Sunteți pe pagina 1din 10

2003-11-03 Carmen Vázquez

FACTORES DE RIESGO DE EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA


INTRODUCCIÓN
La adolescencia es una etapa de la vida en la cual ocurren cambios que no se observan
en otros grupos de edad.
El embarazo en adolescentes es un asunto complejo con muchas razones para
preocuparse. Ser madre a temprana edad no es solo un problema social, económico y
familiar, sino también un problema de salud.
DEFINICIÓN
Embarazo adolescente o embarazo en la adolescencia, se define como aquel
embarazo que se produce en una mujer adolescente entre el comienzo de la edad fértil
y el final de la etapa adolescente. La OMS establece la adolescencia entre los 10 y los
19 años. La mayoría de los embarazos en adolescentes son considerados como
embarazos no deseados, provocados por la práctica de relaciones sexuales sin métodos
anticonceptivos.
El embarazo adolescente afecta la salud integral tanto de los padres adolescentes
como la de sus hijos, familiares y de la sociedad en sí.
¿POR QUÉ SE DAN LOS EMBARAZOS EN LA ADOLESCENCIA?
Las causas por las cuales los adolescentes tienen sexo y lo hacen sin adoptar métodos
efectivos de anticoncepción es un tema de debate. Mencionemos algunas de ellas:
 Los adolescentes adquieren su madurez sexual (fertilidad), aproximadamente,
cuatro o cinco años antes de alcanzar su madurez emocional y son incapaces de
manejar las situaciones de riesgo
– Aceptan mantener relaciones sexuales a edades cada vez más precoces.
 En la actualidad, los adolescentes se están desarrollando en una cultura donde
sus amigos, la televisión, las películas, la música y las revistas transmiten mensajes
directos o sutiles de que las relaciones sin un matrimonio de por medio
(específicamente las que comprometen a los adolescentes) son comunes,
aceptadas e incluso esperadas.
 Existe un mal funcionamiento del núcleo familiar.
 Con frecuencia, no se ofrece educación acerca de los comportamientos sexuales
responsables ni tampoco una información clara y específica con respecto a las
consecuencias del intercambio sexual:
– El embarazo,
– Las enfermedades de transmisión sexual y
– Los efectos psicosociales.

 Sin medir el riesgo y la consecuencia, sienten la necesidad de probar su


fecundidad.
¿CUÁLES SON LOS FACTORES DE RIESGO?
Los estudios realizados a nivel mundial, asocian el embarazo adolescente con estos
factores de riesgo:
Familiares
Las características de la familia son muy importantes para determinar el riesgo.
Los adolescentes que viven con ambos padres y tienen una buena relación con ambos,
tienen un riesgo menor de tener sexo no protegido y de llegar al embarazo.
Específicamente, estos adolescentes no van a iniciar la actividad sexual a una edad
temprana y, cuando la inician, lo hacen con una frecuencia menor.
Cuando el adolescente proviene de una familia disfuncional: uniparental, o con
conductas promiscuas y con consumo de drogas, en la que no hay un adecuado
diálogo padres–hijos. Su ausencia genera carencias afectivas que él/ella no sabe
resolver, impulsándolo/a a buscar esa comunicación y afecto en los amigos y
compañeros de colegio quienes probablemente tendrán su misma ignorancia. Es más
probable que los hijos inicien la actividad sexual a una edad temprana.
Son chicos/as que van de relación en relación, en búsqueda de una estabilidad que no
hallan y siempre exponiéndose a los riesgos hasta que el embarazo les sirve como el
mejor de los síntomas para los conflictos que no logra superar.
Los varones educados en hogares en los que se golpeaba a la madre o que fueron
golpeados ellos mismos, tendrían muchas más probabilidades de embarazar a su pareja
que los varones que no habían tenido esta experiencia.
 Se ha demostrado que las chicas cuyos padres habían abandonado el hogar
cuando ellas eran niñas, tenían más probabilidades de iniciarse precozmente en
la vida sexual y de quedar embarazadas.
 Una chica es más fácil que se convierta en madre adolescente si su madre y su
hermana también lo fueron.

