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Algunas consideraciones sobre la elasticidad de las cuerdas de escalada y su

influencia en las caídas.


A nadie se le escapa que la principal finalidad de una cuerda es impedir que el escalador
dé con sus huesos en el suelo.
Pero:
La cuerda, incapaz de hacer milagros, no puede evitar que se produzcan caídas, salvo en
algún caso, como cuando se va de segundo, y tal. Lo que ocurre, como también es bien
sabido, es que un adecuado contubernio entre la cuerda y los seguros logra que la caída
se vea reducida a unos pocos metros.
Ahora bien: Si existe caída, la energía potencial (Ep = mgh) del escalador, debida a la
1
altura a que se encuentra, se convierte en energía cinética (Ec = mv 2 ) debida a la
2
velocidad que va adquiriendo. El principio de conservación de la energía garantiza que
esta conversión de una forma (Ep) a otra (Ec) es total. Como al final el escalador se
detiene, esta cantidad de energía se habrá disipado de alguna manera. Una disipación
instantánea y fulminante en forma de calor y deformaciones como ocurriría al dar un
barrigazo contra el suelo tiene consecuencias nocivas, en cambio si se disipa de forma
progresiva, como en las camas elásticas, hasta puede dar gustirrinín. Entonces, otra
misión de la cuerda ha de ser el conseguir que la energía de la caída se transforme con
relativa suavidad.
En resumen, para el bien del escalador, la cuerda ha de existir y además ha de ser
elástica.
Cualquier perorata sobre elasticidad que se precie ha de empezar enunciando la Ley de
Hooke, que dice así:

F = k·x (1)

Donde:
F es la fuerza que se ejerce sobre un cuerpo elástico (muelle, cuerda, goma “de
pollo”,...), k es una constante, y x es la longitud de la deformación que la fuerza F ha
producido sobre el cuerpo.
Esto significa que si sobre un cuerpo elástico se ejerce una fuerza de 100 Nw1 y se
alarga 1 m., si se ejercieran 200 Nw se alargaría 2 m y así sucesivamente. Técnicamente
se dice que la fuerza y la deformación son directamente proporcionales, y k es la
constante de proporcionalidad. En el ejemplo anterior esta constante valdría k = 100.
Cuanto más grande sea k menos elástico será el cuerpo. Hasta aquí todo es sencillo y
bastante conocido.
Ocurre sin embargo que la dichosa constante es absolutamente característica del muelle
concreto. Si ese muelle, hecho del mismo material, fuera más largo o más grueso, la
constante sería distinta. Para poner remedio a esta situación se define otra constante
parecida, E, llamada módulo de elasticidad, o módulo de Young que sólo varía de un
material a otro.
La relación entre las dos constantes es:

E·S
k= (2)
l
Donde:
S es la sección (grosor) del cuerpo elástico, y l la longitud.

1
Nw (Newton): Unidad “oficial” de fuerza en Física. 9’8 Nw equivalen a lo que se entiende normalmente
por pesar un Kg, que hablando con propiedad tendría que decirse pesar un Kp (Kilopondio, otra unidad de
fuerza).
Con esto, a partir de la constante E de una cuerda, que anda por los 3·108 Nw/m2 y
sabiendo su sección (en realidad se sabe el diámetro: 8 mm, 9 mm, 10’5 mm,...) se
puede calcular la k en cada caso determinado, que, claro, dependerá de la longitud de
cuerda l.
Combinando las fórmulas (1) y (2) y llamando ∆l (incremento de l) a la magnitud de la
deformación o alargamiento que se produce en la cuerda, se obtiene esta maravillosa
expresión:

E·S·∆l
F= (3)
l

Esta fórmula nos proporciona el valor de la fuerza que durante la caída ejerce la cuerda
sobre el escalador (y el escalador sobre la cuerda). Depende de las características E y S
de la cuerda, y de la relación, o cociente entre la deformación y la longitud total de
cuerda susceptible de ser deformada, es decir la que hay entre el asegurador y el
escalador.
Ahora ha llegado el momento de ilustrar todo esto, y lo que vendrá, con un hermoso
dibujo:

A: asegurador, reunión.

