Desde pequeños nos han dicho y hemos creído que nuestro origen proviene de una especie de monos y que con el pasar de los años han ido evolucionando hasta llegar a lo que somos hoy en día, esto lo apoya una de las tantas teorías de la evolución, pero en realidad no es cierto, ya que solo es eso; una simple teoría que la ciencia no ha demostrado ni comprobado. El documental visto nos demuestra que en realidad somos descendientes de “La madre de la humanidad”; Eva, quien se dice que vivió hace unos ciento cincuenta mil años en África y que a partir de su ADN se expandió tras generación en generación a través de un largo viaje durante miles y miles de años. Claro que no era la única mujer que existía, habían muchas más y hasta más fértiles, pero Eva si era la única de su especie que poseía genes mitocondriales que sobrevivieron y que dieron origen a esas generaciones. Aunque sin embargo todavía no se ha comprendido ni se ha comprobado de donde exactamente salió Eva, pues los científicos y especialistas no pueden ni han podido remontarse en los antepasados de esta mujer debido a la antigüedad, pero fue, es y será (hasta que se demuestre lo contrario) la explicación más aceptada y creída por nosotros los seres humanos, (sin contar a las personas que no creen en ella ni en la ciencia sino en la religión). La primera generación se aislaba en el Sur de África en pequeños grupos de personas en donde los representantes de la manada (por llamarle de alguna manera), eran los hombres, quienes defendían, hacían el trabajo fuerte y se encargaban de cazar y de llevar de comer a su gente. Eran denominados hombres y mujeres modernos. Aunque vivieron culturas muy distintas a las nuestras presentaron rasgos y comportamientos parecidos o casi iguales a las que hoy por hoy conservamos. Hablando de las características físicas en generales; todos somos semejantes tanto mujeres como hombres, pues la única diferencia observable a simple vista era el color, pues sin excepción alguna todos eran oscuros intensos, pero con la variabilidad genética y el ADN desde hace muchos años no todos los humanos somos de ese color, existen diferentes colores y tonos en el mundo. En cuanto a la manera de pensar y la capacidad de planear estrategias a mi parecer eran más inteligentes que nosotros, pues para vivir en esas condiciones donde el agua, la comida, la vivienda, entre otros eran escasos de alguna manera necesitaban y tenían que adaptarse al medio ambiente que los rodeaba a pesar que no era nada fácil. Los cambios climáticos afectaban mucho a estos humanos modernos, en especial las sequias y las inundaciones, también a la caza, pues al acabarse la comida se veían obligados a dejar su campamento y emprender hacia un nuevo horizonte en busca de ella, causa por la cual se expandieron hacia todo el mundo generando así aumento y evolución de la raza humana, cabe destacar que nos todos los que se iban sobrevivían, pues debido a las circunstancias; al enorme desierto que los rodeaba y a la lejanía que los separaba de los demás continentes eran pocas las posibilidades de vivir contra ello. A medida que pasaban los años la vida para estos humanos modernos era más difícil y complicada debido a que el agua potable se agotaba y el resto se convirtió en hielo. Recorrieron miles de kilómetros y llegaron a pasar el desierto pero todos se quedaron en el intento, otros llegaron a Israel en donde encontraron huesos de aquellos humanos modernos, estas fueron las primeras pruebas más antiguas de esqueletos. Luego de tantos viajes y recorridos los humanos modernos llegaron a poblar las costas de África por el mar rojo adaptándose a la vida marina, a la pesca y a lo salado, en donde también encontraron pruebas de ello, siendo así el primer lugar en hacer uso de los recursos marinos. Los campamentos modernos se trasladaban de un lugar a otro cuando explotaban los recursos de la zona y estos se agotaban. Cuando llagaron al mar rojo (anteriormente mencionado) y se establecieron fue entonces desde allí que emprendieron otro largo viaje, se dice que solo hubo dos rutas por donde salieron de África, una más difícil que la otra; una era atravesando el desierto; a lo que denominan puertas de las desgracias y la otra era por aquella playa del mar rojo, los investigadores concluyeron que esta segunda ruta fue la única opción posible de salir del sur de África y la que por supuesto sobrevivieron Eva y sus hijas. Todo esto se sabe gracias a los arqueólogos, paleoantropólogos, geólogos y a la Profesora Rebeca que años tras año han trabajado para conseguir pruebas que nos responde la pregunta del millón, la que todos nos hacemos; ¿De dónde venimos?... Pruebas que se han encontrado en el lugar de origen, como piedras y huesos que afirman la herencia genética y que dan lugar al ADN mitocondrial, ese que marcó la diferencia entre aquellos humanos modernos y que solo lo poseía la Eva africana. Otras de las pruebas más importantes que se han realizado son las muestras de ADN en distintas zonas cerca de África que afirman las generaciones descendientes de Eva. El ADN mitocondrial de Eva es la pieza clave que nos lleva a lo que somos en la actualidad, nuestro código molecular que nos caracteriza. Las mitocondrias son organelos que habitan en las células, tanto de animales como de humanos, pero lo más curioso y resaltante de esto es que las mitocondrias solo las heredan las mujeres y somos nosotras quienes las podemos pasar a nuestras hijas sin presentar cambios de generación en generación, los hombres la heredan pero no poseen la capacidad de trasmitirlas. Pero sin embargo con los estudios realizados por la Profesora Rebeca junto a otros colegas se ha comprobado que a través de mutaciones y por la cantidad de años que han pasado existió un momento determinado en donde sí se produjeron cambios a la madre pasarle las mitocondrias a sus hijas, esto explica el ¿Por qué? los europeos se diferencian de los afroamericanos cuando se comparan. Y por ello también se dice que nuestro árbol genealógico inicia con Eva seguido de sus hijas y así sucesivamente hasta llegar a la actualidad año tras año. Cuando la profesora Rebeca publicó junto a sus colegas en el año 1987 la respuesta a la pregunta que muchos se hacían y que África era el lugar de origen; la gente empezó a cambiar su manera de pensar y a confundir a la Eva africana con la Eva de la Biblia, pero con el tiempo entendieron que era otra Eva muy distinta a la de la biblia, pues encontraron cráneos que se acercaron a definir dicha mujer negra y presentarnos el rostro que tenía. De ruta en ruta los humanos modernos lograron expandir la raza humana, evolucionando así nuestra especie. No solo cambio el color de piel y los rasgos físicos sino también la manera de vivir desde el punto de vista de todos los aspectos, desde hace muchos años incluso antes de cristo el hombre ya construían sus edificaciones, sus casas, sus templos, entre otros, era más culto y menos ignorante (a pesar de que hoy por hoy abunda la ignorancia). Con el pasar de los años han cambiado las culturas, pues nosotros mismos las hemos adaptado a nuestra manera de pensar, de actuar, de sentir y de reflexionar, lo que nos lleva a formar parte del planeta Tierra.