 Otro factor de riesgo muy marcado es la falta de comunicación entre los padres y
la adolescente. Cuando en la familia hay una severa censura hacia las relaciones
sexuales entre adolescentes, muchas veces los jóvenes las tienen por rebeldía y
no implementan medidas anticonceptivas.
 Tienen una madre que tuvo su primer parto a una edad de 19 o siendo aún más
joven.

Grupo de amigos
Búsqueda del reconocimiento de los pares: buscando el reconocimiento por parte del
otro y principalmente del grupo de tus amigos, comienzas a tener citas amorosas a
temprana edad (las citas a la edad de 12 años están relacionadas con una
probabilidad del 91% de tener relaciones sexuales antes de los 19 años y las citas a la
edad de 13 se asocian con una probabilidad del 56% de actividad sexual durante la
adolescencia).
Cuando el adolescente sabe que sus amigos más cercanos usan condones, hay más
posibilidades de que él lo use también.
Pareja romántica: tener una pareja romántica aumenta las posibilidades de actividad
sexual, pero si esa pareja es varios años mayor, las posibilidades se incrementan.
Tener una pareja mayor disminuye también las posibilidades del uso de anticonceptivos
y, por lo tanto, incrementa las de un embarazo y del posible contagio de alguna
enfermedad de transmisión sexual.
Cuando el adolescente no ha desarrollado la habilidad comunicativa necesaria para
negociar y la habilidad de aprender a resistirse ante la presión de sus compañeros/as
cuando éstos/as ya son sexualmente activos/as. Los encuestas demuestran que, la
mayoría de las veces, inicias las relaciones sexuales presionada/o por los amigos y
compañeros que te empujan a hacer algo que en realidad no hubieras querido hacer
y, en muchas ocasiones, con la ayuda del alcohol y las drogas que inhiben la voluntad.
La diferencia de edades en la pareja es importante: Las adolescentes cuya pareja es
más grande que ellas (y sobre todo si él es adulto), tienen más probabilidades de
quedar embarazadas que cuando se involucran con chicos de su edad.
 Es también más probable que lleven su embarazo a término en vez de decidirse
por el aborto. Los estudios reportan que las madres adolescentes que habían
iniciado la actividad sexual muy precozmente, habían tenido relaciones con
hombres mucho mayores que ellas y se involucraban en un sexo más frecuente y
promiscuo.
Individuales
Los estudios han demostrado que la edad, el desarrollo físico y el género, tienen una
influencia dramática en el comportamiento sexual del adolescente. Conforme van
creciendo en edad, se van incrementando las posibilidades de tener actividad sexual
(más frecuentemente y con más parejas). Esto mismo sucede cuando se desarrollan
precozmente y parecen mayores. Algunos efectos son estrictamente físicos pero otros
son sociales como por ejemplo la presión de los amigos y el incremento en las
oportunidades de tener sexo que vienen con una mayor libertad e independencia.
Este incremento en el número se traduce en un incremento en las posibilidades de
embarazarse o de embarazar a la pareja aun cuando usen algún anticonceptivo.
Conexión con la escuela y el éxito escolar: Si él/la joven tiene un proyecto de vida en
el cual es necesario alcanzar un determinado nivel educativo, es más probable que,
aun teniendo relaciones sexuales, adopten una prevención efectiva del embarazo.
Los estudios han demostrado que la involucración con las actividades escolares
(principalmente de tipo religioso) está relacionado con una disminución en la tasa de
embarazos adolescentes.
Cuando el nivel educativo del adolescente es bajo. Los adolescentes con historia de
frustraciones educativas, años perdidos y bajo rendimiento escolar, pueden encontrar
en el embarazo una salida a una insatisfecha historia dentro del sistema escolar.
Pandillerismo: Se ha demostrado que cuando el adolescente pertenece a una pandilla
es más probable que inicie muy joven la actividad sexual, que tenga varias parejas y
que llegue al embarazo.
Falta educación acerca del comportamiento sexual en la adolescencia: Existe una
desinformación en torno a lo que es y significa la adolescencia.
El colegio les habla de todo, menos de ellos mismos y de su cuerpo destinado a lo
placentero pero también siempre dispuesto a la concepción. A las profesoras y
profesores les asusta hablar de libertad y de amor, de ternura y de placer. Creen que si
hacen el amor por primera vez no habrá embarazo porque para el embarazo se
requiere mantener una vida sexual frecuente y conocen de nombre los métodos de
control de la fecundidad, pero no saben bien cómo utilizarlos.

