratada, incluida la asintomática o el estado de por- ELISA de captura capaces de detectar en muestras de heces frescas o
tador, al representar un riesgo para la comunidad como fuente potencial congeladas antígenos propios de E. histolytica (lectina Gal/GalNAc y un
de nuevas infecciones y para el paciente por la posibilidad documenta- antígeno rico en serina) y, por lo tanto, de distinguir esta especie de E.
da de que desarrolle una amebiasis invasiva. dispar y E. moshkovskii. Son técnicas de gran sensibilidad (superior al
Para el diagnóstico de infección por E. dispar y E. hystolitica diagnóstico microscópico) y especificidad, muy adecuadas para labora-
pueden realizarse cultivos celulares seguidos de análisis isoenzimáti- torios asistenciales por su rapidez y sencillez de ejecución. En el caso
cos; sin embargo, éstos sólo están disponibles en laboratorios especia- que nos ocupa el diagnóstico de diarrea amebiana se confirmó al resul-
lizados y presentan un gran número de falsos negativos. Las técnicas de tar positiva la lectina de E. histolytica en heces frescas del paciente
diagnóstico molecular basadas en la amplificación por la reacción en mediante el kit Entamoeba CELISA PATH, que según algunos autores
cadena de la polimerasa del gen 18S rADN, aplicadas tanto a heces es el más específico de los métodos comercializados.

4. ¿Cuál sería el tratamiento indicado para este paciente y la explicación para que presente infección por
E. histolytica a pesar de haber recibido tratamiento con metronidazol?

Existen dos tipos de fármacos usados para el tratamiento de explicaría el hallazgo de trofozoítos y quistes de E. histolytica en las
la amebiasis: amebicidas luminales para la erradicación de quistes heces del paciente después de que se le administrase una dosis de 500
(paromonicina, iodiquinol), y amebicidas tisulares efectivos frente a los mg de metronidazol cada 8 horas durante 10 días para el tratamiento de
trofozoítos (metronidazol, tinidazol, dihidroemetina). Las infecciones B. bominis diagnosticado previamente. El tratamiento de las infecciones
invasivas deben ser tratadas con un amebicida tisular seguido de un por B. hominis sólo está justificado cuando las infecciones son sintomá-
amebicida luminal, mientras que el tratamiento recomendado para las ticas, se visualiza un elevado número de organismos en heces y se han
infecciones intestinales no invasivas y el estado de portador es un agen- excluido otras etiologías. Los tratamientos disponibles incluyen metroni-
te luminal como la paromomicina. Los amebicidas tisulares como el dazol, cotrimoxazol y idoquinol, siendo metronidazol el de primera elec-
metronidazol no son eficaces para erradicar los quistes y se ha consta- ción, si bien se registran frecuentes fracasos terapéuticos con todos
tado la persistencia de parásitos en el intestino en un 40-60% de los ellos.
pacientes tratados únicamente con este fármaco, circunstancia que

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