S: último seguro.

m: masa del escalador.

l: longitud de la cuerda, o altura


escalada.

h: altura alcanzada desde el último


seguro hasta el momento de la
caída.

∆l: alargamiento o deformación de


la cuerda.
Y con esto se entra ya en lo que podríamos llamar el meollo del asunto.
Dado que “el asunto” en el fondo es un problema de Física el lenguaje que se habrá de
utilizar tendrá que ser matemático. Lo cual es necesario e irremediable, y al mismo
tiempo conveniente, porque así el resultado será exacto, inequívoco e irrefutable.
Se trata en definitiva de establecer la fuerza que la cuerda transmitirá al escalador en la
caída, ya que ésta será la magnitud física que el escalador sentirá en sus carnes.

En primer lugar, y a la vista de la fórmula (1) o (3), es evidente que el momento más
delicado, cuando mayor es la fuerza, es cuando la deformación ∆l es máxima, o sea en
el instante en que se detiene el movimiento de caída. Es a ese momento y a esa fuerza a
la que se irá refiriendo todo el desarrollo.
La energía elástica almacenada entonces en la cuerda es igual al trabajo realizado por la
fuerza de la expresión (1) a lo largo de toda la deformación ∆l. Y sintiéndolo mucho
viene dada por la siguiente integral:

∆l
∆l ∆l 1 1
E e = ∫ F·dx = ∫ kx·dx = kx 2 = k·(∆l) 2 (4)
0 0 2 0 2

Por otro lado, y observando el dibujo, se ve que la altura total de caída es 2h + ∆l. Con
lo que la energía potencial Ep, que a lo largo del viaje hacia abajo se convierte en
energía cinética Ec, y en la parte final del trayecto en energía elástica Ee, viene dada por
la fórmula:

Ep = mg·(2h + ∆ l) (5)

Donde g es la aceleración de la gravedad, que vale 9’8 m/sg2 .

Como la energía ni se crea ni se destruye, ni nada de eso, se pueden igualar los valores
obtenidos en (4) y (5):

1
mg·(2h + ∆l) = k·(∆l) 2 , que teniendo en cuenta la Ley de Hooke (1) y pasando
2
el denominador al primer miembro se convierte en:

2mg·(2h+ ∆l) = F· ∆l (6)

A hora se trata de despejar ∆l y entonces sustituirlo en la f órmula (3).

2mg·2h + 2mg· ∆l = F· ∆l

2mg·2h = (F –2mg)· ∆ l

2mg·2h E·S·∆l
= ∆l , y sustituyendo en F = queda:
F - 2mg l

E·S 2mg·2h
F= · , y arreglándola un poco resulta finalmente:
l F - 2mg
E·S·2mg·2h
F 2 − 2mg·F - =0 (7) que es, ni más ni menos, una ecuación
l
de 2º grado cuya incógnita es F.

Y esta es la hora de introducir un término emblemático dentro de la literatura y la


mitología de la escalada: el factor de caída.
Tal factor f se define como la relación entre la distancia que recorre el escalador durante
la caída y la longitud útil de la cuerda. Con las letras del dibujo:

2h
f =
l

El factor f es sencillamente un número, que como luego se verá, influye en la “dureza”


de la caída. Como la h, mientras el escalador no se desate de la cuerda y se vaya pared
arriba, no puede ser mayor que l, el máximo valor de f será 2. Esto correspondería a una
caída al salir de la reunión y antes de poner el primer seguro. El factor 0 se daría si el
escalador cae justo al poner un seguro. Ahí van unos cuantos dibujos para aclarar mejor
la cuestión:
Es importante darse cuenta de que f depende del cociente entre h y l, y no únicamente
del valor de h. Es decir: una caída entre la reunión y el primer seguro es de factor 2
tanto si se han ascendido 4 m como si se ha ascendido sólo 1 m, ya que en ambos casos
h y l son iguales.