Buscan información en otras fuentes, sobre todo entre los amigos o en lecturas poco
serias y nada orientadoras.
Cuando el varón, por sentirse que él ya lo sabe todo y que no lo necesita, se ausenta de
las tareas de salud reproductiva incluida la información sobre sexualidad, consejerías
en salud sexual y servicios de anticoncepción.
Por ignorancia y actitud ante los riesgos: desdeñan el uso de métodos de planificación
familiar porque se sienten invulnerables y dudan de la efectividad de los mismos,
creyendo que tienen efectos secundarios, o bien que utilizar los métodos es una falta de
respeto con la otra persona a la que quieren, antes que nada, complacer.
 Pensamiento Mágico: propios de esta etapa de la vida, que las lleva a creer que
no se embarazarán porque no lo desean, o no tienen cuidado porque, como no
se embarazaron de casualidad, piensan que son estériles y, además, no tienen
miedo de las enfermedades de transmisión sexual.
 Falta o hay distorsión de la información: es común que entre los adolescentes
circulen “mitos” como: “sólo te embarazas si tienes orgasmo”, o “nunca cuando lo
haces con la menstruación” o “cuando no hay penetración completa”, etc.
 En muchos casos, el uso de los anticonceptivos es inadecuado. La inexperiencia
hace que uses mal el condón o que se te olvide tomar las píldoras
anticonceptivas, etc.
 Debido a que ningún método anticonceptivo es completamente
efectivo, la abstinencia (no tener relaciones sexuales) es la única forma segura de
prevenir el embarazo. Una adolescente sexualmente activa, que no utilice
anticonceptivos tiene un 90% de probabilidades de quedar embarazada en un
año.
La baja autoestima (falta de confianza en sus capacidades y poder) está asociada a
problemas de salud tales como depresión, suicidio, anorexia nerviosa,
delincuencia, conducta de riesgo sexual y otros problemas de ajuste.
Corren riesgos voluntariamente: forma parte de su crecimiento y desarrollo como
adolescentes. Les ayuda a probar fuerzas y capacidades para enfrentarse al mundo.
Desafortunadamente, en ocasiones, los jóvenes creen que los comportamientos de
riesgo son muestras de madurez.
Otros factores que se han asociado a embarazo adolescente son: el consumo de
alcohol u otras drogas, incluyendo los productos del tabaco, tener pocos amigos, la
falta de participación en actividades escolares, familiares o comunitarias y ser hija de
una madre que tuvo su primer parto a una edad de 19 o siendo aún más joven.
Socioeconómicos
Cuando en el medio ambiente social que los rodea, existen creencias y prácticas
asociadas a que, la maternidad y a la paternidad, la feminidad y masculinidad, son
consideradas como un asunto central en su proyecto de vida y como un único destino
para su realización personal.
La soledad y la tristeza de una chica que se siente abandonada y no querida (ocurre
con el traslado de las jóvenes a las ciudades en busca de trabajo y aún con motivo de
estudios superiores). O la muchacha que piensa que no responde al modelo de mujer
que los muchachos buscan y aman. Si inician una relación, es probable que la tomen
como la única y definitiva oportunidad de su vida.
 Entonces se hunden sin límites ni condiciones en el deseo del otro, sin tomar en
cuenta los riesgos y sin evitarlos dependen de la aprobación del varón que
