Sunteți pe pagina 1din 4
oonegit YOINONODE VENLIND ad OANOT puqououiog gol tent eyodedso worse A aNNGUd TUNGH 40d JAX OTDIS TH VISVH SHNOISVANI SV1 dassd VdOUNnd Hd VIYOLSIH “« 1s wSqgo £ my © se09peqo :ojdup ssvourerseupsoem uopdaruco wun SOIC] bop wied sweqop ss ap suem X ‘osnd spur eusjaouour ye awuoureoeuq soHed ‘red sojopy cols} sn 0303 Bf] -0UD5 Ns UD gIoeu on waayoud un Jod opsraauon Sas ap 2g bse opgand aro anog “wUNINIDN ¥] on soameqeg eouaUE foxpmE LOD F eazoptisjabuod #0; sopos 20d opepasdsop ‘Soso¥oupod sousasep srs U2 OpD “ouasssp js ssouoNs® wise “sepeIIOU ap O|gand un op vaqo £9 O}[2 OPO X “pepeg 2p 2 :opasea ex nb rouse oxosopod spur op wnyod A wsowSifa3 pup iauos epanb o3s9 opos oassanns oj Ug “OSEIIE ¥ PLOY rpuyaexd ses ‘s03tc0[01, 0] 2p%P wjBavoud 9] anb o8or# o7u2u “pos yp ofeq une eqeazosa09 os opesed of axtify ondinuy asa tedosmg op cpp wf U2 oBSny voraaes? anb & our, ap eqsaduuy [> uososat vasey Ueypuanxa 98 anb sopsisg Solara so] ap s22pe3 2x vy seiqume> exed opeaseq, spanody visa uoisur -sunad ng “suotiop os sa3U uo sourad JY “2s1S94 9] 95 BPENL ‘asropuona ered soue URIs OF e{ apsaq{ “suisinbuoo sns op prpisu: +308 souatr 59 00 UoRDeTedoxd ns op HA ots Jp axes ye ‘sepuansosuoo sns op peprou od ‘9]qenedwoo oypoy en opunte [ ‘yt A pepresioagun 2 NOISY By U9 2382 ON, 1 VNFWIOS(ON NOISP ANI ¥T nr OTASyavo 36 EL FIN DEL MUNDO ROMANO DE OCCIDENTE. Jos infieles a obedecerle, La guerra santa constituye para él una obligacién ‘moral que leva en s{ Ja tecompensa, Los guerreros caidos con las armas en [a ‘mano gozarin de dulzuras beatficas ea el paraiso. Para otros, el ticos waficantes, que rodean por todas partes la pobre Arabia, sr legittao de tal apostotado miler. No puede dudarse que el smo, 0 si se prefiere, el entusiasmo religioso, ha sido el resoree que lanz6 a fos musulmanes sobre el mundo, Entre las invasiones de estos secatios que se ponen en movie miento invocando a Ali y las de los germanos que sélo abandonan sus hogaes para adquirirtieray mas ferciles, ta oposicion moral resulta singularmente e3- clarecedora. Es cierto, sin embargo, que la constitucién social de los arabes los ‘sus caballos y lanzarse a la aventura. No son, como los germanos, emigran que atrastran tras ellos mujeres, nifos, eslavos y ganado; sino ji tuados desde la infancia a las algaras y a quienes Ala obliga a lanzarse en su nombre a la depredacién del Uni Imporca reconocer, por otra pai Jie6,prodigiosamente 1s tatea. mai, que habia sido hasta entonces el centro comiin de Ia pertenecfan al Islam, Y¥ no sélo por la ocupaci én por la absorcién religiosa y poli- tica. Los frabes no respetaron, como los germanos, el estado de costs que en- contraron entre los vencidos. Ni podia ser de otro modo. En efecto: micntras que los germanos, sabandonando su religién por el cristianismo, fraternizaron «en seguida con los romanos, tos musulmanes apareeian como propagandistas de una nueva fe exclusiva ¢ intolerante, que todos debian acaéat. La todos Jos sitios que ellos dominacon, fue la base de la sociedad politica, 0 por mejor decir, 1a organjzaci6n religiosa y.la orgenizacién piblica son idénticas ‘para ellos; [a Iglesia y el Estado forman una sola unidad. Los infieles 0 pue- den practicar su culto.mis que como simples individuos, privados de toda clase de derechos, Todo fue cambiado @ fondo y en conjunto, de acuerdo con los, principios del Corén. De la administracién, justicia, hacienda y ejéecto, n0 quedé nada.-Cadies y emizes reemplazaron a los exarcas del lugar. El derecho LA INVASION MUSULMANA 31 musulmén substituyé en todas partes al derecho romano y, 2 su vez, la Lengua ‘rab desalojé a jas Jenguas griega y latina, ante las cuales habian desaparecido desde hacta tanto tiempo los viejos idiomas nacionales de las costas de Sitis, Aiica y Espatia, En estos dos elementos, la religiSa y el idioma, consiste la aportaciéa arabe «Ja civilizacién musulmana, Por lo demas, por brillante que fuera durante los primeros siglos del Islam, resulta, e bios vencidos estaban mas civilizados que sus vencedores némadas y ést0s se aprovechaton a manos Llenas. Tra sofes, se inspiraron en su ate, y s© as Eto rio puede asombrarnos, si se piensa que sis ricas y mis pobladas del mundo squitectura da una idea bastante ativa de sus “asimilaciones”. En Ja jan menos un patentesco palma ms atin en el dominio del pensa por ora parte, no le afiadie~ ‘mana no ha ejercido una profunda influencia sobre los pueblos europcos y esto se explica may se ,y por el hecho de qu las fuentes en las cules sea abrevalo con preferencia eran en su max yoria fuentes europeas. No sucede Jo mismo si se encara el asunto desde el punto de vista econd- los arabes han: sido, gracias a su contacto simulténco con el Occi- jos. Desde la India transpor- ia en los siglos xv y xv1), eh Sicilia y a aclimararon en Asia la fabricacion de a seda que los les ensefiaron; son ellos también Ios que descubren den el uso del pa pel, sin el cual fa invencién de Ia imprenta hubiera sido no se habcia realizado, e importaron la brdjula, Por lo dems, estas jos pueblos cristianos, En un nos de Europa, tin enemigo sumamente temible, pues eta més rico y se encon-

S-ar putea să vă placă și