Incorporando este nuevo invitado a la ecuación (7), ésta queda así:

F 2 − 2mg·F - 2E·S·mg·f = 0 (8)

Ahora se resuelve respecto de F aplicando aquella entrañable fórmula de la ecuación de


2º grado:
- b ± b 2 − 4ac
x= , y se obtiene un grandioso resultado:
2a

2mg + 4m 2 g 2 + 8E·S·mg·f 2E·S·f


F= = mg + mg· 1 + (se ha despreciado el signo –
2 mg
de delante de la raíz porque no parece tener significado físico).

Tan jugosa es esta expresión, que conviene ponerla otra vez bien clara:

2E·S·f
F = mg + mg· 1 + (9)
mg

De esta fórmula, legítimamente obtenida siguiendo sólo criterios físicos y matemáticos,


se deduce sin admitir sombra de duda lo siguiente:

La fuerza máxima que al amortiguar la caída la cuerda ejerce sobre el escalador, o para
hablar ya con más propiedad, sobre el arnés depende de:

- El peso del escalador mg.


- El módulo de Young E de la cuerda, es decir, del material que está fabricada.
- La sección S, que depende, como está claro, del diámetro.
- El factor de caída f.

Y de nada más.

O sea:

- Que si se cae sobre la reunión, como ya se ha dicho más arriba, habiendo


ascendido 1 m. la fuerza es la misma que si se hubieran ascendido 4 ó 10 m,
porque el factor de caída es f = 2 en todos los casos.
- Que para cuerdas hechas del mismo material, la caída será más dura, seca, o
como se le quiera llamar, cuanto mayor sea el diámetro. En particular: si se
escala con doble cuerda, y estas cuerdas están diseñadas para trabajar en
simple, la fuerza, en caso de f = 2, puede alcanzar valores que resulten
excesivos, porque es como si la cuerda que se utilizara tuviera el doble de
sección.
- Que si en algún momento se encomienda la misión de detener la caída a una
cinta o algo similar, como su elasticidad es muy baja (E es muy gordo), la
fuerza puede ser suficiente como para dañar tanto al escalador como al punto
de anclaje (chapa, mosquetón,...). Es parecido, aunque no tanto, a lo que
ocurriría si se escalara con un cable, en vez de una cuerda.
- Que si se utilizara una cuerda muy elástica (E pequeño), la fuerza sería
ciertamente menor, pero sustituyendo el valor de la fuerza en la fórmula (3)
se ve que el precio es un valor de ∆l m ás alto, es decir, más recorrido de
caída, con el riesgo de despellejarse vivo contra la pared o darse con un bolo
o una repisa. El material con el que están hechas las cuerdas intenta
encontrar un término medio aceptable entre F y ∆l.

Aunque cada uno, aplicando la fórmula (9) puede calcular el valor de la fuerza de
choque para unas circunstancias concretas de masa, diámetro de la cuerda, factor de
caída y tipo de cuerda (o sea, valor del módulo de elasticidad E), ahí van unos cuantos
resultados, para ahorrar trabajo:

- Caída de factor 2 de un escalador de 75 Kg con una cuerda de 10’5 mm.

F = 9505 Nw = 970 Kp

- Caída, con los mismos datos de antes, después de haber escalado 10 m, y 2 m


más arriba del último seguro (f = 0’4).

F = 4712 Nw = 481 Kp

- Caída de factor 2 de un escalador de 75 Kg con una cuerda de 9’5 mm.