presiona para que inicien su sexualidad tempranamente, se embaracen y lleguen
a la maternidad.
Existe abuso sexual o violencia en la relación de pareja: Antes de los 15, la mayoría
reporta que su experiencia sexual fue involuntaria.
 Los estudios indican que las adolescentes que se encuentran en una relación de
pareja abusiva en el momento de la concepción, con la noticia de su embarazo
se incrementaron los comportamientos violentos de parte de su pareja.
Este factor se asocia también a tener más de un compañero sexual simultáneamente.
Cuando los padres del adolescente tienen una educación superior y un ingreso familiar
alto, se observa una disminución en el número de embarazos. Esto se refiere a que son
los padres los que ponen énfasis en la importancia de obtener una educación que les
permita lograr una meta. El embarazo en la adolescencia se debe evitar para lograr el
objetivo.
Factores institucionales
Déficit en los servicios específicos de atención en consejería sobre salud sexual y
reproductiva; prevención para la población adolescente incluida la anticoncepción y
educación sexual y falta de promoción sobre los derechos sexuales y reproductivos.
Cuando los servicios existen, en ocasiones son rechazados por los adolescentes porque
el personal de salud hace juicios y no da apoyo denotando falta de preparación para
la prestación del servicio
Los horarios de prestación de servicios en los centros de salud u hospitales, son
inadecuados para las personas jóvenes que estudian y/o trabajan.
1. La pobreza explica numerosos embarazos. La mujer tiende a conformar pareja
definitiva entre los 15 y los 17 años como un intento de mejorar las condiciones de
pobreza en las que vive; ella sueña que casándose, todo será mejor.
 Pero, a causa de la crisis económica, numerosas jóvenes son abandonadas por su
pareja inicial y se ven obligadas a estructurar otra relación que siempre exige más
hijos y que, con frecuencia, no termina por ser la última sino, por el contrario, el
inicio de una cadena de relaciones, muchas de las cuales suponen nuevos
embarazos y partos, destinados a deteriorar aún más la condición de la mujer y la
de sus hijos. En este proceso, una mujer de 20 años puede tener cuatro o más hijos
y, probablemente, un mayor número de embarazos que terminen en abortos
espontáneos o provocados por desconocimiento de la sexualidad.
¿QUÉ PROBLEMAS DE SALUD PUEDEN PRESENTARSE EN UN
EMBARAZO DE UNA ADOLESCENTE?
Las adolescentes embarazadas se enfrentan a los mismos riesgos que se enfrenta
cualquier mujer que tenga más de 20 años de edad. Sin embargo, existen algunos
problemas especiales para las madres demasiado jóvenes, especialmente aquellas que
no han llegado a los 15 años, para las madres entre los 15 y los 19 la edad no es un factor
de riesgo en sí mismo, pero hay riesgos adicionales que pueden estar asociados al factor
socioeconómico.
Estas niñas quedan en el lugar del sin lugar, un lugar sin red familiar ni redes sociales. Ser
niñas madres las deja muy tempranamente fuera del sistema educativo, fuera del
sistema social, e insertas en un sistema familiar en el que la función paterna se encuentra
fallida o ausente.
 En la mayoría de los casos sin el sostén de una pareja,
 Si la pareja es también un adolescente, necesita tanto sostén como ellas.

¿CUÁLES SON LAS COMPLICACIONES MÉDICAS DEL


EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA?
La salud prenatal de la adolescente embarazada es un tema de preocupación ya que
es entre ellas que se encuentra el mayor porcentaje de bebés con bajo peso al nacer y
prematurez. Esto sucede principalmente porque:
 La adolescente embarazada acude tarde a la consulta médica y a veces no
acude durante todo el embarazo y que eso trae como consecuencia bebés con
una salud deteriorada.
 Muchas de ellas sufren de problemas de deficiencias nutricionales o tienen malos
hábitos alimenticios (lo que es común en la adolescencia) y tratan de perder peso
haciendo dietas absurdas, evitando comidas, alimentándose con comida
chatarra, etc.
 Las madres jóvenes y sus bebés están en un riesgo mayor de contraer Sida y de
morir durante el embarazo. Este riesgo es mayor entre las adolescentes de 10 a 14
años ya que su pelvis, que no está totalmente desarrollada, puede causar
problemas durante el parto. Los abortos ilegales son otro gran riesgo para las
adolescentes embarazadas.
– Para las adolescentes mayores, la edad en sí misma no es un factor de riesgo y las
complicaciones en este caso están relacionadas más bien con el factor
socioeconómico que con la biología.
 Es importante mencionar las complicaciones causadas por falta de desarrollo
físico y madurez apropiada. El cuerpo de la adolescente no está completamente
desarrollado (especialmente la pelvis) y es probable que tengan anemia. Esto trae
como consecuencia embarazos que no llegan a término y partos prolongados
por la desproporción que existe entre la cabeza del bebé y la pelvis de la madre.
El bebé que nace prematuro puede tener problemas respiratorios (entre otros) y
defectos al nacimiento.
¿CUÁLES SON LAS COMPLICACIONES SOCIOECONÓMICAS
Y PSICOLÓGICAS DEL EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA?
Se han hecho varios estudios analizando los impactos socioeconómicos, médicos y
psicológicos del embarazo y la paternidad en los adolescentes.
 Impacto en la madre: Ser una madre adolescente en un país industrializado
puede afectar tu educación. Es muy probable que tengas que abandonar tus
estudios y reduce tus posibilidades de llegar a ser profesionista.
– Las madres adolescentes tienen siete veces más posibilidades de cometer suicidio
que otras adolescentes.
– 25% de estas madres tendrá otro bebé antes de los 24 meses.
 Impacto en el hijo/a: La maternidad temprana puede afectar el desarrollo
psicosocial del bebé y es muy probable que tenga problemas en su desarrollo y
comportamiento. Esto puede ser porque las madres adolescentes no suelen
estimular a sus bebés con comportamientos afectivos como caricias, sonrisas y
comunicación verbal y carecen de sensibilidad y aceptación para sus
necesidades.
– Igualmente se ha notado que estos bebés tienen un desarrollo académico muy
pobre en su niñez y muchos de ellos dejan la escuela antes de graduarse de
secundaria, se retrasan en sus estudios o tienen calificaciones
bajas.
– Las hijas de padres adolescentes es muy probable que sean, a su vez, madres
adolescentes y los varones de padres adolescentes tienen tres veces más posibilidades
de estar en prisión.
 Impacto en otros miembros de la familia: El embarazo y la maternidad en la
adolescencia pueden tener influencia en los hermanos más jóvenes. Se ha visto
que las hermanas menores de las madres adolescentes no tienen interés en la
importancia de la educación y el empleo y es más probable que acepten la
iniciación sexual, la maternidad y el matrimonio a edades muy jóvenes. Los
hermanos menores se hacen más tolerantes de los embarazos en adolescentes y
nacimientos extramaritales al mismo tiempo que se hacen más susceptibles a
tener comportamientos de alto riesgo.
– Los estudios han descubierto que la mayoría de ellos terminan haciendo de
cuidadoras de sus sobrinos o sobrinas y que las mujeres a las que se les coloca en esta
posición corren el riesgo de convertirse, a su vez, en madres adolescentes.