F = 8676 Nw = 885 Kp

- Caída de factor 2 de un escalador de 75 Kg con dos cuerdas de 9’5 mm


pasadas por el mismo mosquetón. (Suponiendo E = 3·108 Nw/m2, que es un
valor típico para las cuerdas pensadas para trabajar en simple)

F = 11941 Nw = 1218 Kp este valor es muy próximo al


aceptado como máximo tolerable de 12000 Nw = 1200 daNw2

- Caída de factor 2 de un escalador de 75 Kg con dos cuerdas de 9 mm


pensadas para trabajar en doble. (Suponiendo E = 1’6·108 Nw/m2, que es un
valor típico para las cuerdas pensadas para trabajar en doble)

F = 8506 Nw = 868 Kp

- Caída de factor 2 de una escaladora de 54 Kg con una cuerda de 10’5 mm.

F = 7963 Nw = 813 Kp

...y así sucesivamente.

Ojo: Al hacer los cálculos hay que expresar la sección S de la cuerda en m2 por
cuestiones de coherencia entre unidades.

Una pregunta razonable que puede surgir en este momento, o que ya puede haber
surgido antes, es cómo demonios se llega a saber el módulo de Young, E, de la cuerda.

Casi es sencillo:

2
1 daNw (Decanewton) = 10 Nw
En los catálogos de las cuerdas aparecen unas cuantas características: Diámetro, peso
por m, deslizamiento de la funda, número de caídas de f = 2,..., y fuerza de choque. Esta
es la fuerza correspondiente a una caída de f = 1’77 para m = 80 Kg. Habitualmente
viene dada en daNw. Sólo queda sustituirla en la fórmula (9) y despejar E.
También para ahorrar trabajo, aquí aparece la fórmula con la E despejada:

mg ⎡⎛ F ⎤
2

E= ·⎢⎜⎜ − 1⎟⎟ − 1⎥ , que como m y f son fijos, acaba quedando así:
2S·f ⎢⎝ mg ⎠ ⎥⎦

886 ⎡⎛ F ⎤
2

E= 2 ⎢⎜
· − 1⎟ − 1⎥ (10), donde D es el diámetro (en m, no en mm) de
π·D ⎢⎣⎝ 784 ⎠ ⎥⎦
la cuerda.

Por otro lado:

Es posible que cueste aceptar el que sea tan pernicioso caer sobre la reunión (f = 2) 1 m
como 10 m. En ambos casos la fuerza de choque es la misma. Ahora bien, las
cantidades de energía que intervienen son diferentes, en el primer caso:

Ep = mgh = 75·9’8·2 = 1470 J3

y en el segundo exactamente 10 veces más, es decir, 14700 J. Esto repercute en que lo


que se ha venido llamando ∆l será menor en el primer caso, y la fuerza que se ejerce,
actuará, claro, durante menos tiempo. Sus efectos destructivos sobre el organismo serán
menores entonces.

Sin detallar el tratamiento físico-matemático de la cuestión (ver ANEXO), se obtiene el


siguiente resultado:

Para una caída de 10 m y f = 2 con cuerda de 10,5 mm, el tiempo durante el que la
fuerza elástica actúa es de t = 0’281 sg, de los cuales durante 0’158 sg el valor de la
fuerza es superior a 600 daNw (la mitad de lo tolerable).

Para una caída de 1 m en las mismas condiciones que en el caso anterior la fuerza de
choque sería la misma, pero la fuerza elástica actuaría durante t = 0’089 sg, y con un
valor superior a 600 daNw durante 0’050 sg, es decir, durante un tiempo tres veces
menor que en el otro caso.

Como estos cálculos tienen bastante mas intríngulis, se ha confeccionado con todo el
cariño la siguiente tabla:

Se supone m = 75 Kg, D = 10’5 mm, f = 2 y la altura que aparece en metros es la


altura ascendida. La distancia que se recorre en la caída será el doble y un poco más, por
la deformación de la cuerda.

3
J (Julio): Unidad de energía. 1 J = 0’24 calorías, por si sirve de algo.
Alt.asc. (l) 1 2 3 4 5 10
t(>600) 0’050 0’070 0’086 0’100 0’111 0’157
te 0’089 0’126 0’154 0’178 0’199 0’281
tt 0’728 1’029 1’261 1’456 1’627 2’301
∆l 0’37 0’73 1’10 1’46 1’83 3’66
h + ∆l 2’37 4’73 7’10 9’46 11’83 13’66

Donde:
t(>600) es el tiempo durante el que se está soportando una fuerza mayor de 600
daNw.
te es el tiempo durante el que actúa la fuerza elástica.
tt es el tiempo total de caída.
∆l es, como siempre, el alargamiento o deformación de la cuerda.
h + ∆l es la distancia total de caída.