UN BEBÉ PARA ATRAPAR UN HOMBRE


Como adolescente de esta era, vives en un contexto lleno de erotismo, desinformación
y presión. Presionada, obligada y llenas de temor de perder a tu chico, tienes relaciones
sexuales, sin suficiente deseo y sin protección alguna. Muchos embarazos se deben a
este acto que lo único que prueba es que, como mujer, te encuentras totalmente
sometida a los deseos del varón.
Desde muy corta edad inicias relaciones con chicos muy jóvenes, en las que hay muy
escasa comunicación verbal y fuerte predominio del lenguaje corporal y llegas a las
relaciones sexuales sin suficiente deseo y sin protección alguna, en busca del amor que
compense tus carencias de adolescente.
No siempre resulta fácil aceptar que es posible perder esta relación, que ese otro
elegido puede dejar de amarte y fijarse en otra mujer. Los celos, los temores y las
angustias te invaden y, desde tu desconcierto, acudes a una estrategia mágica para
retener a un hombre que, a lo mejor, ya se encuentra ido, al otro lado del amor. Y esta
fórmula mágica se llama embarazo.
Embarazo e hijo destinados a amarrar a un hombre a una relación que no se sostiene
en los deseos, en las expectativas mutuas ni en las decisiones de dos.
Como mujer renuncias a tu palabra, a la búsqueda de otras alternativas para ser amada
y deseada y te vas por el camino, aparentemente más fácil. En ese embarazo hay una
cantidad de humillación y derrota de la mujer y también del bebé que va a nacer.
LA PATERNIDAD ADOLESCENTE
En algunos casos, el padre del bebé es también el esposo de la adolescente. La
concepción pudo haber tenido lugar dentro del matrimonio o bien, es el mismo
embarazo el que precipita el matrimonio.
La mayoría de las parejas adolescentes están en una relación amorosa en el momento
del embarazo pero los padres adolescentes no se quedan con la madre y esto
generalmente rompe la relación con el bebé. Las investigaciones han demostrado que
cuando se involucra al padre en la toma de decisiones acerca del embarazo y el parto,
se reporta una mayor interacción con sus hijos/as en los siguientes años aún cuando no
se casen con la madre.
Sin embargo, quizás el término “padre adolescente” no sea el correcto ya que se ha
visto que la mayoría de los embarazos de mujeres adolescentes son con hombres
mayores de 20 años y se ha llegado a demostrar que, mientras más joven sea la madre
mayor es la distancia en años con el padre.
¿CÓMO SE PUEDE PREVENIR EL EMBARAZO ADOLESCENTE?
Los expertos están de acuerdo, una de las formas más efectivas para prevenir el
embarazo en la adolescencia es asegurarse de que estén BIEN informados: hablar con
ellos acerca del sexo, de los anticonceptivos, de la presión del grupo de amigos y de la
importancia de aprender a pensar acerca de las consecuencias de sus actos.
Socialmente se han desarrolladomuchos tipos diferentes de programas de prevención
del embarazo en la adolescencia.
 Los programas de educación para la abstinencia estimulan a las personas jóvenes
a posponer la iniciación de la actividad sexual hasta el matrimonio o hasta que
estén lo suficientemente maduras para manejar la actividad sexual y un posible
embarazo en una forma responsable.
 Los programas basados en el conocimiento se concentran en enseñarles a las
adolescentes acerca su cuerpo y sus funciones normales, al igual que a suministrar
información detallada sobre los métodos anticonceptivos y la prevención de
infecciones de transmisión sexual (ITS). Las investigaciones indican que los
programas basados en el conocimiento ayudan a disminuir las tasas de embarazo
en la adolescencia, mientras que la educación de sólo abstinencia sin
información acerca de la anticoncepción no lo hace.
 Los programas con enfoque clínico le brindan a las niñas acceso más fácil a la
información, asesoría por parte de profesionales de la salud y servicios de
anticoncepción. Muchos de estos programas se ofrecen a través de clínicas con
sedes en los colegios.
 Los programas de asesoría por parte de compañeros típicamente involucran a
adolescentes mayores que invitan a las niñas a resistirse a las presiones sociales y
de los compañeros para tener sexo. Para las adolescentes que ya son
sexualmente activas, los programas de asesoría de compañeros le enseñan
técnicas en las relaciones y les dan información sobre cómo obtener y utilizar los
anticonceptivos en forma efectiva.
Otras fuentes:

a. Embarazo en niñas menores de 14 años de edad El embarazo en menores de 14 años de edad


es considerado un problema de salud pública que, a su vez, visibiliza la existencia de un delito
sexual, tal como lo señala el artículo 171 del Código Orgánico Integral Penal (COIP, 2014)18. Este
tipo de situaciones da cuenta de una realidad que permanece oculta y que representa un grave
atentado a los derechos humanos de niñas y mujeres.