Después de tamaña barahúnda numérica cabe preguntarse qué se puede hacer, en


resumen, para minimizar el efecto de una caída.

Las variables sobre las que se puede (o no) influir son:

El peso (mg) del escalador. Cuanto menor, también menor la fuerza de choque.

El módulo de Young (E) y la sección de la cuerda. Cuanto menores, también es


menor la fuerza de choque. Sin embargo al disminuir estos valores aumenta la
distancia recorrida durante la caída, y, normalmente, al disminuir el diámetro de
la cuerda disminuye también el número de caídas que es capaz de soportar.

El factor de caída (f). Al equipar una vía, cuanto antes se ponga el primer
seguro, antes desaparecerá la posibilidad de caída con factor 2, y en general,
cuanto más cerca estén unos de otros, en la medida en que la ética y el bolsillo lo
permitan, menor ha de mantenerse, en principio, el factor de caída. Lo de “en
principio” viene porque como se verá más adelante, en la realidad las cosas se
complican un poco.

Mientras tanto, antes de llegar a eso, he aquí unas gráficas comparativas de la fuerza de
choque en un largo de 20 m, con seguros cada 2 m, y con seguros cada 5 m.

Sobre el eje X (horizontal) se lee la altura (en m) que se ha escalado por encima de la
reunión. Sobre el eje Y se lee la fuerza de choque en KNw.

La gráfica correspondiente a los seguros puestos a 2 m es la azul, la otra es la roja. En


algunos tramos coinciden y solo se visualiza la gráfica azul.

Fijándose un poco se ve que menos en algunos tramos aislados la gráfica roja está por
encima de la azul. Por ej.:

A los 9 m la gráfica roja indica 6600 Nw aprox. y la azul unos 3800 Nw.

Por el contrario, entre 5 y 6 m, la fuerza de choque de la gráfica roja está por debajo de
la azul.
Desde un punto de vista físico, aun existe otra posibilidad para disminuir el factor de
caída, que consiste en dejar la cuerda con más o menos comba. Así por ejemplo:

Si un escalador sale de la reunión y asciende tres metros, si se le da una longitud de


cuerda de cinco metros (2 m de comba), al caer se obtendrán los siguientes valores:

h 8
h=3+5=8m l = 5 m, luego f= = = 1’6, en vez del
l 5
factor f = 2 típico de estas circunstancias.

Lo que ocurre es que la gente muestra una marcada tendencia a querer caer de cuanta
menos altura mejor, ya que durante la caída no puede pasar nada bueno. La decisión
entre una caída más larga o más dura hay que tomarla siguiendo los dictados de la
conciencia. Dicho de otra manera: si el estado de la reunión es dudoso, y la pared es lo
suficientemente lisa y vertical sería razonable intentar disminuir de esta forma el factor
de caída.

A todo esto, no se ha dicho, pero se supone, que en la escalada deportiva, o al empezar


el primer largo, no existe factor 2. Y si uno se cae antes del primer seguro, se cae con
todo el equipo.

En la realidad no todo es tan sencillo, o mejor dicho, aun es más complicado, porque
intervienen otros factores, ponderables e imponderables, previstos e imprevistos.

Como son:
Entre la cuerda y los mosquetones se producen rozamientos, cuyo efecto es que la parte
de cuerda entre el asegurador y el último mosquetón no llegue a desplegar todo su
potencial elástico. Esto implica un aumento del factor real de caída.

Entre la cuerda y la pared también se producen rozamientos, con las mismas


consecuencias.

Entre el escalador y la pared también se pueden producir rozamientos, con peores


consecuencias.

Los cachivaches que se utilizan para asegurar, unos más que otros, no son
absolutamente estáticos, y absorben algo de la fuerza de choque. Lo mismo pasa con el
arnés, y también con el propio cuerpo del escalador, que puede ser más enteco o más
mullido y amortiguará menos o más la fuerza antes de que se transmita al hueso, último
destinatario.

Las cuerdas, con el uso y las caídas, van perdiendo elasticidad (va aumentando su
módulo de Young, E) y lo que es peor, va disminuyendo la tensión de rotura, que
inicialmente puede estar sobre los 2500 daNw. Si termina estando por debajo de la
fuerza de choque está claro lo que pasa. Por eso dicen que hay que ir cambiando la
cuerda de cuando en cuando, y tal.

De todos ellos quizá el tema del rozamiento es el que está mejor cuantificado. Corren
por la red unas fórmulas obtenidas por el Dr. Bedogni que proporcionan el factor de
caída real dependiendo de la cantidad de seguros intermedios. Tienen a primera vista un
aspecto sobrecogedor:

2h
f = (11)
l 0 + 0'63·l1 + 0'49·l 2 + 0'37·l 3 + 0'29·l 4 + 0'22·l 5
y

2h
f = (12)
l 0 + 0'52·l1 + 0'33·l 2 + 0'19·l 3 + 0'11·l 4 + 0'06·l 5

La fórmula (11) considera solo el rozamiento entre la cuerda y los mosquetones, y la


(12) considera además el rozamiento entre la cuerda y la pared.

Como siempre, h, que aquí coincide con l0, representa la distancia ascendida desde el
último seguro, l1 la distancia entre éste y el inmediato inferior, y así sucesivamente.
Estas formulas dan a entender que cuanto más se va bajando en la cadena de seguros
menor es la eficacia del correspondiente tramo de cuerda desde el punto de vista
elástico. El denominador podría considerarse entonces como la “longitud eficaz” de
cuerda. Hay que pensar que los coeficientes de las li probablemente variarán según lo
zigzagueante que sea la trayectoria de la cuerda. De esta manera se añade otra dosis de
confusión y de incertidumbre.

A continuación se procede a aplicar estas fórmulas al ejemplo de la gráfica anterior:


largo de 20 m con seguros cada 5 m y 2 m. La caída se supondrá que se produce al
haber ascendido los 20 m, justo antes de poner el último seguro. Así se aprecian mejor
las diferencias entre unos casos y otros. Se calculará para cada nivel de equipamiento el
factor de caída y la fuerza de choque, sin rozamiento, con rozamiento en los
mosquetones y con rozamiento en todas partes.

a) Sin rozamientos.

10
Seguros cada 5 m: f= = 0’5 F = 5166 Nw aplicando (9)
20

4
Seguros cada 2 m: f= = 0’2 F = 3595 Nw aplicando (9)
20

b) Con rozamiento en los mosquetones.

10
Seguros cada 5 m: f= = 0’80 aplicando (11) F = 6322 Nw
12'45

4
Seguros cada 2 m: f ≅ = 0’61 aplicando (11) F = 5616 Nw
6'56

c) Con rozamiento en los mosquetones y en la pared.

10
Seguros cada 5 m: f= = 0’98 aplicando (12) F = 6898 Nw
10'20

4
Seguros cada 2 m: f ≅ = 0’89 aplicando (12) F = 6620 Nw
4'48

Así que, aunque en teoría (caso a)), parece mejor poner los seguros más seguidos, en la
práctica (casos b) o c)), la fuerza de choque acaba siendo parecida. Estos resultados, sin
embargo, hay que tomarlos con precaución, dado el carácter empírico y aproximado de
las fórmulas que se han usado.

De todas formas parece bastante cierto que el rozamiento hace que la fuerza que recibe
el último seguro, el que hace de polea, no sea el doble de la fuerza de choque, F, sino
aproximadamente 1’66·F, lo que hace que al asegurador solo le lleguen las dos terceras
partes de la fuerza de choque.