El embarazo y la maternidad en niñas menores de 14 años interfieren con el desarrollo de


habilidades como la consolidación de la autonomía, la socialización y la capacidad de regulación
afectiva y generan miedo, culpa y resentimiento, condiciones que elevan el riesgo de suicidio
(hasta en un 13 %) y aumentan la incidencia de depresión y una percepción negativa de las redes
de apoyo19. A su vez, las niñas embarazadas menores de 14 años sufren un elevado riesgo de
complicaciones durante el embarazo y el parto, lo que conlleva un incremento de las tasas de
morbilidad y mortalidad materna, perinatal y neonatal. Adicionalmente, presentan cuadros de
malnutrición y un mayor número de abortos espontáneos y partos prematuros. Los recién
nacidos registran un peso bajo debido a que el útero de la madre no se ha desarrollado
completamente y pueden presentar mayores problemas de salud, trastornos del desarrollo y
mayor probabilidad de sufrir malformaciones (Gómez Pío, 2011). Por otro lado, tal como señala
la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología, “iniciar relaciones
sexuales en adolescentes menores de 15 años no siempre es una decisión consciente o libre,
aun cuando hayan sido relaciones consentidas, muchas veces tienen poco control sobre la
iniciación sexual. A estas situaciones se las denomina de coacción, por la presión ejercida para
mantener relaciones sexuales y, por lo general, la adolescente no lo identifica como una
violación. Cuanto más joven es la adolescente, mayor es la probabilidad de una iniciación sexual
forzada” (Flasog, 2011).

b. Principales consecuencias de un embarazo en la niñez y la adolescencia El Fondo de Población


de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés) destaca que la mayoría de los hijos de
madres adolescentes tiene como padre a un adulto. En los casos en que el padre es también
adolescente, ocurre con frecuencia que desconocen dicha paternidad o no cumplen las
responsabilidades que derivan de la situación (Unfpa, 2007). Sin embargo, es importante
reconocer que cuando ambas partes se hacen responsables del proceso del embarazo y del hijo
e hija que resulta, las dos personas pueden ver modificada su trayectoria de vida debido a las
responsabilidades y los retos personales que implica la crianza. Entre las principales
consecuencias de un embarazo en la niñez y la adolescencia se encuentran las siguientes: •
Deserción escolar: durante la niñez y la adolescencia existe una mayor probabilidad de
abandonar la educación como consecuencia de las nuevas responsabilidades que adquieren la
madre y el padre debido a la necesidad de cuidados que requiere el hijo. Según el estudio Costos
de omisión en SSR en el Ecuador, se estima un total de 6 487 casos de adolescentes que
abandonan los estudios por motivos de embarazo. Más de la mitad (56 %) se encontraba
cursando la Educación General Básica al momento del abandono, por lo que la mayor pérdida
de años de escolaridad se presenta en este subconjunto. Para el año 2015, se estimó un total de
36 871 años de escolaridad perdidos, con una media de 5,8 años por mujer (MSP, 2017). Según
estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (2010), el 22,1 % de las madres
adolescentes asiste regularmente a un establecimiento educativo, frente al 77,9 % que ha
abandonado la educación, mientras que del total de adolescentes que no son madres, el 81,4 %
asiste al sistema educativo. En este sentido, las madres adolescentes completan entre 1,8 y 2,8
años menos de educación. Además, estos obstáculos son mayores en familias de bajos recursos
o cuando no se ejerce la responsabilidad paterna. En algunos casos, se puede crear un riesgo de
deserción escolar cuando algunas instituciones educativas, por cuidar el “prestigio institucional”
o evitar el “estigma social” y, a veces, también por el temor a la “mala influencia” hacia el resto
del grupo de estudiantes, proponen otros espacios educativos que denominan extraordinarios
o especiales, pudiendo ser estos la vinculación a modalidades educativas nocturnas,
semipresencial o virtual, tal como lo señala el informe Vivencias y relatos de sobre el embarazo
en adolescentes (Plan Internacional y Unicef, 2014).

Estas concepciones generan discriminación y acentúan la posibilidad de abandono escolar tanto


para la mujer como para el hombre, más aún. Sumadas al hecho de que la adolescente
embarazada o madre, por su misma condición, establece prioridades de desarrollo y la escuela
no necesariamente está dentro de ellas. Esto ocurre particularmente cuando existen factores de
riesgo o no hay un clima acogedor dentro de la familia o en la institución educativa. • Pobreza y
efectos intergeneracionales en la familia de origen y en descendencia: Unfpa destaca que un
nacimiento en la adolescencia reduce el nivel de ingresos de una mujer en un 30 % (2007),
cuestión que se relaciona con el aumento de la probabilidad de encontrarse en situación de
pobreza (Celade y Cepal, 2008). Además, el 75,2 % de las madres adolescentes está considerado
dentro del grupo de población económicamente inactiva, condición que determina el desarrollo
vital del recién nacido, la madre y el propio núcleo familiar, perpetuando el ciclo de pobreza
intergeneracional. Un embarazo adolescente deriva en que muchas veces las familias de origen
pasan a cumplir un rol de “manutención ampliada”, lo que implica una importante baja en la
economía del hogar debido a que los gastos se amplían al mantener tanto a la madre
adolescente como a su hijo. Por otro lado, en aquellos casos en que la madre o el padre
abandonan sus estudios debido al ejercicio de la maternidad o la paternidad, se ven expuestos
a trabajos informales y precarios. Dicha situación de precariedad económica impacta sobre el
hijo o hija, “con lo que se perpetúa un ciclo intergeneracional de marginalización, exclusión y
pobreza” (Unfpa, 2013). Otro efecto colateral del embarazo adolescente, es la migración de
niños, niñas o adolescentes de zonas rurales a urbanas para buscar plazas de trabajo, que les
posibilite mantener al infante, lo cual les expone a condiciones de riesgo y vulnerabilidad. La
pobreza se acentúa más con la particularidad de que “las adolescentes que son madres tienden
a tener un mayor número de hijos con intervalos intergenésicos más cortos” (Unfpa, 2014). •
Salud de la madre: según la Organización Mundial de la Salud, “las complicaciones del embarazo
y el parto son la principal causa de muerte en mujeres adolescentes” (OMS, 2012). A nivel
mundial, se producen 70 000 muertes en adolescentes todos los años por complicaciones del
embarazo y el parto. En este sentido, datos recogidos por la Federación Latinoamericana de
Sociedades de Obstetricia y Ginecología señalan que las madres adolescentes tienen hasta el
triple de posibilidades de morir por causas maternas, en comparación con las mujeres adultas
(Flasog, 2010). En menores de 15 años de edad, estos riesgos son cinco veces mayores, según
datos recogidos por Unfpa (2013). Un segundo embarazo y nacimiento a edades tempranas no
solo supone intervalos intergenésicos cortos y no recomendables desde una aproximación de
salud, sino que también evidencia las oportunidades pérdidas de intervención exitosa durante
la atención del primer embarazo y el nacimiento y los cuidados de los hijos de madres
adolescentes. En ese marco, un dato auspicioso es la reducción de la repetición de la
maternidad, que ha ocurrido en todos los países. Alrededor del 20 % de los nacimientos de
adolescentes corresponde a un segundo hijo, con excepción de Chile, con un 14 % (Binstock,
2016a), resultado de un sostenido descenso

Factores de riesgo y de protección en situaciones de embarazo en la niñez y en la adolescencia


ÁMBITO FACTORES DE RIESGO FACTORES PROTECTORES INDIVIDUAL Valores, creencias y roles
adquiridos por la desigualdad de género Niñas y adolescentes empoderadas con valores,
creencias y roles basados en la equidad de género Niñas, niños y adolescentes con identidades
de género diversas, que no reproducen las relaciones de poder entre los géneros
Desconocimiento de derechos y su vulneración Niñas y adolescentes empoderadas que conocen
y exigen sus derechos Dificultad para planear proyectos de vida Niñas, niños y adolescentes que
poseen información sobre aquellos factores internos y externos que inciden en la toma de
decisiones Abuso de sustancias psicotrópicas y estupefacientes Niñas, niños y adolescentes que
conocen los riesgos del consumo de sustancias psicotrópicas y estupefacientes Bajo nivel
educativo o carencia de este Contar con acceso y comprometerse en permanecer en el sistema
educativo hasta finalizar los estudios obligatorios Falta de acceso a educación integral de la
sexualidad Contar con educación integral de la sexualidad enmarcada en el enfoque de derechos
y el desarrollo de habilidades para la vida Factores psicosociales: baja autoestima, desesperanza
y ausencia de habilidades sociales Alta autoestima, habilidades de negociación y de toma de
decisiones

S-ar putea să vă placă și