Por otra parte esto aclara que la fuerza que son capaces de soportar las chapas,
mosquetones, cintas, etc., que anda entre los 20-22 KNw corresponde al valor máximo
admitido de la fuerza de choque, que es 1200 daNw =12 KNw multiplicado por 1’66.
ANEXO. (Sólo para entusiastas)

Adoptando el sentido hacia abajo como positivo para el eje x, y considerando al


escalador como una partícula de masa m, se plantea la ecuación diferencial del
movimiento:

d2x
m = −kx + mg , que rápidamente se convierte en:
dt 2

d2x k
= −ω 2 x + g con ω 2 =
dt 2 m

Esta es una ecuación diferencial lineal de segundo orden no homogénea.. Ahora


se resuelve tal como mandan los cánones. Es decir:

Se obtiene una solución xh de la ecuación homogénea, que es la del movimiento


oscilatorio de toda la vida.

x h = Asen ωt + B cos ωt , y a continuación se le suma una solución


g
particular xp = 2 , quedando entonces:
ω

g
x = x h + x p = Asen ωt + B cos ωt +
ω2

Si se toma como origen de las x el punto donde la cuerda se tensa, que es cuando
empieza a actuar la fuerza elástica, las condiciones iniciales que hay que aplicar
son:

x = 0, t = 0 y
dx
v= = 2gh = v 0 , t = 0 (Aquí h representa la distancia total de
dt
caída, lo que antes se ha ido llamando 2h).

De esta manera se pueden determinar las dos constantes A y B, y la cosa queda


así:

v0 g g
x= sen ωt − 2 cos ωt + 2
ω ω ω

En el momento que la cuerda está tensada al máximo (máxima fuerza de


dx
choque), el escalador está detenido y v = = 0. Así se obtiene el tiempo
dt
durante el que actúa la fuerza elástica.

dx g dx 1⎛ v ω⎞
= v 0 cos ωt + sen ωt = 0 ⇒ t = ⎜⎜ π + arctg 0 ⎟⎟
dt ω dt ω⎝ g ⎠
d2x
Hay que aclarar a continuación que en un determinado instante el valor m
dt 2
es la resultante de las fuerzas que actúan sobre el escalador. Ahora bien, él sólo
“nota” la fuerza elástica de la cuerda, como se ve al considerar estas dos
situaciones:

Mientras está cayendo libremente, la fuerza que actúa sobre él es


d2x
únicamente su peso, 2 = g, y en esos momentos no nota ninguna fuerza.
dt

Cuando queda detenido al final de la caída, colgando como un


d2x
jamoncillo, = 0, la resultante de las fuerzas es 0, pero él nota la tensión de
dt 2
la cuerda, que equilibra su propio peso.

Así pues la fuerza se calculará, sencillamente aplicando la ley de Hooke:

F = - k·x

Si se quiere averiguar en qué momento la fuerza toma un determinado valor se


sustituye en la fórmula anterior la x por el resultado obtenido como solución de
la ecuación diferencial, es decir:

v0 g g
x= sen ωt − 2 cos ωt + 2 y se despeja t como
ω ω ω
buenamente se pueda. (Existen calculadoras formidables, capaces de resolver
ecuaciones, y en Excel, sin ir más lejos, con la Herramienta Solver se puede
conseguir también algo de esto).

Finalmente, indicar, para tranquilidad de espíritu de los más concienzudos, que


si se calcula el valor de F para x máxima, con

1⎛ v ω⎞
t= ⎜⎜ π + arctg 0 ⎟⎟ , y se manipula con grandísimo cuidado y teniendo
ω⎝ g ⎠
en cuenta, entre otras cosas, que hay que escribir el seno y el coseno en función
de la tangente, se obtiene la famosa y lejana fórmula (9). De conseguirlo, el gozo
que se experimenta es comparable al de lograr hacerse una vía que está un poco
por encima de nuestro grado.

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